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jueves, 6 de julio de 2017

_- España, país de impunidad. Escuchamos los relatos de Chato, Felisa y Lidia, víctimas de las torturas de Billy el Niño.

Chato, Felisa y Lidia con Javier del Pino_- Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, “era el funcionario ideal de la Brigada Político Social del Régimen franquista. Era un torturador compulsivo que disfrutaba haciendo daño” dice Chato. “Lo mostraba con su media sonrisa, que era risa, mientras sus ojos se salían de las órbitas” afirma Lidia. “Su aliento, que apestaba a alcohol, lo sentíamos especialmente cerca las mujeres. Era su manera de imponerse” narra Felisa.

Varían los matices pero, en los relatos de estas tres víctimas de tortura, hay un recuerdo muy vivo, demasiado reciente de Billy el Niño. Han pasado cuarenta años pero, para ellos, y para tantos otros, sigue resultando difícil y doloroso recordar los días que pasaron detenidos en la Dirección General de Seguridad, conocida como DGS.

José María Galante, Chato, era un joven estudiante de Telecomunicaciones de apenas veinte años cuando fue detenido, hasta en cuatro ocasiones, en Madrid. Formaba parte del Sindicato Democrático de Estudiantes y más tarde se uniría a la Liga Comunista Revolucionaria. “Al régimen se le abrían las costuras”, sin embargo, todavía faltaban años para que llegara la democracia y, su forma de pedir cambios en este país, le haría pasar casi cinco años en las prisiones de Carabanchel, Zaragoza, Segovia, Zamora e incluso Segovia, donde protagonizó dos intentos de fuga. Ha pasado el tiempo pero él se sigue despertando empapado en sudor por las noches. Las pesadillas de las torturas que sufrió en los sótanos del edificio que alberga el reloj de la Puerta del Sol, son constantes. El relato de lo que allí vivió ayuda a comprender por qué. En una de las detenciones pasó 11 días en la DGS y, desde que entró, supo que había entrado “en el reino de irás y no volverás”. Allí supo qué eran la bañera o la barra, dos de las prácticas habituales de tortura. “Te colgaban desnudo en una barra y te golpeaban en los genitales, en el estómago, en las piernas hasta que te dolía hasta el aire que respirabas. Llega un momento en el que deseas morirte pero al mirar a tus torturadores te salva pensar que eres el único ser humano que está en aquella sala”. Uno de aquellos torturadores ha quedado clavado en su memoria. “Una de las veces que Billy el Niño me abrió la cabeza con la culata de la pistola con la que le gustaba jugar me dijo: ahora ya puedes ir diciendo por ahí que yo te he abierto la cabeza”. Cuando le recogieron del suelo y le lanzaron en la parte trasera de un furgón vestido con un mono empapado en vómito y sangre, él no podía sostenerse en pie. Pensó que iban a matarle. Ya habían asesinado a varios de sus amigos así que temió lo peor. Sin embargo, “cuando vi que entraba más gente en el furgón me entró un ataque de risa tremendo. Aquello significaba que seguiría con vida. Nos llevaban a la cárcel”.

Felisa Echegoyen también terminó en prisión pero no sin antes conocer a Billy el Niño. Él mismo fue a detenerle a su casa, en el barrio madrileño de Lavapiés. Antes de que llegara consiguió quemar todos los documentos que la relacionaban con la Liga Comunista Revolucionaria pero, “a aquellos miembros de la Brigada Político Social les cabreó no encontrar “la vietnamita”, como se conocía entonces a la multicopista con la que se preparaba la propaganda. Me golpearon frente a la ventana y me amenazaron con lanzarme al vació”. Con los demás compañeros, Felisa se había preparado para soportar la tortura en el caso de que algún día fuera detenida pero fue, en aquel instante, “cuando Billy me ahogó el grito con un pañuelo en mi casa”, cuando imaginó lo que viviría en los próximos días. También conoció los sótanos de la DGS recubiertos de azulejos amarillentos manchados de la sangre de otra gente torturada, también fue golpeada hasta perder el aliento y hasta entrar en shock. Apenas lo ha contado en dos ocasiones y se le quiebra la voz al narrar tres días que han marcado para siempre la vida de aquella joven de 26 años que luchaba a finales de los 70 por cambiar el país en que vivía.

