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jueves, 26 de febrero de 2015

Casi desnudo, como los hijos de la mar.

Así cruzó la frontera francesa Antonio Machado acompañado de su madre, su hermano José y otros muchos españoles que se fueron para no volver. Sus versos resultaron proféticos. Se sentía viejo y cansado y apenas sobrevivió un mes. Murió el 22 de febrero de 1939 en Colliure y su ataúd fue cubierto con la bandera republicana y portado por milicianos del quinto regimiento. Y allí descansa, a orillas del mar, en un lugar apacible y hermoso del que no se debe trasladar.

Detrás dejaba recuerdos de un patio de Sevilla, una juventud apenas mencionada en sus poemas, un amor enterrado en el Espino de Soria, otro del que lo separó la guerra, algunos libros emblemáticos de la poesía de principios de siglo, unos personajes apócrifos a través de los cuales nos mostró su visión filosófica de la vida y el homenaje más hermoso que se puede hacer a un maestro por parte de un escritor que, paradójicamente, se aburría impartiendo clases de francés: Juan de Mairena. Y una vida limpia. Y un halo de honradez que le lleva a reconocer en un discurso ante las juventudes socialistas que el marxismo no era su ideología.

En estas fechas en que rememoramos la figura de su admirado maestro Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, y en que se cumple el 76º aniversario de su muerte, es ineludible evocar al autor de Soledades, galerías y otros poemas y de Campos de Castilla: don Antonio Machado, el bueno. Mi poeta.

En su bolsillo, un último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.— Sevilla 22 FEB 2015.
http://elpais.com/elpais/2015/02/20/opinion/1424444568_704607.html

miércoles, 28 de enero de 2015

La queja contra la vida de T. S. Eliot. Una nueva traducción reivindica ‘La tierra baldía’ como el libro más influyente de la poesía moderna

La literatura es una bomba de efecto retardado y en 1922, cuatro años después del fin de la Primera Guerra Mundial, estalló un puñado de libros que hizo saltar en pedazos la novela, la filosofía y la poesía occidentales. Si se piensa que ese año vieron la luz el Ulises, de  Joyce; el Tractatus logico-philosophicus, de Wittgenstein, y La tierra baldía, de  T. S. Eliot  —cabría añadir Trilce, de César Vallejo, y las Elegías de Duino, de Rilke, escritas ese año y publicadas el siguiente— se entiende la magnitud del estallido.

Desde que vieron la luz en el número inaugural de la revista The Criterion, fundada y dirigida por el propio Eliot, los 434 versos de La tierra baldía no han dejado de generar versiones e interpretaciones. La última corre a cargo del crítico y editor Andreu Jaume, que acaba de publicar en Lumen una edición bilingüe del poema más influyente del siglo XX. Como pórtico, ha colocado Prufrock y otras observaciones, un poemario de 1917 que, indica el traductor, le sirve de “cantera”.

El mismo año que Eliot se estrenó como poeta con Prufrock se estrenó también como empleado del Lloyd’s Bank de Londres, la ciudad a la que había llegado tres años antes. Atrás habían quedado Saint Louis (Missouri), donde nació en 1888, y Harvard, donde se había doctorado en filosofía.

El hombre que trabajaba de 9.30 a 16.30 y almorzaba en el Baker’s Chops House lidiaba a tiempo completo con la mala salud mental de su esposa, Vivienne Haigh-Wood, y con su propia fragilidad nerviosa. En 1920, comenzó a componer un largo poema titulado provisionalmente He Do the Police in Different Voices (“Hace de policía con distintas voces”). Pronto cambiaría los ecos dickensianos por los del mito celta de la hambruna y la devastación y pasaría a ser La tierra baldía.
...
Antes de convertirla en libro en 1977, Ferraté desgranó su Lectura de ‘La terra gastada’ en un seminario al que asistió Antoni Marí. “La tesis de Ferraté es que ese poema retrata una cultura decadente, gastada, cuyo sedimento ha quedado envenenado por los gases de la Gran Guerra”, recuerda el poeta y filósofo ibicenco, quien hace tres años rastreó en el volumen Matemática tiniebla (Galaxia Gutenberg) la genealogía de la poesía moderna que surge con Poe y culmina en Eliot tras pasar por Baudelaire, Mallarmé y Valéry. “Eliot sintetiza la tradición romántica y la simbolista —de la mano de Laforgue— para abrirla a lo imposible de pensar en poesía”, explica Marí. “Ningún otro poeta ha tenido tanta influencia”.

... La tierra baldía (sus traducciones)

April is the cruellest month, breeding / Lilacs out of the dead land, mixing / Memory and desire, stirring / Dull roots with spring rain. (T. S. Eliot, 1922).
Abril es el mes más cruel: engendra / lilas de la tierra muerta, mezcla / recuerdos y anhelos, despierta / inertes raíces con lluvias primaverales. (Agustín Bartra, 1977).
Abril es el mes más cruel, hace brotar / lilas en tierra muerta, mezcla / memoria y deseo, remueve / lentas raíces con lluvia primaveral. (Juan Malpartida, 2001).
Abril es el más cruel de los meses, pues engendra / lilas en el campo muerto, confunde / memoria y deseo, revive / yertas raíces con lluvia de primavera. (Andreu Jaume, 2015).
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/25/actualidad/1422207668_867339.html

miércoles, 16 de abril de 2014

Shakespeare, el mayor inspirador

Fuente inagotable de fertilidad literaria, el dramaturgo y poeta inglés sigue siendo el escritor que corre más por las venas de los autores del presente
Un estímulo que alimentan novelas, películas o series de televisión
Aunque su nacimiento fue registrado el 26 de abril de 1564, habría nacido entre el 19 y el 25 del mismo mes


Sé de numerosos escritores que leyeron a los más grandes en su temprana juventud —quizá cuando sólo eran lectores— y luego jamás vuelven a ellos. En parte lo entiendo: resulta desalentador, disuasorio, incluso deprimente, asomarse a las páginas más sublimes de la historia de la literatura. “Existiendo esto”, se dice uno (yo el primero), “¿qué sentido tiene que llene folios con mis tonterías? No sólo nunca alcanzaré estas alturas o esta profundidad, sino que en realidad es superfluo añadir ni una letra. Casi todo se ha dicho ya, y además de la mejor manera posible”. Hay escritores, por tanto, que para sobrevivir como tales y encontrar el ánimo para pasar meses o años ante el ordenador o la máquina, necesitan fingir que no han existido Shakespeare ni Cervantes ni Dante ni Proust, ni Faulkner ni Montaigne ni Conrad ni Hölderlin ni Flaubert ni James, ni Dickens ni Baudelaire ni Eliot ni Melville ni Rilke, ni muchos más seguramente. Lo último que se les ocurre es regresar a sus textos, al menos mientras trabajan, porque el pensamiento consecuente suele ser: “Mejor me quedo callado y no doy a las exhaustas imprentas otra obra más: ya hay demasiadas, y la mayoría están de sobra. Por cálculo de probabilidades, sin duda las mías también”. Para quienes estamos en activo la frecuentación de los clásicos puede ser más paralizante y esterilizadora que nuestros mayores pánicos e inseguridades, y créanme que, excepto los muy soberbios (los hay, los hay), no hay novelista ni poeta que no se vea asaltado por ellos, antes, durante y después de la escritura...

Frecuento a Shakespeare porque para mí es una fuente de fertilidad, un autor estimulante. Lejos de desanimarme, su grandeza y su misterio me invitan a escribir, me espolean, incluso me dan ideas: las que él sólo esbozó y dejó de lado, las que se limitó a sugerir o a enunciar de pasada y decidió no desarrollar ni adentrarse en ellas. Las que no están expresas y uno debe “adivinar”. Por eso he hablado de misterio: Shakespeare, entre tantísimas otras, posee una característica extraña; al leérselo o escuchárselo, se lo comprende sin demasiadas dificultades, o el encantamiento en que nos envuelve nos obliga a seguir adelante. Pero si uno se detiene a mirar mejor, o a analizar frases que ha comprendido en primera instancia, se percata a menudo de que no siempre las entiende, de que resultan enigmáticas, de que contienen más de lo que dicen, o de que, además de decir lo que dicen, dejan flotando en el aire una niebla de sentidos y posibilidades, de resonancias y ecos, de ambigüedades y contradicciones; de que no se agotan ni se acaban en su propia formulación, ni por lo tanto en lo escrito.

