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martes, 13 de diciembre de 2022

Piedra de Rosetta: la batalla entre Jean-Francois Champollion y Thomas Young por descifrarla (sin la que no conoceríamos la historia del Antiguo Egipto)

Indudablemente era una de las civilizaciones más grandiosas del planeta y sus impresionantes monumentos eran prueba de su magnificencia.
Pero sus secretos estaban ocultos.

La historia del Antiguo Egipto se la había llevado el viento del olvido.
Quizás las voces labradas en sus vestigios podrían contarla, pero por siglos los expertos habían intentado descifrar el código en vano.
Al final, una piedra y una batalla entre dos mentes brillantes ayudaron a resolver el misterio.
Fue un duelo en el que estaba tanto el orgullo personal como el nacional en juego, entre un genio de las lenguas francés, Jean-Francois Champollion, y un célebre polímata británico, Thomas Young.

La piedra
En su campaña para conquistar el Mediterráneo oriental y amenazar el dominio británico en India, Napoleón Bonaparte invadió Egipto en 1798.
El país había estado prácticamente cerrado a los europeos durante siglos, y su civilización perdida asombró a los franceses.
4.500 años después de su construcción, la gran pirámide de Giza seguía siendo la edificación más alta del mundo. (Batalla de las Pirámides, de Antoine-Jean Gros)
En julio de 1799, mientras excavaban cerca de la ciudad de Rosetta (hoy Rashid) en el delta del Nilo, se toparon con un hallazgo único.
Una piedra con tres tipos de inscripciones: los misteriosos jeroglíficos antiguos en la parte superior, un texto desconocido en el centro (que después se llamaría egipcio demótico) y, en la parte inferior, griego antiguo.

Además de soldados, Napoleón había llevado un ejército de 167 eruditos, incluidos anticuarios, artistas y lingüistas, que reconocieron su valor.
Ese octubre, el propio Napoleón, recién regresado de Egipto, le dijo al Instituto Nacional de París que la piedra era "un medio para adquirir cierta información de este, hasta ahora, lenguaje ininteligible".
El idioma griego era conocido, así que sabiendo qué decía la milenaria escritura, hallarían claves para entenderla.
La piedra de Rosetta, con jeroglíficos, egipcio demótico y griego antiguo.
La piedra de Rosetta, con jeroglíficos, egipcio demótico y griego antiguo. FUENTE DE LA IMAGEN.

Esa roca prometía desentrañar la antigua cultura de Egipto.
Pero hubo problemas.

La guerra
El primero fue el vicealmirante de la Marina Real británica, Horatio Nelson.
En la Batalla del Nilo en agosto de 1798, Nelson había atacado a la flota francesa en Alejandría y la había hecho trizas, atrapando a los franceses en Egipto.
Después de tres años de asedio, los británicos finalmente los expulsaron, y todo lo que le "pertenecía" a Francia pasó a manos de Gran Bretaña y sus aliados.
Incluida la piedra de Rosetta.
Los franceses, sin embargo, habían hecho copias.
Los mejores lingüistas en París ya estaban tratando de descifrarla, sin éxito.

Pero, entre tanto, en las provincias, un niño prodigio crecía alentado por su hermano mayor para que cultivara su don con los idiomas.
Fue su obsesión por saber cuál era el origen del mundo lo que lo llevó desde niño a estudiar idiomas antiguos. (Champollion el Jóven, por Madame de Rumilly)
Aunque eran demasiado pobres para una educación privilegiada, a los 13 años, Champollion ya había aprendido seis lenguas antiguas.

El griego
La inscripción griega en la piedra de Rosetta indicaba que era propaganda del 285º faraón de Egipto, Ptolomeo V.
Cuando la encargó en 196 a.C., la civilización egipcia había existido durante 3.000 años, pero sus días de gloria estaban en el pasado.
Tras una serie de invasiones, había sido conquistada en 332 a.C. por Alejandro Magno, quien se hizo faraón, trajo su propio gobierno y convirtió al griego en el idioma de los gobernantes.
Su presencia era resentida.
Desesperado, Ptolomeo V erigió tabletas de piedra en los templos, proclamando sus virtudes y subrayando que él era el faraón legítimo.
Pasarían 19 siglos antes de que una de ellas consiguiera por fin parte de su propósito: revivir la gloria de su civilización.

El británico
Young era una brillante personalidad de la Ilustración, con contribuciones notables a los campos de la visión, la luz, la mecánica de sólidos, la energía, la fisiología y la armonía musical.

Thomas Young (1773-1829) usó su teoría ondulatoria de la luz para explicar los colores de películas delgadas.
Cuando en 1814 asumió el reto de descifrar al Antiguo Egipto, aparte de su intelecto, prestigio y riqueza, tenía la ventaja de que la piedra de Rosetta estaba en el Museo Británico.
Traducirla antes que los franceses era cuestión de honor.
Pero el problema de Young y Champollion era que nadie sabía realmente qué eran los jeroglíficos.
¿Símbolos o letras que representaban los sonidos de un idioma hablado?

Los jeroglíficos
Los símbolos comunican ideas, pero no son un lenguaje: no se pueden leer de la misma manera que el texto de un libro.
Por siglos el pensamiento europeo reflejaba el de los antiguos griegos y romanos, quienes le atribuían a Egipto la invención de la escritura, como un regalo de los dioses, pero creían que los jeroglíficos eran símbolos impenetrables de la antigua sabiduría egipcia.
Afirmaban que eran signos conceptuales, en los que, por ejemplo, un pictograma de un halcón representaba la rapidez.
Algunos estudiosos habían aventurado conjeturas útiles, como el clérigo inglés Abbé Barthélemy, quien supuso -correctamente- en 1762 de que unos "paquetes de símbolos" atados por una cuerda -que los soldados franceses más tarde llamaron 'cartuchos'- podían contener los nombres de reyes o dioses.

En los cartuchos, una cuerda anudada rodea el nombre del faraón, protegiéndolo para la eternidad (y evitando una lectura equívoca).
Pero el consenso, en ese momento, era que los jeroglíficos eran símbolos silenciosos.

Matemáticas
La última frase escrita en griego en la piedra de Rosetta alentó a los posibles descifradores:
"Este decreto se inscribirá en una estela de piedra dura en caracteres sagrados y nativos y griegos...".
En otras palabras, las tres inscripciones eran equivalentes en significado.
Young abordó los ilegibles textos como un código que debía descifrarse con el poder de la lógica y el análisis numérico.
El método era sencillo: si contaba las veces que aparecía una palabra en griego -por ejemplo Ptolomeo- y encontraba grupos de símbolos que aparecieran un número similar de veces, podría ir dilucidando un alfabeto, unas palabras y unas frases.
Champollion adoptó un enfoque completamente diferente.

Copto
Había logrado el sueño de ir a París a estudiar lenguas orientales con el principal lingüista del país, Silvestre de Sacy, quien ya había tratado de desvelar el enigma de la piedra de Rosetta.
Ptolomeo escrito en la piedra de Rosetta, en jeroglífico, demótico y griego.
Y aunque el maestro lo desalentó, alegando que los jeroglíficos eran encarnaciones de ideas y entenderlas era tan monumentalmente difícil que, de poderse lograr, tomaría una vida entera, Champollion no desistió.
Estaba convencido de que los jeroglíficos conformaban palabras, y las palabras debían pronunciarse.
Como lingüista, pensaba que revelaría su significado a través del estudio de las lenguas antiguas de Egipto.
Así que se propuso aprender el último idioma conocido hablado en la época de los jeroglíficos: el copto.
El copto hablado descendía del idioma del antiguo Egipto, pero el escrito no era jeroglífico; era alfabético, como el griego y el latín.
Si los jeroglíficos estaban conectados al copto, eran la escritura de un idioma, no símbolos místicos vagos.

Cartuchos
En vez de colaboradores, Young y Champallion se volvieron rivales en una competencia a los ojos del mundo, con partidarios y opositores.
En esos jeroglíficos, algo llamaba la atención: aquellos cartuchos con los nombres de faraones a veces contenían los mismos elementos en el mismo orden pero podían ser verticales u horizontales y, lo que era aún más confuso, podían estar escritos de derecha a izquierda o viceversa.
Young notó que, en esos casos, eran un reflejo: como si escribieras 'HOLA' y 'ALOH'... entonces, ¿cómo saber en qué dirección se leía un texto?
Dos cartuchos con los mismos elementos en el mismo orden pero en diferentes direcciones.
Iguales pero al revés. La clave estaba en la cabeza del felino.
Descubrió que dependía de la dirección de las caras de los animales.
Además, trató de hacer coincidir las letras 'p, t, o, l, m, e, s' en Ptolmes, la ortografía griega de Ptolomeo, con los jeroglíficos en el cartucho con el nombre del gobernante y tras aplicar la misma técnica al nombre de una reina ptolemaica, Berenice, obtuvo un "alfabeto" jeroglífico tentativo.
Eran avances significativos que el polímata británico comenzó a publicar.

