Mostrando entradas con la etiqueta desafíos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta desafíos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de abril de 2024

Los desafíos de lidiar con el envejecimiento de los padres (y cómo evitar conflictos)

Madre e hija

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

En esta etapa de la vida se pueden presentar muchas situaciones de estrés, pero también puede beneficioso 

Una etapa difícil marcada por conflictos y dificultades.

Así, resumen los expertos, es cómo se vive muchas veces el envejecimiento de los padres, dado que muchos hijos no están preparados para afrontar las exigencias que supone este período.

A medida que avanza la edad, una persona tiende a necesitar cada vez más apoyo, ya sea en las sencillas actividades del día a día o incluso en ayuda económica, y esto puede pasar factura a quienes sean responsables de estos cuidados, señalan los expertos.

“En algunos casos, los hijos pueden experimentar niveles importantes de estrés y sobrecarga al enfrentar las exigencias del envejecimiento de sus padres, especialmente cuando hay problemas de salud o limitaciones funcionales”, dice la psicóloga Deusivania Falcão, profesora de psicogerontología de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil.

Incluso hay un término para definir este sentido de obligación de los hijos de ayudar a sus padres mayores: responsabilidad filial.

“Es una obligación basada en un estándar cultural, relacionado con la percepción de que se trata de un comportamiento socialmente responsable frente al envejecimiento y la dependencia de los padres”, explica Falcão.

"En otras palabras, es un deber del hijo adulto ayudar o ser responsable de sus padres ancianos".

Este tipo de situaciones y la discusión sobre cómo afrontar esos desafíos son cada vez más frecuentes, en vistas del aumento de número de personas mayores en la sociedad.

Prácticamente, según señala Naciones Unidas, todos los países del mundo experimentan un aumento del número y la proporción de personas mayores.

De acuerdo a esta organización, la proporción de personas de 65 años o mayores aumenta a un ritmo más acelerado que la de los que tienen menos de esa edad.

Y, aunque de forma dispar, la esperanza de vida también ha crecido a nivel global.

Esto no sólo aumenta el periodo en el que una persona puede necesitar ayuda, sino que también hace que sea más común que los hijos acompañen las diferentes etapas del envejecimiento de sus padres.
Padre e hija

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Padre e hija

La esperanza de vida ha aumentado a nivel global y esto significa que hay un aumento de la población anciana.

Un punto importante durante este período es la forma en que los hijos ven esta etapa y, como en tantos otros momentos de la vida, no existe una guía universal a seguir.

Esta experiencia, sostienen los expertos, suele verse influenciada por patrones familiares pasados y por la forma en que se crió a una persona, así como por aspectos culturales, históricos, sociales y religiosos de una familia.

"Existen varios modelos de envejecimiento y vejez. Cada individuo envejece de manera diferente, en la singularidad de sus condiciones genéticas, ambientales, familiares, sociales, educativas, económicas, históricas y culturales", dice Falcão.

"Todo esto depende del tipo de sistema desarrollado (por la familia) a lo largo de los años".

Padres tercos versus hijos mandones

Uno de los principales desafíos y motivos de fricción radica en los roles que asumen padres e hijos en esta etapa de la vida, señalan los expertos.

Por un lado, los hijos pueden ver a una persona frágil, enferma y necesitada de cuidados y limitaciones, e intentan proteger a sus padres para evitar que se expongan a riesgos.

Por otro lado, hay una persona que no quiere perder su autonomía y que puede incluso darse cuenta de que necesita cuidados, pero le cuesta aceptarlos, dice la geriatra Fernanda Andrade.

Padre e hijo

Padre e hijo

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Vejez no es sinónimo de fragilidad y enfermedad.

“En la gran mayoría de los casos, existe una gran diferencia entre las opiniones de los hijos y las de los padres. Los hijos no suelen aceptar bien las decisiones de sus padres durante este período", dice Andrade.

Uno de los comentarios más recurrentes que la médica escucha de los hijos es que sus padres son “tercos” por no cumplir exactamente con los pasos que sus hijos creen que deben seguir.

