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domingo, 2 de marzo de 2025

Los efectos de la retirada de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud

Una de las primeras órdenes ejecutivas firmadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue la retirada de su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una decisión que poco después secundó el presidente de Argentina, Javier Milei. Esta medida tendrá efectos críticos en la salud global, en especial en los países más pobres, pero también en Estados Unidos y en Argentina, si no se revierte en los 12 meses que quedan para que se haga efectiva.

La orden dictada por el presidente estadounidense es difícil de calificar. Cuesta determinar si es un acto de profunda crueldad o una muestra más de la impresionante ignorancia de la que presume la legión de negacionistas, antivacunas o terraplanistas que, a base de mentiras, se multiplican como las setas en todo el mundo.

Una organización esencial para el planeta

La OMS, fundada en 1948, es una organización internacional que cuenta actualmente con 194 países miembros, lo que representa prácticamente la totalidad de los Estados reconocidos a nivel global. Sus funciones son esenciales para la promoción de la salud en todo el planeta: evalúa, monitorea, proporciona información, asesora y establece estándares internacionales, presta ayuda a los países más pobres y actúa ante epidemias o desastres.

Su intervención ha sido decisiva para erradicar la viruela, reducir casos de polio en todo el mundo en un 99%, o la prevalencia de la malaria y el tracoma. Sin la OMS, hubiera sido imposible lograr avances en materia de salud, así como igualdad en el acceso a servicios sanitarios en casi todos los países.

Estados Unidos ha ejercido un papel fundamental para la organización desde sus inicios. No solo por ser su mayor contribuyente financiero, tanto en aportes obligatorios como en donaciones voluntarias de diversas fuentes, sino también por su capacidad operativa a la hora de brindar asistencia y por la valiosa contribución de su sistema de información e investigación. Muchos analistas internacionales señalan que la OMS proporcionó también a Washington mucho prestigio e influencia, además de abrirle las puertas para obtener otros beneficios complementarios. Y, por ello, la medida que ahora propone el presidente Trump implica renunciar a su propio legado como potencia sanitaria global. Y es seguro que tendrá un efecto contrario al que aparentemente busca.

Su orden se justifica afirmando que la OMS depende de la política de algunos países. Sin embargo, lo que paradójicamente ocurrirá, si finalmente Estados Unidos se retira, renunciando a su liderazgo, será que otros países, encabezados por China, tomarán el relevo y aumentarán su influencia global.

Una medida inhumana y cruel

La retirada de EE.UU. y de otros países, como Argentina, supondrá que esta organización dispondrá de casi un 20% menos de presupuesto. Un recorte significativo que, si no se compensa con aportes más cuantiosos de otros miembros, causará un gran daño para la salud mundial.

Todos los países, sin excepción, van a sufrir los efectos de la menor capacidad de esta organización para evaluar, prever, asesorar, coordinar, actuar o ayudar frente a enfermedades, pandemias o catástrofes sanitarias. Pero es lógico y será inevitable que el perjuicio sea mucho mayor en los más pobres, en donde los sistemas nacionales de salud son más débiles y con mayor dependencia exterior.

Claramente, la decisión que han tomado Trump o Milei podría llevar a la enfermedad o a la muerte a cientos de miles de seres humanos.

Ahora bien, la medida de ambos presidentes es doblemente cruel porque perjudica incluso a sus propias naciones. Hay que ser muy ignorante para no darse cuenta de que Estados Unidos o Argentina también sufrirán las consecuencias de esta decisión.

Las epidemias, infecciones o enfermedades que la OMS ayuda a combatir no entienden de fronteras, como ha demostrado el Covid-19. Por lo tanto, cuanto más se expandan fuera de un país, más riesgo tendrán de sufrirlas también los que hayan abandonado la organización. Retirarse de ella limita la experiencia y capacidad de monitoreo del sistema de salud, retrasa las respuestas y, sin la cooperación activa de una organización global, se tendrá más dificultades para hacer frente a riesgos sanitarios, como la gripe aviar o brotes de sarampión, que ya han empezado a manifestarse, o a otros que puedan venir en el futuro.

Así lo advierten especialistas como Jesse Bump, profesor de políticas de salud global y director ejecutivo del Programa Takemi en Salud Internacional, quien recientemente declaró que en Estados Unidos serían “más vulnerables a la importación de enfermedades que se propagarían a otros lugares (…) Con la disminución de la inmunización contra las enfermedades infantiles, es más probable que tengamos brotes de polio, sarampión y similares”.

En un mundo tan interconectado como el actual, aislarse de organismos cuyo objetivo es combatir enfermedades globales –ya sea por razones financieras, como dice Trump, o por autonomía, como sostiene Milei– recuerda a la tremenda insensatez de los ricos que, hace más de cien años, protestaban cuando tenían que pagar el saneamiento de los barrios populares de sus ciudades. Sin entender que cualquier tipo de enfermedad, desatada por falta de saneamiento, se propagaría sin remedio y llegaría también a sus casas.

Mentiras y negacionismo de la ciencia

Tanto Trump como Milei, junto a los equipos de oligarcas multimillonarios que los acompañan, han tomado esa decisión mintiendo a sus compatriotas.

El mandatario de EE.UU. se queja del coste financiero de la contribución obligatoria de su país, sin mencionar que esta se fija objetivamente en función de la población y el Producto Interno Bruto. Y sin considerar los beneficios que le producciones. Como también acusa sin pruebas a la OMS de dependencia política, cuando su país es el más influyente de todos.

Por su parte, Milei afirma que toma esta decisión para tener «más flexibilidad para adoptar políticas» y para que ningún «organismo internacional intervenga en nuestra soberanía». Pero oculta que esta organización no dicta ni impone políticas, sino que, a lo sumo, hace recomendaciones que pueden seguirse o no.

