Mostrando entradas con la etiqueta Universidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Universidad. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de septiembre de 2013

La Universidad busca ‘padrinos’ para estudiantes sin dinero

La rectora de Málaga propone crear una bolsa para para captar donaciones de particulares
La Complutense plantea abrir su fondo de emergencia al mecenazgo



Estudiar en la Universidad se hace cada vez más complicado para los alumnos con menos recursos, que sufren un importante encarecimiento de las tasas académicas en muchas comunidades autónomas y más restricciones para acceder a las becas. Y, ante esta situación, algunas universidades se movilizan para captar las donaciones de empresas y de particulares que quieren aportar su ayuda para costear de forma altruista los estudios a alumnos sin recursos.

La llamada que una pensionista hizo en julio a la Universidad de Málaga emocionó a Adelaida de la Calle, la rectora de esta institución. Aquella señora, a pesar de no tener una economía holgada, se ofrecía para pagarle los estudios a un alumno que se hubiera quedado fuera de la enseñanza superior por problemas económicos. Tras rememorar este miércoles esta llamada y advertir que se está apreciando un descenso del número de matriculados, De la Calle dijo que propondrá crear en su universidad una bolsa para canalizar este tipo de donaciones. La también presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) argumentó que, “igual que se apadrina a un niño”, también se podría “apadrinar a un estudiante, pagando una matrícula”.
De la Calle tiene previsto trasladar este jueves esta propuesta al equipo de gobierno de la Universidad de Málaga. Lo hará durante la reunión que mantendrá con sus vicerrectores. “Queremos montar esta acción social”, señaló la rectora. Sin embargo, también apuntó que se debe analizar la viabilidad legal de la medida, que aún está en ciernes.
Más aquí en El País


Los recortes en los campus

Menos dinero. Desde 2010, los presupuestos públicos para universidad han perdido, al menos, 1.200 millones de euros, en torno a un 12,3%, según cálculos del Gabinete de Estudios de CC OO, que no cuenta los descensos sufridos en la financiación procedente de los proyectos del Plan Nacional de Investigación. Las subvenciones de ese plan (del que los investigadores de las universidades consiguen en torno al 60%) han caído alrededor de un 26% (110 millones) entre 2008 y 2012. La última convocatoria se hizo en diciembre de 2011.
Matrículas más caras. El real decreto de recortes educativos aprobado hace un año cambió el sistema por el que se fijaban los precios públicos. El resultado ha sido que para la mitad de los estudiantes la universidad es sustancialmente más cara, con subidas de entre el 22% y el 92% en dos años en Madrid, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias y Castilla-La Mancha. En los másteres oficiales y las recargas de precio a los repetidores, el aumento ha sido mayor.
Becas menos accesibles. Se han endurecido los requisitos académicos para conseguir becas generales, las destinadas a alumnos con menos recursos. Para conseguir la exención del pago de la matrícula las exigencias son un poco menores (5,5 de nota media) que para una ayuda de dinero (6 o 6,5, dependiendo de la rama de estudios).
Retrasos. A la crisis, al aumento de precios y ese endurecimiento de los requisitos, se sumaron el curso pasado los retrasos en la concesión de las becas generales, que mantuvieron a muchos de los beneficiarios asfixiados durante más de la mitad del curso.
Ayudas de emergencia. En ese contexto, muchas universidades han aumentado o puesto en marcha programas de ayudas de emergencia para rescatar estudiantes sin recursos. Algunos de ellos tienen partidas para aquellos que han perdido la beca del ministerio por el endurecimiento de los requisitos.
Menos docentes y más alumnos. Los campus públicos han perdido al menos 13.200 puestos de trabajo en los últimos cinco años, un 8,8%, según Administraciones Públicas. En ese tiempo, el número de estudiantes creció en unos 89.000 (7%). Sin embargo, el curso pasado los campus públicos sufrieron un leve descenso en los alumnos de grado (0,2%) y perdieron por primera vez alumnado de máster: un 5,3%.

lunes, 26 de agosto de 2013

_--FRANCISCO RUIZ MUÑOZ / RECTOR » “Nadie debe dejar las aulas por motivos económicos”

_-·El rector de la Universidad de Huelva ha ideado un plan para ayudar a estudiantes sin recursos

_--Francisco Ruiz Muñoz (Rociana del Condado, 1948), catedrático de Paleontología, es desde el pasado 6 de junio el nuevo rector de la Universidad de Huelva. Ruiz Muñoz se incorpora a su nueva tarea tras un año académico difícil por la subida de la matrícula y el endurecimiento de los requisitos para obtener becas planteados por el ministro José Ignacio Wert. Preocupado por esta situación, Ruiz Muñoz subrayó en su discurso de investidura que hay líneas rojas que no deben cruzarse para que “ningún estudiante abandone las aulas por motivos económicos”. Por ello, ha ideado un plan para ayudar a los estudiantes en apuros económicos: Programa Matrícula, que se financiará con recursos públicos y privados.

