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martes, 22 de abril de 2014

El viaje de la vida

Ante el reto de vivir, dice Ulises, hay cinco cosas que no hay que empeñarse en variar:

1. Todo cambia y todo acaba.
2. Las cosas no siempre suceden como las habíamos planeado.
3. La vida no siempre es justa.
4. El dolor forma parte de la vida.
5. La gente no es siempre amorosa y leal.

Tenemos necesidades como personas, y la felicidad se refiere a la satisfacción de esas necesidades.
El camino de la aceptación, de reconocer que lo que es, lo es, acaba siendo más beneficioso ante las falsas ilusiones.
Ulises fue astuto al jugar con el engaño, por eso ideó el caballo de Troya. Les dio a sus oponentes la ilusión que necesitaban ver, sucumbiendo al final por su propia ceguera. Una cosa es tener ilusión y la otra vivir de ilusiones.

Entre las fuentes más importantes de la felicidad están:
-una sensación de seguridad;
-un buen pronóstico;
-autonomía o control sobre nuestras vidas;
-buenas relaciones;
-y la práctica de una actividad especializada y significativa.

Si no está satisfecho, hay una buena probabilidad de que sea por falta de algo en esta lista. (NYT)

Fuente: Leer más en El País Semanal.
Los divorciados

Cuidar las relaciones

domingo, 18 de agosto de 2013

10 rutas legendarias en Estados Unidos

Desde la Ruta 66, la carretera madre, a la Blue Ridge Parkway, que cruza los montes Apalaches, itinerarios míticos en coche de punta a punta del país

Hay que llenar el depósito, abrocharse el cinturón, escoger la banda sonora adecuada y disponerse a disfrutar del paisaje y de la experiencia durante miles de kilómetros. El viaje por carretera es probablemente la mejor forma de recorrer los Estados Unidos: gozar del pasado en la clásica Ruta 66, admirar las puestas de sol de la Pacific Coast Highway, abrirse camino a través de los Apalaches o seguir el curso del grandioso Misisipi.  Ver más en El País.
Por qué viajamos, ver aquí unas diapositivas del NYT

domingo, 31 de marzo de 2013

El que avisa al viajero no es traidor

Exteriores podrá reclamar el reembolso del dinero gastado en rescates de españoles

“Cuando el Gobierno, en una situación de emergencia consular, decida intervenir en operaciones de asistencia en el extranjero, que comporten la utilización de recursos presupuestarios del Estado, podrá exigir el reembolso de la totalidad o parte de los mismos a quienes se hayan expuesto voluntariamente a riesgos sobre los que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación informa en sus recomendaciones de viaje, publicadas y actualizadas puntualmente, en relación con las condiciones de seguridad en los distintos países y regiones del mundo”.

La previsión contenida en el anteproyecto de ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado, actualmente en trámite de consulta, ha puesto la mosca detrás de la oreja a las ONG que trabajan en zonas de conflicto. ¿Acaso pretende el Gobierno cobrar a las víctimas el importe de los rescates pagados a sus secuestradores? Fuentes diplomáticas lo niegan rotundamente.

No sería viable. El Gobierno no puede reconocer el pago de un rescate y, aunque lo hiciera, le sería difícil presentar la correspondiente factura a los exrehenes. Pero el rescate es una mínima parte del coste de un secuestro, según expertos en seguridad. No solo se paga a los secuestradores, sino también a un puñado de intermediarios, sin contar con el despliegue de agentes del espionaje, para obtener información, o la movilización de medios de transporte.

El secuestro es la más llamativa de una serie de situaciones en las que, con más frecuencia de lo que trasciende, se ven envueltos ciudadanos españoles. Desde amantes de la aventura hasta freelance se exponen, por vocación u obligación, a situaciones de riesgo en zonas de conflicto. En un mercado laboral cada vez más precario, algunos periodistas trabajan sin ni siquiera un seguro que les garantice la atención médica o la repatriación en caso de emergencia.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, intentó forzar la salida de los cooperantes españoles de los campamentos saharauis en julio pasado, esgrimiendo la amenaza de secuestro por parte de Al Qaeda. Algunos se negaron a dejar los campos de refugiados y otros volvieron al poco tiempo. Exteriores no podía impedírselo. Pero les advirtió de que lo hacían bajo su propia responsabilidad, La mayoría acabó regresando a España cuando el Frente Polisario así lo acordó.

La ley de Acción Exterior pretende reforzar los consejos de Exteriores con un instrumento disuasorio: la posibilidad de exigir el reembolso de los servicios prestados. Y se remite para ello a las recomendaciones de viaje que figuran en la página web del ministerio (www.maec.es).

