Mostrando entradas con la etiqueta Apple. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Apple. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de junio de 2022

Los trabajadores de una tienda de Apple de Estados Unidos se sindicalizan por primera vez.


La oleada sindical se extiende entre las grandes compañías pese a las presiones en contra


La oleada sindical que recorre parte de las grandes empresas de Estados Unidos sigue marcando hitos. Este sábado los trabajadores de una tienda de Apple han votado por primera vez a favor de sindicalizarse. Se trata de la tienda de Towson (Maryland), en las afueras de Baltimore. El resultado ha sido contundente: 65 votos a favor y 33 en contra.

Los trabajadores de esta tienda se unen así a los de un almacén de Amazon en Staten Island (Nueva York) y a los de más de un centenar de cafeterías de Starbucks, que han dado previamente el mismo paso, generando anticuerpos en dichas compañías, que han redoblado sus presiones contra el avance sindical.

Con la votación realizada esta semana y cuyo resultado se conoció a última hora de este sábado, los trabajadores que habían organizado la Coalición de Empleados Organizados del Comercio Minorista (CORE, por sus siglas en inglés) aprueban integrarse en el sindicato IAM (Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales).

IAM es uno de los mayores y más diversificados sindicatos industriales de Norteamérica y representa a unos 600.000 miembros activos y jubilados de los sectores aeroespacial, de defensa, de líneas aéreas, ferroviario, de tránsito, sanitario, de la automoción y otros. En los últimos años, el sindicato ha lanzado campañas de organización en sectores no tradicionales para aumentar su fuerza, entre ellos en el sistema de bibliotecas públicas del condado de Baltimore, la industria tecnológica, la sanidad y la medicina veterinaria.

CORE e IAM enviaron una carta al primer ejecutivo de Apple, Tim Cook, en mayo pasado, informándole de la decisión de organizar su sindicato, enumerando “el acceso a los derechos” de los que no disfrutaban actualmente como una de las razones para ello. “Esto no es algo que hagamos en contra o para crear conflicto con la dirección. Más bien, nos hemos unido como sindicato por el profundo amor a nuestro papel como empleados de la compañía”, le decían, al tiempo que le pedían que no emprendiese una campaña antisindical contra ellos.

Un grupo de trabajadores de la tienda de Apple en Towson han acudido este sábado por la noche a celebrar el triunfo en la votación. Han difundido vídeos de su celebración en las redes sociales.

“Aplaudo la valentía demostrada por los miembros del CORE en la tienda de Apple en Towson por lograr esta histórica victoria”, ha dicho el presidente de la IAM Internacional, Robert Martínez Jr, a través de un comunicado. “Han hecho un enorme sacrificio por miles de empleados de Apple en todo el país que tenían todos los ojos puestos en esta votación. Pido al consejero delegado de Apple, Tim Cook, que respete los resultados”, ha añadido.

El senador demócrata Bernie Sanders ha celebrado en Twitter el resultado de la votación: “Enhorabuena a los trabajadores de Apple en Towson, Maryland, por convertirse en la primera tienda de Apple en Estados Unidos en formar un sindicato. Lo que estamos viendo ahora mismo es un levantamiento histórico de los estadounidenses de clase trabajadora diciéndole a la élite corporativa que tiene que acabar con su avaricia” ha escrito.

Apple ha intentado resistirse a que sus empleados se sindiquen y alega que puede perjudicar a la empresa. La compañía argumenta que los trabajadores de sus tiendas están mejor pagados que la media del sector y que disponen de beneficios. La compañía elevó recientemente de 20 a 22 dólares por hora el salario base de sus empleados de tienda. Con esos argumentos y presiones sobre los trabajadores había logrado hasta ahora evitar que se sindicasen.

IAM denuncia que Apple envía a sus gerentes de tiendas argumentarios antisindicales y los entrena para desalentar a los trabajadores de sindicarse, diciendo que eso podría suponer que pierdan oportunidades de carrera, promociones basadas en el mérito y tiempo libre. En el argumentario, Apple califica al sindicato de “tercera parte”, aunque los organizadores del sindicato son empleados de las tiendas de Apple.

Pese a todo, hay algunas otras tiendas en Estados Unidos donde sus trabajadores están dando pasos también para sindicalizarse. Apple tiene unos 270 establecimientos comerciales por todo el país.

jueves, 12 de diciembre de 2019

“Google y Amazon nos hacen esclavos sin haber ganado una guerra”. El veterano director del Centro de Supercomputación de Barcelona alerta de la dependencia tecnológica de Europa frente a EE UU y China.

Mateo Valero, director del Centro de Supercomputación de Barcelona, tras la entrevista.

El superordenador más potente de España y quinto de Europa tiene un simbolismo único en el mundo. Su sede, la Torre Girona, en Barcelona, fue la mansión de veraneo de un banquero y exalcalde de la ciudad en el siglo XIX. En el XX pasó a ser un colegio de monjas. En la actualidad el palacio es propiedad de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Aunque su antigua capilla sigue conservando vidrieras, cruces y arcos neogóticos ya no es un templo religioso, sino científico.

El ordenador MareNostrum IV ocupa toda la nave del antiguo templo. La máquina está rodeada por una vitrina de cristal que amortigua su zumbido constante. Grandes tuberías rojas y azules conducen el agua que sirve para refrigerar este coloso capaz de hacer más de 12.000 billones de cálculos por segundo. Este computador atesora el mayor mapa tridimensional que existe de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Es capaz de crear una simulación de la Tierra al completo, reproducir su clima, su evolución, incluso modelar sociedades complejas y analizar sus posibles futuros en función del cambio climático, las epidemias, las guerras o los pactos internacionales capaces de frenar esas catástrofes. Una de sus últimas utilidades es leer los miles de millones de letras del genoma de una persona y recomendar un tratamiento específico para su enfermedad.

