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domingo, 24 de mayo de 2015

Admirables. La cultura anglosajona resalta las reglas básicas de toda actividad para no olvidarlas. Y eso vale también a la hora de gobernar

La cultura anglosajona tiene una tendencia muy sensata a recordar de vez en cuando los puntos más elementales de cualquier actividad, oficio o profesión. Un observador ajeno a esa cultura se puede quedar algo perplejo cuando en una reunión de expertos el ponente plantea inicialmente, con toda naturalidad, el abecé del tema a tratar, lo que se supone que se debió aprender en el primer día del primer mes del primer año de formación. Pero, si el observador no es demasiado arrogante, enseguida comprende la utilidad de repetir aquellas notas que permiten recordar de qué se trata todo el asunto, su sentido o razón de ser, es decir, aquello que se suele olvidar en cuanto se profundiza en complejidades.

Así que recurramos a la Guía del Buen Gobierno Local elaborada por la Asociación Municipal del Estado de Victoria, el más pequeño, pero el más densamente poblado de Australia. El abecé municipal australiano (muy útil, al margen de las competencias concretas de cada Ayuntamiento del mundo) empieza así: el Gobierno local tiene la obligación de informar, explicar y responder por las consecuencias de las decisiones que toma en nombre de la comunidad que representa. Las personas deben ser capaces de seguir y entender el proceso de toma de decisiones. Esto significa que tienen que ser capaces de ver con claridad cómo y por qué se tomó esa decisión —qué información, qué asesoramiento y qué consultas se efectuaron— y qué requisitos legislativos hubo que cumplimentar.

Parece que se empieza siempre por ahí: transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad del equipo municipal, con su alcalde a la cabeza, respecto a las decisiones que se adoptan y sobre sus consecuencias.

La segunda letra del abecé indica que el Gobierno local está obligado a atender las necesidades de la comunidad entera, guardando el equilibrio entre los distintos intereses en juego. Los distintos sectores de la comunidad deben sentir que han sido escuchados y que sus intereses fueron tomados en consideración, sean finalmente respetados totalmente, solo en parte o rechazados. Todos los grupos, y en particular los más vulnerables, deben tener la oportunidad de exponer sus razones. Es decir, el Gobierno local debe ser equitativo e inclusivo, de manera que ningún sector se sienta menospreciado o no escuchado.

Tercera letra: el Gobierno local debe hacer un seguimiento de las consecuencias de las decisiones que adopta a fin de poder evaluar si se alcanzan los objetivos planteados o en qué grado se cumplimentan.

Existe un cuarto elemento básico: el Gobierno municipal debe ser participativo. Cualquier persona afectada por o interesada en una decisión debe tener la oportunidad de participar en el proceso de toma de esa decisión. Se puede lograr de distintas maneras: asegurándose de que se les hace llegar la información necesaria, facilitando instrumentos para que se les pregunte su opinión o para que tengan la oportunidad de realizar sus recomendaciones o, incluso, incorporándoles a la toma de decisiones efectiva.

Finalmente, dice la guía australiana, conviene recordar que el alcalde, o alcaldesa, tiene una influencia considerable en el establecimiento de las normas de buena conducta y ética de los miembros del consejo. Como líder del gobierno municipal tienen un papel primordial en la vigilancia de su conducta.

¿A que resulta fácil ir hoy a votar y cumplir con el primer deber ciudadano?
El País.  24 MAY 2015 - 

martes, 25 de junio de 2013

No son los políticos los que gobiernan el mundo

“Não são os políticos os que governam o mundo. Os lugares de poder, alem de serem supranacionais, multinacionais, são invisíveis.” [Entrevista de Clara Ferreira Alves a José Saramago, Expresso, Lisboa, 7 de agosto de 1993]

Viernes, 24 de Mayo 2013
[Não escrevo] por amor, mas por desassossego. Escrevo porque não gosto do mundo em que vivo. [“Saramago: Yo no escribo por amor, sino por desasosiego”, El Día, Tenerife, 15 de janeiro de 2003. Notícia de la Agencia EFE]


in O Caderno 2, 31 de julio de 2009
En el centenario de Álvaro Cunhal
Não foi o santo que alguns louvavam nem o demónio que outros aborreciam, foi, ainda que não simplesmente, um homem. Chamou-se Álvaro Cunhal e o seu nome foi, durante anos, para muitos portugueses, sinónimo de uma certa esperança. Encarnou convicções a que guardou inabalável fidelidade, foi testemunha e agente dos tempos em que elas prosperaram, assistiu ao declínio dos conceitos, à dissolução dos juízos, à perversão das práticas. As memórias pessoais que se recusou a escrever talvez nos ajudassem a compreender melhor os fundamentos da raquítica árvore a cuja sombra se recolhem hoje os portugueses a ingerir os palavrosos farnéis com que julgam alimentar o espírito. Não leremos as memórias de Álvaro Cunhal e com essa falta teremos de nos conformar. E também não leremos o que, olhando desde este tempo em que estamos o tempo que passou, seria provavelmente o mais instrutivo de todos os documentos que poderiam sair da sua inteligência e das suas finas mãos de artista: uma reflexão sobre a grandeza e decadência dos impérios, incluindo aqueles que construímos dentro de nós próprios, essas armações de ideias que nos mantêm o corpo levantado e que todos os dias nos pedem contas, mesmo quando nos negamos a prestá-las. Como se tivesse fechado uma porta e aberto outra, o ideólogo tornou-se autor de romances, o dirigente político retirado passou a guardar silêncio sobre os destinos possíveis e prováveis do partido de que havia sido, por muitos anos, contínua e quase única referência. Quer no plano nacional quer no plano internacional, não duvido de que tenham sido de amargura as horas que Álvaro Cunhal viveu ainda. Não foi o único, e ele o sabia. Algumas vezes o militante que sou não esteve de acordo com o secretário-geral que ele era, e disse-lho. A esta distância, porém, já tudo parece esfumar-se, até as razões com que, sem resultados que se vissem, nos pretendíamos convencer um ao outro. O mundo seguiu o seu caminho e deixou-nos para trás. Envelhecer é não ser preciso. Ainda precisávamos de Cunhal quando ele se retirou. Agora é demasiado tarde. O que não con- seguimos é iludir esta espécie de sentimento de orfan-dade que nos toma quando nele pensamos. Quando nele penso. E compreendo, garanto que compreendo, o que um dia Graham Greene disse a Eduardo Lourenço: «O meu sonho, no que toca a Portugal, seria conhecer Álvaro Cunhal». O grande escritor britânico deu voz ao que tantos sentiam. Entende-se que lhe sintamos a falta. in O Caderno 2, 31 de julio de 2009
Fuente: Cuaderno de Saramago.

viernes, 22 de febrero de 2013

¿Todo es falso ? Eso afirma el autor (Claro, salva algunas cosas para evitar la paradoja)

Es falso que la crisis sea sinónimo de depresión económica, y que esta sea un fenómeno meteorológico pasajero. La recesión es solo el síntoma del pasaje a un nuevo escenario, reflejo de un conflicto político entre quienes queremos vivir bien en sociedad y los que insisten en vivir mejor que los demás a costa de ella.

