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miércoles, 27 de diciembre de 2023

La discriminación de los aborígenes en Australia crece a la par del avance del nazismo

Fuentes: El Tiempo Argentino

En un referéndum, más del 61% de la población se negó a concederles derechos básicos a los pueblos originarios, el 3,8% de la población. La acción de las redes sociales. El gobierno en alerta.

Los australianos no necesitan de los nazis para manifestar su extremo odio racial. Como súbditos de la corona británica sólo les basta con seguir los pasos de la casa matriz y, a falta de africanos y musulmanes, discriminar a sus propios hermanos aborígenes. No los necesitan, a los nazis, pero allí están y fueron una de las claves para asegurar el vergonzante triunfo de la xenofobia en el referéndum en el que, hace tres semanas, más del 61% de los casi 26 millones de personas que habitan las islas desde hace 235 años les negaron todos los derechos humanos al 3,8% de la población que allí vive desde hace al menos 65.000 años. Con el argumento de que el reconocimiento de cualquier derecho pondría la unidad nacional al borde del colapso, les negaron hasta su carácter de pueblo preexistente.

Lo que estuvo en juego el 13 de octubre fue la incorporación a la Constitución de un órgano indígena, The Voice to Parliament, a los efectos abreviado como “La Voz”. De haber sido aprobado, el nuevo instituto debía actuar como cuerpo asesor del Congreso y del Poder Ejecutivo en temas sociales, económicos y espirituales de los aborígenes e isleños del estrecho de Torres, en el extremo nordoriental de la isla mayor del archipiélago.

Para el primer ministro Anthony Albanese, impulsor del Sí a las aspiraciones de los pueblos originarios, “compartir el continente con la cultura continua más antigua debería ser causa de orgullo para los australianos”. La idea había surgido del encuentro de un centenar de altas personalidades indígenas reunidas en 2018 “para enriquecer nuestras voces”.

El rechazo llegó tras una campaña sucia en la que reaparecieron, en las sombras, los grupos nazis que, como aquí, han hecho un uso envidiable de las redes sociales.

Los partidarios del Sí dijeron que incluir a los indígenas en la Constitución fortalecería la unidad nacional. Los críticos señalaron que la idea dividía y, como aquí, crearía una casta. Quienes negaron los derechos a los aborígenes –siempre se dijo que los primeros pueblos se habían establecido hacía 6500 años, pero un equipo de expertos internacionales reveló que las pinturas rupestres halladas en un abrigo rocoso de la región occidental de Kimberley databan de al menos 17.000 años– objetaron, como aquí, el uso igualitario del sistema de salud pública. Querían que los hospitales fueran para quienes los financian, querían perpetuar el modelo en el que la esperanza de vida de un aborigen es siete años menor que la de un blanco.

El avance del nazismo

Dos de los seis estados del país aprobaron recientemente iniciativas que limitan el accionar de los grupos nazis, pero el aparato institucional en sí avanza a ritmo de tortuga en la toma de medidas que apunten en esa dirección. Desde junio, cuatro meses antes del referéndum que volvió a enterrar las aspiraciones de los aborígenes a ser considerados como iguales, el gobierno amenaza con darle curso a un proyecto por el cual se prohibirían las alabanzas discriminatorias y la exhibición pública de símbolos nazis. Aunque la iniciativa es militada activamente por el lobby del Consejo de Asuntos Judíos e Israelíes de Australia, nada impidió que organizaciones nacionalistas, con sus esvásticas y haciendo el saludo hitlerista, se sumaran a las marchas callejeras por el No, en Melbourne y otras ciudades.

En su momento, la radio difusión pública Special Broadcasting Service reprodujo una investigación conjunta de diarios del Grupo Nine –el mayor conglomerado mediático– que incluyó videos y audios del nazi National Socialist Network (NSN), en los que llamaba a “provocar una guerra racial para salvar la esencia australiana”. La ex ministra del Interior y diputada Karen Andrews opinó que las actividades crecientes de la NSN “son preocupantes, en especial porque la amenaza que suponen estos grupos ultranacionalistas va en aumento y no las paran nuestras voces y advertencias lanzadas desde el Congreso”.

Para el director general de la Australian Security Intelligence Organisation, Mike Burgess la proscripción “es una herramienta, pero los nazis están preparados para enfrentarla”.

Tal como se ha visto en los países sudamericanos donde hubo elecciones recientemente, Burgess observa que los partidos y grupos ultranacionalistas crecen al amparo de discursos propios del terraplanismo, la admiración por Donald Trump y la negación de fenómenos de alto impacto social, como lo fue la pandemia de coronavirus. Para el experto antiterrorista “la táctica de los supremacistas blancos es usar fenómenos como la pandemia y el apoyo a Trump para reclutar y sembrar más opiniones extremistas, lo que es cada vez más evidente en las redes sociales”.

El referéndum australiano permitió que reaparecieran grupos que crecen gracias a las redes sociales. Entre ellos, Burgess citó a Reclaim Austeralia, Rise Up Australia, The Australian Defence League, True Blue Crew, United Patriots Front y Antipodean Resistance.

Días antes del referéndum se divulgó a través de las llamadas redes sociales un video en el que grupos nazis quemaban la bandera indígena y amenazaban de muerte a legisladores de lejana estirpe aborigen, con mayor saña a la senadora oficialista Lidia Thorpe que, sin embargo, se enfrentó a los suyos y convocó a votar por el No. Según medios que han investigado a los grupos supremacistas, operan bajo un régimen de células cerradas y en la más estricta clandestinidad. Hacen periódicos entrenamientos en zonas rurales alejadas de los centros urbanos. Uno de los más activos sería Antipodean Resistence, que promueve el odio y la violencia antisemita y homofóbica. Uno de sus afiches invitaba a “legalizar la ejecución de judíos, homosexuales y aborígenes”.

Con inocencia enervante los pueblos originarios respondieron a la xenofobia nazi declarando “una semana de silencio y duelo”.

Fuente:

domingo, 12 de noviembre de 2023

LOS ÁRBOLES Y EL BOSQUE COLUMNA. El negacionismo de los horrores de la colonización niega las injusticias del pasado... pero también del presente.

Cazador aborigen en Australia.
Cazador aborigen en Australia.GRANT FAINT (GETTY IMAGES
Un referéndum en Australia para dar nuevos derechos políticos a los aborígenes provoca una campaña de desinformación contra los primeros pobladores de la isla-continente

El viaje del Homo sapiens a Australia hace como mínimo 50.000 años se mantiene como uno de los grandes misterios de la humanidad. ¿Por qué nuestros antepasados llegaron antes a la inmensa isla continente que a Europa, que está mucho más cerca de África? ¿Cómo navegaron en mar abierto? ¿Qué tipo de embarcaciones utilizaron? Bill Bryson resumió así ese irresoluble problema en su tronchante libro de viajes En las antípodas (RBA): “Uno de los acontecimientos más trascendentales en la historia de la humanidad tuvo lugar en una época que solo podemos imaginar y con medios que son difíciles de creer. Me refiero, evidentemente, a la aparición del hombre en Australia”.

No sabemos cómo lo hicieron, pero la arqueología demuestra que llegaron, se multiplicaron y poblaron un territorio inabarcable. Ese es el primer gran misterio. El segundo gran misterio es por qué otros humanos no volvieron a Australia durante miles y miles de años, hasta que el capitán inglés James Cook alcanzó sus costas en 1770. Entonces los habitantes originarios de Australia, los aborígenes, la cultura continuada más antigua de la humanidad, sufrieron un cataclismo, un exterminio físico y cultural. Nunca recuperaron sus derechos y siguen luchando todavía por ellos.

Pinturas parietales en el abrigo de Gwion Gwion, en Kimberly. AUSCAPE (UNIVERSAL IMAGES GROUP VIA GETTY) MÁS INFORMACIÓN

Aborígenes australianos: la cultura más antigua de la tierra se rebela contra su suerte

El 14 de octubre se va a celebrar en Australia un referéndum que enmendaría la Constitución, para conceder a las llamadas Primeras Naciones una opinión sobre las decisiones legislativas y gubernamentales que les afectan. No parece algo demasiado revolucionario: en Finlandia, por ejemplo, existe una legislación muy parecida para los sami. Sin embargo, los sondeos indican que, salvo sorpresas, ganará el no porque los aborígenes están sufriendo una campaña de desinformación terrorífica. No es nada nuevo: hasta 1971 los primeros habitantes de Australia no tenían derechos políticos —ni siquiera aparecían en el censo— y sus hijos eran sistemáticamente arrancados de sus familias para ser educados en colegios blancos —lo que se ha llamado Las generaciones robadas—. Actualmente representan el 3,8% de la población australiana, pero los porcentajes de encarcelamiento, alcoholismo y pobreza son devastadores.