La abogada Lidia Falcón abanderaba por entonces la lucha feminista en España. Su relación con el Partido Comunista hizo que la detuvieran hasta en siete ocasiones. Una de ellas, fue arrestada junto a sus dos hijos y su pareja. Días antes se había producido el primer atentado de ETA que dejó víctimas civiles en España. “Cuando llegué a Madrid después de viajar detenida toda la noche desde Barcelona y vi la Cafetería Rolando destrozada imaginé que me iban a relacionar con aquello”. No consiguieron encontrar ninguna prueba de que ella tuviera relación con aquel atentado pero, durante nueve días, en pleno Estado de Excepción, supo que la brutalidad que se vivía en Vía Laietana en Barcelona no era muy original. En la Puerta del Sol de Madrid pasaba lo mismo. Eso sí, el protagonista de la violación de los derechos más elementales de un detenido era allí Billy el Niño. “Cuando me golpeaba en el vientre me decía: ¡Puta, así no parirás más! Lo soporte como pude pero mi gran preocupación era mi hija. Estaba en un lugar donde se violaba a las mujeres y uno de los policías me dijo nada más entrar en la DGS: Tu hija está en los calabozos. Allí puede encontrar novio”. A su hija no le pasó nada pero a ella sí. Tras nueve días de tortura fue directamente a la enfermería de la prisión.

Chato, Felisa y Lidia tienen hoy secuelas psicológicas y físicas de lo que vivieron. Chato nunca más volvería a correr como antes. Lidia ha pasado en varias ocasiones por quirófano para ser operada de lesiones que llevan la firma de Billy el Niño, pero sus relatos no han servido para que, por ahora, quien fuera condecorado por sus superiores, entre ellos, Rodolfo Martín Villa, ex ministro de Gobernación, haya pagado por sus delitos, por haber marcado para siempre la vida de muchas personas. Quienes luchan contra sus fantasmas y continúan relatando lo que vivieron para que el pasado no se olvide, quienes luchan contra la impunidad, han abierto esta nueva semana un nuevo camino. Con la Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo, Luis Suárez-Carreño ha presentado una querella contra Billy el Niño a la que pronto se sumaran otros, entre ellas las de Chato y Felisa. Las firme quien las firme, todas esas rendijas judiciales tienen un denominador común, hablan de una de las páginas más oscuras de la historia de España pero, como dice Chato, "hay que leerla para que este deje de ser un país de impunidad y porque solo así seremos una sociedad plenamente democrática".
Oír aquí.

Fuente: http://cadenaser.com/programa/2017/06/23/a_vivir_que_son_dos_dias/1498230301_479728.html

miércoles, 17 de julio de 2013

Londres celebra el 75º aniversario de la batalla del Ebro

Corría el mes de julio de 1938, y las aguas del Ebro refrescaban la ribera tarraconense ajenas al baño de sangre que habría de ensuciar la tierra. Los cultivos mediterráneos hacía ya tiempo que habían quedado descuidados por manos campesinas que ahora cambiaban arados por fusiles. Aragoneses y catalanes, jóvenes soldados empujados al frente por el hambre y la fuerza se vigilaban de lado a lado del río sin saber que estaban a punto de protagonizar la batalla más larga y sangrienta de la Guerra Civil Española.

Junto a ellos, unos extraños de aspecto descuidado, vestidos con la sencillez de los milicianos y con diversos acentos ingleses esperaban a entrar en combate. La mayoría de ellos habían cruzado la frontera clandestinamente, dejando atrás a sus familias, mujeres y amigos y dando todo por una causa que cada vez cobraba más fuerza en Europa: derrocar el fascismo. 90 de estos hombres, pertenecientes a los voluntarios británicos de las Brigadas Internacionales, jamás abandonarían esta tierra del sur de Cataluña debido a la crudeza en los combates de la última gran batalla del conflicto.

