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jueves, 13 de enero de 2022

Aprendices de brujo. Sobre la polémica de las macrogranjas y el ministro Garzón,

¿Cómo es posible que dos presidentes socialistas de comunidades autónomas hayan actuado de la forma en que lo han hecho, convirtiéndose en altavoces de la falsedad? ¿No se les cae la cara de vergüenza de haber dicho lo que han dicho, convirtiéndose en acólitos de la derecha española? — Los datos que demuestran que las macrogranjas han llevado a España fuera de la legalidad ambiental

Acabo de regresar de la Sierra de las Nieves, en donde he pasado los primeros días de 2022, y nada más llegar me he topado con el escándalo orquestado en torno a las palabras de Alberto Garzón en su entrevista en The Guardian. Tengo que confesar que me ha sorprendido y eso que, después de más de 30 años siguiendo la actualidad política del país y la forma en que se refleja en los diversos medios de comunicación, no es fácil sorprenderse de la distancia que puede existir entre una determinada noticia y la forma en que es transmitida a la opinión pública.

Como es natural, lo primero que hice tras oír primero y leer después la información sobre las palabras de Alberto Garzón, fue acudir a la fuente original y leerlas. Entre lo que el ministro dijo y lo que se está diciendo que dijo hay una distancia tan abismal que resulta imposible entender cómo es posible que el escándalo haya tomado cuerpo.

El contenido de la entrevista carece de interés. En ninguna dirección. Y como las palabras están publicadas unas detrás de las otras, es fácil comprobarlo. El ministro refleja a través de ellas una posición que ha sido mantenida desde hace muchos años por prácticamente todo el mundo que se ha ocupado del tema. No hay novedad alguna digna de mención en la citada entrevista.

Y, sin embargo, lo que se está transmitiendo es todo lo contrario. La información sobre las palabras de Alberto Garzón ha desplazado, por ejemplo, a la información sobre el potencial incremento de la energía nuclear como fórmula para hacer frente a las consecuencias pavorosas del cambio climático, que ha puesto en circulación Ursula von der Leyen. Parecería que la economía española está a punto de sufrir un quebranto irreparable como consecuencia de la entrevista del ministro en The Guardian y no se estuviera jugando nada en la acogida que tenga en la Unión Europea la propuesta de la presidenta alemana de la Comisión Europea.

Si los comentarios sobre la entrevista procedieran exclusivamente de los portavoces de PP y Vox, el escándalo no se habría producido. Sería otra más de las falsedades con las que un día sí y otro también llevan intentando descalificar al Gobierno presidido por Pedro Sánchez antes de que fuera un Gobierno de coalición y mucho más desde que lo es.

Quienes han convertido la entrevista en The Guardian en un escándalo han sido los presidentes de las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha, que han ejercido de altavoces de la denuncia falsa de los partidos de la derecha española y han hecho suyas la exigencia de dimisión o, en su defecto, de destitución del ministro Garzón.

Tras haber leído las palabras tan tajantes de los dos presidentes socialistas, uno no puede dejar de preguntarse si ambos han leído la entrevista o simplemente han escuchado la interpretación que de la misma han hecho los portavoces de la derecha española. O si habiéndola leído personalmente, han decidido que les interesa coincidir en este punto con la derecha como forma de debilitar al socio del Gobierno de coalición.

Tengo la impresión de que es esto último lo que ha ocurrido. A Javier Lambán no se le han escapado las palabras que ha pronunciado y en las que no solo condena de manera tajante al ministro Garzón, sino que afirma expresamente que no puede continuar de ministro “ni un día más”, con lo que sitúa la pelota no en el tejado del ministro, sino en el del presidente del Gobierno.

Jugar a aprendiz de brujo nunca es bueno en ningún terreno, pero menos en el de la política y más todavía en una coyuntura como la de esta segunda mitad de la legislatura, en la que quedan por resolver temas de una enorme importancia. Sin ir más lejos la convalidación del Real Decreto-ley sobre la reforma laboral.

¿Piensan los presidentes socialistas de Aragón y Castilla-La Mancha que sus palabras favorecen la negociación que tiene que producirse en este mes de enero con los aliados para conseguir la mayoría necesaria para la convalidación? ¿De verdad creen Javier Lambán y Emiliano García-Page que su coincidencia con PP y Vox en la crítica a un ministro del socio del Gobierno de coalición es una garantía de la fiabilidad de dicho Gobierno y de su presidente para las formaciones políticas que lo vienen acompañando desde la moción de censura de 2018 hasta hoy? Si así es como tratan a un socio del Gobierno, ¿qué no serán capaces de hacernos a quienes no somos ni socios?

Y además, con base en una mentira inocultable. Las palabras del ministro Garzón en The Guardian son las que son y no cabe interpretación alguna en términos objetivos y razonables que las aproxime a lo que los portavoces del PP y Vox están haciendo. ¿Cómo es posible que dos presidentes socialistas de dos comunidades autónomas hayan actuado de la forma en que lo han hecho, convirtiéndose en altavoces de la falsedad? ¿No se les cae la cara de vergüenza de haber dicho lo que han dicho, convirtiéndose en acólitos de la derecha española?

sábado, 11 de septiembre de 2021

"Estamos consumiendo pescado contaminado por los residuos electrónicos que enviamos a África"

      Quema de basura electrónica en Agbogbloshie, un barrio de Acra, la capital de Ghana. 

 ¿Quién no tiene un móvil, una tableta e, incluso, un coche eléctrico? ¿Quién no se queja cuando sus aparatos electrónicos comienzan a cargar peor y a disminuir la durabilidad de sus baterías? ¿Cada cuánto tiempo cambiamos nuestros dispositivos electrónicos?

Pero ¿quién sabe cómo y de dónde proceden los materiales necesarios para fabricar esas baterías? ¿Quién sabe qué pasa con los dispositivos que tiramos?

Los dispositivos electrónicos que todos y todas tenemos son una mezcla compleja de cientos de materiales. Entre los que se encuentran metales pesados como plomo, mercurio o cadmio. Para que se hagan una idea, un teléfono móvil tiene entre 500 y 1 000 compuestos diferentes. Además, hay que saber que la obtención de estos materiales pone en riesgo la salud de los trabajadores y las trabajadoras que extraen los metales en las minas y fabrican los productos.

Y al final de su vida útil, si esos materiales no son tratados adecuadamente, las sustancias peligrosas que contienen pueden contaminar el medio ambiente y afectar a la salud de las personas.

El círculo vicioso de los dispositivos electrónicos
La mayoría de los metales necesarios para la producción de dispositivos electrónicos son extraídos en minas de países en vías de desarrollo, como África. Una vez obtenidos, son comprados por grandes empresas asiáticas para producir los componentes de los aparatos electrónicos.

Finalmente, los teléfonos inteligentes, tabletas y coches eléctricos producidos serán vendidos en todo el mundo. Aunque la mayoría de los consumidores vivirán en países desarrollados, como los de América del Norte y Europa.

