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domingo, 20 de mayo de 2018

Libia: Réquiem por un traidor

Guadi Calvo

Alainet


Si bien no está claro si el autoascendido a Mariscal de Campo Khalifa Haftar, de 74 años, ha muerto en una clínica de París, a donde fue trasladado desde Jordania tras sufrir un derrame cerebral, o si alguna de las potencias occidentales que operan en Libia desde 2011 ha decidido sacarlo del juego, lo cierto es que desde el miércoles 11, toda la información sobre él es muy confusa.

Khalifa Haftar retornó a Libia en 2011, tras un exilio en Estados Unidos de 20 años, para participar de la guerra que no solo terminó con la vida del Coronel Gadafi, sino que demolió el país; paulatinamente se convirtió en el hombre fuerte de Libia, gracias al apoyo incondicional de Egipto y los Emiratos Árabes Unidos y de un modo más discreto de Catar, Turquía y Arabia Saudita. Llegó a controlar la unidad armada más poderosa del país, el Ejército Nacional Libio, (ENL) con sede en la ciudad de Tobruk, al este del país, a escasos 100 kilómetros de la frontera egipcia, siendo finalmente recibido en París, Moscú y Roma, donde discutió tres cuestiones fundamentales: el fin de la guerra civil, el control de la ola de refugiados que desde puertos libios intentan llegar a Europa (se calcula que hay más de un millón esperando su oportunidad) y por último estabilizar la producción petrolera, ya que son muchas las empresas occidentales con importantes intereses en los yacimientos libios, los más importantes de África.

El “Mariscal”, que nunca ha reconocido el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Trípoli impuesto por las Naciones Unidas y que encabeza Fayez al-Sarraj, era el candidato con mayores posibilidades de triunfar en las elecciones que, con el apoyo de Emmanuel Macron, en julio pasado, se acordaron en Paris para realizarse este año.

La posible muerte de Haftar no solo afectará a la pacificación y la industria petrolera, sino que profundizará la violencia, que asola al país desde comienzos de 2011 y en la que participan un sinnúmero de organizaciones armadas, entre ellas, al-Qaeda y Dáesh.

Sin Haftar, su ejército, con profundas divisiones internas, no tiene un candidato firme a sucederlo, por lo que se espera que la pugna por alcanzar la jefatura se dirima con más violencia. Esto, para los intereses occidentales es sumamente grave ya que el ELN controla lo que se conoce como la media luna de petróleo del Golfo de Sirte, que cuenta con los cuatro puertos principales por donde sale la mayor parte de las exportaciones de petróleo, que cuentan con la protección de Haftar. La producción petrolero alcanzó el millón de barriles diarios, luego de que, al comienzo de la guerra, disminuyó a unos 300.000.

El petróleo representa casi la única fuente de financiación del país, de los aproximadamente 6 millones de habitantes, casi la mitad se encuentra debajo del umbral de la pobreza.

La posible debilitación de la defensa de los campos petroleros, tras un enfrentamiento interno del ENL, podría acarrear a una situación en la que tanto el Dáesh como otros grupos armados intenten posicionarse para trastornar las exportaciones de crudo. Esto afectará los mercados internacionales, sumándose la también la posible crisis con Irán tras la potencial anulación del acuerdo nuclear en mayo próximo.

El hasta ahora desaparecido general, que tiene ciudadanía estadounidense, cuenta con una larga lista de pecados, fue el responsable de la derrota en la intermitente guerra con Chad (1978-1987) por lo que partió a su exilio estadounidense, donde se incorporó a la CIA, la que durante años lo preparó para derrocar a Gadafi.

En mayo de 2014, Haftar inició la Operación Karama (dignidad), destinada a eliminar a los grupos rivales, tomando el control en torno a ciudades de Tobruk y Benghazi y combatió durante cerca de un año por desplazar al Dáesh de Sirte, llegando a controlar aproximadamente el 60 % del país.

En esta guerra, Haftar no escatimó ningún recurso y en sus operaciones abundaron todo tipo de crímenes por lo que la Corte Penal Internacional (CPI) ordenó la detención de varios comandantes de las fuerzas de ENL, entre ellos la de Mahmoud Mustafa Busayf al-Werfalli, de la brigada al-Saiqa, acusado de la ejecución de prisioneros, incluso por su propia mano. Un equipo de abogados presentó pruebas a la CPI donde se acusa a Haftar y sus fuerzas de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Existen registros en las arengas de Haftar a su tropa en octubre de 2015, donde llama a no tomar prisioneros, no importa su edad, ni condición.

Una sucesión sangrienta
De confirmarse la desaparición física o política de Haftar se espera una sucesión conflictiva, ya que el viejo agente de la CIA solo confiaba en un círculo muy pequeño y cerrado, entre ellos sus hijos Khaled y Saddam, cada uno al mando de poderosos regimientos. Otro posible aspirante al poder es Awn al-Forjani, un alto jefe de la tribu de los al-Forjani, a la que pertenece los Haftar, aunque se cree que padece una grave enfermedad que lo sacaría de la carrera. Además, está el general Abdessalam al-Hassi, también miembro de la tribu, quién se desempeña como jefe de operaciones y quien, durante la invasión de 2011, fungió como oficial de enlace con la OTAN, lo que le podría haber generado excelentes contactos con occidente. En la pugna también hay que anotar al general Abdelrazak al-Nadouri, el militar de más alto rango después del mariscal. Es jefe de la región de Darna-Ben Jawad, que incluye la media luna de petróleo, por orden del propio Haftar dirige el asedio “asfixiante” a la ciudad portuaria de Darna desde hace meses, donde la falta de víveres, de nafta, medicinas y de atención médica, está poniendo en riesgo la vida de miles de personas. El último de los militares que podría aspiran es el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, Sakr al-Jarrouchi. Mientras el único civil anotado es Fadhel al-Dib, asesor político de Hafter y responsable de la reunión con Fayez al-Sarraj, por lo que podría contar con la bendición francesa.

Sin saber si está vivo o muerto el autodenominado Mariscal, la guerra por su sucesión ya está en marcha. El jefe del Estado Mayor del ejército libio oriental, el general Abdelrazak al-Nadouri, sufrió un atentado el miércoles 18 a las afueras de la ciudad de Benghazi. Un coche bomba estalló al paso de su caravana cuando se dirigía a una base militar en Marj. La explosión mató a varios miembros de su escolta e hirió a otros dos, aunque Nathouri salió ileso. Benghazi, fue reconquista por el ENL, en julio último, después de tres años de sitio y fuertes combates.

Por otra parte, de llegar a concretarse las elecciones, la desaparición de Haftar, pondría al hijo del Coronel Gadafi, Saif al-Islam, en una inmejorable posición para triunfar en la contienda aunque la pacificación del país es una cuestión mucho más que distante.

La muerte o desaparición forzada o consensuada de Haftar, más que un réquiem por él, llama a realizarlo por la propia Libia, que ya en el abismo, solo parece encontrar un camino: el de caer todavía en uno más profundo.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.
Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/192390

sábado, 28 de abril de 2018

Vanessa Redgrave se pone detrás de la cámara para salvar refugiados. La veterana actriz dirige ‘Sea Sorrow’, documental presentado en el Festival de Cannes sobre la crisis de los que huyen de la guerra.

A sus 80 años, tras cinco décadas de carrera y más de 130 películas sobre sus espaldas como actriz, Vanessa Redgrave ha decidido dar el salto a la dirección. No fue algo planeado, ni siquiera algo que fuera buscando. "Tenía que hacerlo. Y cuando tomas una decisión así no te planteas cómo, simplemente lo haces", explica la veterana intérprete en pleno Festival de Cannes, el marco en el que ha estrenado su ópera prima, el documental Sea Sorrow, (Mar de pena) un sentido retrato sobre la crisis de los refugiados en Europa desde una perspectiva actual e histórica.

Como a tanta gente, la imagen de Alan Kurdi, el niño sirio hallado muerto en una playa turca en septiembre de 2015, la conmocionó. Y, a diferencia de mucha gente, Vanessa Redgrave decidió actuar. Literalmente. Produjo un montaje teatral de La tempestad de Shakespeare con el que recaudó ocho mil euros para el British Refugee Council y después de filmar la obra decidió que podía ir un poco más lejos con un documental en el que mostrar no solo todo lo que había visto en sus visitas a campos, sino todo lo que ella misma había vivido.

“Cuando sabes lo bastante de historia, cuando algunos de tus familiares han muerto, cuando miembros de tu familia han estado muy enfermos y has intentado ayudar siempre a la gente, bien sea dando algo de dinero a Oxfam, Médicos sin fronteras… ves las cosas completamente diferentes y te conviertes en otra persona”, comenta. “Intento explicar esto, aunque no sé si debiera ser necesario para mostrar que ver las cosas de una manera distinta es lo que me llevó a dirigir Sea Sorrow, en vez de solo producirlo; porque pensé que tenía una narrativa personal que ofrecer”.

Su obra benéfica tras ver la foto de Kurdi no era ni mucho menos la primera vez que Vanessa Redgrave se volcaba en ayudar a refugiados y víctimas de conflictos. “Mis hijos son maravillosos porque entendieron siempre por qué he dedicado tanto tiempo a ayudar a otra gente”, dice.

Su propia experiencia, cree, como niña evacuada de Londres durante la II Guerra Mundial fue la que la ha llevado a comprometerse toda su vida con los demás. “No fue hasta mucho después que me di cuenta de que aquello fue un trauma para mí”, explica. Por eso dejó sus estudios de teatro para ayudar a los refugiados húngaros en los 50. Y se volcó con el pueblo palestino ayudando en campos de niños refugiados. “Hasta el punto de que me han llegado a acusar de odiar a los judíos, cuando es completamente falso”, aclara.

Sea Sorrow, dirigida mano a mano con su hijo Carlo Nero,  es el último ejemplo de su activismo político, aunque a la actriz no le gusta definirse como tal. “He sido políticamente comprometida, pero no ha sido algo prioritario en mi vida en los últimos 30 años. Siempre he pensado en mí como parte de un partido político, he ayudado en las elecciones y he prometido y prometo que apoyaré a mi candidata laborista, pero no es porque sea políticamente activa sino porque quiero dejar mi voto en contra de Theresa May”, dice tajante.