75 años han pasado desde que los últimos disparos se oyesen en los peñones del bajo Ebro, pero los recuerdos de los veteranos han seguido intactos hasta el fin de sus días, al igual que la insistencia en los ideales de lucha antifascista de las decenas de visitantes que quisieron acercarse el pasado sábado 6 de julio a los jardines londinenses de Jubilee. Allí, bajo la presencia del London Eye, entre banderas republicanas y catalanas y ornamentaciones florales rindieron homenaje a los 2.500 combatientes británicos que tomaron parte en la Guerra Civil Española, de los cuales un total de 526 dieron su vida por la causa republicana. De todos ellos, lamentablemente solo uno sigue vivo para recordar el desastre, y ese es Stan Hilton, un ex-marino mercante de Newhaven, que actualmente vive en Australia.

El papel de Cataluña en el conflicto que dividió España ha sido crucial en la celebración de este año al coincidir su fecha con la efeméride de la batalla del Ebro, en la que el ejército franquista ganó el peso que hizo que la guerra se decantase a su favor definitivamente. Durante el acto, y frente a la escultura que rinde homenaje a los combatientes, algunos de los participantes rindieron honores puño en alto, y pudieron apreciarse las canciones populares de la contienda interpretadas por un coro.

Asimismo, el director de Memorial Democràtic -la asociación para la memoria histórica del Gobierno catalán-, Jordi Palou-Loverdos, pronunció un discurso en el que destacó el papel de estos héroes anónimos e hizo hincapié en la importancia del recuerdo de su lucha. Al acto acudieron, entre otros, representantes de la delegación de Cataluña en Londres así como de la Asociación de Veteranos Judíos Británicos. Todos ellos se vieron arropados por una multitud deseosa de preservar el honor de quienes ofrecieron su vida por las libertades y la democracia.

La memoria histórica, bajo amenaza
En medio del debate surgido a raíz de la Ley de Memoria Histórica y que sigue creando controversia en España, la International Brigade Memorial Trust -organización en honor a los brigadistas, organizadora del evento- ha querido mostrar su preocupación ante lo que consideran “una amenaza” para el recuerdo de las víctimas del franquismo y el reconocimiento de la lucha antifascista. Lo ha hecho a raíz de que el Alto Tribunal de Justicia de Madrid ordenase retirar un monumento a las Brigadas Internacionales que fue instalado en 2011 en la Ciudad Universitaria de la capital, que había sido financiado precisamente por la IBMT. La decisión judicial se produjo el 3 de junio de este año a raíz de la denuncia presentada por un abogado “con supuestas conexiones con la extrema derecha”.

Los representantes de los brigadistas han querido alertar sobre este hecho, y por el momento han pedido al Gobierno británico una intervención para evitar este tipo de amenazas a la memoria histórica común. La moción de momento ha atraído la atención de hasta 48 miembros del parlamento, la mayoría laboristas aunque incluyendo a algunos conservadores. “El hecho de que todavía haya gente en Reino Unido y España que quiere denigrar el papel de las Brigadas Internacionales demuestra lo importante que es preservar su memoria y sus valores antifascistas y de solidaridad internacional”, ha asegurado Jim Jump, el secretario de la asociación.
Joaquín Vicente. El Ibérico.

Fuente: http://www.eliberico.com/actualidad/actualidad/reinounido/5781-londres-celebra-el-75-aniversario-de-la-batalla-del-ebro.html

miércoles, 17 de abril de 2013

"Soy nieta del holocausto -nazi y hago escrache. Ese es el titulo de una carta que leemos hoy en ElDiario.es a raíz de las polémicas declaraciones la Secretaria General del PP Dolores de Cospedal calificando de "nazismo puro" los escraches.

