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sábado, 6 de agosto de 2016

LA CRISIS QUE CAMBIÓ ALEMANIA | Y 3. EL IMPACTO EN LA ESCUELA. Primero el idioma, luego todo lo demás.

Tras recibir a unos 250.000 refugiados, el sistema educativo alemán se enfrenta al reto de socializar a alumnos con grandes diferencias culturales y a menudo traumatizados por la guerra.

Son las 11.45 y en el instituto Allee de Hamburgo el recreo está a punto de acabar. En medio de la marabunta de alumnos correteando por los pasillos, 13 preadolescentes vuelven a la clase de señora Vogel. Entre todos suman siete nacionalidades y más del doble de idiomas. La tarea hoy consiste en reescribir una redacción buscando fórmulas más acordes con la rígida estructura del alemán. Nargues, una afgana de 13 años que lleva solo dos meses en este centro, se ofrece a leer su ejercicio. “Muy bien. Lo has hecho estupendo”, le felicita la profesora. La tímida niña parece esconderse bajo su pañuelo islámico.

Hace un año, esta clase no existía. Este instituto de un barrio de clase media estaba acostumbrado a la diversidad tras décadas de flujos migratorios. Pero nada parecido a esto. Ante la emergencia por la llegada masiva de refugiados, los responsables del centro se ofrecieron el año pasado a crear una clase de acogida. “Todos estábamos muy emocionados. Los alumnos también querían participar. Pero la euforia inicial ha desaparecido”, explica su director, Ulf Nebe. Quizás la emoción de los primeros días ha dado paso a una actitud más pragmática: con voluntad de seguir adelante, pero al mismo tiempo consciente de las inmensas dificultades.

Una niña de 14 años que no puede parar de llorar en todo el día porque echa de menos a su familia. Llegó sola desde Afganistán haciendo gran parte de la ruta a pie. Otra que fue atropellada por los talibanes. Jóvenes traumatizados por experiencias que muchas veces no cuentan. “Vemos casos que antes no nos podíamos ni imaginar”, dice Susana Pérez Caballero, una profesora española que no puede contener la emoción al contar los avances que detecta. Como el de la niña que le acaba de dar un dibujo en el que ha escrito: “Me gusta jugar, cantar, pintar y escribir. Aquí se está bien”.

El choque ha afectado a todo el país. No hay datos exactos, pero se estima que el sistema educativo alemán ha absorbido en el último año a unos 250.000 escolares. Cada Estado federado se organiza como quiere, pero el primer objetivo es igual en todos: que los niños y adolescentes aprendan alemán cuanto antes. Hamburgo ha optado por un periodo de integración de un año con clases solo para los recién llegados en las que se atiendan sus necesidades específicas. Otros länder prefieren mezclarlos cuando antes con los alumnos locales.

“Creo que nuestro sistema funciona bien. Es bueno que al principio estén más protegidos. Desarrollan una solidaridad entre ellos, porque todos están pasando por lo mismo y saben cómo se sienten”, explica Pérez Caballero. En estas clases no solo aprenden alemán, sino cómo sacarse el carné de la biblioteca o el abono transporte. Cosas básicas que muchos nunca habían hecho antes. El experto de la OCDE Andreas Schleicher no está tan convencido de la bondad de estas clases de integración. “Si los alumnos aprenden muy pronto matemáticas o historia, también aprenden alemán mucho más rápido”, dijo en una conferencia hace unos meses.

El desafío es mayúsculo. Las autoridades educativas calcularon hace unos meses que necesitarían 20.000 nuevos profesores. Los sindicatos elevaron la cifra a 24.000. Solo en Hamburgo se han contratado a 600. “El problema no era tanto de dinero como de capacidades. De repente nos veíamos obligados a buscar espacios donde improvisar clases. En el momento álgido de la crisis, nos llamaban de un refugio para decirnos que de un día para otro habían tenido que usar el aula para meter más camas. Y teníamos que buscar una solución urgente”, explica Peter Albrecht, asesor del ministro de Educación de Hamburgo.

Jubilados de vuelta al cole
Ante la magnitud de lo que estaba pasando, algunos profesores jubilados han abandonado su plácido retiro. Klaus-Peter Göke-Hillmann es uno de ellos. A punto de cumplir los 70 años, acude a la cita con su bicicleta y una envidiable vitalidad. A él ni se le había pasado por la cabeza volver a la docencia. Tiene una buena pensión y muchos planes al margen de la escuela. Pero el año pasado, al ver en el telediario las riadas humanas llegando a Alemania, pensó que debía echar una mano.

“Ha sido más duro de lo que pensaba”, reconoce nada más comenzar la conversación. Viene contento. El curso ya está terminando y los alumnos han editado un catálogo en el que se presentan a sí mismos. “En Siria hay escuelas con libros muy buenos. Pero pese a que está prohibido, los profesores pegan a los alumnos. Por ejemplo, con palos en la mano”, escribe el estudiante Ahmad.

El profesor Göke-Hillmann ha disfrutado del reto empezar de cero. Él enseña matemáticas en un centro de primera acogida; y tenía que improvisar material escolar tanto para los que ya eran buenos estudiantes en sus países como para los que no sabían ni escribir los números. Las diferencias culturales también generan más de un roce. Como cuando los familiares de una niña siria no le permitían ir a clase de natación. O el que se negaba a dar la mano a una profesora por ser mujer. “Lo llevé a la ventana y le dije: mira, esto es Alemania. Aquí da igual que tú seas un hombre y ella una mujer. Lo importante es que tú eres un alumno y ella tu profesora”.