"Es angustiante ver el envejecimiento (y, a menudo, la enfermedad) de una persona a la que amas y no poder controlar nada de ello".

Pero detrás de esta “terquedad”, señalan los expertos, hay características que pueden atribuirse a la edad avanzada.

Entre ellos, el sentimiento de soledad, la pérdida del sentido de la vida, la añoranza por amigos o familiares fallecidos y el miedo a la muerte.

Además, el miedo a depender de los demás, incluso si son los propios hijos, preocupa a muchas personas mayores y las hace ser renuentes a recibir cuidados.

“¿Imagínate pasar 50 años de tu vida completamente independiente y empezar a necesitar que alguien vaya al supermercado por ti, te ayude a vestirte o se haga cargo de higiene íntima?”, dice Andrade.
 
Pareja mayor

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

 La esperanza de vida ha aumentado a nivel global y esto significa que hay un aumento de la personas de edad

Comenzar a depender de otros no siempre es fácil, después de años de llevar una vida independiente.

Para no perder su autonomía, dice Fernanda, muchas personas mayores no quieren dejar de conducir, no aceptan ir al médico o no quieren renunciar a otras actividades que antes hacían solas.

Aquí es donde pueden surgir conflictos en la relación con los hijos, si no hay una comunicación abierta dentro de la familia sobre las expectativas, deseos y necesidades de ambas partes, señalan los expertos.

Muchas veces es necesario entender que se trata de una fase de constante adaptación a las exigencias que van surgiendo con el paso de los años.

Por lo tanto, es fundamental entender que las necesidades de los padres pueden cambiar con el tiempo.

Una de las principales dificultades en la relación entre padres e hijos en esta etapa es causada por fallas de comunicación debido al conflicto generacional, dice Renato Veras, profesor de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (Uerj) y director del proyecto de la Universidad Abierta del proyecto Tercera Edad.

“Lo ideal es que los padres hablen mucho con sus hijos y muestren las diferencias generacionales”, afirma el médico.

"Este diálogo es importante, pero es difícil, porque muchos padres no pueden tener esta conversación y muchos hijos se consideran dueños de la verdad, lo que hace que esta situación sea muy difícil".

¿Inversión de roles?
En los casos en que las personas mayores preservan su autonomía, es importante que los hijos respeten las decisiones y elecciones de los padres, comentan los expertos.

“Fomentar la toma de decisiones (de los padres) siempre que sea posible y respetar sus elecciones contribuye a una relación más positiva”, afirma Falcão.

La dificultad para respetar la autonomía de los padres puede deberse a estereotipos relacionados con la vejez y los prejuicios en torno a las personas mayores.

Mujer ayudando a un anciano a afeitarse

Mujer ayudando a un anciano a afeitarse

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Ayudar a los padres mayores no es necesariamente una inversión de roles.

Pero si bien muchos ancianos pueden seguir siendo independientes, otros necesitan asistencia constante.

En varios escenarios, especialmente cuando se trata de cuidados intensos, muchas mujeres terminan sobrecargadas de trabajo, ya que en ellas suele recaer en mayor medida que en los hombres el cuidado de los padres.

Si bien esto implica que tanto padres como hijos deben asumir nuevos roles, esto no quiere decir que los roles se reviertan y que los padres se conviertan en los hijos en este vínculo, señala la geriatra Fernanda Andrade.

“Los padres nunca se convierten en hijos. Los hijos están aprendiendo, se están preparando para la vida adulta y son un lienzo en blanco para que los padres coloreen como mejor les parezca”, afirma.

"Las personas mayores son como lienzos garabateados, llenos de experiencias previas y de valores ya muy consolidados."

Cuidar a un padre anciano o a un niño pequeño son situaciones muy diferentes, dice Andrade.

"Un padre con secuelas de un derrame cerebral o una madre con Alzheimer no está en el guión de vida de nadie. Esto trastorna la vida de los hijos, afecta su trabajo y aumenta los costos familiares, sin ninguna planificación", señala.