Soy nieta del holocausto nazi y hago escrache

Clara Valverde. eldiario.es

Señora de Cospedal,

Su afirmación de que los ciudadanos que hacemos escrache somos como los nazis es muy ofensiva y una seria falta de respeto. Si no ha estudiado la historia de Europa del siglo XX le animo a hacerlo sin demora. Pero primero quiero que conozca los nombres de algunos de mis familiares que fueron asesinados (la mayoría gaseados) por los nazis: Kürt Gefäll de 38 años; Elsa Gefäll, de 63 años; Rosa Gefäll, de 72 años; Matilde Gefäll, de 67 años; mi tío abuelo Anton Gefäll, de 49 años; mi bisabuela Pauline Feil, ciega de 88 años, y mi tía abuela Hermina “Mina” Gefäll, de 66 años, que cuidaba de su madre Pauline en su pequeño piso de Viena.

Tengo una postal de julio de 1942 que la tía Mina consiguió mandar a su hermano, mi abuelo, Willy Gefeall, que vivía en Madrid, desde el Centro de Detención de Viena antes de ser deportada al campo de concentración de Izbica, en Polonia, donde fue asesinada. En la postal dice: “Querido Willy, aquí hace frío y niebla. No te preocupes sobre adónde nos van a llevar. Ya te mandaremos noticias en cuanto lleguemos. Con cariño, Mina”. Obviamente, mi abuelo no recibió más postales de sus hermanos o de su madre.

Lo que sí hizo mi abuelo fue dedicar los últimos años de su vida, desde su despacho en la oficina de patentes donde trabajaba en Madrid, a falsificar pasaportes y sacar a judíos de Europa por Portugal a Estados Unidos. Sin que lo supiera nadie, ni su propia familia. Durante esos años en Madrid, mi abuelo Willy recibió numerosas visitas de la Gestapo, de la unidad que Hitler tenía en Madrid colaborando con Franco. La Gestapo no pudo demostrar las actividades de mi abuelo que vivía en el privilegiado barrio de Salamanca y que estaba casado con mi abuela, que creía que Franco era la salvación para España.

Los ciudadanos que hacemos escrache llevamos años dedicados a frenar las injusticias y el aumento de las desigualdades que su partido y otros llevan a cabo contra los ciudadanos más indefensos y con menos recursos: los recortes y cambios en las políticas de sanidad y educación (que afectan en especial a los inmigrantes, a los que se quita el acceso a la sanidad), la alta tasa de paro -que es el resultado directo de las “reformas” laborales-, los jóvenes que se tienen que ir a otros países a encontrar trabajo, los grandes dependientes que ya no reciben ayuda para sus cuidados básicos, el alto porcentaje de niños desnutridos, la gente que se está quedando sin casa (una familia cada 15 minutos) y mucha gente que se está suicidando por desesperación.

Ante esta situación de desmantelamiento de la sociedad que ustedes están llevando a cabo, que algunas personas peguemos una pegatina en la puerta de su casa es, en realidad, un gesto demasiado discreto.

Cuando decida usted leer la historia de Europa, le recomiendo que preste especial atención a las políticas del Tercer Reich, partido que fue elegido democráticamente, antes del holocausto y, como creo que usted es católica, la próxima vez que vaya a la iglesia, le pido que encienda una vela en honor a Mina, a Pauline, a Rosa y a tantas personas más.
Fuente: http://www.eldiario.es/catalunyaplural/nieta-holocausto-nazi-hago-escrache_6_121847818.html
(Entrevista a Clara Valverde en el programa La Ventana de Cadena SER tras la publicación de su carta en eldiario.es):

sábado, 8 de septiembre de 2012

Entrevista en el programa "A Vivir" de la SER al historiador Josep Fontana

Ha pasado gran parte de su vida inmerso en bibliotecas, hijo de librero, vive por y para los libros, lector compulsivo que mantiene la mente activa gracias a las vitaminas que le aporta la lectura.

 

sábado, 4 de agosto de 2012

Vicenç Navarro: "El Banco Central presta a intereses muy bajos a la banca privada, es un lobby de la banca privada y del Bundesbank"

ENTREVISTA A VINCENÇ NAVARRO EN 'A VIVIR' DE LA SER.

