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martes, 9 de noviembre de 2021

_- Cinco de los métodos más prometedores para vivir más (y mejor)

_- La mayoría de la gente quiere vivir una vida larga y feliz, o al menos evitar una corta y miserable. Si te encuentras en esa mayoría, estás de suerte. Durante la última década, se ha producido una revolución silenciosa en la investigación sobre nuestra comprensión de la biología del envejecimiento.

El desafío es convertir este conocimiento en consejos y tratamientos de los que podamos beneficiarnos. Aquí rompemos el mito de que alargar la esperanza de vida saludable es ciencia ficción y mostramos que, en cambio, es un hecho científico.

1. Nutrición y estilo de vida
Hay mucha evidencia de los beneficios de hacer las cosas aburridas, como comer bien.

Un estudio de grupos grandes de personas comunes muestra que mantener el peso, no fumar, restringir el alcohol a cantidades moderadas y comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día puede aumentar tu esperanza de vida de siete a 14 años en comparación con alguien que fuma, bebe demasiado y tiene sobrepeso.

Reducir aún más las calorías, en aproximadamente un tercio, la llamada restricción dietética, mejora la salud y prolonga la vida en ratones y monos, siempre que coman las cosas correctas, aunque eso es algo difícil de pedir a lo seres humanos, que están expuestos constantemente a la tentación de la comida.

Se cree que las versiones menos extremas del ayuno intermitente o de tiempo restringido (solo comer durante un período de ocho horas cada día o ayunar durante dos días a la semana) reducen el riesgo de que las personas de mediana edad contraigan enfermedades relacionadas con la edad.

2. Actividad física
A nivel mundial, la inactividad causa directamente aproximadamente el 10% de todas las muertes prematuras por enfermedades crónicas, como la enfermedad coronaria, la diabetes tipo 2 y varios cánceres.

Si todos en la Tierra hicieran suficiente ejercicio mañana, el efecto probablemente sería un aumento de la esperanza de vida humana saludable en casi un año.

Pero ¿Cuánto ejercicio es óptimo?
Los niveles muy altos son de hecho malos para ti, no solo en términos de músculos desgarrados o esguinces de ligamentos. Pueden inhibir el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedad de las vías respiratorias superiores.

Un poco más de 30 minutos al día de actividad física de moderada a intensa es suficiente para la mayoría de las personas. Eso no solo te hace más fuerte y te pone en forma, se ha demostrado que reduce la inflamación dañina e incluso mejora el estado de ánimo.

3. Estimular el sistema inmunológico
Por muy en forma que estés y por más que comas bien, tu sistema inmunológico, desafortunadamente, se vuelve menos efectivo a medida que envejece. Las malas respuestas a la vacunación y la incapacidad para combatir las infecciones son consecuencias de esta "inmunosenescencia".

Todo comienza a ir cuesta abajo a principios de la edad adulta cuando el timo, un órgano en forma de corbatín en la garganta, comienza a marchitarse.

Eso suena mal, pero es aún más alarmante cuando te das cuenta de que el timo es donde los agentes inmunes llamados células T aprenden a combatir las infecciones.

El cierre de un centro educativo tan importante para las células T significa que no pueden aprender a reconocer nuevas infecciones o combatir el cáncer de manera eficaz en las personas mayores.

Puedes ayudar, un poco, asegurándote de tener en tu cuerpo suficientes vitaminas clave, especialmente A y D.

Un área de investigación prometedora está analizando las señales que el cuerpo envía para ayudar a producir más células inmunes, particularmente una molécula llamada IL-7.

Es posible que pronto seamos capaces de producir medicamentos que contengan esta molécula, lo que podría estimular el sistema inmunológico en las personas mayores.

Otro enfoque es utilizar el suplemento alimenticio espermidina para activar las células inmunitarias para eliminar su basura interna, como las proteínas dañadas. Esto mejora tanto el sistema inmunológico de los ancianos que ahora se está probando como una forma de obtener mejores respuestas a las vacunas contra la covid-19 en las personas mayores.

4. Rejuvenecimiento de células
La senescencia es un estado tóxico en el que entran las células a medida que envejecemos, causando estragos en todo el cuerpo y generando inflamación y enfermedad crónica de bajo grado, lo que esencialmente causa el envejecimiento biológico.

