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lunes, 16 de diciembre de 2024

"Para mucha gente las matemáticas son una especie de amor imposible, porque no pueden vivir sin ellas pero cuando lo intentan no funciona"

Alessandro Maccarrone

Fuente de la imagen,Cecilia Diaz Betz

  • Autor

El físico y divulgador científico Alessandro Maccarrone vive enamorado de las matemáticas, y ha hecho del empeño por explicarlas una verdadera pasión.

"Por mucho rechazo que puedan suscitar, las matemáticas no solo son necesarias para resolver situaciones prácticas, sino también para procesar la información que recibimos diariamente y para tomar decisiones con sentido crítico", dice en entrevista con BBC Mundo.


Por eso le cuesta entender que la gente se avergüence por una falta de ortografía o por un error importante en cultura general y sin embargo no le importe reconocer abiertamente su falta de conocimiento matemático bajo la famosa frase: "Yo es que soy de letras".

En su libro “El infinito placer de las matemáticas", Maccarrone -nacido en Barcelona en 1980 y de padre italiano trata de acabar con el estigma que las rodea y el miedo que muchos sientes antes ellas.

A lo largo de su libro, enseña al lector de forma gráfica y divertida 17 conceptos básicos, que van desde los números primos hasta fracciones o la teoría de la relatividad.

Cada capítulo va acompañado de preciosas ilustraciones de Luis Padín y afronta una de las grandes ideas matemáticas que en su opinión “cualquier persona debería dominar para ejercer una ciudadanía plena”.

Pero, sobre todo, quiere mostrar que las matemáticas son simples e incluso divertidas cuando se explican de manera adecuada.

BBC Mundo habló con él en el marco del Hay Festival de Arequipa, que se celebra del 7 al 10 de noviembre.
 
Un hombre en pensamiento con un tablero lleno de fórmulas detrás

Fuente de la imagen,Getty Im

 

Un hombre en pensamiento con un tablero lleno de fórmulas detrás. 

¿Cuál es la historia de este libro: por qué escribir sobre las matemáticas?

Yo tengo un tío del que me viene la doble pasión de las matemáticas y la física, por un lado, y la pasión por explicarlas y compartirlas, por otro.

Toda mi historia va sobre estos dos carriles. He sido profesor, he formado a docentes, he elaborado materiales didácticos y llevaba mucho tiempo reflexionando sobre la imagen que hay de las matemáticas a nivel social, la mala prensa que tienen, el estigma que hay a su alrededor.

Sobre cómo para mucha gente son como una especie de amor imposible, porque no pueden vivir sin ellas pero cuando lo intentan no funciona.

Yo le iba dando vueltas a intentar hacer algo para cambiar esta visión y se dio la coincidencia de que recibí una llamada de Jan Martí, que es el director de Blackie Books, que había sido compañero de escuela de mi hermano y alumno mío de clases particulares.

Fue él quien me propuso escribir un libro de divulgación sobre las matemáticas, escrito desde el placer, para romper el mito de la dificultad. Y me lancé de cabeza.

Una niña jugando con las matemáticas

Fuente de la imagen,Getty Images

 
Pie de foto,
Una niña jugando con las matemáticas

Para Maccarrone, las matemáticas deben perder el estigma de ser difíciles y se deben ver como parte de nuestro pensamiento. 

Un niño tiene dificultades con fórmulas matemáticas

Fuente de la imagen,Getty Images


Dices que es un libro dirigido a gente como tu hermano, el músico, o tu hermana, la filósofa. ¿Cómo le explicarías a esa gente lo que supone para ti el infinito placer de las matemáticas?

Yo diría dos cosas.

Una es que el placer de las matemáticas es una cosa mucho más sencilla y accesible para todo el mundo que las fórmulas, los algoritmos y las cuestiones complicadas.

Es el placer de buscar patrones, regularidades, de hacerse preguntas, de intentarlos entender y darles sentido y esto es algo que se puede hacer en cualquier momento del día.

A mí me pasa cuando estoy en la ducha y observo el desagüe y me pongo a pensar de cuántas maneras puedo contar sus agujeros, o cuando estoy desayunando y cojo una servilleta y empiezo a preguntarme de cuántas maneras distintas se puede doblar. Al final la esencia de las matemáticas es esto.

Cuando hago mención a mi hermano el músico y mi hermana la filósofa es con esta idea de reivindicar el papel humanístico de las matemáticas, sobre cómo más allá de resolver cuestiones prácticas, son una parte esencial de nuestro patrimonio cultural y, entre otras cosas, nos ayudan a configurar nuestra visión del mundo, de la realidad.

Un ejemplo muy paradigmático: cada vez que vemos la típica estadística de que el 1% más rico de la población mundial posee el 40% de las riquezas nos escandalizamos.

Aquí lo que estamos haciendo es utilizar un concepto matemático, el de proporcionalidad, para emitir un juicio ético. Por lo tanto, las matemáticas, al final, si le damos esta visión interpelan más a todo el mundo.

Pero, ¿por qué parece entonces tan complicado transmitir el placer por las matemáticas?

Porque creo que tradicionalmente se ha vendido como matemáticas un sucedáneo de ellas.

Es como si toda la lengua y la literatura se hubieran reducido a escribir manuales de instrucciones para aparatos, o la música a componer jingles para anuncios publicitarios.

Por razones históricas, económicas, sociales, se ha promovido una enseñanza de las matemáticas muy basada en la resolución de algoritmos, una visión muy mecánica, donde se estigmatiza mucho el error y hay poco lugar para el razonamiento, para la creatividad, para la indagación.

Y aunque en realidad las matemáticas tienen mucho más de esto último, por desgracia es la primera idea la que sigue siendo hegemónica.

En parte, el libro buscaba también romper un poco esta visión tan cerrada, tan limitada de las matemáticas.
Pie de foto,
Un niño tiene dificultades con fórmulas matemáticas 

La manera en la que se enseñan las matemáticas las complica demasiado, dice Maccarrone. 

Música en una hoja de papel

Fuente de la imagen,Getty Images


Entonces, ¿cómo crees que habría que enseñar las matemáticas en las escuelas para que la gente les pierda ese miedo?

Lo primero sería pasar de esta idea de que es importante hacerlo lo más rápido y de la manera más precisa posible y no equivocarte, a otro planteamiento que sea, vamos a analizar un problema, a ver todas las maneras que se nos ocurren de afrontarlo y a partir de los errores vamos a entender por qué eso es un error.

Y lo segundo es fomentar unas matemáticas mucho más basadas en darle sentido a los conceptos matemáticos, en su comprensión, en la indagación.

No tiene sentido ponerme a hacer operaciones largas y enormes de fracciones si yo no tengo claro qué significa dividir entre una fracción.

Es decir, la clase de matemáticas debería partir siempre de algo que resulte familiar para los estudiantes, algo que puedan manipular, entender, y a partir de aquí hay que plantear preguntas incómodas que obliguen a ir más allá de lo que se sabe.

Por lo tanto, comprensión e indagación serían un poco las pautas.

Muchos se preguntan para qué sirven las matemáticas. ¿Qué le dirías a ese gente sobre cuál es su utilidad social o práctica? ¿Dónde es importante especialmente tener conocimientos de matemáticas?

Todos sabemos que las matemáticas son útiles para cuestiones prácticas cotidianas, como pequeñas transacciones, ir a la compra, pagar y recibir el cambio, pero también para cuestiones de proporcionalidad a la hora de adaptar recetas para otro número de personas, saber cómo tengo que variar los ingredientes, visión espacial para montar un mueble de IKEA.

Luego también son útiles para procesar toda la gran cantidad de información que recibimos por redes, medios de comunicación, al contratar un servicio de cualquier tipo.

Aquí por ejemplo está toda la cuestión de interpretar correctamente las gráficas, fijarse en todos los detalles, entender el significado de los parámetros estadísticos, que si hay un promedio obviamente hay individuos que están por debajo y por encima.

Tenemos que usarlas para ver si una cantidad que oímos, que nos comunican, es grande, es pequeña, o irrelevante, para saber hacer estimaciones.

Todo esto para ejercer una ciudadanía crítica. No quiero decir que tenga que ser el único criterio para valorar una noticia, una decisión, simplemente es un criterio importante a tener en cuenta.

Y luego, si queremos entender un poco más la ciencia y la tecnología y cómo moldeamos con ellas el mundo actual, hay que tener presente que ambas se expresan en el lenguaje de las matemáticas.

Lo que pasa es que aunque yo estoy de acuerdo en que éstas son las utilidades de las matemáticas, creo que ésta no es la motivación que nos lleva a querer aprenderlas.

Yo cuestiono que este tenga que ser el motivo.

¿Y cuál es la motivación?

El placer.
Pie de foto,
Música en una hoja de papel

La matemática es la causante del placer que nos genera la música. 

Una planta de cerca

Fuente de la imagen,Getty Images


¿Cómo llegar a él, a apreciar la belleza de las ecuaciones o las matemáticas?

