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miércoles, 1 de noviembre de 2023

"Actualmente, el riesgo de una detonación nuclear por malas interpretaciones y malos cálculos es altísimo": Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz

Primer plano de Carlos Umaña

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz 2017 junto con la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés)

Aunque nació en un país sin poder militar, el médico costarricense Carlos Umaña sabe mucho armas nucleares que hay actualmente en el mundo. Y de los peligros, no solo de que sean usadas, sino de que sean activadas por accidente, error humano o hackeo.

De hecho, Umaña es uno de los grandes referentes en la lucha para eliminar los arsenales nucleares, un camino que para él pasa por estigmatizarlos y concientizar sobre el riesgo de la retórica actual.

"Jugar al más valiente con armas nucleares es algo increíblemente peligroso que nos tiene absolutamente a todo el mundo al borde de un precipicio", afirma.

Copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (que ganó el Premio Nobel de la Paz en1985), él mismo obtuvo ese galardón en 2017 junto a ICAN, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, a la que pertenece.

BBC Mundo habló con él en el contexto de su participación en el HAY Festival de Querétaro.

La invasión de Rusia a Ucrania ha reavivado los temores de una destrucción masiva, en un mundo cada vez más conectado y vulnerable. ¿Es la vez que más próximos hemos estado de una guerra nuclear?

Son varios los expertos que concuerdan con este análisis.

El hecho más famoso sería el Reloj del Apocalipsis del Boletín de Científicos Atómicos, que este año y debido a esta guerra está apuntando a menos 90 segundos de la medianoche, es decir, es el riesgo más alto de la historia.

Este es un reloj que mide el riesgo de una destrucción catastrófica en manos humanas y ha variado en la historia. Mientras más cerca de la medianoche, mayor el peligro.

En 1963, a consecuencia de la crisis de los misiles en Cuba, estuvo en menos 7 minutos. Luego en 1983 estuvo a menos 2 minutos, y al final de la Guerra Fría a menos 14 minutos.

Imagen del Reloj del Juicio Final

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

El Reloj del Apocalipsis llegó este año al punto más cercano a la medianoche, la hora simbólica en el que la humanidad llega a su fin.

En un momento en el que la retórica y las amenazas de uso de armas nucleares por parte de Rusia han hecho saltar todas las alarmas... ¿Cree que los líderes son conscientes de las consecuencias que tendría un conflicto nuclear?
Son conscientes, pero a la vez hay un juego al que están habituados.

Las consecuencias serían sin duda devastadoras para el mundo.

Se habla, por ejemplo, de una sola detonación de un arma nuclear como algo táctico o estratégico, como si una bomba fuera algo pequeño, pero en realidad no hay armas nucleares pequeñas.

Si un arma nuclear táctica de unos 100 kilotones -que sería de una potencia de unas cinco o seis bombas de Hiroshima-, detonara en una gran ciudad, tendría el potencial de aniquilar de forma inmediata a cientos de miles de personas y de dejar heridas a muchísimas más.

Y cuando hablamos de heridas, estamos hablando del síndrome de radiación aguda, que es una descomposición de los órganos y los sistemas vitales, uno de los padecimientos más dolorosos por los que puede pasar cualquier ser vivo.

¿Y si ocurriera más de una detonación?
Si hablamos de una guerra nuclear a gran escala, además de los decenas de millones de muertos y heridos, también se generarían muchísimo hollín y escombros que subirían a la estratosfera y bloquearían la luz solar.

Ese bloqueo provocaría a su vez una oscuridad y un descenso drástico y súbito de la temperatura en un promedio de unos 25 °C.

Esto es lo que se denomina el invierno nuclear.

De esta manera, lo que hubiese sobrevivido a la devastación y la radiación tendría que hacer frente a este frío extremo y a esta ausencia de la luz solar.

¿Cuál es el riesgo de que esto pase?
Ese es el gran meollo aquí.

Actualmente el riesgo de malas interpretaciones y malos cálculos es altísimo.

Hemos visto que solamente en Estados Unidos ha habido ya más de 1.000 accidentes con arsenales nucleares y hemos estado en seis ocasiones, que se sepa públicamente, al borde de una guerra nuclear a gran escala, no en época de guerra, sino en época entre comillas de paz.

¿Qué ocurre? Que de las 12.500 ojivas que tienen los arsenales nucleares mundiales hay aproximadamente unas 2.000 que están en estado de alerta máxima, es decir, están listas para ser detonadas en un lapso de unos 6 a 15 minutos.

Estos sistemas responden a quien da la orden de detonarlos, y dependen de sistemas de alerta máxima, que son vulnerables a ciberataques, a errores técnicos, a errores humanos y han confundido cosas banales como una nube de tormenta, una tormenta solar, una banda de gansos o un globo meteorológico, con una amenaza nuclear.

Las personas que están detrás de estos sistemas tienen que interpretar estas falsas alarmas como verdaderas o como falsas.

Esto quiere decir que en un contexto de guerra, donde hay amenazas nucleares explícitas, y donde se han cruzado ya varias líneas rojas, el riesgo de que se dé un mal cálculo o una mala interpretación es bastante más alto.

Entonces, ¿la guerra nuclear más probable no es una intencional, sino una accidental?
Sí, hay un componente accidental definitivamente bastante fuerte aquí y también tenemos que considerar otra cosa.

Cuando la gente habla de que la guerra nuclear es algo poco probable, porque ningún líder estaría tan loco, tenemos que tener en cuenta que estamos ante personas emocionales y todas las personas piensan de forma distinta cuando están ante una crisis.

De hecho, los simulacros que se han hecho con los tomadores de decisiones en estos entornos al final escalan la guerra, porque es lo que hay que hacer, porque es lo que manda el protocolo, es decir, si me atacan con armas nucleares, tengo que devolver el ataque con armas nucleares, y así sucesivamente.

Es la destrucción mutua asegurada. Es mejor que se destruya todo a que solo me destruyan a mí.

Ese es el pensamiento actual de los líderes y en el contexto de un accidente es muy peligroso.

Desfile militar en Moscú 

Desfile militar en Moscú

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Pie de foto,
Actualmente hay nueve países con armamento nuclear: Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte.

La aceptación de un orden internacional en el que algunos países cuentan con armas de destrucción masiva mientras que están prohibidas para los demás es vista ya por muchos expertos como insostenible. ¿Cuán inestable es esta situación?

Hay una contradicción aquí, porque en los años 60, después de la Crisis de los Misiles en Cuba, se dieron dos tratados muy importantes: el de Tlatelolco, que se firmó en 1967 y entró en vigor en el 69, en virtud del cual toda Latinoamérica y el Caribe es una zona libre de armas nucleares.

Y el de No Proliferación de Armas Nucleares, que se negoció en el 69 y entró en vigor en 1970, que tiene tres pilares: el desarme nuclear, la no proliferación y el uso pacífico de la energía nuclear como derecho inalienable.

En ese momento, había cinco estados nucleares: Estados Unidos, la Unión Soviética, ahora Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, que se comprometían al desarme nuclear en un plazo de 25 años.

En el segundo punto los denominados no nucleares se comprometían a no adquirir armas nucleares, y el tercero era que todos los países tienen derecho a desarrollar energía nuclear.

Obviamente, el desarme no ocurrió en 1995, y la idea de que las armas nucleares son solo para unos cuantos envía el mensaje al resto de la comunidad internacional de que las armas nucleares son necesarias y dan privilegio, y debilita el régimen de no proliferación.

La no proliferación depende de progresos, de avances verdaderos en el desarme y es algo que los países nucleares, ahora nueve (se han sumado Pakistán, India, Israel y Corea del Norte) no están dispuestos a ceder.

Carlos
Si todas las fichas van bien, digamos que en unos diez años se podría lograr una eliminación de las armas nucleares"

Carlos Umaña
Miembro directivo de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) 

Pero entonces, ¿cómo hacer frente a la oposición al TPAN, que es el primer acuerdo que impulsa una prohibición universal de las armas nucleares para absolutamente todos los países? ¿Cree que conseguirá su objetivo?

Este tratado trae algo nuevo: es una prohibición universal que lo que hace es fortalecer el sistema multilateral y estigmatizar las armas nucleares.

Tenemos que analizar el fenómeno de las armas nucleares, qué es lo que lo causa, qué es lo que hace que los países quieran tenerlas.

Se trata de ver su verdadera cara, porque las armas nucleares no son armas prácticas, están hechas para causar una destrucción masiva y matar a la mayor cantidad de civiles de una forma atroz.

No respetan fronteras y es prácticamente imposible detonar una bomba nuclear sin que alguien más detone otra en contra de uno. Entonces usarlas sería un acto suicida.

Los países que las tienen son conscientes de que no las pueden usar. El poder de las armas nucleares es en virtud de la amenaza de su uso, del poder simbólico que representa el ser un Estado nuclear. Es un símbolo de disuasión.

Este componente de estigmatización es un fenómeno que hemos visto con otras armas de destrucción masiva como las químicas, las biológicas, las minas terrestres y las municiones en racimo.

Hoy en día no hay ningún país que se jacte de ser una potencia química o de tener armas biológicas.

Esto es porque hay una normativa internacional fuerte y hay un clima mundial de condena moral que hace que esto sea un tabú.

¿Cuán lento puede ser ese proceso de estigmatización de las armas nucleares?

Depende de varios factores y es un poco difícil predecir. La prohibición es un cambio de paradigma.

Por un lado, la gente debe ser consciente de las consecuencias de las armas nucleares, y por otro lado, eso debe generar presión, activismo tanto de la calle, como a nivel político y diplomático.

Y eso requiere su tiempo.

Si todas las fichas van bien, digamos que en unos diez años se podría lograr una eliminación de las armas nucleares, aunque claro está que puede ser antes o después.

En este momento en el que estamos al borde del precipicio, lo más importante es alejarnos un poquito de él, e ir hacia atrás hasta lograr eliminarlas por completo.

Hasta que no lo hagamos no vamos a estar libres del virus: o acabamos con las armas nucleares o ellas terminan con nosotros.

Imagen de despegue de un misil 

Imagen de despegue de un misil

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Pie de f
El TPAN, que entró en vigor en enero de 2021, es el primer acuerdo internacional a nivel mundial que prohíbe las armas nucleares e incluye disposiciones para su total eliminación.

