Nueva York 30 OCT 2015 - 14:28 CET
Walter Isaacson (Nueva Orleans, 20 de mayo de 1952) es más que un biógrafo en serie. Se atreve con los grandes genios, como Steve Jobs y Albert Einstein. El presidente del The Aspen Institute y antiguo director ejecutivo de Time publica ahora Los Innovadores (Debate), en la que echa un vistazo al origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios, de sus talentos y de sus habilidades, de sus éxitos y de sus fracasos. En su trabajo se remonta hasta 1843, cuando Lady Lovelace describió la esencia de los ordenadores modernos. La única hija legítima del poeta Lord Byron supo ver que estas “hermosas máquinas” no tenían que limitarse a manipular números. También afirmó que ningún ordenador sería capaz de pensar.
Un siglo después, surgieron las primeras computadoras. Luego llegó la revolución de Internet. Cuando va a las conferencias y ferias tecnológicas, Isaacson trata siempre de mirar a la gente que está detrás de los productos, para entender lo que está por venir. La innovación real, comenta en esta entrevista, la logran los que son capaces de estar en el punto de unión entre humanidades y tecnología. Por eso el futuro, afirma, estará en manos de las personas que sean capaces de crear esa simbiosis hombre-computador y de la manera más simple.
Pregunta. La tecnología es algo que se da por asumido. ¿Pero entienden las nuevas generaciones las máquinas que usan?
Respuesta. Hay que enseñar matemáticas de una manera diferente, para que se enfoque más en cosas como la lógica y algoritmos, que son claves para la programación, y estadísticas, más que en cálculo. Pero también sería bueno volver a los días en que el usuario podía abrir los dispositivos electrónicos y fisgonear entre los circuitos, en lugar de estar sellados hasta el punto de no llegar a la batería.
P. Es como si se renunciara a poder arreglarlas.
R. Eso es fundamental. Nos estamos viendo alienados por una tecnología que cada vez parece más misteriosa. Por eso escribí este libro, para que se entienda que la tecnología está creada por gente normal. Son personas que entendieron cómo interruptores que se apagaban y encendían creaban un circuito para hacer lógica. Es importante que no tengamos miedo a la tecnología.
P. El origen de la Era Digital lo personifica en Ada, condesa de Lovelace. ¿Por qué?
R. Entendió que era importante conectar el arte a la tecnología, para así poder amar a la vez la poesía y las máquinas. Con su amigo Charles Babbage mostró cómo con tarjetas perforadas se podía programar calculadoras numéricas para hacer fotos, música y palabras, no únicamente números.
P. Las referencias al vínculo que debe haber entre belleza e ingeniería son constantes en su libro. Leonardo Da Vinci hizo eso mucho antes que Ada Byron.
R. Es la persona por excelencia que supo conectar arte con ingeniería y ciencia. Espero que mi próximo libro sea sobre él.
P. ¿Se puede ser visionario sin ser un genio?
R. Hay poca gente realmente inteligente. Muchos de los protagonistas de la era digital son personas normales. Lo que hay que saber es ser creativo, imaginativo. Hay que ser capaz de pensar diferente, como dijo Steve Jobs. Pero también se necesita saber crear equipos de personas. Unos son buenos teniendo ideas, otros ejecutándolas. Se puede ser un innovador independientemente de la personalidad que uno tenga. No hay una fórmula única.
P. ¿Y no es también estar en el momento y el lugar adecuado?
R. Cierto. Pero siempre es el buen momento para ser creativo.
P. Usted explica que innovación es un término que se usa con exceso. ¿Pero muy a menudo se confunde con invención?
R. Ser innovador no significa que siempre haya que ir inventando cosas. Significa que hay que hacer las cosas de otra manera, para crear una conexión con la gente.
P. Las mujeres fueron claves en el origen de la era digital, pero aparecen en la historia con un papel secundario. ¿Por qué?
R. No creo que haya diferencias entre hombres y mujeres a la hora de hacer cálculos matemáticos o de crear máquinas. El problema es que en los inicios los hombres pensaron que las máquinas eran más importantes que los programas y se equivocaron. La historia tampoco ha creado modelos a seguir de mujeres innovadoras. Por eso debemos reconocer el trabajo de Ada Byron o el de programadoras como Grace Hopper, para que inspire a más mujeres a introducirse en la tecnología.
P. La implicación militar fue esencial en el desarrollo de las primeras computadoras y de internet. ¿Debería recuperarse esa colaboración para dar el próximo salto?
R. Es importante que los gobiernos sean socios plenos y financien la investigación científica de base en las universidades. Ayudó a crear cosas como los microchips. No se trata de que participen en la creación de un nuevo producto, sino de preparar la tierra de cultivo para que germine la innovación futura.
P. ¿Cree que las empresas maduras tienen miedo a innovar?
R. Lo que creo es que las compañías que están dispuestas a comerse sus propios productos son las que innovan mejor. Apple creó el iPhone sabiendo que acabaría con el negocio del iPod; estaba dispuesto a canibalizarlo para poder crear algo nuevo.
P. IBM y HP fueron pioneras. Ahora llevan años tratando de transformarse. ¿Tan rápido va la tecnología que no siguen el paso?
R. El gran problema es que las grandes compañías no innovan bien, porque no quieren ir contra sus propios productos.
P. ¿Son imposibles de gestionar?
R. En la era actual, hay que ser ágiles. Ser pequeñas te da esa ventaja. Es mejor que tratar de ser un conglomerado.
P. ¿Cuál es su opinión sobre las patentes? Elon Musk ofrece las suyas para acelerar el coche eléctrico. En el extremo están Apple y Samsung peleándose por un diseño.
R. La tensión entre esos dos modelos ayuda a crear la dinámica para innovar. Por eso no creo que todo deba estar completamente abierto o cerrado. Sí pienso que las reglas deben evolucionar, para permitir sistemas más abiertos en lugar de patentarlo todo.
P. Da por hecho que la colaboración entre el hombre y la máquina está ganando a la idea de la inteligencia artificial.
R. Es la gran historia de la era digital. Combinar la capacidad de las máquinas con el juicio humano es más exitoso que crear máquinas que puedan pensar sin humanos.
P. ¿Habrá entonces una conexión física?
R. Claro. De alguna manera la está habiendo con los relojes y las gafas interactivas. Algún día los dispositivos electrónicos estarán dentro de nuestro cuerpo. Ya tenemos marcapasos.
P. ¿Cuál será la próxima disrupción tecnológica?
R. La banca y espero que suceda pronto. El sistema actual no permite hacer pequeñas transacciones con facilidad y deja a mucha gente al margen. Bitcoin es el inicio de esta disrupción. Espero que Apple u otra compañía encuentre la manera de esquivar a la banca tradicional y utilice pequeños pagos con monedas digitales.
viernes, 1 de junio de 2018
WALTER ISAACSON. “Es importante que no tengamos miedo a la tecnología”. El biógrafo de Steve Jobs y Albert Einstein se centra en su último libro en el origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios.
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