 ''La imagen de que el euro está en peligro le viene muy bien al capital financiero alemán''
Vicenç Navarro, economista, politólogo y catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y de la Universidad John Hopkins de Baltimore, explica en 'A Vivir' de la SER, de  las claves de la situación económica.

 El catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra califica de frívolas las alertas sobre la salud de la moneda única y señala que "España, ahora mismo, es una colonia alemana". El euro no está en peligro, los que están en peligro son los ciudadanos: "Podría hacerse una política alternativa; la suma de los PIB de Francia, Italia y España es mucho mayor que el Producto Interior alemán, pero las estructuras de poder de esos países no quieren enfrentarse a la alemana y salir del euro".

A los que manejan el poder no les conviene:
"Tanto la banca como la patronal consiguen lo que siempre han deseado: bajar salarios, quitar el estado del bienestar, que no haya protección social. Ellos dicen que no son responsables, que viene de Bruselas".

Frivolidad por parte de los gobernantes y victimismo por parte de Alemania:
"Hay un gran movimiento de capitales desde la periferia europea a Alemania, porque su bono público es el mas seguro después del estadounidense. A Alemania le viene muy bien esta situación: los 100.000 millones de euros que da para rescates no es por ayudar, sino porque Alemania al final los volverá a recibir".

Juega con la expulsión de Grecia o España, pero no le conviene que estos países se vayan del euro porque quieren cobrarse la deuda que le deben:
"España, ahora mismo, es una colonia alemana". A su sector exportador también le conviene porque los demás no pueden competir con él.

La pregunta ahora es, ¿cómo se ha llegado a este punto en el que Alemania parece controlar todo?
La explicación está en la historia: "Después de la caída del muro de Berlín, la idea de que Alemania surgiría de nuevo reunida atemorizó mucho a los países aliados que la habían enfrentado dos veces en el siglo XX. Para integrar esa Alemania post-nazi a la Europa democrática, se decidió hacer desaparecer la moneda alemana, el marco, y que fuera sustituida por una europea, el euro.

El euro surge como un mecanismo de integración de Alemania en la Unión Europea". En esta creación de una moneda común Alemania puso dos condiciones: la primera, que el banco central que gestionara el euro estuviese bajo la influencia del Bundesbank, y la segunda, el Pacto de estabilidad, por el cual se forzaría a los estados miembros a no tener un déficit público mayor al 3% del PIB.

El mecanismo de un banco central debería ser el siguiente: cuando los intereses de la deuda pública suben mucho se imprime dinero y se compra esa deuda, así los intereses vuelven a bajar y se protege al Estado de la especulación de los mercados financieros.

Según esto, "En Europa no hay un banco central, porque el BCE lo que hace es prestar dinero a unos intereses muy bajos a la banca privada, así esta compra deuda pública a unos intereses de 6 y 7% y hacen el negocio del año. El Banco Central Europeo es un lobby de la banca y del Bundesbank".
 Lo peor de todo es que ni siquiera en Alemania están bien: "Sus clases son víctimas del sistema, la estructura de poder de Alemania gobierna a costa de su propia clase trabajadora y a costa de las clases populares de los países periféricos. Eso nos convierte en una colonia de esa estructura de poder".

domingo, 8 de julio de 2012

Educar para pensar. José Luis Sampedro

Sampedro: "La vida no hay quien la pare" Entrevista hoy en la cadena SER. Se define a sí mismo como un inmigrante que no puede volver al país del que procede, un país que es más que un lugar, es también un tiempo, lugar que fue arrastrado y se hundió. Quiso ser jesuita antes que anarquista y luchó en los dos bandos de la Guerra Civil. Se hizo aduanero y terminó dando clases de Economía. Ha escrito, mucho y bien, y a sus 95 años, lo sigue haciendo.

domingo, 26 de febrero de 2012

PALABRAS PARA TEJERSE.

