Mostrando entradas con la etiqueta Cuba. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuba. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de abril de 2024

¿Por qué no se castiga a Israel y sí a Cuba?

Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus

Algunos creen y a otros les gusta proclamar que la política internacional se basa en valores y buenas intenciones. El trato que reciben Israel y Cuba destruye completamente esa creencia.

¿Dónde está la lógica? Cuba, un país que no hace daño a nadie y envía más médicos a todo el mundo que la Organización Mundial de la Salud, ha sido duramente sancionado durante más de 60 años.

En cambio, el Estado de apartheid de Israel está perpetrando un genocidio ante nuestros ojos y, sin embargo, no se le impone sanción económica ninguna. Al contrario, recibe miles de millones de dólares en ayuda y muchísimo armamento pesado para poder efectuar esas masacres.

¿Cuáles son las razones de este doble escándalo?

Castigar los ejemplos

A pesar de su carácter ilegal, el bloqueo económico, comercial y financiero de Cuba ha sido el eje central de la política estadounidense respecto a la isla desde la victoria de la revolución en 1959. Esta política es lo que Chomsky describe como «la obsesión histérica de Washington por aplastar a Cuba».


Hay varias razones para esta obsesión. A finales del siglo XIX Cuba se incorporó como neocolonia a Estados Unidos, que desde entonces controló partes importantes de la economía cubana y no quería perder ese control.

Pero, sobre todo, era inaceptable que un país situado a apenas 180 km de Estados Unidos tomara un rumbo progresista. Además, esto podría animar a otros países a seguir su ejemplo. Por tanto, había que cortar de raíz esta revolución.

Según un memorándum de 1960 del Ministerio de Relaciones Exteriores, «se debían utilizar inmediatamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba.» El objetivo era «reducir los salarios, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno».

Poco después la administración Eisenhower impuso un embargo que más tarde se convertiría en un bloqueo económico (además de presionar a terceros países para que cesaran sus relaciones económicas con Cuba). El primer objetivo de las sanciones económicas era acabar con la revolución y, si eso fracasaba, dañar al país todo lo posible para que el socialismo cubano no fuera un ejemplo para otros países.

Y ese ejemplo no solo se aplica a América Latina, sino también al propio Estados Unidos. Una cuarta parte de los ciudadanos estadounidenses afirma que él o un miembro de su familia pospone el tratamiento de una enfermedad grave debido al coste. Estudiar está reservado solo a los más pudientes o a los estudiantes dispuestos a endeudarse mucho.

En Cuba esas situaciones son impensables; allí, estar enfermo o estudiar no son un lujo. El poder adquisitivo es mucho menor que en Estados Unidos, pero la sanidad y la educación son gratuitas. Un negro residente en Estados Unidos muere de media seis años antes que un cubano (1) y la mortalidad infantil en Cuba es inferior a la del «país de la libertad».

Por ensayo y error, Cuba ha logrado construir un proyecto de sociedad diferente que no se centra en el beneficio, sino en el desarrollo social, intelectual y cultural de su pueblo. A pesar de las severas sanciones económicas, Cuba se sitúa en torno a la media de la OCDE, el club de los países ricos, en términos de esperanza de vida, mortalidad infantil, niveles de educación, etc.

Cuba alcanza esa elevada puntuación social con una renta per cápita ocho veces inferior a la de Estados Unidos. Si Cuba es capaz de lograr tanto con tan pocos recursos y a pesar del bloqueo, ¿de qué no sería capaz Estados Unidos?

Actualmente 30.000 trabajadores sanitarios cubanos llevan a cabo su labor en 66 países, entre ellos Italia. En los últimos 60 años los médicos cubanos han tratado a dos mil millones de personas en todo el mundo. Si Estados Unidos y Europa hicieran el mismo esfuerzo que Cuba, juntos enviarían a más de dos millones de médicos al mundo y la escasez de personal sanitario en el Sur se solucionaría de la noche a la mañana.

El bloqueo económico más largo y extenso de la historia

¿También por eso está Cuba tan en el punto de mira? De cualquier forma, el propio gobierno de Estados unidos declara que el bloqueo contra Cuba es «una de las sanciones más exhaustivas de Estados Unidos contra cualquier país». El objetivo es aislar económicamente la isla lo más posible del resto del mundo y perjudicarla así al máximo.

Con Trump ese aislamiento se intensificó hasta niveles sin precedentes con 243 nuevas y duras sanciones, y la inclusión de Cuba en la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo (SSOT), que excluye a Cuba de las transacciones bancarias internacionales y dificulta cada vez más la compra de artículos de primera necesidad, como combustible, alimentos, medicinas y productos de higiene.

