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miércoles, 18 de enero de 2017

¿Por qué hay que oponerse a cualquier tipo de copago de servicios sanitarios y de medicamentos?



La nueva Ministra de Sanidad ha anunciado su decisión de ampliar el copago de los medicamentos para los pensionistas que cobren más de 18.000 euros anuales. Utiliza para justificarla argumentos que, no por haber sido esgrimidos por Consejeros y Ministros anteriores, resultan menos vergonzosos. Se pervierte el sentimiento popular de justicia, “que pague más, quien más tiene”, que tiene su aplicación fundamental en la aplicación de los impuestos directos sobre la riqueza para intentar legitimar – con el mismo argumento - una nueva restricción económica en el acceso a los medicamentos, que, sin duda alguna, abrirá el camino a otras más.

Es una gigantesca trampa que intenta culpabilizar y enfrentar entre si a quienes menos tienen, ocultando el saqueo generalizado de las arcas públicas que se ha producido vía reducción de impuestos a las rentas más altas (el escarnio de las SICAV sigue vigente), amnistías fiscales, el rescate de la banca privada, la evasión de capitales y tantos etcéteras, por no hablar de la miseria de las pensiones o de los incrementos brutales de la explotación que supone la generalización de la precariedad.

Además, el establecimiento de barreras económicas para el acceso a un elemento central del sistema sanitario – al que se accede mediante prescripción facultativa y precisamente cuando se está enfermo, es un crimen cotidiano.

Tras el primer año de entrada en vigor del Real Decreto Ley 28/2012, del gobierno del PP, que cínicamente llevaba por título “de consolidación y garantía del sistema de la Seguridad Social”, un estudio realizado en Madrid arrojaba el estremecedor dato (obtenido mediante encuesta y por lo tanto muy inferior al real) de que cerca del 20% de los pensionistas no acudían a retirar de la farmacia los medicamentos prescritos. Resultados semejantes se han obtenido en estudios relativos a la introducción del copago en otros países, con la particularidad de que ese 20% de la población es el que concentra todos los riesgos desde el punto de vista de la salud; es el mismo a quien se desahucia por no pagar el alquiler, el que devuelve los alimentos en la caja del supermercado o a los que hipócritamente se califica de “pobres energéticos”.

El argumento de que la cantidad exigida – un máximo de 8 euros mensuales - es simbólica (¿para quién?) es un insulto para la mayoría de pensionistas (y activos), que con ingresos inferiores a los 600 euros, tiene que decidir entre comer, pagar la luz o retirar los medicamentos.

Pero hay que recordar, para la juventud, o para los desmemoriados, que los discursos destinados a justificar los copagos son añejos.

Quien abrió el debate acerca de la conveniencia de hacer pagar a las personas enfermas por los fármacos que les prescribe su médico fue el Informe Abril Martorell (1991), elaborado a instancias de un ejecutivo del PSOE que gobernaba con mayoría absoluta.

El primer “medicamentazo” fue obra también del PSOE en 1993. La Ministra Ángeles Amador, hoy flamante “consejera” de Red Eléctrica Española, fue quien llevó a cabo por primera vez la exclusión de determinados fármacos de la financiación por la sanidad pública. El segundo de ellos vendría de la mano del PP en 1998. Muchos de los medicamentos eran, y son, de uso frecuente en enfermedades crónicas. Se esgrimieron argumentos confusos y contradictorios. Si no eran eficaces, habría que haberles eliminado del Registro. Si se pretendía favorecer el buen uso de los medicamentos, es injustificable que los excluidos por su dudosa utilidad pasaran a ser objeto de publicidad en medios masivos, con lo que cualquier atisbo de racionalidad desaparecía por completo. Así, se da el caso de que un medicamento como el Frenadol, prohibido en varios países de la UE, es objeto aquí de propaganda masiva.

Los objetivos de ahorro son también falaces. Tras un breve periodo de reducción tras la adopción de las medidas, el gasto farmacéutico vuelve a dispararse. En el caso de la financiación selectiva de medicamentos, se eliminaron los medicamentos más baratos y menos rentables, que fueron sustituidos por otros más convenientes para la cuenta de resultados.

Los objetivos de ahorro son una falacia e incompatibles con el poder aplastante de la industria farmacéutica, a cuyo servicio han estado todos y cada uno de los ministerios y consejerías del Estado español.

