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jueves, 2 de abril de 2020

_- Holanda, campeona mundial de la evasión fiscal, tiene por qué callar

_- Tal y como se está informando ampliamente estos últimos días, Holanda y Alemania encabezan el grupo de países que se niegan a que la Unión Europea haga frente mancomunadamente a los efectos del coronavirus sobre la economía europea. Están en su derecho, pero no parece que eso sea muy coherente con la pertenencia a una unión económica y monetaria. Como tampoco son muy de recibo los argumentos con que justifican su posición.

Las declaraciones del ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, han sido especialmente duras. Argumenta, por un lado, que si se emitiera deuda común, suscrita por todos los países (eurobonos), los países del sur que en su opinión no han hecho bien los deberes financieros, generarían un problema de riesgo moral para los del norte que sí han cumplido con todas sus obligaciones.

Los economistas llamamos riesgo moral a la situación que se produce cuando un agente tiene información, sabe las consecuencias sobre otros de sus acciones y a pesar de ello las lleva a cabo para aprovecharse. Es decir, el ministro holandés considera que si España, Italia, o Portugal saben que el resto va a asumir mancomunadamente sus deudas lo que harán será endeudarse más de lo debido.

Eso es algo que evidentemente podría ocurrir (y que yo creo que se debe evitar en una unión económica) pero traer este argumento a colación cuando el problema que podría ocasionar la deuda de los países de la periferia es una emergencia sanitaria que también afecta a los países del norte es, cuanto menos, una clara muestra de cinismo.

Está por ver si finalmente el coste de la pandemia es más elevado en unos países que en otros y habría que analizar en su momento las razones de las disparidades que pudieran producirse y actuar en consecuencia. Pero, de antemano, no parece riguroso considerar que el gasto de unos vaya a ser más ineficiente que el de otros. Y si de momento es diferente no creo que se pueda decir que se deba a una cuestión de eficiencia o capacidad para gastar bien, como dice el ministro holandés.

De hecho, parece inevitable que en países como Italia o España se necesite más dinero para la pandemia si se tiene en cuenta que aquí se está hospitalizando a las personas mayores, mientras que en Holanda se las considera ya desahuciadas y se las deja morir en casa. O porque la estrategia que allí se está siguiendo es la de conseguir «inmunidad de rebaño», lo que implica realizar un porcentaje muchísimo menor de pruebas sobre la población total, una alternativa que no sabemos qué coste tendrá, no sólo económico sino en términos de vidas humanas, a medio y largo plazo.

Francamente, no estoy seguro de que gastar menos porque no se lucha para salvar vidas humanas de los abuelos sea una forma superior o más ejemplar de utilizar los recursos.

Un segundo argumento que utiliza ahora el ministro holandés es ya un viejo conocido del relato que domina la política europea: los países de la periferia, los «cerdos» (PIGS en inglés, en referencia a Portugal, Italia, Grecia y España) son intrínsecamente corruptos y malgastan el dinero de los contribuyentes. Otro ministro holandés de finanzas, Jeroen Dijsselbloem, dijo en marzo de 2017 que los países del sur nos gastamos todo el dinero «en copas y mujeres para luego pedir que se nos ayude». Y eso lo dice el ministro de un país que exhibe a las mujeres prostituidas en escaparates.

Yo no voy a negar que en España hay corrupción porque llevo toda mi vida avergonzado tratando de luchar contra ella. Pero eso es una cosa y otra el admitir que sólo existe en nuestros países del sur.

En España hay corrupción, por supuesto. Una es la corrupción «al menudeo», la que se da entre la clase política y sabemos que hasta el anterior Jefe de Estado era un vulgar comisionista. Sin embargo, la importantes no es esa. Si se habla tanto de la corrupción política, como si fuese la única, es para ocultar la más onerosa. Los políticos corruptos se quedan, en realidad, sólo con la calderilla, con la propina, porque los grandes ingresos que genera la corrupción, la construcción de los aeropuertos donde no hay aviones, las autopistas por donde apenan pasan coches, los puertos faraónicos innecesarios, las operaciones de ingeniería financiera… se los llevan las grandes empresas, los bancos y los fondos de inversión, y una buena parte de ellos proceden precisamente de países del norte de Europa, como Alemania y Holanda. Las burbujas especulativas de Europa la han financiado principalmente los bancos alemanes y holandeses. Por cierto, a costa de no utilizar esos capitales en el desarrollo de sus economías. Y la corrupción a lo grande está presente en países como Alemania o los Países Bajos desde hace tiempo.

Alemania ha podido llegar a ser una gran potencia exportadora, entre otras cosas, gracias a los sobornos, una práctica tan habitual de sus grandes empresas que hasta hace pocos años incluso se podían deducir de impuestos. Solo a su gigante Siemens se le han descubierto operaciones irregulares por valor de unos 420.000 millones de euros. Volkswagen ha engañado a millones de clientes con el escándalo de los motores diésel; muchas grandes empresas alemanas como Deutsche Bank, Vodafone, Deutsche Telekom o Deutsche Pos, entre otras, han protagonizado también grandes escándalos y el considerado mayor fraude fiscal de la historia europea, el caso Cum-Ex, se organizó en Alemania.

¿Y qué decir de Holanda, a parte de que su gran banco ING ha tenido que pagar multas multimillonarias por blanqueo de capitales? ¿No es eso otra forma de corrupción, más elegante si se quiere, aunque de consecuencias igual o incluso más dañinas en otros aspectos? ¿Y lo que hicieron algunas de sus grandes empresas multinacionales en la Sudáfrica del apartheid no fue corrupción de la más criminal?

¿Acaso el haberse convertido en un auténtico paraíso fiscal para permitir que las grandes empresas no paguen impuestos en los países donde realmente operan no es corrupción?

¿Se puede decir que en los Países Bajos no hay corrupción y que allí se utilizan los recursos públicos con honestidad cuando el país se ofrece como soporte de la ingeniería financiera que mina las arcas de otros Estados? ¿Robar los recursos propios es corrupción y permitir que se roben los de otros, como hace Holanda, no?

Un estudio reciente publicado en una revista del Fondo Monetario Internacional reveló que Holanda y Luxemburgo acogen la mitad de la inversión ficticia mundial, es decir, la que no se realiza realmente, sino que sólo está en las cuentas de las empresas para evadir impuestos. En España se calcula que las grandes empresas multinacionales dejan de pagar unos 13.500 millones de euros en impuestos gracias a la existencia de países como Holanda, que proporcionan la posibilidad de eludirlos.