La jornada ha terminado ya en el instituto Allee. Los alumnos arrastran sus mochilas de vuelta a casa. Nargues, la afgana que había leído su redacción en clase, camina junto a sus compañeros. Por una parte van los alumnos de las clases convencionales; y por otra los nuevos. Por ahora no se juntan. Quizás lo hagan el próximo año, cuando el curso de integración haya acabado, y Nargues esté rodeada de compañeros alemanes.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/22/actualidad/1469186750_878213.html

domingo, 29 de mayo de 2016

“La campaña contra el ISIS causará otros tres millones de desplazados en Irak” La 'número dos' de la misión de la ONU en Irak, Lise Grande, estima que la ofensiva iraquí para liberar Faluya es un ensayo para la de Mosul.

Que el Estado Islámico (ISIS) está perdiendo la batalla en Irak es algo que poco a poco comienza a quedar claro. Lo que está en el juego ahora es si las fuerzas iraquíes y sus aliados internacionales serán capaces de acabar con la presencia de la organización yihadista en Faluya y Mosul sin repetir errores del pasado o generar futuros problemas de mayor envergadura. Lise Grande, número dos de la Misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) y coordinadora de asuntos humanitarios, advierte de que el apoyo humanitario de la comunidad internacional será clave en los próximos meses para evitar que los millones de desplazados que generarán estas operaciones militares se sientan marginados o se vean obligados a refugiarse en Europa.

“Faluya es un ensayo. Si funciona bien, se acelerará la campaña para recuperar Mosul (el bastión del ISIS en Irak)”, explica Grande en una entrevista con EL PAÍS en el marco de la Cumbre Humanitaria Mundial que se celebra este lunes y martes en Estambul. La toma de Mosul, la principal ciudad del norte del país y desde donde el ISIS proclamó su califato en 2014, revierte especial importancia ya que su captura significaría prácticamente el fin de la organización de Abubaker al Bagdadi en Irak; pero la ofensiva para liberarla se ha retrasado en varias ocasiones porque los diversos grupos que pretenden participar en ella (Fuerzas Armadas, milicias chiíes, combatientes suníes, facciones kurdas) no se ponen de acuerdo.

Sin embargo, la representante de la ONU da fe de que la estrategia del Ejército iraquí ha cambiado desde la toma de Ramadi el pasado diciembre, que prácticamente hubo de dejar en ruinas para liberar del ISIS, y asegura que se han puesto en práctica medidas para superar las suspicacias entre las Fuerzas Armadas iraquíes, predominantemente chiíes y habitualmente apoyadas por milicias con un claro perfil radical, y la población local de las regiones aún ocupadas por el ISIS, eminentemente suní. Entre ellas, evacuar a la población civil antes de atacar y tratar de garantizar un rápido retorno a sus hogares tras la liberación, para evitar que se conviertan en desplazados. “El Ejército está cambiando la forma en cómo actúa. Hay menos destrucción y busca minimizar el impacto en los civiles”, subraya Grande.

Pero, por muchas medidas de protección que se tomen, habrá refugiados. Y no serán pocos. “Antes de la aparición del ISIS, había un millón de desplazados en Irak, producto de la violencia sectaria entre 2006 y 2008. Pero desde que el ISIS entró en escena, la situación ha empeorado de forma dramática. Actualmente hay 3,4 millones de iraquíes desplazados por la fuerza. Gente que lo ha perdido todo”, explica Grande: “Y nuestra estimación es que, a medida que la campaña para acabar con el ISIS se intensifique, en torno a tres millones de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares en los próximos meses”.

Es decir, este mismo año, Irak podría ver prácticamente doblado el número de personas que necesitarán asistencia, cobijo, comida, agua, mantas y medicamentos para sobrevivir. Precisamente en un momento en que ni el Ejecutivo iraquí, ni el Gobierno regional kurdo pueden hacer frente a tamaños gastos. “Los ingresos de Bagdad han caído un 40 % en un año debido a que el precio del petróleo se ha desplomado. Es catastrófico”, lamenta Grande. Y por el momento la ONU solo ha logrado recaudar el 26 % de los 861 millones de dólares que estima serán necesarios para atender esta crisis humanitaria durante 2016. “Ni el Gobierno iraquí ni el kurdo pueden hacer esto por sí solos. Y en el fondo, están luchando contra el ISIS en nuestro nombre. Y están contra la pared. Se merecen nuestra solidaridad”, subraya la representante de UNAMI.

Además, advierte Grande, el 95 % de los desplazados iraquíes son suníes, un grupo religioso que ya de por sí se siente marginado por las autoridades chiíes de Bagdad, por lo que abandonarlos a su suerte solo podría tener consecuencias negativas. Una es que se vean obligados a emigrar fuera del país, principalmente hacia Europa, provocando una crisis de refugiados similar a la vivida en 2015 con los sirios. La otra es que se refugien en opciones radicales como el ISIS (no en vano la caída de Mosul en manos de los yihadistas tuvo mucho que ver con las injusticias sufridas por los suníes durante el gobierno de Nuri al Maliki). “Podría ocurrir que venciésemos al ISIS en la batalla por Mosul –sostiene Grande-, pero que terminemos por perder Irak por no ser capaces de dar la necesaria asistencia humanitaria a la población local”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/23/actualidad/1464025427_857290.html

jueves, 14 de abril de 2016

Según declaraciones del abogado Robert Kennedy júnior. “Transferencia de gas”, es la verdadera raíz del conflicto armado en Siria.

La raíz del conflicto armado en Siria en gran parte se debió a la negativa del presidente sirio, Bashar al-Asad, a permitir que por su país pasase un gasoducto desde Catar hacia Europa.

La decisión de EE.UU. de organizar una campaña contra Bashar al-Asad no comenzó con las protestas civiles pacíficas en 2011, sino en 2009, cuando Catar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía", anunció el martes el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy.

Este proyecto habría garantizado que los países árabes del Golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y habrían fortalecido a Catar, estrecho aliado de Washington en la región, explicó Kennedy júnior.

