martes, 10 de octubre de 2017

Entrevista a Belén Gopegui, novelista. "Muchos de mis libros procuran contradecir la idea de que 'esto es lo que hay', de que cualquier intento de transformación real sería peor"

Hay narraciones que son bellas, pero no siempre las ideas y las narraciones se acompasan en un mismo pentagrama literario. Y esto ocurre en tus obras literarias: Hay historias para contar, hay ideas para transmitir.

La resistencia a la sociedad del control, la religión del “dataísmo”, la pérdida de derechos y libertades, la sociedad, la política y el poder están representados en tus ficciones. En “Quédate este día y esta noche conmigo”, Olga y Mateo desafían al bot (robot) de Google.

-¿Consideras muy acotada- aunque no es poco- la interpretación que reduce la idea de resistencia y ofensiva de tus personajes solo a una pelea contra los paradigmas de interpretación que impone el algoritmo de Google al presentar una solicitud de trabajo que reúne 50 mil palabras…, un manuscrito que inspira tu novela con interpelaciones y diálogos desafiantes a un para nada neutral robot?

-Una novela es cada una de sus páginas, intentar sintetizarla siempre hace que se pierdan rasgos, relaciones contradictorias, el contexto narrativo de cada afirmación. De manera que sí, me parece una interpretación algo limitada, pero la entiendo. No estoy de acuerdo, en cambio, con que se diga, por ejemplo, como se ha dicho, que el enemigo de esta historia es la estadística, cuando, precisamente, una de las cosas que los personajes reclaman es que la estadística no se privatice. La estadística es una herramienta para mirar a la sociedad y cuando así se utiliza creo que es interesante; del mismo modo considero, y se dice en la novela, que un modelo matemático utiliza el lenguaje para componer un relato acerca del comportamiento de cierto trozo del mundo en cierto espacio de tiempo. La estadística, las matemáticas, la literatura, procuran con sus recursos comprender el mundo. El problema surge cuando estos recursos se desvían, se empobrecen y manipulan por grandes corporaciones que no buscan comprender porque sólo quieren obtener rentabilidad.

–En todos estos años hemos entregado datos sobre nuestro comportamiento, datos biométricos sobre nuestro cuerpo. Se afirma que los gigantes tecnológicos saben más de nosotros que nosotros mismos. La línea que divide la ficción de la realidad se esfuma. Las nuevas tecnologías construyen la realidad según nuestros deseos y fantasías… A un siglo de la Revolución Rusa, a 150 años de la obra maestra de Carlos Marx, El Capital, sin mencionar las grandes luchas de la humanidad por vivir en un mundo más justo se ha producido una revolución sin revolución… Hoy el poder ha cambiado de humanos a algoritmos. Y todo este recorrido breve es para preguntarte si los seres humanos ya no somos un secreto para nadie, ¿cómo es posible escribir literatura descubriendo “ese secreto” inspirador que nos sostiene en nuestra condición singular e irreemplazable de ser humanos?

-El intento de Google y de otra multitud de empresas de poseer todos los secretos al tiempo que nadie posee los suyos es contradictorio y, por el momento, no se cumple. Por más datos de que dispongan, aún no son capaces de interpretar el sentido de todas las variables. Y aún no son capaces, a veces, de acceder al secreto de aquellas y aquellos que quieren oscuridad. Estoy de acuerdo en parte con esta frase que cita Olga: “Sería deseable que aquellos de nosotros que comenzáramos a sentir un poco y de forma diferente lo ocultáramos”. Porque hoy los datos son una fuente de poder, otra más, y no vivimos en una sociedad justa ni igualitaria, por lo tanto entregar los datos a las empresas es, en cierto modo, entregarnos al más fuerte. No siempre es fácil no entregarlos, pero a veces se pueden distorsionar y creo que es importante organizarse políticamente para que esos datos no pasen a manos de ninguna gran corporación. En cuanto a la literatura, en alguna literatura sí habitan formas si no de descubrir, sí de elaborar y dar espacio a los secretos, y hacerlo de tal modo que sea difícil acceder a ellos por parte de quien sólo busca valor de cambio.

–Dijiste en un reportaje que la condición humana es una singularidad irreductible. Un recorrido por los distintos ámbitos en los que nacen, se desarrollan e inciden en nuestras vidas presentes y futuras, los vertiginosos avances tecnológicos y neuro-científicos nos conmina a interrogarnos en torno a cómo nos pensamos como seres humanos en la contemporaneidad. ¿Sentís que este interrogante busca también una respuesta en tu literatura?

– Creo que dije irreemplazable, en el sentido de que no debiera ser posible cambiar a unos seres humanos por otros, pues, somos al mismo tiempo iguales y distintos. Pero no niego que tal vez un día lejano se puedan descomponer en pequeños procesos todos los pasos que realiza nuestro pensamiento, nuestra emoción, nuestro cuerpo. Mi novela no quiere oponer lo humano a la ciencia ni a la tecnología, actividades que por otro lado considero perfectamente humanas. Lo que sí quiere es considerar la ciencia, la tecnología, el conocimiento como algo que debiera ser público, común, y debiera formar parte de lo que la especie humana haga para mejorar su presencia en este planeta. Por el contrario, se nos presenta la ciencia como un supuesto conocimiento neutral que, como decías, nunca lo es, que está casi siempre en manos de quien tiene más capital, y el capital se sostiene, al final, con la violencia.

– Tus personajes, no solo Olga y Mateo , también Alex y Carla, en el Comité de la Noche, quiénes se unen a un grupo clandestino que ha decidido enfrentar los desmanes de estos tiempos provocados por inescrupulosas trasnacionales que propician el tráfico y la compraventa de sangre o los protagonistas de Acceso No autorizado, que algunos consideran anticipatoria en muchos sentidos, y que narra el encuentro de dos héroes, el político desgastado y el héroe sin rumbo, un hacker, que desde la red espera reescribir el código de lo real. Todos, parecen expresar desde distintas situaciones e historias la rebelión de quienes rechazan un futuro- que ya está presente- en apariencia inevitable. ¿Nos orienta a pensar que somos aún capaces de tomar decisiones ensanchando los escasos márgenes de libertad para vivir y pensar cómo queremos, como deseamos? ¿Hay una unidad de sentido que atraviesa todas tus historias?

-No estoy segura, las personas cambian, a veces no es la misma la persona que empieza una novela que quien la termina. En todo caso si es cierto que muchos de mis libros procuran contradecir la idea que se nos repite continuamente desde quien detenta un poder no democrático —pues no creo, y esto también lo decía Kant, que la democracia sea posible en el capitalismo en la medida en que no hay independencia civil de las personas sino que la mayoría tiene que suplicar, de algún modo, que quien tiene capital para contratarle, le contrate y le permita así, “ganar” su vida—, la idea, decía, de que “esto es lo que hay”, de que cualquier intento de transformación real sería peor. El mito con que se intenta justificar este modo de vida es la supuesta igualdad de oportunidades, pero como he dicho alguna vez, conseguir la igualdad de oportunidades es mucho más utópico que llevar a cabo una revolución, como prueba el hecho de que no se haya logrado en ningún país a lo largo de cientos de años. Por otro lado, creo que en la vida de cada persona llega un momento en que los seres humanos comprenden que la vida no tiene sentido y que por tanto, son ellos quienes, si les importa, tendrán que encontrárselo, y tendrán que hacerlo en común con otros seres humanos, y preferirán no dejar que se lo impongan.

–En la utopía negativa de Julio Cortázar en su libro “Fin del Mundo del Fin” que muta de creativa fantasía a presagio describe un mundo imaginado sin lectores y sólo plagado de escribas condenados a escribir día y noche, concluye con la condena a extinguirse de los escribas, la única raza que sobrevive, aunque precariamente, ya sin lectores, produciendo día y noche textos sin sentido. ¿Los escritores, la literatura van camino a extinguirse junto a esos lectores-seres humanos que conocimos hasta hoy, devenidos en fórmulas matemáticas?

– Es cierto que en este momento la escritura empieza a equipararse a la lectura. Las redes sociales no permiten, al menos de momento, existir sin emitir. Quien no emite textos, fotografías o meras señales de aprobación o disgusto, no cuenta. En el mundo analógico la presencia de un cuerpo es suficiente para saber que alguien está ahí, a tu lado o tal vez enfrente. En el mundo analógico el silencio puede no ser mera ausencia. El mundo digital que, insisto, no es neutral sino que ha sido diseñado de un modo y podría, por tanto, haber sido y ser diseñado de formas diferentes —tal como una pantalla de ordenador o de celular han sido diseñadas para interactuar con usuarios individuales, por ejemplo—, en el mundo digital que hoy conocemos es necesario estar generando constantemente ruido que después será transformado en un sentido determinado y no en otro por quien se apropie de ese ruido en forma de datos. La imagen de Cortázar cobra así realidad, escribimos sin cesar, emitimos para existir, y leemos sin cesar pequeños fragmentos que otros emiten. Leer un libro, en cambio, es apartarse, emitir silencio durante más tiempo del esperado, no dejar en manos ajenas la transformación del ruido en sentido sino llevar a cabo esa transformación despacio y, en la medida de lo posible, en calma. Si nadie lee libros desaparecerán quienes los escriben, pero sucederá debido a que se está diseñando un modo de vida que sustituye el criterio por la mera preferencia irreflexiva, y no porque hayamos devenido en fórmulas matemáticas, insisto en que no tengo nada en contra de las matemáticas sino al contrario, precisamente porque considero que importan creo que es necesario reapropiárselas.