Y en este momento de amenazas, ¿dónde queda el Manifiesto Russell-Einstein firmado en 1955, que entre otras cosas decía: “Apelamos, como seres humanos a seres humanos: recuerden su humanidad y olviden el resto”? ¿Hemos olvidado nuestra humanidad?
Es complicado, porque no es una cuestión de la cultura humana en general.

Es un sistema en el que se prima la competencia de algunos miembros, una competencia que los hace miopes al progreso real y a las necesidades tanto de de su población como de toda la humanidad.

Si cambiamos de esquema mental, si pensamos en utilizar las herramientas que ahora tenemos de interconectividad para fomentar el diálogo, la cooperación, podemos llegar a ese diálogo de humanos con humanos.

Hay que dejar de pensar en los otros como algo diferente e inferior sobre los que tenemos que imperar, algo que a lo largo de la historia toma diferentes formas.

Por ejemplo, en la cultura popular se utilizan armas nucleares en las películas de Marvel para acabar con los alienígenas, que son feos, malos y quieren destruir a la humanidad, y la única forma es matándolos a todos.

En los años 40, los alienígenas eran los japoneses. Era una forma de justificar ese homicidio masivo que se hizo en Hiroshima y Nagasaki.

El sufrimiento de ellos no importaba porque todos eran copartícipes de las decisiones de su cúpula militar. Todos merecían que les cayera la bomba atómica porque también eran otros, eran malos, eran distintos.

Es el discurso de otredad que también se maneja en los regímenes totalitarios que justifican la guerra y que hacen que se estigmatice una población entera y que se justifique el ataque mi+

Según la inteligencia estadounidense, Rusia tiene unas 2.000 armas nucleares tácticas, es decir, pequeñas ojivas nucleares con sistemas de lanzamientos destinados a usarse en el campo de batalla o en un ataque limitado.

Hablando de Japón, la película sobre "Oppenheimer" ha rescatado la historia de este tipo de armamento. ¿Cómo ve su evolución desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora? ¿Cree que la humanidad no ha aprendido de sus errores?

Es muy interesante, porque hay que conocer la historia, pero la historia verdadera. Ha habido mucha tergiversación.

Cuando se dieron los ataques de Hirosima y Nagasaki se escondieron las consecuencias humanitarias de forma activa, por parte no solo del gobierno estadounidense, sino también del japonés.

A los hibakusha, que son los sobrevivientes de los ataques nucleares, se les censuraban las cartas, las fotografías, incluso el arte o hasta los poemas.

No querían que el mundo supiera lo que estaban sufriendo a causa de la radiación. Querían que se celebraran las armas nucleares sin ver el drama humano que causaban.

La crisis en la que ahora estamos es precisamente por la retórica que se ha manejado en torno a las armas nucleares, y a cómo mucha gente las ve como un mal necesario. Cómo se han entronizado dentro de las doctrinas de seguridad y es precisamente por ese mal manejo de la información.

Por eso, lo primero que tenemos que hacer es informar bien de cuáles son los riesgos.

Carlos Umaña Getty
Es prácticamente imposible detonar una bomba nuclear sin que alguien más detone otra en tu contra. Usarlas sería un acto suicida"

Carlos Umaña
Ganador -como miembro de las organizaciones premiadas- de dos Premios Nobel de la Paz

Yo sí creo en la bondad inherente del ser humano, que es algo que se desaprende, según nuestro contexto cultural, y es algo que necesitamos fomentar.

Y dejar de someternos sin cuestionar a una violencia sistémica estructural patriarcal, a un sistema en el que se gobierna por imposición, donde el más fuerte es el que manda.

El error ha sido no buscar la cooperación, no buscar el entendimiento, creer que siempre tiene que haber alguien inferior a nosotros del que poder abusar o explotar.

Es algo que estamos haciendo tanto con los otros seres humanos como con otras especies o la misma naturaleza.

Debemos dejar de ignorar nuestra humanidad, nuestro impulso, y resaltar a parte de convivencia, la parte de la paz.

BBC Mundo habló con Carlos Umaña en el marco del Hay Festival Querétaro, que se celebra entre el 7 y el 10 de septiembre en esa ciudad mexicana.

sábado, 7 de septiembre de 2019

-_ 23 de septiembre en la Filmoteca Nacional de Madrid (Cine Doré) Estreno en Madrid del documental El principio del fin de las armas nucleares

_- Rebelión

Se trata de un documental que busca la ratificación y entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y concienciar a la población del peligro actual.

El próximo 23 de septiembre, a las 19 horas, en la Filmoteca Nacional de Madrid (Cine Doré) se estrenará el documental El principio del fin de las armas nucleares. Organizado por ICAN (Premio Nobel de la Paz 2017) y la agencia internacional de noticias Pressenza, contará con la presencia del director, Álvaro Orús, y del productor, Tony Robinson. El documental El principio del fin de las armas nucleares del director Álvaro Orús se estrenará, por primera vez en España, en el cine Doré (Filmoteca nacional) de Madrid el próximo 23 de septiembre a las 19 horas.

Este documental explica en 56 minutos la historia de las armas nucleares, las consecuencias de las mismas, el momento crítico y silenciado que vivimos respecto al peligro de la utilización de estas armas de destrucción masiva… y la necesidad, por tanto, de la ratificación por suficientes países del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, aprobado por Naciones Unidas el 7 de julio de 2017, para que entre en vigor. Y lo hace a través de entrevistas a víctimas directas de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y de activistas y especialistas en el tema.

La campaña -desarrollada por unas 500 organizaciones diferentes, entre las que se encuentran la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, PAX, Seguridad Humana en Latinoamérica y el Caribe (SEHLAC), Peace Boat (Barco por la Paz) de Japón y Pressenza- que llevó a la firma de dicho Tratado, se denomina ICAN por sus siglas en inglés (International Campaign to Abolish Nuclear Weapons) y recibió el Premio Nobel de la Paz 2017.

El principio del fin de las armas nucleares es promovido por la Agencia de Noticias Pressenza, como apoyo a ese proceso de entrar en vigor del tratado y para ayudar a concienciar del peligro en el que vivimos y del que no tenemos conocimiento.

Producido por Pressenza, a través de Tony Robinson, este documental es fundamentalmente explicativo y termina en un tono esperanzador que invita a la acción.

Después del estreno tendrá lugar un panel con especialistas, con quienes podrá interactuar el público presente.

Para más detalles en castellano se puede consultar en la web aquí.

miércoles, 29 de agosto de 2018

El apocalipsis nuclear, una posibilidad cierta a impedir. Con el arsenal existente, el mundo se podría destruir en cinco minutos (...). Ha llegado el momento de impulsar un movimiento contra las armas nucleares.

“No soy solamente un pacifista sino un militante pacifista. Estoy dispuesto a pelear por la paz.” (Albert Einstein)

El 9 de julio de 1955, las personalidades más prestigiosas de la ciencia y de la cultura del momento, hacían público el conocido como “Manifiesto Bertrand-Einstein” donde advertían que “en cualquier futura guerra mundial se emplearían con certeza armas nucleares” y que ello supondría “un peligro muy real de exterminación de la raza humana por el polvo y la lluvia de las nubes radio-activas”. Desde aquella fecha hasta el día de hoy, el riesgo cierto de una guerra nuclear ha estado muy cerca en diferentes crisis: la de Suez (1956-57), de Berlín (1961), de los misiles en Cuba (1962), la “Guerra de las Galaxias (1979), el enfrentamiento Irán-Israel (2008) y el más reciente conflicto con Corea del Norte. Pero fue en 1983 cuando pudo desencadenarse la guerra nuclear: Un satélite soviético dio la alarma; cinco misiles balísticos intercontinentales habían sido lanzados desde la base de Malmstrom (Montana, EE. UU.), y en 20 minutos alcanzarían la URSS. A pesar de recibir la alarma, el oficial soviético encargado, Stanislav Petrov, bajo su responsabilidad personal, no avisó a nadie ya que concluyó que una guerra nuclear no podía empezarse con solo cinco misiles. Medio año después se supo que habían sido los rayos del sol los que provocaron la alarma.

Al día de hoy, con el arsenal nuclear existente (14.995 ojivas nucleares), el mundo se podría destruir en cinco minutos. Estados Unidos, Rusia, China, Israel, Corea del Norte, India, Francia, el Reino Unido y Pakistán son los Estados que tienen capacidad de poder desencadenar un holocausto nuclear. El comandante Fidel en 2010 advertía al mundo: “Hoy existe un riesgo inminente de guerra con empleo de ese tipo de armas y no albergo la menor duda de que un ataque de Estados Unidos e Israel contra la República Islámica de Irán, se tornaría, inevitablemente, en un conflicto nuclear global. Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería demasiado tarde.”

En 2017, recibía el Premio Nobel de la Paz la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), reconociendo así su papel central en la concienciación colectiva sobre “las catastróficas consecuencias del uso de armas nucleares” y su liderazgo en el impulso para lograr una prohibición de esas armas sobre la base de un tratado internacional.

Desgraciadamente, ese reconocimiento de la Academia Sueca a la ICAN, no se corresponde con una conciencia popular organizada y manifestada a nivel internacional. Es más, el movimiento obrero organizado, las fuerzas de izquierda y de progreso no mantienen al día de hoy en sus agendas, como prioridad, la exigencia de poner fin, de forma ecológica, a todo ese arsenal nuclear. Desde 1983, año de las grandes movilizaciones europeas contra la instalación de los “euromisiles”, (misiles balísticos de alcance medio que se pretendían instalar en Europa) no se han producido campañas sostenidas contra el arsenal nuclear.

Tal vez ha llegado el momento de desempolvar nuestras experiencias históricas para hacer frente, de forma coordinada y organizada, al momento histórico que vivimos de rearme y confrontación de la Administración Norteamericana contra Rusia, China y la Carta de Naciones Unidas. Confrontación que podría derivar en conflictos armados de consecuencias dramáticas para la humanidad. En 1933, se creó el Comité Mundial contra la Guerra y el Fascismo que dirigieron Henri Barbusse, André Gide y André Malraux, como respuesta al ascenso de las organizaciones fascistas, anticipando así lo que derivaría en la Guerra de España y la II Guerra Mundial. Salvando las distancias y circunstancias, creo que ha llegado el momento de impulsar y desarrollar, por parte de las fuerzas y organizaciones sociales de la izquierda internacional un movimiento contra las armas nucleares que coordinadamente, levante la voz y movilice las conciencias contra el arsenal nuclear que pone en peligro la propia existencia de la humanidad.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró los 26 de Septiembre como “Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares” como “una ocasión para que la comunidad mundial reafirme su compromiso con el desarme nuclear a nivel mundial como una prioridad.” También, para propiciar “una oportunidad para educar al público y sus líderes acerca de los beneficios reales de la eliminación de este tipo de armas, y los costes sociales y económicos de la perpetuación de ellos.”

