martes, 28 de febrero de 2017

Liturgias reformistas para democratizar la pobreza

Cuando los resortes del poder nacen de la cima de las élites, hablamos de monarquía o dictadura. Si la iniciativa viene de abajo, de la conciencia colectiva de la muchedumbre, podemos estar ante una explosión revolucionaria. También existe un interregno donde el conflicto se atenúa a través de canales de compromiso o reforma, aunque siempre bajo la dirección tácita de la clase dominante. Todas las fórmulas apuntadas son susceptibles de parlamentarismo o democracia más o menos digna de tal nombre. El reformismo actual, quizá desde los albores de la sociedad como lugar de convivencia donde se dirimen las cuestiones políticas, se atiene a la máxima de Lampedusa, autor de El gatopardo, de que algo debe cambiar para que todo siga igual.

En el fondo se trata de un procedimiento en el que el orden establecido se empodera de sí mismo mediante concesiones menores hacia la inmensa mayoría (las clases populares), muchas de ellas solamente a nivel de discurso ideológico, apuntalando la categoría clase media (para crear complejidad ficticia a su favor), esa tierra de nadie que pretende emular a los de arriba (sin llegar nunca a alcanzar su estatus) al tiempo que denosta sus raíces familiares, a la gente de abajo, con la que guarda semejanzas sociales incuestionables debidamente distorsionadas por la publicidad y la propaganda con el fin último de ser usada como aliada de ocasión contra sus propios orígenes e intereses de clase.

En ese contexto social de incidencia mundial, de desigualdad creciente y afectación aguda de la crisis neoliberal del capitalismo a capas situadas estéticamente en la mitad de la pirámide social, crecen ideas extremistas de corte fascista junto a reivindicaciones populares de izquierda que manifiestan un hondo malestar a escala internacional. Las élites se defienden etiquetando como populismo a todo lo que se mueve contra la casta de arriba y los poderes hegemónicos. Se trata de una estrategia para mantener la virtud o verdad media en sus alforjas ideológicas.

No obstante lo dicho, el fascismo no es más que una opción más en tiempos de zozobra, caos y confusión económica y política de eso que hoy se llama, tal vez no de forma muy certera, la casta, los de arriba, ese uno por ciento maquiavélico de la cumbre social. Los fascismos y las izquierdas emergentes nacidas en el fragor de la crisis compiten por un mismo electorado, la defenestrada clase media. Sin embargo, no seamos ilusos: el establishment nos engaña a propósito cuando critica bajo cuerda las ideas de ultraderecha, que siempre preferirá antes que una victoria democrática de Bernie Sanders en EE.UU. o Podemos en España, solo por citar dos casos paradigmáticos de Occidente.

Trump o Le Pen son alternativas de urgencia de las multinacionales y el capitalismo para que los apestados de la sociedad (inmigrantes, mujeres, parados, desahuciados, rebeldes) no consigan tomar las riendas gubernamentales en ningún país. Igual que Hitler, Mussolini, Franco, Pinochet o Videla: si la cosa se pone cruda, estas figuras y sus émulos jamás pondrán en cuestión el beneficio empresarial y la explotación laboral. De ahí, que el reformismo sea una vía que busca la estabilidad o equilibrio inestable a toda costa, pintando fachadas de colores sin acometer obras en profundidad en las estructuras que sostienen el régimen vertical capital-trabajo.

Ser reformista es un comportamiento, en apariencia moderado, que juega las bazas de la tibieza y la equidistancia con el objetivo de calmar las expectativas de cambio de las mayorías sumidas en la pobreza, la marginación o la precariedad laboral, ese grupo heterogéneo de frikis sociales que levantan oleadas de emoción puntual en las gentes de bien, pero que en resumidas cuentas representan un peligro del que la clase media quiere huir sea como fuere.

Ese instante mental de duda interna que suele aparecer por generación espontánea, odiar al marginal o solidarizarme con él, puede decantar la alternativa de la mayoría silenciosa en un sentido reaccionario o progresista. Por eso, el reformismo usa de liturgias y discursos que intentan crear confusión deliberada en las masas y en la conciencia personal para que la toma de decisión última esté casi determinada y se decante a favor de la justa virtud media de la tradición moral y el statu quo. Ni populistas radicales de derecha o izquierda, mejor lo malo conocido (el sentido común de la sensatez centrista conservadora) que lo hipotéticamente bueno por conocer.

La liturgia reformista dibuja en su proceder los siguientes pasos. Primero se trata de sentir el suceso social como una manifestación natural imprevisible. La crisis afecta a todos sin distinción alguna y fue materialmente imposible atajarla. El primer consenso ya estaba en marcha: todos somos iguales en la crisis.

El segundo escalón nos llevaría a la comprensión de la situación creada. Hay que buscar culpables: los mercados, la avaricia de algunos delincuentes aislados. Con esta interpretación de los hechos, entra lo naturalizado y la maldad de unos pocos desalmados, se crea un estado de opinión fatalista que deja en las manos del discurso hegemónico la capacidad de tomar medidas excepcionales para erradicar la enfermedad como mejor entiendan los expertos que deba llevarse a cabo.

El tercer momento, el que ahora estamos viviendo o sufriendo en propia carne, es el de la activación de resoluciones y medidas para restablecer el orden y recuperar el impulso social. Cabría sopesar dos caminos muy alejados uno del otro, la vereda moral de la costumbre apegada a principios petrificados en los usos habituales o intentar una alternativa ética novedosa, postular colectivamente lo que se debe hacer no siguiendo los dictados de lo consabido. El reformismo siempre escoge la moral consuetudinaria, esto es, no moverse un ápice de las recetas que predican los valores de permanecer unidos (Dios, patria o rey y sus derivados semánticos) en el mejor de los mundos posibles, su mundo fetichizado y mercantilizado, sus beneficios y privilegios, su perspectiva clasista de la sociedad (siempre habrá ricos y pobres, buenos y malos, blancos y negros, mujeres y hombres, etc.).

Por esa razón, las respuestas a la crisis son quirúrgicas: cortar por lo sano, o sea, sajar derechos y libertades, poner fronteras al pobre, disparar al rebelde ético. La metáfora sanitaria entra por los ojos de todos los damnificados: eliminar la manzana podrida tiene buena prensa moral. Yo no soy una manzana pocha es el grito de cada cual: todos precisamos de la autojustificación para salir adelante. El demonio siempre es el otro.

El mayor enemigo de la liturgia reformista es la ética politizada de lo que debe ser, un salto cualitativo que saca la moral de su oscuro refugio reaccionario. Lo que debe ser casi nunca coincide con lo que es: provoca reflexión, duda, empatía, diálogo. Y todo ello es lo que quieren evitar las elites instaladas en la cúspide. ¿Diálogo con la chusma? No gracias, mucho mejor democratizar la pobreza: todos podemos ser pobres por infortunios de la vida. ¡Toma igualdad! Y si esta táctica falla, para eso están Trump o Le Pen. Y tantos otros liderazgos de la desesperación que se están incubando ahora mismo. Por si acaso, que jamás se puede domeñar con total seguridad a las masas hambrientas y sedientas a base de fútbol, telenovelas y consumismo barato. El monstruo puede despertar en cualquier instante.

Armando B. Ginés

lunes, 27 de febrero de 2017

El mundo feliz de Rajoy. La Comisión Europea ha desmontado el relato de hechos alternativos del presidente

¿Quién iba decir que sería la Comisión Europea quien desmontaría el relato de hechos alternativos de Rajoy? Con la oposición deprimida después de un año de exhibiciones de impotencia y entretenida en peleas familiares por las cuotas de poder, ha sido Bruselas quien ha desmontado el obsceno triunfalismo de Rajoy, con el informe que Claudi Pérez ha explicado en este periódico. Puede verse en ello cierto ejercicio de cinismo porque, al fin y al cabo, Rajoy ha seguido con disciplina las órdenes comunitarias y muchos de los desastres que la comisión describe son fruto de sus exigencias, empezando por la reforma laboral. Ya nos lo contó el libro de Job: ser el más obediente de la clase no siempre tiene premio, porque la arbitrariedad es la esencia del poder.

Los signos de recuperación que muestra España se correlacionan con los efectos de la medicina aplicada a la crisis: la fractura crece. Las clases medias se partieron por la mitad, los que salvaron trabajo y rentas, pasado el tiempo de pánico, vuelven a atreverse a gastar, y los que se hundieron y no han recibido otra expectativa que empleos precarios y salarios bajos, van de mal en peor. En síntesis, a pesar del crecimiento, con un Estado del bienestar que redistribuye hacia arriba, la desigualdad, la pobreza y la exclusión social no han dejado de crecer desde que llegó Rajoy. Y están en los máximos niveles europeos. 13% de los que tienen trabajo viven en riesgo de pobreza. Y, por si fuera poco, la comisión detecta poca prevención y mucha maniobra dilatoria frente la corrupción y dejadez en educación e I+D. Este es el mundo feliz de Rajoy.

La estabilidad política de la que alardea el presidente es una ficción que puede quebrarse en cualquier momento. No hay estabilidad sin recambio. El estado de parálisis en que vive el partido socialista, instalado a la sombra del PP, y la empanada mental que ha producido en Podemos la frustración por no haber coronado con la conquista del poder su fulgurante despegue, alejan la posibilidad de la alternativa. Un Podemos colocado en la estrategia de la excepcionalidad puede generar ruido, pero también ganar marginalidad y perder influencia.

En el PSOE la alineación de las primarias se perfila: a la derecha, Susana Díaz, en el centro, Patxi López, a la izquierda Pedro Sánchez, sin ningún signo de renovación. Y su flanco conservador ya lanza anatemas contra Pedro Sánchez por buscar la complicidad de los sindicatos y de Podemos. En toda Europa, los militantes socialdemócratas quieren partidos progresistas, porque para las políticas conservadoras ya está la derecha y a su vera la socialdemocracia languidece irremisiblemente. Lo que es seguro es que la izquierda desunida nunca gobernará.

https://elpais.com/politica/2017/02/22/actualidad/1487787734_107548.html

Conversación entre Luis García Montero y Juan Torres. Con motivo de la publicación del libro, Economía para no dejarse engañar por los economistas

Luis García Montero y Juan Torres se encuentran en el improbable terreno común entre poesía y economía con el nuevo libro del segundo como pretexto. Los granadinos se preguntan sobre la representación del mundo que construye el neoliberalismo, la mercantilización del ser humano y el olvido de los cuidados


Si uno se pregunta cuál es el opuesto de la poesía, sería posible que se respondiera "la economía". La asociación de esta ciencia social con lo inhumano, lo frío, e incluso lo despiadado se ha agudizado con los duros años de la crisis y el panorama que esta deja. Pero ni el poeta Luis García Montero (Granada, 1958) ni el economista Juan Torres (Granada, 1954) lo tienen tan claro. Con el libro Economía para no dejarse engañar por los economistas, firmado por el segundo, como pretexto, deciden encontrarse en un no tan improbable terreno común.