Sedición
Champollion también iba progresando en su tarea, pero con más dificultad, pues debía preocuparse por ganarse la vida.
En 1815 presentó su diccionario de copto para su publicación, pero su antiguo maestro, Sacy, lo bloqueó: era un poderoso enemigo que además de sentir animosidad personal y envidiarlo, también resentía sus afinidades republicanas.
Ese mismo año, la derrota en la batalla de Waterloo llevó al fin de Napoleón y la efímera República Francesa.
En el torbellino político, Champollion fue declarado culpable de sedición contra la Corona, removido de su trabajo en la Universidad de Grenoble y exiliado a la casa de su padre.

Libreta de jeroglíficos de Champollion. FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES

Entre tanto, Young acumulaba conocimientos, descubriendo los jeroglíficos para palabras como dios, rey, Isis, sacerdote... pero eso no significaba que pudiera leerlas.

Cleopatra
En diciembre de 1821, llegó a Inglaterra otro antiguo artefacto egipcio encontrado en el templo de File que quizás ofrecería más pistas: un obelisco con inscripciones en jeroglíficos y en griego antiguo.
Había sido hallado y comprado por el egiptólogo británico William John Bankes, quien había identificado en él el cartucho de Cleopatra.
Debía haberle dado más ventaja a Young, quien crucialmente ya había demostrado que los signos demóticos eran una derivación de los jeroglíficos, y concluído, correctamente, que la escritura demótica consistía en "imitaciones de los jeroglíficos... mezclados con letras del alfabeto".
Sin embargo, no dio el siguiente paso lógico: entender que la escritura jeroglífica en su conjunto, no solo los cartuchos, podía ser una escritura mixta como la escritura demótica.
Ese fue su gran error y el avance revolucionario que le dio el triunfo a Champollion.
El obelisco de File en el que fue el palacio de William John Bankes: Kingston Lacy, en Reino Unido.
Para cuando llegó el obelisco, Champollion ya había compuesto un "alfabeto" jeroglífico, con el que podía escribir, por ejemplo, el nombre de Cleopatra.
Al comparar lo que él había escrito con el cartucho del obelisco, comprobó que iba por muy buen camino.

Pero la prueba reina sería poder leer nombres de gobernantes sin saber de antemano cuáles eran y en cartuchos anteriores a la llegada de Alejandro Magno, para que los jeroglíficos no tuvieran la huella del griego antiguo.
Y lo logró: en dibujos de los templos de Abu Simbel en Nubia, de los que no se sabía nada, pudo leer el nombre del faraón Ramsés II por primera vez en miles de años.
Tras analizar la abrumadora combinación de signos fonéticos y no fonéticos, en septiembre de 1822 -23 años después de encontrada la piedra de Rosetta- Champollion anunció que había logrado descifrar los antiguos jeroglíficos egipcios.
Y él era la única persona en el mundo que podía leerlos.
Pero le esperaban más batallas por lidiar.

Noé
No sólo la élite educada de Europa se mostró escéptica -y a menudo contraria- sino que su logro lo llevó a un territorio peligroso.
La Iglesia católica había seguido el duelo de Young y Champollion con profunda preocupación.
Papiro contemporáneo del antiguo zodíaco de Dendera, un bajorrelieve egipcio del techo de una capilla dedicada a Osiris en el templo de Hathor. FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES

La razón era el diluvio de Noé, que los eruditos bíblicos habían fechado en el año 2.349 a.C. y que, según la verdad de la Biblia, había aniquilado a todas las civilizaciones anteriores.
Si los jeroglíficos demostraban que la civilización egipcia existía antes y después del diluvio, las palabras de los faraones socavarían los pilares del cristianismo.
Pero Champóllion tuvo la oportunidad de acallar los temores de la Iglesia cuando declaró que el zodiaco de Dendera, un relieve tallado en el techo de un templo que llegó a París, no era, como habían dicho varios académicos, anterior a Noé.
Aliviados, los religiosos hicieron pública su evaluación: la opinión de un perito librepensador era más valiosa que cualquier otra.

Celos y secretos
Sin embargo, la amarga batalla con sus numerosos críticos, a los que se había unido Young -quien inicialmente aplaudió a Champollion pero después se ofendió pues éste no reconocía su contribución en sus escritos- continuaba.
Los académicos dentro y fuera de Francia lo atacaban constantemente.
Por ellos y por él, tenía que poner a prueba su habilidad en los templos y tumbas del Antiguo Egipto.
Y necesitaba apoyo.
La Iglesia se lo ofreció, con la condición de que nunca revelara ningún hallazgo que contradijera sus enseñanzas.
Aceptó y, con el respaldo de Leopoldo II de Toscana y Carlos X de Francia, reunió un equipo con el que viajó por Egipto, deteniéndose en tantas tumbas y templos como pudo.
En Saqqara, visitó la pirámide más antigua del mundo, pero lo que lo sacudió fue un descubrimiento que le dijo algo increíble sobre la edad del mundo.

Dibujos tomados de la tumba de Menofre y de Eïmei.
Era una tumba y los jeroglíficos revelaron que era de Menofre, un sacerdote real de una dinastía anterior al Diluvio, lo que, según la Biblia, era imposible.
Consternado, varias décadas antes de Charles Darwin, dudó de la fecha de la Creación. Sin embargo no pudo hacer más que consignar su hallazgo en su diario privado y llevarse el secreto a su tumba.
Pero fue al llegar al Valle de los Reyes que finalmente pudo hacer más que leer jeroglíficos: logró empezar a comprenderlos.

La victoria final
A lo largo de su viaje, había leído historias ilegibles e incognoscibles por cientos de años, reviviendo mundos olvidados, gloriosas batallas, elaborados rituales y conocimientos perdidos.
Sin embargo, algo le intrigaba intensamente: por qué la muerte era tan importante para los antiguos egipcios; por qué creaban obras tan fantásticas para ocultarlas.
Y ahí, en el que fue el cementerio real durante casi 500 años, por fin entendió que ese no era un valle de muerte.
Era un valle de renacimiento.
Descubrió la razón de la magnificencia de las tumbas del Antiguo Egipto: los faraones eran los protectores de todos los egipcios en la vida y en la muerte, así que su viaje al más allá era trascendental.
Si los faraones sobrevivían su paso por el inframundo, también lo haría su pueblo.
Por toda la eternidad.
Champollion abrió las puertas de esa gran civilización perdida, y su llave fue la piedra de Rosetta.

*Este artículo se basa en parte en el docudrama "Egipto" de la BBC.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-62958968

jueves, 29 de noviembre de 2018

Geometría e imaginación



La Geometría nace en los albores de la humanidad, pues el hombre primitivo clasifica los objetos que le rodean según sus formas, tarea abstracta que lo impulsa a acercarse a esta ciencia intuitivamente. La geometría tiene en Egipto un carácter práctico, ya que los funcionarios del faraón usan las fórmulas para calcular áreas y longitudes, conocen así la configuración de cada parcela y la reconstruyen luego de que el Nilo vuelve a su cause después de una inundación; también, determinan de antemano la producción para el cobro de los impuestos.

Fue en Grecia donde la geometría se convierte en el estudio del orden espacial por medio de la relación de las formas y se considera a los objetos como entes ideales, que pueden ser manipulados mentalmente o con la sola ayuda de la regla y el compás. Pitágoras convierte a la Geometría en el ideal de su doctrina, en la que el concepto de demostración es aceptado como única la vía para el establecimiento de la verdad. Su conocimiento fue considerado básico para acceder a etapas superiores del desarrollo del espíritu humano. Su aporte es fundamental, pues eleva el concepto de número a la categoría de elemento primigenio, lo que también se da en las ciencias actuales.

El teorema de Pitágoras genera la primera crisis de la matemática. Sucede que si se asigna el valor de uno a cada cateto de un triángulo rectángulo, la hipotenusa mide raíz de dos, número que para los griegos no existe por ser inconmensurable. Llaman a estos números irracionales y los imaginan excepcionales. Veinticuatro siglos después, Cantor demuestra que los racionales son una parte insignificante de los irracionales.

Para Platón, la geometría y los números son la quinta esencia del lenguaje filosófico y el ideal simbólico de la verdad espiritual. Por eso inscribe a la entrada de su escuela Nadie entre aquí si no es geómetra ; a él mismo se le atribuye la frase de que Dios hace siempre Geometría. Cuando habla del dios geómetra, hace referencia al hijo de Zeus, Apolo, al que los griegos otorgan el dominio de las ciencias y las artes y en cuyo templo está grabada la inscripción: Gnothi séauton, o sea, conócete a ti mismo, que evoca al conocimiento adquirido por la vía de la Geometría.

En Grecia aparece también un problema de lógica pura: Para demostrar un resultado, denominado tesis, se parte de una o de varias hipótesis. La veracidad de la tesis depende de la validez del razonamiento con que se la obtiene y de la veracidad de las hipótesis. Entonces se debe partir de hipótesis ciertas para poder confirmar la tesis. Determinar la veracidad de la hipótesis exige considerarla como una tesis, cuya hipótesis se deberá comprobar también. Se entra así en un proceso sin fin en el que, a su vez, cada hipótesis se convierte en tesis a probar.

