domingo, 29 de marzo de 2009

Je Me Suis Fait Tout Petit

Je me suis fait tout petit
Georges Brassens (1921-1981)

Je n'avais jamais ôté mon chapeau
Devant personne
Maintenant je rampe et je fait le beau
Quand ell' me sonne
J'étais chien méchant, ell' me fait manger
Dans sa menotte
J'avais des dents d'loup, je les ai changées
Pour des quenottes

Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui ferm' les yeux quand on la couche
Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui fait Maman quand on la touche

J'était dur à cuire, ell' m'a converti
La fine mouche,
Et je suis tombé tout chaud, tout rôti
Contre sa bouche
Qui a des dents de lait quand elle sourit
Quand elle chante
Et des dents de loup quand elle est furie
Qu'elle est méchante

Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui ferm' les yeux quand on la couche
Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui fait Maman quand on la touche

Je subis sa loi, je file tout doux
Sous son empire
Bien qu'ell' soit jalouse au-delà de tout
Et même pire
Un' jolie pervenche qui m'avait paru
Plus jolie qu'elle
Un' jolie pervenche un jour en mourut
A coup d'ombrelle

Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui ferm' les yeux quand on la couche
Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui fait Maman quand on la touche

Tous les somnambules, tous les mages m'ont
Dit sans malice
Qu'en ses bras en croix, je subirais mon
Dernier supplice
Il en est de pir's il en est d'meilleures
Mais à tout prendre
Qu'on se pende ici, qu'on se pende ailleurs
S'il faut se pendre

Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui ferm' les yeux quand on la couche
Je m'suis fait tout p'tit devant un' poupée
Qui fait Maman quand on la touche


Me hice muy pequeño

Nunca me había quitado el sombrero
delante de nadie
ahora me arrastro y hago el payaso
cuando ella me arrea
Yo era un perro salvaje, ella me hace comer
En su manita.
Yo tenía dientes de lobo, los he cambiado
por dientes de leche.

Me convertí en un niño delante de una muñeca
que cierra los ojos cuando se la acuesta
Me convertí en un niño delante de una muñeca
que dice Mamá cuando se la toca.

Yo era duro de pelar, ella me ha cambiado,
la muy lagarta,
y he ido a parar completamente entregado
contra su boca
que tiene dientes de leche cuando sonríe
cuando canta
y dientes de lobo cuando está furiosa
cuando está enfadada.

Me convertí en un niño delante de una muñeca
que cierra los ojos cuando se la acuesta
Me convertí en un niño delante de una muñeca
que dice Mamá cuando se la toca.

Yo sufro su ley, yo me someto dulcemente
a su mandato
aunque sea celosa más allá de lo normal
e incluso peor.
Una bonita chavala que me pareció
más bonita que ella
una bonita chavala un día murió por ello
a golpes de sombrilla.

Me convertí en un niño delante de una muñeca
que cierra los ojos cuando se la acuesta
Me convertí en un niño delante de una muñeca
que dice Mamá cuando se la toca.

Todos los sonambulos, todos los magos me han
dicho sin malicia
que en sus brazos en cruz, yo sufriré mi
último suplicio.
Los hay peores, los hay mejores
pero si hay que elegir
que más da que nos colgemos aquí o allí
si al final hay que colgarse.

Me convertí en un niño delante de una muñeca
que cierra los ojos cuando se la acuesta
Me convertí en un niño delante de una muñeca
que dice Mamá cuando se la toca.
Georges Brassens



Dido: The Day Before The Day

Don Milani y la Escuela de Barbiana

Don Milani y la Escuela de Barbiana
Carta a una Maestra*

Este libro relata una experiencia pedagógica que surgió en una aldea marginal italiana, después del periodo fascista. Su influencia se extendió por Europa como un modelo a seguir y varias de sus propuestas aún siguen vivas. Se trata de una pedagogía de la libertad, similar a la de Paulo Freire.
"Carta a una maestra" fue escrito por ocho alumnos de la Escuela de Barbiana, en Italia, y se lo dedicaron a una profesora tradicional hipotética de la que no esperan respuesta. Contiene una carta extensa que deja constancia de los diversos aspectos que les preocupaban.
El creador de esta revolución cultural fue el educador Lorenzo Milani (1923-1969), que hoy se considera un clásico. Nació en Florencia, proveniente de una familia burguesa, culta y liberal. A los 20 años entró al seminario y tiempo después se ordenó sacerdote. Pronto fue nombrado vicario en San Donato de Calenzano, un poblado cercano a su Florencia natal. Allí comenzó a desarrollar su interés por la pedagogía, e hizo crítica a la educación desigual y a la ineficacia de la escuela de esa época (una educación en la que aprobaban los ricos, mientras que los pobres desertaban o reprobaban). Ante eso, creó una “nueva escuela” que dio al pueblo la posibilidad de reflexionar, de tomar conciencia como clase oprimida, de dar mayor importancia a la lengua, y de dar sentido y valor al tiempo. En busca de estos propósitos surgió primero la Escuela Popular de San Donato, en el pueblo de Calenzano, y después la de Barbiana, en el pueblo del mismo nombre.
Milani no era conformista con la situación de la clase oprimida (la cultura de los pobres no es inferior, es distinta); para él la escuela era un instrumento de la lucha de clases... para más información ver
http://www.amigosmilani.es/default.aspx y más aquí en Orcasur.
(En la foto la dopoescuela -después de la escuela- de Barbiana fundada por Lorenzo Milani) Amigos de Milani en España.

viernes, 13 de marzo de 2009

La máscara de la paz, por primera vez. Y la canción, "In the death car", Bregovic, Goran

Una música para acompañar a un escrito de un general.