Luis García Montero. Aunque sea raro, he leído tu libro con ojos de poeta. Quizás sea que me interesa como poeta acercarme a la realidad, quizá sea que como ciudadano me gustaría que los números de los economistas no olviden la parte de poesía, de vínculo con el corazón humano, que tienen sus cuentas. Quizá es también que me ha llamado la atención el título de tu libro. Siempre digo que el trabajo de un poeta es preguntarse qué estamos diciendo cuando decimos "soy yo". En tu libro ha advertido una pregunta latente: ¿Qué digo cuando digo "soy economista"? ¿Es así?

Juan Torres. Creo que sí. Tengo la impresión de que cada vez es más necesario aclarar qué se es realmente cuando alguien dice "soy economista". Si lo dice un médico parece claro que se refiere a alguien que va a tratar de curarte, lo pueda conseguir o no. Y lo mismo pasa por lo general con la mayoría de las profesiones, desde la de un bombero a un ingeniero electrónico... Pero un economista puede hacerte un roto, un descosido o un buen zurzido y lo cierto es que la gente no suele saber de antemano lo que le va a ocurrir cuando un economista le dice lo que se debe hacer. Lo que he tratado de hacer es proporcionar los elementos de juicio que permiten que la gente sepa qué puede resolverle o qué puede estroperarle de su vida un economista cuando le habla.

L.G.M. Quizá por eso hay algunas palabras que son decisivas. La mirada de los seres humanos es siempre una cuestión de palabras. ¿Es la palabra depende una de las más importantes de tu libro?

J. T. Sin duda. Es lo primero que les digo a mis alumnos. Prácticamente cualquier pregunta que nos hagamos en materia económica tiene como respuesta, debe tener como respuesta, el depende . Porque, efectivamente, las respuestas dependen de cómo queramos que se resuelva la consecuencia distributiva que lleva consigo cada una de las posibles. Y también porque casi con toda seguridad dependan de las hipótesis de partida que asumamos (que no son indiferentes a lo anterior, lógicamente).

L. G. M. Preguntarse qué digo cuando digo "soy yo", supone una puesta en duda de las esencias, los dogmas y las leyes objetivas en todo lo que tiene que ver con la historia. La subjetividad se produce. He repetido muchas veces como poeta, al indagar en la raíz de los sentimientos, una frase de Carlos Marx : "La producción no produce un objeto como sujeto, sino un sujeto para el objeto". Tú citas esa frase en tu libro. ¿La economía produce una manera determinada de subjetividad o de cultura? ¿Los economistas neoliberales son conscientes de eso y buscan la extensión de una determinada cultura?

J. T. Estoy seguro de que es así. No puede serlo de otro modo. ¿Cómo no va a producir una subjetividad determinada o una cultura el hecho de que una parte de nuestras vidas, y por tanto nuestra vida como tal, se haya convertido en una mercancía? Los neoliberales lo sabían y por eso Margaret Thatcher decía con toda sabiduría que lo importante no es la economía, lo prioritario —decía— es cambiar el corazón, el alma. No se puede entender lo que está pasando en los últimos cuarenta años, las políticas neoliberales, sin entender el cambio cultural y de subjetividad, civilizatorio, antropológico, que se ha conseguido impulsar e imponer.

L. G. M. La cultura de una economía de mercado rotunda, sin límites éticos, tiende a la mercantilización del todo. ¿Acabamos los seres humanos convertidos en una mercancía? ¿Podemos llegar a autoconcebirnos como mercancía?

J. T. La primera pregunta tiene como respuesta un sí claro. Pero tengo dudas sobre la segunda pregunta. ¿Nos autoconcebimos como mercancía? Ya no lo sé con seguridad. Creo que se produce una especie de distorsión cognitiva sobre nuestra propia expresión humana. ¿Cómo nos vemos, o cómo han conseguido que nos veamos? No sé contestar con seguridad. Sí creo que han logrado que nos "ensimismemos" (no sé si esta palabra existe), que nos veamos como átomos, como individuos ("No hay sociedad, hay individuos", de nuevo Tatcher), que no seamos capaces de percibir que lo que nos sucede le sucede también a quien tenemos a nuestro lado, justo para que no nos unamos, para que no descubramos que sufrimos problemas comunes, para que no busquemos al otro o a la otra y para que no necesitemos su presencia y su contacto, su ayuda. Nos han convencido de que no tenemos empleo porque no tenemos empleabilidad, porque no hemos invertido lo suficiente en nosotros mismos... y no porque hay determinadas políticas que lo provocan y que, por tanto, son las que hay que cambiar, no actuando individualmente sino colectivamente. Por eso el neoliberalismo es, sobre todo, soledad, diferencia, silencio, incomunicación.

L. G. M. ¿Y el tiempo? Tengo la impresión de que vivimos en un tiempo de usar y tirar. Se pierde la memoria, se practica el olvido, se exalta el instante, triunfan los sentimientos adánicos, los líderes se presentan como los únicos inventores de un mundo nuevo, se pierde el compromiso con el futuro sostenible del mundo. ¿Es posible mercantilizar el concepto del tiempo hasta convertirlo en un objeto de usar y tirar?

J. T. Acabo de publicar un artículo sobre este asunto en el que recuerdo la tesis de la sociedad del espectáculo de Guy Debord . Nos han convertido la existencia en un espectáculo que en realidad es una relación social enajenada que nos lleva a vivir en un estado de falsedad sin réplica y sin futuro posible, en un constante presente. El tiempo, como transcurso sobre el que los seres humanos podemos actuar para transformar las condiciones de nuestra existencia ha desparecido.

L. G. M. Considero que la literatura es uno de los mayores refugios contra la mercantilización del ser humano y de la ideo del tiempo. La dimensión narrativa, la poesía como memoria, mantiene el peso de la historia en nuestra conciencia. Eso está relacionado también con el peso de la ética y de la compasión a la hora de comprender que el otro no es un objeto de usar y tirar. ¿Te ha ayudado la literatura en tu trabajo? ¿Forman parte de tu formación como economista las lecturas de novelas, libros de poemas, el gusto por el teatro o el cine?

J. T. La literatura también se ha mercantilizado y nos llevaría lejos el debate de si ha sido para bien o para mal. Pero llevas razón en que, con independencia de ello, la narración, la memoria que se escribe o se canta, el testimonio de la vida sentida que es la literatura es una fuente, también, de conocimiento, o una referencia inexcusable para que éste sea auténtico, lo que equivale a decir, creo yo, humano. Yo, desgraciadamente para mí, no he podido ser un buen lector de literatura porque he tenido que leer mucha información profesional y, además, dedicarle tiempo a escribir. Pero, al menos, siempre me ha gustado dejar testimonio precisamente de que la literatura es un refugio, por utilizar tu término que me parece tan apropiado. En mi manual de economía ( Economía Política, Pirámide, 2015) que es donde posiblemente he plasmado mejor lo que sé (que es poco) cada capítulo comienza con una cita literaria, de Mutis , Ana María Matute, Luis Sepúlveda, Joseph Conrad, Cervantes, Neruda ... Vienen tan a propósito de los farragosos asuntos económicos de los que trato que algunas personas me han asegurado que yo me inventaba las citas, de tan ajustadas como resultan. Pero no es verdad, son completamente fieles, literales. El capítulo en el que explico cómo es la actividad económica, cómo funciona la distribución y qué problemas provoca, lo empiezo con un párrafo de La torre vigía en el que Ana María Matute habla del reparto de los muslos y alones entre muchachos que "opinaban de muy distinta manera sobre la equidad requerida en estos casos y por tal motivo sus divergencias subían rápidamente de tono y llegaban a límites peligrosos". Y el último capítulo, dedicado a las políticas económicas contemporáneas, comienza con una cita de La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza : "Cada uno puede sustentar la teoría económica que más le plazca, dijo, pero lo que hay que hacer es lo que hay que hacer". No lo dice el economista, es la vida plasmada en las novelas o en la poesía.

L. G. M. De aquí paso a la importancia de los cuidados. Kenzaburo Oé me hizo meditar sobre la relación entre la literatura y los cuidados. Tuvo un hijo con una deficiencia grave y aprendió a cuidar mucho las palabras para entenderse con él. Eso marcó su literatura. Una de las mejores reivindicaciones de la economía alternativa, que está muy presente en tu libro, es la de valorar los cuidados, ese sostén social que no se cuantifica en el PIB. Me interesa este aspecto por una doble cuestión. La desconsideración de los cuidados es uno de los motivos principales de la desigualdad. Y además, pienso que deberíamos ser capaces de fundar un discurso basado no en la ley del más fuerte, sino en el reconocimiento de nuestras debilidades como seres humanos y sujetos sociales. ¿Es posible una economía del amor?

J. T. Si la economía es, como yo creo que debe ser, la del oikos, la que nos proporciona el sustento y la que nos permite ser más o menos felices, no puede ser otra que una economía del amor. Vivimos, por el contrario, en una economía de la muerte, lo dice el propio papa Francisco : la economía liberal mata. Se crea escasez o desempleo de modo artificial, premeditado. El capitalismo fabrica el sufrimiento y necesitamos vivir del amor.

L. G. M . Los poetas utilizaron la metáfora durante mucho tiempo como una operación de audacia para crear un mundo estético abstracto, separado del mundo real. Cada vez me identifico más con un posible camino de vuelta, con la búsqueda de metáforas que ayuden a mirar la realidad de carne y hueso que late bajo las realidades virtuales. ¿Eso es posible en la economía? Sin llegar al trueque primitivo o al simple valor de uso, ¿es posible acercar la economía a lo real, a la producción real de riqueza, limitando el campo infinito de las especulaciones abstractas? En cualquier caso, recuerdo contigo los versos de Machado : "sólo el necio / confunde valor y precio".

J. T. Es una interesante idea. Tus palabras me hacen preguntarme si el modelo de competencia perfecta, por ejemplo, no es sino una simple metáfora concebida justamente para separarnos del mundo real. La economía convencional es efectivamente una especie de cuento: no es real el homo oeconomicus , ni el mercado de competencia perfecta (en el que la información es perfecta y gratuita para todos los que intervienen en él), los indicadores al uso sólo reflejan una parte de la vida económica, la mayoría de los economistas no aspiran a reflejar la realidad en sus modelos... Sin embargo, se abre paso una concepción de la economía que yo creo que precisamente se caracteriza por tratar de situarse en la epidermis de los seres humanos por decirlo de alguna manera, en su piel, alrededor de los problemas que sufren. Cada vez cuesta menos entender que la economía es lo que tiene que garantizar la vida, el bienestar de la gente, la felicidad.

L. G. M. En las ideas dominantes sobre la poesía, las modas tecnocráticas han intentado imponer algunos descréditos: el descrédito de los sentimientos, el descrédito de la política, el descrédito de la voluntad de comunicación y diálogo con los lectores. No sé si eso afecta también a la economía. ¿Hay intereses en hacernos olvidar que la economía es un discurso político, en el que deben tenerse en cuenta los sentimientos humanos y la opinión de la ciudadanía?

