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viernes, 26 de mayo de 2017

No nos los podemos permitir ni social, ni económica, ni ecológicamente. Nos sale carísimo mantener a los ricos.

Luis I. Prádanos
El Salmón Contracorriente

No conviene confundirse de enemigo: lo que resulta socialmente corrosivo y peligroso es la desigualdad y la asimetría de poder, no sus víctimas. El dinero público y la riqueza generada por las personas trabajadoras no está subvencionando a los pobres, sino a los ricos.

El sistema legal, económico, político y cultural dominante que sufrimos promueve los comportamientos egoístas y predatorios. Se admira a quienes con más eficacia y de manera no recíproca vampirizan y acaparan la riqueza generada por ecosistemas o el trabajo de comunidades humanas. En un planeta finito y ecológicamente degradado, la acumulación de riqueza de unas personas es siempre a costa de la desposesión de otras.

Una sociedad sostenible y saludable debería, en cambio, dotarse de mecanismos que penalicen el abuso de lo común e incentiven aquellos comportamientos que mejoren la vida de toda la comunidad y regeneren el medio ambiente del que depende todo ser vivo (humano y no humano). Hasta que no comprendamos que la prosperidad, la seguridad y la felicidad solo se consiguen mediante colaboración, confianza y reciprocidad seguiremos atribuyendo la causa de la enfermedad a sus síntomas. Pensaremos, erróneamente, que las víctimas de un sistema perverso—y no el sistema en sí que funciona aplastando a cada vez más personas en beneficio de unos pocos privilegiados—son nuestro problema.

No conviene confundirse de enemigo: lo que resulta socialmente corrosivo y peligroso es la desigualdad y la asimetría de poder, no sus víctimas (las personas más vulnerables). Los que se apropian del bien común son los ricos y poderosos, no los pobres e inmigrantes. Solo hay que recordar que un puñado de personas que caben en un bar pequeño de barrio acaparan más riqueza que el 50% de la población mundial o que el 1% de los humanos dispone de tanta riqueza como el 99% restante. Con estas cifras en mente, nadie puede argumentar que a la sociedad le sale caro mantener a las personas en riesgo de exclusión social sin que suene a distorsión malintencionada de la realidad.

El dinero público y la riqueza generada por las personas trabajadoras no está subvencionando a los pobres, sino a los ricos. Los ricos se subvencionan devorando lo público y lo común (lo generado por la sociedad y por los ecosistemas) y reproducen su capital sin necesidad de trabajar (intereses, rentas, herencias, especulación). El trabajo y la riqueza, en cambio, lo crea la sociedad, no las macro-corporaciones o la adicción estructural al crecimiento económico (mucho menos la especulación financiera); dichos actores, de hecho, generan dinámicas que precarizan o destruyen tanto el empleo de calidad como el medioambiente del que depende todo ser vivo que habite nuestro planeta (incluidos los seres humanos millonarios).

Las personas vulnerables no quitan el trabajo a nadie. Realmente, además de la creciente automatización que sustituye al trabajo humano, es la dinámica del capitalismo neoliberal la que condiciona que no florezcan empleos de calidad necesarios para la reproducción y el mantenimiento de una vida humana próspera (en agroecología, diseño sostenible y biomímesis, economía ecológica, construcción de casas pasivas, energías renovables, ecología urbana y un largo etcétera).

En lugar de dar más poder a las corporaciones y a los dueños del capital (la falacia de que desregulando y privatizando lo público y facilitando la vida a las macro-corporaciones se crea empleo) deberíamos, por el contrario, tasar intensamente los bienes inmuebles y el capital a partir de cierto umbral (pues se trata de la riqueza que se reproduce rápidamente no solo sin necesidad de contribuir al bien común, sino acaparándolo y destruyéndolo), no el trabajo (la contribución, monetarizada o no, al bien común y la sostenibilidad socioeconómica) para, de este modo, reducir la desigualdad y subvencionar con lo recaudado una disminución general de las horas semanales de trabajo con salarios mínimos más altos para acabar con el desempleo, el estrés y la explotación laboral y medioambiental.

Ahora bien, la deliberación sobre qué trabajos son necesarios para la reproducción social y cuáles son social y ecológicamente indeseables debería ser decidido por la sociedad en su conjunto, no por la dinámica, facilitada por el poder estatal, de crecimiento económico a toda costa o por las corporaciones transnacionales cuyo objetivo no coincide, en la mayoría de los casos, con el bien común.

Obviamente, si se generasen debates abiertos entre el conjunto de los habitantes de una ciudad para decidir qué empleos hay que fomentar y cómo diseñar el espacio urbano, muy poca gente defendería la necesidad de endeudar masivamente a la ciudad y buscar inversiones extranjeras millonarias para construir autopistas o aeropuertos innecesarios y obras faraónicas disfuncionales que dejan infraestructuras monstruosas carísimas de mantener, deudas eternas, corrupción urbanística y degradación ambiental (estadios olímpicos, macro-casinos, expos, rascacielos). Estos proyectos siempre subvencionan, con dinero público, una dinámica de acumulación que beneficia a los que ya son ricos y generan un espacio urbano deplorable para los demás.

La mayoría de vecinas y vecinos preferirían, sin duda, espacios públicos a escala humana para el disfrute común y cotidiano, mucho más asequibles y fáciles de mantener, y que mejoren la calidad del aire y el agua, reduzcan el ruido y el estrés, favorezcan las relaciones sociales, y no dejen una mella en las arcas públicas: parques, huertos urbanos, zonas verdes y peatonales, bibliotecas y centros sociales, etc. Espacios donde la comunidad pueda encontrarse, sin necesidad de gastar y consumir, para jugar, enamorarse, charlar, hacer ejercicio o aprender y enseñar taichí, yoga, permacultura, carpintería, reparación de electrodomésticos, etc. ¿Cuántos niños y ancianos necesitan o van a usar un estadio olímpico que cuesta millones? ¿De qué manera va a mejorar dicha construcción el día a día de la ciudad para las personas de a pie? Un parque agradable es mucho mejor para la vida cotidiana, la salud y el bienestar, cuesta muy poco si se planea bien, es positivo para el medio ambiente y cohesiona la comunidad.

No nos podemos permitir a los ricos alimentando sus excentricidades, megalomanías y porfolios financieros a costa del bienestar social y ecológico. Que no nos engañen, los que sufren las consecuencias más dolorosas de este sistema perverso no son la causa del problema, sino sus víctimas. Equivocarnos al identificar las causas de nuestro malestar tiene el contraproducente efecto de enfrentar a los oprimidos y, en consecuencia, fortalecer al opresor. Centrarnos en las causas de los problemas, y no solo en sus síntomas, es el primer paso para intentar crear un sistema socialmente deseable, económicamente estable y ecológicamente viable.

Luis I. Prádanos. Academia.edu 

Fuente:
http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Nos-sale-carisimo-mantener-a-los

No es verdad que cuanto más se gana más útil seamos, ver aquí.

sábado, 6 de mayo de 2017

La desigualdad medida con otra “vara”: el índice de Palma.

El Estado como tal (Blog)



La última estimación oficial de la desigualdad en Cuba, hace veinte años, se hizo con el índice de Gini. Ahora existe un indicador nuevo: el índice de Palma. Para el diseño de políticas,  hay expertos que opinan que el índice de Palma es superior al índice de Gini.

Hasta donde conozco, nunca ha sido calculado para el caso de Cuba. No sería muy difícil hacerlo pues se utiliza la misma base de datos que se emplea para calcular el índice de Gini. Sería como decir “te llevas dos por el precio de uno”. Su cálculo no es complicado, pero muy probablemente se enfrentaría a las mismas dificultades que ha encontrado la divulgación del índice de Gini en el país, respecto al cual no hemos noticia en las últimas dos décadas.

Considero que la utilización del índice de Palma tendría dos grandes ventajas a la hora de diseñar las políticas que pudieran encaminar a Cuba en una trayectoria de crecimiento inclusivo, es decir un alto crecimiento económico cuyos beneficios son distribuidos de manera equitativa.

En primer lugar, esta nueva “vara” para medir la desigualdad permitiría a los funcionarios cubanos hacerse una representación precisa no solamente de la desigualdad de la sociedad en su conjunto (algo que refleja el índice de Gini) sino, sobre todo, informar lo que ocurre con la desigualdad al interior de la sociedad.

En segundo lugar, el índice de Palma les facilitaría a los funcionarios disponer de evidencia concreta que permitiera pensar en acciones efectivas para movilizar, como inversión, un ingreso nacional que pudiera estar muy desigualmente distribuido y que, por tanto, requiere de medidas segmentadas y no generales.

El coeficiente de Palma se calcula a partir de la división de la parte del ingreso nacional bruto que va hacia el 10% de la población más rica del país entre la parte del ingreso nacional correspondiente al 40% de la población más pobre.

La metodología utilizada por Palma divide la población total en diez “deciles” (resultado de dividir una serie de datos en diez partes iguales). El “medio” se define por los “deciles” del 5 al 9 (D5 a D9), mientras que “los extremos” están formados por dos grupos: el “decil” más rico (D10) y el 40% más pobre de la población, que abarca los “deciles” del 1 al 4 (D1 a D4).

El propio Palma ha explicado con claridad en que consiste el índice que ha desarrollado:

“Encontré que cuando se compara la desigualdad entre países, nunca se debe a lo que sucede en el medio de la población, es decir, en lo que se lleva la mitad que se ubica en el medio y el medio alto, deciles 5 a 9 del ingreso“.

“Esa mitad se lleva algo muy cercano a la mitad del ingreso de una sociedad en casi todos los países, sean ricos o pobres, grandes o chicos, democracias o dictaduras, tengan o no recursos naturales, un buen nivel de educación o de gobernabilidad“, agrega.

“Es un fenómeno asombroso. Toda la gran diversidad distributiva en el mundo se debe a lo que pasa en la otra mitad de la torta. En específico, lo que se lleva el 10% más rico“.

Los resultados del estudio de Palma se ilustran el siguiente gráfico:

Gráfico tomado de: Palma, José Gabriel. “Homogeneous middles vs. heterogeneous tails, and the end of the ‘Inverted-U’: the share of the rich is what it’s all about”. Cambridge Working Papers in Economics (CWPE) 1111, January 2011. Pag 22. Disponible en http://www.econ.cam.ac.uk/dae/repec/cam/pdf/cwpe1111.pdf

Los países se han organizado a lo largo del eje horizontal según el orden creciente del por ciento del ingreso nacional que va al subconjunto más pobre de la población (D1 a D4). Esto significa que los países con mayor desigualdad se ubican a la izquierda del eje horizontal (p.ej. Africa del Sur) y los que tienen menos desigualdad se ubican hacia la derecha (p.ej. Japón).

No agrego nada más a las consideraciones técnicas sobre el índice de Palma.  texto original publicado por Palma en 2011, los interesados en leer más sobre el tema pudieran revisar una versión revisada publicada en 2016, y otros textos  aquíaquí y aquí.

Me concentraré en la dimensión política de la utilización del índice de Palma. Para empezar, ese autor ha expresado que la medición de la relación entre el porcentaje del ingreso que se lleva el 10% más rico y lo que se lleva el 40% “nos habla de un fenómeno político fascinante. Mientras en todo el mundo la clase media tiene la misma capacidad para apropiarse de una mitad de la torta, el poder relativo de los ricos y pobres varía enormemente cuando llega al momento de distribuir la otra mitad“.

Palma cita el caso de su país: “En Chile, por ejemplo, el 10% más rico ha resistido con mucho éxito los intentos distributivos de los cinco gobiernos de centro-izquierda desde el retorno a la democracia…Por eso, la desigualdad apenas se ha reducido en un mínimo vergonzoso. La así llamada nueva izquierda de América Latina ha tenido mucho más éxito en bajar los niveles de pobreza que en mejorar la distribución del ingreso“.

