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martes, 7 de marzo de 2023

Mi corazón de traidor

El título del artículo coincide con el de un famoso libro de Rian Malan (Johannesburgo, 1954) en el que explica por qué, siendo blanco, se encuentra comprometido en la lucha contra la discriminación que sufren los negros. ¿No han de sentirse agraviados por tener un enemigo en sus filas? Y explica por qué no.

Yo me cuestiono la presencia de los hombres en la causa de las mujeres: ¿no se plantean ellas por qué pretenden liberarlas quienes durante tantos siglos las han oprimido? Me pregunto por el papel que tenemos que desempeñar los hombres en la guerra de los sexos. Una guerra que, según Spengler, “existe desde que hay sexos, una guerra silenciosa, amarga, sin cuartel ni merced”. ¿Qué hacemos los hombres defendiendo la causa de las mujeres?

El próximo día 8 de marzo se celebra El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (qué redundancia la de este binomio de palabras) y, con esta ocasión, quiero reflexionar en voz alta sobre el papel que nos corresponde a los hombres en la lucha por la liberación de la mujer.

En primer lugar quiero decir que la bandera de la liberación ha de ser de las mujeres. Porque esta es su gran causa. Porque ellas son las protagonistas de su lucha. Y ellas son las que han hecho avanzar su historia de liberación. La batalla más poderosa que ha existido nunca.

La liberación es la tarea de quien se libera, no de quien pretende liberar. No hay peor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor. Y si la mujer no evoluciona, de poco sirve la acción externa. La libertad concedida produce transformaciones superficiales. La libertad conquistada llega a las zonas más profundas del ser.

¿Por qué los hombres hemos de participar en esa lucha? En primer lugar porque nosotros tenemos mucho que pensar y que cambiar. Tenemos que cambiar nuestras concepciones, actitudes y comportamientos para superar las graves secuelas de una terrible historia. Una amiga argentina me ha enviado una viñeta en la que se ve a una mujer tendida en el diván. El psicoanalista le dice: Según lo que usted me cuenta veo que su problema está en el inconsciente y vamos a tener que analizarlo. Y ella responde: pues mire usted, doctor, no creo que mi marido quiera venir.

En segundo lugar, porque la cuestión nos afecta cada día en las relaciones personales, laborales, políticas… Buena parte de nuestra vida tiene que ver con la comunicación entre sexos. Una relación sana, respetuosa, humilde y equilibrada contribuye a la justicia social y a la felicidad personal.

En tercer lugar porque la coeducación es una tarea de todas las personas. Todavía queda mucha discriminación en las arterias del cuerpo social. En el lenguaje, en las expectativas de los padres y las madres sobre sus hijos e hijas, en las actitudes, en las relaciones, en los juegos, en los estudios, en la elección de carrera, en la búsqueda de empleo, en la sexualidad, en la remuneración de los trabajos, en el acceso al poder, en la moral, en los chistes, en la publicidad… Es tarea de todos y de todas educar para la convivencia armoniosa, para la igualdad de oportunidades, para la tolerancia y para la equidad.

Los hombres tenemos la obligación de ser feministas. No todas las mujeres lo son y tendrían que serlo. Tenemos que avanzar hacia una nueva masculinidad para que no sea inteligente concluir: Pienso, luego estoy soltera. O como decía el humorista Borges en una de sus inolvidables viñetas: “Hija, no te cases nunca con un marido”.

En el precioso libro de Chis Oliveira y Amada Traba; “Amart.e. Pensar el amor en el siglo XXI”, se puede leer: “Un extraterrestre no comprendería cómo se pudo construir y mantener tanta desigualdad entre mujeres y hombres. Se preguntaría cómo se llegó hasta aquí y cómo somos capaces de aceptarla con tanta normalidad: le causaría sorpresa y estupefacción pero a nosotros no nos la causa porque al estar inmersos en esa desigualdad nos falta perspectiva y la vemos y la vivimos como natural e inevitable”.

Las trampas son muchas. La discriminación es cada día mas sutil son muchas. La discriminación la convivencia armoniosa, para la igual de oportunidades, para la tolerancia, para lía más sutil. Por eso hacen falta mecanismos más sutiles par detectarlas. Observar atentamente la realidad, reflexionar con rigor, interpretar críticamente cada gesto, cada palabra, cada acción: he aquí una tarea apremiante. Apremiante porque las consecuencias son inmediatas y, algunas, devastadoras. ¿Quién devuelve a las mujeres que renunciaron a viajes, estudios o amores la posibilidad de tenerlos? Reconocer después de siglos los errores es un ejercicio de cinismo si no se evitan los que se están cometiendo.

Se dice que todos somos iguales ante la ley pero hoy todavía sigue siendo cierto que cualquier actividad que desarrolle una mujer tiene que realizarla mucho mejor que el hombre para que tenga la misma relevancia y el mismo reconocimiento social y hasta la misma remuneración.

Hay quien cree que, cuando los dos trabajan, da igual que la mujer gane más o tenga mejor posición. Pero la cultura sigue imponiendo patrones de comportamiento y actitudes marcadamente machistas. Todavía falta mucho para que las situaciones, las actitudes y concepciones que se reconocen como lógicas se implanten en la realidad de la cultura. Detrás de cada mujer empresaria hay todavía un hombre…. mosqueado.

Hay quien piensa que la igualdad de oportunidades existe porque alguna mujer llega a un puesto de máxima responsabilidad. No es cierto. Estas excepciones no demuestran que si una mujer puede, todas pueden; lo que ponen de relieve es precisamente lo contrario, que al constituir una excepción sigue siendo cierto que están en inferioridad de condiciones. Si parten millones de personas hacia unas pocas posiciones de privilegio, ¿no es cierto que tienen más posibilidad de alcanzarlas quienes parten y disfrutan de condiciones ventajosas?

Dice Alejandro Dumas que las cadenas del matrimonio son tan pesadas que hacen falta dos personas para llevarlas y, a veces, tres. Pero, ¿por qué se considera al adúltero un hombre espabilado y a la adúltera una mujer libertina? Cuentan que un rey tuvo noticia de que había en el reino un individuo que tenía un extraordinario parecido con él. Curioso e inquieto, hizo llamar a palacio a quien decían que era su vivo retrato. Al comprobar el asombroso parecido le invitó a comer. Le faltó tiempo, después de hacer los cálculos necesarios, para plantear la cuestión que le desazonaba:

¿Sabe usted si por esos años, su madre sirvió en palacio?, preguntó el rey. No, majestad, el que sirvió en palacio por aquellos años fue mi padre. El baldón estaba precisamente ahí, en el deshonor de la reina, no en la hombría del monarca. Este tipo de historias demuestra que no hay una moral equivalente sino una doble moral, que no existe igualdad de derechos. Porque no existe igualdad de opinión ni de acción. Afortunadamente las cosas están cambiando. Lentamente, difícilmente. Y a veces se sufren dolorosos retrocesos. ¿Por qué nuestros jóvenes (ellos y ellas) cantan y bailan al son de las letras de las canciones machistas de los raperos puertorriqueños? ¿Por qué muchas chicas no piensan que el control de sus móviles por sus parejas es un insoportable gesto de poder? ¿Por qué piensan que los celos son una muestra de amor?

¿Quién les devolverá la vida a quienes la han perdido por amor, por devoción, por sacrificio, por vasallaje? Pensad en la advertencia irónica: las mujeres buenas irán al cielo, las malas a todas las partes.

Muchos se muestran deferentes en lo superficial pero mantienen la discriminación en lo esencial. ¿Por qué se le ha cedido a la mujer el puesto en el autobús o se le ha brindado la preferencia en el paso cuando se le negaba un puesto en la sociedad y se le cerraba el camino hacia el trabajo o el poder? La mujer del general es el general del general, decía Schakespeare. Pero en todos los derechos sociales seguía ocupando el puesto de soldado raso.

El hombre ha de revisar primero sus actitudes y sus pautas de acción sexistas. Debe respetar a quien tiene al lado, sabiendo que ella lleva a sus espaldas siglos de discriminación. Ha de compartir generosamente con ella derechos y deberes, dolores y alegrías. Ha de permanecer sobrecogido y admirado ante la insondable psicología de la compañera de su vida. Lo decía con hermosas e inquietantes palabras Eduardo Galeano: “He dormido al lado de una mujer, he dormido al borde un abismo”. Sirvan estas palabras de homenaje en el Día Internacional de la Mujer que celebraremos el próximo día ocho.

Miguel Ángel Santos Guerra

jueves, 5 de agosto de 2021

_- Grete Hermann, la matemática, filósofa y educadora que encontró un fallo en la teoría cuántica de su época pero fue ignorada durante treinta años

_- Fuentes: https://mujeresconciencia.com/

En la historia de la mecánica cuántica, pocos nombres pueden competir con el de Shrödinger y su famoso gato. La mayoría de ellos han quedado olvidados y son completos desconocidos para el público general a pesar de sus importantes aportaciones. Entre ellos se encuentra el de Grete Hermann, una mujer inteligente y versátil que trabajó en las áreas de la física, las matemáticas, la filosofía y la educación, que fue una adelantada a su tiempo en algunas de esas ramas científicas y que llevó a cabo trabajo que se reveló pionero en la interpretación de la teoría cuántica.

Hermann nació en Bremen, Alemania, en 1901. Fue la tercera de siete hijos de una familia protestante de clase media. Sus dos abuelos eran pastores protestantes y su padre era comerciante aunque en sus últimos años se convirtió en vendedor ambulante. Su madre fue también una mujer de intensos sentimientos religiosos, algo que ella no heredó.

Como mentora, otra matemática: Emmy Noether
Comenzó a estudiar en la escuela de Bremen, y a los 20 años ya tenía la formación para dar clases en escuelas de secundaria. Más adelante continuaría su formación pedagógica. Pero de 1921 a 1925 se centró en otras áreas de conocimiento, concretamente en el estudio de matemáticas y filosofía en la universidad de Gotinga, uno de los centros mundiales de la investigación matemática en aquel momento. Hermann se convirtió en pupila y protegida de una de las figuras más reconocidas de las matemáticas del siglo XX: Emmy Noether.

La principal línea de investigación de Noether era el desarrollo del álgebra abstracta y gracias a su trabajo consiguió encontrar una respuesta mucho más simple al teorema de Lasker, que hoy de hecho se conoce como Lasker-Noether. Además, sus aportaciones a la física teórica revelaron una conexión general importante entre las leyes de la conservación y de la simetría,

En 1926, Hermann obtuvo su doctorado bajo la dirección de Noether. Mientras que su mentora tendía a la abstracción, la tesis de Hermann era más bien una vuelta a la computación que se había utilizado ampliamente durante el siglo XIX: probó que la demostración de Noether del teorema de Lasker-Noether se podía convertir en un algoritmo de computación primaria mucho antes de que los ordenadores fuesen algo común y de que esa computación tuviese una eficacia real.