J. T. Hace tiempo que eso ocurrió. La economía era Economia Política y pasó a ser Economics, un término que de traducirse correctamente debería ser "lo económico", es decir, un mundo neutro, abstracto, aislado, en donde hay seres que en son meros agentes maximizadores, homo oeconomucis pero no homo sapiens , individuos que se limitan a elegir... y, por supuesto, donde no está la política entendida como el espacio común, ni el poder, ni la sociedad, ni los otros. Claro que interesa que eso sea así. La batalla más importante que tenemos por delante es hacer ver a la gente que las cuestiones económicas se resuelven mediante decisiones políticas y que, por tanto, debemos tomarla entre todos. O, dicho de otro modo, lograr que la democracia alcance también a las cuestiones económicas. El camino en el que estamos, sin embargo, es el contrario: para evitarlo lo que están haciendo es justamente desmantelarla.

L. G. M. Creo que el primer ámbito de compromiso de un ciudadano es su oficio. Este libro tuyo es un ejemplo de que comprometerse socialmente es darle un valor social a nuestros oficios. ¿Es tan importante saber estar como saber levantarse de una silla o saber bajarse a tiempo de una embarcación trucada? ¿El ser cívico es una decisión sobre el estar?

J. T. Yo me salí del barco hace tiempo. He escrito, creo que literalmente hablando, cientos, igual miles de páginas sobre la crisis económica, he analizado lo que ha pasado en la economía mundial y en la española en los últimos decenios, lo que he escrito lo han leído docenas de miles de personas y creo haber influido en lo que ha pasado a mi alrededor con ese pensamiento (tengo en mi despacho la foto de jóvenes del 15M manifestándose levantando en sus manos mi libro Hay alternativas ) pero nada de eso tiene el más mínimo valor (¿o tendría que decir precio?) en el ámbito académico. Desde el punto de vista de los parámetros que se usan para valorar la productividad y la excelencia académicas lo que yo hago y escribo no sirve absolutamente para nada. Si fuese un joven empezando la carrera universitaria no tendría futuro ninguno. Yo me bajé del barco porque no me interesa escribir para que nadie me lea y porque creo que, aunque no me valoren nada lo que hago, es más, aunque me penalicen por hacerlo, tiene utilidad social. Por hacer lo que hago tengo que dar más horas de clase (como si eso fuese un castigo), no puedo estar en los tribunales que seleccionan a los catedráticos y dentro de poco seré un marginado en la carrera académica. Pero me compensa hacer estas otras cosas. Para mí, estar aquí donde estoy y hacer esto que hago es un imperativo moral. Y además disfruto haciéndolo.

L. G. M. Y unas preguntas finales. Después de leer tu libro, de recordar la situación miserable del mundo, la acumulación de riquezas en manos de una minoría, ¿por qué nos dejamos manipular políticamente? ¿Cómo se comulga con tantas ruedas de molino? ¿Es posible unir los sueños de la poesía a una actitud política que permita tomar decisiones económicas al servicio de las mayorías? ¿Es posible que lo poético deje de ser una algarabía utópica en manos de solitarios, iluminados o profetas? ¿Es posible una poética de lo real?

J. T. Desde el momento mismo en que me lo estás preguntando y hablamos de esto ya lo estamos haciendo posible. ¿Cómo se podría haber acabado con la esclavitud sin los primeros esclavos que, ateridos de miedo, no hacían nada más que pensar, tirados en su jergón y sin ni siquiera abrir sus ojos, que ellos no querían ser esclavos? Quizá no hicieron nada más que eso, llorar en silencio sin atreverse a decir en voz alta ni a nadie lo que pensaban. Pero ahí estaba el germen de todo lo que vino después. Quienes dominan el mundo dedican mucho tiempo, recursos y atención a lograr que esa dominación se mantenga. Es normal que consigan que se comulgue con ruedas de molino. Y creo que lo consiguen porque en el otro lado no hay una conciencia semejante de que hay que convertirse en motores del cambio.

* Luis García Montero es poeta y profesor de Literatura. Su último libro, Un lector llamado Federico García Lorca (Taurus, 2016).

Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/los_diablos_azules/2017/02/17/conversacion_entre_luis_garcia_montero_juan_torres_61267_1821.html

domingo, 26 de febrero de 2017

_- Einstein. Por qué destacó como científico, según su biógrafo más reciente, David Bodanis



_- Einstein tenía tres grandes rasgos de carácter.

1. Persistencia.
"No podría ser más hábil que otros científicos", le gustaba decir, "pero tengo la persistencia (la terquedad) de una mula". Si construía una casa de naipes y se desplomaba, el joven Einstein suspiraría y empezaba de nuevo, dice su biógrafo David Bodanis.
Resultado de imagen de Einstein fotossDuró muchos años en una oficina de patentes en Suiza, incapaz de conseguir un trabajo como profesor de escuela secundaria, mientras que en el primer cajón de su escritorio había cuatro trabajos recientemente terminados - dos de los cuales eran Relatividad Especial y E = mc2 (La Energía es equivalente a la masa por la velocidad de la luz -C- al cuadrado) . Continuó con su trabajo hasta que la gente lo notó (lo apreció, entre ellos Max Planck,  catedrático de física alemán que trabajaba en Berlín)

2. Piel gruesa.
En segundo lugar, Einstein tenía una piel gruesa. Un mal comentario, aún en susurro, puede destrozar a la mayoría de los mortales, pero en 1920 hubo un mitin anti-Einstein en la Ópera de Berlín, donde la gente se oponía a la "ciencia judía". Más tarde aún, en 1933, los estudiantes altamente elitistas de Göttingen, una de las más grandes universidades del mundo en ese momento, quemaron sus libros.

3. Nobleza.
En tercer lugar, era intrínsecamente noble. Tenía una gran conciencia para sus compañeros humanos, y usó una buena cantidad de sus ingresos y otros fondos recaudados para sacar con seguridad a la gente de Alemania para América.

Sensible.
A pesar de tener la piel gruesa, no era insensible -tenía una gran sensibilidad para la humanidad en su conjunto. Aunque el FBI no le permitió formar parte del equipo que construyó la bomba atómica, el trabajo de Einstein y la carta dirigida al Presidente Roosevelt allanó el camino para construir la tecnología.

Pena por el lazamiento del arma atómica sobre Japón.
Cuando escuchó que los Estados Unidos habían dejado caer la bomba sobre Japón, sufrió un gran disgusto y dijo: "Si lo hubiera sabido no habría levantado ni un dedo". En el libro más reciente de David Bodanis lo cita como el que fue para el propio Einstein su mayor error.

Lucha por la paz.
A partir de ahí formó parte de grupos pacifistas contrarios al armamento atómico y se manifestó en múltiples ocasiones con ellos. Por ello el FBI le tenía una gran cantidad de informes sobre esas actividades.

http://bigthink.com/videos/david-bodanis-on-einstein-and-his-persistence-and-regret?utm_source=Big+Think+Weekly+Newsletter+Subscribers&utm_campaign=1e6f13d604-WeeklyNewsletter020117&utm_medium=email&utm_term=0_6d098f42ff-1e6f13d604-38133098

1. Introducción
Einstein reverenciaba el recuerdo de sus grandes predecesores en física. En su casa en Princeton, tenía un retrato de Newton sobre su cama y retratos de Faraday y Maxwell en su estudio [1]. En las conmemoraciones, Einstein sintia un homenaje a los científicos y se tradujo mejor esforzándose por comprender a qué estaban apuntando, cómo pensó y luchó con sus problemas ". Esto concuerda con un credo afín de Gerald Holton [2] que he defendido durante mucho tiempo a los estudiantes. Por lo tanto, parecía apta, cuando invitado a participar en esta conferencia, para centrarse en Einstein como estudiante.

Mi trabajo está dirigido a tres audiencias supuestas.
Primero, para muchos serios estudiantes que encuentran la transición de neófito a Ph.D. científico un viaje desalentador.
Que se sienta alentado al ver que fue duro incluso para Einstein, a pesar de su inmenso talento y pasión por la ciencia.
En segundo lugar, a la facultad sincera preocupada por lo típico Ph.D. los programas se han convertido en un mal definido y, a menudo desmoralizador y rutinario, poco adecuado para fomentar la creatividad de los estudiantes. Puedes encontrar esos aspectos de la historia de Einstein resultan útiles para presionar por las reformas.
Tercero, para cualquier persona curiosa sobre la gestación de ideas que permitió a Einstein sacar a luz en 1905 aquellos "huevos de oro" de la época, junto con su tesis de Ph.D.  ¿Puedes discernir pistas sobre enfoques que pueden ser emulados por mortales menores?

Los propios comentarios y correspondencia de Einstein nos dicen mucho sobre su años de estudiante y una gran cantidad de destacados historiadores de la ciencia y biógrafos tienen muchos libros y ensayos interesantes. En este documento simplemente muestra parte de esta amplia mezcla heterogénea. En lugar de construir un ensayo narrativo, invito a los lectores escanear cronologías de "autoservicio" [3], anotadas en cuatro etapas: Einstein época escolar, que se extiende hasta los 17 años; sus cuatro años en un programa de formación docente en el Instituto Politécnico Federal Suizo en Zurich [4]; sus primeros dos años como un estudiante graduado, desesperado por encontrar un trabajo estable; y sus primeros tres años como examinador de patentes en Berna, incluido su Annus Mirabilis. Para cada etapa, animé la cronología con algunas citas, principalmente de Einstein o sus contemporáneos.

Después de comentar algunos aspectos de sus primeros trabajos, ofrezco mis puntos de vista sobre las lecciones de la empresa académica de hoy deben tomarse de la saga de Einstein. (Tomado de https://web.archive.org/web/20120612055940/http://www.chem.harvard.edu/herschbach/Einstein_Student.pdf)

sábado, 25 de febrero de 2017

El INTI desarrolla inodoros y mingitorios secos. Cómo funcionan. Detalle del consumo en los baños Baños sin agua, una realidad de la tecnología argentina

Un baño totalmente seco todavía no es tecnológicamente posible. Es decir, que no utilice agua. Sobre todo por las necesidades de lavado. Sin embargo, inodoros y mingitorios ya han alcanzado esa posibilidad.

El punto es crucial especialmente en lugares en donde el agua potable es escasa. Sobre todo porque, para la limpieza de esos artefactos se usa agua potable, diseñada y acondicionada para ser bebida. Un verdadero derroche.

Cada vez que se utiliza, un inodoro se traga entre 8 y 10 litros. En un departamento para dos personas se usaría 20 veces al día. Lo que en un año da un desperdicio de no menos de 70 mil litros. El caso de los mingitorios públicos es peor: los expertos aseguran que utilizan 100 mil litros en el año.

Frente a este panorama, el Programa de Tecnologías Sustentable del INTI viene trabajando en el diseño y aplicación de sistemas de saneamiento sustentables, entre ellos baños y urinales secos.

Estos innovadores sistemas podrían dar solución a las necesidades de casi la mitad de los habitantes del territorio nacional que carece de conexión a la red cloacal. Unos 20 millones de personas.

A mediados del mes pasado, en la sede central del INTI, fueron inaugurados dos mingitorios secos, convirtiendo al organismo en el primer organismo nacional en implementar esta tecnología verde. “Hoy vemos la implementación de saneamientos secos como una solución para las poblaciones que no tienen acceso al agua o a un sistema correcto de tratamiento de los efluentes del baño. Sin embargo, la iniciativa también impulsa la creación de proveedores locales de estos artefactos”, indicó Jorge Schneebeli, responsable de la Gerencia de Proyectos Especiales INTI.