El presidente sirio, Bashar al-Asad, rechazó el proyecto al entender que perjudicaba los intereses gasíferos de su aliado ruso, el mayor proveedor de gas natural al viejo continente. Apenas un año después, Al-Asad comenzó a negociar con Irán la construcción de un gasoducto alternativo que llevaría el gas desde Irán a El Líbano y hubiese convertido al país persa en uno de los mayores proveedores de gas a Europa, detalló el abogado.

Inmediatamente después de la negativa al proyecto inicial, las agencias de Inteligencia de EE.UU., Catar, Arabia Saudí y el régimen de Israel comenzaron a financiar a la llamada oposición siria y a preparar una revuelta para derrocar al Gobierno sirio, subrayó Kennedy, que citó datos de diversos informes secretos a los que ha tenido acceso.

En este sentido, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) transfirió seis millones de dólares a la cadena de televisión británica Barada para que elaborara reportajes en favor del derrocamiento del mandatario sirio, añadió.

La CIA ha utilizado a los integrantes extremistas como los del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) para proteger los intereses de EE.UU. en materia de hidrocarburos e instrumentalizar a las fuerzas radicales para disminuir la influencia de la (antigua) Unión Soviética en la zona, concluyó el abogado Robert Kennedy júnior.

Mientras tanto, EE.UU. sigue sus apoyos financieros, logísticos y armamentísticos a los grupos de la oposición armada, que no han conseguido derrocar al Gobierno de Siria pese a cinco años de guerra.

Estados Unidos, incluso, trata de conseguir el levantamiento de sanciones que impiden el envío de armas antiaéreas al territorio sirio en un intento por fortalecer el frente de los grupos armados que luchan contra el Ejército sirio.
Hispantv
Fuente original:
http://hispantv.com/newsdetail/siria/216231/siria-crisis-transferencia-gas-catar-eeuu-isis

viernes, 5 de febrero de 2016

Los miserables somos nosotros

(Previamente los bombardeamos terriblemente, destruimos sus casas, ciudades, sus centrales eléctrica, depuradoras de agua, distribuidoras de gas, los mercados, los hospitales, etc,...)
 -A continuación, cuando se ven forzados a huir del infierno en que hemos convertidos a sus países-
Los dejamos ahogarse en el mar o morir extenuados en interminables marchas. A los que sobreviven los dejamos caer en manos de mafias que se lucran a costa de su desgracia, literalmente les ponemos zancadillas en su carrera hacia la libertad, les imponemos cupos o los retenemos en las fronteras y les lanzamos comida al aire. A los que acceden a un país, les confiscamos sus bienes o los criminalizamos tachándoles de terroristas. A los que permanecen en sus casas asoladas, los dejamos morir de inanición. ¿Hace falta que siga? Pues parece que sí, porque, y me incluyo, seguimos igual. No nos conmovemos ante nada, no nos movemos ni ponemos el grito en el cielo. Estamos alcanzando cotas de deshumanización ciertamente preocupantes. La vileza ha sepultado toda sensibilidad y capacidad de empatía. Eso sí, maldigamos nuestra existencia cuando en nuestra burbuja de comodidad no nos funcione la conexión wifi o nos quedemos una mañana sin poder ducharnos por la dichosa caldera.—  Barcelona 

lunes, 21 de septiembre de 2015

La política sucia detrás del conflicto sirio

En los últimos meses la situación en el Mediterráneo ha servido como un dramático recordatorio de lo que los líderes de Europa han intentado dificultosamente olvidar. La crisis de Siria ha llegado a Europa. Aunque se ha hablado mucho de números y porcentajes de refugiados que cada país puede o no aceptar, no nos olvidemos de que detrás de esos números y las escenas de engañosa emoción de los políticos, se esconde el lado feo de la política mundial.

Los planes para derrocar a los regímenes "molestos" del Medio Oriente comenzaron en el momento en que los halcones de la guerra de Washington y sus aliados europeos prepararon la primera guerra de Irak.

En un discurso de 2007, el general estadounidense Wesley Clark relató una conversación que tuvo en 1991 con el entonces subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz. Durante esa charla, el secretario general dijo que el Pentágono ya había elaborado planes para lograr el cambio de regímenes en Irak, Siria e Irán. "...Tenemos unos 5 o 10 años para limpiar los antiguos regímenes soviéticos -Siria, Irán, Iraq- antes de que la próxima gran superpotencia esté en condiciones de desafiarnos".

El general Clark llegó a revelar que seis semanas después del ataque a las torres gemelas en 2001, un funcionario del Departamento de Defensa le dijo que el Pentágono había emitido un documento clasificado que describe la estrategia de los EE.UU. para derrocar a los regímenes de los siete países en los próximos cinco años. El comienzo se hizo con Irak, seguido por Siria y el Líbano, a continuación, Libia, Somalia, Sudán y, por último, Irán.

Esas afirmaciones fueron confirmadas por el exministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, cuando dijo en el canal de televisión FrenchTV que Gran Bretaña estaba entrenando y apoyando a rebeldes sirios, al menos dos años antes de la revuelta con el objetivo de derrocar a Assad del poder.

El dinero que alimenta la guerra
Entre 2006 y 2010, los EE.UU. gastaron 12 millones de dólares para apoyar e instigar manifestaciones y propaganda contra el Gobierno sirio. WikiLeaks lanzó más de 7.000 cables diplomáticos secretos que documentan la financiación. Los cables revelaron que hasta 6,3 millones de dólares se canalizaron al Movimiento por la Justicia y el Desarrollo, una organización siria disidente con sede en Londres. El Movimiento operaba el canal satelital Barada, que difundió la propaganda antigubernamental en Siria y jugó un papel importante en las protestas contra Assad de los años 2010-2011.

