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martes, 11 de octubre de 2016

_--Rescatan del olvido a las mujeres brigadistas de la Guerra Civil Española

Fotografía de la historiadora y periodista austríaca Renée Lugschitz, facilitada por ella misma, autora del libro; Luchadoras en España. Mujeres extranjeras en la Guerra Civil Española; Que rescata del olvido la experiencia de cientos de voluntarias foráneas en las Brigadas internacionales.
_--"Fotografía de la historiadora y periodista austríaca Renée Lugschitz, facilitada por ella misma, autora del libro; Luchadoras en España. Mujeres extranjeras en la Guerra Civil Española; Que rescata del olvido la experiencia de cientos de voluntarias foráneas en las Brigadas internacionales."

Mucho se ha escrito sobre las Brigadas Internacionales que combatieron en la Guerra Civil española (1936-39) pero muy poco sobre las mujeres brigadistas. Una historiadora austríaca llena ahora ese vacío con un libro sobre las combatientes extranjeras que lucharon del lado de la República.

Más de 35.000 voluntarios procedentes de unos 50 países llegaron a España para luchar contra la sublevación militar que encabezaría el general Francisco Franco, entre ellos había también cientos de mujeres, pero se sabe tan poco de ellas que se desconoce incluso cuántas eran.

"He documentado la existencia de 400 mujeres, pero diría que hubo unas 600 o quizá 700", explica Renée Lugschitz, que ha dedicado unos quince años a su libro "Luchadoras en España. Mujeres extranjeras en la Guerra Civil Española".

Alrededor de un tercio de los brigadistas murió en España, en los principales frentes de la contienda: Madrid, Guadalajara, Brunete, Teruel y el Ebro, se desmovilizaron a finales de 1938 y muchos sufrieron persecución política al volver a sus países.

Un gran número acabó en campos de concentración en Francia, pero también los hubo que terminaron en las cárceles comunistas tras la II Guerra Mundial, algo que recoge también el libro.

Ese destino lo padecieron tanto hombres como mujeres, para Lugschitz es fundamental desterrar estereotipos como que tuvieran "un rol secundario, como ayudantes de los hombres" porque "tuvieron un papel activo fundamental", muchas veces en primera línea.

"Las mujeres aparecen muy poco, y cuando aparecen lo hacen como acompañantes de sus esposos, o como 'ángeles' que curan enfermos", lamenta la historiadora, que vive gran parte del año en la localidad alicantina de Benissa.

"La mayor parte llegaron solas" y viajaron a España por su "compromiso político", un activismo por el que ya muchas sufrieron persecución en sus países de origen, especialmente allí donde existían regímenes fascistas en el periodo de entreguerras.

El perfil medio de estas voluntarias era el de jóvenes idealistas, bien formadas y muchas de ellas procedentes de familias judías de entornos urbanos. Algunas incluso dejaron a sus hijos para participar en las Brigadas.

Por encima de su origen, luchar en España era para ellas tratar de contener la primera acometida en un conflicto general contra el fascismo. Estaban convencidas de que en España se dirimía el destino de Europa dentro de una batalla mayor, sostiene la historiadora.

Su libro consta de una introducción general sobre la situación de España en la época, el papel de las brigadas internacionales, la labor de las mujeres durante la guerra y finalmente, once perfiles de voluntarias de diversa procedencia.

Allí se pueden leer las historias de enfermeras, traductoras, periodistas, doctoras, e incluso, el de la única mujer extranjera que estuvo al frente de un batallón republicano: la argentina Mika Etchebéhère (1902-1999), conocida como "La Capitana".

Cuando murió su marido Hipólito en el frente en agosto de 1936, ella asumió su mando al frente de una columna del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), una formación antiestalinista.

"Las mujeres luchando en el frente es algo de principio de la guerra, hasta la creación de las brigadas internacionales", precisa.

También se ofrece un retrato de la alemana Gerda Taro la primera fotoperiodista que murió en un frente, en la batalla de Brunete (Madrid), a los 26 años, aplastada de forma accidental por las cadenas de un carro de combate republicano.

El libro de Lugschitz obtuvo la pasada semana un "premio de Reconocimiento" en los galardones austríacos Bruno Kreisky al mejor libro político del año, que contó este año entre los distinguidos al Nobel de medicina estadounidense Eric Kandel y al de Literatura húngaro Imre Kertész.

Para poder documentar su obra, en los últimos tres lustros ha trabajado en archivos de Viena, Nueva York, Londres y España.