A simple vista, los mingitorios secos son iguales a los tradicionales pero no requieren una fuente constante de agua, no tienen problemas de olor, no atraen insectos y son fáciles de limpiar.

Existen distintos diseños de trampa de olor, los mingitorios instalados en el auditorio del INTI cuentan con un cartucho plástico que contiene un líquido con una densidad menor a la orina. Esta sustancia siempre queda por encima de la orina y así evita las evaporaciones de olores. Su formulación hasta el momento no se desarrolla en el país, pero el Centro INTI-Química está trabajando en diversas formulaciones para sustituir la importación de este producto. Otra ventaja de los dispositivos es que pueden ser construidos con materiales disponibles localmente.

Sobre su valor de fabricación, los expertos indicaron que el costo de producción de estos mingitorios se equipara a los costos de los mingitorios tradicionales.

La diferencia se muestra en el ahorro de agua, el menor costo de tratamiento (al minimizar el volumen del efluente) y el potencial que presenta la recuperación de los nutrientes como nitrógeno y fósforo contenidos en la orina.

En cuanto al desarrollo de nichos de mercado a nivel local, el gerente de Comercialización del INTI, Juan Pedro Córica, destacó: “Este tipo de tecnologías está siendo adoptada en el mundo, por lo cual las ventajas están claras. En la Argentina necesitamos poner a disposición los beneficios del sistema, sus costos y potencialidad, para que el producto despierte interés en los fabricantes y futuros usuarios”.

En la actualidad, en países como Alemania o los Estados Unidos, los urinales secos son una alternativa implementada en áreas públicas como hoteles, estaciones de servicio, estaciones de tren o shopping center. El ahorro de agua en inodoros y mingitorios es crucial, por el alto consumo que tienen estos dos artefactos en comparación a otros de uso diario.

Por caso, una ducha de 10 minutos gasta aproximadamente 100 litros de agua. En un año, dos personas podían consumir la misma cantidad que requiere el inodoro.

Para tener una idea del gasto diario que ocasiona cada actividad cotidiana, hay que considerar que cepillarse los dientes con la canilla abierta consume 5 litros de agua; lavar el auto con manguera, 12 litros por minuto; lavar los platos, 50 litros, en tanto que una canilla goteando puede consumir 50 litros al día. Y el peor de todos los casos: una carga de lavarropas consume 200 litros.

El INTI también desarrolla la tecnología de inodoros secos, un sistema de saneamiento aplicable a instalaciones hogareñas, industriales, públicas y comunitarias. El diseño de estos artefactos está basado en la separación desde el origen de la materia sólida y líquida, la operación sin agua y la existencia de cámaras ventiladas o contenedores para el almacenamiento y tratamiento de los residuos. Hay muchos ejemplos exitosos de esta tecnología en el Perú y Sudáfrica.

Los baños secos con separación de líquidos fue promovida originalmente para el manejo seguro de los residuos, pero el foco fue cambiando hacia crear un inodoro versátil que se pueda usar en distintos contextos geográficos y económicos.

La principal ventaja de los baños secos con separación de líquidos, comparados con las letrinas secas convencionales, es que convierten los desperdicios en un residuo seco y sin olor. Esto, además de liberarlos de insectos, suma el hecho de que una vez que el contenedor de desperdicios se llena, el manejo de las materias sólidas es mucho más simple e inofensivo.

Además, el riesgo de contaminación acuífera se ve minimizado a través de la contención segura de los sólidos en cámaras enterradas, lo que también permite la construcción de estos inodoros en lugares donde los sistemas basados en pozos no son apropiados.

Los baños secos pueden ser construidos con dos cámaras de deshidratación adyacentes o una sola cámara con contenedores intercambiables. Algunos baños secos (con separación de líquidos) optan por incluir lombrices en la o las cámaras de deshidratación para la reducción del volumen a tratar y conformación de humus de lombriz. En el INTI señalan que un ejemplo de estos baños secos existe en la ecovilla Gaia en Navarro, Provincia de Buenos Aires, una experiencia que está en proceso de sistematización.

Fuente:
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Banos-sin-agua-una-realidad-de-la-tecnologia-argentina

viernes, 24 de febrero de 2017

Software libre para proyectos de la economía social

Charo Rueda
blogs.20minutos.es

Coopdevs es una asociación catalana formada por personas que de forma voluntaria y sin ánimo de lucro colaboran para crear soluciones tecnológicas para fomentar y promover la economía social.

Se constituyó hace ahora un año, en febrero de 2016, aunque su recorrido comenzó en 2012 y ha recogido el esfuerzo de muchas personas que han dedicado sus energías (tanto técnicas como creativas) a los distintos proyectos que se han ido poniendo en marcha.

Sus promotores creen firmemente en el software libre y código abierto (open source) que son la razón principal para elaborar sus proyectos y contribuir así al ecosistema open source, señalan.

Los proyectos de Coopdevs están orientados a facilitar y promover áreas de la economía social que necesitan herramientas tecnológicas para solucionar sus necesidades específicas, sean estas logísticas, de gestión y/o administrativas.

Como algunos sectores de la economía social, especialmente el sector asociativo, se encuentran con problemas para solucionar sus necesidades cotidianas de gestión y administración, con los recursos que cada entidad puede dedicar, Coopdevs les ofrece soluciones tecnológicas que facilitan esas tareas.

Así, contribuye al fomento de la economía social a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

Para conseguirlo, proponen objetivos específicos tales como permitir al ecosistema de la economía social enfocarse en sus propios objetivos y dedicar menos recursos a la creación de sus propias herramientas de trabajo o facilitar la creación de nuevas entidades eliminando el elemento potencialmente bloqueante y permitiendo a las nuevas entidades heredar toda la experiencia y las buenas prácticas de las otra entidades que contribuyen a mejorar las herramientas de gestión.

También, facilitan la comunicación entre desarrolladores y usuarios de los distintos proyectos y ofrecen la posibilidad de compartir entre todos los gastos de realización y mantenimiento de las distintas herramientas.

Los sectores sobre los cuales Coopdevs está concentrando su trabajo son los de los bancos del tiempo y los grupos de consumo.

TimeOverflow es el software que han desarrollado para los bancos de tiempo y que ofrecen como servicio gratuito. Facilita el trabajo administrativo a los equipos de gestión de los bancos de tiempo y, por otro lado, facilita la interacción y el intercambio de servicios entre los miembros de un banco.

“Mejorar la herramienta TimeOverflow tiene un impacto directo en la interacción social entre vecinos y eso nos motiva –dicen- a seguir dedicándole todos nuestros esfuerzos”.

En el caso de los grupos de consumo, Coopdevs trabaja en Katuma, una herramienta que facilita la creación y la gestión de los grupos de consumo. Una alternativa económica sostenible en comparación a la gran distribución y al uso de intermediarios comerciales en general, que pueden utilizar grupos de consumo colaborativo para gestionar sus compras a productores locales.

Fuente:
http://blogs.20minutos.es/capeando-la-crisis/2017/02/17/software-libre-para-proyectos-de-la-economia-social/

jueves, 23 de febrero de 2017

Marx y la cuestión de la prostitución

Saliha Boussedra
http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com

En oposición a las corrientes "regulacionistas" que defienden la prostitución como un trabajo legal y compatible con el pensamiento de Marx, el análisis de sus escritos revela que para él no existe emancipación posible en la actividad prostitucional.

El regulacionismo sostiene que la actividad ejercida por las prostitutas debe gozar de un reconocimiento oficial con el fin de conseguir su integración en el régimen general de la seguridad social, ya sea como trabajadoras asalariadas o como autónomas. Un sector de la corriente regulacionista reconoce que la prostitución no es la actividad idónea para la auto-realización personal, pero que tampoco es peor que el trabajo de una obrera.

Este razonamiento regulacionista conduce a pensar que la única diferencia entre ambas actividades es que una es legal y la otra no (1). Se recurre también al análisis marxista del trabajo asalariado para afirmar que la prostitución debe ser legalmente reconocida para que las mujeres que la ejercen puedan mejorar sus condiciones en el ejercicio de esa actividad.

Trabajo concreto, trabajo abstracto
El hecho de atribuir a Marx una posición regulacionista se basa en realidad en ciertas confusiones sobre la concepción marxista del trabajo. Para empezar, las corrientes regulacionistas pasan por alto no sólo la dimensión históricamente determinada del modo de producción capitalista, sino también el doble carácter del trabajo en ese modo de producción capitalista. Cuando Marx analiza el trabajo desde un punto de vista antropológico, vemos que es imposible separar la actividad productiva humana tanto de los individuos que la realizan como de los medios de trabajo (herramientas y materiales) como del producto de esa actividad.

Esta dimensión que define el "trabajo concreto" se da en todas la sociedades y en todas las épocas. Sin embargo, Marx nos revela una segunda dimensión del trabajo que es específica del modo de producción capitalista: el "trabajo abstracto". Esta dimensión reduce el trabajo a una mera producción de valor de cambio, independientemente de la actividad, de los medios de producción y de los productos concretos. Dado que el regulacionismo no tiene en cuenta estas distinciones, interpreta a su manera la noción de "trabajo abstracto" para considerar la prostitución como trabajo. El regulacionismo, desde un enfoque impregnado por el modo de producción capitalista, proyecta sobre ciertas relaciones sociales y humanas el punto de vista propio del capital.

Así, a través del concepto marxista de "trabajo abstracto" -aunque sin nombrarlo-, el regulacionismo promociona la mercantilización de una gran cantidad de actividades productivas humanas aún no acaparadas por el capital y reivindica una extensión legal del trabajo abstracto en la que poder incluir la actividad prostitucional, promoviendo ni más ni menos que el mercado regule y se haga cargo de la actividad sexual. En esta batalla, superar el reto del derecho y la legalidad constituye una etapa importante para el capital en su empeño por allanar el camino a esta forma de explotación.

Actividad sexual venal y trabajo abstracto
A propósito de la definición de trabajo abstracto, Marx escribió: «Si prescindimos del carácter determinado de la actividad productiva y, por tanto, del carácter útil del trabajo, vemos que éste queda reducido a un mero gasto de fuerza de trabajo humana. Aunque se trata de dos actividades productivas cualitativamente distintas, el trabajo textil y el de confección son ambos un gasto productivo del cerebro, los músculos, los nervios, las manos, etc., y en este sentido uno y otro son trabajo humano» (El Capital, Libro I).

En ese «etc» es donde el regulacionismo pretende incluir el sexo según la concepción marxista del trabajo abstracto. Una inclusión cuando menos osada. Si ese gran pensador del trabajo que es Marx hubiera tenido que integrar el uso mercantilizado de las partes íntimas del cuerpo, desde luego no lo habría dejado implícito en un «etc.». Abordando ya de manera específica la cuestión de la prostitución, constatamos que la actividad prostitucional -de todos los «trabajos humanos» de los que habla Marx- es la única y exclusiva actividad en la que lo que se vende es precisamente aquello que no se vende en ningún otro trabajo.

Si las personas que trabajan «alquilan su cuerpo» al capitalista (con sus músculos, sus nervios, su cerebro, etc.), la mujer prostituida es la única que autoriza el acceso a las partes íntimas de su cuerpo, excluidas de la venta de la fuerza de trabajo del conjunto de trabajadores y trabajadoras de los que habla Marx.