Pregunta. Usted afirmó en su discurso de investidura que existen líneas rojas que no deben cruzarse para que ningún estudiante abandone las aulas por motivos económicos.
Respuesta. Queremos abanderar un plan, que hemos denominado Programa Matrícula, para ayudar a aquellos estudiantes que tengan dificultades para sufragar el pago de las tasas a través de una serie de aportaciones tanto públicas como privadas. A partir de septiembre nos pondremos en contacto con distintas empresas e instituciones para ver cuáles pueden ser sus aportaciones e, igualmente, con la ciudad de Huelva para que se implique en esta propuesta. Nadie debe dejar las aulas por motivos económicos. Es un programa que va a desarrollarse durante todo el año. Se designará un comité evaluador que procederá a la adjudicación de una serie de becas matrícula.

P. ¿Sigue en pie el compromiso de que usted abonaría de su propio bolsillo la primera matrícula?
R. Por supuesto, reitero mi compromiso. También me consta que miembros de mi equipo se van a adherir al plan.

P. Ha señalado usted la transparencia, la sostenibilidad y la participación como ejes de su gestión.
R. Sí, transparencia en el sentido de que vamos a potenciar dentro de la página web de la Universidad un portal de la transparencia que, al hilo de la futura Ley de Transparencia promovida desde los Gobiernos central y autonómico, se detallen las principales actuaciones de la Universidad de Huelva. Actuaciones emprendidas por el equipo de dirección o bien por el consejo de gobierno para que sean conocidas por la sociedad. En definitiva, se trata de poner a disposición de los ciudadanos toda la información básica de la Universidad en un portal único con un acceso fácil y en el que puedan conocerse cuáles son las principales actuaciones de la Universidad en los diferentes ámbitos como doctorado, extensión universitaria, investigación, docencia o transferencia.

P. ¿Conocen la cifra de alumnos que han tenido que abandonar la Universidad por el encarecimiento de las tasas?
R. Desconozco la cifra concreta porque la Universidad de Huelva decidió prorrogar el plazo para el pago de la matrícula hasta el 30 de septiembre y aún estamos analizando los datos. Las estimaciones generales que se hacen en las Universidades públicas indican que generalmente hay entre un 3% y un 5% de los alumnos matriculados que van a tener algún tipo de problema para el pago de la matrícula. Por lo tanto, esas son estimaciones que tenemos a grosso modo pero hasta el 30 de septiembre no tendremos unos datos más fiables.

P. ¿Qué opina de la subida de las matrículas y del endurecimiento de los requisitos para conseguir las becas impulsadas por el ministro de Educación?
R. Mi opinión se alinea con la expresada por la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas (Crue). Pensamos que la nota y los requisitos necesarios para acceder a una beca son muy exigentes y que los requisitos anteriores eran suficientes. Pasa igual con el porcentaje de créditos exigibles para la renovación de las becas. Creemos que se necesitaría un diálogo más profundo sobre estos porcentajes y sobre estos parámetros con el ministerio y confiamos que a lo largo de este curso algunas de las reclamaciones que ha trazado la Crue se tengan en consideración.

P. Al presidente de la Junta le reclamó una financiación adecuada para funcionar con normalidad. También saludó el plan de proveedores.
R. No perdemos de vista nuestro objetivo principal: ofrecer la mejor formación posible al alumnado de la Universidad. Para garantizar ese objetivo se requiere de una financiación suficiente. Las Universidades públicas andaluzas han firmado un pacto de sostenibilidad con la Junta para el pago de las deudas que la Administración tiene con las Universidades. La onubense se ha incorporado al plan de proveedores y desde aquí formulo un llamamiento a los proveedores de la Universidad de Huelva para que se acojan al plan antes del 6 de septiembre. En ese plan, la Universidad de Huelva ha incluido a 550 empresas por un montante de 11 millones de euros. Esto supone un alivio para la situación económica, pero aún así pensamos que deben existir una serie de medidas ensartadas dentro del pacto por la sostenibilidad de manera que se aumente la financiación para las Universidades públicas andaluzas.

P. ¿A cuánto asciende la deuda de la Universidad?
R. La Universidad de Huelva en los últimos ocho años acometió el pago de un préstamo superior a los 65 millones de euros. Actualmente, una gran parte de ese préstamo ya se ha saldado y ahora lo que precisamos es un trasvase de fondos de la Junta de Andalucía de la deuda que tiene con nosotros y que supera los 30 millones de euros.

P. Muchos investigadores han tenido que marcharse por no poder desarrollar sus conocimientos en su ámbito académico, ¿cómo evitar la fuga de cerebros?
R. La Universidad de Huelva ha hecho para el próximo curso prórrogas de numerosos contratos, como becas docentes. Y, dentro del propio plan de investigación vamos a incluir una serie de ayudas para becas predoctorales, posdoctorales y para centros y grupos de investigación de forma que evitemos que los investigadores se marchen y consigamos que esa capacidad de investigación se quede dentro de la Universidad.