Pero esto no es todo. Cuando nuestros dispositivos electrónicos ya están obsoletos y su batería no dura lo suficiente, el viaje de los metales pesados que comenzó en las minas africanas termina con el envío de nuestra basura electrónica de nuevo al continente africano.

Los países ricos pagarán a los países pobres por hacerse cargo de su basura, siendo una parte importante de su economía. Pero causando un gran problema medioambiental, ya que el reciclaje en estas zonas no está lo suficientemente desarrollado.

El caso del vertedero de Ghana
A modo de ejemplo, en Ghana, país de África occidental, está uno de los vertederos de residuos electrónicos más grandes del mundo, y recibe principalmente desechos electrónicos europeos. En este vertedero, la basura tecnológica se acumula para ser posteriormente quemada.

Esos desechos pueden empezar a descomponerse, produciendo gases que van a la atmósfera y líquidos que penetrarán en la tierra. Su quema también emitirá gases peligrosos que pasan a la atmósfera. Estudios previos ya han demostrado que el vertedero de desechos electrónicos de Ghana causa una contaminación importante del suelo y la atmósfera por metales pesados.

Sin embargo, las poblaciones locales desconocen los problemas ambientales que producen estos desechos electrónicos, respirando esos gases y consumiendo los recursos naturales de los alrededores. No existe ningún control sanitario previo.

Los Estados europeos se benefician del transporte ecológico sin carbono gracias a los automóviles eléctricos que llevan minerales africanos en sus baterías.

La contaminación regresa a Europa
La vuelta de la basura electrónica europea a los países africanos cierra un círculo que es un claro ejemplo de la política global actual: el primer mundo extrae lo que necesita y devuelve lo que ya no quiere.

El enorme coste ambiental de los metales necesarios para saciar la necesidad cada vez mayor de dispositivos eléctricos y electrónicos en países desarrollados lo están pagando los países productores y receptores de desechos en África.

Mientras tanto, los Estados europeos se benefician de los nuevos aparatos y el transporte ecológico sin carbono gracias a los automóviles eléctricos que llevan minerales africanos en sus baterías.

Pero quizás ese círculo no sea perfecto y esta contaminación esté llegando a los ciudadanos europeos. Los productos del mar podrían ser un posible vector de contaminación por metales pesados entre África y Europa.

Los metales pesados producidos en áreas mineras y en vertederos de desechos electrónicos llegan a las aguas costeras a través de ríos y riachuelos y se acumulan en los sedimentos marinos.

Los minerales de la basura electrónica contaminan la tierra y los ríos y acaban en el mar.

Desde allí, entrarán en la cadena trófica a través del plancton. Luego pasarán a los peces que consumen ese plancton para, finalmente, terminar en los grandes depredadores.

La acumulación de estos metales contaminantes dependerá de las especies, dependiendo de su nivel trófico, su historia de vida y sus hábitos de alimentación.

Un ejemplo de pescado altamente depredador que acumula metales pesados es el atún. Este pescado no es aconsejable para niños y mujeres embarazadas debido al alto contenido en mercurio que puede presentar. La presencia de metales en estos peces depende de la especie, el sexo y la zona en la que se desarrolle.

El pescado capturado en aguas africanas entra en el comercio mundial y se puede vender en cualquier lugar, apareciendo en el mercado europeo. Los acuerdos de asociación de pesca sostenible de la Unión Europea permiten a los barcos de la Unión capturar atún mientras migra a lo largo de las aguas africanas.

Por tanto, si la contaminación africana por metales pesados llega al atún en mar abierto a través de las plumas de los ríos y la cadena trófica, Europa podría estar consumiendo la contaminación por metales pesados a través de la ingesta de especies marinas capturadas en aguas africanas.

¿Qué obtendríamos si analizásemos atunes procedentes de diferentes zonas de pesca y comercializados en España? ¿Estarían los metales extraídos en minas africanas, presentes en los desechos electrónicos, concentrados en atunes procedentes de aguas africanas? 

 Hay 12 acuerdos de asociación de pesca sostenible en vigor entre la UE y países del océano Atlántico, Pacifico e Índico.

La respuesta es sí. Los resultado de un estudio que hemos publicado recientemente muestran concentraciones más altas de todos los metales analizados en atunes capturados en aguas africanas, sobre todo de mercurio y plomo.

Además, las concentraciones de metales en los atunes están relacionadas con las concentraciones encontradas en las aguas donde fueron capturados, mostrando que los peces están incorporando los metales presentes en el ambiente en el que viven.

¿Qué podemos hacer?
Ahora que sabemos que el océano nos devuelve todo lo que le enviamos, y que puede estar dañando nuestra salud, ¿qué podemos hacer?

Estos son algunos ejemplos de vías de actuación:

1. Estudiar en profundidad cómo pasa la contaminación por metales de los ríos y la tierra al mar.

2. Estudiar en profundidad cómo se acumulan estos metales en la cadena trófica marina.

3. Estudiar el riesgo de ingestión de metales pesados a través del consumo de productos del mar contaminados con metales procedentes de la minería y la basura electrónica.

4. Educar en un consumo responsable de aparatos electrónicos, dando a conocer la procedencia y el tratamiento de los residuos derivados.

5. Trabajar hacia la mejora en el tratamiento de desechos electrónicos en los países productores e importadores.


*Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Puedes leer la versión original aquí.

martes, 27 de abril de 2021

_- La "élite contaminante": cómo los más ricos están en "el centro del problema del clima"

_- Según el estudio, el 1% más rico del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50% más pobre.

Los ricos del mundo deben cambiar radicalmente sus estilos de vida para enfrentar el cambio climático, señala un informe llevado a cabo por expertos en Reino Unido.

Según el estudio, el 1% más rico del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50% más pobre, en base a las cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Solo el 5% más rico, la llamada "élitecontaminante", contribuyó con el 37% del crecimiento de las emisiones entre 1990 y 2015.

El documento fue elaborado por la Comisión de Sostenibilidad de Cambridge sobre Cambio de Comportamiento a Escala.

Es un panel de 31 expertos que estudian el comportamiento de las personas en relación con el medioambiente.

Se les encomendó la tarea de encontrar la forma más eficaz de ampliar las medidas para combatir las emisiones de dióxido de carbono.

Sus críticos dicen que la mejor manera de reducir las emisiones más rápido es a través de mejoras tecnológicas, no a través de medidas que resultarían impopulares.

Pero el autor principal del informe, Peter Newell, profesor de la Universidad de Sussex, le dijo a BBC News: "Estamos totalmente a favor de las mejoras tecnológicas y productos más eficientes, pero está claro que se necesitan acciones más drásticas porque las emisiones siguen aumentando".

5 razones por las que 2021 puede ser un año crucial en la lucha contra el cambio climático

"Estas son las personas que vuelan más, conducen los automóviles más grandes y viven en las casas más grandes".

"Tenemos que reducir el consumo excesivo y lo mejor es empezar por el de las élites contaminantes que contribuyen mucho más de lo que les corresponde a las emisiones de carbono".