La prostitución es por consiguiente la única actividad en la que el alquiler del cuerpo del individuo incluye una o varias partes del cuerpo cuyo acceso está formalmente prohibido en todos los otros trabajos. Vemos, pues, cómo la prostitución se aparta radicalmente y de manera específica del conjunto de «trabajos humanos» a los que se refiere Marx en el Libro I de El Capital.

Prostitución y lumpenproletariado
Además, el regulacionismo omite mencionar que Marx habló explícitamente de la prostitución. Si en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 parece que Marx no dice nada sobre la cuestión de la prostitución, en otros textos posteriores sí que podemos extraer una posición constante de Marx relativa a esta cuestión. Ya sea en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, en La lucha de clases en Francia o en el Libro I de El Capital, constatamos que la prostitución está sistemáticamente incluida en lo que Marx llama lumpenproletariado.

El lumpenproletariado, según Marx, está constituido por ese proletariado más empobrecido que no posee ya ni la fuerza de trabajo y por individuos desclasados que abandonaron la lucha de clases y dejaron de oponer resistencia.
Según Marx, es el enemigo histórico del proletariado, aunque en parte emane de él. El lumpenproletariado se compone generalmente de «una masa claramente desligada del proletariado industrial, una cantera de rateros y delincuentes de todas clases que viven de los despojos de la sociedad, individuos sin profesión fija, vagabundos, gente sin oficio ni beneficio, que difieren según el grado de cultura de la nación a la que pertenecen, pero que nunca reniegan de su carácter de lazzaroni (2)» (La lucha de clases en Francia, K. Marx).

Si las prostitutas forman parte o no de esta categoría de individuos, lo único que podemos decir aquí es que, por una parte, la prostitución no pertenece al registro de la definición «positiva» del trabajo, es decir, no constituye una autorrealización para el ser humano, y por otra parte, se manifiesta como algo «distinto» al proletariado. Tampoco pertenece a la definición «negativa» del trabajo tal como se da bajo la égida del capital (es decir, trabajo pagado por el capital). E incluso aunque Marx conoce formas de prostitución remuneradas por el capital y se puedan asimilar a «trabajo productivo» -como ocurre en los burdeles que Marx evoca a título de ejemplo en Teorías sobre la plusvalía-, no significa que la integre en el dominio del trabajo. Incluso cuando Marx se refiere al "sedimento más bajo" (3) y describe las capas más sometidas de trabajadoras y trabajadores en el Libro I de El Capital, no incluye en ellas la categoría de «prostituta».

A este respecto, conviene leer atentamente el siguiente extracto de La lucha de clases en Francia: «De la corte al oscuro café, tenía lugar la misma prostitución, el mismo descarado engaño, la misma sed de enriquecerse, pero no produciendo, sino haciéndose astutamente con la riqueza ya existente de otros». Marx invoca aquí una sed de enriquecimiento que no tiene nada que ver con la producción, sino con el robo, el engaño, etc., una sed compartida tanto por la alta burguesía como por el lumpenproletariado. Sin embargo, no se puede decir que la prostituta «robe» al cliente ni que el cliente «robe» a la prostituta. Entonces, ¿en qué se basa Marx para hacer esta clasificación?. Se pueden seguir varias pistas para interpretarlo.

Es posible que para Marx la prostitución, como ocurre también con el crimen, sea el grado máximo al que el capital es capaz de reducir la vida humana. Si la prostitución, desde el punto de vista capitalista, puede ser equiparada a la actividad del criminal (del que Marx dice en Teorías sobre la plusvalía que es un «productor» en el sentido que da trabajo a personas del sector de la judicatura, de la cerrajería, de la criminología y del campo de la ciencia, etc.), ambas son actividades en las que el individuo ha aceptado aquello a lo que el capital quiere reducirlo, desposeyéndolo no sólo de las condiciones objetivas que le permiten llevar a cabo su actividad, como ocurre con el proletariado, sino también de todos los elementos que constituyen la base de su «humanidad».

El individuo del lumpenproletariado es, en cierto modo, quien «ha cedido» en su humanidad, quien ha abandonado la lucha y la resistencia en la actividad productiva, «esa tremenda y sin embargo fortalecedora escuela del trabajo» (La Sagrada Familia). Es esa persona que, dispuesta a vender todo de sí misma, se encuentra en «la situación del proletariado arruinado, el último grado en el que cae el proletario y la proletaria que han dejado de resistir a la presión de la burguesía» (La ideología alemana).

De ahí que podamos extraer que no existe, según Marx, ninguna perspectiva de emancipación en la actividad prostitucional y que más bien constituye una ruptura radical del vínculo que une el «organismo vivo» a su componente de resistencia y de «humanidad». Marx conoce perfectamente la violencia de las relaciones de dominación que se ejerce sobre las mujeres prostituidas. Escribe: «La prostitución es una relación que afecta no sólo a la prostituta, sino también al prostituyente, cuya ignominia es todavía mayor» (Manuscritos económicos y filosóficos de 1844). Si Marx sitúa la actividad prostitucional en el lumpenproletariado y no en el proletariado, no significa de ningún modo que condene a las prostitutas, sino al contrario, lo que condena son las actividades insalubres y perjudiciales para las mujeres, al tiempo que trata de que consigan la emancipación de la situación en la que se encuentran.

Una emancipación que irá unida a la abolición mundial de la prostitución, acompañada de medidas sociales y del pleno reconocimiento de las mujeres en el mundo social del trabajo. Y aunque los niños y las niñas formaban parte del proletariado en el siglo XIX, algunas sociedades han sabido resolverlo sin tener que pensar en darles más derechos laborales.

Eligieron, muy al contrario, apartarlos del mundo del trabajo. Prohibición del trabajo infantil y de los «trabajos nocivos para las mujeres» fue lo que Marx defendió en el transcurso de una entrevista para el periódico Chicago Tribune en diciembre de 1878. Si conseguimos abolir el trabajo infantil en el pasado sin reducir la cuestión a una mera ampliación de los «derechos sindicales» para los niños y las niñas, ya es hora de que nuestra sociedad y nuestras luchas consigan los mismos resultados con respecto a la prostitución.

Fuente: http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/marx-y-la-cuestion-de-la-prostitucion

(1) N. de la T.: El ejercicio de la prostitución en España no es delito. Sí es sancionable si se practica en la vía pública.
(2) N. de la T.: Los lazzaroni eran individuos sin hogar que vivían de la mendicidad en Nápoles. Llamados así por el Hospital de San Lázaro que les servía de albergue. Este fue el sobrenombre que se dio en Italia al lumpenproletariado como sinónimo de desclasados. Los lazzaroni fueron utilizados en reiteradas ocasiones por los medios monárquico-reaccionarios en la lucha contra el pueblo.
(3) N. de la T.: Sedimento que se forma en algunos líquidos.

miércoles, 22 de febrero de 2017

_--Profesoras contra la pedagogía tóxica. Dos docentes de universidades públicas crean una nueva metodología para activar el deseo de aprender.

_--En 2006, el pedagogo británico y gurú de la educación  Ken Robinson hizo temblar las bases del sistema educativo con su charla TED  Las escuelas matan la creatividad,  con más de 43 millones de visitas. Robinson criticaba que los colegios son el primer freno con el que se encuentran los niños y alertaba sobre el desacierto de los programas educativos al primar materias como las matemáticas y arrinconar las más artísticas como la música o el dibujo bajo el pretexto de que no son útiles a la hora de encontrar un empleo. El diagnóstico estaba claro, pero nadie sabía muy bien la fórmula para conseguir que la escuela no mate la creatividad. Las profesoras universitarias  María Acaso, de 46 años, y  Clara Megíasde 32, parecen haberlo conseguido. Han desarrollado una nueva metodología para darle la vuelta a la forma de dar clase.

“Hay que acabar con la pedagogía tóxica y aplicar nuevas fórmulas para despertar el deseo de los estudiantes por aprender”, explica María Acaso, experta en innovación educativa y profesora de la Universidad ComplutenseSu método, al que han llamado Art Thinking, tiene como base los descubrimientos de la  neuroeducaciónque estudia cómo aprende el cerebro, y cuyo principal hallazgo es que para que se produzca el aprendizaje es necesario encender una emoción, despertar la curiosidad del estudiante. Para ello, su metodología se inspira en los procesos de creación de arte.

La investigación de las docentes, que comenzó en el año 2011 y cuyos resultados se publicarán en el libro Art Thinking. Transformar la educación a través de las artes (Paidós), señala que en la pedagogía tradicional el esfuerzo está asociado al dolor, al malestar, y a la idea de que adquirir conocimiento tiene que ver con la ansiedad, el miedo o la evaluación. Su propuesta es incorporar el arte en la educación para generar placer y de esa forma conseguir que el esfuerzo y la constancia aparezcan de forma automática. Los profesores pueden emplear esta metodología para impartir cualquier asignatura.

En uno de los capítulos de su libro señalan que de las células madre del cerebro nacen a diario entre 4.000 y 5.000 neuronas, a través de un proceso llamado neurogénesis. Las actividades que se realizan desde pequeño crean circuitos neuronales; algunos se mantienen y otros desaparecen. ¿En función de qué? Cuando esas actividades no son significativas para nuestra vida diaria, se diluyen. “En el caso de un examen de un tema que no me interesa y con el que no he logrado establecer una conexión personal, los circuitos construidos me permitirán aprobar, pero no aprender. La información desaparecerá de forma automática nada más acabar la prueba”, explica Acaso. La clave para que el aprendizaje sea significativo, sostiene la docente, es que tanto la información como el proceso de enseñanza sean relevantes para el estudiante y se repitan.

Las investigaciones sobre neuroeducación demuestran que para activar el deseo de pensar es necesario encender previamente una emoción, y para ello es fundamental despertar la curiosidad. “Hay que comenzar la clase con un elemento provocador, puede ser una frase, un dibujo o un pensamiento; algo que resulte chocante”, indica Francisco Mora, profesor de la Facultad de Medicina de la Complutense y autor del libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama.

“Desde que somos mamíferos hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos mueve. Aquello que nos extraña, que no nos resulta monótono. Ahí se abre la ventana de la atención, imprescindible para aprender”, explica Mora.

Eso es lo que hizo María Acaso con sus alumnos de Bellas Artes en la Complutense. Un día apareció en clase con una sandía y frente al asombro de los estudiantes, la cortó y creó un cuadrado. Su intención era generar extrañamiento entre los estudiantes. “El ser humano está diseñado para prestar atención a lo que no es habitual. Una situación nueva que no sabes cómo resolver te atrae. Atención, emoción y aprendizaje. Ese es el orden según la neuroeducación”, remarca Acaso. En el aula se creó un clima muy diferente al habitual, en el que el silencio propio de la clase magistral, en la que el profesor habla y el estudiante escucha, dio paso a un debate sobre el significado de esa sandía. Una vez captada la atención de los alumnos, las dinámicas de aprendizaje cambian.