¿Con qué derecho y fundamento puede descalificar el ministro holandés a los países del sur de Europa por tener más deuda, cuando su país es uno de los grandes mamporreros al servicio de la evasión fiscal que destroza las arcas de esos estados, cuando Holanda es el mayor proveedor mundial de servicios de evasión fiscal del planeta, según un informe de 2017 (Uncovering Offshore Financial Centers: Conduits and Sinks in the Global Corporate Ownership Network)?

¿Con qué fuerza moral puede hablar a otros de eficiencia en el uso de los recursos públicos un país que incluso da nombre al «bocadillo holandés», que no es precisamente una delicia culinaria sino una de las prácticas más sofisticadas para blanquear dinero?

¿Cómo pueden dar lecciones sobre administración de recursos los dirigentes de un país que es la pasarela necesaria para que se practique el terrorismo financiero de nuestros días que arruina a países y a empresas, a la economía productiva del planeta?

Y se olvida el ministro holandés de que si los países del norte pueden acumular grandes excedentes es porque han impuesto en la zona euro un sistema de funcionamiento perverso, que no cuenta con mecanismos adecuados de ajuste, de modo que unos países, como el suyo o Alemania, pueden acumular superávits no sólo porque son más ricos y quizá más eficientes sino porque juegan con la ventaja de haber montado un club en donde las normas tratan por igual a los desiguales.

Los países del norte de Europa, con Alemania y Holanda ahora a la cabeza, están haciendo trampas. Se benefician del euro al haberlo establecido sin una hacienda europea, sin normas que impidan el ajuste efectivo de los desequilibrios y sin mecanismos de protección ante shocks, como una pandemia sin ir más lejos, que produce efectos asimétricos entre los países miembros. Han comprado a precio de saldo las principales empresas de la periferia europea, viven de colocar en esta última sus exportaciones, financiaron y se aprovecharon de burbujas como la inmobiliaria en España y encima nos acusan de derrochadores.

El ministro holandés ha pedido a la Comisión Europea un informe sobre por qué algunos países de la Unión han acumulado reservas financieras en los últimos años, mientras que otros no lo han hecho. Algo que parece mentira, pues cualquier estudiante de tercero de Económicas sabe perfectamente que eso es inevitable que ocurra cuando una unión monetaria, como el euro, está intencionadamente mal diseñada. A Robert Mundell le dieron el Premio de Economía del Banco de Suecia (equivalente al Nobel) por haberlo demostrado hace ya casi sesenta años, en 1961, y cuesta creer que un ministro de finanzas no lo sepa y tenga que pedir que le digan la respuesta.

Le faltó al ministro decir esta vez que los españoles, como toda la población de los demás países del sur de Europa, somos unos vagos y que no nos gusta sino la juerga y la siesta, a pesar de que trabajamos 272 horas más de media al año que los holandeses.

Los dirigentes holandeses, como los alemanes, tienen por qué callar. Los españoles no debemos ocultar nuestros defectos que son muchos. Entre ellos, el haber permitido que nuestras élites corruptas hayan entregado o malvendido tanta de nuestra riqueza a empresas alemanas y holandesas, o el haber permitido que nos incorporaran al euro sin hacer una valoración objetiva, ni permitirnos debatir sus ventajas e inconvenientes. Mas lo que no podemos permitir es que los dirigentes de esos países nos insulten de la manera en que lo han hecho. El presidente de Portugal, Antonio Costa, lo ha dicho con toda claridad: las declaraciones del ministro neerlandés son «repugnantes». Lleva toda la razón.

Los Países Bajos tienen, como Alemania, muchas cosas ejemplares de las que debemos aprender los demás países europeos. Su supremacismo y prepotencia de los últimos tiempos son, sin embargo, inaceptables y yo creo, como he dicho, que injustificados. Es muy chocante que se quiera convertir en la guía moral de Europa dando lecciones de honradez a los demás un país que deja morir a sus mayores sin atención hospitalaria porque ya son demasiado viejos, que es de facto un paraíso fiscal, o que permite que mujeres exhiban su cuerpo como mercancías en escaparates. Significa que la Unión Europea tiene un problema serio y que vamos a tener que plantearnos si vale la pena ser socios de quienes no saben pronunciar palabras como cooperación o solidaridad.

Juan Torres López es Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Dedicado al análisis y divulgación de la realidad económica, en los últimos años ha publicado alrededor de un millar de artículos de opinión y numerosos libros que se han convertido en éxitos editoriales. Los dos últimos, Economía para no dejarse engañar por los economistas y La Renta Básica. ¿Qué es, cuántos tipos hay, cómo se financia y qué efectos tiene?

Fuente:
https://blogs.publico.es/juantorres/2020/03/30/holanda-campeona-mundial-de-la-evasion-fiscal-tiene-por-que-callar/

sábado, 1 de octubre de 2016

¿Cuáles son los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35?

Nueva Tribuna

La existencia de paraísos fiscales y subterfugios para la evasión en el seno de la Unión Europea suponen una grave pérdida para la recaudación de los Estados, necesaria para sostener políticas sociales en tiempos de crisis, y repercute directamente en las condiciones de vida de las clases medias y bajas.
LuxLeaks, Swissleaks y PanamaLeaks

Si bien, el escándalo LuxLeaks sirvió para llevar a la primera plana informativa los aspectos relacionados con la fiscalidad de las grandes empresas, resulta preocupante que las ‘’filtraciones’’ se hayan convertido en una de las principales fuentes de información significativa sobre la presencia de empresas en paraísos fiscales, ante la falta de transparencia de las propias empresas, y la ausencia de un marco regulatorio claro que exija a estas una información detallada sobre sus actividades en los diversos territorios en donde están presentes. El escándalo LuxLeaks saltó a la luz en el año 2014 y sirvió para constatar el carácter generalizado de los sistemas de elusión de impuestos por parte de las grandes compañías multinacionales, a través de entramados societarios que buscan aprovechar “nichos fiscales”, es decir no pagar impuestos. A principios de 2015, el caso ”Swissleaks” y en el 2016 el “PanamaLeaks” reforzaron la hipótesis de que el entramado luxemburgués no era un hecho aislado.