Existe un interesante artículo publicado por BBC en el que Palma explica las diferencias que se observan en América Latina en los resultados de los dos índices (Gni y Palma).

Dice Palma que la medición de la desigualdad tiene claras consecuencias a nivel de políticas públicas, mencionando el caso de los primeros años del siglo XXI en América Latina, cuando el boom de las materias primas permitió avances en la lucha contra la pobreza, pero no en la lucha contra la desigualdad. “En realidad lo que se hizo mediante políticas públicas como el salario mínimo, la formalización del trabajo o la bolsa familia en Brasil, fue sacar a muchos que vivían debajo de la línea de la pobreza y colocarlos en un nivel de pobreza…Pero como ahora se hace evidente, cuando los pobres ganan más les es más difícil sostener sus logros en el tiempo. Para los ricos es diferente pues siempre pueden recuperar el terreno perdido… Esta asimetría ayuda a entender porque ha sido tan difícil mejorar la desigualdad en América Latina en forma sostenida”.

Citando el caso de Brasil, Palma considera que, en países de ingreso medio, especialmente medio alto, no es tan complicado sacar a la población de la pobreza. “Todo el plan Bolsa de familia en Brasil que sacó de la pobreza a muchas de las 13 millones de familias que beneficiaba costó 0,5% del PIB por año“.

“Cambiar la desigualdad es otra cosa. Ello necesariamente pasa por cambiar la estructura tributaria, como en la OCDE, por reducir la evasión y elusión de impuestos, aumento del salario y formalización del trabajo, transferencia a los pobres. Es muy fácil saber lo que hay que hacer, otra cosa es tener la voluntad para hacerlo“.

Anoto, de paso, que Palma ha sido muy crítico con las políticas económicas y sociales tanto de la izquierda tradicional como de la llamada “nueva izquierda” latinoamericana, de las que ha expresado que “representa cada día menos a los agobiados”. No estoy diciendo aquí que Palma tenga la razón o no. Lo que digo es que expresa argumentos interesantes.

Concluyo con una invitación a reflexionar sobre la implicación del posible uso del índice de Palma en el proceso de diseño de las políticas de la “actualización” en Cuba. Resultaría interesante poder comprobar si el patrón de distribución identificado por Palma es válido para Cuba. Es decir, si el 50% del ingreso nacional se distribuye en “el medio” y el otro 50% es disputado por “los extremos”. Obviamente eso requiere primero que se mida la desigualdad del país y ello no está ocurriendo.

Más interesante aun sería poder estudiar quiénes constituyen “los extremos” sociales en Cuba (el 10% más rico y el 40% más pobre), quiénes representan “el medio”, cuánto habría cambiado esa estructura social respecto a la época anterior a la crisis, así como tratar de comprender la manera en que pudieran manifestarse eventuales contradicciones distributivas en la política nacional.

El asunto es importante, para poder entender –entre otras cosas- dónde debería enfocarse la captación del ingreso nacional para convertirlo en inversión nacional, un tema urgente porque se estima que el país no podrá crecer entre 5 y 7 por ciento anual si no logra cubrirse la brecha inversión de aproximadamente 10 mil millones de pesos que hoy existe.

 Fuente:
http://elestadocomotal.com/2017/04/26/la-desigualdad-medida-con-otra-vara-el-indice-de-palma/

miércoles, 12 de abril de 2017

La Justicia no investigó al torero e hijo de la diputada del PP que pidió convertir en “abono para las cunetas” a los de Podemos

El pasado miércoles, la Audiencia Nacional condenaba a Cassandra -también conocida como Kira_95 en los fueros tuiteros-, a un año de prisión por un delito de humillación a las víctimas y de "enaltecimiento del terrorismo". A raíz de su condena, ELPLURAL.COM ha recordado a la Audiencia Nacional los tuits más bestias contra PSOE, Podemos e IU que dejaron 'pasar por alto'. Son las otras amenazas en redes sociales que la fiscalía nunca ha perseguido y que evidencian la existencia de un doble rasero judicial que varía en función de la ideología del protagonista que recibe los insultos y ataques en Twitter.

Entre las amenazas más destacadas y que nunca investigó la Justicia destaca la protagonizada por parte del torero e hijo de la diputada en la Asamblea de Madrid, María Josefa Aguado, Gabriel Picazo, en abril de 2014. En concreto, el torero lanzó la siguiente advertencia: “Querremos convertir en abono para las cunetas a toda esa panda de rojos radicales”.

Advertencia a Podemos
Un aviso que Picazo publicó en su página oficial de Facebook a los dirigentes de Podemos por llevar en su programa electoral la abolición de la tauromaquia. En la misma publicación, el torero advertía que no estarían exentos de convertirse en abono para las cunetas las “personas humildes y desesperadas que se dejen llevar por el populismo y el clima de corruptos que hay en España” y por tanto acabasen votando en las urnas al partido que lidera Pablo Iglesias.

Tras ser desvelado por ELPLURAL.COM, el comentario de Gabriel Picazo se convirtió en tendencia en Twitter. En parte debido a que Picazo es hijo de María Josefa Aguado, concejala presidenta del Distrito madrileño de Barajas, exportavoz del Partido Popular de San Sebastián de los Reyes, e integrante en el puesto 39 en la lista del PP con la que Cristina Cifuentes se presentó a la Comunidad de Madrid. Se trata de la diputada autonómica que ahora se enfrenta a la Justicia por el ‘caso Gürtel’.

Disculpas y justificación de las amenazas
Tres días después del escándalo, el torero pidió disculpas también a través de Facebook: “Pido disculpas por parte de las palabras dichas en un desafortunado y equivocado comentario. Mi corazón no les desea el mal que ellos quiere para los taurinos. Me reitero en mi error”, afirmó Picazo. Sin embargo, a renglón seguido, el torero justificó sus amenazas ante la pasividad de la Justicia: “Mis palabras nacen de un sentimiento de indefensión, humillación, miedo, acoso y maltrato que sentimos muchos taurinos. Es el grito de la agonía de la muerte en vida a la que los radicales antitaurinos nos tienen sometidos apuntillándonos diariamente sin obtener una respuesta contundente de los que formamos parte de la fiesta más importante y representativa por la que se conoce a España en el mundo”.

http://www.elplural.com/…/la-justicia-no-investigo-al-torer…

lunes, 13 de marzo de 2017

“Ningún talento justifica los sueldos escandalosos en el IBEX 35”. Entrevista a Miren Etxezarreta, catedrática Emérita de Economía Aplicada y miembro del Seminari Taifa.

Enric Llopis


Corren vientos muy favorables para los grandes empresarios, que se están beneficiando en los últimos años de la devaluación salarial y la precariedad en el trabajo.

Uno de los casos más notables es el de los presidentes y Consejeros Delegados de las empresas del IBEX 35, cuyos ingresos anuales suman cifras estratosféricas. Esto no se justifica por ningún talento especial ni por tratarse de compañías privadas. Opina de este modo la catedrática Emérita de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Miren Etxezarreta (Ordicia, 1936). Miembro del Seminari d’Economia Crítica Taifa, es autora de “¿Para qué sirve la economía?” (Paidós) y coautora de “Sin pensiones públicas, ¿Qué futuro?” (Icaria).

La entrevista tiene lugar antes de una conferencia-debate organizada en el Ateneu Popular de Xàtiva. -El presidente de Mercadona, Juan Roig, apareció ayer con aspecto triunfal en las portadas de los periódicos. La principal cadena de supermercados de España batió récords de ventas y contrataciones. Según el listado Forbes, Roig y su esposa, Hortensia Herrero, poseen la segunda mayor fortuna del estado español (8.000 millones de euros). “Nuestros trabajadores son de los más ricos de España”, afirmó en el acto de presentación del balance.

Son años muy buenos para los empresarios, que están obteniendo beneficios muy jugosos a costa de la disminución de los salarios y de la precariedad laboral, que en el estado español se está produciendo desde los años 70 pero sobre todo desde 2008. Que el señor Roig se permita decir que sus empleados son ricos, quiere decir que no tiene ni idea de cómo se vive con lo que paga a sus empleados. Es un señor al que le va muy bien, y que incluso afirmó: “Estoy totalmente a favor de la reforma laboral, y yo hubiera ido más lejos”. (El fue uno de los que aparecieron en algunas lista de los que donan al PP. ¿A cambio de nada?)

-El Gobierno celebra que febrero se haya cerrado con 74.080 nuevos afiliados a la Seguridad Social y 9.355 parados menos inscritos en las oficinas públicas de empleo. Mientras, según el Servicio Público de Empleo Estatal, más de un tercio de los contratos firmados en enero duraron menos de un mes. ¿Son realidades compatibles? (Uno de los objetivos de la política implícita del PP es hacerlas compatibles a costa del aumento de la desigualdad y la pobreza y, a la vez, convencer al máximo número de españoles de que es la ÚNICA política posible)

Encajan perfectamente. Podemos afirmar que hay más inscritos a la Seguridad porque cada contrato que dura menos de 30 días es una afiliación más. Si se firman contratos muy precarios, de pocos días, al final la suma de filiaciones es mayor. Pero si miramos cuántos afiliados en la Seguridad Social en días de trabajo completo, seguramente las cifras serían distintas.

-Uno de los sectores estratégicos, el de la estiba, se halla durante los últimos tiempos en el punto de mira. A los trabajadores se les califica de “privilegiados” y de hallarse blindados en una organización casi gremial…

Se está utilizando contra los trabajadores el argumento de los salarios. El hecho de que haya unos trabajadores que parece que ganen un sueldo decente en absoluto significa que se trate de unos “privilegiados”. Si les pagan ese jornal, es porque se lo han ganado. Creo que sería gravísimo que perdieran esta batalla, porque se pretende desregular el sector. Me quiero pronunciar públicamente a favor de la huelga de los estibadores. Si se les remunera con 60.000 euros anuales, supongamos, es porque se lo ganaron trabajando. Además, me gustaría saber cuántos pequeños y grandes empresarios perciben cantidades superiores, sin que nadie lo ponga en cuestión.

-Por otro lado el gobierno alardea de macrocifras, por ejemplo el superávit de la balanza por cuenta corriente.
¿Hay una utilización interesada de la estadística?
Es cierto que, en general, los datos macroeconómicos están funcionando bien. Pero se trata de cifras estadísticas de carácter general, y siempre que trazamos medias hay datos que se sitúan por encima y otros por debajo. En el caso de la balanza por cuenta corriente, es verdad que España está exportando bastante bien, pero es lógico, ya que nuestros salarios han disminuido con lo que se abaratan los costes. Y también se reducen las importaciones de la economía española, precisamente porque hay menos ventas en el interior. Pero todo esto tiene muy poco que ver con el bienestar de la población.

-Tal vez sí tenga que ver este titular reciente del periódico Cinco Días, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): “El consumo de los hogares toca máximos e impulsa el PIB un 3,2% en 2016”.

El dato del consumo de los hogares me cuesta más entenderlo, porque no casa bien con la disminución de los salarios que se está produciendo. Es una media, que seguramente sea correcta, y a la que sólo encuentro dos posibles explicaciones.
La primera es que aquellos trabajadores que en los años de crisis no hayan perdido su empleo, no tengan ya el miedo que había en 2008 al hundimiento del euro. De hecho, muchas familias frenaron su consumo por lo que pudiera pasar. Si ese miedo ha desaparecido, estos trabajadores pueden empezar a consumir algo más.
Otra razón, menos positiva, es que posiblemente esté aumentando el crédito y el endeudamiento familiar. De hecho, cada día se están dando más facilidades al crédito para el consumo de los hogares: un automóvil, una televisión de plasma…

-Sin embargo, el INE señala que las remuneraciones de los trabajadores acumulan tres años consecutivos de alza.

