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domingo, 5 de abril de 2020

Tres tipos de persona que hay que saber detectar para alejarse lo antes posible. Estos son los efectos devastadores de la tríada oscura de la personalidad.

La marquesa de Merteuil, interpretada por Glenn Close en Las amistades peligrosas, es un exponente genial de maquiavelismo. Carismática y arrebatadora, reduce a escombros la vida de hombres y mujeres que caen en sus redes, que no se dan cuenta de su influencia hasta que es demasiado tarde. Y este rasgo solo es uno de lo que en psicología se ha dado en llamar la tríada oscura de la personalidad. Fuera del cine, su influencia puede alcanzarte en la calle, en el trabajo y hasta en la cena de Navidad.

"De maquiavélicos, psicópatas y narcisistas está el mundo lleno. Se presentan como personas integradas en nuestras vidas y destacan por su gran magnetismo y unas dotes extraordinarias para la manipulación y la seducción", dice la psicóloga clínica Helena Romeu. "Es en la distancia corta cuando, sin que uno sepa bien cómo, inoculan su maldad hasta destruirnos", añade. Por supuesto, no todos se gastan las argucias de la marquesa de Merteuil ni son asesinos como Charles Manson, uno de los más sanguinarios de la historia, pero conviene estar prevenidos para evitar caer en sus redes.

Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychiatry considera que, aunque tienen algunos elementos en común, cada rasgo oscuro de la tríada sigue su propio patrón de agresión y respuesta despiadada. Por ejemplo, el narcisista tiene alguna probabilidad más de ponerse en el lugar del otro y podría tener un mayor autocontrol en su impulso de agresión cuando siente amenazado su ego. La psicopatía, sin embargo, puntúa alto en la falta de empatía y en todas las formas de agresión. El maquiavélico tiene empatía, pero muy reducida e insuficiente para imaginar lo que otra persona está sintiendo.

Con todo, según Romeu tienen algo en común: "A los tres les mueve el poder, los desafíos y el sexo superficial sin ningún control de sus impulsos y sin preocuparse de si su comportamiento es legal, honesto o decente. Hacen lo que quieren y cuando quieren sin compasión y sin inmutarse por sus consecuencias morales o sociales". Romeu define las pistas elementales que nos pueden ayudar a identificar a una persona maquiavélica, psicópata o narcisista.

El maquiavélico, virtuoso del embuste
Se mueve entre la intriga, la manipulación y la mentira. Maquina hasta conseguir lo que desea, deleitándose en su maldad. "Me convertí en una virtuosa del engaño. No buscaba mi placer, sino conocimiento. Consulté a los más estrictos moralistas para aprender como pretender ser, filósofos para saber qué pensar y novelistas para ver cuán lejos podía llegar y, al final, destilé todo en un principio maravillosamente simple: ganar o morir", describe la mencionada marquesa de Merteuil.

Aunque tiene mayor capacidad que un psicópata para identificar emociones, la utiliza en beneficio propio, según ha observado un equipo de psicólogos de las Universidades de Florida y del Sur de Alabama en un estudio con más de mil participantes, publicado en Personality and Individual Differences. Es algo que comparte con el narcisismo. "La frialdad emocional y la voluntad de manipular siguiendo su propio interés conforman uno de los puntos clave de la red del mal", advierten los autores.

El psicópata, un depredador integrado
Puede mostrarse arrollador, inteligente, carismático y con cierto encanto, pero es un auténtico depredador sin escrúpulos. Lo suyo es infringir las leyes del modo que sea. Es despiadadamente cruel, transgresor, manipulador y actúa siempre buscando su propio interés y la satisfacción de sus necesidades. En su afán perfeccionista se hace insensible al dolor. No siente el mínimo remordimiento, por muy deplorables que sean sus actos, y su capacidad destructiva crece cuanto mayor es su poder social y su coeficiente intelectual.

Un psicópata distingue entre el bien y el mal, y sabe calibrar su conducta para no ser cazado, pero no hay en ella ribete alguno de piedad, moralidad o preocupación ética. Son impulsivos y buscan el riesgo. No necesitan un motivo para que se desate un comportamiento violento, pero lo que más le irrita es que no se cumpla su "santa voluntad". Aunque el psicópata esté integrado en la sociedad, no se puede esperar de él una relación personal o de pareja sana, estable y duradera.

Se ha descubierto en la psicopatía alteraciones cerebrales, sobre todo en el lóbulo frontal, bien por malformación, enfermedad o daño cerebral. Algunos niños que han estado demasiado expuestos al dolor y a los malos tratos no desarrollan las conexiones neuronales convenientemente, pero con un ambiente adecuado esas estructuras se pueden modular y frenar la propulsión a la psicopatía.

El narcisista, castigado por su soberbia
Su grandeza irracional y desmesurada delata a veces a un tipo frágil. Su complejidad va más allá de la vanidad del joven Narciso, que se enamoró de su propia imagen reflejada en el agua. El narcisista se deleita en sus propias acciones y reacciona desproporcionadamente a cualquier hecho que pueda interpretar como amenaza a su creencia de superioridad. Desconoce la empatía y se las ingenia para que todo gire a su alrededor.

Según los resultados de los tests Narcissistic Personality Inventory, la población narcisista se ha duplicado desde 2012 y abunda en la clase política. Son personas que exageran sus talentos y se arrogan una autoridad que no les corresponde. Les encanta el poder y se muestran encantadores. Fantasean con el éxito, el brillo y la belleza. A pesar de que les faltan atributos para convertirse en líderes y conseguir el respeto de los demás, usan cualquier artimaña para hacerse con el control. Muchos niños tiranos que no conocen límites son narcisistas en la edad adulta.

En ese ego sobredimensionado, el narcisista se siente excluido de las reglas y deberes que rigen la sociedad. No acepta críticas y si alguna vez expresa un lamento es por su propio bien, no porque haya en él un mínimo de tristeza o remordimiento. Lo peor es que cuando no recibe la atención y la admiración esperadas, su hechizo se desvanece y en su desesperación puede llegar a ser muy destructivo.

https://elpais.com/elpais/2019/11/27/buenavida/1574887223_297755.html

miércoles, 1 de abril de 2020

Estar confinado y solo. Lo que esta crisis revela del gran mal oculto de nuestra época

El Reino Unido creó hace dos años un ministerio de la Soledad. Vivirla de cerca por unas semanas puede ayudar a entender lo que supone sufrirla de forma crónica

El gran solitario Michel de Montaigne ya advertía de que es igual de fácil fracasar en soledad que en compañía. “Reclúyete en ti mismo, pero prepárate antes para acogerte allí; sería absurdo confiarte a ti mismo si no sabes gobernarte”, escribió el inventor del ensayo moderno. Las medidas de aislamiento impuestas a un tercio de la humanidad para frenar la expansión del coronavirus están sacando a la luz la epidemia oculta del siglo XXI.

Cuando el Gobierno del Reino Unido decidió crear un Ministerio para la Soledad, a finales de 2018, uno de cada cinco británicos aseguraba que se sentía solo la mayor parte del tiempo. 200.000 personas mayores, averiguaron los sondeos, habían pasado más de un mes sin comunicarse con amigos o familiares. Múltiples estudios médicos han señalado la deriva física y mental a la que puede conducir un aislamiento involuntario. Deterioro del sistema inmunológico, enfermedades cardiacas, alzhéimer o depresión. La trágica paradoja de la crisis actual es que puede conducir a muchas personas a encerrarse más en sí mismas a la vez que les prohíbe las herramientas para intentar salir de esa prisión.

Las buenas noticias, si es que algunas pueden surgir de esta debacle, son que las nuevas tecnologías de comunicación, la creciente sensación de comunidad que está surgiendo y la obligada ralentización de la vida, que ha permitido levantar la alfombra y descubrir lo que había debajo, han puesto el foco sobre un problema hasta ahora ignorado. “La soledad es un estado mental subjetivo. Mucha gente puede sentirse sola en medio de la multitud, ir a una fiesta y ser incapaces de conectar con nadie. Y otros pueden estar solos en casa, o con alguna otra persona, y sentirse muy a gusto consigo mismos”, empieza por aclarar la doctora Sarita Robinson, profesora titular de la Escuela de Psicología en la Universidad de Central Lancashire.

La tesis doctoral de Robinson se titulaba Respuestas Cognitivas y Neuroinmunes ante una Amenaza. “Vivimos un momento artificial, en el que nuestra capacidad de conectar con nuestras redes sociales habituales se ha visto reducida. Y es esa pérdida la que nos puede conducir a una sensación de soledad. Lo que debemos hacer es parar un minuto y autoevaluarnos: ‘¿Me siento realmente solo? ¿Siento que tengo a mi alrededor el apoyo social de amigos y familiares que necesito?”. Si la respuesta no satisface, la solución está al alcance de la mayoría. Videollamadas, grupos de whatsapp o simples conversaciones telefónicas.

El problema surge en aquellos que no consiguen salir del laberinto de su soledad con estas estrategias, o que no tienen acceso a ellas. Ahí es donde debe responder la tribu. “Esa es nuestra responsabilidad social, que no podemos desatender. Y aplaudo las leyes de ‘buen samaritano’ que está poniendo en marcha el Reino Unido, para que un ejército de voluntarios preparados llame a la gente mayor, los más vulnerables, y les ofrezca compañía. Porque esta realidad está ya entre nosotros desde hace mucho tiempo. Son cientos de miles los ancianos olvidados en todos los países. Quizá el coronavirus tenga la virtud de poner en el foco este problema”, dice Robinson.

El idioma inglés diferencia entre loneliness y solitude. El español solo tiene una palabra: soledad. Pero es fácil entender que no es lo mismo sentirse solo que disfrutar de un aislamiento voluntario.

Jacqueline Olds, profesora de Psiquiatría en la Universidad de Harvard, lleva décadas escribiendo sobre el asunto. Y denunciando lo que llama “el culto a la actividad”. “Toda esa gente que llena su tiempo con el trabajo, el gimnasio, los eventos sociales, las tiendas, van a tener ahora una situación complicada cuando tengan que manejar su propia soledad”, dice.

—¿Y cuál es el remedio?

—Hay un fabuloso psicólogo en Estados Unidos, de origen húngaro, llamado Mihály Csíkszentmihály, que escribió hace 25 años un libro llamado Flow (Flujo). Algunas personas tienen un par de veces al día lo que él llama flow experiences (la traducción más aproximada sería la de momentos en los que te dejas llevar). Son situaciones en las que disfrutas tanto lo que estás haciendo que el tiempo parece detenerse y podrías estar toda la vida así. La mayoría de nosotros tenemos una o dos cosas que nos gustan. Otros no. Y van a tener que encontrar aquello que dé contenido a su tiempo— defiende Olds.

Todas estas recetas, admite la profesora, pierden mucho sentido cuando cae sobre las personas una avalancha en forma de ruina económica. Cuando la pobreza entra por la puerta, la felicidad se va por la ventana. “Lo sé, es duro e injusto. Mucho más en Estados Unidos, que no tiene la red de asistencia social de Europa. Ojalá hubiera una gran solución, más allá de las pequeñas respuestas de los cientos de ONG”, dice.

Pero en la medida en que el problema al que haya que enfrentarse sea el de la soledad, ambas profesoras insisten en ver una oportunidad brillante en el hecho de poder redescubrir el valor de la comunicación humana. Robinson sugiere un pequeño juego lleno de anticipación. Cada vez que venga a la cabeza alguna de las cosas que el aislamiento impide (tomar un café o quedar a comer con un amigo, visitar algún lugar concreto) debe escribirse una pequeña nota, aplastarla en una bola de papel y guardarla en un tarro. Y esperar al momento en que todo acabe, para que una mano inocente saque la primera bola y comencemos a cumplir anhelos. “Incluso aquellos que normalmente se sienten solos, he descubierto estos días, tienen mejor ánimo. Creen que, por una vez, todos estamos en el mismo barco”, apunta Olds. “El hecho de que, al final, nos juntemos todos en una misma batalla que no es otra que el de salvar la vida humana, aunque estemos solos en nuestras casas, es algo maravilloso”, asegura.