La OMS pudo haber tenido retrasos e incluso haber cometido errores en la última pandemia de Covid-19, pero en ningún caso esto justifica que algún país la abandone por esa razón. Por el contrario, debería impulsarlos a fortalecerla.

Al sostener que sus decisiones responden a ideologías o preferencias políticas y no de conclusiones científicas, lo que hacen Trump, Milei y su cohorte de oligarcas es precisamente destruir la confianza en el soporte más potente que ha tenido el progreso de la humanidad a lo largo de la historia: la ciencia.

Lo hacen porque saben perfectamente que la única forma de consolidar su estrategia de dominio imperial es engañar y mantener a los pueblos en la ignorancia y la confusión. Ya lo dijo el libertador latinoamericano Simón Bolívar ante el Segundo Congreso de Venezuela en 1819: “La esclavitud es hija de las tinieblas y un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.”

Esperemos que haya presión social y se imponga la sensatez. Las consecuencias de esta decisión irresponsable, si no se revierte, serían dramáticas.

Juan Torres López

lunes, 9 de diciembre de 2024

Por qué EE.UU. es el único país del mundo que se niega a ratificar la Convención de los Derechos del Niño

Niños estadounidenses de diversas razas y géneros frente a una bandera de EE.UU.

Fuente de la imagen,Getty Images

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El 20 de noviembre de 1989, apenas 11 días después de la caída del Muro de Berlín, la Organización de Naciones Unidas aprobó uno de sus acuerdos más exitosos y emblemáticos: la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).

El tratado, diseñado para proteger a los menores, fue el primero que reconoció que los niños y adolescentes tienen derechos propios y que los adultos son responsables de garantizarlos.

A partir de la firma, los Estados miembro de la ONU comenzaron a ratificar la CDN a través de votaciones en sus respectivos Parlamentos.

A día de hoy, 196 países han sancionado la Convención, convirtiéndola en el tratado de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia.

Sin embargo, hay un solo país que no ha completado este proceso y que, por ende, no está comprometido legalmente a acatar el acuerdo: Estados Unidos.

Aquí te explicamos cuál es la importancia de la CDN, por qué a 35 años de su aprobación EE.UU. sigue sin ratificarla y qué impacto tiene esa decisión.

¿Qué es la Convención sobre los Derechos del Niño?

Se trata de un tratado internacional que reconoce los derechos humanos de los niños, definidos como personas menores de 18 años.

Hasta la firma de este acuerdo los niños no eran reconocidos como sujetos de derecho. De hecho, hasta la Segunda Guerra Mundial se consideraba legal que trabajasen a la par de los adultos en muchos países.

La CDN no sólo estableció los derechos básicos a los que deben acceder todos los niños, sino que también hizo a las personas adultas responsables de esos derechos.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), "la convención ve al niño como individuo y como miembro de una familia y una comunidad, con derechos y responsabilidades apropiados para su edad y su etapa de desarrollo".

Dos niños refugiados somalíes 
 
Dos niños refugiados somalíes

Fuente de la imagen,Getty Images

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La Convención busca proteger a los niños en todo el mundo.

Definida por el organismo como una "ley internacional", brinda los siguientes derechos a "todos los niños, sin discriminación de ninguna clase":

  • Medidas especiales de protección y asistencia
  • Acceso a la educación y la atención de la salud
  • Que puedan desarrollar plenamente sus personalidades, capacidades y talentos
  • Que crezcan en un ambiente de felicidad, amor y comprensión
  • Que reciban información sobre la manera en que pueden alcanzar sus derechos y participar en el proceso de una forma accesible y activa

¿Por qué no lo ratifica EE.UU.?

A pesar de que Washington firmó la CDN en 1995, durante el gobierno del demócrata Bill Clinton, el país nunca cumplió con la obligación de ratificar el tratado a través de su Congreso.

Ninguno de los gobernantes que lideraron el país en estas casi tres décadas desde la firma, ya sean demócratas o republicanos, enviaron el tratado ante el Senado para su ratificación, dejando su aplicación inválida desde el punto legal.

El último intento por llevarlo ante la Cámara Alta fue en 2020, cuando la legisladora demócrata Ilhan Omar presentó una resolución llamando a que se vote, intento que no prosperó.

La principal traba tiene que ver con el hecho de que quienes adhieren a la convención se comprometen a adecuar su marco normativo para incluir los 54 artículos que conforman la CDN, y así garantizar su aplicación en ese país, un paso que EE.UU. nunca ha dado.

Los defensores del tratado en ese país sostienen que la convención representa un estándar internacional básico de protección infantil y advierten que la falta de ratificación deja a EE.UU. en una posición única y aislada a nivel mundial.

Sin embargo, hasta ahora los partidarios de la convención no han logrado reunir el consenso necesario para que sea tratado por el Senado.

Incluso a pesar de que muchos gobiernos estadounidenses han dicho que respaldan los derechos descritos en la CDN.

La diputada demócrata Ilhan Omar

La diputada demócrata Ilhan Omar

Fuente de la imagen,Getty Images

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La diputada demócrata Ilhan Omar intentó ratificar la convención en 2020. 

Uno de los principales escollos que enfrentan quienes abogan por su ratificación es que, para que un tratado internacional sea ratificado en EE.UU., se necesita el apoyo de una mayoría de dos tercios en la Cámara Alta, un consenso difícil de lograr dadas las objeciones de quienes temen que la CDN pueda limitar la autoridad del país en ciertos temas.

Tres preocupaciones

Los grupos que se resisten a la ratificación, principalmente alineados con el Partido Republicano, consideran que suscribir legalmente la Convención podría llevar a interferencias en tres áreas:

1. Autoridad parental

La CDN incluye derechos como el de los niños a expresar sus opiniones en asuntos que los afectan (Artículo 12), lo que algunos grupos conservadores interpretan como una amenaza a la autoridad parental.