En mis novelas he puesto ejemplos: “It is the cause, it is the cause, my soul” (“Es la causa, es la causa, alma mía”), así inicia Otelo su famoso monólogo antes de matar a Desdémona. El lector o el espectador leen o escuchan eso tranquilamente por enésima vez, lo comprenden. Y sin embargo, ¿qué demonios quiere decir? Porque Otelo no dice “She is the cause” ni “This is the cause” (“Ella es la causa” o “Esta es la causa”), que resultarían más claros y más fáciles de entender. O cuando a Macbeth le comunican la muerte de Lady Macbeth, murmura: “She should have died hereafter” (“Debería haber muerto más adelante”, más o menos). ¿Y eso qué significa —esa célebre frase—, cuando la situación es ya desesperada y el propio Macbeth morirá en seguida? También Lady Macbeth, tras empaparse las manos con la sangre del Rey Duncan que su marido ha asesinado, vuelve a este y le dice: “My hands are of your color; but I shame to wear a heart so white” (“Mis manos son de tu color; pero me avergüenzo de llevar un corazón tan blanco”). No se sabe bien qué significa ahí “blanco”, si inocente y sin mácula, si pálido, asustado o cobarde. Por mucho que ella quiera compartir el sino de Macbeth, ensangrentándose las manos, lo cierto es que la asesina no ha sido ella, o sólo por inducción, instigación o persuasión. Su marido es el único que se ha manchado el corazón de veras.

Son ejemplos de los que me he valido en el pasado. Pero hay centenares más. (“¡Ojalá fuera tan grande como mi pesar, o más pequeño mi nombre! ¡Ojalá pudiera olvidar lo que he sido, o no recordar lo que ahora debo ser!”, dice Ricardo II en su hora peor). Las historias de Shakespeare rara vez son originales, rara vez de su invención. Es una prueba más de lo secundario de los argumentos y de la importancia del tratamiento. Es su verbo, es su estilo, el que abre brechas por las que otros nos podemos atrever a asomarnos. Señala sendas recónditas que él no exploró a fondo y por las que nos tienta a aventurarnos. Quizá por eso sigue siendo el clásico más vivo, al que se adapta y representa sin cesar; el que sobrevuela películas y series de televisión oceánicas como El señor de los anillos, Los Soprano, El padrino o Juego de tronos, o más superficialmente House of Cards. A él sí osamos volver. No sólo yo, desde luego, aunque en mi caso no haya la menor ocultación. Lo reconozcan o no otros autores, a los cuatrocientos cincuenta años de su nacimiento y a los trescientos noventa y ocho de su muerte, Shakespeare sigue siendo el que corre más por nuestras venas y el mayor inspirador de nuestros balbuceos.
Leer más en El País. Javier Marías.

viernes, 21 de marzo de 2014

Poemas para aliviar enfermedades e Internet como vivero de poetas

Internet se ha convertido en un vívero de poetas y poesía. Una explosión de proyectos y páginas webs de todo tipo
Un poema a la semana, versos para aliviar el alzheimer o para olvidar la guerra dan cuenta de la naturaleza poética de Internet

Versos para superar la guerra. Versos para aliviar el alzheimer. Versos que solo llegan de martes en martes. Versos con cinco palabras. En una época crítica para los escritores profesionales, ya no digamos para los que se dedican a la lírica, Internet es un creciente vivero para la poesía. Las parcelas en las que se divide este vivero son múltiples. Las hay de pretensiones generalistas como Poetry Foundation, web de la revista Poetry de Chicago con casi 100.000 fans en Facebook en la que se pueden buscar poemas por tema, festividad y hasta por países (aunque de momento haya algunos infrarrepresentados, como España, que solo tiene dos). Y las hay tan específicas como una sección de la web de la editorial digital bartebly.com, que recoge 151 poemas de 101 autores que vivieron, desde todos los frentes, la Primera Guerra Mundial, de centenario en este 2014.

Pero lo que más proliferan son webs en las que los internautas se transmutan en poetas. Para Charles Olsen y Lilián Pallarés, webmasters de Palabras prestadas, en Madrid, todo comenzó en un aeropuerto de Cerdeña con cinco palabras: algas, poeta, vino, clínica y metafórico. "Como estábamos aburridos en el aeropuerto, le pedí a Charles cinco palabras para hacer un poema. Él se entusiasmó tanto que me pidió otras cinco". Las cinco palabras que Pallarés le dio a Olsen se transformaron en este poema:

En la clínica de San José una poeta estornuda versos metafóricos… frases como vino tinto con cuerpo de algas infinitas. Charles Olsen, Palabras prestadas Y de ahí a fundar una web que propone a cualquier poeta, profesional o amateur, el desafío de las cinco palabras, con la posibilidad de luego salir publicados en papel en la antología anual que recoge la página y que en su primera edición contó con 15 poemas. Lilián Pallarés no disimula su entusiasmo por el creciente proyecto: "Nos atrevemos a decir que Palabras Prestadas es un aeropuerto de ideas, de palabras, de poemas. Toda una metáfora aérea".

La poesía puede ser también bálsamo de enfermedades terribles. Gary Glazner, poeta norteamericano de 57 años, lo sabe muy bien. Lleva casi 30, desde 1997, luchando contra el alzheimer con la lírica desde la fundación Alzheimer's Poetry Project, que recopila en su web poemas creados por los pacientes en un intento de ganarle versos al olvido. A Glazner no se le puede olvidar una anécdota de la primera sesión en la que probó el método, recitar a coro versos clásicos con los enfermos y luego animarles a crear los suyos: "Un hombre tenía la cabeza gacha, sin participar, diría que estaba completamente al margen de todo lo que ocurría a su alrededor. Yo estaba recitando un verso de Longfellow: 'Disparé una flecha al aire'. Sus ojos se abrieron y dijo: 'Cayó a la tierra, no sé dónde'. De pronto, estaba de nuevo con nosotros y era capaz de participar. Me quedé asombrado. Me demostró cuán poderosos podían ser los poetas clásicos. Cuán útil la poesía para ayudar a esta comunidad". De los muchos poemas que han escrito los pacientes, Glazner elige uno en castellano con el título Besos.

'Besos' desde el alzheimer
Besos
Ni cariño ni besos.
Cuando yo era niño, pedía pan y queso a mis padres.
No podían dármelos.
Pero sí podían darme amor.
Mi primer novio, él me tomó de la mano.
El amor es más grande que pan y queso.
Cuando fui al mercado, no hubo pan ni queso.
Pero había una muchacha para besar.
Yo esperaba al lado del río.
Mi novia venía para recoger agua para su familia, y allí nos besábamos.
Las muchachas no me besan.
Me rechazan a mí.
Nadie me quiso, nunca.
Sólo mi mamá me quería un poco.
Mamá me decía, “Te doy pan y queso, y si no los comes, no te beso.”
Esto significa que, si tienes novio o novia que no quieres besar, tampoco recibes pan.
Le dije a él, me puedes besar aquí. (Señala con el dedo la mejilla.)
Me puedes besar aquí. (Señala con el dedo los labios.)
Pero por bajo de aquí no me puedes besar. (Dibuja una línea a través del cuello.)
Cuando eres joven, a los años 14, 15, 16, sueñas mucho, pero a los 18 ya sabes decir sí o no, y puedes comerte el postre.
Por qué esta necesidad de experimentar en la lírica en la web se explica para el poeta Manuel Vilas —Resurrección (Visor, 2005), Gran Vilas (Visor, 2012)— porque las webs vienen a cubrir el nicho más independiente: "Internet es el nuevo underground. Y solo puede crecer cada vez más. Es un sitio de libertad absoluta donde uno puede desmadrarse. Es una herramienta ideal para experimentar con poesía". El propio Vilas se ha sumado a los versos online. Colabora con la revista online malagueña Obituario, que dedica cada número a un muerto célebre, desde Francis Scott Fitzgerald a Johnny Cash. Y en su libro Listen to me (La Bella Varsovia, 2013) mezcló su Facebook y su blog en un diario online que pretendía llegar aún más lejos: "Queríamos incluir todos los comentarios de los usuarios. Pero era un follón porque había que pedir permiso a cada persona. Pero ese hubiera sido mi ideal".