Pese a la repercusión de los mencionados escándalos, existen dos aspectos que nos hacen tomar conciencia del sinuoso camino que enfrentamos. El primero de ellos es la ausencia de una respuesta de consenso a la pregunta ¿qué es un paraíso fiscal?; y el segundo el incremento de actividad de los mismos, pese a estar más que nunca en el foco de la opinión pública.

Ausencia de un marco regulatorio común
La falta de acuerdo en torno a la propia definición de ‘’paraíso fiscal’’ es reveladora de la ausencia de un marco común sobre el cual emprender las reformas necesarias. Establece una brecha entre el discurso de lucha contra el fraude fiscal, compartido de manera prácticamente unánime, y su práctica efectiva. En ocasiones, esta brecha implica que las fórmulas contra los paraísos fiscales se limiten a tímidos acuerdos de intercambio de información, en unos parámetros claramente insuficientes. Estos acuerdos, si bien constituyen un primer paso, suelen ser utilizados como excusa para redefinir el propio concepto de paraíso fiscal de modo cada vez más excluyente.

Además, es evidente que el debate no ha restado, desde una perspectiva operativa, vigencia a los paraísos fiscales. Desde un marco macroeconómico, de acuerdo con lo señalado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, más del 30% de la inversión mundial en 2015 se realizó a través de paraísos fiscales o centros de inversión extraterritoriales. En 2015, el 58% de la inversión que llegó a España lo hizo a través de Holanda y Luxemburgo, un 35,47% más que en 2014. Ambos países están siendo investigados por la Comisión Europea por vulnerar los principios de plena competencia, al conceder acuerdos fiscales selectivos, discrecionales e ilegales a determinadas empresas. En 2015 se incrementa la inversión desde Holanda en un 159%, con respecto a 2014, suponiendo el 32,9% del total de inversión extranjera en España. En ese mismo año los fondos procedentes de Hong Kong se incrementaron un 59,1%, de Irlanda un 156,7%, de Panamá un 101% y de Emiratos Árabes Unidos un 543,5%. Muchos de estos movimientos son de mero tránsito, lo que significa que el origen real de la inversión procede de terceros países. Luxemburgo, España y Holanda ocupan los tres primeros lugares (resulta al menos curioso que un inversor español invierta en España a través de un tercer país). Pero también nos encontramos territorios origen de la inversión como Liechtenstein, Bermudas o Hong Kong. Por áreas geográficas, las desinversiones españolas han disminuido en todas las jurisdicciones, excepto en los paraísos fiscales que sufrieron un aumento del 9,8% en tasa interanual.

En el ámbito de la operativa de la empresa, el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, en su último informe elaborado en colaboración con Oxfam Intermon, confirma que en 2014 continúa la tendencia al alza de sociedades domiciliadas por parte de empresas del IBEX35 en territorios considerados como nichos fiscales; sociedades que o bien tienen carácter financiero o instrumental o gestionan operaciones en terceros países (no se tienen en cuenta sociedades si la empresa realiza en el país una actividad productiva o comercial salvo en el caso del sector financiero). De acuerdo con la metodología aplicada para realizar el informe (en 2016 se publicó la duodécima edición del estudio elaborado por el Observatorio de RSC), entre 2013 y 2014 se produjo un incremento en 76 sociedades participadas y dependientes de empresas del IBEX35 domiciliadas en nichos fiscales, pasando de 815 a 891. Esto representa un incremento del 9,3% con respecto a 2013 y de un 60,5% respecto a 2012. El número de sociedades es un indicador que puede aportar algún indicio sobre el nivel de actividad en estos territorios, sin embargo de la información suministrada por las empresas no es posible acceder a datos sobre el volumen de actividad de éstas sociedades en términos económicos, por su facturación, gastos o resultados del ejercicio. Por número de sociedades dependientes domiciliadas, los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35 son: EEUU Delaware: 417, Holanda: 131, Irlanda: 65, Luxemburgo: 55, Hong Kong: 27, Suiza: 25, Islas Cayman: 23 y Uruguay: 22. De las 417 sociedades dependientes domiciliadas en Delaware, según el análisis realizado 312 (el 74,8%) comparten las mismas dos direcciones postales en la pequeña ciudad de Wilmington (70.000 habitantes).

Opacidad de las empresas del Ibex35
Pese a que las empresas del IBEX35 realizan memorias de sostenibilidad o RSC, se denota en las mismas una falta de información de tipo económico necesaria para evaluar su impacto desde una perspectiva de responsabilidad social. Por ejemplo, de las 35 empresas analizadas, a diciembre de 2014, ninguna es transparente a la hora de informar sobre el tipo de actividad y volumen de negocio generado y sobre sus planes futuros con respecto a su presencia en estos países, y solamente una publica de forma transparente los impuestos pagados en cada uno de los países en los que opera. Esta omisión de información permite afirmar que las empresas o bien omiten esta información de forma premeditada, o no están realizando de manera correcta los estudios de materialidad en relación a qué información es relevante desde una perspectiva de responsabilidad social.

La exigencia de responsabilidad fiscal en las diversas escalas de operación de las empresas es una condición de base para el desarrollo de políticas de lucha contra la desigualdad, la pobreza y las externalidades negativas de determinado tipo de actividades económicas. Pero también para garantizar la seguridad jurídica, la seguridad ciudadana, la inversión en infraestructuras, la educación y sanidad públicas, aspectos de los que no cabe duda la empresa se beneficia. Existe una creciente demanda para que las empresas informen en detalle de aspectos económicos en todos los países donde operan, más concretamente resultados operativos, beneficios, impuestos pagados, subvenciones recibidas, información sobre actividades y resultados de sociedades actuando en paraísos fiscales, localización de los principales proveedores y gastos salariales, estructura societaria y operaciones intragrupo, entre otros aspectos. Información que, por ejemplo, permita entender dónde se ha generado el beneficio de estos grupos empresariales, para poder realizar valoraciones sobre su compromiso con el desarrollo de las sociedades donde actúan, a través de las cantidades de impuestos pagados tanto en el país donde se generó el beneficio como en España.

