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martes, 27 de agosto de 2019

Entrevista a Gemma Bravo. "Los vientres de alquiler nada tienen que ver con la libertad o el altruismo, sino con la pobreza y la marginación"

Nuria Coronado Sopeña
Público

La activista revela la maquinaria que hay detrás de la explotación reproductiva de las mujeres. "La pérdida del útero de una madre que gesta para otros se indemniza con 2.000 euros”.

Ha perdido la cuenta de las veces que Twitter le ha cancelado su perfil por el ataque de los lobbies pro-vientres, pero a Gemma Bravo es lo que menos le importa. Su denuncia puede más que cualquier censura. Luchar contra la mercantilización del cuerpo de las mujeres, tanto en la prostitución como en los vientres de alquiler, es su apuesta personal y sonora por un mundo en paz para la mitad de la población.

Los insultos que recibe en las redes sociales hacen si cabe más fuerte a quien tiene muy claro que solo con feminismo el mundo dejará de ser desigual. Gemma Bravo, cada día se levanta y se acuesta con una meta: “Denunciar todo lo que huela a proxenetismo reproductivo”, dice.

Por eso lleva cerca de cinco años investigando y batallando para destapar “las vergüenzas de quienes pretenden seguir haciendo del cuerpo de la mujer un lugar en venta o alquiler. No podemos permitir que las mujeres más vulnerables cedan su cuerpo como si fuera un recipiente a quienes con dinero compran su capricho de familia y no respetan los Derechos Humanos ni la dignidad de quienes solo tienen pobreza absoluta”, explica.

"En India, Tailandia, México o Nepal también se 'vendían' las noticias de que los españoles estaban atrapados en un limbo legal. Los explotadores campan a sus anchas hasta que empieza a conocerse su malas praxis"

Su lucha la hace como feminista y “estando del lado del enemigo”. Es decir, infiltrándose en foros, asociaciones y en las propias agencias como falsa clienta. Para Bravo, investigar es la mejor baza para combatir una realidad en la que muchas más mujeres de las que hay ahora pueden acabar como en el Cuento de la criada de Margaret Atwood.

Un ejemplo de sus investigaciones es el contacto que hizo recientemente con una cuenta de Twitter (MaiteArboles ) que supuestamente da asesoramiento gratuito y sin compromiso sobre gestación subrogada. “Nuestra experiencia nos ha hecho aprender a lo largo del camino que nos llevó a ser padres mediante GS. Hoy, queremos ayudar a todos lo que necesitéis información sobre como tramitamos todo el proceso”, tal y como se puede leer públicamente.

Sin embargo, con lo que Gemma se encontró es que la pareja en realidad es mediadora de una agencia de vientres de alquiler. “Hace ya un tiempo, vi esa cuenta por Twitter , ofrecían, como pareja que supuestamente había recurrido a los vientres de alquiler, ayuda e información a personas que quisieran iniciar este proceso. Realmente pensé que era eso, desde su experiencia, lo que no imaginaba que eran de una agencia de vientres de alquiler”, cuenta. Sin escrúpulos, solo hace falta dinero.

Sin escrúpulos, solo hace falta dinero
Para saber más sobre dicha cuenta y lo que ofrecían se hizo pasar como interesada junto a su supuesta pareja (de 54 y 52 años). “Empecé enviando un mail para preguntar”, reconoce a Público . Como si se tratara de una empresa con la mejor atención al cliente tuvo respuesta de manera inmediata, “en el mismo día al ratito de escribirla ya me estaban contestando”. La edad no fue inconveniente alguno. “Quería comprobar si existe algún límite en este mercado o todo es válido si mi cartera tiene posibles clientes. Por la edad no había ningún problema fue la respuesta que recibí”, reconoce.

"El entramado de este negocio es un nicho de mercado para abogados, clínicas, agencias, psicólogos, agencias de gestantes, financieras…"
Para Bravo el que estas parejas acaben siendo intermediarias es comparable a otra situación. La del consumidor de drogas que acaba convirtiéndose en camello y así extiende la actividad a nuevos compradores. “Casi todas las agencias que trabajan aquí están constituidas o formadas por explotadores reproductivos. Uno de sus ganchos de presentación es: nosotros también somos padres por gestación subrogada y entendemos la oportunidad y los retos que la gestación subrogada ofrece. Gerentes, coordinadores y una larga lista de puestos están ocupados por los mismos explotadores reproductivos. Incluso la portavoz de la última crisis de los bebés de Ucrania trabaja para una agencia”, explica.

Tras preguntar a esta “madre” sobre los lugares más recomendables para llevar a cabo todo, lo que Gemma recibió en su correo fue información de Gestavida, una agencia que curiosamente se publicita diciendo que tienen “larga experiencia en adopción internacional”, para a continuación añadir que también son expertos “en gestación subrogada, por lo que estaremos a vuestro lado en todo momento, para que tengáis con nosotros la confianza necesaria y la garantía de éxito asegurada”.

Recibió dos folletos. Uno para Florida (Estados Unidos) y otro para Ucrania. “A Florida le dije que lo descartaba porque se nos iba del presupuesto, eran 177.500 dólares, pero Ucrania podía estar bien ya que la cantidad era más asequible. Unos 58.500 euros”, explica.

Un mercado con “mucha importancia a la genética”
Además, viendo el folleto de Ucrania, la opción calidad/precio que se ofertaba a Gemma le pareció el lugar más adecuado para seguir investigando. “El programa de Gestación Subroga en Ucrania, se lleva a cabo en clínicas de fertilidad que son consideradas como clínicas de primer nivel dentro del país. Actualmente Gestavida colabora con dos clínicas que se encuentran en la ciudad de Kiev. Muchas familias han conseguido su sueño de ser padres gracias a la profesionalidad de las doctoras que llevan los casos de gestación subrogada. Se le da mucha importancia a la genética , por lo que, a diferencia de otras clínicas, ambas tienen su propio laboratorio genético que realiza todas las pruebas necesarias para descartar alteraciones cromosómicas en los embriones. Los embriones nunca salen de la clínica”, tal y como reza en la publicidad recibida.

El precio del paquete ucraniano incluye los exámenes médicos y valoración psicológica de la gestante, los gastos de desplazamiento y manutención y una compensación para la madre. “De lo que se le pagaría a ella no me comentaron. Si me dijeron que no estaba obligada a conocerla, pero si lo deseaba tenía la opción de hacerlo por Skype y verla en cada prueba médica”, recuerda.

Tras la información Bravo preguntó por los problemas que están teniendo en Ucrania las parejas y su interlocutora le dijo que no se preocupase, que no eran tales y que podrían hablar con el abogado, un tal Arturo, quien se encargaría de resolver todas sus dudas sin coste alguno. “Se trabaja con sentencia judicial de filiación para inscribir a los bebés y no tener problemas para volver a casa. Es lo que la ley española reclama y contempla para que todo sea correcto”, tal y como explicaron a Bravo.

Conversación de Gemma Bravo con la intermediaria de la explotación de mujeres donde ofrece asesoría legal.

El asesoramiento legal es algo muy a destacar. ¿Saben saltarse la ley?
Por supuesto. Escuchamos muchas veces, incluso a Ciudadanos, la petición de legislar sobre vientres de alquiler. En España esta práctica aberrante está legislada. Es contrato nulo, la filiación se determina por el parto (madre es quien pare), pero, dentro de ese artículo 10 sobre gestación por sustitución donde aparece lo anterior, tenemos el punto número 3 del cual, los explotadores reproductivos están haciendo uso. En él se habla de “la reclamación de la paternidad respecto al padre biológico”. La misma ley que lo prohíbe, les da la trampa hecha . En países sin filiación por sentencia judicial, como Ucrania, bastaba con una prueba de ADN para verificar que es el explotador reproductivo es el padre biológico. Una vez aquí, su mujer, adopta al hijo nacido de una relación extramatrimonial de su marido y ya está conseguido.

Llama la atención la formalización de contrato con la gestante en Ucrania, validado por notario. Todo es un continuo chorreo de dinero…

Si bien nos limitamos prácticamente a hablar de gestantes y explotadores reproductivos, el entramado de este negocio es un nicho de mercado para abogados, clínicas, agencias, psicólogos, agencias de gestantes, financieras… En algunos países comerciales, si equiparamos quién gana más, la agencia saldría mayor beneficiada que la propia gestante, sin la cual, el proceso sería imposible.

Curioso que dentro del paquete de Ucrania la cesárea y la recuperación de la misma no estén incluidas, o que en el caso de Florida se hable de compensación por embarazo gemelar. ¿Cuánto de ese dinero se les da a las madres de verdad?

Muchas agencias, a no ser que sea un “Paquete Vip todo incluido, desglosan todo por precios, somos productos por los que pagar o indemnizar según nuestra parte del cuerpo. La pérdida del útero por ejemplo se indemniza con 2.000 euros . Con los partos gemelares pasa igual, o es un todo incluido, o uno de los gemelos te sale por 4.000 euros más. Este es un mercado del 2x1.

¿Y lo de la incubadora “consultar precio”?
Pues así es este negocio. Lo mismo que te regalan un carrito de bebé al terminar el proceso o un móvil durante el mismo, que te cobran la incubadora con precio a estipular en cada caso.

¿Los compradores son conscientes del riesgo de la salud que corren las madres y los bebés en el embarazo?
Realmente creo que son conscientes de todo: los riesgos, la mala praxis existente y la explotación del negocio. Como me comentó una vez un explotador reproductivo: “son dos mujeres que se ayudan mutuamente, una tiene la necesidad de ser madre, una no puede tener hijos y la otra no tiene dinero para mantener a sus hijos y comprarse una casa “. Son conscientes de que las madres son mujeres con necesidad económica.

Con lo que se acaba de destapar en Kiev de tráfico de menores, inseguridad… ¿Ucrania va a dejar de ser el punto low-cost de la explotación reproductiva para continuar en otros países?
En Ucrania está pasando lo que ya pasó en su día en India, Tailandia, México o Nepal, por ejemplo, curiosamente en esos países también tuvimos lo que venden en las noticias de que los españoles están atrapados en un limbo legal. Las agencias, clínicas, explotadores reproductivos campan a sus anchas hasta que empiezan a saltar noticias en los medios, sobre las malas praxis y explotaciones a las que se somete a las mujeres, como pasó en los países citados. Y Ucrania, pienso y creo, que se unirá pronto a esa lista de países.

También se habla de “mordidas” que están pagando los compradores de bebés para poder salir de Ucrania con ellos

También, lo han reconocido hasta ellos en alguna ocasión. Pero quien no tiene escrúpulos a la hora de pagar a una mujer para comprarse un hijo biológico, puedes imaginar que no les importa pagar por un papel.

Hace poco intervino en la jornada #NoSomosHornos y exigió al Gobierno que cumpliera la ley, y que incluso detuviese a los “padres y madres de intención” nada más pisar un aeropuerto con el bebé e incluso la cárcel…

Según nuestras leyes las agencias de una actividad ilegal como esta, no podrían estar practicando en España. Y tenemos agencias de alquiler e intermediarios en muchas ciudades españolas. Según nuestras leyes, es un contrato nulo, pero en 2010 se creó una instrucción [en el Ministerio de Justicia ] para inscribir a los nacidos por vientres de alquiler en el extranjero. Si esa instrucción se anula, cerraría parte de la explotación existente. Creo que tenemos que dejar de respetar a quien delinque, y los explotadores reproductivos lo hacen . Es una práctica que no tiene cabida en nuestro ordenamiento jurídico y se les permiten demasiadas licencias, bajo penas y fobias inexistentes. No creo que una persona que comete un delito así, tenga derecho a tener bajo su responsabilidad un menor, en este país las listas de espera para adopción son largas y cualquiera de ellos quiere cuidar un menor, ser padre, madre, sin importar carga genética. Y si, según pasen por el aeropuerto detenidos, tal y como dice el Ministerio de Justicia han cometido una ilegalidad , pues ya saben las consecuencias: ¡cárcel!

