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jueves, 5 de febrero de 2015

Cervantes en Lisboa. Portugal una vez más. El escritor tuvo, entre la primavera de 1581 y la de 1583, con alguna escapada, su inestable y feliz residencia en Portugal

Miguel de Cervantes pasó dos años felices y misteriosos en Portugal. Conoció amores y decepciones. Entre la primavera de 1581 y la de 1583, con alguna escapada, tiene su inestable residencia en Portugal, principalmente en Lisboa. Un periodo de la vida de nuestro genio que todavía sigue siendo una de las páginas menos conocidas, estudiadas, contadas y controvertidas de su aventurera existencia.

Todos los biógrafos hablan de su estancia, como pretendiente en corte, en busca de los favores de Felipe II en los primeros momentos de su reinado portugués. Y todos pasan deprisa sobre los trabajos, los días y las noches de nuestro excautivo en aquella capital del mundo occidental. Años de esplendor y conquistas en una ciudad que vivía entre el contento y el descontento, entre el derroche y el sometimiento, la llegada, más o menos pacífica, de ese nuevo rey que venía de Castilla. El rey Felipe, aconsejado por Cristóbal de Moura, repartió bienes, concedió títulos y ganó con dádivas a sus nuevos cortesanos.

Miguel, con más de treinta años, sin oficio ni beneficio, la familia endeudada a causa del rescate de su cautiverio, un muñón en su mano izquierda –la sola “condecoración” de su paso por Lepanto– y con las honestas pretensiones de ser recompensado, se lanza una vez más al camino. Atrás se queda su complicada familia, sus compañeros de infortunios y toda una grey de pedigüeños que quieren pasar por héroes de batallas navales. Fanfarrones que pululaban por la corte –que sólo tenían de la Naval, o de “nabales”, según Quevedo, el haber comido nabos– toda una turbamulta de vulgares pretendientes con los que el digno y pobre hidalgo Miguel no quería ser confundido. Con todos se tuvo que mezclar en su vida errante. No tardó en darse cuenta de que él “no servía para la corte”. Aunque no dejó de intentarlo.

Se fascinó con la ciudad y sus damas. “Para galas Milán, para amores Lusitania”
Lisboa estaba en cuarentena por la peste. La ciudad enriquecida y dorada por el oro de América, adornada por las telas de Oriente, se preparaba para la llegada del nuevo rey que esperaba en la ciudad de Thomar. Allí, rodeado de sus cortesanos, entre otros Mateo Vázquez, el mejor contacto de Cervantes, el rey se sintió liberado de severidades. Se despojó de su negra ropa, de la severa golilla y se “vistió bizarramente, de ricas telas y alegres colores a la portuguesa”. Se desmelenó el monarca. Cuando llegó a Portugal, las “regatonas y placeras” de la Rua Nova dijeron: “Qué buen rey, qué mal empleado en los castellanos”.

En ese ambiente llegó Miguel. Se fascinó con la ciudad y sus damas. “Para galas Milán, para amores Lusitania”. Pretendía conseguir destino en América o empleo que le permitiese tiempo para sus pasiones poéticas y amorosas. De sus moradores escribe: “Son agradables, son corteses, son liberales y son enamorados porque son discretos; y que la hermosura de sus mujeres admira y enamora”. Algunos creen que allí tuvo a su hija natural Isabel de Saavedra. Otros lo niegan, pero nadie sabe a ciencia cierta qué hizo, cómo vivió y con quién en Lisboa.

Consiguió una misión secreta para Orán y Mostagán por cien escudos que cumplió con celeridad. Regresó a Lisboa para dar cuenta de su misión. Y le perdemos la pista. Su hermano Rodrigo le encuentra en la ciudad antes de partir a las guerras para vencer la oposición al rey en las Azores. El iluso Miguel, “estropeado” para el servicio de la milicia, veterano y excautivo, cree que es hora de que se le concedan favores reales. No fue así, una vez más se le niegan capitanía y empleo. Volverá a Madrid. Comenzará su “profesión” de escritor. Llegarán La Galatea, las poesías y las comedias para los corrales. El dinero siempre le sería ajeno. Y la vida y la literatura le esperaban con nuevas dichas y desdichas. El caballero andante buscaba su destino.
http://elpais.com/elpais/2015/01/26/eps/1422286332_558541.html

lunes, 20 de agosto de 2012

Heladerías de la Península Ibérica


Islandia (Gijón)
Famosa por vender helados autóctonos de fabada, cabrales o sidra, junto a un repertorio más o menos clásico: chocolate, yogurt con frutas o ron con pasas. El colmo son los de kalimoxo y el de palomitas... Si no quieres sorpresas, los sabores de siempre, todos están buenos.
Calle San Antonio, 4. Gijón. 985 35 07 47  .www.heladeriaislandia.com