Estas recomendaciones no siempre son claras. En las fichas de muchos países figura la anotación “se recomienda viajar con precaución” o “con extrema precaución”; en otros, “se desaconseja el viaje salvo extrema necesidad”; y, en siete de ellos, “no viajar bajo ninguna circunstancia”. Muchas fichas carecen de una anotación de este tipo y hay que deducir cuál es la recomendación de Exteriores a partir de la lectura del apartado sobre “condiciones de seguridad” del país.

El Ministerio pide no ir a siete países “bajo ninguna circunstancia”

No se trata solo de que las fichas hayan sido redactadas por personas distintas con criterios diferentes (¿realmente Papúa-Nueva Guinea es más peligrosa que Afganistán?), sino que no son ajenas a condicionantes políticos.

Para países como Túnez o Egipto, que intentan recuperar el turismo tras las convulsiones de la primavera árabe, es fundamental que Exteriores no ahuyente a los españoles que planean ir allí de vacaciones. Tampoco tiene sentido que Rajoy o Margallo animen a los empresarios españoles a ir a Argelia o Libia en busca de contratos mientras la página web del Ministerio les disuade de tal cosa.

Exteriores asegura que sus recomendaciones “carecen de efecto vinculante” y solo sirven como “aviso o consejo”. Y añade: “el Estado no resultará responsable en modo alguno ni por ningún concepto de los daños o perjuicios [causados] tanto por la observancia como por desconocimiento o no atención de la recomendación”. Es decir: con las reclamaciones a otra parte.

Hasta ahora, la única normativa al respecto es una orden de 25 de abril de 2002 que regula las ayudas que Embajadas y consulados pueden conceder a los españoles que se encuentran “en situación de necesidad” en el extranjero. Con excepción de las ayudas de subsistencia, a detenidos y para entierros o incineraciones, el beneficiario está obligado a reembolsarlas. Habitualmente la ayuda no llega a los 200 euros, que es la cantidad que puede entregar el consulado sin pedir permiso a Madrid.

La situación cambiará cuando entre en vigor la nueva ley: si Exteriores puede exigir el abono de los gastos a quienes no sigan sus consejos de viaje, lo contrario también vale. ¿O no?
Fuente: El País.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Visita a Amsterdam

Nuestra ruta tiene como punto de partida el Aeropuerto de Lisboa, de donde partimos en vuelo de KLM para  Schiphol de Ámsterdam:

Desde el mismo aeropuerto hay trenes muy bien indicados que -en unos 20 minutos-, dependiendo del itinerario (unos van directos, sin paradas y otros hacen dos paradas intermedias), llegan hasta la Estación Central (Centraal Station) de Ámsterdam.

Desde el hall de salida del aeropuerto se baja al anden del ferrocarril en ascensores, suelen ser las vías 1 o 2, el horario y la vía concreta está indicado en paneles en el hall y en las vías. Hay máquinas expendedoras de billetes, que ofrecen la información en inglés. Es útil recordar que billete de ida es "enkele reis" y de ida y vuelta "dagretour".

Si el día acompaña no hay mejor opción que dar un paseo por Ámsterdam andando o en bicicleta para disfrutar de la ciudad. Hay varios puntos donde pueden alquilarse a precios asequibles bicicletas y uno de ellos está justo al lado de la Estación Central, donde también está la oficina de información turística y la venta de pases para la ciudad (museos, transportes y establecimientos adheridos que llevan las tres cruces de San Andrés de su bandera- cruces como de tachado, donde efectúan descuentos con ese pase) o solo para el transporte de 24, 48 o 72 horas, para circular en los transportes públicos por un día o varios. El tiempo del pase empieza a contar desde que se valida al entrar en el trasporte elegido por primera vez.

Museos recomendables;

El Rijksmuseum,
El Vincent Van Gogh.
El Museo Marítimo.
La casa de Ana Frank.
el Museo de la Resistencia (Frente del Zoo).
El Museo y archivos de la "Historia del Movimiento Obrero" en Plakaar estraas, 9. (una calle que da al Zoo) no confundir con el Instituto de Historia Social, una institución de nivel internacional de la ciudad de Amsterdam.
El mercado de las flores (cerca de La plaza Rembrandt -entre Rembrandt Plain y Munt Plein-, parada de las lineas de tranvías, 9 y 14 que salen de la estación central).

Amsterdam tiene unos 700 mil habitantes y 1400 puentes, algunos muy famosos y fotografiados como el de madera Magere Brug, sobre el Amstel, cerca del Hermitage Museum.
El lema oficial de la ciudad es: «Heldhaftig, Vastberaden, Barmhartig» ("Heroica, resuelta y misericordiosa"). Estas tres palabras provienen de la denominación oficial concedida por la reina Guillermina de los Países Bajos en 1947, en honor al coraje de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.