Los británicos no solo trajeron mala comida a las antípodas, como bromea Bryson, sino una colonización aniquiladora. Su objetivo era único en la historia de la humanidad: no pretendían ocupar Australia, sino convertirla en una gigantesca prisión. Robert Hughes explica en La costa fatídica (Edhasa, uno de los grandes libros de historia sobre Australia, desgraciadamente agotado en castellano) que “aquel litoral sería testigo de un nuevo experimento colonial, inédito hasta entonces. Un continente inexplorado se convertiría en cárcel. El espacio que lo rodeaba, el aire mismo, el mar, todo el transparente laberinto del sur del Pacífico, se convertirían en un muro de 22.000 kilómetros de espesor”.

Aquel plan, más o menos equivalente a establecer en la actualidad una prisión en la Luna, pasaba por el exterminio de los aborígenes. “Los australianos estaban divididos en tribus”, escribe Hughes sobre su situación cuando llegaron los ingleses con su cordero con menta y su tormenta de destrucción. “No tenían noción de la propiedad privada, pero sí una clara conciencia del territorio, pues estaban ligados a sus tierras ancestrales por el totemismo”. La isla continente estaba unida por mapas invisibles en forma de canciones, que se transmitían de una generación a otra durante milenios —lo que Bruce Chatwin llamó Los trazos de la canción en su célebre libro de viajes— y que todavía se conservan: por eso se considera que los aborígenes son la cultura más antigua de la humanidad. El hilo que une sus tradiciones con el pasado está todavía vivo (lo que no quiere decir que a la vez no esté en constante evolución).

Aborígenes pescando en una fotografía sin datar.

ILBUSCA (GETTY IMAGES) 

El exterminio fue lento, porque Australia es inmensa, pero implacable. Los últimos aborígenes no contactados emergieron del desierto de Gibson en 1984, dos siglos después de la llegada de Cook: eran los supervivientes de una aniquilación sistemática y cruel. “La idea de considerarlos infrahumanos se prolongó hasta bien entrado el siglo XX”, escribe Bryson. “Donde los aborígenes sobrevivieron, se les trató de la forma más despiadada”, prosigue. Muchas series y películas muestran la marginación en la que siguen varados en la actualidad, desde la policiaca Mystery Road (disponible en DVD) hasta la política Total Control (Filmin) o Redfern now, sobre uno de los guetos de Sídney en los que siguen confinados. Sweet Country (Filmin), un excelente wéstern australiano, transcurre, en cambio, en el momento cumbre del exterminio.

Cada vez más historiadores están revisando la historia de Occidente teniendo en cuenta los horrores de la colonización, como la esclavitud, el sometimiento, explotación o exterminio de las poblaciones indígenas (normalmente las tres cosas a la vez). Es algo que indigna a la derecha, en Estados Unidos, pero también aquí, véase Malinche, el musical de Nacho Cano, que convierte la conquista de América en cuento de hadas. El negacionismo se debe a que no se denuncian solo injusticias del pasado, sino del presente, como demuestra la tormenta de mentiras y odio que se ha desatado contra los aborígenes solo porque tratan de recuperar una mínima parte de unos derechos que les robaron hace 200 años. Como dice un personaje de la novela El fantasma de las palabras de Louise Erdrich (Siruela), una escritora estadounidense de origen ojibwe, “un pueblo que se ve a sí mismo principalmente como víctima está condenado”. Y ni los aborígenes, ni los pueblos nativos americanos, están dispuestos a ser condenados otra vez.


lunes, 23 de octubre de 2023

Entrevista exclusiva con John Shipton, padre de Julian Assange

Mientras el inminente veredicto sobre la extradición al país de las barras y estrellas mantiene en vilo a activistas de todo el mundo, un hombre tranquilo y sereno confía en el futuro de Julian Assange. 

 Se llama John Shipton, y entre las maravillas que la vida le haya podido conceder, quizá la más extraordinaria haya sido regalar -y regalarnos- al periodista australiano. Con determinación y dedicación inquebrantables, el padre de Julian Assange ha estado siempre al frente de la defensa de la causa de su hijo. Sin embargo, aún quedan demasiadas preguntas sin respuesta que la justicia no logra resolver. Por ello, nos pusimos en contacto telefónico con John Shipton, quien, desde Australia, nos ofreció una perspectiva desde dentro sobre la situación actual de Julian, los avances en la batalla legal y el apoyo mundial que ha cosechado el caso. En una época en la que la transparencia está cada vez más bajo escrutinio, su voz nos recuerda que la búsqueda de la verdad es responsabilidad de todos nosotros.



Entrevista a Nils Melzer, relator especial de la ONU para casos de tortura

«Cuatro países se han coordinado para quemar a Assange en la hoguera sin que nadie proteste»

Daniel Ryser 15/04/2023

Londres se moviliza contra la extradición de Julian Assange


jueves, 7 de septiembre de 2023

Sí, necesitan el desempleo y lo provocan deliberadamente

Han causado sorpresa unas recientes declaraciones de un promotor inmobiliario australiano Tim Gurner sobre el desempleo y se están comentando como si fuesen la simple salida de tono de un millonario excéntrico.

Ha dicho  en un congreso de su sector: «Necesitamos que aumente el desempleo (…) Tiene que aumentar un 40-50%. Necesitamos ver dolor en la economía. Necesitamos recordar a la gente que son ellos los que trabajan para el empresario y no al revés».

Las falsedades que los economistas convencionales y políticos conservadores vienen diciendo durante décadas sobre las causas del paro permiten que la opinión de Gurner pueda parecer, como he dicho, una excentricidad. La realidad es, sin embargo, que el desempleo es un problema económico provocado a propósito por quienes toman las decisiones económicas.

Los economistas ortodoxos y los bancos centrales dicen que hay que combatir en primer lugar la inflación y afirman haber descubierto una «tasa natural» de paro por encima de la cual sube los precios, de modo que no se puede reducir. Una teoría falsa que sólo sirve, precisamente, para mantener deliberadamente elevados los niveles de desempleo. El ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio la defendía sin disimulo cuando dijo en 1992 que no sería bueno para la economía española que el paro bajase del 14% (nuestra supuesta «tasa natural» de entonces).

Podría traer el testimonio de muchos economistas de todas las corrientes ideológicas como demostración de la falsedad de esa teoría. Sin embargo, me parece que mi afirmación será mucho más creíble si la demuestro con declaraciones de los propios políticos que han tomado esas decisiones. Valgan estas dos.

Alan Budd, asesor económico jefe del Tesoro de Su Majestad, jefe del Servicio Económico del Gobierno, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra y presidente fundador de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria afirmó en un documental de la BBC que puede verse fácilmente en las redes sociales: «Estas políticas se aplicaron por gente que nunca creyó ni por un momento que esa fuera la forma correcta de bajar la inflación. Sin embargo, vieron que sería una forma muy, muy buena de aumentar el desempleo».

Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía y de Economía y Hacienda en gobiernos de Felipe González, escribió en la página 183 de su libro El final de la edad dorada: «La reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que si se llevara a efecto podría acarrear perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión pública».

¿Por qué puede haber «grupos de interés» interesados en que el desempleo no baje?

Si doy la respuesta que dio Marx (el paro permite que los trabajadores acepten salarios más bajos y peores condiciones de trabajo), o la de un economista marxista como Kalecky (los empresarios ganarían más con pleno empleo pero tendrían que enfrentarse a clases trabajadoras con mayor poder político y de negociación), quizá me digan que son respuestas ideológicas. Recurriré, entonces, de nuevo a alguien tan poco sospechoso como el mencionado Budd: «Aumentar el desempleo era una forma extremadamente deseable de reducir la fuerza de las clases trabajadoras. Lo que se diseñó allí (se refiere al inicio de la políticas neoliberales de Thatcher) era una crisis del capitalismo que (…) ha permitido a los capitalistas obtener grandes ganancias desde entonces».

Crear desempleo y escasez deliberadamente es lo que vienen haciendo los gobiernos desde hace décadas para dar más poder a los ya más poderosos y más beneficios a los ya de por sí más ricos. Lo están haciendo ahora mismo, delante de sus narices,  cuando los bancos centrales suben los tipos de interés sabiendo que esa es una respuesta inadecuada para la inflación actual.

Ahora, el video de sus comentarios se volvió viral y atrajo más de 23 millones de visitas y fuertes críticas en línea.

Han causado sorpresa unas recientes declaraciones de un promotor inmobiliario australiano Tim Gurner sobre el desempleo y se están comentando como si fuesen la simple salida de tono de un millonario excéntrico.