En 2009, científicos demostraron que los ratones de mediana edad vivían más y se mantenían más saludables si se les administraba pequeñas cantidades de un medicamento llamado rapamicina, que inhibe una proteína clave llamada mTOR que ayuda a regular la respuesta de las células a los nutrientes, el estrés, las hormonas y el daño.

En el laboratorio, medicamentos como la rapamicina (llamados inhibidores de mTOR) hacen que las células humanas senescentes (envejecidas) se vean y se comporten como si fueran más jóvenes.

Aunque es demasiado pronto para recetar estos medicamentos para uso general, acaba de empezar un nuevo ensayo clínico para probar si la rapamicina en dosis bajas realmente puede retrasar el envejecimiento en las personas.

Descubierta en el suelo de la isla de Pascua, en Chile, la rapamicina tiene una mística significativa y ha sido aclamada en la prensa popular como un posible "elixir de juventud". Incluso puede mejorar la memoria de ratones con una enfermedad similar a la demencia.

Pero todos los medicamentos tienen sus pros y sus contras, y dado que demasiada rapamicina inhibe el sistema inmunológico, muchos médicos son reacios a considerarla incluso para evitar enfermedades relacionadas con la edad.

Sin embargo, la dosis es fundamental y los medicamentos más nuevos, como el RTB101, que funcionan de manera similar a la rapamicina, refuerzan el sistema inmunológico en las personas mayores e incluso pueden reducir las tasas y la gravedad de la infección por covid.

5. Deshacerse de las células viejas
Deshacerse por completo de las células senescentes es otro camino prometedor.

Un número creciente de estudios de laboratorio en ratones que usan medicamentos para matar células senescentes, las llamadas "senolíticas", muestran mejoras generales en la salud y, como los ratones no mueren de enfermedades, también terminan viviendo más tiempo.

La eliminación de células senescentes también ayuda a las personas. En un pequeño ensayo clínico, personas con fibrosis pulmonar grave informaron una mejoría general, incluida la distancia y la rapidez con la que podían caminar, después de haber sido tratadas con fármacos senolíticos.

Pero esto es solo la punta del iceberg.
La diabetes y la obesidad, así como la infección con algunas bacterias y virus, pueden desencadenar la formación de más células senescentes.

Las células senescentes también hacen que los pulmones sean más susceptibles a la infección por covid, y la covid hace que más células se vuelvan senescentes.

Es importante destacar que deshacerse de las células senescentes en ratones viejos les ayuda a sobrevivir a la infección por covid.

El envejecimiento y la infección son una vía de doble sentido. Las personas mayores contraen más enfermedades infecciosas a medida que su sistema inmunológico comienza a perder fuerza, mientras que la infección acelera el envejecimiento a través de la senescencia.

Dado que el envejecimiento y la senescencia están indisolublemente vinculados con enfermedades crónicas e infecciosas en las personas mayores, es probable que el tratamiento de la senescencia mejore la salud en todos los ámbitos.

Es emocionante que algunos de estos nuevos tratamientos ya se vean bien en los ensayos clínicos y puedan estar disponibles pronto para todos nosotros.

*Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí si quieres leerlo en su versión original.

*Richard Faragher es profesor de biogerontología de la Universidad de Brighton, en Reino Unido. Lynne Cox es profesora de bioquímica de la Universidad de Oxford, Reino Unido

lunes, 7 de agosto de 2017

_- Modelos de sanidad. Muchos de los mejores sistemas sanitarios del mundo se han basado en modelos públicos.

_- La sanidad constituye un ejemplo de la paradoja del aislacionismo e insolidaridad
que está emergiendo como respuesta a exigencias globales que resultan incómodas para algunos supuestos líderes mundiales. Los sistemas de salud están indisolublemente unidos a tendencias difícilmente reversibles en algunos países como el envejecimiento de la población. También a la emergencia e intensidad de algunos flujos migratorios. Sería terrible que en un momento en que la computación y los avances de investigación pueden erradicar algunos de los males hasta ahora endémicos relacionados con la sanidad en todo el mundo, se abandone ese camino.