Una apuesta por los másteres

El rector de la Universidad de Huelva, Francisco Ruiz Muñoz, aboga por la especialización: "Necesitamos crear un espacio propio en Huelva en los másteres". En el ámbito de las infraestructuras, su objetivo es culminar la Escuela Superior de Ingeniería; pero el rector tampoco quiere renunciar a proyectos tan importantes para la Universidad como la Facultad de Medicina. "Es cierto que la crisis económica ha obligado a replantear algunos proyectos, pero se ha hecho un trabajo intenso con el Hospital Juan Ramón Jiménez y disponemos de los terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Huelva". E igualmente seguirá trabajando para obtener ayudas necesarias para el proyecto del Acelerador de Partículas que ubicará a la Universidad en la vanguardia de la investigación contra el cáncer. Fuente: El País, Andalucía Semanal.

sábado, 17 de agosto de 2013

Ningún campus español alcanza los 200 primeros en el ‘ranking’ de Shanghái

Hay 10 universidades españolas entre las 500 mejores del mundo, una menos que en 2012
El sistema sale mejor parado en las clasificaciones por áreas de conocimiento

El ranking de Shanghái de 2013 coloca a 10 universidades españolas entre las 500 mejores del mundo (al menos, según los criterios de esta clasificación, que se fijan sobre todo en el impacto de investigador de los campus y los reconocimientos, como los premios Nobel y las Medallas Fields, recibidos en su historia por sus alumnos y profesores); el año pasado fueron 11 (se ha caído de la lista la Universidad de Vigo). Y, al igual que entonces, ninguna está entre las 200 primeras. Las que aparecen más arriba, entre los puestos 201 y 300, son la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid, la Complutense y la Universidad de Barcelona. Le siguen la Politécnica de Valencia, Granada, Pompeu Fabra y Valencia (301-400) y País Vasco y Zaragoza (401-500, a partir del puesto 100 se hacen grupos y se colocan dentro los campus por orden alfabético).

En general, la imagen que ofrece el más famoso ranking internacional de universidades sobre el sistema español es muy parecido al de los últimos años (hay una menos en la lista de 500, pero una más entre el 201 y 300). Y, de hecho, probablemente hubiera sido un milagro que las cosas mejorasen, teniendo en cuenta que la clasificación valora principalmente la investigación, y esta ha sufrido una importantísima sangría presupuestaria en los últimos años en España: las subvenciones del Plan Nacional para Ciencia (del que los investigadores de las universidades consiguen en torno al 60%) han caído alrededor un 26% (110 millones) entre 2008 y 2012, y la convocatoria de 2013, todavía no se ha publicado. Ello, sin contar un recorte general de la inversión pública en universidades de más de 1.200 millones desde 2010.

Así, el undécimo ranking internacional de universidades de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, presentado hoy, coloca una vez más a los campus anglosajones en los primeros puestos; hay que llegar hasta el número 20 para encontrar un campus que no sea ni estadounidense ni británico: el Instituto Tecnológico de Zúrich, de Suiza. En los 10 primeros lugares repiten las mismas universidades que en 2012: Harvard (EE UU), Stanford (EE UU), Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE UU), Universidad de California, Berkeley (EE UU), Cambridge (Reino Unido), Instituto de Tecnología de California (EE UU), Princeton (EE UU), Columbia (EE UU), Universidad de Chicago (EE UU) y Oxford (Reino Unido). El campus francés Pierre y Marie Curie (en el puesto 37) le arrebata a Paris-Sud (39) la segunda mejor el segundo mejor puesto de la Europa continental y las universidades mejor colocadas del área Asia-Pacífico son las japonesas de Tokio (21) y Kioto (26) y Melbourne (56), en Australia.

La universidad china también elabora cada año subclasificaciones por áreas temáticas y, en este caso, el panorama español mejora. En los 10 campos de conocimiento y materias elegidos Ciencias NaturalesIngeniería y TecnologíaCiencias de la Vida y AgriculturaMedicina,Ciencias SocialesMatemáticasFísicaQuímicaInformática y Economíahay universidades españolas entre las 200 primeras y, en la mitad de ellos, entre las 100 primeras. Así, los mejores resultados se pueden encontrar en Química --con Zaragoza (puesto 51-75), Politécnica de Valencia (76-100), Barcelona y Valencia (101-150), Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Complutense, Oviedo y Rovira y Virgili (150-200)—y Matemáticas –Autónoma de Madrid (51-75), País Vasco (76-100), Autónoma de Barcelona, Complutense, Politécnica de Valencia, Granada y Sevilla (101-150), Politécnica de Cataluña y Santiago de Compostela (151-200).