La máscara de la paz, por primera vez
Kosovo, 1999-2009

Fabio Mini
Il Manifesto

Traducido por Gorka Larrabeiti

En un libro entrevista de 2003 el embajador estadounidense Christopher Hill, uno de los protagonistas del asunto del Kosovo y responsable del fracaso diplomático que condujo a la guerra, pronuncia estas frases esclarecedoras: 1) “a los diplomáticos les gusta pensar que se ocupan de cuestiones importantes. En realidad, se ocupan de cuestiones urgentes”; 2) “A menudo se suelen definir como urgentes asuntos que son violentos”; 3) “Holbrooke (artífice de Dayton y del monstruo institucional de Bosnia) en 1998 se empeñó en convencer a Washington de que las cosas en Kosovo eran graves”. Se podría decir que la guerra del Kosovo de hace diez años siguió el hilo lógico de estas palabras, que se pueden leer como una constatación, una premonición o un cínico plan en el que la catástrofe humanitaria y la violencia sirven para que las cosas se vuelvan graves, urgentes, y por consiguiente, para justificar cualquier intervención, por ilógica, ilegítima o irresoluta que sea. En 1995 se sabía que Kosovo era tan importante como Bosnia. Se sabía que la solución debía ser regional y no cantonal. Sin embargo, no se incluyó en los debates de Dayton, lo que causó gran malestar entre los kosovares, que confiaban en ello tanto porque Milosevic defendía la soberanía de Serbia como porque la cuestión no era “urgente”. Es decir: que todavía no era lo bastante violenta. Lo que se reiteró en Dayton fue el mensaje que lanzaron quienes a partir de 1991 se apresuraron a reconocer la independencia de los nuevos estados balcánicos: la política internacional anteponía la preponderancia étnica, especialmente si coincidía con la cultural y religiosa. De ahí que de 1995 a 1998 en Kosovo se emprendieran muchas iniciativas para colmar el "vacío” de la violencia y para adaptarse al criterio dominante. El gobierno serbio se empeñó en trasplantar al Kosovo a los serbios que habían huido de las masacres de los croatas y a la lucha a los “terroristas” albaneses, mientras los kosovares recurrían a la asesoría yihadista, a la financiación a través de tráficos ilegales y a la diligente frecuencia de cursos de instrucción para el combate que generosamente les ofrecían los servicios secretos de Estados Unidos y de otros países europeos. Es en 1998 cuando madura la violencia militar que consiente a los diplomáticos ocuparse no de lo importante, sino de lo que “finalmente” es urgente. Considerando lo que ocurrió después -las masacres, limpiezas y contra-limpiezas étnicas, las víctimas de la guerra y el balance final- la guerra del Kosovo no parece distinta del resto de guerras balcánicas en las que los pretextos y la actividad diplomática sirvieron a menudo para que se precipitara la situación y se diera inicio a experimentos socio-políticos imposibles.

Pero Kosovo es mucho más que eso, y la diferencia se ve en los avatares post-bélicos. En esta última década el Kosovo se ha construido como un “no-estado” sobre una base mono-étnica, al que se le impide una soberanía nacional legítima y que es financiado y ocupado por fuerzas internacionales que no deben inmiscuirse con los asuntos locales, sean legales o ilegales. Todo aquel que se ha opuesto a esta construcción ha sido amenazado, eliminado o considerado como un criminal; todo aquel que ha favorecido la realización del proyecto ha sido bien retribuido e incluso premiado. El ejemplo del Kosovo se ha convertido en el paradigma del predominio de la lógica étnica y de los clanes sobre la del orden y la soberanía de los estados. En este sentido, ha puesto en compromiso el principio en que se fundan las Naciones Unidas. Además, Kosovo ha demostrado que es el primer ejemplo de una guerra moderna especialmente hipócrita y violenta: la guerra que jamás termina, que se disfraza de operación de paz; la guerra que no tiende a la victoria y a la estabilidad sino a la realización del caos, del colapso organizativo e institucional; la guerra que determina el derrumbe de los criterios fundamentales de la política internacional y de la propia ética política. Kosovo ha conseguido dar un nuevo significado a la balcanización, vinculado todavía al conflicto, pero ligado a la asimetría institucional que permite la ruptura de los equilibrios internos e internacionales, la alteración del equilibrio de poderes y del reparto de responsabilidades. Kosovo debería ser un ejemplo negativo y enseñar nuevas filosofías y actitudes ante los problemas internacionales, pero no se percibe ni voluntad de aprender ni de cambiar. Los hacedores y los escuderos de este Kosovo están orgullosos de ello y lo apoyan. La dinastía Clinton, que llegó a la guerra, gestiona esa diplomacia que antes de intervenir ha de asegurarse de que las cosas son urgentes. Holbrooke es el enviado especial en Afganistán y Pakistán, y su pupilo Hill es el responsable del área Asia-Pacífico, y será el próximo embajador en Iraq. Áreas todas ellas en las que se necesita de todo excepto urgencias.

Fabio Mini es general del Ejército Italiano, ex-comandante de la OTAN en Kosovo
Publicado originalmente en:
http://www.ilmanifesto.it/il-manifesto/in-edicola/numero/20090322/pagina/11/pezzo/245435/

Arizona dream, Iggy Pop & Goran Bregovic