"Estas son las personas que vuelan más, conducen los automóviles más grandes y que viven en casas grandes que pueden permitirse calentar fácilmente, por lo que tienden a no preocuparse si están bien aisladas o no".

"También son el tipo de personas que realmente podrían permitirse un buen aislamiento y paneles solares si quisieran".

El profesor Newell explica que para abordar el cambio climático, todos deben sentirse parte de un esfuerzo colectivo, y eso significa que los ricos consuman menos para dar ejemplo a los más pobres.

Agrega que "las personas ricas que vuelan mucho pueden pensar en compensar sus emisiones con iniciativas para plantar árboles o proyectos para capturar carbono del aire, pero son iniciativas polémicas" cuya eficacia no ha sido probada a largo plazo.

Por ello, el experto indica que los ricos "simplemente deben volar menos y conducir menos".

"Incluso si poseen un todoterreno eléctrico, son como un desagüe en el sistema energético, además de el volumen de emisiones que supone fabricarlos".

Algunos creen que fomentar las tecnologías limpias podría ser más efectivo.

Por su parte, Sam Hall, de Conservative Environment Network (Red Conservadora de Medio Ambiente), le dijo a la BBC que "es correcto enfatizar la importancia de la equidad en la entrega (reducciones de emisiones), y la política podría facilitar que las personas y las empresas se vuelvan ecológicas, a través de incentivos, regulaciones específicas y estímulos".

"Pero es probable que fomentar las tecnologías limpias sea más efectivo y es posible que esto goce de más consentimiento público que las fuertes sanciones o las restricciones de estilo de vida".

Sin embargo, el profesor Newell indica que las estructuras políticas existentes han permitido a las empresas e individuos ricos hacer presióncontra los cambios necesariosque erosionaríansu estilo de vida.

El reciente informe de la Asamblea del Clima del Reino Unido, por ejemplo, propuso una serie de medidas para modificar hábitos que más impacto tienen en las emisiones, y así recomendó reducir el consumo de la carne y productos lácteos, prohibir los vehículos más contaminantes e imponer gravámenes a los viajeros frecuentes.

El Ministerio de Hacienda británico le dijo a la BBC que un impuesto a los viajeros frecuentes podría requerir que el gobierno recopile y almacene información personal sobre cada pasajero.

Esto podría plantear problemas de procesamiento, manejo y privacidad de datos. También sería difícil realizar un seguimiento de las personas con varios pasaportes.

Pero el informe de la comisión señala que "los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático no se pueden lograr sin cambios radicales en los estilos de vida y cambios en el comportamiento, especialmente entre los miembros más ricos de la sociedad".

El informe es la última fase de un diálogo de larga duración sobre lo que significa ser "justo" al abordar el cambio climático.

Las naciones pobres India han argumentado constantemente que se les debería permitir aumentar sus emisiones, porque son mucho más bajas por persona que los de las naciones ricas.

El tema forma parte de las enredadas y complejas negociaciones que se llevan a cabo para la cumbre del clima de la próxima semana, organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) que se celebrará en Reino Unido y está programada para noviembre.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-56734297

sábado, 10 de agosto de 2019

¿Cuánto contaminan los seres humanos?

T.J. Coles
Sin permiso

Cada año los seres humanos liberan una cantidad cada vez mayor de dióxido de carbono (C02) a la atmósfera; En la actualidad, alrededor de 40 mil millones de toneladas por año. De acuerdo con el Observatorio Terrestre de la NASA, 8.4 mil millones de toneladas se atribuyen a la quema de combustibles fósiles; principalmente el carbón, el gas y el petróleo. La Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos y la Comisión Europea enumeran los países más contaminantes (incluida la UE en su conjunto y cada uno de sus estados miembros). Son China, los EE.UU., la UE, India, Rusia, Japón, Alemania, Canadá y Brasil. Cuando se mide en términos de emisiones per cápita, los EE.UU. y Canadá son los mayores culpables. Cada canadiense y estadounidense emite un promedio de > 15 toneladas de CO2 al año (“huella de carbono”). Es el resultado de los desplazamientos, el consumo, el uso de energía doméstica, el ocio y los viajes.



El CO2 supone aproximadamente el 76 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicos. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos dice que la combustión (carbón, gas y petróleo) es la principal actividad humana que libera CO2. La producción eléctrica, que utiliza la combustión de carbón para su generación, representa el 32,9% de las emisiones de CO2 de Estados Unidos. El transporte representa el 34,2%, que implica petróleo, ya que la mayoría del transporte (automóviles, camiones, aviones y barcos) se basan en el petróleo. La industria es responsable del 15,4% de las emisiones y los hogares / comercial del 10%.

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lunes, 17 de septiembre de 2018

El aire contaminado no solo acorta la vida, también afecta las habilidades cognitivas


New York Times


HONG KONG — Un amplio estudio realizado en China sugiere que hay un vínculo entre la contaminación del aire y los efectos negativos en las habilidades verbales y matemáticas de las personas.

Ya es bien conocido el vínculo entre la polución y las enfermedades respiratorias, la mayoría de los expertos creen que las partículas pequeñas también aumentan el riesgo de problemas cardiacos. Aún no hay certeza sobre si la contaminación del aire afecta la cognición, pero varias investigaciones han encontrado una posible conexión.

El estudio más reciente, hecho por investigadores radicados tanto en China como en Estados Unidos y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó cuánto afecta la exposición a la polución del aire en las pruebas de aptitud en matemáticas y reconocimiento verbal en más de 25.000 personas en 162 condados chinos.

Los autores basaron sus hallazgos en modelos que combinan datos climáticos y de contaminación de ubicaciones específicas en China donde las personas tomaron las pruebas estandarizadas nacionales en 2010 y en 2014. El análisis buscaba estudiar de qué manera la exposición a corto y largo plazo afectó las calificaciones y, por tanto, los cerebros de quienes hicieron las pruebas.

Los autores encontraron que el impacto cognitivo de la exposición acumulada a la contaminación —medida según niveles de dióxido de sulfuro, dióxido de nitrógeno y partículas PM2.5 y PM10— era particularmente notorio entre varones de mayor edad y que los resultados son sumamente preocupantes porque el declive cognitivo es un factor de riesgo para varias formas de demencia y alzhéimer.

El estudio “aumenta la necesidad de atender el tema de la contaminación del aire para proteger la salud de las poblaciones jóvenes y adultas”, dijo vía correo electrónico Heather Adair-Rohani, oficial técnica de salud pública y el medioambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra, grupo que no estuvo involucrado con el estudio.

Desde hace tiempo la polución atmosférica ha sido reconocida como una amenaza importante para la salud pública mundial.

En 2016, la OMS reportó que el 92 por ciento de la gente en todo el mundo inhala aire que no es saludable, que define como uno que tiene concentraciones de partículas finas (conocidas como PM2.5) mayores a los diez microgramos por metro cúbico.

En mayo, la agencia dijo que la contaminación del aire provocó alrededor de 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo durante 2016 —más de un millón de estas sucedieron en China— y que la exposición a corto y largo plazo aumentaba el riesgo de sufrir derrames cerebrales, enfermedades cardiacas, cáncer de pulmón y desórdenes respiratorios crónicos y agudos.