De las matemáticas a la filosofía, la ética y la política
Grete Hermann.
Pero en este tiempo cultivó también su interés por la filosofía, y trabajó como asistente del filósofo Leonard Nelson entre 1926 y 1927. Tras la muerte de éste continuó colaborando con su grupo. En 1932 publicó un tratado sobre filosofía de la ética y la educación. En esa época se convirtió en una activa defensora del socialismo. Nelson creía en el socialismo liberal, se manifestaba contra las injusticias sociales y la glorificación del capitalismo. En 1926 participó en la fundación de un grupo de jóvenes socialistas radicales (el ISK) al que Hermann también se unió y que recibió el apoyo de intelectuales europeos de renombre, entre ellos el de Albert Einstein.

También continuó participando en este movimiento tras la muerte de Nelson. En 1932 comenzó a trabajar como editora para un periódico asociado, Der Funke (La Chispa). El ISK participó en la formación de un frente unido contra el ascenso del partido nazi y fue uno de los grupos más activos de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial.

Una demostración ignorada durante décadas A principios de los años 30 trabajó con reputados físicos como Heisenberg o von Weizsäcker en Leipzig, y de hecho su trabajo más conocido fue el descubrimiento en 1935 de un error de lógica en la supuesta demostración de John von Neumann de que es imposible que existan variables ocultas en la mecánica cuántica. Si bien el error descubierto por Hermann invalidaba el trabajo de von Neumann, su refutación pasó desapercibida durante tres décadas, y por lo tanto la prueba de von Neumann, aunque falsa, siguió dándose por buena hasta que el trabajo de Hermann fue redescubierto en torno a 1965 por John Bell, que demostró también de forma independiente el error del primero.

¿Por qué el trabajo de Hermann fue ignorado durante tanto tiempo y aun hoy la refutación de Bell se conoce mucho más ampliamente que la suya? “La abrumadora autoridad del relativamente ya conocido y estimado von Newmann en contraste con la desconocida mujer matemática probablemente jugó un papel importante”, explica C. L. Herzenberg en esta breve biografía de Hermann. Sin embargo, matemáticos relevantes de la época (hombres también) conocían su trabajo y lo apoyaron, de forma que sigue siendo sorprendente que no tuviese algo más de repercusión.

Otros factores probablemente influyeron. Por ejemplo, que ella además de una mujer joven era una intrusa, llegada a la física cuántica desde el campo de la filosofía y las matemáticas. Y no solo eso: ella era políticamente disidente, con una ideología socialista, de izquierdas, mientras que el establishment científico que debía reconocer su trabajo era por lo general más bien conservador. Esto provocaría a su vez, más adelante, que tuviese que exiliarse fuera de Alemania, impidiendo una carrera académica estable y respetable.

Grete Hermann.
Otros motivos no tenían tanto que ver directamente con ella sino con la época en la que vivió. Si bien el alemán había sido el idioma principal de la física y la ciencia durante años, en ese momento el inglés iba ganando peso. Las obras de Hermann no se publicaban en revistas muy conocidas y su trabajo no se tradujo hasta años después, lo que supuso un obstáculo para que fuese más conocido fuera de Alemania. Por otro lado, el trabajo de von Neumann que ella rebatió era arduo y complejo, y más a menudo se citaba que se estudiaba a fondo, dificultando a otros científicos entender su profundidad y sus posibles errores.

Sin embargo, sí recibió algunos reconocimientos, si bien más modestos de los que su trabajo habría merecido. En 1936 recibió el Premio Richard Avenarius de la Academia Sajona de Ciencias por su trabajo sobre la importancia de la teoría cuántica y la teoría de la física moderna para la teoría del conocimiento.

El exilio durante el régimen nazi
Sin embargo, bajo el régimen nazi, Hermann no podía desarrollar una carrera académica con normalidad en Alemania. En cambio, dedicó parte de su tiempo y esfuerzo a dar clases dentro de la resistencia sobre temas como filosofía, teoría política y valores éticos. En sus lecciones discutía a menudo sobre la ética de la resistencia frente al régimen nazi. Junto con Nelson y Minna Specht ayudó a desarrollar e introducir un nuevo modelo educativo no autoritario. Los tres participaron en la apertura de una nueva escuela en la que se impartían clases tanto para niños como para adultos. Su iniciativa terminó en 1937 cuando los nazis cerraron la escuela.

Para entonces ella ya se había marchado del país. En 1936 llegó a Dinamarca, donde Specht había abierto una escuela similar a la que ambas habían impulsado en Alemania y donde ella también dio clases una temporada. Pero el miedo a que Dinamarca entrase en guerra y Alemania invadiese el país obligó a Hermann a marcharse también de allí a París y terminó en Londres. En 1937 se casó en lo que a todas luces era un matrimonio de conveniencia para obtener la residencia legal en Reino Unido.

Una vez en Inglaterra, Hermann siguió participando activamente en la resistencia contra el régimen nazi, dedicando todo su esfuerzo al trabajo político: fue la líder de la rama londinense del ISK y tuvo un destacado papel en las conversaciones sobre la reconstrucción democrática de Alemania tras la guerra. En 1941 se convirtió en la representante del ISK de la Unión de Organizaciones Socialistas Alemanas en Gran Bretaña, que reunió a distintos grupos de ideologías similares y en 1943 formó parte de la comisión que redactó un programa de acción para un frente socialista unido.

Vuelta a Alemania y a la educación
En 1946, tras el fin de la guerra, se divorció y volvió a Alemania, donde retomó su trabajo en el campo de la educación que el régimen nazi le había impedido continuar. Ocupó cargos de cada vez más responsabilidad: primero trabajó en la reconstrucción y desarrollo de la Escuela de pedagogía de Bremen, cuya dirección asumió en 1947; de 1950 a 1966 fue profesora de filosofía y física; fundó un sindicato de educación y ciencia y participó en actividades educativas y culturales del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD por sus siglas en alemán). De 1954 a 1966 fue también miembro del Comité Alemán para la Educación.

domingo, 21 de marzo de 2021

Maria Goeppert Mayer, la nobel de Física que explicó los "números mágicos" mientras investigaba sin que le pagaran.

Maria Goeppert Mayer se convirtió en profesora titular apenas a los 54 años.

"Voluntaria", "becaria", "investigadora asociada": esos fueron algunos de los títulos que Maria Goeppert Mayer recibió a lo largo de 30 años liderando investigaciones científicas que la llevarían a ganar el Nobel de Física en 1963.

En otras palabras, la física alemana trabajó la mayor parte de su carrera en distintas universidades estadounidenses sin que le pagaran un sueldo.

Investigaba "solo por el placer de hacer física", indica su biografía publicada por los premios Nobel.

Si bien en aquel entonces regían normas antinepotismo en Estados Unidos, lo cierto es que "ninguna universidad hubiese pensado en contratar a la esposa de un profesor", explica la academia sueca.

Era su marido, el químico estadounidense Joseph Mayer, quien conseguía los puestos de profesor e investigador de tiempo completo, mientras ella recibía las sobras. Literalmente.

Una de las universidades donde la pareja trabajó, la prestigiosa Johns Hopkins University, cuenta: "Ella había visto una oficina vacía y preguntó si podía usarla; se la negaron y, en su lugar, le dieron un salón en el ático".

Su historia, narrada en el marco del proyecto The Women of Hopkins, "es un ejemplo de determinación ante la presencia de obstáculos", reconoce la universidad.

Cuando Goeppert Mayer finalmente se convirtió en profesora titular tenía 54 años.

Séptima generación
Goeppert Mayer nació el 28 de junio de 1906 en Katowice, una ciudad que entonces formaba parte de Alemania, pero que hoy pertenece a Polonia.

Su padre era la sexta generación de académicos, por lo que siempre asumió que su única hija iría a la universidad y seguiría el legado familiar.

"Mi padre me decía: 'Cuando crezcas, no te conviertas en una mujer', en el sentido de ama de casa", contó Goeppert Mayer citada por los Nobel.

"Es una de esas mujeres que pelearon por sus objetivos cuando la sociedad exigía que se quedaran en casa", dice a BBC Mundo la física Louise Giansante.

Si bien en un principio su intención era graduarse en matemáticas, decidió estudiar física tras participar de un seminario sobre mecánica cuántica dictado por Max Born, uno de los padres de lo que entonces era una incipiente rama de la ciencia.

Born se terminaría convirtiendo en el mentor de Goeppert Mayer a lo largo de sus años de estudio en la Universidad de Gotinga, en Alemania.

Pero tras completar su doctorado, la joven se casó y mudó a Estados Unidos, en parte buscando mejores oportunidades académicas, y en parte para alejarse del movimiento político que culminaría con el ascenso al poder de Adolf Hitler.

De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, Goeppert Mayer terminaría trabajando en el Proyecto Manhattan, el programa secreto del gobierno estadounidense que desarrolló la bomba atómica.

Manhattan Project
"La urgencia de la Segunda Guerra Mundial llevó al gobierno de Estados Unidos a tratar la capacidad de Goeppert Mayer con más respeto que el mostrado por sus universidades más importantes", afirman los Nobel.

El 6 y 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón.

Ella incluso llegó a decir que, gracias al Proyecto Manhattan, por primera vez en su carrera logró "pararse" por sí misma como científica, sin "sostenerse" en su marido.

Sus biógrafos coinciden en que, aunque disfrutaba del respeto que recibió de sus colegas y de las responsabilidades que le fueron dando durante esos 3 años de trabajo, ella albergaba la esperanza de que el proyecto fracasara.

Según los Nobel, Goeppert Mayer era "vehementemente anti-Hitler, pero consciente de que el arma que estaba ayudando a crear podría usarse contra amigos y familiares que vivían en Alemania".

Y aunque la bomba sí fue desarrollada y usada sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, matando a decenas de miles de personas, las investigaciones lideradas por ella efectivamente no tuvieron éxito.

"No encontramos nada y tuvimos suerte... escapamos de la punzante culpa que sienten hasta el día de hoy los responsables de la bomba", reconocería luego, según los Nobel.

Los "números mágicos"
Fue después de la guerra cuando Goeppert Mayer comenzó a trabajar en física nuclear, la línea de trabajo que la llevaría a definir la estructura del núcleo atómico y ganar el Nobel.

Cuando Goeppert Mayer ganó el Nobel de Física en 1963 se convirtió en la segunda mujer de la historia en recibirlo.

Sin entrar en muchos tecnicismos, lo que la científica logró demostrar una y otra vez es que los núcleos más estables siempre tenían una determinada cantidad de neutrones o protones. Los "números mágicos" eran 2, 8, 20, 28, 50, 82 o 126.

Pero no se conformó con ello: ahora que sabía que eran números especiales, quería saber el por qué.

Fue así que comenzó a desarrollar lo que ahora es el famoso modelo de capas nucleares.

De acuerdo con un artículo de 2008 de la Sociedad Estadounidense de Física (APS), "el hecho de que los núcleos con cierto número de nucleones (neutrones y protones) eran especialmente estables ya había sido advertido antes, pero los físicos estaban seguros de que un modelo de capas no podía ser correcto".

Es que en aquel entonces prevalecía otro modelo creado nada menos que por Niels Bohr, quien había ganado el Nobel por sus investigaciones sobre la estructura de los átomos.

Según la APS, Goeppert Mayer "tenía una formación menos formal en física nuclear, (entonces) estaba menos sesgada".