La actitud y posición ideológica de sus habitantes está cambiando y después de 26 años de mi primer viaje, se nota en la amabilidad, la sociabilidad y apertura de la gente, aunque aún no es extraño que se dirijan a ti alguno hablándote como si te conociese de toda la vida.

Hoy hay menos hippies, menos vestimenta casual y parece que más diferencias de clase, además, de más emigrantes. Muchos de ellos con trabajo precario o sin trabajo. La crisis se empieza a notar, como decía Antonio, un emigrante de Barcelona, con 10 años viviendo en la ciudad, que daba dos datos concretos; en la casa de venta de bocadillos "Harten Kaas" (Reestraat, 19. Barrio de Jordan -1016-)
A Amsterdam llegaron judíos sefardíes expulsados de España en 1492 y Portugal en 1496 ordenada por el rey Manuel I de Portugal bajo la presión de los Reyes Católicos, un descendiente de esas familias fue Baruch Spinoza, -Hebreo: ברוך שפינוזה, Latín: Benedictus de Spinoza, Portugués: Bento de Espinosa- Amsterdam 1632- La Haya 1677, famoso filósofo, del que estuvimos buscando su casa natal, pues habíamos leído que era el 41 de Waterloo Plein, en esa dirección no encontramos nada.

No lejos de la plaza está el Museo judío donde nos informaron que la casa había desaparecido para construir nuevos edificios, Amsterdam había olvidado a su ilustre hijo, ahora, hacía poco, desde 2008, lo recordaba una estatua en el exterior del ayuntamiento, erigida en colaboración con el -español- Instituto Cervantes. Parece que la casa de Róterdam si se conserva, no la visitamos.

Visitamos: El museo Van Gogh, El Rijmuseum, (Ambos en Museum Plein, tranvías 1 y 5) La casa de Rembrandt, en Waterloo Plein, (un lugar aconsejable e imprescindible para todo aficionado a la pintura y el grabado).

El Museo de la Resistencia, (Verzetsmuseum, en Keerklaan, en De Plantage, frente a la puerta de entrada al Zoo, tranvías, 9 y 14) muy instructivo, aunque algo abigarrado y pobre (consecuencia, sin duda, de lo que las autoridades le conceden de presupuesto).

El resultado observado, entre su estado y el duro contenido, pues ser resistente era jugarse la vida, no lo olvidemos, no fue agradable, pero sentimos que nuestra visita era como un pequeño homenaje a esas mujeres y hombres que, aún en los terribles tiempos de la ocupación, no se rindieron y siguieron luchando por la libertad y la democracia -para los holandeses y para todo el mundo- sin dudar para ello ante la posibilidad, muy real, de estar jugándose sus vidas y contra lo que significó, de imnomínia para el género humano, la infamia del fascismo, en este caso, hitleriano. También contemplamos, en una foto mural, a filas enormes de ciudadanos oportunistas que, lamentablemente, esperaban para afiliarse al recién creado, en los primeros tiempos de la ocupación, partido nacional holandés y títere de los nazis, la mayoría de clase media y alta, se ve por sus vestimentas. Holandeses que, con tal de aprovecharse de las nuevas circunstancias, estaban dispuestos a ejercer de subordinado del nuevo poder, aunque ello conllevara el que se viesen obligados a ejercer de infame brazo colaborador y/o ejecutor del fascismo.

Paseamos también por las calles peatonales, (Kalverstraat, Nieuwendijk, Warmoesstraat, todas salen o llegan a la plaza Dam) el gran canal (Amstel), alguno secundario (Singel) el pequeño barrio de Begijnhof, históricas casas para viudas y solteras piadosas católicas (calle Spui) al que se accede al patio interior mediante dos entradas que pasan desapercibidas para el forastero, barrio de Jordaan (tranvías, 13, 14 y 17).

La Universidad, la casa de los tres canales, el mercado de las flores, la famosa calle del mercado de alimentos y ropa (Cuypstraat, tranvías 16 y 24), el barrio rojo (al este de la Waroesstraat, paralela a esa calle)... etc.

Comimos en distintos restaurantes como el Bazar, algún italiano, un español; "Joselito" (cerca de la estación) degustamos algunas de las famosas sopas holandesas; la de brocoli y una de tomates y pimientos (en el Bazar) buenísimas y reconfortantes. La comida fuerte la hacíamos en el desayuno del Hotel Eden (Rembrandt Plein) que era muy completo.