La soledad afecta especialmente a la gente mayor, pero atormenta mucho más a los jóvenes, como demostró en 2010 una encuesta de la Fundación para la Salud Mental del Reino Unido. Hasta un 36% de las personas entre 18 y 34 años admitían un estado de tristeza. Y a los inmigrantes, y a los desempleados, y a las madres o padres solteros, y a las personas con problemas mentales, y paradójicamente, a aquellos que se dedican a atender a los dependientes. Ahora el coronavirus ha hecho que la soledad afecte a mucha más gente, aunque viva acompañada. Y amenaza con agravar esta epidemia oculta, pero puede ser el inicio de su solución. Aproximarse al abismo por unas semanas puede ser un modo de entender lo que supone vivir cada día asomado a él de un modo crónico. 

https://elpais.com/ideas/2020-03-30/estar-confinado-y-solo-lo-que-esta-crisis-revela-del-gran-mal-oculto-de-nuestra-epoca.html

Cómo afrontar el confinamiento


Consejos inuit para mejorar tu vida

El presente como única realidad. Los verdaderos amigos. Una inesperada salida ante el miedo. Pequeñas lecciones de los pueblos del norte que ayudan a superar las adversidades diarias.

LOS 70.000 inuits —en idioma aborigen, “la gente”— extienden su territorio natural entre Canadá, Alaska, Siberia y Groenlandia. Los pobladores del Ártico tienen una mitología y espiritualidad propias. Según la escritora y ensayista estadounidense Annie Dillard, los inuits creen que “cada individuo posee seis o siete almas, encarnadas por personas diminutas desperdigadas por diferentes partes del cuerpo”. Una de las creencias más bellas de estos pueblos del norte es que las estrellas son agujeros en el cielo que dejan pasar la luz de los seres queridos que ya han fallecido para que desde abajo sepamos que son felices.

Tal vez por las duras condiciones de vida de estos pobladores del frío, su sabiduría popular expresa el arte cotidiano de superar las circunstancias más difíciles. Veamos algunas pinceladas que pueden ser útiles también para nuestro día a día.

Ayurnamat. Este término inuit no tiene una palabra equivalente en nuestro idioma, pero comprende una filosofía vital que podemos englobar en esta frase: “No merece la pena preocuparse por las cosas que no podemos cambiar”. Esta misma idea existe en las tradiciones china y árabe, pero el hecho de que los esquimales posean un vocablo específico indica hasta qué punto está integrado en su cultura. La supervivencia exige centrarse solo en lo que depende de uno mismo, dejando fuera todo aquello sobre lo que no tenemos control.

“No hagas en tu hogar ventanas tan pequeñas que impidan que la claridad entre en las habitaciones”. Tomado de forma literal, es comprensible que en los asentamientos en los que durante buena parte del año la luz es escasa haya que facilitar la entrada del sol. Sin embargo, este dicho inuit tiene una segunda lectura en clave personal. Si tu mirada sobre la realidad es estrecha, siempre lo verás todo oscuro o directamente negro, ya que tu visión está teñida por tu mirada. El mejor remedio contra el pesimismo y la negatividad es ampliar horizontes y entender que hay un mundo muy amplio más allá de nuestros problemas.

“Nunca sabrás de verdad quiénes son tus amigos hasta que el hielo se rompa bajo tus pies”. Llevado a nuestro entorno urbano, la actriz Marlene Dietrich decía que “los únicos amigos que cuentan son los que puedes llamar a las cuatro de la madrugada”. Ciertamente, en situaciones de celebración y de tranquilidad podemos albergar la ilusión de que tenemos muchas amistades, pero la piedra de toque son los momentos difíciles. Ante una ruina económica, una separación o una larga enfermedad —equivalentes al hielo que se rompe—, muchas personas desaparecen y solo una minoría sigue presente, dando lo mejor de sí mismos. Este filtro revelador es una de las cosas que podemos agradecer a la adversidad.

“Los regalos hacen esclavos, así como el látigo hace al perro”. Todos tenemos en mente la imagen de un trineo tirado por perros que surca el territorio nevado. Los animales cumplen con su misión a la fuerza, empujados por el azote de quien los conduce. Del mismo modo, según la sabiduría esquimal, aceptar un obsequio demasiado costoso nos coloca en una posición de debilidad hacia el otro, ya que inconscientemente nos sentiremos obligados a devolver el favor. Esto es algo a tener en cuenta uno mismo al ofrecer un regalo. Habría que preguntarse antes: ¿entrego esto de forma generosa y espontánea, o con el tiempo esperaré algo a cambio?

“Si tienes miedo, cambia de camino.” Esta inspiración esquimal parece ir en contra del moderno coaching, que aconseja desafiar las creencias limitadoras y salir de la zona de confort; sin embargo, tiene también otra interpretación: para hacer algo desde la duda y la desconfianza, mejor no hacerlo. Un ejemplo de ello sería iniciar una relación sentimental bajo el temor de ser engañados o de que las cosas no salgan bien por cualquier otro motivo. Hay que domar primero el miedo para vivir y amar con libertad.

“El ayer son cenizas y el mañana es madera. Solo hoy arde el fuego con todo su esplendor”. Encontramos equivalentes de esta idea en el zen japonés y, de hecho, en prácticamente todas las tradiciones espirituales. Y es tan simple como difícil de aplicar, a no ser que pongamos conciencia en cada uno de nuestros actos. La existencia se compone de momentos, y quien no sabe disfrutarlos se condena a vivir siempre en la melancolía del pasado o en el anhelo del futuro. 

Para mitigar y medir el enfado 

En su libro Pequeño curso de magia cotidiana, Anna Sólyom cita un ritual de los inuits recogido por la historiadora del arte Lucy R. Lippard para momentos en los que la ira se apodera de nosotros: “Una costumbre de los esquimales para aliviar a alguien de su enfado consiste en que esa persona camine siguiendo una línea recta a través del campo. El punto en que el enfado es conquistado es marcado con una vara, como testimonio de la fuerza o la duración del enojo”. Esta práctica presenta una doble ventaja. El hecho de mover el cuerpo en momentos de ofuscación nos ayuda a salir de la encerrona en la que nos ha puesto nuestra mente. Por otro lado, esta forma tan gráfica de medir la ira nos permite distanciarnos de ella y entender nuestra propia emoción como algo que no nos pertenece.

Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicología.

https://elpais.com/elpais/2020/03/02/eps/1583148380_800866.html

viernes, 13 de marzo de 2020

_- “Las emociones intensas no son buenas para el aprendizaje.” Héctor Ruiz, investigador y autor de ‘¿Cómo aprendemos?’, analiza los mecanismos que influyen en nuestra manera de aprender y en cómo se pueden utilizar para mejorar la calidad de la enseñanza

_- Puede que todos hayamos pasado (y algunos todavía lo estarán haciendo) por una situación parecida durante nuestro más o menos dilatado periplo académico: toparnos con ciertos conocimientos que, como el agua y el aceite, se nos atragantan y nos cuestan horas y horas asimilar, mientras que otros, en cambio, se instalan en nuestra memoria con una naturalidad pasmosa. Son interrogantes que, en cierta medida, aún persisten tanto para alumnos como docentes: ¿Qué factores influyen en el aprendizaje? ¿De qué manera el conocerlos puede contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza? Para ello, hablamos con Héctor Ruiz Martín, máster en Genética Evolutiva, investigador en psicología cognitiva y autor de ¿Cómo aprendemos? (editorial Graó, 2020).

Pregunta. ¿Cómo aprenden las personas?
Respuesta. Las personas aprendemos dando significado a nuestras experiencias, y eso significa conectar lo que estamos aprendiendo con algo que ya sabemos y con lo que está relacionado. Nuestra memoria funciona formando redes en las que los elementos se vinculan por relaciones de significado que provienen de la experiencia. Cuando tratamos de recordar lo aprendido, en realidad reproducimos una mezcla de esos elementos producto del aprendizaje con otros que ya teníamos (o que aprenderemos a posteriori), con los que acabamos reconstruyendo el recuerdo.

P. ¿Se aprende hoy de una manera efectiva? ¿Puede mejorarse?
R. Para que el aprendizaje sea más efectivo, debemos conseguir que los alumnos reflexionen sobre aquello que están aprendiendo, es decir, que lo interpreten a la luz de sus conocimientos, que piensen en ejemplos sobre lo que se les está explicando e intenten interpretarlo en un nuevo contexto... Darles una buena explicación no es suficiente (aunque sí importante).

Una de las maneras más efectivas de consolidar el aprendizaje es evocarlo. No volverlo a escuchar o leer, sino tratar de recordarlo y reproducirlo con tus palabras. Si se trata de hechos (por ejemplo, las capitales europeas), pues los hechos tal cual; pero si son conceptos, tratar de explicarlos con tus propias palabras, a ti mismo o a otra persona. Si, como profesores, incluimos actividades en las que conseguimos que esas actividades se hagan habitualmente, y no solo en el examen, estaremos mejorando la enseñanza en el aula.

Otra de las cosas que pueden ayudar es enseñar a los alumnos buenas estrategias de aprendizaje. No enseñamos a los alumnos a aprender, sino que les planteamos lo que tienen que asimilar e incluso tratamos de ayudarles a aprenderlo, pero luego ellos tienen que estudiar, y nosotros no les decimos cuáles son las formas más efectivas de estudiar.

P. ¿Qué otras estrategias favorecen el aprendizaje?
R. Los alumnos que, cuando estudian, se ponen a prueba a sí mismos (es decir, tratando de evocarlo y explicarlo), son mucho más efectivos que aquellos que estudian y reestudian, que leen y vuelven a leer hasta quedarse con la idea. Todo te lleva a un aprendizaje, pero hay estrategias mucho más efectivas, que se notan especialmente cuando las cosas se ponen exigentes.

Otra es la práctica espaciada: no dejarlo todo para el último día. Es mucho más efectivo estudiar una hora durante cinco días que cinco horas un solo día, y no por una cuestión de cansancio, sino porque la memoria, en esos impactos separados por un tiempo en el que se ha permitido que haya un cierto olvido, al tratar otra vez de recuperar esa información la hace más fuerte, la consolida. Si además lo combinas con la evocación, desarrollamos la práctica más efectiva que hay.

Hay muchas otras [estrategias] que pueden añadir valor, como planificarte, decidir la hora a la que vas a estudiar y apagar el móvil (y no tenerlo siquiera a la vista); o no estudiar con música, por mucho que creas que te va bien. Acostumbramos a confundir lo que nos gusta con lo que es efectivo. La música solo te puede ir bien en un entorno de mucho ruido para que, al menos, lo tape y proporcione un entorno más agradable. En caso contrario, el silencio es infinitamente mejor.

P. En el libro te centras en los mecanismos cognitivos que rigen la memoria y el aprendizaje. ¿Cómo puede potenciarse su funcionamiento?
R. Para potenciar la memoria, hay que maximizar el número de contextos en los que se trabajan los conceptos; no limitarlos a uno solo. Un aprendizaje profundo facilita que veamos (y trabajemos y utilicemos) las mismas ideas en diferentes contextos, de manera que las hagamos más flexibles, porque las conectamos con más conocimientos previos. Por ejemplo, si yo estudio el concepto de densidad, y para ello trabajo con líquidos, pero luego me preguntan por qué las máquinas del aire acondicionado van arriba, y no abajo, les tendré que decir que no tengo ni idea, porque no lo he estudiado, cuando en realidad, es una cuestión de densidad: el aire frío es más denso que el caliente, y por eso lo ponemos arriba, para que caiga. Yo no me puedo limitar a estudiar la densidad con líquidos, sino que lo tendré que ver también con gases y sólidos, y lo que sucede cuando un objeto se dilata (que pierde densidad y aumenta el volumen...).