Estos objetores creen que otorgar a los niños derechos legales podría interferir en la capacidad de los padres para tomar decisiones en la crianza y educación de sus hijos.

Según la ONG Parental Rights, la convención le da demasiado poder al Estado, haciendo que los padres "pierdan su derecho a ser padres", y "socava" a la familia con resultados frecuentemente "trágicos y devastadores" para los mismos niños.

"(La CDN) establece que 'en todos los asuntos relacionados con los niños, la consideración primordial será el interés superior del niño'. Pero, ¿quién decide cuál es el 'mejor interés' de su hijo? Usted, no el gobierno", afirma el organismo en su sitio web.

Jo Becker, directora de incidencia de la división de derechos infantiles de Human Rights Watch (HRW) le dijo a BBC Mundo que "esta fuerte oposición de organizaciones conservadoras" es la principal causa por la que no se ha ratificado la CDN en EE.UU.

"Algunos críticos incluso han dicho que les daría a los asistentes sociales más poder que a los padres para decidir sobre sus hijos", señala.

"Pero esta creencia es falsa. Hay numerosas referencias en la convención a los roles y responsabilidades de los padres y la importancia de su lugar en la crianza de los niños. Así que están leyendo incorrectamente la CDR", asegura.

"Los únicos casos en los que un Estado puede suplantar el rol de los padres es cuando hay claros indicios de violencia, abandono o maltrato de niños. Y creo que la mayoría de las personas estarían de acuerdo en que en esos casos es apropiado que los niños sean puestos bajo el cuidado del Estado", afirma.

Donald Trump hablando ante la Asamblea General de la ONU en 2018

Donald Trump hablando ante la Asamblea General de la ONU en 2018

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Donald Trump cree que EE.UU. podría perder poder si ratifica un tratado que es gobernado por la ONU.

2. Soberanía nacional

Los sectores conservadores también temen que ratificar la CDN afecte la soberanía del país al permitir que una convención internacional tenga influencia sobre las leyes internas relacionadas con los derechos de los niños.

"Nunca entregaremos la soberanía de EE.UU. a una burocracia global no electa e irresponsable... EE.UU. está gobernado por estadounidenses", dijo en 2018 ante la Asamblea General de la ONU el entonces presidente Donald Trump.

"Según el Artículo VI de nuestra propia Constitución, un tratado ratificado se convierte en 'la ley suprema del país'", advierte, por su parte, Parental Rights.

El organismo resalta que, mientras que para otras naciones la ratificación de este tratado "es, en el mejor de los casos, una declaración de aspiraciones (y para muchas, como Irán, China y Corea del Norte, una mera cortina de humo política)", en EE.UU. una ratificación le daría a la convención rango de ley federal.

"Algunos, en especial miembros del Partido Republicano, están preocupados de que ratificar cualquier instrumento internacional socavará la soberanía de EE.UU., y por eso han pasado unos 20 años desde que EE.UU. ratificó cualquier tratado de derechos humanos", observa Becker, de HRW.

La experta reconoce que si EE.UU. ratificara la convención "efectivamente estaría legalmente obligado a cumplirla", pero asegura que "las leyes estadounidenses seguirían aplicando y no le daría a la ONU la autoridad para intervenir en las vidas de familias o de sustituir la ley de EE.UU.”, como temen quienes se oponen a la ratificación.

3. Impacto legal

Este teórico conflicto entre el derecho internacional y las leyes estatales y federales del país es la tercera cuestión que frena la sanción de este tratado.

En particular preocupa un tema en el que las leyes estadounidenses se contradicen con la convención.

"La CDN establece claramente que los niños nunca deben ser sentenciados a cadena perpetua sin libertad condicional por delitos cometidos antes de los 18 años y en EE.UU. aún tenemos más de 20 Estados que permiten condenas de por vida sin libertad condicional para crímenes cometidos antes de los 18", detalla la defensora de derechos infantiles.

Maños de un niño esposado

Maños de un niño esposado

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EE.UU. permite encarcelar a los menores de edad de por vida, algo que la convención prohíbe. Sin embargo, Becker afirma que esto no debería ser una barrera para la ratificación.

"EE.UU. podría presentar una reserva sobre este tema en particular, diciendo que está preparado para cumplir con todas las otras obligaciones de la convención", sostiene.

Consecuencias

Los defensores de la CDN consideran que es fundamental para la protección de niños y niñas porque establece una obligación legal y moral de los Estados a garantizar su derecho a la salud, educación y seguridad social, y su protección contra la violencia, los conflictos armados, el matrimonio infantil y la explotación.

En ese sentido, señalan que la no ratificación de EE.UU. no solo deja a ese país a contramano del mundo, dañando su reputación internacional y socavando su autoridad en cuestiones que afectan a los niños, hasta el punto de quedar como hipócritas en esta área.

También denuncian que no adherirse a la convención deja a los menores estadounidenses desprotegidos.

"HRW realizó una evaluación de las leyes en los 50 Estados del país y podemos afirmar que ni uno solo tiene leyes que cumplan con los estándares de la convención", afirma Becker.

"Por lo tanto todos los días, los niños en EE.UU. están viviendo con menos protección legal de la que tendrían si EE.UU. ratificara la convención".

Sin embargo, algunos defensores de los derechos infantiles creen que organismos como HRW y otros que hace décadas abogan por la ratificación deberían cambiar su enfoque.

"Debido a la oposición conservadora y a la norma de política internacional de EE.UU. de no ratificar los tratados internacionales de derechos humanos, es probable que EE.UU. nunca ratifique la Convención sobre los Derechos del Niño", escribió en la Revista de Derechos del Niño la académica de la Universidad de Plymouth Charlotte Galvin.

"Si bien algunos activistas pueden estar en desacuerdo, probablemente sería mejor invertir los recursos en presionar al gobierno para que reforme las leyes nacionales que actualmente están en conflicto con las disposiciones de la convención", opinó.