¿Cómo debemos ver a las mujeres que son explotadas?
Como mujeres que por necesidad económica no les queda otra alternativa que ofrecer su cuerpo. En muchas ocasiones nos dicen que nadie les pone una pistola en la cabeza, que lo hace voluntariamente. La necesidad es esa pistola . Querer sacar a sus hijos adelante es esa pistola. Ellas son mujeres controladas en su vida diaria, nutrición, estado de ánimo... para que el cliente, ese llamado "padre intencional", consiga sin problemas el producto por el que ha pagado, un bebé...

¿Y a las que pagan por ello?
Como enemigas de las mujeres, como individualistas que miran solo por ellas sin importarles la salud de las demás, las consecuencias y complicaciones que puede tener un embarazo.

¿Qué es peor? ¿La industria que está detrás o los que la apoyan siendo consumidores y clientes?
Sin clientes no hay demanda, no habría explotación. Creo que van de la mano, unos te venden la necesidad de tener hijos como al que le falta un riñón y el otro compra el riñón.

¿Qué supone personalmente ser activista y denunciante del alquiler de vientres? ¿Merece la pena?
Pues aún después de ser insultada merece la pena. Cuando hablaba al principio por Twitter sobre este tema, apenas había gente concienciada sobre ello, o que supieran realmente que era. A día de hoy, somos muchísimas los personas que alzamos la voz contra este negocio, y poco a poco ha ido calando en la gente esta aberración y siendo conscientes de lo realmente hay detrás. Realmente merece la pena esta lucha, ojalá poder terminar con este negocio de una vez. Como dijo la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo , en #NoSomosHornos, un evento en el que tuve el placer de participar con ella y otras tantas activistas recientemente, esta práctica no tiene nada que ver con la libertad de las mujeres, ni con el altruismo, sino con problemas de pobreza y marginación de las mujeres. Ella dijo algo que aplaudo y apoyo totalmente: “Nunca ocurre nada en el cuerpo de los hombres. El cuerpo de las mujeres es siempre el campo de batalla”.

@Nuria C Sopena

Fuente:
https://www.publico.es/sociedad/entrevista-gemma-bravo-vientres-alquiler-ver-libertad-altruismo-pobreza-marginacion.html

viernes, 8 de marzo de 2019

Así se convierte un colegio en gueto. El 88,9% de los centros que reúnen el alumnado menos favorecido son de titularidad pública

“¿Cuántas veces lo hemos hablado? ¿Qué está fallando? No es algo que esté en nuestras manos”, dice una profesora a otra en el colegio público Juan Ramón Jiménez de Madrid. El centro es de los llamados línea uno —solo un aula de 25 estudiantes por cada nivel— y en la primera ronda de matriculaciones no consiguen llenar las plazas. El colegio, en cuyo patio hay una pequeña zona de juegos y una cancha, está en el distrito de Tetuán, donde la renta media anual de los hogares es de 32.624 euros. Sin embargo, en sus aulas no hay una representación equitativa de la realidad económica del barrio. Más del 50% de sus 205 alumnos reciben beca de comedor, lo que quiere decir que los ingresos familiares son de 9.000 euros al año o inferiores.

Muchas veces hacemos más de servicios sociales que de educadores”, comenta uno de los docentes que prefiere no dar su nombre. Han tenido casos de pobreza energética; alumnos que no han podido estudiar en casa por problemas con la calefacción. También con niños, de incluso siete años, que llegan y se van de la escuela con la llave de casa colgada del cuello porque nadie puede ir a recogerlos. Eso sumado a que durante el curso les llegan estudiantes inmigrantes que, en ocasiones, no conocen el idioma y ralentizan el ritmo de las clases, les ha generado un “problema de imagen”, y muchas familias del barrio se decantan por otros centros.

El Juan Ramón Jiménez, en el que el 95% de los alumnos son de origen inmigrante —de ellos el 50% han obtenido la nacionalidad española—, es un ejemplo de segregación escolar, que es la separación de los niños en diferentes centros educativos según su perfil socioeconómico. En concreto, es un colegio gueto, que, según la definición de la ONG Save the Children, se da cuando el nivel de concentración de alumnado con bajos recursos en un mismo centro supera el 50%.

En los últimos años, la Comisión Europea, el Comité de Derechos del Niño o la ONU han urgido a España a revisar y aprobar políticas que frenen la segregación escolar, que afecta al 46,8% de los centros educativos del país —nueve de cada diez son públicos—, según el estudio Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico, publicado en 2018 por dos investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid. En ese informe, se refleja una gran disparidad entre regiones: Baleares o Galicia presentan una baja segregación —entre Suecia y Finlandia, los países con la tasa más baja de la Unión Europea—, mientras en Madrid es “altísima” —entre Hungría y Rumanía, los dos países con la mayor tasa de la UE—

Así se convierte un colegio en gueto

En los centros madrileños, la segregación ha aumentado un 35,8% en los últimos 10 años. Es muy complicado identificar una única causa de la segregación, pero los expertos consultados coinciden en que la raíz está en las políticas educativas diseñadas por los Gobiernos autonómicos. En el caso de la Comunidad de Madrid, sindicatos como CC OO y asociaciones de familiares de alumnos como la Fapa Giner de los Ríos denuncian que el Gobierno del PP les expulsó de las comisiones de escolarización en el año 2013. Esos organismos son los encargados de supervisar la distribución de los estudiantes y de decidir a qué centros enviar a los alumnos que se matriculan en convocatoria extraordinaria.

En 2013 la Comunidad de Madrid aprobó el decreto de libertad de elección de centro e introdujo una novedad: las direcciones de área territorial designarían a los integrantes de esas comisiones, que pasaron a llamarse Servicios de Apoyo a la Escolarización (SAE). “Funcionan de forma opaca y ya no podemos fiscalizar sus decisiones”, señala Aida San Millán, secretaria de juventud de CC OO. “Están perpetuando la situación de los centros gueto porque mandan a alumnado con necesidades especiales a los mismos centros. Tienen que equilibrar la balanza”, explica José Luis Pazos, expresidente de la Fapa

Así se convierte un colegio en gueto

En el anteproyecto de la nueva ley de educación que se llevará al Consejo de Ministros para su aprobación en las próximas semanas hay un punto que regula precisamente esa práctica. La medida señala que los miembros de las comisiones de escolarización, en el caso de las familias de los estudiantes y del profesorado, tendrán que ser designados por esos mismos colectivos, y no por la Administración. Fuentes del ministerio informan de que esa nueva regulación busca paliar situaciones como la de Madrid.

El instituto madrileño Jaime Vera, cercano al estadio Santiago Bernabéu, no para de recibir alumnos hasta mayo. El 45% de sus estudiantes son inmigrantes, y solo el 50% de los que llegan a bachillerato se presentan a la Selectividad. Desde octubre hasta enero, la SAE les ha mandado 50 alumnos de origen extranjero. En el centro, nadie sabe si en otros institutos sucede lo mismo, pero reconocen que avanzar en el programa académico no es sencillo: han llegado a tener 27 nacionalidades y los problemas con el idioma dificultan la tarea. La solución no está en sus manos.

"LOS PROFESORES EVITAN ESOS COLEGIOS, Y LOS PROYECTOS EDUCATIVOS NO SON ESTABLES" “No sabemos si los docentes huyen de los centros escolares con altos niveles de segregación o directamente no los escogen, pero muchas veces están sobresaturados por la falta de medios para atender situaciones complicadas”, señala Álvaro Ferrer, coautor del estudio De la segregación socioeconómica a la educación inclusiva, de Save the Children. Según el informe, que analiza los datos del último informe PISA de 2015, ese tipo de centros disponen de menos recursos—un 40% de ellos no ofrecen actividades extraescolares— y el nivel formativo de los profesores es inferior.

El 36,2% de los docentes que dan clase en centros con bajos niveles de segregación tienen estudios de posgrado, mientras que en los de alta, ese porcentaje se reduce al 5,8%. Además, participan cuatro veces menos en programas de formación permanente. La alta movilidad del profesorado en esos centros imposibilita el desarrollo de proyectos educativos estables que puedan atraer a diferentes perfiles de alumnado. “Las familias catalogan el colegio como no deseable y acaba estigmatizado”, apunta Ferrer.

Entre las recomendaciones a las Administraciones, la ONG cree que es vital fortalecer las comisiones de escolarización para que aseguren prácticas inclusivas. El 88,9% de los centros gueto en España son de titularidad pública.

https://elpais.com/sociedad/2019/01/25/actualidad/1548418486_217240.html?rel=mas

sábado, 1 de septiembre de 2018

Carne humana

El diario

- Los discursos del poder han recurrido siempre a deshumanizar y animalizar a aquellos sectores a los que se quiere ignorar o explotar.

- Todas las personas que quedan fuera del estrecho marco de lo aceptado, son estigmatizadas como inmundas, sucias, contaminantes y consideradas carne.

Matteo Salvini EFE

Según el diccionario, carne es la parte blanda del ser humano y de algunos animales, formada fundamentalmente por músculos del cuerpo. En una cultura antropocéntrica como la nuestra, los individuos no humanos son frecuentemente reducidos al estado de carne.

La valoración de la vida animal como simple carne supone la transformación de muchos seres vivos en una mercancía. Se cree que su vida tiene sentido solo porque es útil para los seres humanos y los mercados. Pero muchos seres humanos son considerados también carne. Carne viva con capacidad de trabajo, carne que puede ser explotada para hacer crecer la economía y engrosar las ganancias de otros que no se consideran carne ni cuerpo.

En esta fase neoliberal del capitalismo mundializado, y con los límites ecológicos sobrepasados, cada vez más personas formamos parte de esa masa de carne humana utilizada como recurso o como desecho para mantener una economía que, en vez de garantizar la satisfacción de las necesidades, tiene como finalidad maximizar las tasas de ganancia del capital y para ello devora minerales, petróleo, animales, plantas, tierra, agua, reduce personas a carne y expulsa residuos, gases contaminantes, plásticos, artefactos que ya no sirven y también carne humana.

La expresión 'carne de cañón' nació para designar a los soldados, normalmente de rango bajo, que se exponían al fuego de los enemigos sabiendo que su muerte era casi segura. Pero fue utilizada, también, como sinónimo de proletariado y como metáfora de la mano de obra barata y explotada. Marx utilizó esta expresión para referirse a las cuadrillas de trabajo y a la población obrera sobrante o fuerza de trabajo desempleada, estructuralmente necesarias en el capitalismo para garantizar el control de las condiciones laborales, que optimizan la acumulación de capital.

Los discursos del poder han recurrido siempre a deshumanizar y animalizar –en una cultura, insisto, donde lo animal es despreciado– a aquellos sectores a los que se quiere ignorar o explotar. Quitarles la cualidad humana, despreciarles y reducirlos a carne, es el paso previo para poder legitimar la explotación y, en regímenes autoritarios e inhumanos, el abandono e incluso el exterminio.

Primo Levi cuenta cómo los nazis, antes de matar judíos, gitanos, comunistas y homosexuales, les arrebataban la condición humana reduciéndoles a la pura condición de carne. La deshumanización justificaba su exterminio y la pasividad de muchas personas ante él. En nuestra sociedad tecnologizada, muchas personas siguen siendo tratadas como carne.