El padre intelectual de esta máquina es el hijo de dos agricultores de Aragón que tuvieron que dejar el colegio para trabajar el campo. Mateo Valero (Alfamén, Zaragoza, 1952) despuntó en matemáticas desde niño. Le mandaron a estudiar a Zaragoza y después se hizo ingeniero de telecomunicaciones. En los ochenta comenzó a enseñar arquitectura de computadores, una disciplina en auge, en la Politécnica de Cataluña. Desde entonces, dice con tono mafioso, ha creado una “familia” europea con más de 1.000 doctores de esta disciplina cuyos tentáculos llegan "a todas partes”.

En 2004 el Gobierno de José María Aznar (PP), la Generalitat de Pasqual Maragall (PSOE) y la UPC formaron un consorcio para construir el Barcelona Supercomputing Center o Centro Nacional de Supercomputación, centrado en el MareNostrum I, “la máquina más potente del mundo situada en un centro público”, según explicó entonces el propio Valero, director del centro desde su creación.

El Mare Nostrum 4 instalado en la antigua capilla de la Torre Girona.
  El Mare Nostrum 4 instalado en la antigua capilla de la Torre Girona. BSC

Había que buscar un sitio para el ordenador lo más rápido posible para conseguir pasar el test que selecciona los ordenadores más rápidos del mundo. La vieja capilla de la Torre Girona, desacralizada por Franco poco antes de morir en 1975, se había convertido en un trastero lleno de muebles viejos, el sitio perfecto para meter el superordenador. Desde entonces ha albergado cuatro versiones del MareNostrum. La quinta empezará a funcionar en diciembre de 2020 y será hasta 20 veces más potente que la actual. Pero Valero está pensando ya en la sexta, la primera que puede conseguir que Europa se libere del yugo tecnológico de EE UU y Asia.

“Ninguno de los supercomputadores que existen en el mundo tiene hardware europeo”, explica Valero en esta entrevista. “Dentro de ese hardware, lo fundamental son los procesadores que manejan la información y ejecutan las operaciones. Esos procesadores los hacen básicamente EE UU, Japón y China. Si analizas un chip de esos tiene 21.000 millones de transistores en ocho centímetros cuadrados. Ahí se ponen puertas laterales y aparatos de espionaje, está demostrado, nos espían también a este nivel”, asegura Valero. El BSC acaba de lanzar un proyecto para desarrollar chips hechos en Europa. “Ya tenemos uno pequeño para Internet de las cosas y el siguiente paso es crear otro para supercomputación y servidores. Este es el gran proyecto del BSC y nuestro gran reto”, resalta.

Pregunta. Usted dice que la ética es uno de los principales retos que afronta la tecnología actual.
Respuesta. Donde más errores se están cometiendo es en el uso de nuestros datos. No hay derecho de que para poder acceder a Internet te puedan seguir, sepan todo de ti. Esa recopilación de datos que tú no sabes que tienen para usarlos en cosas que tú ignoras es totalmente contraria a la ética. Lo que hacen Google o Amazon debería ser ilegal. Nos están haciendo esclavos sin haber ganado una guerra. Nos fuerzan a ser esclavos porque si quieres vivir en esta sociedad tienes que tener un móvil, te conectarás y te pillarán. Las GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) son terriblemente malas para la sociedad.

P. ¿Hay alguna forma de evitarlo?
R. Hace falta un acuerdo global, pero basta que China y EE UU digan que no para que no sirva para nada. A pesar de ello, Europa debería hacer sus propios Google y Amazon éticos.

P. ¿Sería eso posible sin un uso comercial de los datos?
R. En el BSC usamos cinco petabytes con genomas de personas y no sabemos quiénes son. No necesitamos saberlo para extraer información y conocimiento científico y médico de ellos. No hace falta invadir la privacidad, la información personal.

P. En octubre Google aseguró haber construido un computador cuántico capaz de resolver un problema más rápido que cualquier ordenador convencional. ¿Los superordenadores tienen los días contados por la soberanía cuántica?
R. No. Nadie en el mundo ha prometido tener computadores cuánticos que sustituyan a los ordenadores o a los móviles actuales. Lo que sí se está intentando es desarrollarlos para resolver un problema particular, por ejemplo de optimización de rutas entre miles o millones de puntos o para descifrar códigos. Pero en el futuro los ordenadores cuánticos se usarán para hacer muy pocas cosas. Hay una guerra comercial. Claro que Google, Microsoft e IBM son buenos, pero se están peleando para no perder presencia en los medios. En este momento la guerra cuántica es más mediática que tecnológica. A nivel de cálculo, los computadores cuánticos están haciendo tonterías.

P. ¿Qué nuevas preguntas se podrán responder con el MareNostrum V?
R. Vamos a poder almacenar muchos más datos y hacer muchas más operaciones. Por ejemplo, hay modelos físicos cuyos resultados son parciales porque no hay suficiente potencia de cálculo. Gracias a esta máquina podremos añadir más componentes a las fórmulas que complican el número de operaciones para simular mejor el comportamiento de la atmósfera y la Tierra. Otro ejemplo. Repsol utiliza el MareNostrum IV para buscar petróleo en entornos poco accesibles como el fondo del golfo de México. Ahora encuentra crudo en uno de cada cinco sitios que perfora, y cada pozo cuesta unos 100 millones de euros. Con un computador más potente puedes hacer los cálculos más fiables.

