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sábado, 24 de octubre de 2015

El presidente de Portugal intenta impedir un gobierno de izquierdas

Cavaco Silva encarga la formación de gobierno al conservador primer ministro Passos Coelho a pesar de que los socialistas dicen tener un pacto con el Bloque de Izquierda y los comunistas que tiene mayoría parlamentaria.

El presidente de Portugal Aníbal Cavaco Silva ha encargado la formación del gobierno al conservador Pedro Passos Coelho, que tuvo la lista más votada, en vez de decantarse por el socialista António Costa que había anunciado que tenía un acuerdo con el Bloque de Izquierda (Bloco de Esquerda, BE) y los ecocomunistas de la CDU.

En las elecciones parlamentarias del pasado 4 de octubre, la lista común de los dos partidos de centroderecha, el PDS del actual primer ministro Passos Coelho y el CDS de su vice Paulo Portas, fue el ganador con más del 38% de los votos, pero se quedó corto de la mayoría absoluta de escaños. Mientras, el Partido Socialista (PS) suma junto con los diputados del BE y de la CDU una mayoría holgada.

Cavaco Silva alegó razones de Estado para defender su decisión de optar por los conservadores, por la posible reacción negativa de los mercados. “Es mi deber hacer todo para impedir que se transmitan señales equivocadas a las instituciones financieras, a los inversores y a los mercados, poniendo en entredicho la confianza y la credibilidad exterior del país que tanto ha costado conquistar, con gran esfuerzo”, dijo el presidente de la República portuguesa en un mensaje televisado a la nación el jueves por la noche.

El jefe del Estado añadió que era “incomprensible que las fuerzas europeístas no hayan llegado a un acuerdo”, en referencia a un pacto entre conservadores y socialistas para facilitar un gobierno de minoría.

A Passos Coelho le corresponde pues formar un nuevo ejecutivo y presentar un programa de gobierno que debería ser posteriormente ratificado por el Parlamento. Será la primera prueba del algodón, porque las fuerzas de centroizquierda podrían tumbarlo. La siguiente ocasión será la abrobación de los presupuestos para el 2016 que ya llevan mucho retraso, lo cual ha sido criticado por Bruselas. Costa asegura que tiene atado un acuerdo con el Bloque y los comunistas, aunque todavía parece que no hay nada firmado, según medios lusos.

Leer también: No siempre manda el que gana

Fuente: http://www.lamarea.com/2015/10/23/el-presidente-de-portugal-intenta-impedir-un-gobierno-de-izquierdas/

miércoles, 26 de agosto de 2015

No es preciso vivir debajo de un puente para ser de izquierdas.

En un verano cuajado de noticias densas y trascendentales, la derecha española ha logrado crear una polémica con las vacaciones de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Capitaneados por Francisco Marhuenda al mando de La Razón y sus infectas mentiras habituales, se discute si una persona de izquierdas tiene derecho a disfrutar de una escapada estival de una semana, inviertiendo 600 euros –de su dinero- en el alquiler de una casa compartida. Con 71 años y 50 años de profesión en la que ha sido una jueza de gran prestigio.

Políticos (de los oficiales y de los ejecutan esa labor en medios y dicen ser periodistas) ven normal que la anterior alcaldesa dedicase algo más de esa cantidad, en este caso por noche, en el Penha Longa Hotel Golf Resort de Portugal en viaje privado también, aunque dejara en la capital española la grave crisis del Madrid Arena con cinco jóvenes muertas por la incompetencia. Ana Botella puede porque es de derechas. Los despilfarros oficiales llegaron a llamar la atención hasta de prensa extranjera como Der Spiegel. Y, tras su relevo, vamos conociendo muchos más.