Un museo cuya visita es aconsejable es el de Vicent Van Gohg, en la plaza de los museos, (Museum Plein) sorprende ver los cuadros -en su época sin valor de "mercado"- de un pintor que murió en la pobreza y prácticamente en el olvido, convertidos en un gran negocio, es una factoría de ganar dinero y derramar una riqueza increíble sobre la ciudad, por medio de los miles de turistas que a ella acuden, formando enormes colas para contemplar sus obras que hoy dominan el "mercado". Lo que no deja de crearnos un sentimiento de tristeza y amargura, al recordar la pobre y triste vida de su autor y la nula valoración de su obra a lo largo de su existencia. (Museo Plein. Tranvías 1 y 5)

Interesante proyecto de arte multimedia de google Art Project

martes, 29 de noviembre de 2011

América Latina de Sur a Norte, más de 10.000 kilómetros en tren

Durante dos meses y medio, Maruja Torres y Bernardo Pérez "enviados especiales de El País Semanal" han recorrido América Latina de Sur a Norte. Más de 10.000 kilómetros en tren, a una media de 30 kilómetros por hora, para encontrarse con el sentido de un continente perdido. Un relato que se publicó en siete capítulos. Un viaje, un viaje así, jamás lo devuelve a uno al lugar de procedencia en las mis­mas condiciones en que salió.
Eso lo supe cuando mi jefe me llamó a su despacho y me mostró un libro de Paul Theroux, alentándome para que emprendiera un itinerario similar y lo contara en varios ca­pítulos. Leí el título, The Oíd Patagonian Ex­press, y la frase aclaratoria que figuraba deba­jo: "En tren a través de las Américas", y pensé que aquello no podía estarme sucediendo a mí. La experiencia del autor de Costa de Mosquitos y Saint-Jack, persistente viajero por medio mundo, había consistido en meterse en el me­tro de un Boston cubierto por la nieve, para descabalgar, dos meses después, del Viejo Ex­preso de la Patagonia, en medio del ansiado ca­lor del Sur. Si no estaba oyendo mal, a mí se me concedían también dos meses -que en la prác­tica se alargaron por dos semanas más- y te­nía las manos libres para recorrer América La­tina de punta a punta y de un tren a otro. Si es que aún existían trenes por allí.
Theroux había realizado su trayecto 14 años atrás y, de entonces acá, en América han cambiado algunas cosas. Otras, por supuesto, permanecen inmutables. Aunque las más fero­ces dictaduras han sido sustituidas por regíme­nes formalmente democráticos, en casi todos los lugares que el escritor norteamericano visi­tó han surgido nuevas formas de opresión que se han sumado a las antiguas sin desvanecerlas. El neoliberalismo económico ha echado raíces, y sus víctimas deambulan sin destino por la cu­neta de la vida, mientras en algunas zonas pla­nea el fantasma del regreso a un absolutismo deseado como mal menor, al estilo de Fujimori en Perú, porque la gente está cansada de que la democracia signifique parejo saqueo y no me­nos brutalidad, envueltos en floridos discursos e incumplidas promesas.
La palabra ferrocarril desvela en muchas personas secretos anhelos y románticos sueños. Eso explica que, en cuanto anuncié la clase de viaje que me proponía emprender, acudieran a mí insospechados personajes que me propo­nían tomar éste o aquel tren, no perderme tal itinerario o tal otro. Sin duda porque todavía conservamos dentro de nosotros más espíritu de aventura de lo que sospechamos, pronto me vi rodeada de expertos que me brindaban su consejo. Así que partí a América con una lista de recomendaciones y una supina ignorancia de cómo estaban las cosas en aquel momento.
Y las cosas no podían estar peor, ferrovia­riamente hablando. Las diferentes crisis super­puestas han acabado, o casi, con los trenes, y la supervivencia...
Ver todo aquí en El País. Y ver aquí El País 35 años de Historia.

domingo, 7 de agosto de 2011

Viaje por el norte de España

El primer lugar de nuestro viaje fue Baiona y ahí se debe probar, aparte de mariscos y pescados, la baionesa el pastel de hojaldre y cabellos de ángel. En una pastelería del paseo marítimo cerca del embarcadero están buenísimas.

El siguiente destino después de pasar por Villalba y probar sus capones, Oviedo y ahí estuvimos entre muchas buenas, en Auseva. Pastelería. Dulce y Salado. Avda de Galicia, 11- Tlf 985 23 45 60. Oviedo. Totalmente recomendable, todo estaba bueno. Para conocer el sabor asturiano, sin el cual no se conoce un país, degustar las empanadas de hojaldres; de atún, de bacalao, de verduras, todas buenísimas, por el suave hojaldre y el relleno guisado en su punto exacto.
Si,  además, se pasa uno por casa Gerardo, en Prendes (Ver mapa)  a 11 km de Gijón, por la antigua carretera nacional, AS-19, Km 9, para probar su inigualable fabada y su arroz con leche, se va uno con la alegría de haber conocido a un extraordinario país, este de Asturias. Previamente habíamos visitado Cudilleros, puerto pesquero y preciosos paisajes, gentes aún mejor, si fuese posible mejorar a tan sin par naturaleza,... Posteriormente visitamos a Santa Maria del Naranco y San Miguel de Lillo en las afuera de Oviedo, por la mañana con una luz preciosa que embellecían, aún más, ambos monumentos de una belleza emocionante. Desde el monte el paisaje de la ciudad se divisaba iluminado por una luz acariciante que doraba la ciudad en aquella reluciente mañana de agosto.

