martes, 23 de abril de 2024

Menopausia: hábitos y tratamientos para potenciar la sexualidad

Una mujer mayor acostada sobre una cama.

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 Al hablar de menopausia, lo primero que se nos viene a la cabeza es el declive sexual.

Pero este proceso por el que pasan todas las mujeres no debería interpretarse así, sino como una nueva etapa por descubrir, un tiempo de transición y de autocuidado.

Eso no implica que no sea interesante contar con tratamientos para mantener la función sexual, como veremos a continuación.

Una pausa en el camino
La menopausia, el cese del sangrado de menstruación durante un período continuo de al menos 12 meses, se origina por la reducción de hormonas ováricas, en particular de estrógeno y progesterona.

En ocasiones, también la puede desencadenar precozmente algún procedimiento médico, como la extirpación quirúrgica de los ovarios o la radioterapia dirigida a la región pélvica.

El cambio hormonal provoca modificaciones no solo en la anatomía genital, sino también a nivel mental y emocional. En los genitales, es evidente la pérdida de elasticidad y la sequedad vaginal debido a la reducción del flujo sanguíneo. Las mujeres pueden observarse estos cambios con ayuda de un espejo.

También hay modificaciones no detectables a simple vista. La microbiota de la vagina, formada por microorganismos que protegen de infecciones, disminuye y altera el ph vaginal, que es la principal causa de candidiasis (infección por hongos) repetitiva.

El deseo o libido también se ve afectado, probablemente por las dificultades en la penetración. Síntomas como la sequedad, la irritación o el ardor forman un círculo vicioso de dolor.

Al conjunto de estos cambios y molestias genitales, junto con las alteraciones miccionales, se les denomina "síndrome genitourinario de la menopausia", y deterioran la calidad de vida de las mujeres afectadas.
 
Una pareja de personas mayores en un gesto de complicidad

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La menopausia ofrece la oportunidad de explorar nuevas formas de autocuidado y función sexual.

Entonces, ¿la vida sexual tiene fecha de caducidad?

¡Claro que no!

El mayor problema es la ausencia de tratamientos, porque se requiere conocer los síntomas y las repercusiones en la calidad de vida de las afectadas.

Hasta el presente año, los profesionales no disponían de un cuestionario de evaluación de los síntomas vaginales que provocan alteraciones sexuales.

Con el fin de paliar este problema, profesoras de la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de la UCLM hemos diseñado un instrumento de evaluación para medir las alteraciones en la penetración vaginal.

El objetivo es que los sanitarios puedan valorar y hacer tratamientos específicos para cada mujer en particular.

Una vez detectado el problema ¿qué hacemos?

Comencemos por algunos hábitos sencillos que pueden ayudar a dar la vuelta a los síntomas:

Cuidar la higiene íntima. Es vital. La zona perineal se debe lavar solo con agua o utilizando algún jabón íntimo con ph ácido. Este tipo de productos contienen el mismo ph que debería tener la vulva, factor que evita el aumento de la sequedad y el prurito o la picazón. En cualquier caso, hay que descartar el jabón de higiene corporal.

Vestir con comodidad. La ropa interior de algodón permite que no se acumule la humedad en la vulva y favorece la estabilidad de la microbiota.

Usar lubricante vaginal. Su principal función es disminuir la fricción poducida por la sequedad vaginal, lo que puede aliviar el dolor y la irritación. El ph del lubricante siempre debe estar entre 3,8 y 4,5, y la osmolaridad (concentración de partículas disueltas en la solución), por debajo de los 370 mOsm/kg.

Una doctora atendiendo a una mujer mayor

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Los médicos deben conocer los síntomas para diseñar tratamientos específicos que permitan potenciar la vida sexual

Dos terapias innovadoras

También existen tratamientos no invasivos que están demostrando cambios efectivos y a largo plazo en la salud sexual de las mujeres con menopausia. Destacan dos de ellos:

Láser de CO₂ vaginal. 
Se ha revelado como una opción revolucionaria. Sus resultados se deben a la microablación, procedimiento médico que destruye de forma controlada el tejido de las paredes vaginales. Esta técnica estimula la producción de colágeno y ayuda a la regeneración del tejido, provocando un auténtico "efecto antienvejecimiento" en la vagina.

Estudios recientes han demostrado que el láser puede restaurar el epitelio vaginal, y también se han observado mejoras en la flora vaginal, lo que favorece la reducción de la sequedad. Existe una limitación: de momento, su elevado coste impide que sea accesible para todas las mujeres.

Radiofrecuencia no ablativa. 
Es administrada con un dispositivo que emite ondas electromagnéticas que generan calor. Cuando la temperatura alcanza los 40 °C-41 ºC, se activan unas células llamadas fibroblastos para producir más colágeno.

Esta técnica es menos invasiva que el láser de CO₂ vaginal. En la actualidad, se están estudiando los prometedores resultados de este tratamiento, administrado por fisioterapeutas especializados en salud pélvica.

Para no olvidar

Recordémoslo: la menopausia no es sinónimo de declive en la vida sexual. Conocer los síntomas para diseñar tratamientos específicos es la clave que nos permiten potenciarla. En cualquier caso, esta etapa de la vida femenina ofrece la oportunidad de explorar nuevas formas de autocuidado y función sexual.

Las razones por la que los habitantes de la isla griega de Icaria viven hasta los 100 años

Icaria

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Icaria es una de las cinco "Zonas Azules" designadas del mundo.

La pequeña isla griega en el Egeo oriental tiene tasas más bajas de enfermedades crónicas que muchos otros lugares, y sus más de 8.000 residentes de tiempo completo tienen una de las esperanzas de vida más largas del mundo.

De hecho, un tercio de los icarianos viven más de 90 años, y se cree que factores como los fuertes vínculos sociales y familiares, el ejercicio integrado en la vida diaria y las siestas frecuentes son la razón por la que los habitantes de esta isla a menudo llegan a ser centenarios.

Otro factor importante que contribuye es lo que comen.

Al igual que la dieta mediterránea, la dieta de Icaria incluye grasas saludables, mucha fibra y alimentos integrales ricos en nutrientes.

Es altamente vegetal, con frutos secos, cereales, papas, legumbres, verduras y semillas, y el aceite de oliva es la principal fuente de grasa añadida.

El yogur y el queso, el pescado, las aves y el vino tinto se consumen con moderación, mientras que la carne roja se limita a unas pocas veces al mes.

Se ha demostrado que comer de esta manera reduce los factores de riesgo de enfermedades como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, colesterol alto, obesidad y presión arterial alta.

En su nuevo libro de cocina, The Ikaria Way (La manera de Icaria), la chef greco-estadounidense Diane Kochilas ofrece un “plan” para las personas que desean incorporar en sus vidas aspectos de la dieta mediterránea, inspirados en la forma en que comen los residentes de la isla.