Las aparadoras del calzado, por ejemplo, se resisten y se organizan para no ser tratadas como tal . Llevan décadas trabajando como si no existiesen. Sin derechos, sin contratos. Ganando apenas 400 euros por 10 u 12 horas de trabajo que hacen en casa, aportando ellas la maquinaria y el coste del consumo eléctrico. Han contraído enfermedades derivadas del oficio: problemas de huesos o columna a causa de pasar horas en la misma posición, depresión por la situación en la que tradicionalmente se han encontrado u otras enfermedades derivadas del contacto con productos químicos tóxicos. Esconder el trabajo en casa sin que genere derechos es ser tratada como carne.

La plantilla de Iveco irá a la huelga en septiembre porque se está despidiendo a trabajadores por faltas de asistencia intermitentes y justificadas. Son gente enferma y personas que tienen lesiones derivadas de los ritmos excesivos del trabajo. Según los representantes sindicales, se trata de una plantilla joven y la empresa aplica los despidos sobre gente que puede tener futuras bajas. Explotar hasta la enfermedad y después despedir a quien enferma es también ser tratado como carne. El colmo de la explotación de la carne es que una empresa cárnica explote también carne humana a través de Servicarne , una falsa cooperativa en la que 1.350 falsos autónomos trabajaban en condiciones precarias y con una absoluta vulneración de sus derechos.

También son deshumanizados y reducidos a la más pura corporalidad las personas pobres. Adela Cortina acuñó el término "aporofobia" para definir el rechazo al pobre, el odio al "sin techo" y a quienes, por desposeídos, no tienen poder. Un artículo reciente , se hacía eco de un informe de la Fundación Rais en el que se concluía que un 80% de las personas sin hogar que se encuentran en la calle han sufrido acoso o agresiones de diversos tipos. Raúl o Alberto son algunas de ellas. Duermen alrededor de la Plaza Mayor de Madrid y, llevar sudaderas con la bandera de España, no les ha servido para esquivar las patadas o insultos de quienes deambulan por allí y les dicen que dan asco.

Susanne Soederberg, investigadora de la universidad canadiense de Queen, afirmaba a raíz de un estudio realizado que la población sobrante es el sector que más crece en el mundo. Todas las personas que quedan fuera del cada vez más estrecho marco de lo aceptado, son estigmatizadas como inmundas, sucias, contaminantes. Son consideradas exclusivamente carne.

Pero la situación más extrema de "sobrecorporalidad" en el momento actual, la están viviendo las personas, que previamente expulsadas de sus territorios, buscan otro lugar para vivir. El poder económico y político también trata como carne de cañón a quienes sufren en mayor medida las consecuencias del cambio climático, el despojo de los recursos y el territorio, el extractivismo; a quienes son expulsadas de sus territorios a causa de la pobreza, las guerras formales e informales que se desencadenan por el acaparamiento de tierra y recursos.

Están surgiendo liderazgos y partidos que han hecho del racismo su eje discursivo central. Amanecer Dorado, desató una ola de odio y violencia en Grecia, que logró ser temporalmente frenada en las urnas. FPÖ's de Austria, la AfD de Alemania, los Finns de Finlandia o los Sweden Democrats de Suecia, el gobierno xenófobo del húngaro Viktor Orbán o Donald Trump son algunos ejemplos de este eclosión.

En toda Europa crece el número de personas que creen que su pérdida de nivel de vida, su precariedad o las expectativas incumplidas están causadas por las personas migrantes que compiten con ellas. Éstas últimas son señaladas como culpables por los dedos de las mismas manos que precarizan a trabajadores y trabajadoras, especulan con la vivienda, el agua o la energía, aprueban tratados internacionales que arruinan territorios y sectores y hacen hasta de la comida y los cuerpos, un negocio. Todo vale con tal de escalar en las encuestas electorales. Y lo malo es que en algunos espacios, habitados por personas con incertidumbre y miedo, eso da votos. Es como si se tuviese la esperanza de poder escapar de ser tratado como carne, yendo contra la carne de otros que están peor que tú.

En fechas recientes, Matteo Salvini rechazaba que un barco en el que se hacinaban personas migrantes desembarcase en tierra italiana. Se jactaba de haber impedido que el Aquarius, repleto, decía textualmente, "de carne humana", soltase su carga "contaminante" en su país. También él tiene carne. La mostraba en las fotos, descamisado y con corbata verde , que vendió –como si fuese una burla más– para favorecer a una organización que se autodenomina "pro–vida". Sonreía en la foto con la tranquilidad de quien nunca ha abandonado un barco de personas al borde de la muerte en el mar.

Rivera también usó su propia carne como reclamo electoral . Pareciera que el cuerpo de quien ostenta, o pugna por ostentar el poder, es menos cuerpo y su carne, tan vulnerable, mortal y contingente como la del resto, es menos carne y da menos asco. En estos momentos, Rivera y Casado, a lo Salvini, rivalizan por ver quién enarbola con más fuerza la bandera del control de las fronteras, de los límites a la entrada de extranjeros pobres, del acrecentamiento de los beneficios económicos y electorales que genera tratar la migración como si fuese un problema de seguridad. Algunos medios de comunicación ofrecen datos falsos o medias verdades sobre la entrada de personas, inventan enfermedades y falsas amenazas que refuerzan la percepción de la gente. Se promete la vuelta a una España próspera y cañí que nunca existió.

Todas somos –podemos ser– trabajadoras que pierden derechos, personas que no pueden pagar la hipoteca, familias con dificultades para afrontar las matrículas de la universidad de las hijas, sujetos cuyo territorio se cede a una minera, gente que se tiene que marchar de su tierra porque deja de haber agua o posibilidades de supervivencia digna o mujeres obligadas a sostener cotidianamente la vida en un mundo que la ataca. Todas somos susceptibles de ser consideradas carne humana.

Todas somos –podemos ser– futuras refugiadas que tratan de saltar fronteras, ya sean territoriales, raciales, de género o económicas, para poder mantener vidas que merezcan la pena ser vividas. Y cuando lo seamos, a quienes defienden que lo primero son los españoles les importará bien poco lo que diga la partida de nacimiento. De Cuenca, Madrid, Granollers o Écija, si se trata de elegir entre los beneficios o las personas, la elección estará clara y seremos carne humana abandonable y culpable.

En estas circunstancias, es una locura confiar y seguir a quien señalan a otros como culpables, a quien esconde las posibilidades de medrar detrás de la persecución de los que tienen otro color de piel, no nacieron aquí, tienen menos que el resto, y no se resignan ante la desposesión y el despojo.

Es peligroso fiarse de los discursos que no hacen más propuestas que la de asegurar las fronteras y se limita a increpar, insultar y calumniar sin mesura; de quienes reclaman el poder para sí mismos haciendo promesas a todos los bandos, sin preocuparse de las contradicciones en las que se incurre. Fue la estrategia que a Hitler le fue funcional en un momento no tan diferente al que vivimos hoy y con adversarios políticos incapaces, o no dispuestos a oponer una resistencia verdadera.

Como explicaba Hannah Arendt –y nos recuerda permanentemente Santiago Alba Rico– el ser humano desnudo, sin atributos, sin nombre propio, protegido solo por los derechos humanos se convierte en carne de matadero. Pero, aunque cuando se arrincona y señala a alguien diferente, deshumanizado y solo, hace falta poco para que surja el linchamiento, en ese momento de inflexión, también puede ocurrir que brote la solidaridad, la compasión, el apoyo mutuo –una versión del amor– que iguala y rehumaniza. Para ello, es imprescindible que existan discursos y alternativas viables, reales y valientes que confronten con las promesas de la exclusión y la expulsión.

Luchar hoy es establecer lazos que permitan resistir frente a la ofensiva de quienes van a hacer lo que sea con tal de mantener sus privilegios. Tú, ellos y yo les importamos muy poco y por eso no queda ninguna opción más viable que la de cuidarnos unos a otros. El capitalismo global ha declarado la guerra a todo lo vivo. Cantaba Silvio Rodríguez que en esta contienda, la orden de fuego siempre la dan "disidentes de la cultura, la carne, la gente, el sueño y la vida que no sea virtual".

La tarea constituyente que tenemos por delante y que ya es inaplazable es la adquisición de la conciencia de que podríamos ser reducidos solo a carne útil y potencial desecho y que solo podremos superarlo poniendo las vidas, las luchas y las alternativas en común. Arrinconar a quienes disparan y reorganizar la vida para que quepamos todos, establecimiento lazos de solidaridad entre diferentes que nos igualen, adoptar una dignidad colectiva sin victimismos son pasos necesarios para superar esta situación de encrucijada sin dejarnos jirones de vida por el camino.

@yayo_herrero 

Fuente: https://www.eldiario.es/zonacritica/Carne-humana_6_805679446.html

miércoles, 1 de agosto de 2018

Uno de cada cinco jóvenes con trabajo se encuentra en riesgo de pobreza. La proporción de trabajadores en riesgo de pobreza ha crecido en España 2,2 puntos en cinco años.

Ana Isabel Cordobés
Cuarto Poder

Los peor parados son los jóvenes entre 18 y 25 años: el riesgo de pobreza ha crecido en 6 puntos en solo un lustro

Tener trabajo ya no asegura unas condiciones de vida dignas. Eso es lo que se desprende de numerosos estudios sobre un fenómeno que cada vez es más conocido y menos ajeno: los trabajadores pobres o en riesgo de pobreza. El último estudio que lo corrobora es la encuesta de condiciones de vida publicada por Eurostat.

Casi uno de cada cinco jóvenes con trabajo se encuentra en riesgo de pobreza. Y es un dato mucho peor ahora que en el inicio de la crisis. Ahora, el 18,3% de los trabajadores entre 18 y 25 años tiene riesgo de caer en pobreza. En 2011, la proporción era del 13,1%. Más de 6 puntos de diferencia en tan solo cinco años (los datos de Eurostat recogen cifras de 2016). Estos datos completan el mapa mundial, en el que España es el séptimo país de la OCDE con mayor proporción de trabajadores pobres.

La proporción de trabajadores pobres jóvenes es la cuarta más alta de toda la Unión Europea, por detrás de Rumanía, con un 31,2%, Dinamarca, con un 21,3%, y Grecia, con un 19%. Entre el resto de trabajadores también aumenta el riesgo de pobreza, pero de una manera más sosegada y solo disminuye entre aquellos trabajadores en edad de jubilación o ya jubilados, los mayores de 65 años.

9 de cada 10 jóvenes viven aún con sus padres

Las consecuencias de la alta proporción de trabajadores jóvenes pobres se refleja en el aumento de jóvenes entre 18 y 24 que viven con sus padres. El 92,4% de ellos no han podido independizarse y tener su propio hogar. 4 de cada 10 jóvenes de 25 a 34 años también viven con sus padres. La proporción ha crecido respecto al inicio de la crisis. En 2011, eran un 36,6% de los jóvenes. Más del 25% de todos ellos están empleados a tiempo completo.

Uno de cada cuatro hogares sin hijos, en riesgo de pobreza
Tener a cargo niños o jóvenes en dependencia económica no exime a los hogares españoles de salir del riesgo de exclusión por pobreza. El 23,8% de los hogares sin hijos a su cargo se encuentra en riesgo de pobreza. Entre aquellos con hogares a su cargo, el porcentaje asciende al 32%.

La situación es crítica entre aquellos adultos solos con hijos a su cargo: el 53% de ellos se encuentra en riesgo de pobreza. La soledad en la crianza es un factor esencial en la posible carencia de medios económicos: existe una diferencia marcada entre aquellos hogares con un adulto e hijos a su cargo y aquellos con dos adultos. Las familias con dos adultos e hijos a su cargo en riesgo de pobreza baja a la mitad, el 25,4%.

Fuente:
http://www.cuartopoder.es/economia/2018/07/25/uno-de-cada-cinco-jovenes-con-trabajo-se-encuentra-en-riesgo-de-pobreza/

sábado, 2 de junio de 2018

El Gobierno portugués pone freno al desalojo salvaje de viviendas. Las personas con más de 25 años en la misma casa tendrán alquiler vitalicio.

