África es la gran ignorada por la empresa española, que en su internacionalización ha decidido centrarse en dos polos: Europa y Latinoamérica, se lamenta Lluís Renart, profesor del IESE. “Salvo en Marruecos y Túnez, donde actúan un millar de compañías españolas, y cierta presencia en Sudáfrica, las compañías españolas han elegido los polos opuestos a África para acometer su expansión. Olvidando este continente, donde existen grandes oportunidades que están pasando por alto”, indica Renart, quien lo conoce desde hace más de 20 años, los mismos que lleva la institución que representa ayudando a crear escuelas de negocios en África, concretamente en Nigeria, Egipto, Kenia, Angola y Costa de Marfil, donde actualmente estas instituciones son independientes y se han asociado al IESE.
“54 países situados relativamente cerca de España, a cuatro o cinco horas de vuelo y en el mismo uso horario, y con una población de 1.000 millones de habitantes” son las razones por las que Renart cree que las empresas españolas deben poner el radar de su proceso de internacionalización en África, “donde los países que crecen a un promedio anual del 5% están haciendo emerger una nueva clase media que está dinamizando el continente”.
El crecimiento económico y demográfico que está experimentando África representa ese gran potencial para la empresa española, apoya Alberto Zamora, director de consultoría de gestión de Accenture, quien piensa que “este continente liderará el crecimiento en los próximos 25 años. Hemos perdido el tren de Asia y no podemos perder el de África”.
Algunos países, como Sudáfrica, Namibia, Botsuana y Ghana, han avanzado tanto en seguridad jurídica y calidad de sus administraciones, que resultan tan seguros para los negocios como Perú y están mejor que Bolivia y Ecuador, donde las compañías españolas sí que están invirtiendo, sostiene Carlos Sebastián, catedrático de Teoría Económica de la Universidad Complutense de Madrid y autor del reciente libro Subdesarrollo y esperanza en África, en el que analiza la evolución del África subsahariana en los niveles de corrupción, el principal lastre de su economía.
Los países que han mejorado su gobernanza están atrayendo inversiones extranjeras, en su mayoría protagonizadas por empresas chinas, que se mueven mejor en un terreno más parecido al suyo. “Se están abriendo muchas oportunidades, y llegar el último no es bueno”, aconseja Sebastián a los empresarios nacionales.
Pero África son muchas realidades diferentes. Por eso, desde el punto de vista de la inversión, es necesario informarse sobre cada una de ellas para así priorizar países antes de exportar o implantarse en ellos. Los expertos consultados coinciden en que el Estado con más oportunidades para las empresas españolas, y, por tanto, el primero que deben analizar, ha de ser Sudáfrica. “Es el país más desarrollado y con mayor renta per capita de África. Tiene un riesgo financiero muy bajo, con un rating inferior al de España, y ofrece seguridad para operar”, según Alberto Zamora.
El representante de Accenture sitúa en segundo lugar de preferencia para las compañías españolas tres países, también muy distintos entre sí: Angola, Nigeria y Marruecos. En una fase de desarrollo más incipiente, pero con catalizadores para el desarrollo económico, estarían Mozambique y Kenia, cuyos Gobiernos planean inversiones importantes para los próximos cinco años en minería, petróleo y gas, tras haber descubierto importantes yacimientos, mantiene Zamora, que recomienda en última instancia Argelia y Egipto, “países para tener en el radar y penetrar en ellos una vez que los conflictos derivados de la primavera árabe se resuelvan”, añade.
Sudáfrica cuenta con 47 millones de habitantes y, tras haber desarrollado su minería, continúa Zamora, ahora emprende el desarrollo de su sector energético, para el que necesita construir todo tipo de infraestructuras, y aquí las compañías españolas podrían aportar su experiencia, sobre todo en instalaciones hidráulicas y de energías renovables, que son las que se están licitando actualmente. También existen oportunidades en telecomunicaciones, ya que el país va a ampliar su ancho de banda, así como en productos de consumo.
Nigeria es un país con más de 60 millones de habitantes, pero se prevé que en 2050 tenga 400 de los 2.000 millones que formarán la población africana, señala Renart. Con un crecimiento económico del 8%, tiene una floreciente clase media, que está propiciando que algunas de las grandes marcas de artículos de lujo se instalen allí. Los productos de consumo básico y los teléfonos móviles son negocios en crecimiento en un país que construye sus infraestructuras de electricidad, agua y transportes. “Debería ser el Brasil de África”, indica Accenture.
Angola crece más del 7% anual y tiene todas las infraestructuras por hacer tras la última guerra, que acabó en 2002. Las industrias extractivas y mineras tendrán oportunidades, como también las proveedoras de servicios, dice Renart. Lo mismo que el sector agroindustrial, donde los chinos se están haciendo con los terrenos cultivables.
También se podría hacer negocio con explotaciones avícolas y mataderos de pollos, como está haciendo Marruecos, indica Renart. Marruecos tiene como principal socio comercial a España; allí, considera Zamora, las oportunidades se plantean en el sector agroalimentario, energías renovables, turismo, agua, transportes y construcción de viviendas.
Kenia, Ghana, Tanzania, Etiopía, Costa de Marfil o Guinea Ecuatorial son otros de los países donde las empresas españolas pueden encontrar su espacio, según Sebastián y Renart.
Aprender el modelo de negocio
La escuela de negocios española IESE, que esta semana celebra su ascenso en el ranking internacional de Financial Times al puesto número siete del mundo, lleva trabajando en África desde que en 1991 fundase Lagos Business School en la capital nigeriana. “IESE es la escuela de negocios del mundo más implicada con África, donde hay unos 90 centros de formación de directivos, es decir, una media de dos por cada país”, explica Lluis Renart, profesor de la institución. Para Renart, África representa una importante labor técnica por delante. “Con cerca de 110 millones de personas con empleos fijos en el continente, pensamos que unos 10 millones de dirigentes empresariales necesitan formación”, asegura.
Las escuelas de negocios africanas que ha puesto en marcha IESE no suponen su única oferta allí. La institución acaba de abrir su MBA de dos años a Nigeria, donde los alumnos podrán pasar una estancia de 15 días para profundizar en su conocimiento sobre los negocios en África. “En el segundo curso, los alumnos realizan cuatro módulos de 15 días cada uno en las universidades asociadas de Estados Unidos, América Latina y ahora de África”, explica Alex Lago, profesor de IESE. Son cursos de tipo vivencial, indica, en los que la primera semana se hace una inmersión académica, así como visitas a fábricas y empresas. “Y durante la segunda semana, que es la verdadera novedad de este año en el programa, y tras una preparación previa, los participantes forman grupos de cinco para encargarse de realizar un trabajo de consultoría real para empresas africanas, en general, de pequeño tamaño o medio”, continúa Lago. Treinta alumnos acaban de probar la experiencia, pero IESE espera que en lo sucesivo, de los 280 alumnos que tiene su MBA, 60 pasen por Lagos.
Fuente:
El País.