Para ella, el libro se centra en dos cuestiones: cómo ser bueno con tu cuerpo "sin ser malo con tu mente" y cómo cocinar" con el espíritu de una isla relajada y curativa donde el ritmo de la vida es lento y fácil y donde la gente se conecta a través de la comida alrededor de una mesa".

Destaca platos para comidas ligeras, meriendas, cenas para grupos más grandes o medianos, con recetas como sopa de yogur, pepino y nueces; melocotones asados y ensalada de rúcula con queso feta; habas picantes estofadas en vino tinto; y arroz pilaf con pistachos y grosellas, entre muchos otros.

"Creo que una de las cosas que siempre me sorprende es el nivel de estrés que acepta la gente", dice.

"En Estados Unidos, el estrés es muy perjudicial y la mayor parte está en nuestras propias cabezas y patrones de pensamiento".

Diane Kochilas

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Diane Kochilas ofrece un plan para las personas que desean incorporar aspectos de la dieta de la "Zona Azul" de Icaria en sus vidas

Su libro tiene como objetivo ayudar a las personas a ser más conscientes de cómo se cuidan a sí mismas, y Kochilas quiere mostrarles que "la comida también es amor".

El secreto de los frijoles

Además de escribir varios otros libros de cocina y presentar el programa de cocina My Greek Table (Mi mesa griega) en la cadena pública estadounidense PBS, Kochilas dirige una escuela de cocina en Icaria, de donde es originaria su familia y donde vive durante la mitad del año.

Fue durante una de sus clases de una semana que se inspiró para las 100 recetas a base de plantas que incluye en su nuevo libro de cocina.


Escribe: "Tuve dos invitados de Montana que se quedaron desconcertados en la encimera de la cocina el tercer día de clase y confesaron que no sólo comían carne tres veces al día en casa, sino que además nunca imaginaron que la cocina basada en plantas, que es principalmente (pero no todo) lo que hacemos durante nuestra semana juntos en la isla, podría ser muy satisfactorio, variado y real".

Icaria

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Un tercio de los icarianos viven más de 90 años

Los alimentos vegetarianos que se encuentran en Icaria no sólo son saludables y sustanciosos, sino también prácticos.

Por un lado, en la isla, como en otras partes de Grecia, algunas personas todavía siguen el calendario de ayuno de la Iglesia Ortodoxa Griega y, por tanto, no comen carne en determinadas épocas del año, como durante la Cuaresma.

Los ingredientes que se encuentran en el libro de cocina de Kochilas también abundan en Icaria, incluidos yogur, frutos secos, miel, sal marina, aceite de oliva, nueces, hierbas frescas, cereales, ajo y una variedad de legumbres, pero señala que deberían estar disponibles productos similares en la mayoría de los supermercados.

Los frijoles ocupan un lugar destacado en The Ikaria Way y Kochilas los convierte en protagonistas de platos como las habas frescas al limón con alcachofas, tahini y yogur; guiso de habas secas; frijoles rojos con hojuelas de pimiento picante y hierbas frescas; y frijoles gigantes caramelizados con cúrcuma, hinojo y lechuga romana, solo por nombrar algunos.

Dieta vegetal

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Los alimentos vegetarianos que se encuentran en Icaria no sólo son saludables y sustanciosos, sino también prácticos.

Según Kochilas, "el consumo de frijoles ayuda a la salud del corazón al reducir el colesterol porque los frijoles son ricos en fibra soluble, que se adhiere a las partículas de colesterol y las elimina del cuerpo".

También afirma que son “paliativos a la hora de controlar e incluso prevenir la diabetes tipo 2”.

Explica cómo "comer frijoles y vivir más tiempo" se ha convertido en un mantra para los defensores de comer como lo hace la gente en una Zona Azul, una frase acuñada originalmente por Dan Buettner, miembro de National Geographic y experto en longevidad, quien afirma que "comer una taza de frijoles cada día puede prolongar la vida de una persona cuatro años".

Kochilas también ofrece muchas recetas de frijoles en el libro, ya que son versátiles, se pueden usar en sopas, ensaladas o platos principales, y la gente puede "encontrar buenos frijoles en cualquier lugar", afirma.

De su receta de guiso de frijoles blancos con berenjena, tomate y queso feta, Kochilas escribe que "este plato sencillo es una de las muchas formas en que combinamos frijoles y legumbres con verduras en la cocina griega".

Un cocinero en casa puede utilizar frijoles enlatados para la receta, que debería proporcionar una comida sustanciosa, nutritiva y equilibrada para quienes decidan prepararla.

Kali orexi es como los griegos se desean mutuamente buen provecho, y quizás esta frase también se convierta en parte del habla de los comensales cuando preparen esta receta, así como otras que Kochilas ofrece en The Ikaria Way.

Basta un justo para salvar el mundo del abismo.

Escribo estas líneas, las más difíciles de mi carrera como periodista, mientras mi esposa brasileña está con su cuerpo destrozado por el ataque de tres perros feroces.

Abro el ordenador para escribir el artículo más difícil de mi medio siglo de periodismo. Lo escribo mientras mi esposa brasileña, Roseana Murray, que ha dedicado toda su vida con sus publicaciones y sus encuentros con las escuelas públicas de las periferias pobres de Brasil a los problemas de la educación, está entre la vida y la muerte con su cuerpo destrozado en plena calle por tres perros feroces.

No iba a escribir hoy. Creí que no podría. Pero pensando en su entrega a los demás hasta cuando se arrastraba enferma hasta las escuelas, he decidido hacerlo. Sé que hago un pecado periodístico, pero el haber pasado el Rubicón de los 90 años me libera de todos los esquemas.

En este momento recuerdo que semanas atrás, ante la avalancha de noticias dramáticas de violencia que inundan las redes y medios de comunicación mundiales escribí aquí una columna preguntándome si es que en el mundo en el que resuenan ya las campanas lúgubres de nuevos miedos a una nueva posible guerra mundial, no existe alguna noticia positiva que rescate nuestra esperanza. La columna fue traducida y publicada también aquí en Brasil, símbolo de la sed de una bocanada de oxígeno de esperanza que el mundo está necesitando.

El dolor y el miedo que en este momento me inunda ante la posible pérdida de mi mujer está siendo aliviado por una inesperada ola de solidaridad hasta de personas que no conozco. Me abrazan y lloran conmigo. Me ofrecen toda su ayuda. Entre esa ola de solidaridad, me conforta y emociona de un modo particular la de mis compañeros del periódico, muchos que ni conozco personalmente. Con otros hacía más de 30 años que no nos comunicábamos. Mi experiencia y mi edad me hacen discernir entre la solidaridad falsa y la verdadera. La de ellos está siendo auténtica.