P. ¿Juegan las emociones un papel relevante en el proceso del aprendizaje?
R. Creo que usamos la palabra “emoción” o “emocional” de una manera demasiado amplia. Es cierto que en clase conviene que los alumnos se sientan a gusto, cómodos y seguros; pero decir que hay que provocar emociones para recordar mejor las cosas no es riguroso. No porque planees una actividad que provoque emociones en los alumnos, se van a acordar mejor de los conceptos que iban a ver. De lo que sí se van a acordar mejor es de lo que pasó en clase, pero no necesariamente de lo que se supone que querían aprender. Ahí el típico ejemplo es el de un experimento que hacemos, que explota y salen colores. Será muy emotivo, pero al día siguiente tú preguntas a los alumnos qué es un cambio químico y te dirán “¿un cambio qué?”. Y en cambio sí te pueden hablar de lo que hicieron ayer, de la explosión y los colores.

Lo correcto es pensar en la importancia de las emociones desde un punto de vista como el de la motivación, dentro de esa dimensión emocional del aprendizaje que hace que le dediquemos a algo más atención, tiempo y esfuerzo, y que nos ayude a aprenderlo mejor. Pero no se trata solo de interés: uno de los factores más importantes es que el estudiante se crea capaz de aprender lo que se le propone aprender. Eso se llama autoeficacia, y es específica para cada disciplina o habilidad.

P. ¿De qué manera influyen otras emociones como la sorpresa y la curiosidad?
R. Lo importante es que, en el momento del aprendizaje, las emociones intensas (buenas o malas) se mantengan a raya. No son positivas para el tipo de aprendizaje que buscamos en la escuela, porque desvían nuestra atención hacia cosas superfluas para el aprendizaje, secuestrando nuestros recursos cognitivos. A partir de ahí, otras emociones controladas siempre van a ser buenas. Generar curiosidad es positivo, pero tampoco pensemos que es la solución, porque es una emoción puntual y de muy poca duración que, dependiendo de la complejidad que tenga la explicación, enseguida se acaba. Lo que es fuerte es el interés, lo que técnicamente llamamos valor subjetivo. Surge de toda una serie de elementos alrededor de lo que voy a aprender. Mejor que buscar que la clase sea divertida, es conseguir que sea interesante. Volvemos a la motivación, porque el interés es uno de los factores que más la motivan (el otro es la autoeficacia). Si no te crees capaz de aprender algo, normalmente pierdes el interés.

P. ¿Qué prácticas sirven para promover el aprendizaje?
R. Las clases con mucha interactividad, en donde se emplaza a los alumnos a reflexionar y razonar, son más efectivas. Otra práctica nada tradicional es aplicar métodos de aprendizaje cooperativo, pero bien, porque un trabajo en grupo no tiene por qué ser cooperativo. ¿Cuántas veces sucede, al evaluar uno de esos trabajos, que algunos alumnos han hecho de todo, mientras que otros se escaquean (o son desplazados por los primeros)? En cambio, sí se da cuando los estudiantes se ayudan a aprender los unos a los otros, para que todos consigan alcanzar los objetivos de aprendizaje, ya sea en actividades de una hora u otras a más largo plazo.

La manera de garantizar que es cooperativo es que la evaluación se haga individualmente, para cada uno de ellos, y que luego se valore a nivel de grupo, como en un equipo donde cada uno gana unos puntos, y la puntuación final es la suma o la media de ellos. De esta manera, los alumnos de mayor capacidad se van a asegurar de que los otros también aprenden lo que deben; y además, al hacerlo, les estás dando una nueva oportunidad de aprendizaje, porque una de las mejores maneras de aprender algo es explicárselo a otra persona. De esta forma los aprendizajes son mucho más profundos, sólidos y duraderos que si lo hicieran empollando en el último momento, solo para pasar el examen, algo que, como profesores, debemos luchar por evitar.

Otro es el que habla de que usamos solo el 10 % del cerebro, que tampoco es cierto; lo usamos al 100 % en todo momento, y está siempre activo. No se sabe muy bien de dónde surgió esta idea; probablemente de algún iluminado de esos a los que les gusta pensar que el ser humano tiene un potencial oculto que podemos sacar. De ahí los superhéroes...

P. ¿Qué procesos de la enseñanza son más importantes?
R. La instrucción, el feedback y la evaluación. La instrucción se refiere al momento en que el docente empieza a introducir un conocimiento o una habilidad nueva. Ahí es muy importante que hagamos pensar a los alumnos sobre lo que están aprendiendo. El feedback sucede cuando los alumnos ya han comenzado a aprender y lo ponen en práctica. Será positivo si, como un GPS, nos dice dónde estamos, a dónde queremos ir, y lo que tenemos que hacer ahora para llegar al objetivo. Debe identificar las áreas en las que tiene que mejorar y cómo hacerlo. La evaluación es totalmente necesaria, porque sin ella tampoco puede haber feedback. Lo que pasa es que hay que realizarla de manera que no estigmatice, en el que los alumnos dispongan de muchas oportunidades de éxito con pruebas evaluativas de bajo riesgo.

https://elpais.com/economia/2020/02/27/actualidad/1582802517_740361.html?rel=lom

sábado, 29 de febrero de 2020

Mario Bunge: Discurso Doctorado «Honoris Causa» en la Universidad de Salamanca, 15 de mayo de 2003. Cómo criar y cómo matar la gallina de los huevos de oro

«Ante todo, agradezco al claustro de doctores salmantinos, así como al señor Rector y los señores Vicerrectores, el haber aceptado la propuesta de mi querido amigo, el Profesor Miguel Ángel Quintanilla, de honrarme con un doctorado honoris causa.

La Universidad de Salamanca ha sido una de las luminarias europeas durante ocho siglos. Suele olvidarse, injustamente, sus contribuciones a la cultura universal. Baste recordar que fue aquí donde Francisco de Vitoria echó las bases del derecho internacional, instrumento indispensable para la convivencia de los pueblos. Cada vez que se lo aplica, se rinde homenaje tácito a la Universidad salmantina, y cada vez que se lo viola se atenta contra la civilización moderna.

Me propongo defender dos tesis. La primera es que la investigación científica es la gallina de los huevos de oro. La segunda es que hay maneras de criarla, y otras tantas de matarla.

[1] La investigación básica es el motor de la cultura intelectual y la madre de la técnica

La investigación básica consiste en la búsqueda de la verdad independientemente de su posible uso práctico, el que acaso jamás llegue. Es la investigación que hacen los matemáticos, físicos, químicos, biólogos, científicos sociales y humanistas. Es sabido que la investigación básica alimenta a la técnica sin ser técnica, porque la técnica diseña medios para cambiar el mundo en lugar de estudiarlo.

El distintivo de la American Association for the Advancement of Science es un par de círculos concéntricos. El círculo central es dorado y simboliza la ciencia básica, mientras que el anillo que lo rodea es azul y simboliza la técnica. La idea es que la ciencia nutre a la técnica. Esta idea podría ampliarse, inscribiendo el círculo en un cuadrado que simbolice la cultura moderna.

En efecto, nuestra cultura, a diferencia de las demás, se caracteriza por su dependencia de la investigación básica. Si ésta se detuviera, ya por falta de vocaciones, ya por falta de fondos, ora por censura ideológica, ora por decreto, nuestra civilización se estancaría, y pronto decaería hasta convertirse en barbarie. Baste recordar lo que sucedió con la ciencia básica bajo el fascismo, y con la biología, la psicología y las ciencias sociales bajo el estalinismo.

Las mejoras, los avances menudos, la elaboración de ideas básicas, pueden planearse y encargarse. Los grandes inventos, como los grandes descubrimientos, no pueden planearse ni encargarse, porque son producto del ingenio estimulado por la curiosidad.

Es posible programar una máquina, pero es imposible programar un cerebro original. Lo que sí es posible es educar un cerebro receptivo e inquieto. Esto es lo que hace todo intelectual disciplinado: va esculpiendo su propio cerebro a medida que va aprendiendo y creando.

Puesto que la espontaneidad no es programable, hay que darle oportunidades antes que órdenes: hay que fomentar la curiosidad, y con ella la creatividad científica o artística sin esperar resultados inmediatos. La exigencia de resultados inmediatos garantiza la mediocridad y el desaliento, e incluso el fracaso.

Por ejemplo, ciertos gobiernos actuales pretenden hacer la guerra al terrorismo, sin entender que es imposible hacer la guerra a células secretas, y sin entender que los terroristas, como los cruzados, no lo son de nacimiento, sino que son productos de ciertas circunstancias y de una educación fanática.

El terrorismo, tanto el de abajo como el de arriba, no terminará si no se transforman esas circunstancias y si no se hace un esfuerzo por entender la psicología y la sociología del terrorista. Tanto en política como en medicina, más vale prevenir que curar. Y cuando se trata de curar hay que buscar y emplear remedios eficaces en lugar de grasa de culebra. Y eso requiere investigación seria antes que receta ideológica. A su vez, los resultados de la investigación se hacen esperar.

Siempre hay que esperar para cosechar frutos, sean comestibles, sean conceptuales. Por ejemplo, Apolonio describió las secciones cónicas unos 200 años a.C., pero nadie las usó con provecho hasta que Galileo empleó la parábola para describir la trayectoria de las balas, y Kepler la elipse para describir las trayectorias planetarias.

Las investigaciones desinteresadas de Ampère y Faraday no rindieron frutos prácticos sino cuando Henry inventó el motor eléctrico. Las ecuaciones de Maxwell y las mediciones de Hertz sólo sirvieron para entender el electromagnetismo, hasta que Marconi las usó para inventar la radio. Thomson, el descubridor del electrón, no pudo anticipar la industria electrónica. Rutherford, el padre de la física nuclear, nunca creyó que sus trabajos darían lugar a la ingeniería nuclear ni las plantas nucleares.

Otro ejemplo: los inventores de la física cuántica no soñaron que ella serviría para diseñar ordenadores y, con ellas, un nuevo sector de la industria. Crick y Watson no previeron la emergencia de poderosas firmas biotécnicas pocas décadas después de anunciar la estructura del ADN.

La unión de la ciencia con la técnica es tan íntima, que no se pueden mantener facultades de ingeniería al día sin el concurso de departamentos de matemática, física, química, biología y psicología. Por ejemplo,el bioingeniero que se ocupa de diseñar prótesis tiene que aprender bastante anatomía y fisiología humanas, y el experto en administración de empresas tiene que aprender bastante psicología, sociología y economía.

La historia de la ciencia y de la técnica sugieren algunas moralejas de interés para quienquiera que se interese en políticas culturales. He aquí tres de ellas.

Primera: Es deseable fomentar la ciencia básica, no sólo para enriquecer la cultura, sino también para nutrir la técnica, y con ella la economía y el gobierno.

Segunda: Puesto que el conocimiento humano es un sistema, en el que toda componente interactúa con otros constituyentes, es preciso fomentar todas las ramas de la cultural intelectual, así como promover la construcción de puentes entre ellas.

Tercera: La ciencia y la técnica no avanzan automáticamente, a despecho de las políticas culturales, sino que son muy sensibles a éstas. Por este motivo, hay que averiguar cuáles son sus estímulos y sus inhibidores. Empecemos por estos últimos.

[2] Los 7 enemigos de la investigación básica

Sugiero que los principales enemigos de la ciencia básica son los siguientes.

1. Mala enseñanza de la ciencia: autoritaria, datista, memorista, y tediosa.

2. Educadores y administradores miopes, que ignoran que no se puede descuidar ninguna rama importante del conocimiento, porque todas estas ramas interactúan entre sí, por lo cual las especialidades estrechas son efímeras.

3. Pragmatismo: creencia de que se puede conseguir huevos sin criar gallina. Los gobiernos norteamericanos más retrógrados recortaron los subsidios a la investigación en ciencias sociales, pero conservaron o aumentaron los subsidios a las ciencias naturales. Se estima que cerca de la mitad de los aumentos sensacionales de la productividad industrial norteamericana desde el fin de la segunda guerra mundial se deben a que los gastos en investigación básica ascienden al 3 % del producto interno bruto, o sea, varias veces lo que gasta España.