En Bilbao, ciudad limpia y que parece nueva visitamos el Gugenheim donde comimos en su bar cafetería, absolutamente recomendable, aunque ha cambiado de dirección de cocina, no lo lleva Martín Berasategui al que íbamos buscando, pero los platos del menú eran magnificos, un bacalao y una merluza, igualmente las entradas y los postres eran un homenaje para el paladar, sin olvidar el vino de Rioja. Si podéis acercaros, no dejéis de probarlo. En general todas las tapas (pinchos) son extraordinarias, las tortillas suelen ser unas delicias. Recomiendo cenar tapeando y entenderéis por qué el País Vasco es como es, único y magnífico. Si, además, tenéis la oportunidad de encontrar una oferta de habitación en el H. Carlton, sede del gobierno Vasco durante la República, con un balcón a la plaza de Federico Moyua, la estancia será inolvidable. Si os gusta la pastelería, que también dice muchísimo de la cultura de su gente, en Martina de Zuricalday, Pastelería desde 1830. Bilbao. Dr. Areilza, 38- tlf 94 427 18 88, www.facebook.com/martinazuricaldaybilbao, encontraréis unos magníficos de hojaldres con crema finísima. Y atención, todos los martes, día del cliente, cuesta todo el 50%, desde dos horas antes había cola.

Iselma, yemas de  Avila, pastelería. Pl. de Sta. Teresa, 6. Tlf 920 211 170.
También La Tahona, panadería y pastelería, con unas trenzas con relleno de nueces, que saben a gloria.

En el sur.
La Merced. Casa Guerrero. Calle Ancha, 72. Tlf 956 360 377. Sanlucar de Barrameda. (Cádiz)
Hacen muchos tipos de dulces, entre mis preferidos están las tortas de polvorón, los cortadillos de cidra (cabello de ángel) y, sobre todo, la que llaman Masa Real, un dulce con cabellos de ángel que está delicioso.
La Campana, Sierpes, 1. Sevilla. Una gran pastelería.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

4. Jueves 26 de agosto, La Habana. Cuba.

En la Habana, si uno pasea y observa atentamente, redescubre cosas importantes que nos habían pasado desapercibidas, después de tanta tecnología como nos han vendido, resulta que existen tecnologías sencillas, ecológicas y eficientes como las que nos presentan en este video y además funcionan prácticamente sin gasto de energía. Veanlo.