¿Por qué me está hasta chocando esa ola de cariño de mis compañeros? Porque estoy cansado de oír y leer que en los campos de trabajo suele crecer la hierba de la envidia y hasta las traiciones sin espacio para la amistad y los sentimientos. Que son campos áridos de solidaridad. Hoy puedo desmentirlo sin mentir.

Mientras escribo me viene a la memoria la historia bíblica, de antigua sabiduría, donde se dice que basta un justo para salvar el mundo del caos. Lo fue Noé en los tiempos de destrucción del diluvio. Y hoy estoy convencido de que el mundo, con sus traumas y sus crueldades, que forma parte de su existencia, seguirá en pie, se salvará porque en él no sólo existe un justo. Son legiones. La mayor parte anónimos, los más abandonados a su destino, que con su fuerza interior y su entereza, sostienen las columnas que ningún nuevo Sansón será capaz de derribar.

He sido siempre un enamorado y estudioso de las palabras que fueron las que crearon el universo. Sé que existen las crueles, las de muerte, pero también las salvadoras, escudo contra la iniquidad. Entre ellas resaltan la de la amistad y el perdón, las más sagradas del diccionario porque entrañan el misterio de lo sublime e imperecedero. La amistad es la palabra más divinizada en toda la literatura desde el inicio del mundo. Es el amor más puro porque todo lo da y nada exige. Como se lee en un poema: “Cuando las cenizas del sentimiento y las hojas marchitas visten de luto al sol, de las manos del amigo, nacen flores. Los amigos son alas de mariposa donde posar los pies cansados del desamor”.

En este momento, me siento acosado por los abrazos de tantas personas, muchas anónimas, sobre todo de los brasileños que encarnan un fuerte sentimiento religioso y que me ofrecen oraciones. Ellos me recuerdan la fuerza de Dios. No sé en estos momentos si soy creyente o no, si es verdad que la fe religiosa salva o aliena. Sí creo en la fe en Dios de los desvalidos que sin ella sucumbirían a sus tragedias. Es esa fe la que sostiene las convulsiones del mundo. Es el dios del poeta: “Esbozo de misterio en las telas grises de la espera”.

Sé que no es fácil creer en algún dios cuando inundan nuestros ojos las imágenes de las madres de Gaza impotentes con sus hijos muertos en sus brazos por falta de comida. Quizás no exista infierno peor en el mundo.

¡Gracias, amigos, conocidos y desconocidos! Sí, en este mundo a veces cruel y a veces rayando lo divino, existen no sólo los huracanes del miedo, del desamor y de la indiferencia a las lágrimas y pesares ajenos. Existe también la lluvia mansa y fecunda de la esperanza que se alimenta de silencio y anonimato. Del amor gratuito.

Un profesor de teología de mi juventud, en Roma, el sabio y santo Garrigou Lagrange, me confiaba que para él, que estaba ya más cerca del más allá que en esta tierra, que de las tres grandes virtudes cristianas de la fe, la esperanza y la caridad, la que más le costó cultivar en su larga vida fue la de la esperanza.

Hoy querría decirle, desde mi nueva experiencia existencial, que la esperanza no sólo sigue viva. Es la que sostiene, y seguirá haciéndolo, los fundamentos del mundo. ¿Ingenuo? Quizás, pero sin esa esperanza y en este momento cruel, no hubiese podido escribir esta página.


Juan Arias.

lunes, 22 de abril de 2024

MEMORIA HISTÓRICA. Un niño sin nombre entre los fusilados del barranco de Víznar.

A la izquierda, el cráneo del niño con el orificio de una bala. A la derecha bala, goma de borraz y restos de un lápiz.
A la izquierda, el cráneo del niño con el orificio de una bala. A la derecha bala, goma de borraz y restos de un lápiz.

El equipo de arqueólogos de la Universidad de Granada muestra su conmoción por el hallazgo de un pequeño de entre 11 y 14 años en una fosa común. Tenía dos impactos de bala en la cabeza, un lápiz y una goma de borrar.

Entre más de una decena de esqueletos en una fosa común en el barranco de Víznar (Granada), los arqueólogos han encontrado los restos de un niño de entre 11 y 14 años fusilado en la Guerra Civil. Le pegaron dos tiros: una bala atravesó y rompió el cráneo; la otra se encontraba todavía dentro. Junto a los huesos, apareció un lápiz de dibujar y una goma de borrar. “Estamos muy impactados. Nos ha tocado fuerte”, explica Paco Carrión, profesor de Arqueología de la Universidad de Granada, que dirige desde 2021 los trabajos de búsqueda de desaparecidos en este paraje, próximo al lugar donde fue asesinado el poeta Federico García Lorca. “Pensaba que podía ser mi nieto, me imaginaba un ser tan indefenso a punto de ser ejecutado. Fue el último cuerpo que encontramos, es decir, que lo habían matado el primero”. Tenía 14 cuerpos más encima.
 
Los restos del menor localizados en la fosa.Los restos del menor localizados en la fosa.

Los restos del menor localizados en la fosa. Los restos del menor localizados en la fosa. UNIVERSIDAD DE GRANADA

El pequeño no tiene nombre. “Desconocemos su identidad porque en ninguna fuente de las que hemos consultado y que manejan los historiadores que trabajan en el proyecto hablaban de un niño fusilado”, explica Carrión. “La hipótesis que barajamos es que una de las otras 14 víctimas que hemos encontrado en la fosa es su padre. Lo sabremos cuando se realicen los análisis genéticos en los laboratorios de la Universidad de Granada”. Nadie lo reclamaba. Si no logran encontrar familiares, los restos serán reinhumados en un memorial con los otros fusilados que no cuentan con parientes vivos. “De momento, hemos recuperado los restos de 124 personas, 34 de ellas mujeres, en 17 fosas en el barranco de Víznar. Creemos que puede haber unos 200 en total. Hemos llegado tarde, porque hasta hace apenas diez años no había fondos para realizar estos trabajos de manera científica, y ahora es difícil encontrar a todas las familias”. Medio centenar de hijos, nietos y bisnietos sigue pendiente de las identificaciones.
Los restos de la fosa.
Los restos de la fosa.  UNIVERSIDAD DE GRANADA

Es habitual que los esqueletos recuperados en fosas del franquismo correspondan a gente joven, pero no tanto. En 2010, el actor Javier Bardem puso voz a Francisco Escribano, un chaval de 18 años cuyos restos fueron recuperados en febrero de 2006 de una fosa en Fontanosas (Ciudad Real) con los de otras seis personas: su padre, dos de sus tíos y un primo suyo. Uno de los asesinos había escrito en 2004 una carta anónima al Ayuntamiento en la que confesaba el crimen y señalaba el lugar donde habían enterrado los cuerpos una madrugada de julio de 1941. La misiva, redactada a máquina y enviada desde Barcelona, explicaba que una de las víctimas “era menor de 15 años”. Los expertos determinaron, cuando exhumaron la fosa, que eran unos pocos más y correspondían al hermano de José Escribano, cabrero, al igual que el resto de hombres ejecutados de su familia.