Lidia Fagale, periodista. Secretaria General de la UTPBA

Ficha técnica/BELÉN GOPEGUI

Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Alumna de filosofía de Juan Blanco. Ha publicado las novelas La escala de los mapas (1993), Tocarnos la cara (1995) La conquista del aire (1998) Lo real ( 2001) El lado frío de la almohada (2004), El Padre de Blancanieves (2007), Deseo de ser punk (2009), todas ellas en la editorial Anagrama y en De bolsillo, y Acceso no autorizado (2011) y El comité de la noche (2014) en Penguin Random House. En SM ha publicado El balonazo (2008), El día que mamá perdió la paciencia (2009) El amigo que surgió de un viejo ordenador (2012) y El blog de la verdad extraordinaria, este último junto con Luis Ruiz de Gopegui. En Foro Complutense, la conferencia Un pistoletazo en un concierto y en UDP una selección de sus ensayos titulada Rompiendo algo (2014). Ha colaborado en el guión de La suerte dormida, dirigida por Ángeles González-Sinde. Es autora del guión de El principio de Arquímedes, dirigida por Gerardo Herrero, quien también dirigió Las razones de mis amigos, basada en la novela La conquista del aire. Ha escrito la pieza teatral El coloquio en colaboración con Unidad de Producción Alcores. Ecologistas en Acción ha publicado su cuento para niñas y niños Mi misión era acercarme a Miranda (2015), Fuera de la burbuja (2017) en la colección Gran Angular, y la novela Quédate este día y esta noche conmigo (2017) en Penguin Random House. Escribe artículos en diversos medios.

Fuente original:
http://www.utpba.org/2017/09/28/entrevista-a-belen-gopegui/

Google y el realismo
Novela con mucho de apólogo moral, la nueva obra de Belén Gopegui reflexiona sobre la inteligencia artificial

Mateo y Olga tienen poco en común. Él apenas pasa de los 20 años y ella ha cumplido algo más de 60. Pertenecen a dos estratos sociales diferentes (más precario el de Mateo) y sus concepciones del mundo tampoco coinciden. No obstante, los une la voluntad de resistir como motas de polvo “contra un río”. Se conocen en una biblioteca y empiezan a pasar las tardes en un bar de extrarradio. Han decidido presentar juntos una extraña solicitud de trabajo a Google que incluya aquello que Google es incapaz de jerarquizar. Quieren “colapsar la maquinaria”.

Belén Gopegui ficcionaliza (?) en Quédate este día y esta noche conmigo dicha solicitud, a la que añade los breves comentarios de la evaluadora. El resultado es una conversación moral sobre un país del sur de Europa (mejor dicho, un monólogo a dos voces, incluso un manifiesto transgeneracional) que impugna el mapa de la realidad de los nuevos mundos virtuales.

Quédate este día y esta noche conmigo es una novela, pero también un apólogo (una narración cuyo propósito es instruir sobre algún principio ético o moral, dice Wikipedia). Fiel a esa voluntad, Gopegui sacrifica la flexibilidad narrativa para ajustar la pertinencia moral del discurso de sus protagonistas. Pero recordemos: es una novela, no un ensayo disfrazado de ficción. Son los dos personajes, Olga y Mateo, quienes especulan acerca de conceptos como la libertad individual, el mérito y la responsabilidad, y al hacerlo no son heroicos ni clarividentes (tampoco son ellos quienes reparten los títulos de héroe), sino personas normales con voluntad de anonimato que han despertado de ciertas ilusiones. Su mayor dificultad es ser comunes... seguir aquí.

lunes, 9 de octubre de 2017

Erizos y zorros en Cataluña. Con frecuencia se abre un foso entre los creadores y los transmisores del saber

Los economistas ¿son erizos o son zorros? Los erizos saben mucho de una sola cosa; los zorros saben de muchas cosas de un modo más superficial. Esta distinción fue hecha por Isaiah Berlin a principios de los años cincuenta del siglo pasado basándose en un proverbio del griego Arquíloco. Los científicos (creadores) suelen ser erizos; los diletantes y los divulgadores (transmisores) pertenecen al territorio de los zorros. El tiempo en que vivimos suele ser más favorable a los zorros que a los erizos.

Esta leyenda ha sido desarrollada recientemente por el premio Nobel de Economía, el francés Jean Tirole, en su libro La economía del bien común (editorial Taurus), para analizar el papel de los economistas en los asuntos públicos: ¿son erizos o son zorros?; ¿están encerrados en torres de marfil o son consejeros del príncipe?; ¿siguen siendo ciertas las palabras de Keynes en su Teoría general de que todos los políticos aplican sin saberlo las recomendaciones de economistas cuyos nombres desconocen, muchas veces ya difuntos?

Estas consideraciones no tienen por qué ser abstractas sino que se pueden aplicar a coyunturas concretas. Por ejemplo, hay una serie de economistas catalanes, sin duda erizos, de los mejores en el mundo en su especialidad académica, que se han manchado las manos en el procés, a favor de una de las partes. Para nuestra reflexión da igual de cuál de las dos. En uno u otro grado han abandonado su laboratorio y han participado en la refriega (alguno de ellos incluso a través de las redes sociales), causando el estupor de algunos de sus seguidores tradicionales en el terreno científico. Ironiza Tirole con gracia con que a Adam Smith no se le pedía que hiciera previsiones, redactara informes, hablara por la televisión, llevara un blog, tuitease o tuviera su muro de facebook, y escribiese buenos manuales de divulgación. Y concluye: “Todas estas demandas sociales son legítimas, pero con frecuencia cavan un foso entre creadores de saber y transmisores de saber”.

Científicos sociales –en este caso, economistas- que suelen ser los primeros de la clase en lo suyo, pueden estar profundamente errados o ser banales cuando se convierten en militantes o en analistas “de aeropuerto” (como dice Krugman). Las maravillosas Memorias de Galbraith, publicadas hace muchos años, son pródigas en la autocrítica de sus equivocaciones al saltar al mundo de la política. Ojalá esto no fuese una excepción o un momento de debilidad y, con la distancia suficiente, pudiésemos conocer las introspecciones de una profesión poco dada a ellas. ¿Han reconocido los economistas hegemónicos el fracaso de sus lecciones durante la Gran Recesión?, ¿han reflexionado en público sobre las contorsiones ideológicas hechas para salvarse y cómo se deshicieron sin complejos de sus directrices neoclásicas y de su abominación por la intervención pública y tuvieron que empezar a comportarse como economistas keynesianos con esteroides, para que el Estado interviniese por doquier, so pena de crash? Muchos de estos economistas no sólo no previeron lo que se venía encima sino que con sus recomendaciones convirtieron lo que podía haber sido una recesión “del montón” en la Gran Recesión.

https://elpais.com/economia/2017/10/01/actualidad/1506860779_685597.html

domingo, 8 de octubre de 2017

_- La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) gana el Premio Nobel de la Paz 2017.

_- La Marea

La Academia sueca reconoce la labor de esta organización global cuyo objetivo es que los países inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba este tipo de armamento

La  Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) ha recibido este viernes el Premio Nobel de la Paz 2017. El galardón de este año “insta a los Estados nucleares a que inicien las negociaciones para la eliminación gradual en el mundo de 15.000 armas nucleares“, ha explicado el Comité noruego. Y ha añadido: “ICAN ha sido el agente principal de la sociedad civil en los esfuerzos para lograr una prohibición de las armas nucleares bajo el derecho internacional”.

El Comité ha subrayado, como “importante argumento” para la prohibición de las armas, el “inaceptable sufrimiento humano” que provocan y ha destacado que otros tipos de armamento menos destructivo como las minas antipersonas, bombas de racimo y las armas químicas y biológicas ya han sido prohibidas por distintos tratados.

ICAN es una coalición global formada por 331 socios en 80 países que trabaja para movilizar a las personas de todo el mundo “para inspirar, persuadir y presionar a sus gobiernos para que inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba las armas nucleares”, según se autodefine.

Personalidades destacadas como el líder antirracista Desmond Tutu, el Dali Lama, Yoko Ono y Martin Sheen han brindado su apoyo a la campaña.

ICAN sucede en el palmarés al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fue distinguido por sus “decididos esfuerzos” por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, una decisión que se anunció días después de vencer el “no” en el referéndum colombiano a los acuerdos con la guerrilla de las FARC.

El Nobel de la Paz está dotado con 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares).

Fuente:
http://www.lamarea.com/2017/10/06/la-marea-la-campana-internacional-para-la-abolicion-de-las-armas-nucleares-gana-el-premio-nobel-de-la-paz-2017/

Organizaciones por la paz y contra las armas nucleares.
http://www.icanw.org/campaign/partner-organizations/


Banderas. Las banderas han tapado los procesos por corrupción, los asesinatos machistas, la explotación de los trabajadores precarios, los sueldos de miseria, las horas de trabajo no abonadas, la creciente desigualdad y pobreza, la perdida de poder adquisitivo, etc.