P. Se acaba de saber que en 2018 la inversión en I+D de España subió un 6% empujada por las empresas, pero los fondos estatales están congelados.
R. En España dedicamos el 1,2% del PIB a investigación. EE UU, el 2,8%. Finlandia llegó a aportar el 3,7%. En España necesitamos un mínimo de recursos. China lo ha demostrado. Ha aumentado la inversión y se ha puesto líder en el desarrollo del 5G. Los políticos en los debates apenas hablaron de educación y ciencia, que son las dos cosas más importantes para un país. La educación es lo primero, lo más importante para que un país sea libre y tenga igualdad de oportunidades. Yo soy producto de ello, salí del gueto. Hay que garantizar esto.

P. En España las empresas contribuyen el 56% de toda la inversión en I+D, bastante menos que la media Europea, del 66% ¿Por qué?
R. Hay muchas empresas que no tienen una base tecnológica fuerte. Han triunfado por otras cosas, como dominar el BOE. Pero las empresas que hacen innovación, cosas de frontera, ganan dinero. El BSC es fruto de la colaboración entre el Gobierno de España, el de Cataluña y la UPC. Es un punto de encuentro de las ideas y las empresas, y funciona. Por cada euro que nos dan estas tres entidades traemos otros 20 de fondos competitivos y de empresas.

P. ¿Qué le parece la posibilidad de que se separen ciencia y universidades en el próximo Gobierno de PSOE Y Podemos?
R. Es un error. En la universidad se hace mucha ciencia. Por ejemplo, la UPC tiene tres centros de excelencia Severo Ochoa. Es cierto que la universidad tiene una endogamia vergonzosa, pero en la universidad se hace muy buena ciencia y se compite con otros centros que tienen mucho más presupuesto por alumno.

P. ¿Ha afectado el procés al BSC?
R. Somos un caso muy raro. Siempre hemos tenido una ayuda tremenda de todos los Gobiernos y partidos. El BSC se creó para tener una plantilla de 70 personas y ahora ya somos casi 700. Este es uno de los pocos temas en los que están de acuerdo el Gobierno de España y la Generalitat. Es un modelo de convivencia. El BSC es el centro de investigación más importante en el que los Gobiernos de España y Cataluña llevan colaborando desde 1984.

https://elpais.com/elpais/2019/12/02/ciencia/1575288636_111639.html

viernes, 1 de junio de 2018

WALTER ISAACSON. “Es importante que no tengamos miedo a la tecnología”. El biógrafo de Steve Jobs y Albert Einstein se centra en su último libro en el origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios.

Nueva York 30 OCT 2015 - 14:28 CET

Walter Isaacson (Nueva Orleans, 20 de mayo de 1952) es más que un biógrafo en serie. Se atreve con los grandes genios, como Steve Jobs y Albert Einstein. El presidente del The Aspen Institute y antiguo director ejecutivo de Time publica ahora Los Innovadores (Debate), en la que echa un vistazo al origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios, de sus talentos y de sus habilidades, de sus éxitos y de sus fracasos. En su trabajo se remonta hasta 1843, cuando Lady Lovelace describió la esencia de los ordenadores modernos. La única hija legítima del poeta Lord Byron supo ver que estas “hermosas máquinas” no tenían que limitarse a manipular números. También afirmó que ningún ordenador sería capaz de pensar.

Un siglo después, surgieron las primeras computadoras. Luego llegó la revolución de Internet. Cuando va a las conferencias y ferias tecnológicas, Isaacson trata siempre de mirar a la gente que está detrás de los productos, para entender lo que está por venir. La innovación real, comenta en esta entrevista, la logran los que son capaces de estar en el punto de unión entre humanidades y tecnología. Por eso el futuro, afirma, estará en manos de las personas que sean capaces de crear esa simbiosis hombre-computador y de la manera más simple.

Pregunta. La tecnología es algo que se da por asumido. ¿Pero entienden las nuevas generaciones las máquinas que usan?
Respuesta. Hay que enseñar matemáticas de una manera diferente, para que se enfoque más en cosas como la lógica y algoritmos, que son claves para la programación, y estadísticas, más que en cálculo. Pero también sería bueno volver a los días en que el usuario podía abrir los dispositivos electrónicos y fisgonear entre los circuitos, en lugar de estar sellados hasta el punto de no llegar a la batería.

P. Es como si se renunciara a poder arreglarlas.
R. Eso es fundamental. Nos estamos viendo alienados por una tecnología que cada vez parece más misteriosa. Por eso escribí este libro, para que se entienda que la tecnología está creada por gente normal. Son personas que entendieron cómo interruptores que se apagaban y encendían creaban un circuito para hacer lógica. Es importante que no tengamos miedo a la tecnología.

P. El origen de la Era Digital lo personifica en Ada, condesa de Lovelace. ¿Por qué?
R. Entendió que era importante conectar el arte a la tecnología, para así poder amar a la vez la poesía y las máquinas. Con su amigo Charles Babbage mostró cómo con tarjetas perforadas se podía programar calculadoras numéricas para hacer fotos, música y palabras, no únicamente números.

P. Las referencias al vínculo que debe haber entre belleza e ingeniería son constantes en su libro. Leonardo Da Vinci hizo eso mucho antes que Ada Byron.
R. Es la persona por excelencia que supo conectar arte con ingeniería y ciencia. Espero que mi próximo libro sea sobre él.

P. ¿Se puede ser visionario sin ser un genio?
R. Hay poca gente realmente inteligente. Muchos de los protagonistas de la era digital son personas normales. Lo que hay que saber es ser creativo, imaginativo. Hay que ser capaz de pensar diferente, como dijo Steve Jobs. Pero también se necesita saber crear equipos de personas. Unos son buenos teniendo ideas, otros ejecutándolas. Se puede ser un innovador independientemente de la personalidad que uno tenga. No hay una fórmula única.

