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viernes, 9 de junio de 2017

Brasil: El desmembramiento del programa contra la esclavitud más famoso del mundo

El 28 de marzo inspectores federales llevaron a cabo una redada en una remota granja del río Araguaia, que bordea el límite oriental del bosque tropical del Amazonas en Brasil. Descubrieron a una familia de cinco personas, incluido un bebé, que vivían en un cobertizo de ganado con ratas, ranas y murciélagos. Carecían de retrete o agua potable y les habían pagado 550 dólares por dos años de trabajo agrícola. “Nunca imaginé que saldría de esta situación”, le dijo a los investigadores el patriarca de la familia, Luiz Cardoso da Silva, de 69 años. “Pensé que mi vida se terminaba aquí”. El caso lo llevan ahora los fiscales federales, que tienen pensado incoar proceso.

Desde 1995, Brasil ha dispuesto de uno de los programas más celebrados del mundo para el rescate de unos 161.000 esclavos modernos, aproximadamente, y castigar a las empresas que les maltratan. Pero con intereses empresariales estrechamente alineados con el presidente Michel Temer y facciones poderosas en el Congreso brasileño, estas protecciones se están viendo severamente minadas. Muchos elementos clave — una lista negra pública de empresas culpables y leyes laborales que permiten el castigo de grandes empresas por la actuación de contratistas — están amenazados. Se está recortando el número de inspectores federales que llevan a cabo las redadas. Y una proposición de ley intenta cambiar la definición de esclavitud, aboliendo en palabras buena parte de la misma. “Hoy tenemos en Brasil algunas de las leyes más avanzadas del mundo para combatir la esclavitud moderna”, declara a OZY Ronaldo Fleury, fiscal jefe laboral de Brasil. “Pero nos enfrentamos a una regresión de 130 años. Estamos hablando de tratar a la gente como seres humanos”.

Los esclavistas transportaron a casi cinco millones de africanos a Brasil — más de diez veces la cifra de los enviados a los Estados Unidos — desde el siglo XVI y hasta la abolición de la esclavitud en 1888. Desde 1995, equipos itinerantes de inspectores han liberado a casi 50.000 personas, como Cardoso da Silva y su familia, de “condiciones análogas a la esclavitud”, que es la amplia definición legal del país de trabajo forzado, servidumbre por deudas, condiciones degradantes que violan los derechos humanos o trabajo excesivo que pone en peligro la vida o la salud. La esclavitud es absolutamente preponderante en el bosque tropical amazónico, en los ranchos de ganado, en los campos de carbón vegetal y en la deforestación y tala ilegales de la selva. “Las escuadras móviles han sido enormemente eficaces”, declara Ginny Baumann, alto directivo de programas del Fondo para la Libertad, un organismo filantrópico privado dedicado a acabar con la esclavitud. “Pero la ‘lista sucia’ es la que ha puesto a Brazil por delante de cualquier otro país al desincentivar a las empresas”.

Esa lista negra pública de empresas a las que han pescado recurriendo a trabajo esclavo es hoy objeto de repetidos ataques. En diciembre de de 2014, un grupo de presión empresarial persuadió, según se supo, al Tribunal Supremo para que suspendiera la publicación de la lista, que servía para avergonzar a los transgresores y permitía sanciones tales como la retención de préstamos de bancos del Estado. La resolución se produjo tras una petición de la Asociación Brasileña de Promotores Inmobiliarios (Abrainc), que comprende muchas de las grandes empresas de construcción, entre ellas una filial de la macroempresa brasileña Odebrecht, la cual reconoció haber mantenido un programa masivo de sobornos y ha sido condenada asimismo por recurrir a trabajo esclavo. El mes pasado, la empresa se avino a pagar una multa de 9,5 millones de dólares por la forma en que trató a cuatrocientos trabajadores brasileños en la obra de construcción de un ingenio azucarero en Angola.

Ese fallo se anuló en mayo de 2016, pero el Ministerio de Trabajo declinó volver a publicar la lista, pese a que las Naciones Unidas le urgieran a ello. Sólo meses después de acciones legales por parte de fiscales laborales volvió a publicarse de nuevo sólo con 68 nombres. “El Ministerio de Trabajo ocasionó todos los problemas que pudo para evitar la publicación de la lista”, afirma Leonardo Sakamoto, coordinador de Repórter Brasil, una organización no gubernamental que hace campaña para erradicar la esclavitud“. Ahora los bancos públicos que se atenían a la lista ya no saben si es fiable o si seguirá publicándose en el futuro”.

Otro golpe fue el asestado el 31 de marzo, cuando el presidente Temer firmó un proyecto de ley que permite a las compañías subcontratar actividades centrales. El 92 % de los casos de trabajo esclavo implica subcontratación, lo mismo que ocho de cada diez accidentes industriales. La empresa española Zara, la mayor cadena de tiendas de ropa al por menor del mundo, ha reconocido que existía trabajo esclavo en la cadena de suministro que confeccionaba su ropa en Brasil en 2011. Vale, una multinacional brasileña que es la mayor productora del mundo de mineral de hierro, se enfrentaba también a acusaciones de que sus conductores subcontratados en una mina se vieron sometidos a condiciones “desagradables” y obligados a trabajar 23 horas sin parar, con una pausa de sólo 40 minutos.

La nueva ley hará más difícil que los tribunales juzguen responsable a una empresa grande si subcontrata sus actividades centrales a una firma a la que se descubra recurriendo a trabajo esclavo. “Está claro que existe una agenda empresarial detrás de estos cambios” afirma Fleury, el fiscal. “La subcontratación es condición necesaria de la existencia de trabajo esclavo”.

Quienes apoyan la ley, que tendrá efectos de amplio espectro sobre la economía y los derechos de los trabajadores de Brasil, afirman que ayudará reducir los trece millones de desempleados y contribuirá a la competitividad. “En modo alguno crea esta ley problema alguno para los trabajadores”, afirma el patrocinador del proyecto de ley, el diputado federal Laércio Oliveira. “Muy al contrario”.

Otra ley que se debate en el Congreso podría recortar de modo significativo la definición progresista de esclavitud, eliminando la mención de condiciones degradantes que violan los derechos humanos o de exceso de trabajo que amenaza la vida o la salud. Sólo se considerarían esclavitud las situaciones que presenten cautiverio, coacción o castigo.

En enero, un informe del Ministerio Público Federal de Brasil, un organismo de fiscales públicos, declaraba que el cambio representaba “una enorme regresión social, pues se retraía de una concepción moderna del trabajo esclavo, relegándola puramente a la noción clásica de esclavitud como restricción exclusivamente de la libertad física”.

Los inspectores de trabajo de Brasil, un elemento crucial en la lucha contra la esclavitud, también se han visto afectados por la campaña de austeridad que ha barrido el gobierno federal. El Ministerio de Trabajo dispone ahora sólo de cuatro unidades móviles de inspección, frente a las nueve de 2009. El número de esclavos rescatados ha ido también descendiendo constantemente, desde un máximo de 5.999 en 2007 a 749 en 2016, aunque el año pasado registró una prolongada huelga de inspectores. La cifra de inspectores también ha descendido de modo semejante, de 3.142 en 2008 a 2.450 en la actualidad, de acuerdo con el SINAIT, su sindicato nacional. “La lucha contra el trabajo esclavo sufrirá, por supuesto, las repercusiones de una cifra menor de inspectores”, afirma un portavoz.

Los activistas se preguntan cuánta presión más puede aguantar el sistema. “Estamos sufriendo una blitzkrieg de ataques simultáneamente”, dice Sakamoto, el coordinador de la ONG. “Sólo esperamos que podamos llegar a 2018 con la lucha contra la esclavitud todavía en marcha”.

Matt Sandy joven periodista británico formado en la Universidad de Warwick, trabajó como reportero para el dominical The Mail on Sunday. Radicado en Rio de Janeiro desde 2012, colabora frecuentemente con revistas como OZY o Time, y en medios como Al Jazeera America. En Brasil ha investigado casos como la lucha de los indígenas munduruku para preservar sus tierras amazónicas de un proyecto de presa hidroeléctrica, el escándalo de corrupción de la mina de oro de Serra Pelada o el asesinato de más de cincuenta indigentes sin techo en la ciudad de Goiânia.

Fuente: OZY, 28 de abril de 2017
Traducción: Lucas Antón

http://www.sinpermiso.info/textos/brasil-el-desmembramiento-del-programa-contra-la-esclavitud-mas-famoso-del-mundo

jueves, 4 de mayo de 2017

_--ULTIMAS NOTICIAS DEL MACHISMO. Legalizar la subrogación de la maternidad (dicho más claro; que los ricos puedan alquilar los vientres) desembocará en la explotación de las mujeres pobres, que no podrán elegir con libertad.

_--LA MAYORÍA de las españolas de edades comprendidas entre los 20 y los 35 años no pueden tener hijos aunque lo deseen. Están en las condiciones óptimas para concebir, gestar y parir hijos sanos, con todas las garantías para su propia salud y la de sus bebés, pero el sistema no se lo permite. Muchas mujeres jóvenes son madres frustradas, sometidas a una variedad específicamente machista de la violencia que ejerce el mercado laboral contra los españoles de su edad. No tienen empleo o trabajan en condiciones precarias, con becas o contratos temporales que no les renovarán en el caso de que cometan la osadía de quedarse embarazadas. No tienen casa propia, ni perspectivas de independizarse, y saben que, en sus condiciones, la maternidad es una heroicidad que empieza en la cola del paro. Nadie tiene derecho a exigirles que sean heroínas.