El 'debate' de las vacaciones de Carmena llena horas y horas de televisión. Han llegado a equiparar las vacaiones de la alcaldesa con la invitación de un empresario en duda a un par de ministros, como publicó eldiario.es, o con las que disfruta a todo yate el privilegiado imputado Rodrigo Rato. Solo por las preferentes o por sacar a bolsa una caja quebrada –con lo que ha supuesto- parece que debería reembolsarnos algunos dineros antes de darse sus chapuzones.

El gran tema latente es que la derecha española y sus fieles becerros entienden que para ser de izquierdas hay que vivir debajo de un puente. Con habilitarse espacio en una chabola levantada en la ribera, uno ya es un rico propietario y ha de ser de derechas para “conservar” sus pertenencias. Si has firmado un fascal de letras con un banco y habitas en la casa que aún les pertenece para lo que gusten mandar, entonces ya te has convertido en un potentado que no puede sino votar al PP o en su caso a Ciudadanos. Partidos que cuidan amorosamente de nuestros servicios, pensiones y futuro manteniéndolos alejados de los recortes y la especulación. Ese es el conjunto de la idea que quieren inculcar. Con éxito, siquiera sea por la machacona insistencia del mensaje. De este modo excluyen de cualquier compromiso social serio a cuantos tienen los mínimos medios de subsistencia. A los gestores de estas falsas tramas les guía una clara y sucia intencionalidad política, pero la mayoría lo piensa realmente, aunque pueda parecer increíble.

Pasó desapercibida esta joya que firmó en ABC en Marzo, de 2015, del siglo XXI, Marcos Sueiro, con el expresivo título de Carolina Bescansa, la 'oveja negra' de una dinastía gallega y que no tiene desperdicio de principio a fin. “Carolina Bescansa -escribía dolido el autor- nació en una de las familias patricias de Santiago de Compostela. La cofundadora de Podemos es descendiente de uno de los clanes que han dado color a la vida local”. Carolina destacaba por su inteligencia superior a la de varios de sus hermanos, dice, pero todo se truncó: “En una familia tan extensa siempre hay pequeñas decepciones, pero la menor de las Bescansa superó casi todas las expectativas”.

¿Qué hizo Carolina? Tras relatar las virtudes que adornan a su familia y las amistades que atesoran, Sueiro concluye con una reflexión que es todo un tratado del pensamiento conservador español. La irrupción de Bescansa en un partido de izquierda ha provocado un daño que abochorna a su linaje con el peor de los lamparones: “… la fuerza de su apellido ha replegado a todos los componentes de la saga, que evitan contestar a preguntas sobre el compromiso revolucionario de su sobrina. En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas 'innecesarias e incómodas'. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede”.

En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas 'innecesarias e incómodas'. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede, señala ABC.

Ser de izquierdas no es una religión, no implica sacerdocio ni voto de pobreza. Por el contrario estas condiciones sí se exigen en la religión católica a la que se apresta con fervor de boquilla, preferentemente la derecha, y basta ver el cómo lo cumplen. Los Evangelios están llenos de esa doctrina que rechaza la usura, la avaricia y el egoísmo y propicia la generosidad. En estos momentos cuentan con un Papa que parece tratar de reconducir el catolicismo a su espíritu original. La gran diferencia es que la derecha opta –como mucho- por la caridad que les hace sentir superiores, y la izquierda por la justicia. Los resultados de la justicia son más sólidos y más dignos. Se trata de hacer políticas que disminuyan las desigualdades y que brinden oportunidades a todos, no de hacer tabla rasa en la precariedad.