El Brexit y la política interior británica no forman parte de su documental porque cree que la crisis de los refugiados es un problema más global, “una cuestión de todos los gobiernos europeos”, una crisis humana ante la que piensa seguir actuando. “Quizá porque he perdido a personas muy cercanas [su hija, Natasha Richardson], me siento con derecho a ser dogmática. Es un viejo dicho: donde hay esperanza, hay vida. Y es verdad, creo que es totalmente absurdo perder la esperanza, pero también lo es basarlo todo en la esperanza. Tenemos que basarnos en hechos, en ayudar. Ayuda, no esperanza. Incluso si ayudas a una sola persona, ya cambias situaciones”, cuenta emocionada. “Mi yerno, Liam Neeson, estaba en La lista Schindler, y cada vez que pienso en esa película me impresiona todos los nombres que Schindler salvó, y aun así no pudo salvar suficientes. Salvar una única vida parece terriblemente pequeño cuando hay tantas, pero si puedo salvar una única vida, ya ha merecido la pena este documental”.

https://elpais.com/cultura/2017/05/19/actualidad/1495208849_335739.html

Vanessa Redgrave,  nueva imagen de Gucci
La tribu de los Redgrave

martes, 20 de marzo de 2018

_- Los efectos impactantes en caso de que las armas nucleares vuelvan a utilizarse en la guerra.

_- El Dr. Philip Webber, SGR, describe los efectos impactantes en caso de que las armas nucleares vuelvan a utilizarse en la guerra.



Artículo del sitio web de Huffington Post en el Reino Unido; reeditado: 31 de enero de 2018

Después del final de la Guerra Fría hace unos 30 años, el debate público y la comprensión de la enorme escala del impacto de la guerra nuclear se redujeron a niveles muy bajos. Esto ha cambiado con las recientes pruebas de armas nucleares y el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte. En este artículo, explico por qué la amenaza de una guerra nuclear puede ser ahora más importante que nunca y por qué todos deberíamos estar al tanto de los últimos estudios científicos sobre los impactos de las armas nucleares.

Dos escenarios de guerra nuclear
Hay aproximadamente 14,900 armas nucleares listas para disparar o en arsenales. 13.800 son desplegados por los Estados Unidos y Rusia, mientras que los 1.100 restantes son desplegados por China, el Reino Unido, Francia, India, Pakistán e Israel. Corea del Norte puede tener un puñado de armas. Con base en una serie de planes de guerra nuclear publicados o filtrados y declaraciones de los líderes políticos, hay dos tipos clave de guerra nuclear a considerar.

El primero es una guerra nuclear global que involucra a los EE. UU. Y Rusia. En este escenario, se dispararían al menos 1800 ojivas grandes, o más de 3000, en los sitios de lanzamiento de armas nucleares, centros de comando, puertos, industria importante, centrales eléctricas y los principales centros de población. Este es un gran número de ojivas nucleares y la mayoría de las ciudades, en particular las capitales estatales o regionales, serían alcanzadas por varias armas nucleares.

El otro escenario principal es un "conflicto regional", por ejemplo, entre India y Pakistán. En este caso, se usarían al menos 100 armas nucleares más pequeñas de las reservas de alrededor de 200 armas que atacan principalmente las grandes ciudades densamente pobladas como Delhi y Karachi. Un escenario de Corea del Norte - EE. UU. Podría ser similar, pero con menos ojivas de mayor tamaño utilizadas.

Todos entienden que cualquier conflicto de este tipo causaría niveles sin precedentes de muertes y sufrimiento, pero lo que no se entiende bien es cuán vulnerable es la sociedad moderna. Además de esto, los estudios científicos más actualizados predicen impactos climáticos globales serios y duraderos que conducen a la pérdida generalizada de cosechas y la hambruna.

El mayor riesgo de guerra nuclear
Desde la Guerra Fría, tanto los Estados Unidos como Rusia han mantenido 1800 ojivas listas para su lanzamiento en cuestión de minutos tan pronto como se detecte un potencial ataque nuclear. Este disparador de cabello nuclear está destinado a prevenir un primer ataque nuclear al garantizar que las armas se lanzarán antes de que sean destruidas. Pero esta política ha traído al mundo muy cerca de una guerra nuclear varias veces en los últimos años cuando se creía que las fallas de los equipos y las señales inocentes eran ataques nucleares en curso y los lanzamientos solo se cancelaron en el último minuto. Ahora, los comandantes nucleares advierten que este riesgo es aún mayor debido a los continuos ciberataques. Muchos argumentan que las armas no deberían mantenerse listas para disparar a corto plazo, ya que siempre sería posible una respuesta nuclear.

La vulnerabilidad de la sociedad al ataque nuclear
El uso de una ojiva nuclear causa una serie de impactos severos: radiación nuclear intensa y un destello cegador de luz mucho más brillante que el sol; una feroz bola de fuego que dura varios segundos; una intensa onda expansiva; minutos u horas después, deposición a gran escala de partículas radiactivas como lluvia radiactiva.

Los sobrevivientes de las bombas arrojadas sobre Japón al final de la Segunda Guerra Mundial hablan de un brillante día iluminado por el sol sumido en la oscuridad a medida que caía lluvia aceitosa y negra. Figuras muertas, negro carbonizado aún en pie. Sobrevivientes quemados y con heridas terminales, con la piel colgando; ojos y otros órganos internos colgando de sus cuerpos. Coches y vehículos lanzados como juguetes, estructuras fuertes reducidas a pilas de escombros. Enormes incendios.

El uso de un arma nuclear hoy sería mucho peor por dos razones: un arma nuclear moderna típica es ahora de 8 a 80 veces más grande; la sociedad moderna depende mucho más de tecnologías de información vulnerables y rutas de suministro de larga distancia para alimentos y combustible.

La sociedad moderna depende en gran medida de la electricidad para alimentar las bombas de calefacción central, para proporcionar agua, información a través de la televisión, Internet y teléfonos móviles. Ataque nuclear significará que no habrá suministro de agua, ni calefacción ni iluminación, ni información, ni señal de teléfono móvil.

Solo existen algunos días de suministro de alimentos en los depósitos regionales de distribución. La red de suministro fracasaría por múltiples motivos: bloqueo de carreteras, interrupción de las comunicaciones, colapso del sistema bancario, destrucción de puertos.

Las organizaciones internacionales de ayuda y los organismos de salud están de acuerdo en que las decenas de miles de víctimas de una sola bomba nuclear superarían todos los intentos de ayudar a los heridos. Como resultado, no habría esperanza de tratamiento para lesiones graves, incluidas quemaduras, huesos rotos, cortes profundos de desechos voladores.

Para agregar a los impactos múltiples, la mayoría de los lugares en Europa occidental están rodeados por objetivos nucleares como estaciones de energía o ciudades, por lo que sea cual sea el clima o la condición del viento, es probable que haya lluvia radioactiva. Puede recibir una dosis letal dentro de unas horas, pero es posible que no experimente ningún síntoma hasta días posiblemente hasta una semana después. La enfermedad por radiación causa vómitos, diarrea y hemorragia interna. Los niños y los ancianos son más vulnerables y tienen más probabilidades de sufrir o morir.

Con los intensos niveles de daños, enormes incendios se extenderían por todas las ciudades principales y otros objetivos, quemándolos en grandes incendios que durarían de días a semanas. Ahora comprendemos que estos enormes incendios causarían impactos climáticos duraderos a nivel mundial.

Un invierno nuclear
Intensos incendios en toda la ciudad alumbran extensas nubes de humo a gran altitud similares a una gran erupción volcánica. Estas nubes bloquean la luz solar y causan enfriamiento. Los últimos modelos climáticos predicen que el uso de unas pocas decenas a un centenar de armas nucleares más pequeñas en el escenario regional India-Pakistán causaría heladas severas, estaciones de crecimiento reducidas, sequía y hambruna que durarían hasta diez años en todo el hemisferio norte. Un escenario de ojiva ruso-estadounidense de 1.800 causaría un período frío duradero con un enfriamiento global promedio máximo de 4 ° C, mientras que una guerra nuclear a gran escala con más de 3.000 cabezas nucleares provocaría un enfriamiento promedio de 8 ° C. Esto es mayor que el enfriamiento promedio de 5 ° C experimentado durante la última edad de hielo, por lo que este sería un invierno nuclear severo que duraría una década.

Mientras que un enfriamiento promedio de solo unos pocos grados puede no parecer muy serio, el impacto crucial son períodos mucho más largos de heladas en invierno y una sequía severa. Habría estaciones de crecimiento dramáticamente reducidas o incluso la imposibilidad de cultivar cualquier cultivo según lo planeado. La agricultura también depende del suministro de combustible para la siembra y cosecha mecanizadas.

Siendo realistas, después de una guerra nuclear a gran escala, uno debe imaginar pequeños grupos de personas embrutecidas y brutalizadas, arrojadas violentamente a la era preindustrial. Suponiendo que algunas personas más alejadas de las bombas pudieran sobrevivir inicialmente a esta catástrofe global, cualquier "recuperación" seguramente se mediría en cientos de años. Debe considerarse una acusación impactante de nuestra civilización moderna de que las existencias actuales de armas nucleares son suficientes para causar una catástrofe global.

La única conclusión que se puede extraer de estos hallazgos es que cualquier uso de armas nucleares sería un desastre mundial y causaría un sufrimiento inaceptable. Las armas nucleares no nos mantienen a salvo sino bajo la constante amenaza de un desastre. Ahora sabemos que hemos evitado esto solo por pura suerte en varios cierres nucleares. En 2017, este entendimiento llevó a 122 países de las Naciones Unidas a apoyar un tratado para prohibir las armas nucleares de la misma manera que las armas químicas y biológicas y para presionar a los estados con armas nucleares para que negocien grandes reducciones de armas. Necesitamos deshacernos de las armas nucleares antes de que se deshagan de nosotros.

El Dr. Philip Webber es presidente de SGR y es autor de numerosos artículos e informes / libros sobre cuestiones relacionadas con las armas nucleares.

Este artículo se publicó por primera vez en el sitio web de Huffington Post en el Reino Unido, como parte de una serie, HuffPost-Apocalypse.

Ver también...
Armas nucleares: una guía para principiantes sobre las amenazas (serie de artículos de SGR)

Armas nucleares del Reino Unido:¿una catástrofe en ciernes? (Informe SGR)

La amenaza de las armas nucleares (proyecto SGR)

http://www.sgr.org.uk/resources/what-earth-could-look-after-nuclear-attack

En la actualidad, los físicos que participaron en la construcción del arma más tremenda y peligrosa de todos los tiempos, se ven abrumados por un similar sentimiento de responsabilidad, por no hablar de culpa. (...)

Nosotros ayudamos a construir la nueva arma para impedir que los enemigos de la humanidad lo hicieran antes, puesto que dada la mentalidad de los nazis habrían consumado la destrucción y la esclavitud del resto del mundo. (...)

Hay que desear que el espíritu que impulsó a Alfred Nobel cuando creó su gran institución, el espíritu de solidaridad y confianza, de generosidad y fraternidad entre los hombres, prevalezca en la mente de quienes dependen las decisiones que determinarán nuestro destino. De otra manera la civilización quedaría condenada.