En un país donde las bajas tasas de natalidad se perfilan como uno de los peligros del futuro, esta situación podría revertirse, o al menos paliarse, con políticas feministas. Legislando contra la brecha salarial, aprobando un permiso de paternidad obligatorio e intransferible, penalizando la discriminación laboral de las mujeres fértiles. Pero estas medidas, con las que, de boquilla, están de acuerdo todos los políticos, no se han llegado a proponer ni forman parte del programa de ningún partido. Podría parecer sorprendente que, en esta situación, se desarrolle una campaña a favor de la regulación de la maternidad subrogada. Podría parecerlo, pero no lo es.

Las mujeres siempre han gestado y parido hijos para que otros se los quiten. Antiguamente, era frecuente que las criadas embarazadas de sus señores se vieran forzadas a entregar a sus hijos e hijas a las señoras de la casa donde servían. En la posguerra, se les robaban a las presas políticas para regalárselos a buenas familias franquistas. Más adelante, el robo de niños y niñas se convirtió en un negocio. Esto forma parte de nuestra tradición, tanto como el mito de la libre elección integrará la tradición de nuestros descendientes. Quizás por eso, los comités de bioética que impiden que la clonación de seres humanos, siendo técnicamente posible, sea legal no se han preocupado por la dignidad de las personas a quienes ahora se pretende convertir en ganado de cría. ¿No son humanas? Sí, pero son mujeres.

La preocupación por el mal uso que pueda hacerse de los clones humanos no se aplica en este caso. Los partidarios de la maternidad subrogada alegan que su legislación impedirá una contraprestación económica y que las madres subrogadas decidirán libremente. Pero, con la autoridad que me otorga haber gestado y parido hijos, opino que la libre elección no existe. A mí, que he pasado por ese proceso, me resulta inconcebible que una mujer decida afrontarlo libremente, con o sin dinero de por medio, porque conviene recordar que el dinero no es la única moneda susceptible de comprar la voluntad de una persona. Y no estoy en condiciones de negar que puedan existir casos excepcionales, pero sí estoy segura de que legalizar la subrogación desembocará, inevitablemente, en la explotación de mujeres pobres, que venderán su fertilidad porque no podrán elegir con libertad. Cualquier elección entre la pobreza y un embarazo subrogado no puede considerarse de ninguna manera una elección libre. Espero que los expertos en bioética estén de acuerdo conmigo al menos en eso.

Con independencia del origen del espermatozoide y el óvulo fecundado, el vínculo entre una mujer gestante y el bebé que durante nueve meses forma parte de sí misma es tan profundo que negarlo me parece, como mínimo, un acto de ignorancia y, como máximo, un derroche de cinismo. Los hijos son de las mujeres que los gestan y los paren. Son suyos en sentido literal, puesto que no existirían sin ellas, porque han formado parte de su propio cuerpo y de él han nacido. Cualquier ley que otorgue más valor a un contrato, con contraprestación económica o sin ella, que a la voluntad de la madre de un bebé sería una ley injusta. Y algo más. Su aprobación abriría la puerta a una nueva variedad del machismo, un nuevo camino para ejercer violencia sobre las mujeres.

Tal vez no lo parezca, pero así es.

No es un derecho, y no se puede invocar como tal, que yo pueda alquilar por gusto los vientres de mujeres pobres. Pues ¿cuántas ricas consienten en embarazarse para otros u otras?
Disfrazar lo que es una necesidad, como acto de libertad, es no sólo un fraude, sino un abuso, una forma encubierta de vuelta a la esclavitud. El capitalismo quiere mercantilizar todo aunque sea camuflando su objetivo.

http://elpaissemanal.elpais.com/columna/almudena-grandes-noticias-del-machismo/

viernes, 9 de septiembre de 2016

Entrevista al cineasta Miguel Ángel Rosales, director de "Gurumbé, canciones de tu memoria negra". "España, con Portugal, es la que inicia la trata de esclavos"



El documental "Gurumbé, canciones de tu memoria negra" muestra a Sevilla como uno de los primeros destinos de los esclavos negros raptados en África y la influencia que esta población tuvo en la cultura andaluza.

Desde el siglo XV, personas negras raptadas en África fueron sometidas a la esclavitud. El largo episodio de la esclavitud negra en América es de sobra conocido y documentado, sin embargo, no es tan conocido que fue Andalucía uno de los primeros sitios a donde fueron llevadas muchas de estas personas. El documental 'Gurumbé, canciones de tu memoria negra', dirigido por el antropólogo y cineasta jerezano Miguel Ángel Rosales y producida por Intermedia, documenta el paso de la población esclava negra por Andalucía y su influencia en la cultura.

Hablamos con Miguel Ángel Rosales.
-Suena raro relacionar la esclavitud negra con Andalucía y, sin embargo, los primeros negros que fueron raptados de África para ser utilizados como esclavos sirvieron en Sevilla, ya desde el siglo XV.
¿Por qué esta amnesia?
-Hay varias cuestiones. Parece que todo el tema de la trata comienza en un momento concreto, a finales de siglo XV. Ya antes había habido esclavos en Europa, pero no de esta manera tan sistemática, como un valor de mercancía y con unos volúmenes tan tremendos. Lo que también cambia es el área geográfica de esos esclavos: antes había muchos africanos, pero también eslavos, prisioneros de guerra. Fueron los portugueses los que comienzan y los españoles fueron rápidamente a la zaga, desembarcando esclavos en el puerto de Sevilla. La historia no es sólo que fuera anterior a la trata atlántica, sino que todo el negocio se estaba haciendo desde territorio ibérico. Parte de ellos se llevaron a América, pero muchos se quedaron. No estamos hablando sólo de que fue debido a la gran demanda americana de mano de obra, sino que fue primero la demanda en Andalucía, y después en el resto de España. Sevilla se convirtió en un gran puerto esclavista, y después también Barcelona o Cádiz.

Sevilla, con la importancia que tomó con el comercio con las colonias americanas, se convirtió en una gran metrópoli. Comenzó a haber diferencia con la trata de plantación, aquí había cierta interacción con la población esclava, lo que no quita que se le diera un trato cruel y vejatorio. Hubo también muchos matrimonios mixtos, y de ahí se derivó una importancia cultural muy fuerte y se terminó formando una población afroandaluza. Ahora ya es marginal, pero hay algunas figuras afroandaluzas que llegaron a ser importantes.

Toda esta investigación está ahora surgiendo. La esclavitud en España se ha estudiado desde los 50, pero con unos estereotipos, viendo a la esclavitud como un objeto de ostentación o de lujo. Después se desmontó esa teoría y se comenzó a estudiar la interacción cultural. En Sevilla en el siglo XVI y XVII podía haber entre un 10 y 15% de población negra y mestiza, eso tuvo que tener una influencia fortísima. Donde se puede ver bastante a nivel de archivo es en el tema de las cofradías. Muchas de las primeras cofradías religiosas estaban formadas por negros esclavos. Hay arzobispos que forman estas hermandades y el esclavo las toma porque le permitía una visibilidad social y un lugar de reunión donde hacer comunidad, siendo una población totalmente marginada e invisibilizada. Comienzan a tener influencia en la música, Igual que muchos pueblos de África que tienen en la música y danza sus grandes expresiones artísticas, aquí, todos los principales bailes que surgen en la Península Ibérica vienen de los esclavos negros, como el cumbé [baile del preflamenco]. Se ve una relación con las colonias americanas y a formarse un sincretismo musical. Cuando nace el flamenco ya en el siglo XIX, arrastrando mucho de esto, haciendo síntesis de la música popular y creando casi la primera música moderna de Europa, lo hace con esos elementos, con un factor africano importantísimo. Por otra parte, en Sevilla hay actualmente una hermandad que se llama Los Negritos, y no mucha gente sabe que se llama así porque fue una hermandad de negros, y es la hermandad más antigua de Sevilla. Llegó un momento en el que se formó una lucha política y de grupos étnicos alrededor de las hermandades, y las clases altas lograron arrebatar ese sitio principal que tenían las hermandades de esclavos, y muchas de ellas desaparecieron. Había hermandades de esclavos en todos los sitios donde había población negra, como Cádiz o Jerez.

La población esclava negra tuvo gran protagonismo en las hermandades y cofradías sevillanas.

-¿Cómo ha sido trabajar en este documental, de qué fuentes te has servido?
-Yo he hecho la parte documentalista, he tirado de información de Arturo Morgado, Isidoro Moreno entre otros. Investigadores que ya llevan tiempo con este tipo de temas y dándole también otro enfoque más moderno que el que había en los años 50. Me he dedicado a reunir informaciones. A parte de que el tema me parecía fascinante, me sorprendía que no tuviera una repercusión más importante, que no hubiera nada a nivel divulgativo sobre esto. En España siempre se ha querido borrar todo lo relacionado con el genocidio y su papel en la trata de esclavos. España, con Portugal, es la que inicia la trata de esclavos, da el pistoletazo de salida y los holandeses e ingleses copiaron el modelo. Y aunque la esclavitud llega hasta el siglo XIX, España fue el último país en abolirla y hunde sus raíces hasta los años 60 con el franquismo, cuando se independizó Guinea Ecuatorial. Lo que es interesante del tema de la esclavitud, no como hecho histórico, es que creó un sistema productivo que llegó hasta donde justo se pudo porque la comunidad internacional tiraba de las orejas a España para que lo abandonara, y ha producido también toda una serie de estereotipos sobre el africano que aún hoy sigue viva y se proyecta sobre el fenómeno de la inmigración,

miércoles, 20 de abril de 2016

Angela Davis: “La pena capital es racista”. La activista que inspiró a Lennon defiende que la condena a muerte es herencia de la esclavitud. En un libro analiza el sistema carcelario en EE. UU.