Numerosos expertos desde distintas universidades de todo el mundo  han cargado con fiereza contra esta y otras clasificaciones similares (como la de la publicación británica Times Higher Education) que se han hecho increíblemente populares en la última década y llegan a condicionar políticas y financiación. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se ha quejado en numerosas ocasiones de que no hay campus españoles entre las 100 primeros en estos ranking. Sin embargo, numerosos especialistas señalan importantes sesgos y limitaciones metodológicas de este tipo de clasificaciones, y advierten sobre los peligros de obsesionarse con ellas y olvidar en el camino otros objetivos importantes que no miden los ranking, como la calidad de la docencia o la equidad. La Comisión Europea se ha embarcado en el desarrollo de la suya propia, el U-Multirtanking. Este, ha dicho la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, quiere alejarse de los ranking “centrados de una manera desproporcionada en la investigación de excelencia”, haciendo distintas clasificaciones: en reputación de la investigación, calidad de la enseñanza y el aprendizaje, internacionalización, éxito en la transferencia de conocimiento (por ejemplo, asociaciones con empresas y start-up), y contribución al crecimiento regional. El proyecto, cuya primera edición se espera en 2014, ya ha recibido las primeras críticas por parte de la Liga Europea de Universidades de Investigación (LERU, en sus siglas en inglés), la asociación que engloba a algunas de las más importantes universidades de investigación de Europa (entre ellas, Cambridge, Oxford, Zúrich, Ámsterdam o Barcelona). Leer más en El País.


Las 10 primeras

1. Harvard (EE UU)
2. Stanford (EE UU)
3. Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE UU)
4. Universidad de California, Berkeley (EE UU)
5. Cambridge (Reino Unido)
6. Instituto de Tecnología de California (EE UU)
7. Princeton (EE UU)
8. Columbia (EE UU)
9. Universidad de Chicago (EE UU)
10. Oxford (Reino Unido)

Las españolas

201-300.  Universidad Autónoma de Barcelona
201-300. Universidad Autónoma de Madrid
201-300. Universidad Complutense
201-300. Universidad de Barcelona
301-400. Universidad Politécnica de Valencia, Granada, Pompeu Fabra y Valencia
301-400. Universidad Politécnica de Valencia
301-400. Universidad de Granada
301-400. Universidad Pompeu Fabra
301-400. Universidad de Valencia.
401-500. Universidad del País Vasco
401-500. Universidad de Zaragoza

Matemáticas

1. Princeton
2. Harvard
[...]
51-75. Autónoma de Madrid
76-100. Universidad del País Vasco
101-150. Autónoma de Barcelona
101-150. Complutense
101-150. Politécnica de Valencia
101-150. Granada
101-150. Sevilla
151-200. Politécnica de Cataluña
151-200. Santiago de Compostela

Física

1. Harvard
2. Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)
[...]
76-100.  Universidad de Valencia
101-150. Autónoma de Madrid
101-150. Universidad de La Laguna
151-200. Autónoma de Barcelona.
151-200. Complutense
151-200. Cantabria
151-200. Barcelona
Mientras, en España, el gobierno actual condena a los más humilde a no acceder a la Universidad.
Los nuevos sistemas de becas del PP amenazan con expulsar a miles de universitarios

domingo, 9 de junio de 2013

Una p... mierda¡¡¡¡

No es un alumno más. Este es el segundo año que le he dado clase y en estos dos cursos no ha faltado ni un solo día. Participa en todas las actividades programadas en el aula con un interés que pocas veces he visto en mis más de quince años de experiencia docente. Pregunta, discute, debate… pero siempre desde el respeto hacia el profesor y hacia sus compañeros.

A la hora de los exámenes lucha como el que más por sacar la máxima nota de la clase. No, no hablo de una buena nota… sino de la mejor nota. Suele lograrlo pero cuando no lo consigue sube al departamento a revisar su examen. Lo hace con educación, sin pretextos y solamente para saber cuáles han sido sus fallos. Los ve, los anota y se vuelve contrariado. Hace un año se quedó en puertas de la matrícula de honor de mi asignatura pero otro compañero hizo más méritos. Se fue de la revisión con los ojos enrojecidos y cuando le pregunte el porqué de su actitud no quiso contestarme. No lo entendí, el sobresaliente que había obtenido era muy meritorio, pero lo dejé marchar.

Su actitud en las clases prácticas que llevamos a cabo en el laboratorio también es inusual. A menudo aparece con una cámara de fotos para captar imágenes de todos los experimentos que hacemos. Eso sí, me pide permiso cada vez que lo hace. La primera vez que apareció con la cámara le pregunté cuál era su objetivo. “Me gusta enseñarle a mis padres, a mis hermanos y a mis amigos lo que hacemos en la universidad”. No seguí preguntando.

Pero el amor de este alumno por la ciencia no se queda ahí. Pertenece a dos asociaciones de divulgación científica. No, no solo se limita a pertenecer a ellas, tira del carro de las mismas como el que más. Está presente en cada una de las reuniones, organiza actividades, sube contenidos… su vida es la ciencia.

Ayer le tocaba volver a examinarse conmigo. Como suelo hacer antes de cada examen imprimo la lista oficial de alumnos matriculados para que luego firmen en ella. El alumno protagonista de este post no estaba en esa lista por lo que no podía examinarse. Pensando que era un error administrativo llamé a la secretaria de la facultad a la que está adscrita la carrera universitaria que está cursando. No, no había ningún error.

Mi alumno no había podido pagar las cuotas en las que había fraccionado su matrícula y había sido dado de baja en la asignatura. El mazazo fue tremendo. No me lo podía creer. Tras dos años dejándose la vida formándose para su futuro todo se había ido al traste.

