Mostrando entradas con la etiqueta literatura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta literatura. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de septiembre de 2025

María San Miguel, actriz y dramaturga: “No entiendo cómo una democracia puede sostenerse con muertos bajo su tierra”

María San Miguel en Valladolid, el 22 de agosto de 2025.
La directora estrena ‘Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva’, en la que entra de lleno en la cuestión de la memoria histórica

María San Miguel (Valladolid, 1985) creció con la historia que contaba su abuela Arsenia que, con 14 años, tuvo que ir a recoger el cuerpo de su padre fusilado por las tropas franquistas. De las exhumaciones de los restos de las víctimas enterradas en las carreteras, entre ellos los de su tatarabuela, nació su interés por la memoria y los temas como dramaturga. Licenciada en periodismo y creadora de una trilogía teatral sobre el conflicto vasco con su compañía Proyecto 43-2, San Miguel llega al Teatro del Barrio de Madrid, el próximo 7 de septiembre, con su montaje Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva, en el que partiendo de los silencios en torno al poeta Federico García Lorca, asesinado hace ahora 89 años, entra de lleno en la cuestión de la memoria histórica. El proyecto, un encargo de la Diputación de Granada que se estrenó en el patio de la casa de Lorca en Valderrubio (Granada), tiene también formato podcast de cinco capítulos, para el que ha utilizado todo el material documental reunido.

Más información 

Un drama inédito de Luis Rosales revela su tormento por no haber podido salvar a Lorca

Pregunta. Con 17 años asistió a la exhumación de los restos de su tatarabuela. ¿Cómo vivió ese momento?
Respuesta. La historia de mi abuela Arsenia la conocía porque ella misma la contaba. Lo que no sabía es que a su propia abuela también la habían fusilado. Recuerdo ir con mis padres a un pinar, cerca de un pueblo de Valladolid y sentir una emoción tremenda al ver como apartaban la tierra y encontraban sus huesos. Fue algo muy impactante. Fue un momento clave, porque ahí nace mi interés por la memoria y por los temas para tratar como dramaturga.

P. ¿Cómo se vive el hecho de ser familiar de un desaparecido en una fosa común?
R. Lo vivo con incomprensión. Me pregunto cómo es posible vivir con normalidad en un país teniendo a tantos miles de desaparecidos y desaparecidas. No entiendo como una democracia puede sostenerse con muertos bajo su tierra.

Hacer teatro independiente en nuestro país es agotador. He vivido decepciones personales y profesionales muy grandes

P. ¿Y cómo ha influido su experiencia personal en su teatro?
R. Desde los 17 años he querido hablar de esto en un escenario, pero no se ha dado la ocasión hasta que la Diputación de Granada me invitó a acercarme al silencio que hay en Valderrubio en torno a Federico García Lorca. Estaba a punto de abandonar el teatro. Todos los fantasmas que viven bajo tierra me vinieron a salvar de ese momento que estaba viviendo, unido a que Federico está en la raíz de mi formación teatral y en mi manera de entender el teatro.

P. ¿Por qué quería dejar el teatro?
R. En los últimos años me han pasado muchas cosas, algunas personales, como la muerte de mi padre. Hacer teatro independiente en nuestro país es agotador. He vivido decepciones personales y profesionales muy grandes.

P. ¿Cómo cuáles?
R. No quiero abundar más en ello. Quizás algún día tomando un vino.

P. Se acaban de cumplir 89 años del asesinato de Lorca. ¿Hay todavía un manto de silencio sobre ello?
R. Hay silencio sobre el contexto y lo que realmente sucedió en este país con el golpe militar que fue un genocidio pensado. Este proyecto es una investigación del silencio en torno a su desaparición. Se sabe que fue asesinado, pero Lorca, como 114.000 personas más, es un desaparecido forzoso.

P. ¿A qué cree que se debe?
R. Al absoluto terror con el que los golpistas y luego la dictadura generó en la población y a toda la propaganda para extender el terror y el silencio. Para mí hay una pedagogía de la crueldad cuando asistes a una exhumación. Cuerpos arrojados de cualquier manera con lesiones en el cuerpo y tiros en la nuca.

Los hijos de las personas desaparecidas están muriendo. El duelo colectivo como país no se ha cerrado. Es un trauma que se hereda

P. ¿Ha sido Lorca un personaje instrumentalizado?
R. Hay cierto sector de la ultraderecha decidido a instrumentalizarlo, señalando que, por ejemplo, le gustaban los toros, pero sin contar por qué fue asesinado. Por otro lado, la izquierda siempre ha sido cobarde en reivindicar a nuestros muertos que, por otra parte, son de todos, seas de la ideología que seas.

P. La obra habla del profundo miedo y la represión que siguió al asesinato del poeta. ¿Cómo se traslada ese miedo al mundo de hoy?
R. Hay todavía mucho silencio. Yo he crecido con esa sensación en el discurso público de que no se podía hablar de determinados temas porque se removían ideas y temas como la guerra civil, que, por otra parte, se ha tratado muy poco tanto en el teatro como en el cine.

P. Después de tantos meses de inmersión en el universo de Lorca. ¿Qué sensaciones le deja?
R. La de ser una privilegiada. Uno de los mejores regalos de mi carrera ha sido el de trabajar con el equipo científico de la Universidad de Granada que trabaja en el barranco de Víznar. He descubierto a personas cuyo motor de vida es la pasión y el compromiso por Granada y los pueblos lorquianos.

P. Habla de Federico y no de Lorca. ¿Qué es para usted Federico?
R. Me refiero como Federico para traerlo a la tierra como representante de tantos miles de hombres y mujeres que siguen enterrados en cunetas y carreteras. Leo a Federico desde que aprendí a leer. Me ha marcado mucho no solo su obra, sino su visión política y teatral, su militancia política y sus ideas por llevar la cultura a todos los rincones de España con su compañía La Barraca.

P. La obra da pie a hablar de otras historias, de otras víctimas de la dictadura franquista. ¿Siguen olvidadas?
R. Sí, sobre todo siguen enterradas, literalmente, cosa que es gravísimo en una democracia.

P. Su trayectoria como dramaturga está centrada en la realidad. ¿Qué teatro busca?
R. El que tenga sentido hacer en este mundo que vivimos. En este espectáculo he pensado mucho cómo escribir y que contar para seguir despertando emociones y preguntas. Es muy complejo en un mundo de tantas imágenes, pero con tanta desesperanza, como el genocidio en Palestina, las políticas de Trump o el ascenso de la ultraderecha. Mi teatro piensa en los huecos, en las narrativas disidentes, en las historias que no tienen voz.