4. Neoliberalismo y el consiguiente debilitamiento de las organizaciones estatales, en particular las universidades nacionales. El ejemplo canadiense es elocuente: el gobierno conservador de la década del 80 decretó que los científicos tendrían que buscar fondos en el sector privado. Dado que no los encontraron, el resultado neto de esta política utilitarista es que los gastos por estudiante han disminuido en un 20%, en tanto que los gastos norteamericanos han aumentado en un 30% durante el mismo período. El gobierno liberal inició una rectificación de este curso desastroso, pero obró tarde e insuficientemente. Mientras tanto, centenares de investigadores emigraron, y miles de estudiantes desistieron de estudiar ciencias.

5. Oscurantismo tradicional: fundamentalismo religioso, ciencias ocultas, homeopatía, psicoanálisis, etc., y la censura ideológica concomitante. Por ejemplo, el gobierno actual de la India, comprometido con la religión hindú, ha promovido los estudios de astrología y de medicina védica. Otro ejemplo es la restricción a la investigación de las células totipotentes para complacer a unos teólogos retrógrados.

6. Oscurantismo posmoderno: “pensamiento débil”, retorismo, deconstruccionismo, existencialismo, y la filosofía femenina que considera la ciencia, y en general la racionalidad y la objetividad, como “falocéntricas”.

7. Constructivismo-relativismo en filosofía, sociología e historia de la ciencia, doctrina que niega la posibilidad de hallar verdades objetivas e imagina trampas políticas tras los teoremas más inocentes, con lo cual desanima la búsqueda de la verdad, lo que a su vez empobrece la cultura.

Dejemos ahora estas reflexiones y admoniciones pesimistas, y veamos qué puede hacerse para promover la búsqueda de la verdad por la verdad.

[3] Qué hacer para promover la investigación básica

Propongo que una manera de promover el avance del conocimiento básico es adoptar, elaborar y poner en práctica las medidas siguientes:

1. Enseñar más ciencia, y enseñarla mejor, en todos los niveles, así como montar museos y espectáculos científicos.

2. Aumentar los subsidios a la investigación básica, particularmente en los sectores más descuidados.

3. Ofrecer becas a estudiantes interesados en ramas descuidadas o emergentes de la ciencia básica, tales como matemática, física de líquidos, química teórica, neurociencia cognitiva, socio-economía, sociología política, economía del desarrollo, investigación operativa, sociolingüística, y filosofía exacta.

4. Reforzar la participación de investigadores en el diseño de políticas culturales y planes de enseñanza.

5. Aliviar a los investigadores de tareas administrativas.

6. Denunciar las imposturas intelectuales, tales como el “creacionismo científico”, las medicinas alternativas, y fomentar en cambio el pensamiento crítico, el debate racional y la divulgación científica.

7. Resistir el movimiento de privatización de las universidades. Las funciones específicas de la Universidad son producir y difundir conocimiento, no dinero; por consiguiente, la Universidad debe seguir siendo dirigida por académicos, no por empresarios ni por comisarios, así como las empresas deben seguir siendo dirigidas por empresarios, no por investigadores ni por comisarios.

Termino. De todos los sistemas que constituyen una sociedad, el cultural es el más vulnerable a los choques económicos y políticos. Por esto es el que hay que manejar con mayor cuidado y alimentar con mayor dedicación, sin esperar otros rendimientos inmediatos que su propio enriquecimiento

Dada la centralidad de la ciencia en la cultura y la economía modernas, es aconsejable adoptar la política del gobierno surcoreano. Cuando la economía surcoreana entró en crisis, hace pocos años, en lugar de recortar los subsidios a la investigación básica, el gobierno resolvió incrementarlos hasta alcanzar el 5% del PIB. El resultado está a la vista: la producción científica surcoreana sobrepasa hoy a la india, pese a que la ciencia india empezó un siglo antes que la coreana.

No es que el dinero genere ciencia, sino que sin él, la ciencia languidece. Quien quiera comer huevos, que alimente a su gallina. Y quien quiera preservar una buena tradición deberá enriquecerla, porque la permanencia sólo se consigue a fuerza de cambios».

Mario Augusto Bunge (Florida Oeste, Provincia de Buenos Aires, 21 de septiembre de 1919-Montreal, 24 de febrero de 2020) fue un filósofo, físico y epistemólogo argentino. Bunge se declaró como un filósofo realista, cientificista, materialista y sistemista; además de defensor del realismo científico y de la filosofía exacta (…) Expresó públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluyó al psicoanálisis, la praxeología, la homeopatía, la microeconomía neoclásica (u ortodoxa), entre otras. En términos económicos y políticos, Bunge proponía una defensa del «socialismo como cooperativismo», diferenciándolo de y haciendo fuertes críticas al socialismo de tipo soviético y al populismo. Ejerció docencia en filosofía en Argentina, Uruguay, México, EE.UU., Alemania, Dinamarca, Suiza y Australia. Ocupó también la Cátedra Frothingham de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill, de Montreal, Canadá.

Fuente: https://conversacionsobrehistoria.info/2020/02/25/como-criar-y-como-matar-la-gallina-de-los-huevos-de-oro-mario-bunge-en-la-universidad-de-salamanca-2003/

jueves, 30 de enero de 2020

_- A PRINCIPIOS del siglo XX la ciencia empezó a desarrollar lo que se conocería como mecánica cuántica..

_- Surgida casi al mismo tiempo que la relatividad de Einstein, se ocupaba de los extraños fenómenos —desde un punto de vista humano— que se producen en el mundo sub­atómico, donde las leyes de la física parecían ser otras que las que rigen el universo visible.

Durante su desarrollo en el siglo pasado, la cuántica resultaba incomprensible para la inmensa mayoría de los mortales, e incluso para muchos científicos, ya que gran parte de sus principios y teorías desafían la lógica humana. En 2004, sin embargo, tres integrantes de la Escuela Ramtha de la Iluminación dirigieron el exitoso What The Bleep Do We Know!?, que en nuestro país se tradujo como ¿¡Y tú qué sabes!? Este documental combinaba entrevistas a varios científicos con animaciones para explicar algunas nociones de la física cuántica. La comunidad científica criticó duramente la película, a la que acusaba de ser pseudociencia, ya que malinterpretaba principios de la física para llevarlos al campo de la cultura new age, en lo que se ha llamado “misticismo cuántico”.

A medida que va siendo asimilada por la sociedad, la ciencia y sus avances siempre acaban influyendo en todos los aspectos de nuestro día a día, incluyendo nuestra manera de ver la vida. Trasladando algunos conceptos a la psicología cotidiana, veamos cuatro lecciones de la física cuántica para el arte de vivir.

1. No hay una sola verdad. Uno de los experimentos más célebres de la física cuántica es el de la doble rendija. En un laboratorio donde se emitía un haz de luz hacia una pantalla con dos rendijas se descubrió que cuando los físicos observaban una partícula, esta pasaba obedientemente por una de las dos rendijas; pero cuando no estaban observando, la partícula pasaba por ambas rendijas al mismo tiempo.

¿Cómo es posible que el observador defina la realidad? Sería complejo de explicar, pero hay que partir de que en el universo cuántico todas las posibilidades coexisten al mismo tiempo. No hay una sola verdad. Como en la película Rashōmon, de Akira Kurosawa, donde cuatro personas relatan la muerte de un mismo hombre de modo totalmente distinto, saber que hay tantas realidades como miradas nos libera de la necesidad estresante de tener razón.

2. La verdad es siempre provisional. La ciencia avanza impulsada por la “prueba y error”, e incluso verdades que se han dado por infalibles durante siglos son desmontadas posteriormente por la ciencia, que aporta nuevas explicaciones. Aplicando esta cura de humildad, podemos asumir que lo que hasta hoy era válido para nuestra vida puede no serlo mañana. Y también sucede a la inversa. Como señalaba Steve Jobs en su célebre discurso de Stanford, muchas cosas que al vivirlas nos parecían erróneas o inservibles, al “unir los puntos” descubrimos que han sido vitales para nuestro futuro.

3. Todo es relativo. Las dos teorías de la relatividad de Einstein, de 1905 y 1915, no están incorporadas en la formulación matemática de la mecánica cuántica, aunque son necesarias para entender lo que sucede dentro del átomo y en las partículas elementales. Consciente de lo difícil que resultaba la relatividad del tiempo para el público general, en una conferencia el físico lo explicó así: “Si uno se sienta sobre una placa caliente durante un segundo, parecerá una hora. Pero si una chica hermosa se sienta en tu regazo durante una hora, parecerá un segundo. ¡Eso es la relatividad!”. Con este ejemplo, Einstein estaba hablando de tiempo psicológico. Dependiendo de la actitud con la que hacemos algo, el tiempo vuela de forma fluida y agradable o nos quema lentamente.

4. Es comprensible que no entiendas nada. Richard Feynman, premio Nobel de Física en 1965, era un científico extravagante que abría cajas fuertes y aseguraba inspirarse en los bares de top less, aunque participó en proyectos de gran calado.

Es bien conocida su frase: “Si usted piensa que entiende la mecánica cuántica es que no la ha entendido en absoluto”. Esta misma idea puede aplicarse a nuestra capacidad para descifrar nuestra propia existencia. Tal vez nuestra misión como seres humanos no sea comprender la vida, sino simplemente vivirla.

Nuestra Carl Sagan de la cuántica — Sonia Fernández-Vidal ha ejercido en la física cuántica el papel que Carl Sagan hizo para divulgar la astrofísica. Desde 2011 ha llevado la ciencia a todo el mundo, incluidos los niños, con novelas como La puerta de los tres cerrojos, traducida a 15 idiomas.

— En Desayuno con partículas, Fernández-Vidal advierte sobre el mal uso de la física cuántica por parte de personas que no tienen formación en esta ciencia: “A veces se utiliza la etiqueta ‘cuántica’ para terapias alternativas y técnicas energéticas que pueden o no funcionar —no entraremos a juzgarlo—, pero que son totalmente ajenas a lo que se estudia en una Facultad de Física”.

Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicología.

https://elpais.com/elpais/2020/01/20/eps/1579517803_686433.html?por=mosaico

https://www.bbvaopenmind.com/articulos/el-mundo-despues-de-la-revolucion-la-fisica-de-la-segunda-mitad-del-siglo-xx/

lunes, 20 de enero de 2020

El reloj viejo del abuelo

Esta sencilla historia enseña una gran lección.

El texto es de Esteban (Gutenberg).

Hace poco leí una historia que decía algo así:
Un día, un padre llamó a su hijo y le mostró un reloj viejo mientras que le decía:

"Este es un reloj que me dio tu abuelo y tiene más de 200 años, pero antes de dártelo, ve a la tienda de relojes en la primera calle.

Dile que quiero vender este reloj y pregúntale cuánto nos daría por él."

El hijo fue a preguntar y regresó al poco tiempo:
"Papá, el relojero me dijo que me daría 5 dólares porque el reloj está viejo."
El padre le dijo:
"Ve a la casa de empeño y pregúntales cuánto te darían por él."

El hijo nuevamente fue a preguntar y regresó contento:
"Me dicen en la casa de empeño que me darían 10 dólares, ¿está bien, no?"