Es la hora del patriotismo, el momento de arremangarse, de trabajar por el país, por el bienestar y el progreso de sus ciudadanos. Porque, más allá del múltiple desastre de ayer, lo que nos angustiaba y preocupaba hace unos meses, sigue estando ahí. Las banderas han tapado los procesos por corrupción, los asesinatos machistas, la explotación de los trabajadores precarios, la amenaza yihadista, la degradación de las inversiones públicas, las carencias que entorpecen la labor de la justicia, la falta de inversión en la educación pública, las consecuencias de los recortes en Sanidad, los catastróficos efectos del cambio climático, las penurias de una multitud de trabajadores que cobran tan poco que su salario no les permite salir de la pobreza, la tragedia de todos esos miles de refugiados que, de la noche a la mañana, han dejado de existir para quienes han decidido envolverse en su bandera, rojigualda o estelada, lo mismo da porque, al cabo, todas son iguales. Todas han sido fabricadas en China por los mismos desgraciados, que han cobrado la misma miseria por confeccionarlas. El proceso independentista catalán ha incrementado la cifra de negocio de los bazares orientales en todo el territorio español pero ahora, al otro lado del 1-O, ha llegado la hora del patriotismo, y por eso me dirijo a sus clientes para pedirles que descuelguen sus banderas de los balcones y se comporten como patriotas de una vez. Si detrás de cada fachada engalanada vivieran personas comprometidas de corazón con el progreso de su nación y la felicidad de sus gentes, no estaríamos a la merced de políticos corruptos, ineptos e irresponsables, como los que nos gobiernan gracias a los votos de tantos millones de aficionados a las banderas.


https://elpais.com/elpais/2017/10/01/opinion/1506851251_754004.html

sábado, 7 de octubre de 2017

Arundhati Roy: “Sólo la ficción puede decir la verdad”. La autora de 'El dios de las pequeñas cosas' regresa a la novela tras 20 años de escribir ensayos críticos con 'El ministerio de la felicidad suprema'.

Un parlamentario del partido del gobierno en el poder propuso varias veces que se utilizara a la india Arundhati Roy como escudo humano para proteger vehículos del ejército indio en la zona rebelde de Cachemira por unas supuestas declaraciones de ella contra las fuerzas armadas; y frente a su casa en Nueva Delhi suele haber manifestaciones de fundamentalistas hindús. Ayer, por ejemplo, fue la encargada de abrir el ciclo de conferencias ¿Revolución o resistencia?, que organiza el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB)… Todo esto le ocurre a nada menos que a la autora de El dios de las pequeñas cosas (1997) porque tras el rotundo éxito de la novela (ocho millones de ejemplares en todo el mundo, 47 idiomas) ha escrito sólo comprometidos ensayos políticos, como El final de la imaginación, El álgebra de la justicia infinita, Retórica bélica o Espectros del capitalismo, entre otros, canjeándose una merecida fama de inteligente activista. Hasta “el milagro”, como lo define su editor español, Jorge Herralde, de que 20 años después regrese a la ficción con El ministerio de la felicidad suprema(Anagrama, en castellano y catalán). O quizá no sea sólo ficción. En cualquier caso, en la capital catalana, Roy ha podido reunir por unas horas ambas condiciones.

“No hay ningún manifiesto en la novela, pero tampoco tengo miedo a que se clasifique mi obra como política; como escritora entiendo que en una obra siempre ha de haber una perspectiva política detrás, aunque hoy parece que sólo ha de ofrecer entretenimiento... Pero para mí es importante el compromiso con el mundo en que vives”, apunta Roy (Shillong, 1959), contundente a pesar de ser de voz dulce y baja, menuda, pelo rizado y brillante en la aleta nasal.

Y es que buena parte de El ministerio de la felicidad suprema ocurre en la región de Cachemira que se disputan India y Pakistán desde 1947. Y bajo una triste historia de amor asoma la devastación económica que está generando el neocapitalismo, el trato que se dispensa a los musulmanes y cierto aire de fascismo que se vive en la India. El desencuentro de Roy con los líderes políticos de su país es notable. Pero ya viene de lejos, precisamente por el impacto de El dios de las pequeñas cosas, que ganó el Booker Prize. “Por la novela viajé por todo el mundo y coincidió con la llegada al poder de la extrema derecha, que querían que yo fuera el rostro internacional de la Nueva India, pero yo no quería ser la cara de un país que empezó con privatizaciones, la entrada masiva de multinacionales o las pruebas nucleares…”, rememora.

Su visión crítica se plasmó entonces en su ensayo El final de la imaginación, muy crítico con los cambios en el país. “Entonces empecé a notar la rabia del establishment y así pasé de pasar de nadar sobre las aguas del río a caminar por el lecho del mismo, pero no quiero ser la intérprete de lo que pasa entre Oriente y Occidente, quería estar en mi país para vivir intensamente lo que ocurre”.

En el fondo, el regreso de Roy a la narrativa es fruto de ese compromiso porque “sólo la ficción puede decir la verdad al ser un edificio por el que te puedes asomar por ventanas distintas”. Así, sobre Cachemira (“la región del mundo que debe tener una mayor ocupación militar: hay sólo por parte india, 500.000 soldados”), sostiene la escritora: “Podemos leer cientos de informes sobre muertos, torturados… sí, cifras, pero nada de cómo cambia la vida de las personas, desde los soldados a la gente de a pie; las noticias no llegan siempre a lo más espantoso”, dice, recordando que en la novela un oficial recompensa a los soldados en función del número de personas que mata. “Sólo la ficción puede hablar del terror verdadero, de la falta de conexión entre las castas, de cómo se celebra a veces la ocupación militar, del fundamentalismo económico enlazado con el fundamentalismo religioso”.

Roy admite que la resistencia a toda injusticia es compleja. “Estuve en Rusia con Edward Snowden [extrabajador de la CIA que filtró material clasificado] y me dijo que la central de inteligencia estaba entusiasmada con Facebook porque les facilitaba la información de cada uno de nosotros sin tener que buscarla… Sólo en la medida que seamos capaces de salir de la Red y su control podemos dejar de ser manipulados; sí las nuevas tecnologías ayudan a la gente a organizarse, pero el poder también sabe entonces a quién ha de ir a buscar… La Red es un cuchillo sin mango, corta por los dos lados”.

Roy llegó a Barcelona el pasado domingo y sabe de los incidentes ocurridos con el referéndum. “Siempre acabo en lugares donde se mezcla cultura, política e historia”, afirma, y si bien declinó comentar el conflicto entre Cataluña y España porque desconoce el tema, sí lanzó indirectamente algún símil a partir del de Cachemira. “Una intervención violenta siempre genera una resistencia mayor, la hace crecer y crea mártires que alimentarán el pulso; la fuerza, sola, nunca es una solución; pero tampoco solo hablar: a veces hablar es como ir hundiéndote en arenas movedizas, porque en las conversaciones hay muchos actores, falsos islamistas moderados, falsos moderados, y al final la sensación es que se está dentro de una residencia de locos”. ¿Y la resistencia? “También hay resistencias de varios tipos, la de los que se van a luchar a los bosques o la que puedan hacer los mismos escritores; en cualquier caso, ni es única ni tampoco es rápida”.

https://elpais.com/ccaa/2017/10/02/catalunya/1506971975_540167.html

viernes, 6 de octubre de 2017

Einstein (una vez más) tenía razón: la detección de la cuarta onda gravitacional que confirma uno de los postulados fundamentales de la Teoría de la Relatividad

Fue por mucho tiempo uno de los mayores misterios de la ciencia.

Albert Einstein estaba seguro de que existían: de hecho, las ondas gravitacionales, como las llamó, fueron una de las bases de su Teoría General de la Relatividad, uno de los postulados más innovadores y revolucionarios de la física teórica en el siglo XX.

Y este miércoles, el Observatorio Europeo de la Gravedad (EGO) en Cascina, Italia, anunció la detección, por cuarta vez, de estas ondas, generadas por la fusión de dos agujeros negros gigantes que tenían una masa alrededor de 53 veces la del Sol.
Albert Einstein
Las ondas llegaron a la Tierra en agosto pasado y se generaron a unos 1.800 millones de años luz de distancia.

La onda fue registrada casi al mismo tiempo por tres instrumentos denominados interferómetros, en el detector Virgo, un equipo subterráneo en forma de L que fue reparado recientemente.

Es la primera onda que se detecta fuera de territorio de Estados Unidos y por tres instrumentos casi al mismo tiempo.
"Si bien este nuevo evento es de relevancia astrofísica, su detección viene con un activo adicional: esta es la primera onda gravitacional significativa registrada por el detector Virgo", asegura un comunicado de los científicos de dicho laboratorio.

Otras ondas
No es la primera vez que "el sonido del universo" llega hasta la Tierra.

Por qué Einstein tuvo que esperar a que un eclipse confirmara su teoría de la relatividad

En 2015, casi un siglo después de las predicciones de Einstein, los científicos las detectaron por primera vez: un raro "sonido" proveniente del espacio era el resultado de la colisión de dos inmensos agujeros negros a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra.

Luego, en 2016, el Observatorio Gravitacional de Interferometría Láser LIGO, en Hanford, Estados Unidos, lo detectó nuevamente, por tercera vez.

Sheila Rowan de la Universidad de Glasgow, Reino Unido, aseguró a la BBC que, tras este hallazgo, los científicos están en el umbral de una nueva comprensión de los agujeros negros.

"Es tentador ver esta nueva historia de cómo los agujeros negros se formaron y evolucionaron a través de la historia del cosmos. Esta información está casi a nuestro alcance, pero todavía no hemos llegado a ella", aseguró.

Los agujeros negros se forman al final de la vida de las supernovas, una estrellas de gran masa que implosionan, es decir, estallan hacia adentro y generan un campo magnético tan fuerte que puede incluso absorber la luz.

Qué son las ondas gravitacionales
Según Einstein, todos los cuerpos en movimiento en el espacio se "hunden" por su peso en la malla del espacio-tiempo y generan ondas, como cuando una piedra cae en un río.

Su detección se considera uno de los avances en física más importantes de las últimas décadas.

Percibir las distorsiones en el espacio-tiempo representa un cambio fundamental en el estudio del Universo, ya que permite observar antiguos eventos invisibles a los radiotelescopios o a los telescopios ópticos.