Los trabajos en el barranco de Víznar cuentan con la financiación del Gobierno central y la colaboración de la Junta de Andalucía, presidida por Juan Manuel Moreno Bonilla, del PP. “A diferencia de otros lugares, donde gobiernan con Vox”, celebra Carrión, “aquí jamás nos han puesto un problema. Al contrario. No puedo comprender lo que están haciendo en otros territorios, derogando las leyes autonómicas de memoria y prestándose al revisionismo histórico de la extrema derecha. Esto es un tema de derechos humanos”.

"Oppenheimer": Joseph Rotblat, el único científico que abandonó el Proyecto Manhattan por motivos morales (y ganó el Nobel de la Paz)

 Joseph Rotblat en su biblioteca

"¿Una historia sobre el dilema ético de las armas nucleares que recauda US$1.000 millones?", bromeó el actor Robert Downey Jr. cuando ganó su Globo de Oro al mejor actor de reparto en la película "Oppenheimer".

Ciertamente, sobre el papel, la idea no debió haber sonado muy atractiva.

Sin embargo, la epopeya sobre el padre de la bomba atómica, J. Robert Oppenheimer, no sólo ha sido la estrella en la temporada de galardones de la industria y llega a los premios Oscar con nominaciones en 13 categorías, sino también un éxito de taquilla.

La cerebral película de Christopher Nolan sobre un físico teórico torturado animó al público a acudir a los cines en masa para conocer más sobre ese crucial momento histórico y político.

Y, por supuesto, para saber más de la ciencia detrás de la bomba; después de todo el objetivo del Proyecto Manhattan que Oppenheimer dirigió fue fusionar los conocimientos y talento de las mentes científicas más brillantes de la época para producir un arma de destrucción masiva aprovechando el incomparable poder del átomo.

Varios de los muchos cientos de científicos asociados con el proyecto desfilan por la pantalla durante las tres horas que dura el filme, pero inevitablemente hay grandes ausencias.

Una de ellas es la de Joseph Rotblat, un físico que se distinguió por hacer lo que ningún otro de los renombrados científicos del Proyecto Manhattan hizo: abandonarlo por razones éticas.
Póster de la película Oppenheimer

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 "Oppenheimer" tiene lo que gusta en los premios Oscar: mérito artístico y éxito comercial.

Vida marcada por las guerras

Joseph Rotblat nació en Varsovia, Polonia, en el seno de una próspera familia judía.

Su infancia fue "idílica" hasta el gobierno decomisó los caballos del negocio de transporte de su padre cuando empezó la Primera Guerra Mundial, contó en conversación con la BBC en 1998.

"Casi de un día para el otro, pasó a la penuria absoluta".

La pobreza le quitó la comida, el calor, la salud y la posibilidad de estudiar.

"Dejó una marca indeleble en mí. Nunca volví a comer patatas, pues su sabor me trae recuerdos escalofriantes de ese entonces".

"Fue en ese entonces que empecé a pensar que la guerra no debía existir, y a creer que la ciencia y la tecnología eran la solución para prevenirla", recordó.

A pesar de no contar con educación secundaria formal, perseveró y logró un magistrado en ciencia de la Universidad Libre de Polonia en 1932, y un doctorado en física nuclear de la Universidad de Varsovia seis años después.

En 1938 aceptó una oferta para trabajar en la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, con el premio Nobel James Chadwick, el físico que probó la existencia del neutrón.

Allá estaba cuando, en diciembre de 1938, la fisión, la base de la bomba atómica, fue inesperadamente descubierta en la Alemania nazi menos de un año antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial por los radioquímicos Otto Hahn y Fritz Strassmann. (olvidan a Lise Meiner)

En agosto de 1939, Rotblat volvió a Polonia para llevarse a su esposa a Inglaterra, pero ella no pudo viajar por problemas de salud.

Tuvo que irse, con el plan de que ella iría cuando mejorara.

No sabía que tomaría uno de los últimos trenes que salieron de Polonia antes que Alemania invadiera el 1 septiembre y estallara la guerra.

Tampoco sabía que nunca volvería a ver a su esposa, quien murió en el Holocausto, a pesar de sus esfuerzos por salvarla. A él, estar en Liverpool le salvó la vida.

"Todos mis colegas fueron exterminados en las cámaras de gas... la física polaca fue destruida".

Bomba

Bomba

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Trinity fue el nombre en clave de la primera detonación de un dispositivo nuclear, realizada por el ejército (Proyecto Manhattan) de Estados Unidos hace 75 años.

Sin propósito

Tras el descubrimiento de la fisión, como a muchos científicos, le había quedado claro que si bien ésta podía producir una gran cantidad de energía para generar calor y electricidad, una reacción desenfrenada podría crear una explosión de enorme fuerza... una bomba atómica.

"Nunca se me ocurrió que trabajaría para crear un arma, menos una de destrucción masiva", señaló.

Sin embargo, también como muchos otros científicos, lo hizo por miedo. 
Temía que otros científicos no fueran tan escrupulosos, particularmente los alemanes.

"Me pareció que la única manera de prevenir que Hitler usara la bomba contra nosotros era tener también la bomba y amenazar con usarla como represalia".

Era lo que después se conocería como el principio de destrucción mutua asegurada (o MAD, por sus siglas en inglés), estrechamente relacionado con la teoría de disuasión.

"Mi propósito era trabajar en la bomba para que esta no fuera usada por nadie".

Y estaba en el lugar indicado.

"Los primeros fundamentos científicos de la bomba se desarrollaron en Birmingham y en Liverpool, en el laboratorio de Chadwick".

Sabía, no obstante, que era imposible que Reino Unido la pudiera lograr durante la guerra, "pues la separación de isótopos requería una inversión de fondos que el país no podía permitirse".

Con la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial en 1941 y la posterior decisión de desarrollar la bomba atómica, pronto se encontró en el centro del Proyecto Manhattan en Los Álamos, Nuevo México.

Sin embargo, apenas escuchó la confirmación, proporcionada por informes de inteligencia científica a finales de 1944, de que los científicos alemanes habían desestimado su programa de bomba atómica, decidió abandonarlo. 

"Mi propósito ya no era válido".