El Gobierno portugués pone freno al desalojo salvaje de viviendas
“Me llamo Felicidad Silva, tengo 79 años y siempre viví en Alfama. Mi piso ha sido comprado por una chica de 20 años y quieren echarme”. Felicidad es uno de los Rostros del Desahucio, movimiento vecinal para evitar la invasión de pisos turísticos en los barrios históricos de Lisboa.

El precio de la vivienda ha subido un 18% en un año en la capital portuguesa, pero más aún en Alfama. Alfama no es que sea la Quinta Avenida, ni la playa de Ipanema. Las casitas de Alfama no tienen ni balcones ni suites, mucho menos ascensor o parking, pero a la bohemia europea, joven y con dinero, le gusta la incomodidad, lo auténtico, y están desalojando a los auténticos vecinos, sin edad ni dinero para mudanzas.

La situación alcanza tintes dramáticos en los barrios de Alfama, Morería, Chiado o Baixa. Hay miedo de abrir el buzón por si encuentran una fatídica carta en la que les anuncian la subida del alquiler o el precio de compra del inmueble. En un día, 16 familias de una calle de la Morería recibieron el fatídico aviso. Los fondos inmobiliarios compran no ya edificios, sino calles enteras, y esperan pacientemente al final de los contratos o a que las casas —o sus inquilinos— se caigan de viejas.

Según datos del distrito de Santa Maria Maior, estos barrios con 10.000 vecinos reciben diariamente 250.000 visitas. Su desnaturalización se agrava con la huida de sus habitantes. Hoy son 3.000 menos que hace cuatro años. Los permisos de alojamiento local han saltado de 43 a 1.676.

Si algo no se le puede achacar al primer ministro es falta de reflejos (con la excepción de los incendios). Ante la alarma creciente, en un santiamén ha aprobado una ley de vivienda que pone límites a la actual, aprobada por el anterior Gobierno. A partir de ahora, los mayores de 65 años no pueden ser desalojados de su casa, tampoco los que lleven en ella más de 25 años ni las personas con problemas de movilidad. La rehabilitación de la vivienda dejará de ser motivo de desalojo o renovación del alquiler. En 2017, la mitad de todos los contratos firmados tenían un año de vigencia.

https://elpais.com/elpais/2018/05/08/opinion/1525779078_547935.html

lunes, 28 de mayo de 2018

España es el país de la UE con más porcentaje de trabajadores pobres. El 14,8% de los hogares con trabajadores viven bajo el umbral de la pobreza.


España es el país de la UE con más porcentaje de trabajadores pobres
En España casi el 15% de los hogares en los que hay al menos uno de sus miembros trabajando viven bajo el umbral de la pobreza, según la OCDE, partiendo de datos de 2015. Este es el porcentaje más alto en el club de los países industrializados, excepto Turquía. Otros estados como Brasil, Costa Rica, India y China también superan el porcentaje español. Muy por debajo de estas cifras están Irlanda o Alemania, con menos del 5%. España también supera la media de desigualdad medida con el índice Gini, según el organismo que dirige Ángel Gurría.

Las estadísticas que destacan la pobreza laboral y la desigualdad en España se apilan. Esta misma semana ha sido un estudio de Fedea y Accenture, en colaboración con entidades como Caritas o Cruz Roja, el que resaltaba que en España hay casi cinco millones de personas que viven entre la precariedad, la pobreza laboral y el desempleo. En esa misma línea abunda la OCDE al cuantificar que en el 14,8% los hogares españoles en los que hay, al menos, una persona con trabajo se vive por debajo del umbral de la pobreza. La organización que dirige el mexicano Gurría sitúa ese nivel relativo en el 50% de la mediana de los ingresos disponibles en cada país.

Para hacer estos cálculos, la OCDE parte de la Encuesta Europea de Ingresos y Condiciones de Vida para la mayor parte de países europeos, completada en algunos casos, como en el de España, con otras fuentes. En los países no europeos, recurre a las estadísticas propias de cada estado. Con ellos elabora una comparación, que ha difundido esta semana a través de sus redes, en la víspera de la celebración en Canadá de un encuentro de Ministros de Asuntos Sociales para analizar las políticas que llevan a la “prosperidad compartida”. En esa comparación se ve que en China sería el 25% de los hogares los que vivirían bajo el umbral de la pobreza, seguidos de India (18,5%) y Costa Rica (15,9%)

Ninguno de estos países forma parte del club de países industrializados. Entre los que sí forman parte de él, los primeros que aparecen en lista aparecen Turquía (15,3%), México (15,3%) y España (14,8%), que también sería el primero de los que, a la vez, integran la Unión Europea. En el otro extremo de la tabla, se encuentran países como Irlanda, Alemania o República Checa.

Para Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y autor del informe presentado esta semana, estos números de la OCDE, como los que él mismo ha elaborado, “muestran que España tiene un problema evidente de pobreza en el trabajo”. “Esto viene de antiguo”, destaca. Y añade: “No es suficiente con generar empleo”.

No obstante, Felgueroso también pone un pero a estas cifras ya que son de hace al menos tres años: “No son actuales. Estos resultados son de 2015, con datos de 2014. Y se publican después”. Esto puede provocar, señala el investigador, que la situación de los encuestados haya cambiado mucho cuando se publican.

Debido a esto, Felgueroso ha tratado de proyectar en su estudio cuántas de las personas que se encuentran entre la pobreza laboral, la precariedad, el paro o la inactividad pero con disposición al trabajo tienen una alta probabilidad de continuar en esa misma situación en los 12 meses siguientes. El resultado que ha obtenido es cuatro millones, algo menos de los 4,78 millones que sufrían en 2017 esta misma situación viviendo en hogares con ingresos bajos.

Las cifras de la OCDE también inciden en una tendencia que se ha dado durante la crisis. El porcentaje de hogares compuesto por personas jóvenes que viven bajo el umbral de la pobreza supera de largo al de los más mayores. Entre quienes tienen entre 18 y 25 años, los hogares que viven debajo de ese nivel llegan al 22,1%. Mientras que cuando se trata de mayores de 65 años, el porcentaje baja hasta el 5,9%.

La situación española destaca menos en las estadísticas de la OCDE cuando se observa la desigualdad, aunque también queda por encima de la media con nitidez. De acuerdo con el índice Gini, el medidor de desigualdad más aceptado en el que cero es la igualdad absoluta y uno 1o contrario, España se sitúa en el 0,3446, por detrás de países como Suráfrica, que lidera la lista con el 0,623, China (0,514) o India (0,495).

Cerca de la media de los países de la organización (0,317), o algo por debajo se sitúan países como Holanda (0,303), Francia (0,295), Polonia (0,292) o Alemania (0,289). Los estados menos desiguales, a tenor de estos datos, son Islandia, Eslovenia y la República Checa.

https://elpais.com/economia/2018/05/09/actualidad/1525891014_281592.html

Bruselas alerta del alto nivel de desigualdad y pobreza en España pese a la recuperación

viernes, 16 de febrero de 2018

_- ¿Realidad o ficción? La recuperación económica en manos de una minoría.


Viento Sur

Al iniciarse el cuarto trimestre del año 2011, un grupo de ciudadanos americanos, en principio muy pequeño, inició el movimiento Occupy Wall Street, que seguía las coordenadas de los movimientos de indignados que habían crecido como setas en muchas partes del mundo. Seguramente fue el intelectual anarquista David Graever, presente allí, el que puso en circulación el afortunado lema “¡Somos el 99%!, aludiendo al inmenso porcentaje de la población que se sentía explotado por el 1 % restante. Una diferencia muy significativa entre esos movimientos protagonizados fundamentalmente por jóvenes (aunque no sólo) y otros que surgieron en el pasado, de raíz obrerista, es que para establecer la comparación, los de ahora no sólo se fijan en las condiciones de vida de la parte baja y media dela población, sino también en la de las clases altas: en las del 1 %.

La gente que está en la cúspide de la escala social es tan inmensamente rica (lo que gana y lo que posee) que se ha convertido en los “nuevos invisibles” de la actual situación: no quieren aparecer en público ni hacer ostentación de su riqueza para no ser objeto de la indignación de la gente.

Cuanto menos se los vea o se hable de ellos, mejor. En ocasiones se analizan las distancias entre lo que se gana, pero no tanto entre lo que se posee. Sin embargo, tener patrimonio es imprescindible para la calidad de la vida y el bienestar, ya que se puede acudir a él en estados de necesidad o para acceder a nuevas rentas; el patrimonio es, además, hereditario y contribuye a perpetuar la desigualdad a través de generaciones.

En los países occidentales -en los que tuvieron más presencia los movimientos de los indignados- tan significativo era el análisis de las situaciones de pobreza absoluta y pobreza relativa, como de la desigualdad: lo que separa crecientemente a unos ciudadanos de otros.

El informe de Oxfam aporta datos muy significativos de esta distinta realidad social en un país como España:

• Mientras el 10 % más pobre ha visto disminuir un 17 % su participación en la renta nacional durante la década de la Gran Recesión (años 2007 a 2016), el 10 % más rico la ha visto incrementada en un 5 %. Y el 1 % de la cima, en un 9 %.
> • El 10 % más rico concentra más de la mitad de la riqueza total del país (un 53,8 %); más que el 90 % restante. El 1 % de ricos entre los ricos posee la cuarta parte de la riqueza, casi el mismo porcentaje que el 70 %.

• En el último año contabilizado, de 2016 a 2017, el 1 % más rico capturó el 40 % de toda la riqueza creada mientras el 50 % más pobre apenas consiguió repartirse un 7 % de ese crecimiento.

Durante los últimos años, la mayor parte de los informes que Oxfam ha presentado en el Foro de Davos han estado sumergidos en los efectos de la Gran Recesión y sus consecuencias sobre el empobrecimiento, la desigualdad, la precarización estructural, la reducción de la protección social y el aumento de la desconfianza ciudadana frente a las respuestas políticas tradicionales.

Desde hace ya casi cuatro años, España ha salido de la Gran Recesión y está experimentando porcentajes de crecimiento muy notables. Y sin embargo, una parte amplia de la población no lo nota: con el crecimiento económico no ha revertido la redistribución negativa de la renta, la riqueza, el poder económico y el poder político (gobernar para las élites). La recuperación está siendo tan asimétrica como la propia crisis económica, seguramente porque la gestión de la recuperación está siendo tan desequilibrada como lo fue la Gran Recesión.

Nuestro país se ha de enfrentar a datos como los siguientes:

• Más de 10 millones de ciudadanos (el 22,3 % de la población total) tienen rentas que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza. Entre ellos, casi el 29 % de los menores de 16 años.

• España es el tercer país más desigual de la Unión Europea, sólo por detrás de Rumanía y Bulgaria y empatado con Lituania. Es el país en el que más ha crecido la desigualdad durante la década perdida (2007-2016).

• En la recuperación (desde 2013 a 2016), 29 de cada 100 euros provenientes del crecimiento han ido a parar al 10 % de los ciudadanos con las rentas más altas. Sólo ocho de cada 100 euros han quedado en manos del 10 % más pobre. La recuperación económica ha favorecido cuatro veces más a los más ricos que a los más pobres.

• Desde el primer trimestre del año 2012 la productividad por hora trabajada ha crecido 10 veces más que el salario por hora trabajada. Las mejoras de la productividad se han destinado en buena medida a privilegiar el crecimiento de las rentas del capital, mientras que la masa salarial se ha estancado desde el año 2008.

• Casi el 14 % de la población ocupada son personas que a pesar de tener un empleo no logran salir de la pobreza. El 58 % de ellas son mujeres.