Hay varios tipos de belleza. Por un lado, la de la comprensión. Cuando vemos un cuadro y nos han explicado su historia, la composición, el juego de sombras, y claroscuros, la luz... Todo esto nos hace apreciar mucho más esta belleza.

En el caso de las matemáticas, hay mucha belleza matemática a nuestro alrededor en patrones, en formas, en regularidades, pero que solo apreciamos a fondo si tenemos este conocimiento matemático, que nos permiten superponer una capa más de información a todo lo que vemos.

Luego está la belleza de los razonamientos.

Cuando uno le pierde el miedo a razonar, a demostrar conceptos matemáticos, se puede desarrollar un gusto por apreciar si una demostración es o no bella.

Es una belleza que tiene mucho que ver con la simplicidad.

Muchas veces las demostraciones más bonitas son las que son diáfanas, claras, pero muy sencillas.

El poder entender algo complicado de una manera muy sencilla y muy directa esconde también mucha belleza.

Y también está el propio lenguaje matemático, que puede tener en sí mismo una belleza por su capacidad de condensar.

Yo pongo el ejemplo de E = mc2. En tres letras y dos símbolos se condensa el origen de la vida en la Tierra, porque explica la fusión de las estrellas que genera la energía del Sol que permite la vida en la Tierra.

Y explica además la capacidad de acabar con la vida en la Tierra, porque explica el funcionamiento de una bomba atómica.

Todo en tres letras y dos símbolos. A mí esto me inspira belleza.
Pie de foto,
Una planta de cerca 

La belleza de las matemáticas se encuentran en las formas y patrones de la naturaleza. 

En el libro hablas también de cuestiones de pura belleza como los mosaicos de la Alhambra de Granada...

Las matemáticas inspiran otras ramas de las humanidades como la pintura, el arte, en este caso el arte de los mosaicos, la literatura, el papel de la probabilidad en Borges, la música, las obras musicales que siguen el patrón de la sucesión de Leonardo Fibonacci.

A lo largo de las páginas explicas lo absurdo que resulta que la incultura matemática esté normalizada o incluso bien vista. Todo el mundo ha oído en alguna ocasión esa famosa excusa “Es que soy de letras”. ¿Por qué crees que no hay pudor o vergüenza en reconocer que no se sabe matemáticas?

Bueno, seguramente porque hay esta visión reduccionista y errónea de lo que son las matemáticas como algo frío, algo donde no hay lugar para la creatividad, para la belleza, para la inspiración.

Entonces nos reivindicamos como humanos rechazando lo robótico de las matemáticas cuando en mi opinión, es todo lo contrario: no hay nada más humano, más esencialmente humano, que la capacidad de razonar. Y no hay razonamiento más libre que el de las matemáticas.

jueves, 28 de diciembre de 2023

¿Hasta cuándo? ¿Cómo detener tanta inhumanidad?

Circula este video cuya difusión parece que irrita a las autoridades israelíes. Es difícil entender semejante barbarie, esa crueldad criminal, o que haya tantos que estén justificando, apoyando y permitiendo tanta inhumanidad. ¿Por qué? ¿Hasta cuándo? ¿Cómo es posible que tantos millones de personas que son buenas, que aman la justicia y la respetan, que cada día actúan con generosidad y que desean realmente la paz, permanezcan, permanezcamos, quietos y no nos levantemos de una vez exigiendo que paren las guerras y la violencia y que los conflictos, sean cuales sean, se resuelvan con respeto y diálogo? ¡Qué dolorosa impotencia y qué dolor tan inmenso!

Comentario de Wenceslao.
Resulta hasta cómico, reiterativo, recuerda una secuencia que pudimos ver gracias a Julian Assange encarcelado y torturado por los «buenos», en la que desde un helicóptero de USA, en el invadido iRAQ, los que inmisericorde habían ametrallado a reporteros indefensos se jactaban y se reían entre comentarios como «mira esos cabrones muertos», hasta el día que USA no lleve a sus tropas, a sus naves y aviones dentro de sus fronteras, hasta ese día el mundo no sera seguro para nadie, principalmente para los habitantes de los países a los cuales USA les roba o robará sus materias primas o sea un lugar idóneo para colocar bases militares humillantes a los nativos. Vale la pena recordar una cita de un exmarine » Siento culpabilidad cada vez que veo a una niña joven como la que agarré por el brazo y arrastré hacia la calle. Se nos dijo que luchábamos contra los terroristas, el verdadero terrorista era yo, el verdadero terrorismo era esta ocupación, el racismo dentro de lo militar ha sido durante largo tiempo una herramienta para justificar la destrucción y ocupación de otro país». 

 Juan Torres López

lunes, 1 de febrero de 2021

La conjura de los necios

Estoy convencida de que la buena gente abunda mucho más, pero actúan en silencio y no llevan cuernos

Es evidente que la maldad existe. Y también existe la estupidez, que para el historiador italiano Carlo Maria Cipolla es más dañina que la maldad. En su celebérrimo libro Allegro ma non troppo, Cipolla desarrollaba su teoría de la estupidez dividiendo a la humanidad en cuatro grupos: los inteligentes, cuyos actos son beneficiosos para ellos mismos y para la colectividad; los incautos, que actúan dañándose a sí mismos y beneficiando a los demás; los malvados, que hacen daño a los demás en beneficio propio, y los estúpidos, que se perjudican a sí mismos y perjudican también a todo el mundo. Yo añadiría dos subcategorías, la del malvado inteligente y la del estúpido malvado, que me parecen aún más peligrosas.

Pienso en todo esto tras leer en EL PAÍS el reportaje de Amanda Mars y Pablo Guimón sobre los asaltantes al Congreso de Estados Unidos. Una colección de humanos tan deprimente, demencial, mostrenca y penosa que, si llego a ver a unos tipos así en una película, inmediatamente hubiera condenado el filme por su exageración, por su esquematismo, por cargar las tintas de manera sectaria pintando unos personajes tan imposibles. E imposibles son, eso desde luego; imposibles de tratar y de entender. Pero reales.

Está arrasando el mundo una tormenta fatal de necedad con una capacidad destructiva mayor que mil Filomenas. Y esto me recuerda nuevamente a Cipolla, cuya primera ley fundamental de la estupidez (“siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación”) me parece una de las perlas del conocimiento humano. Los mentecatos, en fin, se multiplican últimamente como conejos. Todos ellos son desesperantes y dañinos, pero aun así supongo que hay diferencia entre aquellos que simplemente creen que la nieve es una falsificación perpetrada por el Estado y que puedes quemarla con un mechero, como piensan (bueno, pensar no parece el verbo más adecuado, se diría que las almejas piensan más que ellos) los descerebrados de QAnon, y aquellos que además salen a asaltar el Congreso armados con pistolas eléctricas, llevando bridas policiales para atar, pateando cristales, defecando en pasillos y rompiendo la cabeza de guardias con extintores. Los segundos, aparte de ser unos majaderos colosales, son lo que se dice mala gente. Narcisos, egocéntricos, megalomaniacos, violentos, asociales. Personas que odian al prójimo.

La maldad de los imbéciles, en fin, resulta especialmente deprimente porque parece imposible defenderse de ella, dado que cualquier razonamiento rebotará en la vacía caverna de sus cráneos. Pero quiero creer que su florecimiento es coyuntural. Andan muy crecidos en el mundo porque consiguieron colocar al malvado estúpido de Trump en la presidencia del imperio. Los conspiroparanoicos hablan del Deep State (el Estado profundo) como el ente maligno que cubre sus aceras con nieve de plástico, pero creo que nosotros podríamos hablar con mucha más propiedad de la conjura de los necios que hemos padecido estos últimos años. Ahora han perdido una batalla importante y hay herramientas políticas para desactivarlos.

Y mientras tanto, para contrarrestar la desolación que produce la abundancia de tanto imbécil feroz, podemos pensar en toda esa gente buena que rara vez sale en los periódicos. Los sanitarios con las caras destrozadas por los equipos de protección en las largas horas de lucha contra el virus. Las enfermeras de asistencia domiciliaria que se lanzaron a la calle en mitad de la nevada para no desatender a sus pacientes. Las cuidadoras de ancianos, la mayoría inmigrantes con sueldos míseros, que hicieron lo mismo, heroicamente, para no abandonar a sus viejos. Esto ahora, en los momentos críticos. Pero siempre, además, esa dependienta que llega a su casa en el extrarradio a las diez de la noche, tras dos horas de trayecto y un día de trabajo aniquilante, y que antes de entrar en su piso pasa por el del vecino enfermo para prepararle la cena; o ese jubilado que cuida a los hijos de su vecina para que pueda ir a trabajar. Una multitud de personas generosas combatiendo con su luz las tinieblas del mundo. Estoy convencida de que la buena gente abunda mucho más, pero actúan en silencio y no llevan cuernos. Malvados estúpidos, rendíos.

Rosa Montero, El País
 

domingo, 2 de agosto de 2020

_- España camisa blanca de mi esperanza

_- España camisa blanca de mi esperanza
Ana Belén

España camisa blanca de mi esperanza
Reseca historia que nos abraza
Por acercarse sólo a mirarla.
Paloma buscando cielos más estrellados
Donde entendernos sin destrozarnos
Donde sentarnos y conversar.