La Ley de Memoria Histórica está siendo devaluada en muchos ayuntamientos y comunidades gobernados por la derecha y la ultraderecha

P. La Ley de Memoria Histórica data del año 2007, con Zapatero como presidente del Gobierno. ¿Cree que llegó tarde?
R. Tardísimo. No puedo entender como en los gobiernos de Felipe González, con la mayoría absoluta de 1982 no empezaron a desenterrar a los muertos. Quizás ahora viendo en lo que se ha convertido Felipe González lo entiendo un poco más. Los hijos de las personas desaparecidas están muriendo. El duelo colectivo como país no se ha cerrado. Es un trauma que se hereda.

P. Esta ley está siendo devaluada en muchos ayuntamientos y comunidades gobernados por la derecha y la ultraderecha. ¿Qué siente ante ello?
R. Impotencia, dolor y muchísima rabia.

P. ¿Confía en que algún día se encuentren los restos de Federico García Lorca?
R. Lo que me gustaría realmente es que no dependiera de quien gobierna este país para exhumar a todas las víctimas, incluido Federico.

lunes, 22 de septiembre de 2025

_- Noches de verano en Mallorca

Mallorca
Lugares recónditos, cultura ‘wellness’, diseño y artesanía local toman el pulso a un mapa hotelero más vibrante y lujoso que nunca en la isla balear

Reconocible por una anatomía muy diversa que define lo que es el Mediterráneo, entre pueblos de piedra, la agreste Tramuntana y playas de arena fina y aguas claras, Mallorca tiene ese don inescrutable de convertir cada lugar, por muy recóndito que sea, en una postal. La tierra que una vez entrelazó las crónicas de George Sand con los acordes de Chopin es una caja de parajes sorprendentes, una carta que la hotelería más exclusiva ha sabido jugar a su favor para asentar propuestas que unen bienestar con diseño y artesanía local.

La primera parada de este mapa hotelero nos lleva al corazón de la isla balear, a una antigua possesió del siglo XIII en la sierra de Tramuntana. En esta finca, cuyo origen se remonta a una alquería árabe, se erige Son Bunyola Hotel & Villas, propiedad del empresario británico Richard Branson y perteneciente a la colección Virgin Limited Edition. Un hospedaje en el que el destino acapara tanto protagonismo como su histórica planta con una gran torre medieval, una antigua almazara que ocupa ahora el restaurante Sa Tafona, en el que despachan recetas ancestrales, o el huerto que abastece de verduras y legumbres de temporada a la cocina con acento mallorquín de la chef Brenda Lisotti. Con vistas privilegiadas a la península de Sa Fora dada, su vasta extensión de más de 300 hectáreas invita a embarcarse en todo tipo de experiencias entre mar y montaña, además de relajarse en el único spa de las islas bajo la tutela de la marca francesa Olivier Claire.

Sin salir de esta reserva natural protegida por la Unesco que conocieron literatos como Agatha Christie o Robert Graves, The Lodge es ese refugio en el que pernoctar en la naturaleza sin escatimar en comodidades. Edificada entre almendros, algarrobos y olivos centenarios, la histórica arquitectura de sus cimientos que preside una gran tafona enaltece el mayor campo de lavanda de todas las Baleares, que desde esta temporada sirve también de escenario para las cenas de los sábados. Música en directo y una puesta de sol que compiten con el aroma malva acompañan a la propuesta de la mallorquina Margalida Moya, chef del restaurante Singular del hotel, basada en cocina de fuego y producto de cercanía. Esa recompensa tan ansiada tras una jornada de caminatas, rutas en bici o caballo, clases de yoga, salidas en kayak o incluso de espeleología diseñadas por el complejo entre montañas y la escarpada costa.

Vista del Son Bunyola Hotel & Villas, en Mallorca.
 

Vista del Son Bunyola Hotel & Villas, en Mallorca.

A unos 30 kilómetros atravesando la isla se encuentra el tesoro escondido de Finca Serena, en la localidad de Montuïri. Perteneciente también a la cadena Único Hotels, que lidera el hotelier barcelonés Pau Guardans, comparte además con The Lodge un interiorismo minimalista inspirado en la propia Mallorca. Ese llamado lujo silencioso que la serie Succession exportó al mundo hace años parece ceñirse a la estética sin elementos superfluos que compuso la interiorista Pilar García-Nieto en este hospedaje solo para adultos.

Un acogedor escondite que prima la privacidad de sus clientes frente a la casa centenaria principal y otras edificaciones repartidas por la finca, con un jardín nutrido de árboles frutales que miran al Pla de Mallorca y sus propios viñedos, además de un premiado espacio de wellness en el que mimar cuerpo y mente.

 
Ensaimadas del desayuno en el hotel Son Antem.

Ensaimadas del desayuno en el hotel Son Antem. Miguel Merino (MSTUDIO)

No muy lejos de los campos de lavanda aguarda otra joya de la Tramuntana, Ca’n Beneït. En pleno valle de Binibona, conocido por sus casas de piedra, este alojamiento de tan solo 10 habitaciones ocupa los antiguos establos y talleres de la parcela, donde el silencio solo se rompe con el susurro del viento o el repique de las campanas. Hace siglos, cuando sus piedras centenarias ya ocupaban otra almazara en la que aún se elabora aceite de oliva virgen, sirvió de hogar para viajeros errantes. Ahora, en forma de suites y una villa privada con piscina independiente, consigue captar esa calma mallorquina que tanto se anhela al llegar a la isla, ya sea con rituales relajantes en su spa, catas de vino, paseos por el jardín perfumado de plantas aromáticas o su carta de temporada en el restaurante Mirabona.

Los lugareños protegen el sureste de Mallorca como un preciado secreto, aún desconocido por el turismo masificado. La Reserva Rotana, construido sobre otra finca histórica del siglo XVII, es uno de los reclamos de la llamada Toscana mallorquina. Aquí los atascos interminables dan paso a una morada con el encanto local de la piedra seca y las vigas de madera. Fundada en 1997 por Juan Ramón Theler y su esposa, la princesa Loretta zu Sayn-Wittgenstein, funcionó durante décadas como un refugio de la jet set europea. Este 2025 vuelve a brillar con el mismo esplendor bajo un proyecto de interiorismo que combina la comodidad de un hotel de 5 estrellas con una estimulante agenda, para que sus huéspedes disfruten de su retiro sin salir del complejo. Además de los dos restaurantes con sabor local que regenta Christian Denz, chef alemán con más de 25 años de experiencia, ofrece actividades para toda la familia entre su campo de golf, pistas de tenis, los viñedos que le confieren ese carácter toscano y un centro de bienestar; un lugar también para disfrutar de un pícnic improvisado o de los animales que habitan en libertad, como burros, cabras o tortugas.
 
Una de las 'suites' de The Lodge, en Mallorca.

Una de las 'suites' de The Lodge, en Mallorca. Cabes

Rumbo al sur, los entusiastas del golf podrán resarcirse en Hacienda Son Antem, situado en Llucmajor, el municipio más grande de Mallorca. Perteneciente a la cadena ACHM de Marriott, cuenta también con dos campos dedicados a este deporte, pistas de tenis, vóley-playa y zona de wellness con aguas termales.

