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domingo, 13 de septiembre de 2015

Y Luis Bárcenas llegó al cine

La película ‘B’ reconstruye con detalle la explosiva declaración del extesorero del PP ante el juez Ruz en julio de 2013

El 15 de julio de 2013, Luis Bárcenas se sentó en una sala de la Audiencia Nacional y ante el juez Pablo Ruz cambió por completo sus declaraciones precedentes. Durante más de cinco horas, el extesorero del PP desgranó el funcionamiento de la caja b de lo que él siempre denomina “el partido”, confirmando de paso todos sus papeles publicados por EL PAÍS.

Hacía mucho calor y juez, acusado, defensas, funcionarios y acusaciones particulares, unas 20 personas, se hacinaron en una salita de lo Social —la habitación de lo Penal que les hubiera correspondido estaba en obras—. Olía a combate de boxeo: un juez suplente, presionado, de 38 años, contra el exgerente y extesorero del partido en el poder. Bárcenas cogió su fusil y harto de las amenazas a su esposa —que, testificó, le llegaban desde el PP— diseccionó la doble contabilidad, la corrupción de 20 años de un partido cercano a constructores y grandes empresarios, donantes anónimos que, explicó el acusado, “no querían ser anónimos, sino que el presidente o el secretario general les recibiera”.

Muy poca gente recuerda el calibre de lo declarado aquel día por Bárcenas. Contra ese olvido, Jordi Casanovas escribió la obra Ruz-Bárcenas, con un referente claro: Frost/Nixon. Pedro Casablanc encarnó a Bárcenas y Manolo Solo, a Ruz. “Fui a ver la obra al Teatro del Barrio y salí en shock”, recuerda David Ilundain, que decidió trasladarla a la pantalla.

Nombres y cifras
El director repitió el reto —cada palabra que se escucha está en aquella declaración— y luchó por sacar adelante B, que finalmente se estrena el 18 de septiembre. “Recurrimos al crowdfunding [obtuvieron así 50.000 euros de los 200.000 del presupuesto], porque aún hoy es muy difícil hacer cine político en España”. Este verano, la relación entre Francisco Paesa y Luis Roldán, otro gran momento de la corrupción española (“algo que está en nuestros genes”, dice Casablanc), también ha pasado al cine en El hombre de las mil caras. “Nosotros rodamos en mayo en dos semanas toda la película”, prosigue Ilundain. “Hemos abierto la segunda parte a los otros personajes: aparecen el fiscal, los abogados de la defensa, de las acusaciones particulares...”.

En la película se ve arrogancia, miedo, sudor... y sobre todo se escucha. Se escucha a Bárcenas, de memoria enciclopédica, soltar nombres y cifras. “Debe de ser el personaje que más ha hablado en el cine español”, apunta entre risas Casablanc, al que sus años de teatro —“Yo no sé improvisar”— le valen para recordar todas las parrafadas. Solo explica que su Ruz “tuvo que separar el grano de la paja, la verdad de la mentira, mientras soportaba el escrutinio de toda España”. De referente, Frank Langella como Nixon en la adaptación al cine de Frost/Nixon. “No se parece a Nixon, pero te lo crees a los diez segundos. A mí me alejan de sus interpretaciones los actores que imitan y no buscan construir”. Casablanc recrea a Bárcenas de forma abrumadora. “Lo mismo un día me lo cruzo y me da un abrazo o me parte la cara”, sonríe. “Primero, es un ser humano; luego es un personaje fascinante, elegante, amante de los deportes de riesgo, que en ese momento se juega mucho. Con su memoria e inteligencia, parece Ricardo III”. Elogiosa comparación.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/09/07/actualidad/1441653087_663293.html

Más aquí: Duelo de cine entre Luis Bárcenas y Pablo Ruz

miércoles, 4 de marzo de 2015

Justicia politizada

Primero fue el borrado de los discos duros del caso Bárcenas requeridos por el juez, y después, la Audiencia Provincial de Madrid “extravió” la causa interpuesta por UPyD e IU sobre la eliminación de dichas pruebas. Ante el primer caso, cabe preguntarse por la tibieza del magistrado que pide los dispositivos en lugar de no requisarlos para evitar su formateo por parte de los investigados. El segundo hecho revela una vez más la inaplazable reforma de una justicia politizada hasta el tuétano, cómplice de prácticas que entorpecen el normal desarrollo de los procesos judiciales.—  Albacete 24 FEB 2015 

viernes, 20 de septiembre de 2013

Rajoy elude responder a tres grupos que le acusan de mentir al Parlamento. El Gobierno reta a la oposición a presentar una moción de censura