P. ¿Y no es también estar en el momento y el lugar adecuado?
R. Cierto. Pero siempre es el buen momento para ser creativo.

P. Usted explica que innovación es un término que se usa con exceso. ¿Pero muy a menudo se confunde con invención?
R. Ser innovador no significa que siempre haya que ir inventando cosas. Significa que hay que hacer las cosas de otra manera, para crear una conexión con la gente.

P. Las mujeres fueron claves en el origen de la era digital, pero aparecen en la historia con un papel secundario. ¿Por qué?
R. No creo que haya diferencias entre hombres y mujeres a la hora de hacer cálculos matemáticos o de crear máquinas. El problema es que en los inicios los hombres pensaron que las máquinas eran más importantes que los programas y se equivocaron. La historia tampoco ha creado modelos a seguir de mujeres innovadoras. Por eso debemos reconocer el trabajo de Ada Byron o el de programadoras como Grace Hopper, para que inspire a más mujeres a introducirse en la tecnología.

P. La implicación militar fue esencial en el desarrollo de las primeras computadoras y de internet. ¿Debería recuperarse esa colaboración para dar el próximo salto?
R. Es importante que los gobiernos sean socios plenos y financien la investigación científica de base en las universidades. Ayudó a crear cosas como los microchips. No se trata de que participen en la creación de un nuevo producto, sino de preparar la tierra de cultivo para que germine la innovación futura.

P. ¿Cree que las empresas maduras tienen miedo a innovar?
R. Lo que creo es que las compañías que están dispuestas a comerse sus propios productos son las que innovan mejor. Apple creó el iPhone sabiendo que acabaría con el negocio del iPod; estaba dispuesto a canibalizarlo para poder crear algo nuevo.

P. IBM y HP fueron pioneras. Ahora llevan años tratando de transformarse. ¿Tan rápido va la tecnología que no siguen el paso?
R. El gran problema es que las grandes compañías no innovan bien, porque no quieren ir contra sus propios productos.

P. ¿Son imposibles de gestionar?
R. En la era actual, hay que ser ágiles. Ser pequeñas te da esa ventaja. Es mejor que tratar de ser un conglomerado.

P. ¿Cuál es su opinión sobre las patentes? Elon Musk ofrece las suyas para acelerar el coche eléctrico. En el extremo están Apple y Samsung peleándose por un diseño.
R. La tensión entre esos dos modelos ayuda a crear la dinámica para innovar. Por eso no creo que todo deba estar completamente abierto o cerrado. Sí pienso que las reglas deben evolucionar, para permitir sistemas más abiertos en lugar de patentarlo todo.

P. Da por hecho que la colaboración entre el hombre y la máquina está ganando a la idea de la inteligencia artificial.
R. Es la gran historia de la era digital. Combinar la capacidad de las máquinas con el juicio humano es más exitoso que crear máquinas que puedan pensar sin humanos.

P. ¿Habrá entonces una conexión física?
R. Claro. De alguna manera la está habiendo con los relojes y las gafas interactivas. Algún día los dispositivos electrónicos estarán dentro de nuestro cuerpo. Ya tenemos marcapasos.

P. ¿Cuál será la próxima disrupción tecnológica?
R. La banca y espero que suceda pronto. El sistema actual no permite hacer pequeñas transacciones con facilidad y deja a mucha gente al margen. Bitcoin es el inicio de esta disrupción. Espero que Apple u otra compañía encuentre la manera de esquivar a la banca tradicional y utilice pequeños pagos con monedas digitales.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Volver a empezar

Ante cualquier ruptura, nunca se parte de la nada. Tras el cambio, somos los mismos y con el mismo bagaje de experiencias. Hay que perder el miedo a readaptarse.

CUPERTINO. California. 16 de septiembre de 1985. Un hombre, hundido y abatido, acaba de ser relegado de su cargo. Sale al exterior del edificio donde ha tenido lugar la reunión. Sopla una brisa suave. La temperatura es cálida. Siente la necesidad de caminar y decide alejarse del lugar donde acaba de ser traicionado por quienes consideraba incondicionales. Es una humillación. Se puede disfrazar de dimisión voluntaria o retiro temporal, pero es un despido en toda regla. Uno más de tantos que se producen en Estados Unidos. Con una salvedad. La empresa que lo ha despedido fue creada y levantada por él mismo. Esa compañía se llama Apple. Y ese hombre es Steve Jobs. Derrama unas lágrimas. Es inevitable. Demasiados meses de tensión acumulada. Dinero no le falta a Steve Jobs. Pero no es ese su problema.

“¿Qué voy a hacer ahora? ¿Empezar de cero?”, se pregunta.
Le ha llevado años levantar Apple. El esfuerzo ha sido titánico. Todavía es joven. Tiene ilusiones. Energía. Ha cumplido los 30. Jobs es un aventurero, un emprendedor.

Al cabo de unas semanas llama a sus mejores colaboradores y los convence para dejar Apple. Nace NeXT, su segundo proyecto empresarial. En efecto, va a empezar de nuevo. A empezar de cero.

Volver a empezar, el título de la película de José Luis Garci, es un acontecimiento que, en un momento u otro, golpea la vida. Sea una ruptura con los socios, un giro profesional repentino, un despido, un cierre de la empresa, el final de una etapa profesional, una separación…

La sensación que se apodera de uno es la de no tener nada. Tener que volver a empezar desde la nada. Pero eso no es del todo cierto. “Cero” es una sensación, una percepción que emana del tren del cual nos hemos apeado y ya no está, de esa soledad que rodea a quien corta el cordón umbilical con una estructura, una organización, una empresa, un socio o el proyecto que lo vinculaba.