La historiadora considera que en los últimos años se ha producido un avance en el estudio de las brigadistas en la contienda civil gracias a que las mujeres han asumido la tarea de escribir sobre ese capítulo del pasado.

Y por el lado de la memoria histórica en España, considera que aún queda mucho camino por recorrer.

"Aún me sorprende cuando hablo con algunos amigos españoles lo poco que saben sobre la Guerra Civil. La mayoría todavía tiene el reflejo de bloquear el tema. Es también algo que separó a las familias, quizá se necesite un par de generaciones" para superar esa situación, indica.

En los pasados años, asegura, "hubo una corta etapa en la que existió voluntad política para trabajar el pasado y reconocer a las víctimas de la guerra civil y la represión posterior, pero esa fase ha acabado".

"No creo que haya ningún interés ahora por parte del actual Gobierno" en trabajar ese aspecto, concluye la historiadora austríaca.

http://economia.elpais.com/economia/2013/06/15/agencias/1371288215_437899.html

jueves, 29 de septiembre de 2016

India. La mayor huelga de la historia

The Canary

El viernes, 2 de septiembre, una de las economías más grandes del mundo registró lo que tal vez haya sido la huelga más grande de la historia. En un poderoso acto de resistencia frente al gobierno derechista de India, se calcula que participaron hasta 180 millones de personas. Sin embargo, debido a la información sesgada en los grandes medios británicos (y globales), es probable que no te hayas enterado.

¿Qué ocurrió?
Ese día, en el marco de una jornada de lucha de obreros de toda India, cerraron miles de fábricas, centrales eléctricas, oficinas públicas y bancos estatales. El transporte público también se vio afectado. Diez sindicatos, y hasta 180 millones de trabajadores y trabajadoras del sector público –bancarios, mineros, maestras, trabajadores de la construcción y de correos– participaron en la huelga. Ramen Pandey, de la Confederación Nacional de Sindicatos (INTUC), dijo: “Esta huelga es la más grande que ha habido jamás en el mundo”.

En efecto, el impacto que tuvo fue enorme. Assocham, el máximo órgano de las Cámaras de Comercio de India, comunicó que el trastorno causado en las cadenas de suministro y las empresas cortaron a la economía india 180 000 millones de rupias (2 000 millones de libras esterlinas). Fue la cuarta huelga nacional en India desde 2009.

¿Por qué tuvo lugar la huelga?
Los sindicatos habían decidido responder a lo que calificaron de “políticas antiobreras y antipopulares” del primer ministro Narendra Modi. De acuerdo con el vicepresidente de la INTUC, Ashok Singh, “Modi ha dicho que lucha contra la pobreza, pero parece que en realidad lucha contra los pobres en este país”. Modi condujo al partido derechista Bharatiya Janata a una victoria arrolladora en las elecciones generales de mayo de 2014 con la promesa de impulsar la economía india. Para ello, ha tratado de incrementar la inversión extranjera y privatizar empresas públicas. Ya ha vendido acciones de empresas estatales por valor de miles de millones de libras y pretende recaudar alrededor de 8 300 millones de dólares mediante nuevas privatizaciones en 2016 y 2017.

Los sindicatos temen que las políticas neoliberales de Modi (recortes, privatizaciones, etc.) reduzcan tanto los niveles de empleo como los salarios. Por esta razón impulsaron la huelga masiva con 12 reivindicaciones, incluido el aumento del salario mínimo, la seguridad social universal y la eliminación de las inversiones extranjeras en el ferrocarril, los seguros y la industria de defensa.

Una larga incubación
Sin embargo, el neoliberalismo no es nuevo en India, pues se instauró en el país mucho antes de que gobernara Modi. Según Jayati Ghosh, profesora de economía de la Universidad Jawaharlal Nehru, Modi no ha hecho otra cosa dar continuidad a 25 años de políticas neoliberales que no han hecho más que empeorar la situación de los trabajadores: “Menos del 4 % de los trabajadores de India gozan de protección laboral, e incluso esa protección se ha ido erosionando. Cunde la sensación de que en vez de combatir la pobreza, están combatiendo a los pobres, y ha habido una rebaja real del gasto en servicios públicos esenciales.” Hay trabajadores de la sanidad en India que llevan sin cobrar desde hace meses. Los subsidios alimenticios y sistemas de distribución, mientras tanto, se han deteriorado. Ghosh insiste: “El gobierno central anima activamente a las empresas privadas que desean impedir cualquier tipo de sindicalización.”