Angela Davis es uno de los rostros más conocidos de la lucha contra el racismo en Estados Unidos desde hace medio siglo. Icono de los movimientos radicales de los sesenta, participó en los principios de los Panteras Negras, fue apartada de la universidad por declararse comunista y pisó la cárcel. John Lennon le dedicó una canción. Volvió a la universidad, primero en San José y luego en Santa Cruz (California), donde enseñó filosofía durante tres décadas. Las fotos de aquella joven de mirada desafiante se sobreponen en el imaginario colectivo a toda su vida posterior, pero Davis (Birmingham, Alabama, 1944) ha mantenido desde la universidad sus tesis contra el sistema carcelario y el racismo institucionalizado.

La editorial Trotta publica este año en España un volumen con dos ensayos previos, ¿Están obsoletas las prisiones? (2003) y Democracia de la abolición (2005), en colaboración con el profesor de filosofía Eduardo Mendieta. En ellos se resume buena parte de ese pensamiento. Estados Unidos tiene la población carcelaria más grande del mundo, por delante de China. Son 2,2 millones de personas entre rejas que cuestan más de 70.000 millones de dólares al año (62.720 millones de euros). Se trata de un “complejo industrial carcelario”, en palabras de Davis, que traza en sus escritos una línea que relaciona directamente las instituciones de la esclavitud con el sistema penal actual en Estados Unidos.

Un ejemplo concreto de esa herencia es la pena de muerte, una excepción norteamericana en el contexto de las naciones desarrolladas. “La persistencia de la pena de muerte como una forma habitual de castigo es uno de los ejemplos más dramáticos de cómo las consecuencias de la esclavitud siguen dando forma a nuestra sociedad”, explica Davis en una entrevista por correo electrónico. “La pena capital sobrevivió a la abolición de formas de castigo corporal obsoletas al convertirse en parte de las leyes de esclavitud. Por eso es una institución completamente racista, no solo porque se dirige de manera desproporcionada contra personas negras y de color, sino que además es una institución heredada de la esclavitud. Como ha señalado [la profesora y activista de los derechos civiles] Michelle Alexander, hay más hombres negros en prisión bajo control de la justicia criminal de los que había esclavizados en 1850”.

La reforma de un sistema penal que ha crecido de manera desproporcionada desde el endurecimiento de penas de los ochenta y los noventa está ya entre las prioridades de ambos partidos, con notables avances en el ámbito estatal en California y Texas. Davis, sin embargo, sigue apostando por el abolicionismo del sistema carcelario. “Después de décadas de organizarse radicalmente y de investigación académica, la crisis de las prisiones y la violencia policial finalmente se han convertido en asuntos del discurso público”, argumenta. Pero “el consenso se ha desarrollado a partir de reformas que se presentan como capaces de ‘arreglar el sistema’. Los abolicionistas consideran que no es una cuestión de hacer reformas menores, o incluso grandes, sino de desmantelar el sistema y reconstruir la justicia penal y los sistemas policiales, además de reconceptualizar y transformar la sociedad en su conjunto para que no tenga que apoyarse en la violencia institucionalizada”.

“El complejo industrial carcelario”, continúa, “consiste en una serie de relaciones entre cárceles, policía, empresas, medios y el Gobierno. Desmantelarlo requiere más que leyes”. Para Davis, la superpoblación es consecuencia de un enfoque neoliberal centrado en los beneficios de la industria. “El complejo industrial carcelario es un fenómeno global con ramificaciones en África, Latinoamérica y Asia”.

En el caso de Europa, afirma, se ve en su población de presos inmigrantes. “Desgraciadamente los europeos no están exentos de las consecuencias de la esclavitud transatlántica, y desde luego no lo están de las consecuencias del colonialismo. Francia, por ejemplo, ha establecido un Día del Recuerdo de la Esclavitud y el Comercio de Esclavos. Debería reconocerse que los refugiados de África siguen las mismas rutas del comercio de esclavos. Ciertamente, Europa está experimentando ahora los resultados de una larga historia de esclavitud y colonización”.

Los textos que se presentan ahora en España están escritos antes de que en Estados Unidos ocurriera algo impensable. En enero de 2009, un hombre de raza negra juró como presidente del país. Para alguien que estuvo en el inicio de movimientos como los Panteras Negras, en estos siete años la presencia de Barack Obama en Washington “ha tenido un impacto profundo en las percepciones sobre la raza y el racismo”. “Acabamos de embarcarnos en una conversación nacional después de varios intentos fallidos, primero durante la presidencia de Clinton, luego durante la campaña electoral de Obama y el primer periodo de su presidencia. Desgraciadamente, Obama ha sido frenado por poderosos críticos que equiparan cualquier intento por su parte de discutir sobre raza con sus preocupaciones personales como primer presidente negro”.

Davis sigue con especial interés, sin embargo, la última expresión de la comunidad negra en las calles. El movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importa), surgido a partir de una serie de muertes violentas de afroamericanos a manos de la policía, “ha emergido en el espacio contradictorio creado por el hecho de una presidencia negra y la aparente incapacidad de esa presidencia para llevar a cabo ningún gran cambio respecto a la persistencia del racismo”, opina Davis. “La pregunta que yo me haría sobre esto es por qué ha tardado tanto en emerger un principio de movimiento de masas. Pero claro, uno no puede predecir cuándo se van a dar juntas las condiciones para producir una encrucijada histórica como la que se vio en las protestas de Ferguson” (agosto de 2014).

Un movimiento como Black Lives Matter es “precisamente lo que necesitan las comunidades negras en Estados Unidos, es lo que necesita el país”. “No podemos asumir que el racismo es sobre todo un problema para aquellos que lo padecen. El racismo distorsiona y corrompe instituciones y mentes, crea una asunción de superioridad, produce el privilegio blanco. Hay quienes creen que el eslogan Black Lives Matter tiene una connotación particular, pero no podría ser más universal. Decir simplemente All Lives Matter es ignorar hasta qué punto las vidas negras y de color son objeto de racismo y represión. Decir que las vidas negras importan, sin embargo, es proclamar que en efecto todas las vidas importan”.

En una época en que las imágenes de violencia policial contra personas de raza negra se distribuyen a una velocidad y a una cantidad de gente como nunca antes, sin embargo no ha surgido un movimiento violento organizado como ocurrió en los sesenta. “La historia en realidad nunca se repite”, responde Davis. “Las condiciones son hoy muy diferentes. La mejor manera de recordar el 50º aniversario de los Panteras Negras este año es reconociendo que hoy necesitamos movimientos que reflejen los cambios sucedidos en esos 50 años, especialmente el auge de nuevas tecnologías de comunicación, la vasta influencia de las redes sociales y la agudización de las contradicciones de riqueza y pobreza”.

Tras siete años de Barack Obama, parece haber una reacción de una parte de la derecha de Estados Unidos que se ha entusiasmado con un candidato abiertamente xenófobo y que coquetea con los prejuicios más básicos. “Es increíble que tengamos un candidato republicano que quiere prohibir a los musulmanes entrar en el país y que califica a los mexicanos de violadores y asesinos. El racismo de Donald Trump está animando a todo tipo de racismos al igual que una relación sin complejos con el fascismo”, considera Davis.

En este sentido, Davis no cree que el racismo contra los negros y el que sufren los hispanos tenga las mismas causas profundas, pero sí que su reacción podría ser parecida. “A pesar de que la historia de los latinos y la de los negros se cruzan, incluido el hecho de que un número importante de latinos son de ascendencia africana, hay diferencias. Igual que la colonización y la esclavitud son diferentes, aunque profundamente relacionadas históricamente, esas gentes cuyos ancestros fueron objeto de estas formas de represión sufren diferentes formas de opresión. Juntar a esas dos comunidades en movimientos contra el racismo requiere, por ejemplo, un mayor compromiso en las comunidades negras en el apoyo a los derechos de los inmigrantes”.

Desde la experiencia de medio siglo de activismo y trabajo académico, Angela Davis no cree que sean posibles las sociedades en las que idealmente la gente fuera ciega a los colores. “No creo que debamos luchar por una sociedad en la que la raza esté completamente ausente. De hecho, no creo que sea posible revertir el desarrollo de la historia, hacer como si la esclavitud nunca hubiera existido, como si la colonización de las Américas, África o Asia nunca hubiera ocurrido”. Pero sí se puede seguir aspirando a una sociedad “libre de jerarquías raciales, desigualdades raciales o violencia racial. Es el racismo lo que debemos expulsar de nuestras sociedades”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/28/babelia/1459189843_207458.html

domingo, 12 de octubre de 2014

El Nobel de la Paz de este año encumbra la escolarización como motor del desarrollo pacífico



La concesión del Nobel de la Paz a los activistas Kailash Satyarthi y Malala Yousafzai el viernes premia la lucha por la escolarización universal y los derechos de los niños. Satyarthi, de 60 años, trabaja para acabar con el trabajo infantil y liberar a los menores de la esclavitud. Malala, de 17, es una férrea defensora del derecho de todos a la educación, en especial de las niñas. Todavía hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo, aunque la cifra se ha reducido desde los 246 millones que había en el año 2000. También se ha conseguido el 90,7% de escolarización en la primaria, pero aún quedan 60,7 millones de chavales fuera de las aulas.