“Cero” es demasiado. Porque una persona es también su pasado, su experiencia, sus conocimientos, los criterios adquiridos a través del desempeño, los hábitos y automatismos que precisa toda profesión.

Un importante científico con quien tengo una buena amistad me pidió ir a comer el otro día. Me explicó que lo relegaban de la dirección del instituto científico al cual pertenecía. Pesaba más la desazón del qué dirán en la comunidad científica que las consecuencias reales de tal cambio. “He de empezar de cero”, me dijo. “Y tengo 60 años”.

Me resultaba incomprensible tal desazón. El científico, una hora después y una hora antes, era el mismo. Su experiencia seguía ahí. Sus conocimientos permanecían.

Todo lo trabajado, todo lo realizado es un activo y va con uno, dentro de la mochila, ahí donde viajamos. Afirma el filósofo José Antonio Marina que el talento es inteligencia en acción. Y la inteligencia no es solo la capacidad, sino el bagaje adquirido a lo largo de los años. Empezar de cero es una falacia. Ni es empezar, ni es de cero. Es continuar desde lo que uno es y sigue siendo.

Redefinamos, así pues, el sentido y significado de “nuevo proyecto o nuevo reto profesional”. Podríamos definirlo como la forma en que modificamos nuestra red de relaciones con tal de dirigir nuestra experiencia y conocimientos adquiridos hacia un nuevo propósito.

Nuestro tejido de conexiones sigue siendo el mismo. El bagaje también. En realidad solo varían dos cosas: el propósito y el modo en que nos vamos a relacionar a partir de ahora con nuestro entorno. La clave está en ese diseño, así como en las posibilidades del nuevo propósito. Volver a empezar se convierte pues en algo bien distinto: una meta diferente y un nuevo esquema de lazos y uniones. Una transformación del cómo pero no del qué, el cual sigue inalterado.

Obviamente, hay nuevas dificultades. Es también cierto que la estructura de ingresos desaparece de momento. Y que el modelo que nos mantenía deja de ser vigente. Pero, condicionados por el estupor del momento y el miedo al cambio, confundimos lo que somos con el cargo que ocupamos. Es como aquel político a quien llamaban gobernador y respondió: –Yo no soy el gobernador, sino el hombre que ocupa actualmente el cargo de gobernador.

Lo mismo a la inversa. En la vida hay momentos difíciles. Es innegable. Pero nunca se parte de cero.

Por cierto, NeXT no fue un éxito de ventas, pero sí tecnológico. La propia Apple adquirió esta empresa unos años después por 400 millones de dólares para poder relanzar los ordenadores personales Apple con el software de NeXT.

Estamos de nuevo en Cupertino, un 16 de septiembre de 1997. Steve Jobs, alegre y triunfante, acaba de ser readmitido. Sale al exterior del edificio donde se ha celebrado la reunión. Paradojas de la vida, es el mismo día del mismo mes en el que 12 años atrás fue expulsado. Continuar, en lugar de volver a empezar, le ha permitido regresar a su propia empresa.

Sopla una brisa suave. La temperatura es cálida. Siente la necesidad de caminar y decide alejarse del edificio, pero esta vez lo hace solo unos metros.

http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/volver-a-empezar/

domingo, 11 de septiembre de 2016

“Un puesto de salchichas paga más impuestos que las multinacionales”. El canciller austriaco critica las prácticas fiscales de las grandes corporaciones como Amazon o Starbuks y critica a Irlanda por el caso Apple

El jefe del Gobierno austríaco, el socialdemócrata Christian Kern, ha criticado criticado que cualquier cafetería o puesto de salchichas de Viena pague más impuestos en Austria que multinacionales como Amazon o Starbucks. "Cualquier cafetería vienesa, cualquier puesto de salchichas, paga más impuestos que una empresa multinacional", lamentó Kern en una entrevista que publica este sábado el diario Der Standard.

"Esto se aplica a Starbucks, Amazon y otras compañías", sostuvo. El canciller manifiestó que la cadena de cafeterías Starbucks había pagado en 2014 unos 1.400 euros como impuesto de sociedades, menos que cualquier quiosco de salchichas, según algunas estimaciones.

Kern justificó la decisión de la Comisión Europea de exigir a Apple que pague en Irlanda 13.000 millones de euros por impuesto no liquidados. El canciller austriaco destacó la escasa contribución de estas grandes empresas a las arcas públicas. El Gobierno irlandés anunció el viernes que recurrirá el dictamen de la Comisión, que ha sido también criticado por Apple.

El político socialdemócrata austriaco también reprobó a multinacionales como Google o Facebook, al asegurar que si pagasen más impuestos, el Estado podría ofrecer más ayudas a la prensa escrita para afrontar su actual crisis.

Según Kern, Google tiene un volumen de negocio en Austria de unos 200 millones de euros, mientras que el Facebook es de unos 120 millones, y entre ambas empresas contratan a unas 20 personas.

El canciller criticó que ambas compañías obtuvieran muchos más beneficios por publicidad en Austria pero no pagasen allí ni impuesto de sociedades ni sobre la publicidad. En esta línea, criticó que algunos países de la Unión Europea compiten por bajar el impuesto de sociedades para atraer a estas empresas, lo que daña a otros socios del bloque. "Lo que hace Irlanda, Holanda, Luxemburgo o Malta es insolidario con el resto de la economía europea", concluyó.