Es falso que alguien "nos vaya a sacar" de esta crisis. Mucho menos quienes la aprovecharon para forzar la creación de una sociedad más injusta.

Es falso que las deudas haya que pagarlas. No si esto implica la tiranía. No si seguimos sin incluir todos los costes en el balance, especialmente el coste ecológico y social.

Es falso que lo que necesitamos para llevar una vida digna, más allá de la mera supervivencia física, pueda ser deficitario. Los que preconizan esta falacia son los mismos que no ven problema alguno al consumo ilimitado -subvencionado si hace falta- de lo que no es necesario. Si no hay recursos disponibles es por voluntad política.

Es falso que el crédito se haya secado, las empresas hayan cerrado y el desempleo haya aumentado por culpa de un elevado gasto público. Por más veces que nos hayan contado esta mentira, no está de más repetir que es exactamente al revés. Es más, el reciclaje selectivo de la inmensa deuda privada en deuda pública no solo no ha devuelto el crédito sino que representa un auténtico saqueo colectivo.

Es falso que haya una crisis española, una crisis griega, otra portuguesa. Claro que existen particularidades territoriales, pero lo que hay es una crisis europea, que forma parte de otra sistémica cuyo alcance real apenas percibimos. Países en una situación coyuntural favorable pueden verse de pronto afectados por la suerte de los vecinos, por la sequía financiera o por la súbita sed de los poderosos. Las economías bailan al compás del movimiento de los capitales. Pero también de las luchas de sus productores.

Es falso que haya que "cumplir los deberes" que nos impone un ente lejano llamado Bruselas. La principal institución que los promueve es el Consejo, formado por gobiernos como el español.

Es falso que la política sea el problema y que la economía o lo público deban estar libres de influencias políticas. Son precisamente los que se presentaron como gestores y como técnicos los que nos han llevado al desastre. Falta politizar más, pero la política no puede ser reserva de una casta.

Es falso que la corrupción sea solo cosa de dos, el que corrompe y el corrompido. Suele haber terceros que creen beneficiarse de este arreglo, y que votan en consecuencia.

Es falso que la reforma laboral sirva para crear empleo. Su principal objetivo siempre fue disciplinarnos y fomentar la servidumbre voluntaria.

Es falso que el empleo nos haga libres y permita proveer por sí solo a nuestras necesidades básicas. Para la mayoría, el salario necesita compensarse siempre por otras vías: o mediante el gasto público (sanidad, educación), o mediante el crédito, o con una combinación de ambos. El neoliberalismo apostó todo al crédito y acabó provocando la mayor crisis financiera en décadas.

Es falso que el mérito asigne a cada uno en la posición en la que está. La producción es una tarea colectiva: que a muchos no les alcance para vivir ya es un robo.

Es falso que el dolor que nos infligen sea necesario, como afirmó sin sonrojo Mario Draghi en el Congreso de los Diputados. Cuando Draghi dice que la solidaridad consiste en "asegurar que la carga no sea soportada desproporcionadamente por determinados sectores o grupos de personas" se refería a los más ricos.

Es falso que el Banco Central Europeo tenga como principal objetivo "la estabilidad de precios". La manera en que ha intervenido durante la crisis y las declaraciones de sus presidentes muestran cómo ha servido de instrumento para aplicar una política económica antisocial.

Es falso que la alternativa al "ajuste" sea el crecimiento económico, si por tal entendemos la producción exponencial de bienes y servicios socialmente innecesarios, cuyo valor se apropian unos pocos sin consideración alguna de su coste medioambiental.

Es falso que la crisis económica pruebe que la dominación de clase sea más importante que la de género, racial, que la destrucción ecológica, o viceversa. Se puede y se deben afrontar todas.

Es falso que la izquierda partidaria pueda garantizar por sí sola una alternativa real a la cleptocracia. Las movilizaciones suelen producirse contra la derecha y apagarse tras el acceso al gobierno de fuerzas "progresistas". Pero es entonces cuando en realidad las movilizaciones deberían ser más potentes y a favor de una agenda común.

Todo es falso, salvo alguna cosa. La realidad que producen las mentiras. Lo que vivimos. Todo lo bueno que ya hacemos en común. Y lo que todavía podemos lograr juntos. Samuel. Quilombo

Fuente: http://www.javierortiz.net/voz/samuel/todo-es-falso

martes, 8 de enero de 2013

El gobierno usa fondos que respaldan el pago de pensiones para comprar deuda soberana

España ha estado vaciando sigilosamente la mayor alcancía del país, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que ha usado como comprador de última instancia de los bonos del gobierno, una operación que plantea dudas sobre el papel del fondo como garante de las futuras pensiones.

La maniobra, que ha pasado casi desapercibida, está por concluir ya que queda muy poco dinero disponible. Al menos 90% del fondo de 65.000 millones de euros, unos US$85.700 millones, han sido invertidos en deuda española cada vez más riesgosa, de acuerdo a cifras oficiales, y el gobierno ha comenzado a retirar dinero para realizar pagos de emergencia.

Aunque la tendencia ha generado poca atención o controversia, preocupa a los relativamente pocos analistas financieros independientes que estudian el Fondo, quienes indican que el gobierno se quedará con un lugar menos al que acudir para financiarse cuando enfrenta otro año de recesión y severas medidas de austeridad.

Algunos analistas opinan que esta presión podría obligar al gobierno encabezado por Mariano Rajoy a solicitar un rescate este año del fondo de la Unión Europea, una gestión que acarrea un alto riesgo político y que busca evadir.

También existen preocupaciones de que las reservas de la Seguridad Social para pagar a los futuros pensionados se están agotando más rápido de lo previsto.

El gobierno retiró en noviembre 4.000 millones de euros del fondo de reserva para pagar pensiones, la segunda vez en la historia en que lo ha hecho. La primera fue en septiembre, cuando sacó 3.000 millones de euros para cubrir necesidades no especificadas.

Los dos retiros de emergencia combinados rebasaron el límite legal anual, por lo que el gobierno tuvo que aumentarlo temporalmente.