Acaso les explicó que esa sandía con forma cuadrada era una pieza del artista cubano Wilfredo Prieto llamada Políticamente correcto, y su intención era precisamente cuestionar los estándares de la educación, plantear por qué el mobiliario, los programas académicos y la forma de enseñar no han evolucionado. “Llevar una sandía a clase es un acto de subversión, hace que el aula explote”, explica.

En 2009, Acaso publicó el libro La educación artística no son manualidades, en el que criticaba que las disciplinas relacionadas con las artes han sido consideradas como un conocimiento de segunda categoría, prescindible, frente a los “conocimientos altos” como las matemáticas o las ciencias. En su opinión, el nuevo escenario laboral, en el que el número de robots no deja de aumentar, requerirá perfiles muy creativos, una cualidad que las máquinas no dominarán. “Precisamente al Art Thinking no le interesa demostrar hechos, no es una metodología cerrada basada en certezas, sino encender la curiosidad para activar procesos de investigación”.

En su libro, las dos profesoras desarrollan los cuatro puntos clave de esa nueva metodología: pensamiento divergente, incorporación del placer, alumnos y profesores como productores de contenidos y trabajo colaborativo y por proyectos.  El próximo mes de julio organizan en Madrid un curso junto al colectivo  Pedagogías Invisibles para 100 profesores de todos los niveles educativos en el que enseñarán cómo poner en práctica el Art Thinking.

"En la escuela se aprende a través de la memorización, sin pensar. La gente llega a la edad adulta y no sabe pensar por sí misma, se han dedicado a reproducir lo que dicen otros. Es cierto que necesitamos información en nuestra memoria, pero hay que cambiar el proceso por el que nos llega", explica Clara Megías, profesora de la Facultad de Educación en la Universidad de AlcaláInvestigar y analizar por uno mismo. Cuestionar lo que se da como cierto. Eso es lo que hace el arte.


LOS CUATRO ELEMENTOS DEL ART THINKING
La metodología desarrollada por las profesoras María Acaso y Clara Megías se basa en cuatro elementos clave: un tipo de pensamiento diferente al pensamiento lógico al que han llamado pensamiento divergente; una experiencia estética basada en el placer; una refinición de la pedagogía para empezar a entenderla como una herramienta de producción tanto para profesores como para alumnos y una forma de aprendizaje basada en los proyectos y el trabajo colaborativo.

"El arte puede ser entendido como una metodología desde donde transformar la educación porque incorpora cuatro elementos clave", señala Acaso. Son los siguientes:

Pensamiento divergente: fomenta un tipo de pensamiento crítico y no lineal "absolutamente necesario" para el desarrollo de conocimiento en la actualidad.

Placer: es el sentimiento que va unido a la emoción positiva, por lo que que hay que recuperarlo en educación. Sin el placer, no hay motivación y sin motivación no hay aprendizaje.

La educación como producción cultural: "defendemos la realidad de que un profesor y sus alumnos producen conocimiento al mismo nivel que otros profesionales, como los filósofos o escritores".

Trabajo colaborativo: "olvidemos las asignaturas estancas: hay que trabajar por proyectos y en comunidad, tal como hacen muchos de los artistas contemporáneos".

Fuente:
http://economia.elpais.com/economia/2017/02/07/actualidad/1486485679_572946.html?rel=mas

_--Euclides

_--Nacido. Aproximadamente 330 A.C.
Murió. Aproximadamente 260 A.C.

No hay registros conocidos de la fecha exacta o lugar del nacimiento de Euclides, y poco se sabe sobre su vida personal. Sabemos que durante el reinado de Ptolomeo I enseñó matemáticas en Alejandría, Egipto, en la biblioteca de Alejandría o "Museo", y que escribió la obra matemática más duradera de todos los tiempos, los Stoicheia o Elementos, una obra de trece volúmenes. Esta comprensiva recopilación de conocimientos geométricos, basada en las obras de Thales, Pitágoras, Platón, Eudoxus, Aristóteles, Menaechmus y otros, estuvo en uso común por más de 2.000 años.

Un autor árabe, al-Qifti (d. 1248), registró que el padre de Euclides era Naucrates y su abuelo era Zenarchus, que él era griego, nacido en Tiro y vivido en Damasco. Pero no hay ninguna prueba real de que este es el mismo Euclides. De hecho, otro hombre, Euclides de Megara, un filósofo que vivió en la época de Platón, se confunde a menudo con Euclides de Alejandría.

Euclides es a menudo referido como el "Padre de la Geometría". Es probable que él asistió a la Academia de Platón en Atenas, recibió su formación matemática de los estudiantes de Platón, y luego llegó a Alejandría. Alejandría era entonces la ciudad más grande del mundo occidental, y el centro de la industria del papiro y del comercio de libros. Ptolomeo había creado la gran biblioteca en Alejandría, que se conocía como el Museo, porque se consideraba una casa de las musas para las artes y las ciencias. Muchos eruditos trabajaron y enseñaron allí, y es ahí donde Euclides escribió Los Elementos. Hay alguna evidencia de que Euclides también fundó una escuela y enseñó a los alumnos mientras estaba en Alejandría.

Los Elementos se dividen en trece libros que cubren geometría plana, aritmética y teoría numérica, números irracionales y geometría sólida. Euclides organizó las ideas geométricas conocidas, comenzando con definiciones simples, axiomas, declaraciones formadas llamadas teoremas, y estableció métodos para las pruebas lógicas. Comenzó con verdades matemáticas aceptadas, axiomas y postulados, y demostró lógicamente proposiciones en la geometría plana y sólida. Una de las pruebas fue para el teorema de Pitágoras, probando que la ecuación es siempre verdadera para cada triángulo rectángulo. Los Elementos fue el libro de texto más utilizado de todos los tiempos, ha aparecido en más de 1.000 ediciones desde que se inventó la impresión, todavía se encuentra en las aulas hasta el siglo XX, y se cree que ha vendido más copias que cualquier otro libro que no sea la Biblia.

Euclides utilizó un enfoque llamado "enfoque sintético" para presentar sus teoremas. Utilizando este método, uno progresa en una serie de pasos lógicos de lo conocido a lo desconocido.

Euclides probó que es imposible encontrar el "número primo más grande", porque si tomas el número primo más grande, agrega 1 al producto de todos los primos hasta el incluyéndolo, obtendrás otro número primo. La prueba de Euclides para este teorema es generalmente aceptada como una de las pruebas "clásicas" por su concisión y claridad. Millones de números primos se sabe que existen, y más están siendo añadidos por los matemáticos y los científicos de la computación. Los matemáticos desde Euclides han intentado sin éxito encontrar un patrón a la secuencia de números primos.

El filósofo griego Proclo registra que cuando Ptolomeo le preguntó si había una manera más fácil de estudiar geometría que The Elements, Euclides contestó: "Señor, no hay un camino real hacia la geometría".

Los axiomas son declaraciones que se aceptan como verdaderas. Euclides creía que no podemos estar seguros de ningún axioma sin pruebas, por lo que ideó pasos lógicos para probarlos. Euclides dividió sus diez axiomas, que él llamó "postulados", en dos grupos de cinco. Los primeros cinco eran "Nociones Comunes", porque eran comunes a todas las ciencias:

1.-Las cosas que son iguales a la misma cosa también son iguales entre sí.
2.-Si se añaden iguales a iguales, las sumas son iguales.
3.-Si los iguales se restan de iguales, los restos son iguales.
4.-Las cosas que coinciden entre sí son iguales entre sí.
5.-El conjunto es mayor que la parte.

Los cinco postulados restantes estaban relacionados específicamente con la geometría:

6.-Puedes dibujar una línea recta entre dos puntos cualquiera.
7.-Puede extender la línea indefinidamente.
8.-Puede dibujar un círculo usando cualquier segmento de línea como el radio y un punto final como centro.
9.-Todos los ángulos rectos son iguales.
10.-Dada una línea y un punto, puede dibujar sólo una línea a través del punto que es paralelo a la primera línea.

Campanus tradujo Los elementos del árabe al latín y la primera edición impresa apareció en Venecia en 1482. La primera traducción inglesa de Los elementos fue por el matemático John Dee en 1570. Las conferencias y escritos de Dee revivieron el interés por las matemáticas en Inglaterra. Su traducción fue de una traducción latina de una traducción árabe del griego original.

En 1733, un matemático italiano llamado Girolamo Saccheri casi descubrió la geometría no euclidiana. Había estudiado durante años en un inútil intento de encontrar un solo error en los postulados de Euclides. Al borde de un gran avance, se rindió y publicó Euclides libre de todos los defectos. Sería aproximadamente cien años antes de que se inventara otra geometría viable.

En 1899, el matemático alemán David Hilbert presentó Fundamentos de Geometría, el primer conjunto completo de axiomas de geometría desde Euclides.

Euclides también escribió Data, que contiene 94 proposiciones, Phaenomena, referentes a la astronomía esférica, Caloptrics, sobre espejos, Optics, la teoría de la perspectiva, y una obra de teoría musical. En sus trabajos sobre la óptica, Euclides hizo que los rayos de luz fueran parte de la geometría, trabajando con ellos como si fueran líneas rectas. Muchas de las obras atribuidas a Euclides ya no existen o son incompletas.

Construcciones euclidianas
El sistema de números griegos hacía difícil hacer cálculos. Al igual que el sistema de números romanos, no era un sistema posicional, no tenía cero y sólo tenía números enteros. Para compensar esto, usaron técnicas gráficas usando una regla y compás para producir construcciones geométricas. Estos se conocieron como Euclidean Constructions y se describen más adelante en Constructiones Euclídeas - Instrumentos y reglas

La conexión de Abraham Lincoln
A los cuarenta años, Abraham Lincoln estudió a Euclides para entrenarse en el razonamiento, y como abogado viajando a caballo, guardó una copia de los Elementos de Euclides en su alforja. En su biografía de Lincoln, su socio de la ley Billy Herndon cuenta cuán tarde en la noche Lincoln se tendía en el suelo estudiando la geometría de Euclides a la luz de la lámpara. Los discursos lógicos de Lincoln y algunas de sus frases como "dedicado a la proposición" en la dirección de Gettysburg se atribuyen a su lectura de Euclides.

Lincoln explica por qué estaba motivado para leer a Euclide:
"En el transcurso de mi lectura de la ley que constantemente se llegó a la palabra "demostrar". Pensé en un primer momento que había entendido su significado, pero pronto me sentí que no lo comprendía. Me dije: ¿Qué debo hacer cuando demuestro algo más que cuando razono algo?

Consulté el Diccionario de Webster. Hablaban de «cierta prueba», «prueba más allá de la posibilidad de duda»; Pero no pude imaginar qué clase de prueba era esa. Pensé que muchas cosas fueron probadas más allá de la posibilidad de duda, sin recurrir a un proceso tan extraordinario de razonamiento como entendí que la demostración era. Consulté todos los diccionarios y libros de referencia que pude encontrar, pero sin mejores resultados. También podrías haber definido el azul a un ciego.