No es habitual en el Congreso que tres grupos distintos acusen reiteradamente a un presidente del Gobierno de mentir sistemáticamente en el Parlamento. Ayer lo hicieron PSOE, UPyD e Izquierda Unida. El Gobierno respondió descalificando al principal grupo de la oposición y retándolo a presentar una moción de censura, reiterando el anuncio de una ambiciosa propuesta de reformas legales contra la corrupción, pidiendo que los demás se atengan a las decisiones judiciales y sacando pecho por la lucha contra la crisis económica.
Lo que no hicieron Mariano Rajoy ni la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, fue molestarse en rebatir lo que los portavoces presentaron como mentiras. El presidente, incluso, puso en manos de la vicepresidenta y del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la defensa de su palabra, porque renunció a responder a las dos interpelaciones.
Fue una sesión de control al Gobierno tensa, que volvió a poner sobre la mesa lo que según la oposición no aclaró el presidente en su comparecencia del 1 de agosto sobre el caso Bárcenas. Y Rajoy, directamente o a través de los dos miembros de su Gobierno, no hizo más que remitirse a aquella intervención, pero sin dar ninguna explicación más, aunque después se hayan conocido detalles sobre el contrato del extesorero, su militancia yla declaración ante el juez de Dolores de Cospedal...

Los puntos negros de la versión del Gobierno sobre Bárcenas

Nómina. “Desde hace cuatro años el señor Bárcenas ya no estaba de tesorero en el PP; desde hace más de tres años no ostenta ninguna representación política, ni siquiera es militante de este partido. Cuando yo fui elegido presidente, el señor Bárcenas ya no estaba allí”. (Rajoy en el Parlamento).
El 19 de abril de 2010 causó alta en la Seguridad Social del PP como trabajador por cuenta ajena. Esta alta se mantuvo hasta el 31 de enero de 2013, según su vida laboral. Mariano Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno el 21 de diciembre de 2011.
SMS de apoyo. “Creí en su inocencia, lo hice hasta el momento en que a los cuatro años de iniciadas las investigaciones llegaron datos que confirmaban la existencia de cuentas millonarias en Suiza, no declaradas a la Hacienda pública, a nombre del señor Bárcenas”. (Rajoy en el Congreso el 1 de agosto).
El 18 de enero de 2013 se conoció que Bárcenas tenía dinero negro en Suiza, 22 millones de euros, por una comisión rogatoria que pasó por el Ministerio de Justicia. Dos días después Rajoy le envío este SMS: “Luis. Lo entiendo. Se fuerte. Mañana te llamare. Un abrazo”.
Militancia. El presidente aseguró el 1 de agosto en el Congreso que desde hace tres años el extesorero ya no es militante del PP. La semana pasada Rajoy negó en el pleno que Cospedal hubiera dicho al juez que él pactó con Bárcenas un finiquito muy favorable.
Los listados de la Agencia Tributaria que constan en el sumario reflejan que Bárcenas pagó su cuota de militante en 2008, 2009 y 2011. Otras informaciones aseguran que también en 2012. Cospedal dijo en su declaración judicial que Rajoy y Javier Arenas pactaron en marzo de 2010 el finiquito con Bárcenas y su mujer.
Leer más en El País.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Contradicciones sobre el disco duro de Bárcenas.

Cospedal dijo que Bárcenas no trabajaba para el PP pero se le pagaba la Seguridad Social (aquello de la “simulación en diferido”, ¿recuerdan?).

Los secretarios generales del PP dicen ante el juez, primero, que pueden asegurar que no había contabilidad B y, después, que no tenían ni idea de lo que hacía el tesorero. La dirección del PP dijo que destruyó un disco duro de un ordenador de Bárcenas en cumplimiento de la Ley de Protección de Datos, y el abogado de Cospedal dice ahora que ese disco duro era “de una virginidad total que no contenía absolutamente nada”. Pero... si no tenía datos, ¿cómo lo destruyen en cumplimiento de la Ley de Protección de Datos?