Einstein: Hay que ganar la paz (1945).55​
https://thebulletin.org/

miércoles, 10 de enero de 2018

Las inesperadas lecciones que la película Casablanca puede enseñarnos sobre la actual crisis de refugiados. Nicholas Barber BBC Culture.


Humphrey Bogart y Dooley Wilson. (Foto: Alamy)

Ningún festival de cine que se precie de tal, está completo, hoy en día, sin hacer algún tipo de mención a la actual crisis de refugiados.
Este año el de Cannes incluyó "La luna de Júpiter", una película húngara sobre un refugiado que renace con superpoderes; mientras que en el de Venecia se estrenó "Flujo Humano", el documental grabado alrededor del mundo por Ai Weiwei sobre la crisis.

Con el debido respeto, es difícil imaginar muchas de estas películas siendo vistas una y otra vez durante décadas. Son películas actuales, más que inmortales.
Y, no obstante, una historia sobre una crisis de refugiados comparable es aún considerada como una de las mejores películas de Hollywood, 75 años después de que fue exhibida por primera vez en noviembre de 1942: Casablanca.

No trata solo sobre refugiados, por supuesto. Es un melodrama romántico con la guerra como un telón de fondo exótico.
Su héroe es Rick (Humphrey Bogart), el cínico y absurdamente bien vestido estadounidense propietario de un club nocturno en la ciudad marroquí que da nombre al filme en 1941.

Afirma que no le importa la guerra que está destrozando Europa. "Tu negocio es la política, el mío es administrar un bar", gruñe durante una escena.
Pero su dura coraza se agrieta y desmorona con la llegada de una cliente especialmente bella, Ilsa Lund (Ingrid Bergman), la mujer de quien se enamoró en París apenas dos años antes.

Lo que Rick desconocía era que Ilsa estaba casada en ese época con el líder de la resistencia checa, Victor Laszlo (Paul Henreid), de quien ella creía que había muerto en un campo de concentración alemán. Cuando supo que Laszlo seguía con vida, abandonó a Rick y regresó con su marido.

Y ahora Laszlo e Ilsa llegan al mismo bar que Rick abrió en Casablanca para tratar de olvidarla.
Ahora, Rick tiene que decidir si deja que Laszlo caiga en las garras de un oficial de la Gestapo, el mayor Strasser (Conrad Veidt) o si hacerle llegar dos "cartas de libre tránsito", que les permitirán escapar de Marruecos.

Risas, cámaras, acción
Dejando de lado el trágico romance, Casablanca tiene más humor que la mayor parte de las comedias y mejores canciones que gran parte de los musicales.
Fue adaptada de una obra, Everybody Comes to Rick's ("Todo el mundo acude al bar de Rick") de Murray Burnett y Joan Alison.

Bogart y Bergman (Foto: Granger Historical Picture Archive / Alamy Stock Photo)

Casablanca es probablemente la película más citada de Hollywood y también la que más citas erradas ha generado. "Tócala de nuevo, Sam", es una frase que Rick realmente no dice, pero eso no ha evitado que todos sigamos citándola desde entonces.

¿Podría una película del Hollywood moderno ser tan divertida mientras que se ocupa de la difícil situación de los refugiados del mundo? Es poco probable, por decir lo menos.
Pero es esta preocupación la que le da a Casablanca su corazón y hace de ella relevante en este siglo XXI.

El tema es introducido en la apertura: "Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial muchos ojos en la aprisionada Europa miraron esperanzados, o con desesperación, hacia la libertad de las Américas. Lisboa se convirtió en el gran punto de embarque", dice el narrador.
"Pero no todo el mundo podía llegar a Lisboa directamente. Por ello, surgió una tortuosa y enrevesada ruta de refugiados. De París a Marsella, a través del Mediterráneo hasta Orán, luego por tren, o auto, o a pie, a través del borde de África hasta Casablanca, en el Marruecos francés", agrega.

Sin ruta hacia el hogar
Las imágenes que acompañan esta narración (familias en arduas caminatas a través de caminos rurales, con sus pertenencias desbordando maletas y bolsas) son muy similares a las que pueden observarse en la actualidad.
Pero aunque nos hemos acostumbrado a ver a los desplazados haciendo un duro viaje hacia el norte, a través del mar desde África y, luego, a través de Europa, Casablanca nos recuerda que no hace tanto tiempo estaban viajando en la dirección opuesta.

Cuando llegan a Marruecos, muchos pasan el tiempo en su local nocturno con más clase, Rick's Café Americain ("El café americano de Rick").
Las negociaciones que allí se realizan en sus mesas entre susurros resultarán familiares a cualquiera que haya visto un documental sobre la actual crisis: la venta de prendas de joyería por una fracción de su costo, la compra de puestos en lanchas de pesca por precios exorbitantes.

Y los refugiados no solo comercian con joyas y dinero. Renault (Claude Rains), el jefe de la policía francesea en la ciudad, intercambia visas de salida por favores sexuales, un tipo de transacción que la película presenta, al menos inicialmente, como un juego inofensivo.
Nos hemos acostumbrado a ver a los desplazados haciendo un duro viaje hacia el norte, a Europa. "Casablanca" nos recuerda que no hace tanto tiempo viajaban en la dirección opuesta"

Aún así, el propio Rick está por encima de eso. "Yo no compro ni vendo seres humanos", le informa a Ferrari (Sydney Greenstreet), el rey del mercado negro de la ciudad. Pero con el paso del tiempo, Rick se da cuenta de que hacerse la vista gorda ante la compra y la venta es igual de malo.
Hay una escena conmovedora en la que amaña la ruleta de su café para que una mujer búlgara recién casada (Joy Page) no tenga que dormir con Renault.

Más conmovedora aún es la escena en la que el jefe de camareros del café (SZ Sakall) se toma un brandy con dos ancianos austríacos que están a punto de marcharse a Estados Unidos y los alaba por su mal inglés.
Rainer Werner Fassbinder, el director alemán, declaró que esta pequeña secuencia humana muestra "una de las más hermosas piezas de diálogo en la historia del cine".

Se cuenta que muchas otras escenas hicieron llorar a los actores y al equipo de filmación, en parte porque muchos de ellos eran verdaderos refugiados. Veidt puede hacer el papel de un nazi en la película, pero en realidad él huyó de los nazis.
Tanto Sakall como Curtiz eran judíos húngaros: las tres hermanas de Sakall y su sobrina murieron en campos de concentración. "Casi todos los casi 75 actores y actrices que participaron en Casablanca eran inmigrantes", dice Noah Isenberg en su nuevo libro acerca de la película, "Siempre tendremos Casablanca".

"Entre los 14 que se ganaron un lugar en los créditos de la película, solo tres nacieron en Estados Unidos: Humphrey Bogart, Dooley Wilson (el pianista del café, Sam), y Joy Page".
Así, aunque la historia de Rick e Ilsa es una fantasía de Hollywood —para empezar, nunca hubo oficiales nazis en la verdadera Casablanca—, se basa en las propias experiencias traumáticas del elenco. Esa es una de las razones por las cuales la película es tan poderosa, independientemente de que la audiencia conozca los antecedentes de los actores o no.

"Si piensas en… esos pequeños papeles siendo interpretados por actores de Hollywood fingiendo los acentos, la película no habría tenido nada similar al color y al tono que tuvo", escribió Pauline Kael en la revista estadounidense The New Yorker.
Por suerte, Los Ángeles en 1942 no era muy diferente del café de Rick. Era el lugar donde los exiliados judíos de toda Europa se reunían, practicaban su inglés, disfrutaban de la hospitalidad y del compañerismo, y soñaban con vidas más felices.

Y si la trama de "Casablanca" defiende la idea de ayudar a los refugiados, la propia existencia de la película es también un fuerte argumento.
Después de todo, si no fuera por los refugiados en Hollywood, sin duda la meca del cine no habría podido producir su clásico más querido.

http://www.bbc.com/mundo/vert-cul-42374924

domingo, 8 de octubre de 2017

_- La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) gana el Premio Nobel de la Paz 2017.

_- La Marea

La Academia sueca reconoce la labor de esta organización global cuyo objetivo es que los países inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba este tipo de armamento

La  Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) ha recibido este viernes el Premio Nobel de la Paz 2017. El galardón de este año “insta a los Estados nucleares a que inicien las negociaciones para la eliminación gradual en el mundo de 15.000 armas nucleares“, ha explicado el Comité noruego. Y ha añadido: “ICAN ha sido el agente principal de la sociedad civil en los esfuerzos para lograr una prohibición de las armas nucleares bajo el derecho internacional”.

El Comité ha subrayado, como “importante argumento” para la prohibición de las armas, el “inaceptable sufrimiento humano” que provocan y ha destacado que otros tipos de armamento menos destructivo como las minas antipersonas, bombas de racimo y las armas químicas y biológicas ya han sido prohibidas por distintos tratados.

ICAN es una coalición global formada por 331 socios en 80 países que trabaja para movilizar a las personas de todo el mundo “para inspirar, persuadir y presionar a sus gobiernos para que inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba las armas nucleares”, según se autodefine.

Personalidades destacadas como el líder antirracista Desmond Tutu, el Dali Lama, Yoko Ono y Martin Sheen han brindado su apoyo a la campaña.

ICAN sucede en el palmarés al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fue distinguido por sus “decididos esfuerzos” por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, una decisión que se anunció días después de vencer el “no” en el referéndum colombiano a los acuerdos con la guerrilla de las FARC.

El Nobel de la Paz está dotado con 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares).

Fuente:
http://www.lamarea.com/2017/10/06/la-marea-la-campana-internacional-para-la-abolicion-de-las-armas-nucleares-gana-el-premio-nobel-de-la-paz-2017/

Organizaciones por la paz y contra las armas nucleares.
http://www.icanw.org/campaign/partner-organizations/


lunes, 10 de julio de 2017

_- Seymour Hersh desenmascara el mito de las armas químicas de Siria. "Trump sabía que Damasco no había usado armas químicas".

_- Antes de dar la orden de atacar la base aérea siria de Shayrat, el presidente estadounidense, Donald Trump, sabía que Damasco no había usado armas químicas en la ciudad de Kahn Cheikhoun, reveló el periodista estadounidense, Seymour Hersh.

Según el reporte de Sputnik, Hersh afirma que Trump tomó la decisión sin tener en cuenta la opinión de expertos, y luego su Administración trató de crear en los medios un panorama que la pudiera justificar.

En su investigación, Hersh se basó en los datos recibidos por parte de numerosas fuentes del Gobierno y servicios de inteligencia de EEUU.