Para avanzar hacia la justicia fiscal es necesario acabar con los paraísos fiscales y desmontar las estrategias de elusión empleadas por parte de algunas empresas. Para ello es necesario, en primera instancia, una normativa que obligue a las empresas multinacionales a presentar información relevante de manera detallada, una mayor armonización fiscal y coordinación para combatir la evasión y la planificación fiscal agresiva en el seno de la UE; en segundo término, poner coto con sanciones ejemplarizantes a las grandes consultoras y despachos de abogados, en algunos casos señalados como responsables del diseño de las rutas de elusión fiscal y por último, y no por ello menos importante, voluntad política y medidas que realmente tengan un efecto disuasorio.

Orencio Vázquez y Eduardo Soria. Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/rsc/20160913174641131707.html

martes, 12 de enero de 2016

El año en cinco escándalos empresariales

La Marea


Los “principios éticos”, a pesar de que están recogidos en los códigos de “responsabilidad social” de las grandes empresas españolas, entran en contradicción con las prácticas cotidianas de estas mismas compañías.

“La misión del Grupo OHL se ha basado siempre en un absoluto compromiso con la ética, la integridad y el respeto a los derechos humanos”, afirma Juan Miguel Villar-Mir , presidente de la constructora, en el código ético de la empresa. Agbar, siguiendo una línea similar, plantea “el cumplimiento de las leyes y normativas, la integridad, la lealtad y la honradez” como los ejes fundamentales que guían su comportamiento, del mismo modo que Iberdrola sitúa la ética en el centro de su estrategia de negocio. Pero todos estos “principios éticos”, a pesar de que están recogidos en los códigos de “responsabilidad social” de las grandes empresas españolas, entran en contradicción con las prácticas cotidianas de estas mismas compañías. Así lo demuestra la sucesión de casos de fraude, evasión fiscal, formación de cárteles y manipulación de precios que hemos ido conociendo durante este año que ahora termina.

Iberdrola: La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso en diciembre de 2015 una sanción de 25 millones de euros a Iberdrola por una “conducta muy grave”. Y es que dos años antes, según la CNMC, Iberdrola, “consciente de la existencia de un escenario de elevada demanda al que corresponde el mes de diciembre, decide retirar una capacidad de producción para provocar un incremento adicional en el precio del mercado”. ¿El resultado? Una subida en los precios de la electricidad que repercutió en ganancias para la compañía (21,5 millones de euros) y en un gasto de 105 millones de euros para los consumidores y consumidoras. Esta manipulación de los precios fue realizada la semana anterior y la posterior al llamado “tarifazo”, que se produjo cuando las subastas de electricidad establecieron un aumento del 11% en la tarifa eléctrica para 2014. Eso sí, el escándalo que generó esta escalada de precios en plena crisis económica, con cada vez más población sumida en la pobreza energética, hizo que el gobierno español finalmente anulara la subasta en la que se disparó la tarifa y fijase un incremento del 2,3%.

Y no ha sido el único caso en que la CNMC ha multado a grandes corporaciones por conformar cárteles para repartirse el mercado y pactar precios: las constructoras ACS, FCC, Ferrovial y Sacyr en el caso de la gestión de residuos urbanos; las petroleras Repsol, Cepsa, Galp, Disa y Meroil con el pacto de los precios de los carburantes; las grandes compañías de la alimentación Danone, Nestlé, Puleva, Pascual y Central Lechera Asturiana que impedían a los ganaderos establecer libremente el precio de su producto.

Aguas de Barcelona (Agbar): En el mes de septiembre se conoció públicamente la “Operación Petrum”, una investigación de la Fiscalía Anticorrupción sobre varias constructoras y empresas de servicios que pagaron comisiones ilegales del 3% a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) supuestamente a cambio de millonarios contratos de la Generalitat y de Ayuntamientos de CDC. Las comisiones se hacían efectivas a través de donaciones a las fundaciones del partido, CatDem y Barcelona Forum, y la compañía que más dinero aportó fue el Grupo Agbar, que “donó” 1,6 millones de euros entre 2008 y 2013. También estaban presentes en la lista de “donantes” grandes constructoras como ACS y FCC.

La obtención de contratos millonarios, para ampliar el control de la gestión del agua en Cataluña, fue el objetivo perseguido a través de estas comisiones ilegales. No hay que olvidar que el 84% de la población catalana tiene el servicio de agua privatizada y su administración está mayoritariamente en manos de Agbar. Y este no es, por cierto, el único caso donde la compañía –ahora propiedad de la transnacional francesa Suez– está siendo sometida a investigación judicial: Aquagest, una de las filiales de Agbar, también ha sido incluida en la “Operación Pokemon”. Y es que parece ser que, en 2009, la compañía había pagado viajes de placer al entonces alcalde de Oviedo y a su concejal de Hacienda para devolver un importante aval económico que el Ayuntamiento había hecho a la empresa.

OHL: En mayo, los medios de comunicación mexicanos hicieron públicas las grabaciones con las que se demostraba que directivos de OHL en México habrían pagado sobornos a las autoridades mexicanas. En ellas, uno de los principales directivos de la empresa reconocía que estaban “metiendo más goles de los normales” en las obras del Viaducto. A cambio de estos “goles”, se llevaban a cabo sobornos mediante pagos de vacaciones en hoteles de lujo para el secretario de Transporte y el secretario de Comunicación del Gobierno del Estado de México. ¿El objetivo? Modificar el coste que en un principio iban a tener las obras de construcción de un tramo del Viaducto Bicentenario, adjudicado a la empresa en el año 2010: el coste inicial de la obra, situada en el noroeste de México D.F., era de 231 millones de euros; al cabo de cinco años, sin embargo, se había gastado unos 580 millones, más del doble del presupuesto original.

En realidad, los elevados sobrecostes en obras de infraestructura forman parte del “business as usual” de las grandes constructoras españolas. Sin ir más lejos, este año se conoció que la construcción del AVE a la Meca, efectuada por un consorcio del que forman parte OHL y ACS, tendrá que asumir un 60% de sobrecoste. Igualmente, Sacyr exigió el año pasado a las autoridades panameñas un 50% más del presupuesto inicial para finalizar la ampliación del Canal de Panamá.

Volkswagen: Después de más de un año y medio de investigación, los organismos reguladores estadounidenses hicieron público en septiembre el fraude cometido por Volkswagen. La compañía de automóviles manipuló los motores de 11 millones de automóviles para ocultar sus excesivas emisiones de óxido de nitrógeno, ya que emitían en carretera un 40% más de lo que se medía en los controles. Y a ello hay que sumarle otra irregularidad más: la propia compañía detectó en controles internos que 800.000 vehículos emitían más dióxido de carbono de lo indicado.