En países como EE UU, donde los problemas relacionados con la salud no han hecho más que crecer, la cobertura de cientos de miles de familias provoca sonrojo por su escasez o inexistencia.
Y los planes que ahora se manejan podrían dejar entre 20 y 30 millones de norteamericanos sin asistencia. En Reino Unido, un sistema público tradicionalmente admirado, se están realizando recortes. Y fenómenos como el Brexit pueden implicar una reducción de la competitividad de sus recursos humanos que, en buena medida, ha venido del exterior en las últimas décadas. Culpar a la inmigración del coste de la sanidad resulta inexacto e injusto. Obvia otras realidades como la proliferación de malos hábitos alimenticios, el mal uso (y abuso) de los servicios públicos o los efectos del envejecimiento.

Lo que no debe sorprendernos es que muchos de los mejores sistemas sanitarios del mundo se han basado en modelos públicos
con cierto grado de universalidad y preservar ese tipo de modelos puede ser esencial, con los recursos precisos, para dotarlo de solidaridad externa. Y aquí aparecen de nuevo países como Alemania tomando el testigo de esos liderazgos y recordando (como se hizo en la cumbre de Hamburgo de principios de este mes) la urgencia de abordar algunos temas de investigación, inversión y coordinación para combatir ciertas epidemias y crear sistemas de prevención, entre otras cuestiones. Como en otros ámbitos socioeconómicos, lo que hace Alemania es fomentar el llamado “liderazgo de sistemas” que consiste en crear grupos que puedan contrarrestar el aislacionismo de los que hasta ahora han sido los líderes mundiales. Un nuevo modelo ante la amenaza de falta de respuesta a emergencias sanitarias mundiales. Un debate controvertido.

España debe formar parte de ese grupo solidario y reactivo.
Siempre aparece en todos los rankings como uno de los mejores sistemas del mundo, aunque la satisfacción vaya por barrios. La fórmula para preservar el modelo y ayudar a la coordinación internacional es sencilla: escuchar a los profesionales del ramo. Y se comprueba que a la eficiencia no se llega con recortes sino con un buen uso de los recursos. Ni los gestores son siempre los adecuados (respondiendo a motivaciones políticas más que profesionales) ni los usuarios somos responsables. Ni la inversión en investigación va en la dirección que debería.

Es más fácil culpar a la inmigración u obviar la necesaria coordinación y solidaridad internacional.
Pero ese no es el modelo.

https://economia.elpais.com/economia/2017/07/24/actualidad/1500908327_703746.html

lunes, 25 de marzo de 2013

España duplica el consumo de sal por persona que aconseja la OMS

El exceso de ingesta del sodio causa 2,3 millones de muertes al año en el mundo
50.000 ictus e infartos están relacionados con el consumo excesivo. 
El 72% del producto llega por alimentos preparados

Los españoles toman de media 9,8 gramos de sal al día, según el Libro Blanco de la Nutrición de la Federación Española de Nutrición (FEN) que se presentó a primeros de mes. Esta cantidad es prácticamente el doble que los 5 gramos (una cucharada sopera) que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). O, medido por el componente que es de verdad peligroso, 2 gramos de sodio al día. En esto no hay grandes diferencias entre las dietas. Un estudio que se acaba de presentar en el congreso de la Asociación Americana del Corazón calcula que 2,3 millones de personas mueren al año en el mundo por complicaciones relacionadas con la ingesta excesiva del sodio de este compuesto. Y no se trata solo de personas de países ricos.

Esta situación es todo un problema de salud pública. Por una vez, el riesgo no está en la obesidad, ya que la afirmación de que la sal engorda es un “mito”, como señala el reciente libro Comer o no comer, de Antonio Ortí. La causa es otra: “La sal lleva a la hipertensión, y este a las enfermedades cardiovasculares”, afirma Enrique Gavá, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología. Gavá no se atreve a dar una estimación del coste en vidas que este consumo puede tener en España, pero hay varias cifras que se pueden manejar. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, afirmó al presentar una campaña para reducir el consumo de sal y grasas que la reducción del consumo de sal a los niveles recomendados por la OMS podría evitar cada año 20.000 accidentes cerebrovasculares y 30.000 eventos cardíacos.