A lo mejor debería haberme mantenido al margen pero no pude evitarlo y lo llamé. Quedé con él y nos tomamos un café. Me contó su historia, la misma que está azotando a miles de estudiantes universitarios distribuidos por toda la geografía española.

A pesar de que estaba trabajando para sacarse la carrera ni sus recursos ni los de su familia le permiten seguir pagando las tasas universitarias. Tiraba la toalla. Yo no podía articular palabra… pero empezaban a cuadrarme muchas cosas.

Ahora entendía aquellas lágrimas cuando no podía alcanzar la matrícula de honor en una asignatura. El alcanzar la máxima nota le hubiese eximido de pagar las tasas de la matrícula de una nueva asignatura.

Aguanté el tipo como pude. Creo que no se me escapó ni una lágrima porque mi monumental cabreo no lo permitía. Pero aun hay más. Él no es el único afectado de su situación. Detrás de cada uno de estos casos hay un drama familiar. No me puedo imaginar tener que ver cómo mi hija tiene que abandonar sus estudios por no poder ayudarla.

Le comenté que hay universidades que están haciendo grandes esfuerzos por intentar ayudar a las personas que se encuentran en su situación. Unas están creando fondos sociales de ayuda, otras crean nuevos programas de becas. Personalmente reconozco el esfuerzo de estos centros pero, sinceramente, creo que son parches. El problema es de raíz. Los alumnos de muchas universidades están pagando en 2012-2013 una media del 38% más que el curso anterior por sus matrículas. Esto es inadmisible. Digamos las cosas claras. Los recortes que se están haciendo en la educación pública de este país son una vergüenza. Mucha gentes los está sufriendo ahora mismo en sus carnes pero voy más allá, en un futuro las consecuencias para nuestro país serán devastadoras.

Terminamos ese café. Él no ha perdido la esperanza. Está buscando trabajo como loco para poder matricularse al menos de una asignatura para el curso próximo. Me comentó los proyectos que tiene para las dos asociaciones de divulgación científica a las que pertenece. Lo hizo con una ilusión que me dejaba asombrado.

Me explicó su obsesión por hacer fotografías de cada experimento que hacía en el laboratorio. Su único objetivo en prácticas no era aprobar las asignaturas. Quería llevar la ciencia a la calle. Quería enseñarle al mundo, según sus propias palabras, “que la ciencia también tiene su belleza y que puede llegar a emocionarles tanto como a mí”.

Durante toda la conversación me demostró que su amor por la ciencia podía más que su drama personal… el mismo por el que están pasando miles de familias en toda España. Yo ya no estaba ni emocionado. Solamente me apetecía mandarlo todo a la mierda. A esta gente, la que de verdad podría ayudar a sacar a nuestro país de la situación en la que se encuentra por su fuerza y sus ganas, se les corta las alas de forma incomprensible. Yo ya estoy hasta los h...

Nos despedimos. Pienso ayudarle. A mi manera. Será otro parche. Pero este tema me ha llegado tan dentro que no puedo mirar a otro lado. Sí, ya sé que a lo mejor soy injusto porque habrá otras personas cercanas a mí en situaciones parecidas. Chavales frustrados por no poder estudiar. Sí, lo que leen, frustrados por no poder estudiar. Tiene cojones.

Acabo. La situación en la Universidad está llegando a límites insospechados hace unos años. En un primer momento fueron los laboratorios los que se empezaron a quedar vacíos. Los impresentables recortes en investigación provocaron que miles de jóvenes científicos tuviesen que dar por concluida su carrera investigadora al no obtener becas o contratos que les permitieran realizar sus tesis doctorales, estancias predoctorales o consolidar sus plazas definitivas. Ahora las que se quedan vacías son las aulas. Cientos de alumnos empiezan a abandonarlas por no poder hacer frente a los pagos de las tasas universitarias. Los recortes en educación, sumados a los anteriores citados en investigación, están llevando a generar una sociedad que en absoluto estará basada en el conocimiento. Serán otros valores los que reinen en ella. Los mismos que los de las personas que nos han llevado a esta situación.

Esa tarde tengo otro examen. En unos minutos tendré que imprimir la lista oficial de matriculados. Tengo miedo de lo que pueda encontrarme. Esto es una mierda. Una puta mierda.
Fuente: Scientia

lunes, 6 de mayo de 2013

Las claves que explican el estrangulamiento de la Universidad pública

Paula Corroto. La Marea

Recortes presupuestarios, despidos masivos de profesorado, reducción de becas, aumento de las tasas de matrícula y mucho endeudamiento. Esa es la situación actual de la Universidad española. Los datos son elocuentes: desde 2010 el presupuesto público se ha recortado en más de 1.200 millones de euros y algunas universidades como la Politècnica de Catalunya y la Complutense de Madrid acumulan deudas de hasta 111 millones de euros en el caso de la primera y 160 millones de euros, en el caso de la segunda. Además, el pasado mes de marzo, 300 profesores de la Politécnica de Madrid vieron cómo era rescindido su contrato.