 Sospechoso de espionaje

Klaus Fuchs
 
Klaus Fuchs

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En Los Álamos, la CIA sospechó que había un espía, pero no era Rotblat sino el físico alemán Klaus Fuchs (en la imagen), quien le pasó información a la URSS durante y después de la guerra.

Cuando Chadwick le informó al jefe de inteligencia en Los Álamos de la renuncia de Rotblat, le mostraron un expediente con pruebas que aparentemente lo señalaban como espía.

Como había tomado lecciones de vuelo, creían que su plan era lanzarse en paracaídas sobre la Polonia ocupada por los soviéticos y entregarles los secretos de la bomba atómica.

Afortunadamente, el expediente podía ser fácilmente refutado, y se le permitió marcharse, pero bajo amenaza de arresto si revelaba sus motivos para irse o establecía contacto con sus colegas del Proyecto.

Mantuvo su silencio hasta que en agosto de 1945, estando de vuelta en Liverpool, se enteró del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

"Fue un shock terrible. Pero no fue sólo shock, sino temor por el futuro de la humanidad, porque yo sabía que la bomba atómica era apenas el primer paso, y que ya se estaba trabajando en un arma mil veces más poderosa: la bomba de hidrógeno".

"Sabía que apenas EE.UU. demostrara su enorme poderío militar, la URSS iba a tratar de tener su propia bomba, y eso dispararía la carrera armamentista".

En su mente retumbaba el eco de una conversación que escuchó en 1944 en Los Álamos, mucho antes de que la bomba fuera una realidad. 

 "El general Leslie Groves, quien comandaba todo el Proyecto Manhattan, en una conversación casual remarcó: 'Son conscientes, por supuesto, de que el propósito principal del proyecto es dominar a los rusos'. 

 "¡Yo pensando que estábamos en guerra con Hitler y los nazis! Los rusos eran nuestros aliados, miles estaban muriendo a diario... ¡y me dicen que todo el proyecto es contra ellos!... nunca lo olvidé". 

 La utopía 

Rotblat en una reunión organizada por la Asociación de Científicos Atómicos en Londres, 1948.

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Rotblat en una reunión organizada por la Asociación de Científicos Atómicos en Londres, 1948.

Lo ocurrido en Japón le obligó a cambiar su vida "por completo", le dijo Rotblat a la BBC.

"Cambié la dirección de mi trabajo de investigación y me dediqué a la física médica y a esforzarme para hacer que los científicos tomaran conciencia de los peligros que pueden resultar del desarrollo de la ciencia". Para él, era una cuestión de responsabilidad.

"Todos somos responsables de nuestros actos, pero eso se aplica particularmente a la ciencia, debido al papel dominante que desempeña en todos los ámbitos de la vida. Nos afecta a cada uno individualmente y determina el destino de las naciones. Por lo tanto, los científicos tienen que ser responsables.

"A menudo pueden prever con mucha más antelación que otros grupos de la sociedad cuáles podrían ser las consecuencias de su trabajo.

"No necesitamos hacer todo en la ciencia... Hay mucho que hacer sin cubrir ciertos campos que pueden ser perjudiciales".

Respecto a las armas de destrucción masiva, revaluó el argumento de la disuasión nuclear que había sido su justificación para colaborar en la creación de la bomba atómica.

Concluyó que el concepto era fundamentalmente erróneo.

"No funciona con personas irracionales, y hasta la gente razonable se comporta de forma irracional en la guerra, especialmente si se enfrenta a la derrota".

Sin embargo, las opiniones de alguien calificado de traidor por abandonar el Proyecto Manhattan no habrían hecho mella de no haber sido por su incansable labor de divulgación y la fundación de foros como la Asociación Británica de Científicos Atómicos (1946) o la Campaña por el Desarme Nuclear (1958).

Y, sobre todo, por su crucial contribución a la creación de la Conferencia Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales. 

 No hay victoria en una guerra nuclear 

Bertrand Russell leyendo el Manifiesto Russell-Einstein

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Bertrand Russell leyó ante la prensa en julio de 1955 el Manifiesto Russell-Einstein, que este último había firmado al final de su vida. 

 Había conocido al renombrado matemático y filósofo Bertrand Russell cuando ambos aparecieron en un programa de la BBC sobre la bomba de hidrógeno.

Russell quedó tan perturbado por lo que Rotblat dijo que, convencido de que eran los científicos quienes debían intentar prevenir la guerra nuclear, contactó a Albert Einstein para que lo apoyara, y redactó el famoso Manifiesto Einstein-Russell.

Rotblat presidió el lanzamiento del documento en 1955, firmado por Einstein dos días antes de su muerte, y por otros nueve científicos de fama mundial.

Afirmando que nadie salía victorioso de una guerra nuclear, planteaba una elección ineludible: "¿Acabaremos con la raza humana o la humanidad renunciará a la guerra?" y les pedía que los científicos del mundo que se reunieran "para evaluar los peligros surgidos como resultado del desarrollo de armas de destrucción masiva".

Ese llamado a los científicos al diálogo constructivo fue respondido.

El industrial canadiense Cyrus Eaton, admirador de Russell y pacifista, ofreció los fondos necesarios para una conferencia internacional a cambio de que se celebrara en el pueblo de sus antepasados: Pugwash, ​​en Nueva Escocia.

A partir de 1957, aproximadamente una vez al año se celebraban conferencias, organizadas por Rotblat, quien fue secretario general de Pugwash y luego su presidente a nivel mundial.

Acudían hasta 100 participantes de la crema y nata de la ciencia internacional de ambos lados de la Cortina de Hierro.

Aunque no asistían como representantes de gobiernos, para poder hablar libre e informalmente, eran tan eminentes que influían en las decisiones políticas.

Paz, escrita en un farol
Paz, escrita en un farol

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Un mundo libre de guerra, afirmaba, no es una utopía.

En 1995, el Premio Nobel de la Paz fue otorgado conjuntamente a Rotblat y a la Conferencia Pugwash "por sus esfuerzos para disminuir el papel desempeñado por las armas nucleares en la política internacional y, a largo plazo, eliminarlas".

En su discurso de aceptación, Rotblat dejó ver el alcance de su visión, compartida por Russell, Einstein y los otros signatarios del Manifiesto 40 años antes.

"Por el bien de la humanidad, debemos deshacernos de todas las armas nucleares", clamó, pero añadió que no era suficiente.

"Si bien eso eliminaría la amenaza inmediata, no brindará seguridad permanente.

"Las armas nucleares no se pueden desinventar. El conocimiento de cómo hacerlas no se puede borrar. Hasta en un mundo libre de armas nucleares, si alguna de las grandes potencias se involucrara en una confrontación militar, se sentiría tentada a reconstruir sus arsenales nucleares (...) El peligro de la catástrofe definitiva seguiría ahí.