Otro posible cálculo de su efecto lo da el propio Gavá: “En España hay ocho millones de hipertensos, que son ocho millones de candidatos a tomar menos sal”, dice. Algo complicado cuando se trata del “segundo país de Europa en consumo” de este producto.

La gravedad de esta ingesta excesiva es tal que la OMS ha bajado el límite diario aconsejado, que estaba en seis gramos. Con ello se dificulta aún más el conseguir un consuno aceptable. Y esto no es fácil. Según un portavoz de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el 72% de la sal se adquiere por las comidas preparadas; es decir, no son la sal que uno echa a una ensalada. Y eso es difícil de medir. “Muchos pacientes me dicen que no toman sal, pero se refieren a la sal añadida”, dice Gavá.

El problema no es nuevo, pero “falta concienciación”, señala el cardiólogo. Como en otros asuntos, el mensaje oficial no cala. “La reducción del consumo de sal es un objetivo prioritario dentro de la Estrategia Naos debido a que la sal es un alimento de consumo básico en nuestra dieta, y a que su ingesta excesiva está relacionada con el riesgo de hipertensión arterial y otras enfermedades asociadas de alta mortalidad y discapacidad, como la enfermedad cerebrovascular y las enfermedades cardiovasculares”, indica el portavoz de Aesan. Aquella estrategia Naos (nutrición, actividad física, obesidad y sedentarismo) tiene ya casi 10 años, pero sus logros no son todo lo buenos que se esperaba. Se basa en una reducción voluntaria casi al 100% del contenido de sal en productos preparados, desde bebidas a congelados o pan, y por eso las patronales del sector firmaron los acuerdos correspondientes...
Leer más aquí en El País.


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jueves, 10 de mayo de 2012

Los 7 hábitos para un corazón sano que muy pocos practican

Las autoridades sanitarias en todo el mundo nos dicen que si seguimos siete conductas podremos tener una buena salud cardiovascular y vivir más, evitando eventos como infartos, enfermedad del corazón o enfermedad cerebrovascular.

Sólo 1,2% de la población sigue las siete recomendaciones para un corazón sano.




Estos "siete hábitos para un corazón sano" son:

1. no fumar,
2. hacer ejercicio,
3. controlar cuatro factores que son la presión arterial,
4. el nivel de glucosa
5. colesterol
6. el peso corporal,
7. y consumir una dieta sana.

Sin embargo, una nueva investigación en Estados Unidos que siguió a 45.000 adultos encontró que sólo 1,2% de los participantes seguía estas conductas.

Como era de esperarse, fue este grupo el que mostró el menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares o del corazón, señalan los investigadores en Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense).

También se ha demostrado que reducir estos siete factores de riesgo está asociado a un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido ya en la primera causa de muerte en todo el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 17 millones de personas a causa de estos trastornos, principalmente (80%) en países de medianos y bajos ingresos.

A pesar de que estos trastornos pueden prevenirse con cambios en el estilo de vida, los resultados del estudio, llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, la Universidad de Emory y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), muestran que muy poca gente está llevando a cabo estos cambios.

Conductas "adversas"
Los investigadores utilizaron datos del Sondeo Nacional de Salud y Nutrición que siguió a 44.959 individuos de 20 años o más de 1988 a 1994, 1999 a 2004 y de 2005 a 2010.

Durante los tres períodos de la investigación los científicos encontraron en promedio que sólo 1,2% había cumplido con todos los siete hábitos del corazón sano.

Entre 1988 y 1994, 7.2% de los participantes habían seguido más de una de las recomendaciones y de 2005 y 2010, esa cifra aumentó ligeramente a 8,8%.

Los resultados mostraron que durante el estudio la prevalencia de tabaquismo se redujo de 28% a 23% desde 1988, pero no se notaron cambios para lograr niveles "deseables" de presión arterial, colesterol o índice de masa corporal (IMC) de los participantes.

Cuando se analizaron las tasas de mortalidad, se encontró que los que habían seguido seis o más hábitos mostraron 51% menos riesgo de morir por cualquier causa, 76% menos riesgo de morir por trastornos cardiovasculares y 70% menos riesgo de morir por cardiopatía isquémica (varios trastornos del corazón) que aquéllos que siguieron sólo uno o ningún hábito.