Esta es la cara oculta de la prosperidad; aquella que es difícil encontrar en los discursos del poder. Los silencios sociales son una de las trampas del sistema y por ello conviene descorrer sus cerrojos como hace una vez más el informe de Oxfam. La desigualdad de oportunidades se está convirtiendo en estructural no sólo en la crisis sino también en la recuperación, de tal manera que los beneficios del crecimiento van a parar a las manos de quienes ya viven holgadamente; éstos multiplican sus oportunidades de acceso a servicios, educación y formación, herramientas y canales de elusión fiscal y acumulación de los espacios económicos y políticos. El bienestar de los jóvenes depende cada vez más de la renta y la riqueza de sus antecesores que de sus propios esfuerzos, peligroso, dice la historia.

En la España de 2018 se cumple a rajatabla en trilema de Stiglitz:

1) los mercados no son eficientes (y el desiderátum de mercado ineficiente es el laboral);

2) la política, como es su función, no logra corregir los fallos de los mercados;

3) el sistema económico (la economía de mercado) y el sistema político (la democracia) están sometidos a la tensión extraordinaria de una desafección ciudadana creciente.

De esto es de lo que hay que hablar. Lo demás es añadido.

Índice del dossier:

1. Una recuperación desigual

La desigualdad, la trastienda de la recuperación económica

La pobreza es la otra cara de la riqueza

La desigualdad en la riqueza

Percepción de la desigualdad
2. Fragilidad salarial en la recuperación económica

Salarios menguantes en una economía en expansión

Las ganancias de productividad van a parar a manos de unos pocos

3. Desigualdad salarial

El abanico salarial que no se corrige trabajadores y trabajadoras vulnerables

Externalizando la desigualdad

4. Un sistema fiscal que no redistribuye

5. Conclusiones y recomendaciones

Leer el informe completo: https://oxfamintermon.s3.amazonaws.com/sites/default/files/documentos/files/recuperacion-economica-una-minoria.pdf

Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article13429

lunes, 1 de enero de 2018

_- El sistema educativo español es incapaz de reenganchar a los alumnos que suspenden curso tras curso.

_- Unicef denuncia que la educación inclusiva en España no es eficaz, que el sistema segrega a estos alumnos y que este colectivo no se siente apoyado por los docentes

"Cuando empecé a suspender y repetir cursos en el instituto nadie me preguntó qué me estaba pasando", relata una estudiante con problemas para sacarse la ESO

La tasa española de abandono escolar temprano duplica la de la UE y el porcentaje de alumnos repetidores triplica la media de la OCDE

La tasa española de Abandono Escolar Temprano (AET) duplica a la de la Unión Europea y el porcentaje de alumnos de nuestro país que repiten algún curso es tres veces mayor que la media de la OCDE. El sistema educativo español tiene un problema para combatir la exclusión educativa y reenganchar a los estudiantes que van encadenando asignaturas suspensas: Unicef ha advertido recientemente que los programas de enseñanza inclusiva no están siendo "eficaces".

"Cuando comencé a suspender y repetir ningún profesor se sentó conmigo. En el instituto nadie me ayudó a organizarme, ni me preguntaron qué me estaba pasando", cuenta Salma. A esta joven de 20 años, residente en el barrio madrileño de Carabanchel, nunca le había quedado una asignatura pendiente, hasta que llegó a tercero de la ESO. En ese momento se encontró una barrera tanto emocional como educativa que no supo abordar.

Al comenzar el curso notó el cambio de contenido del currículum educativo, empezó a tener problemas para estudiar y de repente se desenganchó. "Me empezaron a costar las asignaturas, al principio era una, luego se convirtieron en dos, tres, cuatro... Al no pillar el truco, me dejé llevar por los compañeros", relata.

Así entró en una dinámica que hasta entonces había sido desconocida para ella: ya no le importaba suspender asignaturas. La conexión que durante el colegio en Primaria tuvo con los docentes, había desaparecido. Ya no quería ser la alumna favorita de la profesora, ya no le hacía ilusión sacar buenas notas y que le mandasen a por tizas cuando había que reponer las de la pizarra. Comenzó tercero "sin hacer nada" y así también lo terminó, arrastrada "por el cachondeo" que se respiraba en clase.

"Era habitual que los profesores nos dijesen: 'Si no venís a atender, dormíos un rato'. Esa ha sido la frase que más he escuchado en todo el instituto". Aunque no solía ser una alumna absentista, se pasaba las clases "mirando al techo". El relato de Salma es muy parecido al de los jóvenes en riesgo de abandono escolar entrevistados por Unicef para elaborar un análisis sobre los factores de la exclusión educativa en España.

Grupos de repetidores
Algunos explican que sus problemas en clase comenzaron en Secundaria, cuando pasaron del colegio al instituto. Yurena tuvo esa sensación cuando comenzó Secundaria Obligatoria. Suspendió primero y en vez de repetir, empezó junto a varios compañeros un programa de diversificación curricular que les dejaba sacarse el graduado y hacer una Formación Profesional.

"En clase decíamos que allí nos metían a los que no sabían qué hacer con nosotros, solo había un profesor que consiguió motivarnos, nos daba jardinería", cuenta. A los 16 años abandonó, se quedó embarazada con una gestación compleja. Dos años después se reenganchó a un centro adultos y en junio, con 21 años, ha conseguido el graduado escolar.

La tasa de Abandono Escolar Temprano incluye a aquellos jóvenes entre 18 y 24 años que no obtienen la ESO o que una vez finalizada no continúan con sus estudios. En España, este colectivo supone el 20% frente al 11% de la media de la Unión Europea. Por su parte, el 31% de los jóvenes han repetido algún curso, una cifra elevada si se compara con la media de los países de la OCDE, el 11%, según datos del 2015 del informe PISA.

Tras repetir curso dos veces en tres años, y con la mayoría de edad recién cumplida, Salma "hizo click". Vio que sus amigos ya habían salido del instituto y que ella seguía en Secundaria. "Me puse las pilas y me saqué 20 asignaturas en junio. Las que arrrastraba de tercero y cuarto completo", responde. Así consiguió reengancharse al sistema educativa y sacarse dos años después un grado de Formación Profesional de administración.

El responsable de Educación de esta organización, Ignacio Guadix, asegura que tras los recortes que ha ido sufriendo la inversión en enseñanza durante la crisis, en las clases se ha establecido "un canon de normalidad" en el que "la diferencia no tiene cabida". Por su parte, Rebeca Seijo, trabajadora social de YMCA, una organización a la que acudía Selma, que cuenta con centros que ofrecen refuerzo escolar a familias en riesgo de exclusión, alude a que los apoyos no están adaptados al perfil de los jóvenes, ni al porcentaje de alumnos con necesidades, se basan en las ratios.

"Se está retrasando el aprendizaje no solo de esas personas, también del resto de la clase, porque los docentes se vuelcan en que toda la clase intente mantener el ritmo. En cuanto uno se desengancha, se queda apartado", apunta Seijo.

Unicef destaca que los niños y adolescentes que sufren estas consecuencias pertenecen a familias de un bajo estatus socioeconómico y cultural, así como aquellos que pertenecen a ciertas minorías étnicas o grupos migrados, "muchos se quedan atrás o directamente fuera del sistema educativo", apuntan en el informe.

"El porcentaje de alumnos que no aspiran a seguir estudios secundarios postobligatorios y cuyos padres no tienen ninguna titulación es casi del 40%. Para sus contemporáneos con padres con estudios universitarios superiores, poco más de un 5%", recuerdan.

El sistema segrega a estos alumnos
En el análisis, explican que las políticas y programas educativos tienden a "agrupar y segregar" al alumnado por motivos conductuales o de "nivel educativo". Guadix incide en las presiones académicas a las que hacen frente los docentes, "con entornos saturados" en los que tienen que conseguir buenos resultados en las pruebas periódicas promovidas por la administración que sirven para elabora ránkings educativos.

Estas dos jóvenes encontraron la motivación para seguir estudiando en recursos educativos a los que iban por las tardes y gestionados por entidades sociales. En estos espacios intentan no centrarse solo en la enseñanza teórica y personalizar un poco más el refuerzo que les aportan.

Seijo explica que los jóvenes pasan de un ambiente muy controlado como el colegio, a otro, el instituto, en el que no se trabajan los asuntos emocionales. "El profesor de Matemática es licenciado en ese tema, tiene un Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), se ha sacado una oposición y ya está. Puede dar muy bien clase pero no tiene herramientas para trabajar la relación con un adolescente", explica esta trabajadora social.

"Cuando llegué a YMCA y les conté la primera vez que había repetido me dijeron lo mismo que mi madre. Es como una familia, ellos se daban cuenta de que iba a suspender, trataban de subirme el autoestima y animarme a esforzarme", explica Salma. Una vez que terminó la Secundaria, también fue en este recurso donde le explicaron las posibilidades que tenía para estudiar, si no quería cursar Bachillerato.

Yurena explica que en AMEJHOR, una entidad social centrada en la atención a menores y jóvenes del distrito de Hortaleza (Madrid), encontró un espacio en el que podía exponer sus problemas y recibía apoyo para seguir estudiando. "Hay gente muy cercana que me conoce desde que soy una niña y con los que tengo más confianza que con profesores del instituto", reseña.

Solicitan aumentar la inversión educativa
La falta de recursos para acompañar a los jóvenes que ya han cumplido los 16 años, es otro de los problemas que ha identificado Unicef. Guadix asegura que "no hay institución que les quiera acompañar". "Si no se les estimula durante el aprendizaje, la posibilidad de encontrar empleo son escasos", cuenta el responsable de Educación de la organización.

Desde Unicef proponen cuatro medidas para combatir la exclusión educativa. Apuestan por

1. incrementar la inversión educativa;
2. diseñar un sistema educativo flexible y diversificado
3. que les permitan reincorporarse y continuar la formación y
4. mejorar el acompañamiento de las transiciones educativas.

http://www.eldiario.es/sociedad/exclusion_educativa-sistema_educativo-abandono_escolar_0_689431809.html

jueves, 20 de octubre de 2016

La secesión de los ricos. "La concentración de riqueza se ha estado produciendo en las sociedades democráticas y con un proyecto de Estado de bienestar"

Los ricos son cada vez más ricos. Esto no es ninguna novedad. Como decía san Vicente Ferrer (seguramente con mayor conocimiento de causa que cualquier agencia de rating), la avaricia va i vé, però mai es deté. (la avaricia va y viene, pero nunca se detiene.) La novedad es que la concentración de riqueza se ha estado produciendo en las sociedades democráticas y con un proyecto de Estado de bienestar.

Aunque la información no abunde —y la opacidad es una astucia de los verdaderamente ricos: ocultar su identidad, el volumen real de su fortuna y eludir la luz pública—, los datos son irrefutables: el periodo de crecimiento económico registrado desde mediados de los años noventa no se tradujo en una mejora de las rentas del empleo. Muy al contrario: la desigualdad salarial apenas cambió y los activos se concentraron en manos de los hogares más pudientes.

En concreto, más del 78% del valor de las propiedades inmobiliarias diferentes a la vivienda principal, casi un 88% del valor de los negocios por cuenta propia y más del 92% del valor de las acciones, está en manos del 20% de los hogares más ricos. El 5% más rico tiene el 31% de la riqueza, el 22% de las viviendas, el 57% de la riqueza financiera y el 22% de la renta. Son datos publicados en 2008 por el VI Informe FOESSA sobre la exclusión y el desarrollo social en España.

Este crecimiento (y sus consecuencias) vino en volandas de una ideología neoliberal que promovía la desregularización y la liberalización. Y lo hacía con una promesa: la riqueza generada, como la lluvia fina, acabaría empapando a todo el mundo. Era cuestión de esperar un poco. Pues bien, lo que el 99% sabemos hoy es que lo que ha llegado es un vendaval que arrasa nuestras condiciones de vida y las de nuestros hijos, que lastra el futuro de esta sociedad, y que, por si fuera poco, nos obliga a pagar los platos rotos.