Nos recordaba Santos Juliá en este periódico, hace un par de domingos, a Larra: por desgracia, hoy tan oportuno como en su época, cuando en su opúsculo magistral "Dios nos asista", don Mariano (el bueno) José se refería a las fuerzas políticas alternativamente imperantes en la España de entonces: “Tejedores: tejer y destejer. Nadie vende su tela y nadie hace tela nueva”

Andaba yo estos días con la indignación crecida y la confianza bajo mínimos, y leer a Juliá, que citaba también a Juan Valera, colocó delante de mi un espejo nada deformante de la realidad, tan exacto que ponía los pelos de punta. Venían estas jornadas mía de desánimo –compartidas por mis amigos de las redes sociales- de la caverna jurídica que ha alumbrado la condena a Garzón- digan lo que digan los equidistantes arrepentidos de su radicalismo de antaño-; del reciente parto gubernamental de esa criatura innoble llamada reforma laboral, difícilmente no interpretable como un castigo a una clase social entera, la de los trabajadores; venían del renovado sadismo de las agencias de calificación, de la codicia de los mercados, del dolor que provoca la insoportable tragedia griega. Venían de las vejaciones aplicadas al cuerpo médico de la sanidad pública, de la mofa que suponen esos pacientes de pago operados en instalaciones pagadas por todos, de las escabechinas perpetradas en colegios públicos, del morro de las escuelas concertadas que se han pedido bacalao y pescado para Cuaresma. Venían de todo lo que ustedes saben y de más.

VENÍAN DE ESTE PASMO NUESTRO PARA REACCIONAR.
Cuando miro a Grecia y la veo en la calle, puedo afirmar que no es eso lo que quiero para mi país. No quiero que la ira desemboque en vandalismo, pero puedo comprenderla porque el vandalismo y la violencia de guante blanco que Gobiernos y banqueros ejercen sobre los ciudadanos resultan tan insultantes, tan devastadores, tan desproporcionados y sin respuesta por parte de ninguna entidad civilizada que lo único que le quede a la gente es salir a la calle y protestar. Y la protesta, cuando sale de tan adentro, nunca puede medirse.

No así los pasos que se han ido dando para saturnizar las relaciones entre los poderosos y su mano de obra. No basta con que les salga barata; necesitan tenerla arrodillada. Lo repito siempre, que la lucha de clases sigue en pie, pero desde hace años –desde que cayó el Muro- en su versión repulsiva; la clase de más arriba contra todas las demás.

Pues habría seguido yo así, con el pecho de plomo, de no haber sido porque en una de las noches del fin de semana previo al artículo de Santos Juliá, durante un feliz insomnio, me encontré en Radio Barcelona con la última entrevista que Rosa Badía realizó, en su programa Tot és comedia, a la catedrática de Ética y Filosofía Política Adela Cortina. Les recomiendo que busquen el post, en www.cadenaser.com, escribiendo el nombre de la entrevistada. Vale la pena por el contenido, por supuesto, y vale la pena por el tono.

APARTE DE LA PLACIDEZ profesional que siempre me produce comprobar el buen pulso periodístico de Rosa y su deliberado alejamiento de los alaridos propios de esa época, encontrar la voz de esa catedrática –más o menos de mi generación: qué gran madurez, la suya – supuso una especie de relativización importante, de esas que tan poco le gustan al Papa. Es decir, pese a referirse a temas tan amplios como la perdida de valores generalizada, la desconfianza de los ciudadanos en su clase política y económica, y el individualismo feroz en que vivimos, pese a ello, digo, el foco de Cortina se centra en mejorar la sociedad. Y sus reflexiones, aunque realistas, conducen al pensamiento de que, por mucho que nos cueste y por difícil que resulte, podemos hacerlo. Podemos aspirar a cambiarnos y a cambiar la sociedad.

Después de todo, si hay empresas que le encargan –a ella y al instituto que preside- una “auditoría moral”, ¿por qué no puedo creer que podemos contribuir a la creación de un mundo más ético?
Civilización contra barbarie. No es nuevo. Palabra para tejerse y resistir para que no nos destejan. Maruja Torres, en El País Semanal de 26 de febrero de 2012. www.marujatorres.com