Ha dicho Gurner en un congreso de su sector: «Necesitamos que aumente el desempleo (…) Tiene que aumentar un 40-50%. Necesitamos ver dolor en la economía. Necesitamos recordar a la gente que son ellos los que trabajan para el empresario y no al revés».

Las falsedades que los economistas convencionales y políticos conservadores vienen diciendo durante décadas sobre las causas del paro permiten que la opinión de Gurner pueda parecer, como he dicho, una excentricidad. La realidad es, sin embargo, que el desempleo es un problema económico provocado a propósito por quienes toman las decisiones económicas.

Los economistas ortodoxos y los bancos centrales dicen que hay que combatir en primer lugar la inflación y afirman haber descubierto una «tasa natural» de paro por encima de la cual sube los precios, de modo que no se puede reducir. Una teoría falsa que sólo sirve, precisamente, para mantener deliberadamente elevados los niveles de desempleo. El ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio la defendía sin disimulo cuando dijo en 1992 que no sería bueno para la economía española que el paro bajase del 14% (nuestra supuesta «tasa natural» de entonces).

Podría traer el testimonio de muchos economistas de todas las corrientes ideológicas como demostración de la falsedad de esa teoría. Sin embargo, me parece que mi afirmación será mucho más creíble si la demuestro con declaraciones de los propios políticos que han tomado esas decisiones. Valgan estas dos.

Alan Budd, asesor económico jefe del Tesoro de Su Majestad, jefe del Servicio Económico del Gobierno, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra y presidente fundador de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria afirmó en un documental de la BBC que puede verse fácilmente en las redes sociales: «Estas políticas se aplicaron por gente que nunca creyó ni por un momento que esa fuera la forma correcta de bajar la inflación. Sin embargo, vieron que sería una forma muy, muy buena de aumentar el desempleo».

Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía y de Economía y Hacienda en gobiernos de Felipe González, escribió en la página 183 de su libro El final de la edad dorada: «La reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que si se llevara a efecto podría acarrear perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión pública».

¿Por qué puede haber «grupos de interés» interesados en que el desempleo no baje?

Si doy la respuesta que dio Marx (el paro permite que los trabajadores acepten salarios más bajos y peores condiciones de trabajo), o la de un economista marxista como Kalecky (los empresarios ganarían más con pleno empleo pero tendrían que enfrentarse a clases trabajadoras con mayor poder político y de negociación), quizá me digan que son respuestas ideológicas. Recurriré, entonces, de nuevo a alguien tan poco sospechoso como el mencionado Budd: «Aumentar el desempleo era una forma extremadamente deseable de reducir la fuerza de las clases trabajadoras. Lo que se diseñó allí (se refiere al inicio de la políticas neoliberales de Thatcher) era una crisis del capitalismo que (…) ha permitido a los capitalistas obtener grandes ganancias desde entonces».

Crear desempleo y escasez deliberadamente es lo que vienen haciendo los gobiernos desde hace décadas para dar más poder a los ya más poderosos y más beneficios a los ya de por sí más ricos. Lo están haciendo ahora mismo, delante de sus narices, cuando los bancos centrales suben los tipos de interés sabiendo que esa es una respuesta inadecuada para la inflación actual.

Cuando los bancos centrales suben los tipos de interés sabiendo que esa es una respuesta inadecuada para la inflación actual.

sábado, 15 de enero de 2022

El mundo al revés: el disparate Djokovic,

Ninguna sociedad democráticamente constituida debería permitir que se le echase un pulso como está haciendo el tenista al Estado australiano. Que suceda es un indicador de la regresión democrática que avanza desde hace tiempo.

— Australia investiga si Djokovic mintió en su formulario de entrada ocultando un viaje a España

Las autoridades australianas investigan si el tenista serbio Novak Djokovic mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo, según fuentes del Gobierno citadas por medios locales.

Djokovic consiguió este lunes permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra la COVID-19 tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo del país.

Una fuente del Gobierno federal ha confirmado este martes al diario The Sydney Morning Herald que se está examinando la declaración de viaje que el deportista envió para solicitar el visado de entrada gracias a una exención médica por no haberse vacunado contra la COVID-19.

Según el documento, Djokovic marcó la casilla "no" en la cuestión de si había realizado algún viaje durante los 14 días previos a la llegada al país, que tuvo lugar casi en la medianoche del pasado miércoles en un vuelo que partió desde España e hizo escala en Dubai.

El tenista, que según sus documentos médicos aportados estaba infectado con la COVID-19 el 16 de diciembre, pasó la Navidad en Belgrado de acuerdo con las fotografías publicadas en las redes sociales, antes de trasladarse a España, desde donde abordó un avión el 4 de enero con tránsito en Dubái y destino final en la ciudad australiana.

Djokovic aseguró a los oficiales, conforme apunta la fuente, que fue la federación de tenis de Australia, organizadores del Abierto de Australia, la que rellenó el citado documento.

Las leyes australianas consideran como una "infracción grave" una declaración falsa y puede acarrear una pena máxima de hasta 12 meses de cárcel.

Inmigración sigue estudiando su deportación
A su llegada a Australia, las autoridades de inmigración retuvieron al tenista de 34 años, anularon su visado y le enviaron a un hotel donde permaneció aislado hasta el lunes, al considerar insuficientes las pruebas aportadas para lograr una exención médica de vacunación.

Los abogados del tenista apelaron la decisión ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien este lunes ya pudo entrenar con libertad para preparar el Abierto de Australia. A pesar de la victoria judicial, el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarle del país.

Hawke ha remarcado este martes que sigue considerando "a fondo" si volver a cancelar el visado. En un escueto comunicado de su oficina, subraya que el ministro "está considerando si cancelar el visado de Djokovic" mediante el uso que le concede el artículo 133C(3) de la Ley de Inmigración australiana.

"En línea con el debido proceso, el ministro Hawke considerará a fondo el asunto. Como el problema está en curso, por razones legales es inapropiado hacer más comentarios", apunta el departamento gubernamental, según recoge el canal público ABC.

El tenista serbio ha completado su segunda sesión de entrenamiento mientras espera la decisión del ministro de Inmigración. El balcánico ha peloteado en la pista Rod Laver Arena, escenario en el que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam, junto a su entrenador Goran Ivanisevic, según unas imágenes aéreas emitidas este lunes por ABC. 

domingo, 19 de agosto de 2018

El joven que rechazó 100.000 dólares con 27 años gana el ‘Nobel’ de las matemáticas. El alemán Peter Scholze recibe la medalla Fields junto al iraní Caucher Birkar, el australiano Akshay Venkatesh y el italiano Alessi Fegalli.

Con 17 años tocaba el bajo en un grupo de rock, con 24 se convirtió en el catedrático más joven de la historia de Alemania —tras estudiar la carrera de Matemáticas en solo año y medio— y con 27 rechazó un premio New Horizons para jóvenes matemáticos prometedores, dotado con 100.000 dólares. Hoy, con 30 años, Peter Scholze es uno de los cuatro investigadores reconocidos con la medalla Fields, considerada como un premio Nobel para matemáticos menores de 40 años. Los otros tres ganadores son el iraní Caucher Birkar, el australiano Akshay Venkatesh y el italiano Alessi Fegalli.

Los cuatro eran habituales en las quinielas de los premios. Scholze, nacido en Dresde en 1987 y recién nombrado director del Instituto Max Planck de Matemáticas, es el padre de una nueva clase de estructuras geométricas, los espacios perfectoides, que han sido muy útiles en el llamado Programa Langlands. Se trata de “una teoría fascinante que teje una telaraña de sensacionales conexiones entre campos matemáticos que a primera vista parecen encontrarse a años luz de distancia: álgebra, geometría, teoría de números, análisis y física cuántica”, según describe el ruso-estadounidense Edward Frenkel en su libro Amor y matemáticas. “Si vemos estos campos como continentes en el mundo oculto de las matemáticas, el Programa Langlands constituiría el dispositivo definitivo de teletransporte, capaz de llevarnos instantáneamente de uno a otro, de ida y de vuelta”, añade Frenkel.

Otro de los premiados, Caucher Birkar, nació en 1978 en una región kurda de Irán, en la frontera con Irak

Scholze nunca ha explicado por qué rechazó el premio New Horizons y sus 100.000 dólares, pero en algunos foros matemáticos se especula con que, siendo ya uno de los mejores de su disciplina con 27 años, no veía sentido a recibir un premio para investigadores prometedores. “Está considerado como uno de los matemáticos más brillantes de su generación”, ha explicado hoy en un comunicado José Ignacio Burgos, investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT).