Por favor, ¡que dejen de tratarnos como imbéciles de una vez!— José Díez. Barcelona. Cartas al director. El País.

martes, 13 de agosto de 2013

Sus papeles y los nuestros

Los papeles de Bár­cenas cartografían la construcción de la hegemonía, la voluntad de poder hecha acto. El esqueleto de una red que se quiere victoriosa y capaz de agradecer las fidelidades. Junto a los otros papeles, los que aún no hemos visto –los de la otra pata del bipartidismo–, dibujan el mapa de 30 años de estabilidad juancarlista, de control total de los negocios, la academia, la judicatura, los media, la cultura...; del consenso entre las élites y el reparto de tareas que ha permitido generar una casta política privilegiada y absolutamente funcional a las clases dirigentes. La Transi­ción era, también, esto. La construcción de un turnismo vigilado por las élites económicas y de un mundo cultural y político vacío, grisáceo. Alérgico a las “grandes narraciones” y a las pulsiones vitalistas. Nada es gratis, no te equivoques, hacer carrera es tener los amigos adecuados.

Esos son los papeles de Bár­cenas, el Manifiesto Scum de un régimen al borde de la implosión, malherido, atenazado por las contradicciones económicas y políticas más graves de las últimas décadas. Sin recambios claros, sin estrategia alguna, a merced de los deseos de frau Merkel y los financieros del Norte, viendo cómo se achica su espacio de maniobra, tratando de sostener instituciones heridas de muerte.

Ahora bien: si ésos son los papeles de Bárcenas, ¿dónde están los nuestros? ¿cuál es la cartografía de nuestras alianzas, el mapa de nuestros pactos mutuos? Construir, desde abajo, el bloque social que pueda disputar la hegemonía, en todos los ámbitos, a los heraldos del neoliberalismo, los recortes y la nueva miseria, impone desestructurar nuestras capillas y abrir nuestros espacios. Y también pactar con lo que hay, no con lo que nos gustaría que hubiese, en los sectores sociales afectados por los ajustes. Se trata de estructurar una mayoría –interclasista, no hay duda– capaz de ejercer como tal, de golpear conjuntamente, de apoyarse mutuamente, más allá de días específicos y de identidades expandidas mediaticamente. Eso implica organización, pactos claros y plataformas comunes. Y no excluye, por supuesto, la construcción paralela, en su seno, de ámbitos específicos de clase que pretendan articular proyectos de mayor profundidad.

Para disputar los espacios sociales, para frenar la deriva catastrófica de nuestra sociedad, debemos volver a pensar desde la realidad material que amenaza con inundarnos, no desde los principios inamovibles ni desde las traducciones forzadas de clásicos antiguos o modernos. Trabajar con lo que nos rodea y con los sujetos que, efectivamente, lo pueblan, para construir una alianza social mayoritaria que abra espacios a una democracia profunda, a la recons­trucción de una economía vivible, y a la preparación de proyectos más ambiciosos de transformación social. Es un proceso, no un acto. La imagen no es la de la insurrección de un día –que para poco sirve, si no hay un trabajo previo y posterior–, sino la de las olas que vuelven una y otra vez a la orilla pero, eso sí, para llegar cada vez más lejos. Disputar la hegemonía exige la alianza. La alianza exige la generosidad. La generosidad exige la fuerza para sentirse capaces de construir en común, pese a desengaños y temores. La fuerza exige la organización, la formación y la apuesta vital. ¿Dónde están nuestros papeles?
José Luis Carretero Miramar. Diagonal.
José Luis Carretero Miramar. Profesor de Derecho del Trabajo e integrante del ICEA
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/sus-papeles-y-nuestros.html

domingo, 24 de febrero de 2013

Miles de manifestantes en Madrid: “Tus sobres, mis recortes”

-Los manifestantes protestan contra el tijeretazo en los servicios
-Han gritado "dimisión, dimisión" junto al cordón policial que protege el Congreso
-Al menos 40 detenidos tras los enfrentamientos con la policía


Médicos, profesores, bomberos, mineros, afectados por las preferentes e hipotecas abusivas, miembros del 15-M, representantes de partidos políticos como Izquierda Unida o Equo, jóvenes, pensionistas… Miles de personas salieron a la calle este sábado en 16 ciudades españolas para manifestarse contra un mismo enemigo, el Gobierno, y con un lema común: Contra los recortes y por una verdadera democracia. La llamada Marea Ciudadana Unida, aglutinadora de más de 300 colectivos y convocante de la protesta, eligió la fecha del 23-F, 32 aniversario del fallido golpe de Estado, porque considera que el origen de los recortes es otro golpe, este de los mercados.