Los 6 millones restantes los gastó EE.UU. para de apoyar a los rebeldes y los activistas y educar a los periodistas en las formas de manipulación de las noticias sobre la crisis siria de una manera que beneficiase a los rebeldes. En abril de 2011, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, admitió que los documentos de WikiLeaks eran auténticos y afirmó que EE.UU. apoyó varios "movimientos civiles en Siria" con "el objetivo de fortalecer la libertad de expresión".

En 2012 el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, junto con el Reino Unido, impulsó un relajamiento en el embargo de armas de la UE a Siria para permitir que "las armas defensivas lleguen a los combatientes de la oposición". Francia fue la primera potencia europea que reconoció a la Coalición Nacional de Oposición Siria y a las Fuerzas Revolucionarias, una coalición de varios grupos rebeldes formada en Doha que, según el presidente francés, François Hollande, era la "única representante del pueblo sirio". La coalición también fue reconocida por la vecina Turquía y la Liga Árabe como "representante legítimo de las aspiraciones del pueblo sirio".

En diciembre de 2012, en una reunión celebrada en Marrakech, Estados Unidos apoyó a la Coalición Nacional como Gobierno de transición de Siria. Por ese tiempo más de 100 países, incluida la Unión Europea, habían reconocido a la oposición siria, a pesar de los temores de que podría estar vinculada a grupos relacionados con Al Qaeda. De acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, se dieron a conocer en la reunión "importantes" contribuciones financieras: Arabia Saudí ofreció 100 millones de dólares, los EE.UU. se comprometieron a dar 14 millones más en ayuda médica y Alemania ofreció 29 millones.

Dos años más tarde, en 2014, el presidente francés Hollande dijo cínicamente a los medios franceses que Francia estaba armando y entrenando a los rebeldes sirios, por un período indeterminado de tiempo, porque "son los únicos participantes del proceso democrático". En una entrevista al diario francés Le Monde, admitió que Francia no puede "hacerlo sola" y que había "un buen entendimiento con Europa y los estadounidenses".

Por cierto, había tal entendimiento.

La conexión libia
Ya en septiembre de 2012 el consulado estadounidense en Bengasi y una base de la CIA que se encuentra a una milla del consulado, fueron atacados por las milicias locales. Los ataques causaron la muerte de cuatro personas, entre ellas el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens.

El presidente Obama y Hillary Clinton fueron fuertemente criticados por la falta de seguridad en el consulado y por el retraso de la respuesta.

Pero la narrativa oficial no abordó algunas cuestiones claves: ¿por qué la base de la CIA fue atacada y cuál fue el papel exacto del consulado en una zona parcialmente controlada por la milicia local?

Oficialmente, el papel del consulado era establecer un centro cultural y una biblioteca en Bengasi. Pero los informes de prensa indican que el consulado cumplía una función mucho más oscura.

Poco después de que comenzase la guerra para derrocar a Muammar Gadafi en Libia, en febrero de 2011, la CIA estableció una base para sus operaciones de espionaje en Bengasi. La base de la CIA era conocida como el Anexo y, según el Wall Street Journal, el único objetivo del consulado era "dar cobertura diplomática al Anexo".

El Sunday Times de Londres informó de que los Estados Unidos habían estado comprando en secreto las armas almacenadas de Gadafi, incluyendo misiles antiaéreos SA-7, misiles antitanques, granadas propulsadas por cohetes y proyectiles de mortero. Algunas de estas armas se canalizaron hacia los rebeldes a través de una conexión con los países de Oriente Medio que ya estaban apoyando a diversos grupos de la oposición en Siria.

El periodista de investigación Seymour Hersh, ganador del Premio Pulitzer, ha revelado también que el presidente Obama y el primer ministro turco, Erdogan, habían llegado a un acuerdo secreto a principios de 2012. El acuerdo fue que la CIA y el MI6 británico se comprometerían a trasladar las armas pesadas de Gadafi fuera de Libia y las utilizarían para abastecer al Ejército Libre de Siria; Turquía, Arabia Saudí y Catar proporcionarían los fondos para esta operación que estaba bajo los auspicios de una entidad australiana.

Es muy probable que la mayoría de esas armas terminaran en manos del frente de Al-Nusra, un grupo extremista vinculado a Al Qaeda en Siria. Cuando los EE.UU. y sus aliados europeos y de Oriente Medio estaban canalizando armas pesadas a los rebeldes en Siria, hasta un 9% de los combatientes totales del Ejército Libre de Siria pertenecía al Frente Al-Nusra. En 2012, el Washington Post informó de que el grupo yihadista estaba creciendo rápidamente, "en parte porque ha sido el brazo más agresivo y exitoso de la fuerza rebelde".

De hecho, en 2013, prácticamente todas las áreas controladas por los rebeldes en Siria, serían dirigidas por los yihadistas.

La masacre de Ghouta
En agosto de 2013, un humo amarillo se levantó sobre el suburbio de Ghouta, cerca de Damasco, controlado por los rebeldes. Unas horas más tarde yacían en las calles los cuerpos sin vida de 1.000 personas, entre ellas 300 niños. Fue uno de los peores ataques con gas sarín de la historia de la guerra civil siria.

El presidente Obama acusó al régimen sirio de, supuestamente, cruzar la "línea roja" que él había establecido en 2012 sobre el uso de armas químicas y anunció la intervención militar en Siria.

Sin embargo, dos días antes del ataque previsto, Obama dijo que buscaría la aprobación del Congreso para la intervención.

Entonces, ¿qué ha hecho al presidente de Estados Unidos cambiar de opinión?

Seymour Hersh presenta una narración alternativa de los acontecimientos: La inteligencia de Estados Unidos temía que Turquía estuviera suministrando gas sarín a los rebeldes meses antes del ataque. Esta información nunca se hizo pública.