Los ganadores de la medalla Fields —que se entrega cada cuatro años— se han dado a conocer en el Congreso Internacional de Matemáticos que se ha inaugurado hoy en Río de Janeiro (Brasil). La iraní Maryam Mirzakhani, fallecida el año pasado a los 40 años, es la única mujer entre los más de medio centenar de premiados desde 1936. Los cuatro varones galardonados en esta edición comparten su precocidad. Akshay Venkatesh, nacido en 1981 en Nueva Delhi (India) y criado en Australia, ganó con solo 12 años una medalla en la Olimpiada Matemática Internacional. Con 13 años, empezó la carrera de Matemáticas y Física en la Universidad de Australia Occidental. Con 20 años, acabó su doctorado en la Universidad de Princeton, en EE UU. Y desde los 27 años es profesor en la Universidad de Stanford.

Caucher Birkar nació en 1978 en Marivan, una región kurda de Irán, en la frontera con Irak. Su especialidad es la geometría algebraica, un mundo multidimensional en el que multitud de ecuaciones definen otra multitud de formas, como las elipses y los llamados óvalos de Cassini, según resume el congreso brasileño en un comunicado. Birkar, tras estudiar Matemáticas en la Universidad de Teherán, emigró al Reino Unido. Hoy, ya con la nacionalidad británica, es catedrático de la Universidad de Cambridge.

El cuarto galardonado es el italiano Alessio Figalli (Roma, 1984). El matemático, hoy catedrático de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, hizo su tesis doctoral en solo un año, bajo la supervisión del francés Cédric Villani, una de las caras más conocidas de las matemáticas mundiales gracias a su peculiar manera de vestir. Figalli ha realizado “contribuciones fundamentales” a la llamada teoría de regularidad del problema del transporte óptimo, según destaca el ICMAT. “Esta cuestión consiste en distribuir recursos de forma que el coste de un cierto proceso sea el menor posible. Por ejemplo, la transmisión de oxígeno a las células, o la distribución de mercancías entre un almacén central de una cadena y todos sus supermercados”, detalla la institución.

https://elpais.com/elpais/2018/08/01/ciencia/1533136683_169209.html?autoplay=1

lunes, 24 de octubre de 2016

Falleció el filósofo marxista húngaro György Márkus (1934-2016)

El jueves 5 de octubre falleció,a los 82 años de edad, en South New Wales, Australia, György Márkus (GM), integrante de la Escuela de Budapest (EB), formada alrededor de György Lukács, una de las dos escuelas de pensamiento crítico marxista de Europa más importantes del siglo XX (junto con la Escuela de Frankfurt). Interrumpo, por ello, temporalmente la serie de entregas sobre Agnes Heller, su compañera en la EB y también compañera de exilio (1978) en Australia, cuando la represión en Hungría llegó al colmo de impedir la entrada a la universidad al hijo mayor (Gyuri) de GM. En Economía Moral he narrado y comentado, muchas veces, el pensamiento de GM, particularmente el expresado en sus libros Marxismo y antropología (Grijalbo, 1973/1985) y Language and Production. A Critique of the Paradigms (Lenguaje y producción. Una crítica de los paradigmas) (Reidel, 1986), del cual no hay versión en español, pero el capítulo 5 de la segunda parte (La posibilidad de una teoría crítica) se encuentra en español en Desacatos número 23, precedido de un resumen que yo hice de los capítulos uno a cuatro de dicha parte (sobre el paradigma de la producción) de este formidable libro, que es una nueva lectura (crítica) del pensamiento de Marx. Venida a menos la teoría crítica de Walter Benjamin, Horkheimer, Adorno, Marcuse, Fromm, etcétera, de la Escuela de Frankfurt, como narra Stefan Gandler en Fragmentos de Frankfurt (Siglo XXI, 2009), la muerte en México de Adolfo Sánchez Vázquez y de Bolívar Echeverría, el abandono del marxismo por parte de Heller, y la muerte de Márkus, son hechos que marcan el fin del marxismo crítico del siglo XX. Toca a los que quedamos, sobre todo los jóvenes, mantener esa llama que corre el riesgo de extinguirse.

Márkus publicó dos libros recientemente: Culture, Science, Society: The Constitution of Modernity, 2011, Leiden, Brill; y una nueva edición con una introducción de Axel Honneth (2014), de Marxismo y antropología en inglés. El primero es un grueso volumen (666 páginas) con más de 20 ensayos de Márkus sobre marxismo, cultura, ciencia, arte, Lukács, Hegel, Adorno, Benjamin, etcétera. Aparte de Marxismo y antropología, y sólo se consigue en librerías de usado y en bibliotecas, y de lo incluido en Desacatos, ya citado, hay tres textos disponibles en español de Márkus, dos de ellos en Mundo Siglo XXI (Revista del CIECAS-IPN dirigida por Luis Arizmendi): el debate entre Bolívar Echeverría (BE) y GM, que se inició cuando BE aceptó comentar el ensayo de GM publicado en Desacatos. Envié a GM la versión traducida del comentario de BE, al que GM respondió con un ensayo tituladoEl legado de Marx. Ambos están en Mundo Siglo XXI, número 21, 2010. La contra-réplica de BE nunca llegó: nuestro querido Bolívar falleció antes de escribirla. Cuando le escribí a GM sobre el fallecimiento de BE, GM lamentó su muerte prematura y el carácter dolorosamente inconcluso de nuestro debate. Mundo Sigo XXI publicó también el ensayo de GM La crítica de la autonomía estética de Benjamin (2008, número 12). Está disponible en español el libro en que Márkus es coautor con Heller y Ferenc Fehér: Dictadura y cuestiones sociales (FCE, 1986; pésima traducción del título original: Dictadura sobre las necesidades), del cual GM escribió la primera parte (sobre la estructura económica y social) de las dictaduras ‘socialistas’ con las que, así, los tres saldaron cuentas.

John Grumley (JG) es profesor de filosofía en la Universidad de Sydney donde fue alumno de GM. En 2002 co-coordinó Culture and Enlightenment. Essays for György Márkus (Ashgate, Reino Unido). En la introducción dice JG que GM, es un gran contador de cuentos. Sus cuentos son sobre la historia de la filosofía. Urde sus narrativas con un conocimiento impar de la historia de la filosofía y la cultura, y con un ojo agudo para las distinciones y matices filosóficos. Goza las paradojas pero nunca es frívolo. No hay nada que disfrute más que problematizar distinciones clave, excavar su historia oculta, exponer sus tensiones secretas y sus inconsistencias definitivas. En particular, disfruta ser capaz de mostrar que los filósofos contemporáneos no son tan astutos ni tan originales como a veces les gusta creer. Quiere conjurar la perplejidad, sacudir nuestras preconcepciones y complacencias, pero finalmente nos deja un poco más sabios que antes.

JG escribió, en este momento de pérdida, un obituario titulado György Márkus: El Rey Oculto (1934-2016) que me envió y me autorizó citar. Traduzco y extracto:

Nacido en Budapest en 1934, György Márkus (en lo sucesivo George) apenas sobrevivió al intento de los nazis en 1944 para exterminar a todos los judíos de Hungría. Su familia se había escondido, su padre salió una noche para no volver nunca y el resto de su familia sólo se salvó de ser detectada por las autoridades [nazis] debido a la rapidez mental de su muy joven hermana que sabía que no podía responder a sus preguntas con honestidad. Recibió su educación universitaria en la Universidad Lomonosov de Moscú a partir de 1953, donde conoció a su esposa Maria (polaca). Se casaron en 1956 [hace 60 años]… Cuando George llegó a Sydney en marzo de 1978, a los 43 años… [estaba] en la plenitud de sus facultades intelectuales. Había estado enseñando en la Universidad de Budapest desde 1957, donde fue reconocido por sus maravillosas conferencias sobre la historia de la filosofía moderna. Era ya el autor de lo que aún sigue siendo la mejor reconstrucción de la antropología de Marx, Marxismo y antropología(1965, [en húngaro; 1971, en alemán; 1973, en español] y en inglés, 1978) y co-autor, junto con ex alumnos, del libro [en húngaro, que no ha sido traducido] ¿Es una economía política crítica posible? (1970), una disección crítica pionera de las contradicciones internas de la crítica de la economía política de Marx… Después de su protesta internacional contra la invasión soviética de Checoslovaquia, este grupo entró en conflicto creciente con el régimen de Kadar [en Hungría] y, finalmente, la mayoría fue despedida de sus puestos académicos… En los siguientes años vivieron principalmente de traducciones, hasta que un nuevo acoso político a la educación de los hijos de Márkus los obligó a emigrar… [La vida profesional de Márkus en Australia estuvo llena de éxitos docentes y académicos; sin embargo] su teoría de la cultura, el proyecto principal de los años posteriores a Budapest, quedó incompleto [a pesar de que] una gran colección de ensayos post-Budapest sobre el tema, se publicaron en el libro Culture, Science, Society: The Constitution of Cultural Modernity [Cultura, ciencia, sociedad: la constitución de la modernidad cultural] (Brill, 2011), pues estas 650 páginas representan solamente un fragmento de un todo. La amplitud de este estudio, que incorpora todos los dominios de la alta cultura, la ciencia, la filosofía y el arte en una perspectiva global, es tan vasta que constituye un desafío para cualquier ser humano… George nunca se centró en publicar. Una vez me dijo que nunca había presentado un artículo a una revista en la forma en que la mayoría de los académicos lo hacen. Cuando terminaba un escrito él simplemente esperaba a que otros le preguntaran si tenía algo que pudiera ser utilizado. Para él, a menudo era suficiente haber resuelto un problema en su propia mente. Más allá de esto, se aburría con un tema. Eventualmente, su salud y la pérdida gradual de la memoria, minaron su poder y se vio obligado a dejar de escribir. Muchas veces después, habló de esto con tristeza: ¡no ser ya capaz de trabajar!... Tomó la noticia de su propio diagnóstico terminal con valor. Incluso bromeó diciendo que él era un hombre muy rico porque no sólo tenía un cáncer, sino tres… Haber sido estudiante de Márkus fue el mayor privilegio que, en retrospectiva, parece casi increíble; tal era la enorme suerte de los involucrados.

Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2016/10/14/opinion/024o1eco

jueves, 14 de julio de 2016

Australia, una receta contra tiroteos múltiples en EEUU. Las muertes a tiros han caído tras el endurecimiento legal a raíz de una matanza en 1996

Barack Obama y Hillary Clinton creen que la receta australiana contra los tiroteos en masa puede funcionar en Estados Unidos. Australia endureció sus leyes de armas en 1996 tras el asesinato de 35 personas en una zona turística de la isla de Tasmania a manos de Martin Bryant, un hombre blanco de 28 años con antecedentes de esquizofrenia. Se trata de la tercera masacre a tiros con más víctimas de las dos últimas décadas, después de la de Noruega en 2011, con 77 muertos, y la más reciente en Orlando, con 49 asesinados. Bryant había comprado legalmente el rifle AR-15 y el fusil de combate con los que atacó. Entre las víctimas, la mayoría australianos, hubo cuatro menores de edad —dos de ellos, de tres y seis años— y una pareja de turistas malasios.

MÁS INFORMACIÓN
Menos de dos semanas después del tiroteo, las autoridades prohibieron los rifles de asalto automáticos y semiautomáticos (Bryant mató a 12 víctimas en 15 segundos con uno de estos); hicieron más rigurosa la expedición de licencias de posesión, con periodos de espera de 28 días, una estricta verificación de antecedentes y la exigencia de una causa justificada para adquirir un arma; también iniciaron un programa de recompra y destrucción de rifles durante un año con el que cerca del 20% nacional salió de circulación, según cifras oficiales.

Un estudio independiente de 2010 desveló que tras las leyes de 1996 el descenso de los homicidios con arma de fuego en Australia fue significativo. La doctora en Economía Christine Neill, coautora de la investigación, matiza por correo electrónico que los efectos de la regulación en países con una tradición de armas diferente no tiene por qué ser la misma, pero recusa las simplificaciones: “He escuchado a gente diciendo recientemente: ‘¡Australia no tiene ningún problema con terroristas islámicos, pero EEUU sí!’ Hay que resaltar que Australia tiene una mayor proporción de migrantes y musulmanes en su población que Estados Unidos… Y estadísticamente la mayoría de los asesinatos en masa allí los perpetran los hombres blancos”.

Los homicidios con arma de fuego pasaron de 1.672 en los 18 años previos a la nueva legislación (1979-1996) a solo 726 en los 18 siguientes (1997-2014), según cifras de la Oficina Australiana de Estadísticas. La tasa de homicidios relacionados con armas se redujo a casi una tercera parte en el mismo lapso. Y mientras que en 1996, año de la masacre que desató los cambios, hubo una tasa de 0,57 asesinatos de este tipo por cada 100.000 habitantes, en 2014 apenas fue del 0,13.

Obama se refirió al ejemplo australiano en 2014, en estos térnimos: “Hace un par de décadas, Australia tuvo una masacre similar a las de Columbine o Newtown [ambas en escuelas, con 13 y 27 muertos]. Entonces ellos dijeron: ‘Bueno, se acabó, no veremos esto de nuevo’. Y básicamente impusieron leyes de armas muy severas. Desde entonces, no han tenido asesinatos en masa”. EE UU no ha podido dar un paso semejante porque la Segunda Enmienda de su Constitución consagra —según la interpretación predominante— el derecho a tener armas, su uso está muy arraigado y las organizaciones a favor son demasiado poderosas.

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, también hizo referencia a la receta australiana el pasado octubre: “No conozco suficientes detalles para decirles cómo lo haríamos o cómo funcionaría, pero sin duda el ejemplo australiano es digno de seguir”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/15/actualidad/1466003362_814612.html?rel=lom

viernes, 20 de mayo de 2016

El economista australiano Bill Mitchell cree que los países europeos no están preparados para la unión monetaria y que España debe volver a la peseta. “España debería duplicar su déficit público para crear empleo”.


          El 6 de este mes de mayo, el profesor Mitchell dió una conferencia en el salón de actos de la facultad de Económicas de Badajoz, al presentar su libro La distopía del euro, a la que asistí. Fue interesantísima.

Pide más intervención estatal en la economía: “Si el sector privado es incapaz de crear empleos suficientes, debe hacerlo el sector público”

Profesor de Economía de la Universidad de Newcastle, en Nueva Gales del Sur (Australia), Bill Mitchell es uno de los economistas adscritos a la Teoría Monetaria Moderna, que aboga por la intervención directa del Estado en la economía, una herejía para la ortodoxia dominante en Bruselas y Berlín. De ahí que recomiende a España que aumente su déficit público si quiere crear empleo. Mariano Rajoy lo secundó este miércoles en la Ser cuando aseguró que le importa más acabar con el paro que obedecer a la Comisión Europea recortando ese 5,08% por el que le regaña Bruselas. Mitchell acaba de publicar en España La distopía del euro (Lola Books). Su tesis no es en absoluto tímida: los países del sur, como España, deben romper con la unión monetaria si saben lo que les conviene. Casi coincide en el tiempo de publicación con la obra de otro economista heterodoxo y educado en Australia, aunque griego de nacimiento, Yanis Varufakis, quien, por el contrario, defiende la permanencia de su país y de Reino Unido en la eurozona. Mitchell no parece uno de sus fans: “Lo que Yanis dice hoy puede ser muy distinto de lo que dijo ayer”.

PREGUNTA. ¿Cómo es que les interesan tanto desde Australia, al otro lado del planeta, nuestras instituciones comunitarias? ¿Es tan escandalosa o tan patética la crisis europea como para llamar la atención tan lejos?
RESPUESTA. Bueno, el mundo es muy pequeño ahora. Y la integración europea siempre ha sido uno de mis campos de investigación. Además, Australia es en realidad un país europeo… aunque esté en Asia, y una nación intelectualmente muy abierta. Quienes nos visitan de Europa o, especialmente, de Estados Unidos se sorprenden de cuánta información internacional tenemos. En los periódicos o en la televisión de EEUU apenas encuentras nada sobre el resto del mundo, y hasta cierto punto en los periódicos nacionales de Francia, Alemania, Italia, no sé si también de España, no se publican demasiadas noticias internacionales. En Australia, por el contrario, la televisión y los periódicos están llenos de noticias internacionales porque nos sentimos parte del mundo y porque históricamente hemos estado aislados por culpa de la distancia. Ya en el colegio aprendemos lo que es la “tiranía de la distancia”. Pero nuestras raíces son europeas, británicas. Así que he pasado mucho tiempo estudiando la integración europea y su camino hacia el desastre.

P. En su libro defiende la ruptura de la unión y el regreso a las monedas nacionales. Una tesis muy arriesgada y quizá no demasiado fácil de llevar a la realidad. ¿Por qué cree que sería mejor para España volver a la peseta?
R. Mi idea es que el diseño de la unión monetaria tiene muchísimos defectos y que el Tratado de Maastricht fue un desastre. Si volvemos a los primeros debates sobre la creación de la unión monetaria en los años 60, que dieron lugar al informe Werner en 1970 y en 1977 al informe MacDougall, dos estudios muy detallados sobre cómo podría organizarse y llevarse a cabo la unión monetaria para que fuera efectiva, vemos que incluían un diseño muy específico de los requisitos necesarios.

