Mostrando entradas con la etiqueta paraisos fiscales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paraisos fiscales. Mostrar todas las entradas

domingo, 10 de julio de 2022

_- FISCALÍA ANTICORRUPCIÓN OPINIÓN. Carlos Jiménez Villarejo: un hombre contra la desesperanza.


_- Sus memorias son el testimonio de una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y los fraudes fiscales,


En plena vigilia de la hambruna que amenaza a los países pobres nos llega la noticia de que África pierde 90.000 millones de dólares (86.300 millones de euros) cada año por los flujos financieros ilícitos. La alerta es Tax Justice Network que denuncia el robo de recursos necesarios para financiar el desarrollo. Los ministros de Finanzas africanos han pedido a Naciones Unidas medidas contra el secreto financiero que permite sacar dinero del continente. Mientras varios países africanos progresan en transparencia fiscal, se mantienen como campeones de la ocultación fiscal Estados Unidos y Suiza....

La mala noticia llega después de conocer que la propuesta de los países ricos (OCDE) de aplicar un impuesto mínimo del 15% a los beneficios de las multinacionales, que debería proporcionar unos ingresos fiscales adicionales de 144.000 millones de euros, se retrasará hasta 2.024. Los podres económicos permanecen intocables.

En este contexto tan poco prometedor, el ex fiscal jefe anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, ha publicado sus Memorias (tres volúmenes, 1.486 páginas). Son el testimonio de una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y los fraudes fiscales.

La obra de Villarejo aparece en un momento en que parece que las causas justas no tienen porvenir. Villarejo fue quien descubrió en 2001 el uso de los paraísos fiscales por parte de las entidades financieras para capitalizarse sin pagar impuestos, a través de de las Islas Caimán (territorio británico). Con total impunidad, bancos y cajas captaron 15.000 millones de euros. El Estado perdió entre 3.000 y 6.000 millones de ingresos fiscales, según Juan Hernández Vigueras. La operativa se realizó a través de las conocidas participaciones preferentes, que carecían de regulación legal y que años más tarde razonaban pérdidas de más de 14.050 millones de euros a los ahorradores. La intervención de Villarejo acabó con el uso de los paraísos fiscales para estas actividades.

Su trayectoria venía de lejos. En 1984, Villarejo y el Fiscal José María Mena, presentaron una querella criminal por delitos económicos contra los consejeros de Banca Catalana, incluido el Presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol. La iniciativa no prosperó. Eran tiempos difíciles. Pero nadie ha podido desmentir a los fiscales, como precisó el periodista Pere Ríos, en Banca Catalana: caso abierto, la investigación más rigurosa sobre el caso.

La vida de Villarejo ha sido la del compromiso. Podrían atestiguarlo los sindicalistas cuando en pleno franquismo llegaban molidos a palos de las comisarías. “Señoría”, exhortaba el fiscal al juez: “dígale al detenido que se levante la camisa”. Y “aparecían los cuerpos amoratados”, recordó el fiscal esta semana en la presentación de su obra. En el acto Carlos Castresana, fiscal del Tribunal de Cuentas, valoró la obra como “un vademécum de la corrupción en una sociedad de capitalismo desarrollado”. Para Juan Ramón Capella, catedrático emérito de Filosofía del Derecho, “es un testimonio importantísimo de un funcionario ejemplar”. En esencia, un hombre contra la desesperanza.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como Prostíbulos del capitalismo

Página 12

Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como prostíbulos del capitalismo. Se hacen allí los negocios turbios, que no pueden ser confesados públicamente, pero que son indispensables para el funcionamiento del sistema. Como los prostíbulos en la sociedad tradicional.