"Y hablando de forma generalizada, son pocas las personas que entienden a los hijos como cuidadores. ¡Ay de ti si faltas al trabajo porque tu mamá tuvo fiebre!", agrega Andrade.

Envejecimiento saludable

En general, es difícil predecir exactamente qué desafíos se enfrentarán en esta etapa de la vida. Se trata de un proceso muy heterogéneo.

"Envejecer bien no es sólo una cuestión genética, sino también medioambiental y está relacionada con el acceso a una mejor atención sanitaria".

Los expertos sostienen que las personas mayores no deben ser vistas como alguien necesariamente enfermo o al borde de la muerte

Clase de yoga 
Clase de yoga

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Hacer ejercicio es crucial para mantener un cuerpo y una mente sana.

Los posibles problemas de salud física o mental, la fragilidad y la disminución de la capacidad funcional no deberían ser un impedimento para una vejez cómoda, en la medida en que la salud lo permita.

En cualquier escenario, que varía según los cuidados que necesiten los padres, es importante que los hijos traten siempre de ser una forma de apoyo.

“Antes la gente envejecía, enfermaba y moría. Ser viejo era casi una sentencia de dependencia física o cognitiva”, señala Andrade

"Hoy en día, tenemos una gran variedad de personas que envejecen y les va bien. Activas, trabajadoras y saludables. Pero esto todavía es nuevo. Se necesita tiempo para cambiar una cultura".

Cada situación y condición de salud de los padres requerirá un tipo de apoyo diferente.

Una de las principales formas en que los hijos pueden apoyar a sus padres durante este período, según los expertos, es incentivar a una persona mayor a cuidarse de las enfermedades crónicas que surgen a esta edad para que tenga una buena calidad de vida.

Al mismo tiempo, es importante que los hijos alienten a sus padres a hacer ejercicio físico y mental, mediante la lectura y diferentes tipos de aprendizaje, como aprender un nuevo idioma.

“Es importante reconocer y apoyar el bienestar emocional de los padres. Esto implica estar atento a los signos de depresión, soledad o ansiedad, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario”, dice Falcão.

Los beneficios de planificar y tener una relación cercana

Una forma de hacer que este período de la vida sea más tranquilo es planificar el envejecimiento, coinciden los entrevistados.

"Aquellos hijos que participan en discusiones sobre planificación anticipada, como atención médica y decisiones financieras, tienden a afrontar más eficazmente el envejecimiento de sus padres", dice Falcão.

Pero esta planificación, dicen, todavía es poco debatida entre las familias, que acaban afrontando cada problema a medida que va surgiendo.

Hombre con una trompeta

Hombre con una trompeta

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Aprender nuevas habilidades como por ejemplo un idioma o a tocar un instrumento ayuda a mantener la mente activa.

“La educación para el envejecimiento es vital, ya que nos permite afrontar las transiciones con comprensión y empatía, lo que favorece la calidad de vida y la autonomía”, afirma Falcão.

Al mismo tiempo, no todo es difícil a la hora de seguir el ritmo del envejecimiento de tus padres. Hay beneficios de tratar de estar cerca de ellos durante este tiempo.

“Convivir con padres mayores y cuidarlos nos permite revisar vínculos y resolver problemas”, afirma Andrade.

“Afrontar el declive y la finitud de la vida de alguien también nos hace reflexionar sobre nuestra propia vida, nuestros valores y cómo queremos que nos cuiden en nuestra vejez”.

Una buena relación con los hijos suele ser fundamental para que los padres afronten los momentos más difíciles del envejecimiento. Esto también puede ayudar a sus propios hijos.

“Las dinámicas familiares positivas, con expresiones de afecto y participación de los ancianos en las actividades familiares, contribuyen a mejorar la relación entre padres e hijos”, dice Falcão.

Las investigaciones sugieren que los vínculos positivos con los padres ancianos también son una fuente de apoyo para los hijos que se preocupan por ellos, añade el experto.

“Es importante resaltar que, aunque los desafíos son comunes, el envejecimiento también puede traer oportunidades de crecimiento personal, nuevos aprendizajes y formas de afrontar la vida", dice Falcão.

