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lunes, 28 de noviembre de 2022

DEPRESIÓN TRIBUNA i Consejos (útiles) si tienes un ser querido con depresión

Convivir con una persona con depresión puede ser una experiencia abrumadora, pero hay acciones que pueden ayudar: generar un clima de seguridad y comprensión, acceder a información de calidad sobre el trastorno, fomentar el autocuidado y confiar en los profesionales

Cuando eres psiquiatra, a veces ocurre. Fuera de la consulta, en el colegio de tus hijos o en una entretenida presentación de libro, de repente se te acerca alguien conocido, una amiga con la que tienes poco trato y quiere preguntarte algo “personal”, y ves aquella mirada: asustada, desvalida, marcada por el dolor. Te suelen decir: “es horrible.., nunca le había visto así.., no sé cómo ayudarle”. Pueden referirse a su marido, a su hermana, a su padre. Han sido informados (como diría Martin Amis) de que la depresión no es tristeza, sino vacío. De que lo contrario de la depresión no es la felicidad, sino la vitalidad. Nunca habían visto a su ser querido con tan poca capacidad ni fuerza para amar, por eso sienten frío, soledad, impotencia y miedo. Convivir con una persona con depresión puede ser una experiencia abrumadora, pero hay acciones que pueden contribuir a mejorarla:

1- Trata de no entrar en pánico y ofrece naturalidad, cariño y comprensión. 
Crea un clima tranquilo en el que el paciente pueda hablar —si así lo desea— de su terrible experiencia, evitando reproches, discusiones y un estrés añadido. Los humildes actos cotidianos, rutinarios, pueden convertirse en heroicamente sanadores. Sin forzar, trata de mantener las antiguas rutinas, las actividades, los momentos que algún día fueron felices.

2- Confía en los profesionales. 
La psiquiatría y la psicología no son disciplinas científicas duras, como la física o las matemáticas, y no te proporcionarán la objetividad y la precisión que anhelas, y, a poco que profundices, comprobarás que hay en ellas vastos terrenos de desconocimiento. Pero eso no quiere decir que en salud mental todo valga. La ciencia, con sus grandes limitaciones, ha dado pasos importantes. Deja las iluminaciones y teorías conspiratorias para Twitter, ahora necesitas un ancla que te proporcione seguridad. Las guías internacionales de práctica clínica recomiendan que la persona sea evaluada lo antes posible por un profesional experto (un médico de familia -en el caso de que el sistema de Atención Primaria no se haya estrangulado, claro-, un psicólogo clínico o, en los casos moderados o graves, un psiquiatra). Y recomiendan administrar tratamientos validados empíricamente: terapias psicológicas, fármacos o ambos. No tengas prejuicios, ahora lo importante es proporcionar a tu ser querido la máxima ayuda. No hace falta que finjas ejercer tú de psicólogo o psiquiatra, tu papel -en realidad más importante- es otro: estar ahí, recuérdale al paciente que no está solo.

3- Colabora con el terapeuta.
Asegúrate de que el médico le ha pedido una analítica de sangre, dado que un porcentaje de pacientes deprimidos tienen en realidad hipotiroidismo o anemia y mejoran cuando son tratados. Fomenta que tu ser querido abandone el consumo de tóxicos, como el alcohol, el cannabis o la cocaína. Muchas veces son estrategias desesperadas y erróneas de auto-tratamiento. El alcohol proporciona un inicial efecto euforizante, embriagador, pero en realidad es un potente depresor del sistema nervioso; en concreto, aumenta por 7 el riesgo de suicidio del paciente deprimido. La cocaína produce, entre otras muchas formas de destrozar el cerebro, un efecto rebote que empeora la intensidad de los síntomas depresivos. Si es necesario, quizá tengas que reducir o eliminar tu propio consumo tóxico para ayudar a tu ser querido. Cuéntale a tu terapeuta si el paciente tuvo algún episodio, aunque fuera breve, en el que estuvo muy hablador, expansivo, desinhibido: podría tratarse de un trastorno bipolar tipo 2.

4- No te tomes la depresión de tu ser querido como un rechazo personal, no busques culpables. 
Aunque tu mente tienda a buscar compulsivamente causas y soluciones —estamos diseñados para ello—, trata de frenarla, no tomes decisiones personales drásticas. Cuando la tempestad haya amainado, habrá tiempo. Transmítele que no es culpable de tener depresión y que ello no es signo de debilidad ni falta de carácter, sino que se trata de una enfermedad. Esto puede resultar liberador. No le digas “pon de tu parte” (consejo inútil), probablemente está haciendo lo posible, pero le falta aliento.

5- Infórmate sobre la enfermedad depresiva. 
Lee libros de testimonios de escritores depresivos, recomendaciones de sociedades científicas, información de asociaciones de pacientes y familiares. Verás que una cosa es una depresión y otra el malestar, la frustración, la insatisfacción de una sociedad más o menos justa. La banalización y generalización del término (“todos estamos mal”, “la sociedad está enferma”, etc) es cruel con los pacientes graves. Aquí hablamos de cuando la persona no tiene fuerzas ni para ducharse, cuando coger el teléfono supone una auténtica tortura, cuando en realidad preferiría no seguir viviendo, por haberse producido una quiebra del sentido.

6- Infunde esperanza. 
Tu ser querido aún no lo sabe, pero todo esto pasará. Como dice Jorge Drexler en una bonita canción, “el tiempo se va, se va y no vuelve, y tu corazón va a sanar”. Con un correcto tratamiento, los episodios depresivos mayores desaparecen en su totalidad en al menos 2/3 de los casos. En otros, las llamadas depresiones resistentes, afortunadamente tenemos herramientas para optimizar la respuesta, aunque cuesta algo más de tiempo y esfuerzo. Eso sí, toma nota de que, cuando mejore, habrá riesgo de recurrencia. Para hacernos una idea: tras dos episodios, el 70% de pacientes tendrá un tercero. Pero la prevención de recaídas y la intervención sobre los factores de riesgo serán el siguiente capítulo, ahora hay que salir de este.

7- Cuídate
La depresión de tu ser querido no puede arrastrarte. Necesitamos tu serenidad y tu salud. Para ello, no te hagas responsable único de la evolución, haz que el cuidado se reparta entre varias personas, no descuides tus aficiones, tus rutinas; no te aísles, comparte con otros tu experiencia de convivir con el sufrimiento, la van a entender.

El día menos pensado, el paciente recuperará la ilusión por verte, hablar contigo, besarte. No desesperes. Cuando lo haga sabrá que tú has estado ahí y que le esperaste hasta su retorno. Lo cuenta William Styron en su conmovedor libro testimonial. En mitad de una de sus profundas depresiones y con intensas ideas de suicidio, casi definitivas, comenzó a sonar en la radio una rapsodia de Brahms. Pese a haber estado durante meses insensible a cualquier placer artístico, esa melodía le “traspasó el corazón como un puñal” y le hizo pensar en todas las alegrías que esa casa había conocido: “los niños que habían hecho carreras en las habitaciones, las celebraciones, el amor y el trabajo, el descanso honestamente ganado”. Ahí decidió, y fue el inicio de su ascenso, que “todo eso era más de lo que yo era capaz de abandonar”.

jueves, 30 de junio de 2022

_- La rutina de la alegría

_- Una experta nos recomienda seis movimientos que, según las investigaciones, te pondrán de buenas.
Por KELLY MCGONIGAL

No es ningún secreto que el ejercicio, incluso en dosis pequeñas, puede mejorar tu estado de ánimo. Los investigadores lo han bautizado como el efecto feel better o “sentirse mejor”.

Aunque cualquier tipo de actividad física —una caminata, nadar, un poquito de yoga— puede darte un subidón emocional, queríamos crear un breve video de ejercicios diseñados especialmente para contentar a las personas. ¿Cómo sería una “rutina de la alegría”?