Su colega y amigo Edward Teller lo resumiría de una forma más elocuente: "Se le ocurrió la idea absurda de oponerse al modelo del núcleo atómico de Bohr. Fui rotundo en mi crítica. Pero resultó ser que Maria tenía razón y, merecidamente, recibió el premio Nobel".

Una de cuatro
Goeppert Mayer no fue la única capaz de pensar afuera de la caja respecto a la estructura del núcleo atómico.

Cuando estaba por enviar su investigación a la revista Physical Review se enteró de que otro equipo liderado por un tal Hans Jensen había llegado a la misma conclusión en su Alemania natal.

"Pidió que su artículo fuese retrasado para salir publicado en el mismo número que el de ellos, pero el de ella terminó siendo publicado en el número posterior al de ellos, en junio de 1949", cuenta el citado artículo de la APS.

Tiempo después Goeppert Mayer y Jensen se conocieron, convirtiéndose en amigos y colaboradores. Publicaron juntos un libro sobre el modelo de capas nucleares y en 1963 compartieron el Nobel.

En ese entonces solo una mujer en la historia había recibido el Nobel de Física: Marie Curie, 60 años antes.

Marie Curie fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades, física y química, en 1903 y 1911 respectivamente.

Tendrían que pasar otros 55 años para que otra mujer, Donna Strickland, lo volviese a ganar en 2018. La cuarta y última física en obtenerlo fue Andrea Ghez el año pasado.

El legado
En 1960, poco después de llegar a San Diego para empezar a desempeñarse en su primer trabajo como profesora titular en la Universidad de California, Goeppert Mayer sufrió un ataque cardíaco.

Su salud continuaría siendo delicada desde entonces hasta su muerte, en 1972, pero aún así no dejó de investigar y dictar clases.

"Es una de esas mujeres que pelearon por sus objetivos cuando la sociedad exigía que se quedaran en casa", le dice a BBC Mundo la física Louise Giansante, autora principal del artículo "Mujeres en la física: pioneras que nos inspiran" publicado en 2018 en la revista de la Organización Internacional de Física Médica.

"Enfrentó una serie de desafíos en su vida profesional y personal", continúa, "lo que incluyó guerras y muertes, pero también simplemente criar a sus hijos y ser esposa mientras intentaba continuar con sus investigaciones".

"Sus descubrimientos y destacada contribución en gran medida se utilizan hasta el día de hoy. Creo que su historia necesita ser contada y puede servir de inspiración especialmente para las mujeres jóvenes, que todavía tienen que enfrentar numerosos desafíos", concluye Giansante, sobre el legado de la física alemana.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-56286955

sábado, 27 de junio de 2020

_- Emmy Noether, la mujer cuyo teorema revolucionó la física y a quien Einstein calificó de un absoluto "genio matemático".

_- Cuando la alemana Emmy Noether quiso estudiar matemáticas, no estaba permitido que las mujeres se inscribieran en la universidad.

Años después, cuando consiguió que le dieran permiso para dar clases a estudiantes universitarios, no recibió salario.

Aun así, para Albert Einstein, "la señorita Noether fue el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres".

Se le considera la madre del algebra moderna con sus teorías sobre anillos y cuerpos, pero su aporte a la ciencia no se restringe a las matemáticas.

Su trabajo es fundamental para entender la teoría de la relatividad.
Y tampoco se limita a ella.

Noether es clave para comprender todas las teorías de la física.
"Al conocer su historia te preguntas: ¿qué otras contribuciones hubiese hecho una persona con ese tipo de genio matemático si todas las puertas hubiesen estado abiertas para ella desde el primer día?", le dice a BBC Mundo Mayly Sánchez, profesora de Física del departamento de Física y Astronomía de la Universidad del Estado de Iowa, en Estados Unidos.

Sin salario
Nació en 1882 y su padre, el matemático Max Noether, enseñaba en la Universidad de Erlangen, en Baviera.

Emmy Noether nació en el seno de una familia apasionada por las matemáticas. El claustro de esa casa de estudios había dicho que permitir que las mujeres se registraran "derrocaría todo el orden académico".

Sin embargo, dos años después -indica la Sociedad Estadounidense de Física (APS, por sus siglas en inglés: American Physical Society)- Noether fue una de las dos estudiantes a la que se le permitió inscribirse en esa universidad.

Pero no con los mismos derechos que el resto de estudiantes.

Sólo se le permitía entrar como oyente a las clases y eso si los profesores daban la autorización expresa de que podía entrar al aula.

"Pero eso fue suficiente para que pasara el examen de graduación en 1903 y para que calificara a un título equivalente al de una licenciatura", indica Michael Lucibella, autor de la biografía sobre Noether publicada por APS.

"Pasó el año siguiente estudiando en la Universidad de Gotinga, pero regresó a Erlangen cuando la universidad finalmente revocó las restricciones contra las estudiantes y terminó su disertación sobre invariantes para las formas biquadráticas ternarias en 1907", señala el escritor.

Pese a que la universidad dio un paso adelante para permitir a mujeres estudiantes, continuaba excluyendo a las mujeres de tener posiciones en la facultad.

"Noether enseñó en Erlangen por los siguientes siete años sin salario, en algunas ocasiones reemplazando a su padre", indica Lucibella.

"Somos una universidad, no un sauna"
En 1915, el gran matemático alemán David Hilbert trató de llevarla a la Universidad de Gotinga, pero recibió el rechazo de sus colegas en el departamento de matemáticas.

No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna
David Hilbert, matemático

"¿Qué pensarán nuestros soldados cuando regresen a la universidad y encuentren que se les pedirá que aprendan de una mujer?", un profesor se quejó de la propuesta.

A lo que Hilbert respondió:
"No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna".

Noether tuvo que dar clases bajo el nombre de Hilbert por los siguientes cuatro años y sin pago alguno.

Lucibella explica que la esperanza de Hilbert de contar con la matemática en la Universidad de Gotinga era que su conocimiento y experiencia sobre "la teoría invariante -los números que se mantienen constantes incluso aunque sean manipulados de diferentes maneras- pudiera ser llevada a la incipiente teoría general de la relatividad de Albert Einstein, que parecía violar la (ley) de la conservación de energía".

El teorema de Noether
Noether desarrolló un teorema que es clave para entender la física de partículas elementales y la teoría cuántica de campos.

En pocas palabras, "para comprender toda la física más sofisticada", le dice a BBC Mundo Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica y Nuclear de la Universidad de Sevilla.

Una copa de vino para entender un teorema clave en la física.
"Cuando Einstein vio el trabajo de Noether sobre las invariantes, le escribió a Hilbert: 'Estoy impresionado de que esas cosas puedan ser entendidas de una manera tan general. La vieja guardia de Gotinga debería aprender algunas lecciones de la señorita Noether. Se ve que sabe de lo suyo'", indica la biografía de APS.

Pero en qué consiste este teorema.
Le pasamos la tiza al profesor Lozano, quien durante 30 años se lo enseñó a sus alumnos en España.

"El teorema conceptualmente es muy sencillo y matemáticamente muy complicado. Se trata de relacionar la simetría con las cantidades conservadas", le dice el docente a BBC Mundo.

El profesor de Física Manuel Lozano Leyva se declara un enamorado del teorema de Noether.

"¿Qué es una simetría?", empieza.

"Imagínese que tengo una copa de vino en la mano y le digo que cierre los ojos. Mientras los tiene cerrados, giro la copa en su eje y después le digo que los abra. Seguramente no se dará cuenta si la copa se ha movido o no".

"Pero si el giro que hago es perpendicular a ese eje, es decir, le doy la vuelta a la copa, y le digo que abra los ojos, sí se dará cuenta que ha habido una transformación, que le ha pasado algo a la copa".

"Eso significa que la copa es simétrica con respecto a las rotaciones en relación a un eje y no es simétrica respecto a las rotaciones en otro eje".

Es un teorema sumamente elegante, trae la belleza de un concepto de simetría a lo que son los principios de la física

Mayly Sánchez, Universidad del Estado de Iowa
"Ahora piense", señala el profesor, "en cantidades físicas que todo el mundo conoce como lo es la energía, que ni se crea ni se destruye, sino que se transforma. Eso se llama una cantidad conservada".

"Lo que hizo Emmy Noether fue fundamentalmente relacionar la simetría de un sistema con las cantidades físicas que se conservan y esas cantidades son una herramienta fundamental a la hora de plantear problemas y de resolverlos en física".

Y eso afecta a todos los sistemas físicos, desde el sistema planetario hasta un cristal, los metales. "¡Todo!", dice con emoción el profesor.

"El teorema más bello del mundo"
El teorema creado por la científica alemana ha recibido un sinnúmero de adjetivos y no precisamente fríos.

La profesora Sánchez explicándoles el teorema de Noether a sus alumnos en Estados Unidos.

"Lo llaman el teorema más bello del mundo, pero no es solo que sea hermoso por las cuestiones de la simetría sino que es de una potencia matemática tremenda y de una potencia de cálculo fantástica", indica Lozano.

"Mis estudiantes quedaban maravillados cuando se los enseñaba porque, aunque sea matemáticamente difícil de formular, las consecuencias son muy grandes".

"A esta mujer le debemos mucho todos los físicos", señala el académico desde España.

Y esa opinión la comparte la profesora Sánchez desde Estados Unidos.

"Es un teorema sumamente elegante, trae la belleza de un concepto de simetría a lo que son los principios de la física", le dice a BBC Mundo.

"Noether es una de esas figuras en la historia de la física que se te escoden y después la descubres", cuenta.

"Cuando aprendí el teorema por primera vez, me enamoré del concepto. Mi profesor nos dio una clase bellísima de cómo este era uno de los principios más elegantes de la física y, ahora, que enseño la misma materia en el pregrado, todavía me emociono cuando doy esa clase. Es uno de los puntos donde la física y la matemática se conectan de una manera muy bonita".

"Lo que no me dijo el profesor ese día es que el teorema de Noether estaba escrito por Emmy Noether. Nunca me dijo que era una mujer y solo años más tarde, en mi doctorado, descubrí que había sido una mujer la que lo concibió".

"Los chicos de Noether"
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, hubo algunos avances en materia de los derechos de las mujeres en Alemania.

El Nazismo obligó a mentes brillantes como Noether y Einstein a abandonar su país.
"Noether recibió un pequeño salario en la Universidad de Gotinga en 1923", señala Lucibella. "Sin embargo, nunca se le otorgó el rango de profesora titular".

La mayoría de los estudiantes de la matemática eran hombres. Se les conocía como "Los chicos de Noether", indica la Sociedad Estadounidense de Física.

Con el surgimiento del Nazismo en Alemania, Noether tuvo que abandonar la vida académica en su país debido a la puesta en vigencia de una ley que sacaba a los judíos de posiciones gubernamentales y universitarias, recuerda Lucibella.

Noether fue despedida de la casa de estudios de Gotinga.
"Inicialmente recibió a los estudiantes en su casa, pero finalmente fue forzada a abandonar Alemania, junto a muchos otros académicos judíos", señala Lucibella.