"Adoptar un enfoque positivo y proactivo para abordar estos desafíos puede contribuir a un envejecimiento más saludable y satisfactorio". 

domingo, 13 de agosto de 2017

_- Cómo ser un adulto resiliente



_- Gran parte de las investigaciones científicas sobre la resiliencia —nuestra capacidad de recuperarnos de la adversidad— se ha enfocado en cómo desarrollar esta en los niños. Sin embargo, ¿qué hay de los adultos?


Si bien la resiliencia es una habilidad fundamental para un desarrollo saludable en la niñez, la ciencia demuestra que los adultos también pueden tomar acciones para impulsarla; a menudo es cuando más la necesitamos. La adultez puede traer consigo todo tipo de factores que causan estrés, incluyendo un divorcio, la muerte de alguno de los padres, reveses profesionales y preocupación ante la jubilación, pero muchos de nosotros no cultivamos las habilidades para enfrentar tales adversidades, como se requiere para superar estos retos.

La buena noticia es que algunas de las cualidades de una edad más avanzada, como una mejor capacidad para regular las emociones, la perspectiva obtenida a partir de las experiencias de vida y la preocupación por las generaciones futuras, pueden darles a las personas mayores una ventaja sobre las más jóvenes en cuanto al desarrollo de la resiliencia, dijo Adam Grant, profesor de Administración y Psicología de la Facultad Wharton de la Universidad de Pensilvania.

“Hay un conjunto de comportamientos que se pueden aprender de manera natural y que contribuyen a la resiliencia”, dijo Grant, quien escribió junto con Sheryl Sandberg, la directora de operaciones para Facebook, el libro Option B: Facing Adversity, Building Resilience and Finding Joy. “Esas son las conductas hacia las que gravitamos cada vez más conforme vamos creciendo”.

El año pasado, Dennis Charney, un investigador de la resiliencia y decano de la Facultad de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí, en la ciudad de Nueva York, salía de una tienda de alimentos cuando recibió un balazo de un exempleado insatisfecho. Charney pasó cinco días en terapia intensiva y tuvo una recuperación difícil. “Después de 25 años de estudiar la resiliencia, yo mismo tuve que ser resiliente”, dijo Charney, coautor del libro Resilience: The Science of Mastering Life’s Greatest Challenges. “Es bueno estar preparado de antemano, pero una vez impactado por un trauma no es demasiado tarde para cultivar la capacidad de salir adelante de manera resiliente”.

Los científicos que estudian el estrés y la resiliencia dicen que es importante pensar en esta última como si fuera un músculo emocional, el cual puede fortalecerse en cualquier momento. Aunque es útil desarrollar la resiliencia antes de que se presente una crisis pequeña o grande, también hay pasos activos que podemos tomar durante y después de las crisis para acelerar la recuperación emocional.

Estas son algunas de las formas en las que puedes cultivar la resiliencia en la adultez:

• Practica el optimismo.
El optimismo es en parte heredado y en parte aprendido. Así que, si naciste en una familia de pesimistas, de cualquier forma puedes encontrar a tu optimista interior.

Ser optimista no significa ignorar la realidad de una situación difícil. Después de la pérdida de un empleo, por ejemplo, mucha gente se siente derrotada y piensa: “Nunca me recuperaré de esto”. Un optimista reconocerá el reto, pero con más esperanza, y dirá: “Esto será difícil, pero es una oportunidad de replantearme mis objetivos de vida y conseguir un trabajo que realmente me haga feliz”.

Aun cuando suene trivial, tener pensamientos positivos y rodearte de gente positiva en verdad ayuda. Steven Southwick, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Yale y coautor del libro de Charney, señala que el optimismo, al igual que el pesimismo, puede ser contagioso. Así que su consejo es: “Júntate con personas optimistas”.

• Reescribe tu historia.
Cuando Charney estaba recuperándose del balazo, sabía que su vida había cambiado para siempre, pero reestructuró la situación, enfocándose en la oportunidad que le presentaba ese duro golpe. “Una vez que eres víctima de un trauma, eso se queda contigo”, dijo. “Pero yo sabía que podía ser un modelo. Tengo a miles de estudiantes que observan mi recuperación. Esto me da la oportunidad de usar lo que he aprendido”.