"Estamos muy preocupados por esto", indicó Dolores San Martín, presidenta de la mayor asociación de pensionados en Asturias, una región que cuenta con uno de los porcentajes más altos de jubilados de España.

"Simplemente no sabemos quién pagará las pensiones de los que ahora son más jóvenes", aseveró.

 En los años previos a la crisis mundial de 2008, algunos países como España, Finlandia y Francia crearon fondos de estabilización de las pensiones con el dinero sobrante del pago de algunas pensiones. Las reservas serían guardadas para años futuros.

Tras el comienzo de la crisis, algunos de estos países comenzaron a utilizar los fondos para otros fines, como compensar la caída en la demanda de los inversionistas extranjeros por sus bonos soberanos.

"El fondo [español] es un truco contable", dijo Javier Díaz-Giménez, profesor de economía de la escuela de negocios IESE.

"El gobierno está prestando dinero a otro poder del gobierno".

Los funcionarios españoles defienden la inversión en los bonos soberanos por parte del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Aseguran que la práctica es sostenible siempre y cuando España no pierda acceso a los mercados de capital.

Pero algunos analistas indican que a España no le será fácil encontrar compradores para los cerca de 207.000 millones de euros en deuda que planea emitir en 2013 para costear las operaciones del gobierno central, los vencimientos de deuda de 17 gobiernos regionales y las facturas de energía retrasadas. "Mientras los inversionistas extranjeros se marginen del mercado de deuda española, necesitarán todo el apoyo que puedan reunir de las empresas locales", puntualizó Rubén Segura-Cayuela, de Bank of America-Merrill Lynch. David Román. The Wall Street Journal.

Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323374504578220273069774076.html

lunes, 24 de septiembre de 2012

Portugal. Lisboa cede a la presión de la calle y se replantea los recortes

El Gobierno de Portugal ha acabado por ceder a la presión de la calle. Tras dos semanas sometido a una intensa presión social ha aceptado echar marcha atrás en su última propuesta de ajustes, dirigida a aumentar la carga fiscal de los trabajadores y reducir la de las empresas.

En un comunicado divulgado por la Jefatura del Estado, el Ejecutivo luso del primer ministro Pedro Passos Coelho admite "estar disponible para, en el marco de la concertación social, estudiar alternativas" a esta medida, fuertemente criticada por patronal, sindicatos, oposición y grupos civiles.

 Esta fue la principal conclusión de la reunión del Consejo de Estado, órgano consultivo convocado ayer por el jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, y que acabó esta madrugada tras ocho horas de deliberaciones.

Prueba de la contestación social que había generado la propuesta del Gobierno fue la protesta celebrada frente al Palacio lisboeta de Belem, donde tuvo lugar la reunión, y en la que participaron miles de personas para pedir la suspensión de las últimas medidas de austeridad anunciadas por el Ejecutivo.

"Cavaco, escucha, el pueblo está en lucha" o "FMI fuera de aquí" fueron algunas de las consignas más coreadas por los manifestantes. La protesta discurrió sin apenas incidentes, aunque fueron detenidas cuatro personas acusadas de lanzar petardos y una más por resistencia a la autoridad.

La propuesta del Gobierno luso de subir en 2013 las contribuciones que pagan a la Seguridad Social los trabajadores y bajar la que abonan las empresas por cada empleado fue anunciada por el propio Passos Coelho el viernes 7 de septiembre, con el objetivo de "crear empleo" y frenar así el continuo aumento del paro.

La medida, sin embargo, fue contestada por la oposición, los sindicatos e incluso la patronal, por considerar que podía hundir todavía más el ya de por sí debilitado consumo interno. Este nuevo incremento de la carga fiscal a los trabajadores también causó divergencias entre los dos partidos que conforman el Gobierno conserador, los socialdemócratas del PSD y los democratacristianos del CDS-PP, que juntos permiten a Passos Coelho gozar de mayoría absoluta.

Estas diferencias de criterio entre ambos grupos parlamentarios quedaron finalmente resueltas, según el comunicado hecho público este sábado tras la reunión del Consejo de Estado, que da por "superadas las dificultades que podían afectar a la solidez" de esta alianza y descarta así la posibilidad de una crisis política.

El órgano consultivo, que últimamente sólo ha sido convocado por el jefe del Estado en situaciones de crisis, también incidió en la necesidad de "preservar la cohesión nacional" en un momento en que Portugal se encuentra intervenido por las instituciones internacionales.

El país vive bajo la asistencia financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional desde mayo de 2011, que acordaron prestarle 78.000 millones de euros a lo largo de tres años para evitar la bancarrota, a cambio de un severo programa de ajustes y reformas aplicado a rajatabla por el Gobierno conservador luso.

Los recortes, sin embargo, no han evitado que Portugal afronte dificulades para cumplir con algunos de los compromisos adquiridos con la troika, como el de la reducción del déficit público, lo que obligará a la adopción de nuevas medidas de austeridad. Fuente: http://www.publico.es/internacional/442770/lisboa-cede-a-la-presion-de-la-calle-y-se-replantea-los-recortes
Foto del autor: Puesta del sol del día 22-09-12 en Sanlúcar de Barrameda.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Las eléctricas, los gobiernos y el pueblo que no hace más que pagar.

Cuentan que si te han explicado el sector eléctrico y lo has entendido es que no te lo han explicado bien. Bajo una maraña regulatoria que suele caer del lado de las eléctricas, los consumidores españoles han contraído durante más de una década una deuda con las empresas de 24.000 millones de euros (más de 500 euros por habitante). Es el desfase entre los costes reconocidos al sistema eléctrico y el precio de la electricidad que fijaba el Gobierno. La bola, que creció sin que el Ejecutivo del PSOE se decidiera a atajarla, ha alcanzado tal nivel y voracidad que engulle todo lo que le toca...

 Cualquier cambio, por incomprensible que sea, enfrenta a un sector enormemente poderoso. Son las eléctricas tradicionales (Endesa, Iberdrola, Gas Natural) contra las renovables (Acciona, ACS, Abengoa y muchos fondos de inversión y sus correspondientes embajadas).

 En el punto de mira no solo están las renovables, sino también las hidráulicas y las nucleares. La Comisión Europea, que vigila el proceso, ha advertido que reciben una "compensación excesiva" y ha cargado contra las subvenciones a las minas del carbón. Un recorte a la hidráulica daña a Ibedrola y uno al carbón afecta a Endesa.