España camisa blanca de mi esperanza
La negra pena nos amenaza
La pena deja plomo en las alas.
Quisiera poner el hombro y pongo palabras
Que casi siempre acaban en nada
Cuando se enfrentan al ancho mar.

España camisa blanca de mi esperanza
A veces madre y siempre madrastra;
Navaja, barro, clavel, espada.
Nos haces siempre a tu imagen y semejanza
Lo bueno y malo que hay en tu estampa
De peregrina a ningún lugar.

España camisa blanca de mi esperanza
De fuera a adentro, dulce o amarga
De olor a incienso, de cal y caña.
Quién…

"España, camisa blanca de mi esperanza, reseca historia que nos abraza con acercarse sólo a mirarla; paloma buscando cielos más estrellados donde entendernos sin destrozarnos, donde sentarnos y conversar.

España, camisa blanca de mi esperanza, la negra pena nos atenaza, la pena deja plomo en las alas; quisiera poner el hombro y pongo palabras que casi siempre acaban en nada, cuando se enfrentan al ancho mar.

España, camisa blanca de mi esperanza, a veces madre y siempre madrastra, navaja, barro, clavel, espada; la muerte siempre presente nos acompaña en nuestras cosas más cotidianas y al fin nos hace a todos igual.

España, camisa blanca de mi esperanza, de fuera o dentro, dulce o amarga, de olor a incienso de cal y caña; ¿quién puso el desasosiego en nuestras entrañas nos hizo libres pero sin alas nos dejó el hambre y se llevó el pan?

España, camisa blanca de mi esperanza, aquí me tienes, nadie me manda; quererte tanto me cuesta nada; nos haces siempre a tu imagen y semejanza, lo bueno y malo que hay en tu estampa de peregrina a ningún lugar.

Sobre un poema de Blas de Otero, Victor Manuel escribió y musicó una bella canción que ha hecho famosa Ana Belén.

 

sábado, 31 de agosto de 2019

Rusia y China alertan de una escalada militar tras el ensayo de un nuevo misil por EE UU. Moscú y Pekín desaprueban la primera prueba de un misil de crucero de los estadounidenses desde la ruptura a principios de agosto de un acuerdo de desarme de la Guerra Fría

El Kremlin ha condenado este martes la prueba de Estados Unidos de un misil de crucero terrestre con un rango superior a 500 kilómetros. El ensayo tuvo lugar menos de tres semanas después de que expirara el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), que prohibía que Rusia y EE UU almacenaran, probaran o desplegaran misiles terrestres, convencionales o nucleares, de alcance intermedio (de entre 500 y 5.000 kilómetros). Pekín también ha mostrado su descontento con la prueba del Pentágono.

El ensayo de Washington demuestra una vez más que “los estadounidenses buscaron desde un principio terminar con el INF”, según dijo un portavoz del Kremlin en declaraciones a la prensa.

Al denunciar el INF —firmado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987—, Estados Unidos acusó a Moscú de violar el tratado durante los ensayos del misil Novator 9M729. El Kremlin lo ha negado reiteradamente y ha continuado con el desarrollo y despliegue de estos proyectiles. El presidente ruso, Vladímir Putin, además de acusar a Washington de incumplir el acuerdo con la instalación en 2015 del sistema antimisiles Aegis en Rumania.

El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, opinó que ahora estas pruebas muestran que el Pentágono llevaba largo tiempo desarrollando el nuevo misil, ya que es altamente improbable que en un “plazo de tiempo tan corto” los estadounidenses pudieran haber preparado el ensayo del lunes.

Lo más lamentable para el diplomático ruso es que con ello Washington desvela sus intenciones de “extender el potencial desestabilizador” a un campo que, hasta hace poco, estaba firmemente regulado, como es el de los misiles terrestres de medio alcance. La situación es simplemente “lamentable”, manifestó Riabkov. Todo esto estaría demostrando que la Casa Blanca preparó con mucha antelación su renuncia al tratado INF, tanto su aspecto propagandístico como el militar y técnico, señaló.

El viceministro subrayó que Putin reiteró el lunes, durante su visita al presidente francés, Emmanuel Macron, en París, que Rusia no desplegará misiles de medio alcance mientras Washington no lo haga.

Por su parte, el Gobierno chino advirtió contra "una escalada de enfrentamientos militares". La prueba realizada por EE UU frente a las costas de California "tendrá graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional", indicó ante la prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang.

La prueba estadounidense, realizada con éxito, se llevó a cabo desde la isla de San Nicolás, frente a la costa de California, a las 14. 30 hora local (23.30 en la España peninsular), según el Pentágono, que precisó que se trata de una “variante de un misil de crucero de ataque tierra-tierra Tomahawk”. El INF no prohibía el desarrollo y uso de misiles de medio alcance que fueran lanzados desde embarcaciones o aeronaves.

Las pruebas tanto de Rusia como de Estados Unidos muestran que la carrera armamentística entre ambos países está en auge y que en el futuro próximo seguirá acelerándose, con las consiguientes amenazas que ello conlleva.

martes, 2 de julio de 2019

Entrevista al geógrafo marxista David Harvey "Veremos un resurgimiento de la izquierda, pero tiene que buscar una nueva voz"

Edgar Sapiña
El diario

- "Tenemos que quitarnos el capitalismo de nuestras cabezas", asegura uno de los científicos sociales de referencia para los movimientos de izquierdas

- Harvey piensa que algunas mujeres y ecologistas se benefician del neoliberalismo, aunque "las problemáticas principales están fuera de la dinámica capitalista"

- "No me emociona demasiado la idea de una Catalunya independiente, creo que no va a suceder y no creo que la Unión Europea lo vaya a aceptar", opina.
David Harvey en su despacho de la City University of New York (CUNY)
David Harvey en su despacho de la City University of New York (CUNY) ABEL ALBET

David Harvey (Gillingham, 1935) es un geógrafo marxista de origen británico que trabaja como profesor en la City University of New York (CUNY) y que se ha convertido en uno de los científicos sociales de referencia para muchos movimientos de izquierdas. Estos días visita Barcelona para presentar su nuevo libro La lógica geográfica del capitalismo (Icaria Editorial), una obra biográfica en la que se ofrece un repaso histórico de la trayectoria del autor, una entrevista realizada en 2015, nuevos textos traducidos al castellano y un capítulo inédito.

Usted se define como anticapitalista antes que socialista, comunista, anarquista o populista. ¿Por qué?

El capital tiene mucha influencia sobre muchos aspectos de la vida diaria. No es solo la economía. Es la cultura, la forma de pensar o las estructuras de conocimiento. Conceptos como el comunismo o el socialismo suelen estar muy asociados con una concepción del mundo muy rígida. Las relaciones sociales entre las personas deben ser transformadas, pero esto requerirá muchas transformaciones mentales. Por eso pienso que tenemos que quitarnos el capitalismo de nuestras cabezas, así como de las calles y de la vida.

¿Y el anticapitalismo es un término que engloba más aspectos que conceptos como el socialismo o el comunismo?

Sí. Creo que no estamos en una posición como para describir ahora una alternativa al capitalismo y quiero escapar de la caja que es el comunismo, el socialismo o el anarquismo.

Después de un periodo de silencio, parece que en los últimos años ha habido un interés creciente por el comunismo. Aquí en España, por ejemplo, en 2017 Alberto Garzón publicó Por qué soy comunista. ¿Cómo se materializa el comunismo hoy?

No lo sé. Tampoco sé qué piensa Garzón sobre el comunismo. De lo que estoy seguro es de que los niveles de desigualdad actuales son inaceptables. No creo en una absoluta igualdad, creo que ciertas desigualdades son interesantes, pero ciertamente las desigualdades de ingresos están revirtiendo muchas de las cosas que deberíamos poder alcanzar.

Una de las cosas en las que pienso más al final del día es en la calidad de las relaciones sociales entre las personas. Uno de los efectos de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ha sido la degradación de las relaciones entre grupos de inmigrantes o entre grupos con diferentes orientaciones sexuales. La transformación de estas relaciones sociales está yendo en una dirección muy negativa.

¿El comunismo ha evolucionado desde la caída del muro de Berlín en 1989 o la disolución de la Unión Soviética en 1991?

El comunismo es crítico, obviamente ha evolucionado desde 1989 y creo que, de alguna forma, el colapso de la Unión Soviética y todo lo que ello supuso permitió la reevaluación de lo que debía ser el proyecto comunista. Tenemos un gobierno en China que se llama a sí mismo comunista. Mucha gente no se lo toma en serio, pero deberían hacerlo. Lo que deben hacer o hacia dónde tienen que ir es una gran pregunta para mí.

¿Cree que es una sociedad comunista?

No, no es una sociedad comunista, pero ideológicamente ellos han reivindicado que para el año 2050 serán una sociedad plenamente socialista. Yo me tomo muy en serio esa proclamación, a pesar de algunas medidas que han adoptado, como el intercambio mercantil capitalista. Hay problemas de desigualdad social y de degradación ambiental, pero todos los países los tienen. Ellos han dicho que serán plenamente socialistas para el año 2050 y esto significa combatir el problema medioambiental y la desigualdad social.