Hersh escribe que "la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos emitió un documento altamente clasificado de cinco páginas sobre los "temas de conversación" de la reunión informativa el 19 de junio, cuando se declaró que el grupo rebelde sirio Al-Nusra, mantenía una célula de producción de gas sarín". Según el documento "Turquía y los facilitadores químicos con sede en Arabia estaban tratando de obtener precursores de sarín a granel, decenas de kilogramos, probablemente para el esfuerzo de producción a gran escala prevista en Siria".

Según la denuncia de Hersh, en 2012 los servicios de inteligencia estadounidenses creían que los rebeldes perderían la guerra. Esto llevó a la agencia de inteligencia nacional de Turquía y a la Gendarmería, el brazo de aplicación de la ley paramilitar del país, a trabajar con el Frente Al-Nusra en Siria con el fin de ayudarle a construir su desarrollo químico. Supuestamente Erdogan esperaba que el uso de armas químicas contra los civiles sirios provocara una respuesta militar de Estados Unidos contra Asad.

El informe de Hersh desató la polémica y el New Yorker y The Washington Post se negaron a publicarlo.

Transcurrirán años hasta que los juegos políticos y militares que rodean el conflicto sirio salgan a la luz.

Mientras tanto, cuatro millones de sirios se ven obligados a escapar del conflicto y más de 250.000 personas han tratado de llegar a Europa en agosto de 2015. Los países occidentales están dispuestos a concederles asilo, pero no están dispuestos a detener las acciones que alimentan la guerra.

Parece que los cuerpos de los niños sirios ahogados sorprendieron a muchas conciencias, pero no cambiaron ninguna política.

Fragkiska Megaloudi es una periodista griega especializada en la presentación de informes de derechos humanos. Su último libro sobre Corea del Norte se publicará este otoño.

Fuente: http://www.counterpunch.org/2015/09/17/the-dirty-politics-behind-the-syrian-conflict/

Counter Punch

martes, 8 de septiembre de 2015

Responsabilizan a EE.UU. y la UE por crisis de refugiados

El canciller de Eslovaquia expresó que con el apoyo al conflicto armado en Siria, el bloque comunitario está creando las bases para la afluencia de refugiados.

El ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia, Miroslav Lajcak, responsabilizó a la Unión Europea (UE) por las muertes de refugiados que intentan entrar al llamado viejo continente desde sus países golpeados por conflictos armados y crisis humanitarias.

Tras una reunión del Gobierno de su país para abordar formas de resolver la peor crisis de refugiados y migrantes que enfrenta la región desde la Segunda Guerra Mundial, el canciller sostuvo que la UE no pensó en las posibles consecuencias de apoyar la guerra civil en Siria.

Ayudando a los rebeldes sirios los países europeos están creando con sus propias manos las bases para la afluencia de refugiados, aseguró Lajcak, quien recordó que el bloque comunitario participa activamente en los acontecimientos en la nación árabe.

De acuerdo con el titular de Exteriores, hay países que suministran armas y entrenan a los grupos armados que quieren derrocar al Gobierno de Bashar al Assad. "En cierto modo, contribuimos a la guerra civil en Siria, por culpa de la cual los inmigrantes buscan irse a Europa".

Occidente convierte el Mediterráneo en un cementerio
Para el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan Occidente ha tenido falta de sensibilidad en el tema de los refugiados y a convertido el mar Mediterráneo en "un cementerio de migrantes".

Luego de que se difundiera en medios de prensa de todo el mundo la foto de un niño sirio ahogado en una costa turca, el jefe de Estado sostuvo que los países europeos que transformaron el Mediterráneo, cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo, en una fosa, comparten la responsabilidad de todos y cada uno de los refugiados muertos".

"No son sólo los migrantes los que se ahogan en el Mediterráneo, sino también nuestra humanidad", expresó Erdogan en la apertura de una reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países del G-20 en Ankara.

Este viernes el presidente ruso, Vladímir Putin se refirió a la crisis migratoria que azota a Europa, y responsabilizó a la administración estadounidense y a sus políticas en Oriente Medio.

“Europa sigue a ciegas esa política en el marco de sus compromisos de aliados y después carga con todo el peso”, sostuvo el titular del Kremlin durante el Foro Económico de Vladivostok.

EE.UU. también es culpable
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, también culpó a la administración de Estados Unidos (EE.UU.) y a sus políticas en Oriente Medio por la crisis de refugiados que enfrenta Europa.

Según el mandatario, Europa sigue a ciegas esa política en el marco de sus compromisos de aliados y después carga con todo el peso de sus consecuencias.

Durante el Foro Económico de Vladivostok, Putin refirió con perplejidad cómo algunos medios norteamericanos critican a Europa por lo que consideran una “excesiva crueldad hacia los inmigrantes”, cuando EE.UU. no cuenta con una política propia de recepción de refugiados provenientes desde países en guerra ubicados en Oriente Medio, África del norte y Asia central.

Mediterráneo, crisis migratoria

En contexto
En abril de este año, Turquía y Arabia Saudita anunciaron que mantenían conversaciones para crear una alianza militar e intervenir militarmente Siria con el objetivo de derrotar al Gobierno de Bashar al-Assad.

Asimismo, Estados Unidos actualmente lidera una coalición que realiza ataques aéreos contra Siria e Irak bajo el pretexto de combatir al autodenominado Estado Islámico.