El padre replicó:
"Ahora ve al museo y enséñales ese reloj."
Tras un rato, el hijo volvió impactado y lleno de emoción:
"¡Papá, me ofrecieron un millón de dólares por este reloj!"
El padre le contestó:
"Aprende la siguiente lección hijo:
El lugar correcto te valorará de la forma correcta, no te vayas a lugares en los que no te valoren y te enojes porque no lo hacen.
Quien conoce tu valor es quien te aprecia, no te quedes en un lugar que no te corresponde."
Interesante historia, ¿cierto?
¿Estás en el lugar correcto?
Te lo dejo para que lo pienses.
Esteban (Gutenberg)

http://reflexioneseducativa.blogspot.com/

viernes, 11 de octubre de 2019

_- "No estés triste", lo peor que se le puede decir a alguien que sí lo está. Saber manejar esta emoción básica puede ayudarnos a mejorar, y una buena ayuda de los demás es muy valiosa

_- ANDRÉS MASA
8 OCT 2019

Nada es casual. Al menos no en el trabajo de la evolución, que hace que todo lo que no ayude a sobrevivir acabe desapareciendo, olvidado, mutado, suprimido sin piedad y, solo quizá, recuperado en un futuro favorable. La tristeza es un buen ejemplo. Esta emoción, que dibuja una precisa y universal expresión facial que cualquier ser humano reconoce al instante, no ha sobrevivido al paso de milenios por casualidad. La tristeza, que también se manifiesta en aspectos como la postura corporal y el tono de la voz, es una llamada de socorro, un mecanismo para reclamar apoyo social notablemente efectivo. Pero la manera en la que nos aproximamos a las personas tristes ya no depende del negociado de la evolución, eso es cosa nuestra, y ahí empiezan los problemas. Algunos son muy fáciles de detectar en el lenguaje. En este código cristalizan frases como "no estés triste", una expresión muy común y una de las peores cosas que se le puede decir a una persona que sí lo está.

No es que debiéramos decir todo lo contrario, pero es poco probable volver a pronunciar esas palabras sin sentir el pellizco del remordimiento después de saber lo bueno que es estar triste cuando la emoción es de una intensidad, frecuencia y duración moderadas. Tras un episodio estresante muy fuerte o una pérdida importante, la tristeza alimenta una conducta ventajosa: encerrarte en casa, a cobijo bajo el edredón, pegajoso porque no quieres tener contacto ni con el jabón de la ducha, puede resultar deprimente a los ojos humanos, pero el sistema inmune no podría pedir nada mejor para recobrar fuerzas.

Además, "es un momento muy bueno para reflexionar acerca de los posibles errores que has podido cometer, de qué manera eres corresponsable de lo que ha ocurrido", explica la psicóloga especialista en ansiedad y estrés Cristina Wood. La tristeza puede marcar un camino para mejorar cuando uno pierde un trabajo o rompe una relación, por ejemplo. "En ese sentido, la tristeza nos ayuda", subraya Wood. También puede aparecer cuando lo que se pierde es la salud, o la juventud, casos en los que debería servir para fijarnos en las cosas buenas que aún nos quedan. Si la experimentamos con ánimo positivo, la tristeza puede ayudarnos a ser más felices; quien no ha experimentado nunca una gran tristeza difícilmente puede sentir una alegría de la misma intensidad. No estropeemos el momento con frases que solo refuerzan el malestar.

Un involuntario empujón hacia la culpa
Si hay algo que hay que evitar es decirle a una persona triste qué debe hacer. Y entre todas las órdenes que hay que evitar, la de "no estés triste" está entre las más dañinas. "La frase produce más presión, le produce estrés a la persona", explica la doctora del centro clínico Área Humana. Además, "uno tiene derecho a estar triste, le están faltando al respeto si se lo dicen, y eso enfada, frustra y puede generar más desesperanza", enumera la psicóloga.

La reacción puede ser muy fuerte y desagradable, y quizá empujar hacia un sufrimiento mayor que tiene su origen en una de las abundantes falacias perniciosas que circula sobre la felicidad, la de que uno no es feliz, sino que lo será en el futuro. Según esta idea, podemos contar con ser bendecidos con la mayor dicha un vez hemos cumplido objetivos como terminar la carrera, pagarse una casa, llamar la atención de una pareja ideal, casarse con esa pareja ideal, que la unión fructifique en niños sanos y alegres... En este contexto, el mensaje de "no estás triste" parece ser el de que, si lo estás a pesar de tener todo lo que has deseado, es por tu culpa. El poder de las palabras empuja, en este caso, hacia una culpabilidad innecesaria.

Eso sí, conviene ser comprensivos con quien lanza el afilado dardo del "no estés triste". "No toleramos que una persona que queremos sufra", y por eso la frase sale tan fácilmente, explica la psicóloga. "Si veo a mi hija llorar, a mí me duele, y por eso se lo digo", añade. Pero lo que debería hacer como madre, o como amiga, en otros casos, "es aprender a tolerar que es normal y que se pasará, y que se va a pasar antes si uno ayuda a las personas a ser un poco más positivas".

Instrucciones para no decir 'no estés triste' nunca más
Si quieres aprender a tratarte bien a ti mismo y a los demás, piensa en tu infancia. Seguro que en alguno de los rincones de tu memoria encuentras situaciones como esta: llegas triste porque te has peleado con tu mejor amigo y a tu padre no se le ocurre otra cosa que aplicar una fórmula del tipo "ya harás más amigos", un "no estés triste" en toda regla y un error de manual. En su lugar, Wood aconseja comenzar por normalizar la tristeza en la casa. "Es muy bueno decirles a los niños cuándo estamos tristes, en seguida dicen que te van a ayudar. Es muy bonito comunicar eso, y además es enseñarles inteligencia emocional", comenta. Luego, ante una situación puntual, lo mejor es sustituir el "no estés triste" por una estrategia más elaborada y eficaz que vale para todas las edades.

Lo primero es permitir expresar la emoción y lo que ha pasado, una tarea en la que los abrazos son de gran ayuda. También es útil mostrar empatía hacia la persona y hacer que se sienta comprendida, incluso cuando uno no es capaz de ponerse en su lugar. Lo deseable es hacerle comprender que no rechazas su tristeza, contándole alguna historia personal, por ejemplo, o admitiendo directamente que no alcanzas a comprender su dolor pero que te das cuenta de que debe de ser muy importante. Una vez la conexión está funcionando, es muy importante preguntar a la persona triste qué piensa hacer o en que le puede uno ayudar. Eso sí, las propuestas deben tener forma de pregunta.

Luego hay que transmitir confianza, hacer ver que puede conseguir superar la tristeza, dar ánimos. "Si dice que no sabe si podrá hacerlo es bueno preguntarle las tres cosas más difíciles que ha hecho en su vida, te puedes agarrar a eso y decirle que si las ha conseguido es que también puede lograr el nuevo objetivo, que es cuestión de entrenarlo", concluye Wood. Así, dice la psicóloga, no solo se sale de la tristeza, sino que se abandona la emoción con mayor fuerza para ser feliz. No se trata exclusivamente de un favor que se hace a los demás, la manera de hablarse a uno mismo también es fundamental.

Cambia el lenguaje y transformarás el mundo
Somos parlanchines por naturaleza. Hasta la persona más reservada y silenciosa del mundo no se calla nunca. Eso sí, habla en una voz tan baja que solo ella la oye. Es el autodiálogo interno que todos tenemos, un carrusel de ideas que nunca se detiene. Si se instala en él un mensaje materialista de que uno tiene todo lo que puede desear y que, por lo tanto, debería ser feliz para siempre, el efecto del "no estés triste" corroe por dentro. Si se le hace demasiado caso, uno acaba metiéndose en un bucle de malestar en el que se viste de víctima y verdugo. De la misma manera que hay que tener empatía con las otras personas a la hora de ofrecerles ayuda, en estos casos uno tiene que llevar a cabo la difícil tarea de empatizar con uno mismo. "Si te pones a buscar, por supuesto que tienes motivos para estar triste, pero tienes que ayudarte a comprender por qué lo estás", dice Wood.

Las personas más autoexigentes, los perfeccionistas que siempre quieren ir más allá, cegados por la idea irreal de que pueden llegar a una meta que, en realidad, no existe, son quienes tienen una relación más estrecha con la tristeza. También poseen menos capacidad de corregir las frases perjudiciales de su diálogo interior. "Muchísima gente no se da cuenta de cómo se habla. Es un problema de educación, por frases que nos han dicho nuestros padres, o por la propia personalidad: si tu autodiálogo interno está plagado de exigencias, eso lleva, tarde o temprano, a la tristeza". Los perfeccionistas lo tienen más difícil para corregir el rumbo de esa conversación permanente, pero pueden conseguirlo de la misma manera que el resto de las personas.

Hay que cambiar el vocabulario y sustituir el "tengo que" por un "me gustaría", "preferiría", "me apetece"... "No es lo mismo decir 'tengo que ir al gimnasio porque he engordado' que 'me apetece ir al gimnasio porque quiero cuidarme", asegura la especialista. Es lo que los psicólogos llaman autoinstrucciones positivas, que pueden conseguir que uno esté más contento, más animado y que se encuentre mejor físicamente. "Todos podemos entrenar eso, pero lo primero es ser consciente, mucha gente ni es consciente de cómo se habla y está siempre comparándose con los demás", olvidando que, por mucho que a veces lo parezca, especialmente en las redes sociales, nadie es perfecto.

miércoles, 6 de febrero de 2019

“Si tienes un hijo con altas capacidades, no te queda más remedio que cambiar tu modelo de autoridad”. Los psicólogos Olga Carmona y Alejandro Busto reprochan al sistema educativo su incapacidad para detectar y alentar el desarrollo de los niños superdotados.

ALTAS CAPACIDADES
La psicología era su segunda opción. Y aun así le han dedicado los últimos 20 años de su vida. Olga Carmona (Madrid, 1968) y Alejandro Busto (Montevideo, 1966) estudiaron en la UNED y se conocieron en un congreso de psicología en Barcelona. “El debate entonces era si se podría llegar a hacer terapia en Internet, algo que hoy hacemos”, cuenta Busto riéndose. Después, en el año 2000, llegó Ceibe, el centro de psicología en el que atienden a padres desconcertados por el diagnóstico de alta capacidad de sus hijos, donde les orientan para superar “el miedo” que les da la detección. “No lo viven de un modo optimista, a pesar de que lo que les estamos diciendo es que sus hijos tienen un gran potencial”. Esa y otras enseñanzas las han plasmado en El genio que llevas dentro (Ediciones B), un libro con el que han querido romper el paradigma de la inteligencia académica como la única relevante. “Queremos que los padres empiecen a ver a sus hijos desde un lugar más sano a través del conocimiento de las inteligencias múltiples, comenta Carmona. Y avisan: “Todos los niños tienen esas inteligencias en mayor o menor medida”.

Esta pareja, con dos hijos de altas capacidades, pretende desterrar la idea de que “un niño que académicamente no es bueno no es inteligente”. Y quiere que padres e hijos descubran que se puede ser listo de múltiples maneras. Hay hasta ocho formas, según apuntó en 1983 el psicólogo Howard Gardner de la Universidad de Harvard. La inteligencia espacial, la musical, la corporal, la interpersonal, la lingüística, la lógico-matemática, la naturalista y la intrapersonal. “Y todas están bien, no hay ninguna mejor que otra”, cuenta Carmona. “Parece que los niños que son buenos músicos o buenos deportistas no son inteligentes, y lo son, aunque de otra manera”. No querían que el libro “fuera un tostón”, por eso apostaron por reinos, metáforas, juegos y referentes como Leo Messi o Jane Goodall para que padres e hijos recorran juntos el camino de las inteligencias múltiples.

El problema viene con la gestión de las altas capacidades.  Según estos psicólogos, los menores superdotados ya saben desde muy pronto que son diferentes, porque “se dan cuenta de que sus intereses no tienen nada que ver con los del resto”. Y en ese punto, avisan, es importante que los padres sean capaces de decirle qué es exactamente lo que le está pasando, “porque, si no, lo entienden como algo malo. Pueden llegar a decir que están enfermos porque les interesan los dinosaurios y no pueden dejar de pensar en ellos”.

Los padres también tienen que reeducarse, porque piensan que cuando su hijo ingresa en la alta capacidad su educación “está hecha” y exigen sobresalientes. Pero esas notas, sostienen, “dependen del sistema educativo, del tipo de examen y hasta de que le interese la materia o no al crío”. Por eso, continúan, los padres tienen que cambiar el paradigma. “Si tienes un hijo con alta capacidad no te queda más remedio que cambiar tu modelo de autoridad”. Ambos han constatado en estos años la desesperación que alcanzan algunos. "Llegan y te dicen: nada funciona. Los premios no sirven. Los castigos tampoco. No hay nada de lo que yo sé hacer o de lo que a mí me han enseñado a hacer que funcione”.