En este contexto de continuos ataques a los derechos de los trabajadores de India por parte del régimen, parece que los sindicatos indios no hayan tenido otra salida que ir a la huelga. Y al hacerlo de una manera tan drástica el pasado 2 de septiembre, han enviado un mensaje contundente tanto el gobierno de Modi en Nueva Delhi como al mundo entero: los trabajadores no renunciarán a sus derechos sin luchar.

En el siguiente vídeo pueden verse algunas imágenes de la huelga:
http://www.thecanary.co/2016/09/15/worlds-largest-ever-strike-takes-place-gets-buried-media-video/

Traducción Viento Sur:
http://vientosur.info/spip.php?article11725#sthash.TX4OEdPO.dpuf

martes, 2 de febrero de 2016

La industria tecnológica fomenta el interés de las jóvenes por las STEM

Parece que la industria tecnológica se ha convertido en ‘cosa de hombres’. Y es que en España, las mujeres representan tan sólo el 18% de los profesionales de la industria TIC y sólo un 19% de estos trabajadores tiene a una mujer como jefa.

STEMA menor escala, en el instituto, sólo el 8% de las niñas de 15 años sueñan con estudiar Informática, en comparación con la opinión de los niños que alcanza casi el 25%, según datos del Foro Económico Mundial. Además, en los países pertenecientes a la OCDE, sólo 1 de cada 5 graduados en Informática y Telecomunicaciones son mujeres, mientras que en España, el 75% de las chicas abandonan esta carrera hacia otros sectores.

Brecha de género
Microsoft 2 Con la intención de promover el interés de las jóvenes por las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), Microsoft ha liderado la iniciativa #MakeWhatsNext (‘Construyendo el Futuro’). El evento, que tuvo lugar la semana pasada en Madrid, se realizó a la vez en 27 países europeos, coincidiendo con la celebración en todo el mundo del Girls in ICT Day.

El congreso contó con la presencia de Pilar López, presidenta de Microsoft Ibérica, que señaló la importancia de “facilitar la formación tecnológica a las jóvenes en las primeras etapas escolares, lo que ayudaría a despertar su interés por la Ciencia y la Tecnología. El reto al que nos enfrentamos es encontrar la manera de hacer más atractivo su estudio en el aula. Y es que si cambias la forma de ver el mundo, cambias el mundo”, añadía.

STEM#MakeWhatsNext en España
Más de 200 jóvenes estudiantes de ESO, Bachillerato y grados universitarios tuvieron la oportunidad de conocer a mujeres referentes del sector, pertenecientes a compañías como Panda Security, Lenovo, Linkedin o BBVA, quienes compartieron su pasión por la Ciencia y demostraron cómo ésta cambia el mundo. Para mantener esta labor en el tiempo, han creado una plataforma on line que funcionará durante los próximos meses, con el objetivo de seguir compartiendo este conocimiento.

http://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/la-industria-tecnologica-fomenta-interes-las-jovenes-las-stem/35572.html

miércoles, 25 de junio de 2014

Cómo cuidar cuando se sufre de hambre. No es sencillo sacar adelante a un niño desnutrido. Tampoco a su madre. Se aíslan. Se abandonan. Se deprimen...

El apoyo psicosocial a ambos es clave para detener la desnutrición.
Una experiencia en el hospital de Madaoua, en Níger

En el hospital de Madaoua había un bebé de cinco meses que llevaba días ingresado. La madre había perdido a dos hijos y la familia del marido consideraba que era culpa de la leche materna, así que decidió no amamantar al tercer hijo. El niño ingresó en el hospital por desnutrición severa con complicaciones médicas. La recomendación de los doctores era que le diera el pecho al mismo tiempo que tomaba la leche terapéutica. El promotor de salud trabajó con esta madre escuchando sus preocupaciones y haciéndole valorar las recomendaciones del médico. Hicimos un par de sesiones con ella y luego vino la familia del marido. Entre todos decidieron que ella le diera el pecho, y también aceptó participar en otras actividades de grupo. Al final de mi visita, pocos días después, ya podíamos ver que el bebé había mejorado mucho, igual que la relación entre la mamá y su hijo.