Lo que importa saber es que son capaces de inventarse cualquier cosa para conseguir los objetivos de los intereses empresariales a los que sirven. A modo de ejemplo valga este hecho que viví en mi época de diputada, precisamente cuando el PSOE intentaba rodear de legitimidad social su primer “medicamentazo”. El argumento usado entonces para neutralizar la resistencia social fue la acusación de fraude masivo en las recetas de pensionistas que los jubilados usaban para obtener medicamentos gratis para toda la familia. Los medios de comunicación masivos se hicieron eco y expandieron el “relato”, sin más fundamentos. CC.OO y UGT lo apoyaron activamente llevando a cabo una “campaña de educación sanitaria” entre sus afiliados, con folletos y charlas destinados a colaborar en la eliminación de dicho fraude. Ante la persistencia de mis preguntas dirigidas a altos cargos del Ministerio en sede parlamentaria acerca de cuales eran los datos que avalaban tales acusaciones de fraude, la respuesta que obtuve fue que tras un estudio realizado sobre decenas de miles de recetas en Madrid habían aparecido 25 dudosas.

El copago de medicamentos, que como tantas veces se ha repetido es repago, sirve a un doble objetivo esencial para la gestión empresarial y la privatización de la sanidad pública:

Si el 80% del gasto es consumido por el 20% de la población de más edad, enfermos crónicos y personas con escasos recursos, eliminarles del acceso a la sanidad, como muy bien saben las mutuas patronales y las aseguradoras privadas, garantiza el negocio.

Hacer pagar por los medicamentos prescritos va eliminando uno de los valores esenciales de la sanidad pública frente a la privada: la gratuidad en el momento de uso.

A estas alturas debería estar perfectamente claro que lo que queda de los servicios públicos está en el punto de mira. Y que todo ataque que preparan va precedido de un “relato”, de un montaje mejor dicho, que carece de cualquier fundamento que no sea favorecer los intereses que representan. Es una guerra de clases que tiene ganadores y perdedores, y el arma más letal es dar crédito a su propaganda, de forma que nuestra fuerza sea preventivamente destruida.

Ángeles Maestro es médica, técnica superior de Salud Pública. Fue diputada del Congreso y portavoz de Sanidad por IU. Es miembro de Red Roja

martes, 2 de febrero de 2016

A 30 años del Referéndum de la OTAN (I) El PSOE, clave de bóveda de la dominación

A 30 años del Referéndum de la OTAN (I)
El PSOE, clave de bóveda de la dominación

Ángeles Maestro

Parte I. De la Dictadura de Primo de Rivera a las elecciones de 1982. El próximo 12 de marzo hará 30 años de la votación en el Referéndum sobre la permanencia del Estado español en la OTAN. Un ajustado resultado a favor del SI permitió que la Península Ibérica y sus archipiélagos se hayan convertido en instrumentos privilegiados de la estrategia imperialista euro-estadounidense en una escalada bélica sin precedentes desde el final de la II Guerra Mundial.

Cuando el ruido de los bombardeos se escucha cada vez más cerca, cuando en medio de criminales políticas de “austeridad” aumentan los gastos en Defensa y Seguridad al tiempo que se avanza en la jibarización de las pocas libertades que quedaban, en definitiva cuando guerra y fascismo vuelven a conformar las políticas de un capitalismo en crisis sistémica, es imprescindible tener bien identificados los hechos y sus responsables.

El impasse político que ha sucedido a las elecciones del 20 de diciembre abre fundamentalmente dos posibilidades de gobierno en el Estado y en ambas aparece el PSOE. Una de ellas sería un “pacto de izquierdas” del PSOE con Podemos y otras fuerzas políticas. Esta opción es vista con esperanza por los sectores populares frente a la temida y más probable coalición PP-Ciudadanos-PSOE. En este artículo pretendo refrescar la memoria acerca de la abyecta trayectoria de la dirección del que fue el primer partido político de la clase obrera en temas cruciales para el escenario de guerra que se abre ante nosotros.

La deriva política de Podemos hacia la indefinición política, extirpando cualquier propuesta rupturista de su discurso y de su programa, así como la de IU, ha sido analizada en otros trabajos. Sin embargo estimo que es necesario insistir en la caracterización del PSOE como partido que – en mucha mayor medida que el PP – siempre ha sido la clave de bóveda para garantizar que para las clases dominantes todo siguiera atado y bien atado.