De acuerdo con Hersh, Washington sabía de la operación inminente sobre ataques aéreos de las fuerzas sirias contra Kahn Cheikhoun, de los cuales le informó Rusia a fin de evitar víctimas entre agentes de Washington integrados en las filas de los terroristas.

"En aquel momento, los datos de los servicios de inteligencia mostraban que el 4 de abril, la Fuerza Aérea de Siria estaba controlando el lugar del encuentro de los terroristas. Para efectuar la operación, los rusos les proporcionaron una bomba guiada, equipada con una ojiva convencional", escribe Hersh en su artículo para el diario alemán 'Welt am Sonntag'.

Hersh señala que el objetivo del ataque sirio fue un edificio de dos pisos donde planeaban reunirse los extremistas. En el sótano del edificio se encontraba un depósito con misiles, armas y municiones, además de detergentes químicos a base de cloro que se usan para limpiar los cuerpos de los fallecidos antes de enterrarlos. Durante el ataque, los proyectiles impactaron el edificio, después de lo cual, se dispersó en el aire una gran cantidad de cloro en forma de nube.

El periodista recalcó que "varios días antes los servicios rusos informaron sobre la operación a los estadounidenses que se encontraban en Doha". Según Hersh, uno de los asesores de seguridad de Trump dijo: "No fue un ataque con armas químicas. Es un mito".

Sin embargo, al cabo de varias horas, prosigue Hersh, Trump ordenó efectuar un ataque en respuesta al supuesto uso de armas químicas después de haber visto algunas fotos de adultos y menores de edad afectados gravemente a causa de las sustancias venenosas. Así describe Hersh su reacción:

"Manos a la obra", proclamó Trump a pesar de que le aseguraron que no había pruebas del uso de armas químicas por parte de las fuerzas sirias.

Según el artículo de Hersh, los militares le ofrecieron a Trump cuatro guiones: renunciar al ataque, atacar el aeródromo, efectuar ataques masivos de varios objetos militares sirios y puntos de mando con el uso de bombarderos y aún aniquilar físicamente al presidente sirio, Bashar al Assad.

Trump eligió el segundo, y se lanzaron los 59 misiles Tomahawk desde los buques de guerra Ross y Porter que en aquel momento se encontraban en el mar Mediterráneo.

"Desde el inicio y hasta el final todo eso fue un típico show de Trump", cita el periodista a uno de los asesores de la Casa Blanca para seguridad.

Fuente:
http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/seymor-hersh-trump-sabia-que

sábado, 20 de mayo de 2017

_--Las potencias juegan a la guerra en el campo sirio

_--Cesar Erik Castellanos Martínez

Donald Trump, durante las pasadas campañas presidenciales norteamericanas, sostuvo que la prioridad de EUA en el conflicto sirio debería ser combatir al Estado Islámico y no derrocar a Bashar al Assad. Incluso criticó la política belicista de Clinton, que, según él, al buscar acrecentar las hostilidades contra el régimen sirio y, por ende, contra Rusia, podría provocar una guerra mundial. (Steve Holland, “Exclusive: Trump says Clinton policy on Syria would lead to World War Three”, Reuters, 26/10/16).

No obstante, una vez que Trump llegó al poder, su política pareció dar un pequeño giro. En la madrugada del viernes 7 de abril, a las 4:40 (hora local siria), dos destructores estadounidenses que se encuentran en el Mediterráneo, el USS Porter y el USS Ross, lanzaron 59 misiles de crucero tipo Tomahawk contra la base área de Shayrat del ejército sirio, en la provincia de Homs. Según la Casa Blanca, se atacó esa instalación militar porque desde ahí fue que el gobierno sirio lanzó armas químicas contra la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib. (“Así empezó la guerra abierta de EE.UU. contra Siria”, RT, 7/abril/2017).

Los Tomahawk son misiles de alta precisión que EUA ya había utilizado en Irak, Yugoslavia, Afganistán, Sudán, Yemen y Libia. Como siempre, el negocio de la guerra y de matar al prójimo deja jugosas ganancias. Cada misil cuesta cerca de 1.5 millones de dólares, por lo que, en total, los 59 misiles lanzados a Siria costaron aproximadamente 90 millones de dólares. (Andrew Griffin, “Tomahawk missiles: What are the weapons dropped in Syria air strikes and what do they mean?”, The Independent, 7/abril/2017).

La compañía que los fabrica, Raytheon, con sede en Massachusetts, se adjudicó en diciembre pasado un contrato de más de 300 millones de dólares con la marina norteamericana, por la entrega de 214 misiles Tomahawk Block IV (el último modelo) para agosto de 2018. (“Cómo son los misiles Tomahawk, el arma de precisión mortal que Estados Unidos usó para atacar una base aérea en Siria”, BBC, 7/abril/2017).

El ataque estadounidense, según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, destruyó 6 aviones MiG-23 de la Fuerza Área Siria que estaban en hangares de reparación, “un almacén con bienes materiales y tecnológicos, un edificio educacional, un comedor y una estación de radiolocalización". Además, el Estado Mayor sirio aseguró que 6 militares perdieron la vida. No obstante, según el general ruso, la “pista, las calles de rodaje y los aviones de la Fuerzas Aérea Siria en estacionamiento no [fueron] dañados”. (“Rusia: ‘El ataque de EE.UU. sobre la base aérea siria ha destruido 6 aviones y un comedor’”, RT, 7/abril/2017). Incluso señaló que de los 59 misiles lanzados, solo 23 alcanzaron la base siria, por lo que se desconoce dónde cayeron los restantes 36 misiles (“Defensa rusa: solo 23 misiles estadounidenses llegaron a la base siria, 36 desaparecieron”, Sputnik, 7/abril/2017).

Sin duda, cierto o falso dicho ataque químico por parte del régimen sirio, fue sólo un pretexto para que EUA pudiera atacar impunemente al gobierno de Assad. Los aliados de éste no tardaron en responder. Rusia e Irán han dejado muy claro que seguirán respaldando a Siria.

Un comunicado emitido por la Sala de Operaciones Conjunta de Rusia e Irán y de las Fuerzas Aliadas de Siria (entre quienes esta Hezbollah y otras milicias), reza que "lo que Estados Unidos ha perpetrado es una agresión contra Siria que cruza las líneas rojas. A partir de ahora responderemos con fuerza a cualquier agresor o cualquier violación de las líneas rojas de quien quiera que sea, y América conoce nuestra capacidad de responder bien" (“Rusia e Irán advierten a Estados Unidos de represalias si vuelve a atacar a El Asad”, El País, 9/abril/2017).

Así las cosas, apenas 5 días después del ataque, el 12 de abril, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, visitó Moscú y se reunió con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y con el presidente ruso, Vladimir Putin. Lavrov señaló a Tillerson que “observamos hace poco las acciones muy preocupantes cuando se emprendió un ataque ilegítimo contra Siria. […] Consideramos que es primordial no permitir la reincidencia de acciones similares en el futuro”. (“Discurso introductorio del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en las negociaciones con el Secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, Moscú, 12 de abril de 2017”, página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia) . Pese a sus múltiples diferencias, ambas partes acordaron seguir negociando e intentar mejorar las relaciones bilaterales, que se encuentran en el punto más bajo desde la Guerra Fría.

Ese mismo día, el presidente de Francia, François Hollande, señaló que la falta de respuesta rusa al ataque norteamericano contra Siria era una muestra de la debilidad de Moscú, por lo que, según él, EUA debía aprovechar la coyuntura para derrocar a Assad. (“Francia: Rusia está débil, EEUU ya puede derrocar a Al-Asad”, hispantv, 14/abril/17). No obstante, quizá los deseos de Hollande no sean más que simples sueños. EUA no parece querer entrar en una guerra a gran escala en Siria, que sin duda podría llevar a una confrontación directa con Rusia.

En este sentido, ¿Qué significó dicho ataque? ¿Una demostración de fuerza? ¿Una advertencia a Rusia y al régimen sirio? ¿Una muestra de que EUA no piensa salirse de Siria? ¿Un intento de la administración de Trump de calmar y negar las acusaciones que se le hacen de haber aceptado la ayuda rusa para ganar las elecciones? ¿Una forma de desviar la atención de los problemas internos hacia confrontaciones externas, es decir, un intento de legitimación? ¿Un deseo de estropear los procesos de negociación que se venían dando para frenar la guerra siria? ¿Crear mayor desestabilización en la zona? ¿Continuar una guerra de desgaste contra el régimen sirio?

Recordemos que el mismo día que se lanzaron los misiles Tomahawk, Trump estaba reunido en Florida con el presidente chino, Xi Jinping, quien es aliado de Rusia y del gobierno sirio. Entonces, ¿el ataque también fue una prueba, mensaje, y/o advertencia para China? 6 días después, el 13 de abril, EUA lanzó contra el Estado Islámico su bomba convencional más potente, la GBU-43/B, sobre el distrito de Achin en la provincia oriental de Nangarhar, en Afganistán, país que colinda con China. Posteriormente, EUA ha intensificado en los últimos días las tensiones con Corea del Norte. Así pues, ¿el ataque a Siria fue parte de una jugada de tres frentes para presionar a Rusia y China? ¿Parte de una diplomacia de la fuerza contra todos estos países? Y, lo más preocupante, ¿en qué desembocarán estas rivalidades geopolíticas?

miércoles, 12 de abril de 2017

_---El peor presidente de España

_--ALBERTO SANTOS
 12 ABR 2017 -

Cuando Aznar era presidente del Gobierno, se aprobó la ley de liberalización del suelo, punto de partida de la burbuja inmobiliaria con la que se ha arruinado muchísima gente. También fue uno de los asistentes a las reuniones para iniciar la guerra del Golfo. Como todos sabemos, esa fue la excusa perfecta para que esos canallas de islamistas mataran a tanta gente en Madrid. La trama Gürtel pagó parte de la boda de su hija, y 18 de los invitados a ese enlace están imputados o han tenido problemas con la justicia. Son famosos sus ataques a los ecologistas, a los que llamó “abanderados del calentamiento global que tratan de restringir libertades”. También tenemos los 40.000 millones a devolver a la UE para sufragar los disparates (no son disparates, son delitos graves de gestión dolosa, con consecuencias muy costosas para los clientes y ciudadanos del Estado español, fueron robos de cuello blanco que pagamos todos, principalmente los más humildes, son delitos condenables que parecen, hasta ahora, sin consecuencias de prisión) de Caja Madrid y el agujero de las radiales de Madrid, autopistas que llenaron los bolsillos de algunos terratenientes y benéficas constructoras. Y por las que ahora nosotros tenemos que devolver 5.000 millones de euros. Aznar decía: España va bien. Visto ahora el desbarajuste de todo lo que hizo, se le puede considerar el peor presidente de España de todos los tiempos.