Conforme se acumulan las denuncias y las listas de los personajes y empresas que tienen cuentas en esos lugares, nos damos cuenta del papel central y no apenas marginal que ellos tienen en la economía mundial. “No se trata de “islas” en el sentido económico, sino de una red sistémica de territorios que escapan a las jurisdicciones nacionales, permitiendo que el conjunto de los grandes flujos financieros mundiales rehuya de sus obligaciones fiscales, escondiendo los orígenes de los recursos o enmascarando su destino.” (La era del capital improductivo, Ladislau Dowbor, Ed. Autonomia Literaria, Sao Paulo, 2017, pag. 83)

Todos los grandes grupos financieros mundiales y los más grandes grupos económicos en general están tienen hoy filiales o incluso casas matrices en paraísos fiscales. Esa extraterritorialidad (offshore) constituye una dimensión de prácticamente todas las actividades económicas de los gigantes corporativos, constituyendo una amplia cámara mundial de compensaciones, donde los distintos flujos financieros ingresan a la zona del secreto , del impuesto cero o algo equivalente y de libertad con respecto a cualquier control efectivo.

En los paraísos fiscales los recursos son reconvertidos en usos diversos, traspasados a empresas con nombres y nacionalidades distintas, lavados y formalmente limpios. No es que todo se vuelva secreto, sino que con la fragmentación del flujo financiero, el conjunto del sistema lo vuelve opaco.

Hay iniciativas para controlar en parte a ese flujo monstruoso de recursos, pero el sistema financiero es global, mientras las leyes son nacionales y no hay un sistema de gobierno mundial. Asimismo, si se puede ganar más invirtiendo en productos financieros, y encima sin pagar impuestos, es un negocio redondo.

“El sistema offshore creció con metástasis en todo el globo, y surgió un poderoso ejército de abogados, contadores y banqueros para hacer que el sistema funcione... En realidad, el sistema raramente agrega algún valor. Al contrario, está redistribuyendo la riqueza hacia arriba y los riesgos hacia abajo y generando una nueva estufa global para el crimen.” (Treasured Islands: Uncovering the Damage of Offshore Banking and Tax Havens, Shaxon, Nicholas. St. Martin’s Press, Nueva York, 2011).

El tema de los impuestos es central. Las ganancias son offshore, donde escapan de los impuestos, pero los costos, el pago de los intereses, son onshore, donde son deducidos los impuestos .La mayor parte de las actividades es legal. No es ilegal tener una cuenta en las Islas Caimán. “La gran corrupción genera sus propia legalidad, que pasa por la apropiación de la política, proceso que Shaxson llama de `captura del Estado’”(Dowbor, pag. 86).

Se trata de una corrupción sistémica. A corrupción involucra a especialistas que abusan del bien común, en secreto y con impunidad, minando a las reglas y los sistemas que promueven el interés publico, en secreto y con impunidad, y minando nuestra confianza en las reglas y sistemas existentes, intensificando la pobreza y la desigualdad.

La base de la ley de las corporaciones e, de las sociedades anónimas, es que el anonimato de la propiedad y el derecho a ser tratadas como personas jurídicas , pudiendo declarar su sede legal donde quieran e independiente del local efectivo de sus actividades, tendría como contrapeso la trasparencia de las cuentas.” (Dowbor, pag. 86) Las coimas contaminan y corrompen a los gobiernos, y los paraísos fiscales corrompen al sistema financiero global. Se ha creado un sistema que vuelve inviable cualquier control jurídico y penal de la criminalidad bancaria. Las corporaciones constituyen un Poder Judicial paralelo que les permite incluso procesar a los Estados, a partir de su propio aparato jurídico.

The Economist calcula que en los paraísos fiscales se encuentran 20 trillones de dólares, ubicando a las principales plazas financieras que dirigen estos recursos en el estado norteamericano de Delaware y en Londres. Las islas sirven así como localización legal y de protección en términos de jurisdicción y domicilio fiscal, pero la gestión es realizada por los grandes bancos. Se trata de un gigantesco drenaje que permite que los ciclos financieros queden resguardados de las informaciones.

Fuente:
https://www.pagina12.com.ar/76493-prostibulos-del-capitalismo

sábado, 1 de octubre de 2016

¿Cuáles son los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35?