Mientras que la luz se dispersa al atravesar distintos medios -como por ejemplo, cuando llueve y se forma el arcoíris-, esto no ocurre con las ondas gravitacionales cuando se desplazan por el espacio desde su lugar de origen hacia la Tierra.

Esto permite a los científicos tener una certeza más profunda sobre lo que ocurrió en estrellas ubicadas a millones de años luz de nuestro planeta.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-41422417

jueves, 5 de octubre de 2017

_- “Los alumnos que no compiten tienen una mejor salud mental”. El pionero del aprendizaje cooperativo David Johnson aclara por qué todas las escuelas deberían implantar ese modelo

_- En los años 60 David Johnson (Indiana, 1940) y su hermano Roger comenzaron una cruzada contra el aprendizaje competitivo e individualista que imperaba en las escuelas de Estados Unidos.
Su objetivo era dar la vuelta a la creencia de que solo los más aptos sobreviven y demostrar que el aprendizaje cooperativo era la clave para encajar en la sociedad, encontrar un empleo en el futuro y saber sobreponerse a la ansiedad. Fundaron el Centro de Aprendizaje Cooperativo de la Universidad de Minnesota y desde entonces han publicado más de 100 investigaciones y han formado a más de un millón de profesores de diferentes partes del mundo. Hoy tienen centros formativos en Shanghái, Japón, Noruega o España, donde se enseña una metodología desarrollada por ellos y construida sobre cinco pilares.

Considerados los padres del aprendizaje cooperativo, los hermanos Johnson fueron los primeros en recopilar y contrastar más de 550 estudios publicados sobre el tema desde 1898 para elaborar después sus propias investigaciones, un trabajo por el que han recibido más de una decena de premios, entre ellos el Brock International Prize for Education en 2007, concedido por la Universidad de Oklahoma.

David Johson, profesor de Psicología Educacional en la Universidad de Minnesota, contestó a las preguntas de este diario en el I Congreso de Innovación Educativa celebrado hace dos semanas en Zaragoza y organizado por el Gobierno de Aragón, un foro de dos días al que acudieron 1.400 profesores para intercambiar experiencias sobre las últimas metodologías en el aula.

Pregunta. ¿Qué es el aprendizaje cooperativo y por qué se debería usar en las escuelas?
Respuesta. Mucha gente tiene una idea equivocada. Juntar a personas en la misma habitación, sentarlas en círculo y decirles que son un grupo no quiere decir que vayan a cooperar de forma efectiva. Es necesario que se den cinco elementos esenciales que son los que integran nuestra metodología.
El más importante es la interdependencia positiva, que implica que todos los integrantes del grupo perciban que el éxito individual no se dará si no triunfan todos. Si uno falla, todos pierden. La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio, sino del grupo. Este método de trabajo consigue que las personas se preocupen por el éxito de los demás, un elemento básico para la convivencia.
Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos.

P. Sus estudios han demostrado que la competitividad entre alumnos no mejora los resultados académicos. ¿Por qué sigue instalado ese sistema en las escuelas?
R. A mediados de los sesenta cuando Roger y yo comenzamos a interesarnos por el tema, la competitividad y el individualismo dominaban los sistemas de enseñanza en primaria, secundaria y en la Universidad. Era el llamado darwinismo social, que consiste en aplicar la teoría de la evolución de Darwin al campo educativo: los estudiantes tienen que aprender a sobrevivir en un mundo en el que unos se comen a otros y solo los más aptos sobreviven. En ese momento, el aprendizaje cooperativo era relativamente desconocido e ignorado por los educadores. Afortunadamente, hoy es una de las metodologías escogidas en todos los niveles educativos. Es muy raro encontrar a un profesor que no conozca este tipo de aprendizaje.

P. ¿Cuál es el principal problema que se da en las aulas?
R. Se ignora completamente la interacción entre los estudiantes. Los programas de formación del profesorado destinan la mayor parte del tiempo a enseñar a los docentes a lidiar con los alumnos y les muestran cómo deben reaccionar a los materiales de clase. Sin embargo, la interacción entre los alumnos es esencial y dice mucho de cómo aprenderán o de cuánta autoestima serán capaces de adquirir. No tiene sentido que los estudiantes compitan entre ellos para ver quién saca un sobresaliente y se sitúa por encima de los demás. Ese modelo ha caducado y hasta las empresas tecnológicas como IBM contratan a los que saben trabajar en grupo. A principios de los 2000 una investigación de una consultora señaló que el principal motivo por el que los estadounidenses dejan su trabajo es la falta de habilidades sociales de su jefe. El individualismo ya no vale.

P. ¿Por qué se les considera los padres del aprendizaje cooperativo? ¿Qué han aportado que no hicieran las investigaciones previas?
R. Se nos puede considerar los pioneros del aprendizaje cooperativo de la edad moderna, pero antes de nosotros hubo decenas de autores. El filósofo romano Séneca abogaba por este tipo de aprendizaje con afirmaciones como Qui docet discet, que quiere decir que el que enseña aprende dos veces. En el movimiento por la escuela pública de los Estados Unidos de comienzos del siglo XIX también hubo una fuerte defensa de esta corriente. No es algo nuevo. El hecho de enfrentarse a puntos de vista opuestos genera incertidumbre y conduce a la persona a buscar más información para conseguir una conclusión más refinada y razonada. Además, nuestros estudios demuestran que el alumno debe reestructurar la información para retenerla en la memoria y una forma de lograrlo es explicar algo en voz alta a un tercero.

P. De sus estudios se desprende que el aprendizaje cooperativo exige más esfuerzo y pese a ello resulta más atractivo para los estudiantes.
R. Los beneficios se pueden dividir en tres grandes grupos:
1. Un mayor esfuerzo para el logro, 
2. Una mejora de las relaciones interpersonales y 
3. También de la salud psicológica. 

El cooperativo es más complejo que el individualista porque el alumno tiene que conectar al mismo tiempo con la tarea que debe realizar y con el grupo.

Los miembros del equipo tienen que aprender 
1. A liderar, 
2. A decantarse por un punto de vista, 
3. A comunicar y 
4. A manejar los conflictos.

Nuestras investigaciones demuestran que trabajan más duro cuando lo hacen en grupo que en solitario. Y obtienen más beneficios.

1.Aumenta la retención de información, 
2. Tienen mayor capacidad para desarrollar argumentos, 
3. Mayor motivación para seguir aprendiendo después de clase y 
4. Mejores estrategias para la resolución de problemas.

P. Parece que los estudiantes que cooperan saben manejar mejor su carácter y tienen mayor resistencia a la ansiedad. ¿Por qué?
R. Cada vez que dos estudiantes trabajan juntos, la relación cambia:
1. Se entienden mejor,
2. Se aceptan y
3. Se apoyan mutuamente tanto en lo académico como en lo personal.

Cuando no compiten,
1. Mejora su salud mental;
2. Ganan autoestima y
3. Mejora su habilidad para lidiar con el estrés.

El grado de vinculación emocional entre los estudiantes tiene un profundo efecto en su comportamiento en el aula.
Cuanto más positiva es esa relación, menores son las tasas de absentismo y de abandono. El sentimiento de responsabilidad sobre el grupo incentiva las ganas de emprender proyectos de mayor dificultad y mejora la motivación y la persistencia para alcanzar una meta conjunta. El grupo se siente unido frente a ataques externos o críticas y crece el compromiso por el crecimiento personal y académico del resto de miembros del equipo.
Los niños que requieren tratamiento psicológico suelen tener menos amigos y sus amistades son menos estables a largo plazo.
La esencia de la salud psicológica es la habilidad de construir, mantener y modificar las relaciones con los demás para conseguir determinados objetivos. Los que no son capaces de gestionarlo suelen presentar mayores niveles de ansiedad, depresión, frustración y sentimientos de soledad. Son menos productivos y más inefectivos en combatir la adversidad.

https://elpais.com/economia/2017/10/02/actualidad/1506942650_496359.html

miércoles, 4 de octubre de 2017

Cómo Canadá se convirtió en una superpotencia educativa. Sean Coughlan BBC.

Cuando hay debates sobre los desempeños de los sistemas de educación superior del mundo, aparecen los nombres de naciones asiáticas como Singapur y Corea del Sur, o los nórdicos Finlandia o Noruega, como los más destacados.

Pero sin tanto reconocimiento y con un efectivo sistema de nivel superior también ha aparecido Canadá.

En la última ronda de pruebas internacionales PISA, el país norteamericano fue uno de los pocos que se ubicó en el top 10 de matemáticas, ciencias y lectura.

Las pruebas, a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son un importante estudio sobre el rendimiento educativo y muestran a los adolescentes canadienses entre los más educados del mundo.

Están muy por delante de sus vecinos de Estados Unidos y de países europeos con fuertes lazos culturales como Reino Unido y Francia.

Además, Canadá tiene la mayor proporción del mundo de adultos en edad de trabajar que han tenido educación superior, 55% en comparación con un promedio de 35% en la OCDE.

Estudiantes migrantes
El éxito de Canadá en pruebas escolares también es muy inusual en comparación con otras tendencias internacionales.

Países con mejores desempeños a menudo son sociedades cohesionadas, compactas. Y el actual país con mejores logros, Singapur, ha sido visto como un modelo de progreso sistemático, con cada parte del sistema educativo integrado a una estrategia nacional general.

En cambio, Canadá no tiene ni siquiera un sistema nacional de educación, pues cada provincia es autónoma y tiene su propia estrategia.

También es difícil hacer un contraste entre una ciudad-Estado como es Singapur y una masa de tierra enorme y dispersa como Canadá, el segundo país más grande del mundo tras Rusia.