“Los niños debe ir a la escuela y no ser explotados económicamente”, declaró Thorbjorn Jagland, el presidente del comité Nobel, al anunciar el galardón. “Es un prerrequisito para el desarrollo global y pacífico que se respeten los derechos de los niños y los jóvenes. En las zonas afectadas por conflictos en particular, la violación de niños lleva a la continuación de la violencia de generación en generación”, añadió.

No son sólo palabras. De acuerdo con el Banco Mundial “la educación es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad, y sienta las bases para un crecimiento económico sostenido”. Las cifras de los avances alcanzados en lo que va de siglo son impresionantes. De 655 millones de niños escolarizados en primaria en el año 2000 (el 84,5%) se ha pasado a 691 millones en 2010 (el 90,7%). Sin embargo, todavía quedan 60,7 millones fuera de las aulas, más de la mitad en el África Subsahariana y un quinto en el Sur de Asia, de donde proceden los dos premiados. La cifra se dispara hasta los 386,5 millones si se añade la secundaria.

... Lo que sí influye es la situación económica de las familias, que en muchas zonas del mundo no pueden permitirse renunciar a los ingresos que aportan los niños. De ahí las espeluznantes  cifras que ha recogido la Organización Mundial del Trabajo, y que ayer mencionaba Jagland al anunciar el Nobel de la Paz. A pesar de que el número total de niños trabajadores se haya reducido un tercio desde el año 2000, quedan aún 168 millones de pequeños explotados, 85 millones de ellos en trabajos peligrosos. La mayoría, 78 millones, se concentra en Asia y el Pacífico, donde constituyen un 9,3% de la población infantil; pero, al igual que con la escolarización, es el África Subsahariana donde la incidencia es mayor, casi un 22% de sus niños trabajan (59 millones)... Fuente: El País.

MÁS INFORMACIÓN

viernes, 18 de abril de 2014

Rescatadas por la educación

Miles de niñas en Etiopía escapan de una vida de pobreza y sumisión gracias al apoyo recibido por una ONG estadounidense para su escolarización en 26 escuelas

“Casi 800 mujeres mueren todos los días por causas que hubieran podido evitarse con la prevención, relacionadas con el embarazo y el parto. Si todas las mujeres terminaran el ciclo de la enseñanza primaria, la mortalidad materna disminuiría en un 66%, salvándose así 189.000 vidas por año”, según el último informe publicado por Naciones Unidas sobre la “Educación para todos”.

En 2006, el Gobierno de Etiopía revisó la ley de la familia y se estableció como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años. Esto facilitó la labor de esta ONG en la escolarización de las niñas ayudando a garantizar el cumplimiento de esta ley evitando el matrimonio precoz y los partos prematuros que derivan frecuentemente en tragedias como la fístula obstétrica o la muerte del niño e incluso de la madre.

“Estas niñas de familias tan pobres, si no fueran al colegio, estarían prostituyéndose o sirviendo en Sudáfrica o Arabia Saudí o trabajando en sus granjas”, apunta Getu Mengistu, jefe de recursos externos y monitorización de fondos del Departamento de Educación en el estado de Oromía.

Penzeb Habtamy, que vive en la remota localidad de Dera, es la alumna más brillante de Bitotsa School, nos cuenta: “Duermo tres horas al día, el resto del día estoy estudiando o en clase. No podía ir a la escuela porque tenía que trabajar con mi padre en el campo. Cuando Trampled Rose me encontró, no tenía esperanza. Ahora no tengo que preocuparme de encontrar comida, puedo estudiar. Siento que he vuelto a nacer”.

Penzeb será la primera estudiante de estas cinco mil niñas en ir a la universidad. Ya tiene garantizado el acceso y estudiará medicina. Gracias a Trampled Rose, algunas niñas de Etiopía pueden cambiar su mirada de profunda tristeza a una de ilusión.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/04/14/planeta_futuro/1397486760_026368.html

sábado, 8 de febrero de 2014

Ayer noche vi la película Amazing Grace, basada en la historia de William Wilberforce el parlamentario antiesclavista inglés.


En 1797, William Wilberforce, el gran defensor de la abolición británica de la esclavitud, se toma unas vacaciones debido a su salud, mientras está más enfermo de corazón a causa de su frustración. Sin embargo, gracias el encuentro con la encantadora Barbara Spooner, Wilberforce conoce a un alma gemela para compartir la historia de su lucha. Con pocos aliados, como su mentor, John Newton, un capitán de barco de esclavos que se hizo sacerdote arrepentido por lo que vió, y escribió el gran himno "Amazing Grace", el Primer William Pitt, y Olaudah Equiano, el antiguo esclavo erudito convertido en escritor. Wilberforce lucha infructuosamente contra la indiferencia pública y la oposición adinerada decidido a mantener sus explotaciones segura. Sin embargo, Wilberforce encuentra inspiración en el nuevo amor que rejuveneció la lucha con nuevas ideas que conducirían a una gran victoria para la justicia social, el fin del comercio de esclavos en el Imperio Británico.

Wilberforce fue un miembro, profundamente religioso, del parlamento Inglés y reformador social que fue muy influyente en la abolición de la trata de esclavos y, finalmente, la esclavitud en el Imperio Británico.

William Wilberforce nació el 24 de agosto 1759 en Hull, hijo de un rico comerciante. Estudió en la Universidad de Cambridge, donde comenzó una amistad duradera con el futuro primer ministro, William Pitt el Joven. En 1780, Wilberforce se convirtió en miembro del parlamento por Hull, y después representó al condado de Yorkshire. Su estilo de vida disoluto cambió por completo cuando se convirtió en un cristiano evangélico, y en 1790 se unió a un grupo conocido como el secta de Clapham. Su fe cristiana lo llevó a interesarse en la reforma social, en particular la mejora de las condiciones de las fábricas en Gran Bretaña.

El abolicionista Thomas Clarkson tuvo una enorme influencia en Wilberforce. Él y los demás estaban haciendo campaña para poner fin al comercio de buques británicos que transportaban esclavos negros de África, en pésimas condiciones, a las Indias Occidentales como mercancías que se compran y se venden. Wilberforce fue persuadido para presionar a favor de la abolición de la trata de esclavos y durante 18 años presentó con regularidad proposiciones de leyes de los movimientos contra la esclavitud en el parlamento. La campaña fue apoyada por muchos miembros de la secta de Clapham y otros abolicionistas que difundieron el conocimiento público de su causa con folletos, libros, manifestaciones y peticiones. En 1807, el comercio de esclavos fue finalmente abolido, pero esto no liberó a los que ya eran esclavos. No fue hasta 1833 que se aprobó una ley que dió la libertad a todos los esclavos en el Imperio Británico.

Otros esfuerzos de Wilberforce para "renovar la sociedad" incluyeron la organización de la Sociedad para la Supresión del Vicio en 1802. Trabajó con la reformadora, Hannah More, en la Asociación para la mejor observancia del domingo. Su objetivo era proporcionar a todos los niños una educación regular en la lectura, la higiene personal y la religión. Él participó activamente con la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales. También jugó un papel decisivo en el fomento de los misioneros cristianos para la India.

Wilberforce se retiró de la política en 1825 y murió a los 74 años el 29 de julio de 1833, poco después de que la ley de liberación de los esclavos en el imperio británico fuera aprobada por la Cámara de los Comunes. Fue enterrado junto a su amigo Pitt en la Abadía de Westminster. Fuente: BBC

La esclavitud en España fue abolida en el territorio peninsular en 1837, pero continuó en las colonias españolas hasta finales del s. XIX (en Puerto Rico hasta 1873 y en Cuba hasta 1880).

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El pesado cargamento de las "mujeres mula" en Melilla

Todos los días, miles de mujeres deben llevar pesados cargamentos de mercancías para sobrevivir en el enclave español de Melilla.
Ellas son conocidas como las mujeres mulas. Todos los días llevan sobre sus espaldas pesadas cargas entre la frontera de España y Marruecos en el norte de África.