Los niños desnutridos tienen cambios en su comportamiento: son menos activos y tienen menos tendencia a explorar su entorno. También hay cambios en sus emociones y en su relación con los demás; es habitual que rechacen relacionarse con otros niños y adultos. Estos cambios retroalimentan el círculo de la desnutrición. Por ejemplo, como el niño desnutrido tiende a aislarse de su entorno, es habitual que no quiera ingerir alimentos, agravando todavía más su estado porque ya que de por sí un niño desnutrido tiene menos apetito. Al mismo tiempo, al relacionarse menos con la madre o el cuidador, se ralentiza todo el crecimiento, imposibilitando que el pequeño tenga un desarrollo sano. Todo esto puede afectar a su evolución, por eso es importante contar con un apoyo psicosocial dentro de los programas de nutrición.

Los meses más complicados para Níger están a la vuelta de la esquina. Los casos de malaria y desnutrición, las enfermedades más comunes en esta zona, se disparan de julio a octubre, coincidiendo con la estación de lluvias y el periodo de escasez de alimentos. Para responder a este pico, es muy importante trabajar a nivel comunitario y gestionar de manera adecuada la pediatría y la unidad de nutrición de los hospitales de referencia de Madaoua y Bouza. El componente psicosocial está presente tanto en la atención hospitalaria como ambulatoria.

Un aspecto básico y esencial del trabajo psicosocial es asegurar la humanización de los cuidados médicos, teniendo en cuenta los aspectos culturales para que sea una asistencia efectiva. En el hospital, por ejemplo, tenemos que trabajar con todo el personal para asegurarnos que todos conocen y cuidan estos aspectos. Deben informar bien a la madre o al cuidador de cuál es la situación del niño, cómo va a ser el tratamiento y cómo funciona el hospital. También deben dar un espacio a las personas para ser escuchadas y poder resolver sus dudas. Humanizando la atención, damos un apoyo a la salud integral de los niños y sus familias, no solo la salud física. Así podemos conseguir mejorar la eficacia de los programas.

Un niño desnutrido agudo severo con complicaciones médicas debe ser ingresado en el hospital para recibir tratamiento. Normalmente, el niño ingresa en la fase uno del programa, donde recibe leche terapéutica y atención más continuada; cuando empieza a mejorar, pasa a la fase dos, donde toma alimentos terapéuticos preparados (RUTF, por sus siglas en inglés). ...
Fuente: El País.

MÁS INFORMACIÓn



800 madres y 18.000 menores de cinco años mueren al día por causas evitables El informe Estados Mundial de la Madres 2014, de Save the Children, advierte de las elevadas tasas de mortalidad materna e infantil en el mundo

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El pesado cargamento de las "mujeres mula" en Melilla

Todos los días, miles de mujeres deben llevar pesados cargamentos de mercancías para sobrevivir en el enclave español de Melilla.
Ellas son conocidas como las mujeres mulas. Todos los días llevan sobre sus espaldas pesadas cargas entre la frontera de España y Marruecos en el norte de África.

Melilla es un importante punto de entrada de mercancía y si las mujeres pueden llevarlas sin ningún tipo de ayuda, entonces no pagan impuestos.
Muy temprano una polvareda rodea la valla de seis metros que separa a Melilla de Marruecos debido a la frenética actividad de quienes preparan las mercancías para cruzar la frontera.
Hay miles de personas y el ruido es ensordecedor, una cacofonía de motores y gritos. En esas bolsas enormes llevan ropa de segunda mano, telas, artículos para el hogar y de higiene personal, todo destinado al mercado marroquí y mucho más allá.
Mujeres mula en Melilla, norte de África Este pesado trabajo es el único sustento que tienen estas mujeres cabezas de hogar para sobrevivir.
Los paquetes están por todos lados, envueltos en tela de saco y atados con cintas y cuerdas. Bajo ellos, ocultas por una carga que las dobla en tamaño, las mujeres "cargadoras".
Esta actividad comercial tiene lugar a diario en el barrio Chino, un cruce fronterizo sólo para peatones. Mientras una mujer pueda físicamente acarrear la carga, se clasifica como equipaje personal, así que Marruecos lo deja entrar sin impuestos.
Las mujeres tienen el derecho a visitar Melilla porque viven en la provincia marroquí de Nador, pero no pueden residir en el territorio español.
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De Nador a Melilla
Latifa se forma en una de las ruidosas filas que forman cientos de mujeres. Pone en el suelo su carga, 60 kilogramos de ropa usada. Por transportarlos va a recibir US$4.
Lleva en este trabajo 24 años, pero no es algo que disfrute.
"Tengo una familia que alimentar", explica. "Tengo cuatro hijos y no tengo marido para que me ayude, me divorcié de él porque me pegaba".
En cuanto la fila se mueve hacia adelante, ella desaparece en el mar de las mercaderías.
Son muchas las cargadoras divorciadas, madres solteras que tienen que hacerse cargo de su familia como Latifa.
(Mapa de Melilla, enclave de España en Marruecos)
Para mujeres como ella, la vida es difícil en la tradicional sociedad marroquí. Muchas veces, el de cargadoras es el único trabajo que consiguen. Algunas hacen hasta tres o cuatro viajes al día, desde el barrio Chino a Marruecos, con hasta 80 kilos a sus espaldas.