Biden ha mantenido bastante íntegras esas sanciones reforzadas, con consecuencias desastrosas. Como resultado ahora hay una escasez de alimentos, medicinas y energía. Durante la pandemia Estados Unidos incluso impidió que se suministraran respiradores a Cuba en un momento en que el país los necesitaba urgentemente, lo que provocó muchas muertes. Según la convención de la ONU (Artículo II, b y c), se puede calificar el bloqueo de genocidio.

El carácter extraterritorial del bloqueo hace imposible o arriesgado para las empresas o instituciones financieras europeas establecer relaciones económicas con Cuba. Se trata de una violación flagrante del Derecho Internacional y un ataque a la soberanía europea. Pero la Unión Europea se somete a esta esclavitud y se hace así cómplice del régimen de sanciones estadounidense.

En noviembre del año pasado la Asamblea General de la ONU condenó por abrumadora mayoría el bloqueo estadounidense contra Cuba por trigésimo año consecutivo. Votaron a favor 185 países, el único país que junto con Estados Unidos se negó a condenar el bloqueo fue … Israel.

Por ello es interesante examinar ese país y su relación con Estados Unidos.

Una de las campañas militares más destructivas de la historia Mientras Cuba lleva más de 60 años en el punto de mira de Estados Unidos y sufre el bloqueo económico más prolongado de la historia, el Estado judío puede permitirse casi cualquier cosa.

Según los expertos, la campaña militar en Gaza es «una de las más mortíferas y destructivas de la historia reciente». Se mata a civiles y se arrasan barrios enteros a una escala que se podría calificar de industrial y se hace con la ayuda de tecnología punta, incluida la inteligencia artificial.

En poco más de cuatro meses han muerto más niños en Gaza que en cuatro años de guerras en todo el mundo. Cifras similar se contabilizan respecto a la cantidad de periodistas asesinados.

Además de estos destructivos “bombardeos de saturación”, Israel está matando deliberadamente de hambre a la población civil palestina, según un alto experto de la ONU. Oficialmente, el objetivo es -eliminar a Hamás. Pero la ferocidad y la crueldad de la operación delatan que se trata de una excusa para hacer inhabitable la zona y deportar completamente a la población.

Sin la resistencia egipcia y la presión internacional la población de la franja de Gaza podría haber sido expulsada al desierto del Sinaí.

En enero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dictaminó que, en cualquier caso, existen pruebas suficientes para investigar a Israel por cargos de genocidio. Para Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios ocupados, «se ha cruzado el umbral que indica la comisión del delito de genocidio».

Racismo y militarismo

Esta matanza masiva no es un exceso, sino el vástago y tal vez la culminación del antiguo sueño sionista de gobernar la región desde «el mar hasta el Jordán», como figura en los estatutos del partido de Netanyahu. Este sueño sionista solo puede realizarse sobre la base del racismo y el militarismo.



Con razón, Israel ha sido calificado como «el Estado más racista del mundo». La creación del Estado judío en 1948 vino acompañada de una matanza masiva y una limpieza étnica de aproximadamente la mitad de la población palestina. A partir de entonces, el Estado israelí se esforzó por tener el menor número posible de personas palestinas en el mayor territorio anexionado posible.

Con la Guerra de los Seis Días de 1967 Israel cuadruplicó su territorio y a partir de entonces comenzó la colonización activa de Cisjordania, donde la población palestina sufren humillaciones, vejaciones y privaciones. Miles de personas palestinas, incluidos niños, han sido secuestradas y recluidas durante años sin juicio en las cárceles de Israel.

Pero eso no es nada comparado con Gaza. Su población está sometida ahí a un bloqueo total desde 2007. La franja de Gaza se convirtió nada más ni nada menos que en un campo de concentración. No en vano Amnistía Internacional calificó a Israel de un Estado de apartheid.

Israel también es probablemente el Estado más militarista del mundo. Después de Qatar, Israel es el país que más gasta per cápita en producción bélica. La sociedad civil está completamente impregnada de soldados e instalaciones militares. Con el servicio militar completo para todos los hombres y mujeres, y el servicio de reserva para toda la población judía hasta que cumplen 40 años, las y los judíos israelíes alternan constantemente entre el papel de civil y el de soldado, y la línea divisoria entre ambos se va borrando.