Este aumento depende de la manera en que se mire. Hace unos años la porción de la riqueza nacional que correspondía a los salarios era superior al 50%, mientras que en 2016 se situó en el 47,23%. Lo importante es el año que se tome como punto de comparación. El porcentaje representado por los salarios seguramente haya disminuido respecto a 2006 y los años anteriores a la crisis.

-Algunos ingresos no han disminuido tanto. En 2016, los del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, fueron de 15,2 millones de euros; los del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, 9,3 millones de euros; la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, percibió 7,3 millones de euros; y el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, 5,3 millones de euros.

¿Se justifica por el hecho de ser empresas privadas?
Es un escándalo. Se trata de empresas privadas, pero en un país hay que considerar no sólo lo que ocurre en los ámbitos estrictamente privados, sino también el impacto en el resto de la población. Mientras haya tanta gente en el paro y sobre todo con salarios insuficientes, hay personas que cobran esos sueldos sin que ello se justifique por su actividad. En todos los países capitalistas se producen estas diferencias.
¿Un premio al talento? Rotundamente, no. Hay mucha gente trabajando, investigando e impartiendo clases con un gran talento que no se corresponde con su salario.

-En 2016 las empresas del IBEX 35 ganaron en total 34.170 millones de euros, un 67% más que en 2015. El Banco Santander sumó unos beneficios de 6.204 millones de euros, el BBVA de 3.475 millones de euros (un 31,5% más que en 2015) e Inditex de 3.193 millones de euros.

Y normalmente las cifras se dan sin tener en cuenta muchos ítems que se incluyen como gastos, y que realmente se trata de partidas de beneficios. Pero dejémoslo así. Me parece que estas cifras de beneficios de los bancos se tendrían que justificar, sobre todo los que más dinero han recibido para su “rescate”. Tendrían que estar devolviendo al erario público una parte de lo que han recibido, y no hay mucha constancia de ello; o lo que se devuelve son pequeñas cantidades. Además, la “reestructuración” bancaria agrupa y disimula los beneficios, lo que hace más difícil la exigencia de devoluciones.

-El Tribunal de Cuentas ha cifrado en más de 120.000 millones de euros los recursos públicos comprometidos en el “rescate” financiero. ¿Son reales estas cifras?

Las considero bastante conservadoras. Otras estimaciones apuntan la cantidad de 250.000 millones de euros, y no me extrañaría que fuera así.
Hay que considerar muchos factores. Por ejemplo, cuando se inició la crisis en 2008, de inmediato se aumentó la cantidad asegurada en los depósitos bancarios de 20.000 euros a 100.000 euros. ¿Cuánta gente tiene en el estado español 100.000 euros ahorrados? Se trataba claramente de un mensaje a los no muy ricos, pero sí bastante poderosos, a quienes se les venía a decir: no os preocupéis que el Estado va a responder.

-Por último, el FMI examinará a la banca española en marzo, según ha informado el diario El País. ¿Constituyen una garantía estos controles?

El FMI es una institución pública organizada exclusivamente para reforzar los valores neoliberales, por lo que le parece muy bien que la banca gane mucho dinero. No sólo responde a los intereses del gran capital internacional, sino que está insistiendo en que España endurezca la reforma laboral y pague más rápidamente la deuda. Dicen que de ese modo la economía será cada vez más competitiva.

lunes, 27 de febrero de 2017

El mundo feliz de Rajoy. La Comisión Europea ha desmontado el relato de hechos alternativos del presidente

¿Quién iba decir que sería la Comisión Europea quien desmontaría el relato de hechos alternativos de Rajoy? Con la oposición deprimida después de un año de exhibiciones de impotencia y entretenida en peleas familiares por las cuotas de poder, ha sido Bruselas quien ha desmontado el obsceno triunfalismo de Rajoy, con el informe que Claudi Pérez ha explicado en este periódico. Puede verse en ello cierto ejercicio de cinismo porque, al fin y al cabo, Rajoy ha seguido con disciplina las órdenes comunitarias y muchos de los desastres que la comisión describe son fruto de sus exigencias, empezando por la reforma laboral. Ya nos lo contó el libro de Job: ser el más obediente de la clase no siempre tiene premio, porque la arbitrariedad es la esencia del poder.

Los signos de recuperación que muestra España se correlacionan con los efectos de la medicina aplicada a la crisis: la fractura crece. Las clases medias se partieron por la mitad, los que salvaron trabajo y rentas, pasado el tiempo de pánico, vuelven a atreverse a gastar, y los que se hundieron y no han recibido otra expectativa que empleos precarios y salarios bajos, van de mal en peor. En síntesis, a pesar del crecimiento, con un Estado del bienestar que redistribuye hacia arriba, la desigualdad, la pobreza y la exclusión social no han dejado de crecer desde que llegó Rajoy. Y están en los máximos niveles europeos. 13% de los que tienen trabajo viven en riesgo de pobreza. Y, por si fuera poco, la comisión detecta poca prevención y mucha maniobra dilatoria frente la corrupción y dejadez en educación e I+D. Este es el mundo feliz de Rajoy.

La estabilidad política de la que alardea el presidente es una ficción que puede quebrarse en cualquier momento. No hay estabilidad sin recambio. El estado de parálisis en que vive el partido socialista, instalado a la sombra del PP, y la empanada mental que ha producido en Podemos la frustración por no haber coronado con la conquista del poder su fulgurante despegue, alejan la posibilidad de la alternativa. Un Podemos colocado en la estrategia de la excepcionalidad puede generar ruido, pero también ganar marginalidad y perder influencia.

En el PSOE la alineación de las primarias se perfila: a la derecha, Susana Díaz, en el centro, Patxi López, a la izquierda Pedro Sánchez, sin ningún signo de renovación. Y su flanco conservador ya lanza anatemas contra Pedro Sánchez por buscar la complicidad de los sindicatos y de Podemos. En toda Europa, los militantes socialdemócratas quieren partidos progresistas, porque para las políticas conservadoras ya está la derecha y a su vera la socialdemocracia languidece irremisiblemente. Lo que es seguro es que la izquierda desunida nunca gobernará.

https://elpais.com/politica/2017/02/22/actualidad/1487787734_107548.html

sábado, 4 de febrero de 2017

“La izquierda cree que sus ideas son tan estupendas que no le hace falta defenderlas”. ENTREVISTA a Susan George de ATTAC.

"En realidad, la austeridad funciona muy bien para lo que ha sido diseñada: transferir riqueza de abajo a arriba. Y nos han convencido de que es el mejor resultado"
La presidenta de honor de ATTAC, la politóloga Susan George.
"Ahora hay gente que se está rebelando, pero la mayoría vota contra sus intereses, vota a Trump. 
Todo su gabinete proviene de las grandes empresas. Pero la gente corriente vota esto, creen que en su interés"

En 2018 cumple 20 años el movimiento ATTAC. Nacido en Francia como grupo de presión a favor de la introducción de una tasa a las transacciones financieras internacionales (conocida popularmente como Tasa Tobin), su propósito es organizar a la sociedad civil para “poner freno a la dictadura de los poderes económicos, ejercida a través de los mecanismos de mercado”. A finales de enero, Madrid ha acogido una reunión de ATTAC Internacional, en la que participa su presidenta de honor y del Transnational Institute de Ámsterdam, Susan George. Esta lúcida filósofa y analista política nacida en Ohio (EEUU) hace 82 años (desde 1994 tiene la nacionalidad francesa) es la autora de la célebre distopía “El Informe Lugano”.

¿Cómo cree que pueden afectar al comercio internacional las recientes decisiones del nuevo presidente estadounidense Donald Trump de dinamitar distintos tratados comerciales internacionales?
Estoy encantada de que Trump se haya desembarazado del Tratado Transpacífico (TTP), y espero que también lo haga con el europeo TTIP. Creo que probablemente lo hará, porque ha dicho que quiere establecer acuerdos bilaterales. Si se deshace de estos dos grandes tratados, no creo que perjudique al comercio mundial en absoluto, porque no se trataba de comercio, sino de dar más privilegios regulatorios a las grandes compañías transnacionales. Si se llega a acuerdos bilaterales, puede incluso ser beneficioso. No digo que todas las decisiones económicas (de Trump) sean beneficiosas, pero usted me ha preguntado por el comercio.

En los últimos meses hemos vivido una sucesión de filtraciones, como los Papeles de Panamá. ¿Cómo contempla esta nueva forma de conocer los desmanes de las empresas para defraudar impuestos?
Es muy buena, los periodistas realmente están haciendo su trabajo. Cientos de miles de personas pueden comprender ahora mejor lo que significa un paraíso fiscal y cómo funciona, y cómo están robando dinero que pertenece a los ciudadanos. Por ejemplo, en Francia se ha hecho un estudio parlamentario que muestra que entre 60.000 y 80.000 millones de dólares han desaparecido de los fondos del Tesoro. Impuestos que no se han pagado porque transferencias que se tendrían que haber hecho en el país no se hicieron. La mayoría de la gente no supo estas cosas hasta que se publicaron en los periódicos. Gracias a filtraciones como "Los Papeles de Panamá" mucha más gente sabe que les han estado robando a ellos, directamente, de sus hospitales, de su transporte público.

Una de las razones de la desigualdad es que las multinacionales no estén pagando todos los impuestos que deberían.

Tengo un amigo que es inspector de hacienda retirado, y le planteé esa pregunta hace muchos años: “¿Están las transnacionales pagando todos los impuestos que deben?”.
Y me contestó: “Siempre pagan algo, pero pagan lo que quieren”. Deberían decir en cada país en el que operan cuáles son sus volúmenes de ventas, cuáles son sus beneficios, cuántas personas tienen empleadas, lo básico, y entonces podemos decidir cuánto tienen que pagar. No sería tan difícil, resolvería muchas cosas, pero no tenemos los instrumentos legales adecuados para ello. Y Trump probablemente va a hacer que continúe siendo así.

Varios países, entre ellos España, han dicho que estarían dispuestos a implementar una tasa a las transacciones financieras internacionales, una suerte de tasa Tobin como la que defiende ATTAC.
¿Ve posible este escenario?
Por desgracia, fue Francia, mi país, el que evitó que se implementase en el pasado. Pero me parece muy bien que España se haya mostrado a favor. En algún momento tendrán que aplicarla, porque de nuevo volvemos a la cuestión de que nuestros ahorros están siendo robados. Una vez que la gente lo sabe, piensa que su dinero puede gastarse mejor que ir al bolsillo de los más ricos del mundo.

Por eso la información es tan importante. Cuando yo comencé en el activismo y en la política, decíamos “debéis salir de Vietnam”. Y la gente quizá estaba de acuerdo, o quizá no, pero sabían de lo que estabas hablando. Ahora las respuestas son más largas y complejas. La información es muy importante y es muy importante seguir repitiéndola.

Los índices de desigualdad están creciendo incluso si nuestros gobiernos hablan de subidas de PIB. ¿Cree que se puede decir que la crisis económica forma parte del pasado?
Es que no creo que sea una crisis. Una crisis significa algo terminal, significa que o vas a recuperarte o vas a morir, pero no dura casi diez años. Esto no es una crisis, es una enfermedad que está siendo fomentada por las políticas económicas actuales. En realidad, la austeridad funciona muy bien para lo que ha sido diseñada: transferir riqueza de abajo a arriba. Y nos han convencido de que es el mejor resultado.