Euclides zanja esta dificultad al proponer un sistema en el que se acepta sin demostración la veracidad de ciertas hipótesis, a partir de las cuales se deduce la tesis. Su sistema se halla sintetizado en su obra cumbre “Los Elementos”, modelo axiomático deductivo que se basa en cinco postulados y definiciones precisas, que constituyen toda la geometría y la aritmética de entonces. Euclides sintetiza el método deductivo y esquematiza la Geometría del mundo antiguo y medieval.

A pesar de que veracidad del quinto postulado está fuera de toda duda, trae desde sus inicios el problema de si puede ser deducido de los otros cuatro. Durante los siguientes milenios, uno de los principales trabajos en la geometría va a consistir en determinar si el quinto postulado es dependiente de los otros cuatro o no, o sea si puede ser considerado un teorema deducible de los otros. Hasta la alta Edad Media en las escuelas y en las universidades se enseña “Los Elementos”, pero aunque nunca se logra deducir si el quinto postulado es o no dependiente de los otros cuatro, se le dan formulaciones equivalentes, una de estas formulaciones dice que por un punto fuera de una recta pasa una sola recta paralela a dicha recta.

Axioma es una palabra que en griego significa “lo que parece justo o evidente”, para los filósofos antiguos de Grecia era aquello que no necesita ser demostrado; entonces, si se razona con axiomas se puede revelar el resto del conocimiento humano. Para la matemática, un axioma es una expresión lógica utilizada para racionalmente llegar a una conclusión. Resta por saber si hay contradicciones que se deducen de un sistema de axiomas y si, por lo tanto, existen afirmaciones cuya veracidad o falsedad no pueden ser probada; de ser así, el sistema es inconsistente.

Gauss deduce una geometría no contradictoria en la que no se cumple el quinto postulado de Euclides, pero le asusta tanto el resultado que no lo publica. Posteriormente, Lobachevsky y Bolyai dan a conocer al mundo, de manera simultánea e independiente, una geometría con cinco postulados idénticos a los de Euclides, excepto el quinto. Lobachevsky sostiene que por un punto, que no pertenece a una recta, pasan por lo menos dos rectas paralelas a la recta dada, intenta así llegar a una contradicción sobre el quinto postulado, al que niega y sustituye por otro aparentemente absurdo, lo que, aunque parezca falso, es válido desde el punto de vista de la lógica formal. Para su asombro obtiene una nueva geometría que es verdadera si es verdadera la de Euclides. Para negar el quinto postulado, Riemann sostiene que por un punto que no pertenece a una recta no pasa ni una recta paralela a la misma, lo que, aunque parezca falso, es válido desde el punto de vista de la lógica formal; asimismo, su geometría es verdadera si es verdadera la de Euclides.

Las tres geometrías, la de Lobachevsky, Riemann y Euclides, se diferencian sólo por la curvatura de Gauss de una superficie, que puede ser negativa, positiva o cero, respectivamente. En el primer caso, la suma de los ángulos interiores de un triángulo es menor que 180 grados, en el segundo es mayor a 180 grados y en el tercero es igual a 180 grados. En la geometría de Riemann esto es fácil de observar, pues si nos situamos en el ecuador, donde dos paralelos caen perpendicularmente al meridiano ecuatorial, si a la suma de dos ángulos rectos, que es 180 grados, si se le agrega el valor del ángulo que los dos paralelos forman en el polo, el resultado da un valor mayor que 180 grados, para cualquier triángulo así formado.

El 10 de junio de 1854, Riemann dicta una conferencia en la Universidad de Gotinga. El tema es: “Sobre las hipótesis que están en los fundamentos de la geometría”. Su contenido constituye uno de los mayores logros científicos de la humanidad. De los presentes sólo su antiguo profesor, Gauss, escucha entusiasmado porque tal vez es el único que lo comprende.

En su conferencia generaliza el concepto de superficie para cualquier número de dimensiones, demuestra que la geodésica es la curva que minimiza la distancia entre dos puntos sobre cualquier superficie, es decir, un concepto análogo al de la recta en el plano, donde la línea recta minimiza la distancia entre dos puntos. Como ya se dijo, encuentra que hay superficies en las que los triángulos formados por geodésicas suman más de ciento ochenta grados y otras, en las que suman menos, lo que contradice al quinto postulado de Euclides y a la intuición humana.

Según Riemann, es la métrica del espacio, o sea la manera con que se mide la distancia que separa a dos puntos, lo que determina la geometría del espacio. Por ejemplo, el plano no es por sí mismo el plano euclidiano sino que con una métrica se cumple el quinto postulado, pero, con otra métrica, como la de Lobachevsky, no se verifica dicho postulado. Debe transcurrir más de medio siglo para que en 1915 sus ideas sean aplicadas por Einstein para crear la Teoría General de la Relatividad.

En 1872, Felix Klein publica El Programa de Erlangen, que se considera una gran revolución de la geometría y, en general, de la matemática, porque da una nueva definición de geometría. En este programa de investigación Klein descubre que la geometría euclidiana y las no euclidianas son casos particulares de la geometría proyectiva y que la geometría euclidiana es consistente, o no contradictoria, si y sólo si son consistentes las geometrías no euclidianas. Esta memoria, la Conferencia de Riemann y los Elementos de Euclides son los puntos más esenciales de la geometría.

El Programa de Erlangen es bastante sencillo y trata de dar una definición formal sobre qué es geometría, más allá de la idea intuitiva que sobre ella se tenga. La pregunta es lógica pues por haber tantas geometrías no se sabe lo que son, sólo está claro que no se trata del estudio de puntos, rectas, circunferencias y planos. Klein da la respuesta a esta pregunta introduciendo en la geometría el concepto de grupo, o sea un conjunto en el que está definida una operación y sus reglas. Descubre que la geometría es el estudio de las propiedades invariantes, o sea que no cambian al aplicarles una transformación de tipo grupal. Las transformaciones que permanecen invariantes deben tener estructura de grupo para la operación de composición, o sea, para la aplicación sucesiva de la misma transformación al resultado de la primera. Así descubre, por ejemplo, que la geometría euclidiana es el estudio de los invariantes mediante el grupo de los movimientos rígidos (como son las simetrías, los giros y las traslaciones paralelas). El descubrimiento de Klein es fundamental ya que permite clasificar a las geometrías y comprender cuál es la estructura general de cada una de ellas. Klein consagra a la geometría proyectiva como la reina de las geometrías. Con él, una ciencia fue capaz de definirse a sí misma de manera rigurosa, por lo que su pensamiento constituye el punto culminante del intelecto humano.

En 1920, Hilbert propuso investigar si la matemática puede enunciarse sobre razones sólidamente lógicas, si toda la ciencia deviene de un conjunto finito de axiomas escogidos correctamente y si se puede probar que este sistema es consistente, o sea que con sus reglas no se puede demostrar al mismo tiempo la verdad y la falsedad de una proposición formulada con toda precisión. Pretendía, así, crear un sistema matemático formal completo y consistente; de cumplirse con este objetivo, cualquier problema bien planteado podría ser resuelto mediante la razón.

Gödel, en contra de esta idea, obtuvo en 1931 el Teorema de la Incompletitud y demostró que incluso la aritmética, sólo mediante sus propios axiomas, no se podía demostrar a la vez que es consistente y completa; por lo tanto, no se podía demostrar la consistencia de ningún otro sistema más complejo que la contuviera; de esta manera, demostró que era indemostrable la completitud de un sistema que incluya la aritmética.

Según Gödel, un sistema axiomático, por definido y consistente que sea, posee serias limitaciones y siempre habrá en él una proposición verdadera P no demostrable; además, si la misma pudiera ser demostrada, el sistema sería contradictorio. Por ejemplo, si se afirmara que esta sentencia no puede ser demostrada, entonces el sistema formal donde se la pudiera demostrar sería inconsistente porque demostraría una sentencia que ella misma afirma que no puede ser demostrada, lo que es contradictorio. Si una sentencia no se puede probar dentro de un sistema formal, entonces lo que ella afirma es verdadero y, por tanto, la sentencia es consistente, pero como el sistema contiene una afirmación cierta, que no se puede probar, entonces el sistema es incompleto.

El teorema de Gödel demuestra que cualquier sistema es necesariamente incompleto y contiene afirmaciones que no se pueden refutar ni demostrar. Para ello, Gödel construyó una fórmula verdadera, que no podía ser demostrada; esto significa que todo sistema consistente no es completo. La existencia de un sistema incompleto no es sorprendente y simplemente significa que en él no se hallan todos los axiomas necesarios; pero éste no puede ser completado, pues cada vez que se añade un nuevo axioma, habrá por lo menos uno que haga falta; así, de esta manera, nunca se podrá encontrar un conjunto completo de axiomas. Consecuentemente, es imposible implementar el sistema formal planteado por Hilbert. Una versión posterior del teorema de Gödel indica que ningún sistema deductivo, en el que esté incluida la aritmética, puede ser a la vez consistente y completo. La incompletitud afecta a la lógica formal, que usa el formalismo para definir sus principios, pues nunca se podrá encontrar un sistema axiomático que sea capaz de demostrar todas las verdades matemáticas y ninguna falsedad.