— Alberto Santos. Lezo (Guipúzcoa). En cartas al Director de El País.

http://elpais.com/elpais/2017/04/11/opinion/1491922584_607167.html

martes, 7 de febrero de 2017

El arte de la estrategia. Una disección histórica del combate por el poder

MAURICIO BACH

Lawrence Freedman (1948) lleva toda una vida dedicado a los estudios estratégicos. Ha sido profesor de Historia Militar en el King’s College de Londres, del que ahora es vicerrector: ha escrito sobre la guerra fría y la estrategia nuclear, sobre la guerra de las Malvinas (de la que fue nombrado historiador oficial) y sobre las intervenciones estadounidenses en Oriente Medio; ha formado parte de la comisión oficial que investiga la participación del Reino Unido en la guerra de Irak y tiene, entre otras condecoraciones, la de Comandante de la Orden del Imperio Británico. Ahora ha volcado sus conocimientos sobre estrategia –aplicada a los ámbitos de la guerra, la política y los negocios– en un libro monumental –más de mil páginas–. Un recorrido apasionante por una disciplina que ha dado forma al mundo en que vivimos.

¿Cómo definiría estrategia en una frase?
El arte de crear poder.

Empieza el libro con un comentario de Mike Tyson: “Todo el mundo tiene un plan... hasta que le parten la cara”.

¿Cuál es la diferencia entre un plan y una estrategia?
Un plan es una secuencia de pasos que, si se siguen, nos conducen a una meta. La estrategia implica enfrentarse a otras personas determinadas a mantener su poder y conseguir sus objetivos. Requiere tener eso en cuenta en cada uno de los pasos que damos.

El libro habla de la estrategia aplicada a la guerra, la política y los negocios.

¿Las dos últimas parten de la primera?
La clave de la estrategia es que implica la existencia de un conflicto entre dos o más actores determinados a conseguir un objetivo. La estrategia moderna se desarrolló en un momento en que para afrontar estos conflictos era necesario mover enormes y disciplinados ejércitos que debían desplazarse enormes distancias para situarse en la mejor posición de combate.

Los conceptos desarrollados por la estrategia militar han influido en la política y los negocios, aunque después esas dos áreas han desarrollado sus propios planteamientos.

En un capítulo conecta a Sun Tzu y a Maquiavelo que, uno en la guerra y otro en la política, apuestan por el ardid.

¿Es un elemento clave en la estrategia?
Si dispones de un poder arrollador no tienes por qué ser especialmente astuto. Pero el perdedor potencial, que es difícil que salga victorioso de un enfrentamiento directo, tiene la opción del ardid para conseguir la sorpresa. Aunque incluso el más fuerte puede utilizar esta estrategia para reducir sus bajas. En el libro destaco la importancia de las coaliciones como un modo más fiable de lograr una fuerza superior ante el enemigo.

Pone el ejemplo de David y Goliat.

¿El débil gana al fuerte con inteligencia y astucia?
Es un ejemplo clásico de cómo el débil puede vencer al fuerte con astucia y rapidez. Pero lo más relevante de la historia bíblica es que el arma más poderosa es la férrea fe en Dios. Sin ella, el acto de David sería casi suicida. Y la segunda conclusión es que una vez utilizado el truco, no se puede repetir, porque el enemigo ya está en guardia. Lo de la piedra y la honda no vuelve a aparecer en toda la Biblia.

¿La estrategia moderna es hija de la Ilustración? La razón y la ciencia aplicados a algo a priori caótico como la guerra.
En efecto, la estrategia parte de la idea de que se puede aplicar la fuerza de acuerdo con criterios científicos, de modo que la relevancia del azar en la guerra se reduzca. Pero el azar no puede eliminarse por completo. Siempre existe la incertidumbre sobre el comportamiento del enemigo, de modo que la estrategia no puede ser una disciplina por completo científica.

¿Es Napoleón el primer gran estratega de la era moderna?
Al final Napoleón fue derrotado por su exceso de ambición y por dar a sus enemigos la oportunidad de coaligarse contra Francia. Los estrategas necesitan salir victoriosos una vez que la guerra ha terminado. Pero es cierto que su liderazgo militar replanteó la perspectiva de lo que podía conseguirse con ejércitos modernos e influyó a los dos grandes estrategas del XIX, Clausewitz y Jomini.

Ambos lucharon en las guerras napoleónicas, cada uno en un bando.

¿Por qué son tan relevantes?
En un primer momento Jomini fue el más relevante porque vivió más tiempo y su libro El arte de la guerra se convirtió en la obra de referencia en el XIX. Pero Clausewitz fue el gran teórico y sus ideas siguen impregnando la estrategia bélica moderna. Ambos centraron sus teorías en la idea de la batalla decisiva, la que anula la fuerza del ejército enemigo y obliga al estado perdedor a aceptar los términos políticos que se le impongan tras la derrota.

Todo cambia con la guerra fría. Con las armas nucleares ya no se trata de ganar, sino de mantener la capacidad de amenaza.

La estrategia en la era nuclear pasó a consistir en evitar la guerra sin hacer ninguna concesión política. Lo cual se conseguía mediante la disuasión, dejando claros los riesgos de una catástrofe nuclear si estallaba la guerra.

Usted formó parte de la comisión oficial que investigó la participación de Reino Unido en la guerra de Irak.

¿Qué opina de la estrategia occidental en Oriente Medio?
La estrategia de Occidente en Oriente Medio ha sido durante mucho tiempo pobre y a menudo contraproducente. Por desgracia esto es aplicable a todas las estrategias aplicadas en Oriente Medio. Hay demasiados conflictos entrecruzados para que ningún actor pueda controlar la situación.

En la actualidad, con el terrorismo global, ¿hay que replantearse la estrategia militar?
No. Muchos de los principios básicos no hay que cambiarlos. Lo importante es entender el contexto político y asumir los límites de la respuesta militar cuando se trata de grupos terroristas. Un buen trabajo de inteligencia y policial resulta a menudo mucho más eficaz.
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Enfrentamientos
Un plan es una secuencia de pasos que nos conducen a una meta. La estrategia implica enfrentarse a otras personas determinadas a mantener su poder.

Revolucionarios
Muchas ideas que han acabado siendo centrales en la estrategia política empezaron con los revolucionarios de izquierdas, incluida la conciencia de las masas y cómo manipularlas (1) (Nota: movilizarlas, sería más exacto de cara a la izquierda? lo digo porque si el pueblo se une y moviliza para defender sus intereses contra el gobierno, este no tiene nada que hacer, de ahí que los gobiernos y grupos de poder constantemente busquen dividir al pueblo y conseguir adhesiones).

David y Goliat
Ejemplo clásico de cómo el débil puede vencer al fuerte con astucia. Pero el truco no se puede repetir porque el enemigo ya está en guardia.
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¿La estrategia trata de cómo ganar una batalla o más bien de cómo actuar una vez has ganado la guerra?
Una batalla es un medio para conseguir un fin. Los fines son siempre políticos y ese es el terreno en el que hay que juzgar los éxitos o fracasos.

Dígame una batalla ejemplar desde el punto de vista estratégico.
Hay muchas batallas relevantes en la historia por sus amplias consecuencias políticas, más que porque fueran brillantes desde el punto de vista estratégico. Un ejemplo de batalla que fue brillante en su planificación estratégica y que además tuvo relevantes consecuencias políticas es la de Sedan en septiembre de 1870, cuando el ejército francés fue rodeado por el prusiano comandado por el mariscal Helmut von Moltke y el emperador Napoleón III cayó prisionero. Fue sólo en parte decisiva, porque le siguió un largo periodo de resistencia de los franceses.

Al abordar la estrategia política, dedica muchas páginas a los revolucionarios del siglo XIX. ¿Por qué?
Los revolucionarios eran los perdedores potenciales, y pensaron mucho más a fondo que sus rivales la estrategia política a seguir. Muchas de las ideas que han acabado siendo centrales en la estrategia política empezaron con los revolucionarios de izquierdas, incluida la conciencia de las masas y cómo se debe manipular. (2) (De nuevo el concepto sesgado, prefiero movilizar. Si deben despertar la conciencia de las masas, hay que trabajar la alienación y las masas concienciadas, no pueden ser manipuladas a no se que no estén concienciadas y entonces hay contradicción en los términos)

Habla usted de la relevancia que ellos le dieron a la narrativa, a la propaganda. ¿Son esenciales en la estrategia política?
La estrategia tiene un elemento narrativo, toma la forma de una historia sobre el futuro y sobre cómo deben desarrollarse los acontecimientos. Se convierte en un elemento clave de la estrategia, como cuando se persuade a la gente de que no apoye a un determinado movimiento insurgente porque será pernicioso para ellos y acabará derrotado.

Habla también de Gandhi y Luther King. ¿La no violencia es siempre mejor estrategia que el uso de la fuerza?
No necesariamente. Hay épocas en que la no violencia no funciona. Gandhi y Martin Luther King triunfaron porque pudieron llegar a una opinión pública poderosa, la opinión pública británica e internacional frente a quienes gobernaban sobre el terreno India y el gobierno de Estados Unidos y el resto del país frente a los líderes segregacionistas del Sur. La no violencia les permitió adquirir una superioridad moral que evitó muchos riesgos a sus seguidores.

Habla también de la campaña de Barack Obama como un ejemplo de estrategia. ¿La de él y la de Donald Trump son modélicas desde esta perspectiva?
Que una estrategia triunfe no la convierte en perfecta. También juegan un papel la suerte y las debilidades del oponente. Obama estaba muy bien organizado y tenía carisma. Trump ha jugado con la debilidad de sus oponentes y ha sabido entender el contexto social.

¿Cameron y el Brexit es un ejemplo de mala estrategia?
Cameron consideró que no tenía otro remedio que convocar un referéndum que podía perder. Su error fue tardar demasiado en preparar a la opinión pública para el debate. No pudo controlar la deriva que tomó el debate nacional.

Si pasamos a los negocios, pone pegas como estrategas a mitos capitalistas como Rockefeller o Ford.
Rockefeller fue un estratega brillante, que supo combinar los incentivos y la coacción para crear un extraordinario monopolio. Después al gobierno no le gustó lo del monopolio, pero incluso cuando se lo deshicieron, actuó con habilidad. Ford, en cambio, fue un pésimo estratega, porque se empeñó en aplicar siempre la misma fórmula, fuesen cuales fuesen las circunstancias.