La industria militar es una de las más avanzadas del mundo. Su éxito se basa en dos cosas. En primer lugar, en el servicio militar obligatorio,que selecciona a las mejores mentes científicas y tecnológicas para las unidades de investigación y desarrollo de defensa.

En segundo lugar, en la política de colonización y las guerras militares regulares contra Gaza. La población palestina es un campo de entrenamiento excelente para la industria de la seguridad. Se prueban con ella los últimos artilugios de seguridad o las técnicas de ataque más recientes. En otras palabras, es armamento ‘probado en combate’. Las guerras en Gaza son excelentes ‘ejercicios prácticos’ para las últimas armas y drones del complejo militar industrial israelí.

Israel cuenta en la actualidad con unas 600 empresas que exportan tecnologías y servicios de seguridad. Anualmente exportan armas por más de 12.000 millones de dólares (lo que equivale al 2,6% del PIB). El historial de esas entregas de armas hiela la sangre.

Israel vendió armas al gobierno sudafricano del apartheid en 1975 e incluso accedió a suministrar cabezas nucleares. Se suministró napalm y otras armas a El Salvador durante las guerras contra la insurgencia entre 1980-1992, que mataron a más de 75.000 civiles (de una población de 5 millones).

Durante el genocidio de Ruanda en el que murieron al menos 800.000 personas, se utilizaron balas, rifles y granadas israelíes. Y en septiembre de 2023 Israel entregó drones, cohetes y morteros a Azerbaiyán para su campaña para retomar Nagorno-Karabaj y desplazar a 100.000 armenios.

No es solo una cuestión de exportación de armas. Desde sus inicios Israel ha apoyado a toda una serie de regímenes de derecha y dictaduras militares. El ejército israelí puso su experiencia y conocimientos acumulados a disposición de los regímenes más brutales de la época: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

La participación más sangrienta se produjo en Guatemala. Israel participó entre bastidores en una de las campañas contrarrevolucionarias más violentas que ha vivido el hemisferio occidental desde la conquista. Más de 200.000 personas, en su mayoría indias, murieron en el proceso.

Durante la guerra civil en Siria Israel colaboró con combatientes yihadistas tanto de Al Qaeda como del EI. Entre otras cosas, podían contar con tratamiento médico en Israel.

¿Por qué amigos tan íntimos?

Basándose en todo ese desprestigio, cabría esperar que Estados Unidos y Occidente trataran a ese país como un Estado paria. Pero en realidad hace todo lo contrario. Desde su creación Israel ha sido el mayor receptor de ayuda exterior estadounidense. En total ha recibido unos 300.000 millones de dólares en ayuda económica y militar.

En 1989 Estados Unidos concedió a Israel el estatus de ‘principal aliado no perteneciente a la OTAN’, lo que le dio acceso a amplios sistemas de armamento. Israel fue el primer país en recibir aviones de combate F-35 de fabricación estadounidense, los más avanzados del mundo. Estados Unidos también ayudó a financiar y producir la Cúpula de Hierro, el sistema de defensa antimisiles de Israel.

En cualquier caso, el apoyo extremadamente generoso de Washington ha convertido a Israel en la potencia militar más fuerte de la región, sin duda alguna. Ni siquiera el genocidio y un crimen de guerra tras otro detienen la llegada de dinero. Por el contrario, tras la guerra contra Gaza la Casa Blanca aprobó un paquete de ayuda masiva por valor de 14,5 mil millones de dólares.

Si Estados Unidos ejerce algún tipo de presión política sobre Israel, por ejemplo para que permita más ayuda humanitaria, es solo por motivos puramente electorales de Biden y para salvar la cara en la medida de lo posible ante la opinión pública mundial.

Los lazos con Europa también son sólidos. Israel tiene un acuerdo de asociación económica con la Unión Europea, que también es su mayor socio comercial. La colaboración científica es intensa. “Horizonte Europa” es el principal programa de financiación de la Unión Europea para investigación e innovación en Israel, con un presupuesto de 95.500 millones de euros para un periodo de siete años.

Después de todo, Europa también es un importante suministrador de armas a Israel. Casi una cuarta parte de todas las armas importadas por el Estado judío proceden de Alemania e Italia. Tras la guerra de Suez de 1956 Francia proporcionó asistencia nuclear a Israel, lo que le permitió convertirse en una potencia nuclear.

Tras el asesinato de 224 trabajadores humanitarios, al menos 93 periodistas, más de 13.000 niños de y 8.400 mujeres, y la inanición de más de dos millones de civiles, sigue ausente algún tipo de señal de sanciones por parte de Europa. ¿Qué otras atrocidades tendrá que cometer Israel para que Europa tome medidas?