El segundo teorema de la incompletitud afirma que ningún sistema consistente puede ser usado para demostrarse a sí mismo, lo que es inquietante para los fundamentos de la matemática, puesto que, según éste nuevo teorema, si un sistema axiomático puede a partir de sí mismo demostrar que es consistente, entonces es inconsistente. Así, indirectamente se ha demostrado que nunca se podrá desarrollar un programa informático que cumpla con el requisito de demostrar si una aseveración cualquiera es verdadera o falsa.

Estos resultados son devastadores para el intento de formalización de Hilbert, quien había propuesto que la consistencia de los sistemas más complejos se podría probar en términos de sistemas más sencillos. Sin embargo, Minsky asegura que Gödel le había sostenido que sus teoremas no limitaban la capacidad cognoscente del hombre, porque los seres humanos no sólo son racionales sino que también poseen intuición, importante soporte para la búsqueda de la verdad por ser un conocimiento que se obtiene sin seguir un patrón racional y cuya formulación no puede ser racionalmente explicada. Se puede relacionar a la intuición con experiencias previas, pero no siempre es posible explicar el cómo y el porqué se llega a cierta conclusión valedera. Así, en la constitución del conocimiento hay una habilidad que transciende la razón pura, por lo tanto, la razón y la intuición, además de la imaginación y la inspiración, no mencionadas por Gödel, se complementan en la búsqueda de la verdad.

Para terminar, el Universo tiene un lenguaje en el que la Geometría es el código que utiliza como alfabeto. Sus huellas las encontramos en las ciencias, en las artes, en la arquitectura, en la música, en el lenguaje animal y humano, en la Cábala, en el ADN, en las retículas terrestres, en nuestro corazón, en la geología y, en general, en toda la Flor de la Vida. La Geometría estudia las proporciones y las medidas de la materia y la tierra, y su relación con el principio de auto sustentación. Se puede sostener, sin temor a equivocarse, que así como la Lógica no es más que la crítica del pensamiento, la Geometría es la crítica del espacio-tiempo.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249403

jueves, 15 de agosto de 2013

Egipto en estado de excepción

Lo que está ocurriendo en Egipto, es decir, la matanza indiscriminada de civiles inocentes a manos del Ejército que dio el pasado 3 de julio un golpe de Estado, es inaceptable y no deberíamos permanecer callados ni un minuto más.

Podemos recelar del intento islamista de imponer su voluntad civil y religiosa a la sociedad civil egipcia —si puede hablarse de tal cosa en los países musulmanes—, pero el depuesto y secuestrado Morsi fue elegido en unas elecciones libres y democráticas que dieron la victoria a los Hermanos Musulmanes. Ocultar esa realidad con eufemismos o tergiversaciones, como han hecho la mayoría de los Gobiernos occidentales, incluido el de España, no solo es una muestra de hipocresía y de estrecho cálculo político, siempre sometido a los intereses geoestratégicos de Estados Unidos, sino que supone de facto la complicidad con los incesantes asesinatos derivados del golpe. Esa sangre nos salpica a todos.

Alterar el equilibrio de la balanza política de Oriente Próximo trucando los pesos es una medida intervencionista, injusta y peligrosísima. Si así queremos cambiar la actitud de los pueblos islámicos hacia Occidente o redefinir el escenario político de la región, no haremos sino crear allí un polvorín cuya explosión nos alcanzará a todos, sobre todo a los países mediterráneos.

Egipto, por su escala demográfica, económica y cultural no es Túnez ni Libia, ni siquiera Siria. Una guerra civil en Egipto tendría unas consecuencias imprevisibles.— José Manuel Asensio Villar. Leganés, Madrid. Cartas al director. El País.

miércoles, 10 de abril de 2013

El año 1200 antes de Cristo fue la fecha de la primera huelga del mundo. Rescatar el pasado para construir el futuro

Mike Marqusee
redpepper

La ciudad de Luxor, en el sur de Egipto, fue noticia en Gran Bretaña a finales de febrero con ocasión de la muerte de 19 turistas en un accidente de aerostato. Aquella tragedia sintetizará los infortunios de la industria turística egipcia, en otro momento fuente principal de empleo y entrada de divisas y ahora en estado de languidez ante la falta de turistas extranjeros ahuyentados por un temor -erróneo y exagerado- a la inestabilidad y la violencia.

Luxor, el emplazamiento de la antigua Tebas y capital principal del Imperio Nuevo de Egipto (1550-1050 antes de Cristo), está salpicada de colosales templos esculpidos y tumbas lujosamente decoradas. Pero la más reveladora y emotiva de sus múltiples ruinas quizá sea la menos espectacular. En Deir el Medinah están los restos del pueblo que alojó a sus trabajadores, hogar de los artesanos que construyeron las tumbas y los templos. Las pequeñas y robustas unidades domésticas están trazadas en forma de rejilla. Allí vivieron los canteros, los pintores de tumbas, los carpinteros, los fabricantes de cuerdas y los porteadores. Esparcidas entre los cimientos excavados hay pequeñas pirámides y entradas a criptas de entierro, de tamaño reducido pero decoradas con tanto cuidado, color y detalle como las tumbas reales del cercano Valle de los Reyes. Estos trabajadores tenían sus propias visiones de una vida mejor más allá de la muerte. También tenían sentido de su propio valor.

Deir el Medinah es el emplazamiento de la primera huelga registrada de la historia. Se pagaba a los trabajadores con grano con el que hacían pan y cerveza, artículos básicos de la dieta del valle del Nilo. Alrededor de 1200 antes de Cristo, la tesorería del Estado, mermada por las guerras imperiales de Ramsés III, no cumplió sus obligaciones. Los trabajadores se pusieron en huelga e hicieron una sentada en el mismo emplazamiento donde construían el templo mortuorio del faraón. Quizá sorprendentemente ganaron el conflicto. Se valieron del temor de sus amos a morir sin los debidos preparativos funerarios y de esta manera entrar en el más allá mal equipado. El culto egipcio a los muertos, por una vez, benefició a los vivos.

¿Qué podemos aprender de este episodio de la antigüedad? Walter Benjamín, en su último ensayo profético “Tesis sobre la filosofía de la historia” escrito en 1940, distinguió entre dos aproximaciones opuestas del pasado: el “historicismo” y el “materialismo histórico”. Para el historicismo el tiempo es lineal, uniforme, acumulativo. “Su método es aditivo: ofrece una masa de hechos para rellenar un tiempo homogéneo y vacío”. Por el contrario el materialista histórico “registra la constelación en la que su propia época entra en contacto con la constelación de una época anterior”. El trabajo del materialista histórico no es reproducir sino “hacer estallar el continuo de la historia”.

Benjamín pregunta: “¿Con quién empatiza realmente el escritor del historicismo? La respuesta es irrefutablemente con el vencedor”. La historia se convierte en un “desfile triunfal en el que los gobernantes de hoy pisan todo lo anterior. Los despojos, como siempre, se exhiben en el desfile triunfal. Se conocen como el patrimonio cultural”. Por el contrario para el materialista histórico “el patrimonio cultural es inherente a un linaje que no puede contemplar sin horror. Debe su existencia no sólo al esfuerzo de los grandes genios que lo crearon, sino también al anónimo trabajo de esclavo de los contemporáneos de éstos. No ha habido nunca un documento de civilización que no sea al mismo tiempo uno de barbarie”.

No hay mejor ilustración de dicha máxima sonora que el arte del antiguo Egipto, producto de una sociedad brutalmente estratificada gobernada por una religión de poder estatal, personificado en un gobernante dios-hombre. Sin embargo mucho después de que el sistema que los oprimía se derrumbara, el trabajo de los artesanos de Deir el Medinah permanece vital, colorido, rítmico y refinado; sobresale en los grandes efectos y también en los delicados detalles naturalistas. En las vastas criptas del Valle de los Reyes o en las humildes tumbas del mismo Deir el Medinah, el más allá se representa como una versión mejor de esta vida, provisto en abundancia de las buenas cosas de esta vida: alimentos, bebidas, flores, aves, cantos, bailes, familia. El arte del Antiguo Egipto permanece ajeno, a veces raro. Pero es también reconociblemente humano; salta por encima de los abismos para forjar una conexión.

En la izquierda nos vemos como fabricantes del futuro plenamente comprometidos con el presente. Miramos hacia adelante no hacia atrás y nos molesta que nos acusen de estar “casados con doctrinas desfasadas” y en particular que no nos hemos adaptado a los cambios de los últimos 30 años. Pero no debemos avergonzarnos de ser “conservadores” por defender los derechos conseguidos en generaciones o comunidades anteriores amenazadas por el “desarrollo”. La despreocupación del capitalismo por el futuro y su parcialidad por el corto plazo son notoriamente temerarias. Pero el capitalismo es igualmente temerario cuando se trata de su despreocupación por el pasado, a menos que éste pueda empaquetarse como un producto de consumo o para la transmisión de propaganda. En cualquiera de los dos casos, al pasado no se le permite tener independencia, tener su propia voz, ni pedirnos a nosotros que rindamos cuentas.