Otra investigación reciente estimó que la polución del aire reduce las expectativas de vida según la ubicación: en Rusia, por ejemplo, disminuye nueve meses, mientras que en Egipto se acorta por 1,9 años.

Sin embargo, pocos estudios epidemiológicos han analizado las asociaciones entre la polución y la cognición en adultos. Otro análisis hecho en 2014 por investigadores en Francia e Inglaterra encontró que la contaminación causada por el tráfico vehicular en Londres estaba vinculada a un declive cognitivo en los participantes, con una edad promedio de 66 años.

El nuevo estudio encontró que la “exposición acumulativa” tenía un efecto pronunciado en las pruebas de aptitud verbal sobre todo entre hombres de mayor edad y que si se redujera la concentración de los niveles de partículas PM10 a los estándares máximos de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense las personas podrían moverse de la mediana —el percentil 50— en resultados al percentil 58 en las calificaciones de matemáticas y al 63 en las verbales.

La investigación se esforzó por minimizar el impacto de otras variables además de la contaminación. Por ejemplo, no incluyó a quienes tomaron la prueba en un condado en 2010 y en otro en 2014 ni a quienes trabajan en minería, fundidoras, astilleros y otras “profesiones contaminantes”.

He Gojun, economista de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong que estudia la contaminación en China, dijo que la metodología, los datos y los resultados son sólidos, aunque indicó que medir los efectos de la exposición a largo plazo a la polución es difícil porque hay varios factores individuales; por ejemplo, si alguien tiene filtros de aire en sus hogares.

Fuente:
https://www.nytimes.com/es/2018/08/29/contaminacion-aire-cognicion/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-es

sábado, 7 de julio de 2018

De Siria a Volkswagen. Cuando la información procede de una sola fuente hay que destacarlo. No todos los aspectos de un tema caben en un artículo.

Este periódico lleva tiempo denunciando el problema de las noticias falsas que pueblan la red. Y ese compromiso con el rigor y la verdad invocan algunos lectores que me han escrito para lamentar lo que juzgan deficiencias informativas en algún artículo del diario. Trato aquí dos de estas quejas.

Una de ellas la plantea Javier Muñoz Álvarez en relación con un titular de portada de la edición del 11 de mayo, en el que se decía: Israel ataca objetivos iraníes en Siria tras la ruptura del pacto nuclear. El pie de la fotografía que ilustraba la página especificaba: Israel e Irán se enfrentan en Siria. Israel atacó en la madrugada de ayer decenas de objetivos iraníes en suelo sirio en represalia por el lanzamiento de cohetes contra los Altos del Golán.

"En la página 4 nos enteramos", escribe el lector, "de que la información que da por cierta EL PAÍS -a saber, que Irán lanzó cohetes contra los Altos del Golán y que este ataque provocó la reacción de Israel- lo es 'de acuerdo con la información facilitada por un portavoz militar de Israel'. Si EL PAÍS no contaba con ninguna otra fuente de información fiable y neutral, quizá debería haberse referido con mayor propiedad y rigor, tanto en el pie de foto como en el titular y en el cuerpo del artículo de la página 4, a un “supuesto” lanzamiento de cohetes contra el Golán, “previsiblemente” ordenado por fuerzas iraníes (…) En fin, ahora a la desinformación la llamamos fake news y aún no sabemos cómo combatirlas. Los medios de comunicación prestigiosos tampoco, o no siempre, aunque no deje de ser loable su empeño".

Andrea Rizzi, redactor-jefe de Internacional explica: "El texto de la página 4 señala correctamente, desde la entradilla, lo que corresponde a la versión israelí de los hechos. El titular, por su parte, evita adjudicar a Irán el disparo de cohetes contra el Golán. En cambio, sí asume que ese disparo se produjo. Esto se hizo así porque no tenemos elementos suficientes para establecer cuál fue la cadena de mando que llevó a ese ataque contra el Golán, y en Siria hay distintos grupos operativos hostiles a Israel y con distinto grado de vinculación con el Ejecutivo de Teherán. Pero sí consideramos creíbles los disparos contra el Golán porque, nadie los desmintió (ni Irán, ni Siria, ni Rusia). Lo cual es significativo”.

"La crónica incluye una reacción del presidente Rohani y señala que evitó referirse explícitamente al ataque", añade Rizzi. "Un comunicado iraní del día siguiente tampoco lo hace. Frente a una acusación muy explícita como la israelí, el silencio de un adversario normalmente muy expresivo suena, razonablemente, como un aval. Otra cosa es que podríamos haber explicitado mejor nuestro razonamiento”.

El error más claro estaba en la portada, tal y como reconoce el director adjunto Rafa de Miguel. "Es evidente que en tiempos de guerra la primera víctima es la verdad, y que las estrategias de desinformación de uno y otro bando deben darse por supuestas. En aras de la brevedad cometimos un error que el lector ha detectado correctamente. Nada hubiera costado añadir un "…de los que el ejército israelí responsabiliza a Irán", y no queda más que pedir disculpas y comprometernos a doblar el esfuerzo de rigor que diariamente realizamos"

Otro lector, Alfonso Guerrero Acosta, enmarca también en la denuncia de las fake news su queja al reportaje de apertura del suplemento El Motor del 12 de mayo en el que no ve “afán de contar la verdad”. El artículo se titulaba El desafío de los humos, y en la edición digital, que se publica hoy, Llega un futuro con automóviles más limpios (o no), y en él se contaban las dificultades del sector para cumplir con la reducción de emisiones que exige la UE.

El lector considera que el texto está "plagado de ocultaciones y tergiversaciones sospechosas". Y ello, sobre todo, porque no cita el dieselgate ni los problemas de contaminación del diésel: desde las micropartículas hasta el dióxido de nitrógeno, reconocidos como agentes cancerígenos por la OMS. “Igualmente se oculta que está demostrado que los niveles de emisión de CO2 por vehículo son más altos en los diésel que en los gasolina, si se tienen cuenta todos los aspectos (producción del coche, del combustible, etcétera)”, señala.

El señor Guerrero ve una relación entre esos "olvidos" y la presencia de sendos anuncios del grupo Volkswagen en el diario y en el cuadernillo.

Marcos Baeza, autor del texto y responsable del suplemento El Motor, rechaza de plano estas acusaciones. Si no se habla de las micropartículas del diésel, "es porque estos modelos incluyen filtros de partículas desde finales de los años noventa". Pero recalca que sí se menciona “la problemática de los óxidos de nitrógeno”, en el punto de mira de la UE desde el dieselgate. Por otra parte, subraya, "el reportaje no versaba sobre los efectos perjudiciales que estos elementos puedan tener sobre la salud. Si se me permite la comparación, es como si le exigiera al presentador del tiempo que cada vez que vaya a hacer sol, recuerde que provoca cáncer”.