Soy psicóloga y me fascina la ciencia de la emoción. También he enseñado clases grupales de ejercicios durante más de 20 años. Para diseñar una rutina de alegría recurrí a la investigación que uso en esas clases para maximizar el disfrute de las personas al mover su cuerpo.

Imagínate a una hinchada que estalla cuando su equipo logra colarse a las semifinales. Saltan de arriba abajo como estos niños en un video que se viralizó el año pasado en Instagram.

Los investigadores han identificado varios movimientos como este que en muchas culturas se reconoce que están inspirados por la alegría: subir los brazos, mecerte de un lado a otro, como los asistentes a conciertos que se sumergen en la música; otros movimientos rítmicos como saltar al compás de un ritmo; o tal vez ocupar más espacio, como los bailarines que giran con los brazos extendidos. Estas acciones físicas no solo expresan una sensación de gozo: las investigaciones muestran que también pueden generarla.

Cuando, en varios estudios pequeños, se instruyó a las personas para que realizaran este tipo de movimientos comenzaron a reportar emociones más positivas. Y las acciones opuestas, como hundirse y encogerse, evocaban tristeza y miedo. Otro estudio sugirió que los efectos de los movimientos de alegría son más fuertes cuando también puedes ver a alguien más haciéndolos, en parte eso sucede porque la felicidad es contagiosa.

El resultado es una rutina de ocho minutos y medio que hace que sintamos estos efectos. Se trata de seis movimientos de alegría: alcanzar, balancearse, rebotar, sacudir, saltar de alegría y uno que llamé “celebrar” porque se parece al momento en que lanzamos confeti al aire. Basé esta rutina en la investigación y en los movimientos que producen mayor alegría en mis clases, entre personas de todas las edades y habilidades.

Debes hacer los movimientos de la manera en que te sientas bien, tan grandes o tan pequeños y tan rápidos o tan lentos como desees. Si un movimiento no se siente bien, repite uno anterior o inventa uno propio, moviéndote de cualquier manera que te sientas alegre, poderosa, juguetona o elegante. El video muestra un entrenamiento de pie, pero también puedes intentarlo sentado.

Agregamos una banda sonora destinada a potenciar las emociones positivas. Escucharás canciones aceleradas en un tono mayor, con un ritmo fuerte. Si tienes otra música favorita que te hace feliz, puedes silenciar el video y escuchar la que te gusta.

La rutina de la alegría es solo una manera de levantar el ánimo a través del movimiento. Considera este video como un experimento y una invitación a encontrar tu propia alegría de movimiento. Hay muchas otras formas respaldadas por la ciencia para mejorar tu estado de ánimo con el ejercicio:

Muévete en exteriores, en un parque o en cualquier lugar que te brinde una dosis de naturaleza.

Muévete con otra gente, en una clase o equipo de entrenamiento. O hazlo de manera casual con amigos y familiares.

Muévete con música, ya sea a través del ejercicio tradicional como trotar o andar en bicicleta o hazlo con cualquier cosa que encienda tu cuerpo, como cantar en un karaoke, tocar los tambores o incluso la guitarra aérea.

Haz del movimiento algo divertido, ya sea con un juego o una competencia.

Kelly McGonigal tiene un doctorado y es psicóloga, docente en la Universidad de Stanford y autora del The Joy of Movement: How Exercise Helps Us Find Happiness, Hope, Connection, and Courage. Es una instructora certificada de ejercicio grupal que ha liderado clases de movimiento por más de veinte años.

https://www.nytimes.com/es/2022/06/23/espanol/la-rutina-de-la-alegria.html

viernes, 18 de febrero de 2022

_- El divorcio es duro. Así puedes ayudar a quien atraviesa uno.

_- Hay varias maneras de mostrar tu apoyo a los amigos que están pasando por una separación, desde grandes gestos hasta pequeños actos de amabilidad.


Enfrentarse a un divorcio, a veces, es una sorpresa
Mette Harrison, una novelista que también trabaja en el sector financiero, recibió una desagradable sorpresa en 2020 cuando su marido de 30 años le pidió el divorcio. Harrison, madre de seis hijos, calcula que, entre los que dejaron de hablarle y los que expresaron su opinión sobre la ruptura, también perdió a la mitad de sus amigos.

Según un estudio de 2013 dirigido por Rose McDermott, académica de la Universidad de Brown, si las personas de tu red social cercana se divorcian, el riesgo de que tu matrimonio termine aumenta de manera considerable. En parte, esto puede explicar por qué quienes se encuentran en crisis matrimoniales se ven abandonados por las personas más cercanas y queridas. Sin embargo, la desaparición de los seres queridos también puede deberse a que simplemente no saben cómo ayudar.

Además de la pérdida de su matrimonio, perder a los amigos fue casi demasiado, dice Harrison, que ahora tiene 51 años. No obstante, cuando los que se quedaron a su lado le ofrecieron ayuda, también quedó desconcertada. “No sabía qué necesitaba, ni siquiera cuando la gente me lo preguntaba”, aseguró.

Un cuestionario guía  ¿Crees
que debes divorciarte? Hazte estas 11 preguntas primero

La importante ayuda de los amigos y la familia
Una amiga le ofreció un lugar donde dormir hasta que pudiera encontrar un departamento; otro la guio gentilmente para que hiciera una evaluación honesta de su situación financiera. Una tercera persona le envió mensajes de texto todos los días durante un año, un simple intercambio que, según Harrison, la ayudó a calmar el pánico de los primeros meses. Su hermano mayor, Mark Ivie, estableció un pago mensual recurrente para la renta y la comida, además de una lista de artículos deseados en Amazon, que compartió con otros miembros de la familia.

“De ninguna manera lo habría logrado sin su ayuda”, comentó Harrison.

Los expertos dicen que hay muchas maneras de ayudar a quienes se ven afectados por la vergüenza, la conmoción y el pánico económico de una separación o un divorcio, desde grandes gestos hasta pequeños actos de amabilidad.

Escuchar… una y otra vez
Aunque a menudo se asume que quienes se encuentran en una separación inicial necesitan espacio, Ashley Mead, una psicoterapeuta que trabaja en Nueva York y que se especializa en divorcios, recomienda la conexión. No obstante, escuchar y atender esas situaciones requiere delicadeza.

“Los divorciados están perdiendo a la persona con la que más han estado conectados en toda su vida”, explicó Mead mediante un correo electrónico. “A menudo están desesperados y sienten una vergüenza increíble”.

“Preséntate”, agregó Mead, quien recomienda abstenerse de ofrecer consejos, sugerencias o cualquier frase que pueda expresar algo así como “te lo dije”. 

Si no sabes qué decir, intenta esto: “Sé que no puedo solucionarlo, pero estoy aquí para ayudarte”, aconsejó. “Tenemos una tendencia a querer arreglar las situaciones negativas que viven nuestros amigos, pero intentar animar a alguien a menudo lo que busca es calmar nuestra propia incomodidad y no ayuda a quienes necesitan aliviar las emociones difíciles”.

Erika Anne Englund, mediadora de divorcios que trabaja en Sacramento, California, dice que debemos “ser el tipo de oyente que ayuda a la gente a llegar a sus propias conclusiones: Asegúrate de que tu amigo tenga un lugar donde desahogarse, llorar, reír y pensar en voz alta”.

“No dejes de invitar a tus amigos divorciados a fiestas solo porque estén sin una pareja, y llámalos en época de festividades incluso años después de que el divorcio haya terminado”, dijo Englund.

Cuando Amy Armstrong, terapeuta familiar en Columbus, Ohio, pasó por su propio divorcio, encontrar amigos que pudieran escucharla sin convertir su historia en un drama —o en un chisme— fue un salvavidas. “Una persona que te apoya, que te ayuda a visualizarte en un próximo capítulo alegre, no alguien que te insta a quejarte o a quedarte en actitud de víctima”, dijo.