La confirmación de la integración en la OTAN y la entrada en la CEE, ambos hechos sucedidos en 1986, constituyen para muchos analistas el fin de la Transición. La consumación de la incorporación de España en las estructuras claves del “Bloque Occidental” culminaba la derrota infligida por las clases dominantes de la Dictadura - a las que se sumaba una nueva burguesía surgida de las privatizaciones del PSOE – a una clase obrera que pudo amenazar con convertir el final del franquismo en un proceso con tintes revolucionarios tanto o más serios que los que alumbró la “Revolución de los Claveles” en 1974.

Los elementos claves de este proceso denominado como Transición, y justamente ensalzado por todos los poderes establecidos, fueron la complicidad del PCE 1– que controlaba los resortes fundamentales del movimiento obrero y popular – y la recreación del PSOE.

En 1979 el PSOE conmemoraba el centenario de su fundación con el curioso lema “100 años de honradez”. A un observador desinformado de la época le hubiera extrañado que tras una durísima dictadura, un partido “socialista y obrero” exhiba como hecho identificatorio el que sus dirigentes no hubieran metido la mano en la bolsa pública2, cuando obviamente no habían participado en gobierno alguno desde la II República La sabiduría socarrona de una clase obrera que se había forjado en la dura lucha contra la Dictadura sobre la hegemonía comunista, iba a arrojar luz y completar tan escueto lema: “100 años de honradez...y 40 de vacaciones”

Y es que efectivamente el partido de Pablo Iglesias creado, como otras organizaciones socialistas, al calor de la Comuna de París - primer intento de “asaltar los cielos” - y de raíces genuinamente marxistas, estuvo desaparecido durante las cuatro décadas de la Dictadura. Sobre esa ausencia casi absoluta del PSOE y la UGT de las duras luchas obreras y populares, que fueron minando el Régimen y confiriendo a la oposición una fuerte identidad de clase, se fue edificando el relato mistificado de la Transición. La historia oficial escrita una vez más al servicio de las clases dominantes – y cuyo máximo exponente “de masas” fue la serie de TVE “La Transición española”3 - ha sido edificada sobre la infravaloración del movimiento obrero más potente y estructurado de Europa occidental que además incorporaba a sus luchas concretas objetivos políticos como “Libertad, Amnistía y Derecho de Autodeterminación de los Pueblos”

La contradictoria historia del PSOE tuvo otros episodios anteriores en los que sus principales dirigentes protagonizaron oscuros episodios de colaboración, no sólo de clase, sino con las dos dictaduras que ocuparon la historia de buena parte del siglo XX.

Entre 1923 y 1930, en un periodo marcado por la victoria de la revolución soviética y el auge del fascismo, dos de sus más destacados líderes – Julián Besteiro y Largo Caballero – colaboraron estrechamente con la Dictadura de Primo de Rivera apoyada por la Monarquía y por la Iglesia, contribuyendo decisivamente a legitimarla; el primero teorizó la conveniencia de participar de sus instituciones y el segundo llegó a formar parte del Consejo de Estado. Todo ello mientras se suspendía la Constitución, se disolvían los ayuntamientos y se intervenía la Mancomunidad de Cataluña, se extendían los somatenes al medio urbano y a todas las provincias, y se declaraba el estado de guerra. Al tiempo que el PSOE – mediante el control de UGT - aseguraba la “paz social” y se integraba en el “Consejo del Trabajo”, la represión más dura se cernía sobre la otra gran fuerza obrera, la CNT, y sobre el PCE, creado en 19204.

En marzo de 1939, un sector del PSOE encabezado por Julián Besteiro 5, ejecutó junto al cenetista Cipriano Mera y al coronel Segismundo Casado el golpe de Estado contra el gobierno del también socialista Juan Negrín, entregando Madrid a los fascistas 6. La ignominia de esta traición que abrió las puertas al exterminio de cientos de miles de hombres y mujeres, mientras se justificaba para “acabar con el sufrimiento de la guerra” y por el compromiso de Franco de “respetar la vida de los vencidos” es uno de los hechos que más celosamente oculta la historiografía oficial7.