Como consecuencia de la guerra, cerca de 50 por ciento de los sirios han tenido que abandonar sus hogares. A mediados de febrero pasado, el Centro Nacional de Antiterrorismo de Siria (NCTC), reveló que al menos unos 20 mil extranjeros procedentes de 90 países se unieron a las filas del EI, de los cuales unos 3 mil 400 provienen de países occidentales.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Responsabilizan-a-EE.UU.-y-la-UE-por-crisis-de-refugiados-20150904-0015.html

lunes, 29 de junio de 2015

La gigantesca fábrica de refugiados

La guerra es un acto monstruoso contra la humanidad en interés de los financieros de Wall Street
— Charles Schenck, 1919

 Irak afronta sin recursos una ola de refugiados que huyen del EI
El desamparo de tres millones de suníes, vistos con recelo por los chiíes del país, amenaza con dar alas a los yihadistas. - ÁNGELES ESPINOSA Bagdad

La cifra de desplazados alcanza el nivel máximo desde la II Guerra Mundial En 2014, los huidos de sus casas sumaban casi 60 millones de personas, según ACNUR
Récord de desplazados forzosos desde la Segunda Guerra Mundial. - Madrid 19 JUN 2015 -

Desde hace catorce años, cada 20 de junio el mundo celebra el Día Mundial de los Refugiados. Los gobernantes, los políticos y las celebridades compiten en sus discursos en el apoyo y prometen hacer todo lo posible para poner fin a los conflictos armados, la injusticia y a la violencia que día a día convierten a miles de personas en refugiados, desplazados internos o solicitantes de asilo.

Terminados los discursos, la situación no solamente no mejora sino se pone más trágica cada año. Mientras tanto el pueblo globalizado del planeta, inmerso en sus propios problemas individuales, queda impávido frente a los clamores de los que ya lo han perdido todo.

Actualmente estamos frente a una catástrofe de proporciones bíblicas. Resulta, según el informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) "Tendencias Globales: Mundo en Guerra 2014", que actualmente existen 59,5 millones de personas forzadas a abandonar sus lugares. Si a todos los desplazados del mundo los hubiéramos juntado en un territorio, formarían un país que sería el número 24 por la población en la lista de las Naciones Unidas detrás de Italia y adelantando a Sudáfrica. Ellos representan el 8 por ciento de los habitantes del planeta. Hace 14 años eran 37,5 millones de personas refugiadas. Entre 2013 y 2014 se ha producido el mayor incremento anual jamás registrado de 8,3 millones.

El informe del ACNUR aclara que de "estos 59,5 millones de personas, 13,9 millones fueron nuevos desplazados; 19,5 millones eran refugiados, 38,2 millones desplazados internos y 1,8 millones solicitantes de asilo. Más de la mitad de los refugiados son menores de edad". Resulta que la "permanente guerra preventiva", que inició Estados Unidos después de la caída de las Torres Gemelas en 2001, fue la causa principal de estos casi 60 millones de refugiados. Lo trágico que el 60 por ciento de los desplazados en 2014 fueron civiles de tan sólo cinco países: Irak, Siria, Sudán del Sur, la República Democrática de Congo y Nigeria.

La prensa globalizada siempre utiliza el terrorismo, la religión o conflictos étnicos para explicar las causas de las guerras. Sin embargo, detrás de un conflicto armado siempre se esconden otros intereses. La superiora del orden de los misioneros Combonianos en África, Carmina Ballesteros afirma que "no hay guerra donde el subsuelo carezca de riquezas". Inclusive existe un "mapa de guerra" trazado en subsuelo. Los 143 mil millones de barriles de petróleo fueron la causa principal de la intervención militar norteamericana y de sus aliados en Irak cuyas consecuencias se siguen agravando. Para este pretexto no solamente invadieron el país, sino crearon la guerra civil entre sunitas, shiitas y curdos, logrando balcanizar el país. Posteriormente, Washington creó el Estado Islámico (EI) para dividir a Irak aún más. A finales de 2014, la cifra total de desplazados internos en el país era de 3,6 millones. A la vez la cifra de los muertos iraquíes y en especial de hombres, mujeres inocentes y niños supera sin duda alguna un millón.

Antes del derrumbe de las Torres Gemelas el 9-11-2001 Washington ya tenía un plan para invadir a siete países que no estaban sometidos al control financiero, político y militar norteamericano en el Medio Oriente y en África y que además poseían o grandes recursos energéticos o eran de vital importancia para los intereses geoeconómicos de Norteamérica. Siria, junto con Irak, Libia, Somalia, Líbano, Sudán e Irán estaban en esta lista. Ellen Brown en su libro "Haciendo del Mundo un Lugar seguro para los banksters: Siria en la mira", explicó que EEUU necesita destruir el actual gobierno de Siria y colocar en el poder un títere islamista, lo que no solamente sometería este país a la hegemonía de los bancos norteamericanos sino le abriría el camino para preparar la conquista de Irán y empezar el acoso real de Rusia y China.

Debido a escalada de guerra en Siria, auspiciada por Estados Unidos e Israel y que comenzó en 2011, este país fue el que más generó los desplazados forzados: 3,8 millones de refugiados y 7,6 millones de desplazados internos. Pero esto no es todo. De acuerdo al Observatorio Sirio de los derechos Humanos (OSDH), "se ha contabilizado la muerte de 202.354 personas en Siria, 63.074 de los muertos son civiles, entre ellos 10.377 niños y hay miles de desaparecidos imposible de registrar como en otros países donde pisaron el suelo las botas de los soldados norteamericanos o de sus aliados o de sus muyahidines, talibanes, miembros de al-Qaeda, al-Nuzra y el de su nueva creación monstruosa: el Estado Islámico.

En África desde la formación del Mando África del Departamento de Estado de Estados Unidos (AFRICOM) en 2007, responsable de las operaciones militares de EEUU en 54 países africanos, el número de conflictos étnicos o religiosos se incrementó significativamente. Mientras en 2008 AFRICOM realizó 108 misiones en África Subsahariana, en 2014 su número se incrementó a 674, incluyendo la intervención en Libia. En esta parte de África el número de refugiados alcanzó 3,7 millones y 11,4 millones de desplazados internos de los cuales 4,5 millones eran nuevos desplazados en 2014.