Con la vida a cuestas
Lo que ganan depende de lo que puedan cargar. Además, muchas se quejan de que tienen que sobornar a los guardias marroquíes.
En Melilla hay un debate público acerca de si se debería seguir permitiendo que esta actividad comercial continúe tal como está.
"Estas son mujeres que arriesgan su vida, nos han tocado muertes a consecuencia de la dureza física del trabajo. Se hace en condiciones de semiesclavitud", dice Emilio Guerra, del partido Unión Progreso y Democracia.
"Lo que nos gustaría es que trabajen bajo condiciones que no sean tan precarias", agrega.
Guerra considera que Melilla debe cambiar su modelo económico y ser menos dependiente del comercio, en lo que no está de acuerdo Jose María López, asesor en negocios del gobierno local.
"Hay consecuencias muy positivas en la actividad comercial. Para algunas porteadoras es la única posibilidad de ganarse la vida. Por supuesto que es un trabajo muy duro, pero algunas ganan más de la media de los trabajadores marroquíes", afirma.

España en el norte de África
Ceuta y Melilla, zonas de Europa en el norte de África, forman parte de España desde hace 500 años. Madrid dice que los enclaves urbanos son parte integral del país. Estos limitan con Marruecos, que a través de sus líderes afirma que es una posesión de origen colonial y reclama soberanía sobre ellos.
Los enclaves están protegidos con mallas, con el propósito de detener la inmigración ilegal. Pero Ceuta y Melilla continúan siendo un escalón para llegar a España.
El turismo es un importante generador de recursos con las mercancías libres de impuestos que atraen a miles de visitantes. Y los beneficios que da el comercio a otros miles de marroquíes y sus familias –los que venden la mercancía en sus tiendas o las exportan a países más al sur– son enormes.
López estima que este comercio informal supone más de US$400 millones para Melilla, a lo que se refiere como ingreso "atípico". Otros lo llaman "contrabando" que creen que mueve hasta el doble.

De vuelta al barrio Chino, el ambiente se torna medio histérico, las puertas de la frontera cierran a mediodía, así que empieza a crecer la presión para ir a Marruecos y volver para la próxima consigna.

"Está un poco tranquilo hoy", comenta Arturo Ortega, guardia civil (policía militarizada) encargado de mantener el orden y evitar las avalanchas humanas.
"Si vinieras todos los días, empezarías a pensar que esto es normal, pero no lo es".
No muy lejos, Hasna se apoya en una barrera, sin carga en sus espaldas. Frente a ella, un grupo de hombres jóvenes están cargados hasta el tope.

"Están ocupando nuestro lugar", se queja. Tradicionalmente quienes cargaban eran mujeres, ahora tienen la competencia de jóvenes desempleados, y Hasna tiene problemas para atravesar la multitud y tomar su paquete.
Tiene un hijo y un marido enfermo, está embarazada de seis meses, pero toma su carga sin miramientos. Nada la detiene.
"Si hago un viaje hoy, me van a pagar 5 ó 6 euros (US$6,8 o US$8,2)", dice. "Si pudiera encontrar otro trabajo, limpiando casas o cocinando, no haría esto. Pero de momento, no tengo otra opción".
clic
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"Lo odio, pero lo necesito. "Portadora en Melilla María es una de las "mujeres mula". Ella tiene cáncer de seno y una pierna lastimada.
También mirando a los hombres está María, que llama la atención porque tiene que apoyarse en una muleta.
No es usual en las cargadoras, pero María habla algo de español y explica que se lesionó la pierna al caerse mientras hacía fila. También tiene cáncer de mama.
Llevaba toda la mañana en el barrio Chino, pero cuando vio el caos y del desorden se dio cuenta de que no se sentía en condiciones de trabajar. Regresará a su casa sin haber hecho nada de dinero.
Ella vive justo al otro lado de la frontera con Melilla, en Beni Enzar. Su casa tiene dos habitaciones y las comparte con sus tres hijas. No tiene agua corriente, pero el vecino le permite recoger agua de su grifo.
María estuvo casada y trabajó como camarera, pero hace cuatro años su vida comenzó a desmoronarse. Después de que le diagnosticaran el cáncer, su marido la dejó. Ya estaba embarazada de su hija menor.
"El médico dijo que iba a perder al bebé con el tratamiento, pero nació viva, así que la llamé Malak, que significa ángel".
Mientras habla, sus dos hijas mayores escuchan. Ninguna va a la escuela, se quedan en casa cuidando de su hermana mientras su madre va al barrio Chino. Se preocupan por ella.
"Esta no es la primera vez que se lesiona la pierna. El doctor le dijo que ella no debe cargar nada pesado", dice Ikram, una de las hijas de María. "Ella solo trabaja en eso para que nosotras podamos comer".
A María la atormenta la idea de que sus hijas también acaben como cargadoras. "Sería mejor para ellas que se casaran, este trabajo es peligroso y no hay dignidad en él. Lo odio, pero lo necesito".
Y luego Sanaa, de 13 años, pone una pequeña patineta en la mesa. María sonríe. Eso la ayudará a llevar con más facilidad la carga de mañana.