Respecto a las emisiones de CO2 que se producen a lo largo de todo el proceso de fabricación señala: “Es lo que se denomina emisiones en el ciclo completo, es decir, del ‘pozo a la rueda’, desde que se extrae el combustible hasta que se quema en el motor del vehículo. Sin embargo, y como también concreta el artículo, los datos ofrecidos son los homologados bajo la legislación vigente, y todos se refieren a la polución que produce el automóvil al circular, no al ciclo completo. Paradójicamente, un automóvil eléctrico (que no contamina al rodar) es el que presenta mayores emisiones en este ciclo integral”.

Precisa, además que la publicidad de El Motor es independiente de la del diario.

El reportaje se centraba en la situación del sector automovilístico ante las medidas de reducción de emisiones adoptadas. EL PAÍS ha abordado en otros textos el fraude de las emisiones de los diésel, conocido como dieselgate.

https://elpais.com/elpais/2018/05/18/opinion/1526671341_698450.html

sábado, 5 de mayo de 2018

EE UU denuncia al exconsejero delegado de Volkswagen por el ‘Diesel Gate’ Martin Winterkorn, acusado junto a otros cinco ejecutivos de conspirar para evitar los controles a las emisiones

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha decididfo denunciar a Martin Winterkorn, antiguo consejero delegado de Volkswagen, por el fraude de las emisiones de sus coche diésel. En concreto le acusa de haber conspirado junto a otros ejecutivos del fabricante alemán para engañar a los reguladores medioambientales y violar la legislación medioambiental (Clean Air Act). Winterkorn se encuentra en Alemania, por lo que debería ser extraditado.

Los cargos se presentaron el pasado 14 de marzo ante un gran jurado en Detroit (Michigan), pero se desclasificaron este jueves. La acción judicial se conoce después de que dos antiguos directivos de Volkswagen, Oliver Schmidt y James Liang, fueran condenados el pasado año a prisión por participar en el desarrollo del sistema electrónico que permitió engañar los controles a las emisiones.

Martin Winterkorn dejó el cargo de consejero delegado del grupo automotriz en septiembre de 2015, a los pocos días de estallar el escándalo. También se denuncia a otros cinco ejecutivos: Richard Dorenkamp, Heinz-Jakob Neusser, Jens Handler, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, acusados de participar en un fraude que duró seis años.

Los seis ejecutivos, según la investigación, sabían que sus coches no cumplían las normas medio ambientales. VW instaló en secreto un sistema informático que era capaz de identificar cuando el vehículo estaba siendo sometido a las pruebas de emisiones. El fraude, que afectó a 600.000 vehículos en EE UU, costó a la compañía 30.000 millones de dólares en compensaciones a los afectados.

En la documentación entregada por la fiscalía se explica que los empleados de Volkswagen hicieron presentaciones en PowerPoint al entonces consejero delegado en las que explicaban como funcionada el sistema y las consecuencias que podía tener si las autoridades en EE UU lo detectaban. Es más, llegaron a plantear un plan de acción para engañar a la agencia del medio ambiente. Winterkorn dio el aprobado.

El fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, reiteró que las acusaciones presentadas contra los ejecutivos de Volkswagen son “muy serias” y señala que la investigación demostró que la trama fraudulenta llegó a las esferas más altas de la compañía. “Llevaremos este caso hasta la máxima extensión de la Ley”, advirtió. La compañía se limitó a decir por su parte que está cooperando pero evita comentar sobre la conducta de los seis ejecutivos imputados.

VW ya admitió desde el principio que había falseado los controles. El fraude no afectó solo al mercado de Estados Unidos. Cerca de 11 millones de vehículos equiparon el mismo sistema, de las marcas Volkswagen, Audi y Porsche. Winterkorn supo que los reguladores en EE UU descubrieron el engaño en julio de 2015 y que estaban amenazando con bloquear el proceso de certificación.

El fabricante alemán fue sancionado con 4.300 millones de dólares en Estados Unidos en enero de 2017, a pocos días del cambio de presidencia, tras admitir el fraude. Entonces ya se citó como imputados a Heinz-Jakob Neusser, Jens Hadler, Richard Dorenkamp, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, junto a Oliver Schmidt. Algunos de ellos lideraron equipos de ingenieros que diseñaron el sistema.

https://elpais.com/economia/2018/05/03/actualidad/1525377165_856317.html

sábado, 9 de diciembre de 2017

Una implosión mayor y más rápida que en nuestras peores pesadillas.

El diario

Pronto será demasiado tarde, advierten quince mil voces desde el mejor conocimiento científico hoy disponible

El pasado mes de octubre se hacía pública en EEUU otra noticia más desde el frente de batalla de la guerra de las sociedades industriales contra la vida: se alertaba de una enorme mortandad de salmones en el estado de Washington, seguramente causada por contaminantes que resultan del tráfico rodado (polvo de desgaste de frenos, gasolina, gasóleo, fluidos tóxicos) .

Uno de los ensayistas de referencia sobre cuestiones ecológicas, George Monbiot, que escribe regularmente en The Guardian, comentaba: “El mundo viviente está siendo machacado desde todos los ángulos y colapsa a una velocidad asombrosa. Tal es el efecto del crecimiento económico exponencial.

El período de duplicación [del producto económico] es tan breve que vemos el colapso suceder ante nuestros ojos: insectos, salmones, tiburones (y casi todos los peces grandes), leones, elefantes, jirafas, anfibios, pájaros cantores, pingüinos... todos desaparecen mientras estamos mirando. Una implosión mayor y más rápida que en mis peores pesadillas. Pero ¿dónde está la urgencia política? ¿Las cumbres para hacer frente a la emergencia? ¿Las estrategias? Los gobiernos hablan de cualquier cosa excepto de esta catástrofe existencial, penetrada por la creencia religiosa de que el mercado de alguna manera lo resolverá. Cuando precisamente es ‘el mercado’ lo que está impulsando la catástrofe.

El PIB es una medida de nuestro progreso hacia el desastre. En cuanto a los medios masivos, la consigna parecería ser ‘no mencionar la guerra contra el mundo natural’. Porque tan pronto como lo mencionas, el cuento económico se derrumba…”.

Monbiot no exagera: ante la magnitud de la Sexta Gran Extinción que hemos puesto en marcha, si se descorre el velo que pone ante nuestros ojos el negacionismo generalizado de la cultura dominante, uno se queda anonadado, casi mudo. Ningún logro humano –artístico, tecnológico, filosófico, económico…- podría justificar lo que estamos haciendo a los seres vivos y a la entretejida trama de la vida en la Tierra. Creo que nada puede compensar todo ese sufrimiento, tanta devastación.

La destrucción de vida viene causada por diferentes factores que interactúan: la pérdida de hábitats, el cambio climático, el uso intensivo de plaguicidas y varias formas de contaminación industrial, por ejemplo, están diezmando las poblaciones de insectos y aves. Pero –nos dice uno de los grandes economistas ecológicos del mundo, el canadiense William E. Rees- “el motor general es lo que un ecólogo podría llamar el ‘desplazamiento competitivo’ de la vida no humana por el crecimiento inexorable de la empresa humana. En un planeta finito donde millones de especies comparten el mismo espacio y dependen de los mismos productos finitos de la fotosíntesis, la expansión continua de una especie necesariamente conduce a la contracción y extinción de otras. (Que los políticos toman nota: siempre hay un conflicto entre la población humana más su expansión económica y la ‘protección del medio ambiente’).