Una de las cosas que sabemos de China es que cuando dicen que van a hacer algo lo hacen y lo hacen muy rápido, no son demócratas para nada, pero no hay que subestimar las posibilidades que tiene China. Trump está organizando una política antichina ahora mismo y es un profundo error por parte de los Estados Unidos, porque está empujando a China a ser más autónoma.

Dos de las corrientes de pensamiento más recientes son el feminismo y el ecologismo. ¿Cómo coexisten estos dos movimientos con el sistema económico actual?

Una de las cosas interesantes de estos dos movimientos es que el neoliberalismo ha puesto desde 1970 un gran énfasis en el emprendimiento y ha abierto la posibilidad a que el feminismo use esta ideología para crear lo que podríamos llamar un feminismo corporativo. Ese es el feminismo de Hillary Clinton, un tipo de emprendimiento satisfactorio en el que, por supuesto, hay la posibilidad de que las mujeres ocupen posiciones importantes en el mundo académico, por ejemplo. Lo mismo podría ocurrir con el multiculturalismo y la orientación sexual.

El neoliberalismo puede ser visto como una apertura que permite un progreso en los derechos del colectivo LGTBI y de las mujeres. De todos modos, creo que muchas feministas se están dando cuenta de que el neoliberalismo no es la solución sino que es su enemigo prioritario. Hay una transformación en algunas pensadoras feministas que dicen que no pueden lograr sus objetivos desde el neoliberalismo y que hay que moverse hacia unas posiciones anticapitalistas. Lo mismo se puede decir del movimiento ecologista.

Entonces, ¿es compatible defender el capitalismo a la vez que el feminismo y el ecologismo?

Si defiendes el sistema económico actual te encontrarás defendiendo un tipo de feminismo que se basa en incorporar más mujeres en empresas, pero el problema ahora mismo son las condiciones salariales de las mujeres trabajadoras, que están viviendo en unas condiciones muy difíciles. Ellas son las que están sufriendo las políticas neoliberales. Mientras que una mujer de clase media se puede beneficiar del neoliberalismo, muchas de las trabajadoras están sufriendo mucho bajo las políticas de austeridad. Algunas mujeres y ecologistas se benefician del neoliberalismo, pero las problemáticas principales están fuera de la dinámica capitalista.

¿Usted cree que en los próximos años el capitalismo evolucionará y defenderá el ecologismo, en aras de generar un beneficio económico de ello, o se mantendrá en el mismo punto en el que está ahora?

El ecologismo forma parte de un gran negocio, hay sectores del mercado que están tratando de lidiar con el cambio climático. No digo que el capitalismo no haya prestado atención a las cuestiones medioambientales, lo que cuestiono es el límite del beneficio capitalista. La industrialización de la agricultura, por ejemplo, ha creado un serio efecto secundario. Estos son problemas que llevan al límite la capacidad del sistema económico capitalista.

¿Las problemáticas que van más allá de lo material invisibilizan la lucha de clases?

Hay una tendencia que consiste en evitar la cuestión de clase, particularmente desde la caída de la Unión Soviética había una tendencia que decía que Marx y el conflicto de clases sociales estaban muertos. Si preguntamos ahora mismo cuáles son los agentes activos, en términos de políticas de izquierdas, ya no son los trabajadores fabriles. La clásica visión del proletariado que se va a emancipar es el trabajador de una fábrica.

El problema principal es preguntarse quién es el proletario hoy en día. Cuando nos hacemos esta pregunta tenemos que pensar en una configuración distinta. El otro día, cuando estaba en un aeropuerto, miré por la ventana y vi la fuerza del trabajo. ¿Quién hace funcionar un aeropuerto? Cuando miras a los Estados Unidos, ves a mucha gente de color, muchos inmigrantes y mujeres asalariadas. Si toda esta gente de golpe deciden hacer huelga, el aeropuerto tiene que cerrar. El capital estaría completamente bloqueado. Este es el nuevo proletariado.

En esta década los partidos de extrema derecha han crecido. De hecho, en las últimas elecciones europeas han ganado en Francia, el Reino Unido, Italia, Hungría y Polonia. ¿Cómo deben responder los partidos de izquierdas, ya que una parte de los votantes de extrema derecha son antiguos votantes de izquierdas?

Hace falta una reorientación de las políticas de izquierdas y creo que las bases institucionales de las políticas de izquierdas no han sobrevivido demasiado bien. Las políticas de izquierdas han fallado en gran medida en los últimos 10 o 15 años, con algunas excepciones. Por ejemplo, el auge inicial de Podemos fue una cosa muy positiva, pero creo que está aún en formación. Hay una vasta parte de la población descontenta con las políticas neoliberales. Es un momento muy interesante. Tengo la sensación de que en un futuro muy próximo veremos un resurgimiento de la izquierda, pero tiene que buscar una nueva voz y hablar de un modo distinto. La conversación debe estar basada en una configuración ideológica distinta.

¿En qué se debe basar esa conversación?

Tiene que estar basada en cómo entender las políticas anticapitalistas en la actual conjunción. Las transformaciones revolucionarias no serán violentas. En los últimos 20 años hemos vivido una presión en la calle muy fuerte, un ejemplo actual de ello son los chalecos amarillos en Francia. La gran pregunta es hacia dónde va políticamente. Tenemos que repensar cómo deben ser las políticas. Para eso hay que tener una conversación sobre qué es el anticapitalismo.

Usted concibe la historia y la geografía como dos disciplinas inseparables que, juntas, explican qué está sucediendo en el mundo. De todos modos, hoy en día se estudian por separado. ¿Esto es un error del mundo académico?

Es un profundo error, sí. La especialización es importante, pero lo que realmente no me gusta es la creación de aprendizajes que se supone que no se deben comunicar con otras disciplinas. ¿Por qué estamos segmentando de esta forma? Una cosa peculiar en el mundo académico en Estados Unidos, no sé si también ocurre aquí, es que hay una constante demanda de multidisciplinaridad.

¿Por qué cree usted que la geografía es una disciplina útil para comprender la realidad?

Uno de los motivos es que el hecho de que la geografía no sea una disciplina muy organizada crea una gran oportunidad. Dudo que me pudieran haber dejado hacer en otra disciplina todo lo que he hecho en geografía. La geografía es más abierta, un poco porque la gente no sabe exactamente lo que es, eso está bien, pero a su vez está mal porque los administradores académicos no saben qué hacer con ello.

No sé si está muy pendiente de la situación política en Barcelona. Después de las elecciones municipales, Ada Colau tratará este sábado de ser reelegida alcaldesa con el apoyo del PSC y de la lista de Manuel Valls, que está apoyada por Ciudadanos. Si eso ocurre, ERC, que ganó las elecciones, se convertiría en el principal partido de la oposición. ¿Cuál sería el mejor escenario para gobernar Barcelona, según su opinión?

La gestión de Colau fue muy importante para la gente que, como yo, cree que la organización del poder municipal es parte de un proceso político muy crítico en el mundo ahora mismo. Creo que lo que pasa en el nivel municipal es importante y la administración de Colau ha sido una muestra importante para el resto del mundo, enseñando que las cosas se pueden hacer.

La cuestión independentista se tiene que abordar, este es un hecho muy particular que hace las cosas difíciles, no es una cosa de partidos de izquierdas contra partidos de derechas. Personalmente no me emociona demasiado la idea de una Catalunya independiente, creo que no va a suceder y no creo que la Unión Europea lo vaya a aceptar, pero eso es solo mi opinión desde fuera. Puedo ser persuadido [ríe].
Portada de 'La lógica geográfica del capitalismo', el nuevo libro de David Harvey
 Portada de 'La lógica geográfica del capitalismo', el nuevo libro de David Harvey

Fuente:
https://www.eldiario.es/catalunya/David-Harvey-Veremos-resurgimiento-izquierda_0_908859916.html

domingo, 30 de diciembre de 2018

_- Contigo en la distancia




_- No existe un momento del día
En que pueda apartarme de ti
El mundo parece distinto
Cuando no estás junto a mi
No hay bella melodía
En que no surjas tú
Ni yo quiero escucharla
Si no la escuchas tú
Es que te has convertido
En parte de mi alma
Ya nada me consuela
Si no estás tú también
Más allá de tus labios
Del sol y las estrellas
Contigo en la distancia
Amada mía,… Estoy