¿Qué opina de la idea de que el desempleo está creado por los gobiernos y por los poderes para mantener a la gente con miedo, para que no se rebelen?
No sé si es deliberado crear miedo. Pero escuché una charla de Tony Benn (un destacado diputado laborista británico, fallecido en 2014) en la que empezaba diciendo “el miedo es la disciplina de la economía capitalista”. Es una manera muy elegante de decirlo. Si los gobiernos lo hacen aposta, no lo sé, porque tendrían mucho más éxito y serían reelegidos si luchasen contra el tipo de desigualdad que vivimos en nuestros países.

A mediados de los años 70, en Europa las rentas del trabajo eran el 70% y las del capital del 30%. Ahora las rentas del trabajo son del 60% y las del capital del 40%. Así que se ha perdido un 10% de riqueza en el bolsillo de la gente. Un 10% del PIB europeo son algo así como 1,6 billones. Es mucho dinero que no va a ir al consumo y la inversión europeas, y que no pagará impuestos por ello.

Así que no es un misterio que en los últimos años la gente tenga menos que gastar, que la gente esté corta de dinero. Entonces la pregunta es pertinente. ¿Es que los gobiernos lo hacen aposta o es que no saben economía? Pero lo que es cierto es que hay una economía equivocada (la de la austeridad) que se ha convertido en la biblia. Y para convencer de ella hay enormes inversiones en think tanks, en libros, artículos, tribunas universitarias, jueces, instituciones religiosas.

Gramsci en los años 20 ya dijo “puedes ganar a través de la violencia, pero también a través de sus cabezas. Y para hacer eso tienes que usar las instituciones”. Y eso es lo que la izquierda no ha entendido y la derecha, sí. La izquierda cree que sus ideas son tan estupendas que no hay que defenderlas (somos generosos, somos simpáticos, defendemos los derechos humanos). Pero el problema es que la derecha ha logrado enmarcar estas cuestiones de manera que han dicho a la gente, y les han convencido: “Si no tienes trabajo y eres pobre, es tu culpa. No eres organizado y te mereces lo que tienes”. Mucha parte de este mensaje ha sido interiorizada.

¿En qué se nota?
Ahora hay gente que se está rebelando, pero la mayoría vota contra sus intereses, vota a Trump. Todo su Gabinete proviene de las grandes empresas. Pero la gente corriente vota esto, creen que en su interés. El Brexit es parecido, creo que la gente corriente tiene una idea equivocada de lo que va a pasar allí, porque las leyes sociales británicas son peores que las europeas, en cuanto a salario mínimo, horas extra, en aspectos sociales van a estar peor, pero lo votaron probablemente por miedo a la inmigración, aunque estén equivocados.

Fuente:
http://www.eldiario.es/economia/Susan-George-izquierda-estupendas-defenderlas_0_606140272.html

Desigualdad y pobreza.

Aquí Leonard Cohen en tve.
http://rtve.es/v/453198

jueves, 5 de enero de 2017

Los ultraliberales y la banalización de la pobreza

Cada año vemos en la prensa noticias que informan sobre el riesgo de pobreza en España, riesgo que se mide con el indicador AROPE (At risk of poverty and/or exclusion), una metodología europea que considera que se está en riesgo de pobreza si se cumple uno de estos tres requisitos: Tener ingresos por debajo del 60% de la mediana del país (8.011€/año para un hogar unifamiliar en España), sufrir privación material severa (cumplir cuatro de las nueve condiciones que se ven aquí) o vivir en hogares con una “intensidad del empleo” de menos del 20% (una jornada completa sería 100%, 20% implica 8 horas/semana por adulto activo del hogar de media). Según los datos de 2015, un 28,6% de la población española está en riesgo de pobreza, mientras los países más avanzados de Europa tienen una tasa AROPE de entre el 15 y el 20%.

Como reacción a estos datos, todos los años encontramos articulistas y medios alineados con el ultra-liberalismo económico que se dedican a desprestigiar los datos del indicador AROPE y a decir que realmente la pobreza es mucho menor de lo que muestra el indicador, que según ellos sobredimensiona el riesgo de pobreza, insinuando que está mal hecho.

¿Cómo lo rebaten? Pues intentando señalar casos hipotéticos de personas que podrían estar en alguna de estas tres situaciones y que, sin embargo, no serían pobres ni estarían en riesgo de serlo. Por ejemplo, podría haber personas que ingresasen en un año menos de 8.000€ pero que viviesen en una casa en propiedad pagada y en una región donde el coste de la vida fuese bajo, en un caso así podría ponerse en duda que esa persona fuese realmente pobre o estuviese en riesgo de serlo. O respecto a la intensidad del trabajo argumentan que es posible que haya personas que trabajen pocas horas a la semana pero que cobrasen mucho dinero por hora o bien que recibiesen otro tipo de rentas no salariales. O incluso he llegado a ver cuestionada la carencia material severa, diciendo que podría darse el caso de un vegetariano que no quisiese tener coche ni TV ni irse de vacaciones una semana al año y que por tanto no se le debería considerar pobre (el argumento es infame, pero os prometo que lo he leído). Rebatiendo cada caso individualmente y mostrando excepciones pretenden desmontar la metodología AROPE y sembrar confusión sobre la misma, buscando que la gente rechace su validez.

Estamos ante el típico caso donde una pequeña parte de verdad se vende como una impugnación a la totalidad en un claro ejercicio de manipulación. Es verdad que la tasa AROPE no es perfecta y que hay muchas situaciones que entran en ese grupo pero que si hiciésemos un análisis pormenorizado no las consideraríamos como riesgo de pobreza. Seguro que hay personas que durante un año no tienen ingresos pero que no los necesitan porque tienen ahorros y capital que no liquidan. También habrá personas que no trabajen y tengan rentas suficientes, o personas que trabajen en la economía sumergida y que por eso aparecen con escasos ingresos cuando realmente no los tienen tan bajos. Por supuesto que hay casos como estos entre los 13,3 millones de españoles que están en riesgo de pobreza según AROPE.

Pero a este argumento se puede desmontar fácilmente haciendo el ejercicio al revés. ¿Cuantas personas están objetivamente en riesgo de pobreza y, por cuestiones metodológicas, no se cuentan en la metodología AROPE? Probablemente muchas también. Por ejemplo, ¿cuantos hogares superarán el 60% de los ingresos medianos gracias a las pensiones que cobran los abuelos que viven en él? Estos hogares están en riesgo objetivo de pobreza porque en cuanto muera el pensionista entrarán indefectiblemente en él. Otro ejemplo ¿cuántas familias no están en carencia material severa porque sus padres les ayudan económicamente, les pagan las facturas cuando no pueden pagarlas o hasta las vacaciones? Seguro que todos conocemos casos así. O respecto a la baja intensidad del empleo, solo se contabilizan las personas hasta 59 años ¿No hay hogares con personas de entre 60 y 65 años con esa baja intensidad en el empleo y que no habrán sido contabilizados?

Pretender ridiculizar un índice por las excepciones o las anécdotas es absurdo, sobre todo cuando se pueden hacer las mismas excepciones en sentido contrario y a lo mejor nos encontramos con que la tasa AROPE no solo no está hinchada, sino que podría hasta quedarse corta.

Pero más allá de esto creo que es importante señalar muy bien qué mide AROPE y por qué sí es una medida adecuada. AROPE no mide la pobreza en un año concreto, mide el riesgo de pobreza que es algo más amplio pero quizá incluso más importante. Los ultra-liberales restan importancia al indicador por no contemplar sólo la pobreza de ese momento pero el riesgo de pobreza sostenido en el tiempo con altísima probabilidad se convierte en pobreza. Una cosa es que la tasa AROPE diese un resultado muy alto en un año aislado, eso podría ser un problema menor, pero cuando los valores se mantienen similares a lo largo de los años nos encontramos claramente ante un caldo de cultivo de la pobreza futura. En los últimos 6 años la tasa AROPE ha sido 26,1%-26,7%-27,2%-27,3%-29,2% y 28,6%, así que no estamos en una situación puntual sino en camino de ser estructural.

En la pobreza es fácil caer pero muy difícil salir. Que se mantengan en el tiempo hogares con ingresos por debajo del 60% de la mediana, con desempleos de larga duración o con carencias materiales severas es algo que “descuelga” del sistema a sus víctimas y que afecta a las siguientes generaciones. La riqueza y la pobreza se heredan en alto porcentaje, eso es algo que no debemos olvidar jamás. Las familias que están en riesgo permanente de pobreza pueden acabar insertas en el ciclo de la pobreza y, para sacarlas de allí, hacen falta esfuerzos titánicos que pueden durar más de una generación.

Pero en vez de preocuparse de este problema, algunos prefieren frivolizar quitando importancia a la pobreza relativa y el subempleo e incluso ponen en duda si la carencia material severa es lo suficientemente severa para ser considerada pobreza. Parece que a algunos cumplir cuatro de los nueve items que hacen entrar en carencia material severa les parecen pocos y argumentan que si fuesen cinco items entonces en vez de un 6,4% de los hogares abarcaría sólo a poco más de un 2%, y si fuesen seis items sólo al 0,6%…Pues sí, y si tuviesen que cumplirse los nueve items y, además, hubiese dormir con una cabra con piojos para ser pobre pues a lo mejor no había hogares pobres en España, pero es que resulta que los señores que han validado esta metodología han considerado cuatro para la carencia material severa, y la única alternativa “oficial” a esto es la Carencia material que es cumplir con tres de los nueve, algo que abarcaría alrededor del 17% de los hogares.

¿No nos gustan las cifras de pobreza? Pues decimos que el límite está mal y nos inventamos uno más bajo hasta que salga una cifra que nos guste más ¿Nos molestan las cifras de carencia material severa? Pues la reinterpretamos a conveniencia y metemos más ítems hasta que nos venga bien… Siempre hacen lo mismo, todo lo que muestra lo que no conviene a su dogma está mal, todo lo reinterpretan, ridiculizan y degradan en una estrategia destructiva y sectaria.

Los ultra-liberales son sospechosos habituales de la manipulación y el trilerismo numérico. Se inventan índices, agitan los números para crear ilusionismos al servicio de su causa, ignoran la desigualdad y hacen todo tipo de barbaridades ante el escándalo de quienes las leen. Pero banalizar la pobreza es probablemente de las cosas más feas que recuerdo. Quienes no pasamos necesidades no podemos frivolizar con estas cosas, hacerlo no es que demuestre ausencia absoluta de empatía es que quizá roce la sociopatía. No es moral, no es compasivo y no está bien.

Hablando de la compasión, me vienen a la cabeza unas palabras del filósofo José Sanmartín Esplugues en su libro Bancarrota Moral con las que me gustaría acabar: “No hay nada más alejado de la compasión que el individuo que se maneja con cifras y no quiere bajar al terreno de las personas y de sus padecimientos porque eso podría llevarle a desistir de las medidas que considera que ha de adoptar en nombre de un objetivo superior”. Sanmartín es un especialista en violencia, entendida ésta en todas sus vertientes, también la económica. Creo que algunos deberían leerle antes de dejarse llevar por los bajos instintos que les llevan a escribir al servicio de ese objetivo superior que creen perseguir.

Pedro Fresco, colaborador de econoNuestra.

Fuente:
http://blogs.publico.es/econonuestra/2016/12/27/los-ultraliberales-y-la-banalizacion-de-la-pobreza/

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Feminismo & Neoliberalismo sexual. La desigualdad sexual que normaliza la pornografía: no todo tiene justificación.

TribunaFeminista

La autora reclama que hay que reaccionar socialmente, también a la izquierda, ante una forma de entender la sexualidad y la erótica desde un pensamiento neoliberal del hecho sexual, fomentando la normalización de una pornografía mantenedora de la desigualdad y violencia de género.