Y a los profesores, explican, tampoco se les ha enseñado a manejar esto. “Solo identifican como sobredotados a quienes obtienen sobresalientes, pero estos no son el prototipo. El superdotado es un cuestionador, Y claro, los profesores viven eso como un desafío a su autoridad. Además, les hacen caer en inseguridades”. Carmona y Busto lamentan que la respuesta de los centros educativos a la superdotación sea, por norma general, “horrorosa”, y que esta vaya “desde me da igual, a la negación: ‘No, no tiene altas capacidades por más que lo ponga en el informe’”. Ambos se quejan de que “un niño pueda ser alta capacidad en Murcia y no en Madrid, porque los criterios de detección son distintos”.

Carmona y Busto, que esperan una revolución en la forma de enseñar, quieren que el modelo educativo se sensibilice y permita integrar las necesidades de este tipo de alumnos. “Sabemos que en el Ministerio de Educación hay un grupo de profesionales muy sensibilizados. No solo con las altas capacidades, sino con la competencia general”. Ambos autores han escudriñado cuáles van a ser las competencias del siglo XXI que se van a tener que adquirir en la escuela. Y sostienen que muchas de ellas no están ligadas para nada a las enseñanzas tradicionales. “Estamos educando a niños del siglo XXI en una escuela del siglo XX con metodología del siglo XIX”, zanja Carmona.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/08/mamas_papas/1549614653_788005.html

Señales de altas capacidades en bebés

miércoles, 9 de enero de 2019

_- TÓPICOS Y FRASES QUE RELACIONAN RELAJACIÓN CON ESTRÉS Y BIENESTAR.

_- 1. Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma (William Shakespeare)
Si mejoras tu capacidad introspectiva, alcanzarás la paz.

2. La libertad consiste en poder hacer todo lo que no daña a otro (Alfonso X “El Sabio”).
Dañar a otras personas es fuente de angustia y padecimiento mental.
¡Anímate a trata bien a los demás!

3. La paz comienza con una sonrisa (Madre Teresa de Calcuta)
Sonríe y harás de este mundo un lugar mejor.

4. Encontrarás el camino en susurros de verdad que experimentas en tu propia vida cotidiana.
Y al seguir ese sendero, encontrarás mayor paz y alegría a lo largo de cada día.
 La felicidad está en los pequeños detalles cotidianos.

5. Los grandes acontecimientos me hacen estar tranquila y en calma; son sólo bagatelas las que me irritan los nervios (Reina Victoria)
Aprende a soportar los pequeños obstáculos del día a día y relajaras tu mente.

6. Cuando estás presente, puedes permitir que la mente sea como es sin enredarte en ella (Eckhart Tolle)
La concentración revela nuestro verdadero ser.

7. Practico mantener la calma todo el tiempo, a partir de situaciones que son tensas (Martha Beck). ¿Qué mejor forma a la hora de entrenarse que exponerte a lo que te pone nervioso?

8. La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila (Marco Tulio Cicerón). Solo si logramos serenar nuestra mente alcanzarás tus objetivos.

9. La soledad es la casa de la paz (Hodge)
Por imperativo social, a veces, la soledad está mal vista, pero lo cierto es que un poco de soledad es ideal para relajarnos. ¡Date un respiro!

10. ¿Con qué frecuencia hablamos sólo para llenar el espacio tranquilo?
¿Cuántas veces perdemos el aliento hablando sin sentido? (Colleen Patrick-Goudreau).
 A veces las palabras sobran. El silencio, puede ser tu mejor aliado.

11. Sé como un pato. Calma en la superficie, pero batiendo como del demonio por debajo (Michael Caine).
El relax mental no es sinónimo de vagancia, ni apatía.
Estar relajado y mantenerse a la vez activo no es incompatible.

12. Cualquier persona puede sostener el timón cuando el mar está en calma (Publilio Siro)
Pero lo realmente difícil es saber gestionar una tormenta.

13. Los que se enferman de la calma es que no conocen la tormenta (Dorothy Parker)
A veces, la ignorancia sobre que debemos o no debemos hacer frente es lo que nos desestabiliza. ¡Prioriza siempre lo más urgente!

14. Como practicante de las artes marciales de toda la vida, estoy capacitado para mantener la calma en medio de la adversidad y el peligro (Steven Seagal)
Solo podemos mostrarnos realmente relajados en situaciones de caos e inestabilidad.

15. Los hombres tímidos prefieren la calma del despotismo, al mar tempestuoso de la libertad (Thomas Jefferson)
Si bien la paz y la estabilidad son conceptos deseables, hay que vigilar el no caer en el conformismo, pues ese conformismo, paradójicamente hablando, nos podría traer sufrimiento en un futuro.

16. El mundo es demasiado tranquilo sin ti cerca (Lemony Snicket)
Ya sabéis lo que dicen; ojos que no ven...

17. Mantén la calma, sereno, siempre al mando de ti mismo. A continuación, descubre lo fácil que es llevarse bien (Paramahansa Yogananda)
Llévate bien contigo mismo y te llevarás bien con los demás.

18. Para mí a veces un cielo de silencio es más expresivo que el rugido del mar (Munia Khan)
¿A quién no le ha relajado alguna vez un cielo sereno?

19. No hay nada más terrible que un silencio mortal, con la sensación de un gran ruido alrededor de él (Jessie Douglas Kerruish)
A veces, el silencio puede conllevar tensión, y desestabilizarse.

20. Las miserias de todos los hombres se derivan de no poder sentarse tranquilos en una habitación estando solos (Blaise Pascal)
Como animales sociales que somos, nuestra relajación mental depende de que nos entendamos con los demás.

21. Reduce tu ritmo cardíaco, mantén la calma. Tienes que disparar en medio de tus latidos (Chris Kyle)
Si ves que estás excesivamente nervioso, prueba de respirar profundamente o contar hasta diez.
Te aseguro que funciona.

22. Eres la calma bajo las olas en el azul de mi olvido (Fiona Apple)
La pareja también puede ser una gran fuente de estabilidad personal.

23. Una mente en calma trae fuerza interior y confianza en uno mismo, por eso es muy importante para la buena salud.
Para gozar de una buena salud es importante relajar la mente.

24. Medito, así que sé cómo encontrar un lugar tranquilo para estar en calma y en paz (Roseanne Barr)
El mejor escondite para estar tranquilo es nuestra mente.

25. A veces es el observador silencioso el que más ve (Kathryn L. Nelson)
Observar el mundo te confiere una visión única de la realidad, y eso, inevitablemente, te lleva a calmar la mente.

26. El silencio es una mentira que grita a la luz (Shannon L. Alder)
En efecto, a veces el silencio puede estar sobrevalorado.

27. Cuando la adversidad te golpea, es cuando tienes que ser el más tranquilo.
Dar un paso atrás, permanecer fuerte, permanecer conectado a la tierra y seguir adelante (LL Cool J) Para salir airoso de un problema hay que mantener la calma, siempre.

28. El único orden en el universo es sólo un ciclo que va de la calma al caos y viceversa (Toba Beta)
Esta frase de relajación es especialmente importante: hay que comprender que la relajación mental absoluta no existe, la vida es caos y movimiento.
Aceptarlo con serenidad es pues, la mejor opción. 

29. Un samurái debe mantener la calma en todo momento, incluso en la cara del peligro (Chris Bradford)
Samurais; implacables guerreros que no le temían a nada. ¡Se un samurai del siglo XXI! 

30. Porque no hay mejor amigo que un hermano en tiempo de calma o de tormenta; Para anímarte en el camino tedioso, a encontrarte si vas por mal camino, para levantarte si te tambaleas, para fortalecerte mientras uno estás parado (Christina Rossetti)
Los amigos son fuente de seguridad, en todos los aspectos. Al fin y al cabo, seguro que alguna vez un amigo te ha calmado cuando más lo necesitabas, ¿no?

31. Estoy lleno de temores y hago todo lo posible para evitar dificultades y cualquier tipo de complicaciones. Me gusta que todo lo que me rodea sea claro como el cristal y esté completamente en calma (Alfred Hitchcock)
La calma absoluta, en su sentido metafísico, es lo que todo ser humano anhela casi de forma instintiva.

32. Lo que había sido tranquilo y apacible ahora era silencioso y vacío (Frederick Barthelme)
Un sonido inquietante no es lo mismo que un sonido relajante. ¡Aprende a distinguirlos!

33. Me encanta tomar un baño con hermosa y relajante música, y no tener prisa para hacer nada. Es una indulgencia maravillosa, y me ayuda a calmarme y dejar correr mi mente durante horas extraordinarias (Kylie Minogue)
A veces, pequeños caprichos pueden servir para relajarte mentalmente.

34. Un hombre en calma es como un árbol que da sombra. Las personas que necesitan refugio se acercan a él (Toba Beta)
Con la relajación mental no solo te ayudas a ti mismo sino también a los demás.

35. Está todo tranquilo ahora. Tan tranquilo que casi se puede oír los sueños de otras personas (Gayle Forman)
La relajación mental, de forma indirecta, te otorgará una mayor clarividencia a la hora de tratar con las personas.

36. Cuando estás loco, aprendes a guardar silencio (Philip K. Dick)
A veces, solo consigues salir a flote cuando has tocado fondo. No desestimes el sufrimiento, puede ser clave en la relajación para calmar tu mente.

37. Con el fin de estar abierto a la creatividad, uno debe tener la capacidad para el uso constructivo de la soledad. Hay que superar el miedo a estar solo (Rollo May)
Uno de los mayores dramas de nuestra era es el de no saber estar solo.

38. Dulces son los pensamientos con agradables contenidos, la mente tranquila es más rica que una corona (Robert Greene)
La relajación mental no solo te ayudará a estar más sano físicamente, sino a desarrollar la creatividad.

39. Dale a tu marido cualquier mala noticia cuando todo esté en calma, no cuando abre la puerta (Indra Devi) A veces, hay que saber elegir el contexto a la hora de explicar las cosas. (Siempre que se pueda).

40. No hay más calma que la engendrada por la razón (Séneca)
¿La razón en contraposición de las emociones?

41. El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar (Goethe)
La unidad familiar es una de las bases de la sociedad.
Trata bien a tu familia y alcanzarás la felicidad.

42. Más de un río tranquilo comienza como una cascada turbulenta, sin embargo, ninguno se precipita ni se agita durante todo el camino hasta el mar (Mikhail Lermontov)
Los problemas siempre acaban pasando. A veces, alcanzar la paz es cuestión de saber dejar pasar el tiempo.

43. Soy un minimalista. Me gusta decir lo máximo con lo mínimo (Bob Newhart)
El minimalismo tiene la sorprendente capacidad de serenar nuestra mente, pero, ¿alguna vez has aprobado de aplicarlo en las relaciones humanas?

44. Este es el simple secreto de la felicidad. Hagas lo que hagas, no dejes que el pasado se interponga, no dejes que el futuro te moleste (Osho)
¡No dejes que el pasado se interponga en tu futuro!

45. La calma y la confianza están tan lejos de la vanidad como el deseo de tener una vida decente está alejado de la codicia (Channing Pollock)
Aléjate de los vicios como alma que lleva al diablo, son fuente de inestabilidad personal.

46. El romance es tempestuoso. El amor está en calma (Mason Cooley)
Hay que diferenciar entre el amor posesivo o pueril, y el amor maduro que es fuente de comprensión y empatía.

47. Ten paciencia. Espera hasta que el barro se asiente y el agua esté clara. Permanece inmóvil hasta que la acción correcta surja por si misma (Lao Tzu)
Las mejores oportunidades a veces surgen de la paciencia.

48. Preocupado por una sola hoja no verás el árbol (Vagabond)
Tener una visión holística de la realidad te dará una perspectiva que te ayudará a calmar tu mente.

49. Solo el desarrollo de la compasión y comprensión de otros nos puede traer la tranquilidad y felicidad que todos buscamos (Dalai Lama)
¿Nuestra mente no está en calma por una simple y mera cuestión de egoísmo? ¿De darnos más importancia de la que realmente tenemos?