Por fin dije: - Lincoln, nunca podrás hacerte abogado si no entiendes lo que significa demostrar; Y dejé mi situación en Springfield, fui a la casa de mi padre, y permanecí allí hasta que pude dar cualquier proposición en los seis libros de Euclides a la vista. Entonces descubrí lo que significa demostrar, y volví a mis estudios de derecho. "

Citas
-Un joven que había comenzado a leer la geometría con Euclides, cuando había aprendido la primera proposición, preguntó: "¿Qué consigo aprendiendo estas cosas?" Así que Euclides llamó a un esclavo y le dijo: "Déle tres peniques, ya que él debe hacer una ganancia de lo que aprende." - Stobaeus, Extractos

-"Las leyes de la naturaleza no son sino los pensamientos matemáticos de Dios". - Euclides

-"Si Euclides no encendió tu entusiasmo juvenil, entonces no habías nacido para ser un pensador científico." - Albert Einstein

-"Te digo que acepto a Dios simplemente, pero debes notar esto: Si Dios existe y si realmente creó el mundo, entonces, como todos sabemos, Él lo creó de acuerdo con la geometría de Euclides". - Ivan, en Los hermanos Karamazov, por Fiodor Dostoievski (1821-1881)

-"Euclides me enseñó que sin suposiciones no hay pruebas, por lo tanto, en cualquier argumento, examine los supuestos". Eric Temple Bell

-"Que nadie vaya a nuestra escuela, que no haya aprendido primero los elementos de Euclides". - Aviso publicado en las puertas de la escuela por los filósofos griegos

http://www.mathopenref.com/euclid.html

martes, 21 de febrero de 2017

Reflexiones. El lenguaje es la manifestación más maravillosa del pensamiento humano, una fuente inagotable de alegrías y desafíos.

Miquel Roca, padre de la Constitución hace cuatro décadas, abogado de Cristina de Borbón en la actualidad, ha pedido a la ciudadanía que reflexione sobre la sentencia del caso Nóos.

Me he propuesto complacerle y reflexionar, aunque el primer objeto de mi análisis no es jurídico, sino semántico. Si un tribunal me impusiera una multa de más de 265.000 euros, ¿me consideraría yo absuelta? Me parece que no. Interpretaría que he sido condenada, puesto que si los jueces me hubieran hallado inocente, no me obligarían a pagar esa enorme, al menos para mí, cantidad de dinero.

Sigo reflexionando. El tribunal ha impuesto dicha multa a Cristina de Borbón por considerarla responsable a título lucrativo de los delitos cometidos por su marido. Es exactamente la misma calificación aplicada al PP por el tribunal que juzga el caso Gürtel.

A propósito de la igualdad de los españoles ante la ley, reflexiono sobre el revuelo jurídico, político y mediático que desencadenó la imputación del partido del Gobierno en un proceso de corrupción. Y, me pregunto, si los jueces condenaran al PP por esa responsabilidad, obligándole a devolver lo que obtuvo gracias a los delitos de Correa, ¿también resultaría absuelto?

El lenguaje es la manifestación más maravillosa del pensamiento humano, una fuente inagotable de alegrías y desafíos. A partir de ahí, cada uno es responsable de lo que dice. Por eso reflexiono sobre el júbilo expresado por el PP ante una sentencia que manda tres años a la cárcel a un dirigente de su partido, modelo de presidente autonómico hasta hace muy poco. Y me pregunto por el poder de la Monarquía, a la que sus súbditos aman más que a sí mismos.

No encuentro ninguna respuesta, excepto la que explica por qué soy republicana.

Almudena Grandes
http://elpais.com/elpais/2017/02/18/opinion/1487446327_201595.html

¿Gestación subrogada? ¿Vientres de alquiler? & neoliberalismo. Explotación reproductiva


TribunaFeminista



Cada vez se esta oyendo más los conceptos de vientres de alquiler, gestación subrogada. La autora, con brillantez pedagógica, nos aclara lo que es está detrás de estos términos y de esta práctica cada vez más interesada en ser normalizada y regularizada: un pensamiento y práctica neoliberal de la vida.

El tema parece estar en boca de todo el mundo. Los medios sociales se llenan de artículos de opinión. Los principales partidos empiezan, con mayor o menor timidez, a mojarse ahora que no les queda otra. ¿Regulación, sí o no?.

Gestación subrogada, vientres de alquiler
Quienes están a favor lo llaman gestación subrogada, que suena más agradable, aunque al fin y al cabo alude al hecho de que se trata de un negocio jurídico y no de una técnica de reproducción asistida, como aseguran con vehemencia. Quienes están en contra muchas veces se refieren a ello como vientres de alquiler.

Como feminista me duele este término, vientre de alquiler, porque además de ser peyorativo hacia las mujeres gestantes y de obviar el hecho de que el objeto de transacción no es ni más ni menos que un bebé, resulta del todo impreciso.

No se alquilan vientres, sino mujeres enteras: sus cuerpos, sus sentimientos, sus experiencias, su tiempo. Sí, seamos claras. Las mujeres se convierten en posesiones de las personas contratantes (y de las empresas intermediarias, si se da el caso), quienes tienen derechos de propiedad sobre ellas a lo largo de todo el embarazo. Esta lucrativa rama de la industria de la tecnología reproductiva es, digámoslo de una vez, violencia contra las mujeres. Por eso me niego a llamarlo otra cosa que explotación reproductiva.

Manipulación de la realidad
Mediante una vergonzosa manipulación de la realidad, las personas que abanderan la causa de la regulación no ofrecen argumentos racionales sino que elaboran toda una mística de las emociones —su maravillosa gestante a la que siempre querrán, su precioso bebé, su sueño de formar una familia— aludiendo, por si fuera poco, a una pretendida libertad de las mujeres para hacer lo que les plazca con su cuerpo.

Una libertad individual que quiere situarse por encima del bien común, una libertad individual que decide lo que hace con una tercera persona, el bebé. Que la parte de la derecha más aferrada al neoliberalismo que a Dios se muestre a favor no es ninguna sorpresa.

Que sectores de la izquierda también sean partidarios ha sido más difícil de digerir. Pero como grafitearon por toda Bolivia las Mujeres Creando: “lo más parecido a un machista de derechas es un machista de izquierdas”. No obstante, lo realmente devastador ha sido encontrarse con compañeras feministas posicionándose a favor de regular que los cuerpos de las mujeres y de las niñas y niños nacidos salgan al mercado.

Libertad individual; desigualdad social y de género.
Libertad no era esto, hermanas. Libertad era disfrutar de nuestra sexualidad, perseguir nuestros sueños, gozar de la vida, mandar a la mierda los cánones de belleza, relacionarnos entre nosotras con sororidad, celebrar la diversidad, avanzar sin obstáculos, poder caminar en la noche oscura, ni sumisas, ni devotas…

En este infame patriarcado parece que no nos queda otra que ser una más en “la larga estirpe de vendidas” de la que hablaba Cherríe Moraga, mujeres que traicionan a mujeres en pos de ese individualismo que olvida que todo lo bueno que hay en nuestras vidas se lo debemos a las que lucharon por todas. Desde una posición feminista y anticapitalista, es imposible tolerar la regulación de la explotación reproductiva, que coloca a las mujeres con menos recursos en una situación de precariedad anímica y física mientras que las (blancas) más privilegiadas pueden dedicarse a trabajos más satisfactorios.

Es del todo imposible el altruismo en un sistema social, económico y político como el nuestro, caracterizado por un desequilibrio de poder en el que la venta de la capacidad sexual o reproductiva puede ser cuestión de supervivencia para muchas mujeres. Un feminismo coherente debe ser impugnador de un sistema capitalista que potencia las libertades individuales antes que las colectivas, que pone precio a la vida y que siempre encuentra nuevas formas de beneficiarse de la desigualdad.

Fuente:
 http://www.tribunafeminista.org/2017/02/explotacion-reproductiva/

lunes, 20 de febrero de 2017

Daniel Maes: "La cobertura sobre Siria es la mayor mentira mediática de los últimos tiempos". Entrevista al sacerdote flamenco Daniël Maes, testigo de la llamada “guerra civil”.

Algemeen Dagblad

El sacerdote flamenco Daniël Maes (78) vive en Siria, en el monasterio de Mar Yakub, del siglo VI, en la ciudad de Qara, a 90 kilómetros al norte de la capital, Damasco. El padre Daniel ha sido testigo de la “guerra civil” y en su opinión, la información occidental sobre el conflicto en Siria es muy engañosa. Lo resume así: “los estadounidenses y sus aliados quieren arruinar por completo al país”.

-Entrevistador: Usted es muy crítico con la cobertura de los medios sobre Siria. ¿Que le molesta?
-Padre Daniel: La idea de que tuvo lugar un levantamiento popular contra el presidente Assad es completamente falsa. He estado en Qara desde 2010 y he visto con mis propios ojos cómo agitadores de fuera de Siria organizaban protestas contra el gobierno y reclutaban a jóvenes. Todo ello fue filmado y transmitido por Al Jazeera para dar la impresión de que estaba teniendo lugar una rebelión. Hubo asesinatos cometidos por terroristas extranjeros contra las comunidades sunitas y cristianas, en un esfuerzo por sembrar la discordia religiosa y étnica entre el pueblo sirio. Pero, según mi experiencia, el pueblo sirio estaba realmente muy unido.

Antes de la guerra, este país era armonioso: un estado laico en el que las diferentes comunidades religiosas convivían pacíficamente. No había casi pobreza, la educación era gratuita y los cuidados médicos eran buenos. No era posible expresar libremente sus opiniones políticas, pero eso a la mayoría de la gente no le importaba.

-Entrevistador: Se dice de la madre Agnès-Mariam, de su monasterio Mar Yakub (San Jacobo) que toma partido a favor del régimen y que tiene amigos al más alto nivel.
-Padre Daniel: La madre Agnès-Mariam ayuda a la población: recientemente ha abierto un comedor popular en Alepo donde se preparan 25.000 comidas cinco veces a la semana. Mira, es milagroso que todavía estemos vivos. Lo debemos al ejército del gobierno de Assad y a Vladimir Putin, porque éste decidió intervenir cuando los rebeldes amenazaban con tomar el poder.

Cuando miles de terroristas se instalaron en Qara, tuvimos miedo por nuestras vidas. Venían de los Estados del Golfo, Arabia Saudita, Europa, Turquía y Libia, y había muchos chechenos. Formaban una fuerza de ocupación extranjera, todos aliados de Al Qaeda y otros terroristas. Armados hasta los dientes por Occidente y sus aliados con la intención de enfrentarse contra nosotros. Decían, literalmente: “Ahora este país nos pertenece”. A menudo, estaban drogados, peleaban entre sí y por las noches disparaban al azar. Tuvimos que escondernos en las criptas del monasterio durante mucho tiempo. Cuando el ejército sirio los expulsó, todo el mundo estuvo contento: los ciudadanos sirios porque odiaban a los rebeldes extranjeros y nosotros porque la paz había regresado.

-Entrevistador: Usted dice que el ejército sirio protege a los civiles, pero hay todo tipo de informes sobre crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de Assad, como los bombardeos con bombas de barril.
-Padre Daniel: ¿No sabes que la cobertura mediática sobre Siria es la mayor mentira mediática de nuestro tiempo? Han vendido auténticas tonterías sobre Assad. En realidad fueron los rebeldes los que saquearon y mataron. ¿Crees que el pueblo sirio es estúpido? ¿Crees que esas personas han sido obligadas a dar vivas a Assad y Putin? Son los estadounidenses los que tienen las manos metidas en todo esto, para sus oleoductos y por los recursos naturales en esta región, y para frustrar a Putin.