En lo que llevamos de mes han sido publicadas diversas noticias y artículos informando de las grabaciones de porno extremo que se han realizado estos días en Barcelona. Feministas ya se han posicionado en contra de la permisividad de estas grabaciones en el espacio público, como el Partido Feminista de España enviando una carta al Ayuntamiento de dicha ciudad, o como Purificación Causapié, Portavoz Socialista del Ayuntamiento de Madrid, dirigiéndose al gobierno municipal para que actúe contra otras grabaciones de porno que también han tenido lugar en la capital. La primera de estas instituciones ha declarado querer poner coto a estas situaciones, ha llamado a la participación ciudadana para denunciarlas y ha expresado su preocupación por “proteger a personas externas ajenas al rodaje, y en especial a los menores de edad”. Al mismo tiempo, ha manifestado su opinión acerca de que “el sexo que se practica en el porno, como cualquier otro marco en el que se practique sexo entre adultos, es legítimo siempre que todas las partes estén de acuerdo y lo hayan negociado previamente al contenido de las escenas”.

Esta afirmación, compartida por gran parte de la sociedad e incluso por personas que se autodenominan “progresistas” y “feministas”, me inquieta: se trata de la concepción neoliberal de la sexualidad por la que se entiende que mientras haya consentimiento todo vale, como si viviésemos en una sociedad de libres e iguales en la que no existen unas estructuras normativas que nos coaccionan; como si las elecciones y los consentimientos del dominador y de la dominada no estuviesen condicionadas -y señalo los géneros porque, qué curioso, en lo relacionado con violencia y sexo, dos acciones que se han unificado y que configuran la pornografía mainstream, el guión al que se ajustan unos y otras es bien distinto-.

No estoy haciendo apología de que se impongan prohibiciones en las relaciones sexuales que cada cual decida tener con quien desee, estoy defendiendo una postura crítica feminista ante la pornografía, que en una sociedad formalmente igualitaria como la nuestra, tan comprometida con la igualdad entre los hombres y las mujeres y en la que se desarrollan políticas activas de igualdad, no debería ni cuestionarse. Lo que sucede es que esta sociedad formalmente igualitaria es solo eso -que no es poco pero no debe dejarnos completamente satisfechas-, igualitaria en su forma, no en su contenido.

Alicia Puleo diferencia entre sociedades patriarcales de consentimiento y de coerción, España es una de las primeras: la igualdad sexual es un principio constitucional, de modo que para cumplir fielmente con los estereotipos de género no se aplican normas legales que nos obligan a ello, actúa nuestra “libertad” para ajustarnos -casualmente- al lugar que históricamente la sociedad patriarcal nos ha asignado. ¿Cómo puede suceder esto en sociedades “desarrolladas”, tan convencidas de que no es deseable que no existan relaciones igualitarias entre mujeres y hombres?

Lo que sucede es que esta sociedad formalmente igualitaria es solo eso -que no es poco pero no debe dejarnos completamente satisfechas-, igualitaria en su forma, no en su contenido

El pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se celebró multitud de actos condenando las violencias machistas gracias al trabajo del feminismo por darles cada vez más visibilidad para que se asuman como un problema social y estructural, no como problemas individuales o casuales. Me pregunto cómo podemos pretender que esas violencias se erradiquen si no vamos precisamente a la raíz de los problemas: que somos sociedades formalmente igualitarias en las que el patriarcado se solapa con el mundo de la creación y de lo simbólico, ofreciendo modelos de construcción del cuerpo, de las relaciones amorosas y de la sexualidad en los que se inscribe la desigualdad sexual -siendo este frente solo uno de todos los que el patriarcado tiene abiertos-.

Es precisa una reacción feminista y en bloque contra la violencia sexual hacia las mujeres que es la pornografía y que se ha convertido en el modelo hegemónico de sexualidad. No tiene ningún sentido encajonar las diferentes discriminaciones y violencias que experimentamos las mujeres, la mitad de la población, por parte de la otra mitad, como si no estuviesen conectadas y no partiesen de la misma raíz: el patriarcado, el machismo.

Es precisa una reacción feminista y en bloque contra la violencia sexual hacia las mujeres que es la pornografía y que se ha convertido en el modelo hegemónico de sexualidad.

No posicionarse en contra de la industria pornográfica que está generando modelos femeninos y masculinos en los que se dan unas relaciones desigualitarias, de dominación y de humillación en las que mujeres y hombres tienen su lugar establecido y que contribuyen a alimentar en el imaginario simbólico que las mujeres somos cuerpos a los que es legítimo oprimir, entiendo que es estar a favor de todo ello. No oponerse a un negocio en el que sobre los cuerpos de las mujeres se practican estas violencias es haber caído en la concepción neoliberal del “todo vale si hay dinero y consentimiento”, qué casualidad que “todo vale” si tiene que ver con los cuerpos de las mujeres (pornografía, prostitución, úteros de alquiler).

Por mucha ficción que se diga que es, estamos viendo a personas de carne y hueso sobre las que se ejecutan estas violencias, las cuales además forman parte de toda una violencia simbólica contra las mujeres con la que se nos dificulta la lucha cognitiva para alcanzar nuestra autoconciencia como mujeres en un mundo patriarcal, nuestra autonomía como parte oprimida de este sistema social. No, todo no vale, no se pueden vulnerar los Derechos Humanos de las mujeres para hacer dinero ni para ninguna otra cosa, no nos debería valer que nos estén vendiendo un sexo en el que no se busca tanto el placer erótico como el placer de humillar a las mujeres.

Me pregunto cuál sería la reacción de la gente de a pie y de las instituciones si apareciese una industria audiovisual que hiciese un negocio espectacular recreando situaciones vejatorias hacia personas negras por el hecho de ser negras, judías por el hecho de ser judías, musulmanas por el hecho de ser musulmanas; por la razón de que las personas que ejercen esas violencias disfrutan con ellas porque son racistas, antisemitas, xenófobos, islamófobos; y porque además, las personas agredidas lo están consintiendo porque, por el motivo que sea, les satisface una barbaridad ser degradadas por esos motivos.

Hay consentimiento y se supone que disfrute por ambas partes, ¿quiénes somos las demás para oponernos a ello? Y, sobre todo, ¿quiénes somos para recriminar a otras que disfruten viendo violencia sobre personas negras, judías o musulmanas a las que les gusta ser humilladas por ello? ¿Por qué nos debería parecer mal que esos vídeos se descargasen, que se pagase por ellos y que nuestras amistades y familiares formasen parte de la rueda que hace crecer a ese boyante negocio, tan lleno de disfrute y consentimiento?

¿Por qué la izquierda lo tiene tan claro cuando hablamos de defender a la clase trabajadora, de combatir el racismo y la xenofobia, de defender a todos los grupos oprimidos y no cuando se trata de los derechos de la mitad de la raza humana?

¿Por qué la izquierda lo tiene tan claro cuando hablamos de defender a la clase trabajadora, de combatir el racismo y la xenofobia, de defender a todos los grupos oprimidos y no cuando se trata de los derechos de la mitad de la raza humana? ¿Por qué nuestros compañeros y compañeras de partido -porque en la trampa patriarcal de la normalización de estos modelos caen tanto hombres como mujeres- saltan de sus sillas con cada apología de las barbaridades anteriores y permanecen impasibles ante la cosificación y humillación que se hace de esta manera de nuestros cuerpos?.

Tal y como Ana de Miguel reflexiona en su libro Neoliberalismo sexual: el mito de la libre elección, las sociedades democráticas no podemos seguir obviando la complicidad con la que consentimos que la desigualdad sexual siga presente en nuestro proyecto de ciudadanía a través de este tipo de construcciones simbólicas. Y para ello es preciso que seamos críticas, que conozcamos de dónde venimos y cuál es nuestra historia como mujeres para así poder entender lo que el patriarcado hace con nosotras hoy en día.

Fuente:
http://tribunafeminista.org/2016/11/la-desigualdad-sexual-que-normaliza-la-pornografia-no-todo-tiene-justificacion/

sábado, 5 de noviembre de 2016

¿Puede un comunista ser profesor de Universidad en Alemania?

eldiario.es

Kerem Schamberger ha estudiado comunicación en la Universidad Ludwig Maximilian (LMU) y pretendía comenzar un doctorado el 1 de octubre. En Alemania, los doctorados por lo general se llevan a cabo mediante un contrato laboral que incluye una parte de investigación y otra de docencia en la Universidad en la que se desarrolla.

El joven, de 30 años, no ha podido comenzar aún su relación laboral con dicha institución porque según un decreto que data de 1972 todos los funcionarios o personas que trabajan en el sector público han de ser controladas por el Estado frente a su posible radicalismo, para lo cual deben presentar una aprobación del servicio secreto alemán interno (lo que vendría a ser el CNI español).

La razón es que Schamberger no solo es comunista, sino que además es portavoz del partido comunista alemán DKP en Múnich. A pesar de que es un partido legal, se encuentra bajo vigilancia de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (el Verfassungsschutz), que lo califica de extremista.

La Universidad conocía la norma y la posición de Kerem en el partido comunista, por lo que pidió a las autoridades dicho consentimiento ya en julio. Sin embargo, este organismo aún no se ha pronunciado sobre la fiabilidad ideológica de Schamberger, con lo cual no ha podido comenzar a trabajar hasta el momento. Según el profesor Michael Meyen, que lleva la tesis de Kerem, en declaraciones al diario Süddeutsche Zeitung, éste ha sido un alumno excelente y asegura que tiene interés en contratarle “no porque sea comunista, ni tampoco a pesar de ello”.

Para Kerem, se trata de una exclusión práctica de la función docente para los comunistas. Y ello supondría un hecho anticonstitucional, ya que la Carta Magna alemana garantiza la elección libre de una profesión.

Schamberger asegura a este diario que de esta forma “se demoniza a los comunistas”, y explica que esta medida sirve como forma de intimidación: “Conozco a jóvenes que querían entrar en el partido pero que se lo piensan dos y tres veces antes de hacerlo, porque saben las consecuencias que puede tener en el caso de querer hacer carrera en el sector público”, asegura.

Schamberger explica además que en los últimos días, desde que se hizo pública la noticia, ha recibido numerosas muestras de solidaridad, desde los partidos políticos socialdemócrata SPD, Los Verdes (Die Grüne) y La Izquierda (Die Linke), así como de los sindicatos.

Herta Däubler-Gmelin, abogada de Kerem y ministra de Justicia entre 1998 y 2002– ha declarado al Süddeutsche que la actuación del servicio de protección a la Constitución “seguramente no es legal”. A raíz del suceso, se debatirá en el parlamento regional de Baviera la idoneidad de dicha ley, creada en el contexto de la guerra fría.

Las autoridades han comunicado a la prensa que no se pueden dar a conocer datos del caso por cuestiones de privacidad del afectado, así como que en ocasiones se tarda más tiempo en recibir una respuesta a este tipo de consultas porque hay que “comprobar todos los hechos”.

Esta no es la primera vez que Kerem Schamberger se ve en apuros por sus ideas políticas. En 2014 el Commerzbank cerró sin previo aviso su cuenta bancaria, como se contó en este medio. Kerem veía detrás de esta acción asimismo una motivación política y cómo no pudo hacer nada para impedirla.

Limpieza ideológica de facto
El llamado “Decreto de los radicales” (Radikalenerlass, en alemán) fue promulgado en 1972 bajo el Gobierno de Willy Brandt. En dicha ley se especifica que la fidelidad al orden constitucional actual debe ser un requisito para poder trabajar en el sector público. Pertenecer a una organización catalogada por el servicio secreto interno alemán como peligrosa para dicho orden era excluyente de la función pública.