Ya en la costa, dentro de la emblemática fortaleza Cap Rocat que vigilaba la bahía de Palma, el hotel del mismo nombre es un referente del interiorismo mallorquín. Proyectado por el estudio local Antonio Obrador, que preservó la singularidad arquitectónica del complejo, su imponente entrada se mimetiza con el entorno natural que lo sustenta. Un puente entre historia y modernidad galardonado por los premios Europa Nostra, que alberga un spa a 12 metros de profundidad que ilumina los rayos de sol a través de su cristalera.

En la línea costera hacia el parque natural de Mondragó, cerca del yacimiento arqueológico de Closos de Can Gaià, el diseño de autor es también la gran baza del hotel Ponent Beach, perteneciente a la cadena Barceló. Este tranquilo y funcional alojamiento a pie de playa, con acceso exclusivo a la cala Ferrera, ha sido renovado recientemente por el interiorista Lorenzo Castillo con tres suites inspiradas en el turquesa del mar y los tonos vibrantes que se divisan desde la ventana junto al taller mallorquín Teixits Vicens. El mobiliario y las telas de las estancias son un reflejo de la artesanía local que practica esta empresa familiar desde 1854 bajo la técnica de teñido ikat, además de otros objetos decorativos que transmiten la luz única del Mediterráneo. Un homenaje, revela el propio Castillo, “a Mallorca, a su belleza natural y serenidad”.

Plato de la carta del Hotel Son Bunyola Villas en Mallorca.
 



Plato de la carta del Hotel Son Bunyola Villas en Mallorca.

A menudo cuesta competir con sus aguas cristalinas y recónditos acantilados, pero la ciudad de Palma se merece siempre una estancia en el periplo balear. El hotel Victoria Gran Meliá (avenida de Joan Miró, 21), pionero en el lujo urbano de la isla desde que abrió sus puertas en los años veinte como Villa Victoria, ha estrenado nuevo rostro esta primavera tras una meticulosa renovación. Lugar de referencia para artistas y personalidades entre las décadas de los años cincuenta y setenta, nació como extensión del Gran Hotel de Palma, que fue testigo de las noches más sofisticadas de esta época y un reflejo del estilo de vida palmesano. El estudio de arquitectura ASAH, que lideran Álvaro Sans y su hija Adriana, ha devuelto el brillo de entonces al edificio bajo un prisma contemporáneo, que incluye el nuevo Victoria Grand Café con desayunos relajados y cenas, además de una renovada terraza en la que socializar al atardecer.

El revuelo final lo pone la cadena Four Seasons, que acaba de completar su ambicioso proyecto en el icónico Formentor a cargo de Estudio Lamela, el mismo que hizo realidad su coloso madrileño. En medio de 40 hectáreas de bosques y exóticos jardines, esta villa privada garantizará la desconexión a sus huéspedes entre suites con piscinas independientes y spots gastronómicos como un chiringuito pop up, una heladería artesanal o el restaurante de estilo nikkei Shima. ¿El escenario de la próxima temporada de The White Lotus? Quién sabe…

Direcciones

Son Bunyola: virginlimitededition.com

The Lodge: thelodgemallorca.com

Finca Serena: fincaserenamallorca.com

Ca'n Beneït: fincabeneit.com

La Reserva Rotana: reservarotana.com

Son Atem: marriott.com

Cap Rocat: caprocat.com

Ponent Beach: barcelo.com

Victoria Gran Meliá: melia.com

Four Seasons Resort Mallorca en Formentor: fourseasons.com

viernes, 11 de julio de 2025

Los niños de Extremadura

Los niños de Extremadura

Los niños de Extremadura
van descalzos.
¿Quién les robó los zapatos?
Les hiere el calor y el frío.
¿Quién les rompió los vestidos?
La lluvia
les moja el sueño y la cama.
¿Quién les derribó la casa?
No saben
los nombres de las estrellas.
¿Quién les cerró las escuelas?
Los niños de Extremadura
son serios.
¿Quién fue el ladrón de sus juegos?

miércoles, 2 de julio de 2025

La joven poeta iraní que murió con su familia en un bombardeo de Israel

Parnia Abassi sonríe. Está sentada en una barra en una cafetería frente a su computadora

Fuente de la imagen,Instagram de Parnia Abbasi

Pie de foto,Parnia mostró una fuerte inclinación por la literatura y las artes desde que era adolescente.


Su flor favorita era el girasol, estaba aprendiendo italiano y compartía todo el tiempo sus poemas con sus amigos y su familia.

La poeta iraní Parnia Abassi estaba a pocos días de cumplir 24 años cuando ella y su familia murieron mientras dormían, durante un ataque israelí contra el Complejo Residencial Orkideh en el oeste de Teherán, capital de Irán.

Junto a Parnia, murieron también su padre, Parviz (maestro jubilado); su madre, Masoumeh (empleada bancaria jubilada); y su hermano menor, Parham (estudiante universitario).

Esta ofensiva forma parte de la operación León Naciente, una campaña dirigida por Israel contra la infraestructura nuclear y militar de Irán, que mantiene en conflicto a ambos países desde hace una semana.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que uno de los principales objetivos de este ataque era Abdolhamid Minouchehr, director de la facultad de ingeniería nuclear de la Universidad Shahid Beheshti, quien también falleció.

No está claro si el edificio de Parnia fue atacado directamente o si sufrió daños por estar cerca del objetivo previsto.

Algunas fuentes compartieron imágenes que sugerían que la residencia destruida de Abbasi coincidía con la ubicación de Minouchehr, lo que implicaba posibles daños colaterales.

Lo cierto es que, hasta ahora, no hay pruebas que vinculen a Parnia ni a ningún miembro de su familia con las actividades militares o nucleares de Irán.

Las FDI se negaron a hacer comentarios sobre la muerte de Abbasi, pero confirmaron en un comunicado que el ejército "atacó y eliminó" a Minouchehr, a quien describieron como un experto en física de reactores, según informa el diario The Washington Post.

Retrato de Parnia Abassi. Una joven de 24 años, cabello lacio negro, cejas gruesas y labios pintados de rojo. Fuente de la imagen,Instagram de Parnia Abassi

¿Quién fue Parnia Abbasi?
Parnia Abbasi fue una joven poeta iraní nacida en 2001. Desde la adolescencia, mostró una fuerte inclinación por la literatura y las artes.

Sus amigos y allegados la describieron como ingeniosa, amable, apasionada y enamorada de la poesía.

Disfrutaba leyendo y memorizando poemas; un amigo le comentó a Middle East Eye que siempre envidiaron su notable capacidad para memorizar versos.

Había escalado el monte Damavand, la cumbre más alta de Irán, y compartía con orgullo este logro, un reflejo de su espíritu aventurero.

Soñaba con convertirse en una poeta distinguida, con la esperanza de dejar una huella imborrable en la literatura persa.

Se licenció en traducción inglesa y, según sus amigos, había empezado a trabajar en un banco, lo que marcó un punto de inflexión en su vida profesional.