“El 23 de febrero de 1981 yo pasé mucho miedo porque pensé que venían de nuevo los franquistas. Ahora tengo miedo de que la situación siga empeorando y de que mis hijos no vuelvan a encontrar trabajo”, explicaba en Madrid Manuel, de 66 años. “Aquel fue un golpe militar y este es un golpe social y económico”, añadía Felipe Ruiz, de 72 años. “Este Gobierno ha barrido todo lo que hemos conseguido en democracia. Vamos a sufrir mucho, por eso tenemos que salir a la calle y protestar todos juntos contra los recortes y contra la corrupción y ese nombre que ahora el PP es incapaz de pronunciar: Bár-ce-nas”.
Leer más en El País.
"Una multitud harta llena las calles otra vez contra la corrupción y los recortes". Leer más en el diario.es

domingo, 10 de febrero de 2013

BÁRCENAS, ¿EL TESORERO LOCO?

Luis Bárcenas podría haber sido perfectamente Jerôme Kerviel, el trader francés que provocó en 2008 una pérdida de 4.900 millones de euros a su empresa Societé Génerale. También podría haber sido Nick Lessons, trader inglés que en 1995 generó un agujero de 827 millones de libras a su entidad Barings Bank. Incluso podría ser Toshihide Iguchi, Chen Jiulin, Kweku Adoboli o tantos otros traders cuya actividad financiera se tradujo en pérdidas millonarias para sus respectivas compañías.

Todos estos traders habían sido durante mucho tiempo empleados ejemplares. Se los había presentado como personas capaces de generar beneficios en cualquier circunstancia, por hostil que fuese ésta. Personas con una mente brillante y sobre todo muy trabajadores. Ejemplares hasta decir basta. Pero un día todos ellos se convirtieron oficialmente en traders locos. Descubiertos los agujeros financieros ocasionados por sus actividades, el relato cambiaba y ahora el ejemplar empleado pasaba a ser un vulgar sinvergüenza que había estado aprovechando su posición para tomar arriesgadas decisiones individuales. Al final de cada historia el trader loco acababa siendo juzgado y condenado a prisión en solitario.

En la mutación desde el trader ejemplar hacia el trader loco, éste pierde todos sus amigos y apoyos. Comienza a ser un apestado, y su única defensa reside en la información sensible que aún quizás mantiene y que puede comprometer a la institución en su conjunto. La institución negocia y acuerda, y si es posible directamente masacra al otrora trader ejemplar. Comienza así un proceso de desvinculación formal que trata de evitar la identificación del fraude con la propia estructura de la institución. Entonces se repite hasta la saciedad que se trata de una manzana podrida pero que el resto de la cesta prosigue sana.

En realidad la propia existencia de traders locos permite ver con claridad los fallos regulatorios e institucionales, dado que se pone de relieve la incapacidad de la propia institución para controlar daños de estas características. En el caso de las finanzas los incentivos perversos (bonus, stocks options, etc.), el motor de las entidades (la búsqueda ad nauseam de la mayor rentabilidad) y el propio diseño de la arquitectura regulatoria (la liberalización del sector y la ley de la selva competitiva) son las claves para entender al trader loco en abstracto. Poco importa la ética personal del individuo si la estructura en la que se inserta es de por si inmoral, ineficiente y perversa.

Por eso Bárcenas es, a ojos del Gobierno, un tesorero loco. Un sujeto que, como Kerviel, habría abusado del margen de maniobra derivado de su responsabilidad para enriquecerse ilícitamente. De ahí que la estrategia de control de daños del PP se haya dirigido necesariamente a concentrar la atención en el individuo y no en la estructura. Es la misma historia de siempre. Tratan de hacernos creer que existen traders locos, tesoreros locos, ministros locos, consejeros locos, concejales locos, diputados locos y presidentes de comunidad locos. Y se ofenden cuando denunciamos que lo que ocurre es que la locura está enquistada en las propias estructuras de un sistema político caduco y malnacido de las entrañas de una decadente dictadura. Es el propio sistema político el que está loco, el que tolera y promueve la existencia de manzanas podridas de la misma forma que es la propia arquitectura institucional financiera la que permite la existencia de traders locos. Alberto Garzón Espinosa Publicado en Eldiario.es