Stéphane Jutras, que vive en Canadá y presenta el podcast Divorced Dad Diaries, se divorció en 2018. Cuando habló del tema con sus amigos, notó que se volvieron más cercanos y se abrieron a temas de la relación que antes habían mantenido guardados. “A medida que les hacía confidencias, se sentían seguros para hablar de sus problemas matrimoniales”, dijo Jutras.

Un Equipo de apoyo
A la hora de buscar un equipo de apoyo, Susan Pease Gadoua, terapeuta del condado de Sonoma, California, que también dirige grupos de apoyo para divorciados, recomienda recurrir a personas que no tengan miedo a los sentimientos fuertes o al tiempo que pueda llevar procesarlos. “La gente tiene un ancho de banda de dos a cuatro meses para lidiar con el dolor ajeno, pero recuperarse del divorcio en menos de seis meses se considera muy pronto”, aseguró.

Para aquellos que cuestionan sus habilidades de conversación, ser un buen oyente no requiere charlar sin parar. Ver una película juntos puede ser muy reconfortante, al igual que hablar mientras caminan. “No hables mal de nadie, no trates de animar demasiado ni intentes resolver problemas”, señaló Abby Medcalf, psicóloga en Berkeley, California, y fundadora del podcast Relationships Made Easy.

“Conéctate con el sentimiento, no con la situación”, comentó Medcalf. “Pregunta, ¿Qué es lo que te pone más triste, más enojado, más temeroso?”.

“Entonces, escucha bien, con toda tu atención”, agregó.

Ofrecer ayuda, o simplemente validar
El divorcio a menudo significa que conducir un auto compartido, pagar las cuentas y muchos otros requisitos de la vida diaria ahora recaen sobre una sola persona, no sobre dos.

“El divorcio es una gran transformación en la vida. Ayudar con detalles puede tener un impacto duradero”, opinó Mandy Walker, asesora de divorcios y mediadora en Boulder, Colorado.

¿Estás buscando formas creativas de ofrecer apoyo? Considera qué habilidades sociales podrías tener. ¿Puedes cuidar niños una noche a la semana? ¿Puedes editar un currículum? ¿Sabes algo sobre reparación de automóviles? ¿Eres habilidoso? Si no puedes ofrecer tus propias habilidades, quizá sea útil crear una lista de personas que sabes que pueden ayudar.

Los sentimientos de dolor y pérdida después de una separación o divorcio son parte normal del proceso de curación. Hay una línea de tiempo para la recuperación del divorcio, comentó Medcalf, y hacer un seguimiento de los cambios graduales en los sentimientos puede ser útil si un amigo o familiar divorciado está demasiado angustiado como para ver que mejora. “Lo más generoso que puedes hacer es dejar de lado tu propio miedo a los sentimientos fuertes y alejar poco a poco a las personas de la desesperación”, señaló.

Cuando Shawna Hein, de 37 años, finalizó su divorcio en 2020, dijo que los amigos que no impusieron sus sentimientos sobre la situación fueron sus salvadores. “Me encantó cuando le dije a la gente que me estaba divorciando y dijeron: ‘Genial’”, dijo Hein, una diseñadora principal de Ad Hoc que vive en Nevada City, California. “Para mí eso fue un reconocimiento de que estaba siendo valiente y de que la vida iba a mejorar”.

Pease dijo que “la terminología en torno al divorcio gira en torno al fracaso, pero a veces es una victoria que puede ayudar a la gente a hacer el cambio necesario. Permitir las emociones negativas a lo largo del viaje allana el camino para las emociones positivas en el futuro”.

El dinero puede ayudar, más de lo que piensas
El impacto económico de casi todos los divorcios golpea fuerte; los estudios muestran que los ingresos muchas veces decrecen, sobre todo para las mujeres. Los detalles sobre la manutención del cónyuge y de los hijos tardan meses y a veces años en resolverse. Incluso si se otorga, no hay garantía de que se tendrán esos pagos. Según un informe del censo de Estados Unidos de 2018, menos de la mitad de los padres con custodia a los que se les debe manutención infantil reciben lo que se les otorga, y hay pocos recursos para la mayoría en estas situaciones.

Sydney Petite se divorció en julio de 2018 con tres hijos, entre ellos mellizos de 3 meses. Ahora es la única progenitora con la custodia, se le concedió que su exmarido le pagara la manutención, pero no recibió ningún pago durante casi tres años.

“Aprendí —de forma torpe y rápida— a pedir ayuda”, afirmó Petite, de 30 años, que dirige una empresa de relaciones públicas en Mobile, Alabama. Una amiga le prestó dinero para contratar a un abogado, un colegio privado le ofreció la colegiatura gratuita de su hijo mayor y una niñera que había contratado para ayudar con los niños aplazó el pago hasta que Petite se recuperó económicamente. Desde que se divorció, la ex ama de casa pagó todos sus préstamos. “Hoy en día, estoy donde estoy gracias a un apoyo inesperado”, concluyó.

​​Otras vías de apoyo pueden ser reunir a los amigos para pagar unas horas de un abogado u organizar el reparto de comidas. “Puede llevar años volver a una situación financiera estable”, dijo Alex Beattie, cofundadora de Divide and Thrive, una herramienta financiera descargable para ayudar con el divorcio. “Llevar unas comidas o unas entradas de cine puede aligerar el ánimo de alguien sin que cueste mucho”.

https://www.nytimes.com/es/2022/02/05/espanol/ayuda-divorcio.html

Preguntas antes del matrimonio.

martes, 4 de enero de 2022

Covid: cómo debes cuidarte en casa si das positivo

Tienes síntomas y has dado positivo por covid-19. ¿Qué deberías hacer ahora?

La primera cosa más obvia es que te mantengas alejada de otras personas para evitar pasárselo.

Y en términos de tu propio bienestar, esto es lo que recomiendan los expertos:

1. Cuéntaselo a familiares y amigos
No sufras en silencio.

Hazle saber a la gente que tienes covid.

Es posible que puedan ayudarte dejando comida en tu puerta y te llamarán para saber cómo estás.

En muchas ciudades han surgido grupos de voluntarios para ayudar a las personas que se aíslan por sí mismas en casa con cosas como comprar comida o medicamentos.

2. Descansa
Incluso con variantes más nuevas del virus como ómicron y delta, muchas personas tendrán síntomas leves o ningún síntoma y podrán sobrellevar la infección de manera segura en casa.

Los síntomas principales siguen siendo:

Una tos continua
Fiebre o temperatura alta
Pérdida o cambio en el olfato o el gusto
Y los investigadores que han estado recopilando comentarios de cientos de miles de personas sobre sus experiencias con covid sugieren que los cinco síntomas principales son similares a un resfriado:
-Goteo nasal
-Dolor de cabeza
-Fatiga (media o severa)
-Estornudos
-Dolor de garganta

Si te sientes mal, hay cosas que pueden ayudar.

Descansa mucho, bebe mucha agua y toma paracetamol o ibuprofeno para sentirte más cómodo.
Para no toser o toser menos, intenta acostarte de costado o sentarte erguido en lugar de boca arriba.
Sentarse, en lugar de tumbarse completamente, también es bueno si sientes que estás sin aliento.

También puedes probar:
Inhalar lentamente por la nariz y exhalar por la boca, con los labios juntos como si estuvieras soplando suavemente una vela
Relaja los hombros para no encorvarte. Es bueno inclinarse ligeramente hacia adelante con las manos en las rodillas
Bajar un poco la calefacción y dejar entrar un poco de aire fresco

El oxímetro mide el oxígeno en sangre.

