Antes de 1947, los tubos de vacío (o válvulas electrónicas) eran los componentes principales en los circuitos electrónicos para amplificar señales o actuar como interruptores. Sin embargo, eran grandes, frágiles, calurosos y poco eficientes.
Había una necesidad urgente de encontrar un reemplazo más confiable, pequeño y duradero… y ahí es donde entran los protagonistas.
Los tres científicos trabajaban en los Laboratorios Bell, un centro de investigación de AT&T:
John Bardeen: físico teórico, especialista en mecánica cuántica.
Walter Brattain: físico experimental, experto en superficies de materiales.
William Shockley: físico y líder del equipo, tenía un enfoque más gerencial y teórico.
En diciembre de 1947, Bardeen y Brattain lograron construir el primer transistor de punta de contacto, un dispositivo capaz de amplificar señales electrónicas.
Shockley, molesto por no haber participado directamente en ese momento, trabajó por su cuenta y, al poco tiempo, diseñó un tipo más eficiente de transistor: el transistor de unión, que se convertiría en la base de la electrónica moderna.
En 1956, los tres recibieron el Premio Nobel de Física por su invención. Sin embargo, hubo tensiones entre ellos: Shockley fue polémico por dejar fuera del reconocimiento a otros miembros del equipo. Eventualmente, fundó su propia compañía, Shockley Semiconductor, que jugó un papel clave en la creación de Silicon Valley.
Posteriormente a la invención del primer transistor, inició una avalancha de innovaciones. En 1950, aparecieron los primeros productos comerciales con transistores, usados principalmente en radios portátiles, más ligeras y resistentes que las de válvulas. Pocos años después, Texas Instruments fabricó el primer transistor de silicio, más resistente que el de germanio. En 1959, Mohamed Atalla y Dawon Kahng, en Bell Labs, inventaron el transistor MOSFET (transistor de efecto de campo de óxido metálico). Este era mucho más pequeño, eficiente y escalable, dando inicio a la revolución de la electrónica digital.
De 1960 a 1970 se empezaron a combinar varios transistores en un solo chip, y nació el concepto de microchip, dando paso a la creación de microprocesadores.
Actualmente, se fabrican transistores de solo unos nanómetros de tamaño. Se usan en procesadores como los de Intel, AMD, Apple, entre otros. Pero también se están investigando nuevas tecnologías, como los transistores cuánticos, transistores de un solo electrón y transistores orgánicos. Tal parece que el transistor vino para quedarse y continuará evolucionando en los años por venir.