"La única manera de evitarla es abolir la guerra por completo".

Admitió que eso "será visto por muchos como un sueño utópico."

"No es utópico. Ya existen en el mundo grandes regiones, por ejemplo la Unión Europea, en las que la guerra es inconcebible".

Y citó un pasaje del Manifiesto Russell-Einstein:

"Hacemos un llamado, como seres humanos, a los seres humanos: recuerden su humanidad y olviden el resto. Si puedes hacerlo, el camino está abierto para un nuevo paraíso; si no, se alza ante nosotros el riesgo de la muerte universal".

"La búsqueda de un mundo libre de guerras tiene un propósito básico: la supervivencia", subrayó.

Y fantaseó con que "si en el proceso aprendemos cómo lograrlo mediante el amor en lugar del miedo, la bondad en lugar de la compulsión; combinando lo esencial con lo placentero, lo conveniente con lo benévolo, lo práctico con lo bello, esto será un incentivo extra para embarcarnos en esta gran tarea".

Una tarea "aparentemente utópica" que nos dejó para este siglo, como escribió en un artículo para Physics World. 

8 mitos sexuales que los expertos desearían que desaparecieran. Todos los demás tienen más sexo que tú. Los hombres quieren más sexo más las mujeres. Y más.

Hay que atribuirlo a la variabilidad en la educación sexual, en las escuelas secundarias e incluso en las facultades de medicina, o al hecho de que a muchos adultos les resulta difícil hablar de sexo con la persona que los ve desnudos regularmente. Cualquiera sea el motivo, la desinformación sobre la sexualidad y el deseo es común.

"Hay tantos mitos por ahí", dijo Laurie Mintz, profesora emérita de psicología de la Universidad de Florida que se centra en la sexualidad humana. Y añadió que pueden “causar mucho daño”.

Entonces, la sección Bien contactó a un grupo de terapeutas e investigadores sexuales y les pidió que compartieran un mito que desearían que desapareciera.

Esto es lo que dijeron.

Mito 1: Todos los demás tienen más relaciones sexuales que tú.

"Curiosamente, este mito persiste a lo largo de la vida", dijo Debby Herbenick, directora del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana y autora de "Sí, tu hijo: lo que los padres necesitan saber sobre los adolescentes de hoy y Sexo."

Muchos adolescentes piensan que “todo el mundo lo está haciendo”, dijo, lo que los lleva a lanzarse a tener relaciones sexuales para las que simplemente no están preparados. Este mito también puede hacer que las personas mayores en relaciones a largo plazo se sientan mal, como si fueran las únicas en un período de sequía, cuando simplemente pueden estar experimentando el flujo y reflujo natural del deseo.

"Es bastante típico descubrir que aproximadamente una de cada tres personas no ha tenido relaciones sexuales en pareja durante el año anterior", dijo el Dr. Herbenick, haciendo referencia a varias encuestas representativas a nivel nacional. También señala investigaciones en las que ha trabajado que muestran que la actividad sexual ha disminuido en los últimos años por razones que no se comprenden completamente. (Los investigadores han planteado la hipótesis de que la disminución tiene que ver con factores como el aumento del sexting y la pornografía en línea, así como la disminución del consumo de alcohol entre los jóvenes).

"Puede ayudar a normalizar estos períodos de poco o ningún sexo en pareja", dijo el Dr. Herbenick. "Dicho esto, para aquellos que buscan cierta longevidad en su vida sexual en pareja, es importante pensar en el sexo de una manera holística". Eso significa cuidar su salud física y mental, dijo, y hablar sobre sus sentimientos con su pareja para mantener una sensación de intimidad y conexión.

Mito 2: El sexo significa penetración. 

Los terapeutas sexuales a menudo lamentan que las personas queden atrapadas en ciertos “guiones sexuales” o en la idea de que el sexo debe desarrollarse de una manera particular: típicamente, un poco de juego previo que conduce al coito.

Pero "necesitamos ir más allá de definir el sexo por un solo comportamiento", dijo Ian Kerner, terapeuta sexual y autor de "She Comes First". Señaló que este tipo de pensamiento estrecho ha contribuido a la antigua brecha de placer entre hombres y mujeres en los encuentros heterosexuales. Por ejemplo, un estudio encontró que el 75 por ciento de los hombres heterosexuales dijeron que habían tenido un orgasmo cada vez que habían tenido intimidad sexual durante el último mes, en comparación con el 33 por ciento de las mujeres heterosexuales.

Una encuesta encontró que el 18 por ciento de las mujeres alcanzaban el orgasmo únicamente con la penetración, mientras que el 37 por ciento dijo que también necesitaban estimulación del clítoris para llegar al orgasmo durante el coito. En lugar de precipitarse hacia el coito, la atención debería centrarse en el "coito externo", dijo el Dr. Kerner, que es un término general para cualquier actividad sexual que no implique penetración.

"Si nos fijamos en la mayoría de las películas convencionales, la imagen es la de mujeres teniendo estos orgasmos rápidos y fabulosos gracias a la penetración, y los juegos previos son sólo el paso previo a ese evento principal", dijo el Dr. Mintz. “Eso es realmente, científicamente, realmente dañino y falso”.

Al encuestar a miles de mujeres para su libro "Becoming Cliterate", la Dra. Mintz encontró que el porcentaje de mujeres que dijeron que habían llegado al orgasmo sólo con la penetración era del 4 por ciento o menos.

Equiparar sexo con penetración también deja fuera a las personas que tienen relaciones sexuales de otras maneras. Por ejemplo, Joe Kort, un terapeuta sexual, acuñó el término "lados" para describir a los hombres homosexuales que no practican sexo anal. Lexx Brown-James, terapeuta sexual, dijo que esa visión también pasa por alto a las personas con ciertas discapacidades, así como a aquellas que simplemente no disfrutan de la penetración. Muchas personas encuentran una mayor satisfacción sexual con cosas como el sexo oral o “incluso el simple contacto corporal”, dijo.

Mito 3: Las vaginas no deberían necesitar lubricante adicional. 

Las mujeres posmenopáusicas a veces describen el dolor que experimentan durante el sexo con penetración como una sensación de “papel de lija” o “cuchillos”. Pero si bien la sequedad vaginal afecta a las mujeres mayores en mayor proporción, puede ocurrir en cualquier momento de la vida, dijo el Dr. Herbenick, lo que tiene implicaciones para la vida sexual de las mujeres.

Se estima que el 17 por ciento de las mujeres entre 18 y 50 años reportan sequedad vaginal durante las relaciones sexuales, mientras que más del 50 por ciento la experimenta después de la menopausia. Señaló que también es más común durante la lactancia o durante la perimenopausia, y que ciertos medicamentos, incluidos algunos métodos anticonceptivos, pueden disminuir la lubricación.