Benjamín dice que nuestra tarea es “poner la historia a contrapelo”. Un ejemplo de esto en nuestra propia época es la campaña de 23 años para reclamar justicia para los muertos del estadio de Hillsborough [96 personas aplastadas]. Aunque no se ha conseguido todavía justicia, sí se sabe la verdad, gracias sólo a que las familias de las víctimas y los seguidores desafiaron el coro de voces que decía que su misión era fútil, guiada por las emociones o vengativa. Su sentido del deber hacia los muertos no fue desviado por los llamamientos al pragmatismo y las virtudes de la adaptación. De “vivir el presente”. Como consecuencia han conseguido recuperar una historia suprimida que, a su vez, se convierte en un elemento activo de nuestro presente y futuro.

En España la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica pretende documentar el destino de las víctimas de Franco, excavar e identificar los cuerpos, lo que incluye a las decenas de miles enterradas en fosas comunes. Para hacer esto la Asociación ha tenido que desafiar el “pacto de olvido” que allanó la transición a la democracia al no obligar a los responsables del antiguo régimen a rendir cuentas. En este caso un sentido de obligación hacia los muertos, hacia los vencidos, no fue una indulgencia “que miraba al pasado”, sino una necesidad social. No podemos descifrar el presente sin examinar sus cimientos en las batallas del pasado al tiempo que se reconocen tanto las pérdidas como las ganancias.

La insistencia palestina en que se reconozca la Naqba -caracterizada por los comentaristas pro israelíes como un deseo vano de recuperar una batalla perdida- es realmente un compromiso necesario con las realidades del presente: el impacto continuo de la Naqba en las políticas de expolio y limpieza étnica. Al mismo tiempo es una insistencia firme en un futuro de autodeterminación.

A pesar de su victoria breve, los trabajadores de Deir el Medinah nunca se libraron de su condición de servidumbre. Estaban en el “lado de los perdedores” en la marcha de la historia. Sin embargo en su arte y acción, los trabajadores de Deir el Medinah nos recuerdan, en palabras de Benjamín, que lo “refinado y lo espiritual… están presentes en la lucha de clases para algo más que un simple botín para el vencedor. Existen en la forma de confianza, valentía, humor, astucia, firmeza en la lucha y su origen está en las brumas del tiempo. Pondrán en entredicho, de tiempo en tiempo, cada victoria de los gobernantes”.

Mark Markusee escribe regularmente en Red Pepper y es autor de libros sobre cultura y política.
Traducido del inglés por Christine Lewis Carrol
Fuente: http://www.redpepper.org.uk/

martes, 22 de marzo de 2011

La gran feminista y laicista egipcia Nawal El Saadawi electrifica a su auditorio en Nueva York vinculando feminismo, democracia e igualdad económica

Tiene cerca de 80 años, peinado hacia atrás su blanco pelo, descubriendo un rostro tan radiante como seductor.

Ha sido censurada, perseguida, amenazada, transterrada, sometida a fatwah y encarcelada.
Su clítoris le fue sajado a la edad de 6 años, y escribió sus memorias sobre un rollo de papel higiénico mientras estaba en la cárcel por atreverse a escribir abiertamente sobre sexualidad femenina.

Estas últimas semanas se plantó día tras día en la Plaza Tahrir durante el levantamiento popular egipcio, animando la protesta y albergando en su propia casa a los manifestantes.

Ayer por la noche, en el lado occidental de la ciudad de Nueva York, la leyenda feminista Gloria Steinem organizó una recepción para una mujer cuya obra ha dejado una enorme impronta en el anhelo global de libertad e igualdad. Nawal El Saadawi, la homenajeada, es la indomable escritora, activista, médica y psiquiatra feminista que ha centrado su trabajo en las relaciones entre hombres y mujeres y el Islam: una relación complicada, por decirlo con moderación. "El feminismo islámico vive y goza de buena salud", anunció en medio de un gran aplauso en una sala atestada de periodistas y activistas reunidos para rendir homenaje a una figura de dimensiones mundiales. Vivaz y rebosante de humor, la Dra. Saadawi electrizó la sala con la energía y el carisma que comunicaron coraje a la protesta democrática egipcia.

Oí hablar por vez primera de la Dra. Saadawi a fines de los 90, cuando preparaba un reportaje sobre la asombrosamente difundida mutilación genital femenina. Aprendí que a centenares de millones de mujeres del Norte de África y el Próximo Oriente se les habían rebanado los órganos genitales, mutiladas y estragadas mediante una variedad de prácticas que resultan en horribles problemas de salud, por no hablar de traumas psicológicos, y aun la muerte. Es un problema cultural y es, también, un problema económico. Las mujeres que llevan la carga del grueso de las labores agrícolas en muchas zonas en las que se practica la clitrictomía están tan debilitadas por las complicaciones de salud resultantes, que no puede desarrollar el trabajo necesario para producir y cultivar las cosechas que precisa la supervivencia de la comunidad. A lo largo de su dilatada carrera, la Dra. Saadawi ha trabajado sin desmayo para explicar la devastación económica resultante de la subyugación de las mujeres.

En la reunión de Nueva York, la Dra. Saadawi contó el trabajo histórico de las feministas islámicas en todo el planeta, sorprendiéndome con el hecho de que las mujeres tunecinas consiguieron el derecho al aborto 8 años antes de que las norteamericanas lograran la sentencia Roe vs. Wade. Nos recordó que no se puede tener una democracia en un país islámico sin la plena participación de las mujeres, como no se puede tener una democracia en una sociedad capitalista en la que hay un abismo que separa a ricos y pobres. Nos dejó meridianamente claro que los vínculos entre el feminismo y la política y la economía globales resultan cruciales para entender las vías por las que podría progresar la especie humana. Combativa tras décadas de desafiar a algunos de los peores defensores del patriarcado en los distintos lugares del planeta, diríase que, con la edad, se ha hecho aún más radical.

Nawal el-Saadawi es una veterana escritora, ensayista y luchadora feminista egipcia, mundialmente reconocida. Lynn Parramore es coeditora del diario electrónico de economía New Deal 2.0.

martes, 8 de marzo de 2011

8 de marzo, día mundial de la mujer trabajadora. Dedicado a las mujeres árabes, con el ejemplo de valor de las mujeres egipcias.

Las luchas por la libertad y dignidad en los países árabes han sorprendido a todos los occidentales. Sus teóricos justificaban el mantenimiento de dictadores en base a la "falta de hábitos democráticos", la supuesta barrera contra los fundamentalismos -que occidente había fomentado previamente para servir a sus intereses- y a la "tranquilidad" para sus negocios. Las injusticias soportadas por estos pueblos eran históricas y el negocio con sus dictadores, la razón principal junto al seguidismo occidental de sus políticas, los mantenían como "amigos". En occidente no se sufrían las injusticias, sólo se disfrutaba de su riquezas, desde artísticas al petróleo, a la vez que se hurtaban a sus pueblos. Las mujeres estaban aún más olvidadas. ¿Lo seguirán siendo después de sus ejemplos de lucha heroica, hombro a hombro con los hombres, como hemos visto en Túnez y Egipto? Esperemos que sigan sus combates pacíficos y no permitan más injusticias. Las fuerzas progresista de occidente tienen una deuda de solidaridad pendiente con sus luchas por la libertad, la igualdad y la fraternidad.

lunes, 7 de marzo de 2011

_--Nefertiti, actualmente en Berlín, Alemania, espera con impaciencia volver a ver las orillas del Nilo…

_--Es un rostro de leyenda, el de la princesa egipcia, Nefertiti (-1370 a -1333-1334) esposa del famoso faraón Akenatón quien, en su reinado, impuso el monoteísmo del dios Atón en un mundo politeísta.

Lo descubrió el alemán Ludwing Borchardt en 1912 cerca de la ciudad egipcia de Tell el-Amarna.

James Simon, quien financió la expedición, lo llevó a Alemania en virtud de una ley que permitía tomar el 50% de lo que se encontraba en las excavaciones.

Este rostro, modelo de la eterna belleza desde hace más de 3.000 años, que "preside" el Neues Museum de Berlín, Alemania, quiere recuperarlo el pueblo egipcio.

Zahi Hawass, responsable del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias, desde hace unos días dimitido, lo volvió a solicitar a la fundación responsable de los museos públicos alemanes. Hawass reclama también el Zodiaco de Déndera. Las tropas de Napoleón lo descubrieron en 1802 dentro de una capilla funeraria dedicada a Osiris, en el Alto Egipo.