La derecha, según se deduce, aplaude el brutal aumento de la desigualdad social que ha propiciado el Gobierno de Rajoy –como demuestran datos unánimes, no manipulados-. Y todas sus secuelas. Fiel seguidor de lo que hoy manda en Europa: el liberalismo que, como describen con profusión sus profetas televisivos, consiste en, a la manera del viejo Oeste americano, llegar, plantar la tienda, cuidarse de uno mismo y a los demás que les zurzan. Unos lo consiguen, otros no. Los que no lo consiguen (a los que ellos llaman débiles) sobran. Estamos viendo atestar las fronteras a las víctimas más acuciantes de esta ideología fanática. Y de los hipócritas que se lucran con el negocio de las armas, cerrando los ojos a sus consecuencias. Y salen neofascistas de debajo de las piedras, sin rubor alguno. Tienen claro que estas personas, refugiados y emigrantes, están de más. ¿Qué hacemos con ellas? ¿Las dejamos morir? ¿Las gaseamos mejor que ya el nazismo probó su eficacia? No se van a evaporar. Aumentarán, porque viene implícito (empotrado) en las políticas que aplican.

Todo esto está apoyando la derecha en la práctica, incluidos los no tan ingenuos seguidores de las consignas manipuladoras. En España con el regalo añadido de una corrupción descomunal. Si los políticos conservadores pueden gastar lo que les plazca, propio y ajeno, y robar con total impunidad, sus votantes sustentan la Ley del Gran Embudo, aparcando todo escrúpulo. Esta gente muestra un desahogo patológico en elegir de la moral lo que les conviene.

En definitiva, se han apañado una vida de derechos, prerrogativas y hasta desmanes a imponer. Sin contrapartida alguna que sí exigen a los demás. La izquierda es la que se preocupa de molestas bagatelas como la equidad o los derechos de las personas y punto. Alguien habrá de hacerlo porque esta situación es insostenible y augura días muy negros –aún más negros-. En su infinita ignorancia, gran parte de quienes la apoyan son como aquel gallo jactancioso del cuento que, creyendo ser invitado en la boda, acabó en la cazuela para servir de manjar en el convite.
"http://www.eldiario.es/autores/rosa_maria_artal/"

Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/izquierdas-preciso-vivir-debajo-puente_6_423517654.html

viernes, 22 de febrero de 2013

¿Todo es falso ? Eso afirma el autor (Claro, salva algunas cosas para evitar la paradoja)

Es falso que la crisis sea sinónimo de depresión económica, y que esta sea un fenómeno meteorológico pasajero. La recesión es solo el síntoma del pasaje a un nuevo escenario, reflejo de un conflicto político entre quienes queremos vivir bien en sociedad y los que insisten en vivir mejor que los demás a costa de ella.

Es falso que alguien "nos vaya a sacar" de esta crisis. Mucho menos quienes la aprovecharon para forzar la creación de una sociedad más injusta.

Es falso que las deudas haya que pagarlas. No si esto implica la tiranía. No si seguimos sin incluir todos los costes en el balance, especialmente el coste ecológico y social.

Es falso que lo que necesitamos para llevar una vida digna, más allá de la mera supervivencia física, pueda ser deficitario. Los que preconizan esta falacia son los mismos que no ven problema alguno al consumo ilimitado -subvencionado si hace falta- de lo que no es necesario. Si no hay recursos disponibles es por voluntad política.

Es falso que el crédito se haya secado, las empresas hayan cerrado y el desempleo haya aumentado por culpa de un elevado gasto público. Por más veces que nos hayan contado esta mentira, no está de más repetir que es exactamente al revés. Es más, el reciclaje selectivo de la inmensa deuda privada en deuda pública no solo no ha devuelto el crédito sino que representa un auténtico saqueo colectivo.

Es falso que haya una crisis española, una crisis griega, otra portuguesa. Claro que existen particularidades territoriales, pero lo que hay es una crisis europea, que forma parte de otra sistémica cuyo alcance real apenas percibimos. Países en una situación coyuntural favorable pueden verse de pronto afectados por la suerte de los vecinos, por la sequía financiera o por la súbita sed de los poderosos. Las economías bailan al compás del movimiento de los capitales. Pero también de las luchas de sus productores.

Es falso que haya que "cumplir los deberes" que nos impone un ente lejano llamado Bruselas. La principal institución que los promueve es el Consejo, formado por gobiernos como el español.