El segundo mito sostiene que hay que tratar con indulgencia a las grandes fortunas, porque las riquezas por ellas generadas no solo son legítimas, sino que revertirán en la economía productiva y esta inversión redundará en el bienestar general. Por ello, seguramente, durante este periodo se eliminaron tipos impositivos, la economía sumergida se multiplicó por cuatro y el gasto social fue a la baja. No había que molestarles, no fuera caso que abandonaran el país, buscando los refugios que ofrece una economía globalizada. La experiencia ha mostrado que, como los cuervos, han cogido los granos del sembrado (léase economía productiva) para colocarlos en inversiones especulativas y en paraísos fiscales. Los técnicos del Ministerio de Hacienda vienen mostrando en sus rigurosos informes que la economía sumergida se sitúa en torno al 23% del PIB; y que la evasión fiscal de las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas alcanzó los 42.711 millones de euros en 2010. La impunidad consolida los comportamientos defraudadores.

¿Qué paisaje moral ha quedado después de todo? Esta es una cuestión crucial, ya que una sociedad también consiste en un entramado —frágil— de compromisos, contratos y consensos morales, como la “confianza”. Pues bien, los medios de comunicación muestran cada día los humores que desprende el campo de batalla: avaricia sin mesura, fascinación por el dinero fácil y rechazo a todo impuesto. El objetivo de acumulación sin límites ha tenido dos efectos: la secesión moral de los ricos (no tienen ninguna deuda social, ninguna obligación, ninguna responsabilidad personal, todo se lo deben a sí mismos) y la complicidad (a veces, indignada) de quien les idolatra.

La tarea económica es titánica, la política, gigantesca, pero la regeneración moral no es menos acuciante. Algunos (muy pocos, es verdad) de los que componen ese 0,1% de grandes ricos en EE UU o en Francia han dicho que quieren contribuir a buscar salidas. ¿Por qué no cunde el ejemplo por estas tierras? Quienes padecemos los recortes, no curaremos nuestras heridas, pero podríamos consolarnos al menos pensando que no utilizan esta crisis para ir aún más lejos: para desmantelar el Estado de bienestar.

Antonio Ariño es catedrático de Sociología de la Universitat de València.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/25/valencia/1327509435_910723.html

martes, 18 de agosto de 2015

Los 'pepenadores' alemanes utilizan Internet y el celular. Las botellas vacías han creado un gran negocio en Alemania para más de dos mil recolectores de basura

Hace un par de semanas, Robert, un receptor de la ayuda social alemana de 63 años, recibió una noticia que le cambió la vida. Un amigo indigente le contó sobre la existencia de pfandgeben.de, un portal en Internet que concentra un banco de datos de recolectores de botellas en toda Alemania, un pequeño ejército de pobres e indigentes que nació el 1 de mayo de 2006, cuando entró en vigor una ley casi revolucionaria en el país. La nueva ley, convirtió a varios miles de habitantes de este rico país en alumnos aventajados de los miserables 'pepenadores' mexicanos, ese grupo de indigentes que nace, vive y muere en los grandes basureros recogiendo cualquier objeto de valor que les reporte un par de pesos.

Desde mayo de 2006, todas las tiendas que venden bebidas, incluidas las alcohólicas, con una superficie mayor de 200 metros cuadrados, quedaron obligadas por ley a pagar entre 13 y 34 centavos de dólar por cada envase que lleva una etiqueta mágica: 'retornable'. La noticia se propagó de boca a boca entre los indigentes, los parados y también los jóvenes que visitan religiosamente los institutos de Enseñanza Básica y Media en el país. De la noche a la mañana, los contenedores de basura se habían convertido en pequeñas islas del tesoro que ofrecían sus riquezas (los envases retornables) a los modernos piratas de la sociedad alemana.

Este nuevo fenómeno social, que nació gracias a la titánica lucha que libró el ex ministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin (1998-2005), un combativo militante de los Verdes, para ponerle precio a la basura, es un ejemplo patético de que en la rica Alemania existe un grupo social que las estadísticas no toman en cuenta: los pobres.

Gracias a Jürgen Trittin, miles de 'pepenadores' en todo el país, tienen ahora la posibilidad de ganar algunos euros extras recogiendo envases vacíos. La nueva invasión está causando estragos en los grandes supermercados, donde los clientes habituales se abastecen de cerveza y agua mineral.

Decenas de indigentes y parados esperan con paciencia infinita su turno para depositar el tesoro en máquinas especiales para poder canjear los envases vacíos retornables por un cupón que amortiza la compra de las bebidas y forman colas que pueden durar hasta un par de horas.

Robert es un pepenador de Berlín y sus ingresos de multiplicaron gracias a otra idea genial, esta vez diseñada por un diseñador gráfico, que no sabía que hacer con las botellas que se juntaban después de las fiestas en su departamento ubicado en Friedrichshein, un barrio de moda de la capital

“Después de cada fiesta o reunión con mis compañeros de piso quedaban decenas de botellas en la cocina. Con un amigo pensamos que sería de gran ayuda avisarles a los recolectores de botellas: en mi cocina tengo muchas botellas y las puedes venir a recoger”, contó Jonas Kakoschke, creador de pfandgeben.de.

Jonas preparó un catálogo de preguntas, salió a la calles de Berlín a entrevistar a los recolectores y les explicó su idea. Investigó cuántos de ellos contaban con un teléfono móvil. La mayoría le facilitó con gusto su número teléfono y en la actualidad tiene registrados alrededor de dos mil recolectores. Para que el botellero sea ubicado en su localidad tiene que estar registrado en la página. Por semana hay entre cinco y diez nuevos registros. Los interesados en deshacerse de sus botellas eligen en el portal su lugar de ubicación y éste arroja los números telefónicos de los botelleros en el área. El resto se coordina directamente entre el donador y el recolector. Kakoschke no interviene, ni exige dinero por el servicio.

“Gracias a Pfandegen.de mis ingresos aumentaron y ya puedo darme algunos lujos”, dijo Robert, quien trabaja hurgando en los basureros en los alrededores del Europa Center de la capital alemana. A pesar de seguir saliendo a las calles en busca de botellas, la plataforma web le ha facilitado su trabajo de pepenador: “Lo tengo que seguir haciendo. No soy el tipo de persona que pediría limosna en la calles, mejor recolecto botellas”.´

Eduard Lüning también es un pepenador alemán que nació hace 51 años en Münster y es el único que ha escrito un libro sobre su experiencia como recolector de envases vacíos retornables. Pero Lüning, a diferencia de Robert, el pepenador de Berlín, es un hombre famoso y está en camino de almacenar una pequeña fortuna gracias al tesoro que sus compatriotas abandonan en los contenedores de basura o dejan tirados en el suelo durante los grandes festivales de música

Hace ocho años y mientras intentaba dormír en su coche, Lüning observo como un anciano escarbaba en un contenedor armado de una linterna. “Busco botellas” le dijo el anciano. Al fin de semana siguiente, Lüning armado de varias bolsas espero la llegada de los trenes en la estación de Münster.

Fue el comienzo de una aventura que aún no finaliza. En una entrevista reciente, el ex taxista y obrero de la construcción admitió que ganaba más de 10.000 euro al mes recolectando botellas y latas de cerveza. Lüning viaja con su caravan por todo el país, visitando festivales de música

“Me sigue fascinando como se puede ganar dinero con la basura de los demás”, dijo el más famoso de los pepenadores alemán, quien gracias a la iniciativa del ex ministro Jürgen Trittin, se convirtió en un exitoso empresario que está en camino de hacerse rico con los envases que abandonan sus compatriotas.

¿Hay algo de esto en España?
Ha habido un proceso de apoderamiento por las grandes empresas de los productos que pueden ser reciclado y una eliminación de este mercado de los más pobres y necesitados.

¿Cómo ha ocurrido? pues mediante la prohibición de compra de esos productos por las empresas que los compraban. Ahora no se compran libremente ni papel, ni cartón, ni envases de plásticos, metal o vidrio. Y son grandes empresas las que los compran y mediante los contenedores de recogida, puesto por los Ayuntamientos, y las campañas de "concienciación" ciudadana.

Somos los vecinos quienes hacemos el trabajo gratis de llevarles los objetos a los contenedores de esas empresas. Para ello se llevan a cabo campañas de responsabilidad social y ecológica. Productos que luego ellos se encargan de vender.

Mientras, a la multitud de necesitados, que no tenían otro medio de vida que la recogida de esos productos, se les ha privado y expropiado de esa posibilidad y se les ha arrojado aún más a la marginación y la pobreza aumentando la desigualdad.

¿No es hora de hacer algo por ellos?
Creo que sí, son muchos millones de euros que se llevan a costa del trabajo gratis* de muchos vecinos y que podría ser el origen de miles de empleo.

   *Con respecto al trabajo gratis y que, por lo tanto, no ganamos nada con ello y en consecuencia no produce empleo, hay mucho que hablar:

Cada vez hay más gasolineras que no tienen empleados, su trabajo, que antes eran empleos, se ha trasladado gratis al público y no dan nada a cambio por ello, un trabajo peligroso y especializado. Las ganancias pasan integras y únicamente al empresario.

Lo mismo está ocurriendo en multitud de gestiones con los bancos, es un proceso lento y parece imparable.
Han pasado de poner un cajero gratuito para acceder a nuestro dinero en cualquier momento, lo que sin duda es un buen servicio, a delegar trabajos de transferencia, pago de impuestos, de recibos, etc. al cliente de forma gratuita y a cobrar por su utilización. Y se da la paradoja que, en muchos casos, tenemos que ser nosotros, los clientes, quienes le hacemos el trabajo voluntario a personas mayores que, por falta de visión o habilidades, no son capaces de realizar las gestiones en el cajero automático.

Y así con la gestión de multas, de compras de entradas, etc. etc.

Trabajos todos ellos no remunerado que beneficia exclusivamente al empresario y que supone la eliminación de miles de puestos de trabajo.

Lo mismo sucede con la implantación paulatina del autoservicio en bares y restaurantes que no repercute en el comprador o cliente.

Y todo esto está ocurriendo en una sociedad con más del 20% de paro y cientos de miles de jóvenes que se ven expulsados del país para poder sobrevivir. Ello significa una vuelta de tuerca más en la explotación, la desigualdad y la lucha de clases. Aparentemente a cambio de nada.

Digo aparentemente porque en realidad no es a cambio de nada, es a beneficio exclusivamente del empresario con el consiguiente aumento de la marginación y desigualdad. Es decir, para poner un ejemplo, cuando los "buenos y responsables ciudadanos" hacemos el trabajo de clasificar las basuras y llevarlas al contenedor adecuado, estamos ayudando al empresario a ganar más dinero a la vez que se lo quitamos al que antes recogía y podía vender esos productos,... con lo cual ayudamos a crear más pobreza y marginación, de forma voluntaria con un trabajo no remunerado que le hacemos al capitalista.  Esos trabajos deberían beneficiar a los que hacemos el trabajo y en todo caso a los parados.

¡Hasta cuando vamos a aceptar estos trabajos voluntarios que significan arrojar al paro a miles de trabajadores!!
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389119012_397307.html

viernes, 3 de octubre de 2014

Las personas atendidas por Cáritas pasan de 1,9 a 2,5 millones

Los fondos públicos que recibe la organización son los más bajos de los últimos cinco años
La Confederación ha ayudado en total a cinco millones de personas de 40 países

La pobreza se perpetúa en España. Cáritas registró en 2013 el mayor aumento del número de personas atendidas desde el inicio de la crisis. 2,5 millones de ciudadanos en riesgo de exclusión social, 600.000 más que en 2012, buscaron su ayuda. Esa cifra representa un 31% de aumento en un año frente al 24,6% del año 2008. En la organización apuntan a dos tipos de hogares como los especialmente vulnerables: las familias numerosas y las madres solteras. La crisis económica “se está cebando con los hogares con más miembros o con personas dependientes”, explicó Sebastián Mora, el secretario general de Cáritas en la presentación de la Memoria Anual de 2013 que elabora la organización.