Llegó a París en 1822, y fue vendido a Luis XVIII. Lo encontraron olvidado en su sótano luego de muchos años. (Museo del Louvre),
La Piedra Rosetta (Museo Británico), hallada en 1799 en Rashid, delta del Nilo, durante la expedición militar de Napoleón a Egipto. Tras la rendición del ejército francés dos años después, se tomó el tesoro y paso a manos inglesas.
El busto de Ankhaf. Descubierto en la tumba de Ankha, en Guiza, por el arquéologo estadounidense George Andrew Reisner (1867-1942). Es la única de las piezas que salió de Egipto con consentimiento explícito, pero se le reclama debido a su exclusividad artística e histórica. (Museo de Bellas Artes de Boston), la Estatua de Hemiunu. Era el nieto de Keops y arquitecto de su Gran Pirámide. Su estatua sedente fue hallada en su tumba, cerca de la Gran Pirámide en Guiza, y pasó a formar parte de la colección privada del alemán Pelizaeus. (Pelizaeus Museum de Hildesheim, en Alemania) y la Estatua de Ramsés II (Museo de Turín).

Una opinión; si tenéis ocasión de visitar Egipto, no la perdáis, os alegraréis, es impresionante.

Nefertiti homenajeada en Berlín. Leer aquí en El País.

viernes, 4 de marzo de 2011

Zahi Hawas, ministro de antigüedades egipcio, dimite.

El arqueólogo era el dueño y señor de todo lo relacionado con la egiptología durante la última década.
El terremoto político que la revolución del 25 de enero ha causado en todo Egipto ha terminado alcanzando al faraón de la egiptología Zahi Hawass. El arqueólogo, que ejerció como secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcio durante la última década, había sido elevado a los cielos ministeriales por el presidente Hosni Mubarak en los estertores de su reinado. Fue nombrado ministro del nuevo Gabinete que ayer perdió su cabeza con la dimisión del primer ministro Ahmed Shafik. Hawass ha declarado a The New York Times que no formará parte del nuevo Gobierno. Y que está contento de haber tomado "la decisión correcta".

En las últimas semanas, Hawass ha sido el blanco de las críticas que le acusan de corrupto así como de intentar buscar su beneficio y popularidad personal a costa del patrimonio egipcio. También se le ha asociado personalmente con Mubarak, aunque él ha negado desde la caída del rais ser "un hombre del régimen".

En la entrevista telefónica con el diario, Hawass critica a sus críticos, y asegura que se va porque ya no puede proteger las antigüedades de Egipto. "Esas personas son insectos, no son nada, pero lo que realmente me molesta es la situación que usted lee hoy en mi sitio web", dijo.
A lo que Hawass se refería es a la publicación en detalle de los sitios arqueológicos que han sido dañados o saqueados desde el inicio de la revuelta egipcia. Esta es la primera información completa que se conoce a de la situación del patrimonio egipcio en medio de la volátil situación de las últimas semanas.

Inventario de los saqueos

En Saqqara, donde se encuentra la pirámide escalonada de Zoser y donde hay numerosas tumbas de elevado valor arqueológico "varios candados han sido abiertos. Al parecer, según cita el egiptólogo en la web, la necrópolis de Saqqara, uno de los principales yacimientos del país, "ha sido atacado sistemáticamente por criminales". En la tumba de Ptahshepses, han robado piedras con jeroglíficos y partes de las puertas falsas. También se ha robado parte de los jeroglíficos de la tumba homónima en Abusir.

Unos kilómetros más allá, en Dashur, donde se encuentra la pirámide Roja, han atacado las instalaciones de la misión arqueológica del Metropolitan Museum, reduciendo y atando a los guardias para ejecutar el robo. En Abusir, los expoliadores han entrado en los almacenes de la expedición checa. Lo mismo ha ocurrido en lugares como Tel el Basta y Wadi el Feiran, muy cerca de Sharm el Sheikh.

También en Giza, en cuya meseta se encuentran las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos los "criminales lograron entrar en el almacén Selim Hasan". Hawass detalla que los asaltadores "iban armados y redujeron rápidamente a los guardias que no portaban armas y temieron por sus vidas". Cerca de la Esfinge también ha sido expoliada la tumba de Impy. Los inspectores están aún valorando el expolio y comprobando los inventarios arqueológicos tras cuya investigación redactarán un informe.

La tumba de Ken-Amun en Tel el Maskhuta, cerca de Ismailia, ha sido destruida completamente, de acuerdo con la información de Hawass. Era la única tumba que se conocía de la XIX dinastía en el bajo Egipto. Los guardias en los sitios de Nekhen, al norte de Edfu, han logrado detener a numerosos expoliadores, en una zona muy conocida al norte de Asuán, por encontrarse en la ruta del turismo de cruceros en el Nilo. En la propia ciudad de Asuán trataron de robar una estatua de Ramses II, pero los vigilantes, ayudados por arqueólogos, lograron impedirlo.

En lugares como Abydos se han registrado ataques casi cada noche, y se han abierto trincheras de excavaciones ilegales. Esta práctica se está extendiendo a numerosos lugares, desde Alejandría hasta el sur. También ha habido daños en monumentos islámicos. Hawass lo lamenta, aunque también da una pincelada de esperanza al confesar su alegría porque la protección a las sinagogas e iglesias cristianas ha resultado efectiva y ahí no se han producido daños.

De El País.

domingo, 13 de febrero de 2011

Una inmensa alegría

Hoy nadie puede dar lecciones a los rebeldes egipcios. Que se callen los cínicos, los agoreros que piensan que todo está siempre atado y bien atado, los expertos que nada previeron y los turistas que solo querían ver monumentos. La multitud egipcia nos ha desbordado a todos. Desde Hosni Mubarak al mismísimo Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ese que acaba de tomar las riendas del Estado, que no del poder, que de momento continúa en la calle. Pasando por los gobiernos occidentales, cuyas declaraciones suenan tan huecas y oportunistas como las del depuesto presidente. Y sus rostros, igual de acartonados.
Que se callen los aguafiestas, los vendedores de resignación que desean que venga la resaca cuanto antes. Es la hora de la celebración, del júbilo, de la algarabía. De recobrar una autoestima que había sido pisoteada. De compartir con el resto del mundo, no sólo con los hermanos árabes.
Egipto no cabía en una plaza. Y así fue. En los últimos días los egipcios salieron a las calles en Alejandría, Damanhour, Mansoura, Suez y Port Said. Pero la exigencia de un cambio también se extendió a las ciudades sureñas de Assiut, Luxor, Aswan, y a lugares donde nunca irán los periodistas, como el oasis de al-Kharga, a 500 kilómetros al suroeste de el Cairo, donde arrasaron la comisaría y las instalaciones del gobierno. En los últimos días se sucedieron las huelgas y protestas en los centros de trabajo: desde los trabajadores textiles de Kafr al-Dawwar, Helwan y Mahalla -como en 2008- a los trabajadores de la Autoridad del Canal de Suez, uniéndose a los jóvenes precarios y sin empleo. La punta de un iceberg que se venía formando desde hacía años. Algunas estimaciones elevan a dos millones el número de trabajadores egipcios que llegaron a participar en más de tres mil acciones colectivas, un 40 % de ellas en el sector privado. La libertad solo es posible desde lo común, desde aquello que hace posible una vida digna. Y las vidas de los egipcios se han transformado en estos días de euforia.
Harían bien en medir mejor sus palabras quienes, como el célebre empleado de Google Wael Ghonim, hablan con muy poca fortuna de "misión cumplida" y piden que los egipcios vuelvan a trabajar para "desarrollar el país". En la misma línea, el escritor Alaa El Aswany afirmó que "la gente que está en la calle no hace política, sólo quieren liberar a su país." Pero si Tahrir representa el principio de algo es porque los egipcios decidieron ocupar el espacio público y desde allí apropiarse de la política. Su alegría es una alegría constituyente.