 Aunque proliferan las acusaciones de conflicto de intereses la última es que el hermano de Montoro asesora a las renovables, la puerta giratoria entre la empresa y la política va tan rápido que quedarían pocos partidos libres de sospecha. Felipe González está en Gas Natural, Elena Salgado en Endesa, Pedro Solbes en Enel y José Borrell en Abengoa. Aznar es consejero de Endesa (donde se sentaba junto al ministro de Economía, Luis de Guindos) y Acebes está en Iberdrola. Leer más en El Pais. ¿Están claras las razones de por qué España tiene la electricidad más cara de la UE, si exceptuamos a Malta y Chipre?

domingo, 22 de julio de 2012

Noventa páginas de un plumazo y sin negociación. Impedir el debate sobre un conjunto de medidas de extrema gravedad o vetar cualquier posible cambio, por pequeño sea, es un error político garrafal

El decreto-ley de medidas urgentes que el Congreso de los Diputados validó este jueves ocupa 90 páginas en el Boletín Oficial del Estado. Noventa páginas de decisiones dramáticas que no se han podido debatir ni comentar. La validación se hizo en bloque, en el pleno de la Cámara, por voluntad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de su partido.
... la realidad es que 90 páginas de recortes en aspectos fundamentales de la vida de los ciudadanos han sido aprobadas sin discusión, sin la más mínima posibilidad de negociación y sin que el presidente del Gobierno creyera necesario intervenir públicamente.
    Impedir el debate sobre un conjunto de medidas de extrema gravedad, cercenar cualquier posibilidad de mejorar esos textos, vetar cualquier posible cambio, por pequeño y seguramente aceptable que pueda ser, es un error político garrafal, de esos que suelen terminar pagando no solo los presidentes del Gobierno, sino hasta el último concejal de su partido. El error que está cometiendo Rajoy y su entorno más cercano es, para colmo, incomprensible políticamente porque el presidente dispone de mayoría absoluta y, en última instancia, puede hacer que el Congreso apruebe lo que considere más indicado.
Solo se puede explicar por una total y absoluta carencia de sentido democrático o por un bloqueo personal de Rajoy y de sus asesores, desbordados e incapaces de la mínima reacción. La atonía del presidente sería una situación extremadamente peligrosa para todo el país, en unas circunstancias en las que, casi por encima de cualquier otra cosa, hace falta un dirigente con ánimo, capaz de transmitir un puñado de ideas claras y con la suficiente fortaleza para defender sus criterios. Pero ¿cómo confiar en la capacidad de Mariano Rajoy para defender sus posiciones en Europa si se atrinchera en su despacho en el Congreso, solo sale a votar, y se niega a que la Cámara debata aspectos concretos de las 90 páginas de medidas restrictivas que ha puesto en marcha?
El presidente no intenta ni tan siquiera dar una explicación razonada a lo que ocurre. Ningún político experimentado de su partido puede creer que es posible gobernar una crisis tan prolongada como esta, impidiendo un debate parlamentario serio y legislando permanentemente por decreto ley. La crisis provoca un malestar que se va generalizando también en las propias bases políticas del PP y cada vez está más extendida la percepción de que es necesario corregir el rumbo, aunque solo sea en las maneras.
El hecho es que no parece existir en el Gobierno o el entorno del presidente nadie con autonomía y peso político suficiente como para sugerir a Rajoy ese cambio necesario.
El problema es que nadie parece estar en condiciones de calibrar la peligrosa decepción y furia que incuba una enorme cantidad de ciudadanos, a los que cada nueva intervención del ministro Hacienda, Cristóbal Montoro, sume en una mayor angustia. Y que la oposición tiene también muchas dificultades para canalizar ese malestar. La idea de un pacto que permita un consenso nacional, que empiezan a alentar algunas personalidades de distinta ideología, no halla su camino. ..
 Soledad Gallego-Díaz, en El País.

domingo, 15 de julio de 2012

Menos perdón y más consecuencias.

Un extravagante jefe de Gobierno anuncia, ocho meses después de elegido, que no puede hacer nada de lo que ofreció.

Los responsables de Novagalicia han pedido perdón por el engaño que llevaron a cabo sus predecesores vendiendo a infelices ahorradores un producto peligroso. También han pedido 6.000 millones de euros para tapar el agujero de la entidad. Mejor sería que la petición de perdón fuera acompañada del envío a la justicia de los documentos que permitan llevar a la cárcel a quienes ordenaron ese tipo de operaciones y del despido fulminante de los directivos que vendieron preferentes en las sucursales, por sinvergüenzas.

 Es fundamental recordar que en las sociedades democráticas no se trata de pedir perdón, sino de exigir responsabilidades. Esa falta de exigencia política, empresarial y/o penal sigue siendo uno de los mayores problemas de la democracia en España y el origen de la profunda desconfianza que sienten los ciudadanos. Perciben que las instituciones no funcionan como debieran (basta ver el espectáculo del Consejo General del Poder Judicial, cuyos miembros demuestran que nunca merecieron el trato que reciben, o la incapacidad del Congreso para responder a la necesaria pregunta ¿cómo hemos llegado hasta aquí?). Comprueban que el engaño en política y en la vida económica está alcanzando unas cotas grotescas y, abrumados por la catástrofe, pierden de vista lo esencial: no hay que cejar en la petición de responsabilidades. Justo es reconocer que la política siempre ha tenido una grieta en su credibilidad, pero en los últimos meses se ha convertido en un abismo. Mariano Rajoy acudió esta semana al Congreso para explicar que está haciendo todo lo contrario de lo que prometió porque las cosas no son como pensaba o como creía.

Prácticamente, pide perdón por haberse presentado a las elecciones sin estar al tanto de lo que ocurría, pese a ser el jefe de la oposición desde hacía ocho años, de ser el secretario general de un partido que gobernaba ya la mayoría de las comunidades autónomas, pese a tener una extensa experiencia de gobierno y pese a mantener múltiples contactos dentro de las Administraciones públicas. No puede prometer nada, sino constatar que todo está muy mal. Es el primer presidente de un Gobierno que acude al Parlamento, ocho meses después de ser elegido, para decir: “Les dije que iba a subir el paro. Les dije que todo iba a ir mal”. ¿Qué quieren que le haga?

 El 76% de los españoles no creen que las medidas anunciadas permitan salir de la crisis. Ese es, en realidad, el dato más relevante de lo sucedido esta semana. La gran mayoría de los españoles piensan que el sufrimiento que se avecina no tiene otro objetivo que la supervivencia del sistema financiero. No vislumbran que se reactive el crédito, ni el mercado de trabajo, ni que se pueda reconstruir el tejido de miles de empresas ya destruidas (más de 21.000 empresas de entre 3 y 50 trabajadores desaparecieron en los últimos tres años, y de ellas, 5.964 entre enero de 2011 y junio de 2012, según la Seguridad Social)....
 El descrédito de la política, la convicción de que los principales partidos son incapaces de ofrecer un plan que permita ver la salida de esta catástrofe, es colosal. El líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, no consigue salir del bucle que le atrapa, ...