Al tratar de entender el éxito de Canadá en la educación, la OCDE encontró que el papel del gobierno federal es "limitado y a veces inexistente". Otro factor que pasa desapercibido es que Canadá tiene un alto nivel migrantes en su población escolar: más de un tercio de los adultos jóvenes del país vienen de familias en las que ambos padres son de otro país.

Los hijos de las recién llegadas familias migrantes parecen integrarse con la suficiente rapidez para tener el mismo alto nivel que sus compañeros de clase. Al hacer un análisis más cercano de los resultados de PISA, a nivel regional y no a nivel nacional, los logros de Canadá son aún más notables.

Si las provincias fueran evaluadas en las pruebas PISA como países separados, Alberta, Columbia Británica y Quebec estarían entre los cinco primeros lugares del mundo en ciencias, junto con Singapur y Japón y por encima de Finlandia y Hong Kong. Entonces, ¿cómo ha hecho Canadá para superar a muchos otros países en educación?

Andreas Schleicher, el director de educación de la OCDE, dice que en ese país "el gran tema unificador es la equidad". A pesar de las diferentes políticas en las distintas provincias, existe un compromiso común con crear las mismas oportunidades en la escuela. Se dice que hay un fuerte sentido de equidad e igualdad de acceso a la educación y esto se ve en el alto rendimiento académico de los niños migrantes.

  • 9 peculiaridades de los países con la mejor educación en el mundo

    Tres años después de su implantación, las pruebas PISA muestran que los niños migrantes tienen puntuaciones tan altas como el resto de sus compañeros. Esto hace de Canadá uno de los pocos países donde los niños con raíces extranjeras logran un nivel similar a los no inmigrantes.
    Otra característica distintiva es que
    los profesores de Canadá están bien pagados y convertirse en maestro es altamente selectivo.

    Igualdad de oportunidades El profesor David Booth, del Instituto de Ontario para Estudios en Educación de la Universidad de Toronto, destaca la "fuerte base de alfabetización" de Canadá. Se han hecho esfuerzos sistemáticos para mejorar la alfabetización, con personal bien capacitado, bibliotecas escolares y evaluaciones para identificar las escuelas o estudiantes con dificultades.

    John Jerrim, profesor del Instituto de Educación de la University College de Londres, dice el alto desempeño de Canadá refleja la reducida brecha socioeconómica que hay en el país.

    En lugar de ser un país de extremos, los resultados de Canadá muestran un promedio muy alto, con relativamente poca diferencia entre los estudiantes favorecidos y los desfavorecidos.

    En los más recientes resultados de PISA en ciencias, la diferencia en las puntuaciones causadas por las diferencias socioeconómicas fue del 9%, frente al 20% en Francia y 17% en Singapur.

    Es un sistema notablemente consistente. Así como hay poca diferencia entre estudiantes ricos y pobres, hay muy poca variación en los resultados entre las escuelas, en comparación con el promedio de los países desarrollados.

    En lugar de que los altos niveles de inmigración sean vistos como una amenaza a los resultados, el profesor Jerrim dice que es probable que esto sea parte de su historia de éxito.

    Los migrantes que llegan a Canadá, muchos de países como China, India y Pakistán, a menudo están bien educados y tienen deseos de ver a sus hijos cursando carreras profesionales.

    Jerrim dice que estas familias migrantes tienen "hambre" de éxito y sus altas expectativas tienen un impacto en la mejora de los resultados escolares de sus hijos. El profesor Booth coincide en que las altas expectativas de estas familias migrantes son un motor.

    "Muchas familias nuevas en Canadá quieren que sus hijos sobresalgan en la escuela y los estudiantes están motivados para aprender", consideró. Este año en particular ha sido extraordinario para la educación en Canadá.

    Las universidades están cosechando los beneficios del efecto Trump, con niveles récord de solicitudes de estudiantes extranjeros que ven a Canadá como una alternativa en Norteamérica.
    También el Global Teacher Prize, considerado el Nobel de la educación, fue obtenido por la canadiense Maggie MacDonnell, quien al recibir el premio apeló por la educación de estudiantes indígenas. Al celebrar su 150 aniversario, Canadá tiene para relucir su condición de superpotencia en educación.

    http://www.bbc.com/mundo/noticias-40808558
  • martes, 3 de octubre de 2017

    _- Limones que hicieron historia. Helena Attlee hila la agitada historia de Italia a través de los cítricos, que estuvieron detrás del origen de la Mafia y dominaron el mercado de perfumes


    Panorámica de la costa amalfitana (Italia). _- Era invierno, pero el suave clima de la costa genovesa —que permitió el cultivo de cítricos  en estas latitudes— llenaba de gente las terrazas de los bares del puerto. Helena Attlee encontró una mesita y, presa de una incipiente obsesión, pidió un campari con zumo de naranja.  El camarero no entendía a la solitaria turista que hablaba un buen italiano ensuciado con acento inglés. Finalmente exclamó: “¡Ah, un garibaldi!”. Cuando le trajo aquella bebida de colorr rojo, como las camisas de los 1.000 voluntarios que atravesaron Italia tras el líder revolucionario, todas las piezas del puzle que llevaban años desordenadas en su cabeza comenzaron a encajar. “Siempre lo presento como lo que me llevó a escribir esta historia. La realidad no es tan sencilla y todo sucede en círculos, pero es una buena metáfora del libro”, asegura la autora del delicioso  El país donde florece el limonero (Acantilado)


    Italia entera bailaba con los hielos en aquel brebaje cítrico, acertadamente  bautizado con el nombre del unificador del país. La naranja sanguina que exprimió con las manos el barman procedía de las faldas del monte Etna, el gran volcán siciliano. Mientras Garibaldi trataba de anexionar aquellos bosques de naranjos de Catania al nuevo reino de Italia, en su otro extremo, en Lombardía, Gaspare Campari inventaba un licor cuyo ingrediente clave es el extracto de chinotto, un cítrico excepcionalmente ácido cuya historia se entrelaza con la de la región de Liguria. Como explícito remate de aquel caldo de sugestiones, media rodaja de naranja fresca.

    En aquella terraza genovesa Attlee comprendió que los cítricos proporcionaban un hilo dorado con el que tejer la tumultuosa historia de Italia. La de estos frutos, igual que la del país mediterráneo, es una historia de polinizaciones cruzadas, invasiones, migraciones y vaivenes económicos. “Son las mismas fuerzas”, explica, y los ojos azules se le iluminan aún con pasión en la cafetería de una librería londinense. “Hay muchos ejemplos de cómo los cítricos han cambiado el curso de la historia de Italia y de todo el mundo. Lo maravilloso es que allá donde llegan proporcionan una increíble bendición, como una fiebre del oro. Y eso tiene consecuencias imprevisibles”.

    Siguiendo el rastro cítrico se puede llegar, por ejemplo, al origen de la Mafia. En 1747 un médico de la Armada británica llamado James Lind emprendió el primer ensayo clínico con zumo de limón para tratar el escorbuto, que diezmaba las tripulaciones de los navíos, privadas de vitamina C en sus largas temporadas en la mar sin ingerir frutas ni verduras frescas. La Marina Real británica cargó sus navíos de zumo de limón para proteger a los marinos. Cuando Nelson conquistó Malta en 1798, el Almirantazgo confió a aquella isla y a Sicilia el suministro de limones.

    Esto produjo un verdadero boom económico en la Conca d’Oro, la cuenca del oro que se extiende en la llanura entre los montes de Palermo y el mar. El negocio atrajo a bandidos, ladrones de ganado, abogados y políticos, que, unidos por la avaricia, crearon entre los huertos de limoneros la organización que pasaría a la historia como la Mafia. “Coincidió con un cambio de régimen, los Borbones se iban de la isla”, explica Attlee. “En esa maravillosa tierra siciliana nació ese sistema de intimidación.El paisaje ayudaba, con esas paredes altas que protegían del viento a los limoneros y permitían a los mafiosos ocultarse”.

    Los cítricos italianos han engendrado criaturas más bellas y en lugares más insospechados. Como el agua de colonia, bautizada en honor a la ciudad alemana a la que emigró en su juventud el piamontés Giovanni Maria Farina, superdotada nariz de una antigua familia de aromatiseurs. En 1708 inventó el perfume cuya base era la bergamota, un cítrico de Calabria, producto de una polinización cruzada azarosa entre un limonero y un naranjo amargo. “Es desagradable de comer”, explica Attlee, “pero la piel tiene tantos aceites esenciales que si estrujas una esponja junto a la fruta y la liberas se llena de aroma”. El agua de colonia dominó el mercado de perfumes occidental durante 300 años, un éxito solo comparable al de la propia bergamota, que también aporta su aroma a uno de los tés más populares del mundo, la variedad Earl Grey.

    Siguiendo el rastro de los cítricos, Attlee descubrió que en el Renacimiento italiano la naranja amarga era “como el kétchup”. Se le echaba a todos los platos, incluidos el pastel de tortuga, y las ubres de vaca rellenas de leche, con las que el cocinero Bartolomeo Scappi deleitaba al papa Pío V.

    Los capítulos del libro están salpicados de estas y otras recetas, algunas tan apetitosas como la calamarata —pasta en forma de anillo gigante — con almejas y limón en juliana, frito en aceite de oliva, con ajo y perejil picado.