              LAm          RE7         SOL
VOZ       NO EXISTE UN MOMENTO DEL DIA
LAm RE#dim SOL EN QUE PUEDA APARTARME DE TI
SI SI7 MIm7 EL MUNDO PARECE DISTINTO
LA LA7 DO#dim DOdim RE7 CUANDO NO ESTAS JUNTO A MI
DO#dimm LAm RE7 SOL CAMBIO NO HAY BELLA MELODIA EN QUE NO EXISTAS TU
MIm7 LAm RE7 SOL NI YO QUIERO ESCUCHARLA SI NO LA ESCUCHAS TU
SI SI7 MIm FA#7 SIm ES QUE TE HAS CONVERTIDO EN PARTE DE MI ALMA
MI MI7 LAm RE#dimm RE7 SOL7 YA NADA ME CONSUELA SI NO ESTAS TU TAMBIEN
MI7 LAm LA#dim RE SIm MAS ALLA DE TUS LABIOS, DEL SOL Y LAS ESTRELLAS
MIm7 LAm RE#dimm RE7 SOL CONTIGO EN LA DISTANCIA , AMADA MIA, ESTOY ES QUE TE HAS CONVERTIDO EN PARTE DE MI ALMA
MI MI7 LAm RE#dimm RE7 SOL7 YA NADA ME CONSUELA SI NO ESTAS TU TAMBIEN
MI7 LAm LA#dim RE SIm MAS ALLA DE TUS LABIOS, DEL SOL Y LAS ESTRELLAS
MIm7 LAm RE#dimm RE7 SOL CONTIGO EN LA DISTANCIA , AMADA MIA, ESTOY





lunes, 29 de octubre de 2018

La práctica en el cambio de la conciencia




1. Es su situación de clase explotada y el interés del patrón por mantener esta situación lo que hace que los trabajadores, al luchar por sus reivindicaciones inmediatas, vayan chocando contra los intereses de los patrones y vayan estableciendo una diferencia primero, y una oposición después, entre sus intereses de clase y los intereses de la clase dominante; su lucha ya no es simple lucha económica para mejorar sus condiciones laborales o vender su fuerza de trabajo, sino que adquiere un carácter cada vez más político. Empieza cuestionando aspectos parciales del régimen capitalista, pero luego llega a la convicción de que sus problemas no tienen solución dentro de este sistema y que hay que luchar por construir una sociedad regida por otra lógica. De esta experiencia práctica cada vez más compleja surge una toma de conciencia, una ideología propia, que ya no está inscrita en la ideología de la clase dominante.

Marx y el aprendizaje a través de la práctica
2. Recordemos que Marx planteaba que es en la práctica revolucionaria donde se enraíza el proceso de constitución de la conciencia. Y es a través de ella que “la clase en sí se transforma en clase para sí.”

3. Y Engels, reafirmaba esta idea al sostener —refiriéndose a la clase obrera norteamericana— que lo importante “no es tanto introducir en ella la teoría, como querían hacerlo algunos socialistas alemanes residentes en ese país, sino llevar a que la clase obrera se ponga en movimiento como clase, porque una vez logrado esto no tardará en encontrar el camino seguro. Lo importante primero es unir a la masa a escala nacional, no importa sobre qué plataforma sea con tal de que no se retarde la consolidación nacional de ese movimiento.”

4. Me parece sumamente interesante, en este sentido, la crítica que Marx y Engels hacen a aquellos que en su época valoraban más la posesión de la ciencia que la experiencia práctica de la gente y, como consecuencia de ello, sostenían que los puestos parlamentarios deberían estar en manos de gente que tuviese tiempo para familiarizarse con las materias a discutir, posibilidad que no tienen los trabajadores. Marx y Engels ironizando les dicen: “¡Elijan entonces a burgueses!” Y más adelante expresan: “No podemos marchar junto a aquella gente que declara a gritos que los obreros son demasiado poco instruidos como para emanciparse ellos mismos y que deben ser liberados desde arriba, por los filántropos burgueses o pequeño‑burgueses.”

5. Todo esto concuerda con la concepción de Marx de la transformación de la “clase en sí” (influida por la cultura burguesa) en “clase para sí”, es decir en una clase que promueve el surgimiento de una concepción del mundo diferente a la concepción del mundo burgués, a la conciencia de ser una clase diferente.

6. Decir que los trabajadores pueden llegar a adquirir conciencia de clase a través de su participación en la lucha de clases no quiere decir, sin embargo, que se desconozca que su conciencia espontánea está muy influida por las ideas y valores de las clases dominantes que se transmiten a través de los distintos aparatos ideológicos del Estado, jugando hoy un papel fundamental los medios de comunicación de masas monopolizados por grandes consorcios transnacionales.

7. En tiempos normales, de calma, parecería que los trabajadores no pudieran escapar a esta influencia negativa y a la manipulación de la conciencia que se hace a través de todos estos instrumentos: es como que redes invisibles los encerrasen en una trampa de la que no pudieran escapar, salvo si llega a ocurrir una tempestad.

8. Por ello, es justamente cuando se abren períodos de lucha que esta confrontación les permite descubrir que las leyes favorecen a los dueños de las fábricas y que la policía no sirve para proteger el bien común, sino los intereses de los patrones. Todo eso va permitiéndole una gradual toma de conciencia del antagonismo entre sus intereses como trabajadores y los de los dueños de las empresas. Van adquiriendo una comprensión creciente de que todo el sistema institucional favorece a estos señores.

9. Las confrontaciones de clases son “la escuela política viva”, la escuela “en la lucha y por la lucha” de la que hablaba Rosa Luxemburg. La revolucionaria alemana no niega la necesidad de que el proletariado tenga un alto grado de educación política, de conciencia de clase y de organización, pero sostiene que no puede aprender todo esto en los folletos o en los panfletos, sino en la lucha.

2 . Lenin y el aprendizaje en periodos revolucionarios

10. Y Lenin mismo, a quien se ha atribuido incorrectamente el planteamiento de la necesidad de introducir la teoría marxista en el movimiento obrero como única forma de superar el economicismo al que espontáneamente este movimiento tiende, sostenía, reafirmando lo planteado por Marx y Engels, 3146. 231. que la experiencia práctica desempeña un papel fundamental en la formación de la conciencia de clase. Según él, “el conocimiento de sí misma, por parte de la clase obrera, está vinculado en forma inseparable, no sólo a una comprensión teórica absolutamente clara o mejor dicho: no tanto teórica, como práctica de las relaciones entre todas las clases de la sociedad actual, comprensión adquirida a través de la experiencia de la vida política.” Esta formación de la conciencia se ve favorecida enormemente en los períodos revolucionarios por “la marcha de los acontecimientos”, ya que las revoluciones desenmascaran los verdaderos intereses de las diferentes clases, que en épocas pacíficas pueden engañar al pueblo con su demagogia.

11. En medio del proceso revolucionario ruso de 1917, el dirigente bolchevique hace la siguiente comparación: “[...] así como todo viraje que sobreviene en la vida de un individuo le enseña y le hace vivir y sentir muchas cosas, la revolución ofrece al pueblo todo, en poco tiempo, las más profundas y preciosas enseñanzas.”

12. Y continúa: “En tiempos revolucionarios, millones de hombres aprenden en una semana más que en un año entero de vida rutinaria y soñolienta. Pues en estos virajes bruscos de la vida de todo un pueblo entero ve con especial claridad qué fines persiguen las diferentes clases sociales, de qué fuerzas disponen, con qué medios actúan 1/.

13. Concluyendo, los sectores populares pueden despertar y ser capaces de desenmascarar los verdaderos intereses que mueven a los diferentes sectores sociales en épocas de grandes conmociones sociales y de revoluciones. En esos momentos las clases dominantes se quitan la careta y revelan sus métodos de lucha. Los pueblos se politizan y aprenden con una velocidad inimaginable 2/.

14. El golpe militar del 11 de abril del 2002 en Venezuela contra el presidente democráticamente electo: Hugo Chávez, permitió a la población ver quién era quién: se desenmascararon los mandos golpistas dentro de la Fuerza Armada; se hicieron evidentes las intenciones fascistas de muchos de los políticos opositores que se autoproclamaban demócratas. El nivel de conciencia política en los sectores populares aumentó enormemente. El pueblo aprendió en pocos días mucho más de lo que hubiera podido aprender durante años a través de lecturas.

La práctica transforma la conciencia
15. Esta experiencia de lucha no sólo contribuye a clarificar la cabeza de los trabajadores, su forma de ver el mundo, sino que los va transformando interiormente, va creando en ellos la sensación de que unidos con otros trabajadores pueden llegar a transformarse en una fuerza que puede ir obteniendo triunfos frente a los patrones, que puede ir conquistando cosas. En esta práctica de lucha van adquiriendo autoestima, van sintiéndose cada vez más capaces de conseguir sus objetivos, van transformándose cada vez más en sujetos del proceso en el que están insertos.

16. Como dice Michael Lebowitz, Marx entendió muy bien que la gente no es estática; que la lucha por satisfacer necesidades materiales puede producir nueva gente con nuevas necesidades radicales, de ahí su tesis acerca del auto/\‑desarrollo de la clase obrera a través de sus luchas. Y aunque las necesidades que pretenda resolver no vayan más allá del capital, el propio proceso de lucha cambia a las personas; las transforma en personas con una nueva concepción de sí mismas: empiezan a verse como sujetos capaces de cambiar el mundo en el que viven.