Los versos online parten de los cinco continentes. Cada martes, Mary McCallum y Claire Beynon suben a la red desde Nueva Zelanda nuevos versos de 30 poetas de todo el mundo en Tuesday Poem. La iniciativa comenzó con una idea de McCallum que pretendía sin más obligarse a escribir: "Lo hice para concentrarme en mi escritura, realmente: para recordarme que el martes tenía que postear poemas en marcha y como una manera de construir una comunidad lírica. Creí que tener el título sería una buena manera de recordarme ese día de poesía, especialmente cuando la vida atosiga". Cuatro años después, poetas de Francia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Lesoto o Sudáfrica se animan a la lírica de martes en martes.

Todas esas palabras, dientes afilados hincándose en el vientre lleno de la vida — ¡Ahí está! 'Madre'. Una y otra vez.
Mary McCallum, Tuesday Poem
El porqué de la poesía gratis tiene múltiples respuestas. El placer para Lillián Pallarés y Charles Olsen. La solidaridad para Gary Glazner. La experimentación y la tertulia en Manuel Vilas. El amor por la poesía en todos los casos. Pero también la reivindicación de la situación que están pasando las letras y las personas: "En un mundo cada vez más enfermo por las estructuras económicas fallidas, el derrumbe político y el separatismo ecológico y el destrozo del medioambiente, las artes siguen siendo un lugar donde un intercambio auténtico y sin complicaciones es posible", afirma Mary McCallum. "La poesía tiene el poder de disolver barreras entre la gente, propiciar el cambio, ofrecer regocijo y humor, ser voz de la protesta, y luchar por la paz, por la educación, la salud y la conexión entre las personas".
Fente: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/20/actualidad/1395327346_799680.html

domingo, 2 de marzo de 2014

Saludo, una poesía más de Agustín Millares

Salute

I salute you and greet friend chant
as if I had always known.
can not be wrong after you’ve heard.
Thou art of the sun I’ve waited so long.

Hail friend hug you excited
through the fog through which the day.
With a wealth of poetry and light
the darkest corner had been lit.

The path you teach me I is not unknown.
‘ve gone for it without knowing calm.
before your words reach my soul
and your ideas had burnt my life.

It is true that these years have not lived
, but only the time spent beyond us
that there are higher star without even suspecting
that the great century forging many have passed.

You gave your freedom is like giving everything
for the joy in ringing the bell.
A piece of your life brindas every morning
for the whole world to get out of the mud.

I assure friend who had never been
so close to life at this time.
doubt where your breath comes not possible.
You go by the plain of a clear sky.

Poet I declare that your accent is deep
in the veins that carry the rivers of a planet.
poet I declare that you are a poet
and sing announce that tomorrow the world.

II

I declare that writing poetry poet
is the true state of man
is singing the truth is to call by name
the demon holding the evil day and night.

The poet is the cry that the earth releases
the first mountain currency aurora
bell song playing when
the first heart that hurts the war.

Posted in art without ever untie
his unity with the peoples of the whole vision
the poet is the man who is first to point
to gain impetus to the sea combat.

The poet is the town that refuses to die
in sudden night where everything is forgotten.
Where there is no freedom there is no poet alive.
No bird fly where the air does not exist.

I declare that the poet is a rage
when something goes against the sun to guide us.
poet languishes if the earth cools
when there is no heart, no justice.

Poet I declare that the hard way
of the poet is always found a brother.
poet I declare that the poet is human
but sometimes we do foresee the divine.

Saludo

Yo te saludo amigo te saludo y te canto
igual que si te hubiera de siempre conocido.
No puedo equivocarme después de haberte oído.
Tú eres parte del sol que yo he esperado tanto.

Yo te saludo amigo te abrazo emocionado
a través de la niebla por donde pasa el día.
Con tu enorme caudal de luz y poesía
el rincón más oscuro se hubiera iluminado.

La senda que me enseñas no me es desconocida.
He marchado por ella sin conocer la calma.
Antes que tus palabras me llegaran al alma
ya habían tus ideas incendiado mi vida.

Es verdad que estos años no los hemos vivido
sino sólo pasado que el tiempo nos supera
que hay estrellas más altas sin sospechar siquiera
que forjando el gran siglo muchos han transcurrido.

Diste tu libertad que es como darlo todo
para que la alegría repique en la campana.
Un trozo de tu vida brindas cada mañana
para que el mundo entero pueda salir del lodo.

Yo te aseguro amigo que nunca había estado
tan cerca de la vida como en este momento.
No es posible la duda donde llega tu aliento.
Tú vas por la llanura de un cielo despejado.

Yo poeta declaro que tu acento es profundo
que llevas en las venas los ríos de un planeta.
Yo poeta declaro que tú eres poeta
porque anuncias y cantas el mañana del mundo.

II

Yo poeta declaro que escribir poesía
es decir el estado verdadero del hombre
es cantar la verdad es llamar por su nombre
al demonio que ejerce la maldad noche y día.

El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora
el primer corazón que lastima la guerra.

Colocado en vanguardia sin que nunca desate
su unidad con los pueblos su visión del conjunto
el poeta es el hombre que primero está a punto
para hacerse con bríos a la mar del combate.

El poeta es el pueblo que a morir se resiste
en la súbita noche donde todo se olvida.
Donde no hay libertad no hay poeta con vida.
Ningún pájaro vuela donde el aire no existe.

Yo poeta declaro que la cólera es una
cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía.
Languidece el poeta si la tierra se enfría
cuando no hay corazón ni justicia ninguna.

Yo poeta declaro que en el duro camino
del tiempo el poeta se halla siempre un hermano.
Yo poeta declaro que el poeta es humano
aunque a veces nos haga presentir lo divino.

sábado, 1 de marzo de 2014

Ángel González, donde pongo la vida pongo el juego.


Muerte en el olvido

Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre -oscuro, torpe, malo- el que la habita...


Donde pongo la vida pongo el fuego

(Ángel González - Pedro Guerra)
Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde dejo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego

Juego lo que me queda: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.
Pero nunca o amor, mi fe segura:
jamás o llanto, pero mi fe fuerte.

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde dejo la fe, me pongo en juego.

Juego lo que me queda: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.
Pero nunca o amor, mi fe segura:
jamás o llanto, pero mi fe fuerte.

Pero nunca o amor, mi fe segura:
jamás o llanto, pero mi fe fuerte.


Me basta así

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
- de eso sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-; entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio. Oigo
constelaciones: existes. Creo en ti. Eres. Me basta)


Cumpleaños de amor

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos
te seguirán a donde vayas, fieles.


Elegía Pura

Aquí no pasa nada,
salvo el tiempo:
irrepetible
música que resuena,
ya extinguida,
en un corazón hueco, abandonado,
que alguien toma un momento,
escucha
y tira.

Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo
Pero nada ya ahora
-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa-
podrá evitarlo:
exento, libre,
como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,
creciente en un espacio sin fronteras,
ese amor ya sin ti me amará siempre.

jueves, 27 de febrero de 2014

Letras Canarias 2014 Agustin Millares Sall. No vale

No Vale

Te digo que no vale
meter el sueño azul bajo las sábanas,
pasar de largo, no saber nada,
hacer la vista gorda a lo que pasa,
guardar la sed de estrellas bajo llave.

Te digo que no vale
que el amor pierda el habla,
que la razón se calle,
que la alegría rompa sus palabras,
que la pasión confiese: aquí no hay sangre.

Te digo que no vale
que el gris siempre se salga con la suya,
que el negro se desmande
y diga “cruz y raya” al júbilo del aire.
Vuelvo a la carga y te digo: aquí no cabe
esconder la cabeza bajo el ala,
decir “no sabía”, “estoy al margen”,
”vivo en mi torre, sólo y no sé nada”.
Te digo y te repito que no vale.
Agustín Miralles

Canción de la BBC, obtenida por una estudiante norteamericana del cuadro del Bosco que se encuentra en el Museo del Prado.
El jardín de las delicias en el Museo del Prado, Madrid, España.

lunes, 24 de febrero de 2014

75 años de la muerte de Antonio Machado

Los actos de homenaje a Antonio Machado en Collioure, donde el poeta sevillano murió el 22 de febrero en 1939 pocas semanas después de haber cruzado la frontera francesa y apenas tres días antes del fallecimiento de su madre, han incluido conferencias, lecturas de poemas, visita a los archivos de la fundación que lleva su nombre, un concierto, un espectáculo audiovisual y hasta un repaso por "las miles de cartas que desde hace años se reciben en el cementerio de la localidad francesa". También se ha depositado un ramo de flores ante la tumba de Antonio Machado y de su madre, Ana Ruiz.