Melilla es un importante punto de entrada de mercancía y si las mujeres pueden llevarlas sin ningún tipo de ayuda, entonces no pagan impuestos.
Muy temprano una polvareda rodea la valla de seis metros que separa a Melilla de Marruecos debido a la frenética actividad de quienes preparan las mercancías para cruzar la frontera.
Hay miles de personas y el ruido es ensordecedor, una cacofonía de motores y gritos. En esas bolsas enormes llevan ropa de segunda mano, telas, artículos para el hogar y de higiene personal, todo destinado al mercado marroquí y mucho más allá.
Mujeres mula en Melilla, norte de África Este pesado trabajo es el único sustento que tienen estas mujeres cabezas de hogar para sobrevivir.
Los paquetes están por todos lados, envueltos en tela de saco y atados con cintas y cuerdas. Bajo ellos, ocultas por una carga que las dobla en tamaño, las mujeres "cargadoras".
Esta actividad comercial tiene lugar a diario en el barrio Chino, un cruce fronterizo sólo para peatones. Mientras una mujer pueda físicamente acarrear la carga, se clasifica como equipaje personal, así que Marruecos lo deja entrar sin impuestos.
Las mujeres tienen el derecho a visitar Melilla porque viven en la provincia marroquí de Nador, pero no pueden residir en el territorio español.
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De Nador a Melilla
Latifa se forma en una de las ruidosas filas que forman cientos de mujeres. Pone en el suelo su carga, 60 kilogramos de ropa usada. Por transportarlos va a recibir US$4.
Lleva en este trabajo 24 años, pero no es algo que disfrute.
"Tengo una familia que alimentar", explica. "Tengo cuatro hijos y no tengo marido para que me ayude, me divorcié de él porque me pegaba".
En cuanto la fila se mueve hacia adelante, ella desaparece en el mar de las mercaderías.
Son muchas las cargadoras divorciadas, madres solteras que tienen que hacerse cargo de su familia como Latifa.
(Mapa de Melilla, enclave de España en Marruecos)
Para mujeres como ella, la vida es difícil en la tradicional sociedad marroquí. Muchas veces, el de cargadoras es el único trabajo que consiguen. Algunas hacen hasta tres o cuatro viajes al día, desde el barrio Chino a Marruecos, con hasta 80 kilos a sus espaldas.

Con la vida a cuestas
Lo que ganan depende de lo que puedan cargar. Además, muchas se quejan de que tienen que sobornar a los guardias marroquíes.
En Melilla hay un debate público acerca de si se debería seguir permitiendo que esta actividad comercial continúe tal como está.
"Estas son mujeres que arriesgan su vida, nos han tocado muertes a consecuencia de la dureza física del trabajo. Se hace en condiciones de semiesclavitud", dice Emilio Guerra, del partido Unión Progreso y Democracia.
"Lo que nos gustaría es que trabajen bajo condiciones que no sean tan precarias", agrega.
Guerra considera que Melilla debe cambiar su modelo económico y ser menos dependiente del comercio, en lo que no está de acuerdo Jose María López, asesor en negocios del gobierno local.
"Hay consecuencias muy positivas en la actividad comercial. Para algunas porteadoras es la única posibilidad de ganarse la vida. Por supuesto que es un trabajo muy duro, pero algunas ganan más de la media de los trabajadores marroquíes", afirma.

España en el norte de África
Ceuta y Melilla, zonas de Europa en el norte de África, forman parte de España desde hace 500 años. Madrid dice que los enclaves urbanos son parte integral del país. Estos limitan con Marruecos, que a través de sus líderes afirma que es una posesión de origen colonial y reclama soberanía sobre ellos.
Los enclaves están protegidos con mallas, con el propósito de detener la inmigración ilegal. Pero Ceuta y Melilla continúan siendo un escalón para llegar a España.
El turismo es un importante generador de recursos con las mercancías libres de impuestos que atraen a miles de visitantes. Y los beneficios que da el comercio a otros miles de marroquíes y sus familias –los que venden la mercancía en sus tiendas o las exportan a países más al sur– son enormes.
López estima que este comercio informal supone más de US$400 millones para Melilla, a lo que se refiere como ingreso "atípico". Otros lo llaman "contrabando" que creen que mueve hasta el doble.

De vuelta al barrio Chino, el ambiente se torna medio histérico, las puertas de la frontera cierran a mediodía, así que empieza a crecer la presión para ir a Marruecos y volver para la próxima consigna.

"Está un poco tranquilo hoy", comenta Arturo Ortega, guardia civil (policía militarizada) encargado de mantener el orden y evitar las avalanchas humanas.
"Si vinieras todos los días, empezarías a pensar que esto es normal, pero no lo es".
No muy lejos, Hasna se apoya en una barrera, sin carga en sus espaldas. Frente a ella, un grupo de hombres jóvenes están cargados hasta el tope.

"Están ocupando nuestro lugar", se queja. Tradicionalmente quienes cargaban eran mujeres, ahora tienen la competencia de jóvenes desempleados, y Hasna tiene problemas para atravesar la multitud y tomar su paquete.
Tiene un hijo y un marido enfermo, está embarazada de seis meses, pero toma su carga sin miramientos. Nada la detiene.
"Si hago un viaje hoy, me van a pagar 5 ó 6 euros (US$6,8 o US$8,2)", dice. "Si pudiera encontrar otro trabajo, limpiando casas o cocinando, no haría esto. Pero de momento, no tengo otra opción".
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"Lo odio, pero lo necesito. "Portadora en Melilla María es una de las "mujeres mula". Ella tiene cáncer de seno y una pierna lastimada.
También mirando a los hombres está María, que llama la atención porque tiene que apoyarse en una muleta.
No es usual en las cargadoras, pero María habla algo de español y explica que se lesionó la pierna al caerse mientras hacía fila. También tiene cáncer de mama.
Llevaba toda la mañana en el barrio Chino, pero cuando vio el caos y del desorden se dio cuenta de que no se sentía en condiciones de trabajar. Regresará a su casa sin haber hecho nada de dinero.
Ella vive justo al otro lado de la frontera con Melilla, en Beni Enzar. Su casa tiene dos habitaciones y las comparte con sus tres hijas. No tiene agua corriente, pero el vecino le permite recoger agua de su grifo.
María estuvo casada y trabajó como camarera, pero hace cuatro años su vida comenzó a desmoronarse. Después de que le diagnosticaran el cáncer, su marido la dejó. Ya estaba embarazada de su hija menor.
"El médico dijo que iba a perder al bebé con el tratamiento, pero nació viva, así que la llamé Malak, que significa ángel".
Mientras habla, sus dos hijas mayores escuchan. Ninguna va a la escuela, se quedan en casa cuidando de su hermana mientras su madre va al barrio Chino. Se preocupan por ella.
"Esta no es la primera vez que se lesiona la pierna. El doctor le dijo que ella no debe cargar nada pesado", dice Ikram, una de las hijas de María. "Ella solo trabaja en eso para que nosotras podamos comer".
A María la atormenta la idea de que sus hijas también acaben como cargadoras. "Sería mejor para ellas que se casaran, este trabajo es peligroso y no hay dignidad en él. Lo odio, pero lo necesito".
Y luego Sanaa, de 13 años, pone una pequeña patineta en la mesa. María sonríe. Eso la ayudará a llevar con más facilidad la carga de mañana.

Ceuta y Melilla,
Zonas de Europa en el norte de África, forman parte de España desde hace 500 años. Madrid dice que los enclaves urbanos son parte integral del país. Estos limitan con Marruecos, que a través de sus líderes afirma que es una posesión de origen colonial y reclama soberanía sobre ellos.
Los enclaves están protegidos con mallas, con el propósito de detener la inmigración ilegal. Pero Ceuta y Melilla continúan siendo un escalón para llegar a España.
El turismo es un importante generador de recursos con las mercancías libres de impuestos que atraen a miles de visitantes. Fuente: BBC.
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jueves, 17 de octubre de 2013

La esclavitud no se regula. Se declara ilegal y se combate

Gustavo Duch Guillot La Jornada


Que pocas corporaciones globales y fondos capitalistas estén sistemáticamente pertrechando crímenes ecológicos y sociales en todo el mundo –en forma de explotación de minas a cielo abierto, expulsando pueblos de sus moradas, privatizando zonas marítimas o acaparando las semillas– sólo se explica por una perfecta arquitectura de impunidad construida con la complicidad de gobiernos neoliberales, que, como un sastre particular, tallan a su medida legislaciones que les protege y favorece. Por si tales mecanismos no fueran suficientes, las propias empresas se acicalan con maquillajes color verde solidario en tiernos espots publicitarios donde explican su compromiso con el planeta y la humanidad. Bajo esta farsa –insitucionalizada con el apelativo de Responsabilidad Social Corporativa (RSC)– encontramos al BBVA, Unión Fenosa, Repsol o Iberdrola, qué más da, presumiendo de lo que no son: empresas comprometidas con la calidad de vida de las personas, con el cuidado del medio ambiente, o una empresa que escucha a la gente.

El mecanismo siempre es parecido. Primero se comete el delito, explotar mano de obra o expoliar recursos naturales. A continuación, como es lógico, llegan las denuncias, los reclamos, la lucha y se deja en evidencia a tales corporaciones, y entonces, éstas contratacan con directores de marketing en las cocinas que le dan la vuelta a la tortilla. Nuestros negocios –dicen entre fogones– favorecerán el desarrollo de la zona. Y finalmente llegamos a la fase más perversa, cuando instituciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales avalan y promocionan el elegante vestido de la prestigiosa marca RSC.

En este punto nos encontramos ahora, cuando el ya bien conocido y denunciado fenómeno de acaparamiento de tierras está encontrando en el Banco Mundial, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en algunas ONG una inverosímil legitimidad bajo el eufemismo de inversión agrícola responsable. Fíjense en la trampa semántica, es la clave. Cuando el hacerse con tierras campesinas –se calcula que al menos 80 millones de hectáreas en todo el mundo han pasado al control de grandes corporaciones, fondos de inversión e incluso gobiernos extranjeros, generando enormes desplazamientos de personas que pierden sus raíces y su sustento– cambia de nombre, y ya no es acaparamiento, sino inversión, rápidamente se justifica tremenda injusticia. Eso es lo que hay detrás de nuevos protocolos y regulaciones voluntarias que estas instituciones proponen para descatalogar lo que son injustos e inaceptables acaparamientos y colocarlos en la categoría siempre bien vista de inversiones y sus supuestas bondades.