El que ha sido el mayor escándalo empresarial de 2015 no puede decirse que haya pillado por sorpresa a buena parte de las organizaciones ecologistas, que llevan tiempo señalando la ausencia de controles efectivos de las emisiones del sector automovilístico, especialmente en la Unión Europea. A raíz de este caso, sin embargo, la UE aprobó un sistema de medición de las emisiones en condiciones reales de conducción aunque, de nuevo, se otorga un trato de favor a la industria del automóvil permitiendo en una primera fase emitir el doble de óxidos de nitrógeno que el nivel legal vigente. Y es que esta industria es uno de los lobbies más poderosos de Bruselas para influir en el bloqueo de leyes que pretendan regular las emisiones de los coches: Volkswagen fue la compañía automovilística que más invirtió en actividades de lobby el año pasado.

HSBC: El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), junto al diario francés Le Monde, destapó en febrero cómo la filial suiza del mayor banco de Europa estaba involucrada en una trama de evasión fiscal, que incluía también el blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas. Fue el caso conocido como “Swiss Leaks”, que se basó en la lista elaborada por un antiguo trabajador del HSBC, Hervé Falciani, con los nombres de numerosos evasores fiscales. La llamada “Lista Falciani” contenía archivos secretos de la compañía con información (hasta 2007) de las cuentas bancarias correspondientes a 100.000 personas físicas y jurídicas procedentes de 200 países. En total, las cuentas tenían un valor de 100.000 millones de dólares y sus titulares eran políticos, monarcas, traficantes de diamantes y de armas, actores, directivos de grandes transnacionales, etc. Tras la fuerte repercusión mediática del caso, la Fiscalía de Ginebra inició actuaciones contra la filial suiza del HSBC por un posible blanqueo de capitales.

Entre las personas que utilizaban el entramado de cuentas en paraísos fiscales estaban millonarios como Emilio Botín y Alicia Koplowitz. La familia Botín tenía en sus cuentas suizas 2.000 millones de euros y utilizaba un entramado de sociedades opacas en Panamá y las Islas Vírgenes. En el caso de Alicia Koplowitz, la empresaria invirtió 20 millones de euros en fondos no regulados de la filial suiza del HSBC que operaban a través de una red de paraísos fiscales.

Erika González es investigadora del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.
Fuente: http://www.lamarea.com/2016/01/01/el-ano-en-cinco-escandalos-empresariales/

lunes, 6 de abril de 2015

La exposición de la Politica de Fondos de Covertura en Nueva York. Trabajando para exponer los mecanismos que los fondos de cobertura y los multimillonarios utilizan para influir en el gobierno y la política con el fin de ampliar su riqueza, influencia y poder. La política que impulsan los multimillonarios y los daños colaterales que inflige a nuestras comunidades, nuestro clima, nuestra economía y nuestra democracia.

Hace dos semanas, varios autobuses llenos de neoyorquinos hicieron una peregrinación a Greenwich, Conn., Para visitar la finca frente al mar del titán de fondos de cobertura Paul Tudor Jones II, donde, baste decir, que no fueron invitados a ver la vajilla de china. Era una tarde de sábado lluviosa y los manifestantes, muchos de ellos gente trabajadora que se han sentido engañados por las injusticias de un sistema fiscal que favorece a unos pocos enriquecidos, estaban allí para llamar la atención sobre la agenda educativa del señor Jones, construida sobre la premisa de que los ricos extravagantes saben mejor cómo enseñar a leer, y a su apoyo a los candidatos y causas republicanas en la Legislatura del Estado de Nueva York, que perjudican a los pobres y la clase trabajadora.

Es este tipo de gasto político, un total de US $ 1,6 millones en los últimos 12 años, sostienen, que socava sus esfuerzos filantrópicos a través de la Fundación Robin Hood, la organización benéfica de lucha contra la pobreza que él creó. Para los civiles, por supuesto, el Sr. Jones puede parecer como alguien que necesita trabajos de reparación en la causa y efecto, un multimillonario cuya industria prospera en la extracción de valor económico de inversiones en lugar de producir, y sin embargo se siente cómodo hablando sobre el impacto corrosivo de la desigualdad.

"Cuando comenzamos a poner la justicia a la par con las ganancias", dijo Jones en un TED Talk recientemente, "entonces tenemos la cosa más valiosa del mundo. Volvemos a nuestra humanidad". Al escuchar que es como escuchar el Real Housewives of Orange County decir que una vez que empezamos comprende la restricción sobre el espectáculo de los consumidores, vamos a estar bien en nuestro camino a un nuevo capítulo en la dignidad cultural.

Los que hicieron el viaje a Connecticut marchaban en nombre de un grupo llamado los Heged Clippers, una naciente organización respaldada por la Federación Americana de Maestros, grupos laborales y comunitarios prominentes, y Zephyr Teachout, el ex candidato demócrata liberal para gobernador. Está dirigido a exponer las formas como los fondos de cobertura sangran la economía a través de la práctica de auto-interés y luego extienden el daño mediante la pródigas compras de la influencia política. Según un análisis realizado por el grupo, los administradores de fondos de cobertura han donado $ 40 millones en contribuciones políticas en el estado de Nueva York en los últimos 15 años, con el gobernador Andrew M. Cuomo recibiendo cerca de $ 5 millones. Muchos de esos donantes son prominentes partidarios de las escuelas charter, y casi todos presumiblemente denuncian la eliminación de las lagunas fiscales que magnifican sus fortunas.

Los Hedge Clippers producen y emiten informes a una velocidad que haría envidiar a muchos estudiantes graduados. Esta semana se dio a conocer un documento que detalla el flujo de dinero de los gestores de fondos de cobertura y los operadores de alta frecuencia en las arcas de Rahm Emanuel; en Chicago, la tenencia de alcaldía del Sr. Emanuel ha sido cuestionada por una oferta desde la izquierda. Otro informe ofreció una lista de compradores en One57, el condominio de apartamentos ultralujosos en Manhattan que se benefició de importantes ventajas fiscales.