"Si hoy, 75 años después de su muerte, tanta gente visita a Machado, es porque su espíritu de lucha ha llegado a ser un símbolo de democracia y libertad", ha afirmado Alonso, quien ha reconocido sentirse "orgulloso" de que Collioure "forme parte del mapa sentimental de Andalucía y sea centro de peregrinación para su memoria democrática".

En su intervención dentro de la jornada de homenaje, el consejero ha subrayado que, para España, "Machado no solo representa una de las mayores cumbres literarias de su historia, sino un símbolo de nuestra memoria histórica, la del hombre comprometido con su tiempo que se rebeló contra la España de charanga y pandereta, que se compadeció de la malherida España y que no quiso que ninguna de ellas volviera a helarnos el corazón".

Así, ha evocado la figura del poeta que "izó la bandera de las libertades y defendió la legitimidad del gobierno republicano hasta los últimos meses de la Guerra Civil". Y en su nombre, "Andalucía ha querido rendir también tributo a muchos otros españoles y andaluces que se vieron abocados al exilio", como María Zambrano, Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Juan Rejano, Francisco Ayala, Adolfo Sánchez Vázquez, entre otros.
Fuente: Leer más en El País.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela ha fallecido a la edad de 95 años. Descanse en paz.

Invictus. Este Poema, según Mandela, le ayudó en su duro cautiverio de 27 años.

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.

En las feroces garras de las circunstancias
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

Texto original inglés
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


"Invictus" es un poema breve del poeta inglés William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875, fue publicado por primera vez en 1888 en el "Libro de Poemas" del mismo.
Invictus también es una película de 2009 dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, basada en el libro "El Factor Humano" de John Carlin. Trata sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título tiene su origen en el hecho histórico que Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento. En la película, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana, Francois Pienaar antes del comienzo del campeonato, si bien en la realidad Mandela le dio un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, "The Man in the Arena".

"The Man in the Arena" es el título del discurso que Theodore Roosevelt dio en La Sorbona en París, Francia, el 23 de abril de 1910. Posteriormente fue reimpreso en su libro Citizenship in a Republic.
El fragmento más notable y famoso del discurso es este:

No es el crítico quien cuenta; ni aquellos que señalan como el hombre fuerte se tambalea, o en qué ocasiones el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece realmente al hombre que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo, sudor y sangre; al que se esfuerza valientemente, yerra y da un traspié tras otro pues no hay esfuerzo sin error o fallo; a aquel que realmente se empeña en lograr su cometido; quien conoce grandes entusiasmos, grandes devociones; quien se consagra a una causa digna; quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el peor de los casos, si fracasa, al menos caerá con la frente bien en alto, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías (tibias) y tímidas que no conocen ni la victoria ni el fracaso.

Nelson Mandela dio una copia de este discurso a Francois Pienaar, capitán del equipo de rugby de Sudáfrica, antes del inicio de la Copa de Mundo de Rugby de 1995, aunque en la película Invictus que narra ese hecho, Mandela entrega una copia del poema Invictus de William Ernest Henley.

Referencia del original: http://www.theodore-roosevelt.com/trsorbonnespeech.html

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Invictus_(poema)

Página sobre Mandela, http://archives.nelsonmandela.org/home
más aquí,

En el NYT





(foto de Mandela tomada de internet mediante Google)

jueves, 7 de noviembre de 2013

Luis Cernuda: el futuro es hoy. Tal día como hoy de 1963 fallecía en México el poeta de la Generación del 27

El autor de 'La realidad y el deseo' es uno de los más importantes del español del siglo XX

Esta es una mirada sobre sus claves poéticas y su legado literario




Incómodo en su tiempo, sintiéndose poco comprendido en su ética y su obra, Luis Cernuda necesitó apoyarse en los poetas y los lectores del porvenir. La confesión de esta necesidad sostiene una de sus composiciones decisivas, A un poeta futuro, escrita en Glasgow en 1941 y recogida en el libro Como quien espera el alba(1947). Lo importante del poema no reside en las quejas, el lamento sobre su falta de encaje en una realidad hostil: “Disgusto a unos por frío y a otros por raro”. Una sociedad represiva y homófoba, un carácter muy difícil y las rencillas generacionales ayudan a situar la protesta continua de Cernuda, en la que se mezclan con frecuencia su marcado anticapitalismo, su fragilidad sentimental y una extrema susceptibilidad literaria.

Pero lo importante del poema apunta en otra dirección: el proceso creativo que define su poética, sobre todo a partir del exilio en la cultura anglosajona. Cernuda había escrito en su Himno a la tristeza que “viven y mueren a solas los poetas”. De manera que ese poeta futuro para el que escribe en 1941 es también y ante todo su lector, la persona que puede entender y darle vida a sus propios versos. En la creación aparece reconocida la figura del lector como algo más que una ensoñación. No una estrategia barata y vanidosa para imaginar en el futuro la gloria que niegan los contemporáneos, sino una presencia real a la hora de la composición. El poeta piensa en su lector ideal, esbozo de su propia conciencia, para darle objetividad a sus sentimientos. Cernuda confiesa que busca la sombra de su alma “para aprender en ella a ordenar mi pasión / según nueva medida”. Y borra en parte su propia identidad para hallarla luego, “conforme a mi deseo, en tu memoria”. El hecho poético necesita, pues, tanto del lector como del autor para realizarse. Hace falta borrarse un poco para hacer habitable un espacio común.


Estas consideraciones, muy raras en la poesía española de su tiempo, tienen consecuencias de peso en la obra de Cernuda y en la evolución de nuestra lírica. Resumo los aspectos más significativos de este terremoto. Primero: la poesía no es un ejercicio expresivo de la interioridad de un autor, sometido solo a su propia sinceridad inmaculada. Segundo: el poema es un espacio público, objetivo y su dimensión depende de que sea habitado y vivido por el lector. Tercero: más que expresar lo que se siente, trabajar un poema significa crear los efectos necesarios en el texto para que el lector haga suya la experiencia. Cuarto: más que espectáculos de ingenio y retórica, se vuelve fundamental en el taller la capacidad de imaginar el lenguaje y la estructura que permiten la presencia viva del lector. Estos son los principios de la elaboración, los esfuerzos para acoplar formas y contenidos. Esta unidad lírica imprescindible no surge de una verdad expresiva espontánea, sino de una escritura calculada y convertida en ética, en imaginación moral.

La obra de Luis Cernuda, recogida bajo el título de La realidad y el deseo, es amplia y atravesó de manera personal los ciclos de su tiempo a través de la poesía pura, el surrealismo, la invocación neorromántica y la apuesta por un realismo más seco, según la calificación acertada de Jaime Gil de Biedma. Es lógico que la presencia de Luis Cernuda se extienda por muchos matices y corrientes literarias que pueden ir del esteticismo a la poesía cívica, de los decorados sensuales a la rebeldía de una conciencia íntima, tan orgullosa de su diferencia como de su solidaridad.

La realidad y el deseo, es amplia y atravesó de manera personal los ciclos de su tiempo a través de la poesía pura, el surrealismo, la invocación neorromántica y la apuesta por un realismo más seco,

Creo que la herencia más viva de Cernuda fue recogida por poetas como Francisco Brines y Jaime Gil de Biedma en el homenaje que le dedicó la revista La caña gris en 1962. Comprendiendo la nueva dinámica que surgía de composiciones como Un poeta futuro, advirtieron en el ejemplo de Cernuda la necesidad de objetivar la propia experiencia en el poema, de convertirla en una escritura meditada y capaz de provocar efectos de vida.

Esta objetivación sirve para ordenar en el texto las pasiones del autor y del lector y, al mismo tiempo, para ofrecer una alternativa ética a la realidad injusta del mundo. Como escribió en el poema Mozart de Desolación de la Quimera (1963): “Da esta música al mundo forma, orden, justicia, / nobleza y hermosura”. Y como afirmó en 1936, otro poema del mismo libro dedicado a un luchador republicano, la dignidad de la conciencia individual es imprescindible “como testigo irrefutable / de toda la nobleza humana”. Son lecciones muy vivas de su poesía, ahora que uno de sus enemigos más poderosos, el capitalismo, extrema la destrucción de las conciencias individuales y de los espacios públicos. El futuro es hoy.