Ya en los 50 y 60 algunos candidatos a funcionarios fueron rechazados, pero a partir de entonces se mencionaba dicho requisito explícitamente. La guerra fría no solo continuaba su curso, sino que se acentuaba. De ahí que el Estado alemán pretendiese de ese modo acabar con todo tipo de influencia de su enemigo comunista en el interior del Estado.

La prohibición de ejercer una profesión pública por motivos políticos afectó durante décadas a personas que pretendían trabajar por ejemplo como profesores o como conductores de tren, ya que a estas profesiones se accedía únicamente a través del empleo público. Desde que la ley se creó hasta 1991 alrededor de 1,4 millones de personas tuvieron que pasar por dicho proceso de control.

Esta praxis fue muy criticada en el interior de Alemania, así como en el exterior. En Francia por ejemplo François Mitterrand, el entonces presidente del partido socialista, se opuso a dicha ley. Las personas afectadas por el decreto continúan aún hoy reclamando una reparación y rehabilitación de su función pública.

Después de la caída del muro de Berlín, en el este de Alemania hubo una auténtica limpieza en el profesorado, desde infantil a universitario. Cientos de profesores fueron despedidos por su relación con el comunismo. Muchos investigadores se marcharon al extranjero a otras universidades, otros se reciclaron en la empresa privada con otras profesiones. La democracia de mercado de la Alemania reunificada demostraba en aquel momento muy poca flexibilidad.

Aunque la legislación continúa vigente, en cada Estado alemán se aplica de forma diferente. Por una parte existe la autocensura de la que hablaba Kerem Schamberger más arriba, en el sentido de que las personas que ya saben desde muy pronto que quieren dedicarse a la función pública no suelen formar parte oficial en organizaciones vigiladas. Por otro lado, la justicia ha ido dando la razón en parte a quien se ha mostrado contrario a que siga vigente una ley creada en un contexto muy diferente al actual.

En 1995 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró que el Estado alemán había actuado en contra de los artículos 10 y 11 de la Convención Europea de Derechos Humanos al haber suspendido a una maestra por el mero hecho de pertenecer al partido comunista DKP. Dichos artículos garantizan la libertad de opinión y reunión. La maestra Dorothea Voigt recuperó su empleo y el Estado alemán fue condenado a pagar una multa.

En 2004 el profesor de instituto Michael Csaszkóczy fue suspendido de la función pública por sus actividades como activista antifascista. A pesar de no haber sido condenado por crimen alguno, durante 25 años el servicio secreto le tuvo sometido a vigilancia y en 2004 le despidieron por formar parte de la comitiva de la asociación Rote Hilfe, que se encarga de ofrecer ayuda jurídica a activistas cuando se encuentran con problemas legales.

En 2007 Csaszkóczy ganó un juicio y volvió a su puesto como profesor. Seguramente Kerem conseguirá su puesto en la Universidad, pero el tufillo a guerra fría y a las dos Alemanias no ha desaparecido del todo en el país.

Fuente original:
http://www.eldiario.es/internacional/Kerem_Schamberger-Universidad-Alemania-comunista_0_572542875.html

jueves, 20 de octubre de 2016

La secesión de los ricos. "La concentración de riqueza se ha estado produciendo en las sociedades democráticas y con un proyecto de Estado de bienestar"

Los ricos son cada vez más ricos. Esto no es ninguna novedad. Como decía san Vicente Ferrer (seguramente con mayor conocimiento de causa que cualquier agencia de rating), la avaricia va i vé, però mai es deté. (la avaricia va y viene, pero nunca se detiene.) La novedad es que la concentración de riqueza se ha estado produciendo en las sociedades democráticas y con un proyecto de Estado de bienestar.

Aunque la información no abunde —y la opacidad es una astucia de los verdaderamente ricos: ocultar su identidad, el volumen real de su fortuna y eludir la luz pública—, los datos son irrefutables: el periodo de crecimiento económico registrado desde mediados de los años noventa no se tradujo en una mejora de las rentas del empleo. Muy al contrario: la desigualdad salarial apenas cambió y los activos se concentraron en manos de los hogares más pudientes.

En concreto, más del 78% del valor de las propiedades inmobiliarias diferentes a la vivienda principal, casi un 88% del valor de los negocios por cuenta propia y más del 92% del valor de las acciones, está en manos del 20% de los hogares más ricos. El 5% más rico tiene el 31% de la riqueza, el 22% de las viviendas, el 57% de la riqueza financiera y el 22% de la renta. Son datos publicados en 2008 por el VI Informe FOESSA sobre la exclusión y el desarrollo social en España.

Este crecimiento (y sus consecuencias) vino en volandas de una ideología neoliberal que promovía la desregularización y la liberalización. Y lo hacía con una promesa: la riqueza generada, como la lluvia fina, acabaría empapando a todo el mundo. Era cuestión de esperar un poco. Pues bien, lo que el 99% sabemos hoy es que lo que ha llegado es un vendaval que arrasa nuestras condiciones de vida y las de nuestros hijos, que lastra el futuro de esta sociedad, y que, por si fuera poco, nos obliga a pagar los platos rotos.

El segundo mito sostiene que hay que tratar con indulgencia a las grandes fortunas, porque las riquezas por ellas generadas no solo son legítimas, sino que revertirán en la economía productiva y esta inversión redundará en el bienestar general. Por ello, seguramente, durante este periodo se eliminaron tipos impositivos, la economía sumergida se multiplicó por cuatro y el gasto social fue a la baja. No había que molestarles, no fuera caso que abandonaran el país, buscando los refugios que ofrece una economía globalizada. La experiencia ha mostrado que, como los cuervos, han cogido los granos del sembrado (léase economía productiva) para colocarlos en inversiones especulativas y en paraísos fiscales. Los técnicos del Ministerio de Hacienda vienen mostrando en sus rigurosos informes que la economía sumergida se sitúa en torno al 23% del PIB; y que la evasión fiscal de las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas alcanzó los 42.711 millones de euros en 2010. La impunidad consolida los comportamientos defraudadores.

¿Qué paisaje moral ha quedado después de todo? Esta es una cuestión crucial, ya que una sociedad también consiste en un entramado —frágil— de compromisos, contratos y consensos morales, como la “confianza”. Pues bien, los medios de comunicación muestran cada día los humores que desprende el campo de batalla: avaricia sin mesura, fascinación por el dinero fácil y rechazo a todo impuesto. El objetivo de acumulación sin límites ha tenido dos efectos: la secesión moral de los ricos (no tienen ninguna deuda social, ninguna obligación, ninguna responsabilidad personal, todo se lo deben a sí mismos) y la complicidad (a veces, indignada) de quien les idolatra.

La tarea económica es titánica, la política, gigantesca, pero la regeneración moral no es menos acuciante. Algunos (muy pocos, es verdad) de los que componen ese 0,1% de grandes ricos en EE UU o en Francia han dicho que quieren contribuir a buscar salidas. ¿Por qué no cunde el ejemplo por estas tierras? Quienes padecemos los recortes, no curaremos nuestras heridas, pero podríamos consolarnos al menos pensando que no utilizan esta crisis para ir aún más lejos: para desmantelar el Estado de bienestar.

Antonio Ariño es catedrático de Sociología de la Universitat de València.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/25/valencia/1327509435_910723.html

lunes, 17 de octubre de 2016

LOS ZAPATOS MARRONES Y EL CLASISMO. No cabe duda de que el poder se empeña en perpetuarse, y las grandes familias son las que manejan el cotarro en todas partes.

Rosa Montero

Siempre
 he sido muy anglófila, aunque ahora el Brexit me lo está poniendo bastante difícil. Pero incluso en mis momentos de máximo amor a los británicos no dejaron de chirriarme dos rasgos negativos que me parece que tienen: el racismo y el clasismo. El primero, por desgracia, está en plena expansión tras la salida de la UE: las agresiones contra extranjeros, sobre todo polacos, se multiplican con progresión geométrica, y el país parece recular hacia un retrogradismo isleño y xenófobo. De seguir así, dentro de poco podrán volver a sacar un titular tan elocuente y tan famoso como aquel de The Daily Mail en los años treinta: “Niebla en el Canal, el continente aislado”. No hay como ensimismarse en la contemplación del propio ombligo para volverse tonto.

En cuanto al clasismo, lo extraordinario es que sigue manteniéndose firme a lo largo del tiempo, sin que el empuje igualitario de la democracia lo atempere. De todos es sabido que los ingleses catalogan tu clase social simplemente por tu forma de hablar. Da lo mismo que hayas estudiado una carrera universitaria, por ejemplo: de todas maneras saben que no te expresas como los ricos. Deberían ser todos lingüistas, con ese oído tan fabulosamente entrenando para los matices.

La Comisión de Movilidad Social de Reino Unido acaba de publicar un informe sobre el sector financiero que demuestra que la discriminación clasista es la norma en ese ambiente. El informe está lleno de ejemplos, pero sobre todo me espeluznó un detalle: si alguien va buscando un trabajo en la banca y lleva zapatos marrones, lo más seguro es que no consiga el puesto. ¿No es brutal? Ya puedes tener un currículo académico brillante, una mente lúcida, una personalidad adecuada. Si calzas zapatos marrones estás perdido, porque demuestran que eres de clase baja. Me imagino al de recursos humanos inclinándose subrepticiamente a mirarle los pies al ­candidato. Aunque no, seguro que lo hará con naturalidad, que le resultará fácil, que será una percepción de “clase” para la que han desarrollado afinadas antenas, igual que el oído para apreciar los acentos.

¿Por qué unos zapatos marrones han de ser peores que los negros? ¿Quién decide cuál es la etiqueta, qué es lo óptimo y lo inaceptable, qué corbatas te convierten en uno de los nuestros y cuáles no? “Desde mi experiencia, [los estudiantes no privilegiados] no tienen un buen corte de pelo. Los trajes siempre les quedan demasiado grandes y no saben qué corbata llevar”, dice en el informe un empleado de banca. Y uno de los jóvenes que pidió un empleo y fue rechazado explica que quien le entrevistó le dijo: “Ha respondido muy bien y es usted claramente muy agudo, pero no se ajusta del todo a este banco. No está suficientemente pulido. A ver, ¿qué corbata lleva puesta? Es muy chillona”. Se trata, como se ve, de las contraseñas de una mafia, de una logia secreta. Pequeños signos, convenciones banales que les permiten reconocerse entre sí y seguir manteniendo el poder para siempre jamás.

Puede que Reino Unido sea uno de los países más clasistas y con menos movilidad social dentro del mundo industrializado. España, en comparación, es más igualitaria, y Estados Unidos se esfuerza por cultivar la meritocracia. Pero no cabe duda de que, de todas formas, el poder se empeña en perpetuarse, y las grandes familias son las que manejan el cotarro en todas partes.

Y lo peor es que ese rechazo social es muy importante y puede resultar devastador. El neurocientífico David Eagleman, en su ensayo Incógnito (sí, ya sé que cito mucho ese libro maravilloso), nos dice que los científicos llevan años buscando los genes que propician la esquizofrenia y que han encontrado algunos, pero que ninguno influye tanto como el color del pasaporte que uno tenga, porque, según estudios llevados a cabo en diversos países, “los grupos de inmigrantes que más se diferencian en cultura y apariencia de la población anfitriona son los que exhiben más riesgo”. O sea, el rechazo social perturba el funcionamiento normal de la dopamina y predispone a la psicosis. La salud de los poderosos frente a la enfermedad de los excluidos: también hay datos sobre eso, y son penosos.

http://elpaissemanal.elpais.com/columna/los-zapatos-marrones-y-el-clasismo/

sábado, 1 de octubre de 2016

¿Cuáles son los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35?