Los 40 años de “vacaciones” no fueron óbice para que el PSOE desempeñara un papel clave en la Transición. Su escasísima presencia en los movimientos de lucha contra la Dictadura – o precisamente por ello – no le impidió protagonizar episodios como el que documenta Joan Garcés8, citando un informe del embajador de EE.UU. en Madrid al Departamento de Estado. El gobierno norteamericano planeaba minuciosamente el postfranquismo con un mensaje claro: “antes de que Franco deje de mandar deben hacerse preparativos para asegurar que España continúa bajo un gobierno fuertemente pro-occidental”. Joan Garcés relata así las relaciones de dirigentes socialistas con la embajada de Washington en Madrid, citando los informes oficiales correspondientes dirigidos al Departamento de Estado: “Algunos ofrecimientos a colaborar en éstos planes llegaron espontáneamente a los servicios de EE.UU., como el de Carlos Zayas Mariátegui de la Agrupación Socialista Universitaria -ASU- o los “socialistas del interior” (en disidencia con la fracción del PSOE asentada en Toulouse, Francia), quien aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista suceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a Jose Federico de Carvajal y a Mariano Rubio Jiménez en Madrid ...”. El mismo autor da cuenta de que “durante el postfranquismo, Felipe González sentó a Zayas en el Parlamento, a J. Raventós le hizo embajador en Francia, a F. de Carvajal, presidente del Senado y a Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, ..”.

En 1974 se vivía un auge del movimiento popular marcado por las luchas victoriosas de liberación nacional que iban a tener sus máximos exponentes en la derrota de EE.UU. por el pueblo vietnamita y en el fortalecimiento de la izquierda latinoamericana. En Europa se reflejaba en la revolución portuguesa del 25 de abril, en el resurgir de la izquierda griega tras la derrota en referéndum de la monarquía fascista que había apoyado la “dictadura de los coroneles” auspiciada por EE.UU. 9 y en las potentes luchas obreras y estudiantiles en Francia, Italia y Alemania. En el Estado español, mientras Franco comenzaba su agonía física, la descomposición del régimen se aceleraba en la misma medida que se fortalecía la lucha obrera y popular.

Existe abundante documentación que acredita cómo las cancillerías de Francia y la República Federal Alemana trabajaron coordinadamente con EE.UU. precisamente en la dirección que los dirigentes del PSOE habían propuesto algunos años antes al Embajador USA en Madrid: apoyar económica, mediática y organizativamente a un partido socialista capaz de neutralizar la hegemonía comunista tras la muerte de Franco.. En 1984, responsables de la fabrica de armas Flick declaraban ante una comisión del Bundestag haber financiando al PSOE; aún en 1992 se informaba al Parlamento alemán de que la fundación Ebert, ligada al SPD, continuaba haciéndolo 10 .

Cuando pregunté por todo esto a Pablo Castellano, ex dirigente del PSOE y diputado de Izquierda Unida en varias legislaturas, además de certificar el rigor y la veracidad del trabajo de Garcés, añadió esto: “Antes del Congreso de Suresnes, se hablaba de Nicolás Redondo – secretario general entonces de la UGT , de Felipe González y del propio Pablo Castellano como posibles candidatos a la secretaría general del PSOE. Un mes antes, todo el mundo supo que el Pentágono se había decidido por Felipe González”.

Otro de los documentos claves para establecer el código genético del PSOE como instrumento del imperialismo es el libro de Alfredo Grimaldos: “La CIA en España” (2006). En él se amplían los testimonios ofrecidos por Garcés al respecto y se recogen las declaraciones como las del ex agente de la CIA Philip Agee a la revista Zona Cero en marzo de 1987: ” Dentro del «Programa Democracia” elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung del Partido Socialdemócrata y la Konrad Adenauer Stiftung de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de«construcción de la democracia», tras la Segunda Guerra Mundial. Des pués, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total”. (…) “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación del SPD), fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después» 11

Tras el decisivo papel jugado por el Partido Socialista Portugués de Mario Soares – repetidamente acusado de estar en nómina de la CIA – para yugular la Revolución de los Claveles, tuvo lugar el tormentoso XXVIII Congreso del PSOE en mayo de 1979. En él, el Secretario General Felipe González quedó en minoría con su tesis que propugnaba el abandono del marxismo, resultado que no aceptó y dimitió de su cargo.