En paralelo, trabajaba a tiempo parcial como profesora de inglés. Aunque fue aceptada en un programa de posgrado en administración, decidió no continuar para conservar su trabajo.

En el mundo literario, Parnia escribía poesía desde su adolescencia. Su obra se publicó en Vazn-e Donya ("El peso del mundo"), una prestigiosa revista literaria iraní.

Sus poemas eran considerados tan significativos que, a los 21 años, fue invitada a participar en una mesa redonda publicada en el número 24 de la revista, titulada "Explorando el mundo poético de los poetas nacidos en los años 80".

Su inclusión a tan temprana edad la marcó como una figura en ascenso entre su generación de escritores.

Parnia era un talento emergente en la literatura iraní contemporánea.

Si bien había alcanzado reconocimiento en los círculos literarios juveniles, fue asesinada antes de tener la oportunidad de alcanzar una mayor fama nacional o internacional.

Mujeres en una protesta en Teherán contra Israel, una de ellas porta una imagen del líder supremo de Irán, Alí JameneiFuente de la imagen,EPA Pie de foto, El viernes 20 de junio hubo protestas en Teherán contra los ataques de Israel hacia Irán.

Estrella extinguida
La mañana de su muerte, circuló en redes sociales una foto que mostraba el cabello de una joven atrapada bajo los escombros sobre una sábana rosa. Esto conmovió profundamente e indignó a muchos.

Al mediodía, los medios iraníes confirmaron que la joven de la foto era Parnia Abbasi. A medida que la gente buscaba su nombre, muchos comenzaron a reconocerla a ella y a su obra.

La comunidad literaria expresó su profundo pesar por la pérdida de un talento tan prometedor.

La página de Instagram de Vazn-e Donya publicó uno de sus poemas, titulado "Estrella extinguida", que reflejaba la sensibilidad de Parnia hacia la guerra, el dolor y el sufrimiento humano.

Hoy, su último poema se lee como una profecía inquietante:

Tú y yo llegaremos a su fin
en algún lugar
el poema más hermoso del mundo
se aquieta
empiezas
en algún lugar
a llorar el
murmullo de la vida
pero yo terminaré
arderé
Seré esa estrella extinguida
en tu cielo
como humo

sábado, 6 de abril de 2024

De donde nace el resentimiento.

Vania o Iván, ruso o riojano, es un pobre hombre que no entiende el presente y que se siente estafado

Escena de la obra 'Vania x Vania'.
 

Últimamente escucho teorizar sobre las razones que provocan que haya hombres que se sienten excluidos, ninguneados, alimentados por el resentimiento, las ideas conspiranoicas, el rencor hacia las mujeres, la nostalgia de un pasado que creyeron sólido. Pero lo teórico, sea de orden sociológico o filosófico, se mueve con frecuencia en terrenos demasiados abstractos. Lo que hace la ficción es el mecanismo contrario: en vez de observar a un colectivo, concentra la mirada en seres humanos concretos; por eso cuando hablamos de verdad literaria nos referimos a estar sintiendo en ella los latidos de un corazón. He estado viendo las dos asombrosas versiones que sobre El tío Vania de Chéjov ha escrito y dirigido Pablo Remón,interpretadas por un excelente reparto, y en ellas he encontrado tanto los ecos de la verdad chejoviana como una manera poco frecuentada de contar el presente. Hay algo paralelo en aquel 1900 en que Chéjov estrenó su función y este 2024 que ahora nos atenaza. Un escritor tan intuitivo como él debió presentir, a cuatro años de su muerte, que un cambio brutal se iba a producir en Rusia, dado que sus personajes parecen estar al borde siempre de un abismo vital: no paran de rumiar deseos incumplidos, frustraciones, son protagonistas de biografías nada épicas que en algún momento de la juventud prometieron cierta grandeza. 

El tío Vania de esta doble función se convierte en un tío Iván del campo español, un hombre que se ve entrando en la vejez habiendo errado todos los tiros. No es un estúpido, intuimos en él trazas de hombre sensible, pero la suerte no le ha sonreído: las mujeres hermosas lo han rehuido y ha vivido alimentando los proyectos de otros, resignándose a una existencia estrecha que ahora le pesa como una losa. A pesar de que las tierras que administra no le han permitido vivir holgadamente, él ha perdido la vida ayudando a su cuñado, el pomposo intelectual, con la creencia de que valía la pena financiar a quien posee el conocimiento. Vania sobrelleva con humildad esa existencia de escasas emociones hasta que un verano aparecen por allí pontificando, dándoselas de no se sabe qué, el hombre de letras y su hermosa mujer, y entonces todas las rutinas que sostienen su día a día se desmoronan: el rencor le empuja a hacer recuento de su vida miserable. 

El tío Vania, tan nuestro como ruso, está interpretado por Javier Cámara, que lo ha convertido en campesino riojano, dejándose mecer por sus propios recuerdos hasta el punto de que en cada función el cómico se nutre del espíritu de su padre, el hombre que fuera músico y agricultor en Albelda de Iregua, y quién sabe si es hasta posible que gracias a ese juego actoral algo se le haya desvelado del alma paterna, eso algo misterioso que jamás entendemos de los padres, y que aquí se nos descubre gracias a amalgamar el discurso de un campesino ruso con el de un agricultor español. 

Vania o Iván, ruso o riojano, es un pobre hombre que no entiende el presente y que observa la injusta diferencia entre aquellos que llegan de la ciudad, sea Madrid o San Petersburgo, sintiéndose profundamente estafado. Es al considerar el notable contraste entre los forasteros y los que se quedan cuando a este soñador frustrado la realidad se le desmorona. La literatura, al menos la buena, no juzga, sino que asiste asombrada a la comedia humana, mostrándose compasiva con la peripecia del que lleva las de perder, incluso en sus irritantes errores. Viendo este Vania entra uno de lleno en el corazón de un resentido.

Dice Vania, “Día y noche, como un espíritu maligno, me sofoca la idea de que he gastado mi vida sin remedio. No tengo un pasado, todo él lo he derrochado tontamente en fruslerías, y el presente me aterra por lo absurdo”. Cuando escucho una disertación sobre a qué responde la rabia de los que se creen olvidados, procuro imaginar los delirios de un hombre concreto.


viernes, 15 de marzo de 2024

Recuérdame DAVID HARKINS

Puedes llorar porque se ha ido, o puedes
sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío
porque no la puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartisteis.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Una historia de amor en la mediana edad con un final explosivo. En su nueva novela, “Leaving”, Roxana Robinson reúne a una ex pareja. Uno de ellos está divorciado; el otro todavía está casado. ¿Ahora qué?

En su nueva novela, “Leaving”, Roxana Robinson reúne a una ex pareja. Uno de ellos está divorciado; el otro todavía está casado. ¿Ahora que?