    La de los cítricos es la tercera parada de una sucesión de pasiones en la vida de Attlee. Primero fue Italia, después sus jardines y, por último, estos frutos maravillosos. “Estudié italiano en la universidad e hice eso que hacen muchas niñas inglesas de clase media: ir a vivir a Florencia”, recuerda. “Por una de esas casualidades de la loca industria editorial de los ochenta”, asegura, acabó haciendo, con su marido fotógrafo, un libro de jardines italianos. Se convirtió inesperadamente en una experta en la materia y organizaba viajes para turistas ingleses por los jardines italianos. “Comía en buenos restaurantes, dormía en buenos hoteles y, a los pocos días, volvía a casa con mis hijos y con dinero en el bolsillo”, recuerda.

    Con los años, su curiosidad se fue centrando en las macetas con cítricos que encontraba en aquellos jardines renacentistas. “Eran increíbles”, cuenta. “Tenían frutos de formas muy raras, había tipos diferentes de fruta en el mismo árbol. Descubrí que eran parte de colecciones de curiosidades, antecedentes de los museos. Algunos llevaban allí más de 300 años. Comprendí que había algo más en un limonero, que se trata de un objeto cultural”. Investigar sobre los cítricos, explica Attlee, “fue como escalar los muros de aquellos jardines y asomarme a un paisaje mucho mayor”.

    https://elpais.com/cultura/2017/09/18/actualidad/1505733206_307781.html



    Algunos inventos son como algunas canciones: sabemos lo importantes que son para nosotros aunque no sepamos muy bien a quién agradecérselos. Por lo pronto, demos las gracias a Giovanni Maria Farina, un piamontés que dividía a la gente entre “los que huelen bien y los que huelen mal”. No en vano, formaba parte de una familia de perfumistas ocupada durante generaciones en destilar alcohol y combinarlo con fragancias de frutas y flores. Emigrado a Alemania, en 1708, con 23 años, inventó un perfume basado en la bergamota, ese cítrico dignamente arrugado al que llamaban oro verde. En honor de su ciudad de adopción lo llamó Agua de Colonia. Ya conocen el resto de la historia. O se la huelen.

    Cuatro décadas después, el escocés James Lind, médico del Salisbury, un buque de la armada real, realizó un experimento en busca de una cura para la enfermedad que diezmaba a los marinos del mundo entero: el escorbuto. Sidra, vinagre, vitriolo, agua de mar, un preparado farmacéutico y una mezcla de naranjas y limones fueron las dietas administradas a 12 pacientes, divididos en seis parejas. El efecto del último tratamiento fue extraordinario. Tanto que algunos historiadores le atribuyen parte de la hegemonía naval británica durante el siglo XIX por mucho que nadie supiera identificar el origen preciso del milagro. Fue el bioquímico húngaro Albert Szent-Györgyi el que en 1927 identificó la vitamina C como ingrediente antiescorbútico del zumo de limón. Diez años más tarde recibió el  Nobel de MedicinaMucho antes, eso sí, alguien había descubierto que la producción de cítricos sicilianos daba más beneficios que cualquier otra actividad agrícola en Europa. Así pues, se lanzó a controlar los cultivos y a especular con los precios. A ese alguien hoy lo llamamos Cosa Nostra.

    Los de Farina, Lind y la Mafia son solo tres de los muchos episodios recogidos por Helena Attlee en El país donde florece el limonero, una “historia de Italia y sus cítricos” que  Acantilado acaba de publicar traducida por María Belmonte. Mezcla de ensayo histórico, recetario y crónica de viajes, el libro de Attlee pertenece al mismo género que maravillas como Fast food, de Eric Schlosser (Grijalbo); Historia de la Biblia, de Karen Armstrong (Debate);  El emperador de todos los malesde Siddhartha Mukherjeee (Taurus); Alambre de púas, de Reviel Netz (Clave Intelectual); o  Mona Lisade Donald Sasoon (Crítica). Hasta que los abrimos, no supimos lo importantes que habían sido las hamburguesas, las enfermedades, los profetas, las alambradas, los ladrones o las naranjas para hacer que el mundo sea como lo conocemos.

    Más aquí.

    lunes, 2 de octubre de 2017

    _- El desprecio racista de los "sabios".

    _- Una de las características más bajas del pensamiento teórico de izquierda es que ubica los planteamientos, conceptos, análisis, tendencias y teorías que vienen del abajo profundo como parte del folclore de quienes no han sido formados en la academia.

    De un plumazo o de un teclazo no sólo se empobrece la historia de la teoría emancipatoria, sino que se miente rotundamente sobre el origen de esa teoría.

    No importa si uno es marxista o anarquista o sindicalista revolucionario o blanquista.

    Siempre, las diversas teorías emancipatorias estuvieron vinculadas a procesos sociales que no tan sólo las permitieron, sino que las hicieron inevitables.

    Así, por ejemplo, la Liga de los Proscritos —luego Liga de los Justos y finalmente Liga de los Comunistas—, estaba conformada por sastres, zapateros, relojeros. El conjunto de esos revolucionarios elaboraron sus teorías no en el medio académico (es más, muchas veces lo hacían en condiciones de hambre o en la cárcel), sino en medio de la gente común con la que trabajaban, práctica y teóricamente y, desde luego, en medio de grandes confrontaciones sociales: la revolución de 1830 en Francia, la revolución de 1848 en gran parte de Europa y, desde luego, la Comuna de París en 1871.

    Por eso, Carlos Marx acuñó una frase que todavía hoy causa escozor a muchos comentaristas de la lucha social:

    Cada paso de movimiento real vale más que una docena de programas. ("Carta de C. Marx a W. Bracke".Londres, 5 de mayo de 1875. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/c5-v-75.htm ).

    Todo esto viene a cuento porque un grupo de comentadores de la realidad, cuya actividad práctica se reduce a atravesar con temor la avenida Eje Central, de la ciudad de México (no sin antes pedir ayuda a alguien porque la gente les provoca asco), desde las redes sociales (aquí se ubica la zona de su praxis) se han sumado al coro de ataques contra el zapatismo, en especial contra el Subcomandante Insurgente Moisés. Su “argumento” —que sería risible si no fuera tan deshonesto— consiste en señalar que él no es realmente anticapitalista (con un dejo bondadoso, este sí muy chic, señalan que... lo puede ser, siempre y cuando estudie y entienda el profundo significado de la ley del valor y de la fetichización de las mercancías).

    Uno se podría preguntar: ¿Desde qué ladrillo se ubican esas personas para hacer esta crítica? o ¿cuáles son sus bases teóricas y prácticas para hacer esta crítica?

    Desde luego, no es extraño que ahora se sumen al coro antizapatista, tampoco que ubiquen lo fundamental de su crítica con una gran dosis de desprecio racista. La fila es larga. En la práctica, comienzan el camino de Octavio Rodríguez Araujo y escriben su versión cool de “mi paso por el zapatismo”.

    La elaboración zapatista, por lo menos la que se ha hecho pública, viene desde 1994. Ellos han planteado una serie de conceptos y categorías que, muchos años después, algún escritor famoso retoma, desde luego, sin citar el origen del planteamiento.

    Están también quienes, en el colmo del atraso y el racismo, plantearon la idea de que el zapatismo estaba bien para la selva pero no para la polis. Que la polis era una sociedad compleja y no una simple como la indígena.

    La idea era muy sencilla: el zapatismo no debe meterse en los vericuetos de los planteamientos teóricos, sino que debe construir sus Caracoles y quedarse en la selva sin opinar sobre temas candentes como neoliberalismo, mercado, capital financiero, crisis del Estado-Nación, fetichización de la mercancía (para quien quiera una explicación sencilla, pero profunda de lo que significa este último concepto le recomiendo el discurso del difunto Subcomandante Insurgente Marcos en Altepexi, Puebla, sobre las trabajadoras de las maquilas), acumulación por despojo, etcétera.

    Pero resulta que sobre todos esos temas el zapatismo no sólo ha hablado sino que ha construido un método de aproximación que, por lo menos, tiene dos variantes:

    1. Como ellos lo han dicho: su reflexión teórica es producto de su práctica.

    2. Lo que ellos plantean no son juicios terminados ni teorías cerradas, tan queridas por esos que se llenan la boca de hablar de ciencia y no entienden que, desde el punto de vista histórico, la duda ha desempeñado una función saludable. Desde luego, hablamos de la “duda científica”, que ha servido para poner en tela de juicio las verdades reveladas. Entonces, para la ciencia, toda verdad para ser científica ha de ser refutable. Una verdad científica “indiscutible” es por consiguiente un oxímorón. Toda la elaboración teórica de las y loscompañer@s ha tenido como característica el “principio precaución”, que casi siempre va acompañado de la siguiente idea: “bueno, así la vemos nosotros, pero quién sabe cómo la vean ustedes”. Ellos analizan los procesos económicos, sociales, políticos tratando de ubicar las tendencias que ahí se expresan. Y hay que decirlo: casi todas esas tendencias por ellas y los señaldas se han evidenciado como realidades.

    ¿Por qué esa precaución? Creo que hay tres razones:

    a) Son modestos y su forma de explicar las cosas no tiene la pedantería de los teóricos de buró.

    b) Parten de un principio ético que, en este caso, es profundamente ajeno no sólo a los teóricos de las redes sociales sino a los intelectuales de la academia, los cuales nunca o casi nunca se hacen responsables de lo que escriben. Una semana se expresa una idea, la realidad demuestra un día después que todo el planteamiento fue equivocado, y no se retoma el análisis para señalar explícitamente el error o el horror, sino que se pasa al siguiente tema sin el menor rubor. En cambio, para las y los zapatistas su palabra tiene valor. Por eso cuando escriben o dicen algo, ese algo ha sido producto de un largo proceso de reflexión y no de la ocurrencia del momento. Y, por eso, ellas y los otros se hacen responsables de lo que dicen.  No se olvidan de lo que dijeron, lo tienen presente y le dan seguimiento a esa tendencia señalada, ve  n si otros tienen otras ideas y luego, por medio de la práctica, saben quién tuvo razón. Pero, sin embargo, eso no los lleva a cantar victoria ni a mostrar superioridad. Una nueva tendencia se abre frente a sus ojos y recomienzan todo el proceso.

    c) Como su reflexión teórica es producto de su práctica, pues entonces tienen que estar confrontando permanentemente esas tendencias que señalan con la realidad.