Se fue a Estados Unidos, en donde continuó con su vida académica en el Colegio Bryn Mawr de Princeton y en el Instituto de Estudios Avanzados de esa ciudad.

En 1935, le detectaron un tumor en la pelvis. Fue operada y aunque la intervención fue un éxito, una serie de complicaciones la llevaron a la muerte cuatro días después.
Tenía 53 años.

La carta de Albert Einstein en honor a Emmy Noether tras su muerte
"A juicio de los matemáticos vivos más competentes, la señorita Noether fue el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres.

En el campo del álgebra, en el cual los matemáticos más talentosos han estado ocupados por siglos, ella descubrió métodos que han probado ser de una importancia enorme en el desarrollo de la actual generación de matemáticos jóvenes.

La matemática pura es, a su manera, la poesía de las ideas lógicas.

Nacida en una familia judía que se distinguió por el amor al aprendizaje, Emmy Noether, quien, pese a los esfuerzos del gran matemático de Gotinga, Hilbert, nunca alcanzó la posición académica que se merecía en su propio país, pero aun así se rodeó de un grupo de estudiantes e investigadores en Gotinga, quienes ya se han convertido en distinguidos profesores e investigadores.

Su desinteresado y significativo trabajo realizado durante muchos años fue recompensado por los nuevos gobernantes de Alemania con un despido, el cual le costó su ingreso para poder mantener su (estilo de) vida simple y la oportunidad de continuar con sus estudios matemáticos.

Sus amigos visionarios de la ciencia en este país (EE.UU.) fueron afortunados de poder hacer las gestiones necesarias con el Colegio Bryn Mawr y (la Universidad de) Princeton para que ella encontrara en Estados Unidos, hasta el día de su muerte, no solo colegas que apreciaron su amistad sino pupilos agradecidos, cuyo entusiasmo hizo de sus últimos años los más felices y quizás los más fructíferos de su carrera entera".

Fragmentos de la carta que escribió Albert Einstein y que dirigió a The New York Times. Fecha: 1 de mayo de 1935

https://www.bbc.com/mundo/noticias-39231616

viernes, 6 de marzo de 2020

Ay, los amigos.

De ser un servil halagador a lanzar la primera piedra hay tan solo un paso

Casi nunca le preguntan a la madre de un preso si cree o no en la inocencia de su hijo. De una manera sufrida asume los errores de ese ser al que tanto quiere, y entiende, con admirable inteligencia emocional, que no dejarle solo con su culpa es parte del proceso de reinserción. Hay siempre alguna disculpa, las malas compañías es la más habitual, pero mantener el cariño a pesar de los errores es el mayor soporte para quien ha tropezado. Lo que está ocurriendo con los hombres célebres investigados por acosar, abusar, violar o comportarse inapropiadamente con las mujeres (a veces también con varones) es digno de estudio sociológico. Cuando salieron a la luz los testimonios de mujeres que denunciaban públicamente el acoso sexual al que las había sometido Plácido Domingo, amigos del tenor, admiradores y algunas colegas de su gremio que decían conocerlo tanto como para poner la mano en el fuego por él o dejarse cortar un brazo, se creyeron en la obligación de salir en su defensa y lo hicieron de manera curiosa: el mero hecho de ser amigo lo convertía en inocente y a las denunciantes en embusteras. A esa tesis se apuntaron algunas de esas políticas que echan mano del vocabulario freudiano para definir como histéricas a las mujeres que osan denunciar a un gran hombre. El mero hecho de ser un reputado artista exime de culpa, porque ¿qué mujer en su sano juicio no va a querer meterse en la cama de una estrella?

Es muy posible que ahora comience una desbandada, que aquellos amigos, promotores de la alta cultura, o esas mujeres con las que al parecer siempre fue correctísimo, marquen una fría distancia. Así es como está evolucionando este asunto en Estados Unidos, de donde importamos tan discutibles y veleidosos comportamientos: de ser un servil halagador a lanzar la primera piedra hay tan solo un paso. Se trata de no quedarse atrás en el señalamiento público para que quede claro que uno está libre de pecado. Es una vieja manera de sacudirse una culpa que tiene algo de colectiva dado que forma parte de un sistema que protege al poderoso y silencia a la víctima.

Suele decirse, ya es un concepto manido, que hay que distinguir entre la persona y el artista. A mí me parecería más hondo, en casos como éste, que los que han sido defensores ciegos reflexionaran un poco sobre lo que significa la amistad. Los políticos nos han acostumbrado al odioso teatro de justificar las tropelías de los suyos para salvar el honor de un partido, que es como salvar su propio pellejo. La pertinaz corrupción española nos empuja a ese tipo de cínicas actitudes. Había, en el cierre de filas en torno a Domingo, una legitimación del abuso de poder y el habitual rechazo a todo lo que huela a causa feminista. La tolerancia con el jefazo que mete mano a las chicas está tan instalada como el culpabilizarlas a ellas por ponerse a tiro. Pero ¿y los amigos?, ¿y las colegas?, ¿es una prueba de lealtad con un amigo desacreditar a quien le denuncia?, ¿el apoyo emocional a un acusado al que admiras incluye la humillación de las ya humilladas?

Hay muchas actitudes que se aprenden de la gente humilde. Tan acostumbrados están esos familiares que visitan a sus presos a perder, porque nacen con casi todo perdido, que son capaces de entregar su amor sin necesidad de aprobar un mal comportamiento. El amigo que aísla a un acusado actúa, sobre todo, por miedo al contagio. Hay que ser valiente para admitir que hay ocasiones en que nuestros amigos o algún miembro de nuestra familia tienen una parte reprobable y oscura. Por eso nunca he acabado de entender, en otro orden de cosas, que la Casa Real actúe como si su particular oveja negra no existiera. Existe. Todos contamos con alguna en nuestro entorno. Y la compasión es compatible con admitir que alguien debe estar en la cárcel o ser reprendido públicamente. No hay cariño sin coraje.

https://elpais.com/elpais/2020/02/29/opinion/1582984882_924266.html
Artículo original de Elvira Lindo.
P.D.:
Qué buen artículo, y qué bien ha expuesto los argumentos, las emociones y dudas que tantas veces he sentido pero me ha costado lo imposible verbalizar y argumentar.

Recuerdo que en un caso tan delicado o más que este, le preguntaba a una amiga por la razón de que hubiese firmado una carta a favor de la defensa de la persona que reunía casi todas las probabilidades de haber incurrido en una falta grave. Ella me contestó que la razón principal era que se lo habían pedido amigas. Y ella lo hacía por amistad. Le contesté que lo más importante en ese caso, en mi criterio, no era la amistad, sino la verdad. Y mi amiga volvió a insistir que la amistad estaba por delante de la posible verdad.

 Aquí se afirma, "se creyeron en la obligación de salir en su defensa y lo hicieron de manera curiosa: el mero hecho de ser amigo lo convertía en inocente y a las denunciantes en embusteras" y "la compasión es compatible con admitir que alguien debe ser reprendido" y en fin también es de destacar que es "una culpa que tiene algo de colectiva dado que forma parte de un sistema que protege al poderoso y silencia a la víctima"...

El proceso a seguir ya es conocido; investigar para averiguar y conocer la verdad, hacer justicia y, dentro de lo posible, cumplir con la reparación, tan necesaria aunque en la mayoría de los casos por múltiples causas se torne, en realidad, imposible.

En fin, lo dicho, un formidable artículo en mi opinión.

martes, 28 de mayo de 2019

Otra mujer en la vida de Cervantes. José Cabello, el archivero de La Puebla de Cazalla descubre pistas fundamentales para la biografía del autor del Quijote en Andalucía.

En ese interminable juego de despistes y espejismos que es la vida de Miguel de Cervantes, Andalucía queda como un pozo en el que hurgar. Fue en la cárcel de Sevilla donde acabó unos meses por un exceso de confianza en un usurero y allí comenzó a imaginar el Quijote. Por el sur paró cuando decidió dejar a su familia en Esquivias (Toledo) para buscarse la vida en una metrópoli más excitante que aquel pueblo manchego, adonde llegó en busca de mejor fortuna y más animación.

Fue un mago de las letras, pero también de los números. Lo apunta Jordi Gracia en la más sólida biografía aparecida entre las nuevas. Ambas aptitudes configuraban su placer, su realización y su supervivencia. Cobró como comisario y recaudador real por el campo. Y de lo que se iba topando en las diferentes rutas a lo largo de toda Andalucía salía la inspiración de sus distintos libros. Pero, sobre todo, de ese manual de viajes y bestiario, aparte de novela total que es el Quijote. Entre sus paradas se encuentra La Puebla de Cazalla, a unos 70 kilómetros de Sevilla.

Por allí pasó y desde hace años le sigue la pista José Cabello (La Puebla de Cazalla, 1962), el archivero del pueblo. Gracias a eso ha aportado las últimas novedades biográficas más significativas sobre el autor. En su sencillo y oscuro despacho de la biblioteca municipal, Cabello trata de desentrañar pistas. Lo hace pegado al archivo, donde guarda documentos carcomidos y difusos en los que queda constancia del paso de Cervantes por la zona. “Por aquí anduvo entre el 21 de febrero y el 28 de abril de 1593. Su obligación era recaudar trigo para hacer bizcochos”. No en el sentido actual y esponjoso. Más bien mazacotes de harina que se conservaran en largas travesías con que alimentar a la armada invencible.

Los paisanos de Cabello se portaron. “Recogió aquí y por los alrededores 998 fanegas y pagó al contado 19.500 maravedíes”. No hubo altercados reseñables, como en otras localidades donde hasta mandó apresar en rebeldía hasta sacristanes. O lo que le ocurrió en Castro del Río, donde le quisieron denunciar a él por venta ilegal de trigo. Tampoco tuvo que hacer frente a motines y revueltas. Tan sólo fue fatigándose por sus idas y venidas a lomos de una mula recaudando a mayor gloria del imperio su majestad y miseria de los paisanos.

Su cometido resultaba de lo más ingrato, como cuenta Andrés Trapiello en Las vidas de Miguel de Cervantes: podía ordenar prisiones y embargos, secuestros de bienes, aprehensión de bagajes, carros y carretas, multar corregidores, pagar arrieros, carreteros, correos, escribanos. Pero lo peor era que –pese a ser decente lo que percibía- no se le adelantaba un céntimo de su salario.

Una de las mejores maneras de desentrañar esos pozos negros de su biografía consiste en cercar a quienes lo rodeaban. Cabello, además del rastro de Cervantes, ha seguido el de su círculo más próximo en Andalucía. Y así es como ha llegado a una pista interesante. Si no cobraba por adelantado, a la hora de hacerlo debía mostrar confianza ciega en alguien que lo hiciera por él. Así es como se encontró con lo siguiente: “¿Qué hacía una mujer, de nombre Magdalena Enríquez, yendo a por los 19.200 maravedíes que le correspondían en su nombre y con un poder notarial?”.