Toda historia de amor necesita un obstáculo, alguien o algo que amenace con mantener separados a los amantes. ¿Qué obstáculos son adecuados para una historia de amor estadounidense contemporánea? El escritor de una historia de este tipo tal vez desee evitar la sobrecomunicación, la tolerancia (real o representada) y el hastío que disipan la tensión romántica. ¿Pueden los amantes todavía estar “desventurados”, condenados desde el principio a trabajar bajo una “estrella maligna”?

Pueden, dice Roxana Robinson, en su elegante historia de amor “Leaving”. (Robinson es autor de nueve obras de ficción anteriores, así como de una biografía de Georgia O'Keeffe).

Warren y Sarah, dos personas de 60 años que fueron pareja en su juventud, se cruzan durante la presentación de “Tosca”. Años atrás, Sarah había pensado en casarse con Warren, pero decidió que sería una elección imprudente como pareja. Las mismas cosas que lo hacen encantador una vez que reaparece a los 60 años (su entusiasmo, su intenso deseo de intimidad) asustaron a la joven Sarah y, en cambio, apostó por Rob. Resultó ser una elección equivocada y el matrimonio fue un fracaso. Cuando Warren y Sarah se encuentran en la ópera, tienen asuntos pendientes.

Los dos viven felices hasta este encuentro. Warren está casado, mientras que Sarah, madre de dos hijos mayores y divorciada desde hace mucho tiempo de Rob, está casada con su hogar en el bosque, su soledad y su perro excepcionalmente humano. Pero a medida que la narrativa avanza suavemente entre los dos puntos de vista, los vemos asombrarse y cambiarse el uno por el otro. El asunto que sigue es maduro, aunque sea destructivo. Sarah, producto de un entorno intensamente de clase alta, es una mujer comedida que habla con frases autoeditadas. Apreciamos su metaconocimiento de su posición. A una amiga que soportó la aventura de su propio marido, Sarah le señala: “Yo soy la otra mujer”.

Imagen La portada de "Leaving" es de color verde brillante, con un lirio tigrado descolorido visible a la izquierda del título, que aparece en letras minúsculas blancas.

Tampoco nos desagrada Janet, la esposa de Warren, pero no nos gustaría casarnos con ella. Ella es un poco tonta, demasiado literal y "tiene miedo de personas diferentes a ella". Por otro lado, ella no merece la duplicidad de Warren, quien intenta “ejecutar su matrimonio sin causar dolor”.

Todos los adultos del libro están representados con delicadeza. Años después de la aventura, Warren le escribe a su hija todavía furiosa: "He hecho algo para dañar nuestra relación, pero como sabes, he hecho todo lo que está en mi poder para expiar lo que he hecho". Expía, lo hace.

Resulta que es Kat, la hija adulta de Warren, quien es la antagonista de esta historia de amor. Cuando Kat se entera de que Warren ha decidido dejar a su madre por Sarah, le ruega: “Por favor, no lo hagas, papá. Aún no lo has hecho. No. Nos matarás. Matarás a nuestra familia”. El dolor de la hija pronto se endurece y se vuelve algo más severo. Finalmente, Kat establece sus condiciones: “Si te divorcias de mamá, yo me divorciaré de ti. Me divorciaré de ti por completo”. Lo que sigue puede poner a prueba la credulidad de algunos lectores y resultar incómodamente realista para otros. Vemos a Warren vacilar ante el exilio de su única hija. “Resultó que era más que nada un padre. Él fue el primero”.

Las demandas de Kat son escandalosas y, sin embargo, hay algo de lógica en ellas. No estamos “casados” con nuestros hijos, pero estamos involucrados en algo profundamente contractual. Podemos situar culturalmente la posición de Warren como el resultado final del estado actual de la paternidad (algunos dirían que la paternidad es excesiva) que se ha convertido en la norma de muchas familias que cuentan con los medios y el tiempo para ello. Esta intimidad que tuvimos o intentamos tener con nuestros hijos tiene un precio y nos deja más desposeídos sin ellos. Un padre de este estilo no puede invocar retroactivamente imperativos sociales de antaño, cuando los niños eran culpables del deber y del contacto continuo.

En lo más profundo del libro, “Leaving” parece una remezcla de Westchester de “La dama del perro” de Chéjov, otra historia de adulterio con un enfrentamiento en el teatro. La narración de Robinson es clásica, página tras página de escenas que se mueven rápidamente y una escritura tan precisa como hileras de tierra labrada. Robinson reelabora musicalmente la frase corta, repitiendo y volviendo hasta que las palabras expresan su significado. Cuando era niña, Sarah “nunca había pasado mucho tiempo con niños; los encontró misteriosos. ¿De qué querían hablar? ¿Qué se les permitía decir a las mujeres? No estaba permitido el desacuerdo con su padre; no le gustó. No hagas una escena, decía su madre. ¿Qué estaba permitido decirles a los niños? Por momentos, la moderación de los personajes me pareció propia de otra época. Pero me relajé con las cadencias y perspicacias magistrales de Robinson. Después de leer “Leaving” y su novela sobre adicción de 2008, “Cost”, leí cualquier historia que tuviera para contar.

Tenía la esperanza, debido a mis tiernos sentimientos por todos los involucrados, que esta historia terminaría con las mismas garantías que la de Chéjov. Pero resulta que cuando Robinson dice "Tosca", quiere decir "Tosca". El final es un bombazo, eminentemente discutible. Esta ágil novela fascina. Robinson demuestra que los escritores todavía pueden evocar los silencios y las renuncias que frustran el deseo y que las estrellas aún se cruzan.

sábado, 6 de enero de 2024

Christopher Marlowe, el misterioso escritor a quien acaban de identificar como coautor de tres obras de Shakespeare

Christopher Marlowe y William Shakespeare

FUENTE DE LA IMAGEN,AP

Pie de foto,

Christopher Marlowe y William Shakespeare fueron dramaturgos rivales que colaboraron en varias obras, según la Oxford University Press.

Espía doble, ateo hereje, conspirador católico, homosexual promiscuo, pederasta incorregible son algunas de las descripciones atribuidas al dramaturgo isabelino Christopher Marlowe, muerto en circunstancias misteriosas en 1593.

Hay una nueva: coautor de por lo menos tres de las primeras obras de su contemporáneo William Shakespeare; la trilogía de Enrique VI.

Ambos autores aparecerán en las páginas titulares de estas tres obras en la nueva edición del canon shakesperiano de Oxford University Press, que será lanzada a finales de octubre.

Shakespeare: ¿fue o no fue?

Es el resultado de una investigación internacional de 23 académicos en cinco países, utilizando métodos tradicionales y tecnología de punta para analizar los textos antiguos que determinó que sí hubo colaboración entre estos dos gigantes del teatro inglés del siglo XVI.

El reconocimiento de este segundo autor en parte de la obra shakesperiana pondría fin a las ideas que Marlowe y Shakespeare fueron la misma persona y a otras teorías que cuestionan la autoría del "Bardo de Avon".