Fuente: http://www.javierortiz.net/voz/samuel/una-inmensa-alegria

Peores, imposible



Escribo en la mañana del día de la manifestación del millón de almas en El Cairo. Nunca he sentido como ahora la mudez de estas casi dos semanas que me separan de quienes lean esto. Oscuridad, silencio. Pero por muchas cosas que hayan ocurrido, sin duda ustedes recordarán las imágenes de estos días. El Nilo por la noche, con las luces justas, apagadas las cenefas turísticas, mudas las cancioncillas del jolgorio, vacías las embarcaciones, abandonada la escenografía que acoge al extranjero en su rápido tránsito. Lo que este inminente futuro traerá a los egipcios es un misterio de la esfinge para mí. Deseo con todas mis fuerzas que haya ido bien, es decir, que la voluntad de un pueblo que ha sabido ser valiente se cumpla. Y que a estas horas Mubarak se encuentre con su cirujano plástico jugando al mus en una celda de alta seguridad, para mayor beneficio de la ética y, de paso, de la estética.
Hay algo que perdurará, suceda lo que suceda. La vergüenza occidental. La poca vergüenza, para ser exactos. De la Unión Europea, sobre todo. Porque uno lo espera todo de cualquier Gobierno de Estados Unidos, tan anexionado por Israel, en relación con los países árabes, y con sus lobbies prorrégimen egipcio en Washington, recibiendo sobornos para que las autoridades le proporcionen subvenciones de las que los mubarakianos vivieron (y viven) tan ricamente, y con las que pueden pagar dichos sobornos.
Pero qué chasco –otro– con la vieja Europa. Qué bochorno. Qué senilidad moral. Qué podredumbre.
A nuestro alrededor no hay más que momias. El panorama político de la Europa actual es un geriátrico, con perdón de los geriátricos de verdad y de sus dignos ocupantes. Un viento de vejez, de vetustez, nos recorre y nos cubre, y nos convierte en la estatua del comendador de un banquete en el que las personas normales queremos sentarnos. Cuánto silencio, cuánta complicidad.
Cuánta basura. Las desaseadas calles cairotas son un lujo para el caminante, comparadas con los senderos estrechos del espíritu comunitario europeo. Rezuman cobardía, insensibilidad, pacatería, miseria humana… Miseria del corazón, de los sentimientos. Sus mentes son estrechas, astutas, egoístas.
Lo de geriátrico lo decía, además, porque toda esta gentuza a la que tan bien pagamos –y ello incluye a lady Ashton, que es joven, pero solo por fuera– desprende un pestazo a fiambre similar al de Mubarak (quien, por cierto, a horas de hoy sigue en su lugar; ojalá lo echen y estén ustedes celebrándolo). Aun en el caso de que contemos entre los gobernantes y dirigentes y magos de las finanzas a lo más pimpollo (Durão Barroso, Zapatero, Merkel, Sarkozy, la susodicha Ashton…), el peso de la edad de Berlusconi cae como una losa sobre la media resultante... Seguir leyendo a Maruja Torres, en El País.

sábado, 12 de febrero de 2011

Alegría y Esperanza

Después de 18 días de manifestaciones pacíficas el pueblo egipcio consigue derrocar al dictador Hosni Mubarak. AL ver en tv la alegría de la gente me vino a la memoria la revolución de los claveles de la cercana Portugal. Pero no podemos dejar de señalar una muy importante diferencia, son los egipcios los que han salido a la calle a luchar por la libertad y la democracia, el ejercito se les ha unido sin más remedio. En Portugal fue un grupo de militares jóvenes, hastiados de la interminable guerra colonial sin ninguna perspectiva de éxito, los que se lanzaron a la calle y el pueblo se les unió. Cuando visité Egipto, lo que recomiendo absolutamente a todos los que puedan hacerlo, me preguntaba continuamente por qué los egipcios admitían tanta desigualdad e injusticia. 

Una vez más, el mundo árabe nos sorprende, como siempre, haciendo de David contra Goliat, como tantas veces se ven obligados a hacer los palestinos, de los que no puedo evitar acordarme en estos momentos, ante la perspectiva de que las condiciones de su lucha, por la libertad y justicia, mejoren. El mundo es una fiesta, todos los hombres de buena voluntad hacemos nuestro el triunfo del pueblo egipcio, es un triunfo de la humanidad. Les deseo, nos deseamos, lo mejor para la Humanidad y para ese pueblo milenario, sufrido y luchador. 

Un abrazo simbólico a todos ellos. En estos momentos de dicha, también me he acordado de una mujer bajita, luchadora, muy inteligente; Rosa Luxemburgo. Ella polemizó con los revolucionarios de su tiempo, defendiendo siempre la libre y creativa iniciativa del pueblo y advirtiendo ante la "dirección burocrática" que ya detectaba y preveía como peligro para las revoluciones populares. 

Pocas veces hemos podido contemplar en tan poco tiempo histórico, de forma tan evidentes, sus tesis; primero con las "caídas" de los países del socialismo real, y ahora con los levantamientos populares en los países árabes. Y la lucha, ante tanta injusticia, continua. 

viernes, 11 de febrero de 2011

Esperanza, expectación, frustración e ira.

Mubarak delega el poder en Suleiman, pero tutelará la transición en Egipto.

“Yo he visto que en verdad se requiere que deleguemos los poderes al vicepresidente según la Constitución, estoy consciente que Egipto va a salir de esta situación”, dijo en una alocución televisada.

El gobernante, quien enfatizó que no abandonará el país, afirmó que “se sentía orgulloso de ser el símbolo del cambio en Egipto”.

“Yo estoy orgulloso de ser el símbolo de una nueva generación de Egipto que pide un cambio y que busca un futuro brillante. Yo les digo una cosa, yo confirmo que no voy a descansar hasta ver que aquellos que son responsables de muertes y crímenes contra nuestra juventud”, declaró.

Asimismo, confirmó que estaba dispuesto a modificar los artículos 76, 77, 88, 93 y 189; además de anular del 179 de la Constitución, y señaló que estas enmiendas “son la prioridad para buscar la simplificación de candidatos para la presidencia” y a su vez “garantizar elecciones justas”.

“La prioridad es de restaurar la confianza entre todos los egipcios, confianza en que el cambio y la transformación jamás puede ser revertido”, aseveró. Agregó que “Egipto está pasando por hechos muy difíciles” y explicó que “la economía ha sufrido pérdidas y daños”. Indicó que su misión será “seguir protegiendo a la sociedad” para evitar que todo termine en “una situación donde la juventud, que son los que piden cambios, sean las primeras victimas”.

“Esto no tiene que ver conmigo, tiene que ver con Egipto (...) estamos todos en el mismo sitio y por eso les digo que lo que se quiere es buscar la estabilidad para nuestros ciudadanos y restaurar la vida normal en las calles de Egipto”, precisó.

Según Mubarak, durante sus casi 30 años como presidente, siempre trabajó por la “soberanía” y “desarrollo” de Egipto, y detalló que nunca buscó poder o popularidad.

“Yo trabajé por la paz por la soberanía de Egipto, por el desarrollo y nunca busqué fuerza, ni popularidad”, declaró.

Dijo que no permitirá que terceros países dominen Egipto.

“No vamos a permitir que otros estén dominándonos, vamos a probar que nosotros los egipcios somos capaces de materializar las exigencias del pueblo (...) Nosotros vamos a probar que no somos Estados satélites, que no seguimos a otros, nosotros tomamos nuestras decisiones con nuestras exigencias y nuestro pueblo, vamos a probar todo eso”, detalló.

“Estoy seguro que Egipto va a salir de esta situación, Egipto va estar en absoluta seguridad”, añadió.
Por otro lado, indicó que las autoridades de su país ya iniciaron las primeras investigaciones para indagar sobre la muerte de los civiles en las manifestaciones que ya llevan 17 días consecutivos y que continúan exigiendo su renuncia

Mubarak también ratificó que la transición del poder al próximo Presidente, que será escogido en septiembre venidero, se hará “de manera pacífica” y mientras dure su mandato, se instalarán dos comités especiales que velarán por el cumplimiento de sus “promesas” sociales.

“Habrán dos comités especiales que van a asegurarse de que se cumplan las promesas que hice. Estarán compuestos por personas independientes, nacionales, transparentes, claros y capacitados”, aseguró.
“Egipto es el inicio de mi vida y el final de mi vida, es la patria de nacimiento y muerte, no voy a separarme, yo no me iré, aquí permaneceré”, concluyó.

Previo al discurso de Mubarak, el corresponsal de teleSUR en la región de Medio Oriente, Hisham Wannous, había señalado que los movimientos opositores también han expresado repudio a Suleiman, ya que hasta ahora lo han considerado “una pieza estratégica” que en lugar de generar un cambio, iba a representar una continuidad al régimen del gobernante.

No obstante, Wannous afirmó que también hay grupos que ven en Omar Suleiman la figura de transición, y por ende, apoyan su llegada al poder.

“Suleiman es muy conocido por sus movimientos entre Egipto e Israel y por tener un papel muy grande con respecto a los contactos semanales entre Mubarak y el primer ministro (israelí). Le dicen que es miembro de la inteligencia y por eso lo rechazan. Sin embargo, hay otros que si le dan la oportunidad porque al menos representa un cambio”, afirmó Wannous.

El anuncio del mandatario se produce poco después de las declaraciones de las Fuerzas Armadas de Egipto que indicaron que están tomando "las medidas necesarias para proteger a la nación y apoyar las legítimas demandas del pueblo".

Egipto, principal aliado de Estados Unidos en esa región de África, vive desde el 25 de enero pasado una inédita rebelión popular que exigía la renuncia de Mubarak. El mandatario egipcio se había negado a abandonar el poder antes de la elección presidencial de septiembre próximo.

Hasta la semana pasada, los enfrentamientos entre policías y manifestantes han dejado al menos 300 muertos, según un balance no confirmado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y miles de heridos, de acuerdo con fuentes oficiales y médicas del país.

Fuente: http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/88833-NN/hosni-mubarak-transfiere-el-poder-de-egipto/

viernes, 4 de febrero de 2011

Vergüenza

Transición. Hermosa palabra. Cuántos crímenes se cometen en tu nombre.
Ahora mismo se perpetra uno en Tahrir Square y sus alrededores: es decir, en todo Egipto. Tahrir ha sido el corazón de la protesta y sus criaturas resisten bravamente, pero todos sabemos que los esbirros de Mubarak -algunos los llaman partidarios: cómo no lo van a ser- vencerán. Nos tienen a nosotros detrás. A Estados Unidos y su novia de toda la vida, Israel, y a este carcamal medio paralizado y enmudecido que llamamos Unión Europea.

El sapo tirano ha escupido sobre todos nosotros y nos ha inmovilizado. No le ha hecho falta saliva. En el fondo, todos sabemos cuál es su arma suprema, de qué se sirve para tener a Obama y a sus siervos en el bolsillo: islamismo. Uhhhhhhh, que vienen los islamistas.

Nunca lo sabremos. Nunca les damos la oportunidad, a esos pueblos, de decidir por sí mismos. Y si se la damos, tampoco les permitimos decepcionarse y rectificar en las urnas, como hacemos nosotros. Sucedió en Argelia, y vino un baño de sangre.

Era fundamental que Egipto resultara un ejemplo. El pueblo lo deseaba y se sentía orgulloso, tras la estela de Túnez pero en grandioso. No podían comunicarse entre sí, el sátrapa ordenó aislarles de Internet, del teléfono móvil. Pero ellos se veían, se sentían, se sabían. Han presenciado demasiadas veces esta épica, protagonizada por otros, para ignorar que hacían historia.

Pues bien, ya lo sabéis. Ejemplarmente, Egipto va a ser sometido a los deseos de los queridos amigos de Occidente y su palanganero local. Habrá más islamistas que nunca, nos odiarán más que antes.

Y nosotros continuaremos impávidos, como esas palmeras de plástico que Mubarak hizo poner en El Cairo para camuflar las antenas de los celulares luego enmudecidos. Inmóviles, sin que ningún viento nos sacuda. Aborrecibles.

(Maruja Torres, en El País, 3-2-2011).

jueves, 3 de febrero de 2011

Las revoluciones todavía se ganan en la calle

“Esperamos que esto ayudará de alguna manera a la gente de Egipto a seguir conectados en este tiempo tan difícil.” -Comunicado de Google sobre el servicio ‘speak-to-tweet’-
Preguntaba ayer un periódico en una encuesta a los lectores de su edición digital si creían que Internet y las redes sociales han jugado un papel fundamental en las revueltas de Túnez y Egipto. Un 87% respondía afirmativamente. Y no me extraña, pues todas las informaciones y análisis insisten en la importancia de estas formas de comunicación a la hora de explicar los estallidos populares.
Ahora bien: me gustaría saber qué responderían los egipcios a esa misma encuesta, si ellos consideran fundamental Facebook o Twitter para echar a Mubarak. No qué responderían los egipcios que tienen acceso a Internet (menos del 20% de la población), sino los cientos de miles que se la están jugando en las calle estos días.
Lo de la ciberrevolución es ya en un tópico de nuestro tiempo, pero dudo que lo de Egipto se explique en esa clave. La decisión del gobierno de Mubarak de cortar Internet no me parece, como pretenden algunos, una prueba de su importancia –también cortó las carreteras, y nadie habla de revolución automovilística-, sino más bien una muestra de la vulnerabilidad de estas formas de comunicación, que pueden ser apagadas por quien controla los operadores.
De hecho, el bloqueo de Internet ha devuelto el protagonismo al teléfono de toda la vida y hasta al vetusto fax para comunicar con el exterior. Los propios Google y Twitter han habilitado un servicio que funciona mediante una convencional llamada de teléfono. Y días atrás la oposición distribuía octavillas recomendando no usar las redes sociales para convocar, por ser fácilmente vigilables y manipulables por las autoridades, lo que demuestra una vez más que, cuando más libres nos sentimos on-line, más controlados estamos.
No dudo que Internet ayuda, facilita las comunicaciones y rompe bloqueos informativos. Pero lo que estamos comprobando estos días es lo contrario: que las revoluciones se siguen ganando en la calle, en manifestaciones, y con muertos nada virtuales (147 en Túnez, tal vez más en Egipto). Una lección para nosotros, que confiamos en que todo cambiará con un clic, y de salir a la calle nos olvidamos. Isaac Rosa en Público.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Egipto y los países islámicos.


Parece que vientos democráticos soplan en la mayoría de países árabes. Nuestro deseo es que triunfe lo nuevo y los árabes dispongan de sus riquezas y disfruten de justicia y democracia.

Ahí está el viejo topo
Ahí está, otra vez. Cuando menos se la esperaba. Cuando nadie quería ya nombrarla. Pacífica, tranquila, pero dura, determinada y resuelta. Dispuesta a poner la historia de nuevo del revés. A sorprender a los conservadores y a los cínicos. Resurrecta cuando todos la daban por muerta. Llevada en volandas por esos árabes hasta ahora callados y sometidos, humillados y victimizados. Ondeando con el nuevo orgullo de esos ciudadanos emancipados tanto del tirano como de su viejo resentimiento de vencidos.

Ahí está, horadando los cimientos. Destruyendo viejas alianzas indignas y obsoletas, lamentables ideas recibidas, prejuicios contra la dignidad de los pueblos. Dinamita de los intereses y del dinero. Taladro de una geopolítica que ni las fechas gloriosas de 1989 pudieron destruir. Terror de jeques y reyes petroleros. Espanto de cristianos sionistas y neocons. Ruina de espías y policías. Desconcierto de diplomáticos realistas y pragmáticos.

Ahí está otra vez, cuando nadie ya osaba nombrarla. Cuando yacía ya olvidada ante la fascinación de los viejos y eficaces mandarines, los más conservadores entre los conservadores, los más autoritarios entre los autoritarios. Ahí está, ondeada por esos jóvenes árabes, hombres y mujeres sorprendentes, inesperados, maravillosos portadores de historia y de esperanza. Ignorada y olvidada por Europa. Lejos de Europa, de su Europa. Lejos también de Bakunin y Marx, pero no de Ghandi y Mandela.

Ahí la tenemos de nuevo, obstinada, tenaz, nuestra vieja amiga. Mientras los últimos añorantes susurraban su nombre camuflado, la disrupción decían, ella, la vieille taupe, escarbaba y escarbaba para hacer caer a dos tiranos ya. Con la promesa de seguir y seguir, hasta derribarlos a todos, hasta dejar que ondee un día, bien pronto, esa bandera, la libertad de los árabes, desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico.

viernes, 19 de febrero de 2010

Nefertitis

Nefertiti (c. 1370 a. C. - c. 1330 a. C.), fue una gran reina de la dinastía XVIII de Egipto, Gran Esposa Real de Ajenatón (Akenatón). Su nombre egipcio, nfr.u itn, nfrt.y.ty, se traduce como "Belleza de Atón, la bella ha llegado".

Su belleza fue legendaria, pero tras su imagen sublime, parece que su papel político y religioso en el desarrollo de la experiencia amarniana fue fundamental.

Un largo cuello sostiene la erguida cabeza polícroma, en la cual destacan los ojos almendrados de la faraona. No importa que una pupila falte: la belleza del busto se impone. Si bien algunos científicos, como el curador del Museo Egipcio de Berlín, opinan que la obra no puede reflejar a una persona real, pues ningún rostro humano puede poseer esas proporciones tan exactas, las reconstrucciones que el equipo británico hiciera a partir de la momia hablan de una semejanza espectacular con la pieza que hasta ahora ha guardado con celo Alemania. Y que Egipto reclama para sí.

El Museo Egipcio de El Cairo reclama el busto de Nefertiti que, desde comienzos del siglo XX, custodia la Colección Egipcia del Museo de Berlín. La más famosa imagen de la hermosa reina egipcia -cuyo nombre significa "la hermosa ha llegado"- debería volver a Egipto, pues habría sido llevada a Alemania ilegalmente, después de que fuera encontrada en excavaciones dirigidas por el arqueólogo y arquitecto alemán Ludwig Borchardt en 1912. Así lo declaró Wafaa el Saddik, la directora del Museo Egipcio al diario dominical alemán Bild am Sonntag. Para poder llevársela, Borchardt habría minimizado a propósito la importancia de su hallazgo ante las autoridades egipcias.

Quejas egipcias
La regla que regía en aquel tiempo tales excavaciones era que los hallazgos se dividiesen a partes iguales entre Egipto y el país que los descubría, exceptuando las piezas excepcionales. Cabe preguntarse si ya en ese momento quedaba clara la excepcionalidad de esta escultura de 3.300 años de antigüedad. "Hemos tenido en las manos la obra más llena de vida del arte egipcio", cita National Geographic a Borchardt.

La pregunta que se impone es, ¿Es correcto que nos encontremos en el Museo Egipcio del Cairo, su lugar de procedencia, a una copia, mientras el original esté en Berlín? Estos hechos reflejan el robo, uno más de occidente,... Es evidente que lo justo sería que estuviese en el Cairo y las copias que deseen por los museos del Mundo...
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