Es posible que haya llegado el momento de ir preparando las condiciones para que en torno al 26 de Septiembre las organizaciones políticas y sociales de la izquierda retomen, con fuerza y organizadamente, la exigencia de prohibir el uso de las armas nucleares.

¿Nos ponemos a ello?

http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=8067

lunes, 2 de julio de 2018

"Hay que convencer a la sociedad de que exija un mundo sin armas nucleares”. La directora de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, premio Nobel de la Paz en 2017, aboga por la prohibición mundial de las bombas atómicas

Cuando Beatrice Fihn recibió la llamada del Comité Noruego del Nobel el pasado octubre creyó que alguien le estaba tomando el pelo. La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), plataforma de ONG que dirige Fihn, fue galardonada en diciembre en Oslo por su infatigable labor contra las bombas atómicas. Fihn (Gotemburgo, 1982) comenzó a trabajar en la no proliferación y el desarme con una beca en la rama sueca de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad. Después se trasladó a Ginebra para convertirse en la directora ejecutiva de ICAN, cargo en el que cumplió cuatro años este domingo.

El proyecto principal de ICAN gira en torno al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, aprobado en julio de 2017 en la ONU con el voto favorable de 122 de los 193 Estados. El camino de la firma y la ratificación es más complejo. Hasta la fecha, 59 países lo han suscrito y solo diez (entre ellos México, Cuba y Venezuela) lo han ratificado. “El proceso es lento y complejo, pero tendremos las 50 ratificaciones necesarias para que el tratado entre en vigor”, explica Fihn durante entrevista celebrada este miércoles en Madrid, donde se reunió con algunos diputados y fue recibida por la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena.

Pregunta: ¿Cómo puede funcionar un tratado que rechazan las nueve potencias nucleares?
Respuesta: Puede funcionar con o sin ellas. El mundo ha aceptado que cinco Estados tengan armas nucleares legalmente [EE UU, China, Rusia, Francia y Reino Unido] y otros cuatro de forma tácita [Israel, Corea del Norte, India y Pakistán]. El primer paso es crear la normativa que prohíba su existencia, como se ha hecho con las minas o las bombas de racimo. Luego será absolutamente necesaria la presión social para exigir la destrucción de las armas nucleares.

P: Sus defensores aseguran que su capacidad disuasoria ha evitado durante siete décadas cualquier enfrentamiento militar a gran escala entre los países que las poseen.
R: Que no haya habido una guerra entre las potencias nucleares no es evidencia de nada. La ONU ha tenido un papel fundamental en el mantenimiento de la paz. La capacidad disuasoria es un argumento que debemos rechazar por completo. Además del riesgo de que un Trump actúe instintivamente, no podemos olvidar la posibilidad de un accidente.

P: Jeremy Corbyn [líder laborista británico] ha sido un firme defensor de ICAN. ¿Sería algo distinto si él hubiera ganado las elecciones del año pasado?
R: No podemos esperar a un Corbyn, no podemos fiar el cambio a una persona o a un partido. Tenemos que llegar a todo el espectro ideológico y convencer a la sociedad globalmente de la necesidad de exigir un mundo libre de armamento nuclear.

P: Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que el 60% de los estadounidenses estaría a favor de matar a dos millones de iraníes con un ataque nuclear para salvar a 20.000 marines.
R: La mayoría de los ciudadanos de EE UU cree en la doctrina de que la posesión de armas nucleares les convierte en más seguros por ignorancia; ni siquiera son conscientes de los miles de norteamericanos que han padecido las consecuencias de los cientos de ensayos realizados en Nevada. Necesitamos un movimiento similar al que despertó la matanza de Parkland [tiroteo en un instituto de Florida], pero ojalá que no sea un accidente o un ataque nuclear su germen.

P: Austria ratificó en mayo el tratado convirtiéndose en el único país de la UE y de Europa, junto al Vaticano, en hacerlo. ¿Cómo se logró?
R: Es un país con una fuerte tradición pacifista y antinuclear. El nuevo Gobierno [del conservador Sebastian Kurz] nos ha apoyado en todo momento. Esto no es asunto de derechas o izquierdas.

P: ¿Cómo se fuerza el cambio en Rusia o en China?
R: En esos países nuestros equipos trabajan más en el ámbito académico. Creemos que es el primer paso.

P: ¿Y en Israel, que ni siquiera reconoce oficialmente su capacidad nuclear?
R: Nuestra función principal allí es sacar a la luz la información. Los israelíes tienen derecho a saber qué armas se almacenan en su territorio y el riesgo que implica poseerlas. Las posibilidades de catástrofe se han multiplicado en los últimos años con el terrorismo o las armas cibernéticas.

P: ¿Tiene alguna fe en la desnuclearización de Corea del Norte anunciada por Trump? ¿Cómo podría llegar a verificarse?
R: No, no creo que mucho en la hoja de ruta de Trump, pero seguro que es mejor que estar amenazando con una destrucción sin precedentes. Existe un protocolo con todos los mecanismos necesarios para verificar la desnuclearización de un país, no necesitamos un proceso ad hoc creado por Trump.

P: Todos los miembros de la Alianza Atlántica han rechazado por completo el tratado. ¿Tiene alguna esperanza de que España se adhiera?
R: España ya fue valiente al rechazar [en 1986] la instalación y almacenamiento de armas nucleares. Es hipócrita que no apoye la prohibición de estas en todo el mundo. Los miembros de la OTAN no pueden pretender ser el adalid de los derechos humanos mientras apoyen el actual statu quo.

Fuente:
https://elpais.com/internacional/2018/07/01/actualidad/1530452832_925923.html

domingo, 1 de abril de 2018

El tratado sobre la prohibición de las armas nucleares del 2017: un breve balance

_- Nicolas Boeglin


En julio del 2017, se celebró la adopción por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas de un nuevo instrumento internacional en materia de desarme, tendiente a prohibir la fabricación y uso de armas nucleares: se trata de un texto (véase versión en español) de 20 artículos que busca prohibir este tipo de armas, y que fue objeto de todo tipo de intentos para frenar su adopción por parte de las potencias nucleares y sus aliados. Constituye el primer tratado multilateral sobre armas nucleares adoptado en los últimos 20 años por la comunidad internacional.

De algunos intentos previos
Como bien se sabe, el Tratado de No Proliferación Nuclear (más conocido como TNP) de 1968 ha sido ratificado por 191 Estados, con la notable excepción de Israel, India y Pakistán (véase estado oficial firmas y ratificaciones) y fue denunciado por Corea del Norte para poder relanzar su programa nuclear en el 2003.

Resulta oportuno recordar cuál fue el orden de adquisición de las armas nucleares y de donde nació la idea del TNP: lo inició Estados Unidos (1945), seguido por Rusia (1949, en aquel momento URSS), Reino Unido (1952), Francia (1960) y China (1964). Una vez completada la posesión de armas nucleares por parte de los cinco Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad, se consideró necesario impedir a toda costa que otros Estados la adquirieran: es así como fue adoptado el tratado sobre no proliferación de armas nucleares en 1968. No obstante, el aumento significativo de ogivas nucleares en Estados Unidos y Rusia, seguidos por China le resta validez al concepto de no proliferación como tal.

Otro intento en los años 90 fue el siguiente: para producir bombas nucleares, se requiere proceder cada cierto tiempo a ensayos, por lo que la prohibición de los ensayos nucleares también fue una opción que se perfiló. En 1993, la Organización Mundial para la Salud (OMS) presentó un informe muy detallado (véase texto) sobre el impacto en la salud y en el ambiente de este tipo de armas. En 1996, se adoptó un tratado para prohibir no las armas, sino los ensayos nucleares de forma total (véase texto): pese a contar con 166 Estados Partes (véase lista oficial), aún no ha entrado en vigor, en razón de lo estipulado en el inciso 2 del artículo XIV con relación al Anexo 2.

No obstante, este instrumento adoptado en 1996 ha permitido establecer la "Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares" (OTPCE o en inglés CTBTO, "Comprehensive Test-Ban-Treaty Organization" - véase sitio oficial), la cual dispone de satelites y sensores desplegados en varios puntos del planeta para detectar explosiones de cierta importancia. Sus registros fueron, por ejemplo, recientemente usados en la búsqueda de un submarino en Argentina (véase  artículo de prensa y reciente nota nota de La Nación en Argentina).

La imperiosa necesidad de revisar el marco legal existente en materia de armas nucleares se dió en el 2014 a partir de una propuesta de Austria: lo que en la literatura especializada se conoce como el “Austrian Pledge” de diciembre del 2014 puede ser leído en este enlace oficial de Austria (véase también, en español, artículo que detalla la audaz propuesta austriaca del 2014). La propuesta se dió ante el aumento de ogivas nucleares en Estados Unidos, Rusia y China: estos tres Estados destinan programas cada vez más costosos para reforzar sus programas nucleares. Los datos aportados por el SIPRI en su informe del 2017 titulado “Trends in world nuclear forces, 2017” (véase texto integral) indican que : “The current US administration is continuing the ambitious nuclear modernization plans set out by President Barack Obama“. Se trata de un plan de modernización de unos 400 billones de US$ para el 2017-2026.

El destacado papel de Costa Rica
La adopción en julio del 2017 de este nuevo instrumento fue celebrada con júbilo en Costa Rica: véase, entre muchas otras, nota del programa Nuestra Voz, de Amelia Rueda, que recoge las reacciones de profunda satisfacción de las autoridades costarricenses.

En efecto, la delegación de Costa Rica fue la llamada, en febrero del 2017, a presidir la recta final de estas arduas negociaciones. ¿Un Estado que abolió el ejército en 1948 y que se ha destacado en el plano internacional por limitar el comercio de armas y por abogar en favor de la desmilitarización? Efectivamente, Costa Rica cuya tradición en este ámbito es ampliamente reconocida - y poco conocido un insólito episodio provocado por algunos entusiastas funcionarios a cargo de su comercio exterior, resuelto por su justicia constitucional (Nota 1) - fue la designada por los demás integrantes de la comunidad internacional para proceder a ultimar estas delicadas negociaciones multilaterales y llevarlas a feliz puerto.