Varias multinacionales han sido criticadas por minimizar el pago de impuestos remitiendo la facturación a filiales situadas en otros países que gozan de mejor trato fiscal. Es una práctica habitual de las grandes grupos tecnológicos, muchos de ellos estadounidenses. Aunque esta práctica de elusión fiscal está extendida entre las grandes corporaciones de todo el mundo.

http://economia.elpais.com/economia/2016/09/03/actualidad/1472919626_703236.html

jueves, 12 de noviembre de 2015

Stephen Hawking sobre el futuro del capitalismo, la desigualdad... y la Renta Básica

El pasado jueves, (22-10). el reconocido físico y cosmólogo Stephen Hawking, dejó caer una verdadera bomba sobre el capitalismo y el futuro de la desigualdad. Con los rápidos avances tecnológicos de las últimas décadas (por ejemplo, la tecnología informática, la robótica), hemos visto crecer las desigualdades económicas a un ritmo alarmante, y como una especie de clase plutocrática de propietarios - es decir, los capitalistas - se volvían inmensamente ricos. Hawking cree que, si las máquinas no terminan por reemplazar el trabajo humano y produciendo todos nuestros productos, y continuamos la actual vía neoliberal, estamos en camino de convertirse en una suerte de distopía con una clase de grandes propietarios, con una riqueza inconmensurable, y una clase inferior de desposeídos - es decir, las masas - que vivirán en la pobreza extrema. En una sesión de “pregúntame lo que quieras” de Reddit, Hawkins escribió:

"Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyen las cosas. Todo el mundo podrá disfrutar de una vida de lujo ociosa si la riqueza producida por las máquinas es compartida, o la mayoría de la gente puede acabar siendo miserablemente pobre si los propietarios de las máquinas conspiran con éxito contra la redistribución de la riqueza. Hasta ahora, la tendencia parece ser hacia la segunda opción, con la tecnología provocando cada vez mayor desigualdad".

La sustitución del trabajo humano por máquinas ha sido siempre uno de los temores de la clase trabajadora. Al inicio de la revolución industrial, ese miedo dio lugar a una reacción violenta de los trabajador conocida como el movimiento ludita: en Inglaterra, los trabajadores textiles protestaron contra los despidos y las dificultades económicas destruyendo equipos industriales y fábricas. Hoy en día, ocurre de nuevo con la eliminación de muchos puestos de trabajo fabriles previamente estables en ciudades como Baltimore y Detroit, sustituidos en gran medida por la automatización. Este tipo de innovación tecnológica que tiene lugar en toda la historia del capitalismo es lo que Joseph Schumpeter llamó la "destrucción creativa", que describió como un "proceso de cambio industrial que revoluciona incesantemente la estructura económica desde dentro, destruyendo sin cesar la antigua, creando incesantemente una nueva”. Schumpeter llamó a este proceso “la característica esencial del capitalismo".

La destrucción creativa siempre ha resultado hasta ahora positiva para la sociedad. Aunque que las innovaciones eliminan puestos de trabajo para muchos, las nuevas tecnologías han creado históricamente nuevas industrias y nuevos empleos con ellas. Este proceso inherente del capitalismo aumenta rápidamente la productividad del trabajador y por lo tanto hace que los que eran hasta entonces bienes de lujo pasen a estar al alcance de sectores más amplios de la población. Las nuevas tecnologías ayudan a producir muchos más productos, que aumentan la oferta y empujan hacia abajo el precio para satisfacer la demanda.

Como he dicho anteriormente, históricamente, la destrucción creativa termina produciendo nuevos puestos de trabajo después de la eliminación de los antiguos. Pero actualmente podríamos estar tomando otra dirección, y la tecnología estaría eliminando más puestos de trabajo que los que crea. Nada ejemplifica esto mejor que los "tres grandes" fabricantes de automóviles en 1990 (GM, Ford, Chrysler) en comparación con las tres grandes empresas de tecnología de hoy en día. En 1990, los fabricantes de automóviles estadounidenses obtuvieron $ 36 mil millones en ingresos en total, y emplearon a más de un millón de trabajadores, en comparación con Apple, Facebook y Google hoy en día, que en conjunto consiguen más de un billón de dólares en ingresos pero, sin embargo, sólo emplean 137.000 trabajadores.

Y ¿qué ocurre con la industria manufactura estadounidense en comparación con el sector financiero? Desde la década de 1950, el sector financiero ha pasado de alrededor del 10 por ciento de las ganancias de las empresas nacionales a cerca del 30 por ciento actual (con un máximo de 40 por ciento a principios de siglo), mientras que la industria manufacturera ha caído de cerca del 60 por ciento de los beneficios empresariales a alrededor del 20 por ciento. Pero lo realmente revelador son los puestos de trabajo en EE UU de cada sector. El empleo en la industria financiera se ha mantenido bastante estable en los últimos sesenta años, menos de un 5 por ciento, mientras que la industria manufactura se ha reducido de un 30 por ciento a menos del 10 por ciento. Esto tiene mucho que ver con la financiarización de la economía estadounidense, pero también con el aumento de la automatización. Y esta tendencia se va a acentuar. Según un estudio de la Universidad de Oxford de 2013, hasta el 47% de los puestos de trabajo podrían ser informatizados en los próximos 10 o 20 años.