miércoles, 25 de agosto de 2010

1. Lunes 23 de agosto, desde La Habana, Cuba

Salimos de Madrid aproximadamente a las 15:20 (pasada la hora indicada de salida 15:05) y a las 16:50 sobrevolamos Lisboa y entramos en el Atlántico, según explicó el piloto volábamos a unos 9.000 m y a algo más de 800 km/h, nos dirigimos al sur de las Azores y de ahí a las Bermudas, cerca de Nassau para llegar a La Habana, Cuba, a la 7:20 hora local, después de unas 10 horas de vuelo.
Previsión que se cumplió. Durante el vuelo (con Air Europa en un Boeing 767-300 de dos motores) ha habido muy poca turbulencia, solo dos inicios en el que se han encendido los indicadores del cinturón, pero nada importante. El vuelo se hace pesado a partir de las 6 horas y muy pesado a partir de las 8 horas. Nos pusieron una, llamada, comida y casi al llegar una merienda (bocadillo de York y queso con una bebida).
El cielo al aterrizaje -perfecto- está muy cubierto, el aeropuerto Internacional José Martí de la Habana tenía una temperatura de 24º C y se apreciaba que había llovido mucho. Pasamos los trámites de entrada sin problemas. Se aprecia organización y seguridad muy alta, para ser un país no desarrollado. Nos esperaba una guía -una mujer muy agradable, culta y bien preparada, sabiendo hacer y conociendo su oficio- de la empresa mayorista y nos llevaron en un autobús (Yutong, de fabricación china) que nos fue repartiendo por los respectivos hoteles a los distintos pasajeros,empezando por la Habana Vieja, el primero el hotel Sevilla. Después los del barrio del Vedado y por último los de Miramar, que es donde está el Panorama, más de una hora en total, pero nos iban describiendo y comentando las distintas zonas y monumentos por los que pasábamos, con lo cual fue como una primera presentación panorámica de la Habana, con especial atención a sus mejores hoteles. Llegué muy tarde a la habitación y me fui a descansar. Se notó la diferencia horaria (jet land). El lunes 23 tomé un taxi hasta la Habana Vieja, 10 pesos convertibles, visité la Plaza de la Catedral, paseé por sus calles, tomé un zumo de mango, un mojito en la Bodeguita del Medio (que tiene una fama a nivel mundial que, en mi opinión, se merece algo menos, por lo pequeña e incomoda, pero goza de la fama que le dejó Ernest Hemingway, Nobel de literatura en 1954, asiduo parroquiano durante sus estancias en la isla) donde tocaba un conjunto cubano, de esos que hay en muchos sitios, y sonaba bien, muy bien como todos los que oí y te hacen recuperar y revivir unos sonidos ya perdidos en nuestros países y que son magníficos. Después de pasear por la calle del Obispo, recorrer su mercadillo de artesanía y comer en "El Patio", en la Plaza de la Catedral, una brocheta de langosta con verduras (calabazas, judías verdes, cebolla, pimientos, zanahoria y patatas) y una salsa algo insípida, con generosos trozos de langosta, parece que toda la cola, una cerveza cubana, Cristal de ½ litro y un café con leche, oyendo música cubana muy bien cantada e interpretada; un teclado, el requinto, el contrabajo, las maracas, y algún que otro instrumento como los palos y timbales como percusión, cantaron: ¡¡Ay Candela!!; Guantanamera; Chan-Chan; Quizás, quizás; El manicero... y muchas más, casi todas conocidas pero casi olvidadas.
Después de volver al hotel para descansar un rato y comprobar que todos los taxis oficiales, incluidos los “coco car” cobraban 10 pesos convertibles, lo que en euros significa algo menos de 10 € (casi un 12% menos) pero caro, pues volver de la Habana, ir al centro otra vez, supone en total 40 euros mal contado al día en transporte, lo cual es muy caro. Con ese dinero se puede comer y cenar abundantemente y bien. Así que traté de informarme de otras vías más baratas, los cubanos no podían pagar eso,... era evidente. ¿Qué tal los autobuses? Desaconsejados, por lo complejo de las líneas, los posibles robos, lo llenos que van, etc., después de mucho hablar, pues no daban soluciones alternativas, me hablaron de los taxis privados, esos modelos antiguos, principalmente americanos, Ford, Chevroles, Cadillac, de los años 60 o menos, con matrícula amarilla que los identifica como coche privado, mientras que los oficiales la tienen azul. Los privados tienen unas claves que solo entienden los cubanos, así se extiende el brazo y desde Miramar, el barrio a 14 km del centro y lleno de embajadas, se les grita, cuando se acercan a la acera, en la Avenida, ¡¡Habana!! y sin llevar nada encima que pudiera delatar fácilmente nuestra condición de turistas; no hablar nada para no descubrirnos, mejor que poco, no llevar libro-guía, ni, por supuesto, la típica cámara, no vestir, en lo posible, ropa muy distinta de la llevada por los cubanos, no poner "cara de turista", y, a pesar de todo, creo con toda seguridad, que se dan cuenta que no somos cubanos, aunque aprecian el esfuerzo, siguen el juego y hacen como que no lo saben. El ruido de esos coches es un poema, sus frenos y frenazos, sus traqueteos a punto de caerse en pedazos,... los cubanos cruzando las calles a su aire, a punto de ser atropellados, la gente en el coche no habla, indican el lugar y después permanecen callados. Te dejan en el Capitolio como parada final. Al volver, se toman cerca del Capitolio también, al inicio del Paseo del Prado, o de Martí, que partiendo del Capitolio baja hasta el Malecón. Total el recorrido cuesta 1 peso, es decir 10 veces menos. Así que de 40 al día se pasa a 4. La vuelta por ese medio la he hecho hoy y la indicación es; séptima, 30, que es la indicación del cruce de calles que queda en Miramar cerca del hotel. Supone una aventura, pero es un método para conocer otras vistas y otras gentes. (No lo utilicé mucho, pues un día me hicieron cambiar de "carro" y no sabía por donde estaba, lo cual unido a que no se hablaba nada me impedía conversar y conocer a las personas que viajábamos juntas, y perdía interés humano, aunque lo siguiera teniendo económico)
Terminé, después de tomar agua en la terraza del H. Inglaterra y escuchar a otro grupo de soneros allí, paseando por el Prado llegué al Malecón y al oscurecer me vine en un Coco-car, que no deja de ser otra aventura también, su motor de 125 cc de una Vespa tienen “más ruidos que nueces”, y sus saltos y giros para evitar los baches, es todo un riesgo, que al final te sale por otros 10 pesos como si hubieses venido en un taxi normal.
Hoy 24, fui al Museo de la Revolución, que estaba en restauración y pintura. Hay algunos documentos y materiales interesantes. Compré en un mercado una botella grande de agua y me vine a la aventura en otro Ford de la década de los 50, a descansar unas horas al hotel.
Conclusiones de estos primeros días:
1. No se puede ir a un hotel lejos del centro pues al final sale muchísimo más caro, casi el doble de caro que le cuesta al que se aloja en el centro. Por lo tanto nada del barrio de Miramar, ni el Panorama, donde me alojé ni el Meliá de esa zona, aunque tengan buenas instalaciones, desde piscina a centros de negocio, parada de taxis, etc., a no ser que vaya uno con la idea de pasarse en la piscina todo el día. En La Habana Vieja, la primitiva ciudad que estaba rodeada de murallas de las que sólo quedan unos metros cerca del puerto, y de calles estrechas trazadas a cordel en direcciones que se cortan a 90º con numerosas plazas muy bellas; la de la Catedral, de San Francisco, la Plaza Vieja, la del Santo Cristo del buen Viaje -donde juegan los niños a las canicas o bolas- y algunas más, tiene casas particulares con aire acondicionado y pequeños hoteles u hostales como el de los Frailes, totalmente recomendables. (comercial@habaguanexhfrailes.co.cu). Si se aloja uno ahí puede ir paseando a casi todos los lugares históricos importantes.