Una férrea oposición del "club nuclear" y de sus aliados
Estas últimas concluyeron formalmente el 7 de julio del 2017, con una extraña maniobra por parte de Países Bajos: la solicitud expresa a la mesa de la puesta a votación del texto por parte del delegado de Países Bajos, cuando todas las demás se disponían a adoptarlo por consenso. La votación (véase tablero oficial ) registró un solo voto en contra (Países Bajos), una abstención (Singapur) y 122 votos a favor (véase breve nota nuestra al respecto del 7/7/2017). Raramente un Estado como Países Bajos solicita exhibir su soledad de esta manera, y no se tiene claridad sobre los créditos obtenidos por la diplomacia holandesa a raíz de semejante resultado.

Este mismo 7 de julio del 2017, Estados Unidos, Francia y Reino Unido circularon un comunicado conjunto en el que expresaron las razones por las que se oponían a esta iniciativa (Nota 2). Francia optó por expresarse también a título individual (Nota 3). Sobre la pertinencia y solidez de algunos de los argumentos de los Estados poseedores de arsenal nuclear, referimos a una interesante opinión  elaborada por el representante de México ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Jorge Lomónaco, titulada "Hacia la prohibición de las armas nucleares" y publicada en la Revista Mexicana de Política Exterior, en la que se lee que:

"el argumento de Estados Unidos y Reino Unido resulta por lo menos curioso, al ilustrar contradicciones profundas entre la aseveración de que el tratado no servirá a ningún propósito y el reconocimiento implícito de que desataría fuerzas conducentes al desarme y sería, por tanto, un paso significativo hacia la eliminación de las armas nucleares, como sostenemos insistentemente los promotores de la iniciativa. En cualquier caso y a la luz de las consideraciones antes descritas, resulta pertinente preguntarse por qué la firme y, en ocasiones, agresiva oposición de los poseedores al inicio de negociaciones de un tratado de prohibición de armas nucleares. Si la seguridad de los poseedores, el TNP y el régimen de no proliferación no están en riesgo, si un tratado de prohibición no destruirá una sola ojiva, ¿por qué oponerse incluso al inicio de negociaciones?" (p. 92).

La sensibilidad de los Estados nucleares en sí puede también ser capitalizada por la campaña en favor de la prohibición de las armas nucleares: como se puede leer en las conclusiones de este estudio del UNIDIR (United Nations Institute for Disarmament Research) sobre la prohibición de las armas nucleares,

"... the degree of sensitivity of the nuclear-armed states and some of their allies about the prohibition approach is itself cause for some optimism. It indicates that like-minded processes are able to re-capture the attention and imagination of policy makers and public alike as a catalyst for more concerted international efforts towards the shared goal of a nuclear-weapon free world" (p. 58).

Un tratado abierto a la firma y ratificación de todos los Estados
El texto del tratado adoptado el 7 de julio fue abierto a la firma y posterior ratificación por parte de los Estados Miembros de Naciones Unidas, en el mes de setiembre del 2017, en el marco de la sesión anual de la Asamblea General que se celebra en Nueva York. El artículo 15 del tratado dispone que entrará en vigor tres meses después de reunida la ratificación número 50.

Durante la ceremonia oficial de la firma del tratado realizada en Nueva York el 20 de setiembre, el Presidente de Costa Rica señaló que:

"Lamentamos que los países nucleares y aquellos miembros de alianzas de seguridad, hayan decidido desvincularse de este proceso. En desarme nuclear la inacción no es una opción. El mantenimiento del status quo solo lleva a una situación cada vez más peligrosa de seguridad internacional y a la humanidad más cerca de la aniquilación. Sabemos que es falsa la premisa de que la seguridad surge de la fuerza de las armas. Por ello, ahora les exhorto vehementemente a dar pasos concretos para dar vida al imperativo humano, político y jurídico del desarme nuclear, establecido desde 1946 con la primera resolución aprobada por la Asamblea General, reforzado por el Artículo VI del Tratado de no proliferación nuclear, por la Corte Internacional de Justicia y ahora por el Tratado de Prohibición de las armas nucleares" (véase texto integral de su alocución).

Por su parte, la Embajadora de Costa Rica ante Naciones Unidas en Ginebra externó (denunció) la existencia de presiones recibidas por diversos Estados para impedir la firma del tratado (véase nota de La Nación titulada "Embajadora tica denuncia presiones para boicotear tratado contra armas nucleares", edición del 20 de setiembre del 2017).

El estado actual de firmas y ratificaciones
A seis meses de la ceremonia de firma de este instrumento, el estado de firma y ratificación arroja el siguiente dato: 57 firmas y 5 ratificaciones, de las cuales 3 se registran en el hemisferio americano: Cuba, Guyana y México (véase  estado oficial de firma y ratificaciones).

El caso de América Latina
La ratificación el 16 de enero del 2018 por parte de México constituye la primera ratificación en América Latina, seguida por Cuba, dos semanas después (30 de enero del 2018).

Nótese que, en América Latina, Argentina, Bolivia, y Colombia han optado por no firmar, al momento de redactar estas breves líneas, este tratado multilateral: estos tres Estados votaron en favor del texto el 7 de julio del 2017 en Nueva York (véase registro de votos). En el caso de Argentina, esta omisión difiere de lo expuesto por su delegación en un segmento de alto nivel al que participó en Naciones Unidas (Nota 4).

Es de recordar que tempranamente, América Latina y el Caribe lanzaron una clara señal al mundo en materia de desarme nuclear: el pasado 14 de febrero del 2017, se celebró el 50 aniversario de la apertura a firma del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y en el Caribe, más conocido como Tratado de Tlatelolco (véase informe preparado por el Senado de México para esta conmemoración).

El caso de Europa
Recientemente, el jefe de la diplomacia española reafirmó que España no firmará tan siquiera el tratado sobre prohibición de armas nucleares adoptado en el 2017, "por solidaridad con sus socios de la OTAN" (véase nota de prensa de EuropaPress). Las únicas firmas de Estados europeos que se registran son las de Austria, Irlanda, Liechtenstein, San Marino, así como la del Vaticano, que ha ratificado también el tratado. No se registran aún las firmas de los demás Estados europeos que sí votaron a favor del texto el 7 de julio con los Estados antes citados, a saber Chipre, Malta, Moldavia, Suecia y Suiza

Cabe recordar que la ONG ICANW (International Campaign to Abolish Nuclear Weapons) recibió en diciembre del 2017 en Estocolmo el Premio Nobel de la Paz (véase sitio oficial de ICANW).

A modo de conclusión
Al cumplirse en estos días seis meses desde la ceremonia de la firma de este instrumento, este primer balance evidencia que las potencias nucleares y sus aliados mantienen una activa oposición a esta iniciativa multilateral y que, al parecer, sus justificaciones para mantenerla siguen prevaleciendo entre los decisores políticos.

Es de esperar que, pese a presiones de diversa índole que puedan estar recibiendo algunos Estados en aras de no firmar (ni ratificar) este tratado, se logre reunir un número mayor de adhesiones en setiembre próximo, al cumplirse un año desde que fue abierto a la firma y ratificación de los 193 Estados Miembros de Naciones Unidas.

Para ello, la campaña en favor de la prohibición de las armas nucleares debe redoblar sus esfuerzos, campaña a la que los Estados de América Latina podrían contribuir significativamente.

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Notas


Nota 1:
Cabe recordar que un “Decreto de Armas” adoptado el 30 de junio del 2006 fue anulado por la Sala Constitucional en el 2008 a solicitud de un estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR) particularmente vigilante, Luis Roberto Zamora Bolaños: el “derecho humano a la paz” sirvió de fundamento para pedir la anulación de este decreto adoptado por el Ministerio de Salud, que promovía en Costa Rica la extracción y la producción de material nuclear con fines bélicos. En el texto de la sentencia Res. Nº 2008-14193, se concluye que: “Se declara con lugar la acción. Se anulan los apartados 1200 Extracción de Minerales de Uranio y Torio, 2330 Elaboración de Combustible Nuclear, y 2813 Fabricación de Generadores de Vapor del Anexo #1 del Decreto Ejecutivo #33240-S del 30 de junio del 2006, todo sin perjuicio de lo dicho en el último considerando” (véase  nota de prensa). El mismo estudiante había logrado en el 2004, mediante un recurso ante el juez constitucional, que el Ejecutivo retirara a Costa Rica de una “Coalición en guerra contra Iraq” liderada por Estados Unidos (véase sentencia 2004-09992 de la Sala Constitucional, cuya lectura se recomienda). Sobre el derecho humano a la paz en la justicia constitucional costarricense, remitimos al estudio del mismo Luis Roberto Zamora Bolaños editado en el 2010: ZAMORA BOLAÑOS L. R., “Reconocimiento y aplicación judicial del derecho humano a la paz en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional de Costa Rica”, in VILLAN DURAN C. FALEH PEREZ C. (Ed.), Contribuciones regionales para una Declaración Universal sobre el Derecho a la Paz, AEDIDH, Narcea Ed., Madrid, 2010, pp. 419-433 (texto integral de esta publicación disponible aquí).

Nota 2:
El comunicado conjunto circulado se lee así (véase enlace):

"Joint Press Statement from the Permanent Representatives to the United Nations of the United States, United Kingdom, and France Following the Adoption of a Treaty Banning Nuclear Weapons

July 7, 2017 FOR IMMEDIATE RELEASE

France, the United Kingdom and the United States have not taken part in the negotiation of the treaty on the prohibition of nuclear weapons. We do not intend to sign, ratify or ever become party to it. Therefore, there will be no change in the legal obligations on our countries with respect to nuclear weapons. For example, we would not accept any claim that this treaty reflects or in any way contributes to the development of customary international law. Importantly, other states possessing nuclear weapons and almost all other states relying on nuclear deterrence have also not taken part in the negotiations.

This initiative clearly disregards the realities of the international security environment. Accession to the ban treaty is incompatible with the policy of nuclear deterrence, which has been essential to keeping the peace in Europe and North Asia for over 70 years. A purported ban on nuclear weapons that does not address the security concerns that continue to make nuclear deterrence necessary cannot result in the elimination of a single nuclear weapon and will not enhance any country’s security, nor international peace and security. It will do the exact opposite by creating even more divisions at a time when the world needs to remain united in the face of growing threats, including those from the DPRK’s ongoing proliferation efforts. This treaty offers no solution to the grave threat posed by North Korea’s nuclear program, nor does it address other security challenges that make nuclear deterrence necessary. A ban treaty also risks undermining the existing international security architecture which contributes to the maintenance of international peace and security.