De esta manera aparece una persona clave y desconocida hasta la fecha en la vida de Cervantes. Así lo develan los documentos de Cabello ha hallado en el Archivo de Indias de Sevilla y a los que Jean Canavaggio, citándolo, alude en la revisión que hace de su biografía canónica reimpresa en 2015. Pero el investigador sevillano ha indagado más desde entonces: “Era una mujer fascinante. ¿Por qué aparece como una gota de agua en el océano que es su vida? Confianza entre ambos existía. Mucha”. Vivía en la calle Bayona, que comunicaba con las gradas de la mancebía. Era bizcochera. Fabricaba grandes cantidades para la armada”.

Controlaba o al menos tenía acceso a los números de Cervantes. Pero hay algo que también la conecta con las letras e induce a pensar aún más en una íntima proximidad: “En 1592 su firma indica que era prácticamente analfabeta”. Un año después estampa documentos con una caligrafía cristalina. “¿Quién fue su maestro?”, se pregunta Cabello.

Más datos de su biografía. Controlaba el gremio bizcochero, muy en alza por las provisiones a la armada. Era de confianza de algunos influyentes en el área como Cristóbal Bermúdez, que le da poderes para hacer negocios. Era una experta en cobros. Viva, perspicaz, eficiente. “Se casó a los 11 años con un hombre junto al que tuvo siete hijos y al que años después describió como viejo y pequeño. Contrajo segundas nupcias con otro, Francisco Montesdeoca, también hábil para hacer dinero. Pero en ámbitos dispares. Además del pan, tenía navíos, boticas y un prostíbulo”, asegura el investigador.

Y así es como Magdalena Enríquez irrumpe en una de las biografías más enigmáticas y fascinantes de la Historia de la Literatura Universal… Otra mujer que añadir a la lista de un hombre que se encontraba más cómodo entre ellas que con los de su mismo sexo.

CULO DE MAL ASIENTO

Las provincias de Granada, Jaén, Córdoba, Cádiz, Sevilla… Por Écija recaudó trigo y aceite, pasó por Marchena, Morón de la Frontera, Arahal, Villa Martín, Úbeda, Baeza… Sufrió agravios, malentendidos y persecuciones. El oficio de recaudador levantaba muchos odios y resquemores. Cualquiera te la podía jugar a la vuelta de la esquina. Gracias a José Cabello queda certificado su paso por La Puebla de Cazalla, donde ha conseguido que entre en el circuito de la ruta cervantina y se le ha levantado una estatua. Otra de las sorpresas era Osuna. Y como si de una corriente pegadiza se tratara a la hora de hurgar en archivos, algunos investigadores han descubierto recientemente que también anduvo por ahí. Andalucía, frontera de la Mancha, se agranda en los últimos años como un puzle cervantino fundamental. Sevilla fue ciudad de referencia en su vida, tanto como Alcalá de Henares, Madrid, Valladolid, sus felices años en Roma y Nápoles o sus tormentos en Argel. Culo de mal asiento. Escritor de bagajes y experiencias. Si no hablamos de un auténtico Ulises en la frontera entre el Renacimiento y el Barroco, ¿qué es Cervantes?"

sábado, 25 de junio de 2016

Una mujer recibe por primera vez el ‘nobel’ de Tecnología Frances Arnold ha sido galardonada por sus trabajos en evolución dirigida, que ha fomentado el desarrollo sostenible y las tecnologías limpias. "El mejor inventor del mundo es la naturaleza misma", afirma

La séptima edición del Premio de Tecnología del Milenio ha sido otorgado en la capital finlandesa a la científica estadounidense Frances Arnold en reconocimiento por sus descubrimientos que han revolucionado el campo de la evolución dirigida, que emula la evolución natural para crear nuevas y mejores proteínas. "Gracias a la evolución dirigida, el desarrollo sostenible y las tecnologías limpias empezaron a estar disponibles en muchas áreas de la industria, que gracias a ello ya no tienen que depender de materias primas no renovables", dice en su comunicado oficial la Academia de Tecnología de Finlandia (TAF).

La principal novedad de esta edición es que, por primera vez, la galardonada es una mujer, Frances Arnold, catedrática de Ingeniería Química, Bioingeniería y Bioquímica en el Instituto de Tecnología de California (Caltec). Arnold es miembro de las tres más prestigiosas academias de Estados Unidos: la Academia de Ciencias, la Academia de Ingeniería y al Instituto Nacional de Medicina.

"Premiar la innovación de Frances Arnold es muy oportuno, dado que numerosos países, incluida Finlandia, tienen como objetivo adoptar tecnologías limpias y crecer ecológicamente", manifestó la presidenta de TAF, Marja Makarow.

El Premio de Tecnología del Milenio, también conocido el Premio Nobel de Tecnología, está dotado con un millón de euros y está financiado íntegramente por el erario público de Finlandia. El premio se entrega cada dos años en reconocimiento a las investigaciones más innovadoras y que han contribuido a mejorar el bienestar de la gente, además de impulsar un desarrollo sostenible. Entre los galardonados en otras ediciones se encuentran Tim Berners-Lee, el padre de Internet; Shuji Nakamura, inventor de los leds de alto brillo o Linus Torvals, creador del sistema operativo de código abierto GNU/Linux.

En la presente edición, 79 solicitudes de destacados científicos llegaron hasta la Academia de la Tecnología. Arnold recibió el galardón de las manos del presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, en una sobria ceremonia que tuvo lugar en la Universidad de Helsinki.

"Muchos de los objetos y fenómenos del mundo biológico que admiramos, por su belleza y complejidad, son producto de la evolución natural. El mejor inventor del mundo es la naturaleza misma. La evolución es el método de ingeniería más poderoso del mundo y debemos emplearlo para encontrar nuevas soluciones a nuestros problemas”, declaró la catedrática estadounidense a este periódico.

"Nuevas proteínas pueden reducir procesos costosos y lentos, convertirlos en algo más efectivo. Esta metodología puede ser aplicada a la industria textil, a la industria química o farmacéutica, a la agricultura, a la minería. En la minería, por ejemplo, los procesos biológicos han demostrado ser muy eficientes pues con su ayuda se pueden extraer pequeñas cantidades de metal, que de otra forma se perderían", continua Arnold.

Durante las últimas décadas el desarrollo de occidente se ha basado en materiales fósiles, ¿estamos a tiempo de cambiar esa dinámica? “Soy optimista y creo que podemos cambiar nuestra conducta con respecto al planeta, todo depende si tenemos una buena alternativa. Tenemos que aprender a ser sostenibles. Deberíamos reciclar prácticamente todo. El mundo biológico utiliza todo, hasta la última partícula,” enfatiza la ganadora del Premio de Tecnología del Milenio.

http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/05/24/actualidad/1464105097_011273.html?rel=lom

domingo, 27 de diciembre de 2015

Una mujer gana por primera vez el ‘nobel’ de las matemáticas

Maryam Mirzakhani, investigadora en geometría y sistemas dinámicos de la Universidad de Standford, también es la primera persona procedente de Irán en recibir el galardón. Artur Avila es el primer latinoamericano en recibir una medalla Fields por primera vez en la historia, una mujer ha recibido la Medalla Fields, considerada el premio nobel de las matemáticas. Lo ha conseguido Maryam Mirzakhani, investigadora en geometría y sistemas dinámicos de la Universidad de Standford (EEUU), de origen iraní. “Es una grandísima noticia. Las mujeres siguen sin estar lo suficientemente presentes en la investigación matemática, y Mirzakhani es un modelo para atraer a más mujeres a los primeros puestos”, ha señalado Ingrid Daubechies, actual presidenta de la Unión Matemática Internacional (IMU). Manuel de León, director del ICMAT, añade: “Es un hito en la historia de las matemáticas y supone romper con décadas de tabúes”.

También se han roto barreras geográficas: Mirzakhani es la primera persona procedente de Irán que obtiene el galardón. Por su parte, Artur Avila, que mantiene una doble afiliación en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, Francia) y en el Instituto Nacional de Matemática Pura e Aplicada (IMPA, Brasil), ha llevado por primera vez la medalla al continente latinoamericano. Junto a ellos, Manjul Bhargava (Universidad de Princeton, EEUU) y Martin Hairer (Universidad de Warwick Coventry, Reino Unido) son los nuevos medallistas Fields, anunciados hoy en la ceremonia inaugural del Congreso Internacional de Matemáticos (ICM) 2014, que congrega en Seúl del 13 al 21 de agosto a 5000 matemáticos de todo el mundo.

Además, dentro de la ceremonia, se han entregado el Premio Nevanlinn, a las contribuciones de las matemáticas a la sociedad de la información a Subhash Khot (Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, EEUU); el Premio Gauss, a las aplicaciones de las matemáticas a otros campos, a Stanley Osher (Universidad de California en los Ángeles, EEUU); y la Medalla Chern a los logros de toda una carrera a Phillip Griffiths (Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton, EEUU). El premio Leelavati, a la divulgación matemática, se concederá en la ceremonia de clausura, aunque ya ha sido anunciado el nombre de su ganador: el argentino Adrián Paenza.

Las medallas Fields son el premio más importante a escala mundial en el ámbito de las matemáticas. La Unión Matemática Internacional las otorga cada cuatro años en los ICM (Congreso Internacional de Matemáticos). Esta es la lista de los seleccionados en el ICM2014:

Maryam Mirzakhani (1977, Irán), es investigadora en la Universidad de Standford (EEUU), en el campo de la geometría y los sistemas dinámicos. Tras hacer su tesis en Harvard, ha tenido puestos de investigación en el Instituto Clay de Investigación en Matemáticas, y en la Universidad de Princeton. El comité destaca “sus importantes aportaciones en el estudio de los espacios de moduli de las superficies de Riemann”.

Artur Avila (1979, Brasil) es investigador en el Instituto de Matemáticas de Jussieu-Paris Rive Gauche del CNRS (Francia) y en el Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada de Río de Janeiro (Brasil), donde también hizo su tesis doctoral. Trabaja principalmente en el campo de los sistemas dinámicos y el análisis. El jurado ha destacado “sus profundas contribuciones a la teoría de sistemas dinámicos, que han cambiado la imagen del campo, a partir de la poderosa idea de renormalización como principio unificador”.

Manjul Bhargava (1974, Canadá) es especialista en teoría de números en la Universidad de Princeton (EE.UU), donde hizo el doctorado, bajo la supervisión de Andrew Wiles, famoso autor de la demostración del Último Teorema de Fermat. El premio le ha sido concedido por “el desarrollo de nuevos y poderosos métodos en la teoría de números algebraica, y sus aplicaciones al estudio de las curvas elípticas”.

Martin Hairer (1975, Austria), es catedrático en la Universidad de Warwick (Reino Unido). Desarrolló su tesis en la Universidad de Ginebra (Suiza). Desde entonces ha centrado su trabajo en el área de las ecuaciones en derivadas parciales estocásticas, es decir, aquellas que incorporan elementos aleatorios. En la citación del premio subrayan “sus contribuciones destacadas a la teoría de ecuaciones en derivadas parciales estocásticas, y en particular a la creación de la teoría de estructuras regulares para estas ecuaciones”.