Kiosko Peret (Alicante)
En el paseo de las palmeras, junto al puerto deportivo. Es una institución en la ciudad por los helados, los granizados, la leche merengada y la horchata. Nuestros favoritos son los de mantecado y crema catalana.
Esplanada de España, s/n. Alicante. 965 96 06 06

Can Miquel (Palma de Mallorca) Es la heladería ideal para los chocolateadictos. Disponen de 24 variedades de helados de chocolate, desde el puro de Jamaica hasta uno mezclado con siete pimientas. Si se prefieren otros sabores, disponen de un amplísimo muestrario.
Calle Moncada, 9. Palma de Mallorca. 971 72 49 09

Sa Gelateria (Menorca)
Sus helados son particularmente finos. Entre sus especialidades más destacables figuran los de pistacho, el de yogurt con cerezas y el de chocolate guanaja con naranja. Más de 50 variedades entre las que no faltan el helado de higos de Menorca, así como el de canela.
Pl. Catedral, 3. Ciutadella. Menorca. 971 38 18 92
Costa de Sa Plaça, 2. Mahón. 971 36 56 15

DelaCrem (Barcelona)
Helados artesanales firmados por Massimo Pignata, que los elabora con productos artesanales. Irresistibles el de pistacho y el de cerezas. Variedades de temporada que van rotando en cada estación. Se pueden elegir entre unos 15 diarios. 
Enrique Granados 15-17. 931 24 66 51 www.delacrem.cat

Rocambolesc (Girona)
Es la heladería de Jordi Roca, el genial pastelero del restaurante El Celler de Can Roca. Ofrece cinco variedades de “smoothies” (helados soft, tipo americano) que una máquina especial monta al momento y se pueden acompañar con más de 15 toppings diferentes. Ni colorantes ni conservantes, solo productos naturales.
Santa Clara, 50. 972 41 66 67 www.rocambolesc.com

Y Fueron Felices (Madrid)
Presumen que sus helados están elaborados con leche ecológica y frutas de temporada. Los resultados convencen, de textura muy cremosa y con sabores naturales. Entre los mejores los de pistacho, el de melón, el de fresas de Huelva, el de yogur con fresa, avellana, leche merengada, dulce de leche y café.
Mercado Isabela. Pº de la Habana, 3. Planta 1ª – stand 10

Ö! My Good (Madrid)
La base de su helado es un único sabor, yogurt helado probiótico, que acompañan con 15 ingredientes distintos y coronan con más de 25 toppings. Son bajos en azúcar y presumen de que ayudan a cuidar la línea. En la elaboración de los frozen yogur intervienen frutas naturales: sandía, frutos rojos, mango, maracuyá y naranja. Se multiplican en franquicias.
Calle Sagasta, 32 . www.omygood.es

DellaSera (Logroño) Después de trabajar con Angelo Corvito, Fernando Sáez montó un obrador para abastecer a restaurantes y ahora una heladería abierta al público. Entre sus especialidades figuran el helado de mazapán riojanito, el de zurracapote, el sorbete de melón, el de queso con arándanos o el de mojito.
Calle de los Portales, 28. Logroño

Sirvent (Calahorra) Las verduras son una fuente inagotable de inspiración con las que preparan helados vegetales. Lo suyo son cucuruchos de apio, de pimientos del piquillo, de espárragos, de alcachofas, remolacha, zanahoria, perejil y cualquier verdura que esté en temporada. Dirección para iniciados.
Avda. de Valvanera, 47. Calahorra. 941 13 55 69

La Fiorentina (Sevilla)
Halados artesanos preparados por un auténtico forofo que dejo su profesión para montar el quiosco. Son muy interesantes los de sabores andaluces como azahar, aceite de oliva, polvorón o matalauva. Además sabores clásicos: chocolate, fresa y vainilla.
Calle Zaragoza, 16. 954 22 15 50

Helados Toni
Helados artesanos, encontrarás el antiguo napolitano (¡¡¡Al rico napolitano!!! ¡¡¡oiga!!! que pregonaban por los años 50 en Sevilla. Recomiendo la tarta de la casa y todos en general y el Marrons Glacé en particular, una delicia. Tienen unas 45 variedades.
Plaza del Cabildo 2. tlf 956 36 22 13 en Sanlúcar de Barrameda. Cádiz.