Una de las voces que se alzaron en apoyo de las tesis de González fue “el viejo profesor” Tierno Galván, de formación marxista, fundador del Partido Socialista Popular 12 y recién elegido alcalde de Madrid. Sus argumentos fueron así de sutiles: si no se hace sí “mañana mismo los alemanes cortan la financiación del partido, [y] en unos días más los tanques ocupan las calles de Madrid”.

El partido quedó a cargo de una gestora presidida – curiosamente – por el ya citado candidato a colaborar con EE.UU. a cambio de sus tareas anticomunistas Jose Federico de Carvajal. Tres meses después y tras los arreglos correspondientes las aguas volvieron a su cauce. Se celebró un nuevo Congreso que aceptó la propuesta de González y este regresó a la Secretaría General.

El camino para ser considerado por el imperialismo euro-estadounidense como “uno de los nuestros” estaba abierto.

Notas:

1 El papel del PCE y de CC.OO. ha sido analizado por mi, entre otros, en estos trabajos
http://www.lahaine.org/est_espanol.php/la_fuerza_de_la_memoria_y_el_poder_const
http://www.lahaine.org/est_espanol.php/el-hundimiento-del-engranaje-de

2 Treinta y seis años más tarde, precisamente eso mismo –ser o no corrupto– bastaría para definir el debate político en una campaña electoral.

3 Rodriguez, Emmanuel. (2015) “Por qué fracasó la democracia en España. La Transición y el Régimen del '78”. Reciente libro en el que se desmontan los mitos de la Transición y se cuestiona su éxito desde el punto de vista de la estricta democracia. Lo hace desde la imprescindible afirmación de que “el Régimen de la Transición fue, como todos los sistemas políticos, un régimen de clase”.

4 El golpe de Estado de Primo de Rivera, con el decidido apoyo de Alfonso XIII, fue respondido con la convocatoria de una huelga general por UGT y CNT, que no tuvo el suficiente respaldo. Ambos sindicatos fueron ilegalizados, así como el embrionario PCE, sus dirigentes encarcelados al tiempo que la durísima represión –incluidos los asesinatos– se abatía sobre la clase obrera.

5 Según informa Joan Garcés, en su trascendental libro “Soberanos e intervenidos” (1996), pág 156, no sólo Jualián Besteiro, sino también Indalecio Prieto y Largo Caballero apoyaron el Golpe del coronel Casado.

6 http://marquetalia.org/2013/12/10/traicion-la-republica-3-el-golpe-de-estado-de-casado/

7 Afortunadamente, historiadores de la talla de Ángel Viñas y Fernando Hernández , han reconstruido con un apoyo documental abrumador, la ignominia de los traidores y de potencias como Francia y Gran Bretaña, y la dignidad del gobierno Negrín apoyado por el PCE. Como demuestran exhaustivamente su objetivo prioritario era, no tanto esperar a la internacionalización del conflicto con el desencadenamiento de la II Guerra Mundial, sino sacar de España a decenas de miles de dirigentes sindicales y políticos que sin duda iban a caer asesinados por Franco. “El desplome de la República” (2009)

8 Garcés, J. (2009). “Soberanos e Intervenidos”. Pág 161

9 El rey Constantino, hermano de la ex reina Sofía, fue expulsado de Grecia. Aún así vendió en Londres el tesoro real, patrimonio público, en 14 millones de euros http://www.mundiario.com/articulo/politica/griegos-no-olvidan-expolio-familia-constantino-saco-pais-tesoro-real-y-vendio-londres-142-millones-euros/20140309142223015995.html

10 Ibid. Pág. XX

11 Grimaldos, A. (2006) “La CIA en España”. Pág 150

12 El PSP, junto al PCE y otros partidos, formó parte de la Junta Democrática que abogaba por la ruptura con la Dictadura. Tras el éxito electoral del PSOE en 1977, sus exiguos resultados (6 diputados) y la marginación por parte del primero de sus dirigentes, el PSP se integra en el PSOE en 1978.