Algunos, dentro de su propio partido, empiezan a pensar en una operación para que no acabe el mandato y que, llegado ese momento, la mayoría absoluta del PP en el Congreso elija otro presidente menos dañado para encabezar una nueva campaña.

Sería un final lógico para uno de los políticos que más han usado la inconsistencia como arma política. Quizá Rajoy sea en el fondo un hombre original que merezca una justa biografía, como aseguran quienes más le aprecian, pero de momento es un presidente del Gobierno extravagante. SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ, El País, 15 JUL 2012. (foto, protestas por la desaparición de la OEX)

miércoles, 11 de julio de 2012

Las malas noticias se suceden y pretenden hacernos creer que es por nuestro bien. Por nuestro bien, nos suben impuestos y nos bajan salarios y para Bankia, "hay todo el dinero que haga falta", sin exigir responsabilidades por la mala gestión...

"La subida del IVA es un sablazo de mal gobernante", decía Rajoy cuando estaba en la oposición. Hoy la anuncian como necesaria para "salir de la crisis y crear empleo"

 El tipo reducido de IVA pasa del 8% al 10%
Rajoy justifica lo que denomina medidas "excepcionales" porque estamos en una situación "excepcional" Reduce la prestación a nuevos parados a partir del sexto mes del 60% al 50%
Rajoy anuncia la eliminación de la deducción por compra de vivienda a partir de 2013

La CEOE dice que ahora sí apoyará las medidas. Su presidente, Juan Rosell ha afirmado que "es el momento de estar con el Gobierno para apoyar cuantas reformas haya que hacer en cantidad y calidad". En 2010 los líderes patronales se mostraron mucho más reservados con estas medidas.

Se ríen de España y de los españoles

Leer las páginas económicas o incluso solo las portadas de los medios se está convirtiendo en un ejercicio de puro masoquismo: no hay manera de disimular el ridículo que está haciendo España.
Hace un mes que se aprobó el rescate de la banca española que según Rajoy resolvía el problema de nuestra economía y que mereció una surrealista felicitación del Rey Juan Carlos. En este tiempo ha habido cumbres y varias reuniones de los ministros de Economía pero hasta el momento no se han fijado ni las condiciones concretas, ni qué cantidad exacta se precisa, ni cuándo comenzará a ser efectivo. Se hacen declaraciones contradictorias diciendo un día blanco y otro negro pero siempre se insiste en lo mismo: hay que seguir rebajando gastos y derechos y reduciendo los ingresos de los trabajadores. Lo que era la solución resulta que lo ha empeorado todo y nadie, sin embargo, da cuenta de ello.
Se han reído de nosotros. El objetivo es salvar a la banca alemana, que es lo que de verdad les interesa, pero quieren hacerlo con las máximas garantías y eso obliga a que el rescate sea uno definitivo, directamente sobre la economía española y con la garantía directa del Estado. El de los 100.000 millones para los bancos no era sino una salva porque resulta infumable: nadie puede entender que si es a los bancos a quien hay que rescatar se haga responsable de ello a los ciudadanos en su conjunto. Por eso, para provocar el grande, están dejando que nos precipitemos al abismo, no porque la cuantía de nuestra deuda pública sea excesiva, como dicen, sino porque nos atan de pies y manos y nos empujan ante los inversores. Simplemente haciendo lo que está haciendo el Banco Central Europeo, nada de lo que haría un banco central auténtico, bastará para que seamos intervenidos en poco tiempo y para que nuestra economía sea puesta bajo control directo y permanente de los acreedores alemanes. Queda muy poco tiempo para que las comunidades autónomas se declaren sin liquidez y para que el propio Estado, con tipos en los mercados superiores al 7% u 8%, se reconozca incapaz de hacer frente a sus compromisos de pago. Esa es la secuencia inevitable que producen las medidas que se están tomando.
Si lo que quisieran de verdad fuese salvar a nuestra economía y al euro no harían lo que están haciendo ni nos seguirían obligando a tomar medidas que van a hundir más la demanda, la generación de ingresos, o incluso la posibilidad de que paguemos la deuda que dicen querer que paguemos. Si desearan realmente frenar la presión de los mercados bastaría que el Banco Central Europeo fuese lo que no es, y que se adoptara una estrategia de creación de actividad y empleo para toda Europa en el marco de un pacto global de rentas, pero es que no buscan eso. Quieren que la prima de riesgo siga subiendo para extorsionar más fácilmente y acelerar lo que revestirán como una situación de emergencia que no admita retóricas. Se ríen de nosotros porque lo que van buscando es someter a nuestra economía y no salvarla en un marco de cooperación y unión europeas. 
La última tomadura de pelo de quienes se pasan todo el día diciendo que hay que respetar a los mercados y dejarlos que actúen con plena libertad ha sido salvar una vez más la cara de los bancos permitiendo valorar sus activos a precios “razonables” en el marco de una agencia inmobiliaria sui generis, como ya adelantamos que harían en nuestro libro Lo que España necesita. Es decir, que una vez más se pasan por el forro lo que establecen libremente los mercados que tanto dicen respetar: si el precio razonable no es el que fijan los mercados ¿para qué puñetas sirven? Se ríen de nosotros porque una vez más nos están robando delante de nuestra mismos ojos. 
En España es nuestro propio gobierno quien se ríe de nosotros engañándonos sin piedad.
El Ministro de Economía alaba sin descanso a las autoridades europeas, agradece sus propuestas razonables y jura y perjura que haremos todo lo que sea necesario para contentar a los mercados, porque es lo que más nos conviene. Pero, justo al mismo tiempo, el de Asuntos Exteriores suplica al Banco Central Europeo (donde hemos perdido la influencia que teníamos, aunque tampoco podamos decir que la hayamos utilizado precisamente a nuestro favor) para que intervenga contra los mercados y ponga formes a los especuladores. Un alarde de discurso coherente y de sincera estrategia compartida. El Ministro de Hacienda, que ya ocupa la cartera por segunda vez, reconoce que ha de subir el IVA porque es un incompetente que no sabe hacer que todos paguen lo que tiene que pagar y Cospedal se consolida como la mayor y más desvergonzada demagoga del reino. Ahora carga contra la función pública sin caer en lo que ella tendría que ser la primera en recordar: que en España hay menos trabajadores públicos en relación con la población activa total que en la media de los Quince, que se gasta menos en retribuirlos, que nuestro sector público es bastante más reducido que el de los países más avanzados y competitivos de nuestro entorno, y que esos seres despreciables a los que se refiere y a los que ya está poniendo en la calle son los maestros o los médicos de los hijos de familias que no pueden pagarse servicios privados, por cierto, casi siempre de peor calidad que los públicos a pesar de que disponen de más recursos y de que no asumen todas sus cargas. Y olvidando, sobre todo, que la función pública con la que quieren acabar fue la mejor e imprescindible solución para evitar que las oligarquías de los partidos (de las que ella forma parte) se hicieran dueñas del Estado en perjuicio de la mayoría de la población. 
Pobre España y pobre pueblo español, tan silencioso y obediente. Vibra de patriotismo cuando gana La Roja pero enmudece cuando le roba una potencia extranjera o cuando su gobierno le miente y le traiciona. Juan Torres López. Público.es (Foto; puente Vasco de Gama. Lisboa. Portugal)

domingo, 1 de abril de 2012

Rubalcaba: "El PP cobra a los trabajadores y baja impuestos a los defraudadores"