Con esta lúgubre perspectiva, Joseba Fernández, investigador en Ciencia Política de la Universidad del País Vasco, Carlos Sevilla, abogado laboralista, y Miguel Urbán, gestor cultural, han coordinado el ensayo De la nueva miseria. La Universidad en crisis y la nueva rebelión estudiantil (Akal), en el que a través de artículos sobre los modelos universitarios español, norteamericano, indio e italiano abordan lo que ellos han denominado “una verdadera operación de destrucción de la universidad pública para ponerla al servicio de su mercantilización y privatización acelerada en manos de gestores”, según el prólogo escrito por el profesor de Ciencia Política de la UNED Jaime Pastor. Para ellos, ahí reside el quid de la cuestión de “este estrangulamiento de la financiación pública de la Universidad” canalizado a través de recortes y despidos, analiza Sevilla.

Una universidad pública rota cuyo modelo “no ha cambiado desde la Edad Media”, según Urbán, y que además, ahora se enfrenta a otro grave problema: la crisis y el desempleo que en los jóvenes alcanza al 57,2% -según el último dato de la EPA- la ha convertido en una máquina de crear parados o trabajadores en precario. Una situación esquizofrénica –cada vez hay menos inversión, cada vez hay más titulados- que para estos autores se encuadra en una estrategia política evidente: “Hay una ofensiva de las elites de tratar, mediante reformas tecnocráticas, de adecuar la propia institución al entorno productivo moderno”, sostiene Sevilla en conversación con La Marea. Su compañero Miguel Urbán indica que el principal problema es que desde finales de los ochenta “en vez de adaptar el mercado laboral a las necesidades sociales, la universidad se ha adaptado a las necesidades del mercado”. Un mercado que ahora mismo no da abasto.

Las palabras de Urbán tienen como corolario la sentencia del Ministro de Educación, José Ignacio Wert, cuando afirmó que “los estudiantes no deben estudiar lo que quieren, sino lo que les emplee”. Un ataque que parece destinado a las Humanidades. “La reconversión profesional hacia itinerarios tecnocientíficos es también un proyecto político. El incremento masivo de estudiantes y de licenciados en las Facultades de Humanidades con un mercado de trabajo que no absorbe esa mano de obra se convierte en un problema social, por lo que se orienta toda esa formación hacia itinerarios tecnocientíficos como una ofensiva sobre el conjunto de conocimientos de las Humanidades, que son disciplinas que además permiten un conocimiento de la sociedad que no permiten otras”, asegura Sevilla.

Al combate contra las Humanidades se une otra estrategia política, según estos autores: guiar el modelo español hacia el norteamericano de la Ivy League, es decir, la separación entre centros de calidad, que son al final los que reciben mayor financiación por parte de las administraciones, y los que se quedan en segunda fila. “Lo estamos viendo con la Complutense y con la creación de los Campus de Excelencia, que es una forma de crear un circuito dual y que van destinados a formar a la elite”, manifiesta Sevilla. Los autores sostienen que con estas medidas de lo que se trata es de “reestructurar la docencia” a partir de un profesorado precario destinado a dar clases en los primeros cursos de la Universidad, y un segundo circuito de docentes, fundamentalmente catedráticos y doctores, que dan sus clases en másters y segundo grado. “Se crea una casta de funcionarios, que al final son los que mantienen el poder en los órganos de Gobierno de las facultades”, afirma Sevilla. Para Urbán, la estrategia es aún peor, puesto que lo que se pretende con estas dualidades y con los recortes en la financiación es que las Juntas y Claustros de las facultades estén compuestas “por gestores de empresas y fundaciones privadas, que son los que van a invertir en los centros universitarios. Se trata de crear la Universidad-Empresa”.

Plan Bolonia

¿Y qué tiene que ver el famoso Plan Bolonia con todo esto? El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que se puso en marcha en el curso 2007/2008, y que a pesar de ser fuertemente contestado por la comunidad estudiantil y profesores, finalmente salió adelante, “no ha traído ninguna mejora para la universidad”, reconocen Sevilla y Urbán. Aunque en España aún no hay estudios de inserción laboral a partir de Bolonia, para ellos la reducción de los años de estudio de una licenciatura ha supuesto un deterioro de las condiciones de trabajo para el profesorado con salarios más bajos y con peores condiciones contractuales. Para el alumnado también deviene otra problemática: “Se están produciendo licenciados al mismo ritmo que se producía antes de la crisis y con un mercado que ha reducido buena parte del empleo que había antes. Así que toda esa gente que está saliendo de la universidad está optando por el exilio. Esa es la realidad”, analiza Sevilla.