Niños con camisetas con banderas de diferentes países, incluyendo EE.UU.

Niños con camisetas con banderas de diferentes países, incluyendo EE.UU.

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Los defensores de la CDN sostienen que los niños estadounidenses están en desventaja por la negativa del país a ratificar el tratado.

Gaza

Por otra parte, también hay quienes relativizan la importancia de la CDN, remarcando que la ONU tiene poco poder para hacerla cumplir, incluso entre quienes la han ratificado.

El caso que hoy genera más polémica es el de Israel, país que firmó la convención en 1990 y la ratificó al año siguiente.

Según Unicef, la guerra que lleva a cabo ese país contra Hamás en la Franja de Gaza, en represalia por los ataques del 7 de octubre de 2023, ha causado la muerte de más de 14.000 niños palestinos.

En septiembre pasado, a Israel le tocó comparecer ante el Comité de los Derechos del Niño, el grupo de expertos que tiene la responsabilidad de supervisar de manera periódica si los países cumplen con las obligaciones legales establecidas por la convención.

En sus conclusiones, el comité realizó una condena muy enérgica de las acciones militares de Israel en Gaza e instó al país a que ponga fin de inmediato a la matanza y las lesiones de niños allí.

"La muerte atroz de niños es casi única en la historia", denunció a la prensa el vicepresidente del comité, Bragi Gudbrandsson.

Sin embargo, esta condena no ha frenado las acciones de Israel, que acusó al comité de tener una "agenda política" y responsabilizó de las muertes de niños palestinos a los dirigentes de Hamás que "se esconden" entre la población civil.

miércoles, 30 de octubre de 2024

La dramática vida de los hibakusha, los sobrevivientes de las bombas atómicas que vivieron con miedo y culpa y ganaron el premio Nobel de la Paz

6 Hibakusha en fotos en blanco y negro

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Los hibakusha son el testimonio vivo de la devastación y la tragedia que causaron las bombas atómicas


Las bombas de Hiroshima y Nagasaki terminaron con la vida de miles de personas en un instante. Para los sobrevivientes fue solo el comienzo de años de dolorosas heridas, enfermedades, miedo, sentimiento de culpa y discriminación. 

La organización Nihon Hidankyo, que agrupa a los hibakusha o sobrevivientes de las bombas atómicas que Estados Unidos lanzó sobre las ciudades japonesas en 1945, ganó el Premio Nobel de la Paz este año. 

El movimiento representa a los 174.080 sobrevivientes de los bombardeos atómicos que residen en Japón, Corea y otras partes del mundo.

No existen cifras definitivas de cuántas personas murieron a causa de los bombardeos del 6 y el 9 de agosto de 1945.

Los cálculos más conservadores estiman que cinco meses después de los ataques unas 110.000 personas habían muerto en ambas ciudades.

Otros estudios afirman que la cifra total de víctimas, a finales de ese año, pudo ser más de 210.000.

Escombros de edificios en Hiroshima.
Escombros de edificios en Hiroshima.

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Hiroshima quedó arrasada tras la explosión de la bomba.

El mundo ha conocido el relato del horror gracias a los sobrevivientes, a quienes se les conoce como hibakusha, que en japonés significa “persona afectada por la bomba atómica”.

Sus testimonios no solo dan cuenta de lo que vieron, sino de los traumas que aún llevan dentro.

“Hay muchos hibakusha que son narradores sociales, pero no son capaces de contarle su propia historia a sus hijos”, le dice a BBC Mundo Yuka Kamite, profesora de Psicología en la Universidad de Hiroshima, quien ha estudiado la salud mental de los hibakusha.

Una dura batalla

Se calcula que hoy aún viven unos 140.000 hibakusha, que rondan los 80 años de edad.

¿Cómo ha sido la vida de los hibakusha y por qué sobrevivir a la bomba fue solo una parte de la dura batalla que han dado para llevar una vida digna?

Miedo

Los hibakusha que recibieron el impacto de la bomba sufrieron quemaduras y heridas que marcaron sus cuerpos y sus rostros.

Una sobreviviente con quemaduras en la cara
Una sobreviviente con quemaduras en la cara

Fuente de la imagen,Getty Images


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Muchos sobrevivientes sufrieron quemaduras y de los efectos de la radiación.

Aquellos que estuvieron expuestos a mayores dosis de radiación, aunque a primera vista parecían ilesos, luego mostraron síntomas como pérdida del pelo, sangrado y diarrea.

Luego se reportó un aumento en enfermedades como el cáncer y la leucemia.

"Todavía siento miedo de que se me puedan manifestar las consecuencias de la radioactividad y morir en cualquier momento", le dice a BBC Mundo Yasuaki Yamashita, un sobreviviente de Nagasaki que tenía 6 años el día de la explosión y hoy vive en México.

Ese miedo los llevó a una vida de estrés, confusión, incertidumbre y ansiedad. Incluso vivían con temor de pasarle los efectos de la radiación a sus hijos.

“Los efectos de la radiación son invisibles, eso los hizo sentirse inestables e intranquilos, sin saber qué iba a pasar con su futuro”, le dice a BBC Mundo Hibiki Yamaguchi, investigador en el Centro para la Abolición de Armas Nucleares de la Universidad de Nagasaki.

Dos sobrevivientes con heridas

Dos sobrevivientes con heridas

Fuente de la imagen,Getty Images


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Las bombas causaron heridas físicas y psicológicas.

El miedo marcó para siempre la salud mental y emocional de muchos hibakusha.

Luli van der Does, profesora en el Centro para la paz de la Universidad de Hiroshima que ha estudiado los efectos de la bomba en los sobrevivientes, menciona algunos ejemplos de cómo el miedo se quedó grabado en sus mentes.

“Algunos no pueden comer pescado seco porque les recuerda el olor de los cuerpos quemados”, le dice van der Does a BBC Mundo.