Consejos si te falta el aire
Es posible que algunas personas ya tengan (o quieran comprar) un dispositivo llamado oxímetro de pulso que puede verificar el nivel de oxígeno en la sangre.

Se sujeta al dedo y puede ser una forma útil de saber qué está pasando.

Es como controlar la temperatura con un termómetro.

Los niveles bajos de oxígeno en la sangre pueden ser una señal de que estás empeorando.

Una lectura de 95 o superior es normal.

Si baja a 93 o 94 y permanece así una hora más tarde, habla con tu médico de cabecera para que te aconseje qué hacer.

Si la lectura es 92 o menos, acude a urgencias.

La telemedicina ha experimentado un auge durante la pandemia

Cuándo buscar ayuda
Si deseas consejos adicionales, puede intentar llamar o comunicarse con una farmacia.

En BBC Mundo también puedes encontrar mucha información sobre el covid en este link.

Algunas personas con covid necesitarán atención médica, que podría incluir permanecer en el hospital.

Busca asesoramiento médico si:
Te sientes cada vez peor o notas que te quedas sin aliento.
Tienes dificultad para respirar cuando te pones de pie o te mueves.
Te sientes muy débil, dolorido o cansado.
Tienes temblores.
Has perdido el apetito.
No puedes cuidarte por ti mismo. Es decir, si tareas como lavarte y vestirte o preparar la comida son demasiado difíciles.
Después de 4 semanas, todavía te sientes mal. Esto puede ser indicativo de un covid de larga duración.

Acude inmediatamente a urgencias si:
Estás tan sin aliento que no puedes decir frases cortas cuando estás descansando.
Tu respiración ha empeorado repentinamente.
Toses sangre.
Estás frío y sudoroso, con la piel pálida o con manchas.
Tiene un sarpullido que parece pequeños hematomas o sangre debajo de la piel y no desaparece.
Si sufres desmayos.
Estás desorientado, confundido o muy somnoliento.
Has dejado de orinar u orinas mucho menos de lo habitual.
Si estás preocupado por un bebé o un niño, no te demores en buscar ayuda.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-59828557

domingo, 28 de junio de 2020

Gran hambruna de Irlanda: la crisis que provocó la muerte de un millón de personas por confiar en las fuerzas del mercado Stefania Gozzer BBC News Mundo

La pandemia de covid-19 ha golpeado de manera especialmente dura a las comunidades indígenas de Estados Unidos. Y, al otro lado del Atlántico, hay una isla donde mucha gente siente que es su deber hacer algo al respecto: Irlanda.

En la página web GoFundMe, una campaña que busca recaudar fondos para las comunidades Navajo y Hopi suma ya más de US$4 millones. Entre los donantes, abundan los apellidos irlandeses.

"Desde Irlanda, con mucho amor", escribe en el muro de la campaña RJ MacReady, que aportó US$200. "Irlanda recuerda", escribe Rachel Adams, que puso US$20.

Su gratitud se remonta a otra gran crisis que ni siquiera les tocó vivir en carne propia, como recuerda Christopher Doughan, que donó US$25: "En Irlanda, no olvidamos y no olvidaremos. Gracias por su increíble bondad hace más de 170 años".

En 1845, la isla de Irlanda sufrió un desastre alimentario del que no lograría salir durante los siguientes cinco años y que acabaría cobrándose la vida de más de un millón de personas y empujando a emigrar a otro millón y medio.

El episodio pasó a la historia como la Gran Hambruna Irlandesa. 1845-1851.

"Redujo en más de un tercio los habitantes de la isla de Irlanda en un periodo de seis años", le explica a BBC Mundo Christine Kinealy, directora del Instituto de la Gran Hambruna de Irlanda.

La hambruna fue tan brutal y prolongada que, cuando el empobrecido pueblo nativo americano de los Choctaw oyeron sobre ella, reunieron el dinero que pudieron (US$170 de la época, unos US$5.000 actuales según la revista Time) y se lo enviaron a los irlandeses, que desde entonces se sienten hermanados con las comunidades indígenas de Estados Unidos.

Pero ¿qué provocó una tragedia de tal dimensión que, casi dos siglos después, aún inspira un sentimiento de fraternidad tan fuerte?

La hambruna de la patata
En la década de 1840, la isla de Irlanda formaba parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Carecía de gobierno propio, aunque contaba con más de 100 escaños en el Parlamento británico.

"En la práctica, era una colonia de Reino Unido", le asegura a BBC Mundo Gaia Narciso, directora del Departamento de Economía de Trinity College, de Dublín.
Familia irlandesa a las puertas de su casa en Killarney.
Familia irlandesa a las puertas de su casa en Killarney.

Kinealy coincide: "Irlanda había sido esencialmente empobrecida y era una colonia de Gran Bretaña y las mejores tierras habían sido dadas a los colonos, que en su mayoría eran protestantes ingleses y escoceses".

"El 85% de la población nativa irlandesa era católica y sobrevivía con muy poco, así fue como acabaron dependiendo tanto de la papa", afirma. "Ningún otro país de Europa tenía una dependencia tan alta de un solo tipo de cosecha".

La papa, originaria de Perú y llevada a Europa tras la conquista de América, se volvió rápidamente el elemento esencial de la dieta irlandesa.

El increíble viaje de la papa andina, el tubérculo que transformó el mundo
En las décadas anteriores, la población de la isla de Irlanda había crecido más que la de cualquier país de Europa Occidental, como explicó el historiador económico irlandés Cormac Ó Gráda en un análisis al que se puede acceder en la página web de la Sociedad de Historia Económica.

Si bien los irlandeses igualaban en casi un tercio a la población de Gran Bretaña, apenas percibían dos quintos de sus ingresos per cápita.

El tercio más pobre subsistía intercambiando mano de obra por un pedazo de tierra donde poder cultivar. Y la mejor forma de sacar provecho a ese limitado terreno era sembrar papa, un alimento muy completo nutricionalmente y que no requería de mucho espacio para su cultivo y almacenamiento.

¿Podrías sobrevivir comiendo un solo tipo de alimento?
Hasta que, en 1845, una plaga de hongos que atacaba las cosechas de papas se expandió por Europa.

"La plaga llegó de México. Lo raro que tenía era que no podías ver por fuera si la planta estaba enferma o no. Recién al momento de la cosecha, cuando sacabas la papa, veías que estaba podrida", explica Gaia Narciso.

El 85% de la población nativa irlandesa era católica y sobrevivía con muy poco. Así fue como, cosecha tras cosecha, los irlandeses iban descubriendo que su principal fuente de alimentación se desvanecía.

Una penuria que duró más de un lustro y que explica porque otro de los nombres que se da a este episodio histórico es el de la "hambruna irlandesa de la papa".

Fuerzas del mercado
Si bien las continuas pérdidas de cosechas de papa ya eran en sí una gran tragedia para el pueblo irlandés, los historiadores coinciden en que las acciones del gobierno británico, entonces en manos de los Whigs, el antiguo Partido Liberal, amplificaron sus efectos.

La élite y la clase media británica de la época no veían con buenos ojos las ayudas estatales para paliar la crisis, como explicó en un artículo publicado por la BBC en 2017 el historiador James Donnelly.

Él señala tres doctrinas económicas populares en aquella época como las responsables de la falta de solidaridad: el laissez-faire, la creencia protestante en la divina providencia y los "enraizados" prejuicios étnicos contra los irlandeses católicos.

El laissez-faire o "dejar hacer" es una corriente que se opone a que los gobiernos interfieran en la economía de un país y que defiende que, sin estas intervenciones, las fuerzas del mercado serán los suficientemente libres para alcanzar el equilibrio por sí solas.

"Así que el gobierno británico no quiso traer comida ni impedir que esta saliera del país", explica Christine Kinealy.