¿En términos estratégicos guerra y negocios son similares? ¿Cuál es la meta en los negocios, consolidar la posición, derrotar al contrincante?
Por suerte en los negocios no hay violencia, lo cual marca una diferencia importante. En mi opinión, el problema de la estrategia empresarial es que no existen situaciones estándar, de modo que es difícil llegar a teorías unificadas. Gran parte de la estrategia empresarial está dedicada a cómo gestionar y liderar grandes compañías, más que a cómo manejarse con la competencia. Y en la actualidad un tema capital desde la óptica estratégica es la innovación.

Un gran estratega en los negocios...
Alfred Sloan, que levantó General Motors, fue un gran estratega porque era capaz de imaginar mercados que todavía no existían, y también sabía cómo sacar el máximo partido de diversos productos que potencialmente competían entre ellos.

¿Lehman Brothers sería en cambio un ejemplo de pésima estrategia?
Sí, su empeño era no quedarse atrás con respecto a la competencia, sin evaluar los riesgos que estaban tomando. Es una estrategia nefasta.

¿La relación entre estrategia y ética?
Es compleja. Dado que la estrategia versa sobre la elección, cada decisión tiene una dimensión ética.

¿La estrategia tiene más que ver con el ajedrez y el anticipar el movimiento del contrario, o con el póquer, donde el azar y el engaño son relevantes?
Tiene elementos de ambos, pero buena parte de la estrategia tiene que ver con actividades que no se rigen por normas aceptadas por todos los contendientes.

¿La mejor estrategia es aquella capaz de controlar lo imprevisto?
La que muestra flexibilidad y capacidad de improvisación, porque es imposible controlar lo imprevisto.

El teatro de Shakespeare, El padrino, Los Soprano, Juego de tronos ¿dan buenas pistas sobre estrategia?
Los grandes autores que analizan el comportamiento humano son capaces de ilustrar dilemas estratégicos. Si son realistas, ponen en escena los problemas a los que se enfrentan aquellos que toman decisiones en condiciones de conflicto e incertidumbre. Por eso, los estudiosos de la estrategia tienden a utilizar ejemplos de ficción que son ilustrativos de lo que comportan las decisiones estratégicas.

https://www.pressreader.com/ y después Lawrence Freedman o https://www.pressreader.com/search?query=Lawrence%20Freedman&languages=es&hideSimilar=0

Notas.
(1) Movilizarlas, sería más exacto de cara a la izquierda? lo digo porque si el pueblo se une y moviliza para defender sus intereses contra el gobierno, este no tiene nada que hacer, de ahí que los gobiernos y grupos de poder constantemente busquen dividir al pueblo y conseguir adhesiones.

(2) De nuevo el concepto sesgado, prefiero movilizar. Si deben despertar la conciencia de las masas, hay que trabajar la alienación y, las masas concienciadas, no pueden ser manipuladas a no se que no estén concienciadas y entonces hay contradicción en los términos.

jueves, 2 de febrero de 2017

El hambre, el arma de los fuertes contra los débiles

Bruno Guigue
Arrêt sur Info



Los niños amenazados del Yemen no figuran en los grandes titulares.
Si realmente se quisiera la prueba de que el hambre no es un desastre natural o cualquier otra fatalidad que pesara sobre las tierras abandonadas por los dioses, bastaría con observar el mapa de las futuras hambrunas. Este mapa, diseñado por el economista jefe del Programa Mundial de Alimentos, Arif Husain, es contundente. Según él, 20 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre en cuatro países en los próximos seis meses: Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y Somalia (http://ici.radio-canada.ca/nouvelle…). Ahora bien, la principal causa de esa inseguridad alimentaria es política. Cuando no ha sido directamente provocada por el caos generador del subdesarrollo o la interrupción de los suministros, la intervención extranjera ha echado leña al fuego. La guerra civil y el terrorismo han arruinado las estructuras estatales, banalizando la violencia endémica y provocando el éxodo de la población.

En el Yemen los bombardeos saudíes han generado desde marzo de 2015 un desastre humanitario sin precedentes. La ONU se alarma ante esta situación, pero, ¡fue una resolución del Consejo de Seguridad la que autorizó la intervención militar extranjera! El cierre del aeropuerto de Sanaa y el embargo infligido por la coalición internacional han privado a la población de medicamentos. Las reservas de trigo disminuyen a ojos vistas. Los bancos extranjeros rechazan realizar operaciones financieras con los bancos locales. Catorce millones de personas, es decir el 80% de la población, tiene necesidad de ayuda alimentaria, unos dos millones en forma urgente. 400 mil niños están desnutridos. Al ser considerada culpable de apoyar al movimiento hutu, la población yemení está condenada a muerte. Las potencias occidentales participan de ese crimen masivo proporcionando armas a Ryad.

En Nigeria la caótica situación en la que se ha visto sumergido el noreste del país gangrena toda la región. Millones de personas se hacinan en los campos de refugiados huyendo de la violencia del grupo Boko Haram. Estas poblaciones, que son totalmente dependientes de la ayuda humanitaria, “sobreviven a temperaturas de 50° C en chozas con techo de uralita, con un solo acceso al agua, con cocinas comunes y una comida por día”, explica Arif Husain. Alimentado por la propaganda saudí, el terrorismo desafía actualmente a este Estado, el más poblado del continente cuya población se calcula que llegará los 440 millones en el 2050. Luego de la calamitosa destrucción de Libia por la OTAN el África subsahariana se ha convertido en el territorio de caza preferido de los yihadistas. El hambruna anunciada es consecuencia directa de esa desestabilización.

En Sudán del Sur la proclamación de la independencia en 2011 desembocó en una guerra civil en la que dos campos rivales se disputan el control de las riquezas energéticas. Este Estado secesionista, fragmentado, enclavado, mutilado de su norte al que lo enfrentó una interminable guerra civil, es fruto de la estrategia estadounidense. Esta creación artificial tenía el objetivo de contrarrestar la influencia de Sudán, desde larga data inscrito en la lista de los “rogue states” [N. de la T.: “Estados canallas”]. Nacido en la fuente bautismal de Washington que armó la guerrilla secesionista de John Garang durante 20 años, Sudán del Sur es hoy en día una región en ruinas. Desde diciembre de 2013 han muerto varias decenas de miles de personas, 2,5 millones han huido de sus hogares y cerca de 5 millones, se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria “sin precedentes”, según la ONU. Si alguien quiere reclamar, se ruega que se dirija a los “neocons” de Washington.

En Somalia los avatares climáticos amenazan con la proximidad de un nuevo desastre alimentario. En el 2011 la terrible hambruna que siguió a la sequía provocó 260.000l muertos. La vulnerabilidad de la agricultura hortelana refleja el estado de subdesarrollo del país, fraccionado en una decena de grupos políticos rivales. El sangriento reino de los señores de la guerra locales, las intervenciones militares extranjeras (EEUU, Etiopía, Kenia), la influencia creciente, sobre un fondo de descomposición política, de la organización radical islámica Al-Shaab, le ha otorgado a este país el índice de desarrollo humano más bajo del planeta. Luego de la caída del régimen marxista de Syaad Barré en 1991 se fueron desvanecieron las estructuras estatales. La economía está exangüe y el sistema educativo descalabrado. El aumento de los precios de los alimentos y la caída de los salarios hacen temer lo peor hoy en día.

Lamentablemente, otras zonas de tensión provocan inquietud. Los actuales conflictos en Siria, Iraq, Afganistán, Ucrania, Libia, Zimbawe trastornan las condiciones de vida y generan flujos migratorios. Finalmente, algunos otros países viven una inseguridad alimentaria crónica: la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Burundi, Mali, Niger. No es casual que la mayoría de estos países sean presa de una guerra civil, del terrorismo y de la intervención militar extranjera. El desorden que los asola es en primera instancia de naturaleza política y geopolítica. Lejos de ser una fatalidad es el resultado de causas endógenas y exógenas identificables. Las hambrunas no caen sobre los condenados de la tierra como un rayo. Es el arma de los poderosos para aplastar a los débiles.

Bruno Guigue es un ex alto funcionario, analista político y profesor en la Universidad de la Réunion. Es autor de cinco libros, entre ellos Aux origines du conflit israélo-arabe, L’invisible remords de l’Occident, L’Harmattan, 2002, y de numerosos artículos.

Fuente:
http://arretsurinfo.ch/la-famine-arme-des-forts-contre-les-faibles/


Traducido para Rebelión por Susana Merino

domingo, 1 de enero de 2017

Alepo y las izquierdas. La carnicería ha terminado pero hay más de 40 ciudades sirias bajo asedio.



La reconquista de los barrios del este de Alepo por la coalición internacional que apoya al gobierno Al-Assad en el conflicto sirio, después de cinco años de terribles combates y la destrucción de casi la mitad de la ciudad por ambos bandos –con miles de muertos y decenas de miles de desplazados—, ha desatado un inusitado debate internacional. Tan sectario, por lo pronto, como la guerra siria, y bien anclado en el mundo mental de la que, según el Oxford Dictionary, ha sido la palabra del año en 2016: “Posverdad”.
Decían los clásicos, empezando por Homero, que la primera víctima de la guerra es la verdad. No vamos a pretender nosotros gozar de acceso privilegiado a ella, tan lejos como nos hallamos del escenario del conflicto. Modestamente, en cambio, nos parece que hay una serie de elementos de la vieja tradición del movimiento socialista internacional que podrían orientarnos en un debate de cabo a rabo dominado y sesgado por los aparatos de información y propaganda de las potencias que han acabado determinando decisivamente la evolución de las múltiples fuerzas que se enfrentan en Siria y, en general, en todo Oriente Próximo.

Partamos de la crisis estructural del régimen del Partido Baaz sirio, que se hizo especialmente grave a fines de la década de 1990, con la caída de los precios del petróleo, la escalada del déficit fiscal del sector público y las consecuencias del cambio climático en el sector agrícola. La respuesta de Bashar al-Assad al suceder a su padre fue la aconsejada por el FMI y el BM: la paulatina aplicación de las políticas neoliberales y la ampliación de las bases del régimen, sin cambiarlas sustancialmente –-y entre las que hay que destacar 13 servicios paralelos de seguridad, el aparato del partido y las tres estructuras militares—, a fin de integrar a la burguesía urbana suní de las grandes ciudades sirias. Ni qué decir tiene que esas reformas económicas fracasaron y que la pobreza se incrementó alarmantemente en paralelo a una creciente emigración rural a los barrios miseria que rodearon las urbes. Todo ello sin el menor gesto de democratización del régimen, que se limitó a permitir el desarrollo de redes asistenciales a partir de las mezquitas y las iglesias con financiación privada como respuesta asistencial a la cada vez mayor crisis social.