We reiterate in this regard our continued commitment to the Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear Weapons (NPT) and reaffirm our determination to safeguard and further promote its authority, universality and effectiveness. Working towards the shared goal of nuclear disarmament and general and complete disarmament must be done in a way that promotes international peace and security, and strategic stability, based on the principle of increased and undiminished security for all.

We all share a common responsibility to protect and strengthen our collective security system in order to further promote international peace, stability and security."

Nota 3:
Se lee en esta declaración del portavoz de la diplomacia gala (véase enlace oficial) que:

"Déclaration de la porte-parole du Ministère de l’Europe et des Affaires étrangères Adoption d’un traité d’interdiction des armes nucléaires New York, le 7 juillet 2017

Un traité d’interdiction des armes nucléaires a été adopté le 7 juillet à New York.

Il s’agit d’un texte inadapté au contexte sécuritaire international, caractérisé par des tensions croissantes et la prolifération des armes de destruction massive, dont témoigne notamment la menace nucléaire nord-coréenne. La France n’a pas participé aux négociations de ce traité et elle n’entend pas y adhérer. Ce traité ne nous lie pas et ne crée pas de nouvelles obligations. La décision d’un grand nombre d’Etats, dotés, possesseurs ou non d’armes nucléaires, de ne pas participer aux négociations, en Europe et en Asie notamment, illustre avec force ce décalage.

La politique de sécurité et de défense de la France, tout comme celle des alliés et d’autres partenaires proches, repose sur la dissuasion nucléaire. La dissuasion vise à protéger notre pays de toute agression d’origine étatique contre ses intérêts vitaux, d’où qu’elle vienne, et quelle qu’en soit la forme. Le contexte international n’autorise aucune faiblesse. Un traité d’interdiction des armes nucléaires risque à cet égard d’affecter la sécurité de la région euro-atlantique et la stabilité internationale. Ce traité est également susceptible de fragiliser le traité sur la non-prolifération des armes nucléaires, pierre angulaire du régime de non-prolifération.

Le désarmement nucléaire ne se décrète pas, il se construit. La France demeure pour sa part déterminée à mettre en oeuvre les prochaines étapes concrètes du désarmement nucléaire, conformément à ses engagements au titre du traité sur la non-prolifération des armes.

Les prochaines étapes prioritaires du désarmement nucléaire sont la négociation d’un traité interdisant la production de matières fissiles pour la fabrication d’armes nucléaires et l’entrée en vigueur rapide du traité d’interdiction complète des essais nucléaires. La réduction des arsenaux nucléaires russes et américains, qui représentent 90% du stock mondial d’armes nucléaires, est un autre objectif important.

La France a déjà pris des mesures concrètes et substantielles de désarmement nucléaire, notamment en réduisant de moitié son arsenal nucléaire, en arrêtant les essais nucléaires, en ratifiant le traité d’interdiction complète des essais nucléaires, et en fermant de manière irréversible ses installations de production de matières fissiles pour des armes nucléaires. Nous poursuivrons également nos efforts en faveur de la sécurité et de la stabilité internationales, y compris dans la lutte contre la prolifération des armes de destruction massive."

Nota 4:
Se lee en este  discurso que para Argentina,

"The Delegation of Argentina would like to align itself with the statement delivered by Cuba on behalf of the Community of Latin American and Caribbean States. At the same time we would like to add some remarks in our national capacity.

Argentina considers that the total elimination of weapons of mass destruction should constitute the main priority of the international community, since their consequences reach beyond the field of disarmament and seriously impact in the international peace and security area".

Blog del autor: http://derechointernacionalcr.blogspot.com

martes, 20 de marzo de 2018

_- Los efectos impactantes en caso de que las armas nucleares vuelvan a utilizarse en la guerra.

_- El Dr. Philip Webber, SGR, describe los efectos impactantes en caso de que las armas nucleares vuelvan a utilizarse en la guerra.



Artículo del sitio web de Huffington Post en el Reino Unido; reeditado: 31 de enero de 2018

Después del final de la Guerra Fría hace unos 30 años, el debate público y la comprensión de la enorme escala del impacto de la guerra nuclear se redujeron a niveles muy bajos. Esto ha cambiado con las recientes pruebas de armas nucleares y el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte. En este artículo, explico por qué la amenaza de una guerra nuclear puede ser ahora más importante que nunca y por qué todos deberíamos estar al tanto de los últimos estudios científicos sobre los impactos de las armas nucleares.

Dos escenarios de guerra nuclear
Hay aproximadamente 14,900 armas nucleares listas para disparar o en arsenales. 13.800 son desplegados por los Estados Unidos y Rusia, mientras que los 1.100 restantes son desplegados por China, el Reino Unido, Francia, India, Pakistán e Israel. Corea del Norte puede tener un puñado de armas. Con base en una serie de planes de guerra nuclear publicados o filtrados y declaraciones de los líderes políticos, hay dos tipos clave de guerra nuclear a considerar.

El primero es una guerra nuclear global que involucra a los EE. UU. Y Rusia. En este escenario, se dispararían al menos 1800 ojivas grandes, o más de 3000, en los sitios de lanzamiento de armas nucleares, centros de comando, puertos, industria importante, centrales eléctricas y los principales centros de población. Este es un gran número de ojivas nucleares y la mayoría de las ciudades, en particular las capitales estatales o regionales, serían alcanzadas por varias armas nucleares.

El otro escenario principal es un "conflicto regional", por ejemplo, entre India y Pakistán. En este caso, se usarían al menos 100 armas nucleares más pequeñas de las reservas de alrededor de 200 armas que atacan principalmente las grandes ciudades densamente pobladas como Delhi y Karachi. Un escenario de Corea del Norte - EE. UU. Podría ser similar, pero con menos ojivas de mayor tamaño utilizadas.

Todos entienden que cualquier conflicto de este tipo causaría niveles sin precedentes de muertes y sufrimiento, pero lo que no se entiende bien es cuán vulnerable es la sociedad moderna. Además de esto, los estudios científicos más actualizados predicen impactos climáticos globales serios y duraderos que conducen a la pérdida generalizada de cosechas y la hambruna.

El mayor riesgo de guerra nuclear
Desde la Guerra Fría, tanto los Estados Unidos como Rusia han mantenido 1800 ojivas listas para su lanzamiento en cuestión de minutos tan pronto como se detecte un potencial ataque nuclear. Este disparador de cabello nuclear está destinado a prevenir un primer ataque nuclear al garantizar que las armas se lanzarán antes de que sean destruidas. Pero esta política ha traído al mundo muy cerca de una guerra nuclear varias veces en los últimos años cuando se creía que las fallas de los equipos y las señales inocentes eran ataques nucleares en curso y los lanzamientos solo se cancelaron en el último minuto. Ahora, los comandantes nucleares advierten que este riesgo es aún mayor debido a los continuos ciberataques. Muchos argumentan que las armas no deberían mantenerse listas para disparar a corto plazo, ya que siempre sería posible una respuesta nuclear.

La vulnerabilidad de la sociedad al ataque nuclear
El uso de una ojiva nuclear causa una serie de impactos severos: radiación nuclear intensa y un destello cegador de luz mucho más brillante que el sol; una feroz bola de fuego que dura varios segundos; una intensa onda expansiva; minutos u horas después, deposición a gran escala de partículas radiactivas como lluvia radiactiva.

Los sobrevivientes de las bombas arrojadas sobre Japón al final de la Segunda Guerra Mundial hablan de un brillante día iluminado por el sol sumido en la oscuridad a medida que caía lluvia aceitosa y negra. Figuras muertas, negro carbonizado aún en pie. Sobrevivientes quemados y con heridas terminales, con la piel colgando; ojos y otros órganos internos colgando de sus cuerpos. Coches y vehículos lanzados como juguetes, estructuras fuertes reducidas a pilas de escombros. Enormes incendios.

El uso de un arma nuclear hoy sería mucho peor por dos razones: un arma nuclear moderna típica es ahora de 8 a 80 veces más grande; la sociedad moderna depende mucho más de tecnologías de información vulnerables y rutas de suministro de larga distancia para alimentos y combustible.

La sociedad moderna depende en gran medida de la electricidad para alimentar las bombas de calefacción central, para proporcionar agua, información a través de la televisión, Internet y teléfonos móviles. Ataque nuclear significará que no habrá suministro de agua, ni calefacción ni iluminación, ni información, ni señal de teléfono móvil.

Solo existen algunos días de suministro de alimentos en los depósitos regionales de distribución. La red de suministro fracasaría por múltiples motivos: bloqueo de carreteras, interrupción de las comunicaciones, colapso del sistema bancario, destrucción de puertos.

Las organizaciones internacionales de ayuda y los organismos de salud están de acuerdo en que las decenas de miles de víctimas de una sola bomba nuclear superarían todos los intentos de ayudar a los heridos. Como resultado, no habría esperanza de tratamiento para lesiones graves, incluidas quemaduras, huesos rotos, cortes profundos de desechos voladores.

Para agregar a los impactos múltiples, la mayoría de los lugares en Europa occidental están rodeados por objetivos nucleares como estaciones de energía o ciudades, por lo que sea cual sea el clima o la condición del viento, es probable que haya lluvia radioactiva. Puede recibir una dosis letal dentro de unas horas, pero es posible que no experimente ningún síntoma hasta días posiblemente hasta una semana después. La enfermedad por radiación causa vómitos, diarrea y hemorragia interna. Los niños y los ancianos son más vulnerables y tienen más probabilidades de sufrir o morir.

Con los intensos niveles de daños, enormes incendios se extenderían por todas las ciudades principales y otros objetivos, quemándolos en grandes incendios que durarían de días a semanas. Ahora comprendemos que estos enormes incendios causarían impactos climáticos duraderos a nivel mundial.

Un invierno nuclear
Intensos incendios en toda la ciudad alumbran extensas nubes de humo a gran altitud similares a una gran erupción volcánica. Estas nubes bloquean la luz solar y causan enfriamiento. Los últimos modelos climáticos predicen que el uso de unas pocas decenas a un centenar de armas nucleares más pequeñas en el escenario regional India-Pakistán causaría heladas severas, estaciones de crecimiento reducidas, sequía y hambruna que durarían hasta diez años en todo el hemisferio norte. Un escenario de ojiva ruso-estadounidense de 1.800 causaría un período frío duradero con un enfriamiento global promedio máximo de 4 ° C, mientras que una guerra nuclear a gran escala con más de 3.000 cabezas nucleares provocaría un enfriamiento promedio de 8 ° C. Esto es mayor que el enfriamiento promedio de 5 ° C experimentado durante la última edad de hielo, por lo que este sería un invierno nuclear severo que duraría una década.