Asimismo, los investigadores observaron que los participantes más jóvenes, las mujeres, los individuos blancos no hispanos, y aquéllos con los niveles más altos de educación fueron los que siguieron el mayor número de hábitos para un corazón sano.

Salud y nivel educativo
En un comentario sobre el estudio, el doctor Donald Lloyd-Jones, experto de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, pregunta "¿por qué hay tan pocos estadounidenses con una salud cardiovascular ideal?".

"La respuesta es clara. Los datos de todos los estudios recientes indican que el rostro de la salud cardiovascular ideal es el de una mujer joven, educada y blanca".

La salud cardiovascular ideal, agrega el experto, "se pierde rápidamente durante la infancia, adolescencia y juventud debido a la adopción de conductas adversas de salud vinculadas a la dieta, peso y estilo de vida sedentario, particularmente en las poblaciones de niveles socioeconómicos más bajos".

El experto expresa que el problema "trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física".

"Un buen comienzo -agrega el doctor Lloyd-Jones- es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular".

BBC Salud.

Un dibujo puede mostrar el riesgo de un derrame cerebral

Una simple prueba de dibujo puede predecir el riesgo de morir por un derrame cerebral o evento cerebrovascular, revela una investigación. La prueba puede detectar lesiones "silenciosas" en el cerebro que no presentan síntomas obvios. La prueba involucra trazar líneas de un número a otro en orden ascendente lo más rápido posible. Entre los individuos sanos que fueron sometidos al examen, todos adultos mayores, aquéllos que mostraron las tres puntuaciones más bajas tuvieron tres veces más riesgo de morir por la enfermedad que los que lograron las tres puntuaciones más altas. Estas puntuaciones, afirman los científicos en BMJ Open (Revista Médica Británica), son una predicción más precisa que la que ofrece una popular prueba de demencia. La enfermedad cerebrovascular puede ser causada cuando se rompe un vaso sanguíneo en o cerca del cerebro o cuando se interrumpe la irrigación de sangre y oxigeno al cerebro. Aunque se ha avanzado mucho en la detección y tratamiento de la enfermedad cerebrovascular, ésta sigue siendo una de las principales causas de muerte y discapacidad en muchos países del mundo. Se piensa que existe una asociación entre la disminución de las funciones cognitivas vinculadas al envejecimiento y el incremento en el riesgo de muerte o discapacidad tras uno de estos eventos. Para comprobar este vínculo, la doctora Bernice Wiberg y su equipo de la Universidad de Uppsala en Suecia, siguieron durante 14 años a 1.000 hombres de entre 67 y 75 años de edad. Los investigadores utilizaron los datos del llamado Estudio Longitudinal de Hombres Adultos de Uppsala, el cual ha estado analizando los diferentes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular de 2.322 hombres desde que éstos tenían 50 años de edad.
Lesión "silenciosa".
La doctora Wiberg quería investigar específicamente si existe una forma confiable de predecir -basándose en la función cognitiva de un individuo- quién está en mayor riesgo de morir a causa de un evento cerebrovascular. Ninguno de los 1.000 individuos seleccionados para el estudio había sido diagnosticados con enfermedad cerebrovascular. Cuando los hombres cumplieron 65 y 75 años fueron sometidos a pruebas para medir su capacidad intelectual. Estas pruebas incluían la MMSE (Mini Mental State Exam), que se utiliza regularmente en muchos países para medir el riesgo de demencia, y la TMT (Trail-Making Test) o prueba de trazado. La MMSE involucra tareas generales cognitivas como orientación, memoria y conocimientos básicos de aritmética. La TMT requiere dibujar líneas con un lápiz de un número (o letras) a otro en orden ascendente lo más rápido posible. Durante los 14 años de estudio, de 1991 a 2006, 155 participantes sufrieron un primer accidente cerebrovascular grave o un evento cerebrovascular leve. De éstos 22 murieron en el mes posterior al evento y más de 50% murieron en los 2,5 años posteriores. Cuando los investigadores compararon los resultados con las puntuaciones de las pruebas -y después de tomar en cuenta factores de riesgo como hipertensión, edad avanzada, educación y estatus socioeconómico- se observó que aquéllos que habían obtenido las más bajas fueron los que más probabilidad tuvieron de morir. El vínculo no se vio con las puntuaciones de las pruebas MMSE, dicen los científicos. Tal como explica la doctora Wiberg, es probable que la prueba TMT detecte discapacidades cognitivas latentes que son causadas por una lesión cerebrovascular "silenciosa" -como daños a los vasos sanguíneos- que no produce síntomas obvios o abiertos. La investigadora señala que como la prueba TMT está ampliamente disponible, no sólo podría ser utilizada para identificar el riesgo de un evento cerebrovascular sino también puede ser utilizada para pronosticar la mortalidad después del evento. "Es una prueba simple, barata y fácilmente accesible para uso clínico, así que puede ser una herramienta valiosa, junto con los métodos tradicionales como medir la presión arterial y preguntar al paciente sobre tabaquismo, para identificar su riesgo de enfermedad cerebrovascular". "Y también puede ser un importante pronosticador de mortalidad después de un evento cerebrovascular" expresa la investigadora. Por su parte, la doctora Clare Walton, de la organización Stroke Association, señala que "este es un estudio interesante porque sugiere que puede haber cambios prematuros en el cerebro que incrementan el riesgo de sufrir un evento cerebrovascular mortal". "Es un estudio pequeño y las causas de la baja capacidad para dibujar no se conocen". "Aunque es necesario llevar a cabo más estudios, la prueba tiene el potencial de identificar a quienes están en mayor riesgo de sufrir un evento cerebrovascular severo o fatal antes de que éste ocurra para que puedan beneficiarse con los tratamientos preventivos" agrega la experta. BBC Salud.