Nueva Tribuna

La existencia de paraísos fiscales y subterfugios para la evasión en el seno de la Unión Europea suponen una grave pérdida para la recaudación de los Estados, necesaria para sostener políticas sociales en tiempos de crisis, y repercute directamente en las condiciones de vida de las clases medias y bajas.
LuxLeaks, Swissleaks y PanamaLeaks

Si bien, el escándalo LuxLeaks sirvió para llevar a la primera plana informativa los aspectos relacionados con la fiscalidad de las grandes empresas, resulta preocupante que las ‘’filtraciones’’ se hayan convertido en una de las principales fuentes de información significativa sobre la presencia de empresas en paraísos fiscales, ante la falta de transparencia de las propias empresas, y la ausencia de un marco regulatorio claro que exija a estas una información detallada sobre sus actividades en los diversos territorios en donde están presentes. El escándalo LuxLeaks saltó a la luz en el año 2014 y sirvió para constatar el carácter generalizado de los sistemas de elusión de impuestos por parte de las grandes compañías multinacionales, a través de entramados societarios que buscan aprovechar “nichos fiscales”, es decir no pagar impuestos. A principios de 2015, el caso ”Swissleaks” y en el 2016 el “PanamaLeaks” reforzaron la hipótesis de que el entramado luxemburgués no era un hecho aislado.

Pese a la repercusión de los mencionados escándalos, existen dos aspectos que nos hacen tomar conciencia del sinuoso camino que enfrentamos. El primero de ellos es la ausencia de una respuesta de consenso a la pregunta ¿qué es un paraíso fiscal?; y el segundo el incremento de actividad de los mismos, pese a estar más que nunca en el foco de la opinión pública.

Ausencia de un marco regulatorio común
La falta de acuerdo en torno a la propia definición de ‘’paraíso fiscal’’ es reveladora de la ausencia de un marco común sobre el cual emprender las reformas necesarias. Establece una brecha entre el discurso de lucha contra el fraude fiscal, compartido de manera prácticamente unánime, y su práctica efectiva. En ocasiones, esta brecha implica que las fórmulas contra los paraísos fiscales se limiten a tímidos acuerdos de intercambio de información, en unos parámetros claramente insuficientes. Estos acuerdos, si bien constituyen un primer paso, suelen ser utilizados como excusa para redefinir el propio concepto de paraíso fiscal de modo cada vez más excluyente.

Además, es evidente que el debate no ha restado, desde una perspectiva operativa, vigencia a los paraísos fiscales. Desde un marco macroeconómico, de acuerdo con lo señalado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, más del 30% de la inversión mundial en 2015 se realizó a través de paraísos fiscales o centros de inversión extraterritoriales. En 2015, el 58% de la inversión que llegó a España lo hizo a través de Holanda y Luxemburgo, un 35,47% más que en 2014. Ambos países están siendo investigados por la Comisión Europea por vulnerar los principios de plena competencia, al conceder acuerdos fiscales selectivos, discrecionales e ilegales a determinadas empresas. En 2015 se incrementa la inversión desde Holanda en un 159%, con respecto a 2014, suponiendo el 32,9% del total de inversión extranjera en España. En ese mismo año los fondos procedentes de Hong Kong se incrementaron un 59,1%, de Irlanda un 156,7%, de Panamá un 101% y de Emiratos Árabes Unidos un 543,5%. Muchos de estos movimientos son de mero tránsito, lo que significa que el origen real de la inversión procede de terceros países. Luxemburgo, España y Holanda ocupan los tres primeros lugares (resulta al menos curioso que un inversor español invierta en España a través de un tercer país). Pero también nos encontramos territorios origen de la inversión como Liechtenstein, Bermudas o Hong Kong. Por áreas geográficas, las desinversiones españolas han disminuido en todas las jurisdicciones, excepto en los paraísos fiscales que sufrieron un aumento del 9,8% en tasa interanual.