Los argumentos que defienden este tipo de regulación dicen que permite diferenciar entre negocios hechos con buenas intenciones, que generan empleo y economía, de los claramente acaparamientos y todos sus estigmas, algo muy parecido a quienes justificaban la esclavitud porque había buenos amos que mucho cuidaban del bienestar de sus siervos. Pero, como dice GRAIN: La esclavitud no se regula, se declara ilegal. De la misma manera, cualquier enfoque serio para luchar contra el hambre y la pobreza requiere garantizar a los pueblos el control sobre sus tierras y territorios, no directrices y reglas sobre qué puedan hacer las corporaciones y los inversionistas extranjeros para trabajar para sí mismos. Lo que necesitamos no es inversión responsable en tierras agrícolas, sino restitución. Por esto queremos decir que en vez de tratar de hacer funcionar esta nueva tendencia de financializar la tierra agrícola, se necesita detener estos negocios y revertirlos, restituyendo las tierras a las comunidades que vivían de ellas.

En esta línea también se han pronunciado los movimientos sociales de América Latina y el Caribe (entre ellos CLOC-La Vía Campesina y el MAELA) reunidos el pasado 7 y 8 de agosto en Bogotá, Colombia, en una consulta continental para discutir sobre el concepto de inversión agrícola responsable. Allí afirmaron que se deben rechazar cualquier medida que siga promoviendo o justificando el crecimiento de la agricultura industrial y agroexportadora, como la que se desarrolla en los acaparamientos de tierra. Y que, en cambio, se necesita fortalecer, en todo el mundo, el enfoque de la soberanía alimentaria, basada en una agricultura gestionada por las propias comunidades, de pequeña escala y para los mercados locales.

De acuerdo, los acaparamientos no se regulan se declaran ilegales.
Gustavo Duch Guillot. Coordinador de la revista Soberanía alimentaria, biodiversidad y culturas
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/10/15/index.php?section=opinion&article=022a1pol

lunes, 23 de septiembre de 2013

23 de septiembre, Día Internacional contra de la Explotación Sexual y Trata de Personas. Contra la esclavitud y la explotación sexual, ¡ni un paso atrás!

Colectivo Feminista Trece Rosas

Hoy, Día Internacional contra de la Explotación Sexual y Trata de Personas, desde el Colectivo Feminista Trece Rosas, manifestamos nuestro compromiso en la lucha contra cualquier forma de esclavitud y violación de los derechos humanos. La trata de personas con fines de explotación sexual afecta a todas las regiones del mundo, especialmente a las más pobres, siendo especialmente vulnerables mujeres, niñas y niños de Europa del Este, África o América Latina y Asia.

Organismos internacionales como la OIT estiman que la esclavitud con fines de explotación sexual afecta cada año a unas 2.500.000 personas, constituyéndose como un mercado humano transnacional que genera miles de millones de dólares anuales, situándose en el tercer lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, tras el tráfico de drogas y de armas.

Las víctimas de este crimen ven privados sus derechos más básicos, como el derecho a la vida, a la seguridad, a la integridad física, a vivir sin sufrir violencia, a la libertad sexual y reproductiva, o a tener una infancia y adolescencia libres, entre otros muchos. También son forzadas a prácticas crueles como abortos forzados, matrimonios serviles, mendicidad y trabajos forzados, e incluso a la extracción de órganos.

Además de ser una grave violación de los derechos humanos, la trata de personas con fines de explotación sexual es violencia machista. Aproximadamente el 90% de sus víctimas son mujeres y niñas en situaciones de especial vulnerabilidad, explotadas sexualmente en el negocio mundial de la prostitución. Estas mujeres, son objeto de tratos degradantes e inhumanos, por parte de las redes y mafias así como por parte de los hombres que compran mujeres en el mercado prostitucional.

Es de vital importancia concienciar a la sociedad de que los hombres consumidores de prostitución son cómplices de esta esclavitud inhumana y responsables de su existencia. Con su comportamiento, favorecen la extorsión, la explotación, la opresión, los malos tratos y la violencia que sufren las víctimas de la trata de personas.

La prostitución es una forma más de violencia de género que afecta a las mujeres por el hecho de serlo. Y en particular a las mujeres pobres o en situación de vulnerabilidad social, principales objetivos de las redes y mafias de trata de personas.

Ante este problema, desde el Colectivo Feminista Las Trece Rosas reivindicamos:

Que los poderes públicos sitúen los derechos de las víctimas de trata dentro de sus prioridades políticas, para darles una atención adecuada que garantice su protección, asistencia y reparación de los daños sufridos.

Compromiso de todos los agentes implicados en el problema, especialmente cuerpos y fuerzas de seguridad y del sistema judicial, para castigar este crimen sin hacer pasar a las mujeres por una doble victimización.

Visibilización de la violencia sufrida por las víctimas de la trata con fines de explotación sexual, tanto por parte de las redes y mafias como en los círculos de la prostitución, y aumentar los niveles de protección para aumentar las denuncias de dichos delitos.

Sensibilización por parte de los medios de comunicación, evitando la publicación de anuncios de contactos, que encubren en muchos casos a redes organizadas de explotación sexual.

Rechazo social de la prostitución y de cualquier forma de explotación sexual.

Reconocimiento legal de la prostitución como violencia de género y como base de la existencia de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Rechazo social del demandante de prostitución, principal causante de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Trabajar en el ámbito de la prevención incidiendo en las raíces culturales de la demanda de prostitución.

Contra la esclavitud y la explotación sexual, ¡ni un paso atrás!

sábado, 31 de agosto de 2013

La prostitución, un análisis anticapitalista

Reseña del libro "La prostitución" de Beatriz Gimeno,
Ángela Solano. La Hiedra.
La prostitución Beatriz Gimeno.
Edicions Bellaterra, 2011.   304 pgs, 22€

La prostitución, un análisis anticapitalista
Despenalizar o no regular en absoluto, ese suele ser el centro del debate. Gimeno abarca el tema ahondando en el auténtico significado de la prostitución, qué la origina y cuál es su función hoy día.

Abarcar el tema de la prostitución y hacerlo desde una postura verdaderamente feminista no es tan sencillo como puede parecer. Prueba de ello son los enconados debates que se dan entre abolicionistas y regulacionistas. Beatriz Gimeno, licenciada en Filología semítica y archivística y activista del movimiento feminista y LGTB, analiza en su libro La prostitución toda esta problemática, enfrentando y cuestionando ambas posturas para tratar de establecer una propuesta de mínimos que pueda ser compartida por ambas como punto de partida.

Plusvalía de género y estigma social
Para Gimeno, la clave reside en las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres a través de la prostitución, lo que impide considerar el sexo como una mercancía más, ya que posee unos significados simbólicos concretos. La prostitución hunde sus raíces en las dicotomías de género y sus desigualdades, en la división sexual del trabajo y la normatividad del heterosexismo, pero también es una cuestión de clase, en la que las personas inmigrantes suelen padecer una mayor vulnerabilidad. Según Gimeno, estos son los ejes que vertebran la prostitución; para ella no se trata de comprar sexo, sino de comprar poder y simular una fantasía de dominación que reafirma la masculinidad hegemónica. A este concepto lo llama “plusvalía de género”.

Muchas dirán que la prostitución no es un problema de género porque también hay prostitutos, pero esta división sexual del trabajo donde ellas son aquello que ellos desean no es reversible. Aunque las mujeres sean usuarias de prostitución, no compran plusvalía de género, ya que no reafirman su feminidad mediante el sexo.

Gimeno también habla del “estigma social” que recae sobre las mujeres que practican la prostitución, ya que muchas feministas piensan que esa es la raíz del problema y por eso piden la consideración de la prostitución como un trabajo más. Quienes así lo hacen caerían en dos contradicciones. La primera es que cualquier legitimación de la prostitución no solo no debilita el estigma sino que lo refuerza y lo extiende a todas las mujeres. El estigma existe porque es necesario para que exista la prostitución, ya que como hemos dicho no se vende sexo sino devaluación femenina y plusvalía de género masculina.

Regulación: legitimación del sexismo
Para la autora, la segunda contradicción que se comete al defender la legalización nos remite a la teoría de que los derechos sólo se obtienen por medio del trabajo, lo que solo es un argumento válido para los neoliberales. Según Gimeno, la regulación de la prostitución sólo beneficia a los empresarios del sexo. Su razonamiento se basa en que con la regulación se divide a las mujeres en legales e ilegales, empeorando la situación de las más desfavorecidas y la de todas en general. En una sociedad globalizada con una oferta casi ilimitada las condiciones de trabajo siempre son malas, pero la autora ignora por ejemplo las conquistas que pueden alcanzarse mediante la organización de las prostitutas empleando herramientas como los sindicatos. Por otro lado, la regulación de cualquier mercado en condiciones capitalistas sirve para naturalizar y aumentar la oferta. Allí donde la prostitución tiene cierta legitimación o visibilidad social, la industria del sexo se presenta como un mundo de glamour, como sucede en Italia con las velinas de Berlusconi.

Gimeno insiste en que regular sería un gran retroceso en la lucha feminista porque implica legitimar moral y socialmente, y legitimar la prostitución es legitimar el sexismo, reforzar el discurso y las actitudes machistas y el concepto de masculinidad tradicional. Mediante la regulación lo que se controla es a las propias mujeres, sus comportamientos, sus cuerpos, su salud y su sexualidad. A cambio, como en cualquier regulación laboral en el capitalismo, se ofrecen unos derechos supeditados a los intereses de terceros, derechos que son escasos y que podrían conseguirse de otra forma.