"Eso fue desastroso porque grandes cantidades de alimentos salieron de Irlanda mientras que el país se moría de hambre literalmente por esa creencia de que el mercado se autorregularía, lo cual no sucede ni sucedió".

Como explica Donnelly, bajo esta doctrina el gobierno británico rechazó medidas como prohibir la exportación de granos en Irlanda, que podrían haber servido para alimentar a la población local.

Pero, ante la cantidad de muertes, había que hacer algo así que entre 1846 y 1847, el gobierno invirtió en obras públicas para crear empleos en una medida que no solo no duró sino que solo proveyó a unos pocos de salarios insuficientes.
Un millón y medio de irlandeses tuvieron que emigrar. La mayoría, a América del Norte.
Un millón y medio de irlandeses tuvieron que emigrar. La mayoría, a América del Norte.

"El problema era que la gente estaba debilitada porque no tenía acceso a comida y tenía que hacer estos trabajos pesados. Además, los salarios eran extremadamente bajos… Fue un total fracaso en términos de organización", afirma Narciso.

"Eran trabajos físicos duros 12 horas al día, seis días a la semana (72 horas semanales), para ganar salarios muy bajos. Había mucha hambruna porque los sueldos eran muy bajos y los precios de la comida muy altos…", asegura Kinealy.

"Para finales de 1846, ya estábamos viendo una mortalidad en masa en Irlanda".

La medida no duró más que un invierno y fue reemplazada con los comedores populares, que en el verano de 1847 llegaron a alimentar a tres millones de personas.

Pero este esquema apenas duró seis meses y, según Donnelly, el motivo fue una vez más el laissez-faire.

"La idea de alimentar directamente a una gran proporción de la población irlandesa violaba todas las preciadas nociones de los Whigs de cómo un gobierno y una sociedad deben funcionar", escribió Donnelly.

Para ser coherentes con el laissez-faire, el gobierno también se negó a facilitar la emigración de irlandeses.

"En ese sentido, el virrey irlandés de hecho propuso limpiar la provincia occidental de Connacht de los 400.000 pequeños agricultores empobrecidos que eran demasiado pobres para emigrar por su cuenta”, dijo Donnelly.

"Pero la mayoría del gabinete de ministros Whigs vio poca importancia a gastar dinero público para acelerar un proceso que ya se estaba llevando a cabo ‘de manera privada’ a gran ritmo".

Asilos para pobres
Una vez fueron cerrados los comedores populares, a los más necesitados no les quedó más que recurrir a las workhouses o asilos para pobres.

"No son un lugar al que uno quiera ir", explica Narciso. "Estaban superpoblados. Ir a un asilo de pobres era el último recurso".

Casas en ruinas en el pueblo de Tullig, en 1849, durante la Gran Hambruna.
Los asilos para pobres han sido descritos como una de las instituciones más tenebrosas de Irlanda. La gente sin recursos acudía a ellos en busca de comida y techo a cambio de trabajo.

Una vez dentro, las familias eran separadas y las condiciones de vida eran lo suficientemente desagradables para fomentar que la gente quisiera irse y evitar así que estos lugares acabaran abarrotados.

Aún así, estos asilos alcanzaron su capacidad máxima aquel 1847. A partir de entonces, se convirtieron en la única forma de asistencia pública en Irlanda.

Al laissez-faire se sumó, según Donnelly, la creencia que había en Gran Bretaña de que la hambruna en Irlanda era un castigo divino, un acto de providencia para librar a los irlandeses de un régimen agrario que los británicos veían como ineficiente y abusivo.

"Según las autoridades británicas de la época, el funcionamiento de la divina providencia se revelaba en las operaciones sin restricciones de la economía de mercado y, por lo tanto, era malo interferir con su correcto funcionamiento", escribió Donnelly en su artículo.

Por último, están los prejuicios contra los irlandeses que había en Gran Bretaña.

"Todas las decisiones que concernían a Irlanda venían de Londres, y la gente que gobernaba Irlanda en aquella época no era muy solidaria", afirma Kinealy. "Creían que los irlandeses eran ociosos y que eran pobres porque eran ociosos".

"Si se daba mucha ayuda, habría más hambrunas. Así que había una idea de que ‘No puedes ser muy generoso porque eso solo crearía dificultades de dependencia y las cosas nunca mejorarían".

En opinión de la experta: "Las decisiones que se tomaron en Londres y el tipo de ayuda que se dio a los pobres irlandeses, en cierta forma, exacerbaron los problemas y no trajeron ayuda a la gente".

La hambruna solo se resolvió cuando la plaga acabó, algo que, en algunas zonas de Irlanda, no se dio hasta 1851.
tumbas en Irlanda
Un millón de irlandeses murieron debido a esta crisis.
"Irlanda nunca se recuperó de esa pérdida de población", asegura Kinealy.

Antes de la hambruna, 8,5 millones de personas vivían en la isla de Irlanda. Un número que, incluso hoy en día, no se ha vuelto a alcanzar.

Cómo el gobierno colonial británico dejó morir de hambre a un millón de indios

En la actualidad, Irlanda del Norte, que pertenece a Reino Unido, cuenta con cerca de 1,9 millones de habitantes y la República de Irlanda no llega a los 5 millones.

El legado de esta experiencia traumática se ve aún tanto en la demografía actual de la isla como en aquellas donaciones de irlandeses en GoFundMe para las poblaciones nativo americanas que más sufren la pandemia de covid-19.

Pero va incluso más allá, como explica Gaia Narciso, que dirige una investigación para establecer la relación entre la hambruna y los movimientos que consiguieron la independencia de la República de Irlanda en 1921.

"Lo que encontramos es que la gente cuyas familias habían estado más expuestas a la hambruna resultaron los que tenían más probabilidades de rebelarse contra el mando británico 70 años después".

Para ella, la lección que deja es que en momentos de crisis es que "lo importante es proveer ayudas" a quienes más lo necesitan.

"Felizmente, en la actualidad, la respuesta ha sido la opuesta a la que vimos en el siglo XVIII".

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52826839

jueves, 30 de abril de 2020

Inconscientes

Imaginen que una nave tripulada por seres procedentes de otra civilización inteligente (distinta a la nuestra, por lo tanto) se acerca a la Tierra para conocer su naturaleza y cómo vivimos sus habitantes.

Enseguida descubren que allí se ha propagado un virus que infecta a millones de personas y que produce docenas de miles de muertes, en casi todos los lugares y muchas más de las que registran las estadísticas a las que tienen acceso, gracias a su conocimiento y tecnología, muy superiores a los de la Tierra.

Para saber la situación más concreta, los efectos que realmente está teniendo la epidemia y las medidas que estos humanos llevan a cabo para paliarlos, deciden acudir a la más alta autoridad de la máxima potencia económica, militar, cultural y política de ese planeta, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Justo cuando van a ponerse en contacto con él, se encuentra dando una rueda de prensa en la que propone inyectar desinfectante y luz en el cuerpo de las personas afectadas como forma de acabar con él. Incrédulos, los visitantes deciden, entonces, recurrir a otras fuentes de conocimiento.

Comprueban más tarde que, al principio de la epidemia, todos los líderes y gobiernos de planeta le había quitado importancia pero que ahora todos sin ninguna excepción la contemplan con sofoco y la consideran de gran peligro. Ya saben que se trata de un mal global, cuya expansión no es posible detener mediante fronteras físicas y que se requeriría una actuación así mismo global para poder hacerle frente con algún éxito, por ejemplo, compartiendo recursos sanitarios, investigando en equipo la obtención de vacunas o poniendo a disposición unos de otros el conocimiento y los medios materiales, personales o económicos necesarios para evitar una catástrofe.