Más seres humanos, más automóviles, más toallitas desechables, más granjas de cerdos y más turismo significa menos vida en la biosfera del tercer planeta del Sistema Solar. Por otra parte, sólo una fatal ignorancia de nuestra ecodependencia hace que pensemos que esa catarata de extinciones no nos afectará a nosotros mismos. No sólo a través de nexos causales bastante obvios (por ejemplo, la gran cantidad de cosechas que en todo el mundo dependen de la actividades polinizadora de insectos, aves e incluso murciélagos) sino, de forma más general, porque es el buen funcionamiento de los intrincadísimos ciclos biosféricos (bio-geo-químicos) lo que hace que el planeta Tierra sea un hogar favorable para nuestra especie. Nosotros formamos parte de la misma naturaleza que estamos degradando; la guerra nos la hacemos también a nosotros mismos.

Nada de esto es muy nuevo: esta guerra contra la vida se intensificó desde 1950 aproximadamente (el período que conocemos como la “Gran Aceleración”) y ha conducido a resultados tan estupefacientes como que la mitad de los combustibles fósiles y muchos otros recursos utilizados por los seres humanos los hemos consumido apenas en los últimos cuarenta años –y encima con la distribución brutalmente desigual que es bien conocida.

En 1992 la UCS ( Union of Concerned Scientists, Unión de Científicos Comprometidos, una benemérita organización estadounidense sin fines de lucro) lanzó una primera “Advertencia a la humanidad de los científicos del mundo”. La firmaban en aquel año de la “Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro más de 1.700 investigadores, entre ellos la mayoría de premios Nobel en ciencias que estaban entonces vivos . En el vigésimo quinto aniversario de aquella declaración histórica se ha hecho pública una segunda iniciativa, otra “ Última Llamada” que en este caso firman más de 15.000 investigadores e investigadoras de 184 países. La abrumadora mayoría de las amenazas y dinámicas destructivas descritas en 1992 continúan y casi todas “están empeorando de forma alarmante” .

La iniciativa procede de un equipo científico internacional dirigido por William Ripple, profesor de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.). En un artículo publicado en la revista BioScience señalan que el bienestar humano se verá seriamente comprometido por el cambio climático, la desforestación, la mengua de acceso al agua dulce, la extinción de especies y el crecimiento de la población humana. “La humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera en peligro”, avisan los científicos en la revista .

No hay nada de lo que valga la pena ocuparse que no esté en peligro, se nos dice que dijo Jimi Hendrix. Y Pier Paolo Pasolini, por aquellos mismos años: Siamo tutti in pericolo. “Pronto será demasiado tarde”, advierten quince mil voces desde el mejor conocimiento científico hoy disponible. Que este “ World Scientists’ Warning to Humanity: A Second Notice” no caiga en saco roto: “Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra es nuestro único hogar”.

Fuente:
http://www.eldiario.es/ultima-llamada/implosion-mayor-rapida-peores-pesadillas_6_709789024.html

viernes, 1 de diciembre de 2017

Ce o dos. Ningún científico se atrevería a vincular este verano interminable y seco al cambio climático, pero los números acumulados nos abrasan con el peso de la evidencia

Entre las múltiples muestras de pesadumbre por el monotema catalán, he oído y leído varias referentes al cambio climático, una de las grandes cuestiones que han quedado ocluidas por el largo y tortuoso procés. Y el procéspasará, pero las consecuencias ruinosas del calentamiento global seguirán agobiando a nuestros hijos y nietos por los siglos de los siglos. Las informaciones sobre las emisiones de efecto invernadero son en estos días carne de media columna en página par, como decimos en el gremio, y el trayecto de un expresidente catalán para llegar a ninguna parte merece más atención que los vectores que nos llevan a la destrucción de la civilización que conocemos.

Lamentablemente, mientras la discusión sobre lo obvio y las fuerzas centrífugas, irracionales y perversas acaparan la atención pública siguiendo la hoja de ruta de los idiotas, mientras nos dejamos caer pendiente abajo por la lógica de los excesos viscerales, mientras la realidad se deshace y se reconstruye como mito nacionalista y religioso, el nivel de CO² en la atmósfera acaba de alcanzar un máximo histórico.

Ningún científico se atrevería a vincular este verano interminable y seco al cambio climático. Pero los números acumulados en el espacio y el tiempo nos abrasan con el peso de la evidencia. Y aquí seguimos nosotros, discutiendo sobre fronteras retrógradas y fantasmas identitarios. Sandra León lo discutía ayer en esta página bajo el prisma de un concepto económico, el “coste de oportunidad”, que mide lo que has perdido por lo que no haces, evalúa tu miopía por centrarte en lo evidente y dejar de lado lo importante. Coste de oportunidad. Son listos los economistas.

Ahora que la Administración Trump ha destruido un consenso general entre los políticos y empresarios estadounidenses, que se habían tomado en serio el cambio climático no ya en tiempos de Obama, sino incluso en la última legislatura de doble uve Bush, mucha gente se siente pesimista sobre la política de emisiones de Estados Unidos y por extensión de la del resto del mundo. Ya no nos queda ni París, porque la cumbre estimulante de esa capital del mundo se ha visto tan humillada como sus predecesoras de Kioto y Copenhague. Todos sabemos qué hay que hacer, pero nadie tiene la fuerza para impulsarlo. Una vez que el gigante americano ha traicionado al mundo, ¿qué nos queda para imponer la racionalidad energética?

Es China, estúpido. Y también Alemania, el único poder cabal que puede exhibir hoy Occidente. Ese es el nuevo eje verde, y la esperanza del mundo.

https://elpais.com/elpais/2017/11/08/opinion/1510156092_851572.html

viernes, 3 de febrero de 2017

_--Estas son las 20 empresas que generan el 80% del CO2 en España. Endesa, que se sitúa a la cabeza, emite el 10% de todas las emisiones de España y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos.

_-Por comunidades autónomas, Andalucía –con un 19% del total de las emisiones de fuentes fijas– es la que más contamina


Las veinte empresas con mayores emisiones suman un total del 79,53% de las emisiones procedentes de fuentes fijas, incluidas en el Registro Nacional de Emisiones (Renade), que son la producción de energía, industria del petróleo y otras instalaciones industriales, según el informe Responsabilidad de las Grandes Empresas energéticas e industriales de España en el Cambio Climático, publicado este viernes por el Observatorio de la Sostenibilidad y recogido por Europa Press.

El estudio señala que España emitió en 2015 un total de 337 millones de toneladas totales de GEI (gases de efecto invernadero), de las que la industria y la energía emitieron 137,1 millones de toneladas de CO2 verificadas por el Renade. En general, las emisiones crecieron un 3,3% en total en España respecto a 2014, mientras que "prácticamente todos los países de la UE descendían".