Mientras que un enfriamiento promedio de solo unos pocos grados puede no parecer muy serio, el impacto crucial son períodos mucho más largos de heladas en invierno y una sequía severa. Habría estaciones de crecimiento dramáticamente reducidas o incluso la imposibilidad de cultivar cualquier cultivo según lo planeado. La agricultura también depende del suministro de combustible para la siembra y cosecha mecanizadas.

Siendo realistas, después de una guerra nuclear a gran escala, uno debe imaginar pequeños grupos de personas embrutecidas y brutalizadas, arrojadas violentamente a la era preindustrial. Suponiendo que algunas personas más alejadas de las bombas pudieran sobrevivir inicialmente a esta catástrofe global, cualquier "recuperación" seguramente se mediría en cientos de años. Debe considerarse una acusación impactante de nuestra civilización moderna de que las existencias actuales de armas nucleares son suficientes para causar una catástrofe global.

La única conclusión que se puede extraer de estos hallazgos es que cualquier uso de armas nucleares sería un desastre mundial y causaría un sufrimiento inaceptable. Las armas nucleares no nos mantienen a salvo sino bajo la constante amenaza de un desastre. Ahora sabemos que hemos evitado esto solo por pura suerte en varios cierres nucleares. En 2017, este entendimiento llevó a 122 países de las Naciones Unidas a apoyar un tratado para prohibir las armas nucleares de la misma manera que las armas químicas y biológicas y para presionar a los estados con armas nucleares para que negocien grandes reducciones de armas. Necesitamos deshacernos de las armas nucleares antes de que se deshagan de nosotros.

El Dr. Philip Webber es presidente de SGR y es autor de numerosos artículos e informes / libros sobre cuestiones relacionadas con las armas nucleares.

Este artículo se publicó por primera vez en el sitio web de Huffington Post en el Reino Unido, como parte de una serie, HuffPost-Apocalypse.

Ver también...
Armas nucleares: una guía para principiantes sobre las amenazas (serie de artículos de SGR)

Armas nucleares del Reino Unido:¿una catástrofe en ciernes? (Informe SGR)

La amenaza de las armas nucleares (proyecto SGR)

http://www.sgr.org.uk/resources/what-earth-could-look-after-nuclear-attack

En la actualidad, los físicos que participaron en la construcción del arma más tremenda y peligrosa de todos los tiempos, se ven abrumados por un similar sentimiento de responsabilidad, por no hablar de culpa. (...)

Nosotros ayudamos a construir la nueva arma para impedir que los enemigos de la humanidad lo hicieran antes, puesto que dada la mentalidad de los nazis habrían consumado la destrucción y la esclavitud del resto del mundo. (...)

Hay que desear que el espíritu que impulsó a Alfred Nobel cuando creó su gran institución, el espíritu de solidaridad y confianza, de generosidad y fraternidad entre los hombres, prevalezca en la mente de quienes dependen las decisiones que determinarán nuestro destino. De otra manera la civilización quedaría condenada.

Einstein: Hay que ganar la paz (1945).55​
https://thebulletin.org/

domingo, 24 de diciembre de 2017

Laureada con Nobel de la Paz insta prohibir armas nucleares.

Agencias

Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN por sus siglas en inglés),  Una destacada activista de la organización ganadora este año del Premio Nobel de la Paz, comparó el domingo el objetivo de su grupo con su lucha personal por sobrevivir al bombardeo atómico de Hiroshima.

Setsuko Thurlow, que tenía 13 años cuando una bomba nuclear devastó la ciudad japonesa en 1945, habló durante la presentación formal del premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega. El grupo es una fuerza impulsora de un tratado internacional para prohibir las armas nucleares.

Thurlow dijo que la explosión la dejó enterrada bajo los escombros de su escuela, pero que pudo ver algo de luz y salir arrastrándose hasta un sitio seguro.

“Ahora nuestra luz es el tratado de prohibición” de las armas nucleares, dijo. “Repito esas palabras que escuché y que me llamaron en aquellas ruinas de Hiroshima: ‘No te rindas. Sigue empujando. ¿Ves la luz? Arrástrate hacia ella’“.

El tratado ha sido firmado por 56 países -ninguno de ellos potencia nuclear- pero ratificado por solo tres. Para ser vinculante requiere la ratificación de 50 países.

La directora ejecutiva de la ICAN, Beatrice Fihn, quien aceptó el premio junto con Thurlow, dijo que aunque el tratado está lejos de ser ratificado “ahora, por fin, tenemos una norma inequívoca contra las armas nucleares”.

“Este es el camino a seguir. Solo hay una manera de prevenir el uso de armas nucleares: prohibirlas y eliminarlas”, agregó.

Los otros premios Nobel anunciados en octubre -ganadores de los premios de Literatura, Física, Química, Medicina y Economía- estaban por recibir sus premios el domingo más tarde en Estocolmo.

jueves, 14 de diciembre de 2017

_- Emotivo alegato antinuclear en la entrega del Nobel de la Paz en Oslo al ICAN. Estados Unidos, Reino Unido y Francia, potencias nucleares, no enviaron a sus embajadores a la ceremonia en señal de protesta.

_- Agencias


La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) hizo este domingo un emotivo alegato contra los arsenales atómicos al recibir el Nobel de la Paz y, con el drama de Hiroshima de fondo, urgió a las grandes potencias a unirse al tratado de prohibición consensuado en la ONU.

Esta organización que agrupa a 468 entidades y ONGs en 101 países estuvo representada por su directora ejecutiva, Beatrice Fihn, y la activista y superviviente de la bomba atómica lanzada en 1945 por Estados Unidos sobre Hiroshima (Japón) Setsuko Thurlow, que recogieron juntas el premio y pronunciaron un discurso a medias.

"Representamos la única elección racional, representamos a los que rehúsan aceptar las armas nucleares como un elemento del mundo, unir sus destinos a las líneas de un código de lanzamiento. La nuestra es la única realidad posible, la alternativa es impensable", dijo Fihn al recibir el premio en Oslo.

Fihn rechazó el efecto disuasorio de las potencias nucleares y sostuvo que su utilidad "real" es "provocar miedo y negar la libertad, atrayendo a más países a la carrera nuclear".

Frente a la "aceptación ciega" llamó a reclamar "la libertad de no vivir nuestras vidas como rehenes de una aniquilación inminente" y sostuvo que la ICAN es "la voz de la humanidad".

El alegato estuvo dirigido a que las potencias nucleares -entre ellas Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que no enviaron a embajadores a la ceremonia en señal de protesta- acaben con la "amenaza" que suponen sus arsenales atómicos para la Humanidad y se unan al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, que 122 países aprobaron el pasado julio en la ONU.

"La historia de las armas nucleares tendrá un final, de nosotros depende cuál será. ¿Será su fin o el nuestro? Una de esas cosas pasará", afirmó Fihn, quien definió el tratado como "una luz en un tiempo oscuro".

Tras la parte más política y activista del discurso, fue el turno del dramático relato de Setsuko Thurlow, sobreviviente de la bomba atómica lanzada en 1945 por Estados Unidos a la japonesa Hiroshima, que definió las armas nucleares como "el mal máximo" y pidió poner fin de una "locura" intolerable.

"Quiero hacerles sentir la presencia de quienes murieron en Hiroshima y Nagasaki, quiero hacerles sentir una gran nube de un cuarto de millón de almas. Cada persona tenía un nombre, cada persona era amada por alguien. Asegurémonos de que sus muertes no fueron en vano", dijo Thurlow.

La japonesa de 85 años recordó el día del bombardeo, la sensación de "flotar" en el aire, el colapso de su escuela, los gritos de sus compañeros y su sobrino Eiji, de 4 años, convertido en "un trozo fundido de carne" que siguió pidiendo agua hasta morir.
"Mientras salía arrastrándome, las ruinas ardían. La mayoría de mis compañeros murieron quemados vivos. Vi a mi alrededor una devastación total, inimaginable", contó, en declaraciones citadas por la agencia de noticias EFE.

La imagen de ese día en su memoria fue contundente. Había "procesiones de figuras fantasmagóricas que se arrastraban. Gente herida grotescamente sangraba, quemada, ennegrecida, hinchada. Les faltaban partes del cuerpo, la carne y la piel colgaba de sus huesos, algunos tenían las órbitas de los ojos en las manos; otros, los estómagos abiertos y los intestinos colgando", recordó.

Y sostuvo que hay que desmontar el "mito" que las de Hiroshima y Nagasaki fueron "bombas buenas" que acabaron con una "guerra justa", sino que fueron parte de la "desastrosa" carrera armamentista nuclear.

Por su parte, la jurado del Nobel, Berit Reiss-Andersen, reconoció que el mensaje de ICAN es "que el mundo nunca será seguro mientras tengamos armas nucleares".

La firma del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares fue el mayor logro de ICAN, que le permitió adjudicarse el galardón anunciado el 6 de octubre último.

El texto prohíbe la producción, posesión, utilización y el almacenamiento de armas nucleares, pese a la resistencia de las potencias nucleares y sus aliados.

"Este tratado tiene poderosos adversarios pero es más importante que nunca", dijo Reiss-Andersen y agregó que la ICAN "sirve a los intereses de la humanidad", informó la agencia de noticias DPA.

El premio, que se entrega en el aniversario de la muerte del creador de los galardones, Alfred Nobel, está dotado con nueve millones de coronas suecas, unos 1,05 millones de dólares.


Redemption Song
(Bob Marley, autor) Versión de John Legend

Old pirates, yes, they rob I
Sold I to the merchant ships
Minutes after they took I
From the bottomless pit
But my hand was made strong
By the hand of the Almighty
We forward in this generation
Triumphantly
Won't you help to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever have
Redemption songs
Redemption songs

Emancipate yourselves from mental slavery
None but ourselves can free our minds
Have no fear for atomic energy
'Cause none of them can stop the time
How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look? Ooh
Some say it's just a part of it
We've got to fulfill the Book
Won't you help to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever have
Redemption songs
Redemption songs
Redemption songs

Emancipate yourselves from mental slavery
None but ourselves can free our minds
Wo! Have no fear for atomic energy
'Cause none of them-a can-a stop-a the time
How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look?
Yes, some say it's just a part of it
We've got to fulfill the book
Won't you have to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever had
Redemption songs
All I ever had
Redemption songs
These songs of freedom
Songs of freedom

Viejos piratas, si, ellos me robaron
y me vendieron a barcos mercantes
minutos después me sacaron
del agujero mas cruel
Pero mis manos se hicieron fuertes
por la mano del todopoderoso
nos levantamos triunfalmente en esta generación
Todo lo que siempre he tenido son canciones de libertad
nos ayudas a cantar estas canciones de libertad?
Porque es todo lo que tengo, canciones redentoras.