Cincuenta años después de su muerte, hay pocas dudas de que Luis Cernuda es uno de los nombres más grandes de la poesía en lengua española. En realidad, es una opinión que ya estableció Federico García Lorca en abril de 1936 con motivo de la primera edición de La realidad y el deseo, en el discurso que pronunció en un banquete-homenaje muy concurrido. A Cernuda no le calmaron esos elogios sinceros. Tampoco le calmarían hoy los nuestros, porque la fama de Juan Ramón, Salinas, Alberti y el propio García Lorca… Pero ese es otro cantar.
Fuente: El País. (Foto: De izquierda a derecha: Vitín Cortezo, Blanca Pelegrín, Luis Cernuda, Carmen García Lasgoity, Manuel Altolaguirre y Carmen García Antón, en Valencia en 1937. / BIBLIOTECA NACIONAL(EL PAÍS))


Canción de Serrat basada en un poema homónimo de Cernuda: http://www.poesi.as/lc31100.htm

miércoles, 20 de marzo de 2013

Volveré Mañana: Federico García Lorca. Muestra-Homenaje en Nueva York, entre el 5 de abril y el 21 de julio.

Imagen: Federico García Lorca, en la Universidad de Columbia, donde escribió «Poeta en Nueva York»

A mediados de julio de 1936, cuando Federico García Lorca estaba preparando la publicación de «Poeta en Nueva York», el poeta granadino se acercó a la sede de la editorial Cruz y Raya para visitar a su editor, José Bergamín. Ante la ausencia de Bergamín, Lorca dejó en su mesa el borrador de su libro de poemas, un compendio de páginas -algunas mecanografiadas, otras escritas a mano- cuajado de borrones, tachones, aclaraciones y notas al margen.

Sobre el volumen reposaba una breve misiva escrita a mano en la que Lorca decía «Querido Pepe: He venido a verte. Creo que volveré mañana. Abrazos de Federico». Sin embargo, Lorca nunca regresó.

Tras el estallido de la Guerra Civil, Lorca viajó a Granada para estar con su familia. Un mes después, el poeta y dramaturgo sería ejecutado por ser republicano y homosexual, y su cuerpo enterrado (Yo diría arrojado) en una fosa común.

En Madrid, Bergamín decidió exiliarse. Con él se llevó el manuscrito de Lorca, que acabaría siendo publicado póstumamente en 1940. Misteriosamente, el manuscrito desapareció poco después. Cambió de manos con tanta frecuencia que se le perdió la pista hasta que en 1999 fue redescubierto y adquirido por la Fundación García Lorca unos años después.

Ahora, por primera vez, el manuscrito va a ser exhibido en Nueva York, una ciudad en la que Lorca residió 9 meses entre 1929 y 1930 y que lo inspiró para escribir un poemario sobre la frialdad de la sociedad moderna e industrial y las injusticias que de ella nacen.

El volumen será la atracción principal de «Volveré mañana: Federico García Lorca/Poeta en Nueva York», una muestra que se podrá visitar entre el 5 de abril y el 21 de julio en las salas de la icónica Biblioteca Stephen A. Schwarzman.

Junto al original se podrán ver dibujos, fotografías y cartas del poeta; algunos objetos personales como su pasaporte, su guitarra o su tarjeta de la biblioteca; además de una serie de recuerdos en los que ver «las huellas de “Poeta en Nueva York” y de Nueva York en un poeta», como señala la biblioteca. -«Acercar la figura de Lorca»- «Acercar la figura de Federico García Lorca a la ciudad que lo recibió es una idea excelente», señala María José Luján.

Para esta hispanista y académica del Manhattanville College, la exposición es una oportunidad única para ver más allá del Lorca autor y conocerlo como «persona, como ser humano, destacando su sensibilidad con la belleza y la categoría humana».

En torno a la muestra tendrá lugar el festival «Lorca en Nueva York: Una celebración». Su nutrido programa incluye un concierto de Patti Smith en homenaje al cumpleaños de Lorca, representaciones de la obra para títeres de cachiporra «Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita. Farsa guiñolesca en seis cuadros y una advertencia», una noche de espectáculos con lectura de poemas, representación de fragmentos de sus obras de teatro y actuaciones musicales de las canciones favoritas de Lorca; y la conferencia «Lorca y Nueva York: algunos recuerdos a través de los años», impartida en la Universidad de Columbia por Gonzalo Sobejano, entre otros muchos eventos más.
Fuente: www.abc.es

domingo, 23 de octubre de 2011

Discurso de Leonard Cohen al recibir el Premio Principe de Asturias

Leonard Cohen en TVE
Federico García Lorca. Biografía.Otra reseña biográfica, del Instituto Cervantes. Romances y Poemas.
Guitarras flamencas Conde hermanos, de C/ Arrieta, 4 Madrid. España / Tlfno: (0034) 91 541 8738 / Fax (0034) 91 542 58 55 / e-mail:fconde.guitarras@felipeconde.es



Leonard Cohen compuso la música y la letra, adaptación en inglés, basándose en el poema “Pequeño vals vienés” de Federico García Lorca,
(after Lorca)
Now in Vienna there’s ten pretty women
There’s a shoulder where Death comes to cry
There’s a lobby with nine hundred windows
There’s a tree where the doves go to die
There’s a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on it’s jaws
Oh I want you, I want you, I want you
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lily
In some hallways where love’s never been
On a bed where the moon
has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take it’s broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With it’s very own breath of brandy and Death
Dragging it’s tail in the sea
There’s a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There’s a bar where the boys have stopped talking
They’ve been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz it’s been dying for years
There’s an attic where children are playing
Where I’ve got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I’ll see what you’ve chained to your sorrow
All your sheep and your lilies of snow
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
With it’s ‘I’ll never forget you, you know!’
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz …
And I’ll dance with you in Vienna
I’ll be wearing a river’s disguise
The hyacinth wild on my shoulder,
My mouth on the dew of your thighs
And I’ll bury my soul in a scrapbook,
With the photographs there, and the moss
And I’ll yield to the flood of your beauty
My cheap violin and my cross
And you’ll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, Oh my love
Take this waltz, take this waltz
It’s yours now. It’s all that there is
(basado en Lorca)
Ahora en Viena hay diez preciosas mujeres.
Hay un hombro sobre el que la muerte llora.
Hay un hall de entrada con novecientas ventanas.
Hay un árbol, al que las palomas van a morir.
Hay un trozo que fue separado de la mańana.
Y está colgado en la Galería del Hielo.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals con la mordaza de sus mandíbulas.
Oh te quiero, te quiero, te quiero.
En una silla con una revista muerta.
En una cueva, con el trozo de un lirio.
En algunos pasillos donde el amor
nunca ha estado.
En una cama donde la Luna ha sudado.
En un sollozo lleno de pisadas y arena.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma su cintura rota en tu mano.
Este vals, este vals, este vals, este vals.
Con su aliento a brandy y a muerte.
Arrastrando su sobra hacia el mar.
Hay una sala de conciertos en Viena
Donde tu boca fue mil veces comentada.
Hay un bar donde los chicos han dejado de hablar,
condenados a muerte por el blues.
Ah, pero ¿quién se sube a tu imagen
con una guirnalda de lágrimas recién cortadas?
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals que ha estado muriendo durante años.
Hay un ático donde los niños están jugando.
¿Dónde tendré que acostarme contigo?
En un sueño de linternas húngaras
entre la niebla de una dulce tarde.
Y veré lo que has encadenado a tu desdicha
Todas tus ovejas y tus lirios de nieve.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Con su “yo nunca te olvidaré, ya sabes”.
Este vals, este vals, este vals, este vals…
Y bailaré contigo en Viena
Llevaré un disfraz de río.
El jacinto silvestre en mi hombro.
Mi boca en el rocío de tus muslos.
Y enterraré mi alma en un libro de recuerdos,
con las fotografías allí y el moho.
Y me rendiré ante la inundación de tu belleza.
Mi violín barato y mi cruz.
Y tú me llevarás hacia abajo con tu baile,
a las piscinas que levantas en tu muñeca.
Oh mi amor, oh mi amor.
Toma este vals, toma este vals.
Es tuyo ahora. Es todo lo que hay.

domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando la palabra poética nos abandonó


Una reciente cala veraniega en antologías y obras de autores hispanos del periodo que abarca de la entronización de la dinastía borbónica hasta la muerte de Fernando VII me confirmó sin lugar a dudas que la decadencia política y económica de España se acompañó asimismo de un estiaje creativo que, exceptuando el milagro de Goya, apenas permite vislumbrar algunas brasas en tan extenso y ceniciento erial. En vano buscaremos una huella de la genial invención cervantina ni de la palabra poética de san Juan de la Cruz, Quevedo o Góngora. Ni siquiera del mal conocido Gracián. Diríase que tan glorioso pasado hubiera sido borrado de golpe y cedido el paso a una lobreguez que no obstante los bien intencionados esfuerzos de algunos esclarecidos (empleo el término correcto acuñado por Eduardo Subirats respecto a los ilustrados) nadie alcanzó a alumbrar. El desprecio injusto a la corriente innovadora, de modernidad atemporal, de la propia tradición; la imitación desastrosa del acartonado neoclasicismo francés; la presencia castradora del Santo Oficio (no olvidemos las vicisitudes del proceso y retracción forzada de Olavide) explican en parte, pero tan solo en parte, tan sobrecogedor salto atrás.