Havana City Guide [Cuba] from julien widmer on Vimeo.


2. En Cuba hace una temperatura entre 24º y 34º grados en verano, aproximadamente, menos en el norte que dan a las aguas del Atlántico, como La Habana, y más en el sur que da a las aguas del Caribe, auténtico caldo caliente. Ahora bien, esas temperaturas para un español del sur, son normales, pero la humedad es lo que no es normal para nosotros, es un clima subtropical. Ha llovido en forma de tormenta tropical, durante una media hora a una hora en total, casi todas las tardes, debido a que esa humedad y calor crea nubes de desarrollo vertical, cúmulos-nímbus, que terminan en tormentas de agua y rayos. La humedad nos hace transpirar y sudamos bastante, siendo la sensación de calor mayor que en España y las ganas de sentarse al fresco y dedicarse sólo a contemplar, muy grandes. Hacer trabajar a los nativos, en esas circunstancias, tuvo que ser, a la fuerza, muy cruel y violento, seguramente por eso desaparecieron, ayudados también por las nuevas enfermedades y después con el tráfico de esclavos, la violencia y el mal trato fue con los negros (en su mayor parte procedentes de la actual Nigeria), pues, de lo contrario, evidentemente, no trabajaban, así que el mal trato y la violencia era un círculo vicioso.
3. Cuba es un país del Caribe y subdesarrollado económicamente. Nosotros, España, pertenecemos al primer mundo, aunque algunos, muchos, al parecer por los comentarios no ya inexactos o erróneos sino impertinentes, oídos a algunos españoles, parezcan olvidarlo. Así que los parámetros para juzgar o comparar a Cuba, no pueden ser igual a los nuestros, sino a lo de los países de su entorno, desde Haití a Honduras, Guatemala, El Salvador, México o Jamaica. A ello hay que agregarle el factor histórico de su origen y evolución, la historia de las invasiones, guerras y matanzas ocurridas en la Isla, junto a la desaparición o genocidio de los indígenas y la cruel trata de esclavos, apoyado en la ideología racista que ha imperado en el Caribe. No deberíamos ignorar tampoco, a pesar de todo, que "UNICEF confirma que Cuba es el único país de América Latina y el Caribe que ha eliminado la desnutrición infantil". La existencia en el mundo en desarrollo de 146 millones de niños menores de cinco años bajos de peso, contrasta con la realidad de los infantes cubanos, reconocidos internacionalmente por estar ajenos a ese mal social. Y la educación es otro logro reconocido mundialmente tanto en calidad de la educación recibida como en extensión y generalización a toda la población de esa educación de buena calidad, lo que se nota en todos los cubanos con los que nos relacionamos, en su conversación y en su trato educado y culto. Curiosamente las evaluaciones internacionales (Tipo Pisa) no registran los logros cubanos, los ignoran y Cuba no suele aparecer en ellas...
Uno de los principales logros de Cuba estaría en la escolarización del 100% de los niños hasta 9º grado, es decir, una educación Primaria y Secundaria universal, pública, gratuita y de calidad.
4. Cuba no deja indiferente a casi nadie. Como ya hemos mostrado en este blog y, desde luego, recomiendo absolutamente el viaje a Cuba, les va a gustar mucho y, sobre todo, su gente. Es lo mejor de Cuba, hablan un español con una cadencia y musicalidad muy dulce, con un vocabulario muy amplio y exacto, conservan palabras que ya hemos olvidado o dejado de usar y que me recordaban a mi abuelo sevillano y son ocurrentes, ingeniosos, simpáticos, muy cultos, agradables, entablan rápidamente conversación y los españoles nos sentimos muy bien acogidos. También te puedes encontrar algo de la típica picaresca española, pero muy leve; a veces, intentan venderte algo y sacar unos pesos de más, no es difícil darse cuenta y puedes decidir hacerle el juego o negarte, no son pesados. Lo que si presencié fue la no correspondencia, ni respeto, por parte de más de algún español, hacia el pueblo cubano, pero bueno "hay gente para todo" y muchos españoles van de "nuevos ricos" en su trato hacia mujeres y hombres cubanos... una pena y que no muestra nada positivo a favor de esos españoles, 
Cuba globalmente es una maravilla y, si te gusta la música, ya no te cuento; encontrarás músicos por todas partes y con muy buena formación, buen trato y seguridad como en ningún país de su entorno, serán unas vacaciones de ensueño, inolvidables, te las recomiendo.
No olvidéis el texto escrito en un pequeño cuadro colgado de una pared alejada del paso, en el aeropuerto de Baracoa, que dice: "Las palabras rendición y derrota están borradas totalmente de nuestra terminología".