La solución que Gimeno propone es hacer frente a la desigualdad de género estructural sin olvidar los derechos y la dignidad de estas mujeres. Debemos adoptar medidas sociales para ayudarlas y buscar la penalización de quienes se lucren con la prostitución ajena, trabar alianzas (por ejemplo entre abolicionistas y antitrafiquistas) pero sin dejar de cuestionar los roles de género y deslegitimar su demanda, influyendo en la socialización incluso desde la escuela, mediante currículos sobre sexualidad. El anticapitalismo, inseparable del feminismo, es una vez más nuestra mejor herramienta para lograrlo.
Ángela Solano es militante de En lucha / En lluita.
Fuente: http://enlucha.wordpress.com/2013/05/28/beatriz-gimeno-la-prostitucion/

Noticia aparecida hoy en el Periódico Extremadura: 20 denuncias por prostitución entre julio y agosto. 31/08/13
LA POLICIA Local ha tramitado durante los meses de junio a agosto 20 denuncias por ejercer la prostitución en la calle. La mayoría de ellas se establecieron contra un número reducido de prostitutas, según explicó la Polícia Local. Las últimas denuncias se efectuaron el jueves en el entorno de la avenida de Joaquín Costa, junto a la denominada carretera de Circunvalación, una zona donde hace años ejercen la prostitución cerca de 30 mujeres. La Policía Local realiza un seguimiento especial durante el periodo estival para evitar que regrese la prostitución en masa debido a la crisis económica. EFE
Notas:
¿Las denuncias sólo a ellas? ¿Se reconoce la causa, la llamada crisis económica, y se quiere solucionar con multas? ¿Si tuviesen el dinero de las multas se expondrían a prostituirse? ¿En qué mundo estamos? Lo que se pretende es simplemente ocultar la realidad social y continuar sin proponer ninguna solución real. Ni, aún menos, abordar el problema de la pobreza y el paro como principal causa.

sábado, 17 de agosto de 2013

El Caribe reclama a Europa una compensación por la esclavitud

Durante la primera semana de septiembre se reunirá por primera vez la comisión de reparaciones de la Comunidad del Caribe para acordar la estrategia a seguir

Los cálculos más conservadores indican que al menos doce millones de africanos fueron secuestrados en la costa occidental de su continente y transportados en barcos negreros europeos hacia las colonias de América, entre los siglos XVI y XVIII. No todos sobrevivieron a la travesía y quienes llegaron con vida, labraron en condiciones de esclavitud las plantaciones de los imperios de España, Inglaterra, Holanda, Francia y Portugal en el Nuevo Mundo.  Las naciones que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom)  atribuyen el origen de su actual pobreza material a la esclavitud y al genocidio perpetrado en aquellos tiempos. Por eso han decidido emprender un proceso jurídico contra Inglaterra, España, Francia, Holanda y Portugal, en reclamo de una compensación económica y de inversión en planes de desarrollo.

“Estamos enmarcando la discusión de las reparaciones en la discusión acerca del desarrollo. No estamos hablando de una confrontación, sino de llevar nuestro caso a la Corte Internacional de Justicia para negociar”, ha explicado a EL PAÍS la historiadora Verene Sheperd, quien dirige la Comisión de Reparaciones de Jamaica. En su más reciente cumbre,  celebrada en Puerto España el 4 de julio pasadolos líderes de la Comunidad del Caribe acordaron establecer comisiones de reparación en cada uno de los 15 países miembros del bloque donde no existiese alguna. El siguiente paso será la celebración de una reunión conjunta, pautada para la primera semana de septiembre en San Vicente y las Granadinas, donde algunos de los primeros ministros del grupo debatirán junto a abogados y especialistas en historia económica la estrategia a seguir.

No es un asunto de dinero, sostiene Sheperd, sino de acordar mecanismos de compensación que contribuyan al desarrollo de los Estados reclamantes. “Antes que nada, queremos que Europa se disculpe, pues hasta ahora  han emitido declaraciones de arrepentimientopero ningún país se ha disculpado. Luego queremos infraestructuras para el desarrollo: escuelas, centros de salud, carreteras, hospitales. Y queremos que acabe el racismo”, ha dicho la historiadora.

La firma inglesa Leigh Day & Co. ejercerá la representación de la Comunidad del Caribe, según ha informado el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, este martes, en entrevista con el diario Trinidad and Tobago Guardian. “Durante más de 30 años ha existido un movimiento que se originó en las bases de la sociedad civil, entre intelectuales y profesionales, que han reclamado reparaciones por el genocidio de sus nativos y por la esclavitud”, ha dicho Gonsalves, quien presidirá la reunión fijada en septiembre, en la que también participarán la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad Bissessar, y los presidentes Michel Martelly de Haití, Donald Ramotar de Guayana y Desi Bouterse de Surinam.

En junio de 2013, la firma Leigh Day & Co. se anotó una victoria en un caso similar, al lograr que Reino Unido admitiese haber torturado a más de 5.000 rebeldes de la guerrilla keniana Mau Mau entre los años 1952 y 1960. Como resultado, las víctimas y sus sobrevivientes obtuvieron una compensación que sumó 30,5 millones de dólares.

Entre 2004 y 2011, Jamaica, Guyana y Antigua y Barbuda también han intentado, sin éxito, obtener algún tipo de compensación de parte de los países europeos involucrados en el tráfico de esclavos en tiempos de la colonia. “Hoy el llamado a reparaciones está comenzando a formar parte de la conciencia nacional en San Vicente y las Granadinas, a través del debate público, en los programas de radio, en los diarios”, sostiene el primer ministro Ralph Gonsalves.

Los países del Caribe involucrados en este nuevo reclamo contra Inglaterra, España, Francia, Holanda y Portugal por esclavitud y genocidio aún no han fijado el monto de la compensación a la que aspiran. Existen, sin embargo, algunos antecedentes. En 1999, la African World Reparations and Repatriation Truth Commission exigió a Occidente el pago de 777.000 millones de dólares a los países africanos que fueron esclavizados durante el periodo colonial. “Sabemos que nunca obtendremos esa cantidad de dinero, pero al menos debemos encontrar la manera de  aliviar la pobreza del Caribe y hacer algo a favor del desarrollo de una infraestructura social. Si queremos alcanzar la paz mundial, este es uno de los caminos”, opina Verene Sheperd.
Fuente: El País


TWELVE YEARS A SLAVE is based on an incredible true story of one man's fight for survival and freedom. In the pre-Civil War United States, Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), a free black man from upstate New York, is abducted and sold into slavery. Facing cruelty (personified by a malevolent slave owner, portrayed by Michael Fassbender), as well as unexpected kindnesses, Solomon struggles not only to stay alive, but to retain his dignity. In the twelfth year of his unforgettable odyssey, Solomon’s chance meeting with a Canadian abolitionist (Brad Pitt) will forever alter his life. (Of NYT)

viernes, 28 de junio de 2013

CONMEMORACIÓN DEL 120 ANIVERSARIO DE LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN ESPAÑA

Esta conmemoración se inspira en el gran homenaje que en 1998, con motivo del 150 aniversario, Francia tributó a quienes hicieron posible la abolición definitiva de la esclavitud en dicho país, después de una primera abolición en 1794, gobernando Robespierre, que fue anulada posteriormente por Napoleón. En el año 2006, el Presidente Chirac promovió la instauración del 10 de mayo como día de la conmemoración de la Abolición de la esclavitud y el Primer Ministro Dominique de Villepin anunció que la esclavitud será convenientemente tratada en los libros escolares.

Contrastan estas iniciativas con el silencio imperante en España. Silencio sobre los siglos de esclavitud y sobre el hecho de haber sido uno de los últimos países en abolirla. Silencio sobre las grandes movilizaciones y enfrentamientos que hubo, a raíz de las primeras leyes emancipadoras de esclavos. Silencio sobre quienes se oponían a abolirla y las circunstancias que les forzaron a hacerlo, de mala gana y de forma gradual, entre 1880 y 1886. Silencio también sobre quienes eran los abolicionistas. Una vez más en España se ahoga la memoria histórica porque existen quienes se sienten hijos espirituales de personajes históricos cuyos errores desean esconder, en este caso su defensa de la esclavitud (o porque les desagrada reconocer el "mérito" de haber impulsado la abolición a quienes consideran como padres espirituales de sus adversarios presentes). En Francia no tienen este problema pues son hegemónicos quienes sienten con orgullo la herencia de aquellos filósofos ilustrados y de aquellos revolucionarios que propiciaron la ruptura con milenios de historia humana de esclavitud y sometimiento.


Queremos contribuir a recuperar esta memoria histórica recordando textos deliberadamente olvidados que aclaran que durante milenios, sin interrupción, hubo auténticos esclavos que se podían comprar, vender o liberar y no solo campesinos ligados a la tierra y sometidos a un señor feudal. Queremos también en este 120 aniversario de la abolición, recordar y rendir un homenaje a quienes lucharon por ella, invitando a que se nos sumen quienes compartan la misma aspiración, unida al deseo de combatir toda forma moderna de esclavitud.