Si las fábulas de Iriarte y su rival Samaniego pueden ser recorridas con agrado aunque digan muy poco al lector de hoy y el humor de bajo vuelo de fray Gerundio de Campazas soporta tan solo una primera (y única) lectura, la novela Eusebio de Pedro Montengón, afrancesado e imbuido de la filosofía de las Luces, cuya crítica aguda de la ignorancia en la que se hallaba sumida España, como señalaba recientemente Rogelio Blanco en La República de las Letras, es de un enorme interés, no alcanza con todo a renovar el género como lo hizo Diderot: su aportación es más didáctica que literaria. Incluso un autor tan notable como José María Cadalso -cuyas incentivas Cartas Marruecas reescribí a mi manera hace unas décadas y reflejan por desdicha algunos aspectos de la indignada y fallera España de 2011-, fracasó en el ámbito novelesco: sus Noches lúgubres no aguantan un mero repaso por mucha que sea la buena voluntad del lector. Dicha incapacidad para un género que, gracias a la semilla cervantina, floreció en las dos orillas del canal de la Mancha, afecta incluso a nuestros mejores creadores de la primera mitad del siglo XIX: Blanco White y Larra. Luisa de Bustamante, la huérfana española en Inglaterra del primero y El doncel de don Enrique el Doliente del segundo no redundan en la gloria de dos autores de su valía: su lectura es inocua y nos decepciona. Las barras de plata de mi tatarabuela María Mendoza, inspirada como Larra por el medievalismo de Walter Scott, no desmerece en exceso de ellas.

Si de la novela pasamos a la poesía -dejo por ahora el teatro de Leandro Fernández de Moratín y la figura del novelable y novelado Abate Marchena-, la situación no es más lucida. La imitación antes señalada de los neoclásicos franceses y su retórica huera alterna con el entusiasmo ingenuo por la ciencia y los valores del progreso. Intentar recorrer las odas de Meléndez Valdés es degustar una especie de jarabe de melaza que indigesta el estómago más resistente. Mi admirado Menéndez Pelayo, a quien tantos descubrimientos debo en el fecundo campo de la heterodoxia hispana, escribía de ella con su habitual gracejo: "¿Qué decir de un poeta que se imagina convertido en palomo, y a su amada en paloma, cubriendo a la par los albos huevos?".

Si la palabra poética tiene algún sentido, no la hallaremos jamás en la infinidad de versos grises embebidos de un vago humanismo o, peor aún, escritos a la gloria de monarcas idiotas o favoritos de la especie de Manuel Godoy. Cienfuegos, Quintana, Reinoso, Alberto Lista, entonaban odas a la imprenta, a la vacuna, a la beneficencia, etcétera, con resultados idénticos a quienes un siglo y medio después exaltarían las estadísticas de producción (trucadas) de la URSS y las virtudes del homo sovieticus. Una garrulería insoportable a cualquier oído fino arrambló con todo asomo de sensibilidad literaria. Las durísimas palabras de Sarmiento durante su estancia en la Península reflejan con crudeza el agotamiento creativo de la época. La literatura española se había convertido en un secarral.

Las razones de semejante vacío después de varios siglos de una dinámica excepcional en el ámbito artístico y literario europeo son múltiples y las mejores respuestas contemporáneas a los hechos las hallamos, como siempre, en Blanco White. Hundido nuestro poder militar y económico, independizada la España ultramarina, marginadas las tentativas emancipadoras en el campo del pensamiento y la ciencia -esas Pequeñas Atlántidas que, con Jovellanos a la cabeza, intentó rescatar hace medio siglo Alberto Gil Novales-, el retorno al absolutismo inquisitorial hundió en el pesimismo a las mentes más lúcidas refugiadas en Europa o América. Recordemos las palabras de Fernando VII en octubre de 1824, después de la intervención militar de la muy poco Santa Alianza que liquidó las esperanzas suscitadas por el Trienio liberal:

"Con el fin de que desaparezca del suelo español hasta la más remota idea de que la soberanía resida en otro que en mi real persona; con el justo fin de que mis pueblos conozcan que jamás entraré en la más pequeña alteración de las leyes fundamentales de esta monarquía, dispongo que ...", etcétera.

¿Qué efecto podía surtir dicho mensaje sino el embrutecimiento de unos y una fervorosa rebeldía política y patriótica, pero sin dimensión estética, de cuantos se oponían a semejantes despropósitos?

La palabra poética nos abandonó. La persistente inclinación nacional por los malos, pero ardorosos poetas, tardó en enmendarse y se convirtió, como dijo un crítico en un acceso de lucidez, "en una nueva forma de calamidad pública". Es ya hora de que revisemos nuestros esquemas heredados de generación en generación, y dejemos de llamar poesía a lo que no lo es.
JUAN GOYTISOLO.
El País, 02/10/2011

domingo, 3 de abril de 2011

Gabriel Celaya, la poesía social y Facebook.

Recuerdo a Gabriel Celaya, de quien el 18 de marzo se conmemoró el centenario de su nacimiento, en la Feria del Libro de Madrid de 1977. Acompañado de su inseparable Amparitxu, firmaba libros en una de las casetas más concurridas. Acababa de publicar Itinerario poético, una antología preparada y prologada por él mismo y una larga fila de lectores, entre los que yo me encontraba, esperaba el turno para recibir su firma y su dedicatoria.
Era en los albores de la Transición, a muy pocos días de la celebración de las primeras elecciones democráticas después de cuarenta años de dictadura y Celaya -como Blas de Otero- venía acumulando, desde la década de los sesenta, una bien merecida fama de referente de la resistencia antifranquista y de la literatura comprometida.

Sus espléndidos poemas 'La poesía es un arma cargada de futuro' o 'España en marcha', de su libro Cantos iberos (1955), eran inseparables de un estado de conciencia colectiva claramente favorable a la ruptura, a la libertad y a la democracia.

En aquellos días (en aquellos años) las potencialidades movilizadoras, críticas de la poesía de Gabriel Celaya, aunque cuestionadas por el culturalismo novísimo, mantenían un significativo peso en el mundo cultural: eran los tiempos en que Bertolt Brecht compartía cartel en Madrid o Barcelona con los dramas de García Lorca, en que cada estreno de Buero Vallejo era un acontecimiento y en los que los sectores culturales implicados en el cambio combinaban las visitas a los salones de actos de los colegios mayores de la Universitaria (el flamenco, el jazz o el folk se alternaban con lecturas de los versos de Celaya, Otero, Gloria Fuertes, Ángela Figuera, de algunos poetas del 50 o de un Carlos Álvarez que acababa de publicar su memorable Aullido de licántropo) con la asistencia a manifestaciones o con la firma de manifiestos de toda índole.

Celaya, que fue candidato a senador por el PCE en Guipúzcoa en junio de 1977, atravesó la Transición en un discreto segundo plano, fue premio Nacional de las Letras en 1986 y alcanzó a ver el comienzo de la década de los noventa.

Sin embargo hoy, cuando se conmemora su centenario (nació el 18 de marzo de 1911), su presencia en los medios es infinitamente menor que la de otros grandes (y no tan grandes) escritores de nuestra lengua.