El premio más codiciado
La dotación económica de las medallas es modesta (15.000 dólares canadienses, unos 10.000 euros). Su valor, es por tanto, principalmente simbólico. “Creo que son importantes para mostrar que las matemáticas son una ciencia viva, en la que se sigue avanzando”, ha declarado hoy Ávila en la rueda de prensa posterior a la ceremonia, en Seúl. Las medallas, acuñadas en oro, llevan el nombre del matemático canadiense John Charles Fields (1863-1932), su promotor, y se otorgan desde el Congreso Internacional de Matemáticos celebrado en Oslo en 1936.

Las Fields están rodeadas de estrictas reglas. Sólo pueden otorgarse como máximo cuatro por ICM –por tanto, cada cuatro años-, y sólo a matemáticos que no hayan cumplido aún los 40 años (a 1 de enero del año del congreso). La razón es que las medallas reconocen un trabajo ya realizado -de hecho una trayectoria investigadora, no un único logro-, pero también pretenden ser un estímulo para futuros desarrollos. Martin Grötschel, secretario de IMU, ha reconocido que el límite de edad es un tema a debate dentro del Comité Ejecutivo de la Unión, aunque por el momento no prevén ningún cambio en este sentido.

Además, es esencial que la identidad de los ganadores se mantenga en secreto hasta el día mismo de la entrega. Cada premiado sí sabe que lo es con varios meses de antelación, pero no conoce a los demás. Sin embargo, este año se ha filtrado anticipadamente la lista de nombres: ayer (a las 18:00, hora de Reino Unido), aparecían en la propia página de la IMU, parece que ser que por un error de la organización.

http://esmateria.com/2014/08/13/una-mujer-gana-por-primera-vez-el-nobel-de-las-matematicas/

lunes, 21 de diciembre de 2015

Las mujeres realizan el triple de trabajo no remunerado que los hombres. Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2015, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Nerea Fernández García
Ameco Press

Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2015, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las mujeres realizan la mayor parte del trabajo no remunerado, en concreto, del 41% que supone, las mujeres representan el 31% frente al 10% de los hombres. Esta proporción se invierte en el caso del trabajo remunerado, que se realiza en su mayor parte fuera del hogar. Éste supone el 59%, del cual el 38% son hombres y solo el 21% mujeres.

Los hombres predominan en el mundo del trabajo remunerado y las mujeres lo hacen en el del trabajo no remunerado. Explica el estudio que, pese a que el trabajo no remunerado en el hogar es indispensable para el funcionamiento de la sociedad y el bienestar humano, al recaer sobre todo en las mujeres, “limita sus posibilidades de elección y sus oportunidades de realizar otras actividades que podrían ser más satisfactorias para ellas”. Esto se evidencia en el tiempo que pueden dedicar al tiempo libre: “en una muestra de 62 países, los hombres dedicaban una media de 4,5 horas al día a la vida social y el ocio, y las mujeres 3,9 hora”. Desigualdad que crece aún más en los países con un desarrollo humano bajo, donde “los hombres dedican casi un 30% más de tiempo a la vida social y el ocio que las mujeres”.

Tanto en el mundo del trabajo de cuidados no remunerado como en el del trabajo remunerado dice el estudio que “sigue observándose un marcado desequilibrio entre los géneros, como consecuencia de los valores locales, las tradiciones sociales y los papeles asignados históricamente a cada género. El trabajo de cuidados abarca las labores domésticas, como preparar la comida para la familia, limpiar la casa e ir a buscar agua y combustible, así como el cuidado de los niños, los ancianos y los familiares enfermos, tanto a corto como a largo plazo. En la mayoría de los países de todas las regiones del planeta, las mujeres trabajan más que los hombres. Se estima que la contribución de las mujeres al trabajo mundial es del 52%, mientras que la de los hombres es un 48%.”

Prosigue el informe afirmando que, aun cuando soportan más de la mitad de la carga, las mujeres se encuentran en situación de desventaja en ambos mundos laborales con patrones que se refuerzan mutuamente.

En 2015, la tasa de participación de la fuerza de trabajo a escala mundial fue del 50% en el caso de las mujeres y del 77% en el de los hombres. En 2015, a escala mundial, el 72% de los hombres en edad de trabajar (a partir de 15 años) tenía un empleo, frente a solo el 47% de las mujeres. La participación de las mujeres en el mercado laboral y las tasas de ocupación se ven afectadas en gran medida por cuestiones económicas, sociales y culturales y la distribución del trabajo de cuidados en el hogar.

El “techo de cristal”
El estudio destaca que, a nivel mundial, “las mujeres ganan un 24% menos que los hombres y solo ocupan el 25% de los cargos administrativos y directivos en el mundo empresarial; además, en el 32% de las empresas ninguna mujer desempeña un cargo directivo superior”. Escasa presencia también en los parlamentos nacionales: solo un 22% de los escaños en la cámara única o en la cámara baja están ocupados por mujeres.

Además, aun realizando tareas similares, las mujeres suelen percibir salarios más bajos y, por lo general, las mayores diferencias salariales se observan entre los profesionales mejor remunerados. “A nivel mundial, las mujeres ganan un 24% menos que los hombres. En América Latina, las mujeres en puestos de alta dirección ganan de media solo un 53% del salario que reciben sus homólogos varones”.

Medidas para acabar con el desequilibrio
Para acabar con los desequilibrios en las oportunidades de trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres, el informe propone varias medidas:

-Ampliación y fortalecimiento de políticas relativas al empleo asalariado de las mujeres que tengan en cuenta las cuestiones de género.

-Medidas para aumentar la representación de las mujeres en los cargos decisorios de alto nivel. La representación puede ampliarse tanto en el sector público como en el privado a través de políticas de recursos humanos, selección y contratación, e incentivos a la retención. Los criterios para ascender a los hombres y las mujeres a cargos directivos deberían ser idénticos.

-Intervenciones específicas. Se necesitan medidas legislativas para reducir la desigualdad entre mujeres y hombres en lo que se refiere al acoso en el lugar de trabajo, la discriminación en la contratación y el acceso a la financiación y a la tecnología.

-Orientación hacia la licencia parental de maternidad y paternidad. Si se concede una bonificación a los progenitores que comparten la licencia parental de un modo más equitativo, se induciría a que los padres hicieran un mayor uso de la licencia de paternidad.

-Ampliación de las opciones de asistencia, como guarderías, programas de actividades extraescolares, residencias para las personas de edad y centros de atención prolongada. Los empleadores también pueden ofrecer servicios de guardería en el lugar de trabajo.

-Fomento de las modalidades de trabajo flexibles, incluido el teletrabajo. Debería haber suficientes incentivos para retomar la actividad profesional después del parto. Entre las medidas que se pueden aplicar se incluye la reserva durante un período de hasta un año de los puestos de trabajo de las mujeres que disfrutan de su licencia de maternidad.

-Valoración del trabajo de cuidados. Las iniciativas en este ámbito contribuirían a concienciar a nivel normativo acerca del valor que el trabajo de cuidados aporta a la sociedad, y podrían fomentar diferentes opciones para recompensar este trabajo.

-Recopilación de mejores datos sobre el trabajo remunerado y no remunerado. Los sistemas nacionales de estadística deberían recopilar mejores datos sobre la distribución del trabajo remunerado y no remunerado, empleando para ello a más investigadoras y utilizando muestras y cuestionarios adecuados.
Fuente: http://www.amecopress.net/spip.php?article13420

sábado, 13 de junio de 2015

La Segunda República, vista sin pasión. Cuatro historiadores diseccionan en un extenso ensayo los claroscuros del régimen que intentó reformar las costuras políticas y sociales de España

Sobre la Guerra Civil se ha escrito infinito, pero sobre la Segunda República escasean los estudios que la abordan con independencia de su final. Cuatro historiadores han aunado esfuerzos para tratar de ofrecer una visión sobre el primer régimen democrático instaurado en España en el siglo XX, cuyo afán reformista fue guillotinado por el más dramático de los finales. La Segunda República (Pasado y Presente), un volumen de casi 1.400 páginas, acaso sea el intento más ambicioso de la historiografía española para explicar aquellos años de luces y sombras, abiertos entre dos periodos siniestros de dictaduras y guerra. “Durante años hemos vivido del libro de Gabriel Jackson, publicado en 1965. Luego ha habido otros, pero se trató de obras de síntesis y fragmentarias”, expone Josep Fontana, catedrático emérito de Historia e Instituciones Económicas por la Universidad Pompeu Fabra.

Tanto Fontana, como los autores de la obra (Eduardo González Calleja, Francisco Cobo Romero, Ana Martínez Rus y Francisco Sánchez Pérez), destacan el hecho de que por vez primera se aborda en sí misma, emancipada de su dramático desenlace (sin que esto quiera decir que se omita). “Muchos autores explican la República traumatizados por la experiencia de la guerra”, subraya González Calleja, profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Carlos III, que explica que han huido tanto de la visión “propagandística” como de la “fatalista”. “A estas alturas, la República no debe ser denigrada ni reivindicada, sino analizada”, añade.

En opinión de Fontana, los meses que van de abril de 1931 a julio de 1936 son uno de esos raros periodos de progreso en la historia española. A Fontana le gusta recordar una anécdota del historiador Ramón Carande, que respondió así a la petición de un periodista para definir en dos palabras la historia de España: “Demasiados retrocesos”.

Con un final que no estuvo a la altura de su civilizado principio —el rey Alfonso XIII salió hacia el exilio sin corona pero con cabeza—, la República estuvo marcada por un espíritu reformista que, en algunos mundos rígidos como el campo, pareció revolucionario. Se podría decir también que fue el primer régimen amigo de las mujeres: se aprobó el sufragio femenino en igualdad de condiciones que el masculino (a los 23 años), se le concedió igualdad jurídica y desapareció el delito de adulterio que las penalizaba.

En materia de derechos civiles, se regularon con leyes el divorcio, el matrimonio civil y los derechos de los hijos ilegítimos. La escuela pública dejó de segregar alumnos según sexos y se implantó la coeducación. “Se aprueban una serie de cambios legales fundamentales, aunque no dio tiempo a que se convirtieran en cambios sociales”, aduce Ana Martínez Rus, profesora titular de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense. La cultura se transformó de arriba abajo. Invitar a leer fue una herramienta revolucionaria no muy apreciada en ámbitos conservadores y eclesiásticos, reacios a la instrucción de campesinos o mujeres.

Los libros como símbolo
En el Congreso, Pedro Sainz Rodríguez, diputado de Renovación Española y futuro ministro de Educación con Franco, interrogaba: “¿Para qué quieren leer a Oscar Wilde?”. Interesante cuestión en boca de un catedrático de Bibliología. “El concepto de biblioteca pública y el fomento de la lectura son de la República, que gastó mucho dinero en fondos, aunque no en personal, lo que hacía que la atención fuese voluntarista y que en algunas poblaciones se entorpeciese. Las biliotecas se convirtieron en un símbolo político”, señala Martínez Rus. Eso explica el castigo que los libros sufrirían durante la guerra y la dictadura, inmolados en hogueras y expurgados de bibliotecas como portadores del mal.

En el mundo laboral también se impulsaron novedosas normas, aunque Francisco Sánchez, profesor titular de Historia Contemporánea en la Carlos III, puntualiza su impacto en el sector industrial. “No son tan rupturistas como se las ha presentado. Beben de un debate que se venía dando desde la I Guerra Mundial. Donde se produce la gran novedad es en el campo, donde no existían los contratos por escrito y los patronos eran amos y señores del trabajo”.