Mucho ruido y pocas nueces desde Europa. Siguen saliendo armas desde los puertos europeos hacia Israel y el Estado sionista puede participar en el festival Eurovisión sin problema alguno.

Se plantea entonces la cuestión de por qué Estados Unidos y Occidente continúan apoyando incondicionalmente un régimen terrorista. La razón principal no hay que buscarla muy lejos y tiene que ver con la ubicación altamente estratégica del Estado judío. Israel está situado en Oriente Medio, región donde se encuentra el 48% de las reservas de petróleo de y el 40% de las de gas.

Esta región también conecta Europa con Asia y es crucial para el comercio internacional. Alrededor del 30% de todos los contenedores marítimos del mundo pasan por el cercano Canal de Suez. La región también es crucial para las Nuevas Rutas de la Seda de China o su homólogo, el llamado corredor económico India-Medio Oriente Europa (IMEC).

Se puede considerar a Israel una base militar avanzada de Estados Unidos dotada de un socio muy fiable, que ayuda a mantener bajo control esta región tan estratégica. Recientemente, Robert F. Kennedy Jr., sobrino del Presidente John F. Kennedy, lo expresó con agudeza : «Israel […] es casi como tener un portaaviones en Oriente Medio».

Israel hace de policía de la región. Desde su creación Israel ha librado con éxito varias guerras contra los Estados árabes vecinos. El ejército israelí realiza regularmente incursiones o ataques contra países o grupos no afines a Occidente: Siria, Irak, Líbano e Irán.

En el pasado Washington podía confiar en otros tres aliados (Irán, Arabia Saudí y Turquía) para su agenda geopolítico en la región. Desde 1979 ha perdido el apoyo de Irán, y en los últimos años Arabia Saudí y también Turquía han seguido una trayectoria cada vez más independiente. Esto deja a Israel como el único e insustituible aliado que queda en esta región fundamental. Hay que recordar que Israel es también el único país que tiene armas nucleares en Oriente Medio. Eso explica por qué el Estado judío puede permitirse casi cualquier cosa y actuar con casi total impunidad.

Farsa

Si hemos de creer a los líderes occidentales, sus políticas se basan en valores y buenas intenciones. En sus propias palabras, Biden basa sus relaciones exteriores en «defender los derechos universales, respetar el estado de derecho y tratar a todos con dignidad». El Tratado de la Unión Europea afirma que la Unión se basa en valores como «el respeto de la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos».

A la luz de cómo tratan Estados Unidos y Europa a Israel y Cuba, esto es una farsa. El llamado ‘orden internacional basado en normas’ es una cortina de humo para ocultar la realidad: puros intereses económicos y geoestratégicos.

El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, no se anda con rodeos: «La desgarradora tragedia que sigue ocurriendo en Gaza ha puesto de manifiesto la naturaleza egoísta del tan estimado y cacareado orden basado en normas».

El tratamiento tan diferente de Cuba e Israel ilustra la quiebra moral del orden occidental, un orden que cada vez se toma menos en serio en el Sur global. Las relaciones Norte-Sur se están inclinando, no sólo económicamente, sino también ideológicamente. Comienza una nueva era.

Fuentes:

Why does the US support Israel?

US sends Israel 100+ weapons shipments. Most Americans oppose it – but Biden ignores them

Nota: (1) Financial Times, 25 de febrero de 2021, p. 1.

Artículo original: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2024/04/05/waarom-israel-niet-en-cuba-wel-keihard-gestraft-wordt/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Un modelo fracasado sin desnutrición, una dictadura con record de elecciones.

José Manzaneda
Cubainformación

El periodista Manuel Durán ha pasado un año y 100 días en una prisión (1). Pero como no ha sido en Cuba, sino en EEUU, donde fue arrestado mientras cubría una protesta contra la detención de inmigrantes, solo lo leemos en la prensa alternativa (2).

Hay decenas de notas sobre las penurias y la escasez de alimentos en Cuba, que apuntan a que, allí, el modelo económico, “no funciona” (3). Pero los escasos medios que hablan de la desnutrición en Honduras –que afecta al 77% de niños y niñas, según Unicef- no hacen la menor crítica a su modelo de libre mercado, supuesta solución a los problemas de Cuba (4). País –por cierto- con desnutrición infantil cero (5).

