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sábado, 22 de abril de 2017

_--La solución del 'acertijo de Einstein'. Solo el 2% de la población es capaz de resolver el famoso enigma del físico. ¿Lo ha logrado?



_--El planteamiento es sencillo: en una calle hay cinco casas de colores distintos, y en cada casa vive una persona de distinta nacionalidad. Los cinco dueños son muy suyos: beben diversos tipos de bebida, fuman diferentes marcas de cigarrillos, y cada uno tiene una mascota distinta a la de los demás. A partir de las siguientes pistas, ¿quién es el dueño del pez?


1. El británico vive en la casa roja
2. El sueco tiene un perro como mascota
3. El danés toma té
4. El noruego vive en la primera casa
5. El alemán fuma Prince
6. La casa verde está inmediatamente a la izquierda de la blanca
7. El dueño de la casa verde bebe café
8. El propietario que fuma Pall Mall cría pájaros
9. El dueño de la casa amarilla fuma Dunhill
10. El hombre que vive en la casa del centro bebe leche
11. El vecino que fuma Blends vive al lado del que tiene un gato
12. El hombre que tiene un caballo vive al lado del que fuma Dunhill
13. El propietario que fuma Bluemaster toma cerveza
14. El vecino que fuma Blends vive al lado del que toma agua
15. El noruego vive al lado de la casa azul

La única manera de dar con la solución es cruzar los datos de estas 15 afirmaciones. Existen mútliples fórmulas para hacerlo (en YouTube hay varios ejemplos), y esta es la combinación definitiva:
La solución del 'acertijo de Einstein'
Así pues, el dueño del pez es el vecino alemán. ¿Es del 2% de población que lo ha logrado? Enhorabuena, forma parte de la aristocracia de los portadores de una elevada inteligencia lógica, que permite resolver problemas complejos, realizar esquemas con facilidad y establecer relaciones profundas. Si, por el contrario, el físico germano le parece un modelo inalcanzable (bienvenido al 98%), siempre le quedará sumarse al team Mozart, cuyo cociente intelectual no destacaba entre el resto según las mediciones clásicas: por fortuna, hay otros tipos de inteligencia, como la creatividad o la capacidad de adaptación.

http://elpais.com/elpais/2017/04/04/buenavida/1491292940_682634.html?rel=lom

The falling leaves drift by my window
The falling leaves of red and gold
I see your lips the summer kisses
The sunburned hands I used to hold

Since you went away the days grow long
And soon I'll hear old winter's song
But I miss you most of all my darling
When autumn leaves start to fall

Since you went away the days grow long
And soon I'll hear old winter's song
But I miss you most of all my darling
When autumn leaves start to fall

I miss you most of all my darling
When autumn leaves start to fall

Resultado de imagen de leaves fall

sábado, 14 de marzo de 2015

Cuando hasta las empresas de pizza se politizan, las cosas van mal en EE UU. Paul Krugman

Si quieren saber lo que de verdad defiende un partido político, síganle la pista al dinero. A los expertos y a los ciudadanos se los engaña a menudo; ¿se acuerdan de cuando George W. Bush era moderado y Chris Christie un tipo razonable capaz de entenderse con los demócratas? Los grandes donantes, sin embargo, suelen saber muy bien lo que compran, así que se aprende mucho haciendo un seguimiento de sus gastos.

¿Y qué nos dicen las contribuciones del último periodo electoral? Los demócratas son el partido de los grandes sindicatos (o lo que queda de ellos) y los grandes bufetes, lo cual no resulta demasiado sorprendente: los sindicatos y los abogados son los principales grupos de apoyo de los demócratas. Los republicanos son el partido de las grandes empresas energéticas y alimentarias: dominan las contribuciones de los sectores de las extracciones y el comercio agrícola. Y son, especialmente, el partido del gran negocio de la pizza.