Ceuta y Melilla,
Zonas de Europa en el norte de África, forman parte de España desde hace 500 años. Madrid dice que los enclaves urbanos son parte integral del país. Estos limitan con Marruecos, que a través de sus líderes afirma que es una posesión de origen colonial y reclama soberanía sobre ellos.
Los enclaves están protegidos con mallas, con el propósito de detener la inmigración ilegal. Pero Ceuta y Melilla continúan siendo un escalón para llegar a España.
El turismo es un importante generador de recursos con las mercancías libres de impuestos que atraen a miles de visitantes. Fuente: BBC.
Más: Cuáles son los mejores países para ser mujer

sábado, 31 de agosto de 2013

La prostitución, un análisis anticapitalista

Reseña del libro "La prostitución" de Beatriz Gimeno,
Ángela Solano. La Hiedra.
La prostitución Beatriz Gimeno.
Edicions Bellaterra, 2011.   304 pgs, 22€

La prostitución, un análisis anticapitalista
Despenalizar o no regular en absoluto, ese suele ser el centro del debate. Gimeno abarca el tema ahondando en el auténtico significado de la prostitución, qué la origina y cuál es su función hoy día.

Abarcar el tema de la prostitución y hacerlo desde una postura verdaderamente feminista no es tan sencillo como puede parecer. Prueba de ello son los enconados debates que se dan entre abolicionistas y regulacionistas. Beatriz Gimeno, licenciada en Filología semítica y archivística y activista del movimiento feminista y LGTB, analiza en su libro La prostitución toda esta problemática, enfrentando y cuestionando ambas posturas para tratar de establecer una propuesta de mínimos que pueda ser compartida por ambas como punto de partida.

Plusvalía de género y estigma social
Para Gimeno, la clave reside en las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres a través de la prostitución, lo que impide considerar el sexo como una mercancía más, ya que posee unos significados simbólicos concretos. La prostitución hunde sus raíces en las dicotomías de género y sus desigualdades, en la división sexual del trabajo y la normatividad del heterosexismo, pero también es una cuestión de clase, en la que las personas inmigrantes suelen padecer una mayor vulnerabilidad. Según Gimeno, estos son los ejes que vertebran la prostitución; para ella no se trata de comprar sexo, sino de comprar poder y simular una fantasía de dominación que reafirma la masculinidad hegemónica. A este concepto lo llama “plusvalía de género”.

Muchas dirán que la prostitución no es un problema de género porque también hay prostitutos, pero esta división sexual del trabajo donde ellas son aquello que ellos desean no es reversible. Aunque las mujeres sean usuarias de prostitución, no compran plusvalía de género, ya que no reafirman su feminidad mediante el sexo.

Gimeno también habla del “estigma social” que recae sobre las mujeres que practican la prostitución, ya que muchas feministas piensan que esa es la raíz del problema y por eso piden la consideración de la prostitución como un trabajo más. Quienes así lo hacen caerían en dos contradicciones. La primera es que cualquier legitimación de la prostitución no solo no debilita el estigma sino que lo refuerza y lo extiende a todas las mujeres. El estigma existe porque es necesario para que exista la prostitución, ya que como hemos dicho no se vende sexo sino devaluación femenina y plusvalía de género masculina.