Ante esta cuestión, en la comunidad educativa se ha debatido sobre si la alternativa no sería la reducción de titulados. También se ha discutido sobre el florecimiento de facultades en todo el territorio español durante el último decenio y que, por razones obvias, ha implementado el número de licenciados. Tanto Sevilla como Urbán se muestran en desacuerdo con un recorte de centros. “No, lo que creemos es que hay poca universidad, pero universidad como forma de capacitación de la ciudadanía. Tendríamos que democratizar mucho más el acceso y eliminar las expectativas laborales en torno a tu capacitación de estudio. Es normal que la gente de Albacete quiera carreras y no sólo los de Madrid. El problema es cómo entendemos la universidad, si al servicio del mercado o de la sociedad”, manifiesta Urbán. “La gente debe ser consciente de que la Universidad no es un CCC. No está entrando en un sitio que le va a cualificar profesionalmente, sino que entra para obtener una formación superior y para vivir una experiencia que, por desgracia, otra gente no puede tener”, añade Sevilla.

El cambio de mentalidad también tiene que ver con la formación que reciben los estudiantes y la forma en la que estos la asimilan. Hay una crítica palpable en los últimos años y es que son muchos los licenciados que terminan la carrera y cometen fallos de cultura general. Conocimientos que deberían haberse aprendido incluso en la enseñanza secundaria. Para Urban y Sevilla también esta problemática se revela deudora de un modelo universitario anacrónico y poco eficiente: “Tenemos un modelo que está orientado a ser una fábrica que expide títulos y que hace que, al final, al estudiante lo único que le interese sea tener el título y no el aprendizaje en sí mismo. La universidad hace que te estudies todo en quince días, luego lo vomites y después te vuelvas a quedar anoréxico en el conocimiento. Es una universidad que está orientada a sacar licenciados como churros [sic]. Si estuviera orientada a crear ciudadanos, el modelo educativo tendría que ser diferente”, sostiene Urbán.

Un movimiento estudiantil derrotado

Para los autores de este ensayo el peor síntoma de que la Universidad está caminando hacia un abismo sin frenos es “la derrota del movimiento estudiantil, que perdió su última batalla con el Plan Bolonia. Desde entonces no hay nada. Hay foquitos que surgen ante casos coyunturales, pero no se ha generado un movimiento”, mantiene Sevilla. Para ellos, acciones como dar clase en la calle como muestra de la precariedad que está sufriendo la universidad no son suficientes. “Además, tiene un aspecto elitista porque demuestra que la universidad desciende al pueblo, cuando la universidad tendría que ser siempre eso. Es una forma de protesta muy cómoda”, añade Sevilla.

¿Cuál es la alternativa? ¿Qué hacer entonces? Los autores se fijan en los movimientos estudiantiles protagonizados en otras universidades como la Universidad de México (UNAM) donde tanto estudiantes como profesores llegaron a estar nueve meses en huelga. “Ocuparon el espacio universitario, que estuvo gestionado por profesores y estudiantes. Y ganaron. La matrícula de la UNAM cuesta un peso y querían que valiera 1.000 dólares. Costó nueve meses pero sigue costando un peso”, sostiene Urbán.

A pesar del pesimismo y de las “negras tormentas” que se avecinan –o ya están- en el mundo universitario, tanto Urbán como Sevilla observan cierta luz al final del túnel. “Hay una dinámica internacional de oponerse a este proyecto de mercantilización. Hay precedentes en todos los países de la Europa Occidental con movilizaciones masivas. La única forma de la que puede surgir un nuevo modelo de educación o de sociedad es desde este tipo de luchas o resistencias”, zanja Sevilla. Ante el derrumbe total, es la esperanza que aún les queda.

Fuente: http://www.lamarea.com/2013/04/27/universidades/

martes, 18 de septiembre de 2012

Estudiar en la Universidad es cada vez más caro (este curso hasta un 50% más en algunas) ¿Conspiración contra los pobres?

Si eres pobre te será muy difícil estudiar y si suspendes, será prácticamente imposible continuar.

 Las diferencias de precios de las matrículas en las universidades públicas de las comunidades se han disparado este curso, con unas subidas que van desde la nada (Asturias y Galicia han congelado las tasas para los que se matriculen por primera vez) hasta los 350 o 400 euros en algunas carreras en Cataluña, Madrid o Castilla y León. Las distancias ya eran muy grandes: después de un cuarto de siglo en el que las autonomías elegían cada año la subida de precios dentro de una horquilla que marcaba el Gobierno, ya habían llegado hasta un 100% de diferencia en algunos casos. Pero de un curso para otro, se ha pasado a unas distancias que llegan al 136% en las carreras más caras, como Arquitectura o Medicina (750 euros en Andalucía, 1.772 en Castilla y León) y hasta el 173% en el máster de formación del profesorado (obligatorio para los que quieran ejercer como docentes en institutos): 879 euros en el País Vasco y 2.400 en Cataluña. En esta última, los estudiantes pagarán por primera vez según su renta familiar, pero si comparamos el precio máximo para Medicina en Cataluña, 2.371 euros, con los 750 euros de Andalucía, la distancia se dispara hasta un 216%.