El líder del PSOE asegura que los Presupuestos generarán "más desigualdad y desempleo"
La derecha usa la crisis como "pretexto para destruir el Estado del bienestar", afirma.
"Ahora ya entendemos lo que tenían. Tenían una amnistía fiscal, un proyecto político que consiste en cobrar más impuestos a los trabajadores y quitárselos a los defraudadores. Esa es la política que nos escondían”, denunció ayer el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, refiriéndose a los Presupuestos Generales aprobados el viernes por el Gobierno del PP. “En estos 100 días, los españoles han comprobado que Rajoy no dijo ni una sola verdad durante la campaña electoral. Dijo que no iba a subir los impuestos. Mentira, los subió el primer mes; Dijo que no iba a abaratar el despido y lo puso a precio de saldo al segundo mes, y dijo que no iba a hacer amnistía fiscal y la ha hecho al tercer mes. La derecha ha perdido toda la credibilidad”.
El secretario general del PSOE hizo ayer en Zaragoza este duro balance de los primeros 100 días de Gobierno de Mariano Rajoy. Se detuvo especialmente en los Presupuestos aprobados el viernes en Consejo de Ministros, los más restrictivos de la historia de la democracia española, que equivalen, dijo, a “menos crecimiento, más paro y más desigualdad”. “Lo que proponen es subir la luz, subir el gas, subir los impuestos y bajar la educación, la dependencia, los gastos en investigación, las prestaciones sociales y la inversión para crear empleo. Son unos presupuestos inaceptables”, concluyó.
Rubalcaba se refirió también a la huelga general del pasado jueves. “El Gobierno no está solo frente a una oposición sindical o política, sino también social y no puede ignorarla. Rajoy tiene que respetar a los millones de trabajadores, parados y jóvenes que se manifestaron el 29-M y sentarse a dialogar para cambiar una reforma laboral que solo acarreará al país más desempleo y menos crecimiento”.
El Ejecutivo “quiere cerrar el capítulo de la huelga y la reforma laboral”, añadió, pero su partido seguirá oponiéndose al decreto. “Al PSOE no se le liquida”, subrayó.
El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, también se refirió ayer en el consejo político federal de la formación en términos muy duros a los Presupuestos Generales: “Son los Presupuestos del sufrimiento y el paro para una mayoría y de los regalos fiscales para una a minoría, los defraudadores de cuello blanco”, dijo.
Lara criticó “la prepotencia” del PP y criticó que el Gobierno, con mayoría absoluta, esté recurriendo constantemente a la vía parlamentaria de excepción al haber presentado hasta ahora 11 reales decretos-ley. “Parece que han decidido gobernar por decreto, eso que tanto criticaban”, denunció... Leer más en El País.

jueves, 8 de diciembre de 2011

No existe mandato legítimo para las políticas de austeridad de los gobiernos del PP y CIU, pues la soberanía reside en el pueblo y no informaron claramente de la política que iban a hacer.