17. La propia experiencia es una dimensión irremplazable, porque sólo a través de ella se forman los sujetos de la transformación. Conformar dichos sujetos implica la autoeducación de las masas en el curso de su misma experiencia de lucha. Y esta experiencia práctica va haciendo surgir en los trabajadores cada vez más preguntas, más ansias de comprender y de saber, va creando la necesidad de adquirir conocimientos cada vez más profundos de la realidad en la que están inmersos y de las posibles soluciones a sus problemas. Por eso es tan distinto enseñar académicamente marxismo en las universidades a enseñarlo a trabajadores inmersos en la lucha. Para los primeros suele ser un conocimiento más, para los segundos, un arma de lucha.

4. Conocimiento directo y conocimiento indirecto
18. Luego de lo expuesto vemos que es necesario diferenciar —como dice el investigador argentino, Lito Marín— entre dos tipos de conocimiento, aquel al que pueden tener acceso los trabajadores y, en general, los sectores populares, como consecuencia de los enfrentamientos a que se ven sometidos. Frente a este conocimiento directo hay otro tipo de conocimiento al que no les es posible acceder directamente. Es muy difícil, por ejemplo, que los sectores populares lleguen a adquirir por sí solos una apreciación global de las condiciones de la lucha de clases en su país y a nivel mundial.

19. Muchas veces las organizaciones marxistas han tendido a valorar excesivamente el conocimiento que proviene de la actividad científica, subvalorando la experiencia directa de la práctica social. Se tiende a desconocer el saber que pueden adquirir de esta manera los sectores dominados. “Se le quita importancia a la experiencia directa en la construcción de conocimiento, especialmente si se trata de la experiencia social de hombres y mujeres comunes.” Y esto acaba, como señala Carlos Ruiz, dejando el análisis de la realidad en manos de intelectuales.

20. Pero también es cierto que se ha caído en el otro extremo de valorar en exceso la experiencia que proviene de la actividad científica desdeñándose la necesidad de tener un conocimiento de los acontecimientos históricos y sus enseñanzas, así como un conocimiento más global, tanto de la situación nacional como internacional, desde una perspectiva crítica.

21. Es necesario rechazar las dos tesis extremas: la organización política dueña de la verdad y el basismo. La primera concibe a la instancia política como la única capaz de conocer la verdad: el partido es la conciencia, la sabiduría, y los otros son sectores atrasados. La tesis opuesta es el basismo. Este valora en exceso las potencialidades de los movimientos sociales. Piensa que esos movimientos son autosuficientes. Rechaza indiscriminadamente la intervención de cualquier instancia política y con ello contribuye, muchas veces, a echar agua al molino de la división del movimiento popular.

22. Por esta razón, se requiere de una instancia política capaz de desempeñar un rol educativo del pueblo. Esta no puede limitarse a proporcionar conocimientos que permitan combatir la cultura heredada, sino que también deben orientar la lucha de masas para que contribuya a elevar la conciencia de clase del pueblo.

23. Para llevar adelante el proceso de transformación social profunda se necesita, por lo tanto, una instancia política que promueva un proceso colectivo de construcción de conocimiento, que integre tanto la experiencia directa como el examen de la realidad global a partir de la teoría. Una tarea así sólo la puede orquestar una organización política concebida como un auténtico “intelectual colectivo”.

1/ Lenin, Enseñanzas de la revolución, (jul-sep.1917), Obras Escogidas en tres tomos, t.2, p.21; O.C. t.26, p.309.

2/ Durante la revolución, millones y millones de hombres aprenden en una semana más que en un año de vida rutinaria y soñolienta. Pues en estos virajes bruscos de la vida de todo un pueblo se ve con especial claridad qué fines persiguen las diferentes clases del pueblo, qué fuerza poseen, y qué métodos utilizan. ( Vladimir Lenin, Las enseñanzas de la revolución, en Obras Completas, Ed. Cartago, Buenos Aires, 1970, t.26, p.309.)

viernes, 26 de octubre de 2018

La escuela no es capaz de mejorar la clase social del alumnado. La brecha en el desempeño académico de unos estudiantes y otros se abre a los diez años, según la OCDE-

La mitad de los estudiantes españoles de clases pobres se concentra en escuelas de condiciones depauperadas. A este respecto, España se encuentra muy cerca de la media de la OCDE (48%), y esta “segregación” es una de las claves que dificultan el progreso social porque esos alumnos arrastrarán durante años un peor rendimiento escolar. La escuela no cumple, de este modo, la función clave de proporcionar una ventana de oportunidad para niños de todos los orígenes económicos y sociales, advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en el estudio Equidad en la Educación: superar las barreras a la movilidad social, publicado este martes.

“La escuela no está sirviendo de contrapeso a las desigualdades económicas que sufren las familias”, lamenta el responsable del informe de la OCDE y analista de PISA, Daniel Salinas, en conversación con este diario en París.

Según el informe, presentado en Londres, “hay una fuerte relación entre el perfil socioeconómico de la escuela y el desempeño del alumno: estudiantes que acuden a escuelas con recursos materiales, buenos profesores y de alumnado de clases acomodadas obtienen mejores resultados en PISA”.

De promedio, alumnos desfavorecidos que acuden a escuelas de mayor nivel socioeconómico lograron una puntuación 78 puntos superior —equivalente a más de dos años y medio de escolarización— que la de aquellos que van a escuelas desfavorecidas. Por eso, concluye el informe, “los estudiantes desfavorecidos que acuden a escuelas desfavorecidas sufren, a priori, una desventaja doble”.

Una constatación preocupante sobre todo porque, tal como destaca en el informe el director de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher,
“los niños de familias pobres a menudo solo tienen una oportunidad en la vida, y esa es una buena escuela que les dé la posibilidad de desarrollar su potencial”.

Estudiantes desfavorecidos pero emocionalmente resilientes (que se sobreponen a las dificultades) tienden al menos a tener un rendimiento académico mejor.
Sin embargo, en España, más del 80% de estos alumnos no son ni social ni emocionalmente resilientes (frente a la media de 73,8% de la OCDE), lo que hace que se sientan menos integrados en la escuela.

La desigualdad precoz
Además, el estudio, que compara datos del informe PISA 2015 y 2006, lanza otra advertencia: la brecha de desempeño académico se empieza a abrir a los diez años de edad, antes de lo que se pensaba. “Las desigualdades en educación no se originan de un día para otro, sino que empiezan desde muy temprano y se van acumulando a lo largo del tiempo”, explica Salinas. “La diferencia socioeconómica ya es de una magnitud bastante grande a los diez años, sigue creciendo a los 15 y todavía crece un poco más después de los 15 años”.

El informe constata en este sentido que más de dos tercios de la brecha de desempeño académico observado en estudiantes de 15 años y otros dos tercios de la brecha entre los jóvenes de 25-29 años “ya se veía en los niños de diez años”.

“Se han logrado muy pocos avances para acabar con las barreras de la movilidad social y darle a todos los niños una oportunidad igual de tener éxito” en la vida, criticó Schleicher en Londres. El responsable de Educación de la OCDE reclamó “más inversiones para ayudar a los estudiantes desfavorecidos”.

Desde París, el autor del informe coincide y apunta a otras claves: “Focalizar” mejor los esfuerzos y, sobre todo, “intervenir lo antes posible”. Se trata, señala, de “garantizar no solo acceso a la educación infantil, sino que esta sea de buena calidad”. También se debe asegurar que las escuelas primarias y secundarias a las que acceden los estudiantes más vulnerables “tengan los suficientes recursos y tengan profesores de calificaciones y preparación comparables a los que enseñan en escuelas que reciben a estudiantes de clase más privilegiada”.

Las escuelas desfavorecidas son aquellas que están en el 25% más bajo de la escala socioeconómica entre las escuelas de un país. Las escuelas favorecidas se sitúan en el 25% más alto de escala. Para medir el nivel socioeconómico de los estudiantes, PISA tiene un índice basado en la formación y ocupación de los padres, así como los bienes materiales disponibles en el hogar. El nivel socioeconómico de una escuela es el promedio del nivel socioeconómico de sus estudiantes.