Pero la vida de Christopher Marlowe y su misteriosa muerte a la edad de 29 años continúan intrigando a los académicos.

Una vida de intriga

La única imagen que posiblemente representaría a Christopher Marlowe es de un óleo descubierto, en 1952, en el Colegio de Corpus Christi de la Universidad de Cambridge, su alma máter.

Retrata a un hombre joven, elegantemente vestido, con melena, mirada ladina y sonrisa seductora.

La pintura incluye fechas que coinciden con la edad de Marlowe y el año en que se sabe que se graduó de dicha universidad y un texto en latín: "Quod me nutrit me destruit" ("Aquello que me nutre me destruye").

Sir Francis Walsingham

Sir Francis Walsingham

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Sir Francis Walsingham, secretario de Estado y jefe de Inteligencia de la reina Isabel I, pudo haber reclutado a Marlowe como espía.

El sugestivo texto añade a la sensación de ambigüedad del hombre retratado; algo esconde.

Ya sea una ambivalencia sexual, una afiliación al catolicismo proscrito, un ateísmo proselitista, un servicio en secreto a la inteligencia del Estado, todas eran consideradas actividades subterráneas y peligrosas en esa época que varios investigadores asocian con Marlowe.

Se sabe que nació en febrero de 1564, el mismo año que Shakespeare, pero, en contraste a éste, recibió una educación universitaria en Cambridge.

Su época de estudiante está envuelta en irregularidades, muchas que tienen que ver con sus largas ausencias de las aulas hasta el punto en que la institución quería negarle su título de grado.

Pero el Consejo Privado de la reina escribió a la universidad para que se le otorgara el diploma por sus "buenos servicios" a la corona en "asuntos que benefician a su país", una recomendación que alentó las teorías de que había fungido como espía al servicio de inteligencia de la nación.

"Poderosos renglones"

Después de eso, se lanzó al mundo del teatro, un ambiente que también estaba infiltrado por individuos de turbia reputación, actividades ilícitas y cuestionables actividades.

Producción de Eduardo II por el Thalia Theater de Hamburgo
Producción de Eduardo II por el Thalia Theater de Hamburgo

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
En la obra Eduardo II Marlowe exploró la polémica homosexualidad del rey.

Shakespeare era prácticamente un desconocido cuando Marlowe se consagró durante un breve período como el más exitoso dramaturgo del escenario isabelino.

Fue uno de los primeros autores ingleses en escribir en verso libre, un estilo que se popularizó en la época y muchos se referían a sus versos como los "poderosos renglones de Marlowe".

Sus obras más famosas son Tamerlán el Grande, El Judío de Malta y el Doctor Fausto, escritas entre 1587 y 1589.

Abordaba temas y personajes extravagantes y entretenedores pero también polémicos, como la obra histórica de Eduardo II con la abierta homosexualidad de su protagonista.

En una época de estricta censura, a Marlowe le gustaba ver qué tan lejos podía ir con sus escritos y con sus ideas alternativas de sociedad, política y religión.

Shakespeare

Shakespeare

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
William Shakespeare no siempre escribió en solitario. Académicos han identificado la mano de otros autores en por lo menos 17 de sus obras.

Alguna de éstas lo debió haber metido en líos pues, en mayo de 1593, murió violenta y misteriosamente en una taberna en Deptford, al este de Londres.

Los peritos que hicieron el levantamiento del cadáver registraron que había muerto instantáneamente de una cuchillada en un ojo tras una pelea de borrachos discutiendo por la cuenta.

Pero las turbias actividades y amistades de Marlowe han dado mucho espacio para la especulación.

Mito shakesperiano

Posiblemente una orden de eliminación emitida por la reina Isabel por su supuesto ateísmo o un asesinato perpetrado por agentes del servicio de inteligencia, hasta un homicidio pasional por un amante, todas hacen parte de las teorías.

La más llamativa, desde el punto de vista literario, es que Marlowe fingió su muerte y asumió la personalidad de un tal William Shakespeare para seguir escribiendo.

Esta creencia queda desmentida con la próxima edición de la obra de Shakespeare de la Oxford University Press, que le otorga por primera vez la coautoría a Marlowe de Enrique VI, Partes 1, 2 y 3.

Escena de Enrique VI Pie de foto,

La trilogía de Enrique VI, entre las primeras obras de Shakespeare, son ahora consideradas como una colaboración con Christopher Marlowe.

También acaba con el mito que Shakespeare escribió solo y fue autor único de la obra que le atribuyen las ediciones anteriores.

En realidad, la práctica del teatro isabelino de producir libretos a varias manos era más común de lo que se pensaba.

Shakespeare, Marlowe, Thomas Kyd, John Fletcher, Ben Johson entre varios destacados dramaturgos de la época pudieron haber escrito sus propias obras pero no hay duda de que colaboraron entre ellos con varias otras.

Dramaturgia isabelina

La competencia y la necesidad de producir libretos rápidamente hacían necesaria una distribución eficiente de tareas entre los dramaturgos.

Aquellos que se especializaban en soliloquios o escenas trágicas se encargaban de ellas, los que escribían mejor versos cómicos o escenas de acción se podían dedicar a éstas.

John Fletcher

John Fletcher

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
John Fletcher colaboró con Shakespeare en sus últimas obras.

Además, nunca existía un libreto final. Este se modificaba según las circunstancias, límite de tiempo, la cantidad de actores disponibles, el público al que se le presentaba o si algún evento especial motivaba la inclusión de un monólogo adicional alusivo.

Se sabe que fue una época muy prolífica para el teatro pero el problema para los académicos modernos es que muchos de los textos están perdidos.

Por lo general el manuscrito en sí no se consideraba valioso y sólo había una copia para evitar la piratería.

En varios casos apenas se conocen los títulos o sobreviven fragmentos o textos severamente editados o adulterados y hay muchas otras anónimas.

Gracias, en parte, a los buenos oficios de dos actores colegas de Shakespeare, John Heminge y Henry Condell, que recolectaron y publicaron una edición especial de su obra -conocida como el Primer Folio- es que unas 40 piezas del autor se conocen.

Heminge y Condell atribuyeron todas las obras del Primer Folio a Shakespeare pero los análisis subsiguientes han identificado pasajes en el estilo de otros autores contemporáneos.

Ahora, la Oxford University Press añade uno más al canon Shakesperiano, Christopher Marlowe, y se cree que unas 17 piezas del bardo se escribieron en colaboración.

Esta conclusión se ha logrado a través de estudios académicos tradicionales en combinación con tecnología de punta que analiza la frecuencia y combinación de palabras, expresiones y versos de los diferentes autores y su presencia en los textos.

De la misma manera, estas técnicas han identificado la mano de Shakespeare en otras obras que no son parte del canon.

Un ejemplo es la Tragedia Española de Thomas Kyd que un nuevo estudio concluye que una escena en particular fue escrita por Shakespeare.