“Como les digo a menudo a mis alumnos, las vaginas no son selvas tropicales”, dijo la Dra. Herbenick, y señaló que su investigación ha descubierto que la mayoría de las mujeres estadounidenses han usado un lubricante en algún momento. "Podemos sentirnos excitados o enamorados y aun así no lubricar como queremos".

Mito 4: Es normal que el sexo duela. 

Aunque el lubricante puede ayudar a algunas mujeres a experimentar más placer durante las relaciones sexuales, es importante recordar que las relaciones sexuales no deberían doler. Se estima que el 75 por ciento de las mujeres experimentan relaciones sexuales dolorosas en algún momento de sus vidas, lo que puede tener muchas causas fundamentales: problemas ginecológicos, cambios hormonales, tratamiento del cáncer, traumas... y la lista continúa.

Shemeka Thorpe, investigadora y educadora sobre sexualidad que se especializa en el bienestar sexual de las mujeres negras, dijo que muchas mujeres creen que el dolor durante o después del sexo es una señal de buen sexo.

"Sabemos que muchas veces las personas que terminan teniendo algún tipo de trastorno de dolor sexual más adelante en la vida en realidad tuvieron dolor sexual durante su primera relación sexual y continuaron teniendo dolor sexual o dolor en la vulva", dijo el Dr. Thorpe. "No se dieron cuenta de que era un problema".

Los hombres también pueden experimentar dolor durante las relaciones sexuales. Los expertos enfatizan que es importante que cualquier persona que experimente dolor durante las relaciones sexuales consulte a un proveedor médico.

Mito 5: Los hombres siempre quieren más sexo que las mujeres. 

“La discrepancia en el deseo es el problema número uno con el que me enfrento en mi práctica, y de ninguna manera la pareja con mayor deseo es siempre masculina”, dijo el Dr. Kerner. "Pero debido a este mito, los hombres a menudo sienten vergüenza por su falta de deseo y la presión de iniciar siempre".

(La Dra. Herbenick señaló el mito relacionado de que las mujeres no se masturban, lo que, según ella, les impide explorar plenamente su sexualidad).

Pero si bien hay datos que sugieren que los hombres se masturban con más frecuencia que las mujeres, no es cierto que las mujeres no quieran sexo, o que los hombres siempre lo quieran, dijo la Dra. Brown-James. Por ejemplo, un estudio reciente encontró que el deseo de las mujeres tendía a fluctuar más a lo largo de sus vidas, pero que hombres y mujeres experimentaban fluctuaciones de deseo muy similares a lo largo de la semana.

Mito 6: El deseo debería surgir instantáneamente.

Los terapeutas e investigadores sexuales generalmente creen que hay dos tipos de deseo: espontáneo, o la sensación de querer tener sexo de la nada, y responsivo, que surge en respuesta a estímulos, como el tacto.

La gente tiende a pensar que el deseo espontáneo (que es lo que muchos amantes experimentan al principio de las relaciones) es de algún modo mejor.

Pero Lori Brotto, psicóloga y autora de “Better Sex Through Mindfulness”, dijo que gran parte del trabajo que realiza tiene como objetivo normalizar el deseo receptivo, particularmente entre las mujeres y quienes mantienen relaciones a largo plazo.

Les ayuda a comprender que es posible tener relaciones sexuales sin deseo espontáneo, siempre que haya voluntad y consentimiento. El Dr. Brotto lo compara con ir al gimnasio cuando no te apetece. "Tus endorfinas empiezan a fluir, te sientes muy bien y estás agradecido de haber ido después", dijo.

Mito 7: El sexo planificado es aburrido. 

El Dr. Brotto tampoco está de acuerdo con la idea de que “el sexo planificado es mal sexo”, porque lo convierte en “un aspecto clínico”. "Es seco y aburrido”.

Esa visión es “muy dañina”, dijo. Y esto da como resultado que muchas personas traten el sexo como una ocurrencia tardía, haciéndolo solo a altas horas de la noche, cuando están exhaustas o distraídas, dijo el Dr. Brotto, si es que tienen tiempo para ello.

Cuando los clientes se enfurecen ante la práctica de programar el sexo, ella les preguntará: ¿Hay muchas otras actividades en su vida que aman o que son importantes para usted y que nunca planifican ni incluyen en el calendario? La respuesta, dijo, suele ser no.

El sexo programado también puede prestarse a un deseo receptivo, dijo el Dr. Brotto, dando "tiempo a la excitación para calentarse".

Mito 8: Tu pene no se acumula.

Los hombres están bajo cierta presión en lo que respecta a la apariencia o el funcionamiento de sus penes, dijo el Dr. Kerner. Los hombres más jóvenes, dijo, creen que no deberían tener disfunción eréctil, mientras que los hombres mayores reciben el mensaje de que la eyaculación precoz es algo que superan con la edad y la experiencia.

Los datos cuentan una historia diferente. Aunque la disfunción eréctil (que se define como una incapacidad constante para lograr o mantener una erección, no solo problemas de erección ocasionales) tiende a aumentar con la edad, también afecta aproximadamente al 8 por ciento de los hombres de 20 años y al 11 por ciento de los de 20 años, 30 años. Y el 20 por ciento de los hombres entre 18 y 59 años informan haber experimentado eyaculación precoz.

"No tenemos una pastilla azul para hacer desaparecer la eyaculación precoz, por lo que no estamos teniendo la misma conversación cultural que con la disfunción eréctil", dijo el Dr. Kerner. "Solo nos queda el mito de que los hombres con eyaculación precoz son malos en la cama o sexualmente egoístas".

Asimismo, los estudios muestran que a muchos hombres (gays y heterosexuales) les preocupa que sus penes no estén a la altura, aunque muchas parejas dicen que no prefieren un pene especialmente grande.

"El sexo en pareja es complejo", dijo el Dr. Kerner. "Implica tocar, sintonizar, conectar, comunicar".

Catherine Pearson is a Times reporter who writes about families and relationships.

More about Catherine Pearson. NYT 

'El caso Collini': la terrible verdad sobre los nazis y el mayor escándalo judicial de Alemania.

Elyas M'Barek y Franco Nero protagonizan esta cinta que aquí se llamó Historia de un crimen 


Una secuencia de 'Historia de un crimen'
Elyas M'Barek y Franco Nero en 'El caso Collini' ('Historia de un crimen')

El abogado y escritor Ferdinand von Schirach debutó en la literatura en 2011 con El caso Collini, que se basa en la historia de Friedrich Engel, el carnicero de las SS que ordenó la muerte de cientos judíos durante la II Guerra Mundial y durante décadas vivió, y campó, a sus anchas como un jubilado más. La publicación del libro reabrió heridas que algunos creían tener curadas y se volvió a hablar de la reparación de las víctimas y las condenas a los asesino.