Un impacto notable teniendo en cuenta que casi el 50% de la población activa española en los treinta trabajaba en el sector primario. “La cuestión agraria ha sido injustamente olvidada al estudiar la República y, sin embargo, no se entiende la Guerra Civil sin las cuestiones agrarias”, advierte Francisco Cobo, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Granada. Asegura que ni la reforma agraria fue revolucionaria (“era una ley comedida para modernizar las estructuras agrarias, pero beneficiaba a los jornaleros”) ni la conflictividad excepcional (“las huelgas no fueron mayores que en otros países europeos”).

Obras sobre armas y letras
Voces de la trinchera (Alianza). James Matthews.
Los soldados como corresponsales del frente. Las misivas, escritas entre 1938 y 1939 por combatientes del Ejército de Andalucía, rebelan hastío, sufrimiento (“Nos están saliendo telarañas en el cielo de la boca porque no tenemos ni agua para beber”) y desapego hacia consignas políticas.

El final de la guerra civil (Marcial Pons). Fernando Rodríguez Miaja.
Un joven de 22 años, Fernando Rodríguez Miaja, fue un testigo privilegiado de los últimos días de la guerra como secretario particular de su tío, el general José Miaja. Los coletazos del régimen republicano, ante su previsible derrota, siguen rodeados de claroscuros por la implicación de algunas autoridades en el golpe de estado de Casado y su colaboración con el quintacolumnismo.

Cuba y la guerra civil española.
La voz de los intelectuales (Calambur). Niall Binns, Jesús Cano Reyes y Ana Casado Fernández.
El nuevo volumen del grupo de investigación, que indaga en el impacto de la guerra en los intelectuales de América Latina, se centra en Cuba, el país Cuba fue el país latinoamericano con el mayor número de voluntarios en la guerra civil y también con el mayor número de corresponsales, algunos tan conocidos como Alejo Carpentier.

Parlamentarios más libres
Nada tiene que ver el actual sistema con el que rigió los procesos electorales en la Segunda República, más pluralista y más inestable. Francisco Sánchez cree, de hecho, que “la República se usó como contramodelo”. De entrada, “no se votaba a partidos sino a personas”. Esto propiciaba que los diputados tuviesen más autonomía a la hora de defender sus propuestas.

No había Senado, lo que agilizaba la aprobación de leyes, y las listas eran abiertas en cada circunscripción, con un sistema establecido para elegir mayorías y minorías. Había dos vueltas. “Intentaba fomentar el pluralismo. Se le ha criticado porque permite que partidos muy pequeños lleven sus representantes al Parlamento”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/05/29/actualidad/1432922096_318230.html?rel=lom

sábado, 23 de mayo de 2015

Josefina Molina: ser mujer y hacer películas...

Es una creadora multidisciplinar. A sus 78 años, ha trabajado como directora y guionista en cine y televisión, pero también se la conoce por su faceta de novelista. “Hay gente que me toma por muy seria”, asegura

A sus 78 años Josefina Molina (Córdoba, 1936) lo sigue teniendo muy claro: “Hacer una película ha sido infinitamente más complicado para una mujer que para un hombre, y hoy lo sigue siendo aunque parezca que no. Hablando en el plano de igualdad de oportunidades, no tenemos esa igualdad, no la tenemos…” Y para demostrarlo se remonta a la Escuela de Cine donde estudió (fue la primera mujer en obtener el título de directora), y a su larga experiencia en TVE donde se inició profesionalmente al mismo tiempo que otras realizadoras: Pilar Miró, Mercedes Villaret… A ella le encargaron una adaptación de La metamorfosis, de Kafka “que era un rollo que no quería hacer nadie, pero yo me lo tomé tan en serio que acabaron diciendo: ‘Ha trabajado mucho la pobre, habrá que hacer algo con ella’. Vosotros no sabéis lo insoportable que es ese paternalismo.” Pero “cabezona como soy”, acabó realizando decenas de buenos programas y tres series que han quedado en la memoria: El camino (1978), Teresa de Jesús (1984) y Entre naranjos (1998), por las que recibió distinciones y parabienes. Recientemente está siendo muy premiada, por ejemplo con el título de Hija predilecta de Andalucía, medallas del Trabajo, de Bellas Artes (”se están pasando”, dice), y el Goya de Honor de la Academia de Cine que ella adjudica a la asociación de mujeres cineastas, CIMA, de la que es presidenta de honor: “Si no hubiera sido porque ellas estuvieron batallando para que se lo dieran a una mujer…”

En 1973 dirigió su primer largometraje, Vera, un cuento cruel, al que siguieron Función de noche, Esquilache, Lo más natural y La Lola se va a los puertos. “Querría haber hecho más pero no ha sido posible. De repente aparecieron unos nuevos productores que hablaban de cosas que yo ya no entendía, que las decían medio en inglés medio en español para referirse a obviedades y con un tono de ejecutivos de multinacional sin serlo. En definitiva, que a mi juicio decían muchas tonterías, y entonces sentí que estaba sobrando, ‘Mira guapa, hasta aquí has llegado, quédate en casita, ya tienes tu jubilación, no te metas en más líos, deja el sitio, anda…”

“Al final de la década de los 80 gracias al decreto de Pilar Miró se incorporaron 30 directoras nuevas. Hasta entonces habíamos sido unas 10 en toda la historia, era un erial, Y ha habido luego un goteo de mujeres muy valiosas que han hablado de lo que de verdad le importa a la sociedad en lugar de mirarse el ombligo, de temas que interesan. Para ver la vida en relieve hacen falta dos ojos, dos miradas”.

Función de noche fue una película atípica. Nació de la adaptación teatral de Cinco horas con Mario, la novela de Delibes que interpretó Lola Herrera y dirigió Josefina Molina. Este “grito de una mujer a la que nunca se había escuchado”, según la directora, hizo que la actriz realizara un íntimo balance de su vida durante los 10 años en que estuvo interpretando la obra e iniciara “una búsqueda de su propia identidad”. Enfrentada a su marido, Daniel Dicenta, las cámaras ocultas rodaron el encuentro y el resultado fue extraordinario. “Nada me apetecía más que profundizar en la situación de una mujer de mi generación. Te educan para ser una persona que no opina por sí misma y que está atenta a lo que el hombre diga y a cambio tienes que exigirle que él sea fuerte, que no llore nunca, que resuelva todos los problemas. En el momento en que se enfrentan los dos, ni la una es lo que le han dicho que debe ser ni el otro es tan fuerte, todo se viene abajo porque no es posible que un hombre pueda con todo lo que se le exige, ser un héroe… Siempre he tenido una fobia total al matrimonio, para mí siempre ha sido un camino mortal. Con 23 años tuve mi primer novio y dos meses antes de la boda pensé que cómo me iba a meter en esa aventura sin saber realmente quién era yo. Incauta de mí, se lo dije al novio: ¿por qué no aplazamos esto y me esperas? Y qué decepción su respuesta, qué decepción. Ahí acabó todo.”

“Te educan para ser una persona que no opina por sí misma y que está atenta a lo que el hombre diga, y a cambio tienes que exigirle que él sea fuerte”

Cuando decidió no hacer más películas, Josefina Molina se puso a escribir “porque si no, me iba a aburrir mucho”. Su primera novela fue Cuestión de azar, “la historia de mi generación en Andalucía, cómo se educaba a las niñas y cómo me educaron a mí” a la que siguió En el umbral de la hoguera sobre Teresa de Jesús: “Me pidieron un libro sobre la serie de la tele pero como se me había quedado en el tintero un episodio preferí escribir sobre él: su viaje a Andalucía –cuando la Orden le pide que se quede calladita mientras la Inquisición la está investigando y los descalzos y los calzados están en guerra–… Soy una aprendiza en lo de escribir, pero es apasionante porque haces lo que te da la gana, no tienes encima a un productor ni tienes que decirle nada al equipo. Escribiendo haces contigo misma los pactos que quieras, te engañas como quieres, eres tú la única responsable, eso me fascinó”. Y tras un libro de encargo, Los papeles de Bécquer, y una autobiografía, Sentada en un rincón, lleva seis años “escribiendo un libro que no terminaré” y del que de momento no quiere que se hable. Una pena porque promete.

“Yo creo que he tenido muchísima suerte en la vida. Es impagable haber podido mantenerme haciendo lo que me gustaba hacer. ¡Lo bien que me lo he pasado dirigiendo, escribiendo guiones, montando las películas! Eso no tiene precio, y he logrado vivir de ello, no de maravilla pero he sobrevivido y tengo mi jubilación y todo. Es para nota.”

Y se ríe con ganas, como hace con frecuencia: “Hay gente que me toma por muy seria, que cree que no tengo sentido del humor pero yo me he reído mucho. Claro que hay cosas que no se pueden tomar con humor, estoy hasta el moño de ver la cantidad de ladrones que hay en este país, que al más pintado lo ponen en un sitio en que puede robar, y roba indefectiblemente. Es una barbaridad y te enfadas y vociferas, pero luego coges un buen libro, te sientas en tu butaca mirando el panorama, te pones un buen disco y se difumina el cabreo. Reírse es algo fundamental. Pero lo que está pasando actualmente con las instituciones no da risa, tanto penar durante 40 años, para ahora esto”… Y concluye suspirando: “Este país no suele hacer lo que le conviene…”

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/05/17/actualidad/1431880802_744741.html

domingo, 8 de marzo de 2015

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Camino a la igualdad, en tres generaciones. Tres científicas de distintas épocas ilustran el avance social de la mujer y los retos pendientes

Del trabajo no remunerado de ama de casa a ejecutiva de banca, catedrática, ministra. La situación de la mujer en España ha experimentado un cambio trascendental. La sociedad de hace cinco décadas es, ahora, irreconocible. Hace poco más de 30 años la mujer no podía abrir una cuenta en solitario o salir del país sin autorización de su esposo. Tampoco entrar en algunos sectores, como en la judicatura, y varias profesiones —como algunos ámbitos de la enfermería— estaban vetadas, por ley, a las casadas. Hoy, son mayoría en las aulas —un 54%, según datos del Gobierno— y representan el 60% de los licenciados universitarios, según el Instituto Nacional de Estadística; datos segregados por sexos que empezaron a sistematizarse hace poco, ejemplo de la invisibilización de las mujeres.

Pero pese a la evolución, la igualdad dista mucho de ser real. La tasa de paro femenina es superior —dos puntos—, y ellas —incluso con una formación similar— ocupan puestos peor remunerados y reciben un salario un 17% menor por un trabajo de igual valor, según las últimas cifras de la Organización Internacional del Trabajo. Las mujeres con hijos, además, cobran un 5% menos que aquellas que no son madres. En casa también hay desequilibrios: el cuidado de los niños y ancianos, y el trabajo doméstico reposa aún en mayor medida sobre sus hombros; ellas dedican a esas tareas más del doble de tiempo que los hombres. Las barreras sociales que impiden la corresponsabilidad siguen en pie.