“Otros se tuvieron que ir de Hiroshima y nunca volvieron a visitar su ciudad, otros dicen que no pueden comer pepinos, porque ante la falta de medicinas tras la bomba era lo único que podían usar para curar sus heridas”.

Yasuaki Yamashita en una foto de cuando era pequeño a la izquierda y una foto reciente
Yasuaki Yamashita en una foto de cuando era pequeño a la izquierda y una foto reciente

Fuente de la imagen,Cortesía/Marcos González


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Yasuaki Yamashita tenía 6 años cuando explotó la bomba en Nagasaki. Hoy, a sus 81 años, vive en México.

“En casos más severos, dicen que no pueden cruzar puentes ni ver ríos, porque comienzan a recordar los cadáveres que veían flotando tras la explosión”.

El miedo les afectó su salud emocional pero, además, los lanzó a una realidad que hizo aún más difícil su lucha por llevar una vida soportable después de la bomba.

Discriminación

Las heridas físicas, el temor a que los efectos de la radiación pudieran ser contagiosos y los traumas psicológicos de los hibakusha llevaron a que muchos comenzaran a ser discriminados por su condición.

“La gente temía que los sobrevivientes tuvieran una enfermedad contagiosa”, recuerda Yamashita.

“Decían: ‘Hay que separarlos, no hay que casarse con ellos, no hay que tener amistad con ellos’”.

El temor a la discriminación llevó a que muchos ocultaran su condición de hibakusha o se negaran a hablar de ello.

“Aquellos que tenían queloides [crecimiento excesivo del tejido de una cicatriz] en el cuerpo usaban mangas largas para cubrir sus cicatrices, incluso en pleno verano”, dice la profesora Kamite.

Una persona muestra sus cicatrices abultadas
Una persona muestra sus cicatrices abultadas

Fuente de la imagen,Getty Images


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Los sobrevivientes ocultaban sus cicatrices queloides por miedo a la discriminación.

También se les hacía difícil conseguir y conservar sus trabajos. Así lo recuerda Yasuaki Yamashita:

“Cuando salí de la preparatoria comencé a trabajar y casi al mismo tiempo comencé a sufrir los efectos de la radiación.

Empecé a perder la sangre, evacuaba sangre, vomitaba sangre, entonces no podía trabajar.

Si conseguía un trabajo, venía esa enfermedad y tenía que renunciar, así duré como dos años.

Mucha gente me decía que yo era un flojo, que no quería trabajar, pero no era eso, era que simplemente no podía trabajar. Yo necesitaba trabajar, pero no podía”
.

Para las mujeres la situación muchas veces era aún más difícil.

En esa época casarse era muy importante para las mujeres japonesas.

Setsuko Thurlow

Setsuko Thurlow

Fuente de la imagen,Getty Images


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Setsuko Thurlow recuerda que cuando era joven, poder casarse era muy importante para las mujeres japonesas.

“Era casi la única cosa que una mujer esperaba”, recuerda Setsuko Thurlow, sobreviviente de Hiroshima, quien en julio compartió sus recuerdos durante un evento en línea para conmemorar el 75 aniversario de las bombas.

“Con esas cicatrices queloides, esas mujeres perdían la fe y la esperanza en la vida”, dijo Thurlow, quien en 2017 recibió en nombre de los sobrevivientes el Premio Nobel de Paz que se le otorgó a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por su sigla en inglés).

Keiko Ogura, otra sobreviviente de Hiroshima, recuerda que vivió esa discriminación en carne propia. Así lo contó en conversación con BBC Mundo:

“Tenía 8 años, era solo una niña pequeña en la escuela elemental, pero sabíamos que no debíamos decir que habíamos estado en la ciudad ese día. Si decíamos algo relacionado con la radiación, no nos podríamos casar.

No decíamos que éramos sobrevivientes. Teníamos un certificado de sobrevivientes y al mostrarlo en el hospital podíamos recibir tratamiento médico que ayudaba a pagar el gobierno. Sin embargo, la gente nos decía ‘no muestres eso’
.

Keiko Ogura 
Keiko Ogura

Fuente de la imagen,Getty Images


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A Keiko Ogura le enseñaban que no debía decir que era una sobreviviente de la bomba.

Al principio yo no le prestaba atención, sentíamos que todos compartíamos el mismo destino, pero cuando ya era una mujer en edad de casarme, a los 18 o 20 años, los hombres jóvenes de fuera de la ciudad me preguntaban "Keiko, ¿dónde estabas al momento de la bomba?Por mi parte no hay problema, pero a mis padres les preocupa".

Sé que muchas otras personas también tuvieron esa experiencia
”.

La profesora Van der Does cuenta que cuando llegaba el momento de casarse, algunas personas contrataban detectives para investigar si la pareja había estado en Hiroshima al momento de la bomba.

Otros, por su parte, sintieron esa discriminación de una manera más sutil o indirecta, y los puso en una posición vulnerable ante la sociedad. Una "discriminación silenciosa", como la llama la profesora Van der Does.

Yoshiro Yamawaki con una camisa a cuadros.
Yoshiro Yamawaki con una camisa a cuadros.

Fuente de la imagen,Cortesía Yoshiro Yamawaki


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Yoshiro Yamawaki lamenta no haber podido estudiar una carrera porque tras la muerte de su padre tuvo que dedicarse a trabajar. 

“No sabes exactamente qué tipo de discriminación estás sufriendo, pero simplemente la sientes en tus interacciones sociales, o al darte cuenta de que a lo largo de tu vida has recibido un trato injusto”, explica.

Yoshiro Yamawaki, sobreviviente de Nagasaki, es uno de esos casos de discriminación silenciosa.

"La bomba mató a mi padre, mi madre tenía siete hijos y no podía hacerse cargo de ellos. Por eso, tuve que dedicarme a trabajar, sin poder ir a la universidad, creo que eso fue una forma de discriminación", dice Yamawaki en conversación con BBC Mundo.