Fotos del autor: 1. La Plaza Vieja, en La Habana Vieja. 2. El Malecón -desde un autobús-. 3. El Capitolio desde la calle Brasil de la Habana Vieja. Un patio en la Plaza Vieja.

sábado, 21 de agosto de 2010

"Quien no viaja no conoce el valor de los hombres", reza un proverbio árabe

"Quien no viaja no conoce el valor de los hombres", reza un proverbio árabe que el escritor británico Bruce Chatwin cita en su libro "Los trazos de la canción".
Mañana parto de viaje, algo más de una semana, 10 días para ser exactos. Intentaré, conocer, aprender, disfrutar, informar y colgar fotos del mismo, aunque esto último depende de las conexiones,...

lunes, 14 de septiembre de 2009

Viaje a Menorca,

Menorca, es una pequeña y preciosa isla Balear, que ha sido visitada y conquistada por diversos pueblos. Los penúltimos, los ingleses, de los que guardan aún bastantes costumbres y construcciones y buenos recuerdos. Sus calas son bellísimas y vivir en cualquiera de sus ciudades es un privilegio. Aunque sea una corta visita, no deberíamos perder la ocasión de hacerlo, con seguridad será inolvidable.
Un paisaje menorquín.
En estas fotos podemos contemplar un ejemplo de sus costumbres de carreras de caballos, calas y paisajes que reflejan una parte de la belleza que se puede contemplar.
(más información aquí)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Septiembre en Mallorca

Y ya en Mallorca, conocer sus ciudades y sus playas, sus campos y montañas, ... Me han sorprendido todos sus lugares por su belleza y su clima pero, sobre todo, por la amabilidad y simpatía de su gente. La capital, Palma, tiene un centro histórico magnífico que no podemos dejar de visitar. Sus patios y palacios tienen un atractivo especial.

Han sido muy pocos días, insuficiente para conocer tantas maravillas de la isla. Lo poco que hemos conocido nos ha conquistado como para volver con más tiempo para disfrutar de su naturaleza y sus gentes. Entiendo ahora por qué acuden tantos millones de turistas. De los pocos lugares que hemos podido visitar, el viaje en tren a Soller ha sido magnífico. Sale el tren (desde 1912 funcionando a vapor y desde 1929 eléctrificado por Siemens) de Palma y después de recorrer más de 27 km a través de llanuras y cruzar la Sierra de la Tramontana llega al valle donde se encuentra Soller. En la ciudad se toma un tranvía que desde 1913 recorre los 4,5 km que llevan al puerto de Soller. El bello puerto está en una bahía que forma un puerto natural. Allí se pueden degustar las famosas gambas de Soller. Nosotros la tomamos a la Mallorquina, hechas en la sartén con cebollas, ajos, guindilla y vino blanco; deliciosas. Continuamos con un mero a la mallorquina; con un fondo de patatas y cebollas, el mero al horno con verduras y piñones. Un vino de Mallorca, Blanc de Blanc completó la degustación. 

Si te acompaña una bella mujer es el camino a la gloría que, sin duda, está aquí en la Tierra. Para completar el paraíso no debemos demorarnos mucho, el atardecer se adelanta respecto a la península y más con respecto al oeste peninsular, donde vivimos. Contemplar el atardecer es sentirse en el mismo Edén. (Plato de gambas a la Mallorquina)