Es falso que la política sea el problema y que la economía o lo público deban estar libres de influencias políticas. Son precisamente los que se presentaron como gestores y como técnicos los que nos han llevado al desastre. Falta politizar más, pero la política no puede ser reserva de una casta.

Es falso que la corrupción sea solo cosa de dos, el que corrompe y el corrompido. Suele haber terceros que creen beneficiarse de este arreglo, y que votan en consecuencia.

Es falso que la reforma laboral sirva para crear empleo. Su principal objetivo siempre fue disciplinarnos y fomentar la servidumbre voluntaria.

Es falso que el empleo nos haga libres y permita proveer por sí solo a nuestras necesidades básicas. Para la mayoría, el salario necesita compensarse siempre por otras vías: o mediante el gasto público (sanidad, educación), o mediante el crédito, o con una combinación de ambos. El neoliberalismo apostó todo al crédito y acabó provocando la mayor crisis financiera en décadas.

Es falso que el mérito asigne a cada uno en la posición en la que está. La producción es una tarea colectiva: que a muchos no les alcance para vivir ya es un robo.

Es falso que el dolor que nos infligen sea necesario, como afirmó sin sonrojo Mario Draghi en el Congreso de los Diputados. Cuando Draghi dice que la solidaridad consiste en "asegurar que la carga no sea soportada desproporcionadamente por determinados sectores o grupos de personas" se refería a los más ricos.

Es falso que el Banco Central Europeo tenga como principal objetivo "la estabilidad de precios". La manera en que ha intervenido durante la crisis y las declaraciones de sus presidentes muestran cómo ha servido de instrumento para aplicar una política económica antisocial.

Es falso que la alternativa al "ajuste" sea el crecimiento económico, si por tal entendemos la producción exponencial de bienes y servicios socialmente innecesarios, cuyo valor se apropian unos pocos sin consideración alguna de su coste medioambiental.

Es falso que la crisis económica pruebe que la dominación de clase sea más importante que la de género, racial, que la destrucción ecológica, o viceversa. Se puede y se deben afrontar todas.

Es falso que la izquierda partidaria pueda garantizar por sí sola una alternativa real a la cleptocracia. Las movilizaciones suelen producirse contra la derecha y apagarse tras el acceso al gobierno de fuerzas "progresistas". Pero es entonces cuando en realidad las movilizaciones deberían ser más potentes y a favor de una agenda común.

Todo es falso, salvo alguna cosa. La realidad que producen las mentiras. Lo que vivimos. Todo lo bueno que ya hacemos en común. Y lo que todavía podemos lograr juntos. Samuel. Quilombo

Fuente: http://www.javierortiz.net/voz/samuel/todo-es-falso

domingo, 3 de febrero de 2013

Cortafuego

El ideal de la derecha es el orden en la calle y la caja llevada hacia el negocio redondo

En teoría la derecha es el poder y al poder le pertenece por naturaleza el cortijo, el caballo y la pistola. La derecha en este país a lo largo de la historia ha sido apalancada por la iglesia, por los banqueros y empresarios, por la barra de la justicia y un acendrado equipo de periodistas y leguleyos. La ideología de la derecha es el dinero, huidizo como un corzo o voraz como un tiburón, según venga la baraja, a veces redimido por las obras de caridad y perfumado por la erudición académica. El ideal de la derecha es el orden en la calle y la caja llevada hacia el negocio redondo. A la hora de robar legalmente se sirve de las notarías y el atraco a los bancos lo ejecuta desde los despachos del propio consejo de administración. La patria es su coartada. La serpiente le ofrece la manzana envenenada, la muerde y no le pasa nada. Puede que esto no sea más que un cúmulo de lugares comunes, pero explica por qué la corrupción de la derecha, por muy obscena que sea, en lugar de afectar a la esencia del poder se detiene en unas personas corruptas concretas. Entre el poder y los políticos del Partido Popular siempre habrá un cortafuego.