Griselys, dominicana de 28 años, encabeza una de esas familias monoparentales que menciona Cáritas en su informe. Desde hace cuatro meses, cuando su marido ingresó en prisión, mantiene sola a sus tres hijos, de tres, cinco y siete años. Lo logra a través de las ayudas sociales. Ayer mismo Griselys recibió 70 euros de Cáritas para comprar cuadernos y lapiceros para sus hijos. “También voy a la organización a pedir una bolsa de alimentos, pero hay que hacer cola desde las 5.00 de la mañana, y hay días en los que no hay comida para todos porque no dan abasto”. Gabriela Jorquera, coordinadora de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Madrid, valora el aumento reportado por Cáritas como “muy significativo, ya que es una de las organizaciones más grandes de España”. Jorquera también habla de las familias monoparentales como colectivo golpeado fuertemente por la crisis. “Siempre tienen más riesgo de pobreza porque solo cuentan con un sueldo para vivir, pero en el caso de las mujeres es más grave porque su salario suele ser más bajo”.

Francisco Lorenzo, coordinador del equipo de estudios de Cáritas, constata este cambio de perfil de las personas que acuden a la organización. “Cada vez hay más familias numerosas entre los atendidos, además de un aumento en el número de españoles”. En 2007 la crisis económica “golpeaba especialmente a los inmigrantes”, recuerda Lorenzo, pero en los últimos años el porcentaje se ha igualado. Entre ese año y 2008, el número de atendidos por Cáritas aumentó un 71,1%.

La organización ha percibido también un cambio en el número de problemáticas por las que acude la gente. Mientras hace años se ayudaba a la población por temas relacionados con pérdida de empleo, y todas las consecuencias que eso conlleva, ya sea el pago del alquiler, la alimentación y demás necesidades básicas, este último año también se ha hecho frente a una falta de medios sanitarios, como la dispensación de medicamentos. Ana de la Calle, directora del centro social de Villaverde (Madrid), cuenta que no solo reparten alimentos. “Este año hemos visto cómo las familias nos piden hasta vacunas”. De la Calle se refiere a algunas de las que han retirado de la Seguridad Social como “la de la meningitis”. “A la vuelta del verano hemos notado una gran afluencia de gente, sobre todo de familias con hijos porque uno puede comer cualquier cosa, pero cuando no tienes para darles a tus hijos…”, lamenta esta trabajadora social. El comedor que ella atiende tiene capacidad para 200 plazas al día, pero no logran mermar la lista de espera.

El director de Acción Social de Acción Contra el Hambre, Luis González, trabaja diariamente con desempleados de larga duración. “Nos hemos encontrado con que la vulnerabilidad de este colectivo ha aumentado muchísimo”. Precisamente Acción Contra el Hambre está preparando un informe sobre la situación nutricional de estas familias. “No se puede decir que la desnutrición esté directamente relacionada con los procesos de exclusión social, pero sí la inseguridad alimentaria”. González recuerda que tanto personas mayores como núcleos familiares se han visto obligados a modificar su dieta.

De lunes a viernes Griselys y sus tres hijos acuden a un comedor social de Villaverde y viven —“sobreviven”, aclara ella— en un piso del Ivima, que la mujer logra pagar con los 532 euros de la Renta Mínima de Inserción (RMI) que le entrega la Comunidad de Madrid desde hace tres meses. Pero Griselys se muerde siempre las uñas contando los días que le quedan para llegar a fin de mes. “Días antes de llegar al 30 de septiembre ya estaba molestando a una vecina para que me dejase un litro de leche o algo para darles a los niños por las noches”.

En la Memoria de Cáritas también hay lugar para los datos positivos. El número de voluntarios que han acudido a la organización en los últimos cinco años ha aumentado un 30%, lo que se traduce en 18.000 personas solidarias más. La organización también ha informado de que ha atendido a 2,5 millones de personas en otros 40 países. En cuanto al dinero destinado a los colectivos que atienden, se encuentran las personas mayores para las que se reservan 28,5 millones de euros; familia e infancia con 22,8 millones, personas sin hogar con 21 millones e Inmigrantes con 4,7 millones.

La organización ha podido dar cobertura a las necesidades de las personas que han acudido a ella gracias a los fondos privados (el 75 % del total), ya que los públicos que se han invertido son los más bajos de los últimos cinco años. Mientras que en 2009 la financiación pública superaba los 87 millones de euros, en 2013 apenas llega a los 73 millones. Evolución totalmente opuesta a las donaciones de particulares que han aumentado 25 millones de euros en el último año, llegando a los 218.290.147 euros.
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/29/actualidad/1411989045_795090.html

Extrema situación de pobreza
La verdad es que este es un país singular, parece no interesar a nadie hablar de la situación de extrema pobreza que existe en España, ya son una de cada cuatro personas, hemos llegado a los 2.500.000 hogares sin recursos y somos el quinto país de Europa donde más ha crecido la desigualdad. Nos guste o no, esta es la realidad. Comienza a ser habitual ver diariamente un nuevo caso de corrupción, mientras todos contemplamos impotentes e indignados cómo esos corruptos se enriquecen a nuestra costa, al tiempo que la pobreza en España aumenta un 30%, según el último informe de Cáritas, situación que amenaza con una fractura social si no se remedia pronto. Mientras tanto, los políticos parecen mirar hacia otro lado, pues en estos últimos meses se habla de todo menos de esta grave situación. ¿Acaso el Gobierno no considera este un asunto de extrema importancia?
Menos mal que en este país contamos con la valiosa colaboración de Cáritas y la inestimable ayuda de todos los voluntarios y donantes, porque, si no fuera por ellos, ¡pobres de nosotros!
 Benidorm, Alicante 2 OCT 2014

domingo, 7 de septiembre de 2014

Los hijos más inesperados. Andrew Solomon firma un conmovedor libro sobre las implicaciones de ser padre


Seres humanos, no simplemente casos. Este es un libro con nombres propios, que muestra hasta qué punto el conocimiento comporta el enigma y el misterio de lo imprevisto y de lo inclasificable de la vida. Más exactamente, el dolor y el sufrimiento, o el encuentro con formas inauditas de sentido y hasta de alegría, en situaciones verdaderamente límite. Es un libro sobre las relaciones entre padres y madres y sus hijos e hijas, y no un catálogo que pretende clasificar experiencias, muchas de las cuales se ordenan como enfermedades o anomalías, algo sin duda polémico para quienes desconfían, con razón, de la tipificación de “lo normal”. Baste el índice para ratificarlo: “Hijo, Sordos, Enanos, Síndrome de Down, Autismo, Esquizofrenia, Discapacidad, Prodigios, Violación, Crimen, Transgénero, Padre”. Con trescientas páginas de bibliografía, índices y notas, y aún más en su edición digital, el volumen, que supera las mil, muestra una decidida voluntad de corresponder a los avatares y progresos de la ciencia, también en su dimensión social y humana. Los terrenos son, sin embargo, tan resbaladizos y los avatares de la existencia tan desconcertantes que pronto comprendemos, a pesar de su atractiva lectura, que ni es tan fácil, ni tan posible saber en muchas ocasiones qué es mejor. Más concretamente, qué es mejor hacer.

Andrew Solomon, profesor de psiquiatría en la Universidad de Cornell, tras ser reiteradamente galardonado con El demonio de la depresión, se muestra también en esta ocasión concernido, hasta conmocionado, más allá de su voluntad de presentar un estudio elaborado, en al menos diez años, con alrededor de trescientas familias que han aprendido a vivir, a convivir y a sobrevivir en situaciones de enorme complejidad, incluso extremas. La propia historia de Solomon se ofrece como una suerte de relato de alumbramiento. “Emprendí esta obra para perdonar a mis padres y la concluí concibiendo un hijo. Comprender el pasado me ha dado libertad para vivir el presente”. “Solo reconocí que era gay cuando comprendí que la homosexualidad no tiene que ver con la conducta, sino con la identidad”. Tal vez únicamente en este sentido define su obra como de autoayuda, como una suerte de proceso para convertirse en padre, en creador y descubridor, más aún que en reproductor, para proyectar y aceptar simultáneamente. “Este es un manual para aprender a ser receptivo”, para “tolerar aquello que no puede curarse y una ilustración de que curar, aunque sea factible, no siempre es lo apropiado”. Se trata de elegir, de poder elegir. Y en esto no se sabe qué es peor, estigmatizar o atribuir un aire romántico a lo que nos enfrentamos.

En cada página del libro hay algo que problematizar o discutir, algo que cuestiona nuestras posiciones o prejuicios, que nos inquieta, que nos da que pensar, que nos convoca a debatir. No nos deja indiferentes. Todos sentimos más o menos cerca la irrupción de lo más inesperado. Ni los imprescindibles diagnósticos y pronósticos logran finalmente esquivar lo que llega a calificarse en el libro como “un sufrimiento infinito”, que conlleva en determinados momentos la necesidad de los padres de proteger de su propia desesperación a sus hijos. No falta aliento, ni ánimo, ni fuerzas, pero tampoco Solomon claudica ante fáciles alivios o consuelos. Se trata de afrontar y de procurar acompañar, de cuidar y de remediar, pero sin precipitarse en el uso de la palabra “enfermedad”, ni en el abuso de la palabra “curar”. Llega a decirse que es una puesta en duda y en evidencia de las diversas formas de amar y de los conceptos divergentes del amor, y de entender lo que cabe esforzarse por hacerlo cuando hay que cruzar líneas divisorias. Tanto que Solomon viene a señalar que “la pasión confunde, y la mayoría de estos padres actúan de tal modo arrastrados por ella que identificarla como amor o como odio es quitarle importancia. Ellos no saben lo que sienten; solo conocen la fuerza de su sentimiento”. Las historias y las experiencias de estas relaciones no permiten precipitadas tomas de posición. Se trata, en ocasiones, de buscar simplemente no hacernos daño cuando la autonomía tarda en llegar, y ya cuesta esperarla.

Se precisa, sin embargo, intervenir. No son espacios de pasividad. Y hay conocimiento y oficio y ayuda, y es necesario buscarlos, requerirlos, pero ello no siempre libera de lo que incluso la palabra “temor” parece no alcanzar a decir. Y hay entrega, la que Solomon encuentra hasta extremos insospechados. “Si un ángel glorioso descendiera de los cielos hasta mi salón para decirme que me cambiaría mis hijos por otros que fueran más listos, amables, divertidos, cariñosos, disciplinados o dotados, me aferraría a los que tengo y, como la mayoría de los padres, le rogaría a ese atroz espectro que volviera por donde había venido”. No es simple resignación, es expresión de una sociedad para Solomon cada vez más diversa y tolerante. La regularización, la inclusión, la desinstitucionalización, el movimiento por los derechos de los discapacitados y las políticas de identidad son el camino. Y esta tarea nos compromete. Más aún, Solomon no olvida el valor y la generosidad de tantas personas para abrazar la más inesperada y concreta diferencia.