En Nueva York, los Hedge Clippers han estado protestando a un ritmo muy vivo. Una manifestación se llevó a cabo recientemente fuera del 15 Central Park West, una torre de lujo que funciona como dormitorio financiero de la industria. Ese día la atención se centró en el gestor de fondos de cobertura Daniel S. Loeb, el presidente de la red de escuelas autónomas Success Academy, que compró un apartamento en el edificio hace siete años. En la manifestación, los Hedge Clippers ofrecen un tutorial al público sobre las formas complicadas de la forma de operar de los fondos (Hedge Found) para acumular dinero - la llamada de dos horas y veinte sistema de compensación, por ejemplo - y las formas en que sus cargas fiscales se mantienen relativamente bajas.

Otra acción tuvo lugar frente al Club de Harvard en el centro de Manhattan, donde se celebraba un simposio de un día llamado: "Bonos y Pizarras, Invertir en las escuelas charter". Otro tenía a manifestantes apareciendo en restaurantes caros, como el Bar Polo y Del Frisco. "Todo esto realmente comenzó con: "¿Qué vamos a hacer con estos personajes?" Stephen Lerner, miembro de Iniciativa Kalmanovitz en la Universidad de Georgetown para el Trabajo y los trabajadores pobres, me dijo. "Si usted está preocupado acerca del dinero en la política, ahí están los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la financiación de los servicios públicos, esos son los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la privatización de las escuelas públicas, ahí están los fondos de cobertura".

Los Hedge Clippers tienen un enfoque más singular que lo que nunca hizo Occupy Wall Street. Les gustaría que los impuestos recaudados a los súperricos; que quieren los fondos de pensiones y las universidades para desinvertir de los fondos de cobertura; quieren la participación en cuenta que se aplica un tipo impositivo más elevado a nivel federal y de las lagunas a su alrededor en los códigos fiscales locales para evitarlos. En la ciudad de Nueva York, los fondos de cobertura gigantes y fondos de capital privado no están sujetos al impuesto sobre la participación en cuenta; si lo fueran, la ciudad sería $ 200 millones más rica cada año, de acuerdo con James Parrott, economista en jefe del Instituto de Política Fiscal. El subsidio fiscal va a los pobres por medio del crédito por ingreso del trabajo, (es decir, lo pagan los mismos trabajadores) y es sólo la mitad de eso.

¿Cuándo la gente se sentirá masívamente realmente enojado por conocer estos mecanismos de favoritismo? Un nuevo libro, "La Edad de la aquiescencia," por el historiador laboral Steve Fraser, plantea esa pregunta, y pregunta por qué nuestra nueva Edad de Oro no ha aportado nada que se acerque a los disturbios y el activismo de la anterior. Hay muchas razones, pero una es que pocos estadounidenses entienden realmente la malversación de la industria financiera de la forma en que los trabajadores de la fábrica del siglo XIX podían experimentar, de forma clara y visceralmente, cómo los jefes de las acerías y los magnates del ferrocarril les estaban explotando a ellos. La relación entre las masas que luchan y los peces gordos que les saqueaban era en cierto sentido más crucial e íntima.

Hoy nos enteramos de multimillonarios, en tonos de admiración o simplemente descarados, en las revistas de moda que relata sus divorcios y sus juguetes. Si usted es un ayudante de salud en el hogar que gana $ 11 la hora, es probable que no tengas una suscripción a la revista Vanity Fair. Los Hedge Clippers pueden lograr mucho si simplemente convierten los pocos secreto en algo ampliamente infame.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/03/29/nyregion/exposing-hedge-fund-politics.html?emc=edit_tnt_20150327&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0

miércoles, 21 de mayo de 2014

Las cinco estrategias favoritas de los ricos para evadir impuestos

Empresarios, deportistas, músicos, actores, financistas forman parte de esta élite mundial que elude por todos los medios posibles el cumplimiento de sus obligaciones impositivas.

El impacto económico-social de estas maniobras no es marginal. Se estima que el monto total de la evasión fiscal equivale a cinco veces el tamaño de la economía global y es un factor de peso en la creciente desigualdad mundial.

Segun un informe, las 91.000 personas más ricas del planeta controlan una tercera parte de la riqueza mundial (y dan cuenta de la mitad de los depósitos en paraísos o guaridas fiscales) y unas 8,4 millones de personas –un 0,14% de la población mundial– tiene el 51% de la riqueza. Estas son las cinco vías favoritas de los multimillonarios para pagar menos y acumular más:

1. Subdeclaración impositiva

El monto a pagar al fisco depende de la declaración impositiva.
El primer paso de toda evasión es subdeclarar las ganancias obtenidas.

...Para hacerlo tienen una red profesional muy aceitada que, según críticos como James Henry, de la Universidad de Columbia, se han convertido en una parte estructural del actual sistema financiero...

2. Registrar empresas en "guaridas" o paraísos fiscales

En su estudio "The price of offshore revisited" (El precio real de las Guaridas Fiscales") James Henry calcula que hay cuando menos unos US$21 millones de millones en estas "guaridas fiscales" (traducción literal del término original en ingles "Tax Haven"), suma aproximadamente semejante al PIB de Estados Unidos y Japón, es decir, de la primera y tercera economías mundiales. Uno de las guaridas favoritas de este dinero son las Islas Caimán, que tienen 85 mil compañías registradas: más compañías que población...

El portal de análisis financiero Fútbol Finanzas publicó recientemente una lista de lujo de jugadores que usaron técnicas similares en los últimos 20 años.

Desde el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, hasta leyendas del deporte como el brasileño Roberto Carlos, el portugués Luis Figo y el búlgaro Hristo Stoichkov formaban parte de la lista.

3. Testaferros

Una manera de invisibilizar el rastro de la persona en cuestión es nombrar a un testaferro que actúa como presunto propietario del bien o compañía.

"Se puede nombrar a un testaferro por razones legítimas, por ejemplo, para no atraer publicidad sobre la inversión en cuestión en el caso de alguien que está en la mira público. Mientras se informe a las autoridades impositivas no hay evasión. El problema empieza cuando no se informa, porque entonces lo que se está haciendo es pagar impuestos por una masa menor de dinero", señala Stevens...

4. Fijar residencia en otro país

Los países con bajos impuestos suelen ser los favoritos de músicos, artistas y deportistas. En los 70 fue el cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger, quien fijó residencia primero en Francia y luego en Estados Unidos para huir de los entonces altos impuestos británicos. Mick Jagger

En los años 70, Mick Jagger se mudó primero a Francia y luego a EE.UU. para huir de los altos impuestos en su país natal.