50. No es riqueza ni esplendor, sino tranquilidad y ocupación lo que te da la felicidad (Thomas Jefferson)
Sentirse útil para contigo mismo y los demás es fuente de paz interior.

51. Solo desde una calma interna, el hombre fue capaz de descubrir y formar entornos tranquilos (Stephen Gardiner)
De la desesperación solo puede salir caos, pero de la calma surge el orden.

52. Cuanto más tranquilo se vuelve un hombre, mayor es su éxito, sus influencias, su poder. La tranquilidad de la mente es una de las bellas joyas de la sabiduría (James Allen)
Solo acallando tu mente desfilarás por el infinito camino hacia la sabiduría.

53. Me sostiene por la tranquilidad de un corazón recto y leal (Peter Stuyvesant)
No existe calma espiritual sin moral.

54. La paz viene del interior. No la busques fuera (Siddhārtha Gautama)
No responsabilices a los demás por lo que te pasa, tú tienes la clave para tomar las riendas de tu vida.

55. La verdadera alegría nace de la buena conciencia
Y solo eres más consciente cuando mantienes a raya a tus propios pensamientos

56. La paz no se puede mantener por la fuerza; solo se puede conseguir por la comprensión (Albert Einstein)
Cuanto te comprendes a ti mismo en toda su esencia, comprendes a los demás.

57. La tranquilidad perfecta consiste en el buen orden de la mente, en tu propio reino (Marco Aurelio) Esta frase de relajación creo que te puede ser especialmente útil.
Es Ordena tus pensamientos y ordenarás tus sentimientos.

58. El silencio es el verdadero amigo que nunca traiciona (Confucio)
En un mundo con tanto ruido... un poco de silencio siempre viene bien.

59. Permanece calmado, sereno, siempre al mando de ti mismo. Encontrarás entonces qué sencillo es llevarse bien (Paramahansa Yogananda)
El control de las emociones es fundamental para que puedas relajarte.

60. La felicidad es la naturaleza, belleza y tranquilidad (Debasish Mridha)
¡Prueba de hacer una excursión para aliviar el estrés!

61 . La vejez conduce a una tranquilidad indiferente que asegura la paz interior y exterior (Anatole France)
Deberíamos escuchar más a nuestros mayores., pues solo la vejez aporta sabiduría.

62. La sabiduría viene de la reflexión (Deborah Day)
Reflexiona sobre las cosas, y hallarás el camino hacia la sabiduría.

63. La paz siempre es hermosa (Walt Whitman)
Al encontrar la paz espiritual, veras algo muy hermoso en ello. Una frase del gran Walt Whitman.

64. El movimiento es tranquilidad (Stirling Moss)
¡El movimiento es vida! Un buen método que puedes aplicar para serenar la mente, es hacer deporte. Sencillo, ¿no?

65. La felicidad es un estado de consciencia que viene de la tranquilidad, servicio, amor y perdón (Debasish Mridha)
La felicidad no es un estado de euforia donde todo es de color rosa, ni será nunca la mejor fiesta de tu vida. La felicidad, sin embargo, pasa por saber mantener la mente en calma.

66. El verdadero progreso espiritual del aspirante se mide por el grado en que se logra la tranquilidad interior (Swami Sivananda)
Mantén la calma interior y progresaras en tu vida.

67. Preferimos autogobierno en el peligro que la servidumbre en la tranquilidad (Kwame Nkrumah)
A veces, la tranquilidad es un fenómeno traicionero.
Aprende a distinguir la buena tranquilidad de la mala.

68. El mejor hombre a escuchar es al silencioso (Proverbio japonés)
La gente callada, a veces, nos aportan mucho relax.
¡Rodéate de gente tranquila!

69. El verdadero silencio es el descanso de la mente; es para el espíritu lo que dormir es para el cuerpo, nutrición y refrigerio (William Penn)
Los constantes diálogos mentales, lo que coloquialmente viene a llamarse “rayarse”, es del todo contraproducente para calmar la mente.

70. Aquellos que están libres del resentimiento encontrarán la paz seguro (Buddha)
El resentimiento y la venganza son un cáncer para el alma. Con semejante peso no se puede ser feliz. Libertate de toda emoción nociva, por ti y los tuyos.

71. Después de la tormenta viene la calma (Matthew Henry)
Todo acabará pasando, ¡no pierdas la esperanza! (El cuento del anillo del Rey)

72. El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior (Amado Nervo) Alcanza la paz, y alcanzarás la verdad.

73. El silencio es la fuente de la fortaleza (Lao Tzu)
Lo que no te mata te hace más fuerte, y desde luego, no creo que el silencio te mate.

74. La fama y la tranquilidad nunca pueden ser compañeras de cama (Michel de Montaigne)
Si pretendes tener una vida tranquila y quieres fama, o asumes que tendrás una vida estresante o mejor dedicate a otra cosa.

75. Nuestro regalo más grande es el trueno del Silencio (Joel Goldsmith)
El silencio, para bien o para mal, es demoledor la mayor parte del tiempo.

76. El silencio es medicación para el dolor (Proverbio árabe)
¿Quién no ha querido estar a solas cuando uno se siente dolido?

77. En los trances duros y lo mismo en la bonanza, tente siempre con ánimo sosegado (Napoleón)
Haced caso a Napoleón Bonaparte, su temple le sirvió para conquistar casi toda Europa.

78. El silencio es una cerca alrededor de la sabiduría (Proverbio alemán)
Puede que diferentes frases de este post te parezcan contradictorias si las sacas fuera de contexto, pero ni mucho menos lo son porque se complementan entre ellas entorno a un mismo tema; aprende a discernir entre el silencio que te acerca a la relajación personal y el que te aleja.
Nada en esta vida es absoluto.

79. Todo lo que Dios quiere del hombre es un corazón pacífico (Meister Eckhart)
Si todos nos relajáramos un poco, eso conllevaría inevitablemente al siguiente resultado lógico:
la paz en la Tierra.

80. No hay camino para la paz, solo hay paz (Gandhi)
La paz debería el objetivo primordial de todo individuo.

81. El silencio es más musical que cualquier canción (Christina Rossetti)
El silencio puede ser miel para nuestros oídos.

82. El estrés proviene de la forma en que te relacionas con eventos o situaciones (Chris Prentiss)
Aprende a tener una visión distante con todo lo que te causa angustia.

83. La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida (Paulo Coelho)
En la vida nos encontraremos con muchos problemas, ¡pero ello no te tiene que superar!
Una frase inspiradora de Paulo Coelho.

84. El estrés es un estado ignorante. Con él crees que todo es una emergencia. Nada es tan importante (Natalie Goldberg)
Aprende a dar a las cosas la importancia que realmente merecen.

85. Delfines que mucho saltan, viento traen y calma espantan. Parece también aplicable a las personas, ¿o no?

86. A veces la paciencia da más frutos que los más profundos cálculos (Anónimo)
Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia.
Para tener paciencia es indispensable que calmes tu mente, todo lo demás vendrá por si solo.

87. Recuerda que cuanto más nerviosa está la gente, más provechoso es sentirte tranquilo (Anónimo)
Cuando todo se viene abajo se hace necesaria la templanza de corazón.

88. Descubrí que aquellos que rara vez moran en sus emociones, saben mejor que nadie lo que una emoción es (John Cage)
No hay gloria sin sufrimiento, en efecto.

89. Hay que obrar siempre con tranquilidad y calma (San Francisco de Sales)
Si haces las cosas rápidamente, no solo te van a salir mal sino que has generado una futura fuente de estrés y ansiedad. 

90. Si te preocupas por lo que podría ser, y te preguntas que podría haber sido, ignorarás lo que es (Anónimo)
¡No olvides de centraste en el aquí, y en el ahora!

91. Ser feliz no significa que todo es perfecto. Significa que has decidido ver más allá de las imperfecciones (Anónimo)
Aprende a valorar lo que tienes, y a querer a los que te rodean.

92. La virtud está en ser tranquilo y fuerte; con el fuego interior todo se abrasa (Rubén Darío)
No podemos ser esclavos de nuestras pasiones, como seres racionales tenemos la capacidad para controlarlas.

93. Toda la armonía total de este mundo está formada por discordancias (Séneca)
Aceptar está máxima te ahorrará mucho sufrimiento. Las cosas son como son.

94. Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre (Voltaire)
Para relajar la mente, mantén siempre una actitud positiva.

 95. Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos (Buda)
Por eso es recomendable desterrar todo pensamiento negativo de la mente.

96. Todo pasa; sólo la serenidad permanece (Lao Tse)
Nada es eterno, pero la estabilidad sólo puede generar más estabilidad, y esta es duradera.

 97. Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia (Paulo Coelho)
¡No desperdicies la oportunidad de mejorar tu vida!

98. La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, la tristeza y cualquier forma contraria al perdón, es causada por un exceso de pasado y una falta de presente (Eckhart Tolle)
Lo pasado, pasado está. ¿Qué importancia tiene?

99. Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de su propia paz (Confucio)
Al igual que un ciego no puede guiar a otro ciego.

100. Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera (François de la Rochefoucauld)
Busca la paz interior no solo por ti, sino por los demás.

101. Si tenéis el hábito de tomar las cosas con alegría, rara vez os encontraréis en circunstancias difíciles (Robert Baden-Powell)
A veces, un autoengaño se convierte, por autosugestión, en realidad. Aunque al principio te cueste creértelo, prueba a sonreír, los resultados vendrán solos.

102. Buscar la felicidad es una de las principales fuentes de la infelicidad (Eric Hoffer)
La felicidad absoluta no existe. No la busques, ella vendrá por sí sola.

103. Ten buena conciencia y tendrás siempre alegría. Si alguna alegría hay en el mundo la tiene seguramente el hombre de corazón puro (Anónimo)
Una actitud alegre nos ayudará a encontrar esa relajación mental que tanto necesitamos.

TÓPICOS Y FRASES DE RELAJACIÓN, ESTRÉS Y BIENESTAR
Marc Rodriguez Castro
Psicólogo
Graduado en Psicología por la Universitat Autònoma de Barcelona. Posgrado en intervención clínica. Máster en psicología de la salud.

martes, 16 de octubre de 2018

Los tres ingredientes de la receta del amor

Intimidad, pasión y compromiso son los tres elementos que componen el amor de pareja. De su combinación surgen diferentes tipos de relación. Será más sólida la que contenga los tres y menos la que se base en uno

"EL AMOR es un intenso anhelo (deseo y necesidad) de unión con el otro”.
Así comienza el curso Anatomía del Amor, que cada año imparte la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. “El amor, y no el sexo como se cree, es el auténtico mecanismo de supervivencia de la especie: las crías morirían sin el cuidado conjunto del padre y la madre durante sus primeros años de vida”. Eso explica Manuel de Juan Espinosa, el catedrático de Psicología que dirige el curso, para afirmar que ese sublime sentimiento es la fuerza más potente que mueve el mundo.

El argumento de Espinosa no dista del que, con más cinismo quizá, sostenía en su Metafísica del amor ­sexual el filósofo Schopenhauer cuando dio un giro biologicista a la filosofía al afirmar que el amor no era más que una coartada del sexo para perpetuar la especie. Dos siglos después de aquel escándalo, los científicos ya no cuestionan la teoría psicobiológica del amor, que se desarrolla en tres fases equivalentes al ciclo reproductivo:

— El deseo: La atracción sexual, la libido. Es lo que hace que elijamos a una pareja y no a otra en función de parámetros meramente físicos, relacionados con preferencias genéticas y criterios reproductivos.

— La pasión amorosa: Es el momento de la unión física de la pareja, cuando la relación se consuma y se mantiene. Su fundamento biológico es la procreación.

— El apego: Es el sentimiento profundo hacia el compañero a largo plazo, que responde a la necesidad de crianza, sin el cual la supervivencia de las crías estaría en riesgo.