Emanciparte de tu esclavitud mental
Nadie excepto nosotros mismos puede liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía atómica
Porque ninguno de ellos puede detener el tiempo
Cuanto tiempo más mataran nuestros profetas
Mientras nos quedamos mirando a otro lado
Alguien dijo esto es solo una parte
debemos también nosotros escribir en el libro

Por que no ayudas a cantar, estas canciones de libertad
Porque es todo lo que tengo, canciones redentoras,
canciones redentoras, canciones redentoras.

Emanciparte de tu esclavitud mental
Nadie excepto nosotros mismos puede liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía atómica
Porque ninguno de ellos puede detener el tiempo
Cuanto tiempo más matarán nuestros profetas
Mientras nos quedamos mirando a otro lado
Alguien dijo esto es solo una parte
debemos también nosotros escribir en el libro

Por que no ayudas a cantar, estas canciones de libertad
Porque es todo lo que tengo, canciones redentoras
Todo lo que tengo, canciones redentoras
Estas canciones de libertad, canciones de libertad

lunes, 11 de diciembre de 2017

_- "Las muertes de millones de personas podrían estar a tan sólo una pequeña rabieta de distancia", dice la líder de Ican, la organización ganadora del Nobel de la Paz 2017. Redacción BBC Mundo

_- El mundo enfrenta una "crisis nuclear" procedente de "un ego herido", destacó Beatrice Fihn, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (Ican, por sus siglas en inglés), organización galardonada con el Nobel de la Paz.

Al aceptar el premio, el domingo en Oslo, Fihn dijo que "las muertes de millones podrían estar a sólo una pequeña rabieta de distancia". "Tenemos una opción: el fin de las armas nucleares o nuestro fin", advirtió.
La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte ha aumentado en los últimos meses por el programa armamentístico de la nación asiática. El conflicto abierto entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, incluso derivó en ocasiones en ataques personales.

Durante la ceremonia del galardón en Oslo, Fihn consideró que, en estas circunstancias, "un momento de pánico" podría llevar a la "destrucción de ciudades y a las muertes de millones de civiles" a causa de las armas nucleares.
El riesgo de que ese tipo de armas sean usadas, indicó, era "más grande hoy en día que durante la Guerra Fría".

Una sobreviviente
Ican es una coalición de cientos de organizaciones no gubernamentales que han luchado para llegar a un tratado que prohíba las armas nucleares.
Fihn junto a Setsuko Thurlow
Antes de hacer la presentación del premio, la presidenta del comité del Nobel, Berit Reiss-Andersen, hizo una advertencia similar:
"Líderes irresponsables pueden llegar al poder en cualquier estado nuclear".
Reiss-Andersen elogió a Ican no sólo por haber logrado concienciar sobre los peligros de las armas nucleares, sino por intentar erradicarlas.

También reconoció las contribuciones de Setsuko Thurlow, una sobreviviente de la bomba atómica que fue lanzada en Hiroshima y que ahora, a sus 85 años, es una de las activistas de Ican.
Thurlow, quien fue rescatada de los escombros de un edificio que colapsó durante el ataque, dijo que la mayoría de sus compañeros de escuela, quienes estaban en el mismo salón, murieron quemados.

"Procesiones de figuras fantasmales pasaban arrastrando los pies", dijo Thurlow el domingo. "Personas grotescamente quemadas, desangrándose, ennegrecidas e hinchadas", recordó.

La retórica amenazante
En septiembre, en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Trump urgió a los líderes del mundo a hacer frente a las amenazas de Kim Jong-un y advirtió que, de lo contrario, está preparado para la "destrucción total" de Corea del Norte.

"Ninguna nación en la Tierra tiene el interés de ver que esta banda de criminales se arme con dispositivos nucleares y misiles. Estados Unidos tiene fuerza y paciencia, pero si se ve obligado a defenderse o a defender a sus aliados, no habrá otra opción que la total destrucción de Corea del Norte", afirmó.

Ese mismo mes, Corea del Norte anunció que había llevado a cabo una prueba de una bomba de hidrógeno que puede ser transportada en un misil balístico de largo alcance. El país asiático indicó que esta prueba, su sextoensayo nuclear, fue "un éxito perfecto" y ocurrió después de que sismólogos detectaron fuertes temblores en la región.

Una nueva fuerza
La ICAN fue creada en 2007 con el ánimo de impulsar a los países a firmar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares propuesto ese mismo año en el seno de Naciones Unidas.

Actualmente tiene su sede en Ginebra, Suiza. Hasta el pasado mes de julio, 122 países alrededor del mundo han firmado el tratado. Sin embargo, 69 países se han abstenido de hacerlo, entre los que se encuentran las potencias mundiales como Rusia, Estados Unidos y China. "En el último año, la ICAN, han tomado una nueva fuerza, un nuevo vigor, en alcanzar la meta de tener un mundo sin armas nucleares", dijo el Comité del Nobel.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-42299844

Organizaciones por la paz y contra las armas nucleares.
http://www.icanw.org/campaign/partner-organizations/


When you're weary, feeling small
When tears are in your eyes, I'll dry them all (all)
I'm on your side, oh, when times get rough
And friends just can't be found
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
When you're down and out
When you're on the street
When evening falls so hard
I will comfort you (ooo)
I'll take your part, oh, when darkness comes
And pain is all around
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Sail on silver girl
Sail on Silver Girl,
Sail on by
Your time has come to shine
All your dreams are on their way
See how they shine
If you need a friend
I'm sailing right behind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
        Cuando estés abrumado
y te sientas pequeño
Cuando haya lágrimas en tus ojos,
yo las secaré todas
Estoy a tu lado.
Cuando las circunstancias sean adversas
Y simplemente no encuentres amigos
Como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
Cuando te sientas deprimido y extraño
cuando te encuentres perdido
cuando la noche caiga sin piedad
Yo te consolaré
Yo estaré a tu lado
Cuando llegue la oscuridad
y te envuelvan las penas
como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
Navega, chica plateada
Navega
Ha comenzado a brillar tu estrella
todos tus sueños se verán colmados
Mira cómo resplandecen
Si necesitas un amigo,
Yo navego tras de ti
Como un puente sobre aguas turbulentas
Aliviaré tu mente
Como un puente sobre aguas turbulentas
Aliviaré tu mente.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

_- Por la abolición de las armas nucleares



_- El Premio Nobel de la Paz, otorgado a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), una coalición de cientos de ONG de decenas de países, pone de manifiesto la irresponsabilidad de los Estados al tratar de disuadir mediante el terror. Lejos de garantizar la paz, se extiende el riesgo de una catástrofe monstruosa, como lo ejemplifica la crisis coreana.

«El mundo es lo que es, es decir, poca cosa. Es lo que todos sabemos desde ayer». Así comienza el editorial del diario Combat (leer aquí el texto íntegro en francés), del 8 de agosto de 1945, escrito por su redactor jefe, Albert Camus. Dos días antes, el 6 de agosto, una bomba atómica lanzada desde un avión de la US Air Force había destruido la ciudad japonesa de Hiroshima y segado la vida de al menos 70.000 personas, antes de que una segunda, lanzada el 9 de agosto, en la ciudad de Nagasaki, provocase, según las cifras más optimistas, 40.000 muertes; el historiador norteamericano Howard Zinn cree que el número total de víctimas ascendió a 250.000.

En la soledad más absoluta, Camus fue uno de los pocos que no aplaudió a pesar de dirigir un diario salido de la Resistencia; quería desde luego la capitulación de Japón, aliado de la Alemania nazi, pero veía más allá del hecho inmediato y de la complacencia ciega por un progreso destructor que, en los medios de comunicación de la época, se imponía sobre cualquier otra consideración. «Nosotros lo resumiremos en una frase: la civilización mecánica acaba de alcanzar su último grado de salvajismo. Será preciso elegir, en un futuro más o menos próximo, entre el suicidio colectivo o la utilización inteligente de las conquistas científicas», escribirá.

En claro contraste, para ser conscientes de la audacia de Camus frente al espíritu de la época, baste con recordar la edición de Le Monde, de ese mismo 8 de agosto de 1945, fríamente aséptica en su primera, pero adornada con un antetítulo que resume la inconsciencia colectiva frente a las técnicas mortíferas: «Una revolución científica».

Nos separan 72 años de este editorial de Combat y, sin embargo, su conclusión parece una profecía más de actualidad que nunca: «Nosotros nos rehusamos a sacar de una noticia tan grave otra conclusión que no sea la decisión de abogar más enérgicamente aún a favor de una verdadera sociedad internacional, en la que las grandes potencias no tengan derechos superiores a los de las pequeñas y medianas naciones, en la que la guerra, azote hecho definitivo por el solo efecto de la inteligencia humana, no depende más de los apetitos o de las doctrinas de tal o cual Estado. Ante las perspectivas aterradoras que se abren a la humanidad, percibimos aún mejor que la paz es la única lucha que vale la pena entablar. No es ya un ruego, sino una orden que debe subir de los pueblos hacia los gobierno, la orden de elegir definitivamente entre el infierno y la razón».

Esta orden acaba de renovarla el Comité Nobel al distinguir, con el Premio de la Paz 2017, a la ICAN (International Campaign to Abolish Nuclear Weapons). «Vivimos en un mundo en el que el riesgo de que se empleen armas nucleares es más elevado de lo que lo ha sido en mucho tiempo», señaló la presidenta del comité noruego, Berit Reiss-Andersen. «Algunos países modernizan sus arsenales nucleares y el peligro de que más países se doten de armas nucleares es real, como ha demostrado Corea del Norte». Acto seguido, instó a las potencias nucleares a entablar «negociaciones serias» para acabar con sus arsenales.