Uno de ellos era que los Estados miembros tenían que ceder su soberanía macroeconómica y la responsabilidad fiscal para crear un órgano federal europeo que asumiera la política fiscal y que tendría legitimidad democrática. Según el informe Werner, esa institución federal sólo funcionaría con una autoridad fiscal federal con legitimidad democrática y poderes extraordinarios. El informe MacDougall está de acuerdo con esos requisitos para una unión monetaria efectiva, pero dice que las circunstancias políticas son tales –y eso que entonces la UE incluía muchos menos países que ahora–, que no hay manera de que los Estados miembros puedan ceder su autoridad fiscal a un órgano federal. Por tanto, a su juicio, carecía de toda lógica pensar que fueran a darse las circunstancias para una unión monetaria europea eficaz en un futuro próximo. A mi entender, las diferencias culturales, históricas y lingüísticas entre los Estados son tan enormes que no es lógico pensar que pueden ponerse de acuerdo para cooperar a ese nivel. Desde luego, Alemania jamás estará de acuerdo en ceder su autoridad fiscal a una institución federal.

Al mismo tiempo que se publicó el informe Delors, en 1989, la política económica fue conquistada por el monetarismo emergente y lo que ahora llamamos neoliberalismo, de forma que la mayoría de las ideas de los primeros informes sobre la unión monetaria quedaron aparcadas. El neoliberalismo en auge se oponía a que los gobiernos intervinieran en la economía y Delors apareció con la solución para apaciguar a Alemania y unir a toda Europa bajo el proceso de Maastricht, limitando la capacidad y flexibilidad fiscal de los Estados miembros. Los Estados mantuvieron la autoridad fiscal y se pusieron, digamos, unas camisas de fuerza, por lo que, si llegaba una crisis grave no iban a tener la flexibilidad fiscal necesaria para responder.

Y eso fue lo que ocurrió en 2008. Los tecnócratas de Bruselas obligaron a los gobiernos a asumir las normas fiscales del Pacto de Estabilidad y a hacer políticas de austeridad, lo que los economistas llamamos políticas procíclicas. Los gobiernos responsables siempre han sostenido políticas fiscales anticíclicas, de manera que cuando el sector privado es débil, el sector público debe ser fuerte, y viceversa. Lo más irresponsable en teoría económica es dejar que, cuando el sector privado es débil, también lo sea el Gobierno. El problema lo habéis visto en España. Vuestro PIB aún no ha regresado al nivel previo a 2008.

Mi conclusión es, por tanto, que las dos únicas opciones para salvar la eurozona son: la primera, crear una verdadera autoridad federal fiscal y monetaria, a la que habría que dar legitimidad democrática con el mismo diseño que da legitimidad al Gobierno de los Estados Unidos, a través del voto. Pero no creo que pueda ser viable en un futuro próximo y ésa es mi conclusión en el libro y en muchos de mis trabajos: es imposible que los Estados miembros cooperen hasta el punto de llegar a ese sistema federal de política fiscal, no estáis preparados para que la eurozona funcione. La segunda opción es que el Banco Central Europeo (BCE) financie a los Estados miembros para que éstos puedan crear empleo suficiente.

P. En uno de los últimos posts de su blog habla del déficit público español. Sostiene que su aumento el último año ha sido la causa del crecimiento del PIB, no las políticas de austeridad de las que presume el Gobierno. Algunos de los comentarios de los lectores precisan que el incumplimiento del objetivo de déficit se ha debido sobre todo a que 2015 era año electoral… Además, ese aumento no se hubiera producido sin la tolerancia, al menos incial, de Bruselas. ¿Cambian esas circunstancias su primer análisis sobre el crecimiento económico español del último año?
R. Soy consciente de que el motivo de que aumentara el gasto público y se relajara el objetivo de déficit es claramente político: las elecciones. Los conservadores estaban muy preocupados por lo que ocurre en Cataluña y también por Podemos a escala nacional. Está muy claro también que Bruselas estaba de acuerdo y se lo permitió al Gobierno porque, si en España se repitiera la situación que hay ahora en Portugal [con un Ejecutivo de izquierdas que ha revertido las medidas de austeridad tomadas por el anterior]…, bueno, lo último que quiere la Comisión Europea es que un país grande como España, o Italia, elija un gobierno antieuro. Pueden manejar a Portugal porque es un país pequeño y relativamente pobre, y seguro que podrían manejar a Grecia, pero no a una nación grande como España o Italia. Por eso intentarán hacer todo lo posible para mantener allí un gobierno conservador pro Bruselas y pro Troika.

Pero la lección es que no importa que los motivos fueran políticos, el hecho es que el déficit estructural aumentó y creó las condiciones para que España volviera a crecer. Y está claro que si la austeridad entre 2010 y 2013 en España hubiera sido la tónica también en 2014 y 2015, tu país no habría vuelto a crecer en la forma en que lo ha hecho. El alza del déficit creó el crecimiento y eso debería convencer a la gente a la que se le dice todos los días que la austeridad es buena para crecer, porque no es verdad. Si el Gobierno español vuelve a imponer la austeridad, que es lo que Bruselas desde luego está intentando ahora porque las elecciones ya han pasado, vuestro crecimiento se ralentizará.

P. Otra de las razones por las cuales ha aumentado el déficit público en España es el déficit creciente de la Seguridad Social. Éste, a su vez, es el resultado de la debilidad del crecimiento económico y del empleo: la mayoría de los puestos de trabajo creados estos dos últimos años son temporales, a tiempo parcial y con bajos sueldos. Por tanto, las cotizaciones a la Seguridad Social no crecen al nivel previsto por el Gobierno en sus propios presupuestos. Tampoco pueden cubrir el gasto en pensiones y subsidios, que sigue aumentando a un ritmo superior. Más aún, el Gobierno, también por motivos electorales, ha multiplicado por cinco las subvenciones a la contratación [tarifa plana], lo que ha reducido los ingresos de la Seguridad Social en más de 2.000 millones de euros. En resumen, el crecimiento económico español, en las condiciones actuales, es un poco decepcionante…
R. Es verdad, pero el gasto en Seguridad Social forma parte de lo que llamamos estabilizadores fiscales automáticos y, como la economía está tan mal, se dispara aunque no cambie la política del Gobierno. Pero además de eso, los gobiernos regionales con la aprobación del Gobierno central, han aumentado también el gasto en infraestructuras [12.500 millones de euros, un 34% más que el año anterior], eso es gasto extraordinario.

P. Usted es un defensor de la Garantía de Empleo: que el Gobierno garantice un puesto de trabajo a todos los ciudadanos que quieran y puedan trabajar, con un sueldo que debería tener la consideración de salario mínimo. Pero, ¿y la calidad del empleo? ¿La única alternativa al paro va a ser a partir de ahora el empleo precario y mal pagado?
R. España tiene un modelo de crecimiento de muy baja productividad. Y los países con este modelo de desarrollo con baja productividad y bajos salarios como España terminan empobrecidos. Para tener un alto nivel de vida es necesario un modelo de salarios altos y alta productividad, donde el capital está obligado a invertir continuamente en alta tecnología para que la economía pueda mantener esos niveles elevados de productividad que son, a su vez, los que permiten pagar sueldos altos. España, Italia e Irlanda, en cambio, siguen el lento sendero de la baja productividad y los bajos salarios, que les conduce a un futuro empobrecido.

P. Uno de sus campos de estudio son las causas del desempleo. Así que tengo que preguntarle por las del caso español: nuestras cifras de paro baten récords. ¿Ha analizado por qué? ¿Sabe cómo solucionar nuestro problema más grave?
R. La solución se deduce directamente de la causa. Con un 21% de paro, la razón es fácil de entender: el gasto en actividad económica no es suficiente, y la actividad económica existente ha creado empleos con bajos salarios y de baja productividad. La falta de gasto es, a su vez, el resultado de años de austeridad. La solución al problema es estimular la creación de empleo y las empresas sólo crean empleos si suben las ventas. Cuando el crecimiento del gasto es insuficiente para seguir el ritmo de crecimiento de la población, crece el desempleo.