En serio. Un informe reciente de Bloomberg señalaba que las grandes empresas de pizza se han vuelto intensa y enérgicamente partidistas. Pizza Hut entrega un llamativo 99% de sus donaciones a los republicanos. Otros miembros del sector les sirven a los demócratas una porción algo más grande (lo siento, no he podido resistirme) pero, por encima de todo, la actual política de la pizza recuerda, por ejemplo, a la del carbón o el tabaco. Y el partidismo de la pizza dice mucho sobre lo que está pasando en la política estadounidense en general.

¿Por qué tiene que ser precisamente la pizza una causa de división? La respuesta inmediata es que se ha visto atrapada en la guerra de la nutrición. El cuerpo de la política estadounidense ha ganado mucho peso durante los últimos 50 años y, aunque se discuten las causas, la dieta poco saludable —la comida basura especialmente— se encuentra sin duda entre los principales sospechosos. Como señala Bloomberg, una parte del sector alimentario ha respondido a la presión de los organismos gubernamentales y los activistas de la alimentación tratando de ofrecer opciones más saludables, pero el sector de la pizza ha optado más bien por defender el derecho a añadir un extra de queso.

Ya conocemos la retórica de esta batalla. El grupo de presión de la pizza se presenta como el defensor del libre albedrío y la responsabilidad personal. Según su argumento, corresponde al consumidor decidir qué quiere comer, y no necesitamos que un Estado paternalista nos diga lo que debemos hacer.

Es un argumento que a muchos les parece convincente, pero no se sostiene demasiado bien cuando uno se fija en lo que de verdad está en juego en el debate sobre la pizza. Nadie propone prohibir la pizza, ni por supuesto limitar lo que a los adultos bien informados se les debe permitir comer. La batalla tiene más bien que ver con cosas como los requisitos de las etiquetas —proporcionar a los consumidores la información necesaria para que tomen decisiones responsables— y el contenido nutricional de los menús de los colegios, es decir, decisiones alimentarias que no toman unos adultos responsables, sino que alguien toma en nombre de los niños.
...
Ah, y la dieta no es tampoco una opción puramente personal; la obesidad supone un gasto enorme para la economía en general.

Pero no esperen que estos argumentos tengan mucho éxito. Por un lado, los fundamentalistas del libre mercado no quieren saber nada de modificaciones en su doctrina. Además, dado que hay grandes corporaciones implicadas, se cumple el principio de Upton Sinclair: es difícil lograr que alguien comprenda algo cuando su sueldo depende de que no lo comprenda. Y al margen de todo eso, resulta que el partidismo nutricional bebe de fuentes culturales más profundas.
...
A un nivel aún más profundo, puede que los expertos en salud digan que tenemos que cambiar nuestra forma de comer, y señalen las pruebas científicas, pero a las bases republicanas no les gustan mucho los expertos, la ciencia ni las pruebas. Los debates sobre la política nutricional sacan a la luz una especie de ira ponzoñosa —gran parte de ella dirigida ahora contra Michelle Obama, que ha estado defendiendo la reforma de los menús escolares— que les resultará muy familiar si han estado siguiendo el debate sobre el cambio climático.

El partidismo de la pizza, por tanto, puede sonar a broma, pero no lo es. Es más bien un ejemplo perfecto de esa nociva mezcla de dinero a espuertas, ideología ciega y prejuicios populares que está haciendo de Estados Unidos un país más ingobernable que nunca.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/03/06/actualidad/1425655126_410925.html

miércoles, 11 de marzo de 2015

El decano de la universidad de Helsinki, Finlandia, Jari Lavonen, desgrana las claves del éxito finlandés en el 1er.Simposio Internacional sobre la Formación Inicial de los Maestros. "Un niño de cuatro años necesita jugar, no ir a la escuela"

Sus alumnos son los que empiezan la escuela más tarde (a los siete años), los que menos horas de clase tienen, de los que menos deberes hacen… Y aún así, sus resultados escolares están entre los mejores del mundo. El fracaso escolar y la repetición de curso prácticamente no existen en Finlandia, cuyo sistema educativo ha centrado la atención internacional por su buena posición en el informe Pisa, la macroevaluación de la OCDE que mide los conocimientos de los estudiantes de quince años en el mundo.

