Escribir no es difícil, lo difícil es no escribir. L. Tolstói (1828-1910). Saber no es suficiente tenemos que aplicarlo. Querer no basta tenemos que hacerlo. Goethe (1749-1832). No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827). Ni lamentar ni detestar, sino comprender. Spinoza (1632-1677). La única soledad es la ignorancia. Shakespeare (1582-1616). Nada tan vil como ser altivo con el humilde. Séneca (4 a. C. - 65 d. C.).
En este siglo se están produciendo las transformaciones sociales más profundas y amplias que hasta este momento ha conocido la humanidad. De cómo se encaucen y en qué dirección dependerá que la libertad, la igualdad y la justicia social sean algo real en la vida de las personas, o sólo bellas palabras sin apenas traslación práctica. Nos encontramos en una sociedad de riesgo e incertidumbres, donde la globalización económica y tecnológica marca sus propias leyes, que desbordan la capacidad de control y dominio de los Estados y sus representantes elegidos democráticamente. La consecuencia es que la riqueza cada vez se concentra más en unas pocas manos y los derechos y libertades efectivos cada vez retroceden más. Hemos llegado a una situación donde este tipo de progreso puede aparecer como una amenaza para el hombre, dando lugar a una inseguridad colectiva y vital que se ha visto agudizada por la crisis actual del capitalismo y por la ausencia efectiva de una alternativa de la socialdemocracia que plantee un nuevo modelo social. Leer aquí todo el artículo. En Sistema.
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