En Washington, una “pareja de ancianos se suicida por no poder pagar sus gastos médicos” (6). No es una simple noticia de sucesos. Es la realidad de un país donde, cada año, 530.000 familias se declaran en bancarrota por las facturas médicas (7). Un drama –por cierto- imposible de ubicar en Cuba, cuyo sistema universal de salud ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud, en varias ocasiones, como “un ejemplo mundial a seguir” (8).

Nos dice “El País” que el actual “jefe del Ejército de Colombia dirigió una brigada acusada de matar a civiles” (9). Que estaría implicado en al menos 283 ejecuciones extrajudiciales, realizadas durante la presidencia de Álvaro Uribe, quien sigue siendo el jefe político del actual presidente Iván Duque (10). No leemos, sin embargo, condena alguna al gobierno, al “régimen” colombiano. Pero ¿verdad que cambiaría la “intensidad informativa” del caso de ocurrir en Venezuela (11)?

En julio, más de 150 migrantes morían en Libia, en “el naufragio más mortífero” del año en el Mediterráneo, según “El Mundo” (12). Este diario atacaba a los “señores de la guerra”, por maltratar a los migrantes e internarlos en centros infrahumanos. Qué curioso. Porque “El Mundo” fue uno de tantos órganos de la propaganda contra Gaddafi de estos “señores de la guerra” (13) (14), que convirtieron el país con mayor desarrollo social de África en un estado casi… medieval (15).

Colombia produce el 70% de la cocaína mundial (16), siendo EEUU el mayor consumidor. Pero la prensa corporativa nos asegura que el narcoestado es… Venezuela (17). En junio era detenido en Sevilla, con 39 kilos de cocaína, un militar de la comitiva del presidente brasileño Jair Bolsonaro (18). Fue apenas noticia de un día. Pero ¿se imaginan que el militar hubiera sido venezolano?

Porque Venezuela sigue siendo tema informativo diario. Una dictadura, nos dicen (19). Un tanto extraña, porque, en 20 años, el chavismo ha convocado 25 procesos electorales: 6 presidenciales, 4 parlamentarios, 5 regionales, 5 municipales, 2 constituyentes y 3 referendos (20).

Un país en “crisis humanitaria”, nos aseguran (21). Curioso, porque Naciones Unidas-Hábitat ha reconocido a Caracas como líder en el "derecho a la vivienda" para su ciudadanía (22), tras haber construido, en ocho años, 2.800.000 viviendas sociales (23). Una noticia que no leeremos en ningún medio corporativo. ¿Por qué será?

Notas (1) https://www.democracynow.org/es/2019/7/12/titulares/salvadoran_journalist_manuel_duran_released_from_ice_jail_after_15_months

(2) https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/08/21

lunes, 12 de agosto de 2019

_- TRIBUNA: Cuba, contra otro 98

_- ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR
26 AGO 1994

Unamuno dijo que no hay que vivir al día, sino a los siglos. Quien pretenda limitarse a lo ocurrido en los últimos días para entender los recientes sucesos de Cuba poco sacará en claro. La querella entre Estados Unidos y Cuba se remonta a cerca de dos siglos. Desde 1805 Jefferson insistió en que Estados Unidos tenía que devorar a Cuba, entonces colonia española. En 1823, para impedir que Cuba: saliera de manos españolas hasta que cayera en estadounidenses, fue divulgada la doctrina Monroe, cuya esencia como es conocido, es: "América para los americanos", expresión en la cual América significa el hemisferio occidental de polo a polo y americanos los estadounidenses.Cuba luchó por su independencia entre 1868 y 1898, y jamás Estados Unidos reconoció a la República de Cuba en armas. Sin embargo, aquel último año intervino con supuestos fines humanitarios en nuestra guerra y realizó algo infrecuente en la historia: derrotar a la vez a los dos contendientes, colonialistas e independentistas (había españoles y cubanos en ambos bandos durante aquella contienda prácticamente civil). Se sabe de sobra la suerte de España. En cuanto a Cuba, fue ocupada militarmente y convertida después en neocolonia hasta que en 1959 obtuvo, al cabo, por sus propios medios la independencia. En El 98 de los americanos (Madrid, 1974), José Manuel Allendesalazar escribió: "Desde que Estados Unidos nace a la historia, el destino ha hecho que, de un modo u otro, la isla acabe siendo una pesadilla para los americanos. Cuba es una palabra familiar, atrayente e irritante en el vocabulario del político americano, no sólo de hoy, sino de hace siglo y medio".