Las mujeres han ocupado ya puestos destacados en la política —ha habido una vicepresidenta del Gobierno— o en la judicatura. También en la academia o en la investigación, donde hay figuras punteras. Sin embargo, algunos sectores: están aún muy masculinizados: hay solo una catedrática por cada cinco catedráticos (por debajo de la media europea), ocupan solo el 17% de los sillones de los consejos de admnistración de las empresas del IBEX-35 y en las disciplinas científicas superan por poco margen el 38% de los investigadores; aunque solo el 24% se centra en las escalas superiores. En tres generaciones de mujeres, ese techo de cristal se ha agrietado un poco, pero no se ha roto. Tres científicas cuentan cómo lo han vivido.

Universidad y ciencia en femenino
 - Algunas fuentes, recogidas por Consuelo Flecha, hablan de mujeres en las aulas universitarias de Salamanca y Alcalá de Henares en los siglos XV-XVI, pero hasta la I República no se registra la primera alumna: María Elena Maseras, que se matriculó en Medicina en la Universidad de Barcelona en 1872-73.
- Las mujeres podían asistir a la universidad, pero hasta 1910 (el 8 de marzo) no se aprobó la Real Orden que daba validez a sus títulos y que permitía, por ejemplo, que se presentaran a oposiciones, explica Pilar López Sancho, física y presidenta de la comisión Mujeres y Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La primera licenciada en Ciencias fue María Sordé (1914).
- Las mujeres suponen el 23,9% del personal investigador en el CSIC. Según el Ministerio de Educación, las catedráticas universitarias son dos de cada 10. Solo hay una rectora.
Fuente: El País. http://politica.elpais.com/politica/2015/03/07/actualidad/1425764510_166454.html

viernes, 20 de junio de 2014

Basta ya. “Nos hemos acostumbrado a la esclavitud femenina y echo de menos un movimiento mundial”

Un amigo que, por otra parte, es un encanto, me dijo el otro día que la India goza de un estado espiritual superior a Occidente; que nosotros estamos en el tercer chacra, que es el ego, y los indios en el cuarto, que es el amor universal.

Me dejó atónita porque demuestra hasta qué punto somos capaces de no ver los horrores que se cometen contra las mujeres. Llevamos mucho tiempo sabiendo de los atroces asesinatos sexistas de la India. Por citar los más recientes: una muchacha ultrajada y luego obligada a beber ácido, y dos niñas violadas en grupo y después colgadas de un árbol.

Comentario ante esto de un ministro del Gobierno indio: “La violación es un crimen social que algunas veces está bien y algunas veces está mal”. Puro amor universal. Claro que también llevamos toda la vida sabiendo (y olvidando) las monstruosidades que cometen todos los días los talibanes; los tres millones de niñas cuyo clítoris es rebanado cada año; las muertas de Ciudad Juárez; los millones de feminicidios, mujeres lapidadas, azotadas, torturadas, ultrajadas, abrasadas con ácido, quemadas vivas. O secuestradas, como las niñas de Nigeria.

¿Pero qué demonios nos pasa? ¿Cómo podemos asistir a estas brutalidades e ignorarlas? “Nos hemos acostumbrado a la esclavitud femenina y echo de menos un movimiento mundial”, me dice Paco Cuéllar, secretario general de Proyecto Gran Simio. Y lo compara con el movimiento antiesclavista de hace 150 años, cuando los ingleses abordaban y liberaban barcos de negreros.

¿Por qué no sucede lo mismo con las mujeres? Paco reclama un grupo de trabajo en la ONU, una Cruz Rosa Internacional, convenios mundiales defendidos por cascos azules.
Tiene razón. Es urgente, esencial.
Hay que hacer algo.

Rosa Montero

domingo, 18 de mayo de 2014

La batalla más formidable por la dignidad

Una de las más grandes luchas de la historia por los derechos civiles se está desarrollando ante nuestros ojos, casi sin que lo advirtamos. Es la lucha de centenares de miles de niñas y adolescentes por ir a la escuela y recibir una formación que les ayude a independizarse de las estructuras sociales y religiosas que les niegan el acceso a las reglas que rigen en beneficio de los hombres. Es una guerra invisible, una rebelión que se extiende poco a poco, y que, inexplicablemente, no ha logrado despertar nuestro interés, nuestro apoyo, pese a que se trata de la más formidable batalla que se pueda dar por la dignidad del ser humano, ya que la están librando tercas niñas pequeñas y arriesgadas maestras y maestros, que se juegan la vida ayudándoles a esconder libros bajo los burkas.

Gordon Brown, que fue primer ministro británico y que lleva algunos años encargado por la ONU de propagar la idea de la educación global, escribió el año pasado su denuncia: “Igual que los negros se levantaron en Estados Unidos contra la discriminación y lograron transformar poco a poco la sociedad con su público desafío, así las mujeres paquistaníes rehúsan ahora permanecer en silencio y tratan de que sus hijas acudan a la escuela”. Pero, por motivos que habrá algún día que explicar, la lucha contra la discriminación racial inundó los medios de comunicación del mundo entero, y la de las mujeres (y hombres) que luchan para acabar con la discriminación contra las mujeres pasa casi desapercibida.

Tienen que suceder cosas muy “espectaculares”, como el secuestro de más de 200 niñas nigerianas cristianas por un grupo que se llama Boko Haram, para que la comunidad internacional se disponga a hacer algo. Los presidentes de Nigeria y de varios países vecinos anunciaron que acudirían a la reunión convocada en París por el presidente francés, François Hollande, para coordinar esfuerzos y solicitar la ayuda que precisen. Está bien. Pero si se lee con atención la convocatoria, se trata de una reunión para luchar contra el terrorismo, algo, sin la menor duda, imprescindible, pero que no debería excluir el asunto fundamental: cómo defender los derechos civiles de las mujeres en esos países concretos. La lucha contra el terrorismo es una cosa y la defensa del derecho de las niñas a la educación es otra, porque muchas veces la presión y el maltrato no viene de ningún grupo terrorista próximo a Al Qaeda, sino de su propio entorno.

Por supuesto que los responsables de Boko Haram (que asesinó hace un mes a 59 escolares varones de otra escuela occidental) deben ser detenidos y juzgados. Pero cuando el grupo desaparezca, seguirán actuando los talibanes en Afganistán y en Pakistán, y seguirán en pie las estructuras tribales que permiten la violación de adolescentes como pago por deudas familiares y las tradiciones de India que animan a los padres a negar cualquier derecho a sus hijas.

¿Cuándo se va a celebrar una conferencia internacional sobre ese tema concreto? ¿Cuándo se van a poner todos los medios posibles para ayudar a esas niñas y adolescentes? ¿Cuándo se va a poner de acuerdo la comunidad internacional para sancionar a quienes no combatan el matrimonio infantil? ¿Cuándo se van a bloquear los visados de las autoridades de los países que no hacen nada para encontrar a los asesinos de las maestras y maestros que mueren cada mes por ayudar a las niñas a esconder los libros, como relataba Brown? ...
Fuente y leer más Soledad Gallego-Díaz El País.

viernes, 18 de abril de 2014

Rescatadas por la educación

Miles de niñas en Etiopía escapan de una vida de pobreza y sumisión gracias al apoyo recibido por una ONG estadounidense para su escolarización en 26 escuelas

“Casi 800 mujeres mueren todos los días por causas que hubieran podido evitarse con la prevención, relacionadas con el embarazo y el parto. Si todas las mujeres terminaran el ciclo de la enseñanza primaria, la mortalidad materna disminuiría en un 66%, salvándose así 189.000 vidas por año”, según el último informe publicado por Naciones Unidas sobre la “Educación para todos”.

En 2006, el Gobierno de Etiopía revisó la ley de la familia y se estableció como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años. Esto facilitó la labor de esta ONG en la escolarización de las niñas ayudando a garantizar el cumplimiento de esta ley evitando el matrimonio precoz y los partos prematuros que derivan frecuentemente en tragedias como la fístula obstétrica o la muerte del niño e incluso de la madre.

“Estas niñas de familias tan pobres, si no fueran al colegio, estarían prostituyéndose o sirviendo en Sudáfrica o Arabia Saudí o trabajando en sus granjas”, apunta Getu Mengistu, jefe de recursos externos y monitorización de fondos del Departamento de Educación en el estado de Oromía.

Penzeb Habtamy, que vive en la remota localidad de Dera, es la alumna más brillante de Bitotsa School, nos cuenta: “Duermo tres horas al día, el resto del día estoy estudiando o en clase. No podía ir a la escuela porque tenía que trabajar con mi padre en el campo. Cuando Trampled Rose me encontró, no tenía esperanza. Ahora no tengo que preocuparme de encontrar comida, puedo estudiar. Siento que he vuelto a nacer”.

Penzeb será la primera estudiante de estas cinco mil niñas en ir a la universidad. Ya tiene garantizado el acceso y estudiará medicina. Gracias a Trampled Rose, algunas niñas de Etiopía pueden cambiar su mirada de profunda tristeza a una de ilusión.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/04/14/planeta_futuro/1397486760_026368.html

miércoles, 8 de enero de 2014

Mujer que dice chau

Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí.

Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida de la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como una ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ese fue el día en el que empezó la suerte.

Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas, decíamos, todas la cosas, cada vez mejores, que nos van a pasar).

No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido.

Eduardo Galeano - Vagamundo y otros relatos.

miércoles, 1 de enero de 2014

50 años de la muerte de Catarina Eufemia

Razones Para Amar a una Mujer Revolucionaria.

"Una mujer revolucionaria es capaz de sentir en lo más hondo, cualquier injusticia cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Una mujer revolucionaria se indigna con más frecuencia, concibe preguntas todos los días, grita más fuerte, llora más alto, desea con más ansias, quiere más resuelta, siente más profundo. Una mujer revolucionaria sabe mirar mas allá de la estética preconcebida por las revistas de moda y concursos de mercancías mujeriles, porque es más femenina que las determinaciones del mercado. Una mujer revolucionaria sale a parir las jornadas con sus botas de campaña, el segundo sexo en su espalda, la libertad en los labios, las razones debajo de sus cabellos. Una mujer revolucionaria es más hermosa que las muñecas de plástico, más atractiva que los destellos de los fugaces reflectores, más sensual que los caprichos tendenciales del momento. Una mujer revolucionaria huele a pólvora, gases lacrimógenos, tierra, montaña, río, flores silvestres, soles de inviernos, ecos del jardín, frutas del caribe. Una mujer revolucionaria siente más y gasta menos, sonríe desde los huesos, besa hasta el delirio, se entrega sin equipajes de mano ni reservas de divanes de cuero. Una mujer revolucionaria siempre está dispuesta al romance sin importar la incitación de los manuales de la familia y los hogares prominentemente seguros y a salvo. Una mujer revolucionaria hace el amor con el corazón puesto al lado izquierdo de la cama y su alma colgada sobre el dosel. Una mujer revolucionaria es el eslabón doblemente más alto de la especie humana, y no hacen falta muchas más razones para amarla hasta la locura, hasta el cosmos, hasta la muerte, hasta un millón de veces más allá del infinito. "
Adal Hernández
Más sobre Catarina aquí