Santini, Lisboa y Cascais. Portugal.
Sin dudarlo una de las mejores heladerías que he conocido. Helados a base de buenos productos naturales, con abundancia de frutas de temporada, recomiendo cualquiera de fruta de temporada y los de fresa y chocolate o vainilla. Santini, italiano que estuvo trabajando en España (Barcelona, 1940) y en los años posteriores a la II GM, acabó estableciéndose en Lisboa (1947) y Cascais (heladería en la playa de Tamariz, 1949).
Lisboa, rua do Carmo, 9- en el Chiado
Cascais, cerca de la estación de trenes.
(de El País y elaboración propia)
https://youtu.be/9ZftzbpWI3s

Las heladerías más originales de Madrid Limón con romero, galleta, mascarpone y otros sabores tentadores. Con texturas cremosas o sorbetes. Una ruta madrileña muy refrescante

https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/06/28/actualidad/1530186390_281336.html

sábado, 17 de marzo de 2012

“Portugal tiene que morder o le morderán” Pilar del Río, la viuda de Saramago ultima la apertura de una fundación en Lisboa

Ocupada con la próxima inauguración —antes de que termine la primavera— de la sede de la Fundación José Saramago, al pie de la Alfama, en el corazón de Lisboa, la periodista y traductora Pilar del Río, viuda del escritor, anda con prisas y reuniones y convocatorias cada vez más de última hora. Pero se toma su tiempo para elegir con cuidado un precioso restaurante del Barrio Alto lisboeta que en una mesa de un rincón luce una plaquita dorada clavada en 1980: “Mesa preferida de José Saramago”.

Restaurante Farta Brutos. Travessa da Espera 20, Lisboa 1200-176, Portugal. Tlf. 213.426.756
Dos pataniscas de bacalao con arroz de grelos: 32 €.
Dos cervezas y dos copas de vino: 16 €.
Dos cafés: 3,30 €. Total 51,30 €.

Al premio Nobel le gustaba el sitio —pequeño, acogedor, tranquilo— por dos razones: “Por el ambiente normal y por la comida tradicional portuguesa”, aclara. En las paredes cuelgan cientos de fotografías de visitantes ilustres, de políticos españoles y portugueses, de escritores, intelectuales y actores y, entre ellas, muchas de Saramago, siempre sentado a su mesa preferida.

El propietario la agasaja en cuanto la ve entrar. Ella sabe qué pedir desde el primer momento y aconseja al periodista con tal convicción que es imposible sustraerse. Pilar del Río, de 62 años, habla mucho mientras come y ríe y explica y cuenta. Comenta que la casa que ella y Saramago, fallecido en junio de 2010, compartieron en vida en Lanzarote va a cumplir el domingo 18 de marzo un año abierta al público. “Quise y quiero que la casa de José se llenara de vida, que la gente entre y mueva el aire donde, por otro lado, todo está tal y como estaba cuando José vivía. Tal vez en la fundación de Lisboa que se va a abrir próximamente vaya a estar el espíritu de Saramago, pero allí, en Lanzarote, en su casa, está el espíritu de José”. Y añade, mientras deja de lado el exquisito arroz con grelos (la elección era acertada, claro): “Con el tiempo, será una suerte de Isla Negra nuestra”, refiriéndose a la famosa casa del universal poeta chileno Pablo Neruda.

El amable dueño del restaurante se acerca un par de veces para preguntar si todo va bien y después, tras retirar los platos, acarrea un carrito de ruedas con los excelentes postres de la casa... ver todo el artículo, aquí en El País. El restaurante, si lo buscas en Google, salen comentarios que no lo recomiendan por la relación precios/calidad.

Según el NYT de 25 de mayo de 2012 estos son los restaurantes recomendados:

-Belcanto, Largo de São Carlos, 10; (351-21) 342-0607; joseavillez.pt; Lunch or dinner for two with wine, 150 to 200 euros (about $187 to $250 at $1.26 to the euro), not including tip.

-Cantinho do Avillez, Rua Duques de Bragança, 7; (351-21) 199-2369; joseavillez.pt. Dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.

-Cervejaria da Esquina, Rua Correia Teles, 56; (351-21) 387-4644; cervejariadaesquina.com. Dinner for two with wine, 90 to 115 euros, not including tip.

-1300 Taberna, Rua Rodrigues Faria, 103; (351-21) 364-9170; 1300taberna.com. Lunch or dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.
 

domingo, 21 de marzo de 2010

Sobre la Felicidad. Momentos.

...Una pequeña estación de ferrocarril, mesas cubiertas de hule en el andén, bajo un emparrado. El silbido del tren, las niñas que llevaban sandalias de colores y calcetines blancos. Los buñuelos de Cuaresma, recién horneados.
El perfume del horno me acerca a otro momento... Huelo aquel pan, veo aquellos pinos, disfruto del esplendor turquesa del Mediterráneo todavía inviolado. Escucho a los inteligentes, abrazo con ternura, pétalo a pétalo descubro a los amigos. Todos esos momentos, y algunos que sucedieron anteayer –una sobremesa larga y bien conversada, el calor de un vaso de vino, las confidencias– y otros que están por suceder son, ni más ni menos, la vida. Ese río que nos trae.