La clase media ha sido la más afectada en los últimos decenios, y lo continuará siendo duramente en las próximas décadas a este ritmo. De 1973 a 2013, por ejemplo, los salarios medios de los trabajadores sólo aumentaron un 9,2 por ciento, mientras que la productividad creció alrededor del 74,4 por ciento. Compárese esto con el período de post-guerra (1948-1973), en el que la productividad aumentó en un 96,7 por ciento y los salarios de los trabajadores el 91,3 por ciento. Al mismo tiempo, el uno por ciento de los salarios más altos han crecido un 138 por ciento desde 1979, mientras que la clase propietaria ha visto aumentar su riqueza a un ritmo acelerado. A finales de la década de los 70, el 0,1 superior poseía solo el 7,1 por ciento de la riqueza de los hogares en Estados Unidos, mientras que en 2012 esa cifra se había más que triplicado hasta el 22 por ciento, que es aproximadamente lo mismo que posee el 90 por ciento inferior de los hogares. Piénselo. El 0,1 por ciento de la población posee tanta riqueza como el 90 por ciento.

Estamos, como Hawking ha dicho, ante dos posibilidades. El futuro puede implicar aún más desigualdad si la tecnología sigue reemplazando la mano de obra y deja a las masas desempleadas y desposeídas (en la actualidad, esto parece lo más probable), o, si la riqueza se distribuye de manera más uniforme, todo el mundo puede disfrutar del "lujo ocioso", o como lo describió célebremente Karl Marx:

"En la sociedad comunista, en la que nadie tiene una esfera exclusiva de actividad, sino que cada uno puede realizarse en el campo que desee, la sociedad regula la producción general, haciendo a cada uno posible el hacer hoy una cosa y mañana otra distinta: Cazar por la mañana, pescar después de comer, criar ganado al atardecer y criticar a la hora de la cena; todo según sus propios deseos y sin necesidad de convertirse nunca ni en cazador, ni en pescador, ni en pastor, ni en crítico”.

El influyente economista John Maynard Keynes, creía que el futuro del capitalismo (en contraposición al socialismo o el comunismo, como Marx creía) brindaría esa existencia tranquila a los seres humanos. En su ensayo de 1930, "las Posibilidades económicas de nuestros nietos", predijo que el crecimiento y los avances tecnológicos que el capitalismo proporcionaba reducirían la semana laboral media a las quince horas en un siglo, por lo cual que hacer en el tiempo libre se convertirá en nuestra mayor preocupación. Sobre el dinero, Keynes adelantó una esperanzada predicción con su animada prosa habitual (salvo en su Teoría General, excepcionalmente árida).

"El amor al dinero como posesión -para distinguirla del amor al dinero como un medio para la satisfacción de las necesidades y los placeres de la vida -será reconocido como lo que es, una morbilidad algo repugnante, una de esas tendencias semi-criminales, semi-patológicas que se dejan con un estremecimiento en manos de los especialistas en enfermedades mentales".

Keynes hizo algunas predicciones proféticas en su día, pero esta no fue una de ellas. Hoy en día, parece que el análisis de Marx del capitalismo se adapta mejor a las grandes desigualdades económicas y la movilidad global del capital.

Sin embargo, nada está escrito en piedra. El auge de Bernie Sanders, por ejemplo, revela un creciente movimiento dispuesto a combatir el status quo neoliberal que ha llegado a dominar la política estadounidense (y mundial). Si la economía continúa su camino actual, la distribución de la riqueza ya no será sólo una cuestión moral sobre el nivel de desigualdad que como sociedad estamos dispuestos a aceptar, sino una cuestión de estabilidad política y económica. La propiedad del capital en última instancia, determinará ese futuro, pero hay otros movimientos e ideas políticas con ese futuro en mente, como la renta básica universal, gracias a la cual a todos los ciudadanos, una vez que llegan a cierta edad, se les proporcionaría un ingreso, que permitiría probablemente sustituir las redes de seguridad tradicionales. Suiza puede ser el primer país en adoptar esta política, y la votación probablemente tendrá lugar en 2016. El plan propuesto proporcionaría un ingreso mensual garantizado de $ 2.600 o $ 31.200 al año; en otras palabras, lo suficiente para que todo el mundo pueda sobrevivir y llevar a cabo un trabajo que realmente le satisfaga. Para la derecha a punto de gritar la palabra que empieza con M, hay que señalar que muchos conservadores e incluso libertarios, como FA Hayek, han apoyado esta idea. [1] Tiene una sorprendente historia de apoyo bipartidista, y podría, por lo menos, evitar la pobreza extrema en el futuro, si los robots y la tecnología de la información continúan sustituyendo empleos humanos.

La creciente desigualdad en todo el mundo ya no puede ser ignorada, y hacer frente a este y a otros problemas del capitalismo, como la degradación del medio ambiente, no sólo es moralmente correcto, sino lo más pragmático que se puede hacer.

 Nota de la R.: [1] Hayek nunca defendió la Renta Básica, sí una renta mínima de inserción o, en todo caso, una renta garantizada condicionada.

Conor Lynch es un escritor y periodista que vive en la ciudad de Nueva York, ha publicado en Salon, Alternet, The Hill, y CounterPunch. 
http://www.sinpermiso.info/textos/stephen-hawking-sobre-el-futuro-del-capitalismo-la-desigualdad-y-la-renta-basica

lunes, 21 de septiembre de 2015

Manzanas. Seréis expulsados del paraíso de la ciencia y vuestro cerebro seguirá siendo corroído y manipulado por la superstición


La inteligencia humana se ha movido simbólicamente en torno a tres manzanas.

Primero fue la manzana del paraíso que la serpiente ofreció a Eva. Si coméis el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal seréis como dioses. El texto original en hebreo se fue adulterando al pasar por diversas traducciones del griego al latín. Se supone que la serpiente ofreció a Eva una propuesta hacia el conocimiento, pero el cristianismo adoptó una acepción equivocada de manzana, malum en latín, y transformó en pecado lo que en la lengua original se exponía de manera positiva y liberadora. La religión católica ha seguido interpretando la pérdida del paraíso como castigo ejemplar frente a la teoría de la evolución.