Según el presidente de Sudán, Omar Hasan al Bashir, "la CIA y Mossad son responsables de la agudización de los conflictos étnicos" que han traído la muerte a más de 50.000 personas. Estados Unidos e Israel apoyaron el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (MLPS) en el sur del país en su lucha contra el gobierno de Sudán y financiaron la formación en 2011 del Estado 54 en África, Sudán del Sur.

Por supuesto el petróleo y el rechazo de Washington a la presencia de China en Sudán motivaron la guerra civil y la escisión del Sudán del Sur. El nuevo estado posee el 75 por ciento de reservas de petróleo que cuentan con 6,4 mil millones de barriles. China importó en 2014 de Sudán el 7 por ciento del petróleo que consume. El problema que actualmente tiene EEUU en Sudán consiste en que mientras los yacimientos del oro negro se encuentran en Sudán del Sur, las refinerías, los oleoductos y el puerto están ubicados en el norte de Sudán que está fuera del control norteamericano. A la vez el presidente de Sudán al-Bashir tiene excelentes relaciones con China. Entonces la respuesta norteamericana está orientada a generar una nueva escalada del conflicto interno. A nivel internacional el Departamento de Estado norteamericano logró convencer a la Corte Penal Internacional (Corte de Haya) que declare al presidente al-Bashir responsable del genocidio en el país y ordene su detención. Entonces habrá que esperar más sangre, muertos y nuevos refugiados en esta región.

En otro país africano, Nigeria hubo un incremento del 17 por ciento de refugiados en 2014 en comparación con el 2013, siendo la causa principal los recursos energéticos. Jacques Bergier y Bernard Tomas en su libro "La Guerra Secreta de Petróleo" escribieron que "una vez que las petroleras han obtenido informaciones sobre el lugar exacto donde se podría perforar con toda probabilidad de éxito, las corporaciones en sintonía con sus gobiernos pueden pasar a la acción: pueden provocar una modificación de fronteras como fue el caso de Monte Siinai y hasta hacer que surja un país enteramente nuevo. Sucedió en Sudán y en Nigeria, Biafra quiso independizarse en un baño de sangre con pretexto de una rivalidad étnica entre ibos y husos. Pero la verdadera razón fue el petróleo cuyas reservas alcanzan 36,8 mil millones de dólares. Estados Unidos planificó importar de Nigeria en 2020 cerca de 8 mil millones de barriles pero los chinos han sido más activos y efectivos han invertido cerca de 20 mil millones de dólares en Nigeria y crearon 200.000 puestos de trabajo. Lo mismo hicieron en Sudán y Angola. Todo esto constituye un motivo para Washington de promover nuevos conflictos internos, el terrorismo, ataques de drones, revoluciones de colores, caos y como resultado nuevos miles de desplazados.

Ya vemos sus consecuencias en Ucrania, donde según ACNUR el número de refugiados alcanzó ya 1,1 millones y el número de personas que solicitaron asilo, permisos de residencia y otras formas de estancia legal en países vecinos es de 674.300, incluyendo 542.800 en Rusia y 80.700 en Bielorrusia. Además más de 6.000 personas perdieron la vida en Ucrania y todo debido a la voluntad de los "iluminados" globalizadores norteamericanos de aislar a Rusia y expandir el poder financiero llamado globalizado pero en realidad dominado por Norteamérica y sus megabancos y megacorporaciones.

La tendencia del incremento de refugiados no variará en los próximos años debido al plan maquiavélico de los cuatro megabancos norteamericanos (Black Rock, StateStreet Corporation, Fidelity, Vanguard Group), manejados por unas 10 familias y que quieren someter el mundo a su control usando el poder bélico, diplomático, financiero y cultural norteamericano. No les importa el precio que ya están pagando los soldados norteamericanos que participaron en la guerra de Afganistán e Irak y en otros lugares del planeta. Los médicos, a base de la experiencia de los militares norteamericanos en Corea y Vietnam, consideran que las consecuencias físicas y psicológicas como estragos de guerra empiezan a manifestarse en el promedio de 8 años después del retiro.

Actualmente, según The New York Times (20 de junio 2015), la lista de espera para ser atendido en el Hospital Militar de Veterano es de 30 días y en total el número de citas médicas aumentó en 2,7 millones en comparación con el año pasado y 900.000 pacientes fueron persuadidos recibir el tratamiento fuera del hospital. En total la capacidad de atención médica aumentó a 7 millones de citas al año. Otras publicaciones hablan que de los 2 millones de soldados que hicieron rotación en Irak y Afganistán, unos 600.000 padecen el Desorden de Estress Post Traumático (PTSD) y la lista de espera para ser tratados es de 6 meses. Actualmente los que más tienen problemas psíquicos son los pilotos de drones que en los últimos tres años causaron la muerte a más de 6.000 personas inocentes en Irak, Afgnistán, Paquistán, Yemen, Somalia, Libia y Siria.

Los problemas de los refugiados, la muerte de los inocentes y la tragedia de los mismos victimarios no le interesa al pueblo norteamericano o europeo pues los medios de comunicación globalizados lograron convertir a la mayoría de los estadounidenses o europeos en zombis. Como dijo alguna vez el escritor británico Aldous Huxley (1894-1963), "la ignorancia es arma de la política y el placer es una forma de control".

Entonces la colectividad, que sería la única capaz de poner fin a las guerras, a la injusticia y a la deshumanización de la sociedad a las que arrastran los poderosos de este planeta, no existe. Por ello, lo que queda a los conscientes del planeta es crear medios alternativos y métodos asimétricos para hacerla revivir.
Vicky Peláez. Sputnik

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Fuente: http://mundo.sputniknews.com/firmas/20150625/1038681759.html

sábado, 14 de marzo de 2015

Tú salvas vidas. Hay 51 millones de refugiados. La solidaridad europea puede ser decisiva

En estos momentos en el mundo hay más de 51 millones de personas refugiadas y desplazadas. Es una cifra histórica que supera la de la II Guerra Mundial, la mayor desde que se registran estos datos. La principal causa de este incremento es la intensificación de los conflictos, especialmente en Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana.