Por el contrario, la izquierda en teoría no es un poder sino un sueño de igualdad, de fraternidad y de justicia. Trata de despertar lo más noble del individuo para ponerlo al servicio del bien común. El afán de redención de los desheredados la lleva a veces a asaltar el Palacio de Invierno a sangre y fuego, pero parece gozar más poniendo la otra mejilla, según manda el evangelio. Puede que esto no sea más que un cúmulo de frases gastadas, pero explica por qué no se precisa que la corrupción de la izquierda sea muy grave, como a veces lo es. Basta con que un concejal socialista meta mano en la caja para que todo el viejo idealismo y la moral se pudran de raíz hasta dejar a la izquierda en medio de la ciénaga. No necesita morder la manzana; con solo olerla es expulsada del paraíso. El escándalo del Partido Popular aun podría llegar más lejos. Si mañana convocara elecciones lo seguirían votando diez millones de ciudadanos, mientras la gente culpabilizada de izquierdas se quedaba en la cama. Hasta que un día se rompe el equilibrio. La corrupción se hace asfixiante, se produce la rebelión y de repente todo estalla. Manuel Vicent. El País.

Opinión de Soledad Gallego-Díaz, subdirectora de El País.

lunes, 6 de agosto de 2012

La economía política de los señoritos y España al subdesarrollo

La sucesión vertiginosa de malos acontecimientos nos está impidiendo pensar las mutaciones que se están produciendo en las estructuras productivas, en el sistema financiero, en la composición de clases y en el marco institucional y cultural de nuestro país. Las crisis capitalistas no son nunca una parálisis o un derrumbe sin más; cada crisis es el inicio de profundas reestructuraciones, de cambios fundamentales. El problema es, como decía el viejo poeta, no confundir las voces con los ecos e intentar percibir las tendencias de fondo, sabiendo que “la salida a la crisis” va a marcar a nuestro país durante generaciones.

Para comenzar, hay que partir de tres datos que me parecen especialmente significativos: El primero, las declaraciones de Draghi. Según nos dicen las crónicas, han sido 16 palabras para decir que el Banco Central hará todo lo necesario para sostener al euro y que las medidas que se tomarán serán suficientes. No ha dicho más. De golpe, todo cambió, la prima de riesgo cayó y las bolsas obtuvieron avances muy significativos.

Esta intervención del antiguo empleado de Goldman Sachs demuestra, al menos tres cosas: a) que la especulación es la que gobierna hoy la economía del mundo; b) que hay soluciones “técnicas” que podrían desactivarla sustancialmente; c) el enorme poder de un señor que, por definición, no depende de ningún poder democráticamente constituido y que se convierte en “el señor del dinero”, en un dictador omnímodo sobre nuestras vidas.

El segundo, la dramática cifra del desempleo en España. La EPA del segundo trimestre nos dice que ya llegamos a casi 5.700.000 parados y que las previsiones apuntan a alcanzar los 6 millones al final de este año. El paro juvenil alcanza cifras trágicas: más del 53%. Más de 1.700.000 hogares tienen a todos sus miembros desempleados y casi el 44% de todos los parados son ya de larga duración. Obviamente, detrás de estos datos aparecen las primeras consecuencias de la reforma laboral. Es los que se llama la “devaluación interna”: un conjunto de drásticas medidas para disminuir los salarios reales, reducir la capacidad contractual de los trabajadores y anular el ya escaso poder de los sindicatos.

El tercero son las previsiones del Fondo Monetario Internacional, que nos dicen que la recesión continuará este año, el que viene y gran parte del 2014, que el paro no bajará del 24% hasta el 2015 y que éste no bajará del 20% hasta el 2017, es decir, 10 años de crisis. Una década completa de crisis (mucho más si se tienen en cuenta sus consecuencias de todo tipo) que configura una realidad social marcada por una tasa de paro de más del 20% y un conjunto de políticas que promueven la desregulación, la desprotección laboral y social y la inseguridad social convertida en permanente.