La edición de Cambridge University Press concluyó que la poco conocida obra histórica Eduardo III tiene suficientes pasajes shakesperianos como para ser incluida dentro de sus obras completas.

Y, hace unos años, se determinó que una pieza del siglo XVIII, Doble Falsedad, es una versión de la perdida Cardeno -basada en Don Quijote de la Mancha- coescrita por Shakespeare y John Fletcher.

 Aunque poco a poco se van identificando más obras y más autores de uno de los períodos dorados del teatro, la personalidad de uno de sus más grandes exponentes Christopher Marlowe continúa entre las sombras.

domingo, 31 de diciembre de 2023

Nadie había encontrado el lenguaje para contar esta historia ‘Diario de un peón’.

Diario de un peón’, de Thierry Metz, un libro que es a la vez crónica y poema, narra el trabajo de los más pobres, el trabajo más duro, el de un obrero.

Este es un libro que cuenta una historia que nadie había contado hasta ahora. El librito, sereno y apasionado a la vez, es Diario de un peón, de Thierry Metz. Narra, día a día, el trabajo de los más pobres, el trabajo más duro, el de un peón. Pero este libro, único en su especie, es a la vez crónica y poema. En cierto modo, es un milagro, ya que, en principio, un hombre que trabaja siete u ocho horas al día en una obra, cargando sacos de cemento, descargando bloques de hormigón y cavando zanjas, no tiene ni tiempo ni oportunidad para escribir. A veces lo vemos trabajando de lejos, en la calle o al borde de la carretera. Reconocemos su silueta, pero no sabemos nada de su existencia ni de sus cualidades interiores. Y es que, desde la noche de los tiempos, la escritura ha sido el privilegio de unos pocos, un pequeño grupo de escribas, hombres de letras.

Thierry Metz es un poeta francés contemporáneo; murió en 1997, a los 40 años. Era hijo de un repartidor parisino. En casa de sus padres no había un solo libro. Tampoco había dinero. Thierry Metz bregó toda su vida como peón, jornalero, trabajador agrícola y albañil. Se mataba a trabajar y, durante los periodos de desempleo, escribía.

Metz nos dice cómo el esfuerzo transforma el cemento, el golpe del pico, la jornada de trabajo, en pan, pan de verdad 

Y nos ha legado, entre otros, este libro sereno y apasionado a la vez, Diario de un peón, que relata en un lenguaje nuevo, encendido y conciso, lo que nadie había relatado antes. Y es una de las obras más logradas y admirables jamás escritas. Arthur Rimbaud escribió en un momento de rebeldía: “Siento horror por todos los oficios”. Thierry Metz no sentía horror por su oficio. No lo idealizaba, sino que expresaba toda su crudeza en una prosa densa y clara. Sabía perfectamente que era prescindible, que le utilizaban, que utilizaban a los obreros; era consciente del desequilibrio de su situación y no pretendía escapar de los condicionantes sociales escribiendo. Pero por mucho que le disgustara el materialismo vulgar, pese a la dureza del trabajo y de la injusticia social, no se olvidaba del sol, ni del áspero mango de la herramienta, ni del profundo silencio de sus compañeros, ni de la intensidad del más repetitivo de los trabajos, el inmenso esfuerzo realizado por el mayor número de personas desde tiempos inmemoriales y que constituye el motor esencial de la historia de la humanidad. 

Así, desde el prosaísmo infinito de sus obras, Thierry Metz descubrió una forma de susurrarnos, en un lenguaje modesto pero altivo, meditativo y concreto, el enigma de nuestra condición: “Me gusta creer que, tal vez un buen día, un dios sin nombre se sentará en este montoncito de tierra y ocupará su sitio en la tumba iluminada de mis esfuerzos con palabras cotidianas, meros gorriones. Recobrará el aliento y volverá adonde tienen lugar las cosas, a los desiertos donde se hallan los hombres y sus obras. ‘¡Viernes!’ Ese será su nombre”.

Descubrió una forma de susurrarnos, en un lenguaje modesto pero altivo, meditativo, el enigma de nuestra condición 

En este breve pasaje de Diario de un peón, se ve enseguida por qué Thierry Metz no podía contentarse con ser un simple narrador; habría traicionado su vocación de poeta, habría debido quemar las fórmulas del lenguaje que le había salvado; pero tampoco podía ser solo poeta, habría tenido que olvidar a los suyos, los albañiles y porteadores que, desde Mesopotamia, trajinan en las obras del mundo. Y por eso tuvo que elevar el lenguaje a un punto de equilibrio al que nadie lo había llevado antes que él; tuvo que escribir a la vez un poema y un relato, sin separar el uno del otro, sin dejar nunca que el relato cayera junto al saco de cemento, y sin dejar nunca que el poema volara con los pajarillos. Era necesario que las dos partituras se convirtieran en una, que las contradicciones de la vida social se fundieran en la escritura, y que el dolor del esfuerzo redundara un poco en la belleza del mundo.

Pero le costó caro, demasiado caro, un precio muy alto, querer seguir viviendo entre los suyos, en un mundo de polvo y ladrillos, de sed y dolor, y buscar, en esta dura estancia, el oro del tiempo. Hace falta un esfuerzo inconmensurable, es una tarea imposible; pero la tenaz determinación de Thierry Metz nos ha dejado un librito único, tristemente único, en el que un joven fornido, lleno de esperanza, de palabras, de fuerza y también de tristeza, ha intentado decirnos a gritos, pero en un lenguaje muy dulce y hermoso, a través de la dureza del trabajo, de la desigualdad de condiciones y de la modestia de los salarios, hasta qué punto las palabras de cada día y de cada uno son poesía, y cómo el esfuerzo o el hastío, mediante una transubstanciación muy real, transforman el cemento, el golpe del pico, la jornada de trabajo, en pan, pan de verdad. Pero por el camino, el jefe saca tajada; y la poesía, ¿qué saca?

Éric Vuillard, escritor y cineasta, ganó el premio Goncourt en 2017 por su novela ‘El orden del día’.

‘Diario de un peón’. Thierry Metz. Traducción de Vanesa García Cazorla. Periférica, 2023. 128 páginas. 15 euros.

martes, 7 de noviembre de 2023

“Lo decadente puede convertirse fácilmente en una fuente de inspiración”: Geoff Dyer, el escritor que exploró el final de grandes carreras de la historia

Geoff Dyer, retratado por Matt Stuart.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,

Geoff Dyer es autor de novelas como "Amor en Venecia" y "Muerte en Benarés".

Leer "Los últimos días de Roger Federer", del británico Geoff Dyer, es como subirse a una montaña rusa de estados de ánimo.

A veces ríes a carcajadas, a veces te invade la nostalgia. A veces aparecen frases tan certeras que estremecen.