¿Se corresponde, ese vacío, con un descrédito de lo social en literatura y con la creciente presencia del yo, de la subjetividad y del apoliticismo? ¿Tiene que ver con la pérdida de sentido de una poesía comprometida en la realidad democrática española? Es probable que la razón de ese olvido se encuentre, a la vez, en la respuesta apuntada en ambos interrogantes. Sin embargo, su poesía alcanzó un nivel de calidad nada desdeñable, especialmente la que escribió a principios de los años sesenta: su tono conversacional y directo influiría en el tono que marcó la poesía de algunos autores posteriores.

En la obra de Ángel González, José Agustín Goytisolo o Jaime Gil de Biedma son visibles ecos de la dicción, el tono, la ironía y la atención a lo cotidiano del Gabriel Celaya de libros como Tranquilamente hablando (1947), Las cosas como son (1949) o Los poemas de Juan de Leceta (1961) -editado por Carlos Barral en la colección Collioure, por cierto-. Pero Gabriel Celaya no limitó su obra poética a esa perspectiva: fue un escritor inconforme también en el plano lingüístico, en el de la reflexión existencial, en el de la indagación metafísica. Son, a ese respecto, memorables algunos poemas de sus libros más tardíos Buenos días, buenas noches (1976) o El mundo abierto (1986).

¿Poeta olvidado? Quién sabe. En todo caso, no es malo que hoy, a la luz del centenario, nos preguntemos qué fue de la poesía social y de los poetas sociales y cuánto de su proteína vive en la lírica del siglo XXI. Por lo que parece, Celaya todavía respira. No es difícil constatarlo: en Facebook se ha abierto una página que, al poco de ser creada, ya ha superado con creces el millar de seguidores. Tal vez los jóvenes habitantes de Internet estén marcando un camino.  MANUEL RICO. El País, Babelia 02/04/2011 (Más aquí)

MOMENTOS FELICES
Cuando llueve y reviso mis papeles, y acabo
tirando todo al fuego: poemas incompletos,
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,
fotografías, besos guardados en un libro,
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,
¿no es la felicidad lo que me exalta?

Cuando salgo a la calle silbando alegremente
—el pitillo en los labios, el alma disponible—
y les hablo a los niños o me voy con las nubes,
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,
salpican la alegría que así tiembla reciente,
¿no es la felicidad lo que se siente?

Cuando llega un amigo, la casa está vacía,
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,
y yo asisto al milagro —sé que todo es fiado—,
y no quiero pensar si podremos pagarlo;
y cuando sin medida bebemos y charlamos,
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,
y lo somos quizá burlando así la muerte,
¿no es la felicidad lo que trasciende?

Cuando me he despertado, permanezco tendido
con el balcón abierto. Y amanece: las aves
trinan su algarabía pagana lindamente:
y debo levantarme pero no me levanto;
y veo, boca arriba, reflejada en el techo
la ondulación del mar y el iris de su nácar,
y sigo allí tendido, y nada importa nada,
¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?
¿No es la felicidad lo que amanece?

Cuando voy al mercado, miro los abridores
y, apretando los dientes, las redondas cerezas,
los higos rezumantes, las ciruelas caídas
del árbol de la vida, con pecado sin duda
pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,
regateo, consigo por fin una rebaja,
mas terminado el juego, pago el doble y es poco,
y abre la vendedora sus ojos asombrados,
¿no es la felicidad lo que allí brota?

Cuando puedo decir: el día ha terminado.
Y con el día digo su trajín, su comercio,
la busca del dinero, la lucha de los muertos.
Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,
me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,
y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,
y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,
sencillamente limpio y pese a todo, indemne,
¿no es la felicidad lo que me envuelve?

Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,
me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:
«Estaba justamente pensando en ir a verte».
Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,
pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,
sino de cómo van las cosas en Jordania,
de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,
y al marcharme me siento consolado y tranquilo,
¿no es la felicidad lo que me vence?

Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarme en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?

domingo, 20 de febrero de 2011

Homenaje a Antonio Machado

El 72º aniversario de la muerte del poeta atrae a decenas de admiradores a su tumba, en el pueblo francés de Collioure

A Antonio Machado no le entusiasmaban los recitales de poesía. Al menos, eso es lo que cuenta su hermano José en Últimas soledades del poeta, unas pequeñas memorias escritas en Chile en 1940 y publicadas por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales en 2008. A sus admiradores, por el contrario, sí. Declamar sus versos es la manera más directa de expresarle reconocimiento y revivirlo. Esta mañana, en uno de esos "días azules" que impresionaron al poeta al final de su vida, volvieron a hacerlo en el cementerio del pueblo francés de Collioure, donde está enterrado Machado y su madre, Ana Ruiz.
Decenas de personas se concentraron ante la tumba con motivo del 72ª aniversario del fallecimiento del autor de Campos de Castilla, ocurrido el 22 de febrero de 1939, pocas semanas después de abandonar España sin dinero, enfermo y acompañado por algunos familiares.
Además de las rosas rojas y mimosas amarillas de visitantes, el alcalde de Collioure, Michel Moly,y el presidente de la Fundación Antonio Machado, Guy Llobet, depositaron una corona y guardaron un minuto de silencio ante la sepultura. Una asociación de vecinos de Barcelona viajó también a la población costera para rendirle homenaje al poeta.
Entre los actos organizados en Collioure en recuerdo de Machado se incluyó una conferencia de Carlos Martínez Shaw, profesor de la UNED, sobre itinerarios machadianos, que arrancan en Sevilla y conducen a la localidad francesa; y otra de Verónica Sierra, la profesora de la Universidad de Alcalá de Henares, artífice de la catalogación y creación del fondo Palabras en el tiempo, un archivo que reúne a todos los escritos enviados por correo o depositados ante la tumba de Machado. Estos documentos podrán consultarse a partir de ahora en el archivo municipal de Collioure.
Leer el artículo aquí en El País, TEREIXA CONSTENLA - Collioure - 20/02/2011. Siempre me llamaron la atención y me sorprendieron estos versos: Castilla miserable, ayer dominadora,/ envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora.

viernes, 22 de octubre de 2010

Teresa Rita Lopes, poetisa portuguesa.

Teresa Rita, nos ofreció ayer noche una lectura de sus poemas en el Meiac, inagurando el curso 2010-2011, del aula de poesía Díez Canedo.

A los que asistimos nos gustó, dimos muestra de ello, y tuvimos ocasión de presenciar una sensibilidad y un dominio de la palabra nada común. El librito que se suele publicar con poemas de cada autor, por parte del Aula, esta vez venía con muchos poemas traducidos, lo que facilitaba bastante la comprensión y la ayuda para introducirnos en el ambiente lírico propio de Teresa.
Otros poemas, leídos después ya no tenían traducción, pero el oído parecía haberse hecho a los sonidos, lo cual facilitaba el entender ese mundo intimista y delicado, familiar y afectivo de la poesía de Teresa.

La casa que ve pasar los trenes

Viajo a mi infancia en todos los trenes
que pasan
La casa tiembla
y la tierra que soy es un temblor
de júbilo sin edad
pequeños volcanes de risa se abren paso
por cada uno de mis poros
limpian mi respiración
después
es este ser más liviano y más suelto
más primo hermano
del aire

2. (de "Retrato de familia")

Antes cuando "no había muerto nadie todavía"
Yo tenía Madre cinco tías cuatro tíos varios primos
cuatro abuelos seis bisabuelos
Me acuerdo de un niño
vecino mio que fue a mi cumpleaños y regresó
llorando a casa porque no tenía primos
¡Quería
tener primos y ya está!
Era un niño rico que lo tenía todo
pero su Madre no podía ir a comprarle primos al supermercado
Porque para poder tener primos se necesitan tíos
o tías y su Madre y su Padre eran hijos únicos
Como yo
A veces me aburría tanta familia y tanto
besuqueo (yo me limpiaba siempre la cara con la mano)
¡Poco sabía yo la falta que esos besos
me iban a hacer hoy!
Hoy sé que solo se es feliz
cuando no nos paramos a pensar en ello.

Teresa Rita Lopes (nació en Faro, 1937) vivió exiliada trece años en París, a donde huyó de la represión salazarista y donde fue profesora de la Universidad de la Sorbona. En ella se doctoró con una tesis sobre Fernando Pessoa et le drame symboliste-héritage et création (Paris, Ed. Fondation Gulbenkian, 1977; 2ª ed., 1985).