El que la abolición fuese gradual y no culminase hasta que el 7 de octubre de 1886 se abolió la institución del Patronato, justifica el haber hecho una Conmemoración también gradual que tuvo en el 2000 su primer año, centrado en el estudio de la esclavitud del pasado, y en los siguientes, hasta 2006 -año en que se cumplen los 120 años de la eliminación del último vestigio- en la denuncia de las formas modernas de esclavitud. (Anuncio de 1839 en la prensa de la Habana)

La Trata de esclavos
El martiniqués Aimé Cesaire, escritor y poeta de la negritud escribe:

Imaginemos Auschwitz y Dachau, Ravensbruck y Mauthausen, pero todo ello a escala inmensa -la de los siglos, la de los continentes- América transformada en un "universo de concentración", el pijama a rayas impuesto a toda una raza, la palabra dada soberanamente al "kapo" y al "schlag", un lamento lúgubre hollando el Atlántico, montones de cadáveres a cada parada en el desierto o en la selva, y unos pequeños burgueses de España, de Inglaterra, de Francia, de Holanda, inocentes Himmler del sistema, acumulando un hediondo dinero, un capital criminal que hará de ellos capitanes de la industria.

Para llevar a cabo esta actividad, se ha creado esta página web: http://www.cedt.org en lengua castellana, en la que se concentran el texto redactado y la documentación recogida por Miguel Sarries Griñó, adhesiones y conferencias realizadas. En España se abolió en 1837 pero en las colonias de América entre 1880 y 1886, ver más información aquí. Cifras sobre la esclavitud en la BBC

miércoles, 23 de febrero de 2011

The Girlfriend Experience, la película de ayer en el cine club


The Girlfriend Experience es una película experimental que se desarrolla en New York, estadounidense, de 2009, dirigida por Steven Soderbergh y escrita por Brian Koppelman y David Levien. Fue protagonizada por Sasha Grey, quien ha trabajado como actriz porno en la vida real.
Soderbergh citó a las películas El desierto rojo de Michelangelo Antonioni y Gritos y susurrosde Ingmar Bergman como sus influencias.
  • Sasha Grey, como Christine, alias Chelsea.
  • Chris Santos, como Chris, un entrenador personal, novio de Chelsea.
  • Peter Zizzo, como un hombre casado adinerado, cliente favorito de Chelsea.
  • Timothy J. Cox, como un hombre de negocios.
  • Timothy Davis, como Tim.
  • Jeff Grossman, como un agente de negocios.
  • Ted Jessup, como "Chatty John".
  • Kimberly Magness, como "Happy Hour".
  • Ken Myers, como un maître de restaurante.
  • Bridget Storm, como una cliente.
  • Glenn Kenny, como un crítico de "The Erotic Connoisseur".
  • Freedom Tickler, como músicos callejeros.
La película recibió una valoración de un 58% respecto a críticas en el sitio Rotten Tomatoes, con el consenso de que "la más reciente producción de Steven Soderbergh es muy elaborada, pero emocionalmente imprecisa".
Roger Ebert calificó la película con cuatro de cuatro estrellas, declarando: "Esta película es una verdad acerca de la naturaleza humana. Se ven claramente las necesidades y deseos. No es universal, pero dentro de este enfoque particular, es implacable." Chazz Lyon, del sitio Gone Cinema Poaching, le concedió a la película cuatro de cuatro estrellas, manifestando que: "Para mi dinero, el estilo de la decimonovena película de Soderbergh, estructuralmente innovadora y visualmente impactante es, sin excepción, la mejor película del año 2009 hasta la fecha y la primera obra maestra del año".
En el extremo opuesto del espectro, Kyle Smith del New York Post otorgó a la película una estrella de cuatro. David Edelstein de la New York Magazine se quejó de que "la mayor parte del diálogo es lánguido, y no importa cuanto Soderbergh corta y sutura, la película es un cadáver con extremidades temblorosas".
MI COMENTARIO.
La película describe la vida diaria de "una chica de compañía" en Nueva York. Comienza tratando de hacer ver que es "un trabajo como otros", incluso la chica tiene novio que, aparentemente, acepta su "trabajo" sin más. A veces, el trabajo consiste en ofrecer compañía y conversación a un estresado y triste "hombre de negocios", lo que podemos considerar una especie de terapia afectiva, y en ese caso es una terapeuta más. Pero la película va mostrando, poco a poco, la cara oculta de los personajes y con ellos de la sociedad; sus debilidades, sus vicios y morbosidad. Y, sobre todo, como ella se ve requerida a ser "la que desea que sea el que paga" perdiendo su aparente, al principio, libertad y personalidad. Así se van sintiendo moldeada y va deslizándose, suave e inexorablemente, hasta que se ve convertida en un ser algo extraño incluso para ella misma. 

Llega el momento en que no se conoce y se ve forzada a satisfacer necesidades a "individuos repelentes que llevan varios días sin ducharse" y que incluso la manipulan, hasta tal punto que incluso no le pagan, incumpliendo todas sus acuerdos o promesas, y quebrando "su trabajo" o forma de buscarse la vida. En este proceso, o baño de realidad, pierde a su novio y se encuentra convertida en un ser solitario en la gran ciudad, donde ha perdido su "espíritu" entendido como libertad, personalidad, iniciativa, autocontrol sobre su "trabajo"... 

En definitiva, la película describe perfectamente la transición desde la sensación de libertad en su trabajo, su aparente juego divertido, autonomía e iniciativa, el sentido de autocontrol sobre el mismo, hasta la paulatina conciencia de malestar, de perdida de control sobre "el trabajo", hasta la plena percepción -no sé si plenamente consciente- de alienación.

La película la muestra metida de lleno en una vorágine, sórdida, morbosa, sucia, desagradable, donde ha perdido la libertad de iniciativa que creía poseer y es una victima más del lado oscuro de nuestras sociedades, nuestro estilo de vida. Ya no es la chica mona que tiene un "trabajo rentable" que "lo controla y lleva una vida normal", es una victima más de este sistema de explotación capitalista de juego sucio e imprevisible, que también, nos va mostrando la película, como otra historia paralela. Se trata, nada menos, que de la crisis económica en la que estamos desde el 2008, y del proceso de las elecciones presidenciales norteamericanas, cuando sale elegido Obama, aunque el judío ortodoxo le indique, en medio de un encuentro y mostrando sus miedos, que debe votar a los republicanos, a McCain.

La película no tiene una secuencia temporal lineal, el montador ha incrustado pasajes cuya realización temporal no corresponde al intervalo en el que se ve en el film, sino que son secuencias cortadas de otras escenas e intercaladas en otras secuencias, que no corresponderían si el tempo se desarrollase exclusivamente en una secuencia temporal lineal. Un ejemplo claro son las escenas intercaladas del viaje del grupo de hombres, donde va su exnovio, a las Vegas. Cuando se ve la primera escena del viaje en avión aun no se tiene idea, por la narración principal, de ese viaje. Además, la grabación de la escena es de aficionados, con lo cual le da un toque de realismo como si estuviese tomada por uno de ellos con su cámara personal, como ocurre en la escena, con mal sonido, inadecuado enfoque y falta de definición. Lo que contribuye a desorientar, por momentos, al espectador, que se pregunta qué está ocurriendo, hasta que otra secuencia llega a mostrarnos la razón de las escenas del viaje, entonces todo se aclara para el espectador. Ese juego temporal llena de confusión al espectador normal.

Lo que más me gusta de la película es que toma partido. Desmonta la idea engañosa, que tantos se han encargado y se encargan de vender como cierta -véase "Pretty Woman", entre otras muchas- tratando de hacernos creer que la improbable excepción es la regla. El cuento de Hadas donde la prostituta se casa con el chico guapo, bueno y rico, con "El principe", lo que no es, en absoluto, verdad, pero consiguen a fuerza de repetirlo, que se lo crean muchas chicas y mucha gente. Ello contribuye sin duda a la percepción del "oficio" no solo como normal, sino incluso como oportuno y valioso, ya que es un peldaño a la "felicidad", la gran mentira en el 99,99% de las veces.


La prostitución está llena de maltrato, esclavitud, trata de blanca, mentiras, delitos y crímenes no investigados, véanse la cantidad de maletas con mujeres descuartizadas que han aparecido en España, sobre todo por Levante, sin que se esclarezcan los hechos. Y el carácter simbólico del crimen es nítido; quiere irte? ahí tienes tu maleta donde harás el viaje a tu sueño eterno. Las demás, las que intenten liberarse del "oficio", ¡¡¡Ahí tenéis lo que les pasa a las que intenta escapar!!!.

No faltan otras muchas escenas esclarecedoras; la conversación de "los amigos" en el avión, nos muestra un machismo y misoginia terribles, aunque la fachada sea de "modernos, liberales y agradables chicos". El recurso al personaje del periodista sirve también para cuestionarse otras muchas cosas, mediante sus incisivas preguntas, que parecen obvias. Las fiestas, en la vida real y entre personas "normales" trabajadores, no millonarios, no suelen durar mucho.

En medio de la polémica que existe, dentro incluso de la izquierda, sobre si la prostitución es un trabajo, una profesión, como cualquier otra -y se debiera legalizar- o no lo es -y se debería prohibir y perseguir a los "clientes" e intermediarios-. Esta película opta por mostrar, en una inmersión de realismo, que la prostitución, incluso la de lujo, no es un trabajo normal, como cualquier otro; sino que esta lejos de serlo, aunque tantos se empeñen en hacernos creer lo contrario, pintándola de color de rosa. En este sentido, y otros muchos, la película es muy esclarecedora y recomendable.