Los visitantes, sin embargo, comprueban que no se ha producido ningún tipo de encuentro global porque las instituciones en donde solían sentarse todos los países del planeta sin excepción, como las Naciones Unidas, hace tiempo que están devaluadas y apenas tienen influencia en las decisiones de los países más poderosos. Es más, el presidente de la gran potencia mundial había decidido que su país (el más rico del planeta) dejase de contribuir y colaborar, precisamente en ese momento, con su oficina dedicada a combatir este tipo de desastres sanitarios, la Organización Mundial de la Salud.

Los visitantes extraterrestres no pueden explicarse la actuación de los humanos de la Tierra en materia de prevención vírica. Los científicos de ese planeta saben que allí hay más de 300.000 virus que podrían producir un efecto parecido o peor que el Covid-19 y, a pesar de ello, sus gobiernos siguen dejando el descubrimiento de vacunas y remedios en manos de laboratorios privados, los cuales, lógicamente sólo tratarán de descubrir aquello que resulte rentable a sus propios negocios y no al interés general. La situación de desarme sanitario les parece tan increíble como absurda. No pueden entender que Estados Unidos dedique casi 600.000 millones de euros a gasto militar y luego resulte que el 80 % de las medicinas que se consumen en su interior provengan de China, que se supone que es uno de los adversarios que justifican semejante dispendio militar.

Los visitantes se sorprenden especialmente de esta falta de colaboración global cuando se dan cuenta de que las cadenas globales de suministro de alimentos están cediendo, algo que ha puesto de relieve, entre otros muchos investigadores, un economista al servicio de la FAO, la oficina de las Naciones Unidas dedicada a los problemas de la alimentación, en un artículo aparecido en la revista Nature. Allí se señalan algunos ejemplos de lo que, en realidad, está pasando en todo el país: «En India, los agricultores están alimentando con fresas a las vacas porque no pueden transportar la fruta a los mercados de las ciudades. En Perú, los productores están vertiendo toneladas de cacao blanco en el vertedero porque los restaurantes y hoteles que normalmente lo comprarían están cerrados. Y en los Estados Unidos y Canadá, los agricultores tuvieron que tirar la leche por la misma razón. Legiones de trabajadores migrantes de Europa del Este y África del Norte están atrapados en las fronteras, en lugar de cosechar en las granjas de Francia, Alemania e Italia. Estados Unidos, Canadá y Australia dependen en gran medida de los trabajadores agrícolas temporales que no pueden viajar debido a restricciones de virus». Y también se advierte en ese artículo de que el miedo a la pandemia ha producido «reacciones en cadena caóticas» muy peligrosas que ya han hecho subir los precios de productos básicos para la alimentación humana, como el trigo (8 % en comparación con los de marzo del año pasado) o el arroz (25 %).

Esa información hace que los visitantes se interesen por el hambre y descubren también que afecta a 821 millones de personas, a pesar de que sólo con los productos alimenticios que se desperdician en todo el planeta se podría alimentar a 1.260 millones de seres humanos todos los años. Cuando analizan la forma en que los humanos de la Tierra organizan la producción y el consumo de los productos básicos que necesitan, los visitantes se sorprenden sobremanera del gran daño que provocan sobre su medio ambiente natural y, a su vez, del coste tan enorme que esto lleva consigo, tanto en dinero como en vidas humanas.

Así, la contaminación del aire mata a siete millones de personas cada año y los desastres naturales causados por el clima a unas 600.000. El 40 % de la población mundial ya tiene problemas con la escasez de agua y todos los años mueren 2,2 millones de personas por simples diarreas. Como consecuencia en gran parte del modo de vida existente en la Tierra, el nivel del mar ha subido el doble de lo previsto en los últimos 25 años, un tercio de las especies marinas están en riesgo por el cambio climático, las capas de hielo que cubren la superficie terrestre se están descongelando un 20 % más de lo previsto por los científicos y la del Ártico se ha reducido en un 40 % en los últimos 35 años. La deforestación (que produce la quinta parte de las emisiones de CO2 que destruyen la Tierra) avanza a un ritmo de 13 millones de hectáreas cada año (casi la cuarta parte de España). Al ritmo en que se produce y consume en el planeta que van a visitar, en 2050 vivirán en tierras desertificadas unos 4.000 millones de personas y la resistencia a los antibióticos, provocada entre otras causas por los contaminantes vertidos en el agua y en los alimentos, será la primera causa de muerte en el mundo ese año.

A los visitantes les confunde la forma económica tan extraña con que los habitantes de la Tierra hacen frente a estos problemas pues se calcula que podrían evitarse con 19,5 billones de euros, mientras que el coste de soportarlos supone 47 billones. Y también les resulta incomprensible que los actuales habitantes de la Tierra no tengan en cuenta que después de los que viven ahora allí tendrán que venir otras generaciones futuras, sus hijos, nietos y biznietos, cuyo bienestar y forma de vida no parece preocuparles. Aunque igualmente les sorprende el escaso cuidado que tienen con los niños pues, como señalaba el informe Acción humanitaria para la infancia 2019 de UNICEF que han consultado, «la infancia sufre la mayor amenaza para su desarrollo en los últimos 30 años». Algo que también produce perplejidad a los alienígenas, porque en ese informe se indica que sólo harían falta 3.500 millones dólares para conseguir que todos los menores del planeta tuvieran cubiertas sus necesidades básicas, más o menos los presupuestos de los 20 o 25 equipos de fútbol europeos con mayor presupuesto.

Las cuestiones económicas asociadas con la propagación del virus llaman extraordinariamente la atención de los visitantes. En concreto, que tampoco en este campo haya habido una respuesta global a los cientos de millones de desempleos que va a producir, ni a la pérdida de las miles de empresas que proporcionan los suministros básicos para la población. Les sorprende también la imprevisión ante la gigantesca crisis de deuda que inevitablemente se producirá una vez que se salga de la crisis actual. Aunque nada les produce tanto estupor como el hecho de que en la Tierra se dediquen casi 125 veces más recursos a realizar apuestas en una especie de casinos financieros, para estos visitantes completamente desconocidos y cuya lógica apenas entienden, que para las actividades directamente encaminadas a satisfacer sus necesidades reales. Unos casinos a cuyo mantenimiento se dedica más atención en la Tierra que al cuidado y a la vida de los seres vivos.

Los visitantes, en fin, tampoco pueden entender que en el planeta que desde las profundidades del espacio se muestra con una belleza formidable sea, en realidad, un infierno innecesario para una parte tan grande de sus pobladores. Y no pueden explicarse cómo, a pesar de la existencia de tantos dioses e iglesias que pregonan la bondad y el amor por todas sus esquinas, haya tantos conflictos armados, un ambiente tan extendido de odio y revanchismo y un sentido tan escaso de la solidaridad y de la cooperación mutua.

Más que nada, en el informe que realizarán de sus descubrimientos sobre el planeta Tierra, destacarán la falta de conciencia de sus pobladores sobre su propia existencia y sobre el hecho de que conforman una civilización que se encuentra en peligro real y cercano de extinción como consecuencia de sus decisiones decisiones.

Ya de vuelta, uno de los alienígenas señaló en su tableta orgánica una de las páginas de Pensamientos despeinados, un librito de Stanislaw J. Lec que había escaneado como recuerdo en la biblioteca de unos pueblos que habían visitado.

– Aquí está lo que les pasa a estos humanos, dijo: es un planeta que «tiene la conciencia limpia; no la ha usado nunca».

Juan Torres López es Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Dedicado al análisis y divulgación de la realidad económica, en los últimos años ha publicado alrededor de un millar de artículos de opinión y numerosos libros que se han convertido en éxitos editoriales. Los dos últimos, ‘Economía para no dejarse engañar por los economistas’ y ‘La Renta Básica. ¿Qué es, cuántos tipos hay, cómo se financia y qué efectos tiene?’