Ha sido demostrado en un estudio tras otro que podemos beneficiarnos de cambiar el discurso personal que moldea nuestra forma de ver el mundo y a nosotros mismos. En estudios sobre escritura expresiva, obtuvieron mejores calificaciones los estudiantes universitarios a los que se les enseñó a reformular sus conflictos como una oportunidad de crecimiento, y fue menos probable que abandonaran sus estudios. Una investigación realizada en Harvard encontró que las personas que consideraban el estrés como un combustible para un mejor desempeño obtenían mejores resultados en sus exámenes y manejaban mejor el estrés –desde el punto de vista fisiológico– que aquellos a quienes se les había enseñado a ignorarlo.

“Se trata de aprender a reconocer la historia explicativa que tiendes a usar para tu vida”, dijo Southwick. “Observa lo que te dices a ti mismo y cuestiónalo. No es fácil. Requiere práctica”.

• No te lo tomes personal.
Tenemos la tendencia de culparnos por las adversidades de la vida y rumiar acerca de lo que podríamos haber hecho diferente. En su momento, una situación difícil parece no tener fin. Para fortalecer tu resiliencia, recuerda que incluso si cometiste un error, con toda seguridad hubo varios factores que contribuyeron al problema; cambia tu enfoque hacia los próximos pasos a seguir.

“Decirte a ti mismo que una situación no es personal, que no lo abarca todo ni es permanente, puede ser extremadamente útil”, dijo Grant. “Casi no hay fracasos que sean completamente personales”.

• Recuerda tus recuperaciones.
En tiempos difíciles, a menudo recordamos que otras personas —como los refugiados de guerras o un amigo con cáncer— la han pasado peor. Aunque esto pueda ser cierto, obtendrás un mayor impulso resiliente si te recuerdas a ti mismo los retos que tú ya has superado personalmente.

“Es más fácil identificarte con quien eras antes que con alguien de otro país”, dijo Grant. “Recuerda y di: ‘Ya pasé por algo peor en el pasado. Esto no es lo más horrible que he enfrentado o enfrentaré. Sé que puedo lidiar con esto’”.

Sallie Krawcheck, antigua ejecutiva de Wall Street, dijo que después de un despido bastante público, se recordó a sí misma lo afortunada que era de tener una familia sana y un colchón financiero. Aunque nunca ha estudiado la resiliencia, cree que algunos retos que enfrentó a temprana edad —como el que la molestaran en la secundaria (“Fue brutal”, dijo) o pasar por un divorcio doloroso— la ayudaron a recuperarse también en el ámbito profesional. “Simplemente creo en los resurgimientos”, dijo Krawcheck, quien recientemente fundó Ellevest, una plataforma de inversión en línea para mujeres. “Considero estos reveses como parte de un viaje y no un fracaso que pueda terminar con mi carrera. No había nada que pudieran hacerme en Wall Street que fuera tan malo como la secundaria”.

• Apoya a otros.
Los estudios sobre resiliencia muestran que las personas son más resilientes cuando cuentan con redes sólidas de apoyo de amigos y familiares que les puedan ayudar a enfrentar las crisis. Sin embargo, puedes obtener un impulso resiliente aún mayor cuando tú das el apoyo.

En un estudio sobre resiliencia psicológica realizado en 2017 entre veteranos del Ejército de Estados Unidos, quienes tenían niveles más altos de gratitud, altruismo y sentido de propósito también presentaban mayores habilidades de resiliencia.

“Cualquier manera en la que puedas acercarte a otros y ayudarlos es una forma de salir de ti mismo, lo que constituye una forma importante de aumentar tu propia fuerza”, dijo Southwick. “Una parte de la resiliencia es asumir la responsabilidad de tu vida y de crear una vida que consideres significativa y con propósito. No tiene que ser una misión elevada: puede ser tu familia. Mientras aquello en lo que participes tenga sentido para ti, eso puede impulsarte a superar todo tipo de adversidades”.