Artículo escrito para la revista Espineta y Caragolins

martes, 27 de agosto de 2013

Ángeles Maestro responde ante la ola de criminalización de la que es objeto

Ángeles Maestro

Ante la nueva oleada de criminalización hacia mi persona desencadenada desde medios digitales vinculados a la extrema derecha y de la que se están haciendo eco periódicos como La Razón o televisiones como Tele Madrid o la Sexta TV en sus informativos, declaro lo siguiente:

Con el objetivo de descalificar la lucha contra la privatización de la sanidad en la que estoy implicada, junto a centenares de miles de personas, no se utiliza, como sería lógico, la demostración de la falsedad de las graves acusaciones que realizo en los artículos que escribo o que publican los documentos de CAS Madrid o Matusalén. Eso es imposible, puesto que lo que se dice en ellos es todo rigurosamente cierto.

Ante la absoluta carencia de argumentos, lo que se está haciendo es repetir una campaña que lideró Intereconomía hace tres años y que llevaba por título “Ángeles Maestro, la proabertzale, que lucha contra Esperanza Aguirre”. No ha variado nada. Se sacan mis mismas imágenes de 2009 en una campaña electoral europea y defendiendo una candidatura perfectamente legal como dictaminó el Tribunal Constitucional -la de Iniciativa Internacionalista- para lanzar acusaciones de “terroristas” y de tener intereses políticos ocultos a quienes luchamos por impedir la privatización y el desmantelamiento de la sanidad pública.

El desencadenante que se utiliza ahora es la concentración de trabajadoras y trabajadores del Hospital en el que fue ingresada la Delegada del Gobierno. En ella se denunciaba la incongruencia de un gobierno que intenta a diario vender las excelencias de la sanidad privada, mientras sus representantes –cuando tienen algo grave– utilizan la sanidad pública.

Ni yo personalmente, ni Cas Madrid, ni la organización de la que formo parte –Red Roja- fuimos convocantes o asistimos a la concentración que realizaron las y los trabajadores de La Paz, pero es perfectamente comprensible la indignación de un personal sanitario que ve como se desprecian sus reivindicaciones y se arrasan empleos y recursos públicos por los que tanta gente hemos peleado.

La lucha que llevamos a cabo tiene por objetivo una sanidad pública, de calidad, que atienda y cubra todas las necesidades, tanto de personas como Cristina Cifuentes, como de todas las personas migrantes con o sin papeles.

La burda campaña lazada contra mi y que alerta contra la “radicalización” de la lucha por la sanidad pública, sólo refleja la desesperación de unos políticos que ya no pueden seguir engañando, ni a sus propios seguidores, que como la inmensa mayoría de la ciudadanía, ven conculcados sus derechos básicos.

miércoles, 24 de julio de 2013

Libros que ayudan a construir la conciencia de clase. Belén Gopegui

Intervención de la autora durante la presentación del libro: “Crisis capitalista y privatización de la sanidad”, de Ángeles Maestro, Editorial Cisma.

Lees un artículo aquí y otro allá, en la red, te ayudan a pensar, pero un día una editorial los recopila, los ordena, los fecha, los anota, y entonces los lees seguidos y aprendes más, aprendes a no olvidar. Agradezco por eso a la editorial Cisma la labor que ha hecho con la publicación de este libro. Agradezco también a la librería Traficantes de sueños la construcción y el mantenimiento del espacio común en donde estamos.

No se adquiere ni se logra por decreto, sino a partir de experiencias históricas, tradiciones y luchas políticas.

Nunca está dada.
Jamás preexiste.
Se va construyendo a partir de los conflictos.
La mayoría de las veces se genera a saltos.

Cuando se logra, la clase trabajadora puede pasar de la necesidad económica a la voluntad política. La conciencia de clase es parte beligerante en la lucha de clases. Empezar a construirla es comenzar a ganar la lucha.

Parece un poema de Brecht, aunque en realidad es parte de la definición de conciencia de clase que da Néstor Kohan en su libro: “Aproximaciones al marxismo: una introducción posible”.

La traigo aquí porque si bien los libros se leen habitualmente a solas, en silencio, sin siquiera mover los labios, algunos nos ayudan a construir la conciencia de clase. Cuando comienza el conflicto, sus palabras van contigo como aquello que te pasó un día, como lo que te contaron, como lo que necesitas y te impulsa y acompaña.