Fuente:

https://blogs.publico.es/juantorres/2020/04/27/inconscientes/

sábado, 1 de abril de 2017

Catorce ‘apps’ que pueden ayudar a tratar la ansiedad y la depresión. Un estudio muestra que los usuarios de estas aplicaciones gratuitas mostraron reducciones importantes de los síntomas de ambas patologías

Un equipo de científicos ha desarrollado un conjunto de 14 aplicaciones para ayudar a personas que sufren ansiedad y depresión. Para comprobar la utilidad de estas apps, los científicos también han elaborado un estudio con un centenar de participantes y los resultados, publicados en la revista Journal of Medical Internet Research, indican una reducción significativa de los síntomas de ansiedad y depresión en los participantes. El éxito de las aplicaciones, según los investigadores, se debe a que son muy fáciles de usar y están pensadas para utilizarse con frecuencia pero en periodos de tiempo cortos. Todas las aplicaciones están disponibles en inglés en la Play Store de Android de forma gratuita. El equipo está trabajando en el próximo lanzamiento de las aplicaciones para el sistema operativo iOS previsto para el mes que viene, mientras recauda fondos para ofrecerlas en otros idiomas, como el español.

Intellicare es un conjunto de 14 aplicaciones en total. La llamada Hub actúa como la matriz desde la que se puede interactuar con el resto de apps, gestionar las notificaciones y descargar otras aplicaciones recomendadas mediante un algoritmo desarrollado por los científicos. En un principio estas recomendaciones se hacían de forma aleatoria, pero ahora los investigadores están trabajando para que el sistema aprenda del usuario para hacer el servicio más personalizado en función de sus necesidades. No es necesario descargar las 14 aplicaciones y se pueden usar de forma independiente.

Cada app ofrece distintos ejercicios desarrollados por médicos y psiquiatras para eliminar el estrés, reducir la preocupación o eliminar la autocrítica, como Worry Knot o Day to Day. Otras aplicaciones ofrecen métodos para ayudar a fomentar prácticas positivas o estrategias para dormir bien durante toda la noche, como My Mantra o Slumber Time. “Todas las apps han sido diseñadas por un desarrollador tecnológico y un científico de la conducta. Además, tras su lanzamiento hemos tenido en cuenta los comentarios de los usuarios para mejorar algunos aspectos”, explica David Mohr, autor principal del estudio y director del Centro de Tecnologías de Intervención Conductual (CBITs) de la Universidad del Noroeste, en EE UU. Los investigadores esperan poder recabar información del usuario de forma confidencial y mediante autorización para poder diseñar nuevas estrategias y aplicaciones para tratar la depresión y la ansiedad.

El objetivo de los científicos es que las aplicaciones apoyen a los millones de personas que sufren estas patologías, pero que no pueden recibir el tratamiento adecuado por diferentes motivos. Las apps están disponibles en la tienda digital de Android desde 2014, pero el estudio para comprobar la utilidad de estas aplicaciones se ha hecho a lo largo de 2016. En el estudio se inscribieron 99 participantes iniciales y 90 completaron todas las evaluaciones a lo largo de las ocho semanas que duró el ensayo. En ese periodo, los participantes contaron con la ayuda de un entrenador que les hizo un seguimiento mediante llamadas de teléfono y mensajes de texto. El entrenador debía tener al menos una licenciatura en psicología o formación similar y recibió a su vez un entrenamiento previo.

http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2017/01/11/actualidad/1484137256_613682.html?rel=mas

viernes, 12 de agosto de 2016

Cuando Cuba estaba luchando por Angola

África
por Augusta Conchiglia

Con su nueva encuesta (1) "brillante y erudita," en las palabras de Noam Chomsky, la universidad italoamericano Piero Gleijeses desnuda responsabilidad en la continuación del conflicto en el sur de África después de la independencia de Angola de EE.UU. (Noviembre 11, 1975). Los defectos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) muestran las contradicciones internas a las autoridades de Estados Unidos, donde el Departamento de Estado a veces figura del elemento moderado. Ya es autor de una rica estudio de revelaciones sobre la historia de Cuba en África (2), Gleijeses también examina las diferencias tácticas entre aliados. Más intervencionista, Cuba toma el riesgo de represalias de Estados Unidos, mientras que la Unión Soviética se mantiene dividido entre su deseo de relajarse con Estados Unidos y sus compromisos en el frente africano.

Recordemos los hechos. En agosto de 1975 las tropas sudafricanas ocupan el sur de Angola, sigue provincia portuguesa. En noviembre del mismo año, se proclamó la independencia; tropas sudafricanas se retiran, pero el apoyo de la Unión Nacional rebelde para la Independencia Total de Angola (Unita). soldados cubanos llegaron para ayudar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) para mantener el poder. Zaire apoya mientras que el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA). La guerra civil se está librando.

La administración del presidente Gerald Ford y su estratega de Henry Kissinger tenía, en 1974, se escatiman esfuerzos para marginar el MPLA. Tras la elección de James Carter en noviembre de 1976, el Congreso de Estados Unidos aprobó una enmienda que prohíbe la ayuda a los movimientos rebeldes en Angola. Sin embargo, influenciado por el asesor Zbigniew Brzezinski, Carter muestra tan obsesionado como su predecesor por la presencia de Cuba, y se niega a reconocer al gobierno de Angola.

Con el presidente Ronald Reagan (1981-1989), que hizo el apoyo incondicional a la Unita una cuestión política doméstica, los sudafricanos tienen las manos libres. No contento con el apoyo logístico, Pretoria puso en marcha una serie de operaciones militares que culminaron en 1987 en lo que la historia oficial conciso del ejército sudafricano definido en su momento como "la operación más grande jamás llevada a cabo por las fuerzas de tierra y la aviación al sur de África desde la Segunda guerra Mundial".

El Cuito Cuanavale en el sureste de Angola (enero de 1988), es la culminación de trece años de agresión de Sudáfrica contra los más ricos de las antiguas colonias portuguesas. Reconociendo jugar a su destino en Angola, Pretoria elige la escalada. M.Fidel Castro y el desafío. De acuerdo con los líderes de Angola, decidió enviar tropas adicionales y convence líder soviético Mikhail Gorbachov para entregar armamento más sofisticado. En agosto de 1988, Sudáfrica se retira y aceptar el plan de las Naciones Unidas para la independencia de Namibia. Cuba se puede repatriar a sus tropas. Nelson Mandela cree que el fracaso de Sudáfrica como "el punto de inflexión en la liberación del continente del flagelo del apartheid." Los nombres de los soldados cubanos muertos en Angola aparecen hoy con las de todos los héroes de la historia de Sudáfrica en la pared de la memoria del Parque de la Libertad en Pretoria.

La historia de la colonización en África está marcada por otras guerras, los que no dicen su nombre y se conformaron a subordinar todo a la búsqueda de beneficios. En 1903, una campaña internacional lanzada por un periodista británico Edmund Morel, denunciado como delincuentes condiciones en las explotaciones de caucho en el Estado Libre del Congo Belga, Congo futuro trabajo. Pierre Savorgnan de Brazza fue enviado a investigar francés Congo, donde fue comisario general de 1886 a 1897. El informe de Brazza, escrito en 1907, abruma la administración considera ineficaz, dominado por los intereses privados y que cubre el abuso "intolerable y masiva ". Se lo debemos al historiador Catalina Coquery- Vidrovitch la exhumación de este texto olvidado, que fue considerado demasiado comprometer a publicarse (3).
Augusta Conchiglia Periodista.

http://www.monde-diplomatique.fr/2014/10/CONCHIGLIA/50867

jueves, 2 de octubre de 2014

¿Quién ayuda al Tercer Mundo?