Esta sobre el envejecimiento no tiene pérdida:

“El verdadero interés es cómo cambian las cosas gradualmente y no de repente. Tan gradual que es imperceptible. Nadie lo ha dicho mejor que George Oppen (poeta estadounidense) sobre hacerse viejo: ‘qué extraña cosa que le pasa a un niño pequeño’”.

"Los últimos días de Roger Federer" es un libro “inclasificable”, como muchos críticos definen la obra y estilo de Dyer.

Es una retahíla de pensamientos del autor sobre el final de la carrera de algunas de las personalidades más brillantes de la historia (Bob Dylan, Nietzsche, Beethoven, Jim Morrison, De Chirico y muchos otros) y de la suya propia, y de todos los placeres, culpas, logros y frustraciones que ha dejado por el camino a sus 65 años.

El título es un homenaje a uno de sus grandes ídolos contemporáneos, el tenista Roger Federer, que se retiró en septiembre de 2022.

Pero, extrañamente, Federer apenas aparece en el libro.

Por eso arrancamos así esta entrevista con Dyer, que realizamos en el marco del Hay Festival de Querétaro, que se celebra entre el 7 y 10 de septiembre en esa ciudad mexicana.

En "Los últimos días de Roger Federer" Dyer reflexiona sobre el paso del tiempo. En esta foto aparece en su niñez, vestido de vaquero.
Geoff Dyer, vestido de vaquero cuando era niño.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,
¿Por qué “Los últimos días de Roger Federer” si el tenista casi no aparece en el libro?

Reflejar cómo acaban las carreras era un tema que planeaba por mi mente y esto fue acentuado por el hecho biológico de que ya no soy un tipo de 35 años.

Era consciente de que estaba cerca de ese estadio en mi vida y pensé que usar el nombre de Roger Federer era una buena forma de condensar todos los argumentos y temas del libro en una persona.

Cuando arranqué el texto me preguntaba si Roger continuaba jugando, no porque fuera a ganar otro Grand Slam, que parecía casi imposible, sino porque realmente amaba lo que hacía y le daba sentido a su vida.

Pensé que él era un buen emblema del tema, aunque el libro nunca fuera a tratar sobre él.

Pero cuando escribiste el libro todavía no se había retirado. ¿Cómo viviste su retiro y último partido en 2022?

Fue muy bueno para mí, porque cuando anunció su retirada, el libro ya estaba publicado, y le dio un nuevo empujón en ventas (ríe).

Su anuncio fue una sorpresa, aunque de alguna forma ya había casi parado de jugar.

Y ese último partido a dobles que jugó con Nadal…

El tenis no fue para nada interesante y la Laver Cup tampoco es un torneo interesante, pero esa fotografía en que ambos aparecen llorando agarrados de la mano fue una forma maravillosa de terminar su carrera.
 
Nadal y Federer lloran durante la despedida de Federer en la Laver Cup.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Nadal y Federer, rivales y amigos, protagonizaron una icónica y emotiva escena el día del retiro del suizo.


En el libro hablas de lo mucho que lloras últimamente. ¿Lloraste también con esa imagen?

Claro que lloré. Aunque para mi crédito diré que las lágrimas de Roger parecían también deberse a esa terrible canción pop que pusieron en su homenaje.

Pienso que mis lágrimas tenían un motivo mucho más profundo (dice entre risas).

En el libro sigues haciendo honor a tu fama de autor “inclasificable”: lo mismo hablas de finales de carrera, que de etapas de tu vida, que de cómo afrontar libros que en principio parecen aburridos...

Lo digo de todos mis libros: nunca siento que encajan en ninguna categoría que reciben.

Quizás más que otro, este es simplemente un libro de esos que no están definidos por su contenido sino por la forma en que el autor, en este caso yo, llena sus páginas con su conciencia.

De eso trata, de lograr que mi conciencia interese lo suficiente al lector aunque no conozca o esté interesado en algunas de las personas sobre las que escribo.

¿Y alguna recomendación para lectores obsesivos como yo que no podemos dejar un libro sin acabar por muy malo que sea?

Con respecto a lo de cuándo saber si abandonar un libro, a mí me gustan los libros que se revelan gradualmente, que sorprenden.

Hay una tendencia en las editoriales que no me gusta nada, que es escribir introducciones que preparen al lector, un tanto emulando las intenciones con las que el escritor vendió su obra a la editorial. Se usa la introducción como instrumento de venta.

Tampoco me gusta cuando en las introducciones te anuncian de lo que va a tratar cada capítulo.

Es una de las razones por las que mi libro tiene una estructura tan sutil, para que el lector tenga que averiguar por sí mismo lo que está ocurriendo.

Frase de Geoff Dyer.
Cuando exploraste todos estos finales de carrera, ¿quién crees que la acabó de la forma más divertida y quién de la más trágica?

Diría que el final más trágico de carrera fue el de Nietzsche, que sufrió un severo deterioro mental.

Acaba viviendo como un zombie y tiene una especie de vida póstuma cuando en realidad sigue vivo. Y luego se complica más al enfrentarse al antisemitismo que le hizo terminar odiando a su hermana. Es muy desafortunado.

Pero luego también "su regreso" fue espectacular. De alguna forma, su reputación ha trascendido más que la de Marx o Freud, otros de los padres del pensamiento moderno.

La vida de Hemingway también acabó de forma terrible, no solo por su suicidio, sino porque su declive duró mucho tiempo.

Y cuando pienso en el mejor final, ese tiene que ser el de Beethoven. Esos últimos cuartetos son tan avanzados musicalmente y tienen una profundidad psicológica tan grande que para mí son realmente un triunfo.

Geoff Dyer

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,

Geoff Dyer es graduado de la Universidad de Oxford en Reino Unido.


¿Y para ti qué imaginas como final de carrera?

Difícil de decir.

En mi caso, el final ideal de carrera sería llegar a un punto en que pueda continuar diciendo lo que quiera decir y, sobre todo, sin abandonar este modo de vida de escritor por culpa de otras personas o circunstancias, como tener poco dinero o no conseguir una editorial que publique mis libros.

Quiero que mi final sea que simplemente no quise escribir más. Lo más importante es acabar la carrera de forma independiente.

Una de las cosas más reconfortantes sobre la vida de escritor es que es una prueba constante de tus habilidades cognitivas.

Es muy interesante, cuando uno va envejeciendo, ir probándose y ver si uno es capaz, si tiene el poder mental de seguir.

Todo el tiempo que estuve analizando este desarrollo potencial en la vida de otros era consciente de que quizás no solo estaba mirando estas vidas a través de una ventana, sino también mi propia situación a través de un espejo.

Tu libro en muchos momentos es una oda a la decadencia, un estado que muchos aceptan por la nostalgia, la belleza o la sabiduría, pero que muchos otros rechazan por viejo y anticuado ¿En qué grupo te encuentras tú?

Es sorprendente, pero lo decadente o lo que está en declive puede convertirse fácilmente en una especie de inspiración, y permitirnos continuar.

La decadencia puede transformarse en una especie de cualidad habilitadora.