jueves, 5 de enero de 2012

Nutrition: 4 Vitamins That Strengthen Older Brains. Nutrición: 4 vitaminas que fortalecer cerebros más viejos

By NICHOLAS BAKALAR
Higher blood levels of omega-3 fatty acids, vitamin B, vitamin C, vitamin D and vitamin E are associated with better mental functioning in the elderly, a new study has found.

Researchers measured blood levels of these nutrients in 104 men and women, whose average age was 87. The scientists also performed brain scans to determine brain volume and administered six commonly used tests of mental functioning. The study is in the Jan. 24 issue of Neurology.

After controlling for age, sex, blood pressure, body mass index and other factors, the researchers found that people with the highest blood levels of the four vitamins scored higher on the cognitive tests and had larger brain volume than those with the lowest levels.

Omega-3 levels were linked to better cognitive functioning and to healthier blood vessels in the brain, but not to higher brain volume, which suggests that these beneficial fats may improve cognition by a different means.

Higher blood levels of trans fats, on the other hand, were significantly associated with impaired mental ability and smaller brain volume.

The lead author, Gene L. Bowman, a researcher in neurology at Oregon Health and Science University, said that the study could not determine whether taking supplements of these nutrients would decrease the risk for dementia. But he added: “What’s the harm in eating healthier? Fish, fruits, vegetables all have these nutrients, and staying away from trans fats is one key thing you can do.”

This article has been revised to reflect the following correction:

Correction: January 4, 2012

Because of an editing error, an earlier version of this article described Gene L. Bowman incorrectly. Although he is a researcher in neurology at Oregon Health and Science University, he is not a neurologist.
Nicholas Bakalar

Mayores niveles en sangre de ácidos grasos omega-3 ácidos grasos, vitamina B, vitamina C, vitamina D y la vitamina E se asocian con un mejor funcionamiento mental en los ancianos, un nuevo estudio ha encontrado.

Los investigadores midieron los niveles sanguíneos de estos nutrientes en 104 hombres y mujeres, cuya edad promedio fue de 87. Los científicos también realizaron escáneres cerebrales para determinar el volumen del cerebro y se administra seis pruebas de uso de la función mental. El estudio aparece en el 24 de enero de la revista Neurology.

Después de controlar por edad, sexo, presión arterial, índice de masa corporal y otros factores, los investigadores encontraron que las personas con los más altos niveles en sangre de las cuatro vitaminas puntuaron más alto en los tests cognitivos y tuvieron mayor volumen cerebral que aquellas con los niveles más bajos.