Con la muerte en Madrid del médico y misionero de la Orden de San Juan de Dios Manuel García Viejo (Q.E.P.D) se elevan a dos los muertos europeos —ambos españoles— por el virus del ébola. Estas muertes, otros contagiados europeos y estadounidenses y, sobre todo, las previsiones sobre una posible expansión de la enfermedad en EE UU han movido al presidente Obama a reclamar públicamente más medios para luchar contra la enfermedad, detectada en 1976, y que ha provocado, según anunció la OMS el pasado día 22, el contagio de unas 5.843 personas, y alrededor de 2.804 fallecidos. Contrasta la rapidez con la que el mundo occidental parece dispuesto a enfrentarse al ébola al sentirse amenazado, frente a la desidia con la que contempla el hecho de que, según los mismos expertos de la OMS, se produzcan al año 2.000 millones de casos de diarrea que producen la muerte de 1,5 millones de niños menores de cinco años (uno cada tres minutos).

¿Cómo es posible tal hecho? La respuesta parece sencilla: la diarrea no supone ningún peligro para nuestro Primer Mundo. Ante estos datos, tan solo una pregunta: ¿dónde quedó el famoso 0,7% de los presupuestos como ayuda a los países subdesarrollados?
Fuente: El País. Tomás Díez Vivas.

sábado, 16 de marzo de 2013

Suicidios en hombres, el drama de no saber pedir ayuda

La tasa de suicidios de hombres en el Reino Unido es de 12 al día.

Media hora después de hablar con su mejor amigo, Guy se quitó la vida. Ni su familia ni sus allegados lo vieron venir. Estaba sumido en una depresión profunda y no supo pedir ayuda. Este es el caso de miles de hombres de todo el mundo.

Estudios estadísticos indican que la tasa de suicidios de este género va en aumento, mientras que el de las mujeres ha disminuido.

Sólo en Reino Unido, en 2011 se registraron 12 suicidios diarios de hombres, la mayoría entre 45 y 55 años.

¿Qué está causando este fenómeno? "Muchos de los motivos son pérdidas de dinero, de trabajo, deudas y fracasos profesionales", le dice a la BBC el psiquiatra Peter Byrne, del hospital de la Universidad de Newham.

Por su parte, Jane Powell, directora de la Campaña contra una vida miserable, explica que el actual clima económico mundial es el gran causante de que se hayan disparado los suicidios en hombres.

Hace un año Wilson Stephens intentó quitarse la vida. La presión de crear una empresa se sumó a una crisis de pareja y a un juicio que tuvo que enfrentar. "Todo se estaba derrumbando, no lo podía superar y traté de suicidarme", le cuenta a la BBC. "Para los hombres es muy difícil decir 'necesito ayuda'. Se supone que somos fuertes". En muy pocas oportunidades se crea un espacio en el que los hombres se sientan cómodos para hablar de sus problemas, de las presiones a las que se enfrentan. Esto los hace más vulnerables.

Con el fin de entender las razones que cada vez más lleva a los hombres a optar por el suicidio, la BBC reunió a varios expertos con dos hombres que intentaron quitarse la vida y familiares de quienes no supieron pedir ayuda.

"Es interesante como la mente te juega malas pasadas. Como pone las cosas de una manera que te pega fuerte... pero también es interesante los progresos que puedes llegar a alcanzar en un año", comenta Stephens. Para Powell, la historia de Simon es muy frecuente. "Creo que allá afuera hay miles de hombres que saben exactamente lo que siente".

Qué habría pasado si...
"El perfil de los hombres que se suicidan es muy distinto al de los que vienen a pedir ayuda", dice el psiquiatra Peter Byrne.

"Me temo que allá afuera hay una población de psiquiatras, que como yo, no llegamos a tratarlos. Sus familias sólo se enteran del problema después de que perdieron la vida".

Hace seis años que Guy, el ex esposo de Caroline Carter se suicidó. "Muchas veces pienso cuan distinto sería si hubiera hablado con la familia, con los amigos... con alguien". Carter confiesa que nunca se le pasó por la cabeza pensar que Guy se quitaría la vida. "Yo sé que estábamos separándonos y que se deprimió mucho, pero también siempre estaba cambiando de ánimo... Lo había mencionado y nunca creí que lo haría. Esto es algo de lo que me sentí culpable durante mucho tiempo", agrega. Guy dejó una hija, Lottie Barnard, quien tuvo que manejar la rabia que sintió al verse sin él. "Te da rabia que te haya dejado en esa situación". "Con el tiempo lo perdoné. Ahora entiendo por qué lo hizo, y acepto el hecho de que él no estaba bien". Carter habla de forma pausada. Asegura haber conseguido paz.

Lograr entender los motivos del suicidio de su pareja le ayudó. "Entiendo que (Guy) se encontraba en tal estado de desesperación, que esa fue su única forma de... honestamente pensó que estaríamos mejor sin él. Obviamente ese no es el caso, pero es en lo que verdaderamente creía. Sólo me da mucha tristeza que no haya podido hablar conmigo o con alguien más".

Una llamada Kevin Shepherd escucha con atención a Caroline. La presencia de ella y su hija le afecta, porque él estuvo a punto de dejar sin padre a dos chicos.

Expertos indican que el perfil de hombres que se suicida es muy distinto de los que piden ayuda.

"La verdad es que cuando uno está en ese estado no tienes habilidad para racionalizar. No tienes la habilidad de pensar racionalmente, de poner las cosas en perspectiva de forma que puedas pensar en cómo vas a superar la situación".

Una llamada telefónica salvó a Shepherd del suicidio. Minutos antes de quitarse la vida reviso sus contactos en el teléfono y pensaba quién lo extrañaría y quien no. En eso se encontró con el número de la organización británica Samaritans que ayuda a gente suicida y en situación desesperada. La noche anterior marcó el número, pero no se había atrevido a hablar. "Todavía no sé qué fue lo que me hizo apretar el botón (la segunda vez), pero lo hice", recuerda.

La historia de Shepherd es muy parecida a la contó Stephens con anterioridad; su relación se había terminado y lo despidieron del trabajo.

"Salí de la relación con las manos vacías, prácticamente sin techo... El panorama era muy feo porque de la noche a la mañana, con 40 años me vi empezando de cero otra vez", agrega.

"En lo único que piensas es en terminar con la angustia y el dolor mental. No es físico, hubiese sido más fácil si hubiera sido físico porque lo puedes tratar. Pero cuando estás así, la angustia te nubla completamente y no puedes ver a través".

Aislamiento
Simon Stephens intenta explicar por lo que pasó. Dice que la depresión es una enfermedad de aislamiento. "Cuando te asilas, te desconectas, y creo que la forma en que llevamos nuestras vidas -y los hombres en particular- hace que nos desconectemos de los otros seres humanos". "Creo que quizás éste es el problema que no vemos y necesitamos ver", agrega.

El psiquiatra Peter Byrne aclara que la depresión no hace distinción de clases sociales. No obstante, concede que la gente de bajos recursos tiene más tendencia quitarse la vida. (Ay¡¡¡ siempre aarece la pobreza para empeorarlo todo. Y la pobreza no es casual)

Por su parte, Stephens cree que el motivo por el que hay más suicidios en hombre se debe a que en la lucha por la igualdad de hombres y mujeres se ha cuidado mucho al sexo femenino "se han olvidado de lo que los hombres también tienen que pasar".

"¿Con quien hablas?", intercede Kevin Shepherd.
"No vas a llorar delante de tus amigos". "Si decides hablar cuando sales a tomar copas, temes que tus amigos te dejen de llamar porque no querrán lidiar con eso. Y no buscas ayuda profesional porque realmente no sabes qué es lo que te está pasando".

La ayuda profesional es lo que ha ayudado a Simon Stephens, quien aclara que la conexión con el terapeuta es crítica para salir de la depresión. La cuestión está en saber identificar los síntomas de depresión antes de que sea demasiado tarde para pedir ayuda.
Fuente: BBC

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