Según explica Van der Does, es difícil conocer el daño psicológico y emocional que sufrieron los hibakusha porque muchos murieron sin ser capaces de hablar de ello.

Keiko Ogura con 8 años.

Keiko Ogura con 8 años.

Fuente de la imagen,Cortesía Keiko Ogura


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Keiko Ogura tenía 8 años cuando estalló la bomba en Hiroshima.

"Hay muchos que no han admitido ser hibakusha por el miedo a la discriminación", dice la investigadora.

En una reciente encuesta que Van der Does realizó entre 1.652 hibakusha de Hiroshima y Nagasaki, encontró que el 31% de ellos ha sufrido varios tipos de trato discriminatorio a lo largo de su vida.

Esa discriminación en ocasiones se dio entre los mismos hibakusha.

“Los hibakusha conocían mejor que nadie lo que les ocurría, por eso muchas veces se discriminaban entre ellos”, dice Hibiki Yamaguchi, de la Universidad de Nagasaki.

Setsuko Thurlow hablando desde la tribuna de los premios Nobel

Setsuko Thurlow hablando desde la tribuna de los premios Nobel

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En 2017 Thurlow asistió a la ceremonia del Premio Nobel representando a las víctimas de los bombardeos.

Según Van der Does, esa discriminación era fruto del miedo y de la desesperación por vivir. “Estaban luchando por sobrevivir, tenían que competir entre ellos por lograr algún tipo de ayuda”, dice la profesora.

Culpa

Al miedo y a la discriminación con que cargaban los hibakusha muchas veces se les sumó un sentimiento de culpa por haber escapado con vida o haber sido incapaces de ayudar a quienes pedían auxilio.

Ese sentimiento de culpa de los sobrevivientes les causó sufrimiento a largo plazo, explica la psicóloga Kamite.

Hiroshima destruida tras la bomba
Hiroshima destruida tras la bomba

Fuente de la imagen,Getty Images


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Muchos hibakusha desarrollaron un sentimiento de culpa por no haber podido ayudar a las personas heridas. Así lo recuerda la sobreviviente Keiko Ogura:

“Yo, al igual que el 90% de los sobrevivientes, tuve un sentimiento de culpa porque vi morir a familiares y amigos. Después de la explosión vimos gente bajo los edificios derrumbados pidiendo ayuda, pero no podíamos ayudarlos, estaban atrapados. Las madres trataban de sacarlos pero era muy difícil.

Luego, el fuego se esparció tan rápido que no tuvieron más opción que irse del lugar.

Eso los hizo preguntarse: ¿por qué no pude cumplir con el deber de ayudar a mis hijos hasta el último momento?

Tras la explosión, dos personas muy heridas se me acercaron y solo decían 'agua, agua'. Yo les di de beber y luego murieron frente a mí. En ese momento no lo entendía, era solo una niña de 8 años, pero comencé a culparme porque sentía que los había matado. Sentía que si no les hubiera dado agua, ellos no estarían muertos. Me sentí así durante más de 10 años"
.

Yasuaki Yamashita hablando en un foro
Yasuaki Yamashita hablando en un foro

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Algunos hibakusha cuentan su historia en eventos públicos, pero otros prefieren permanecer en silencio. Según los expertos, la dificultad que muchos sobrevivientes tienen para hablar de su experiencia les ha afectado sus vidas.

“El velo de silencio sobre estos temas funcionó para ocultar las transgresiones ocasionadas por las secuelas atómicas”, dice Kamite.

Contra el silencio

Algunos hibakusha, sin embargo, han combatido ese silencio y comparten sus historias con los medios o como parte de campañas en contra de la proliferación de armas nucleares.

“Algunos están motivados por la ira, otros por un sentido de misión social, y otros pueden estar motivados por la respuesta al trauma”, dice Kamite.

Takashi Morita sostiene unas flores en la mano

Takashi Morita sostiene unas flores en la mano

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Algunos hibakusha se convirtieron en activistas en contra de las armas nucleares.

La profesora, sin embargo, advierte que son solo unos pocos quienes participan en estas actividades sociales y que es probable que muchos hibakusha hayan sido una “mayoría silenciosa”.

Van der Does, por su parte, explica que con el tiempo los hibakusha lograron construir un sentido de comunidad que los ayudó a ganar aceptación en la sociedad.

“Se convirtieron en líderes en la lucha por el desarme nuclear”, dice la profesora. "Pasaron de ser víctimas a creadores de un mundo nuevo".
 
 *Este artículo fue publicado originalmente en 2020, a propósito del 75 aniversario de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. 


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domingo, 11 de febrero de 2024

"EE.UU. prometió que no se ampliaría la OTAN y ha sucedido cinco veces": 6 frases destacadas de la entrevista a Vladimir Putin con Tucker Carlson

Desde que lanzó su invasión de Ucrania en febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no había concedido entrevistas a ningún periodista occidental. Hasta ahora.

Este jueves, se transmitió una inusual entrevista que Putin le dio esta semana al polémico periodista estadounidense Tucker Carlson.

Carlson tenía el programa de mayor audiencia en Fox News hasta abril de 2023, cuando la cadena lo despidió sin dar explicaciones. En la actualidad, tiene su propia empresa independiente, la Tucker Carlson Network, y también realiza transmisiones en X.

Allí difunde principalmente entrevistas amigables con políticos de derecha, incluyendo al exmandatario Donald Trump.

Durante la entrevista de este jueves, Putin ha puesto en cuestión el carácter nacional de Ucrania y ha justificado su “operación militar especial” contra Kiyv con sus conocidos argumentos sobre la amenaza que supone para Rusia la ampliación de la OTAN.

Además, ha asegurado no tener ningún interés en invadir Polonia o algún otro país de la OTAN.