Tenía información de primera mano: su abuelo era Baldur von Schirach, presidente de las Juventudes Hitlerianas, organización destinada a adoctrinar en el nazismos a niños y niñas alemanes. El éxito de la novela hizo que la historia se llevara al cine y el encargado de la adaptación fue Marco Kreutzpainter, conocido por Tormenta de verano y Trade, producida por Roland Emmerich. Se estrenó en 2019 y en España se cambió el título por Historia de un crimen. ¡Un gran error!

¿Qué cuenta Historia de un crimen?
Caspar Leinen es un joven e inexperto abogado que tan solo lleva tres meses ejerciendo su oficio. Su vida cambia cuando le adjudican la defensa de Fabrizio Collini, acusado de matar al empresario Hans Meyer sin tener, aparentemente, un motivo. El reo se niega a hablar, ni siquiera con el letrado que se enfrenta a un juicio de gran interés popular y a su propio pasado: la víctima es el abuelo de Johana, su novia de la infancia, un hombre importante en la vida de Caspar que siempre le quiso como a un padre. Para el joven abogado, este juicio será decisivo: la acusación la lleva Richard Mattenger, un letrado a quien Caspar admira desde que fue su profesor durante la carrera, y además, se va a destapar uno de los mayores escándalos judiciales de la historia de Alemania.

Una película, tres líneas temporales
La cinta nos cuenta la historia desde tres épocas diferentes: la actualidad, donde transcurre el juicio; los años 80, en la niñez y adolescencia del protagonista: y la Segunda Guerra Mundial, donde se produce la relación entre el asesino y su víctima. "He querido dar veracidad a la película, que se ha convertido en un material cinematográfico moral, ya que puedes indignarte con la historia y a la vez empatizar con el héroe que lucha por hacer justicia. Ese es el deber básico del ser humano, hacer justicia y que sirva para algo", dijo el director.

La película se rodó entre Alemania, sobre todo en el barrio berlinés de Moabit, y en Italia, tanto en escenarios reales como en el estudio. La sala del tribunal es un decorado, que hubo que construir en tiempo récord. Está inspirada en una sala de audiencias que existe en el barrio berlinés de Schöneberg y el director quería tener al acusado dentro de una caja de cristal a la que se accediera a través de un pasillo subterráneo, ya que quería dar la impresión de ser un boxeador subiendo al ring.

La elección de Elyas M'Barek fue un acierto
El actor Elyas M'Barek interpreta al abogado Caspar Leinen. Es toda una estrella del cine alemán y ha trabajado en producciones internacionales como El médico, de Philip Stölzl, y La ola, de Dennis Gansel. "Cuenta el director que su elección estuvo motivada por ciertas ganas de venganza. "En el libro, Casper Leinen es un hombre blanco heterosexual, pero yo sentí que tenía que ser turco. Este actor no lo es, ya que su padre es tunecino y su madre es de Austria, pero aquí todos creen que es turco".

Para el director, Elyas aportaba un enfoque inusual y muy interesante para la película, porque no cumplía con la imagen típica de un abogado. "Alguien como él sería una especie de outsider en el mundo legal, sobre todo en 2001: su origen inmigrante, por parte de su padre, no encajaría con alguien que ha hecho carrera en la abogacía en Alemania. Casper es casi un desvalido y esto le aporta mucho a la historia: resulta hermoso ver como un outsider, empujado por su sed de justicia, crece moralmente y lo hace más allá de sí mismo, lo hace en nombre de toda una generación", contaba en una entrevista con Weltexpresso.

Una estrella llamada Franco Nero
El personaje de Fabrizio Collini lo interpreta el actor Franco Nero, famoso por su Django de 1966 -y por haberse casado con Vanesa Redgrave, y visto recientemente en El exorcista del Papa. "Cuando me dijo que estaba interesado en rodar la película me fui a Roma. Vive cerca del Vaticano. Tenía la cita a mediodía y era uno de los días más calurosos del año, con temperaturas de 40 y 42 grados. Yo llegué todo sudado, y le tenía a él delante y detrás de mí estaba el Vaticano. Parecía la escena de una película. Me llevó a su casa y me enseñó una habitación donde tiene colgados todos los carteles de sus películas. Ha sido un regalo poder trabajar con él".

Completan el reparto, Alexandra Maria Lara como Johanna Meyer, Manfred Zapatka como Hans Meyer y Stefano Cassetti, muy popular en estos momentos por interpretar al siniestro Caleb en la serie Antracita.

La 'amnistía' nazi
A finales de 1968 se promulgó la Ley Dreher por la que los crímenes de guerra que no hubieran sido cometidos por los altos cargos del nazismo quedaban prescritos. "Con esta ley se trataba los casos como delitos menores: cuando no se cometía algún tipo de asesinato intencionadamente por motivos personales, no se podía calificar de asesinato. Así que todos esos crímenes se juzgaron como homicidio involuntario y el homicidio involuntario, en Alemania, prescribe a los 20 años. ¡De repente no podías perseguir a los criminales de guerra! Aquello sacudió bastante mi visión del mundo”.

La película bucea en el sistema legal alemán que no hace justicia para todos: no reconoce los trágicos hechos por las SS y deja abandonadas a las víctimas. Por eso fueron muchos los que destacaron la importancia de la película, para evitar que el terrible pasado de Alemania caiga en el olvido y las heridas sigan abiertas. "El objetivo es visibilizar la pésima gestión que se hizo, sobre todo para que los jóvenes tengan muy presente el pasado y no idealicen épocas pasadas, tan vergonzantes para todos, sin conocer lo que realmente pasó", dijo el director. La película traza sus propios límites de la moral y la ética, y refleja la vetusta masculinidad que todavía tiene el poder judicial.

¿Qué paso en la vida real?
Baldur von Schirach, el abuelo del escritor Ferdinand von Schirach, pasó de ser jefe de la asociación de estudiantes nazis en Munich a jefe de las Juventudes Hitlerianas y, más tarde, gobernador del Reich en Viena. En 1933 se casó con Henriette, que formaba parte del círculo personal de Adolf Hitler. Pero la relación no duró mucho y terminaron siendo personas non gratas para el führer. Baldur, acusado de impulsar la deportación de miles de judíos, fue juzgado en el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg: se libró de la pena de muerte y su condena fue de tan solo 20 años de prisión, que pasó en la prisión de Spandau, en Berlín. Se dice que el grito que pegó su mujer al escuchar la condena se escuchó fuera de la sala.