Nueva Tribuna

La existencia de paraísos fiscales y subterfugios para la evasión en el seno de la Unión Europea suponen una grave pérdida para la recaudación de los Estados, necesaria para sostener políticas sociales en tiempos de crisis, y repercute directamente en las condiciones de vida de las clases medias y bajas.
LuxLeaks, Swissleaks y PanamaLeaks

Si bien, el escándalo LuxLeaks sirvió para llevar a la primera plana informativa los aspectos relacionados con la fiscalidad de las grandes empresas, resulta preocupante que las ‘’filtraciones’’ se hayan convertido en una de las principales fuentes de información significativa sobre la presencia de empresas en paraísos fiscales, ante la falta de transparencia de las propias empresas, y la ausencia de un marco regulatorio claro que exija a estas una información detallada sobre sus actividades en los diversos territorios en donde están presentes. El escándalo LuxLeaks saltó a la luz en el año 2014 y sirvió para constatar el carácter generalizado de los sistemas de elusión de impuestos por parte de las grandes compañías multinacionales, a través de entramados societarios que buscan aprovechar “nichos fiscales”, es decir no pagar impuestos. A principios de 2015, el caso ”Swissleaks” y en el 2016 el “PanamaLeaks” reforzaron la hipótesis de que el entramado luxemburgués no era un hecho aislado.

Pese a la repercusión de los mencionados escándalos, existen dos aspectos que nos hacen tomar conciencia del sinuoso camino que enfrentamos. El primero de ellos es la ausencia de una respuesta de consenso a la pregunta ¿qué es un paraíso fiscal?; y el segundo el incremento de actividad de los mismos, pese a estar más que nunca en el foco de la opinión pública.

Ausencia de un marco regulatorio común
La falta de acuerdo en torno a la propia definición de ‘’paraíso fiscal’’ es reveladora de la ausencia de un marco común sobre el cual emprender las reformas necesarias. Establece una brecha entre el discurso de lucha contra el fraude fiscal, compartido de manera prácticamente unánime, y su práctica efectiva. En ocasiones, esta brecha implica que las fórmulas contra los paraísos fiscales se limiten a tímidos acuerdos de intercambio de información, en unos parámetros claramente insuficientes. Estos acuerdos, si bien constituyen un primer paso, suelen ser utilizados como excusa para redefinir el propio concepto de paraíso fiscal de modo cada vez más excluyente.

Además, es evidente que el debate no ha restado, desde una perspectiva operativa, vigencia a los paraísos fiscales. Desde un marco macroeconómico, de acuerdo con lo señalado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, más del 30% de la inversión mundial en 2015 se realizó a través de paraísos fiscales o centros de inversión extraterritoriales. En 2015, el 58% de la inversión que llegó a España lo hizo a través de Holanda y Luxemburgo, un 35,47% más que en 2014. Ambos países están siendo investigados por la Comisión Europea por vulnerar los principios de plena competencia, al conceder acuerdos fiscales selectivos, discrecionales e ilegales a determinadas empresas. En 2015 se incrementa la inversión desde Holanda en un 159%, con respecto a 2014, suponiendo el 32,9% del total de inversión extranjera en España. En ese mismo año los fondos procedentes de Hong Kong se incrementaron un 59,1%, de Irlanda un 156,7%, de Panamá un 101% y de Emiratos Árabes Unidos un 543,5%. Muchos de estos movimientos son de mero tránsito, lo que significa que el origen real de la inversión procede de terceros países. Luxemburgo, España y Holanda ocupan los tres primeros lugares (resulta al menos curioso que un inversor español invierta en España a través de un tercer país). Pero también nos encontramos territorios origen de la inversión como Liechtenstein, Bermudas o Hong Kong. Por áreas geográficas, las desinversiones españolas han disminuido en todas las jurisdicciones, excepto en los paraísos fiscales que sufrieron un aumento del 9,8% en tasa interanual.

En el ámbito de la operativa de la empresa, el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, en su último informe elaborado en colaboración con Oxfam Intermon, confirma que en 2014 continúa la tendencia al alza de sociedades domiciliadas por parte de empresas del IBEX35 en territorios considerados como nichos fiscales; sociedades que o bien tienen carácter financiero o instrumental o gestionan operaciones en terceros países (no se tienen en cuenta sociedades si la empresa realiza en el país una actividad productiva o comercial salvo en el caso del sector financiero). De acuerdo con la metodología aplicada para realizar el informe (en 2016 se publicó la duodécima edición del estudio elaborado por el Observatorio de RSC), entre 2013 y 2014 se produjo un incremento en 76 sociedades participadas y dependientes de empresas del IBEX35 domiciliadas en nichos fiscales, pasando de 815 a 891. Esto representa un incremento del 9,3% con respecto a 2013 y de un 60,5% respecto a 2012. El número de sociedades es un indicador que puede aportar algún indicio sobre el nivel de actividad en estos territorios, sin embargo de la información suministrada por las empresas no es posible acceder a datos sobre el volumen de actividad de éstas sociedades en términos económicos, por su facturación, gastos o resultados del ejercicio. Por número de sociedades dependientes domiciliadas, los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35 son: EEUU Delaware: 417, Holanda: 131, Irlanda: 65, Luxemburgo: 55, Hong Kong: 27, Suiza: 25, Islas Cayman: 23 y Uruguay: 22. De las 417 sociedades dependientes domiciliadas en Delaware, según el análisis realizado 312 (el 74,8%) comparten las mismas dos direcciones postales en la pequeña ciudad de Wilmington (70.000 habitantes).

Opacidad de las empresas del Ibex35
Pese a que las empresas del IBEX35 realizan memorias de sostenibilidad o RSC, se denota en las mismas una falta de información de tipo económico necesaria para evaluar su impacto desde una perspectiva de responsabilidad social. Por ejemplo, de las 35 empresas analizadas, a diciembre de 2014, ninguna es transparente a la hora de informar sobre el tipo de actividad y volumen de negocio generado y sobre sus planes futuros con respecto a su presencia en estos países, y solamente una publica de forma transparente los impuestos pagados en cada uno de los países en los que opera. Esta omisión de información permite afirmar que las empresas o bien omiten esta información de forma premeditada, o no están realizando de manera correcta los estudios de materialidad en relación a qué información es relevante desde una perspectiva de responsabilidad social.

La exigencia de responsabilidad fiscal en las diversas escalas de operación de las empresas es una condición de base para el desarrollo de políticas de lucha contra la desigualdad, la pobreza y las externalidades negativas de determinado tipo de actividades económicas. Pero también para garantizar la seguridad jurídica, la seguridad ciudadana, la inversión en infraestructuras, la educación y sanidad públicas, aspectos de los que no cabe duda la empresa se beneficia. Existe una creciente demanda para que las empresas informen en detalle de aspectos económicos en todos los países donde operan, más concretamente resultados operativos, beneficios, impuestos pagados, subvenciones recibidas, información sobre actividades y resultados de sociedades actuando en paraísos fiscales, localización de los principales proveedores y gastos salariales, estructura societaria y operaciones intragrupo, entre otros aspectos. Información que, por ejemplo, permita entender dónde se ha generado el beneficio de estos grupos empresariales, para poder realizar valoraciones sobre su compromiso con el desarrollo de las sociedades donde actúan, a través de las cantidades de impuestos pagados tanto en el país donde se generó el beneficio como en España.

Para avanzar hacia la justicia fiscal es necesario acabar con los paraísos fiscales y desmontar las estrategias de elusión empleadas por parte de algunas empresas. Para ello es necesario, en primera instancia, una normativa que obligue a las empresas multinacionales a presentar información relevante de manera detallada, una mayor armonización fiscal y coordinación para combatir la evasión y la planificación fiscal agresiva en el seno de la UE; en segundo término, poner coto con sanciones ejemplarizantes a las grandes consultoras y despachos de abogados, en algunos casos señalados como responsables del diseño de las rutas de elusión fiscal y por último, y no por ello menos importante, voluntad política y medidas que realmente tengan un efecto disuasorio.

Orencio Vázquez y Eduardo Soria. Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/rsc/20160913174641131707.html

lunes, 26 de septiembre de 2016

Socialismo para los ricos, capitalismo para los pobres

Aníbal Monasterio Astobiza


Las elites son tratadas de una forma especial por las políticas de estado. Hubo una época en la que el resto éramos los destinatarios de las políticas públicas de estado. El adagio que da título a este texto, acuñado por Charles Abrams, describe está notable inversión de las categorías en la teoría y práctica y existe una plétora de ejemplos para el incrédulo. Algunos ejemplos son subsidios y ayudas públicas a empresas y sectores privados, rescates a bancos privados con el dinero de todos los contribuyentes, compra de deuda a empresas privadas por parte de Bancos Centrales, créditos fiscales para salarios bajos financiados por el estado, eliminación de impuestos de patrimonio, exenciones para las empresas, rebajas y deducciones fiscales en impuestos (pero no para las personas físicas), cláusulas de contratos que tipifican lucro cesante por lo que si una empresa privada fracasa en su modelo de negocio el estado cubre gastos... y la lista puede seguir ad libitum.

En cambio, el resto de la ciudadanía (las clases populares y trabajadoras, clase media/trabajadora, pobres o ponga usted el epitome sociológico que más le guste) viven bajo la doctrina férrea de un capitalismo. Algunos ejemplos son individualismo cultural e individualismo expresivo en todas sus formulaciones (búsqueda de estatus social por medio del consumismo y la exploración hedonista) competición por ofertas de trabajo cada vez más precarias y escasas, mercantilización de los derechos y servicios públicos (quien disponga de los recursos para obtenerlos que pague por ellos porque ya no serán ofrecidos por el estado como ejemplo la educación, sanidad...).

Para que el lector se haga una idea, en España el 20% más rico de la población recibe el 25% de las ayuda públicas mientras que el 20% más pobre solo el 10%. José Antonio Noguera, Profesor Titular de Sociología en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del grupo de investigación GSADI (Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional), lo expone de una forma más clara y didáctica. El 10% que declara una renta más alta (renta promedio de 71.000 euros al año en el IRPF) recibe una subvención pública de 350 euros mensuales como media mientras que el 10% con menos ingresos (que declara una media de 2.300 euros al año) recibe únicamente 41 euros mensuales (El estado de bienestar oculto en España, 12 de septiembre 2016, Agenda Pública).

Esto es lo que los politólogos, economistas y científicos sociales llaman “bienestar fiscal” por oposición a “bienestar social”. Sí, sí, a los ricos se les ayuda con subvenciones públicas igual que a los pobres, lo que sucede es que tiene la forma de ser socialismo para los ricos, pero capitalismo para los pobres. En otras palabras, exenciones, reducciones y deducciones impositivas que la administración aplica a los contribuyentes de rentas medias y altas que no recibe la trascendencia y eco mediático que debiera, mientras que las rentas más bajas presentadas de forma pícara como perceptores de prestaciones sociales directas que viven de la ayuda pública; basta para alarmar política y socialmente.

Que a las rentas más altas se les perdonen 7.300 millones de euros no preocupa a nadie y que las rentas más bajas se les creen la imagen de parásitos sociales, ocupa las páginas de los periódicos.

Es como si se tratará a los ricos con guantes de seda y a los pobres con mano de hierro. En una verdadera sociedad de economía capitalista las empresas que toman decisiones que entrañan grandes riesgos y se equivocan, entran en bancarrota, se arruinan y desaparecen. Es la competitividad. Pero las rentas altas o las empresas no quieren una verdadera sociedad de economía capitalista. Quieren que “papa estado” este ahí para socorrerles cuando están en peligro, rescatándoles con el dinero de los contribuyentes. De ahí la cínica expresión “demasiado grande para caer”.