Actualmente, es Catedrática de Literaturas Comparadas en la Universidade Nova de Lisboa. Siempre escribió poesía. Tiene cuatro libros publicados:

-Os Dedos os Dias as Palavras (Porto, 1987; Prémio Cidade de Lisboa, 1987),

-Por Assim Dizer (Lisboa, 1994),

-Cicatriz (Lisboa, 1997; 2ª ed., 1997, con introducción de Manuel Alegre; Prémio Eça de Queirós de Poesia 1996) y

-Afectos (Lisboa, 2000).

Su poesía está traducida al francés, italiano y español. Es co-directora de la revista de poesía en lengua portuguesa Orion. También escribe regularmente teatro. Ha publicado las siguientes obras dramáticas: Três Fósforos (en el volumen Teatro 62, Lisboa, 1962), Sopinhas de Mel (Lisboa, 1981), Teatro I: Rimance da Mal Maridada e Sopinhas de Mel (Lisboa, 1994), Andando, andando… (Porto, 1999) y Esse tal Alguém (ficción dramatizable, Porto, 2001).

Sus obras se han representado en Portugal y otros países como Francia, Bélgica, Italia, Rumanía o Alemania. La obra Se Mentes (representada en Lisboa por el grupo Bando) fue escogida para representar a Portugal en Bonn en la Bonner Biennale 94.

Desde hace más de treinta años se ha consagrado a la obra de Pessoa, con atención particular a su obra inédita.

Dirige un grupo de investigadores que trabaja sobre la obra pessoana, y fruto de ese trabajo ha sido la publicación de varias obras del poeta portugués, entre otras una guía turística de Lisboa –Lisboa, o que o turista deve ver- que ya ha sido traducida a varias lenguas.

De entre las obras personales de Teresa Rita Lopes dedicadas a Pessoa, destacan, entre otras, Pessoa por Conhecer-Vol. I: Roteiro para uma Expedição (Lisboa, 1990, 2 vols., con más de 400 inéditos; Prémio Pen Clube 1990, ex –aequo con António José Saraiva-), Álvaro de Campos: Vida e Obras do Engenheiro (Lisbioa, 1990; 21ª ed., 1992), Pessoa por Conhecer-Vol. II: Textos para um Novo Mapa (Lisboa, 1990), Pessoa Inédito (Lisboa, 1993), Álvaro de Campos.

Notas para a Recordação do meu Mestre Caeiro (Lisboa, 1997), la edición crítica Álvaro de Campos-Livro de Versos (1993, con más de 80 poemas inéditos; 3ª ed., 1997), y colabora en la nueva edición de las obras de Pessoa emprendida por la editora Assírio  Alvim. Destacan también las obras de y sobre Pessoa en las que tienen valor fundamental las imágenes.

Su extensa obra ha sido premiada varias veces, tanto en su faceta ensayística como poética y teatral; de especial relevancia es el “Grande Prémio de Teatro da Associação Portuguesa de Escritores” (2001) concedido a su obra Esse Tal Alguém.

Se ha dedicado también como investigadora a trabajar sobre la obra de Miguel Torga, acerca de la cual ha publicado varios ensayos y un libro importante en la bibliografía torguiana: Miguel Torga: ofícios a um “deus da terra” (Porto, 1993; Prémio Unicef Letras e Letras 1993).

lunes, 4 de octubre de 2010

La Biblioteca Nacional honra a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento, 30-09-1910

Hay artistas; escultores, pintores, arquitectos, músicos, creadores de todo tipo, ya sean novelistas, dramaturgos o poetas famosos en su época que con el tiempo caen en el olvido. Valga como ejemplo José Echegaray, Premio Nobel de literatura español y del que nadie se acuerda. En cambio, otros, de los que incluso se han encargado gobiernos de hacerlos olvidar, van creciendo con el tiempo. Es el caso del poeta de origen humilde, cabrero, casi sin educación académica, Miguel Hernández, que se han convertido en un icono popular universal en el que se ven reflejados y con el que se sienten identificados desde un aldeano africano a un campesino chino, cubano o mongol. 

Su ediciones se agotan y sus traducciones adquieren vida en lenguas cada vez más lejanas. Su existencia honra a toda la humanidad y hunde en la ruindad a sus injustos y crueles enemigos. Sus poemas se extienden como un inmenso océano para consuelo y admiración de los cada día más numerosos hombres y mujeres que lo conocen. A sus poemas le ponen música y lo cantan más cantores, en las escuelas de España y del mundo se conoce su poesía y los niños y niñas lo leen y lo glosan con deleite... nadie lo hubiera dicho... parece un milagro, es un portento.
 
Miguel Hernández, el poeta necesario, como le llamó su compañero de prisión Antonio Buero Vallejo, tiene desde este mediodía una exposición antológica que le recuerda en su centenario. Está en la Biblioteca Nacional y cubre todas las épocas del poeta de Vientos del pueblo. La de su infancia en Orihuela, la de la esperanza republicana, la de la oscuridad de la guerra y la del dolor oscuro de la posguerra, que terminó para él con su muerte en la prisión de Alicante, en 1942... 

Más aquí.

La exposición es un recorrido sistemático, organizado por el profesor José Carlos Rovira, que ha juntado materiales propios de Miguel Hernández (manuscritos, algunos de ellos inéditos, dibujos, crónicas periodísticas, e incluso su voz, registrada por Alejo Carpentier en París en 1937), y también elementos iconográficos de las distintas épocas de Miguel Hernández, incluyendo cuadros o fotografías de personajes que fueron cruciales para él, sobre todo desde que viajó a Madrid. En Madrid Miguel Hernández trabó contacto con Pablo Neruda, con Vicente Aleixandre, con García Lorca (aunque este le trató con distancia); la guerra, y el compromiso del poeta con la causa republicana forman parte de las piezas más emotivas de esta exposición.

La organización de esta muestra, titulada La sombra vencida, por unos versos de Hernández, ha sido organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España. Gran parte del legado proviene de la aportación de la familia de Miguel Hernández. La exposición incluye un relato iconográfico, necesariamente parcial, de la censura tremenda que cayó sobre la obra y la memoria de Miguel Hernández en tiempos del franquismo. Hasta 1976 esa censura no se levantó y fue en fecha muy reciente cuando el Gobierno de España revisó para anularlas las sucesivas condenas que se echaron sobre Miguel Hernández. La más grave, la pena capital, le fue conmutada. Pero la muerte fue inexorable. En medio de la indiferencia de la dictadura, Hernández murió enfermo en el penal en el que lo habían recluido. 


(retrato a lápiz que le hizo en la cárcel Buero Vallejo).

miércoles, 14 de abril de 2010

14 de abril día de la República.

Hoy es 14 de abril. En 1931 se proclamó la II República.
Como celebración he aquí este poema: "Grito hacia Roma" (Desde la torre del Chrysler Building
) del poeta asesinado Federico García Lorca:
Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube ,
ha de gritar aunque la estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas
ha de gritar loca de fuego
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento
ha de gritar como todas las noches juntas
(...) porque queremos el pan nuestro de cada día
flor de aliso y perenne ternura desgranada
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
(De poeta en Nueva York)

Más sobre la República aquí.

Me han gustado estas palabras de Luis García Montero en su blog "Las Inquietudes Bárbaras" publicadas hoy 14.04.2010 Periodismo humano y las traigo al mio.
En este día de diciembre del año 2025, quiero hacer una confesión. 
Yo soy el autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Alguna gente se empeña en afirmar que esta obra fue escrita por Miguel de Cervantes. Pero eso es un invento de la policía. Hoy el cielo de España ha amanecido sobrecargado de nubes. Pero no se preocupen por los paraguas, ni por la gente que se moja, porque la lluvia es un invento de la policía. Nunca hubo en España una guerra civil, ni una dictadura con crímenes que merezca la pena investigar. El año 1936 es una invención del juez Garzón y de la policía. Las opiniones de los jueces de este país siempre son científicas, nunca son interpretaciones, no hay debates sobre la manera de entender las leyes. Por eso hay que criminalizar y convertir en delincuente al juez que interpreta a su manera una ley. Es un prevaricador, como yo soy el toro que mató a Manolete, tralará. Yo soy la Esperanza que destapé la corrupción, tralará. El PP es incompatible con la corrupción, tralará. En España no se está dando un espectáculo bochornoso en contra de los logros de la justicia internacional y de la persecución de los genocidios, tralará. Vamos todos a contar mentiras, tralará. La mentira se disuelve en la boca del mentiroso, pero permanece como una espesa costra de miseria y humillación en el país que la soporta.