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martes, 23 de agosto de 2022

_- Qué son las "habilidades blandas" y por qué cada vez más compañías se fijan en ellas al contratar



_- Para hacer tu trabajo efectivamente, necesitas lo que se denomina como 'habilidades duras': el conocimiento técnico y conocimientos específicos sobre el área de la que eres responsable.

Pero en un mundo laboral siempre cambiante, las "habilidades blandas" menos promocionadas pueden ser igual de importantes, si no más cruciales.

Estas habilidades son más matizadas, incluso de bajo perfil: piensa en las características y comportamientos personales que hacen a un líder fuerte o un buen miembro del equipo.

Especialmente en medio de la normalización del trabajo remoto, donde la colaboración y las formas de innovar han cambiado, las empresas están comenzando a darse cuenta de la importancia de estos intangibles al construir equipos diversos y exitosos.

Como resultado, los empleadores están considerando cada vez más las habilidades sociales de un candidato tanto como su experiencia y especialidades técnicas explícitas, dicen los expertos.

Algunas de estas habilidades blandas pueden ser innatas: hay rasgos de personalidad que hacen que alguien sea un buen comunicador natural o un pensador analítico.

Quienes no cuentan con ellas, pueden desarrollarlas y perfeccionarlas, así como aprender a mostrarlas.

Y eso, dicen los expertos, es algo que todos deberíamos estar haciendo.

¿Qué son?
No existe una lista definitiva de habilidades blandas, pero el término se refiere esencialmente a habilidades más allá de las técnicas.

La confianza con cierto software, por ejemplo, es una habilidad dura; saber cómo analizar diferentes paquetes de software para descubrir qué debería usar una empresa requiere pensamiento crítico: una habilidad blanda.

Cada vez se valora más no sólo qué sabes hacer sino cómo te comportas al hacerlo.

Otra área importante de habilidades blandas es la comunicación.

La comunicación efectiva con colegas, clientes y la gerencia requiere destreza e inteligencia emocional. La empatía, el trabajo en equipo y la compasión también son habilidades que caen bajo ese mismo paraguas.

El término 'habilidades blandas' en sí mismo es sólo jerga, dice Eric Frazer, autor de "The Psychology of Top Talent" y profesor asistente de psicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.

"Desde el punto de vista de la ciencia del comportamiento, realmente se refiere a una serie de mentalidades y comportamientos.

"Algunos ejemplos de mentalidades de habilidades blandas pueden ser alguien que aprende continuamente o alguien que es muy resiliente. Muchos comportamientos (pensamiento crítico, escucha activa, resolución imaginativa de problemas, por nombrar algunos) también son habilidades interpersonales".

Las mismas habilidades que le permiten a los trabajadores operar con éxito dentro de la jerarquía de la empresa y llegar a la cima también generan relaciones interpersonales exitosas.

En esencia, continúa, el término no es más que otra forma de decir 'habilidades interpersonales'.

"Se trata del sentido de identidad de una persona y de cómo se relaciona con otras".

Muchas habilidades blandas son muy prácticas, como la eficiencia, la priorización, la organización y la gestión del tiempo, todas características que se están volviendo cada vez más críticas para los trabajadores remotos e híbridos.

"Las personas que tienen un alto desempeño tienen la disciplina para estructurar su día y ser altamente efectivas dentro de un marco de tiempo establecido", dice Frazer.

Y las habilidades blandas no sólo son útiles en el trabajo, generalmente son invaluables.

Un cambio notable
 A medida que muchas de las partes altamente técnicas del trabajo se automatizan cada vez más o se reemplazan por herramientas tecnológicas, las empresas buscan empleados que puedan resolver problemas, hacer malabarismos con mayores responsabilidades y trabajar bien con los demás.

La actual escasez de mano de obra también hace que las organizaciones se centren en la longevidad: los empleados que tienen las habilidades interpersonales y la inteligencia emocional para llegar a puestos de liderazgo ofrecen mucho más valor.

Además, las habilidades blandas se han vuelto aún más importantes en el panorama laboral pospandémico y en gran parte remoto.

Por ejemplo: la comunicación tiende a ser mucho más matizada y compleja cuando los trabajadores no se ven cara a cara con sus colegas. La adaptabilidad también es una habilidad blanda, y los últimos dos años han requerido mucho de ella.

Como resultado, los empleadores buscan activamente candidatos que tengan estos intangibles.

Las habilidades blandas se valoraron con la pandemia.

En una revisión de 2021 de más de 80 millones de ofertas de trabajo en 22 sectores industriales, la organización educativa sin fines de lucro America Succeeds descubrió que casi dos tercios de los puestos incluían habilidades blandas entre sus calificaciones.

Y en todas las ofertas de trabajo, de las 10 habilidades más demandadas, 7 eran 'blandas', incluidas la comunicación, la resolución de problemas y la planificación.

El mismo informe mostró que ciertos tipos de puestos priorizan aún más las habilidades blandas: eran las calificaciones más deseadas para el 91% de los puestos de gestión, el 86% de los puestos de operaciones comerciales y el 81% de los puestos de ingeniería, un hecho que puede sorprender, ya que es un campo generalmente considerado altamente técnico.

"Cuando observamos la fuerza laboral de hoy", dice Frazer, "definitivamente ha habido un cambio hacia exigir más de que lo que yo llamaría 'conocimiento tácito' y 'habilidades tácitas'... lo que significa que eres bueno en lo que haces, es decir, si eres ingeniero, se espera que seas bueno codificando o diseñando o si trabajas en finanzas, en análisis de datos numéricos".

El cambio, dice, es que "hay una comprensión más profunda de que las personas viene primero, antes que el desempeño".

No quiere decir que las habilidades técnicas hayan quedado en el olvido, agrega, pero las empresas se han dado cuenta cada vez más de que enfatizar las habilidades interpersonales que mantienen unidas a las organizaciones es lo que "genera grandes resultados".

El sitio de trabajo global Monster's The Future of Work 2021: Global Hiring Outlook reveló que las habilidades blandas como la colaboración, la confiabilidad y la flexibilidad se encuentran entre las habilidades que los empleadores más aprecian en los trabajadores.

Sin embargo, los ejecutivos informan que tienen dificultades para encontrar candidatos que tengan conjuntos de habilidades blandas bien desarrolladas, y que las hayan tenido durante años.

Parte de eso, dice Frazer, es que habilidades como la imaginación y la flexibilidad son difíciles de cuantificar.

"Los inventarios y los cuestionarios realmente no capturan estos atributos con gran precisión", dice. Y los candidatos no necesariamente resaltan esas habilidades en sus CV o páginas de LinkedIn, aunque tal vez, agrega, deberían hacerlo.

Articulando tu mentalidad
Este creciente énfasis en las habilidades blandas puede desconcertar a algunos trabajadores, especialmente a aquellos que no son buenos comunicadores por naturaleza o "líderes natos", como dice Frazer.

Pero agrega que estas son habilidades que se pueden aprender.

"Quienes quieren mejorar en sus trabajos, o ser mejores empleados, o tener un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, entienden y aprecian el valor de afinar constantemente estas mentalidades y comportamientos".

Tendemos a ser conscientes de nuestras fortalezas, pero para perfeccionar las habilidades interpersonales hay que comenzar por solicitar comentarios para identificar debilidades y puntos ciegos.

Mejorarlos puede significar forzarte a salir de tu zona de confort. Si deseas mejorar tu pensamiento imaginativo o la resolución de problemas, por ejemplo, intenta participar en sesiones de lluvia de ideas con los creativos de la empresa.

La inteligencia emocional también se puede aumentar desarrollando la conciencia social, aprendiendo a regular tus sentimientos y siendo empático.

Además de mejorar las perspectivas laborales, eso tiene beneficios adicionales: las investigaciones muestran que las personas con una inteligencia emocional alta tienen menos probabilidades de experimentar estrés y ansiedad.

Los gerentes de contratación en busca de estos intangibles, por su lado, pueden adaptar sus preguntas de la entrevista para poder descubrir el conjunto de habilidades blandas de un candidato, con preguntas como "dame un ejemplo de una época en la que fuiste resiliente en tu vida profesional" o "cuéntame una historia que resalte tu mentalidad abierta", dice Frazer.

Para prepararse mejor para situaciones como estas, los candidatos deben identificar sus habilidades blandas más fuertes de antemano y estar listos para demostrarlas, agrega.<br />

Las habilidades técnicas y la experiencia en su CV siempre serán importantes, pero no suficientes: tienes que convencer a los reclutadores de que posees las habilidades más blandas que te ayudarán a tener éxito. 

 
Las 10 habilidades que más valoran las empresas según Li   kedin, https://www.bbc.com/mundo/noticias-46913563 1947f

viernes, 6 de agosto de 2021

_- Así es el Bachillerato Internacional, un modelo que prioriza el pensamiento crítico y la educación personalizada

_- Los estudiantes que se gradúan dentro del programa tienen vía de acceso preferente en muchas universidades, y en algunas comunidades están exentos de hacer la EBAU.

Existe un modelo, más allá de la enseñanza tradicional, que prioriza en el alumno el desarrollo del pensamiento crítico, el espíritu indagador, el conocimiento intercultural y una mentalidad abierta y consciente de los desafíos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos. Un itinerario flexible y actualizado que permite personalizar las materias que se estudian y adaptarlas a los intereses de cada uno, potenciando el interés por aprender y mejorando unos resultados académicos que les abren las puertas de las mejores universidades del mundo. Se trata del Programa del Diploma de Bachillerato Internacional (IB), una opción presente en centros públicos y privados que está experimentando un crecimiento sin precedentes (la princesa de Asturias lo hará en Gales el curso que viene) y que ha visto cómo, en mayo de 2021, se graduaban del IB 3.827 alumnos en España, frente a los 2.611 de 2016 (y 37.161 desde 1990).

“Una de las claves del IB es que nuestros programas no están dirigidos hacia los exámenes, sino a que los alumnos aprendan a pensar de forma crítica y a resolver problemas complejos. Los mejores resultados se alcanzan permitiendo a los estudiantes conectar el currículo con su talento innato, enseñándoles a pensar por sí mismos y a conducir su proceso de aprendizaje”, afirma Maripé Menéndez, senior manager de la Organización del Bachillerato Internacional (IBO) para Iberoamérica. Sus programas educativos son además revisados y actualizados permanentemente por profesores, examinadores y expertos académicos, “de acuerdo con las demandas en Tecnologías de la Información, interconectividad global, educación superior y empleo”.

Aunque el Diploma del IB es el más extendido de sus programas, no es el único, ya que el sistema educativo del IB puede iniciarse desde la escuela primaria (PEP), para continuar con el Programa de Años Intermedios (equivalente a la ESO) y finalizar en el Diploma o el programa de Orientación Profesional (de 16 a 19 años). En total, están presentes en más de 5.400 centros de 158 países, tanto públicos (la mayoría) como privados, si bien en España la proporción sea la inversa: de 167 centros, solo 45 son públicos, y 49 más están en proceso de autorización. En el Reino Unido, las calificaciones del IB se valoran más que las de los A-levels (el itinerario habitual), y en Estados Unidos, la admisión de alumnos del IB en alguna de las universidades de la prestigiosa Ivy League es un 18 % superior al de otras titulaciones.

¿Cómo funciona el Bachillerato Internacional?
Aunque el currículo final depende bastante de cada centro, todos los alumnos han de cursar seis materias troncales: su lengua materna, un idioma extranjero, Matemáticas, una de Humanidades, una de ciencias experimentales y otra a elegir entre Arte, una segunda lengua extranjera o una asignatura adicional de ciencias o humanidades. De esas, tres han de cursarse a nivel superior (con 240 horas lectivas en dos años) y tres a nivel medio (con 150 horas). Y, además, deben cursar Teoría del Conocimiento (un curso dedicado al pensamiento crítico y a la indagación sobre el proceso de conocer), completar 150 horas de servicios a la comunidad (Creatividad, Acción y Servicio, CAS) y elaborar una monografía, que es un trabajo de investigación sobre un tema de su interés. Todo con un enfoque práctico que hace que los alumnos “desarrollen habilidades de orden superior, busquen información, contrasten fuentes, tomen decisiones y evalúen los efectos de las mismas tanto en poblaciones vulnerables como en la sostenibilidad del planeta”, añade Menéndez.

“Aunque al principio es difícil adaptarse, creo que la mejor parte del IB es hacer trabajos prácticos y aplicar los conocimientos a situaciones de la vida real en los exámenes, y no solo aprender del temario del libro”, reconoce Pablo Luengo (17 años), alumno del IB en el Liceo Europeo de Madrid. Un enfoque experimental y abierto a los propios intereses de los alumnos, que pueden personalizar entre un 20 y un 30 % del contenido de sus asignaturas a través de exploraciones matemáticas, investigaciones de laboratorio o preguntas de carácter histórico a las que deben responder. Luis Amo (18 años), también estudiante del Liceo Europeo, destaca también la importancia de la colaboración entre alumnos y profesores: “El espíritu de grupo se evidencia en las clases, donde la cercanía con los profesores es esencial para comprender los temas complicados, y los alumnos compartimos y contrastamos nuestras ideas”.

Julio Fernández, coordinador del programa del IB en el IES Lancia, en León, hace hincapié en dos aspectos que considera fundamentales: el rigor académico y una metodología “volcada totalmente en hacer florecer en los alumnos la indagación, la reflexión, la audacia, el criterio y la integridad, junto con la necesaria carga de instrucción (…) y un especial interés en fomentar la buena comunicación, la mentalidad abierta y la solidaridad”. Un modelo que, sostiene, compensa la enorme dedicación que exige, y genera “una apreciable satisfacción en toda la comunidad educativa”, a la vez que agradece el apoyo e implicación de la asociación de padres. El IES Lancia es el único centro de la provincia leonesa que oferta este diploma: al ser un centro público, los alumnos han de cursar ambos tipos de Bachillerato (aunque muchas materias son coincidentes), y para acceder a él los alumnos han de certificar una nota media en el segundo ciclo de la ESO de notable o sobresaliente.

Al final del programa, y para obtener el diploma, los alumnos han de superar unas rigurosas pruebas que se realizan el mismo día del año en todo el mundo y que son evaluadas externamente, “troceándose de tal manera que ningún examinador corrige un examen entero, sino solo alguna pregunta. Las correcciones vuelven entonces al IB, que emite una calificación externa”, explica Menéndez. En cada convocatoria de exámenes, participan más de 100 personas en un proceso que dura 1,6 años, y los estudiantes que obtienen el diploma tienen como mínimo convalidada la fase general de los exámenes de acceso a la universidad (o EBAU) en comunidades como Cataluña, Galicia o Andalucía, mientras que en otras, como Madrid, la convalidación es total.

IB, emprendimiento y tecnología
Por comunidades autónomas, Madrid es, precisamente, la que tiene un mayor número de centros con programas de IB, seguida de Cataluña (35) y Andalucía (24). La capital de España será también, a partir del curso 2022-2023, la sede de The Global College, un colegio internacional que ofrecerá, en alianza con IE University, un programa de IB impartido en inglés con énfasis en el emprendimiento, la innovación, las humanidades y las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). “Optamos por este modelo porque nuestro papel consiste en desafiar y motivar a los estudiantes a sacar lo mejor de sí mismos; darles autonomía y ambición (…) para que puedan dedicarse a las áreas que más les interesan y terminar el programa motivados por la pasión, la ambición y las ganas de aprender”, cuenta Barry Cooper, su director.

Para graduarse, los alumnos deberán realizar, asesorados por mentores, proyectos de emprendimiento con impacto en el mundo real que contribuyan a la sostenibilidad, para lo cual visitarán empresas y ONGs y conocerán a fundadores de startups. El nuevo centro, que incluirá una residencia para estudiantes internacionales, aspira a crear una comunidad diversa con alumnos de más de 60 países, y durante los primeros cinco años tendrá un programa de becas que cubrirá hasta el 90 % del coste para la mitad de los estudiantes, un currículo personalizado, espacios dedicados al coworking, recursos digitales y metodologías híbridas e innovadoras como la del aula invertida (o flipped classroom): “Eso significa leer y prepararse de antemano para una clase que no se basará en completar ejercicios, sino que girará en torno a la reflexión, el debate y la superación de retos”, argumenta Cooper.

Una educación al alcance de todos
Una de las características que Menéndez insiste en destacar es que los programas del IB se ajustan a todo tipo de perfiles, precisamente “porque lo que el IB genera es ganas de aprender”, y añade: “Necesitamos enganchar a los alumnos para que quieran aprender, a niños y jóvenes con mentalidad abierta y pensamiento crítico y creativo”, aunque si se estudia en un centro público, suele ser imprescindible acreditar una nota media elevada en el expediente académico.

“También me gustaría destacar que el IB trabaja con un departamento de necesidades especiales para atender a todos los alumnos. Este año, en España se han conseguido resultados excepcionales con varios jóvenes con TDAH e incluso una capacidad visual disminuida importante”, ilustra Menéndez. Alumnos como Nina Souto, del colegio San José de Estepona, en Málaga, que se graduó recientemente con una puntuación final de 44 sobre 45 a pesar de sufrir una pérdida de visión del 75 % a consecuencia de una hidrocefalia diagnosticada en 2016. “Desde el primer momento, el apoyo y la dedicación recibidos por parte del IB fueron constantes, estando siempre preocupados y dispuestos a garantizarme el acceso a todas las adaptaciones necesarias”, esgrime Souto, que ahora cursa Bioquímica en la Universidad de Málaga. “Lo mejor es la amplitud con la que se trabajan en el IB las materias de estudio, en vez de limitarse al ámbito teórico o a la evolución en un sentido estrictamente académico”.

Algunos centros, como The Global College, establecen también otros criterios de admisión como los méritos extracurriculares o el compromiso social, características que pueden observarse en cómo los jóvenes pasan su tiempo libre, “en si practican o destacan en deportes de equipo, si están aprendiendo a tocar un instrumento o si trabajan para su comunidad o están comprometidos con el emprendimiento o con empresas sociales. Estos son grandes ejemplos de liderazgo, trabajo en equipo y disciplina, y también aportan una diversidad de intereses al centro educativo”, aduce Cooper.

https://elpais.com/economia/formacion/2021-08-05/asi-es-el-bachillerato-internacional-un-modelo-que-prioriza-el-pensamiento-critico-y-la-educacion-personalizada.html

miércoles, 4 de diciembre de 2019

_- Educación. Cómo fomentar el pensamiento crítico de los adolescentes a través de la ciencia de datos. Por Javier Cortés

_- Diversos expertos en educación señalan los beneficios de integrar conceptos propios de este campo en la educación secundaria y el bachillerato

a ciencia de datos, la profesión más atractiva del siglo XXI —al menos para la revista Harvard Business Review—, no se enseña en el colegio; se puede aprender en la universidad o a través de bootcamps (cursos formativos intensivos), que, en muchas ocasiones, cursan profesionales que han desempeñado su trabajo durante años en otras áreas del conocimiento.

El auge de esta disciplina, promovida en gran parte por una demanda multisectorial de profesionales que la dominen, responde a un cambio importante en nuestra organización como sociedad. Sin embargo, un campo que se antoja tan trascendente, apenas ha alcanzado la educación obligatoria.

¿Qué pasaría si pusiéramos el análisis de datos en el centro de la enseñanza matemática en el instituto? ¿Cuáles son los beneficios de integrar conceptos propios de este campo en la educación secundaria y el bachillerato?

Una competencia transversal
Imaginemos un colegio en el que los estudiantes de 15 y 16 años deben demostrar sus competencias para comprender datos, manejar hojas de cálculo y diferenciar correlación de causalidad. Exponer a los alumnos a esta tecnología y enseñarles a utilizar argumentos basados en datos puede ayudar a desarrollar su razonamiento lógico y fomentar su pensamiento crítico. Explorando este sector, serían capaces de examinar el alcance de la amenaza climática o comprender mejor el funcionamiento del mercado inmobiliario rastreando sus datos. Tendrían una herramienta fantástica para aprender aplicando las matemáticas a problemas del mundo real.

“La ciencia de los datos puede ayudar a formar a ciudadanos capaces de leer las noticias sin dejarse engañar por gráficos y datos maliciosos”.

“Al resolver problemas prácticos concretos que propone la ciencia de los datos, las matemáticas dejan de ser abstracciones y se entienden de verdad”, opina Antolín García, responsable de la academia de programación Conmasfuturo. “En esta época de fake news, llevar la ciencia de los datos al aula ayudaría a formar a ciudadanos capaces de leer las noticias sin dejarse engañar por gráficos y datos maliciosos”.

García no es el único que valora la enseñanza de esta disciplina en los institutos como algo positivo. “El tratamiento de datos para la resolución de problemas reales y la toma de decisiones debería ser una competencia transversal básica en todos los niveles educativos”, sentencia Teresa Sancho, directora del grado en Ciencia de Datos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). “No es necesario crear una asignatura para ello; basta con introducir la perspectiva propia de la ciencia de datos en las distintas asignaturas que existen”.

Sancho advierte que, aunque las matemáticas y la computación son esenciales para formarse en esta materia, en el marco de la ciencia de datos hay competencias que no pueden perderse de vista como la creatividad, el trabajo en equipo y las habilidades comunicativas. “Se trata de fomentar una perspectiva amplia donde el alumnado comprenda que los datos ocupa un papel central en la resolución de problemas reales”, añade.

Con las matemáticas hemos topado
Jo Boaler, profesora de educación matemática en la Universidad de Stanford, es una de las principales defensoras de una reforma educativa en esta línea. No obstante, admite que existen barreras que dificultan la inclusión de esta materia en el currículo académico de los adolescentes. “Los maestros no han sido capacitados en ciencia de datos. Por otra parte, los institutos y las universidades tienden a pensar que solo el cálculo es importante y que todos los caminos deberían conducir allí”, lamenta. “Por eso es tan importante la creación de conciencia”.

Cómo fomentar el pensamiento crítico de los adolescentes a través de la ciencia de datos La falta de capacitación del profesorado para ahondar en esta disciplina es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la ciencia de datos en su intento de asaltar las escuelas. Como explica Rafael Pastor, coordinador del Máster en Ingeniería y Ciencia de Datos de la UNED, hay conceptos estadísticos y modelos matemáticos de cálculo numérico que no se trabajan actualmente y que requerirían de una reforma importante del currículo académico. “Además de los conocimientos matemáticos, se necesitan unas competencias digitales específicas en lenguajes y herramientas de programación”, añade.

Esto implica que sería necesario reforzar todo el área STEM de los ciclos formativos de secundaria y bachillerato y, para ello, hace falta dinero. “Los aspectos de la ciencia de datos se pueden estudiar a través de las matemáticas, la informática y las ciencias, pero los maestros necesitan habilidades adicionales para enseñarlas”, explica Vanessa Pittard, directora ejecutiva adjunta de Mathematics in Education and Industry (MEI), una organización benéfica comprometida con la mejora de la educación matemática en Reino Unido. “Esto requeriría el compromiso del gobierno o de organizaciones relevantes para financiar el desarrollo profesional de los docentes”.

A pesar de estos retos, algunos países comienzan a introducir esta disciplina en sus currículos de manera paulatina. El año pasado, cerca de 30 escuelas secundarias en California comenzaron a ofrecer clases de ciencias de datos para estudiantes de tercer y cuarto año como una alternativa a la asignatura de Álgebra. Reino Unido también lleva a cabo distintos proyectos que buscan enriquecer el plan de estudios obligatorio de computación a través de esta materia y Canadá ha adoptado con fuerza la estadística y el análisis de datos en su sistema educativo.

“Creo que, de existir una asignatura centrada en esta materia, debería ser opcional y no central en el plan de estudios”, defiende Pittard. “Pero todos los jóvenes deberían tener la formación necesaria para comprender cómo se adquieren y utilizan los datos en el mundo, algo que todo ciudadano necesita saber sobre la ciencia de datos”.

https://retina.elpais.com/retina/2019/11/21/tendencias/1574346819_290556.html

sábado, 25 de noviembre de 2017

Entrevista a Susan George, referente del pensamiento altermundialista. “La socialdemocracia se ha entregado por completo al neoliberalismo”

La Marea

Cataluña, hundimiento de la socialdemocracia, cambio climático, evasión fiscal, auge de la ultraredecha, crisis de los refugiados…

Susan George es un referente del pensamiento crítico y altermundialista. Nació en Estados Unidos y vive en Francia desde hace muchos años, pero mantiene intactos dos rasgos muy anglosajones: el tono directo a la hora de responder y la humildad de reconocer que no sabe algo cuando no sabe algo. Estos días se encuentra en Barcelona para participar en las jornadas anuales del Centro Delàs de Estudios por la Paz –que comienzan este jueves poniendo el foco sobre ‘el negocio de las fronteras’–, donde hablará de algunos de los temas que mejor conoce: el fenómeno de la globalización, la transferencia de desigualdades y la amenaza del cambio climático.

A sus 83 años, la presidenta del Transnational Institute y presidenta de honor de ATTAC responde a La Marea sobre temas de actualidad tan aparentemente dispares como el procés en Cataluña, la evasión fiscal o la crisis de la socialdemocracia.

¿Es usted optimista?

Nunca respondo si soy optimista o pesimista. Desconozco el porvenir pero tengo esperanza, y es gracias a eso que creo que no hay que rendirse. Si decimos que somos pesimistas, transmitimos desmotivación. Hay quien cree que el destino está escrito y no merece la pena pelear por él, y esa es precisamente la actitud que no quiero fomentar ni en mí misma ni en los demás. Tengo esperanza en que las acciones de personas determinadas puedan cambiar las cosas.

En su opinión, ¿cuál es el problema principal que enfrentamos hoy en día?

El cambio climático. Puede representar el fin de la raza humana. Los cambios que se están produciendo en la naturaleza pueden ser definitivos.

Usted vivió la Gran Guerra, muy ligada al crash económico de 1929, ¿qué le diría a la juventud que se ha topado con la crisis global actual?

Tengo cuatro nietos de entre 22 y 28 años, así que respondo con gusto a esa pregunta. Debo decir que mis propios nietos son personas bien preparadas para la vida, y mi preocupación es saber si llegarán a mi edad y en qué condiciones. No tengo un mensaje como tal para los jóvenes, vivimos un periodo de neoliberalismo, de desigualdades extremas reforzadas estos días por Trump y su intento de aprobar una ley que solo beneficiará a los más ricos y reforzará el reinado de su plutocracia. Los jóvenes no han conocido ningún periodo en su propia vida fuera del neoliberailsmo y quizás piensesn que es el único sistema posible, pero eso es algo antinatural, podríamos encontrar formas de gobierno en las que el poder y el dinero estuvieran mejor distribuidos, en el que la riqueza no vaya automáticamente a lo más alto de la pirámide, al 1%, como sucede hoy. Hay otros sistemas en los que existe redistribución y esa es la clave: cuanta menos redistribución y más desigualdad, más crecen los problemas que aquejan hoy en día a la sociedad. Lo demuestran infinidad de estudios. Si crece la desigualdad, aumentan la criminalidad, las enfermedades físicas y mentales, aunque esta última esté infravalorada; crece la población carcelaria, el absentismo escolar, etcétera. Las cifras muestran cómo todo esto se está incrementando en economías desarrolladas. Fíjate en la obesidad y cómo crece en Europa. En Estados Unidos el 35% de la población ya es obesa: más desigualdad, más obesidad.

¿Qué relación ve entre el aumento de la desigualdad y la evasión fiscal?

Esa es una relación totalmente evidente. Si nuestros gobiernos dicen ‘sí, vamos a hacer algo contra el cambio climático’ pero no tienen dinero, la respuesta debería ser clara: organícense para poner fin a los paraísos fiscales y tendrán todo el dinero que necesiten para poner en marcha la transición verde. Los paraísos fiscales favorecen el enriquecimiento de los más ricos y las consecuencias son las mismas que expuse en la respuesta anterior.

¿Cómo interpreta el auge de la extrema derecha?

El éxito de la ultraderecha me parece, tristemente, algo normal en estas condiciones económicas. Mucha gente siente que los políticos no se preocupan por ellos, que les da igual su situación y que solo se preocupan por sí mismos. Ahí aparece la extrema derecha con un discurso nacionalista, populista… Mira el Brexit, mira a Trump en la presidencia de EEUU, incluso fenómenos como el separatismo en España o el norte de Italia… Mira a la AfD [Alternativa por Alemania, mayor partido de extrema derecha alemán], o cómo el este de Europa se vuelve autoritario… Es evidente que hay una reacción y habrá más.

¿Cómo interpreta lo que está pasando en Cataluña?

Prefiero no tomar posición, no conozco hasta ese punto la política general de España, pero sí puedo decir que no soy fan del señor Rajoy. Pienso que debería haber una salida democrática y que los catalanes deberían tener derecho a votar y decidir por sí mismos, pero también deseo que no se separen. Creo que en este momento de la historia la gente debe estar unida en torno a la democracia, y comprendo sus demandas y el malestar que generó la decisión del Constitucional de tumbar el Estatut en 2006. Más democracia nunca sienta mal.

Cambiando de tema, ¿ve relación entre la crisis de los refugiados, la industria armamentística y el cambio climático?

No me siento calificada para responder. Creo que las causas de la emigración son variadas. Permítame citar a Alfred Sauvy, muerto hace más de quince años. Sauvy decía que mientras la riqueza esté acumulada en el norte y la pobreza en el sur, la gente del sur se desplazará al norte. Si a eso añadimos guerras y bombardeos, ataques de EEUU que han matado a millones de personas… No hay lugar a dudas. Factores como la pobreza o el cambio climático, la imposibilidad de vivir donde se está. No es normal que la gente se desplace en masa, la mayoría quiere vivir donde está. Yo soy emigrante en Francia, en buenas condiciones por supuesto, pero en mi época no había miles de jóvenes de mi edad que quisieran irse de EEUU.

Existe un gran negocio en torno al desplazamiento de refugiados: venta de armas, construcción de muros fronterizos…

No me gusta hablar de temas en los que solo tengo nociones básicas. Sobre la industria armamentística, creo que mientras las condiciones no cambien, siempre habrá gente que saque beneficio de la desesperación de los demás.

¿Cuánto tiempo va a durar la incompatibilidad del capitalismo con la democracia?

Creo que la socialdemocracia, si se cumple realmente, es perfectamente aceptable. Siempre habrá una economía de mercado, el mercado ha estado presente desde hace miles de años, en todos los periodos de la vida humana. Mercado y capitalismo no son lo mismo. Se puede tener mercado sin fenómenos como la desigualdad o un sistema donde la redistribución no es respetada y los ciudadanos, tampoco. Creo que la socialdemocracia está en proceso de desaparición ahora, fíjate en Alemania, Francia… Eso muestra que la gente no cree en los socialdemócratas, y yo lo entiendo, porque ellos se han entregado por completo al neoliberalismo. La gente no ha conocido el sistema de economía keinesiana, siempre ha vivido bajo una economía de derechas, neoliberal, donde impera la idea de que el mercado puede decidirlo todo porque lo sabe todo y es mejor que la política, por lo que hay que dejarlo actuar. El objetivo de Trump es dejar claro que los ricos no le deben nada a los pobres. Ahora Macron está quitando fondos a los ayuntamientos, son miles de millones. Es una actitud que viene a decir ‘no te debo nada, nadie debe nada a nadie, los ricos no deben nada a los pobres, las grandes ciudades que van bien no le deben nada a las más pequeñas y pobres’, etcétera. Es la destrucción de la solidaridad, son crímenes contra la fraternidad.

¿Cree que la lucha contra el cambio climático puede ser una oportunidad para cambiar este sistema?

Podría serlo, pero haría falta una mayor conciencia de este fenómeno. Tengo la sensación de que la gente no entiende lo rápido que avanza esto. Siempre hemos visto huracanes en ciertas épocas y cambios de estación, pero no conocemos los extremos, ni esperamos inundaciones, ni vientos de 200 kilómetros por hora, no estamos preparados para fenómenos en los que la temperatura sube tan rápido que la vida se hace invivible. Esa es mi mayor preocupación. Este podría ser el principio del fin de la raza humana. No es con riqueza que algunos se salvarán de esto.

¿Cree que haría falta una gobernanza mundial para hacer frente al cambio climático y el aumento de la desigualdad?

Creo que estamos muy lejos de una gobernanza mundial y que es mejor tratar de gestionar espacios más pequeños. De momento no estamos suficientemente de acuerdo para gobernar junto con China o India, por ejemplo. Me gustaría que lográramos gobernar nuestros Estados y que eventualmente Europa evitara su propio suicidio. La idea de un gobierno mundial me parece tan utópica e indeseable, que prefiero poner mis energías en otras cosas.

¿Es posible compatibilizar a las instituciones públicas con un sistema de banca ética?

Sí, es un problema que podemos resolver.

¿Cómo?

Poniendo al poder financiero bajo supervisión. Podríamos nacionalizar bancos, ponerlos al servicio de la sociedad y evitar que sean tan grandes que, en caso de quiebra, todo el sistema se vea en riesgo y se exija al ciudadano aportar billones de dólares.

Las ventajas de la evolución tecnológica contrastan con la destrucción de empleo, ¿qué opina al respecto?

Siempre dijimos que la tecnología iba a destruir empleos pero se iban a crear otros. Viene sucediendo así desde que el mundo es mundo. Por ejemplo, piensa en las revueltas en Inglaterra contra los telares industriales, cuando todas las máquinas fueron vistas como destructoras de empleo. Creo que hace falta un sistema interino que forme a la gente en nuevos puestos de trabajo, que la prepare para nuevas oportunidades y cambios que van a venir. Evidentemente me parecen muy peligrosas otro tipo de tecnologías, como la que defiende el transhumanismo, porque representa una forma de aumentar las desigualdades: elegir genes, cambiar la raza humana, reservar oportunidades para una cierta clase que tiene características físicas e internas diferentes… Pero usted me considera un espíritu universal y yo no soy capaz de responder a todo, aunque tenga mis opiniones (risas).

Fuente:
http://www.lamarea.com/2017/11/23/entrevista-susan-george/

jueves, 13 de julio de 2017

Introducción al pensamiento crítico de François Houtart. Nuevo libro sobre su aporte a la teología de la liberación

La Teología de la Liberación no se interesa tanto en la existencia de Dios –si Dios existe o no. Se interesa en saber dónde está Dios, es decir, en la lucha de la liberación de los pueblos. (...) Actualmente este tipo de Teología es más necesaria que nunca, frente a la globalización del capital." Con esa asertiva, uno de los teólogos más destacados de la Teología de la Liberación, el belga François Houtart, sitúa de qué manera esa orientación libertadora del cristianismo fortalece el diálogo con las demandas de las poblaciones oprimidas en todo el globo y cómo la religión y la doctrina social pueden caminar articuladas.

Este mensaje resume la vida del sociólogo y sacerdote François Houtart, que se apagó el pasado 6 de junio de 2017 en Quito (Ecuador) a los 92 años.

Houtart deja una huella indeleble en múltiples campos del saber y del quehacer eco-humano: ciencias sociales, sociología de la religión, ciencia política, ecología, movimientos sociales, etcétera. Fue pionero en los estudios de sociología de la religión que cultivó a través de numerosas publicaciones y que enseñó durante más de tres décadas en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), fundando el Centro Tricontinental CETRI en 1976. Allí se formaron varias generaciones de políticos, teólogos, científicos sociales, politólogos, economistas y activistas sociales, que aprendieron, bajo su magisterio, a interpretar críticamente la realidad social y a transformarla luchando contra los mecanismos opresores que operan en ella.

El teólogo español Juan José Tamayo subraya que “sus análisis críticos del capitalismo y su interpretación ética de las religiones contribuyeron a dar soporte sociológico y dimensión económico-política a la teología de la liberación, muchos de cuyos cultivadores lo consideran su maestro. La ética es, para él, la teología primera; las ciencias sociales, la palabra primera; la revolución, inherente al cristianismo; la praxis de liberación, concreción del amor cristiano; la utopía, la meta hacia la que caminar” (1).

Homenaje al maestro François

En ocasión de la celebración del funeral (2) de François Houtart en programa el próximo miércoles 28 de junio de 2017, h. 6.00PM en Notre-Dame de Stockel (Bélgica), yo he pensado de publicar un libro en homenaje a Houtart, maestro con el cual he personalmente compartido investigaciones y amistad.

El libro se titula: “Construyendo puentes entre la teología y la emancipación de los pueblos. Introducción al pensamiento crítico de François Houtart”, Observatorio SELVAS Edición, 2017, pág. 110.

Esta publicación tiene el objetivo de presentar una introducción al pensamiento crítico de Houtart con relación a la teología y a la emancipación de los pueblos.

En este libro se analizan algunos importantes aportes de Houtart en la perspectiva de “la iglesia de los pobres” impulsada por el Papa Francisco, la histórica beatificación de Monseñor Oscar Romero, obispo y mártir de San Salvador, temas enfocados en el segundo capítulo.

En el tercer capítulo se recupera un artículo publicado en 1984 que documenta el ataque a la teología de la liberación por parte de Mons. López Trujillo - Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM.

Se analiza la “opción preferencial por los pobres” con relación al balance del pontificado de Juan Pablo II.

En el cuarto capítulo se recuperan algunas notas biográficas escritas por el mismo Houtart con relación a la Juventud Obrera Católica JOC. Yo sigo el proceso continental de la JOC en Latinoamérica desde su congreso en Asunción del 2001; en este libro se encuentra una carta abierta de 2012, escrita por Rodolfo Romero Garcete y Pedro Parra Gaona (ex presidentes nacionales de JOC-Paraguay) a la Presidencia de la Conferencia Episcopal Paraguay CEP, que demuestra cuanto sea actual el mensaje de la JOC y el aporte de Houtart. El quinto capítulo concentra su atención en Camilo Torres que fue muy cercano de François, durante los años que éste permaneció en Europa, adelantando sus estudios de Sociología. Fue su profesor y amigo personal.

La fuerza de la fe cristiana para la liberación de los pueblos

En el espléndido libro El alma en la tierra. Memorias de François Houtart, publicado por el Instituto Cubano del Libro, Carlos Tablada resume en dos ideas-fuerza la trayectoria del sacerdote belga que se vivía como latinoamericano: lealtad a su fe y al ideal de justicia social. Con ellas vivió hasta el último momento.

A François la fe cristiana lo orientó en la búsqueda de las causas de la injusticia y del análisis de los mecanismos de apropiación de las riquezas del mundo por una minoría.

Houtart estuvo fuertemente ligado al movimiento de la Teología de la Liberación, siendo considerado uno de sus más radicales exponentes, incluso vinculándose a la Revolución Sandinista; por eso, fue parte de las controversias que, entre 1980 y 1990, provocaron la condena y sanción de la Santa Sede contra esa vertiente cristiana de pensamiento al servicio de los pueblos.

El antropólogo jesuita boliviano Xavier Albó subraya que “Durante el Concilio Vaticano II (1962-1965), Houtart participó activamente como experto. Sus ideas están por ejemplo en la Introducción de la Gaudium et Spes. Desarrolló un estilo muy abierto en el diálogo interreligioso en el ámbito mundial. Estuvo desde su fundación en la revista Concilium de la universidad de Nigmegen (Holanda), entonces católica. Es por todo ello que François Houtart fue uno de los primeros europeos de la teología de la liberación, antes y después que Gustavo Gutiérrez consagrara ese nombre” (3).

En febrero de 2016 vino a Colombia para los actos académicos y políticos con ocasión del 50 aniversario de la muerte del padre Camilo Torres. Al entregarme el libro El bien común de la humanidad, escribió esta dedicatoria que me honra: “A Cristiano, en muy cordial recuerdo de la reflexión y de la acción cristiana, con el Papa Francisco que abra tantos nuevos espacios”.

En la lectio magistralis que Houtart (acompañado por Lilia Solano) ha hecho en febrero de 2016 en la Universidad Pedagógica de Colombia sobre Camilo Torres– gracias a la invitación del profesor Alfonso Torres, destaca que “El sueño de Camilo de una unidad popular tiene bases en la realidad. Lo que falta es el desarrollo de una perspectiva común para la construcción de un nuevo paradigma, y para definir a nivel colombiano lo que es el Bien Común de la Humanidad contribuyendo así a su construcción global”.

Al final de esta conferencia se acerca a François un joven seminarista que se había escapado del Seminario Diocesano por escucharlo aquella tarde de lluvia, porque “en seminario no permiten leer los libros de Houtart”. A este joven seminarista de 20 años he pensado para elaborar este libro de introducción al pensamiento crítico de Houtart entre teología y emancipación de los pueblos…

En aquella ocasión François explica que “la Iglesia católica como institución ha estado muy ausente de todo el proceso de paz hasta ahora en Colombia. Y esta es la oportunidad de retomar, reencontrar, un papel profético, en el que anuncie los valores fundamentales del reino de Dios: la justicia, la paz y el amor, de manera concreta y no abstracta. Tal vez con la inspiración del papa Francisco pueda cambiar y mejorar en un país como Colombia”.

Al respecto Houtart expresa su profunda esperanza en el Papa Francisco: “Pienso que hasta ahora ha hecho cosas impresionantes. Entre ellas esa encíclica Laudato Sí que debe ser estudiada a fondo. El Papa muestra a veces sorprendente voluntad de cambio de estructuras: en el campo de la organización eclesiástica y, lo que es extremadamente importante, en materia de las finanzas. Es un camino trascendente y muy peligroso porque despierta resistencias inmensas. También en materia de orientaciones que chocan con la tradición, como acogimiento a los homosexuales, sacramentos a los divorciados, la consulta a la Iglesia sobre la vida familiar, etc. El Papa quisiera imponer un comportamiento sencillo, ajeno a la suntuosidad y al boato, cercano a la gente corriente.

No podemos decir que el Papa Francisco adhiera a la Teología de la Liberación. Es un hombre abierto, que abre espacios y va lejos, siempre dentro de la doctrina social de la Iglesia, acercándose a una condena clara al capitalismo depredador” (5).

Una anécdota de papa Francisco con relación a Mons. López Trujillo

Hay que hacer justicia frente a los gravísimos ataques de Mons. López Trujillo durante su Presidencia del CELAM.

Treinta y cinco años después del asesinato de monseñor Oscar Arnulfo Romero (23 marzo de 2015), el Vaticano reconoció que hubo una campaña para denigrar al religioso centroamericano, cuya beatificación estuvo bloqueada en la época de Juan Pablo II y reivindicada en la nueva era de Francisco, que lo considera un modelo para América Latina. “López Trujillo temía que la beatificación de Romero se transformara en la canonización de la Teología de la Liberación”, recordó Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de San Egidio, el movimiento católico que apoyó y financió la causa de Romero.

Los enemigos de la canonización del prelado centroamericano arremetieron aún antes de que la causa fuera abierta formalmente y lo criticaban por su cercanía al teólogo jesuita Jon Sobrino, censurado por años por el Vaticano como uno de los grandes exponentes de la Teología de la Liberación, quien sobrevivió a la matanza perpetrada en 1989 por militares salvadoreños contra seis compañeros jesuitas (6).

Al respecto Houtart analiza que “En los años 30 hubo en El Salvador una represión cruenta. En los años 50, en nombre de sus convicciones religiosas, la Juventud Obrera Cristiana (JOC) ayudó a los jóvenes de los medios populares a resistir. En los años 60 y 70 los diferentes movimientos emancipadores en el mundo se opusieron a las dictaduras militares que preparaban la era neoliberal. En toda América central, en particular en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, nacieron movimientos de liberación inspirados por la revolución cubana y sus conquistas sociales. Las comunidades eclesiales de base, fruto de la inspiración del Concilio Vaticano II, hicieron el lazo entre la fe de los pueblos y el proyecto de emancipación social. La teología de la liberación colocaba a Dios en el seno mismo de la historia dando de nuevo sentido a la evangelización para realizar concretamente los valores del reino de Dios: justicia e igualdad en la condición humana, amor, paz, no violencia activa y lucha contra el sistema de muerte que era el resultado de la lógica económica dominante.

Todo esto se inscribía en el contexto más amplio de la guerra fría y la lucha contra el comunismo, lo cual había hecho que los poderes occidentales se aliaran con los gobiernos de derecha de sudamérica y que ignoraran las exacciones que hacían en el nombre de la defensa de los valores occidentales. Una parte importante de la jerarquía católica participaba en este proceso, desde los arzobispados locales hasta las altas autoridades romanas”.(7)

Monseñor Jesús Delgado, secretario personal de Mons. Romero, durante una conferencia de prensa en Vaticano en marzo de 2015 con relación al lanzamiento en italiano de un libro con las cartas inéditas de Romero entre 1977 y 1980 con el título “La iglesia no puede callar” relató cómo durante la reunión de Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe celebrada en la localidad brasileña de Aparecida en 2007 fue preguntando a todos los cardenales presentes si pensaban que Romero subiría a los altares.

Delgado desveló como el entonces arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio, le confesó que él si fuera papa beatificaría a Romero.

"Llegué donde Bergoglio y le dije: señor cardenal, ¿usted piensa que monseñor Romero será beatificado? y señalé con respeto al cardenal López Trujillo".

Bergoglio, dijo, continuó: "Si yo hubiese llegado a ser papa, lo primero que hubiera hecho sería enviar a López Trujillo a San Salvador a beatificar a monseñor Romero"(8).

Es una anécdota muy significativa que ha recordado también el famoso teólogo jesuita argentino Juan Carlos Scannone, principal autor de la "Teología del pueblo", durante su conferencia en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en febrero de 2016.

Conclusión

Concluyendo, François Houtart nos deja un legado de cómo vivir la fe cristiana en un mundo dividido entre pocos multimillonarios y multitud de miserables, y de lo que significa ser discípulo de Jesús en este convulso inicio del siglo XXI.

Al mismo tiempo François expresa su sintonía con Francisco: no ha habido en la historia otro Papa que haya hecho tantas críticas y tan profundas al capitalismo como Papa Francisco.

Eso de convocar tres encuentros mundiales con movimientos sociales no lo hizo ningún otro Papa y ninguna Conferencia Episcopal. Creo que su defensa de los pobres y los refugiados, la consigna de las tres ‘T’ (trabajo, techo y tierra), refleja también la contribución de François Houtart a la Iglesia y a la sociedad moderna.

LIBRO

Construyendo puentes entre la teología y la emancipación de los pueblos.

Introducción al pensamiento crítico de François Houtart.

Autor: Cristiano Morsolin. Edición: Centre Tricontinental CETRI y Observatorio SELVAS, Bogotá: 2017, pág. 110.

Descargar online el libro:

http://www.cetri.be/IMG/pdf/libro_houtart_morsolin__junio_2017.pdf

Notas:

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/12/actualidad/1497298356_260827.html

Une cérémonie religieuse sera célébrée le mercredi 28 juin 2017 à 18h en l’église Notre-Dame de Stockel, 1150 Woluwe-Saint-Pierre, Belgique. Pour adresser vos condoléances à la famille de François: condoleances.chanoine.houtart@gmail.com http://www.cetri.be/Ceremonie-des-funerailles-de?lang=fr

Xavier Albó .Filemón Escobar y François Houtart. La Razón. La Paz: 18 de junio de 2017

http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/Filemon-Escobar-Francois-Houtart_0_2729727044.html

http://www.puntofinal.cl/832/houtart832.php

http://www.prensalibre.com/internacional/vaticano-reconoce-que-se-intento-denigrar-a-romero

http://www.jornada.unam.mx/2015/05/17/opinion/022a1mun

http://www.terra.com.co/noticias/mundo/europa/exsecretario-de-romero-la-oposicion-social-y-politica-freno-la-beatificacion,786b21cdcf45b410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica. Desde 2001 trabaja en proyectos de cooperación internacional en Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia y Brasil. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS de Milán. Actualmente colabora con la Universidade Estadual de Maringa (Brasil) y el Centre Tricontinental CETRI (Bélgica). Autor de varios libros, analiza la relación entre derechos humanos, movimientos sociales y políticas emancipadoras.

Blog: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/

lunes, 26 de diciembre de 2016

El duro discurso de Martha Nussbaum sobre el futuro de la educación mundial

La filósofa norteamericana recibió el 10 de diciembre el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Antioquia y pronunció un duro discurso sobre las sociedades que están formando los estados con políticas educativas enfocadas en rentabilidad.

Al recibir el pasado jueves 10 de diciembre el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Antioquia, la filósofa norteamericana Martha Nussbaum pronunció un fuerte discurso contra los gobiernos del mundo y sus políticas de educación enfocadas solamente hacia la rentabilidad.

En el discurso, que ya se perfila como tendencia en Colombia en redes sociales, la filósofa plantea que el mundo se está encaminando hacia “naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad”.

A continuación lea el discurso completo de Nussbaum, el cual colgado en la red por el parque de ciencia y tecnología Explora, de Medellín.

"Estamos en medio de una crisis de proporciones masivas y grave importancia mundial. No me refiero a la crisis económica mundial que comenzó en 2008. Al menos entonces todo el mundo sabía que la crisis estaba ahí y muchos líderes mundiales trabajaron rápida y desesperadamente para encontrar soluciones. Tampoco me refiero a la crisis creada por el terrorismo internacional, eso también es reconocido por todos. No, me refiero a una crisis que pasa desapercibida, una crisis que probablemente sea, en el largo plazo, incluso más perjudicial para el futuro del autogobierno democrático: una crisis mundial de la educación. Dado que las democracias del mundo también están siendo desafiadas ahora por cuestiones de migración, terrorismo y comprensión mundial, esta crisis de la educación es potencialmente devastadora para el futuro de la democracia en el mundo.

Cambios radicales se están produciendo en lo que las sociedades democráticas enseñan a los jóvenes, y estos cambios no han sido bien pensados. Ansiosas de lucro nacional, las naciones y sus sistemas de educación, están descartando descuidadamente habilidades que son necesarias para mantener vivas las democracias. Si esta tendencia continúa, las naciones de todo el mundo pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos que puedan pensar por sí mismos, criticar la tradición y entender el significado de los sufrimientos y logros de otra persona. ¿Cuáles son estos cambios radicales? Las humanidades y las artes están siendo eliminadas, tanto en la educación primaria/secundaria como en la técnica/universitaria, en prácticamente todas las naciones del mundo, vistas por los responsables políticos como adornos inútiles, en momentos en que las naciones deben cortar todas las cosas inútiles con el fin de mantener su competitividad en el mercado global, éstas están perdiendo rápidamente su lugar en los planes de estudio y también en las mentes y corazones de padres y niños. De hecho, lo que podríamos llamar aspectos humanísticos de la ciencia y las ciencias sociales - el aspecto creativo imaginativo y el aspecto del pensamiento crítico riguroso - también están perdiendo terreno, debido a que las naciones prefieren perseguir beneficios a corto plazo cultivando habilidades útiles y altamente aplicables, adaptadas a fines lucrativos.

Analicen estos dos ejemplos, ambos tomados de los EE.UU., pero ejemplos similares surgen en Europa, en la India (donde se ha centrado la mayor parte de mi propio trabajo de desarrollo), en el resto de Asia, en Australia y por supuesto en América Latina - en todas partes donde los políticos ven la educación sobre todo, como un medio para promover el crecimiento económico.

En el otoño de 2006, la Comisión sobre el Futuro de la Educación Superior del Departamento Educación de los Estados Unidos, encabezada por Margaret Spellings, Secretaria de Educación del gobierno Bush, dio a conocer su informe sobre el estado de la educación superior en la nación: El liderazgo a prueba: Un Mapa del Futuro de la Educación Superior en los Estados Unidos. Este informe contenía una valiosa crítica a la desigualdad en el acceso a la educación superior; no obstante, su contenido se centraba completamente en la educación para beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencia y tecnología, mas no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje de conocimiento aplicado, que sirve para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta. Las artes, las humanidades y el pensamiento crítico casi brillan por su ausencia. Al omitirlos, el informe daba a entender que no habría problema alguno si esas capacidades quedaran en el olvido para dar lugar a otras disciplinas de mayor utilidad. (El gobierno de Obama, por desgracia, no ha cambiado este énfasis.)

En 2013, Pat McCrory, gobernador recientemente electo del estado de Carolina del Norte, hablando en un programa conservador de la televisión nacional, dijo que su plan era "ajustar mi currículo de educación a lo que las empresas y el comercio requieren para darle empleo a nuestros hijos", y luego dijo que los cursos tradicionales de humanidades, por esa razón, ya no recibirían fondos. Señaló la filosofía y los estudios de la mujer como dos áreas inútiles y que no serían financiadas. McCrory realmente no tiene poder para decidir lo que se financia, no sin respaldo legislativo; y claramente ignoraba nuestras estadísticas de empleo recientes, que muestran que el desempleo entre los estudiantes de ciencias informáticas es mayor que entre los estudiantes de humanidades; aún así, sus palabras reflejan una opinión generalizada.

Hay cientos de historias como ésta y oigo nuevas cada día. Dado que el crecimiento económico es buscado tan ansiosamente por todas las naciones, se han planteado muy pocas preguntas, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, acerca del rumbo de la educación y, con ella, de la sociedad democrática. Con el afán de la rentabilidad en el mercado global, están en peligro de perderse valores preciosos para el futuro de la democracia.

El afán de lucro sugiere a los políticos más preocupados que la ciencia y la tecnología son de crucial importancia para la salud futura de sus naciones. No debe haber ninguna objeción a una buena educación científica y técnica, y no sugiero que las naciones dejen de tratar de mejorar en este sentido. Mi preocupación es que otras habilidades, igualmente cruciales, están en riesgo de perderse en el frenesí competitivo, habilidades cruciales para la salud interna de cualquier democracia, y para la creación de una cultura mundial decente, capaz de abordar de manera constructiva los problemas más apremiantes del mundo. Estas habilidades están asociadas con las humanidades y las artes: la capacidad de pensar de manera crítica; la capacidad de trascender las lealtades locales y acercarse a los problemas mundiales como un "ciudadano del mundo"; y la capacidad de imaginar comprensivamente la situación del otro.

Plantearé mi argumento siguiendo el contraste que ya he sugerido con mis ejemplos: entre una educación que produzca lucro y una educación para una ciudadanía más incluyente. Para pensar en educación para la ciudadanía democrática, tenemos que pensar en qué son las naciones democráticas y por qué luchan. ¿Qué significa entonces para una nación avanzar, mejorar su calidad de vida? Por una parte, significa simplemente aumentar su Producto Interno Bruto per cápita. Esta medida del logro nacional ha sido durante décadas el estándar utilizado por los economistas del desarrollo en todo el mundo, como si se tratara de un buen indicador de la calidad de vida general de una nación.

La meta de una nación, dice este modelo de desarrollo, debe ser el crecimiento económico: sin preocuparse por la distribución y la igualdad social, ni por las precondiciones de la democracia estable, ni por la calidad de las relaciones de raza y de género, ni por la mejora de otros aspectos de la calidad de la vida de un ser humano, como la salud y la educación. Una señal de lo que este modelo obvia es el hecho de que Sudáfrica bajo el apartheid solía disparar los índices de desarrollo a lo más alto. Había una gran cantidad de riqueza en la antigua Sudáfrica, y el viejo modelo de desarrollo recompensaba ese logro (o buena fortuna), haciendo caso omiso de las impactantes desigualdades distributivas, el brutal régimen del apartheid y las deficiencias educativas y de salud que iban con él.

Este modelo de desarrollo ya ha sido rechazado por importantes pensadores del desarrollo, pero sigue dominando una gran cantidad de formulación de políticas. A los defensores del viejo modelo les gusta afirmar algunas veces que la búsqueda del crecimiento económico por sí sola genera las otras cosas buenas que he mencionado: salud, educación, política y libertad religiosa. Por ahora, sin embargo, al examinar los resultados de estos experimentos divergentes, hemos descubierto que el viejo modelo realmente no genera las cosas buenas que proclama. La libertad política y religiosa no realizan un seguimiento del crecimiento, como lo ha demostrado al mundo el impresionante éxito de China, tampoco los logros en salud y educación están, por ejemplo, claramente correlacionados con el crecimiento económico, como podemos ver en los estudios de campo comparativos de los diferentes estados de la India producidos por los economistas Amartya Sen y Jean Drèze.

¿Qué tipo de educación sugiere el viejo modelo de desarrollo? La educación para el crecimiento económico necesita de habilidades básicas, alfabetización y aritmética. También necesita que algunas personas tengan habilidades más avanzadas en ciencias de la computación y tecnología, a pesar de que la igualdad de acceso no es extremadamente importante: una nación puede crecer muy bien, mientras que la población rural pobre sigue siendo analfabeta y sin recursos básicos de informática, mediante la formación de una élite técnica que haga el estado atractivo para los inversionistas extranjeros. Los resultados de este enriquecimiento no alcanzan a mejorar la salud y el bienestar de la población rural pobre, y no hay razón para pensar que el enriquecimiento requiera educarlos adecuadamente. Ése fue siempre el primer y más básico problema con el paradigma PNB/cápita del desarrollo: se deja de lado la distribución, y puede dar una alta calificación a naciones o estados que contienen desigualdades alarmantes. Esto es muy cierto de la educación: Dada la naturaleza de la economía de la información, las naciones pueden aumentar su PNB sin preocuparse demasiado acerca de la distribución de la educación, siempre y cuando creen una élite competente en tecnología y negocios.

Después de eso, la educación para el crecimiento económico necesita, tal vez, una familiaridad muy rudimentaria con la historia y con los hechos económicos - por parte de las personas que van a pasar la educación primaria en primer lugar, quienes probablemente sean una élite relativamente pequeña. Pero se debe tener cuidado no sea que la narrativa histórica y económica lleve a cualquier pensamiento crítico serio acerca de la clase, acerca de si la inversión extranjera es realmente buena para la población rural pobre, acerca de si la democracia puede sobrevivir cuando se obtienen estas desigualdades tan enormes en oportunidades vitales básicas. Así que el pensamiento crítico no sería parte importante de la educación para el crecimiento económico.

He hablado sobre el pensamiento crítico y sobre el papel de la historia. Pero ¿qué pasa con las artes, tan a menudo valoradas por educadores progresistas democráticos tanto en naciones occidentales como no occidentales? Una educación para el crecimiento económico, en primer lugar, despreciará estos aspectos de la formación de un niño, ya que no parecen conducir directamente al crecimiento económico. Por esta razón, en todo el mundo, los programas de artes y humanidades, en todos los niveles, están siendo eliminados a favor del cultivo de los programas técnicos. Pero quienes educan para el lucro harán más que ignorar las artes, les temerán. Ya que una afinidad cultivada y desarrollada es un enemigo particularmente peligroso de la torpeza, y la torpeza moral es necesaria para llevar a cabo programas de enriquecimiento que ignoren la desigualdad. Hablando de la educación en la India y Europa, Tagore dijo que el nacionalismo agresivo necesita nublar la conciencia moral, por lo que necesita gente que no reconozca al individuo, que hable jergas de grupo, que se comporte y vea el mundo como los burócratas dóciles. El arte es el gran enemigo de esa torpeza, y los artistas no son los servidores confiables de ninguna ideología, incluso uno simplemente bueno - ellos siempre piden que la imaginación vaya más allá de sus límites habituales, para ver el mundo de nuevas maneras. La famosa universidad de Rabindranath Tagore en la India (fundada en 1928), Visva-Bharati, "Todo el Mundo", se basó en las artes y las humanidades, porque él quería crear la base para una nueva nación en la que la comprensión amable de las diferencias conformaría la política y en la que las naciones formarían parte de una comunidad global cultivada. Su idea era un experimento radical; es muy poco usual hoy en día con los políticos apuntando al éxito nacional. Por lo tanto, quienes educan para el crecimiento harán campaña en contra de las artes como ingredientes de la educación básica. Este asalto se está llevando a cabo en todo el mundo.

¿De qué otra forma podríamos pensar en el tipo de nación y el tipo de ciudadano que estamos tratando de construir? La principal alternativa al modelo basado en el crecimiento en los círculos internacionales de desarrollo, y con el que he estado asociada, se conoce como el paradigma de Desarrollo Humano. De acuerdo con este modelo, lo que importa son las oportunidades, o "capacidades" que cada persona tiene, en áreas clave que van desde la vida, la salud y la integridad física hasta la libertad política, la participación política y la educación. Este modelo de desarrollo reconoce que cada persona posee una dignidad inalienable que debe ser respetada por las leyes y las instituciones. Una nación decente, como mínimo, reconoce que todos sus ciudadanos tienen derechos en estas y otras áreas, y elabora estrategias para poner a la gente por encima del nivel umbral de oportunidades en cada una. Este modelo encaja bien con las aspiraciones que se persiguen en las constituciones de muchos países modernos. A pesar de que los Estados Unidos se diferencia de muchos en no brindar protección constitucional de los derechos económicos y sociales, el modelo de desarrollo humano todavía corresponde con la antigua idea americana de que un gobierno sólo es legítimo si da a sus ciudadanos oportunidades para disfrutar de "La vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad."

Si una nación quiere promover ese tipo de democracia humana, sensible a las personas, una dedicada a la promoción de oportunidades para "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad" para todos y cada uno, qué habilidades necesitará producir en sus ciudadanos. Por lo menos las siguientes parecen cruciales:

· la capacidad de deliberar bien acerca de los problemas políticos que afectan a la nación, para examinar, reflexionar, discutir, y debatir, sin deferir de la tradición ni de la autoridad · la capacidad de pensar en el bien de la nación como un todo, no sólo del propio grupo local, y para ver la propia nación, a su vez, como parte de un orden mundial complicado en el que problemas de muchos tipos requieren de una deliberación transnacional inteligente para su resolución · la capacidad de preocuparse por la vida de otros, de imaginar lo que las políticas de muchos tipos significan en cuanto a las oportunidades y experiencias de uno de sus conciudadanos, de muchos tipos, y para la gente fuera de su propia nación.

Antes de que podamos decir algo más acerca de la educación, sin embargo, necesitamos entender los problemas que enfrentamos en el proceso de hacer de los estudiantes ciudadanos democráticos responsables que posiblemente implementen un plan de desarrollo humano. ¿Qué hay en la vida humana que hace que sea tan difícil sostener las instituciones democráticas igualitarias, y tan fácil caer en jerarquías de varios tipos - o, peor aún, en la hostilidad de proyectos de grupos violentos? Sean cuales sean estas fuerzas, en última instancia es contra ellos que la verdadera educación para el desarrollo humano debe luchar: por lo que deben, como lo he planteado, siguiendo las ideas de Mohandas Gandhi, comprometerse con el choque de civilizaciones dentro de cada persona, como el respeto por los demás se enfrenta a la agresión narcisista.

El choque interno se puede encontrar en todas las sociedades modernas, en diferentes formas, ya que todas contienen luchas por la inclusión y la igualdad, ya esté el centro neurálgico de estas luchas en los debates sobre la inmigración, o en la reconciliación de las minorías religiosas, raciales y étnicas, o en la igualdad de género o en la discriminación positiva. En todas las sociedades, también, hay fuerzas en la personalidad humana que militan contra el reconocimiento mutuo y la reciprocidad, así como fuerzas de compasión que dan a la democracia un fuerte apoyo.

Entonces, ¿Qué sabemos hasta ahora sobre las fuerzas de la personalidad que se oponen a la reciprocidad democrática y al respeto? En primer lugar, sabemos que la gente tiene un alto nivel de respeto a la autoridad: el psicólogo Stanley Milgram demostró que los sujetos experimentales estaban dispuestos a administrar un nivel muy doloroso y peligroso de descarga eléctrica a otra persona, siempre y cuando el científico de guardia les dijera que lo que estaban haciendo estaba bien - incluso cuando la otra persona estaba gritando de dolor (que, por supuesto, fue falsificado por el bien del experimento). [1] Solomon Asch, anteriormente, mostró que los sujetos experimentales están dispuestos a ir en contra de la clara evidencia de sus sentidos cuando todas las otras personas a su alrededor están haciendo juicios sensoriales que se encuentran fuera del objetivo: su investigación muy rigurosa y confirmada tantas veces muestra el servilismo inusual de los seres humanos normales frente a la presión de grupo. Tanto el trabajo de Milgram como el de Asch han sido usados de manera efectiva por Christopher Browning para iluminar el comportamiento de jóvenes alemanes en un batallón de policía que asesinó Judios durante la era nazi. [2] Tan grande fue la influencia tanto de la presión de grupo como de la autoridad en estos jóvenes, que muestra, que los que no lograban convencerse a sí mismos de disparar a los Judios se sentían avergonzados de su debilidad.

Pero otra investigación demuestra que la gente de apariencia normal está dispuesta a involucrarse en comportamientos que humillen y estigmaticen si su situación está configurada de una manera determinada, poniéndolos en un papel dominante y mostrándoles que los otros son sus inferiores. Un ejemplo particularmente escalofriante implica niños en edad escolar cuyos profesores les dan a entender que los niños con ojos azules son superiores a los niños con ojos oscuros. Sobreviene un comportamiento jerárquico y cruel. El profesor entonces da a entender que ha habido un error y que de hecho los niños de ojos oscuros son superiores y los de ojos azules inferiores. El comportamiento jerárquico y cruel simplemente se invierte: los niños de ojos marrones parecen no haber aprendido nada del dolor de la discriminación. [3] Quizás el experimento más famoso de este tipo es el de Philip Zimbardo en la prisión de Stanford, en el que se encontró que los sujetos a los que se les asignaron al azar los roles de guardia de la prisión y preso comenzaron a comportarse de manera diferente casi de inmediato. Los prisioneros se hicieron pasivos y depresivos, los guardias usaron su poder para humillar y estigmatizar. Creo que este experimento fue mal diseñado de numerosas maneras, y es por lo tanto menos concluyente: por ejemplo, Zimbardo dio instrucciones elaboradas a los guardias, diciéndoles que su objetivo debía ser inducir sentimientos de alienación y desesperación en los prisioneros. [4]

Otra investigación sobre la repulsión, acerca de la que he pensado escribir un libro sobre el papel de la repulsión en la desigualdad social, muestra que la gente está bastante incómoda con los signos de su propia animalidad y mortalidad: la repulsión es la emoción que vigila la frontera entre nosotros y otros animales. En casi todas las sociedades, no es suficiente mantenernos libres de contaminación por productos de desecho corporal que son en el lenguaje de los psicólogos, "recordatorios animales." En cambio, las personas crean grupos subordinados de seres humanos que son identificados como repugnantes y contaminantes, diciendo que son sucios, malolientes, portadores de enfermedades y así sucesivamente. Se ha trabajado mucho en cómo figura esa actitud en el antisemitismo, el racismo, el sexismo y la homofobia.

¿Qué más sabemos? Sabemos que estas fuerzas cobran mucho más poder cuando la gente es anónima o no se reconoce un responsable. Las personas actúan mucho peor bajo el abrigo del anonimato, como partes de una masa sin rostro, que cuando están vigilados y deben rendir cuentas como individuos. (Cualquiera que haya violado el límite de velocidad, y luego ralentizado al ver un coche de policía en el espejo retrovisor, sabrá cuán generalizado es este fenómeno.) En segundo lugar, las personas se comportan mal cuando nadie levanta una voz crítica: los sujetos de Asch aceptaron el juicio erróneo cuando todas las otras personas a las que consideraban compañeros en el experimento (y que estaban realmente trabajando para el experimentador) coincidían en el error; pero si una sola persona decía algo diferente, se sentían libres para seguir su propia percepción y juicio. En tercer lugar, la gente se comporta mal cuando los seres humanos sobre los que tienen poder están deshumanizados y des-individualizados. En una amplia gama de situaciones, la gente se comporta mucho peor cuando el "otro" se representa como un animal, o sólo como portador de un número en lugar de un nombre. Al pensar en cómo podríamos ayudar a los individuos y a las sociedades a ganar el choque interno de civilizaciones en cada persona, haríamos bien en pensar cómo utilizar estas tendencias para nuestro beneficio.

La otra cara del choque interno es la capacidad creciente de los niños de ser compasivos, de ver a otra persona como un fin y no como un simple medio. Como lo ha demostrado el psicólogo Paul Bloom, niños de tan sólo un año de edad tienen la capacidad de tomar la perspectiva de otra persona - pero en un primer momento esta capacidad se utiliza para controlar los movimientos de los demás, especialmente de los padres. Sin embargo a medida que pasa el tiempo, si todo va bien, los niños sienten gratitud y amor hacia seres distintos que apoyan sus necesidades, y por lo tanto llegan a sentir culpa por su propia agresión y verdadera preocupación por el bienestar de la otra persona. A medida que la preocupación se desarrolla, conduce a un deseo cada vez mayor de controlar la propia agresión: el niño reconoce que sus padres no son sus esclavos, sino seres independientes con derecho a sus propias vidas. Estos reconocimientos son típicamente inestables, ya que la vida humana es un asunto incierto y todos sentimos ansiedades que nos llevan a querer más control, incluyendo el control sobre otras personas. Aquí es donde la educación es crucial: una buena educación puede llevar a los jóvenes a sentir genuina compasión por las necesidades de los demás, y puede conducir a verlos como personas con derechos iguales a los suyos.

Ahora que tenemos una idea del terreno en el que opera la educación, podemos volver a las ideas que he mencionado antes, diciendo algunas cosas provisionales e incompletas, pero aún radicales en la actual cultura mundial, acerca de las habilidades que una buena educación cultivará. Me centraré en la educación universitaria, pero por supuesto estas habilidades necesitan ser cultivadas a partir de una edad mucho más temprana.

Antes de comenzar, quiero abordar una objeción que sin duda ya está en sus mentes: "¿Pero qué hay de conseguir un trabajo?" Las familias hacen sacrificios para la educación superior, y quieren garantías de que sus gastos darán lugar a oportunidades de empleo. Ya he dicho que, de hecho, al menos en los EE.UU., a los estudiantes de humanidades les va muy bien en el mercado laboral y mejor que a los estudiantes de ciencias de la computación. Pero yo no quiero basar mi argumento en las vicisitudes del mercado. Aquí puedo decir que tenemos motivos para estar muy orgullosos de la sabiduría inherente al modelo estadounidense de educación superior. En la mayoría de países del mundo, el estudiante debe elegir un solo tema en el ámbito universitario y pasar todo el tiempo en él: así, ya sea toda la literatura o ninguna literatura, ya sea toda la filosofía o ninguna filosofía. Teniendo en cuenta esa elección extrema, no es de extrañar, en el entorno económico actual, que muchos padres y jóvenes se aparten de las humanidades - a pesar de la evidencia de que los empleadores valoran realmente las habilidades que producen - e incluso de la parte teórica de la ciencia - y se aferran más estrechamente a estudios preprofesionales. Pero los EE.UU., junto con Corea del Sur, Escocia, y, en parte, los Países Bajos, y junto con un número creciente de nuevas universidades en muchos otros países, toma un camino diferente. Ofrecemos una educación que involucra un tema importante, que a menudo, aunque no siempre, será entendido como preparación para una carrera. Pero combinamos esto con un componente de artes liberales, que está pensado como preparación para la ciudadanía y la vida. El modelo de artes liberales ha sido bien desarrollado en América Latina principalmente por distinguidas universidades jesuitas, que han reconocido desde hace tiempo el valor del estudio de la filosofía y otras humanidades a nivel universitario. Pero las universidades públicas no siempre han seguido este ejemplo. Esperemos que aquí en Colombia, donde hay un interés entusiasta por la filosofía, esta distinguida universidad asuma el liderazgo en la defensa de una preparación rica para la ciudadanía.

Tres valores son particularmente cruciales para una ciudadanía democrática decente. El primero es la capacidad Socrática de autocrítica y pensamiento crítico acerca de las tradiciones propias de cada uno. Como sostiene Sócrates, la democracia necesita ciudadanos que puedan pensar por sí mismos, en lugar de deferir a la autoridad, que puedan razonar juntos sobre sus opciones en lugar de simplemente negociar sus argumentos y contra-argumentos. Él se comparó a sí mismo con un tábano en la parte posterior de la democracia, que comparó con "un noble, pero lento caballo": estaba picándolo para que se despertara y llevara a cabo su negocio de manera más responsable.

El pensamiento crítico es particularmente crucial para la buena ciudadanía en una sociedad que tiene que luchar a brazo partido con la presencia de personas que difieren según la etnia, la casta, la religión y profundas divisiones políticas. Sólo tendremos la oportunidad de un diálogo adecuado que atraviese fronteras si los ciudadanos jóvenes saben cómo participar en el diálogo y la deliberación en primer lugar. Y sólo sabrán cómo hacerlo si aprenden a examinarse a sí mismos y a pensar en las razones por las que son proclives a apoyar una cosa en lugar de otra - en lugar de, como sucede a menudo, ver el debate político simplemente como una forma de jactarse, o conseguir una ventaja para su propio lado. Cuando los políticos traen propaganda simplista a su manera, ya que los políticos de todos los países tienen una manera de hacerlo, los jóvenes sólo tendrían esperanza de preservar su independencia si saben cómo pensar críticamente sobre lo que escuchan, poniendo a prueba su lógica e imaginando alternativas para la misma.

Los estudiantes expuestos a la instrucción en pensamiento crítico aprenden, al mismo tiempo, una nueva actitud frente a los que no concuerdan con ellos. Aprenden a ver a quienes no están de acuerdo no como enemigos a ser derrotados, sino en cambio, como personas que tienen razones para lo que piensan. Cuando se reconstruyen sus argumentos, puede resultar que incluso compartan algunas premisas importantes con su propio "lado", y ambos entenderán mejor de donde vienen las diferencias. Podemos ver cómo esto humaniza al "otro" político, haciendo que la mente vea al oponente como un ser racional que puede compartir por lo menos algunos pensamientos con el propio grupo.

La idea de que cada uno asuma la responsabilidad de su propio razonamiento e intercambie ideas con otros en un ambiente de respeto mutuo a la razón, es esencial para la resolución pacífica de diferencias, tanto dentro de un país como de un mundo cada vez más polarizado por el conflicto étnico y religioso. Es posible, y esencial, fomentar el pensamiento crítico desde que se inicia la educación. Sin embargo, durante la formación universitaria se puede enseñar con nueva sofisticación y rigor, a través de cursos de ética filosófica y el estudio minucioso de grandes textos tales como los diálogos de Platón que muestran el valor de esta capacidad y desafían a los estudiantes a participar en el mismo.

Consideremos ahora la importancia de esta habilidad para el estado actual de las democracias pluralistas modernas rodeadas de un potente mercado global. En primer lugar, podemos reportar que, incluso si sólo estuviéramos apuntando al éxito económico, no sólo a corto sino a largo plazo, los principales pensadores de negocios han hecho énfasis en que los ejecutivos entiendan bien la importancia de crear una cultura corporativa en la que voces críticas no sean silenciadas, una cultura tanto de la individualidad como de la rendición de cuentas. Por estas razones, China y Singapur, que por cierto no están buscando producir ciudadanos democráticos, han tenido recientemente reformas educativas masivas para introducir un pensamiento mucho más crítico en todos los niveles del currículo - a pesar de que no se muestran contentos cuando el pensamiento crítico se filtra en el ámbito político.

Pero nuestro objetivo, lo he dicho, no es simplemente el crecimiento económico, así que dirijámonos ahora a la cultura política. Como he dicho, los seres humanos son propensos a estar al servicio de la autoridad y la presión de grupo; para prevenir atrocidades necesitamos contrarrestar estas tendencias, produciendo una cultura de disidencia individual. Asch encontró que cuando una sola persona en su grupo de estudio defendió la verdad, otros le siguieron, por lo que una voz crítica puede tener grandes consecuencias. Al hacer hincapié en la voz activa de cada persona, también promovemos una cultura de rendición de cuentas. Cuando la gente ve sus ideas como su propia responsabilidad, es más probable, también, que vean sus obras como su propia responsabilidad. La "Vida examinada" de Sócrates despierta la conciencia moral.

La segunda característica clave del ciudadano democrático moderno, diría yo, es la capacidad de verse a sí mismo como miembro de una nación y un mundo heterogéneos, entender algo de la historia y el carácter de los diversos grupos que lo habitan. El conocimiento no es garantía de buen comportamiento, pero la ignorancia es una garantía virtual de mal comportamiento. Estereotipos culturales y religiosos simples abundan en nuestro mundo, por ejemplo, la ecuación simplista del Islam con el terrorismo, y la primera manera de comenzar la lucha contra estos es asegurarse de que desde una edad muy temprana los estudiantes aprendan una relación diferente con el mundo. Ellos deben entender poco a poco las diferencias que entorpecen la comprensión entre grupos y naciones y los intereses y necesidades humanas compartidas que hacen esencial la comprensión, si se busca resolver problemas comunes.

Esta comprensión del mundo promoverá el desarrollo humano sólo si él mismo se inculca buscar el pensamiento crítico, el pensamiento que se centra en cómo las narrativas históricas se construyen, la forma en que pueden estar sesgadas y lo difícil que es ordenar pruebas dispersas. La historia se impartirá con un ojo puesto en pensar críticamente sobre estas cuestiones. Al mismo tiempo, las tradiciones y las religiones de los grupos principales en la propia cultura y en el mundo, se enseñarán con el fin de promover la comprensión de la complejidad y variedad de creencias y prácticas. Esta es una buena manera de llegar a ver a las personas que sostienen una posición religiosa o política menor no como formas inminentes de amenaza, sino como seres humanos plenos que tienen razones complejas para lo que hacen, y que merecen respeto aún si estamos de acuerdo con ellos o no.

En términos curriculares, estas ideas sugieren que todos los estudiantes universitarios deben aprender los rudimentos de la historia del mundo y deben tener una comprensión rica y no estereotipada de las principales religiones del mundo, y luego deben aprender a indagar con mayor profundidad en al menos una tradición desconocida, adquiriendo de esta manera herramientas que luego pueden utilizar en otros lugares. Al mismo tiempo, deben aprender sobre las grandes tradiciones, mayoría y minoría, dentro de su propio país, centrándose en la comprensión de cómo las diferencias de religión, raza y género han sido asociadas con diferentes oportunidades de vida. Todos, en fin, deben aprender bien al menos una lengua extranjera, así: al ver que otro grupo de seres humanos inteligentes ha cortado el mundo de otra manera, que toda traducción es interpretación, le da al joven una lección esencial de humildad cultural. Estoy muy impresionada con el énfasis en el aprendizaje de idiomas en el plan de estudios de la universidad, y me gustaría que universidades estadounidenses hicieran tanto énfasis.

La tercera habilidad del ciudadano, estrechamente relacionada con las dos primeras, es lo que yo llamaría la imaginación narrativa. [5] Esto es la capacidad de pensar en lo que podría ser estar en los zapatos de una persona diferente de uno mismo, ser un lector inteligente de la historia de esa persona, y comprender las emociones y los deseos y los anhelos que ese alguien podría tener. Como he observado, la imaginación moral, siempre bajo el asedio del miedo y el narcisismo, es propensa a entorpecerse, si no se refina enérgicamente y se cultiva a través del desarrollo de afinidad y preocupación. Aprender a ver a otro ser humano no como una cosa sino como una persona completa, no es un logro automático: debe ser promovido por una educación que refine la capacidad de pensar acerca de lo que puede ser la vida interna de otro - y también para entender por qué no es posible captar plenamente ese mundo interior, por qué una persona es siempre hasta cierto punto un enigma para el otro. Esta capacidad brinda un apoyo crucial tanto al pensamiento crítico como a la ciudadanía mundial. Se promociona, sobre todo, a través de la enseñanza de la literatura y las artes. Al igual que con el pensamiento crítico, aquí también: el cultivo de la imaginación es esencial no sólo para la ciudadanía, mi énfasis en esta charla, sino también para el crecimiento económico a largo plazo. Si la gente aprende sólo para aplicar las habilidades aprendidas de memoria, no van a ser capaces de innovar. La innovación necesita imaginaciones capacitadas. Por esta razón, una vez más, China y Singapur, interesados principalmente en el crecimiento, han reformado recientemente su sistema educativo para incluir mucho más el arte y la literatura. Pero al pensar en cómo pueden florecer las democracias, podemos ver que necesitamos las artes y las humanidades de manera más urgente, ya que la comprensión amable entre los grupos es tan esencial.

Las artes pueden cultivar la simpatía de los estudiantes de muchas maneras, mediante el compromiso con diferentes obras de literatura, música, bellas artes y danza. Pero el pensamiento tiene que ofrecerse según los que sean los posibles puntos ciegos de cada estudiante, y los textos se deben elegir en consecuencia. Ya que todas las sociedades tienen en todo momento sus puntos ciegos particulares, grupos dentro de su cultura y también grupos en el extranjero que son especialmente propensos a ser tratados con ignorancia y torpeza. Las obras de arte pueden ser elegidas para promover la crítica de esta torpeza, y una visión más adecuada de lo oculto. El gran novelista afro-americano Ralph Ellison, en un ensayo posterior sobre su clásica novela El Hombre Invisible, escribió que una novela como la suya podría ser "una balsa para la percepción, la esperanza y el entretenimiento" en el que la cultura estadounidense podría "sortear los inconvenientes y remolinos "que se interponen entre nosotros y nuestro ideal democrático. Su novela tiene la "visión interna" del lector de blanco como su tema y su objetivo. El héroe comienza diciendo que él es invisible para la sociedad blanca, pero dice que esta invisibilidad es un defecto imaginativo y educativo de su parte, no un accidente biológico propio: su "visión interna" requiere cultivo; y Ellison, obviamente, pensaba que su novela podría ser una parte de ese cultivo. A través de la imaginación podemos tener una especie de visión de la experiencia de otro grupo o persona que es muy difícil de lograr en la vida diaria - en particular cuando en nuestro mundo se han construido separaciones claras entre los grupos, y las sospechas que hacen difícil cualquier encuentro. Parte de la idea de Ellison era que habitar en el mundo interior de un personaje de raza diferente sería una poderosa manera de minar la repulsión, la cual era una gran parte del racismo estadounidense, con sus prohibiciones en los comedores compartidos, fuentes de agua potable y piscinas, por no hablar de la prohibición de matrimonios interraciales. La empatía es un tipo de intimidad mental con el otro, y una herramienta de gran alcance hacia el cambio de comportamiento.

Hagamos un balance. ¿Cómo están las capacidades de la ciudadanía en el mundo de hoy? Muy mal, me temo. El tipo de educación que recomiendo va razonablemente bien donde lo estudié por primera vez, concretamente en los currículos de secundaria y universidad en la parte de artes liberales de los Estados Unidos. De hecho, es esta parte del plan de estudios en instituciones como la mía, que atrae en particular el apoyo filantrópico, porque los ricos recuerdan con placer el tiempo cuando leían libros que les encantaban, y perseguían cuestiones no concluyentes. Ahora, sin embargo, hay una gran tensión. En el New York Times, el presidente de la Universidad de Harvard, Drew Faust informa que la crisis económica ha reforzado la imagen de que el valor de un título universitario es en gran parte instrumental, y que los líderes universitarios están abrazando cada vez más un modelo de mercado en su misión, en consecuencia, reduciendo las artes liberales. En una reciente visita a Stanford, me encontré con que las artes liberales son un gran problema allí, gracias a la preferencia por la capacidad técnica que es endémica de la cultura de Silicon Valley - pero instigados, creo, por los errores cometidos por varias generaciones de administradores, que han alimentado la ansiedad de los padres y los estudiantes por puestos de trabajo con fines de lucro en lugar de una ciudadanía responsable.

Fuera de los EE.UU., muchas naciones cuyos planes de estudio universitarios no incluyen un componente de artes liberales están ahora luchando para construir uno, ya que reconocen su importancia en la elaboración de una respuesta pública a los problemas de pluralismo, miedo y sospecha que sus sociedades enfrentan. He estado involucrada en este tipo de discusiones en muchos países, y el hecho de que mi libro sobre la educación liberal esté traducido actualmente en veinte idiomas es muy emocionante para mí; sin embargo, es difícil decir si se producirá una reforma en dirección a las artes liberales ya que hay muchas presiones en la otra dirección.

Así que las universidades del mundo tienen grandes méritos, pero también grandes retos y problemas en aumento. Los políticos tienden a tener imaginación a corto plazo, y no están pensando bien, a menudo, sobre lo que es necesario para crear democracias estables y fructíferas.

¿Qué vamos a tener, si estas tendencias continúan? Naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad en el mercado global magnifica estas deficiencias, produciendo una torpeza codiciosa y una docilidad técnicamente capacitada que amenazan la vida misma de la democracia y ​​que sin duda impiden la creación de una cultura mundial decente.

Si el verdadero choque de civilizaciones es, como creo, un choque dentro de la persona individual, todas las sociedades modernas están perdiendo rápidamente la batalla, ya que se alimentan las fuerzas que conducen a la violencia y la deshumanización y dejan de alimentar las fuerzas que conducen a cultivar la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia crucial de las humanidades y las artes, éstas se desplomarán, porque no generan dinero. Sólo hacen algo que es mucho más valioso que eso, hacen un mundo en el que vale la pena vivir, las personas que son capaces de ver a otros seres humanos como personas llenas, con pensamientos y sentimientos propios que merecen respeto y simpatía, y naciones que son capaces de superar el miedo y la sospecha en favor del debate comprensivo y motivado.

http://www.elheraldo.co/educacion/el-duro-discurso-de-martha-nussbaum-sobre-el-futuro-de-la-educacion-mundial-233416

miércoles, 27 de julio de 2016

¿Qué pasa en la Facultad de Letras? Jordi Ibáñez fundamenta la necesidad de la literatura, la filosofía, la filología o la estética frente a una administración que tiende a minimizarlas cuando no a amenazarlas.

Este no es un libro para profesores universitarios. Escrito con generosidad y benevolencia, sin pedantería y sin rencor, puede disfrutarlo cualquier lector “culto” o al menos interesado en “las letras”, pues su tema es el significado y el lugar de esas “letras” en el mundo contemporáneo. Su forma es la de un diario en el que se registran anotaciones con orígenes variados, pero incluso los “tres estudios” con los que acaba el texto mantienen el mismo ritmo estilístico —ensayístico, tentativo, narrativo y exigente— del resto del libro.

En este registro autorreflexivo, Ibáñez despliega los principales argumentos que suelen utilizarse para definir la literatura, la filosofía, la filología o la estética, y para fundamentar su necesidad frente a una administración educativa que, tras haberlas minimizado en el bachillerato, las amenaza en la enseñanza superior; y no es nada complaciente: muestra la grotesca grandilocuencia con la que a menudo sus apologetas —ya sea en calidad de profetas o de resentidos— enaltecen las virtudes de la cultura literaria y crítica al precio de dar de ella una visión ahistórica y falsificada, y matiza con mucha elegancia los argumentos de quienes se presentan como detractores o enemigos de las “humanidades”. Dedica, por ello, una buena porción de páginas a despachar sobre este asunto con los otros dos Jordis, Llovet y Gracia, que han intervenido recientemente en él, desmontando pieza a pieza la melancolía y el entusiasmo, aunque su dictamen no es salomónico ni imparcial. Y, al final (lo cual es cada vez menos corriente), se compromete con una explicación de lo que significan y valen las “letras” en nuestras sociedades, y de su alcance moral y político. Aunque se trate de una conclusión de las que no podrían ocupar los últimos minutos de un telediario, ni siquiera caber en la respuesta a las preguntas de un entrevistador en un programa cultural, ni tampoco tener un lugar relevante en un informe para la mejora de las universidades públicas, todavía puede escribirse en un periódico: «para que el mundo de la política y sus mentiras a medias no lo contagien y lo ensucien todo (…),
para que la lucha por el poder no nos someta a una extendida y sostenida pantomima basada en la práctica de la intoxicación
(…), para que la política, en fin, no se apodere de nuestros mejores y más nobles deseos (…), hay que pensar en unas zonas sagradas, en unos diques de contención, en unos puntos de referencia en los que la posibilidad de decir lo que son las cosas sea todavía una experiencia consistente, dotada de realidad y de sentido». Esos diques son los estudios de filosofía y letras (o, mejor dicho, son lo que constituye el objeto de esos estudios). Y lo malo es que en su interior también los acosadores cuentan con unos poderosísimos aliados dedicados exhaustivamente a convertir las “letras” en una inversión rentable a medio plazo.

Pero, sin ser un libro para profesores de universidad, en sus páginas encontramos quienes lo somos la referencia constante al tormento que, mucho más que la supuesta “pérdida de rango” social que sufrimos, mina diariamente nuestra resistencia y tiende a ocupar todas nuestras conversaciones, antaño dedicadas a temáticas mucho más floridas, amargando la existencia a los más mayores y secuestrando la actividad intelectual y vital de los más jóvenes: me refiero a los sistemas de evaluación y promoción que determinan de antemano a qué congresos hay que asistir, qué artículos hay que escribir y en qué revistas han de publicarse, cuántos puestos de gestión hay que ocupar y, en definitiva, «todo, menos el criterio del interés o la originalidad, o la consistencia real de lo que se presenta para ser evaluado» (y esto no es patrimonio exclusivo de las humanidades, claro está). En los países civilizados, dice Ibáñez, se mira a la cara de los candidatos y se leen sus libros y artículos. En el nuestro, «se evita mirar a nadie a los ojos, conversar con él, leer sus cosas, discutirlas. Toda referencia al talento y la inteligencia se considera un signo de mala educación y una ofensiva impertinencia». Y aquí no estamos sencillamente ante unas medidas impuestas por un poder exterior, sino ante un sistema del que somos tanto víctimas como cómplices. Si todos sabemos que es ignominioso, ¿por qué no hacemos algo al respecto? Pues claro está: porque nos beneficiamos en mayor o menor medida de esa mediocracia, no solamente como evaluados (es mucho más fácil seguir un manual de instrucciones que escribir algo interesante) sino también como evaluadores (es mucho menos comprometido aplicar un baremo numérico que juzgar la calidad de un artículo). Tengan todo esto en cuenta cuando escuchen a rectores y ministros hablar de “calidad de la enseñanza” y de excelencia en la investigación.

El reverso de la historia.
Apuntes sobre las humanidades en tiempo de crisis. Jordi Ibáñez. Barcelona, Calambur, 2016, 298 págs.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/19/babelia/1468926221_421135.html?por=friso