Como era predecible, la mayoría de los medios de mayor difusión del país están presentando una imagen de lo ocurrido en las elecciones del pasado 20-N que no se corresponde con la realidad, y ello es consecuencia de que, en su descripción de los resultados electorales, no tienen en cuenta las enormes deficiencias del sistema electoral español. Al centrarse en el número de escaños obtenidos el día de las elecciones se ignora que tal mayoría de escaños no corresponde con la mayoría real del país. No es cierto, como están anunciando tales medios, que España se haya movido a la derecha. El hecho de que, excepto Cataluña y el País Vasco, todas las CCAA fueran azules (el color del PP) en el mapa gráfico del resultado de las elecciones, dio un mensaje falso de que España se había corrido a la derecha. España (desde el punto de vista electoral) es toda la población que podía votar, es decir, el censo electoral. Pues bien, el censo electoral muestra que en las elecciones del 20-N el apoyo popular al Partido Popular fue del 30,27% que fue únicamente un 0,97% superior al que consiguió en 2008. Mírese como se mire, un incremento que es inferior al 1% del censo es un incremento minúsculo sobre el cual ahora se está montando todo el mensaje mediático de que la población española se ha corrido a la derecha. Es importante que esto se entienda porque según fuentes próximas a la dirección del PP, el señor Mariano Rajoy, presidente del PP, ha prometido a la señora Merkel que va a recortar 18.000 millones de euros en los próximos meses, que los medios de mayor difusión presentarán como resultado de un mandato popular que los datos muestran claramente que no existe, puesto que el PP no representa a la mayoría de la ciudadanía en España. Una situación semejante ocurre en Catalunya, donde el partido gobernante, CiU, ha presentado los resultados de las elecciones como prueba del apoyo por parte de la población catalana hacia los recortes que han llevado a cabo al frente del gobierno. CiU ha obtenido sólo el voto del 18,8% del electorado catalán, es decir, de los catalanes que podían votar. Es por lo tanto una fuerza muy minoritaria en Catalunya. No llega ni siquiera a uno de cada cinco catalanes. No se puede deducir de estos datos que haya un apoyo popular a estos recortes, tal como el gobierno Mas está presentando los resultados de estas elecciones. La gran noticia del domingo fue, no el movimiento de la ciudadanía a la derecha, sino el descenso muy notable del voto del partido socialista, el PSOE en España y el PSC en Catalunya. El PSOE pasó del 32,19% al 19,49% y en Catalunya del 31,7% al 17,1%. La pérdida de estos votos se debe, en gran parte, a la aplicación de políticas económicas de carácter neoliberal que han antagonizado a sus bases electorales. La movilización mediática para acentuar un mandato que no existe La gran mayoría de los medios de España son conservadores o liberales (en realidad neoliberales). Ello explica el mensaje que transmitieron inmediatamente después de las elecciones de intentar presentar las elecciones del 20-N como un movimiento de la población de los distintos pueblos y naciones de España hacia posturas conservadoras y neoliberales. De esta manera se está construyendo una interpretación de lo ocurrido en el 20-N como un mandato para recortar todavía más el escasamente financiado Estado del Bienestar español. El objetivo de mostrar el mapa electoral de España de color azul y Catalunya de un azul más intenso era precisamente afirmar que España es hoy de derechas. Los datos, sin embargo, muestran una realidad distinta. Los votos al PP y a CiU han sido minoritarios (más minoritario el de CiU que el del PP). Y también es minoritario (muy minoritario) el apoyo a los recortes de gasto público social. Según el centro de investigación sociológico CIS, sólo un 2,7% de la población está a favor de los recortes del gasto público sanitario que han estado ocurriendo o que se está proponiendo; sólo un 3% favorece recortes en educación; un minúsculo 3,5% está de acuerdo con los recortes en pensiones y sólo un 9,8% favorece recortes en los servicios sociales. En cambio, más del 50% favorece recortes en Defensa. En realidad, la población española está entre las poblaciones de la Unión Europea que creen que sus Estados deberían gastarse más en sus Estados del Bienestar. El 87% de la población española considera que el Estado debería gastarse más o mucho más en sanidad; el 87% cree que debería gastarse más o mucho más en educación, y el 83% cree que debería gastarse más o mucho más en pensiones. Es difícil alcanzar unos mayores porcentajes de apoyo al Estado del Bienestar. Es más, la gran mayoría de la población no sólo favorece la expansión del gasto público en las transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar, sino que se opone a que la reducción del déficit público ocurra a costa de recortes en el gasto en tales transferencias y servicios. Frente a la pregunta “Suponiendo que las Administraciones Públicas se vieran obligadas a recortar prestaciones y servicios públicos, dígame si estaría a favor o en contra de que se recortaran los siguientes servicios”, la enorme mayoría, (el 97%) están en contra de que se recorte en sanidad; el 97% de que se recorte en educación; el 97% de que se rebajen las pensiones; un 91% de que se reduzca el seguro de desempleo; un 83% de que se recorte en el capítulo de vivienda social. Es imposible encontrar porcentajes más altos en contra de los recortes que están teniendo lugar. Por otra parte, el 55% favorecía recortar Defensa. Mírese como se mire, pues, no puede argumentarse que exista un mandato para realizar las políticas de recortes del Estado del Bienestar que están ocurriendo. En realidad, la gran impopularidad del gobierno Zapatero y de su partido, el PSOE, se debe a que llevó a cabo tales políticas de austeridad, en ausencia de un mandato popular. El argumento utilizado por la dirección de tal partido para explicar su enorme retroceso electoral (de que no se explicó bien a la población), carece de credibilidad, puesto que la gran mayoría de medios de información españoles apoyaron tales medidas de austeridad, proveyendo amplias cajas de resonancia mediática a sus argumentos. La gran mayoría de la población entendió muy bien sus argumentos y, con razón, no los aceptó. La continua excusa del perdedor, aduciendo que fue derrotado porque no se explicó bien (el argumento que utiliza la dirección del PSOE) es la manera de justificar unas políticas públicas de austeridad que, además de ser innecesarias (véase Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón, Hay Alternativas, en www.vnavarro.org), se están mostrando (tal como predijimos los autores de tal libro), contraproducentes. Y lo que alcanza niveles de gran incoherencia es atribuir la victoria de PP a su programa electoral, incluyendo mano dura, con todo tipo de recortes en el Estado del Bienestar. Los datos mostrados al inicio del artículo señalan claramente que el hecho más llamativo del 20-N no fue el inexistente incremento de voto del PP, sino el colapso del PSOE, debido precisamente a los recortes que llevaron a cabo. Creerse que el voto del PP refleja un mandato popular para continuar tales políticas es de una incoherencia que, por desgracia para la democracia española, se reproduce con excesiva frecuencia en los mayores medios de información y persuasión del país. (Vicenç Navarro El Plural)

martes, 4 de octubre de 2011

Lo bueno de no tener gobierno antes que tener un mal gobierno.

El milagro belga: mientras el PIB de la zona euro crecerá este año un rácano 1,6% de media y para España se espera menos del 1%, la economía de Bélgica aumentará un 2,4%. ¿Su secreto? Que están sin gobierno desde hace casi un año y medio. Gracias a esta afortunada circunstancia, los belgas se han librado de las tóxicas consecuencias de esos tijeretazos del gasto público que receta Alemania: una poda tan salvaje que está matando la recuperación de la UE. La administración belga, que lleva más de 500 días con un gabinete en funciones, no puede moverse de las líneas económicas trazadas en el presupuesto que se diseñó en 2009. El resultado no ha sido esa plaga bíblica que profetizan aquellos que presentan como indiscutibles los recortes de gasto. Al contrario: Bélgica no sólo crece, sino que su déficit público se ha reducido, gracias a la recuperación de su economía.
La anarquía belga tiene más ventajas: que el Banco Central Europeo (BCE) no tiene a quién enviar una de esas cartas que han recibido Zapatero o Berlusconi. Ayer Il Corriere de la Sera desveló el contenido de la misiva italiana. La carta confirma lo que ya sospechábamos: que la reforma constitucional exprés no fue una idea genial de Zapatero y Rajoy, sino un disco dedicado que pidió Jean Claude Trichet, el presidente del BCE, a cambio de comprar deuda española. La reforma de la Constitución no se hizo para “dar confianza a los mercados”, como nos habían contado. La reforma fue la condición que puso Trichet, por orden de Alemania, para salvarnos de unos mercados a los que les importa muy poco lo que diga nuestra carta magna.
Miro a Bélgica con algo de envidia. Ironías de esta crisis: cuando no tienes Gobierno, es más difícil que te roben la soberanía.

jueves, 30 de junio de 2011

El arzobispo de Canterbury de Gran Bretaña y el presidente Mas de la Generalitat de Catalunya