Arabia Saudita y Qatar quieren establecer un estado suní en Siria, sin libertad religiosa: por consiguiente, Assad debe irse. Sabes una cosa: cuando el ejército sirio se estaba preparando para la batalla de Alepo, soldados musulmanes vinieron a mí para ser bendecidos. Entre los musulmanes corrientes y los cristianos no hay problema. Son los rebeldes radicales islámicos, respaldados por los occidentales, los que quieren matarnos. Todos ellos son Al Qaeda e ISIS. Ya no hay combatientes moderados.

-Entrevistador: Usted mencionó una vez a Hillary Clinton como “un diablo en agua bendita”, porque como Secretaria de Estado empeoró deliberadamente el conflicto.
-Padre Daniel: Estoy contento con Trump. Ve lo que toda persona normal entiende: que Estados Unidos debe dejar de socavar a los países que poseen recursos naturales. El intento de los estadounidenses de imponer un mundo unipolar es el mayor problema. Trump entiende que el Islam radical es una amenaza más grande que Rusia.

¿Qué me importa si de vez en cuando se quita los pantalones? Si Trump practica la geopolítica de la manera como lo ha prometido, entonces el futuro parece brillante. Entonces será similar al enfoque de Putin. Y espero que entonces, habrá una solución para Siria y la paz volverá.

-Entrevistador: ¿Entiende que su análisis es polémico y que se encontrará con muchas críticas?
-Padre Daniel: Hablo a partir de mi observación personal. Y nadie tiene por qué creerme ¿no es cierto? Pero sé una cosa: los medios de comunicación pueden contribuir a la masacre del pueblo sirio o ayudar a éste con su cobertura mediática. Lamentablemente, hay demasiados gregarios y cobardes entre los periodistas.



Notas:
[1] Algemeen Dagblad: http://www.ad.nl/nieuws/poetin-en-assad-hebben-mijn-leven-gered~add21ab7/
[2] Traducción del inglés: http://ronpaulinstitute.org/archives/featured-articles/2017/february/04/the-media-coverage-on-syria-is-the-biggest-media-lie-of-our-time-interview-with-flemish-priest-in-syria/

domingo, 19 de febrero de 2017

Entrevista a Ken Loach “Los líderes de la clase obrera no han confiado en la fuerza de los trabajadores”


El cineasta mantiene intacta la esperanza de cambio. En un coloquio en la Academia de Cine se confesó internacionalista y defendió la convicción en la resistencia. Su filme ‘Yo, Daniel Blake’ aspiraba al Goya a la Mejor Película Europea.

El director británico Ken Loach, durante el encuentro mantenido con público en la Academia de Cine de Madrid.

- EFE, MADRID.

- “El mayor cambio que hemos sufrido en el último medio siglo es que se ha pasado de la solidaridad colectiva a la avaricia privada”.

Ken Loach, generoso, brillante y siempre nutritivo, conversó con la prensa y el público en un coloquio celebrado en la Academia de Cine, que hasta el 8 de febrero le dedica un ciclo de cuatro películas. El cineasta ha viajado a Madrid para acudir a la gala de los 31 Premios Goya, donde Yo, Daniel Blake aspira al galardón a la Mejor Película Europea. Pero antes de todo ello, Público pudo charlar unos minutos con este gran y excepcional cronista de su tiempo.

Usted lleva cincuenta años luchando desde el cine por los trabajadores, los desprotegidos, la justicia social… ¿qué es lo que ha cambiado en este tiempo?

Todo ha cambiado mucho y para peor. En Gran Bretaña, después de la guerra, en los años cuarenta, se consiguió hacer real la idea de bien público, eso es lo que queríamos conseguir. Pensamos que igual que la guerra se vio como una hazaña colectiva, la paz también se haría de una forma organizada y como un logro colectivo, pero en ese periodo lo que ocurrió es que pasamos del bien común a la privatización. El bien colectivo se convirtió en privado con el thatcherismo y esa ideología se ha propagado como un veneno por toda Europa y se ha convertido en la ideología dominante. Ahora vivimos la avaricia de las grandes corporaciones, todo se rige por el deseo y el afán de dinero. El mayor cambio que hemos sufrido en el último medio siglo es que se ha pasado de la solidaridad colectiva a la avaricia privada.

 Siempre ha apoyado la lucha de la gente en la calle, usted lo hace también desde el cine. Pero en España tenemos un gobierno corrupto que ha sido reelegido, a pesar de la lucha de la gente en la calle.

Desde luego es una gran lucha la que tenemos. En Gran Bretaña, nos hemos organizado muy bien para las manifestaciones y los discursos, pero el error que hemos cometido es el de no saber integrarnos en los medios de comunicación, que no son neutrales. Los medios de comunicación pertenecen a grandes corporaciones, muchas del Estado, y defienden sus intereses. Tenemos que encontrar el camino de intervenir en los medios. Se nos da mejor integrarnos en los medios sociales. Un grupo en Inglaterra hemos concluido que no vamos a poder ignorar a los medios y ahí tenemos un gran problema.

¿Una solución para los trabajadores y la injusticia social sería una Europa diferente?
Sí. La idea de la Unión Europea debe ser la de una gran cooperación, hay que ser internacional. La idea de Europa que ha surgido con el Brexit es muy tóxica. Hay que conseguir una Europa con poder de cooperación y que luche por la propiedad común y el pleno empleo.

Con ‘Yo,Daniel Blake’, Palma de Oro en Cannes, ya lleva cinco nominaciones a los Goya.

¿Qué significan los premios para usted?
Los premios, todos, dan validez a las películas. Esta película es un retrato de la vida de la gente en Europa. Un tipo de vida que está padeciendo mucha gente y la película les da una fuerza añadida, les dice que vale la pena resistir y que tienen una voz.

Paul Laverty le convenció para hacerla cuando había anunciado que se retiraba.
Paul Laverty es el demonio que me convenció para hacer esta película, ¡anda que no me hace trabajar! Es un buen tipo y un buen amigo, vemos el mundo igual, políticamente analizamos igual las cosa, nos reímos mucho. Nos apoyamos mucho el uno al otro.

La entrada de Ken Loach en la sala de proyecciones de la Academia de Cine se recibió con fuertes y largos aplausos. En el coloquio que tuvo con los asistentes, sonrío todo el tiempo, a pesar de la gravedad de muchas de sus reflexiones.

Esperanza en el cambio
“Supongo que es una estupidez por mi parte mantener la esperanza, pero la historia todavía no ha terminado, hay siempre cambios y nuevas fuerzas emergiendo. El conflicto de siempre es el de los empresarios con la gente trabajadora. Eso siempre existirá y no va a terminar hasta que ganemos”.

La división de la izquierda “¿Farsa o tragedia?
El problema siempre ha sido el no tener confianza en la fuerza de la clase trabajadora. Los que han liderado la lucha obrera no han entendido suficientemente bien las teorías políticas y siempre se les ha podido comprar. Los pactos con los empresarios de los socialdemócratas han llevado a la izquierda a la derrota”.

“En Gran Bretaña, el líder del Partido laborista, Jeremy Corbyn, es un hombre excepcional, el primero de toda la historia que como líder ha encabezado también piquetes con los obreros, y quiere romper las relaciones serviles con EE.UU. en política exterior. Es un hombre tranquilo y lleno de vida. Pero es una diana fácil. Intentan destrozarle porque quiere reducir el poder del capital, pero el peor enemigo son los propios diputados laboristas, que han votado la privatización y no han querido devolver el poder a los sindicatos. Corbyn les dice que se equivocan, entonces no le quieren apoyar.

Las políticas de Trump
“Las políticas de Trump son aberrantes. Lo que queremos es justo lo opuesto a construir muros. Los problemas del mundo solo se pueden solucionar si trabajamos juntos. La idea de división y enfrentamiento es aberrante. Es difícil saber cómo va a evolucionar, pero con sus ataques contra mexicanos, musulmanes… se están despertando los fantasmas del racismo y eso es muy peligroso”.

Las respuesta es organizarse
La Unión Europea no es una organización a favor de los trabajadores, sino del mercado libre. Grecia ha tenido que venderse después de haber sido destrozada y explotada. Y la derecha dice que la culpa de todo la tiene el forastero. La Unión Europea tiene que reescribirse desde el principio y trabajar para crear movimientos a través de toda Europa. La clase obrera va a ir a peor. La respuesta, por supuesto, es organizarse, apoyar a los sindicatos, luchar… A menudo los líderes sindicales no confían en que la gente vaya a llevar a cabo sus acciones, el problema es esa desconfianza en la clase obrera.

"Socialismo o supervivencia"
“Nunca he pensado que el cine pueda cambiar el mundo en el sentido que la gente lo piensa, peor podemos ser una voz en un coro enorme. Y cuantos más haya, mayor será el papel que desempeñemos. Podemos llevar a crear movimientos, a definir ideas. Creo que tenemos que creer eso, lo contrario es creer que no podemos hacer nada. La diferencia ahora de cuando empecé es que entonces pensábamos que si no se lograba en este siglo, se lograría en el siguiente. Pero ahora los científicos del medio ambiente nos han dicho que no tenemos siglos, que es cuestión de décadas. Eso solo podemos solucionarlo a nivel internacional y trabajando juntos. Hay que llegar a un control demográfico, a reorganizar los recursos mundiales, a conseguir la propiedad común. Es un objetivo enorme, pero no hay otra manera. Rosa de Luxemburgo decía: “Socialismo o barbarie”. Ahora es ‘socialismo o supervivencia’.

Las descomunales grietas de la democracia, la estafa del sistema de Seguridad Social de los países europeos, la ruina moral de la sociedad, la crisis global de valores, la forma en que el capitalismo ha conseguido convencer a los pobres y a los trabajadores de que la culpa de todo es nuestra, el pavoroso renacer de los movimientos ultraderechistas… todo ello es Yo, Daniel Blake, gran película de Ken Loach, que, como no podría ser de otro modo en este creador, apuesta fuerte por la humanidad y la solidaridad. Es una de las películas nominadas a Mejor Película Europea en los 31 Premio Goya.

Hace cincuenta años, este combativo y enérgico cineasta, retrató una sociedad tiranizada por la injusticia en un episodio televisivo, Cathy Come Home (1966), donde ponía el foco en los desheredados. Desde entonces el mundo se ha ido descomponiendo más y más, mientras Ken Loach ha seguido ahí, resistente, comprometido, sin una sola grieta en sus convicciones. Ahora, a punto de cumplir 81 años, sigue siendo el mismo hombre, un hombre bueno, aunque un cineasta mucho más depurado y elegante en su estilo. Tenaz cronista de su tiempo, ha recorrido el último decenio acompañado por el guionista Paul Laverty, que le convenció de que volviera a dirigir después de que él anunciara que lo dejaba. Por el momento, Yo, Daniel Blake, Palma de Oro en Cannes, es la última película de este grandísimo maestro, a no ser que Laverty vuelva a tentarle con otra historia necesaria.

@begonapina
Fuente:
http://www.publico.es/culturas/entrevista-ken-loach-lideres-clase.html