    Le dejan a otros la soltura con la que descalifican a todo un movimiento que, cuando se había decretado el fin de la historia, la construcción de un “nuevo orden mundial”, cuando la resignación se había engalanado cubierta de cinismo, dijo ¡NO! y ¡Ya Basta!

    Luego se han dicho frases tontas como que el zapatismo es un “eticismo chic” o que no son del todo anticapitalistas (independientemente de que así se definan) porque no entienden la teoría del valor y la fetichización de las mercancías.

    Los que han dicho esto último no se caracterizan por ser unos estudiosos serios de los trabajos de Marx. Nunca han leído las obras fundamentales del marxismo, sólo buscan estar a la “moda” sin saber que, como dijo Walter Benjamin:

    La moda tiene un olfato para lo actual, donde quiera que lo actual dé señales de estar en la espesura de los antaño. La moda es un salto de tigre al pasado. Sólo que tiene lugar en una arena en donde manda la clase dominante (Walter Benjamin: Tesis sobre la historia.   https://marxismocritico.com/2013/05/31/tesis-sobre-la- historia-y-otros-fragmentos/)

    Entonces, interpretan a Marx a través de las gafas de Robert Kurz (muerto en 2012). No me interesa en esta ocasión discutir las tesis de Kurz, que además de cosas muy interesantes, destilan un pesimismo producto de alguien que vomita desprecio hacia la gente común, la que vive, crece y se relaciona en las calles o en los campos. De aquél que nunca habla con la gente común ni busca encontrar un piso común con ella, no busca entenderla, más aún, tampoco la ve.

    Pero me llama la atención que estas personitas se agarren de Kurz para criticar a las y los zapatistas y “demostrar” por qué no son realmente anticapitalistas —bueno, que todavía no lo son y que a lo mejor algún día, si les hacen caso a ellos (no lo dicen pero se sugiere), lo llegarán a ser— y que pasen por alto algo fundamental: ¿Cuáles son las expresiones concretas, prácticas, del anticapitalismo zapatista?

    Veamos con un poco de detalle el problema:
    En una serie de párrafos memorables, el Subcomandante Galeano, a nombre de las y los zapatistas, en referencia a los discursos de cinco generaciones diferentes de mujeres zapatistas señala lo siguiente:

    El zapatismo no puede ser explicado por sí mismo, necesita conceptos, teorías y pensamientos críticos para dar cuenta de sí mismo. Porque ustedes han escuchado o leído la maravillosa genealogía de la lucha de las mujeres zapatistas, sí, su heroicidad, sí, su terco empeño, pero faltó algo. Faltó la economía política porque esas rebeldía y resistencia pudieron crecer, desarrollarse y extenderse a lo que ahora nos sorprende y aterra, sólo cuando existieron las bases materiales que las concretaron. Fue hasta que las mujeres se fueron desprendiendo de la dependencia económica de los varones, que se pasó de la teoría a la realidad.

    Fue hasta que surgieron sus cooperativas, sus proyectos propios, hasta que se apropiaron de la economía, que despegaron. Porque el trabajo incansable de las Ramonas, las Susanas y todas las mujeres zapatistas que malorientaron (ok, eso fue un desliz machito), que contagiaron a otras mujeres, y éstas a otras y así, pudieron hacerlo y pueden hacerlo porque no dependen económicamente de los varones.

    Y déjenme decirles que esto fue posible sólo hasta que ocurrieron al menos dos hechos fundamentales: el uno, el cambio en la propiedad de los medios de producción, y el otro la toma y ejecución de sus propias decisiones, es decir, la política. Al explicarles esto, he usado las herramientas de la economía política. Sin ellas, ustedes podrían llegar a pensar que todo fue y es una cuestión de voluntad, de firmeza, de compromiso, de militancia.

    En las ciencias exactas y naturales funciona el llamado Principio del Tercer Excluido. Bueno, en realidad dice “Tercio Excluido”, pero los “Tercios Compas” somos zapatistas y resistimos. Este principio es muy sencillo: una cosa no puede ser y no ser.

    Es decir, en condiciones idénticas una premisa siempre tendrá una y sólo una conclusión.

    En las ciencias sociales es tal el ritmo vertiginoso de la mutación en las condiciones de las premisas que, cuando el teórico llega “loco de contento con su cargamento” a la realidad, ésta ya se ha modificado.

    A menos que sea un cínico que sólo quiera mantener la beca o la plaza, el pensador crítico tendrá que ir y venir continua­mente de la realidad a la teoría, de tal forma y con tal celeridad que no es de extrañar que luego se maree y vomite. Pero el científico social no tiene por qué rehacer todo, qué más quisieran en las redes sociales y en los medios de paga o no. El científico social no vuelve a descubrir el fuego cada vez que quiere dar cuenta de los múltiples incendios que crecen y se extienden en la realidad social. Parte él de un marco teórico, de unas ideas fundamentales, de unos conceptos científicos, de teorías base.

    Por ejemplo, en la ciencia de la economía política, la teoría del Valor, o la teoría que nos orienta a buscar las explicaciones generales en las bases materiales. Partir de la propiedad de los medios de producción, circulación y consumo de mercancías (nosotros hemos agregado “los medios de despojo”, por lo que explicaré luego), y de las relaciones sociales de producción que esa propiedad impone.

    Esas teorías, esos conceptos ¿son sólo buenas intencio­nes, ocurrencias, ideologías más o menos estructuradas? ¿Sirven para explicar una realidad? Por ejemplo, ¿se puede explicar la genealogía del sistema capitalista sin el concepto de mercancía, sin la teoría del valor? O de forma más provocadora: ¿se puede explicar a cabalidad el nacimiento y desarrollo del capitalismo con conceptos y teorías contrarias y contradictorias a las de la economía política? (El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista. Tomo 1)

    ¿Así que todavía les falta para ser anticapitalistas? ¿Así que tienen que leer a Kurz? ¡Ja!

    En estos párrafos se ubican, desde mi punto de vista, por lo menos cuatro elementos fundamentales de la práctica y la teoría anticapitalista de las y los zapatistas.

    Quienes pudimos escuchar la narración de las cinco compañeras zapatistas fuimos tocados profundamente por dicha narración. Lo que oímos fue la evidencia de la lucha por “el tránsito del dolor a la esperanza”. De la vida bajo el finquero a la construcción de nuevas relaciones sociales. Pero la narración no se llevó a cabo a partir de un discurso cerrado, duro y aburrido sino desde la perspectiva de aquéllas que cuentan, de manera completamente natural, su gran creación heroica.

    Y luego el SUP, a partir de esa experiencia práctica crea y recrea una serie de conceptos claves:

    a) Esto fue posible, sólo gracias a que se dio un cambio en la propiedad de los medios de producción.

    Pero el cambio de propiedad se ha dado muchas veces en la historia, la peculiaridad es que no se trató de una estatización de los medios de producción sino de una socialización de los mismos. La diferencia no es baladí. El proceso de organización que ha permitido la creación de las nuevas relaciones sociales tiene como base material la apropiación social de los medios de producción, en especial de la tierra.

    A partir de eso, todo cambia. Las leyes mercantiles como tales se modifican. Los nuevos dueños de los medios de producción deciden la forma, el tiempo, la estructura, los ritmos, todo lo que tiene que ver con el trabajo, el producto y la distribución del excedente social llevada a cabo con criterios sociales.

    El trabajo deja de ser una relación social impuesta por intereses privados, que determinan las metas y las cadencias de la producción y que se apropian del tiempo de trabajo no pagado, para su beneficio personal.

    Pero, igualmente, el trabajo deja de ser algo impuesto por una burocracia estatal que determina las metas y las cadencias de la producción y que, aunque distribuya un poco menos mal el resultado del tiempo de trabajo no pagado, se apropia de una parte fundamental desarrollando la corrupción y el proceso de conformación, a la larga, de una burguesía burocrática.

    En ambas formas anteriormente señaladas de control de los medios de producción el resultado del trabajo no sólo no le pertenece a los productores directos, sino que son la base de la explotación y la dominación.

    Pero, cuando los productores directos tienen el control del proceso productivo, gracias a que son los dueños de los medios de producción, entonces se hace realidad la idea axial de que la sociedad por la que luchamos es aquélla que está basada en “la asociación libre de los productores”.

    b) Pero ese hecho no se ubica únicamente en una relación económica sino en algo igualmente profundo: “la toma y ejecución de sus propias decisiones”.Para los que les obsesiona la ontología, ¿aquí cuál es la diferencia entre el sujeto y el objeto? ¿Se puede separar? ¿Es posible construir otra relación social si la apropiación de los medios de producción no va acompañada de la “toma y ejecución de sus propias decisiones” por parte de los productores? ¿Se pueden tomar y ejecutar (por lo menos completamente) sus propias decisiones sin la apropiación de los medios de producción? ¿No estará aquí la base real del concepto de libertad? ¿No estará aquí la base real del concepto de dignidad? ¿No estará aquí la base real del concepto de democracia? ¿No es esto antagónico a la ley del valor y a la fetichización de la mercancía?

    c) ¿Y la ley del valor? ¿Y la fetichización de la mercancía? Si cambian las relaciones sociales de producción y si la comunidad (no un patrón, no el Estado, no el gobierno, no un burócrata, tampoco un revolucionario) decide la forma que van a tener las relaciones de producción y si se definen en función del interés colectivo y no hay apropiación privada del excedente social, entonces pues solamente alguien muy obtuso que no tiene más punto de mira que una pantalla sea grande o chica, puede decir que eso “no es anticapitalismo, pero que a lo mejor algún día lo será”.