Así que la solución es clara: hace falta más gasto. Y si el sector privado es incapaz de gastar lo necesario para crear empleos suficientes, entonces el único sector que puede crear puestos de trabajo para vosotros es el sector público. Por supuesto, la capacidad de actuación del Gobierno está muy limitada al ser España miembro de la eurozona. El déficit fiscal español debería ser el doble del actual y el Gobierno debería dedicarse a la creación de empleos a gran escala. Deberían ser de diferentes tipos: desarrollo regional, protección medioambiental o en áreas de desarrollo comunitario que aumentarían el bienestar de la población pero también estimularían al sector privado porque crecería el gasto en general. Ése es el camino. Pero no podréis hacerlo si permanecéis en la eurozona. Por eso debéis abandonarla y volver a la peseta.

P. La polémica sobre el salario mínimo se extiende por todo el mundo. En España es muy bajo, 655,2 euros al mes. Aun así, surgen voces que reclaman su eliminación o la exclusión de jóvenes o empleados no cualificados. ¿Cree usted que el salario mínimo frena la contratación de trabajadores?
R. En Australia tenemos un salario mínimo más elevado en términos relativos que la mayoría de los países [en realidad, uno de los más altos del mundo, 1.742,34 euros al mes]. Es cierto que los economistas conservadores ortodoxos repiten continuamente que el salario mínimo causa desempleo, sobre todo en trabajadores de baja cualificación, pero la investigación ha sido incapaz de demostrarlo. Por el contrario, los estudios más razonables no muestran una relación clara entre salario mínimo y aumento del paro. En el Reino Unido el salario mínimo no ha dejado de crecer en los últimos 10 o 15 años y el empleo ha aumentado en las categorías más bajas. En Australia no tenemos ninguna prueba de que aumente el paro, nuestro SMI lo fija cada año un tribunal [Fair Work Commission]. Yo sigo la lógica de que los trabajadores con sueldos más bajos, los que cobran el salario mínimo, son también los que con mayor probabilidad van a gastarse cada nuevo dólar o euro que ingresen de más. Por eso, cada subida del salario mínimo añade más gasto antes que aumentar costes, incrementa el gasto total y, por tanto, el empleo.

Las pruebas empíricas parecen apoyar este punto de vista, por lo que una de las cosas que España, Portugal, Italia y Grecia deberían hacer es subir el salario mínimo para estimular el gasto.

P. ¿Y el paro de larga duración? Va a ser nuestro siguiente problema: más de tres millones de personas llevan más de un año sin trabajar. ¿Es un problema específico de España o una tendencia mundial?
R. No, no es un problema únicamente español, sino de toda Europa durante muchos años. En Australia también se está convirtiendo en un problema, y en el Reino Unido. En EEUU no lo era, pero está empezando a serlo. La eurozona lleva años imponiendo austeridad. Forma parte de los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht; es decir, estamos hablando de 1996 a 2000, a 2001 en el caso de Grecia. Desde entonces estos países están recortando el gasto público de forma deliberada y provocando más paro del que habría en otras circunstancias. Y cuando llegó la crisis, la situación empeoró aún más.

El paro de larga duración no es un problema diferente del paro en general. Los trabajadores pierden su empleo por la austeridad impuesta a la economía, el tiempo pasa, empiezan a perder contacto con el mundo del trabajo, a perder su cualificación profesional y a sufrir problemas psicológicos, sus redes sociales se reducen. Esas consecuencias se pueden controlar si el Gobierno interviene tan pronto como sea posible. Pero en la UE el problema se ha agravado al crear deliberadamente más desempleo. Por eso, si en 2008 Bruselas hubiera permitido aumentar el déficit, no habría ahora tanto paro de largo duración.

P. En todo el mundo se están degradando las condiciones laborales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya habla de “trabajadores pobres”, porque tener un empleo no garantiza que puedan llegar a fin de mes. ¿Se trata de una tendencia imposible de parar?
R. ¡Por supuesto que se puede parar! En los últimos 20 años, España y Australia han marcado la pauta con ataques legislativos contra los sindicatos. El Gobierno conservador australiano, por ejemplo, lleva 15 o 20 años aprobando medidas muy duras que atacan la capacidad de actuación de los sindicatos. Si se combinan con políticas fiscales que aumentan el desempleo y se elimina o reduce la protección a los trabajadores, entonces aparece este fenómeno de los trabajadores pobres, incluso entre quienes tienen jornada completa. Es una tendencia global, pero no inevitable. Si la legislación protege más a los trabajadores, no ataca a los sindicatos y hace más difíciles los despidos, se le complicará a las empresas crear las condiciones que han hecho surgir trabajadores pobres.

P. En su último libro habla sobre la “cultura neoliberal dominante”. ¿Cree que ese dominio está llegando a su final? ¿Es posible que haya alcanzado ya las últimas fases de su ciclo hegemónico o, por el contrario, va a seguir aún primando en las grandes instituciones internacionales durante mucho tiempo?
R. Ésa es una buena pregunta… Hace 30 años, cuando se produjo la crisis financiera global, pensé que iba a ser el final de este periodo particular, tanto en la economía como en la política. Resulta que me equivoqué, desgraciadamente. Estos paradigmas y escuelas de pensamiento tienen toda una maduración y evolucionan durante un largo periodo de tiempo. Así, el monetarismo, las teorías del libre mercado y el neoliberalismo han evolucionado desde los años 70 y no fue hasta el final de esa década que se convirtieron en el paradigma dominante. O sea que llevamos tres décadas con ello.

Creo que se tarda mucho tiempo en debilitar un paradigma dominante aunque se haya demostrado que está teórica y empíricamente equivocado. La crisis financiera global ha probado que creer en la eficiencia de los mercados es un error. También que las políticas fiscales son un instrumento extremadamente eficaz, porque la política monetaria no lo fue. La enorme resistencia a cambiar este poderoso pensamiento de grupo se basa en un comportamiento que niega la realidad, refuerza el sistema de creencias, sólo ve lo que quiere ver y vilipendia a quienes lo ponen en cuestión.

Yo diría que tarde o temprano se desmoronará, pero cuándo, no estoy seguro. En cualquier caso, si piensas en el momento político actual en el planeta, ¿quién habría podido imaginar que aparecería en EE- UU. alguien como Bernie Sanders y que podría convertirse en un paradigma político creíble? ¿Quién habría podido imaginar que en el Reino Unido aparecería Jeremy Corbyn como defensor de los movimientos de base y que lideraría uno de los principales partidos políticos?

Y si piensas en quién apoya a Sanders, a Corbyn, a Podemos en España, a la izquierda en Portugal, son los movimientos de base liderados por jóvenes. Creo que los jóvenes están reactivándose políticamente, vuelven a comprometerse políticamente después de que toda una generación anterior obviara el compromiso. Habrá un cambio político.

En los años 20 se produjo un auge de los sindicatos y la demanda de un Estado del Bienestar porque el sistema capitalista creó desigualdad, trabajos precarios, recortó salarios y permitió que se formara una élite muy rica. Como la gente no lo toleró, triunfaron los sindicatos, aumentó su influencia sobre los partidos políticos y, con el tiempo, surgieron Estados del Bienestar. Eso va a ocurrir de nuevo. No puedo decirte cuándo, pero ocurrirá en algún momento.

P. Usted no prevé otro crash como el de 2008, a diferencia de lo que auguran otros economistas y personajes como, por ejemplo, George Soros.
R. Dudo que se produzca. Los gobiernos fueron muy pragmáticos en 2008 y salvaron rápidamente al sistema bancario. Ningún gobierno, ningún banco central, ni el europeo, ni la Reserva Federal de EEUU, ni el japonés, el inglés o el australiano, van a permitir que quiebren los grandes bancos. No van a dejar que estalle otra gran crisis financiera, otro 1929 u otro 2008. Sencillamente, los bancos centrales nacionalizarán los principales bancos si surge un gran peligro. Lo que sí preveo es un estancamiento de la economía y elevados niveles de paro. Entonces los gobiernos tendrán que darse cuenta de que deben incurrir en mayores déficit. Eso llevará su tiempo.
Fuente:
http://www.infolibre.es/noticias/economia/2016/05/05/bill_mitchell_deficit_espanol_deberia_ser_doble_del_actual_para_crear_empleo_49275_1011.html

jueves, 19 de mayo de 2016

Si tienes más de 40 años tal vez deberías trabajar solo tres días a la semana. Un estudio de la universidad australiana de Melbourne sobre la productividad laboral demostró que el cerebro funciona mejor si trabaja, pero poco. Lo ideal para los autores sería tener una jornada de trabajo reducida a tres días por semana.

Si tienes más de 40 años tal vez deberías trabajar solo tres días a la semana.

Un estudio de la Universidad de Melbourne en Australia señaló que las personas de más de 40 años deberían trabajar sólo tres días a la semana. Para llegar a esta conclusión analizaron los hábitos de trabajo y las pruebas cognitivas de 6.500 personas en ese país.