Regulación: legitimación del sexismo
Para la autora, la segunda contradicción que se comete al defender la legalización nos remite a la teoría de que los derechos sólo se obtienen por medio del trabajo, lo que solo es un argumento válido para los neoliberales. Según Gimeno, la regulación de la prostitución sólo beneficia a los empresarios del sexo. Su razonamiento se basa en que con la regulación se divide a las mujeres en legales e ilegales, empeorando la situación de las más desfavorecidas y la de todas en general. En una sociedad globalizada con una oferta casi ilimitada las condiciones de trabajo siempre son malas, pero la autora ignora por ejemplo las conquistas que pueden alcanzarse mediante la organización de las prostitutas empleando herramientas como los sindicatos. Por otro lado, la regulación de cualquier mercado en condiciones capitalistas sirve para naturalizar y aumentar la oferta. Allí donde la prostitución tiene cierta legitimación o visibilidad social, la industria del sexo se presenta como un mundo de glamour, como sucede en Italia con las velinas de Berlusconi.

Gimeno insiste en que regular sería un gran retroceso en la lucha feminista porque implica legitimar moral y socialmente, y legitimar la prostitución es legitimar el sexismo, reforzar el discurso y las actitudes machistas y el concepto de masculinidad tradicional. Mediante la regulación lo que se controla es a las propias mujeres, sus comportamientos, sus cuerpos, su salud y su sexualidad. A cambio, como en cualquier regulación laboral en el capitalismo, se ofrecen unos derechos supeditados a los intereses de terceros, derechos que son escasos y que podrían conseguirse de otra forma.

La solución que Gimeno propone es hacer frente a la desigualdad de género estructural sin olvidar los derechos y la dignidad de estas mujeres. Debemos adoptar medidas sociales para ayudarlas y buscar la penalización de quienes se lucren con la prostitución ajena, trabar alianzas (por ejemplo entre abolicionistas y antitrafiquistas) pero sin dejar de cuestionar los roles de género y deslegitimar su demanda, influyendo en la socialización incluso desde la escuela, mediante currículos sobre sexualidad. El anticapitalismo, inseparable del feminismo, es una vez más nuestra mejor herramienta para lograrlo.
Ángela Solano es militante de En lucha / En lluita.
Fuente: http://enlucha.wordpress.com/2013/05/28/beatriz-gimeno-la-prostitucion/

Noticia aparecida hoy en el Periódico Extremadura: 20 denuncias por prostitución entre julio y agosto. 31/08/13
LA POLICIA Local ha tramitado durante los meses de junio a agosto 20 denuncias por ejercer la prostitución en la calle. La mayoría de ellas se establecieron contra un número reducido de prostitutas, según explicó la Polícia Local. Las últimas denuncias se efectuaron el jueves en el entorno de la avenida de Joaquín Costa, junto a la denominada carretera de Circunvalación, una zona donde hace años ejercen la prostitución cerca de 30 mujeres. La Policía Local realiza un seguimiento especial durante el periodo estival para evitar que regrese la prostitución en masa debido a la crisis económica. EFE
Notas:
¿Las denuncias sólo a ellas? ¿Se reconoce la causa, la llamada crisis económica, y se quiere solucionar con multas? ¿Si tuviesen el dinero de las multas se expondrían a prostituirse? ¿En qué mundo estamos? Lo que se pretende es simplemente ocultar la realidad social y continuar sin proponer ninguna solución real. Ni, aún menos, abordar el problema de la pobreza y el paro como principal causa.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Vrindavan. El pueblo con 6.000 viudas

Anthony Denselow BBC
Última actualización: Martes, 26 de marzo de 2013

Miles de viudas han hallado un nuevo hogar en un pueblo del norte de India. Expulsadas por sus familiares o simplemente solas en el mundo, algunas han viajado cientos de kilómetros para llegar allí y nadie sabe bien por qué.

India está repleta de sitios sagrados y destinos de pegrinajes. Pero pocos lugares están tan asociados con Krishna, una de las principales deidades, como la localidad de Vrindavan, a orillas del río Yamuna, en el estado norteño de Uttar Pradesh, a escasas horas en auto de Delhi.

En esta ciudad colmada de templos, el nombre de Krishna y el de Radha está en boca de todos.