En el ámbito de la operativa de la empresa, el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, en su último informe elaborado en colaboración con Oxfam Intermon, confirma que en 2014 continúa la tendencia al alza de sociedades domiciliadas por parte de empresas del IBEX35 en territorios considerados como nichos fiscales; sociedades que o bien tienen carácter financiero o instrumental o gestionan operaciones en terceros países (no se tienen en cuenta sociedades si la empresa realiza en el país una actividad productiva o comercial salvo en el caso del sector financiero). De acuerdo con la metodología aplicada para realizar el informe (en 2016 se publicó la duodécima edición del estudio elaborado por el Observatorio de RSC), entre 2013 y 2014 se produjo un incremento en 76 sociedades participadas y dependientes de empresas del IBEX35 domiciliadas en nichos fiscales, pasando de 815 a 891. Esto representa un incremento del 9,3% con respecto a 2013 y de un 60,5% respecto a 2012. El número de sociedades es un indicador que puede aportar algún indicio sobre el nivel de actividad en estos territorios, sin embargo de la información suministrada por las empresas no es posible acceder a datos sobre el volumen de actividad de éstas sociedades en términos económicos, por su facturación, gastos o resultados del ejercicio. Por número de sociedades dependientes domiciliadas, los paraísos fiscales más usados por las empresas del IBEX35 son: EEUU Delaware: 417, Holanda: 131, Irlanda: 65, Luxemburgo: 55, Hong Kong: 27, Suiza: 25, Islas Cayman: 23 y Uruguay: 22. De las 417 sociedades dependientes domiciliadas en Delaware, según el análisis realizado 312 (el 74,8%) comparten las mismas dos direcciones postales en la pequeña ciudad de Wilmington (70.000 habitantes).

Opacidad de las empresas del Ibex35
Pese a que las empresas del IBEX35 realizan memorias de sostenibilidad o RSC, se denota en las mismas una falta de información de tipo económico necesaria para evaluar su impacto desde una perspectiva de responsabilidad social. Por ejemplo, de las 35 empresas analizadas, a diciembre de 2014, ninguna es transparente a la hora de informar sobre el tipo de actividad y volumen de negocio generado y sobre sus planes futuros con respecto a su presencia en estos países, y solamente una publica de forma transparente los impuestos pagados en cada uno de los países en los que opera. Esta omisión de información permite afirmar que las empresas o bien omiten esta información de forma premeditada, o no están realizando de manera correcta los estudios de materialidad en relación a qué información es relevante desde una perspectiva de responsabilidad social.

La exigencia de responsabilidad fiscal en las diversas escalas de operación de las empresas es una condición de base para el desarrollo de políticas de lucha contra la desigualdad, la pobreza y las externalidades negativas de determinado tipo de actividades económicas. Pero también para garantizar la seguridad jurídica, la seguridad ciudadana, la inversión en infraestructuras, la educación y sanidad públicas, aspectos de los que no cabe duda la empresa se beneficia. Existe una creciente demanda para que las empresas informen en detalle de aspectos económicos en todos los países donde operan, más concretamente resultados operativos, beneficios, impuestos pagados, subvenciones recibidas, información sobre actividades y resultados de sociedades actuando en paraísos fiscales, localización de los principales proveedores y gastos salariales, estructura societaria y operaciones intragrupo, entre otros aspectos. Información que, por ejemplo, permita entender dónde se ha generado el beneficio de estos grupos empresariales, para poder realizar valoraciones sobre su compromiso con el desarrollo de las sociedades donde actúan, a través de las cantidades de impuestos pagados tanto en el país donde se generó el beneficio como en España.

Para avanzar hacia la justicia fiscal es necesario acabar con los paraísos fiscales y desmontar las estrategias de elusión empleadas por parte de algunas empresas. Para ello es necesario, en primera instancia, una normativa que obligue a las empresas multinacionales a presentar información relevante de manera detallada, una mayor armonización fiscal y coordinación para combatir la evasión y la planificación fiscal agresiva en el seno de la UE; en segundo término, poner coto con sanciones ejemplarizantes a las grandes consultoras y despachos de abogados, en algunos casos señalados como responsables del diseño de las rutas de elusión fiscal y por último, y no por ello menos importante, voluntad política y medidas que realmente tengan un efecto disuasorio.

Orencio Vázquez y Eduardo Soria. Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/rsc/20160913174641131707.html