La segunda manzana fue la que, según la tradición, le cayó a Newton en la cabeza y le impulsó a desarrollar la ley de la gravedad, llave de la física moderna, que ha permitido que una sonda espacial haya llegado a Plutón después de recorrer 5.000 millones de kilómetros.

La tercera manzana preside hoy la empresa más exitosa de nuestro siglo. Apple muestra con orgullo su logo universalmente conocido, una manzana con un pequeño mordisco cuyo significado alude de nuevo a la liberación que proporciona el conocimiento.

La nueva Ley de Educación perpetrada por el infausto ministro Wert equipara las manzanas de la física y de la informática con la manzana del paraíso, que solo es fruto de un cuento mágico, paradigma de la culpa de la inteligencia, origen de todos los males.

La enseñanza de la religión como asignatura favorecida y evaluable pone a Eva al mismo nivel de Newton y de Alan Turing, padre de los nuevos ordenadores. Pero hoy la serpiente diría a los alumnos: si mordéis esta manzana de Wert no seréis como dioses. Seréis expulsados del paraíso de la ciencia y vuestro cerebro seguirá siendo corroído y manipulado por la superstición.

El País. 20 SEP 2015 - http://elpais.com/elpais/2015/09/18/opinion/1442588941_914907.html

Las ideas no son manzanas.
“If you have an apple and I have an apple and we exchange these apples then you and I will still each have one apple. But if you have an idea and I have an idea and we exchange these ideas, then each of us will have two ideas.”

Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tendremos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas.

Este simple ejemplo de George Bernard Shaw debería ser suficiente para mostrar la diferencia fundamental entre el conocimiento y los bienes materiales. Sin embargo, parece ser la tendencia actual el cubrir al conocimiento con un manto de escasez artificial, impidiendo su difusión para de esta forma asemejarlo a las cosas materiales y tratarlo como a estas últimas...
Seguir leyendo aquí.

jueves, 25 de agosto de 2011

Apple y el diseño de una carrera de éxitos

Una historia de éxitos: Apple.

Apple, Steve Jobs

El cofundador de la empresa dimite, estaba de baja desde enero.- Lo sustituirá Tim Cook, hasta ahora director de operaciones

lunes, 24 de enero de 2011

Steve Jobs, el líder de la mítica manzana; baja por enfermedad.

Steve Jobs, el hombre que revolucionó el ordenador personal con los Mac, el cine de animación con Pixar, la música con el iPod, los móviles con el iPhone, y pretende cambiar los medios de comunicación con el iPad, se retira forzado por una grave enfermedad


Desde el lugar desconocido donde cuida de su maltrecha salud, Steve Jobs, co-fundador de Apple en 1976, habrá visto con alivio cómo ha soportado la empresa el terremoto de su partida y su sustitución temporal por su lugarteniente Tim Cook. Las cosas, de momento, van viento en popa para Apple, que en abril pasado superó a su eterno rival, Microsoft, y se colocó como la segunda compañía del mundo por capitalización bursátil, con un valor de 232.000 millones de euros, solo por detrás del gigante petrolero Exxon. Y todo gracias a Jobs. Expulsado de la que era su casa en 1985 y repescado en 1997, en poco más de diez años ha conseguido el milagro: colocar a Apple en la cima y hacer de ella una de las empresas punteras del mundo en innovación. Un logro más de esta especie de rey Midas moderno que solo cobra un dólar simbólico al año, y ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado.

Jobs tiene el don de anticiparse a los deseos de los consumidores. Lo ha conseguido con los ordenadores iMac, con el iPod, con el iPhone, con el iPad, productos que han conformado la fisonomía de nuestro mundo. La gente, cree, no está en condiciones de saber cuál será el siguiente producto estrella. Por eso le gusta la frase de Henry Ford, el hombre que hizo del automóvil un producto de consumo masivo: "Si les hubiera preguntado a mis clientes lo que querían, me habrían dicho: un caballo más rápido".



Budista, vegetariano -aunque come también pescado-, con fama de autoritario e intratable, casado y padre de cuatro hijos - a la mayor, fruto de una relación juvenil tardó meses en reconocerla-, Jobs ha estado marcado desde el principio por un destino especial. Nacido en San Francisco, en febrero de 1955, sus padres, dos jóvenes licenciados de la Universidad de Wisconsin, decidieron darle en adopción. Su madre, según contaría el propio Jobs muchos años después, había localizado a un matrimonio de abogados de buena posición para entregarles a la criatura, pero a última hora lo rechazaron porque querían una niña. Se abrió pasó entonces una solución de urgencia, la de los Jobs, los segundos en la lista de aspirantes al bebé, un matrimonio de Mountain View, una pequeña ciudad en el área de la bahía de San Francisco (California). No puede decirse que fuera la mejor manera de llegar al mundo, pero el pequeño Steve Paul Jobs tardó en enterarse de estos detalles.

 En algún momento de su vida, sin embargo, el asunto debió de obsesionarle lo suficiente como para contratar a un detective privado para que localizara a su madre biológica. Resultó ser Joanne Simpson, especialista en terapia del lenguaje que finalmente se había casado con el padre de Steve, Abdulfattah Jandali, sirio de religión musulmana, poco después de entregarle a él en adopción. La pareja duró apenas cuatro años, tiempo en el que nació una hija, Monna Simpson, una escritora famosa en Estados Unidos. Todo un culebrón que contribuyó seguramente a construir la personalidad hermética y exigente del jefe de Apple. (LOLA GALÁN 23/01/2011 en El País) Leer más aquí. Más aquí en el NYT. Y aquí en "El País" de los Negocios