Esta realidad social dice mucho de lo que pasa y nos pasa como país y como Estado: una Unión Europea en manos del capital financiero (eso es lo que hay detrás de la “independencia” del Banco Central) y al servicio de los intereses geopolíticos de Alemania; el uso alternativo de la crisis para desmantelar el Estado social y poner fin a las conquistas históricas del movimiento obrero y, más allá , la puesta en práctica del programa neoliberal que no es otro que la transformación radical del vigente modelo social y de las relaciones de este con las instituciones democráticas y con la política. Como he insistido muchas veces, estamos ante una autentica contrarrevolución y, en este sentido, el pasado no volverá.

...La derecha española aparece así con la cara de siempre: llenarse la boca de palabras como España, Nación y Patria para convertirse en un instrumento principal de una nueva colonización al servicio de sus intereses mezquinos y patrimonialistas. El “que se jodan” hay que verlo no como la respuesta de una persona descerebrada sino una reacción típicamente de clase, de desprecio a los de abajo, de ajuste de cuentas frente a unas clases populares que han violado el “orden natural de las cosas”.

Estamos ante una crisis de un determinado modo de concebir Europa y la inserción de España en ella: o se rompe con esas reglas de juego que nos subordinan, empobrecen y cercenan la soberanía popular, o lo que estamos realmente consolidando es un proceso que nos lleva al subdesarrollo económico, social y político con la activa complicidad de nuestras clases dirigentes. Para decirlo más claro, estamos ante una auténtica Economía Política de los Señoritos, por y para unas clases parasitarias que nos liquidan como Estado y como pueblo.

 No se si volveremos o no a los cincuenta. De lo que sí estoy convencido es que estamos asistiendo a una involución civilizatoria que pondrá en cuestión nuestros modos de vida y de trabajo y nuestros derechos y libertades. Leer a Manolo Monereo todo aquí.

jueves, 1 de marzo de 2012

Europa del Este, ¿regreso a los años 30?

Estonia rehabilita a sus nazis, Lituania convierte en tabú el holocausto judío y en Budapest se sueña con la gran Hungría

El parlamento de Estonia aprobará en marzo, por amplia mayoría, conceder el título de "luchadores de la libertad" a los miembros de la "Legión SS" estonia que combatió al lado de Hitler contra los soviéticos en la segunda guerra mundial.
Los veteranos estonianos de la SS, unos 12.000 hombres en 1944, glorifican desde hace años su participación en la guerra en actos oficiales concurridos por veteranos de las SS y jóvenes neonazis de otros países, pero la de marzo será la primera ley en materia de "luchadores por la libertad".
Algo parecido ocurre en Ucrania Occidental, donde se glorifica desde hace años a los combatientes de la división "Galizia" de las SS.
En Budapest, cada 11 de febrero se reúnen ultraderechistas de Alemania, Eslovaquia, Bulgaria y Serbia para conmemorar el llamado "Día del honor". La jornada recuerda el fin de la batalla por Budapest en la que un ejército de 100.000 soldados, alemanes y húngaros, rodeados por los soviéticos mantuvieron la posición durante 52 días, en 1945.
"Occidente se defendió de las hordas rojas de las estepas de Asia con un inmenso tributo de sangre y heroísmo", señala la convocatoria de grupos neonazis alemanes para acudir este año al acto de Budapest.
El cerco de Budapest tuvo entre sus consecuencias la aniquilación de gran parte de los últimos judíos que aun quedaban en la ciudad, a manos de los fascistas húngaros.
"En muchos países del antiguo bloque oriental se está abriendo paso una unilateral versión de la historia a la medida de la ultraderecha", constata el periodista rumano-alemán William Totok.
El fenómeno supera lo meramente histórico para manifestarse en una creciente hegemonía política derechista que parece estar calcando el mapa de los años treinta, cuando la región estuvo dominada por regímenes ultraderechistas. Leer todo el artículo de Rafael Poch de La Vanguardia aquí. Rafael Poch, amigo y colaborador de SinPermiso, es el corresponsal en Berlín del diario barcelonés La Vanguardia.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Notas al libro de Thomas Frank, Pourquoi les pauvres votent à droite, (Por qué los pobres votan a la derecha) Agone, Marseille, 2008,