Krishna, de acuerdo al texto conocido como Mahabharata, nació y pasó su infancia y adolescencia en los bosques de Vrindavan. En India todos conocen los cuentos relacionados con el bebé dios, llamado a veces Krisná khir-chor ("el ladrón de mantequilla"), que le roba a su madre la mantequilla recién hecha. Uno de los relatos más famosos narra como su madre adoptiva, al hacerle abrir la boca a Krishna para ver si se estaba comiendo la mantequilla, vio el universo entero contenido dentro de ella.

La deidad pasó su niñez entre pastores y pastoras y tuvo encuentros amorosos con una de ellas, Radha.

Radha y Krishna son los dos nombres unidos para siempre en la mente de los muchos peregrinos que llegan a Vrindavan para cumplir el ritual recorrido por el circuito de templos.

Pero la ciudad tiene un lado más oscuro. Cuando uno comienza a observar los peregrinos que ingresan y salen de sitios sagrados, puede verse numerosas mujeres entradas en años, vestidas de blanco y muchas veces mendigando.

Las viudas en India ya no se lanzan a las piras funerarias de sus maridos, como en tiempos pasados, pero su vida puede ser extremadamente dura.

Muchas viudas son expulsadas de sus pueblos, a veces excluidas del círculo familiar por los parientes del marido para evitar que reclamen alguna herencia.

Historias de quebrantos
Nadie ha podido explicar exactamente por qué Vrindavan atrae tantas viudas, especialmente de la región de Bengala.

Se estima que hay por lo menos 6.000 viudas en Vrindavan y muchas más en las zonas rurales cercanas.

Algunas llegan para dedicar el resto de su vida a la oración y el servicio a Radha/Krishna. Pero muchas otras lo hacen para escapar de contextos familiares brutales o han sido expulsadas por sus yernos o nueras como si fueran una carga no deseada.

Este es un aspecto de la sociedad india que el gobierno prefiría mantener lejos de la atención internacional, a pesar de sus genuinos esfuerzos por combatirla.

La organización no gubernamental Maitri, basada en Delhi, provee alojamiento y comida para algunas de las viudas.

En un pequeño templo algunas están sentadas en el patio mientras jóvenes voluntarios reparten arroz y guiso de legumbres.

La mayoría ha viajado desde el estado de Bengala Occidental, en el este del país, en una travesía de cerca de 1.600 kms. Muchas lo han hechos solas, dejando atrás a sus nietos y amigos.

Saif Ali Das tiene solo 60 años pero parece mucho mayor y camina cojeando. Su marido era alcohólico, cuenta, y murió hace 12 años luego de una caída.

Su hija murió en el hospital y su hijo fue asesinado en una disputa por tierras. Luego de su muerte de sus hijos y sintiéndose sola en el mundo, Saif se dirigió hacia el lugar en el que, según había escuchado, podría encontrar seguridad.

Sondi es una mujer fuerte de 80 años. Su esposo murió siendo muy joven y tuvo que criar sola a sus cuatro hijos. Su nuera la echó de la casa, diciendo que su esposo mantenía el hogar "pero tú no tienes marido así que deberás arreglárterlas por ti misma".

Para muchas de estas viudas originarias de Bengala Occidental, donde se habla otra lengua, vivir en Vrindavan rodeadas de personas que hablan Hindi es como haber llegado a otro país. Algunas luchan y no se permiten caer, otras se ven asustadas y quebrantadas.

Muchas viudas han sido abandonadas por sus familias.

Supersticiones
Las autoridades han abierto cuatro ashrams o comunas espirituales, donde algunas mujeres tienen alojamiento. Pero muchas se ven forzadas a pedir limosna para pagar la renta. Algunos testigos señalan que las viudas son maltratadas por la población local y son sólo los peregrinos quienes les dan dinero para ganar méritos.

Gauri Dasi abandonó su hogar en la frontera debido a la tensiones de la guerra que derivó en la independencia de Bangladesh en 1971. Llegó a Vrindavan con su marido, con quien tuvo tres hijas, pero su esposo la abandonó y sus tres hijas fueron prometidas en matrimonio cuando cumplieron 10 años.

Dasi ha vivido sola en Vrindavan durante los últimos 15 años y dedica su vida a la devoción a Radha, recibiendo algunas monedas a cambio de cantar en los templos.

Muchas de las devotas parecen protagonizar vidas trágicas en las calles de Vrindavan.

El gobierno y los peregrinos pueden salvar a las viudas de la inanición, pero será mucho más difícil acabar con las injusticias y las supersticiones en la región de Bengala.

Para algunas personas aquí, incluso mirar una viuda es considerado mal agüero.

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