La entrevista llegó precedida de controversia. Algunos analistas la interpretan como un intento de Putin de influir al electorado estadounidense en un año en que de nuevo deberá elegir a su presidente.

También destacan que se produce en un momento en el cual el Congreso de Estados Unidos está teniendo dificultades en las negociaciones para aprobar más fondos para dar ayuda militar a Ucrania debido a la negativa de legisladores republicanos cercanos a Donald Trump.

El exmandatario se ha quejado por los miles de millones de dólares en ayuda que ha enviado Washington a Ucrania y ha abogado por una desescalada del conflicto.

También hubo polémica por un video promocional difundido previamente por Carlson en el que aseguró que "ningún periodista occidental" se había interesado en entrevistar a Putin desde 2022 para escuchar sus argumentos.

Sus comentarios provocaron críticas pues hay gran cantidad de periodistas de distintos medios que aseguran haber pedido repetidamente entrevistas con el mandatario ruso que nunca fueron concedidas. Entre estos se encuentra Steve Rosenberg, editor para Rusia de la BBC.

El portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, confirmó que han rechazado otras entrevistas antes de la de Carlson.

Estos han sido algunos de los mensajes más destacados de Putin durante la entrevista.

1. Invadir Polonia, Lituania u otro país de la OTAN “está absolutamente fuera de discusión” Carlson y Putin FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS

El líder ruso descartó invadir Lituania, Polonia o cualquier otro país de la OTAN, afirmando que esa posibilidad “está absolutamente fuera de discusión”.

La invasión de Ucrania alimentó los temores de los países bálticos, Polonia y otros países europeos de que Rusia podría lanzar sus fuerzas también contra ellos.

De hecho, preocupados por esa posibilidad, Finlandia y Suecia, países que tradicionalmente habían permanecido neutrales en el pulso entre Moscú y Occidente decidieron solicitar su ingreso en la OTAN

En la entrevista, Putin ha descartado la posibilidad de otra invasión. Ha dicho que solo sucedería en un caso, “si Polonia ataca Rusia”.

En las semanas previas a la ofensiva de las tropas rusas contra Ucrania, Moscú también negó reiteradamente que estuviera planeando la invasión de la que alertaba Estados Unidos y sus servicios de inteligencia.

Aunque el mandatario ruso rechazó toda posibilidad de ataque contra un país de la OTAN, subrayó que la alianza atlántica debe aceptar que Rusia se quede con los territorios ucranianos que ha conquistado desde el inicio de las hostilidades.

2. Si EE.UU. quiere que se acabe la guerra "tiene que dejar de suministrar armas [a Ucrania]. Se acabaría en unas pocas semanas"

Tucker Carlson FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS Pie de foto,

El periodista estadounidense Tucker Carlson entrevistó a Putin en Moscú

Carlson le preguntó al presidente ruso si había considerado dialogar directamente con el mandatario estadounidense, Joe Biden, para buscar un acuerdo que acabe con la guerra de Ucrania.

Putin fue enfático en asegurar que hay contacto entre algunas agencias rusas y estadounidenses pero que “no hay nada de qué hablar” mientras EE.UU. siga enviando armas a Ucrania, una política que calificó como "error estratégico".

“Te diré realmente lo que estamos queriendo hacerle entender al liderazgo estadounidense: si realmente quieres dejar de pelear, tienes que dejar de suministrar armas. Se acabaría en unas pocas semanas”, dijo.

La respuesta de Putin se da en un momento en el que el Senado estadounidense aprobó una propuesta de ley que ampliaría la ayuda militar a Ucrania en US$61.000 millones, pero que enfrenta una fuerte oposición en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, entre los cuales hay decenas de aliados de Trump que reiteradamente han votado en contra de la ayuda a Kyiv.

En contraposición a esta postura de Putin, los partidarios de Ucrania suelen decir que es Moscú el que debe dejar las armas.

"Si Rusia deja de atacar, se acaba la guerra. Pero si Ucrania deja de defenderse, se acaba Ucrania", aseguran.

3. "No pueden infligir una derrota estratégica a Rusia"

El líder ruso se refirió al desarrollo armamentístico que ha impulsado en Rusia.

Lo justificó a partir de la negativa de sucesivos gobiernos estadounidenses a aceptar sus propuestas de desarme y desnuclearización.

Aunque rechazó que su país esté planeando iniciar acciones ofensivas contra nadie, Putin recordó los que considera avances de la industria militar rusa, como los sistemas hipersónicos de armamento, más avanzados, según dijo, que los de otros países.

Advirtió que los gobernantes occidentales se han percatado de que "no pueden infligir una derrota estratégica a Rusia", dijo.

4. "Ucrania es un Estado artificial que se formó por voluntad de Stalin"

Joseph Stalin FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Gran parte de la entrevista se fue en recuentos históricos

Durante la entrevista, Putin hizo una gran cantidad de referencias históricas, algunas yéndose tan lejos como el siglo XIII.

Sin embargo, hizo gran énfasis en los detalles de la historia de la Unión Soviética en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

En particular, dijo que la idea de Ucrania como un estado que formaba parte de la URSS había surgido “inexplicablemente” de la mente del líder soviético Vladimir Lenin.

Aseguró que la creación de Ucrania fue producto de un programa de “indigenización” de las regiones que había impuesto la URSS en sus territorios, buscando promover lenguajes y culturas nacionales.

Agregó que al terminar la guerra, bajo el mandato de Stalin, Ucrania había recibido regiones tanto de Polonia como de Hungría, en las que aún vivían personas que hablaban húngaro o polaco.

Su conclusión: “Ucrania es un estado artificial que se formó a la voluntad de Stalin”.

Sin embargo, el historiador Matthew Lenoe, de la Universidad de Rochester, ha señalado que si bien es probable que la historia del estado ucraniano no pueda hallarse antes de 1918, no hay duda de que en la actualidad es un estado nación.