Ayer, el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Jari Lavonen, desgranó las claves del éxito finlandés en el primer Simposio Internacional sobre la Formación Inicial de los Maestros celebrado en Barcelona. Este simposio, organizado a través del Programa de Millora i Innovació en la Formació dels Mestres i la Secretaria d'Universitats i Recerca, busca el intercambio de experiencias para impulsar la preparación de los docentes y el sistema educativo. Lavonen sorprendió a los asistentes por su visión de la educación.

-¿Qué cualidades ha de tener un buen maestro?
-Una de las cosas que más valoramos en los candidatos para acceder a la facultad de Educación es la motivación. Si tienen experiencia con gente joven, en la atención a otras personas, si saben escuchar. La motivación es imprescindible para ser maestro. Otra cuestión en la que nos fijamos es que estén dispuestos a trabajar duro, a estudiar mucho, porque la de maestro es una carrera difícil. Y otro punto imprescindible: capacidad de comunicación e interacción.

-¿Sólo los alumnos con notas excelentes al final de la secundaria pueden acceder a las facultades de educación finlandesas?
-Sí y no. Las notas de la secundaria nos dicen algo, por supuesto, pero también tenemos un examen de acceso a la facultad. Los estudiantes han de leer varios libros sobre filosofía de la educación, educación comparada, ciencia de la educación… y luego les hacemos aplicar estos conocimientos a nuevos contextos. En general, tenemos unos 3.000 aspirantes, y superan estos exámenes unas 300 personas. Luego entrevistamos a estos aspirantes y acabamos seleccionando a 120 estudiantes, que son los que accederán a la facultad de magisterio. Así que las notas de la secundaria no lo son todo para convertirse en maestro.

-Usted hace hincapié en que un maestro necesita una amplia formación moral y ética.
-Esto es imprescindible, porque un maestro trabaja con seres humanos. Y el ser humano es lo que la educación hace de él. Los niños son valiosos, hay que tratarlos de forma adecuada, apoyarlos, ser positivos para sacar lo mejor de ellos. Hay que entender cómo son, y también entender a las familias. Un maestro ha de tener un comportamiento ético porque es un ejemplo social.

-¿Cuáles son las claves del éxito de su sistema educativo?
-Existen varios factores. Primero, tenemos toda una cultura de la educación que nace del siglo XIV. Luego, la selección de los maestros, escogemos a los mejores, y les formamos bien. Además, la sociedad confía en los maestros, ellos se sienten apoyados porque se les valora, tienen autonomía, en Finlandia ni siquiera existe la inspección educativa. Y los maestros no son funcionarios, sino que los contrata el municipio. Además, no tenemos escuelas privadas, todas las escuelas son públicas y de alta calidad, y contamos con recursos suficientes para la educación. También nos preocupamos por los alumnos con necesidades educativas especiales, hay pocos alumnos por aula y contamos con apoyos y refuerzos en las clases con mayores dificultades.

-Usted ha comentado antes que en Finlandia, la educación es totalmente gratuita.
-Sí, desde la primaria a la universidad. En primaria, todos los alumnos tienen los libros gratis, la comida en el centro gratis y el transporte gratis. En la secundaria, en cambio, los libros no son gratuitos, pero contamos con buenas bibliotecas. La universidad también es gratuita, tanto los grados como los másters, no existen tasas. Esto es así porque creemos en la equidad.

-¿Un país necesita justicia social para obtener buenos resultados educativos?
-Por supuesto. Esto es crucial. Sin equidad no hay excelencia. En Finlandia hay pocos alumnos con resultados bajos y el origen social pesa menos que en la mayoría de países para tener éxito educativo, aunque también debemos mejorar en esto. Ahora tenemos retos, la economía va peor y tenemos más diversidad cultural en las aulas. Debemos trabajar más para mantener esta igualdad.

-¿Hay consenso político sobre ello?
-Así es. Entre los partidos finlandeses no hay grandes diferencias en su agenda educativa. La educación es un valor nacional.