El arzobispo de Canterbury, el Sr. Rowan Williams, es la máxima autoridad eclesiástica de Gran Bretaña. Preside y dirige la Iglesia Anglicana de aquel país. Su cargo es semejante al del Cardenal Rouco Varela en España o al Cardenal Martínez Sistach, en Catalunya. Dirige la comunidad eclesiástica del país. Hace unos días, el Sr. Williams publicó un artículo en el seminario New Statesman (09.06.11) que ha creado un gran revuelo en aquel país. En el artículo, el arzobispo no sólo critica al gobierno conservador-neoliberal, presidido por David Cameron, por sus recortes de gasto público, incluso gasto público social (que está afectando negativamente la calidad de los servicios públicos del estado del bienestar tales como sanidad, educación y servicios sociales, entre otros), sino que cuestiona la moralidad e incluso la legitimidad democrática de tales medidas, pues el gobierno Cameron las llevó a cabo inmediatamente después de salir elegido, sin que estos recortes estuvieran anunciados en su programa electoral.
El Arzobispo Williams sostiene que no es moral ni democrático que un partido, que en su programa electoral no incluía tales recortes (y que, además, su líder, el Sr. David Cameron, había subrayado durante la campaña electoral que no haría recortes de gasto público social) que ahora los estuviera haciendo, habiendo iniciado los recortes sólo días después de salir elegido. El arzobispo añadía que estas prácticas no sólo muestran la falta de credibilidad del dirigente conservador, sino su muy limitada conciencia democrática. Es más, el arzobispo añadía que el argumento que David Cameron estaba utilizando para llevar a cabo estos recortes, indicando que el déficit público era mayor de lo que se esperaba, era precisamente una excusa para desarrollar lo que obviamente ya estaba planificado.
El arzobispo añadió que la democracia exige a los gobernantes que hagan e implementen las políticas públicas que les instruyen los gobernados. Una democracia representativa no es sostenible, ni ética, ni políticamente, cuando lo que hacen los gobernantes va en contra de lo que desean los gobernados. Y tales recortes son enormemente impopulares. El argumento tradicional que el discurso político da a esta situación es que la población puede expresar su desacuerdo en las próximas elecciones, cuatro años después de que aquellos recortes hubieran ocurrido. No es de extrañar que la población no sea muy receptiva a este mensaje que reproduce una concepción muy limitada de lo que es democracia, pues limita tal proceso al hecho de votar cada cuatro años, lo cual es claramente insuficiente. Lo que ocurre dentro de este periodo, subraya el arzobispo, es también sujeto de decisión colectiva, que requiere lealtad al electorado y participación ciudadana.
Lamento que las autoridades eclesiásticas españolas y catalanas no tengan la talla moral y conciencia democrática del arzobispo de Canterbury, porque tanto el gobierno conservador-liberal (en realidad, neoliberal), recientemente elegido en la Generalitat de Catalunya, como el gobierno Zapatero, están haciendo lo mismo que el gobierno conservador liberal británico, sin que haya habido una protesta de tales y otras instituciones del establishment catalán y español en contra de tales políticas. El programa electoral de CiU y el del PSOE no incluyen en ninguna parte la realización de los recortes muy sustanciales que están ocurriendo en los fondos asignados a los servicios del estado del bienestar. Es más, tanto el Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur Mas como el Presidente del gobierno español. El Sr. José Luis Rodríguez Zapatero, indicaron en sus campañas electorales que no harían tales recortes, promesas que, obviamente, no respetaron... Leer todo aquí en El Plural.

domingo, 7 de marzo de 2010

Entrevista a Stiglitz "Se enriquecen con el desastre que ellos mismos han creado"

“Es una paradoja absurda –se enfervoriza Joseph Stigliz, premio Nobel de Economía 2001– una ironía de vuestra historia europea” ¿No se dan cuenta? Los gobiernos han contraído muchas deudas para salvar al sistema financiero europeo, los bancos centrales mantienen bajas las tasas de interés para ayudarlos a recobrarse, no para favorecer la recuperación. Y, ¿qué hacen las grandes finanzas? Usan las bajas tasas de interés para especular contra los gobiernos endeudados. Consiguen seguir ganando dinero sobre el desastre que ellos mismos han generado”
¿Qué puede suceder ahora?
“Esperen. Esto no termina aquí. Los gobiernos decretan medidas de austeridad para reducir el endeudamiento. Los mercados consideran que no son suficientes y siguen especulando con sus títulos a la baja. De este modo los gobiernos se ven obligados a agregar medidas de austeridad. La gente común pierde aún más, las grandes finanzas ganan todavía más. Moraleja de la fábula: culpables premiados, inocentes castigados”
¿Cómo se puede remediar?
“Tres puntos, primero: nada de dinero para la especulación. Tanto en los EE.UU. como en Europa, los bancos necesitan nuevas normas. Deben financiar las empresas productivas, no los hedge funds. Es necesario impedirles especular”.
Una palabra. Si el gobierno es quién va a dirigir el crédito, se correra el riesgo de que se distribuya aún peor.
“No lo creo. En mi opinión se puede y se debe intervenir. Segundo: es necesario imponer tasas impositivas muy altas a las ganancias del capital. Hoy en día para vivir resulta más ventajoso especular que trabajar. Debe volver a ser al revés”.
¿Y después?
“Tercero: en Europa debéis apoyar a los gobiernos en dificultades”
Se corre el riesgo de premiar a los políticos que gobiernan mal
“No. La prueba es España. Actualmente se encuentra en dificultades sin haber cometido errores. El balance gubernamental era positivo hasta el año pasado; el Banco central supervisó muy bien a los bancos, tan es así que fue citado como un ejemplo mundial. ¿Qué culpa tienen? Es cierto que también ellos vieron crecer la burbuja en el mercado inmobiliario y la detuvieron. Pero es el error que todos cometieron. Estaba en el espíritu del momento. Lo inspiraba la ideología neoliberal que ha dominado por años.”
En Grecia sin embargo han errado. Hasta han falseado las cuentas.
“No el actual gobierno, sino el precedente. Sufrieron la crisis de la navegación comercial, un sector muy importante para ellos y la caída del turismo, en síntesis ¿Por qué debemos obligar a la gente a realizar más sacrificios si no es culpable?”
La deuda está. Los Estados, tarde o temprano, deberán pagarla.
“Pero ¿Por qué debemos dar siempre más facilidades a los mercados? Los mercados no se comportan racionalmente, lo hemos visto por la manera en que se produjo la crisis. Entonces, ¿Por qué deberían tener razón al pedir más sacrificios a los ciudadanos de aquellos países? Y aunque la tuviesen se comportan de manera demasiado errática. Y para terminar, aquí está en curso un ataque especulativo, no es que si uno se porta bien no lo culpan sino que si te pueden dejar afuera, te dejan”
¿Qué podemos hacer en Europa?
“Deben construir mecanismos de solidaridad entre los Estados. La Unión debería disponer de más recursos. Se gasta un montón de dinero en la política agraria común que es un derroche mientras que…”...
¿Logrará Obama imponerse a los bancos?
“Será una larga batalla. Pero la gente tiene mucha bronca y el presidente lo sabe. Los banqueros tienen a toda la población en su contra” Seguir aquí.
(Stefano Lepri, Il Granello di Sabbia)