Lejos del árbol. Andrew Solomon. Traducción de Sergio Lledó Rando y Joaquín Chamorro Mielke. Debate. Barcelona, 2014. 1.064 páginas. 39,90 euros (electrónico: 12,99)
Fuente: El País, Babelia.

domingo, 1 de junio de 2014

Condenados a una existencia precaria para siempre. La lucha contra la exclusión requiere trabajo de empresas y Administración

La inserción laboral y las ayudas públicas, económicas y asistenciales, son fundamentales para revertir el incremento del número de personas que están en riesgo de exclusión social y pobreza en España. Lo que requiere de coordinación entre la Administración, empresas privadas y entidades sociales, que ahora están desconectadas. Estas son las conclusiones del debate celebrado ayer sobre la integración en el mercado de trabajo de colectivos vulnerables, organizado por la Fundación La Caixa y EL PAÍS. Para el director general de la Fundación La Caixa, Jaime Lanaspa, las consecuencias de no tomar medidas pueden ser devastadoras: “Si no lo arreglamos, estos colectivos están condenados a no trabajar en su vida o tener una existencia precaria para siempre”. “Son jóvenes que estaban en la obra que se han visto sin paleta, sin formación ni empleo. También parados de más de 45 años y abuelos que pierden su capacidad de invertir porque se están convirtiendo en los bancos de los anteriores”, detalló Nieves Ramos, presidenta de la Asociación El Cerezo. Lanaspa afirma que incorporarlos al mercado de trabajo es clave. Por eso, la Fundación La Caixa ha redoblado esfuerzos con su programa Incorpora, que ha facilitado empleo a más de 83.600 personas en situación de vulnerabilidad desde 2006. Javier Font, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad, confirma los buenos resultados que ha dado este proyecto fruto de la colaboración entre entidades privadas y sociales, pero destaca que también es responsabilidad del Estado que todos los grupos vulnerables vean realizado su derecho a la educación y la sanidad, que está seriamente amenazados por los recortes. “Hemos pasado a ser sujetos de beneficencia. Y de ahí a la mendicidad, hay un paso”, alerta. Fuente: El País.

viernes, 10 de enero de 2014

¿Es buen negocio ir a la universidad? Luis Fajardo BBC Mundo

Es una paradoja cruel. Las puertas de las universidades latinoamericanas, tradicionalmente elitistas, finalmente se están abriendo a los estudiantes más pobres; pero pasar por ellas ya no es garantía de prosperidad futura.

Muchos graduados salen del claustro universitario a recibir dos golpes dolorosos y simultáneos: las deudas acumuladas y el desempleo profesional. En esas condiciones, ¿sigue siendo buen negocio buscar un título universitario?

La respuesta no es simple. Como le dicen a BBC Mundo los expertos consultados, depende cada vez más de que los estudiantes actúen como consumidores muy bien informados, para escoger bien dónde y qué quieren estudiar.

Pues si bien es más fácil ahora entrar a las universidades, no son pocas las que ofrecen educación de baja calidad, que no será recompensada nunca con los altos sueldos a los que aspiran los graduados y sus familias.

Endeudados y sin trabajo
Oscar Cortés, chileno y graduado en ingeniería, le resume a BBC Mundo su experiencia: "Mi deuda tiene una tasa bastante más alta que la que pagan aquellos que quieren comprar un auto o una casa, y eso y el alto valor de la educación desató la ira reprimida por tantos años en este país", dice refiriéndose a las protestas estudiantiles que han sacudido a Chile a partir de mayo de 2011.

"Hoy solo queda resignarme y buscar conseguir un buen empleo para pagar toda la deuda que tengo que cargar", afirma Cortés.

Paola Vergez, periodista en Colombia, tiene un crédito pendiente de US$10.000.
"Recién me gradué de la universidad y estoy sin trabajo", le cuenta a BBC Mundo.

Más educación
Por generaciones, enviar a un hijo a la universidad fue un privilegio que se daba por descontado para las élites latinoamericanas, un motivo de orgullo que se pagaba con gran sacrificio en las familias de clase media y un sueño prácticamente inalcanzable para los pobres de la región, incluso con la universidad pública gratuita que fue la norma durante buena parte del siglo XX.

Hoy la situación es distinta. Se han presentado cambios enormes en torno a la cobertura del sistema universitario y la manera en que se paga. Las universidades se han expandido de manera dramática en muchos países de América Latina.

En Colombia, en 1970 el número de estudiantes en la educación superior llegaba a 85.000, apenas un 3% de cobertura. En 2011, eran 1 millón 850 mil, o cerca de 39%.

En el caso chileno, en 1992 la cobertura de la educación superior de los chilenos no llegaba a 20%, mientras que en 2009 cerca del 40% de los estudiantes entre 18 y 24 años cursaban educación terciaria.

Hasta ahí, lo bueno. Pero al mismo tiempo que aumentaba la cobertura, en muchos de esos países se redujeron los subsidios estatales.

Mientras en Argentina y Uruguay, entre otros, se mantiene todavía el principio de gratuidad de la universidad pública, en otros como Chile y Colombia, parte importante de la expansión de la cobertura universitaria ha ocurrido por cuenta de las universidades privadas.

En el caso colombiano, incluso las públicas han aumentado sus tarifas. Por lo que el sueño de la universidad va cada vez más aparejado con la necesidad de endeudarse para pagar matrículas caras.

Sin embargo, la mala calidad de la educación básica con la que llegan muchos de esos nuevos aspirantes a la universidad, en especial los más pobres, hace que no puedan aprovechar bien la educación superior y no consigan graduarse.

Y entre los que sí consiguen el título, también hay mucha frustración. La proliferación de instituciones de educación superior con escasa supervisión estatal ha resultado en que muchos estudiantes terminen pagando por una universidad de mala calidad, que no les sirve para conseguir un buen trabajo al momento de la graduación, cuando tienen que empezar a responder por sus créditos.

¿Contra la pobreza?
Sergio Urzúa, investigador chileno de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, resume así el problema.

"A la gente se le dice que la educación superior es el camino para dejar la pobreza. Eso es cierto en la medida en que la educación superior sea de calidad. Pero no es obvio que efectivamente eso esté ocurriendo", le comenta a BBC Mundo.

"En Chile, muchas de las universidades con aranceles altos tienen problemas de calidad", reconoce también a BBC Mundo Juan Manuel Zolezzi, vicepresidente del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, entidad que representa a las universidades públicas y privadas más tradicionales de ese país.

Luis Fernando Gamboa, investigador de la Universidad del Rosario en Colombia, agrega: "Los sistemas de crédito han hecho que algunas tasas de retorno sean negativas. En algunos casos, lo que el estudiante invirtió y además lo que dejó de ganar mientras estudiaba es más que lo que recibe cuando se gradúa".

Ola de protestas
Para Urzúa, algunos graduados chilenos ahora están peor económicamente que si no hubieran estudiado.

"He hecho cálculos de que en Chile el aumento en el acceso a la educación superior ha aumentado la pobreza, porque chicos que antes ayudaban en su casa hoy están en el sistema de educación superior y ahora no están contribuyendo y se están endeudando", señala Urzúa.

"La apuesta es que en el mediano plazo las personas que hayan pasado por el sistema de educación superior puedan retribuir, pero si no aseguramos calidad, no es obvio que ello vaya a ocurrir".

Urzúa publicó en 2012 un estudio titulado "Rentabilidad de la Educación Superior en Chile", donde argumentaba que en ese país el 39% de los titulados de la educación superior obtiene retornos negativos una vez incorporados al mundo laboral, es decir, casi dos de cada cinco profesionales tendrían mayores ingresos si hubiesen entrado al mercado laboral sin pasar por la universidad.

"El paso por el sistema de educación superior no asegura necesariamente mejores condiciones de empleo, particularmente para aquellos que no se titulan", asegura el estudio, que utilizó datos oficiales, algunos de los cuales se encuentran en el portal estatal www.mifuturo.cl

"Podemos terminar con una juventud con un título universitario pero extremadamente molesta respecto de lo que se le prometió y lo que terminó logrando", le dice a BBC Mundo el académico Urzúa, para quien esta situación ayuda a explicar la ola de protestas estudiantiles que ocurrió en Chile, y que en su opinión, puede ocurrir también en Colombia.

Un buen negocio
En Bogotá, la Ascun, el gremio que representa a las universidades colombianas, insiste en que la educación superior es buen negocio para los jóvenes de ese país.

Para Carlos Forero Robayo, director ejecutivo de esa entidad, los datos en Colombia "indican que es rentable, si se quiere, estudiar, porque el mercado salarial distingue según la acumulación de conocimientos".

Todos los consultados coinciden en advertir que la universidad sigue proporcionando a la sociedad y a muchos individuos enormes beneficios.

Y por supuesto, los que consiguen una educación de calidad frecuentemente ven que el beneficio monetario que obtienen al graduarse es rápido y contundente.

Eso piensa el chileno Ignacio Contreras: "En mi caso, la experiencia ha sido muy buena. Estudié Ingeniería Civil Industrial y me otorgaron un crédito por casi el 50% del arancel de mi carrera", le dice a BBC Mundo.

"Actualmente estoy pagando el crédito, el cuál no supera el 5% de mis ingresos anuales. El crédito fue un alivio para mis padres... y también permite que uno pueda ser parte del pago de sus propios estudios", añade.

Información
El punto crucial es tener la información para escoger bien.

El profesor Urzúa ve un papel destacado para el Estado a la hora de ejercer control sobre centros de enseñanza de baja calidad.

Graduados
Los graduados de universidades de baja calidad tendrán problemas en recuperar su inversión.

También consideran importante que el estudiante esté consciente de las oportunidades laborales disponibles para la carrera que escogió estudiar.

"Si quiere estudiar porque le gusta, está bien, pero que lo haga informado, y no que a los 5 o 6 años piense que fue un fraude cuando se dé cuenta que el mercado laboral no le da cabida", insiste Urzúa.

De manera similar, Juan Manuel Solezzi del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas advierte que en su país, estudiar carreras en las artes, humanidades y ciencias sociales no es muy rentable. Y al preguntársele si le recomendaría a un familiar que siguiera alguna de esas disciplinas, reconoce: "Desde un punto de vista puramente economicista, le diría que estudiara algo en el área tecnológica, de negocios o de servicios".

Un estudio publicado por la Universidad Diego Portales en Chile asegura, por ejemplo, que un estudiante de ingeniería comercial en una prestigiosa universidad privada de ese país recupera su inversión a los 2,1 años de graduado, mientras que la persona que estudió educación parvularia (preescolar) tiene que trabajar 14,1 años para recuperar su inversión.

Expectativas
Como parte del esfuerzo por asegurar que los estudiantes tengan la información correcta sobre los beneficios que les representará la universidad, los expertos indican que hay que enfrentar un problema generalizado de expectativas enormes y a veces infundadas.

En Colombia, el profesor Gamboa de la Universidad del Rosario cuenta que, como parte de una investigación, preguntó a sus alumnos de segundo semestre de universidad sobre cuánto pensaban que sería su salario al graduarse.

"Cuando uno compara con el salario promedio en este momento en Colombia, ellos están sobrestimando el retorno de la educación en cerca de un 50%", le asegura Gamboa a BBC Mundo.

"Mi hijo el doctor"
Grado
Las universidades ofrecen otros beneficios que no pueden medirse con dinero, aseguran expertos.

Al final, como dice Carlos Forero Robayo de la Asociación Colombiana de Universidades, estas instituciones tienen una enorme rentabilidad para la sociedad en su conjunto que hay que considerar a la par con los beneficios privados que reciben los estudiantes.

Además, para millones de familias latinoamericanas, seguirá habiendo pocos motivos de felicidad comparables a poder hablar en una reunión de "mi hijo el doctor", o "mi hija la ingeniera".

Lo importante, advierten los expertos una y otra vez, es que esa valiosa experiencia no se vea frustrada por expectativas exageradas de lo que la universidad va a hacer por ellos una vez salgan al mundo cruel y competitivo del mercado laboral.
Fuente BBC.