De modo que los recojo para saber por qué he llegado hasta aquí y a qué y a quién debo dar las gracias, y esos momentos se acumulan en mi regazo y acarician mi corazón. Les pido a ustedes una promesa, a ustedes, que son uno de mis mejores momentos, y que me escuchan cuando les hablo a media voz. Les ruego que vivan sus días sin dejar que las horas pisoteen sus momentos. Porque eso es todo lo que nos vamos a llevar. ¿Recuerdan la foto de satélite que se publicó hace poco, aquella en que desde muy lejos, en el universo, se distinguen claramente las pirámides?

Pues eso. Así vemos desde la vejez las cúspides que dieron sentido a nuestras vidas. No son de oro y piedras preciosas, sino de algo infinitamente mejor. Son de tiempo. Del tiempo que usamos bien y en que fuimos bien usados. Tiempo breve, fugaz, tiempo deslumbrante de lucidez, belleza y felicidad. (Rosa Montero, seguir aquí. "Momentos" El País Semanal 21/03/2010)

Otra visión de la Felicidad más pragmática. (¿Una demostración de que lo vanal no sirve para casi nada?)

Un estudio encontró que las conversaciones profundas hacen que la gente sea más feliz que con las charlas triviales. Tiempo ¿Serías más feliz si dedica más tiempo a discutir el estado del mundo y el sentido de la vida - y menos hablar del tiempo?

Puede sonar contradictorio, pero las personas que emplean más su tiempo del día con debates profundos y menos tiempo en participar en la conversaciones o charlas sobre pequeñas cosas parecen ser más felices, dijo Matthias Mehl, psicólogo de la Universidad de Arizona, que publicó un estudio sobre el tema.

“Encontramos esto tan interesante, porque podría haber ido en sentido contrario - podría haber sido, “No te preocupes, sé feliz” - mientras usted navega en el nivel superficial de la vida eres feliz, y si hablas sobre la profundidad existencial serás infeliz”, dijo el Dr. Mehl.

Sin embargo, propuso, la conversación profunda parecía ser la clave de la felicidad por dos razones principales: una porque conduce a los seres humanos a buscar y crear significado en sus vidas, y segundo, debido a que somos animales sociales que desean y necesitan comunicarse con otras personas.

“Al participar en conversaciones significativas, se las arreglan para imponer sentido en un mundo de otro modo bastante caótico”, dijo el Dr. Mehl. “Y las relaciones interpersonales, le ayudan a usted a encontrar este sentido, y nos vinculamos con nuestras parejas interactuando de forma profunda, y sabemos que la relación interpersonal y la integración es la base fundamental de la felicidad".
El estudio del Dr. Mehl es pequeño y no prueba una relación causa-efecto entre el tipo de conversaciones que uno tiene y la felicidad. Pero eso será el siguiente paso previsto, cuando se propone a la gente que aumenten el número de conversaciones sustantivas que tienen cada día y recorten las pequeñas charlas triviales, y viceversa.

El estudio, publicado en la revista Psychological Science, participaron 79 estudiantes de la universidad - 32 hombres y 47 mujeres - que accedieron a llevar un grabador activado electrónicamente con un micrófono en la solapa que registraron 30 fragmentos de segundos de conversación cada 12,5 minutos durante cuatro días, la creación de lo que el Dr. Mehl llama “un diario acústico de sus días”.

Investigaron, entonces, a través de las cintas y se clasificaron los fragmentos de la conversación, ya sea como pequeña charla sobre el tiempo o de haber visto un programa de televisión, y hablar más a fondo sobre temas de actualidad, filosofía, la diferencia entre religiones o el papel de la educación.
La persona más feliz tenía un 45,9 por ciento de las conversaciones del día profundas, de fondo, mientras que sólo el 21,8 por ciento de las conversaciones de la persona más infeliz eran de fondo.
A continuación, el Dr. Mehl quiere ver si la gente realmente puede hacerse más feliz por tener conversaciones más sustantivas.

“No es tan fácil como tomar una pastilla una vez al día”, dijo el Dr. Mehl. “Pero esto siempre me ha intrigado. ¿Podemos hacer que la gente sea más feliz, pidiéndoles que, para los próximos cinco días, tengan una conversación a fondo extra cada día?” (NYT, 17-3-10 seguir aquí)

"Momentos" es también el nuevo disco que Dulce Pontes sacará el próximo 23 de marzo y se puede oir aquí en su Web.