En el terreno internacional, especialmente tras la retirada de las tropas sirias del Líbano en 2005 –tras el asesinato de Hariri y las protestas masivas de sectores de la población libanesa—, Bashar al-Assad llevó a cabo una remodelación global de su política regional y exterior. En Líbano cambió su alianza con Amal por Hezbollah, apoyó la intervención de EEUU en Irak y participó en los programas de torturas de la CIA, se alineó con Irán en la defensa del gobierno de Al-Maliki y, posteriormente, de Al-Abadi y se alió con Turquía para reprimir al movimiento de liberación kurdo dirigido en ambos países por el PKK. Solo a comienzos del 2012, cuando la “primavera árabe” y la situación militar en Irak acabaron por polarizar la situación en todo Oriente Próximo en dos polos enfrentados –suní y chiíta— y se militarizó por completo el conflicto sirio, Al- Assad buscó en Rusia el apoyo militar que le negaban EEUU y Turquía.

La “primavera árabe” siria, que comenzó con las protestas de marzo de 2011 en Daraa y se extendió en pocos meses por las principales ciudades del país, fueron una respuesta popular en gran medida espontánea a la crisis estructural descrita. La oposición política –desde los Hermanos Musulmanes hasta la pequeña izquierda intelectual laica— se encontraba casi en su totalidad en el exilio. La bifronte política de pequeñas concesiones sociales y represión del régimen resultó incapaz de frenar al movimiento popular.


A fines de abril de 2011, el régimen se vio obligado a anular la Ley de Emergencia –en vigor desde 1963— y conceder la nacionalidad a los refugiados kurdos. Pero después del ataque realizado por grupos yihadistas que provocó la muerte de 120 soldados sirios en junio, la propaganda del régimen dio todo el protagonismo a grupos armados infiltrados desde el norte del Líbano y abrió paso a la represión de las manifestaciones y a la militarización del conflicto. Las deserciones de soldados que cuestionaban la represión del régimen crearon los primeros grupos armados de la oposición interna para defender a las manifestaciones populares. Pero desde que los mandos del Ejército Sirio de Liberación (ESL) se refugiaron en Turquía, la oposición militar se separó ya de la civil, y pasó pronto a ser completamente dependiente de Turquía, Arabia Saudí, Qatar y EE UU.

Los Tansiqiyyat, los Comités de Coordinación Locales (CCL), comenzaron a cumplir funciones de asistencia, gestión de servicios básicos y gobernabilidad. Pero nunca formaron una red nacional. La militarización del conflicto social, impulsada tanto por el régimen como por los distintos grupos armados de la oposición, hizo depender a todas las fuerzas de la financiación y el abastecimiento de las potencias externas, que pasaron a convertirse en sus patrocinadores a cambio de defender sus distintos intereses en el conflicto geopolítico de Oriente Próximo.

A comienzos de 2012, la militarización del conflicto era completa. Y la implacable lógica que eso traía consigo implicaba la subordinación de la movilización popular a los objetivos militares y políticos dictados por una oposición exterior que controlaba dinero y armas. No tardó eso en menguar la autonomía de los Tansiqiyyat, que se transformaron en órganos de control y gestión territorial de las zonas controladas por las diferentes brigadas y milicias. La protesta de una parte de los CCL y del Grupo de Coordinación Nacional por un Cambio Democrático (NCB) contra este proceso de militarización en la zona controlada por la oposición culminó en febrero de 2012 con la dimisión irrevocable de 20 miembros cercanos a sus posiciones de un Consejo Nacional Sirio que se arrogaba la representación del conjunto de la oposición en el exterior.

El ESL fue incapaz de coordinar las distintas brigadas, dirigirlas y abastecerlas frente al Ejército Árabe Sirio (EAS). A lo largo de 2012 y 2013, las brigadas del ESL se fueron independizando, se crearon unidades nuevas y se coordinaron en frentes político-ideológicos condicionados y financiados por las potencias regionales. Durante el verano de 2012 fracasó un segundo intento de coordinación militar de la oposición, el Mando Conjunto del Consejo Militar de la Revolución. A partir de ese momento, el proceso de islamización de la oposición armada –y ya solo quedaba espacio para ella frente al régimen— fue imparable. Del ESL solo quedó prácticamente un núcleo en el sur de Siria, incapaz de mantener un frente por sí solo, apoyado desde Jordania por EEUU, como reconoció la CIA ante el Senado estadounidense.

La zona de Alepo controlada por la oposición ha sido en este sentido, un laboratorio del proceso de islamización y control por Turquía, Arabia Saudí y Catar de las brigadas rebeldes. Así, por hablar de Alepo, la poderosa brigada Tawhid rompió en otoño de 2012 con el ESL y estructuró el Frente de Liberación Islámico (FLI) que, en un año, se transformó en el Frente Sirio Revolucionario (FSR), para coordinarse después con Jabhat an-Nusra, la rama siria de Al Qaeda, y terminar bajo el paraguas Ahrar Al Sham, el diseñado frente post-al-Qaeda. Tras la expulsión de ISIS de la zona urbana del este de Alepo en 2014 por Jabhat an-Nusra, tres frentes islámicos se repartían el territorio: an-Nusra, el FLI y el FSR, además de los restos del ESL y de las Unidades de Protección Popular kurdas (PYD) que controlan una parte importante del norte de la ciudad, en concreto el barrio kurdo de Sheik Maqsud. Los enfrentamientos y alianzas entre esos frentes por el control de barrios, rutas y suministros han sido continuos. Y hay que subrayar que los Tansiqiyyat que habían sobrevivido, cuando no eran meros instrumentos de los frentes islámicos, estaban condicionados en sus decisiones – también en Alepo-- por las sentencias de los ultrarreaccionarios tribunales islámicos y su arbitraria interpretación de unas fabricadas “leyes de la Sharia”.

Durante casi cuatro años, estos frentes islámicos han cercado y bombardeado indiscriminadamente con artillería suministrada por Turquía la parte occidental de Alepo, bajo control del régimen de al-Assad, provocando cientos de muertos y heridos civiles. El régimen, por su parte, ha destruido barrios enteros controlados por la oposición con barriles explosivos y, desde hace cuatro meses, ha lanzado una fuerte ofensiva que, con apoyo aéreo ruso, ha terminado por quebrar la resistencia de la oposición –en su abrumadora mayoría, islamista— en el este de Alepo.

Lo cierto, pues, es que la militarización impulsada por el régimen, por los distintos frentes islamistas y por las potencias internacionales había acabado con el proceso democrático de la “primavera árabe” siria ya a fines del verano de 2012, mucho antes de la caída de Alepo oriental.

Es más, lo que se produjo en las zonas controladas por unos y por otros a partir de ese momento fue la movilización de una base social de orígenes muy similares: los pobres de las zonas urbanas y de las zonas rurales contiguas, sobre la base del sectarismo religioso, étnico o de clan, para tener acceso a los suministros e ingresos distribuidos banderizamente por las organizaciones del régimen y los frentes islamistas de la oposición. En el caso del régimen, los jóvenes de los barrios pobres fueron organizados en los comités populares (lijan shaabiyya) y, más tarde, en las Fuerzas de Defensa Nacional. Y Alepo resulta, de nuevo, paradigmático aquí, porque en la zona oeste la mayoría de sus miembros han sido o sunitas o cristianos, apoyados por la Brigada Jerusalén de los palestinos del campo de refugiados de Neirab. La carne de cañón la han puesto siempre los pobres.

La naturaleza del conflicto cambió a lo largo de este proceso de militarización y movilización sectaria (religiosa y étnica) financiado y apoyado por las diferentes potencias regionales en el conflicto geopolítico de Oriente Próximo. Ha sido ese apoyo externo en un conflicto interimperialista regional lo que ha desangrado al conjunto de la población siria hasta ese extremo de cruel e inaudita inhumanidad. Ejemplo señero de la cual han venido a ser ahora las negociaciones para la evacuación de civiles y combatientes de los últimos barrios del este de Alepo a cambio de que se efectuasen evacuaciones similares de poblaciones controladas por el régimen, bajo el asedio de los islamistas cortacabezas y los intentos de sabotaje de estos últimos.

Desde finales de 2012, la tarea de solidaridad internacionalista no era la de apoyar al régimen o a los distintos frentes islámicos, ni al eje sunita frente al eje chiita, ni a EEUU o a Rusia en la partida geopolítica desarrollada en Oriente Próximo, sino la de buscar y llegar a una tregua negociada del conflicto. Una tregua que permitiera romper la dinámica de la militarización en todas las zonas y abrir un espacio de movilización política y reconstrucción de la sociedad civil siria.

Las negociaciones de Ginebra y de Moscú han estado determinadas en todo momento por los objetivos militares geopolíticos de las potencias regionales. En definitiva: en imponer una solución basada en el “cambio de régimen” o en una “reforma del régimen”, no en la movilización de la población para construir una salida democrática de la crisis estructural del régimen del Baaz sirio que ha acabado provocando la guerra y sofocando a la “primavera árabe” siria.

Es decir, la tarea de la izquierda era y sigue siendo levantar un movimiento antiguerra y antiimperialista contra la intervención de las potencias regionales y su conflicto geopolítico en Oriente Próximo, de solidaridad con los refugiados, de apoyo a los desplazados y víctimas del conflicto. Exigir una tregua inmediata y negociaciones de paz locales y a nivel nacional, que permitan abrir la vía hacia un proceso constituyente, que vislumbre el derecho de autodeterminación kurdo y del conjunto de la población siria, sin que las opciones sean la dictadura monopartidista del Baaz, el fundamentalismo islamista de An-Nusra (se llame ahora como se llame) o el fascismo islámico de ISIS, que se reparten –junto con el PKK en el norte-- la mayor parte del torturado país árabe.

La carnicería de Alepo, los bombardeos indiscriminados en el Este y en el Oeste de la ciudad han acabado por el momento. Pero hay más de 40 poblaciones sirias que viven sus particulares asedios y carnicerías. ¿Vamos a tener que tomar partido en cada una de ellas, o vamos a levantar, por fin, de manera unitaria, un movimiento contra la guerra y contra el imperialismo? Porque queda, desgraciadamente, guerra para rato en Siria.

Firman este texto Antoni Domènech, G. Buster, Carlos Abel Suárez, María Julia Bertomeu y Daniel Raventós
Fuente original:

http://ctxt.es/es/20161228/Firmas/10244/Alepo-guerra-Siria-la-izquierda-tregua-paz-imperialismo.htm

miércoles, 5 de octubre de 2016

El PSOE apoya un ataque contra Siria incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU. Los socialistas españoles hacen suyas las tesis de Hollande e insisten en que se debe "condenar" el uso de armas químicas, "castigar al régimen de Al Asad" y hacerlo con "un gran consenso internacional". (Noticia ya antigua pero que mantiene su actualidad)

IÑIGO ADURIZ

"Hay muchos instrumentos de la legalidad internacional y no sólo las resoluciones de las Naciones Unidas". Con estas palabras, el PSOE abría este miércoles la puerta a respaldar un ataque contra Siria en respuesta al uso de armas químicas incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, único organismo internacional capaz de autorizar una intervención militar por razones humanitarias.