Que la estructura del amor esté asociada a su origen reproductivo no obsta para que se repita de la misma manera entre personas de cualquier edad, sea fértil o no; se da igualmente con independencia de la voluntad de procrear y de la opción sexual de ambos miembros de la pareja.

El amor puede comenzar en cualquiera de esas fases. Cada una está gobernada por redes cerebrales diferentes, con químicas distintas que generan comportamientos variados (conductas, esperanzas, sueños…), pero todos con un mismo fin: la consumación sexual imprescindible para la supervivencia de la especie.

Los tres ingredientes de la receta del amor
En paralelo a esta clasificación de las fases basada en criterios biológicos, la mayoría de los estudios actuales sobre la psicología de este sentimiento se basan en la teoría triangular del amor, elaborada por el psicólogo Robert Sternberg. Según este profesor de la Universidad de Yale, el amor de pareja se compone de tres elementos:

— La intimidad, que comprende los sentimientos de conexión, vínculo afectivo y, especialmente, la autorrevelación, que en psicología significa revelar al otro aspectos íntimos de uno mismo.

— La pasión, que supone el deseo intenso de unión sexual o romántica con el otro.

— El compromiso, que supone la decisión de amar a otra persona y la promesa de mantener vivo ese sentimiento.

De la combinación de estos tres pilares surgen diferentes tipos de amor. Será más sólido el que contenga los tres y menos los amores basados en uno. El encaprichamiento sería el más básico y frágil, eso que llamamos “amor a primera vista”, que surge de la pasión sin intimidad ni compromiso. En el “amor romántico” existe una unión sentimental y pasional, pero carece de compromiso: es el típico amor de verano.

La relación ideal es el amor consumado, el único que contiene los tres elementos.
Es la relación perseguida por todos, pero la más difícil de conseguir y, sobre todo, de mantener en el tiempo: es casi imposible si no hay un compromiso de los miembros de la pareja para mantener los tres engranajes bien engrasados. Conservar la admiración mutua, manifestar el afecto con frecuencia, preservar el respeto, cuidar la propia imagen, mantener espacios propios, cultivar afinidades y aceptar al otro como es son algunas de las claves para que la relación amorosa sea satisfactoria y duradera.

La pasión amorosa de la primera teoría es el tiempo fisiológico que corresponde al amor romántico de la segunda: es el momento tórrido de la relación, cuando la sexualidad está más presente. Es eso que llaman enamoramiento. Este estado es transitorio: según los expertos, dura aproximadamente un año. Para Freud, si se prolongara durante muchos años, se trataría de un amor patológico.

El psicólogo especialista en relaciones amorosas Walter Riso asegura que “el enamoramiento parece rayar en la patología y, en ocasiones, no es otra cosa que una obsesión exacerbada”. En su libro Guía práctica para superar la dependencia emocional: 13 pasos para amar con independencia y libertad (Phrònesis) numera las actitudes más frecuentes en el enamoramiento:

-Idealización del otro. 
-Exclusividad (solo te apetece sexualmente tu pareja). 
-Apego (pensar que nada tiene sentido sin el otro). 
-Ilusión de permanencia (creer que ese amor es único). 
-Pensamientos obsesivos (la mente estará al servicio de la otra persona). 
-Sentido de fusión (sensación de ser almas gemelas). 
-Riesgos irracionales (la conducta se hace compulsiva).

Esta locura, provocada por una tormenta hormonal que se retroalimenta, sería preocupante si no fuera un estado transitorio. En un año como máximo acabará. Con suerte, y con una dosis equilibrada de intimidad, compromiso y pasión, se transformará en el perseguido amor consumado.

https://elpais.com/elpais/2018/10/08/eps/1539005783_857877.html

https://youtu.be/bFgwNUP9Yos

jueves, 23 de agosto de 2018

Consejos para retomar una vieja amistad


Las antiguas amistades ocupan un espacio peculiar en nuestro círculo social. Quienes alguna vez fueron tus mejores amigos o amigas probablemente conocen algunos de los detalles más íntimos de tu vida —el nombre de tu primera mascota, qué vestido llevaste al baile de graduación, quién te rompió el corazón en el primer año de la universidad—, pero quizá no tengan idea sobre las esperanzas, sueños y temores que tienes hoy.

Cuando esas amistades se distancian o se vuelven menos cercanas, en particular las construidas a lo largo de años o décadas, un vínculo único se pierde. Pasar de ser conocidos a amistades casuales normalmente sucede después de unas cincuenta horas de actividades compartidas y charlas cotidianas, mientras que pueden transcurrir más de doscientas horas antes de que alguien se convierta en nuestra amistad más cercana, de acuerdo con un informe publicado en Journal of Social and Personal Relationships.

Sin embargo, la gente que busca recuperar una amistad cercana después de haber estado separadas por algún tiempo no se ajusta muy bien a este marco. Puede ser confuso sentir que estás de nuevo en el punto de partida con una persona con la que ya tienes una historia compartida.

Los estudios muestran que una amistad de calidad proporciona muchos beneficios a la salud, como una incidencia menor de enfermedades crónicas, niveles más altos de felicidad y tasas de mortalidad más bajas. Las redes de apoyo social sólidas también pueden ser un amortiguador para el estrés, la depresión y la ansiedad, de acuerdo con los investigadores. Así que tiene sentido querer retomar una vieja amistad para encontrar apoyo emocional en el futuro.

Sin embargo, debido a que la mayoría de las personas están a solo un mensaje de texto, correo electrónico o llamada telefónica de distancia, no siempre es claro cómo acercarte a ellas y, honestamente, si siquiera conviene hacerlo. Estas son algunas formas de recobrar la cercanía una vez que la amistad se ha enfriado.

Haz una evaluación
En primer lugar, pregúntate si en verdad esta es una amistad que valga la pena resucitar. Al igual que sucede con los jeans de cintura baja o un corte de cabello estrafalario, la gente también puede dejar atrás a las amistades.

La psicóloga certificada Joy Harden Bradford dijo que las personas deben tomar en cuenta los cambios ocurridos durante el distanciamiento. “Si tenías una mejor amiga en la preparatoria y ahora tienes 30 años, ya ha pasado mucho tiempo desde que dejaste esa amistad”, mencionó. “Realmente ya no conoces a esa persona”.

Miriam Kirmayer, terapeuta e investigadora sobre la amistad, recomienda reflexionar sobre por qué terminó la amistad: ¿se debió a una hiriente traición, a un lento proceso de alejamiento o a algo completamente distinto? Esto te ayudará a discernir qué tan receptiva pueda estar esa persona a tus esfuerzos de acercamiento.

“El grado en que hayan podido permanecer en contacto o qué tan al día estén respecto de la vida de cada una muy probablemente determinará cómo le harán para revivir su relación”, señaló.

También sugirió identificar las variables que, en su caso, hayan cambiado desde su separación. Quizá te encuentres en un momento más estable de tu vida y confíes en que puedes ser alguien más atento esta vez. Pensar en las razones por las que se alejaron y cómo podría ser diferente la relación puede ayudarte a tomar los pasos necesarios para reconstruir una amistad más cercana y duradera, dijo Kirmayer.

Cuidado con las expectativas
Los cambios importantes en la vida —problemas médicos, mudanzas, tener hijos, casarse, divorciarse— pueden afectar la vida de una amistad de maneras que quizá no puedas predecir.

“No deberías portarte como si pudieras confiar en esta persona ni suponer que sabes algo sobre ella porque, en realidad, de alguna manera estás por primera vez frente a un extraño a quien estás conociendo (de nuevo)”, dijo Harden Bradford. Es más sabio mantener la guardia, por lo menos al principio. No le cuentes asuntos delicados al inicio. Revelar detalles sobre relaciones íntimas y finanzas puede abrumar a tu amistad emergente.

Ten un objetivo
Kayleen Schaefer, autora de un libro sobre las relaciones actuales entre mujeres (Text me When You Get Home: The Evolution and Triumph of Modern Female Friendship [Avisa cuando llegues a casa: La evolución y los triunfos de las amistades femeninas modernas]), sugiere ser directa respecto de por qué estás buscando a esta persona después de tanto tiempo. Si la extrañas, dilo abiertamente.

Dijo que se requiere valentía y que es algo arriesgado; comparó restablecer la conexión con iniciar un proceso de cortejo: “Tienes que mostrar el mejor lado de ti mismo, que probablemente sea el más directo y sincero”.

Si resulta que están pasando por una experiencia o etapa de vida similar, comunícate y pídele intercambiar historias o consejos. Este tipo de conversaciones con un objetivo permitirán que haya una conexión genuina sin que la intención parezca intrusiva o chismosa, dijo Kirmayer.

“También te da la oportunidad de reavivar tu relación de manera más orgánica”, mencionó. “Es decir, sin tener que hablar directamente de por qué se terminó su amistad”. Este enfoque ayudará a comenzar su renovada amistad con el pie derecho.

Tantea el terreno
Igual que una persona no pediría matrimonio en una primera cita ni solicitaría vacaciones en los primeros diez minutos de una entrevista de trabajo, puede ser contraproducente precipitarse. En lugar de hacer una entrada triunfal después de años de silencio, acércate con gestos de bajo riesgo.

Kirmayer sugiere ponerse en contacto y felicitar a la persona por algún logro o acontecimiento importante, o bien pedir una recomendación que sabes que brindará con gusto. Por ejemplo: “Escuché que hace poco fuiste a París. ¿Alguna sugerencia de un lugar fabuloso para comer?”.

“Este tipo de interacciones o conversaciones breves te ayudará a calibrar qué tan receptiva está la otra persona y preparará el escenario para charlas más personales o significativas”, dijo. Sugirió también que, si no has visto a esta persona en mucho tiempo, sería provechoso invitarla a una cena grupal o una pequeña fiesta. Si las cosas van bien, quizá puedas sugerir reunirse para salir a solas la próxima vez.

Ve lento
Es comprensible que quieras avanzar con rapidez ya que hayas establecido el primer contacto, pero la socióloga Jan Yager recomienda tomarse tiempo para entrar de nuevo a la vida de esa amistad distanciada.

“Revisa si tu relación tiene una base firme antes de presentar a tus hijos o tu pareja”, dijo la profesora adjunta en el Departamento de Sociología del John Jay College of Criminal Justice y autora de When Friendship Hurts: How to Deal with Friends Who Betray, Abandon, or Wound You (Cuando una amistad duele: Cómo lidiar con amigos que te traicionan, abandonan o hieren). Yager añadió: “Si metes de nuevo a esta persona en tu vida, asegúrate de que ambas mantendrán la amistad esta vez antes de involucrar a tu familia o tu red completa de amistades”.

Si apuras el proceso de reintegración, te arriesgas a terminar decepcionado si el acercamiento no florece como lo habías anticipado.

Toma en cuenta los posibles desenlaces
Yager, doctora en sociología, acepta que en la mayoría de las instancias de una amistad reavivada, el vínculo puede no ser tan íntimo como antes de la ruptura. Sin embargo, ha observado casos en los que la amistad se intensifica tras la reconciliación.

Aunque no sucede muy a menudo, en esos casos valió la pena el tiempo y el esfuerzo para ponerse en contacto.

“Se necesitan dos para comenzar y mantener una amistad, pero solo una para darle fin”, dijo Yager. “Así que ambas deben compartir el objetivo de que su amistad renovada continúe”.

También es posible que, a pesar de tus esfuerzos, esa persona no esté dispuesta o no sea capaz de restablecer la conexión por múltiples razones que pueden ser personales (sentimientos heridos no resueltos), prácticas (no está disponible para nutrir una amistad) o algo totalmente distinto, dijo Kirmayer.

Sin importar el resultado, la terapeuta recomienda practicar la autocompasión si las cosas no se dan como las planeaste, lo que puede ayudar a minimizar el dolor y la pena.

https://www.nytimes.com/es/2018/08/01/revivir-antiguas-amistades/?&moduleDetail=section-news-3&action=click&contentCollection=Cultura&region=Footer&module=MoreInSection&version=WhatsNext&contentID=WhatsNext&pgtype=a