Sudán del Sur se ha visto afectado por continuas crisis que han provocado enormes necesidades humanas. El país más joven del mundo está inmerso en un conflicto armado desde diciembre de 2013 que ha dejado miles de muertos y ha obligado a más de dos millones de personas a abandonar sus medios de vida, provocándoles una situación de extrema vulnerabilidad. Más de la mitad de las personas que han huido son niños. Esta cifra incluye 1,5 millones de personas desplazadas dentro del propio país y los más de 500.000 refugiados en países vecinos, principalmente Sudán, Uganda, Etiopía y Kenia.

En situación igualmente frágil se encuentra la República Centroafricana, un país inestable en el que los conflictos, las intervenciones y golpes de Estado se han venido repitiendo periódicamente en las últimas décadas. Desde marzo 2013, el aumento de la violencia, los asesinatos y otras graves violaciones de derechos humanos y la destrucción de propiedades han provocado la pérdida de medios de vida y un desplazamiento masivo de la población que asciende a más de 860.000 personas. Los agricultores no han podido cultivar sus campos por culpa de la violencia y ahora las cosechas son insuficientes. Los precios de los alimentos han aumentado y muchas familias solo logran comer una vez al día. Hoy, 2,7 millones de personas en el país, de una población total de 4,6 millones, necesitan asistencia humanitaria.

Por su parte, Siria está a punto de cumplir el cuarto aniversario de un conflicto que acarrea una devastadora crisis humana internacional. Más de 12,2 millones de personas se han visto afectadas y necesitan ayuda; y los 3,8 millones de refugiados que han huido de Siria están llevando los recursos de los países vecinos más allá de sus capacidades.

Detrás de estas cifras y estadísticas hay seres humanos, personas que han tenido que huir dejando atrás sus pertenencias, un hogar, amigos y a menudo familia. Es muy difícil expresar con palabras la desolación y la vulnerabilidad a las que se enfrentan.

Una mujer se esconde en el agua para salvar su vida atravesando el Nilo con tres hijos a cuestas y otros tres flotando, sorteando disparos, sin nada que comer durante más de cinco días; esta es la historia de Martha en Sudán del Sur. Como ella, millones de otras mujeres, hombres, ancianos y niños se vieron obligados a abandonar sus hogares. Ahora necesitan un techo; mantas y ropa; alimentos y agua; seguridad y protección; educación; un trabajo, y dinero para sobrevivir.

Hablamos de millones de personas que reunidas en un mismo estado podrían constituir el 26º país más poblado del mundo, al que cada 4 segundos se sumaría un nuevo habitante desplazado de su hogar. Un país en el que todos compartirían una misma historia que empieza siempre con una huida desesperada para encontrar un lugar seguro. Estas historias de profundo sufrimiento a menudo pasan inadvertidas.

No podemos permitir la indiferencia ante estas crisis permanentes que afectan a un número de personas similar al tamaño de la población de España, más de cuatro veces la población de Grecia o Bélgica, más de diez veces la población de Irlanda, o casi cien veces la de Luxemburgo.

Es por ello por lo que la Unión Europea y Oxfam unen sus fuerzas para poner el foco en la vida de aquellos que tuvieron que huir de sus hogares. EU savelives-Tú salvas vidas es nuestro proyecto común, que estará centrado en las tres crisis humanas más graves que vive el mundo hoy: Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana. Queremos contar las historias de aquellos que han sido desplazados. No podemos permitir que su sufrimiento sea olvidado.

A los ciudadanos europeos les preocupa y son la principal fuente de la ayuda que Europa destina a los refugiados. En 2013 la Comisión Europea invirtió alrededor de 546 millones de euros en apoyo a las personas refugiadas y desplazadas en 33 países. Este esfuerzo se ha visto complementado por organizaciones como Oxfam, que suman a los fondos públicos dinero de donantes individuales y empresas, con aportaciones que grandes o pequeñas constituyen una ayuda adicional determinante.

Gracias a estos fondos, las personas que huyen de los países reciben asistencia básica como servicios sanitarios, comida, refugio, kits de higiene, agua y saneamiento y protección. La ayuda humanitaria dada a los refugiados, al margen de cualquier agenda política y con independencia de la nacionalidad, religión, género, origen étnico o afiliación política de las víctimas, salva millones de vidas cada día.

Desgraciadamente, el número de refugiados y desplazados continuará aumentando cada día a menos que la violencia termine.

Conseguir una solución política sostenible a los conflictos es crucial.

Pero incluso si estos acabaran mañana, las enormes necesidades humanas continuarían y requerirían apoyo durante años para recuperarse.

Formas innovadoras de distribuir asistencia, tales como los programas de transferencia de efectivo, pueden ayudar a generar actividad en los mercados locales y reiniciar medios de vida. También adquiere importancia mirar las necesidades a largo plazo fortaleciendo la capacidad de las comunidades de acogida para proporcionar servicios básicos como la salud y la educación que ayudan a los refugiados y los desplazados internos a construir de nuevo su futuro

La solidaridad europea puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Estas víctimas son la prueba del gran impacto que la ayuda humanitaria puede tener en las vidas de personas inocentes, que acaban de tener la desgracia de ser atrapadas en un conflicto por causas ajenas a su propia voluntad.

Tenemos una responsabilidad para hacer más. Aliviar el impacto de las crisis humanas es una lucha de todos los días que requiere de la acción colectiva. Y esto es lo que estamos decididos a hacer.
Christos Stylianides es comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis. Francesc Cortada es director global de Programas de Oxfam Internacional.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/02/23/opinion/1424703574_582715.html