El informe de la OCDE constata que, hoy por hoy, “ningún país del mundo puede afirmar que ha acabado con estas desigualdades en la educación”. Lo que no quiere decir, subraya Salinas, que sea algo imposible. “El nivel de equidad o inequidad en educación no es algo que esté fijo, sino que es modificable”, sostiene. Clave es la voluntad de los Estados para cambiar la situación porque, recuerda, “lo que sí está muy claro es que las políticas y las prácticas de los países en educación pueden hacer una diferencia”.

https://elpais.com/sociedad/2018/10/23/actualidad/1540304913_128972.html?rel=str_articulo#1540353686321

viernes, 17 de agosto de 2018

Los amigos de Kant. Javier Cercas

Michel de Montaigne odiaba con razón la mentira porque consideraba que violaba la primera regla de la relación entre humanos, según la cual todos estamos obligados a decirnos la verdad. Esta norma rige incluso para los autores de ficción, salvo cuando escribimos ficción, en cuyo caso se nos autoriza a saltárnosla para escribir algo que no es exactamente una mentira, aunque se le parece bastante (en latín, mentire significa a la vez mentir e inventar: Atque ita mentitur, dice Horacio en elogio de Homero, sic veris falsa reminiscet; o sea: “Y así miente/inventa, así mezcla lo falso con lo verdadero”). Pero incluso Montaigne admitía que, aunque siempre estemos obligados a no mentir, no siempre estamos obligados a decir la verdad, o al menos toda la verdad, y no conozco ningún filósofo relevante que considere que la regla universal de no mentir no admite excepciones, que no existe eso que Platón llama las “nobles mentiras”. El único es Kant, quien puso un ejemplo célebre: supongamos que un amigo se refugia en mi casa porque le persigue un asesino; supongamos que el asesino llama a la puerta y me pregunta si mi amigo está en casa; en esta situación, dice Kant, yo no estoy autorizado a mentir para intentar salvar a mi amigo, sino que mi obligación es, como siempre, decir la verdad, aunque el asesino entre en mi casa y mate a mi amigo. Sobra decir que los argumentos con que Kant respalda su postura son de una gran solidez lógica, aunque pocos, incluso entre los propios kantianos, parecen dispuestos a aceptarlos (no ha faltado quien califique su punto de vista de lunático, ni quien lo haya considerado una broma), y es posible que esos admirables razonamientos demuestren de forma admirable que la lógica limita con el absurdo. Comentando lo anterior, De Quincey acusa a Kant de cómplice virtual de asesinato.

No dejo de pensar en todo esto desde que Pedro Sánchez y Quim Torra se entrevistaron en La Moncloa y, entre sonrisas, apretones de manos y palmaditas en la espalda, restablecieron las relaciones rotas entre el Gobierno y la Generalitat. Cuando aún no era presidente, Sánchez dijo de Torra que era un racista y un xenófobo, y lo comparó con Le Pen; se quedó corto, claro está: hay candidatos de Le Pen que han sido destituidos por haber dicho sobre sus conciudadanos cosas muchísimo más amables que las que Torra ha escrito sobre los suyos. Sea como sea, si algo sabemos de la reunión que mantuvieron ambos políticos es que Sánchez no le dijo a Torra la verdad de lo que pensaba de él, o al menos toda la verdad. ¿Hizo mal? No: como el diálogo entre ambos Gobiernos es la única vía posible hacia una solución, por remota que sea, Sánchez hizo lo que debía hacer, que es lo que cualquier político serio hubiera hecho, empezando por los que, tras la reunión, afirmaron que hizo mal. Diré toda la verdad: yo me lo pensaría dos veces antes de darle la mano a Torra, y quizá acabaría no dándosela a menos que abominase pública y taxativamente de las atrocidades que ha escrito; pero, si tuviera alguna responsabilidad política (cosa que gracias a Dios nunca ocurrirá), me hartaría de sonreírle, de darle apretones de manos e incluso, si a mano viene, besos con lengua, siempre que tal desenfreno sirviese para empezar a arreglar el problema. En el fondo, supongo, estamos otra vez con la vieja distinción de Max Weber entre “ética de la convicción” —la que se ocupa de los actos sin reparar en sus consecuencias— y “ética de la responsabilidad” —la que, en vez de ocuparse sólo de la bondad de los actos, se ocupa sobre todo de la bondad de las consecuencias de los actos—: la primera es la que debe dominar la vida individual, y por eso es la ética del hombre bueno; la segunda, la que debe dominar la vida colectiva, y por eso es la ética del buen político. Quizá por eso es tan difícil para un buen hombre ser un buen político y para un buen político ser un buen hombre.

No creo que Montaigne discrepara de esto. En cuanto a Kant, la verdad es que, cada vez que recuerdo los impecables argumentos con que prueba que es correcto entregar un amigo a un asesino, me pregunto qué pensarían de él sus amigos.

https://elpais.com/elpais/2018/07/23/eps/1532340977_365231.html

jueves, 17 de mayo de 2018

El activismo precisa conocimiento riguroso y ético.

Miguel Muñiz


Prólogo del libro de Eduard Rodriguez Farré y Salvador López Arnal,

Crítica de la (sin)razón nuclear. Fukushima, un Chernóbil a cámara lenta,
Vilassar de Mar (Barcelona), El Viejo Topo, 2018.

En 2008 se publicó
Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente.

Un libro escrito desde el compromiso y el rigor científico, que eludía los falsos debates "económicos" y mostraba la realidad de la energía nuclear: una tecnología prepotente, que enmascaraba su fracaso con una peligrosa huida hacia delante. La obra abordaba cuestiones éticas, abría nuevas perspectivas y marcaba las claves del momento. Los autores de aquél libro son los mismos que los de éste que ahora tiene en sus manos.

La memoria es necesaria.
Leer "Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente" supuso una bocanada de aire fresco en un ambiente enrarecido por la presión del "renacimiento nuclear". Entender la importancia de aquella obra, y por lo tanto de ésta, supone un breve recorrido histórico.

El "renacimiento nuclear" comenzó en 2001. Cuando la industria consideró desvanecido el recuerdo de Chernóbil, constató que hacía años que no se construían reactores, y valoró que se encontraba en una coyuntura favorable: la crisis energética pasaba de rumor a clamor: cambio climático, presencia del "peak-oil", inestabilidad en zonas extractivas, guerras por el control de las reservas, subidas y bajadas del precio del petróleo, problemas de suministro, las renovables como única opción a medio y largo plazo, etc.

El catecismo neoliberal proclama que una crisis es sólo una oportunidad de negocio; y la industria nuclear obró en consecuencia. Aunque en España la beligerancia pro-nuclear del Partido Popular ya se manifestó en 2001, el "renacimiento nuclear" no se desarrolló hasta 2005, cuando la industria desplegó una vasta campaña para determinar la agenda política.

No se escatimaron medios, se reclutó un selecto grupo de empresarios, representantes políticos, periodistas, ex-presidentes de gobierno y ex-ministros, líderes sindicales, científicos y profesores universitarios, expertos y opinadores, etc. Ese grupo constituyó un potente coro mediático pro-nuclear que repetía una y otra vez el mismo estribillo: que la energía nuclear era una opción económica de futuro, que era necesaria como "parte de la solución" a la crisis energética y al cambio climático, y que nos amenazaba un futuro de inacabables desgracias si no sabíamos "hacer frente a los retos"; expresión ambigua, muy al uso entre grupos sociales que protegen sus privilegios trasladando al resto una permanente sensación de zozobra e inseguridad, para así evitar que se reflexione sobre lo bien que viven ellos.

La campaña, meticulosamente planeada, determinó un terreno de juego preciso. Aspectos del debate nuclear que eran comunes antes e inmediatamente después de Chernóbil, quedaron excluidos o se mencionaban de pasada: radiaciones, enfermedades, contaminación del entorno, impactos de la minería de uranio, incremento de los residuos, seguridad, armamento, etc. ; en resumen, todo lo que relacionase nuclear con conflictos irresolubles y/o daños a personas o al medio ambiente, fue considerado "tabú".

Antes de "renacimiento", el debate giraba en torno a hechos; se debatía sobre lo que se ocultaba a la sociedad, o sobre lo que se demostraba mediante investigación. El "renacimiento" decretó que los hechos era "confusos" y "poco concluyentes". Cualquier denuncia, aunque estuviese probada hasta el último detalle, era "contrastada" antes de ser publicada, es decir, se consultaba a portavoces de la industria nuclear, y sus opiniones aparecían al mismo nivel que los datos de la denuncia. El debate pasó de los hechos a las "percepciones".

Se multiplicaron las disertaciones, sin ningún tipo de rigor, sobre la aportación de las nucleares a la "mitigación" del cambio climático, la seguridad del suministro, el incremento de la demanda energética, los nuevos reactores de diseños "intrínsecamente seguros", el EPR, la energía nuclear de fusión y, sobre todo, la economía, mucha economía. Aparecieron propagandistas y expertos que repetían las consignas del "renacimiento" (por cierto, la contribución del máximo exponente de ese grupo, el profesor Manuel Lozano Leyva, es analizada y refutada en detalle en este libro), pero también aparecieron expertos críticos, personas que cuestionaban la viabilidad del "renacimiento nuclear" sin salir de los marcos establecidos.

Mantenerse en el terreno de juego, bien para apoyar o para criticar las nucleares, suponía ser calificado de analista y/o experto por los medios; salir del terreno de juego, es decir, insistir en cualquiera de los aspectos excluidos, llevaba a ser considerado radical de visión estrecha y/o activista descerebrado. En el debate no tardó en aparecer la "gran cuestión" a la que se dedicaron (y se dedican aún) abundantes discursos: ¿puede la energía nuclear superar la "prueba del mercado"? Y la pregunta recurrente, ¿"regresa" la energía nuclear?

Las personas que combinábamos activismo voluntario y vida laboral fuimos desbordados: el coro mediático pro nuclear y los críticos copaban la agenda, aparecían en todos los medios; el discurso crítico dejó a un lado la sociedad, las personas y el medio ambiente; se centró en el análisis de dictámenes de agencias de calificación de riesgo financiero, movimientos bancarios en torno a las eléctricas, costes de inversión, precios del kilovatio hora, "viabilidad de mercado", etc. Ignorando todas las trampas económicas que rodean la contabilidad energética en general, y la atómica en particular (trampas denunciadas durante años), las voces críticas se centraron en la competitividad, en demostrar que las nucleares no eran competitivas y que las energías renovables, en cambio, eran baratas, fiables y competitivas.