Crisis capitalista y privatización de la sanidad, de Ángeles Maestro es uno de esos libros. Deja, para empezar, constancia de procesos, fechas, leyes que a veces se emborronan en la memoria y que al ser claramente expuestos una y otra vez te impiden confundirte, pensar que tal vez escampe, que las cosas serán de otra manera sin que bajes a la calle y tomes el camino junto con otros y otras que lucharán a tu lado.

Venimos de una larga derrota y es útil recordarlo para poder pensar mejor por qué perdimos -aquí está la única leve observación que le haría al libro, que no es una objeción sino un punto de partida para conversar sobre eso, por qué perdimos, hasta qué punto una gran parte de la población trabajadora, heridas las herramientas de lucha y análisis por la opresión, la guerra fría y la ilusión de prosperidad, había sustituido el sueño del socialismo por el de la supuesta democracia europea aun antes de la muerte de Franco-. En cualquier caso, la derrota ha vuelto difícil imaginar la sociedad futura y revolucionaria. Y sin embargo, todas coincidiríamos en atribuirle un principio elemental: en esa sociedad nueva el infortunio no será fruto de la opresión. No me refiero a los conflictos y enfrentamientos. Me refiero a todas esas formas de sufrimiento evitable desglosadas con precisión por Maestro en el capítulo: "Guerra social en el cuerpo de la clase obrera". Penas, suicidios, enfermedades que no dependen del azar sino de lo que la organización económica prioriza y abandona.

A lo largo del libro Maestro da cuenta de cómo la llamada "selección de riesgos" preside la privatización de la sanidad. Procedente de las aseguradoras, este principio consiste en "orientar la aceptación de riesgos hacia aquellos que ofrecen menor peligrosidad, evitando la cobertura de los que, por poder originar frecuentes siniestros o de elevado importe, originarían un desequilibrio económico en los resultados de la empresa". Si traducimos estas palabras, la selección significa dejar de lado a quienes, ya sea por causa de los daños provocados por una sociedad torpe e injustamente organizada, ya por el verdadero azar, más ayuda necesitan. Abandonarles, dejarles caer.

El diez o quince por ciento de la población, nos recuerda Ángeles Maestro, produce el noventa por ciento del gasto de la sanidad debido a enfermedades crónicas o complejas o a la vejez, y la privatización está diseñada para permitir a las empresas librarse de ese porcentaje aumentando así los beneficios del capital. Y no sólo ese porcentaje: la prevención, las pruebas necesarias, la convalecencia, todo será reducido como si el sufrimiento y los euros fuesen unidades equivalentes.

Todavía, nos recuerda Maestro, había tanto que hacer, mejorar la salud mental, la salud dental, la prevención, alcanzar la salud a través de una la vida diaria sin angustia, sin hambre. Y en cambio nos obligan a practicar el sálvese quien pueda: cuando llegue el incendio, que ardan los últimos, jugando a que nosotros y nosotras escaparemos. Pero no escaparemos, los hospitales, la vulnerabilidad, forman parte de la vida diaria Y desde luego, aunque nunca, cosa imposible, ni nosotros ni ningún familiar o amigo nuestro se viese envuelto en una situación de desvalimiento, no permitiremos que nadie nos obligue a dejar solos y solas a quienes más lo necesitan. Nuestra sociedad nueva estará organizada para que precisamente el cuidado de quienes más riesgos tienen sea lo prioritario, un cuidado con tiempo, compañía, tazas de colores, esfuerzos compartidos, sombra de árboles; nadie estará allí solo ni sola cuidando. Y no lo haremos de este modo porque sepamos que un día podremos ocupar el lugar más débil, lo haremos porque "de cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades" es el único principio que nos permite vivir en común sin vergüenza, sin opresión, sin miedo.

Esta llamada crisis, esta acometida de una clase contra otra puede ser, nos dice Maestro, un salto que genere conciencia. Porque durante demasiado tiempo creímos que las llamas no llegarían a nuestras casas, y ahora que llegan, tal vez debamos también quemar las naves de la huída y recordar aquel texto escrito en un pequeño cuadro colgado de una pared alejada del paso, en el aeropuerto de Baracoa, Cuba, que Ángeles Maestro me enseñó y que dice: "Las palabras rendición y derrota están borradas totalmente de nuestra terminología".
Enhorabuena por tu libro.
Muchas gracias
Madrid, 10 de julio de 2013