Sí, aunque le parezca contraintuitivo y un absurdo á lo Lewis Carroll, el sistema actual es un socialismo para los ricos y un capitalismo para los pobres.
@anibalmastobiza (https://twitter.com/anibalmastobiza) 

lunes, 29 de agosto de 2016

La Gip economía.

Josep Fontana
Leo en el suplemento de negocios de El País del 5 de junio: "Crece la pobreza pese a la Recuperación", donde se nos explica que hay en España 13'5 millones de personas que están "en riesgo de pobreza y exclusión" , tres millones más de las que había antes de la crisis. Pienso que el titular no es correcto, sino que debería haber dicho: "Crece la pobreza debido a la recuperación".

Porque está claro que esta "recuperación" -de qué ?, y para quién ?, habría especificarse se ha conseguido a costa de sueldos de miseria y condiciones de trabajo abusivas. Y que el propósito de nuestros dirigentes es prolongar y perfeccionar este "modelo de crecimiento".

Es esto lo que nos permite entender uno de los aspectos que podían parecer más sorprendentes de la receta que el día 3 de junio presentaba el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, al proponer que se favoreciera el trabajo "indefinido" respecto del temporal , en base a facilitar y abaratar el despido de los indefinidos. Es evidente: cuando las empresas puedan, como pide, ajustar los salarios a sus "condiciones Específicas", con el despido de los indefinidos abaratado, por qué complicarse la vida con contratos diversificados? Todos a bajo precio y en la calle cuando convenga. Y venga recuperación y más recuperación!

Y entonces viene el Sr. Rajoy y nos promete que, si lo dejamos seguir guiándonos por este mismo camino, conseguiremos llegar a los "20 millones de puestos de trabajo". Sin aventurarnos a averiguar qué significa un "lugar de trabajo" para el señor Rajoy, pienso que lo que en realidad nos está prometiendo es que con cuatro años más de mandar volverá a conseguir lo mismo que en los cuatro años anteriores: que haya tres millones de personas en riesgo de pobreza.

Pero no se preocupe, porque las cosas no van por ese camino. Lo que defienden Rajoy y Linde son las viejas reglas de la economía de plantación, y eso ya no funciona. El futuro es de la gig economy, que ha permitido a los Estados Unidos reducir el paro a un 5 por ciento. Se lo olía mejor el señor Rosell cuando indignó al personal diciendo que se había acabado "el trabajo fijo y seguro".

En efecto, entre 2005 y 2015 han aumentado en Estados Unidos las formas alternativas de trabajo, que están desplazando a las tradicionales del empleo fijo, y que ahorran a los empresarios los costes de seguridad social. Lo que viene de cara al futuro es la gig economy, en que la mayor parte del trabajo lo harán operarios independientes contratados para trabajos de corta duración, posiblemente a través del teléfono móvil (un estudio asegura que el 2020 un 40 por ciento de los trabajadores americanos serán "contratistas independientes" de este tipo). The Guardian, que nos cuenta que Hillary Clinton está "excitada" ante esta novedad, sintetiza así los méritos del sistema: "Este nuevo modelo de trabajo ofrece más libertad y da a los ricos una nueva oportunidad de explotar los pobres".

Como puede ver tenemos una derecha tan retrógrada y tan inepta que no sabe ni por donde va hoy el mundo de la explotación. Así nos va. Haga el favor de no volver a votar.

[Fuente: La lamentable]

domingo, 7 de agosto de 2016

"La igualdad de oportunidades es una ficción". El sociólogo francés, autor de Repensar la justicia social, afirma que los sistemas escolares tradicionales aumentan la inequidad, y propone una completa reforma educativa.

Cuando, hace diez años, François Dubet preguntaba a sus estudiantes en Francia dónde estaban las desigualdades sociales más graves, le respondían: "Entre los pobres; entre los obreros". Cuando pregunta eso hoy, no dudan: "Entre las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes". La experiencia personal le sirve a este sociólogo francés para ilustrar un cambio contemporáneo en la concepción de la justicia social -de las reivindicaciones socioeconómicas a la lucha contra la discriminación- que, afirma, está profundizando las desigualdades. En Repensar la justicia social, que acaba de editar Siglo XXI, y que Dubet vino a presentar a la Feria del Libro, el autor critica el concepto de igualdad de oportunidades que impera hoy en el discurso hegemónico, como un modelo que, al promover el mérito como condición para ascender socialmente, transforma la sociedad en "muy violenta y muy poco solidaria". En cambio, se pronuncia a favor de la "igualdad de posiciones", que busca reducir las desigualdades en las condiciones de vida y acortar las brechas sociales y económicas, una idea que, afirma, podría ayudar a la "reconstrucción ideológica de la izquierda", al menos en su país.

Director de estudios de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, heredero de la sociología de Alain Touraine, Dubet es conocido por sus trabajos en el campo de la educación. "La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles", afirma en diálogo con adn, y critica las políticas educativas de mirada corta. "Los países que tienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar completamente", asegura.

-Afirma en su libro que la igualdad de oportunidades descansa en una ficción.
-Decir que somos libres e iguales es una ficción, y la igualdad de oportunidades es indiscutiblemente una ficción. Es un principio de justicia que individualiza a los actores y pone a todos en competencia, y creo que no está bien construir una sociedad sobre un principio como ese. Además, el logro del mérito puede incrementar considerablemente las desigualdades sociales. En el fondo, el mérito no impide que los más ricos tengan todo y que estemos convencidos de que lo merecen, así como de que los pobres merecen la pobreza. Como estamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de la igualdad de oportunidades la transforma en muy desigual, muy violenta y muy poco solidaria. Hoy la concepción de las desigualdades sociales en Estados Unidos, Canadá y Europa está basada únicamente en la discriminación, es decir, en los obstáculos al mérito. Es verdad, pero no hay que olvidar que si un obrero está mal pagado no es porque no tenga mérito, sino porque está siendo explotado.

-¿Hay alguna manera, dentro del sistema capitalista en el que estamos, de encontrar un equilibrio entre la igualdad y el mérito?
-Es verdad que estamos dentro de una economía capitalista y en ella estaremos por un largo tiempo, pero el capitalismo no determina la sociedad como una fatalidad. Canadá y Estados Unidos tienen exactamente la misma economía capitalista, pero las desigualdades sociales son dos veces menores en Canadá que en Estados Unidos; la inseguridad no existe en Canadá; los canadienses gastan menos que Estados Unidos en la salud y tienen mejor servicio; la escuela canadiense es muy igualitaria, la escuela estadounidense no lo es en absoluto. Lo que nos quieren hacer creer los liberales, de un lado, y lo que en Francia se llama "la izquierda de la izquierda", por el otro, es que hay una fatalidad capitalista, pero la historia social muestra que no la hay. En el interior de las sociedades siempre hay capacidad de acción.

- ¿Qué le critica a la igualdad de oportunidades?
-En Europa y Estados Unidos hay un cambio de concepción de la justicia social. Cuando se piensan las desigualdades en términos de "patrón-obrero", se piensa en una desigualdad de posiciones sociales, pero cuando se razona "mujeres, jóvenes, inmigrantes", como ahora, se hace en términos de discriminación. Hemos luchado mucho contra la discriminación de las mujeres y hemos logrado que las mejores mujeres asciendan pero no hemos disminuido las desigualdades entre las posiciones sociales. Si yo quisiera realmente reducir las desigualdades entre mujeres y hombres, subiría los salarios de las cajeras de supermercados, que son puestos femeninos en general. Hay pocos puestos de jefe de Estado. Si la secretaria está bien pagada y nunca llega a gerenta, es menos grave que si está mal pagada y nunca alcanza un puesto gerencial.

-En general se afirma que la escuela puede cada vez menos reducir las desigualdades sociales, pero usted dice que las profundiza.
-Hay países como los escandinavos, los asiáticos, Canadá, en cierta medida Inglaterra, en los cuales la escuela reduce las desigualdades sociales. Y hay países en los cuales hay menos desigualdad en la escuela que en el resto de la sociedad. Varios factores lo explican. Primero, la repartición espacial de las desigualdades sociales. En las ciudades donde los ricos y los pobres viven separados, las desigualdades escolares prolongan las desigualdades sociales: los más ricos van a las mismas escuelas, lo mismo ocurre con los más pobres. Hay un factor político: los países que más reducen las desigualdades sociales tienen una escuela común, no selectiva, entre los 5 y los 16 años. Y el tercer factor es que cuanto más decisivo es el rol de los diplomas en el acceso al empleo, más fuertes son la competencia social y las desigualdades escolares. Las buenas escuelas son las que dedican más esfuerzo a los alumnos con más dificultades. La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles. La verdadera dificultad hoy es tener una pedagogía individualizada. Los países con mejores resultados escolares son aquellos donde los docentes consideran que la igualdad social no es contradictoria con la individualización de los alumnos. Y los alumnos que no han tenido éxito en la escuela deben poder beneficiarse con otros tipos de formación. Cuando yo era chico, la escuela les decía a los hijos de obreros que probablemente iban a ser obreros, pero que la condición obrera iba a mejorar. Hoy se les dice que la situación obrera es mala; que si tienen méritos, saldrán de ella, pero si no los tienen, peor para ellos.
-Hoy hay un grave problema de deserción, sobre todo en la escuela media.
-En todo el mundo.

-Y hay quienes se preguntan por qué los chicos volverían a la misma escuela que abandonaron si no se generan condiciones para que regresen.
-Creo que el problema de la deserción, sobre todo en chicos a partir de los 12 o 13 años, debe hacer pensar por qué la cultura escolar parece no interesar a los alumnos, por qué sienten que pueden acceder a mucha información por sí solos. La escuela en este sentido es como la religión: ha perdido poder de seducción. Por otra parte, estamos en una sociedad que les dice a los alumnos que la escuela es indispensable para tener éxito en la vida, y en cuanto un número de estudiantes entienden que no van a lograrlo, no les interesa ir. Creo que hay que repensar completamente la escuela porque, al menos en Francia, se ha transformado en un espacio de competencia por tener trabajo. Hay dos peligros: el primero es decir que, ya que la sociedad es desigual, capitalista, egoísta, no hay nada que se pueda mejorar en la escuela, y la segunda es imaginar que la escuela puede resolverlo todo. Pero hay escuelas mejores que otras. Y no es solamente una cuestión de recursos.

-Aquí se destina mucho dinero para educación, pero los resultados no parecen acompañar esa inversión.
-En Francia se ha dado mucho dinero para educación y los resultados no son buenos, porque hemos retrasado la formación de los docentes y hemos perdido el coraje de hacer reformas. Los países que obtienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar. Hace treinta años ni los países escandinavos, ni Canadá, ni Inglaterra tenían buenos resultados, y empezaron de nuevo. Hace falta inteligencia, capacidad política y un Estado capaz de hacerlo. Sacar a los mejores alumnos de un barrio pobre y mandarlos a una buena escuela hace que las condiciones sociales se degraden, porque en el barrio pobre sólo quedan los peores alumnos. Se le hace justicia a un individuo, pero la justicia individual se vuelve una injusticia colectiva, porque se incrementan las distancias.

-La salvación individual no es la salvación colectiva, como usted escribió.
-Exacto. Hay que razonar como se hacía hace un siglo con la tuberculosis. La vencimos con vacunas pero fundamentalmente con agua corriente, buena alimentación, mejoras en las condiciones de la gente. Hoy vuelve la tuberculosis porque las condiciones de vida se degradan. Y creo que los gobiernos han renunciado a reparar eso. En Francia, al menos, la gente ya no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.

http://www.lanacion.com.ar/1377743-la-igualdad-de-oportunidades-es-una-ficcion