Fue entonces, en plena ofensiva nuclear, cuando apareció Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, que nos suministró conocimiento de calidad y con formato pedagógico; conocimiento que no se sometía a las directrices del terreno de juego. Aunque fuese ahogado por el discurso dominante, el libro era imprescindible, recordaba la vigencia y realidad de Chernóbil, y detallaba manipulaciones y silencios usados para negarla.

Recuerdo un cruce de opiniones con uno de los expertos críticos del momento; a mi pregunta de por qué en sus frecuentes intervenciones mediáticas siempre minimizaba o silenciaba los impactos ambientales y las secuelas humanas y ecológicas de la catástrofe de Chernóbil, me contestó que entrar ahí era perder el tiempo, que ya casi nadie recordaba Chernóbil, que mucha gente joven ni había nacido cuando se produjo, etc.

Esa era la cruda realidad; pese al libro y pese las acciones de denuncia (como el recordatorio de los 20 años de Chernóbil en que se intentó una movilización social amplia), la ofensiva mediática del "renacimiento" era tan repetitiva, tan potente y tan sostenida que empezó a afectar a la "percepción" social. Sólo se podía argumentar que las nucleares eran "inviables económicamente en mercados competitivos", y esperar a ver que decidían los tales "mercados". Aunque a partir de 2008 se empezó a descubrir que los "mercados" eran sólo un eufemismo que ocultaba los intereses corporativos de bancos y empresas, y creció la protesta social por la especulación y el saqueo descarado de los que mandaban, el "renacimiento nuclear" estaba al margen de todo ello, encerrado en su propia "burbuja".

En 2009, consiguieron que Garoña no se cerrara, pese a la oposición que generaba y los riesgos que suponía. En abril de 2010, el Eurobarómetro mostraba en toda Europa una tendencia de apoyo creciente a la energía nuclear y al papel que debía desarrollar en el futuro ( http://europa.eu/rapid/press-release_IP-10-478_es.htm ); encuestas similares por todas partes. El "renacimiento" estaba alcanzando sus objetivos.

Once meses después de aquel Eurobarómetro, Fukushima explotó.
El desconcierto de la industria nuclear ante lo inesperado no duró ni un mes. Rápidamente se pasó del discurso triunfal al de la resignación, del "renacimiento nuclear" a la necesidad nuclear, una necesidad que venía impuesta por el cambio climático. Ahora se reconocían universalmente unos inevitables riesgos. ¿Existen acaso tecnologías libres de riesgos?, se proclamaba.

El brutal impacto de Fukushima no llegó a cuestionar el terreno de juego; los analistas o expertos homologados, especialmente los críticos, siguieron adaptándose a las directrices impuestas para no perder el favor de unos medios férreamente controlados. El experto crítico al que yo había interpelado siguió con su discurso centrado en la economía, sin mencionar cosas como contaminación radioactiva, enfermedades o cáncer; pese a que ahora tenía una catástrofe nuclear humeante y bien presente. Las implicaciones de Fukushima se redujeron a un problemas de costes. Incluso algunos críticos llevaron el problema de costes, a la necesidad de encontrar un equilibrio entre seguridad y garantía del suministro eléctrico, dando así el comprensible paso de analistas críticos a expertos objetivos.

Para el activismo voluntario, Fukushima supuso un efímero auge. Durante las primeras semanas de la catástrofe las asambleas para debatir acciones de denuncia contaban con una presencia mucho mayor que la provocada por Chernóbil. Durante la primavera y el verano de 2011 se produjeron manifestaciones contra la energía nuclear en varios lugares de España, se llegó al nivel de movilización previo al cierre de Vandellós1 en 1989–1990. Fue una respuesta muy intensa, pero de poco recorrido; el aluvión de personas disminuyó cuando se comprobó que la industria nuclear no se rendía; a ello se añadieron cosas que exigirían un análisis profundo, como la idea equivocada de que se puede combatir el poder de la industria con mensajes en internet o recogidas de firmas virtuales, por poner sólo dos ejemplos.

Entre Chernóbil y el "renacimiento nuclear" transcurren 15 años, los necesarios para que se produzca el olvido; entre Fukushima y la petición de la industria nuclear para que la Cumbre del Clima de París (COP 21, diciembre de 2015) asuma la energía nuclear como mecanismo de mitigación del cambio climático, transcurren 4 años y 9 meses; menos de un tercio del tiempo anterior. Aunque la COP21 no aceptó la petición, otorgó a la Agencia Internacional de Energía Atómica la consideración de miembro observador en las reuniones de la Conferencia de las Partes. Antes, en septiembre de 2013, el Comité Olímpico Internacional ya había elegido a Tokio como ciudad organizadora de la 32ª edición de los Juegos Olímpicos. La situación informativa, política y social se considera controlada, y el "renacimiento", convenientemente adaptado a "mantenimiento", continua.

Un apunte: este prólogo se redacta mientras la industria nuclear en España, una vez conseguido su objetivo de mantener funcionando las centrales 60 años sin que interfieran las revisiones de seguridad, negocia discretamente una rebaja de impuestos con el gobierno del Partido Popular invocando los costes que suponen las "exigencias" legales de seguridad y la merma de beneficios que implican.

Por eso este libro de Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal es tan oportuno como necesario. Su título y subtítulo: Crítica de la (sin)razón nuclear. Fukushima, un Chernóbil a cámara lenta sintetiza los ejes que marcan la resistencia nuclear en el siglo XXI.

El apartado sobre Fukushima es una batalla contra el olvido, el arma más poderosa de la industria nuclear; Eduard y Salvador combaten con hechos y datos la disciplinada, sistemática e inhumana respuesta de la industria a una catástrofe social y ambiental que sigue desarrollándose hoy.

Así, la pretensión de reducirlo todo a un problema de costes, naufraga ante la información que presentan los autores, dos personas con conocimientos puestos al servicio de las llamadas "clases subalternas", porque la radiación afecta a todos los seres vivos, pero no todos tienen los mismos recursos para protegerse o combatir sus secuelas.

No obstante, el libro va más allá.
Profundizando en una línea que ya iniciaron en Casi todo lo que usted desea..., En la encrucijada... abunda en la idea de que la resistencia a las nucleares es una cuestión profundamente ética. No basta con disponer de modelos u hojas de cálculo con cifras de substitución de potencia energética nuclear por energías renovables. De poco sirve la abundancia de datos si no predominan valores que, aparentemente, poco tienen que ver con la técnica y la ciencia atómica; de ahí que, al margen de los testimonios humanos que ilustran los apartados, un tercio de la obra esté dedicado a un recorrido por el pensamiento de maestros de la filosofía y el conocimiento científico, de la política y la literatura, algo que puede parecer chocante en una obra de este tipo, pero que no lo es en absoluto.

Ya que estamos ante un conflicto a largo plazo, que exige combinar la sabiduría resistente con un conocimiento preciso y riguroso. Por ello que el recorrido inicial que los autores realizan por el concepto de Antropoceno no puede ser más acertado. La frase: "más vale hoy activos, que mañana radiactivos" sigue plenamente vigente, pero debe ser actualizada para que mantenga su valor en el siglo XXI.

Cada día se desmiente la ilusión de que la energía nuclear "desaparecerá naturalmente". Las nucleares surgieron de una voluntad política, se mantienen por una voluntad política, y cumplen una función política. En el siglo XXI la industria nuclear gana tiempo, pervivirá y se renovará mientras quede uranio. Ni fantasías sobre "mecanismos de mercado", ni la repetición de que las nucleares son cosa del pasado, ni un hipotético auge de las energías renovables (cuyo mayor obstáculo es, precisamente, las centrales nucleares) la hará "desaparecer". Sólo el conocimiento riguroso y la resistencia tenaz de personas que se nieguen a ser víctimas puede llevar a que la encrucijada más fatídica de la historia de Humanidad conduzca a una humanidad libre sobre una Tierra habitable.

Para que la ciudadanía no asuma las mentiras mil veces repetidas hay que repetir mil veces las verdades que las desenmascaran. Reiterarlas una y otra vez, con esa combinación de divulgación rigurosa y facilidad de expresión que Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal dominan. Hay que seguir el viaje que realiza este libro por la realidad de Fukushima y los recovecos del poder nuclear para entender, ayudar, actuar y vivir.

La persona que debería haberlo prologado murió el 5 de diciembre de 2014; Ladislao Martinez, Ladis, fue el incansable activista voluntario y cordial compañero que sabía combinar rigor y capacidad divulgativa para, como los autores del libro, activar en cada persona el deseo de saber y la voluntad de trabajar por un futuro sin nucleares en una sociedad justa y sostenible sobre una tierra habitable. Junto con mi agradecimiento a Eduard y Salvador por su confianza sirvan estas líneas como homenaje tardío al compañero y amigo que tanto nos ayudó a comprender.