    Si entendemos que la base fundamental de la ley del valor tiene que ver con la apropiación y control de la vida por medio de la apropiación del trabajo no pagado, pues entonces la respuesta es obvia.

    Y si entendemos que la base de la fetichización de las mercancías es el carácter externo, ajeno, que tiene la producción para el productor —lo cual permite que las mercancías cobren vida ante sus ojos azorados y comiencen a bailar—, entonces entenderemos por qué en las comunidades zapatistas la gente baila con exceso, ellas y los son los que bailan y festejan su creación, no al revés.

    d) Pero tampoco tienen la idea de que lo que están construyendo es un falansterio que vive al margen de las relaciones sociales de producción capitalista. Tampoco la caricatura que hace Kurz, cuando dice:

    En los últimos años, esta fórmula ha sido cada vez más utilizada en el sentido de ser sólo una economía alternativa cooperativista, por así decirlo ‘al lado’ de la síntesis social por el capital, y la que de alguna manera habría que ampliar gradualmente. Esto solo da continuidad al particularismo ‘colorido’ posmoderno. Sin embargo, la formación de una sociedad negativa (negativeVergesellschaftung) del capitalismo solo puede ser superada por entero, o no será superada ("La era del capitalismo pasó".   http://www.sinpermiso.info/textos/la-era-del-capitalismo-pas-la- izquierda-y-la-dialctica-sujeto-objeto-del-fetichismo-moderno).

    Las y los zapatistas han hecho de una frase la insignia de su buque: “falta lo que falta”. Su construcción heroica, llevada a cabo en las zonas zapatistas, son sólo la demostración de que la sociedad se puede organizar de otra manera. Que el objetivo no puede circunscribirse a un territorio, una región, un estado, un país, un continente, un mundo... Que sí se pueden construir otras relaciones sociales. Que es mentira que inevitablemente el egoísmo de la humanidad impida una construcción común, pareja, colectiva. Que el capitalismo o es superado del todo o no será superado.

    Que hablen los cinco continentes y que todos escuchen. Que la humanidad suspenda un momento su silencio de vergüenza y angustia. Que hable la humanidad. Que la humanidad escuche que…

    En el mundo de ellos, los que en el Poder viven y por el Poder matan, no cabe el ser humano. No hay espacio para la esperanza, no hay lugar para el mañana. Esclavitud o muerte es la alternativa que el mundo de ellos ofrece a todos los mundos. El mundo del dinero, el mundo de ellos, gobierna desde las bolsas de valores. La especulación es hoy la principal fuente de enriquecimiento y, al mismo tiempo, la mejor muestra de atrofia de la capacidad de trabajo del ser humano. Ya no es necesario el trabajo para producir riqueza, ahora sólo se necesita la especulación (Segunda declaración de la Realidad, agosto de 1996.  http://enlacezapatista.ezln.org.mx/1996/08/03/segunda-declaracion-de-la-realidad-por-la-humanidad-y-contra-el-neoliberalismo/ )

    No, la idea no es hacer seis, siete caracoles —cada quién su modo—, pero lo que sí creo que está en la base del pensamiento anticapitalista del zapatismo es que es indispensable enfrentar las dos cabezas madres del capitalismo: la propiedad privada de los medios de producción y el dominio que permite que la sociedad sobreviva o muera sin tener el control de su vida. ¿Cómo se va a lograr? Los zapatistas nunca le dicen a los demás lo que esos demás deben saber, hacer y, sobre todo, descubrir. Por eso formulan una pregunta clave: ¿Y tú qué?

    Porque ningún programa puede sustituir al camino por el cual el movimiento real avanza. Por lo tanto, ese paso es el indispensable para poder generar (con programa codificado o no) las bases de la liberación.

    Eso es un poco más complicado que vivir con el placer de contar con un grupo de ocho que abren la boca con cara de ¡Oh ha hablado el científico!

    Es una pena. No, no todos lo pueden hacer. No, no todos pueden ser el dron subterráneo llamado Subcomandante Insurgente Moisés, pero por lo menos deberíamos tener un poco de sobriedad en los juicios. Pero, en fin, allá cada quien y su grey.

    Una idea diferente solamente podría partir de algo que es profundamente desconocido por este tipo de personas. Para poder llegar a esa visión compleja de la economía política y la vida, las y los zapatistas nos dejan una huella por la cual se podría avanzar, claro, no es sencillo, pero es una huella:

    Es necesario reeducar al deseo. Enseñarle al deseo a desear, a desear mejor, a desear más, y sobre todo a desear de un modo diferente. (Subcomandante Insurgente Marcos. Desde las montañas del sureste mexicano, agosto de 1996.) Son 137 caracteres, tres menos que su universo. No sé, puede ser, en una de ésas lo entienden.

    http://www.espai-marx.net/ca?id=10465

    domingo, 1 de octubre de 2017

    A PROPÓSITO DE LA PROSTITUCIÓN

    Beatriz Vicente Yubero

    La prostitución, ¿expresión de la libertad sexual? ¿Un trabajo como otro cualquiera? o ¿una forma de esclavitud? Según una anónima feminista la prostitución es la forma de violencia más antigua.

    Ante todo me presento, soy una estudiante de trabajo social que acaba de terminar las prácticas curriculares en una asociación que trabaja con mujeres prostituidas. Con ello simplemente quiero presentar mi opinión sobre este tema desde un punto de vista más cercano.

    El debate es siempre el mismo, defender o no el hecho de si la prostitución, siempre y cuando sea voluntaria, puede llegar a ser un trabajo, y por ello el derecho a que quienes quieran ejercerla tengan una seguridad legal. Con todo ello el objeto del problema es la persona que ejerce la prostitución, dejando a un lado a quién la demanda o se lucra de ella. Pero, y si no hubiese clientes ¿habría existido alguna vez la prostitución?

    Pues bien, según las organizaciones que trabajan con este colectivo afirman que el 90% de las personas que la ejercen son mujeres, el 3% hombres y el 7% transexuales. Así como que más del 95% de los demandantes son hombres.

    Antiguamente la prostitución se veía como una necesidad “natural” para el hombre, para cubrir las necesidades que en casa o en su vida normal no saciaba. Un argumento absurdo, basado en su victimización.

    El sexo es algo natural tanto para el hombre como para la mujer, pero a diferencia de otros animales no es ninguna necesidad de urgencia en donde se requiera comprar un servicio sexual.

    El hecho de que exista la prostitución ya es una manifestación del control patriarcal que ha existido siempre. El cuerpo de la mujer pasa a ser un producto de uso y disfrute al comprador de turno.

    Aún así, cuando se habla sobre ello, siempre argumentamos el estar a favor o en contra basándonos en ellas, y no en ellos. El cliente pasa a ser un personaje aparte en estas historias reales, un pobre hombre que sólo quiere pasar un buen rato.

    Por otro lado la prostitución pasa a ser un negocio, en donde una persona ajena, se lucra de todo ello a su antojo.

    Desde mi pequeña experiencia trabajando con estas mujeres en donde han compartido su vivencia personal conmigo he podido conocer una mínima parte de cómo les hace sentir este hecho.

    Una chica me contaba: el cliente va y elige a la chica según la nacionalidad, la edad, el color de pelo o incluso de si tiene vellos púbicos o no, como si de un menú de restaurante se tratase.

    También casos en donde les da igual ya el hecho de consumar o no, simplemente van por el gusto de tener el poder y con su dinero ejercer su posición de superioridad. Es decir, la prostitución vista como un ejercicio de poder y sumisión sobre una persona.

    “Pero es que ellas están ahí libremente”, argumento defendido por muchos.

    Ahora bien ¿de verdad se puede decir que estas chicas tienen algún tipo de libertad?

    Estamos hablando de chicas que su cuerpo pasa a ser comprado, un cuerpo que ante todo va unido a una personalidad. Chicas que aunque estén ahí por su propia voluntad lo están por sumisión al dinero que les hace falta para vivir. Chicas que en la mayoría de los casos están ahí controladas por un jefe que es quien se lucra realmente.

    Es decir, chicas que acaban siendo esclavas de los hombres y del dinero.

    Entonces si regulásemos la prostitución ¿no estaríamos normalizando una situación más de violencia machista? En mi opinión, sí.

    Estaríamos reflejando que es algo natural reducir a una mujer a un servicio sexual. Daríamos pie a que esos negocios de prostitución sigan lucrándose a base de la sumisión de una mujer.

    Pasaría a ser una opción normal de trabajo para aquellas personas que no tengan unas oportunidades laborales “normales”. Se dejaría de remover las causas y las condiciones sociales de este ejercicio.

    Nuestros hijos aprenderían a que pueden elegir a la mujer más guapa en un menú de degustación.

    La prostitución ha existido siempre sí, pero también la esclavitud, las guerras, la tortura, la pobreza... y no por ello hay que aceptarlo sin más, sino que hay que intentar que desaparezcan.

    Ya es hora de que todos adjuremos de ese discurso barato de defensa de la igualdad y entre todos tomemos conciencia y trabajemos para que algún día nadie tenga que escribir sobre todo esto.

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