En diciembre de 2012, el actor francés Gerard Depardieu renunció a la ciudadanía francesa en protesta por los altos impuestos que proponía el gobierno de Francois Hollande, se mudó a Bélgica y obtuvo un pasaporte ruso, donde hay un impuesto único del 13%...

5. Aprovechar vacíos legales

La red de asesores y especialistas que rodean a los millonarios son expertos en encontrar vacíos legales de los sistemas impositivos.

En muchos casos no se trata de evasión fiscal sino de elisión fiscal, un mecanismo perfectamente legal: todos tenemos derecho a pagar menos impuestos siempre que lo hagamos dentro de la ley...

El futuro

Los problemas fiscales que tienen todos los países desarrollados y la fragilidad del sistema financiero internacional han colocado a la evasión impositiva en el ojo público, centro de un debate global...
Fuente: BBC.

sábado, 21 de septiembre de 2013

España pierde en torno a 15.000 millones anuales por el agujero del IVA

Los ingresos en la UE están casi 200.000 millones por debajo de su potencial
La principal causa es la evasión fiscal.

El foco del debate está en si Europa puede mantener su Estado de bienestar. Y en esa sobredosis de austeridad para reducir los déficits que acorralan al continente, la UE se ha lanzado a una carrera que consiste en recortar gastos, pensiones, empleados, salarios públicos y demás para cuadrar las cuentas. Pero de vez en cuando hay signos que parecen indicar que el verdadero problema está en otro lado. Las bolsas de fraude fiscal en Europa son sensacionales. La evasión de impuestos de las élites es una especie de epidemia crónica con epicentro en Suiza. Las grandes empresas llevan años con métodos de planificación tributaria, apoyadas en los paraísos fiscales, que les permiten pagar tipos impositivos efectivos misérrimos. La Comisión dio ayer un nuevo argumento a quienes ponen el acento en que el agujero está en el lado de los ingresos públicos: las pérdidas en la recaudación del IVA en España suponen en torno a 15.000 millones anuales. Entre 2008 y 2011 (último año con datos disponibles), las pérdidas acumuladas suman casi 65.000 millones.

La brecha entre la recaudación potencial del IVA y lo que realmente ingresa cada país procede del fraude y la evasión de impuestos, pero también de la quiebra de empresas —que se ha multiplicado por cortesía de la crisis—, a las argucias legales y al dudoso talento de algunas administraciones tributarias europeas. En general, la Comisión atribuye el problema a los fallos del sistema fiscal, plagado de duplicidades, ambigüedades y agujeros. Si eso se corrige, viene a decir Bruselas, podrían evitarse nuevas subidas de los tipos impositivos, que en España han escalado al 21%.

Se trata de un problema general: España no es, ni de lejos, el país que más deja de ingresar por IVA en relación con su potencial. Italia (36.000 millones en 2011), Francia (32.000 millones), Alemania (27.000 millones) y Reino Unido (19.000 millones) encabezan ese listado en números absolutos. Aunque, en relación al tamaño de sus economías, los países con mayores problemas de recaudación son Rumanía, Grecia, Letonia y Lituania: en general, los bálticos y los del Este, con administraciones aún muy jóvenes, junto con la omnipresente Grecia. En contraste, los países que menos ingresos de IVA pierden son Suecia, Malta, Holanda, Irlanda y Eslovenia.

Según Bruselas, las pérdidas de IVA han aumentado considerablemente desde 2008 como resultado de la crisis, especialmente en España, Grecia, Letonia, Irlanda y Portugal. En contraste, Suecia, Polonia, Malta, Bulgaria y República Checa mejoraron su nivel de recaudación de IVA durante este periodo y redujeron su brecha.

Los grandes números son sensacionales: la pérdida de recaudación en toda la Unión Europea en el año 2011 se acercó a los 200.000 millones de euros, en torno a un 2% del PIB europeo. "El dato resulta alarmante", reconoció el departamento que dirige Algirdas Semetas, comisario europeo de Fiscalidad. "La cantidad de IVA que se está escapando de la red es inaceptable, particularmente si se tiene en cuenta el impacto que estas sumas podrían tener en las finanzas públicas europeas en estos momentos de crisis", dijo Semeta, embarcado en una cruzada contra la evasión y el fraude fiscal desde hace meses. Los ingresos en la UE están casi 200.000 millones por debajo de su potencial... Fuente: El País.

Vuestro paraíso es su infierno

Nicolás Sartorius, El País.
Que los pudientes no paguen impuestos es lo que pone en riesgo el Estado de bienestar



sábado, 24 de diciembre de 2011

Descomunal hipocresía en el paraíso fiscal alemán

Y el presidente alemán en la picota por una minucia

El escrúpulo nacional no impide que el público alemán lo desconozca todo sobre sus bancos, entre los más opacos del mundo

Desvergüenza en el sur, por la tolerancia con el festival inmobiliario, e hipocresía en el norte, por la falta de transparencia económica, sobre todo bancaria, y el desvío de la atención hacia temas anecdóticos. Podría ser el epitafio de la actual Europa en crisis. En el centro de la imagen, una Alemania que pone en la picota a su presidente, Christian Wulff, por una minucia.

¿Que pasa con Wulff? En enero de 2010 se fue de vacaciones con su joven esposa a Florida, a casa del millonario alemán, Egon Geerkens, que les pagó los billetes de avión en primera. Al saberse, dos diputados le preguntaron si tenía alguna "relación de negocios" con el millonario. La respuesta fue "no". Ahora se ha conocido que la mujer de Geerkens prestó en 2008 a los Wulff un crédito de medio millón de euros para comprar una casa bastante discreta. El crédito a un amigo no es delito. No fue una mentira, pero tampoco era toda la verdad, lo que no es bonito para un presidente.

La prensa, especialmente la sensacionalista, se le ha echado al cuello, quizá para cobrarle a Wulff una frase que dijo en un discurso el año pasado y que creó gran escándalo en las filas conservadoras: como consecuencia de la emigración turca y árabe, "el Islam también pertenece a Alemania".

Anatema. El presidente abre ahora los telediarios y está en la portada de Der Spiegel ("El presidente fallido"). Se examina hasta el último rincón de su trayectoria y se descubren otras minucias, como el pago de los anuncios de un libro del político por otro millonario, que dice que Wulff no estaba al tanto. Wulff también dice que no sabía nada del asunto. El 70% de los alemanes no consideran que el presidente tenga que dimitir.