La número dos de los socialistas y responsable del área internacional del partido, Elena Valenciano, ha querido ser tajante durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Madrid tras la reunión de la cúpula del PSOE y ha insistido en la necesidad de "castigar" al régimen de Bashar Al Asad, al considerar probado que ha sido éste el que perpetró la masacre con armas químicas que acabó con la vida de cientos de personas. "Hay que castigar esta acción y hay que castigarla con los instrumentos de la legalidad internacional en la mano", ha dicho Valenciano, que ha recordado que al margen de las resoluciones de la ONU "el principio de la responsabilidad de proteger es también un principio de legalidad internacional".

No obstante, la dirigente socialista sí se ha mostrado a favor de que "se agoten todas las posibilidades de una decisión en el seno del Consejo de Seguridad, aunque sabemos que la posición de Rusia es de apoyo incondicional" a Al Asad.

A lo que sí estaría dispuesto a esperar el principal partido de la oposición antes de apoyar o no  inminente bombardeo en Siria es a los informes que elaboren los inspectores de dicho organismo. "Es muy posible que lleguen pronto. Son los que pueden confirmar el uso de armas químicas, algo que ya ha sido confirmado por numerosos países", ha dicho.

El PSOE asume así las tesis defendidas en los últimos días por el presidente francés, el también socialista François Hollande, que considera probado que Al Asad está detrás del uso de armas químicas. Valenciano ha dicho que su partido condena "la "salvaje actuación" del Gobierno sirio, porque "lo que ha cometido es un crimen contra la humanidad". Y ha anunciado que el Grupo Socialista presentará en el Congreso una Proposición No de Ley condenando al propio régimen.

"Estamos ante un momento muy peligroso para la paz mundial", ha querido insistir la número dos de los socialistas españoles. Y es que, ha recordado, "las armas químicas están prohibidas desde hace más de 90 años y vulneran toda la legalidad internacional". Ante el conflicto abierto en el país los socialistas exigen pues una "respuesta medida, efectiva y razonable".

http://www.publico.es/internacional/psoe-apoya-ataque-siria-aval.html

domingo, 28 de agosto de 2016

La guerra de Irak no fue una metedura de pata: fue un crimen

Owen Jones
The Guardian / El Diario

Elogiemos la investigación Chilcot por darle sello oficial a las verdades que siempre hemos sabido, que ya estaban ahí mucho antes de que se abrieran las puertas del infierno

Hemos visto encubrimientos de las élites en el pasado: del Domingo Sangriento a Hillsborough, las autoridades han conspirado a menudo para esconder la verdad por el interés de los poderosos. Pero esta vez no. La investigación Chilcot se estaba convirtiendo en una forma satírica de referirse a tardar un tiempo ridículamente largo en ejecutar una tarea, pero sir John pasará sin duda a la historia por dictar el veredicto más devastador y exhaustivo sobre un primer ministro moderno.

Los que nos manifestamos en su momento contra el desastre de Irak no podemos reivindicar nada, solo tristeza por no haber conseguido evitar un desastre que robó cientos de miles de vidas, entre ellas las de 179 soldados británicos, y que hirió, traumatizó y desplazó a millones de personas, en un desastre que cultivó extremismo a un nivel catastrófico.

Un legado de Chilcot debería ser animarnos a ser más atrevidos en nuestros desafíos a la autoridad, en ser escépticos con las afirmaciones oficiales, en permanecer firmes contra una agenda agresiva tejida por los medios. "Hay que aprender las lecciones", declararán ahora los defensores de la guerra. No les dejemos irse de rositas. Las lecciones fueron obvias para muchos de nosotros antes de que empezaran a caer las bombas.

Lo que ha hecho Chilcot es ilustrar que las afirmaciones del movimiento contrario a la guerra no eran teorías de la conspiración ni reclamaciones disparatadas o desorbitadas. "Cada vez parece más que tenemos un gobierno que busca un pretexto para la guerra más que la forma de evitarla", dijo el diputado laborista que se oponía a la guerra Alan Simpson varias semanas antes de la invasión. De hecho, como reveló Chilcot, Blair le dijo a George W. Bush en julio de 2002: "Estaré contigo, pase lo que pase".

Esta, como señala Chilcot, no fue una guerra de "último recurso": fue una guerra elegida, desatada "antes de que se agotaran las opciones pacíficas para el desarme". Simpson dijo: "Parece que elaboramos dossieres de engaño masivo, cuyas afirmaciones se tachan de irrisorias casi tan pronto como se publican". Y ahora Chilcot está de acuerdo en que la guerra se basó realmente en "datos de inteligencia y valoraciones deficientes" que no fueron "cuestionadas, y deberían haberse cuestionado". Nelson Mandela era uno de los que, en el periodo previo a la guerra, acusó a Blair y Bush de desautorizar a Naciones Unidas. Mandela queda reivindicado. Como dice Chilcot: "Consideramos que Reino Unido debilitó la autoridad del Consejo de Seguridad".

Hubo muchas advertencias. Un mes antes de la invasión, el senador estadounidense Gary Hart dijo que la guerra aumentaría el riesgo de terrorismo. "Vamos a abrir la caja de Pandora y no estamos preparados para eso en este país", avisó.

Tengamos en cuenta también esta cita de la web contraria a la guerra Dissident Voice un mes antes del conflicto: "Un ataque estadounidense y una posterior ocupación de Irak proporcionarán más motivación –y más facilidades para reclutar– a Al Qaeda y otros grupos terroristas y estimulará un mayor riesgo de terrorismo a largo plazo, ya sea en suelo estadounidense o contra los ciudadanos de este país en el extranjero". No es subestimar a los autores decir que esta fue una afirmación de lo obvio, excepto para los responsables de la guerra y sus acólitos. Pues Chilcot dice: "Blair fue advertido de que una invasión incrementaría la amenaza terrorista de Al Qaeda y otros grupos".

El exprimer ministro aseguró que las terribles consecuencias solo han resultado obvias a posteriori, pero la ONG Christian Aid advirtió de "caos y sufrimiento significativos en Irak mucho después de que hayan acabado los ataques militares". Una agencia de cooperación tenía una previsión mucho mejor que el alto cargo militar que –en una conversación off the record en la que participé en la universidad– aseguró que el 99% de Irak echaría flores a los soldados invasores. Como señala Chilcot, el Gobierno "no tuvo en cuenta la magnitud de la tarea de estabilizar, administrar y reconstruir Irak".

La afirmación irrisoria de Blair es errónea: como indica Chilcot, "las conclusiones a las que llegó Blair tras la invasión no requerían de un conocimiento posterior". Todas las amenazas, desde la intromisión de Irán hasta la actividad de Al Qaeda, "fueron cada una identificadas de forma explícita antes de la invasión". Cuando Robin Cook dimitió del Gobierno antes de la invasión, declaró que "es probable que Irak no tenga armas de destrucción masiva en el sentido del término conocido por todos". Chilcot ha condenado ahora a los servicios de inteligencia por creer lo contrario.

La Campaña por el Desarme Nuclear amenazó con un recurso legal contra el Gobierno en 2002 si emprendía la guerra sin una segunda resolución del Consejo de Seguridad. Varios juristas y Kofi Annan, el entonces secretario general de la ONU, están entre quienes desde entonces han calificado la invasión de ilegal.

El informe original que elaboró el fiscal general de Reino Unido, lord Goldsmith, decía de hecho que una guerra sin segunda resolución sería ilegal, pero Chilcot subraya el hecho de que, cuando Goldsmith hizo posteriormente una comparecencia oral, pareció haber cambiado misteriosamente de opinión.

Puede que la legalidad de la guerra no esté en los cometidos de Chilcot, pero incluso así concluye que el proceso por el que el Gobierno llegó a su base legal "no fue satisfactorio". Sin duda, ahora hay que recurrir la legalidad de esta guerra catastrófica ante los tribunales.

Siempre dijimos que la guerra de Irak estaba basada en mentiras. Leer artículos anteriores a la invasión, como The lies we are told about Iraq de Los Angeles Times, es realmente instructivo. El informe Chilcot no acusa a Blair de mentir. Pero se pone demasiado énfasis en esa cuestión. Blair estaba claramente determinado a ir a la guerra desde mucho antes. Se basaba en pruebas dudosas para su defensa, unas pruebas que otros en aquel momento sabían que eran dudosas. ¿Se engañó a sí mismo, engañó a la sociedad o solo lo conducía la virtud de un complejo mesiánico? Emprendió una guerra con una propuesta arriesgada que muchos en aquella época –incluidos 139 diputados laboristas– sabían que resultaría en desastre. Y eso ya es suficientemente condenatorio.

Elogiemos la investigación Chilcot por darle sello oficial a las verdades que siempre hemos sabido, pero seamos conscientes de que eso es todo lo que ha hecho. Las verdades que ha expuesto ya estaban ahí, mucho antes de que se abrieran las puertas del infierno, como advirtió de que pasaría el secretario general de la Liga Árabe antes de la invasión.

Fue la obviedad de lo que iba a ocurrir lo que creó el mayor movimiento contrario a la guerra de la historia. Fue un movimiento denigrado, en especial por los medios que apoyaron en gran medida las prisas por la guerra. Fue tan perverso que quienes se opusieron o criticaron la guerra –de políticos a directivos de la BBC– fueron quienes perdieron sus trabajos, mientras que Blair desde entonces ha desarrollado su rentable carrera trabajando para dictadores.

Muchos acólitos de esta gran catástrofe siguen mostrando pocos remordimientos o penitencias. Algunos incluso interrumpieron al líder laborista, Jeremy Corbyn –que hizo campaña tanto contra el apoyo británico a Sadam Hussein cuando gaseó a los kurdos en los años 80 como contra la invasión de 2003– mientras pronunciaba este miércoles su respuesta parlamentaria a Chilcot.

Y el horror continúa: los 250 iraquíes asesinados por coches bomba este fin de semana son un recordatorio devastador del caos ante el que Blair debe asumir responsabilidades. No fue una metedura de pata, ni un error, ni una confusión: decida lo que decida la ley, este fue –desde cualquier punto de vista moral– uno de los crímenes más graves de nuestros tiempos. Los responsables estarán condenados para siempre. Después de este miércoles, podemos señalarlos y llamarlos por su nombre.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/guerra-Irak-error-crimen_0_534746951.html