¿Cómo ha prevalecido la derecha? Reajustes políticos en los EE.UU., y en otros países ricos.
Los estados rojos, el color asignado en las elecciones a los mapas de los republicanos en las noches electorales, se extendieron a expensas de los estados azules, en poder de los demócratas desde la década de 1980. Esta derechización de EE.UU., proviene de la alianza de los votantes más ricos y los más pobres sobre la base de un programa económico y moral.
Moral:
La lucha por la defensa de los valores familiares, el patriotismo, el rechazo del aborto, del matrimonio homosexual y de la pornografía.
Económico:
Las revueltas anti impuestos fiscales, la celebración de la libre empresa y del mercado. La hostilidad hacia el Estado central, federa estos dos combates, pero mientras los ricos se benefician del programa económico, los pobres no obtienen nada. Es en suma una “negociación de tonto”.

El estado agrícola del Medio Oeste, Kansas, es un lugar estratégico de la alianza de ultra-liberales y cristianos fundamentalistas. ¿Existe un laboratorio político, como la traducción del título original en francés del libro de Thomas Frank propone - ¿Qué pasa con Kansas? Dejando de lado la teoría política y el estudio estadístico con el que analizamos estos reajustes políticos clásicamente (según la terminología de la sociología electoral), Frank lleva a cabo una investigación periodística y un estudio etnográfico en un género que tiene sus credenciales científicas en los Estados Unidos, desde Robert Park y la Escuela de Chicago. El libro gana con ello en intensidad, sin sacrificar el rigor pues el autor, originario de Kansas, está muy familiarizado con los lugares y sus gentes. La evocación de las trayectorias políticas de las familias y los individuos, los cambios de fisonomía de los barrios, iluminan los cambios de votos. En cuanto a la postura crítica de Frank, confirma que el compromiso puede ser más fructífero que la afectación de la objetividad.

Si el populismo "de izquierda" era particularmente fuerte en Kansas en el siglo XIX, y los votantes sostuvieron su apoyo a Franklin D. Roosevelt y el New Deal durante la Gran Depresión, recientemente han hecho lo contrario mediante la elección de los republicanos. La paradoja parece ser especialmente aguda en Kansas que el empobrecimiento se ve agravado por la desindustrialización y el aumento de las diferencias de riqueza. Este movimiento no es muy diferente al que en otras partes, las clases populares se sumaran a los movimientos de extrema derecha durante la crisis de 1930, que también sabían tener un discurso ambivalente con el que se presentaban como los defensores de los pobres, mientras que recibían subsidios de la comunidad empresarial.

Por el contrario sin embargo, la derecha actual republicana no apela al estado, sino que lo rechaza. No ofrece mitos seculares, pero si un verdadero retorno a la religión. El autor no abandona nunca su posición de asombro ante tal fórmula social e ideológica, fascinante y frágil a la vez. Así que la crítica no excluye la admiración por algunos de los tribunos de la causa conservadora y la abnegación de sus ejércitos de militantes, a menudo salidos de los medios populares..

El autor pide a los demócratas que "izquierdicen" sus programas y vuelvan a su vocación de defensa de las clases populares. Poniendo así fin a la deriva burguesa que les ha banalizado y les ha hecho perdedores.

En la campaña presidencial de 2008, el vigor de la llamada al cambio entre los demócratas, puede que constituya un signo de la toma de conciencia y de un cambio de tendencia lo que resucitaría la vieja hipótesis de los ciclos ideológicos.
Alain Garrigou (Le Monde Diplomatic. Édition imprimée — juin 2008 — Page 26.)