Al destacar una campaña internacional que surge de la sociedad civil, el Nobel interpela a la ceguera colectiva de un mundo en el que la potencia establecida tiene como sinónimo la destrucción potencial. Esta ceguera también es el de cada uno de nosotros, incapaces de imaginar que lo peor pueda surgir de la modernidad científica más completa y, al mismo tiempo, la más perversa, la inteligencia humana que ha conseguido inventar el arma capaz de exterminar a nuestra propia especie mediante la destrucción de todos los seres vivos del planeta.

El mantenimiento de la bomba nuclear, su producción y su proliferación, pone de evidencia, hasta lo absurdo, el estado un mundo cuyo orden aparente no es sino un desorden persistente. Del mismo modo que son los cinco primeros compradores de armas del mundo –que alimentan con su comercio guerras que la ONU, en teoría, ha de hacer frente–, los cinco Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que disponen de un derecho de veto, fueron las primeras naciones en dotarse de esta arma definitiva de destrucción masiva: Estados Unidos, Rusia (después de la URSS), Reino Unido, Francia y China.

Después se sumarían otras cuatro potencias nucleares: India, Pakistán, Israel, Corea del Norte, que se inscriben en zonas geopolíticas de conflictos de larga duración, donde su desarrollo es tan incierto como incontrolables pueden pasar a ser sus actores algún día. Y vendrán otros inevitablemente mañana en un mundo definitivamente transnacional, de conexión y de redes, como ha demostrado el papel activo de un científico pakistaní, Abdul Qadeer Khan, héroe nacional de su país donde es considerado el padre de la bomba atómica, en la proliferación internacional sobre todo hacia Corea del Norte.

Ayer consistía en un presunto argumento de equilibrio durante una guerra fría de dos ejes, americano y soviético –«La disuasión contiene la extrema violencia», resumía Raymon Aron–, las armas nucleares ahora se sueltan en un mundo multipolar, cuyos interventores tienen sus propias lógicas de supervivencia y protección, fuera del juego de las antiguas grandes potencias. Su posesión se ha convertido en el comodín de las dictaduras de naciones pobres, pequeñas o frágiles, frente a la arrogancia dominadora y predadora de las democracias de los países ricos.

Por peligrosa que sea para la paz del mundo, sobre todo frente a Estados Unidos país dirigido por el imprevisible Donald Trump, la actitud de la Corea del Norte de Kim Jong-un es racional, desde el punto de vista de su propio poder totalitario y de su propia supervivencia. Las caídas violentas de Sadam Hussein en Irak y después de Gadafi en Libia, provocadas por intervenciones militares extranjeras que han sumido a sus respectivos países en el caos, lo han convencido evidentemente, lo mismo que ellas convencerán mañana a otros tiranos opresores de sus pueblos, de que la posesión de armas nucleares es el único seguro de vida de su reino y de su persona.

De modo que la imprevisión y la irresponsabilidad están del lado de las viejas potencias que se apoyan en una estrategia de disuasión que ya no controlan en la medida en que su corolario, la no proliferación de armas nucleares, cada vez es más aleatorio. Por el contrario, el realismo y la lucidez están del lado de la ICAN, coalición formada por casi 500 ONG que actúan en más de cien países. Nacida en 2007, en diez años ha sabido llevar hasta la ONU un tratado de prohibición de las armas nucleares, aprobado en julio pasado por 122 países y sometido a ratificacióndesde el 20 de septiembre (el texto está disponible aquí y la presentación del ICAN aquí). Como las otras grandes potencias del Viejo Mundo, Francia se opone, por voz de sus gobernantes sin imaginación ni visión, definitivamente sordos a la llamada de Camus a elegir entre el infierno y la razón.

El Tratado de prohibición o la victoria de Günther Anders

Como sucede a menudo, las sociedades son más inteligentes que los Estados que fingen regentarlos. Lo mismo que con las minas antipersonas o las bombas de racimo –gracias a las campañas de opinión, hay convenciones internacionales que las prohíben desde 1997 y 2008–, la movilización ciudadana ha permitido paliar la incapacidad de las potencias a la hora de poner en marcha sus propios compromisos. El Tratado de No Proliferación Nuclear, de 1968, dice, en su artículo 6, que los Estados firmantes se comprometían «de buena fe a iniciar negociaciones sobre medidas eficaces relativas al cese de la carrera de armamentos nucleares en fecha cercana y al desarme nuclear y sobre un tratado de desarme general y completo bajo estricto y eficaz control internacional».

Ha ocurrido exactamente lo contrario. El número de potencias nucleares casi se ha duplicado, el privilegio del terror que se cernía sobre las primeras de entre ellas ha sido cuestionado cada vez más. Según un informe reciente del Senado francés, nueve Estados poseían, a principios de 2016, alrededor de 15.395 armas nucleares. La proliferación de estas armas de destrucción masiva es una realidad tangible, cinco naciones europeas, además de Francia, tienen, según la ICAN, bombas atómicas en el marco de los acuerdos de la OTAN. Y, siempre según la coalición internacional, los países que tienen armas nucleares gastan cada año al menos 105.000 millones de dólares para el mantenimiento y la modernización de sus arsenales, una suma increíble que podría ser destinada de forma útil al servicio del bien común de los respectivos pueblos, en sanidad, educación, equipamiento, etc. Y, por último, el audaz discurso de Barack Obama en 2009 en Praga instando a «un mundo sin armas nucleares» quedó en papel mojado.

Con este argumentario, tan concreto como pertinente, la ICAN consiguió imponer un tratado de prohibición de las armas nucleares, igual que existe con las armas biológicas y químicas. Dicho de otro modo, prohibir las armas de destrucción masiva cuyo uso amenaza el género humano y supone un crimen contra la humanidad. El artículo 1 de tratado dice que estará prohibido «en cualquier circunstancia desarrollar, probar, producir, fabricar, comprar, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos». Además, prohíbe también las políticas de disuasión y recuerda que es una pedagogía desastrosa del miedo: «Tal y como recoge la Carta de Naciones Unidas, los Estados deben abstenerse, en sus relaciones internacionales, de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza», los firmantes del tratado deberán comprometerse a «no emplear nunca, ni amenazar con emplear, nunca, en ninguna circunstancia, armas nucleares».

Günther Anders ya no está en este mundo para ver el punto en que se encuentra el que fue su compromiso vital. Llamado en realidad Günther Stern (1902-1992), primer marido de otra gran figura de la intelectualidad del siglo pasado, Hannah Arendt, fue el primer filósofo de la era atómica y más esencialmente un pensador de la catástrofe. Conocido por el gran público, a comienzo de los 60, por su diálogo con Claude Eatherly, presentado como «el piloto de Hiroshima», es en realidad el hombre que transmitió a la tripulación del bombardeo la luz verde ("Go ahead") del presidente norteamericano y que vivió desde entonces lleno de remordimientos. Esta correspondencia, recientemente recuperada en la obra Hiroshima est partout, es una ilustración pedagógica –como lo será en 1988 su formidable Nous, fils Eichmann, interpelación del hijo arrepentido del artífice del exterminio de los judíos de Europa– de su reflexión decisiva sobre el significado de la bomba atómica, más allá mismo de su monstruosidad.

Para Anders, abruma un mundo prisionero de la técnica, de su eficacia a corta vista y de su irresponsabilidad más esencial, un mundo deshumanizado que ya no sabe imaginar, y sobre todo la posibilidad de la catástrofe, ni sentir, y especialmente el aumento de los peligros. Nuestra alienación, no dejó de repetir, es no llegar a pensar en la repetición, no conseguir entrever «que lo que se había producido una vez podía producirse una segunda vez e incluso con menos inhibición». Lo que llamaba «el síndrome Nagasaki», esta repetición a menudo eclipsada, «desenvuelta, irreflexiva, desmotivada», insistía, de la destrucción de Hiroshima. Basta con leer las reacciones oficiales francesas a la campaña de la ICAN –«El contexto internacional no permite ninguna debilidad», se deleitó el Ministerio de Asuntos Exteriores –para comprender cómo el pensamiento de Anders resuena aún como una saludable provocación.

En su obra principal, iniciada en los años 50, L’Obsolescence de l’homme, no duda en afirmar que «los señores de la bomba son nihilistas activos». Porque el que admite que el efecto de su acto pueda ser el aniquilamiento de la humanidad deberá ser considerado como culpable de nihilismo destructor a escala planetaria. «Cualquier hombre tiene los principios de la cosa que posee», enuncia Anders: por tanto, poseer la bomba atómica, es aceptar la posibilidad de la destrucción de la humanidad y de los seres vivos por parte de los hombres. En la era atómica, concluye, «existimos cual muertos vivientes. Y es verdaderamente la primera vez».

Mientras Donald Trump amenazaba, en la última asamblea general de Naciones Unidas, con «destruir totalmente» Corea del Norte, antes de evocar recientemente su enigmático «calma antes de la tempestad», seguido de un misterioso «una sola cosa funcionará». Francia socio de Estados Unidos y de Reino Unido, ha acabado con el tratado de prohibición de la bomba atómica al afirmar que «desprecia claramente las realidades del entorno de seguridad mundial». ¡Como si las armas nucleares nos fuesen de alguna ayuda frente a las inestabilidades del mundo que nutren injusticias económicas, negaciones democráticas, desordenes guerreros y cambios climáticos!

Como si, sobre todo Francia, no tuviese que meditar esta obstinación nuclear que, con la presidencia de François Mitterrand, promotor del mayor número de ensayos nucleares en el Pacífico, la cegó al nuevo mundo multipolar que venía. No es casualidad si Paul Quilès, ministro de Defensa socialista en 1985 fue testigo del desastre del caso Greenpeace, ese atentado ocurrido en Nueva Zelanda fruto de la arrogancia nuclear francesa, es hoy el político más comprometido con el desarme nuclear (ver aquí su blog). Como el piloto de Hiroshima, meditó la ceguera humana de una potencia basada en el dominio de los asesinatos masivos. Es hora de elegir entre el infierno y la razón.
Versión española : Mariola Moreno, infoLibre, socio editorial de Mediapart.
Edición Irene Casado Sánchez.
Edwy Plenel Periodista francés, antiguo militante de la LCR, director de la redacción de Le Monde de 1996 a 2004, fue despedido por divergencias en la dirección del periódico. Actualmente es director de Mediapart, el principal órgano informativo de la izquierda francesa en internet.

Fuente:
https://www.mediapart.fr/es/journal/international/171017/por-la-abolicion-de-las-armas-nucleares?onglet=full

Organizaciones por la paz y contra las armas nucleares:
http://www.icanw.org/campaign/partner-organizations/