Todos estos datos se refieren a un estudiante que se matricula por primera vez en una carrera o pasa de un curso sin ningún suspenso, pues la gran mayoría de comunidades han aplicado subidas mucho mayores a los repetidores (con lo que también van aumentando las diferencias). Por ejemplo, hacer por tercera vez una sola asignatura de Enfermería en La Rioja o Navarra cuesta lo mismo que todo el primer curso de Administración y Dirección de Empresas en Galicia. También los másteres generales (los que no son obligatorios para ejercer una profesión) han experimentado aumentos que han llegado a multiplicar su precio por dos de un año para otro en Cataluña, Madrid o Comunidad Valenciana... más aquí en El País.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ranking de 2010 de la Universidad Jiao Tong de Shanghái:

Los campus con mejores notas según la evaluación de Shanghai..

1. Harvard. EE UU.
2. Universidad de California, Berkeley. EE UU.
3. Stanford. EE UU.
4. Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). EE UU.
5. Cambridge. Reino Unido.
6. Instituto de Tecnología de California. EE UU.
7. Princeton. EE UU.
8. Universidad de Columbia. EE UU.
9. Universidad de Chicago. EE UU.
10. Oxford. Reino Unido.
- España. Las primeras universidades españolas, entre los puestos 201 y 300 de la tabla, son la Autónoma de Madrid, la Complutense, la de Barcelona y la de Valencia. Esta clasificación no especifica el puesto exacto a partir del 100. Leer más aquí en El País.

martes, 8 de junio de 2010

La ciencia y la universidad reivindican el pensamiento crítico

Más de 900 científicos y universitarios de 45 universidades públicas españolas y de los Organismos Públicos de Investigación suscriben un manifiesto en defensa del pensamiento crítico y convocan a un acto el 9 de junio en Madrid

Recientemente se ha ido creando en las universidades públicas y en los centros públicos de investigación (OPIs), un sordo pero creciente malestar. Un malestar latente debido en parte a los recientes acontecimientos económicos, políticos y sociales de nuestro país y la forma en que las autoridades los han gestionado, pero también, y sobre todo, al efecto de las campañas de acoso y derribo que algunas corporaciones financieras y la amalgama ideológica liberal-conservadora vienen orquestando contra la universidad pública y contra los intelectuales y científicos que se han manifestado con espíritu crítico en los debates sobre nuestro modelo político, económico, institucional o judicial.

Una de las paradojas, casi esperpéntica, a que ha dado lugar esta campaña mediática, es que actualmente se viene presentado como alternativa a la gobernanza en la universidad pública un tipo de gestión, antidemocrático y sujeto a la dictadura del mercado que, como todo el mundo sabe, está en la base de la crisis que padecemos.

También ha contribuido al aumento de este malestar difuso el recorte de los presupuestos dedicados a las universidades públicas y la reducción de las partidas presupuestarias dedicadas a financiar la investigación científica, que han castigado particularmente al sector público.

Al malestar creado por “el mal gobierno” se une ahora, en nuestro caso, una creciente preocupación por las actuaciones de la derecha política y, en particular, la ofensiva contra los que, desde la ciencia, la política o la cultura, han manifestado públicamente posiciones críticas ante la decepcionante respuesta política y judicial al clamor de las víctimas del franquismo, la lentitud e inoperancia de la justicia y la persecución al juez que se atrevió a dar voz a las reivindicaciones de las víctimas.

Un caso especialmente grave ha sido la campaña de acoso y desprestigio del Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, precisamente por haber autorizado un acto de reivindicación de la memoria histórica y en defensa de Garzón. El hecho de que esta nueva campaña haya sido liderada por la propia presidenta de la Comunidad de Madrid explica, sin más, que en algunos casos el malestar y la preocupación se estén convirtiendo en animadversión.

Creemos que ha llegado el momento de manifestar en público el malestar latente y de hacer frente al miedo ante la situación que se está creando en el país. Tenemos suficientes razones para pensar así. Entendemos que la generación de conocimiento y la capacidad de crítica son misiones sustanciales de la universidad y son también parte del espíritu científico cuando éste se quiere a la vez cívico y ciudadano. Reivindicamos, pues, el pensamiento crítico. Y pensamos que reivindicar aquí y ahora el pensamiento crítico, como científicos y como intelectuales, incluye asumir la responsabilidad de nuestro trabajo, responsabilidad que ha de ser tanto mayor cuanto más se goza de ese privilegio que es contribuir a la producción y generación de conocimiento. No sólo eso: creemos que el tiempo del silencio ha concluido...

Como integrantes de la comunidad científica, como científicos de la naturaleza y de la sociedad, como humanistas amigos de la ciencia y como defensores de una cultura que quiere romper con los compartimentos estancos y con las Torres de Babel;...

Queremos intervenir en el debate público por solidaridad con otros, que lo merecen, por razones morales y por razones políticas. Es nuestra responsabilidad pero también nuestro derecho porque en estas cuestiones se dirimen principios y valores fundamentales para la convivencia y el futuro de nuestro país. Para ello, los firmantes hemos convocado un acto en la sede central del CSIC el próximo 9 de junio a las 18.30 horas. 

(TRIBUNA: F. MAYOR ZARAGOZA, F. FERNÁNDEZ BUEY Y J. ÁVILA “El País” 08/06/2010)