Así, los sectores fijos representan el 40,4% (137,1 millones de toneladas) del total de las emisiones de CO2 españolas. Mientras, el 59,6% de las emisiones correspondieron a fuentes de emisión difusas, tales como el transporte, los hogares, los servicios o la agricultura.

Además, el informe destaca que las emisiones de los sectores fijos se concentran en un núcleo de 10 empresas, que emiten el 69,4% o lo que es lo mismo, 95,2 millones de toneladas, de las emisiones de gases de efecto invernadero totales.

Se trata de Endesa, con 33,3 millones de toneladas de CO2; Repsol (incluye Petronor), con 13 millones de toneladas; Gas natural Fenosa, con 12,9 millones de toneladas de CO2; Hidrocantábrico, 10,6 millones de toneladas de CO2; ArcelorMittal, 6,4 millones de toneladas de CO2; E.On, 5,3 millones de toneladas de CO2; Cepsa, 4,8 toneladas de CO2; Cemex, 3,4 millones de toneladas de CO2; Iberdrola, 2,6 millones de toneladas de CO2 y Cementos Portland, 2,4 millones de toneladas de CO2.

Solamente Endesa emite el 10% de todas las emisiones de España, tanto las fijas como las difusas y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos. A esta le siguen Gas Natural Fenosa y Repsol, que suponen un 4 por ciento aproximado cada una del total emitido en España.

En total, los sectores fijos con mayores emisiones se deben a la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria del cemento y la transformación química.

La generación de carbón supone 50 millones de toneladas equivalentes de CO2 y supone el 72,3% de la generación total de energía, que produce en su conjunto la mitad de las emisiones fijas totales nacionales, que son casi 70 millones de toneladas de CO2.

En cuanto a la producción de cemento y cal, generan 17 millones de toneladas, el 12,5% del total, algo más que las de las refinerías de petróleo y coque (14 millones de toneladas de CO2, el 10,5%). Las industrias que dependen de grandes procesos de combustión emiten el 8,5% del total, casi 12 millones de toneladas de CO2; el resto de la industria contribuye con el 18% restante (casi 25 millones de toneladas de CO2).

Andalucía es la que más contamina
Por comunidades autónomas, la más emisora es Andalucía, con el 19% del total de las emisiones de las fuentes fijas de España. A esta le siguen Asturias (16%), Galicia (11%), Cataluña (10%) y Castilla y León (9%), precisamente las zonas donde están instaladas las grandes centrales de carbón excepto en Cataluña, donde la incidencia de las emisiones se debe al importante sector industrial y refinero.

Por el contrario, las comunidades autónomas que menos CO2 emiten son Navarra, Madrid, Extremadura, Cantabria y La Rioja, justo aquellas cuya economía está menos basada en el carbón.
Infolibre
Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/politica/2017/01/27/estas_son_las_empresas_que_generan_del_co2_espana_60369_1012.html

jueves, 21 de julio de 2016

El mapa del arsénico se asocia a un mayor riesgo de cáncer en España. El elemento aparece de manera natural en el suelo, pero también por emisiones industriales

Científicos del Centro Nacional de Epidemiología han detectado una “asociación estadística” entre la concentración de arsénico en el suelo y una mayor mortalidad por diferentes tipos de cáncer en España. El elemento químico aparece en mayor cantidad de manera natural en suelos de Galicia, Almería, Castellón, Asturias, Madrid y Lleida, entre otras regiones, aunque la proximidad de industrias que emiten arsénico —como las centrales térmicas de carbón, las incineradoras y los hornos de fundición— eleva ligeramente su concentración. El mapa no incluye datos de las islas Canarias ni Baleares, ni de Ceuta y Melilla.



Cáncer: mapa del arsénico en EspañaEl estudio, liderado por los epidemiólogos Gonzalo López Abente y Olivier Núñez, ha analizado más de 860.000 muertes por cáncer en casi 8.000 municipios españoles, ocurridas entre 1999 y 2008. La mortalidad por cáncer de estómago, páncreas, pulmón, cerebro y linfoma no Hodgkin se eleva en los lugares con niveles más altos de arsénico. Las concentraciones de este metaloide se han obtenido del Atlas Geoquímico, una obra elaborada por el Instituto Geológico y Minero de España a partir de la toma de muestras en 13.000 localizaciones diferentes del país.

“Es muy difícil trasladar nuestros resultados a una cifra de riesgo en la población”, explica López Abente. Su estudio, publicado en la revista especializada Environmental Science and Pollution Research, evalúa el efecto de la exposición al arsénico sobre la mortalidad a nivel del municipio, no de un individuo. “Sí se ve un aumento paulatino del riesgo relativo con el nivel de concentración en suelo”, señala.

López Abente habla de riesgos relativos, no absolutos. El riesgo de morir por un tipo concreto de cáncer puede ser el doble en una región respecto a otra, aunque el riesgo absoluto siga siendo pequeño. Factores como el consumo de tabaco, alcohol y comida basura son habitualmente mucho más decisivos. El hecho de residir en un municipio con niveles de arsénico por encima de la media “no implica que su localización espacial por sí misma origine un cáncer”, recalca el investigador.

El epidemiólogo es una referencia en el estudio de la distribución espacial de la mortalidad por cáncer. Sus trabajos anteriores habían desvelado patrones geográficos que persistían en el tiempo para algunos tumores, tanto en hombres como en mujeres. “Estas características, en teoría, serían comunes a tumores que comparten factores de riesgo. Entre estos factores, bien podría estar la composición química del suelo”, añade. “El arsénico es un conocido carcinógeno en tejidos como piel, pulmón, vejiga, hígado y riñón”.

El arsénico se libera por procesos naturales, como la erosión de las rocas o los incendios forestales, pero también a través de las emisiones industriales y de su uso como conservante de la madera, herbicida o insecticida, según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. La principal fuente de exposición humana al arsénico es la ingesta de alimentos, sobre todo arroz, y de agua. También tiene un papel el aire que se respira, con polvo en suspensión.

Los autores reconocen “muchos” talones de Aquiles en su investigación. “El estudio supone implícitamente que es la concentración de arsénico en suelo lo que condiciona la exposición a este elemento. Sin embargo, se carece de información sobre posibles variables de confusión importantes, como es el consumo de tabaco”, reconoce López Abente. Su equipo ha hecho un esfuerzo para controlar el efecto de estas potenciales variables de confusión, ajustando su análisis a varias componentes sociodemográficas.

El epidemiólogo Esteve Fernández, ajeno al equipo de López Abente, reconoce la “plausibilidad biológica de la asociación” entre el arsénico en el suelo y el cáncer. Fernández, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, considera “relevante” el estudio, “bien diseñado y ejecutado”. Advierte, no obstante, del riesgo de “falacia ecológica”: inferir características de un individuo a partir de los datos estadísticos del grupo. Que dos eventos aparezcan juntos, correlacionados, no implica que estén ligados causalmente.