Los expertos encontraron que tanto un exceso de trabajo como la ausencia total del mismo es supone un riesgo importante para la mente. Para ellos lo ideal sería encontrar un equilibrio entre el tiempo de trabajo y el de descanso, es decir trabajar a tiempo parcial sería la mejor manera de mantener estimulado el cerebro sin llegar a niveles altos de estrés o cansancio.

Para el trabajo pidieron a los participantes que leyeran palabras en voz alta, recitaran números hacia atrás y vincularan letras con números siguiendo un patrón particular.

Resultados
Como resultado encontraron que las personas que trabajaban cerca de 25 horas semanales obtenían los mejores resultados.

En contrapartida observaron quienes no trabajaban nunca obtuvieron resultados un 18% más bajos en la prueba de lectura, un 20% más bajos en la de los números y un 15% inferior en las de relacionar letras con números.

Mientras que aquellos que trabajaban 40 horas a la semana se vincularon con un déficit congnitivo inferior al de aquellos que no trabajaban. Y para quienes trabajaban 55 horas a la semana los resultados eran aún peores.

Así los autores de la investigación concluyeron que el trabajo puede estimular la actividad cerebral pero que las largas jornadas de trabajo fatigan la mente y dañan las funciones cognitivas.

Colin McKenzie, uno de los investigadores del estudio declaró: “Señalamos que las diferencias en las horas de trabajo son importantes para mantener el funcionamiento cognitivo en adultos de mediana edad y ancianos”.

Otros estudios ya han demostrado que jornadas laborales más cortas favorecen la productividad de los trabajadores mientras que también cuidan su salud ya que están más predispuestos, reducen los niveles de estrés y pueden descansar mejor y dedicar tiempo a su vida personal.

http://www.lr21.com.uy/salud/1287160-trabajar-tres-dias-semanas-adultos-cerebro?

lunes, 6 de julio de 2015

Conoce a la gurú del DIY que ha revolucionado Internet. O cómo recorrer los sitios más exóticos del planeta, aprender los mejores DIY para renovar tu armario y tu casa y disfrutar de una buena fotografía sin moverse de un blog.

...Los blogueros de Australia están hechos de otra pasta. Si Gary Pepper Girl capta adeptos gracias a su estilo y su fotografía única, existe otra web (también australiana) que de una manera única engancha a todo manitas dispuesto a llenar su tiempo libre con herramientas, alfileres, pintura y altas dosis de imaginación: Es "A pair and a spare".

Esta bitácora se enmarca en esa categoría del DIY (siglas de Do it yourself, en castellano ‘hazlo tú mismo’) que fue poco a poco abriéndose paso dentro en el mundo de los blogs. En el caso de las webs de moda, entre tanto look y tanto editorial había quien destinaba su presupuesto a adaptar la última tendencia vista en pasarela a golpe de tijera y paciencia. En vista del éxito, decidía compartirlo con los demás internautas. Una intención convertida en una fiebre que no se restringe a la moda, sino que abarca otros terrenos irresistibles tales como la gastronomía o la decoración, y este blog da buena fe de ello. Repasamos los motivos por los que deberíamos seguirle la pista:

1. Unos tutoriales para renovar armario sin dejarse medio sueldo
En A pair and spare, las manualidades son una recopilación de tutoriales que prometen hacer de tu armario un mundo de posibilidades. Y sin tener que derrochar grandes cantidades de dinero. Su autora, una chica de Brisbane llamada Geneva Vanderzeil, es una bloguera y escritora freelance que desde 2008 comparte creativos contenidos donde demuestra que sus manos no conocen límites. 

Asidua de los mercadillos, es capaz de convertir en pura tendencia cualquier prenda de segunda mano que ha adquirido en puestos que va encontrando a su paso. En vez de ir a Zara a comprarse una falda de estilo naïf, decide reinventar una anodina falda vaquera. Para quien no tenga conocimientos de costura, también enseña ideas en las que hasta los más principiantes pueden hacerse un kimono con flecos sin necesidad de enhebrar una aguja. A menudo encuentra auténticas gangas para sus manualidades, como unos Louboutin que adquirió en un mercadillo de Hong Kong (donde reside actualmente), pero no tiene miedo de empezar de cero un proyecto, como los bolsos de piel. A partir de piezas de cuero se ha hecho pequeños bolsos que planea primero sobre el papel: 

Gracias al éxito cosechado, a los dos años de abrir el blog publicó su propio libro con diferentes proyectos para reinventar y actualizar el armario. Desde entonces, ha colaborado con varias marcas como Free People, Asos o Coach tanto en DIY como en talleres. También tuvo blog homónimo en la edición australiana de Harper’s Bazaar.

2. Ideas para hacer de tu casa el próximo catálogo de IKEA
La decoración es su segundo fuerte. Entre sus tutoriales, Vanderzeil enseña a organizar los zapateros utilizando una escalera, crear un moodboard partiendo de una red o llenar tu casa de diferentes centros de plantas y flores, una categoría propia dentro de su blog que haría las delicias de Pinterest. Dale una calabaza o unas pegatinas, que conseguirá hacerte sentir orgulloso hasta de tus maceteros. Entre los mayores retos que se le plantearon fue remodelar de cero un estudio, un proyecto donde ha puesto a prueba muchos de los tutoriales que muestra en su blog. 

domingo, 24 de mayo de 2015

Admirables. La cultura anglosajona resalta las reglas básicas de toda actividad para no olvidarlas. Y eso vale también a la hora de gobernar

La cultura anglosajona tiene una tendencia muy sensata a recordar de vez en cuando los puntos más elementales de cualquier actividad, oficio o profesión. Un observador ajeno a esa cultura se puede quedar algo perplejo cuando en una reunión de expertos el ponente plantea inicialmente, con toda naturalidad, el abecé del tema a tratar, lo que se supone que se debió aprender en el primer día del primer mes del primer año de formación. Pero, si el observador no es demasiado arrogante, enseguida comprende la utilidad de repetir aquellas notas que permiten recordar de qué se trata todo el asunto, su sentido o razón de ser, es decir, aquello que se suele olvidar en cuanto se profundiza en complejidades.

Así que recurramos a la Guía del Buen Gobierno Local elaborada por la Asociación Municipal del Estado de Victoria, el más pequeño, pero el más densamente poblado de Australia. El abecé municipal australiano (muy útil, al margen de las competencias concretas de cada Ayuntamiento del mundo) empieza así: el Gobierno local tiene la obligación de informar, explicar y responder por las consecuencias de las decisiones que toma en nombre de la comunidad que representa. Las personas deben ser capaces de seguir y entender el proceso de toma de decisiones. Esto significa que tienen que ser capaces de ver con claridad cómo y por qué se tomó esa decisión —qué información, qué asesoramiento y qué consultas se efectuaron— y qué requisitos legislativos hubo que cumplimentar.

Parece que se empieza siempre por ahí: transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad del equipo municipal, con su alcalde a la cabeza, respecto a las decisiones que se adoptan y sobre sus consecuencias.

La segunda letra del abecé indica que el Gobierno local está obligado a atender las necesidades de la comunidad entera, guardando el equilibrio entre los distintos intereses en juego. Los distintos sectores de la comunidad deben sentir que han sido escuchados y que sus intereses fueron tomados en consideración, sean finalmente respetados totalmente, solo en parte o rechazados. Todos los grupos, y en particular los más vulnerables, deben tener la oportunidad de exponer sus razones. Es decir, el Gobierno local debe ser equitativo e inclusivo, de manera que ningún sector se sienta menospreciado o no escuchado.

Tercera letra: el Gobierno local debe hacer un seguimiento de las consecuencias de las decisiones que adopta a fin de poder evaluar si se alcanzan los objetivos planteados o en qué grado se cumplimentan.

Existe un cuarto elemento básico: el Gobierno municipal debe ser participativo. Cualquier persona afectada por o interesada en una decisión debe tener la oportunidad de participar en el proceso de toma de esa decisión. Se puede lograr de distintas maneras: asegurándose de que se les hace llegar la información necesaria, facilitando instrumentos para que se les pregunte su opinión o para que tengan la oportunidad de realizar sus recomendaciones o, incluso, incorporándoles a la toma de decisiones efectiva.

Finalmente, dice la guía australiana, conviene recordar que el alcalde, o alcaldesa, tiene una influencia considerable en el establecimiento de las normas de buena conducta y ética de los miembros del consejo. Como líder del gobierno municipal tienen un papel primordial en la vigilancia de su conducta.

¿A que resulta fácil ir hoy a votar y cumplir con el primer deber ciudadano?
El País.  24 MAY 2015 -