Visto desde el ladrillo español y sus impunes y desvergonzados alrededores, el rigor de este caso provoca una triste envidia. Pero más allá del sano escrúpulo asoma un ejercicio de descomunal hipocresía, en una sociedad que lo desconoce todo sobre sus opacos bancos y su condición de paraíso fiscal.

El noveno paraíso
Alemania figura en el noveno puesto mundial de opacidad en la lista de 73 países del mundo publicada por la organización Tax Justicie Network (TJN). Los primeros quince de su lista son; Suiza, Islas Caimán, Luxemburgo, Hong Kong, Estados Unidos, Singapur, Jersey, Japón, Alemania, Bahrein, Islas Vírgenes, Bermuda, Reino Unido, Panamá y Bélgica. La desvergonzada España figura en el puesto 53.

Los bancos alemanes administran 1,3 billones de euros de capital extranjero, lo que representa casi el 5% de las transacciones financieras globales. Actúa como reclamo, el hecho de que el país, "no ha firmado ningún acuerdo bilateral en materia de intercambio de datos fiscalmente relevantes", lo que, "combinado con el atractivo de las exenciones fiscales para compradores extranjeros de bonos del gobierno alemán, atrae una gran cantidad de dinero negro", señala un comentario del centro Política Exterior Alemana.

"Que Alemania se encuentre entre los diez principales centros financieros en la sombra, se debe a su peso como centro financiero para los no residentes y a sus débiles requisitos de información. También a que concede una amplia desgravación fiscal a residentes en el extranjero, incluso de países en desarrollo, lo que atrae grandes sumas de dinero", explica Markus Meinzer, coautor del índice de opacidad de TJN.

El mundo en desarrollo abre cuentas aquí
Esta situación explica la popularidad que los bancos alemanes tienen entre los dictadores de países en desarrollo. El fallecido caudillo de Turkmenistán, Saparmurad Niyasov, colocó, a su nombre, en el Deutsche Bank los ingresos del gas de su país que administraba como una finca particular. Muhammar el Gadafi y su clan, tuvieron unas doscientas cuentas repartidas en bancos alemanes, con un total de 6000 millones de euros.

En el Bundestag, los diputados más relacionados con las cuentas públicas reconocen que no saben nada sobre la situación de los bancos salvados con dinero del contribuyente. Uno de ellos explicó a este diario la respuesta que recibió a su interpelación parlamentaria por escrito sobre generalidades del rescate bancario: "secreto corporativo". ¿Qué percepción tiene el ciudadano alemán de esta situación?

Desviando la atención
El informe de TJN no ha tenido el menor eco en Alemania. La influyente prensa sensacionalista continúa centrando la atención sobre los desmanes meridionales. "Los griegos han almacenado en Suiza 200.000 millones de euros", tituló a toda plana el diario Bild, baluarte del nacional populismo en la actual crisis. Ante la perspectiva de una quiebra, los griegos no se fían de sus bancos y se llevan el dinero fuera. Pero la cantidad mencionada es superada, en 50.000 millones, por el dinero que los propios evasores fiscales alemanes tienen en países como Luxemburgo, Liechtenstein o Suiza, según la estimación divulgada por el sindicato alemán de funcionarios de hacienda (DSTG), de la que los medios no se hicieron eco. Se pierde de vista así el complejo panorama europeo de la evasión y el delito fiscal, del que Alemania es pieza mucho más importante que Grecia.

El ministro de defensa Karl-Theodor zu Guttemberg, que mintió y encubrió la muerte de cien civiles en Afganistán soltando a dos altos cargos de su entorno como lastre, dimitió porque se descubrió el plagio de su tesis doctoral, no por aquella masacre. Richard Nixon cayó por espiar a sus rivales en un hotel de Washington, no por los varios millones de muertos que propició en Vietnam, lo que fue en su día celebrado como paradigma de una prensa poderosa. Ahora, el presidente alemán está en la picota por una minucia, en medio del mayor desembolso de dinero público hacia el sector privado de la historia, del que apenas se conoce nada. Es una caricatura de lo mismo.

Falta de voluntad hacia el delito fiscal
En Alemania se persigue, y con gran rigor, el pequeño fraude fiscal, pero algunos funcionarios de hacienda denuncian falta de voluntad para investigar grandes delitos fiscales, mientras se persigue con lupa el pequeño fraude relativo a la ayuda social o el seguro de desempleo, explica Frank Wehrheim, ex inspector de hacienda del Land de Hesse.

Wehrheim, que acaba de publicar un libro titulado "Inside Steuerfahndung" (La investigación fiscal por dentro), estima que Alemania pierde anualmente entre 200.000 y 300.000 millones de euros en evasión de impuestos y fraude con subvenciones. Su compañero Thomas Eigenthaler, presidente del sindicato de funcionarios de hacienda, reprocha al gobierno de Merkel que, "más allá de las declaraciones" se ha torpedeado, "una acción coordinada a nivel europeo" contra el fraude fiscal.

A mayor fraude, menor posibilidad judicial
"En Alemania es muy difícil ser acusado de evasión de impuestos, para ello hay que ser muy descuidado y tener muy mala suerte, dice Wolfgang Neskovic, ex magistrado del Tribunal Supremo y diputado del Bundestag.

"Ningún delito es tan difícil de aclarar como el fiscal. Los flujos de efectivo son velados, los registros importantes, el poder judicial es insuficiente y está mal dotado. Se necesita una perfección matemática y un trabajo duro y persistente para lograr llevar el delito de evasión de impuestos hasta un proceso judicial. La regla de oro es: cuanto más rico el acusado, tanto más complejo es el delito y más difícil su aclaración", explica Neskovic en un artículo publicado por el semanario "Der Freitag".
"En la sala del tribunal hay que vérselas con la caballería de abogados bien formados y bien pagados que amenazan con un caso de varios meses y plantean un acuerdo rápido a cambio de una sentencia indulgente. Aquí la regla de oro es: cuanto más complejo sea el delito, más costosa es la investigación de la parte acusada y más suave el castigo que esta recibe", explica el diputado.

Fuente: Rafael Poch, La Vanguardia, corresponsal en Berlín. http://www.lavanguardia.com/internacional/20111222/54242641629/presidente-aleman-picota-minucia.html