• Descansa del estrés.
Los tiempos de estrés manejable representan una oportunidad de cultivar tu resiliencia. “Debes cambiar la manera en que piensas el estrés”, dijo Jack Groppel, cofundador del Johnson &  Johnson Performance Institute, que hace poco comenzó a ofrecer un curso de resiliencia. “Debes invitar al estrés a tu vida. Un ser humano necesita estrés; el cuerpo y la mente quieren estrés”.

La clave, dijo Groppel, es reconocer que nunca eliminarás el estrés de tu vida. Por lo tanto, hay que crear oportunidades frecuentes para que el cuerpo se recupere de este, al igual que harías para dejar descansar a tus músculos entre repeticiones de levantamiento de pesas. Tomar una caminata a modo de descanso, dedicarle cinco minutos a meditar o ir a almorzar con alguna amistad son maneras de darles a tu cuerpo y a tu mente un descanso del estrés.

“El estrés es el estímulo para el crecimiento, y la recuperación es cuando el crecimiento ocurre”, dijo Groppel. “Así es como desarrollamos el músculo de la resiliencia”.

• Sal de tu zona de confort.
La resiliencia no solo proviene de las experiencias negativas. Puedes cultivar tu resiliencia poniéndote en situaciones desafiantes. Groppel está planeando escalar el monte Kilimanjaro con su hijo, por ejemplo. Así que toma unas vacaciones intrépidas o corre un triatlón. Comparte tus habilidades poéticas secretas con extraños en un evento de lectura de poesía.

“Hay algo biológico en ello”, dijo Charney. “Tus sistemas para regular la hormona del estrés se harán menos reactivos al estrés para que puedas manejarlo mejor. Vive tu vida de manera que adquieras las habilidades que te permitan manejarlo”.

https://www.nytimes.com/es/2017/07/31/resiliencia-edad-avanzada/?smid=fb-espanol&smtyp=cur

Más aquí.

martes, 21 de febrero de 2017

Reflexiones. El lenguaje es la manifestación más maravillosa del pensamiento humano, una fuente inagotable de alegrías y desafíos.

Miquel Roca, padre de la Constitución hace cuatro décadas, abogado de Cristina de Borbón en la actualidad, ha pedido a la ciudadanía que reflexione sobre la sentencia del caso Nóos.

Me he propuesto complacerle y reflexionar, aunque el primer objeto de mi análisis no es jurídico, sino semántico. Si un tribunal me impusiera una multa de más de 265.000 euros, ¿me consideraría yo absuelta? Me parece que no. Interpretaría que he sido condenada, puesto que si los jueces me hubieran hallado inocente, no me obligarían a pagar esa enorme, al menos para mí, cantidad de dinero.

Sigo reflexionando. El tribunal ha impuesto dicha multa a Cristina de Borbón por considerarla responsable a título lucrativo de los delitos cometidos por su marido. Es exactamente la misma calificación aplicada al PP por el tribunal que juzga el caso Gürtel.

A propósito de la igualdad de los españoles ante la ley, reflexiono sobre el revuelo jurídico, político y mediático que desencadenó la imputación del partido del Gobierno en un proceso de corrupción. Y, me pregunto, si los jueces condenaran al PP por esa responsabilidad, obligándole a devolver lo que obtuvo gracias a los delitos de Correa, ¿también resultaría absuelto?

El lenguaje es la manifestación más maravillosa del pensamiento humano, una fuente inagotable de alegrías y desafíos. A partir de ahí, cada uno es responsable de lo que dice. Por eso reflexiono sobre el júbilo expresado por el PP ante una sentencia que manda tres años a la cárcel a un dirigente de su partido, modelo de presidente autonómico hasta hace muy poco. Y me pregunto por el poder de la Monarquía, a la que sus súbditos aman más que a sí mismos.

No encuentro ninguna respuesta, excepto la que explica por qué soy republicana.

Almudena Grandes
http://elpais.com/elpais/2017/02/18/opinion/1487446327_201595.html