López Abente cree que, “si se confirmasen estos resultados”, habría que “controlar y limitar los niveles de arsénico en el suelo y en los alimentos”, como sugiere el consenso científico. Su trabajo, opina Fernández, “debería propiciar otros estudios”.

http://elpais.com/elpais/2016/06/28/ciencia/1467135035_604531.html

jueves, 9 de julio de 2015

Un tercio de los españoles respira aire “ilegal”, según la UE

Un informe de Ecologistas en Acción denuncia que 45 millones de españoles están expuestos a aire contaminado

El 94% del territorio ha sufrido en 2014 la contaminación atmosférica

Uno de cada tres españoles respira aire contaminado calificado como “ilegal” según la legislación europea. Además, la mitad de la superficie del territorio está expuesta a estos niveles inaceptables de contaminación del ambiente, tal y como sostiene un informe presentado este martes por Ecologistas en Acción.

Esta organización ha elaborado el documento a partir de la información recopilada en 702 estaciones de control. Las conclusiones que se extraen cada año “son muy preocupantes”, como asegura Juan Bárcena, coordinador de calidad de aire de Ecologistas en Acción.

“Nueve de cada diez españoles respiran aire contaminado superior a los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, recuerda Bárcena. Este experto asegura que estas situaciones terminan en expedientes abiertos a España, como el que inició la UE la semana pasada por exceso de nitrógeno y que, a su juicio, “terminará con una cuantiosa multa”.

Ecologistas en Acción ha analizado la situación de cuatro componentes contaminantes: partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono troposférico y dióxido de azufre. Las partículas en suspensión afectan sobre todo a Las Palmas de Gran Canaria, donde se ha superado los límites legales. Además, en la mitad del territorio español los niveles superan las recomendaciones de la OMS.

En el caso del dióxido de nitrógeno, las zonas más afectadas son las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia y Granada. Estas cinco capitales superan el límite legal desde el año 2010 por el problema del exceso de tráfico que soportan.

El ozono troposférico, u ozono malo, es el que afecta a más población y el que tiene una repercusión sanitaria más importante. También afecta a la vegetación, sobre todo en el sur del país y en la costa mediterránea.

Finalmente, la contaminación por dióxido de azufre se ha reducido en los últimos años ,y ha quedado relegada a la quema de carbón y petróleo sobre todo en el norte del país y en zonas donde se concentran las centrales térmicas.

Según la Comisión Europea, cada año se registran cerca de 27.000 muertes prematuras en el Estado español por afecciones derivadas de la contaminación del aire. Los costes sanitarios por este problema suponen unos 46.000 millones de euros, según un estudio de la OMS.

Juan Bárcena recuerda que las administraciones públicas están obligadas a implementar planes para la reducción de la contaminación cuando ésta supera los límites establecidos. “Muchas veces no se hacen o son poco efectivos porque no se toman medidas estructurales que deben pasar por el principal problema, que es el tráfico rodado en las ciudades”, se lamenta.
Toni Martínez. La Marea
Fuente: http://www.lamarea.com/2015/06/23/un-tercio-de-los-espanoles-respira-aire-ilegal-segun-la-ue/

El árbol, el gran descontaminador

Aunque científicamente esté demostrado que los árboles son los pulmones de la Tierra, en estos días de calor asfixiante —mayo ha sido el mes más caluroso y vamos camino de batir nuevos récords— se hace evidente la indiferencia y el desconocimiento de los “responsables” del medio ambiente. Caminar por nuestros pueblos resecos es un suplicio que nos obliga a refugiarnos en el aire acondicionado. El planeta está enfermando por culpa de la mala gestión de sus habitantes. En su carta magna sobre la ecología, Laudato Si’, el papa Francisco advierte de que “la Tierra nunca perdona”. Ha llegado el momento, pues, de afrontar un grave problema: el 95% de población española respira aire contaminado y por culpa de sus efectos fallecen más de 25.000 personas cada año. Existe una solución económica, natural, y efectiva: cada árbol que plantemos dará sombra, hará de pantalla contra el sonido y el polvo, acogerá aves e insectos, ordenará los espacios... Pero su máxima función biológica la realizará a través de sus hojas, que producirán oxígeno y absorberán el dióxido de carbono que envenena nuestros pulmones. Confiemos en la sensatez de los políticos para disfrutar de pueblos y ciudades inundados de árboles.
 Peratallada, Girona 1 JUL 2015 - El País

lunes, 1 de septiembre de 2014

Oceana detecta contaminación por mercurio en el pescado de Menorca

La entidad conservacionista Oceana ha detectado contaminación por mercurio en muestras de rape y cabracho pescados en la zona de Maó, en Menorca.

En el caso del rape, ocho de las diez muestras analizadas superaron el máximo permitido por la normativa europea de 1 miligramo por kilo de peso fresco, y en relación al cabracho, siete de las diez sobrepasaron el máximo permitido de 0,5 miligramos por kilo, informa Oceana en una nota.

Estos pescados han sido adquiridos por Oceana en pescaderías cuya etiqueta certificaba que habían sido pescados en Menorca, en su mayoría en los caladeros de Maó, y han sido analizados por la Universidad de Barcelona.

También se han analizado diez muestras de salmonete, con niveles inferiores de la cadena trófica que el rape y el cabracho, por lo que está menos expuesto a la acumulación de metales pesados. Ninguna muestra de esta especie ha superado los niveles de metales pesados establecidos por la normativa europea.

«Hemos escogido especies con un rango de movilidad reducido para asegurarnos de que la contaminación de esos pescados proviene de la isla y no de otro lugar», explica el director ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor.

«Por lo tanto, podemos afirmar que en Menorca existen actualmente problemas de contaminación por mercurio y si se vierte al mar el dragado que se pretende hacer en el puerto de Maó, contaminado por esta sustancia, la situación se agravará. Esto representa una irresponsabilidad para la salud de las personas y la actividad pesquera de la isla», insiste Pastor.

Estos problemas de contaminación por mercurio ya se han detectado en otras especies capturadas por la flota española. A raíz de ello, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a emitir una recomendación para que niños de menos de 3 años y mujeres embarazadas no coman ciertas especies situadas en lo alto de la cadena trófica, como son el atún rojo o el pez espada.

Por ello, cada vez se están impulsando más normativas en el plano mundial, como el convenio de Minamata, y europeo, como la Directiva Marco del Agua, para acabar con los vertidos de esta sustancia nociva para la salud humana por ser un neurotóxico muy potente y bioacumulable, explica la entidad.

Oceana pide a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que busque alternativas al vertido de estos materiales al mar, tal y como indica el Protocolo de Londres, y solicita la descontaminación y el depósito de estos materiales en tierra, en un lugar que se encuentre acondicionado para recibir estas sustancias y que no generen problemas.
Fuente: Última Hora.

miércoles, 20 de junio de 2012

Resumen del curso en ciencias, tecnología y sanidad en el NYT

Vídeo sobre ciencias, estudio de animales marinos luminiscentes y su relación con la contaminación http://nyti.ms/KTCJXR


Across The Universe, por Rufus Wainwright. La canción es de The Beatles. Aquí la cantan ellos con Ravi Sahankar.