“Putin asegura que no hay una historia ucraniana separada de la rusa, pero eso no es verdad”, dijo Leone en una entrevista en marzo de 2022.

“Entre los hablantes de ucraniano y en las tierras que ahora componen Ucrania, hubo muchas experiencias diferentes. En ocasiones pertenecieron a diferentes estados y reinos. Pero hubo interacción entre hablantes de ucraniano a lo largo de gran parte de esta historia y desarrollaron una identidad común, especialmente después de mediados del siglo XIX”, agregó.

5. “Se puede alcanzar un acuerdo” para la liberación del periodista estadounidense encarcelado en Rusia Evan Gershkovich FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES Pie de foto,

El periodista estadounidense Evan Gershkovich está en poder de las autoridades rusas desde marzo de 2023

Putin se refirió a la situación de Evan Gershkovich, el periodista de “The Wall Street Journal” encarcelado en Rusia bajo cargos de espionaje.

Putin dijo que creía que se podría llegar a un acuerdo para liberar a Gershkovich, de 32 años, "si nuestros socios toman medidas recíprocas".

"Los servicios especiales están en contacto. Están hablando... Creo que se puede llegar a un acuerdo".

Gershkovich, reportero del Wall Street Journal, fue arrestado en la ciudad de Ekaterimburgo, a unos 1.600 kilómetros al este de Moscú, el 29 de marzo del año pasado.

En enero, Rusia volvió a prorrogar su prisión preventiva hasta finales de marzo. Se enfrenta a hasta 20 años de prisión si es declarado culpable.

Carlson preguntó a Putin si estaría dispuesto a liberar al periodista inmediatamente y dijo: "Lo traeremos de regreso a Estados Unidos".

El diario para el que trabaja y el gobierno estadounidense aseguran que el reportero fue detenido ilegalmente.

Putin insinuó a quién aceptaría Rusia en un intercambio de prisioneros. Mencionó "una persona, por sentimientos patrióticos, [que] eliminó a un bandido en una de las capitales europeas... durante los acontecimientos en el Cáucaso".

Es casi seguro que era una referencia a Vadim Krasikov, un asesino del FSB actualmente en prisión en Alemania después de matar a tiros a un oficial militar georgiano, Zelimkhan Khangoshvili, en un parque de Berlín en 2019.

6. “Estados Unidos prometió que no se ampliaría la OTAN y ha sucedido cinco veces” Putin durante la entrevista FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS

Parte de la larga explicación histórica que Putin le dio a Tucker Carlson se refirió a las distintas ocasiones en las que EE.UU. le habría dicho a Rusia que la OTAN no se expandiría hacia el este, al vecindario de Rusia.

Según el presidente ruso, varios mandatarios (aunque no nombro a ninguno concretamente) le prometieron al Kremlin que la OTAN no se extendería. Para Putin, con la disolución de la URSS, ya no existía necesidad para tal organización.

Sin embargo, el argumento de Putin no es nuevo. El predecesor de Putin, Boris Yeltsin, aseguró que la expansión de la OTAN hacia el este era “ilegal” en 1993.

Argumento parecido hizo Yevgeny Primakov, ex canciller ruso, al decir que había recibido el compromiso de que “ningún país que salga del Pacto de Varsovia ingresará en la OTAN”.

Sin embargo, según Kristina Spohr, profesora de Historia Internacional de la London School of Economics, el único compromiso que se hizo con Rusia ocurrió tras la caída de muro de Berlín, cuando Moscú aceptó sacar 380.000 soldados que tenía posicionados en Alemania Oriental y se remplazarían con fuerzas de la OTAN.

En ese momento, James Baker, secretario de Estado de George H.W. Bush, le habría dicho que las tropas de la OTAN no se moverían “ni una pulgada al este”, pero refiriéndose a la frontera entre Alemania occidental y oriental.

línea Lo más revelador fueron las cosas que no se discutieron

Análisis de Will Vernon, periodista de la BBC en Washington

Lo más probable es que Vladimir Putin esté contento con el desarrollo de esta entrevista.

Tucker Carlson permitió que el líder del Kremlin hablara extensamente con muy pocos desafíos.

Putin recicló sus trilladas falsedades sobre la historia de Ucrania (cree que es una invención moderna y no un país “real”), sus quejas históricas sobre la desintegración de la Unión Soviética y la expansión de la OTAN.

También habló extensamente sobre el inicio de la invasión a gran escala en Ucrania, repitiendo sus falsas afirmaciones de que Rusia no atacó a Ucrania; Moscú, según Putin, sólo estaba respondiendo a amenazas a su seguridad nacional.

Lo más revelador no fue lo que se discutió, sino las cosas que no se discutieron.

Tucker Carlson no hizo ningún intento de presionar a Vladimir Putin sobre los crímenes de guerra cometidos por soldados rusos, el traslado forzoso de niños ucranianos a Rusia (por lo que la CPI emitió una orden de arresto contra Putin), el asesinato de rivales políticos o el encarcelamiento del líder de la oposición Alexei Navalny.

Sin embargo, se habló del periodista encarcelado del Wall Street Journal, Evan Gershkovich. Vladimir Putin afirmó: “Los servicios especiales están en contacto entre sí. Están hablando... Creo que se puede llegar a un acuerdo”.

A continuación, el presidente ruso dejó caer una insinuación. Mencionó a “una persona, [que] por sentimientos patrióticos, eliminó a un bandido en una de las capitales europeas… durante los acontecimientos en el Cáucaso”.

Es casi seguro que se refiere a Vadim Krasikov, un asesino del FSB actualmente en prisión en Alemania después de matar a tiros a un georgiano, Zelimkhan Khangoshvili, en un parque de Berlín en 2019. El año pasado, hubo informes no confirmados de que Rusia está tratando de involucrar a Krasikov en una especie de intercambio de prisioneros por Evan Gershkovich.