-¿Cuántas leyes educativas han tenido en los últimos treinta años?
-La última es de los 80.
-Aquí llevamos siete.
-Bueno, tras esta ley ha habido normas menores para mejorar algunas cuestiones, como la educación especial. Pero no son leyes que se confronten con las anteriores, sino que aportan algo nuevo, que responden a nuevas necesidades.

-Todos los países quieren salir bien en el informe Pisa. ¿A ustedes les preocupa especialmente?
-En el 2012 nuestra puntuación en matemáticas bajó, y la ministra de Educación se preocupó mucho. Pero la mayoría de la población no. De hecho, muchos maestros estaban contentos porque creían que así recibirían más recursos para sus escuelas.

-Pisa aporta datos valiosos. Pero, ¿hacer un ranking de sistemas educativos tiene sentido? ¿Es posible comparar las escuelas de dos sociedades tan diferentes como la coreana y la mexicana, por ejemplo?
-Quizás no. No debemos olvidar que el informe Pisa es un proyecto de la OCDE, y que esta organización tiene una visión determinada del progreso. Ellos dicen: aquí tenemos petróleo, aquí minerales, y aquí trabajadores cualificados. Miran en qué países hay suficientes trabajadores cualificados para instalar empresas y fábricas, para invertir. Y el ranking de Pisa es un efecto colateral de esta visión.

-En España, el ranking de Pisa se vive como el sorteo de la Champions League.
-A nosotros, pese a que salimos bien, no nos gustan los rankings. No publicamos rankings de escuelas ni de universidades. No buscamos competición, sino colaboración.

-La educación en Finlandia comienza a los siete años. ¿Por qué tan tarde?
-¿Y por qué antes? La niñez es para jugar, para hacer cosas con otros, para colaborar, no para ser educado de una forma reglada y pesada. Un niño de cuatro años tiene que jugar, no estar en una escuela con una educación reglada.

-¿Y si ambos padres trabajan?
-Cada municipio tiene guarderías, pero es un servicio más bien lúdico. También hay madres que se encargan de varios niños y es el gobierno local el que las paga. Aunque es cierto que ahora estamos discutiendo de nuevo la educación de 0 a 6 años.

-¿Qué efectos tiene un sistema educativo de calidad e igualitario en la sociedad?
-Nuestra visión de la educación es holística. Por supuesto que existe una correlación entre nivel educativo y progreso económico, pero hay algo más. Una persona educada tiene una vida más plena, más recursos vitales, cuida mejor de su salud, disfruta más la vida. Ese es al menos el objetivo.

-¿Y qué necesita mejorar la escuela finlandesa?
-Muchísimas cosas. Ahora tenemos un debate sobre cómo introducir la tecnología en la educación, sobre cómo dar respuesta al aumento de la diversidad cultural en las aulas… También, entre los estudiantes de primaria, hemos detectado una menor motivación por leer y aprender. El funcionamiento de las escuelas y la relación con las familias también debe avanzar.

Maite Gutiérrez. La Vanguardia
Fuente original: http://www.lavanguardia.com/vida/20150220/54426341224/jari-lavonen-nino-cuatro-anos-necesita-jugar-escuela.html

martes, 3 de marzo de 2015

Actos de bondad insensata

La bondad insensata es el título de un libro de Gabriele Nissim que habla de un juez que dedicó su vida a buscar personas anónimas que salvaron judíos del Holocausto. Pero también es lo que movió a 1.300 jóvenes musulmanes a hacer una cadena humana alrededor de una sinagoga en Oslo en señal de solidaridad con la comunidad judía tras el atentado en Copenhague, en el que un joven nacido en Dinamarca de origen palestino mató a dos personas.

Actos así, que deberían ser portada, pasan inadvertidos en muchos medios. Actos conciliadores que muestran al mundo que hay muchos más defensores de la paz que de la guerra, que es posible y deseable la convivencia intercultural. Actos de bondad insensata y anónima que necesitamos conocer, porque “esas personas, que se ignoran” (Borges), están salvando el mundo.—  Madrid 24 FEB 2015