Omega-3, estaban vinculados a un mejor funcionamiento cognitivo y en los vasos sanguíneos sanos en el cerebro, pero el volumen no superiores del cerebro, lo que sugiere que estas grasas beneficiosas puede mejorar la cognición en un medio diferente.

Niveles más altos de grasas trans, por el contrario, se asociaron significativamente con el deterioro de la capacidad mental y un menor volumen cerebral.

El autor principal, Gene L. Bowman, un investigador en neurología en la Oregon Health and Science University, dijo que el estudio no pudo determinar si la ingesta de suplementos de estos nutrientes podría disminuir el riesgo de demencia. Sin embargo, agregó: "¿Qué hay de malo en comer más sano? Pescado, frutas, verduras tienen estos nutrientes, y mantenerse alejado de las grasas trans es una cosa clave que puede hacer. "

Este artículo ha sido revisado para reflejar la siguiente corrección:

Corrección: 04 de enero 2012

Debido a un error de edición, una versión anterior de este artículo se describe Gene L. Bowman incorrectamente. A pesar de que es un investigador en neurología en la Oregon Health and Science University, no es un neurólogo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Adoptar hábitos de vida saludables evitaría el 40% de los cánceres

El Día Internacional contra la enfermedad pone el énfasis en la prevención de tumores potencialmente evitables como los de pulmón o piel

No fumar, protegerse del sol, comer de forma equilibrada o realizar ejercicio físico regularmente son hábitos saludables que podrían evitar hasta el 40% de los cánceres. Es lo que asegura la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) que hoy, Día Internacional contra el Cáncer, pone el acento en la importancia de la prevención de una enfermedad que cada año causa la muerte de 7,6 millones de personas en el mundo, el equivalente a toda la población de Suiza, como recuerda la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En España, 104.000 personas mueren anualmente como consecuencia de la enfermedad y son 162.000 los casos nuevos que se registran cada año, según la AECC. Adoptando estilos de vida sanos, se podrían evitar más de 41.000 fallecimientos y el 40% de los nuevos diagnósticos, esto es, 64.800.

Un día para cambiar el resto de TU VIDA es precisamente el lema de la campaña de prevención de la AECC con motivo del Día contra el Cáncer. La asociación explica que el tabaco provoca entre el 80 y el 90% de las muertes por cáncer de pulmón y aproximadamente el 30% de las producidas a causa de los tumores de cavidad oral, laringe, esófago, páncreas, estómago, vejiga y riñón. Si se apagara definitivamente el cigarrillo, el cáncer de pulmón sería una enfermedad rara, dice la AECC. La asociación recuerda que la obesidad es responsable del incremento del riesgo de cáncer colorrectal, esófago, riñón, mama y endometrio. Asimismo, la radiación ultravioleta está relacionada con el incremento del cáncer de piel mientras el consumo de alcohol eleva el riesgo de tumores en el estómago y el hígado.

La cantante gallega Luz Casal regresa hoy a los escenarios con un concierto benéfico en el Madrid Arena cuya recaudación irá destinada íntegramente a la AECC y a la Fundación GEICAM, dedicada a la investigación sobre la enfermedad. Será el regreso de la artista después de que el año pasado tuviera que abandonar las tablas por una recaída por el cáncer de mama que padece. "Es mi vuelta a la normalidad en mi vida", ha explicado la artista, después de asegurar que, durante todo este proceso, ha tratado de equilibrar los días "sin vida" con otros llenos de "ánimo y fortaleza". Casal ha defendido que lo que hay que hacer es luchar para que la sociedad "tenga menos miedo a la palabra". "Basta de decir eso de una larga enfermedad, hay que decir cáncer", ha apuntado.

Precisamente, oncólogos, pacientes y periodistas hicieron un llamamiento el pasado miércoles para que la palabra cáncer no sea utilizada como sinónimo de "negatividad" y "destrucción". Llamemos a las cosas por su nombre. No es una larga y penosa enfermedad, es cáncer, es el lema lanzado con el que pretenden luchar contra la "estigmatización" de la enfermedad. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) y las organizaciones de pacientes oncológicos han propuesto la eliminación de la cuarta acepción de la palabra cáncer en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, como la "proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos".