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domingo, 4 de octubre de 2015

Nueva ayuda a los bancos. De Guindos propone a la banca un pago de 419 millones por limpiar sus cuentas

Diagonal

El ministro de Hacienda y Administraciones responde con un impuesto del 1,5% a pagar por las entidades financieras a las amenazas de multas por ayudas ilegales a la banca por parte de la Comisión Europea.

“El Estado español va a imponer a las entidades financieras un pequeño impuesto por todo lo que no han pagado, y si después hay problemas y quiebran, como siempre lo pagarán los ciudadanos españoles”. Así resume Sergio Salgado, de  15MpaRato, el último anuncio hecho desde el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sobre la reforma de los llamados 'activos financieros diferidos', una herramienta económica utilizada por las entidades financieras, con el aval del Estado, que estaba desde abril bajo investigación por parte de la Comisión Europea.

Los activos fiscales diferidos son una figura a través de la que el Estado permite a las entidades financieras deducirse los gastos afrontados en un ejercicio sobre los impuestos a pagar en los siguientes. Como explica Octavio, miembro de 15MpaRato: “Si, por ejemplo, un banco tiene pérdidas en un ejercicio de 100 millones de euros, al estar en números negativos no pagaría impuestos. Si en ejercicio siguiente, la misma entidad tiene unos beneficios de 200 millones, por ejemplo, a la hora de pagar el impuesto de sociedades se descontaría el equivalente de impuestos de los 100 millones de pérdidas del ejercicio anterior”. Hasta ahí, la práctica es legal, señala Octavio, y se practica en más países de la Unión Europea.

A raíz de la crisis de las hipotecas basura, en diciembre de 2010, el Foro de Estabilidad Financiera y el G20 promovieron una reforma de la normativa internacional, bajo el nombre de Basilea III, que entró en vigor en enero de 2014. Con ella se restringía el tipo de activos que podía considerarse como activos fiscales diferidos para que sólo incluyera a los fondos de máxima calidad, aquellos con los que la entidad pudiera contar de forma inmediata para hacer frente a imprevistos. Fuera quedaban alrededor de 40.000 millones de euros en créditos fiscales de entidades españolas, entre los que se incluyen hipotecas basura o inmuebles que han perdido gran parte de su valor.

Leer más: ¿Necesita ayuda? Hágase banquero


En España, la respuesta a este obstáculo fue la aprobación de varios decretos que  suavizaban las requerimientos de la normativa internacionalmanteniendo que los activos fiscales diferidos, ahora denominados créditos fiscales, siguieran computando en el capital de la entidad, recuperando también la carga del impuesto de sociedades y manteniendo el aval del Ministerio de Hacienda, aunque no se esperen beneficios en el futuro e, incluso, si la entidad quiebra.

“La trampa de esto es que los bancos meten en sus cuentas anuales como activos buenos activos que realmente son pérdidas”, explica Octavio. “Los activos fiscales diferidos son de dos tipos: los que vienen de pérdidas y los que vienen de ganancias, como los planes de pensiones millonarios de los altos directivos, que al jubilarse cobran 300.000 o 500.000 euros. Estos activos se convierten en activos fiscales diferidos, por los que la entidad no paga impuestos. Esto es legal porque el régimen fiscal lo permite, aunque sea un abuso”, continúa.

En abril de este año, la Comisión Europea lanzó una investigación sobre el funcionamiento de esta figura en España, Italia y Grecia, anunciando multas millonarias por lo que la institución consideraba una ayuda ilegal a la banca por parte de los respectivos gobiernos. La pasada jornada, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas anunció una reforma del Impuesto sobre Sociedades, que se tramitará como enmienda en la Ley de Presupuestos Generales de 2016. La solución planteada por el Ministerio de Hacienda español, y que hasta ahora ha sido aceptada por la Comisión Europea, es imponer a las entidades financieras un impuesto del 1,5% sobre los activos con impuestos deducidos de más, manteniendo el aval del Ministerio sobre estos activos.

Desde 15MpaRato explican que esta nueva norma anunciada con Guindos, y con el visto bueno de la Comisión Europea, se aplicaría sobre 28.000 de los 40.000 millones de activos diferidos, los correspondientes a los que se ha aplicado base impositiva negativa entre 2008 y 2014. El pago del 1,5% daría como resultado 419 millones de euros a pagar para continúen computando como capital de máxima calidad. “Donde está esta última estafa es que, aunque para desgravarse impuestos utilizan los números del impuesto de sociedades, que es del 30%, a la hora de pagar para que estos activos sigan acogiéndose a estas ventajas sólo pagan el 1,5%. Es un pequeño paraíso fiscal”, concluye.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27924-guindos-porpone-pago-419-millones-la-banca-por-limpiar-sus-cuentas.html

miércoles, 22 de julio de 2015

Tocar dos teclas (clave). Las ayudas a la contratación cuando se generalizan raramente impulsan la contratación y convierten en más estables los empleos

Decir en un país que ha superado el 20% de paro tres veces en los últimos 30 años que las políticas de empleo no funcionan suena a obviedad. En cambio, la persistencia de esos dos datos (20%, 30 años), muestra que muchos gobiernos centrales y autonómicos han fracasado o fallado tratando de acabar con esa obviedad. Para hacerlo, el PSOE propone un programa que toca, entre otras cuestiones, dos puntos importantes de las políticas de empleo: la eliminación de las bonificaciones para estimular la contratación y la descentralización de las prestaciones por desempleo para que las gestiones las comunidades autónomas.

La primera propuesta arrancará, sin duda, aplausos entre los estudiosos del mercado laboral. La ineficacia de las ayudas a la contratación (tanto si son bonificaciones como simples reducciones de cotizaciones) cuando se generalizan —eso es lo que sucede ahora y ha sucedido en el pasado— está demostrada por la literatura económica desde hace años y admitida por casi todos los responsables políticos. Raramente impulsan la contratación y convierten en más estables los empleos que se benefician de estas ayudas.

Pese a ello, año tras año la partida ronda los 3.000 millones de euros. Solo los recortes de 2012, que acabaron con buena parte de las bonificaciones, parecieron acabar con este error histórico. La partida se redujo casi a la mitad, pero ya al año siguiente superó los 2.000 millones. Para este año, los presupuestos esperan un gasto, de nuevo, superior a los 3.000 millones de euros.

La otra tecla que plantea tocar el PSOE, que las autonomías gestionen las prestaciones por desempleo, es un cambio todavía más profundo, pero le va a costar más defenderlo. Las autonomías gestionan las políticas activas de empleo (orientación, formación, búsqueda...) desde los años noventa y no se puede decir que hayan tenido un gran éxito. Basta con ver los datos de colocación: solo el 2,5% de trabajadores encuentra empleo a través de los servicios públicos. Además, los casos más grandes de fraude en la formación continua y de parados (desde que se acabó con el Forcem) han aparecido en esas administraciones.

Desde luego, sacar adelante esta medida puede acabar con la situación bipolar que se vive ahora en las oficinas públicas de empleo, en las que conviven los funcionarios estatales (encargados de la gestión de las prestaciones) con los autonómicos (responsables de las políticas activas), y el lío que supone al parado saber a qué ventanilla acudir. Y también puede servir para adaptar mejor las políticas activas —si estas mejoran de una vez— al desempleado. Pero también es cierto que la bipolaridad podría incluso multiplicarse si, siguiendo al archicitado Conde de Romanones (“hagan ustedes las leyes y ya me encargo yo de los reglamentos”), cada autonomía fija una instrucción para reconocer las prestaciones o las aplica de forma distinta, con más o menos rigidez.
http://politica.elpais.com/politica/2015/06/29/actualidad/1435603192_415978.html

sábado, 14 de marzo de 2015

Tú salvas vidas. Hay 51 millones de refugiados. La solidaridad europea puede ser decisiva

En estos momentos en el mundo hay más de 51 millones de personas refugiadas y desplazadas. Es una cifra histórica que supera la de la II Guerra Mundial, la mayor desde que se registran estos datos. La principal causa de este incremento es la intensificación de los conflictos, especialmente en Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana.

Sudán del Sur se ha visto afectado por continuas crisis que han provocado enormes necesidades humanas. El país más joven del mundo está inmerso en un conflicto armado desde diciembre de 2013 que ha dejado miles de muertos y ha obligado a más de dos millones de personas a abandonar sus medios de vida, provocándoles una situación de extrema vulnerabilidad. Más de la mitad de las personas que han huido son niños. Esta cifra incluye 1,5 millones de personas desplazadas dentro del propio país y los más de 500.000 refugiados en países vecinos, principalmente Sudán, Uganda, Etiopía y Kenia.

En situación igualmente frágil se encuentra la República Centroafricana, un país inestable en el que los conflictos, las intervenciones y golpes de Estado se han venido repitiendo periódicamente en las últimas décadas. Desde marzo 2013, el aumento de la violencia, los asesinatos y otras graves violaciones de derechos humanos y la destrucción de propiedades han provocado la pérdida de medios de vida y un desplazamiento masivo de la población que asciende a más de 860.000 personas. Los agricultores no han podido cultivar sus campos por culpa de la violencia y ahora las cosechas son insuficientes. Los precios de los alimentos han aumentado y muchas familias solo logran comer una vez al día. Hoy, 2,7 millones de personas en el país, de una población total de 4,6 millones, necesitan asistencia humanitaria.

Por su parte, Siria está a punto de cumplir el cuarto aniversario de un conflicto que acarrea una devastadora crisis humana internacional. Más de 12,2 millones de personas se han visto afectadas y necesitan ayuda; y los 3,8 millones de refugiados que han huido de Siria están llevando los recursos de los países vecinos más allá de sus capacidades.

Detrás de estas cifras y estadísticas hay seres humanos, personas que han tenido que huir dejando atrás sus pertenencias, un hogar, amigos y a menudo familia. Es muy difícil expresar con palabras la desolación y la vulnerabilidad a las que se enfrentan.

Una mujer se esconde en el agua para salvar su vida atravesando el Nilo con tres hijos a cuestas y otros tres flotando, sorteando disparos, sin nada que comer durante más de cinco días; esta es la historia de Martha en Sudán del Sur. Como ella, millones de otras mujeres, hombres, ancianos y niños se vieron obligados a abandonar sus hogares. Ahora necesitan un techo; mantas y ropa; alimentos y agua; seguridad y protección; educación; un trabajo, y dinero para sobrevivir.

Hablamos de millones de personas que reunidas en un mismo estado podrían constituir el 26º país más poblado del mundo, al que cada 4 segundos se sumaría un nuevo habitante desplazado de su hogar. Un país en el que todos compartirían una misma historia que empieza siempre con una huida desesperada para encontrar un lugar seguro. Estas historias de profundo sufrimiento a menudo pasan inadvertidas.

No podemos permitir la indiferencia ante estas crisis permanentes que afectan a un número de personas similar al tamaño de la población de España, más de cuatro veces la población de Grecia o Bélgica, más de diez veces la población de Irlanda, o casi cien veces la de Luxemburgo.

Es por ello por lo que la Unión Europea y Oxfam unen sus fuerzas para poner el foco en la vida de aquellos que tuvieron que huir de sus hogares. EU savelives-Tú salvas vidas es nuestro proyecto común, que estará centrado en las tres crisis humanas más graves que vive el mundo hoy: Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana. Queremos contar las historias de aquellos que han sido desplazados. No podemos permitir que su sufrimiento sea olvidado.

A los ciudadanos europeos les preocupa y son la principal fuente de la ayuda que Europa destina a los refugiados. En 2013 la Comisión Europea invirtió alrededor de 546 millones de euros en apoyo a las personas refugiadas y desplazadas en 33 países. Este esfuerzo se ha visto complementado por organizaciones como Oxfam, que suman a los fondos públicos dinero de donantes individuales y empresas, con aportaciones que grandes o pequeñas constituyen una ayuda adicional determinante.

Gracias a estos fondos, las personas que huyen de los países reciben asistencia básica como servicios sanitarios, comida, refugio, kits de higiene, agua y saneamiento y protección. La ayuda humanitaria dada a los refugiados, al margen de cualquier agenda política y con independencia de la nacionalidad, religión, género, origen étnico o afiliación política de las víctimas, salva millones de vidas cada día.

Desgraciadamente, el número de refugiados y desplazados continuará aumentando cada día a menos que la violencia termine.

Conseguir una solución política sostenible a los conflictos es crucial.

Pero incluso si estos acabaran mañana, las enormes necesidades humanas continuarían y requerirían apoyo durante años para recuperarse.

Formas innovadoras de distribuir asistencia, tales como los programas de transferencia de efectivo, pueden ayudar a generar actividad en los mercados locales y reiniciar medios de vida. También adquiere importancia mirar las necesidades a largo plazo fortaleciendo la capacidad de las comunidades de acogida para proporcionar servicios básicos como la salud y la educación que ayudan a los refugiados y los desplazados internos a construir de nuevo su futuro

La solidaridad europea puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Estas víctimas son la prueba del gran impacto que la ayuda humanitaria puede tener en las vidas de personas inocentes, que acaban de tener la desgracia de ser atrapadas en un conflicto por causas ajenas a su propia voluntad.

Tenemos una responsabilidad para hacer más. Aliviar el impacto de las crisis humanas es una lucha de todos los días que requiere de la acción colectiva. Y esto es lo que estamos decididos a hacer.
Christos Stylianides es comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis. Francesc Cortada es director global de Programas de Oxfam Internacional.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/02/23/opinion/1424703574_582715.html

jueves, 27 de noviembre de 2014

Las ayudas a la Banca

Las ayudas a la banca ascendieron a 141.395 millones en 2012, según un informe de Competencia

Los recursos públicos para el sector financiero crecieron un 68,8% tras la aprobación del rescate de la UE.

La ayuda a la banca es un 77% mayor de lo que anunció el Banco de España

Las ayudas públicas al sector financiero en España alcanzaron los 141.395 millones de euros en 2012, lo que supone un incremento del 68,8% con respecto a los 83.743 millones de euros destinados el año anterior, según el informe anual de ayudas públicas elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Ese año, el primero completo del Gobierno de Mariano Rajoy fue cuando se acordó con la UE el rescate de la banca (con fondos disponibles de hasta 100.000 millones de euros) y comenzaron las inyecciones de dinero en las entidades nacionalizadas, como Bankia.

Así, en 2012 las medidas de recapitalización alcanzaron los 40.418 millones de euros (3,85% del PIB), partida en la que se produjo el mayor repunte, frente a los 8.528 millones de euros destinados el año anterior. N o obstante, como en años anteriores, el mayor volumen de apoyo al sector financiero se encuentra en las garantías (como los avales para las emisiones de deuda de las entidades), que ese año representaron un compromiso de gasto de 71.696 millones de euros (6,86% del PIB). Por su parte, al rescate de activos se destinaron 25.533 millones de euros (2,43% del PIB), y el resto de medidas de liquidez 3.475 millones de euros (0,33% del PIB).

Así, según el informe de Competencia, más del 97% de las ayudas de Estado concedidas en 2012 se destinaron a mitigar la crisis financiera, representando el 13,47% del PIB.

En total, el volumen total de ayudas públicas concedidas en 2012 ascendió a 145.346 millones de euros. Las ayudas regulares, las que no estaban dirigidas a combatir la crisis financiera, alcanzaron los 3.944 millones de euros, lo que equivale al 0,38% del PIB. Competencia señala que esta partida mantiene una trayectoria descendente respecto a 2011 (4.508 millones de euros, un 0,42% del PIB) y por debajo de los niveles de la UE-27, donde representan un 0,52% del PIB.
Fuente: Diario Público.

lunes, 10 de junio de 2013

Crimen y castigo o ¿crimen sin castigo?

La cuestión es qué tipo de responsabilidades adquieren los políticos, los tecnócratas y los científicos sociales que les acompañan intelectualmente en sus decisiones, cuando sus equivocaciones generan tanto sufrimiento a la gente. Este es el asunto central que se desprende del documento del Fondo Monetario Internacional (FMI), conocido la pasada semana sobre la intervención de la troika en Grecia desde el año 2010.

En él se dicen al menos dos cosas muy gruesas que cuestionan la acción del propio FMI, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE). A saber: que se subestimó el impacto de la austeridad en la vida de los ciudadanos (el PIB cayó un 17% en tres años, cuando “solo” se esperaba una reducción del 5,5%; y el paro ha llegado al 27% de la población activa, cuando todo lo más se calculaba un 15%). Y, no menos significativo, que la fórmula escogida de reestructuración de la deuda griega permitió a muchos inversores privados reducir su exposición y trasladar el endeudamiento a los inversores públicos: una socialización de las pérdidas. ¿No se puede calificar este resultado de catastrófico para el bienestar ciudadano y algo parecido a una gigantesca estafa para las finanzas públicas?

En cambio, el portavoz del comisario de Asuntos Económicos, Oli Rehn, en su balbuceante respuesta destacó que Grecia no ha salido del euro, que el plan de reformas va por buen camino y que el informe del FMI no lleva el sello de la dirección y, por tanto, no es oficial. Con ello se pretende interrumpir el relato del FMI y trasladar el dilema a otro sitio, desviando la atención de los problemas que se plantean sobre la responsabilidad de las recetas profundamente equivocadas (malos datos) o sencillamente falsas (datos manipulados) por estar basadas en obsesiones ideológicas. Desde el principio de la Gran Recesión está encima de la mesa el debate de si la ciencia económica ha contribuido a la debacle con el desarrollo de teorías que, o bien ignoraban los factores clave de lo que estaba sucediendo (tesis bienintencionada: la ignorancia), o, lo que es peor, los han excluido intencionadamente (tesis malintencionada: la ideología) para favorecer una determinada agenda política favorable a una redistribución al revés.

Hoy conviene recordar qué sucedió en el seno del FMI en el año 2011 (cuatro años después del inicio de la crisis económica). Entonces se publicó una auditoría interna de la organización, titulada Actuación del FMI en la fase previa de la crisis económica financiera, basada sobre todo en las opiniones anónimas de sus funcionarios. En ella se decían cosas tales como que “se creyó en la autorregulación del mercado y en la solidez de las grandes instituciones financieras que luego se nacionalizaron”; había “un elevado grado de pensamiento de grupo, una captura intelectual y un pensamiento generalizado de que una gran crisis financiera en las economías avanzadas era imposible”; se entierran las voces críticas que emergen en el seno del FMI y se fomenta la lectura “complaciente” de lo que acabó siendo la Gran Recesión, “los incentivos están orientados a generar consenso con la opinión predominante”, “expresar puntos de vista fuertes en contra podía arruinarme la carrera”, “había desincentivos para decir la verdad”, etcétera.

Esta auditoría, elaborada en tiempo de Dominique Strauss-Kahn al frente del FMI y correspondiente a los años de Rodrigo Rato como director gerente del mismo, no se ha repetido o al menos no se ha hecho pública en tiempos más recientes, y no se conoce si se ha corregido la situación que se denuncia o, como dice un personaje de la novela El círculo cerrado, del británico Jonathan Coe (Anagrama): “Sí, he aprendido de mis errores y estoy seguro de que podría repetirlos perfectamente”. Algunos interlocutores españoles de la troika que viene a supervisar los bancos de nuestro país dicen que los hombres de negro del FMI suelen ser más compasivos y menos inflexibles que los de la CE y el BCE. Ahora se trata de que el informe del organismo multilateral que dirige Christine Lagarde no repita sus conclusiones dentro de un tiempo sobre lo sucedido en Irlanda, Portugal o España y denuncie, cuando no tenga remedio, otro sabotaje al nivel de vida de los ciudadanos. Que no pase inadvertido.
El FMI admite que el rescate benefició más a la Unión Europea que a Grecia.
Fuente: JOAQUÍN ESTEFANÍA 10 JUN 2013 - El País

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