Con este telón de fondo puede apreciarse el presente. Lo que en esencia ha cambiado es que Cuba no es hoy ni colonia española ni neocolonia estadounidense, sino independiente: hecho que los actuales representantes de la agresiva política estadounidense no pueden perdonar. Nos han atacado por todos los medios, nos han sometido a un cruel bloqueo durante más de 30 años y nos tienen destinado otro 98. Nuestro deber es impedirlo a toda costa, y así lo haremos. Se me dirá que además Cuba se declaró socialista, lo que Estados Unidos no puede permitir. Responderé que cuando fueron agredidos por Estados Unidos, no eran socialistas ni México ni Nicaragua ni Haití ni la República Dominicana ni Guatemala ni Granada ni Panamá. Y, en cambio, a China, país que se proclama socialista, Clinton acaba de ratificarle su condición de nación más favorecida, y con Vietnam, país que también se proclama socialista y donde por añadidura murieron decenas de miles de estadounidenses, Washington está normalizando sus relaciones. En un editorial del pasado día 11, The New York Times exhorta al presidente Clinton a aliviar las sanciones impuestas por su país a Cuba a fin de evitar un éxodo masivo de cubanos (provocado sobre todo por las múltiples escaseces agravadas por el recrudecimiento del embargo / bloqueo) a EE UU, cuya política, según dicho periódico, está "congelada en el pasado".

Naturalmente que Cuba requiere cambios. Los está haciendo y hará cuantos sean necesarios sin deshonor. Pero nadie en sus cabales, puede esperar que entre tales cambios se encuentre regresar a 1898. Ni lo permitirán los mejores cubanos, sean cuales fueren sus criterios políticos, ni lo desean los mejores estadounidenses. En cuanto a los españoles que no han olvidado la calumnia del Maine ni las humillaciones de 1898, es de suponer que deben ver con orgullo a aquellos cubanos que defendemos como Dios manda nuestra estirpe y el futuro que garantizaremos con inteligencia, imaginación y valor.

https://elpais.com/diario/1994/08/26/internacional/777852022_850215.html?rel=mas

jueves, 20 de junio de 2019

50 verdades sobre Gabriel García Márquez

El escritor colombiano, genio del realismo mágico, cuyos escritos marcaron para siempre la historia literaria universal, falleció en México el 17 de abril de 2014 a los 87 años.

Nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, departamento de Magdalena, Colombia, en el seno de una familia modesta de 16 hijos, Gabriel José de la Concordia García Márquez, apodado Gabo, es sin duda uno de los más grandes escritores latinoamericanos.

Poco después, en 1929, sus padres Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán se ven obligados a mudarse a Barranquilla por razones profesionales. Los abuelos maternos se encargan entonces de criar al pequeño Gabriel.

Su abuelo, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, apodado Papalelo, veterano de la Guerra de los Mil Días –conflicto fratricida que enfrentó al Partido Liberal con el Partido Nacional entre 1899 y 1902–, excelente cuentista, tiene una gran influencia sobre él y se convierte en el “cordón umbilical con la historia y la realidad”. Progresista, se rebeló contra la Masacre de las Bananeras en diciembre de 1929, cuando el ejército colombiano mató a más de 1.000 obreros agrícolas en huelga de la United Fruit Company, tras las amenazas de Washington de mandar a sus propias tropas para proteger los intereses de la multinacional. El coronel cuenta esa tragedia a su nieto. También le hace descubrir los tesoros del diccionario. “Es difícil olvidar a un abuelo así”, confesará García Márquez.

Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, a la que el joven Gabriel apodaba cariñosamente “abuela Mina”, es una mujer “mujer imaginativa y supersticiosa”. Lo apasiona también con sus historias y relatos extraordinarios, así como con su manera de contarlos. Su prima se convierte en fuente de inspiración. “Yo, desde que nací, sabía que iba a ser escritor. Quería ser escritor. Tenía la voluntad, la disposición, el ánimo y la aptitud para ser escritor. Nunca pensé que podía ser otra cosa. Nunca pensé que de esto pudiera vivir. Estaba dispuesto a morirme de hambre pero para ser escritor”.

Cuando muere su abuelo en 1936, el joven Gabriel, con nueve años, se reúne con sus padres en Sucre. Lo mandan a un internado en Barranquilla, situado a orillas del río Magdalena, y luego al colegio de jesuitas San José en 1940. Consigue una beca y realiza sus estudios secundarios en el Liceo Nacional de Zipaquirá, ubicado a una hora de Bogotá.

En 1947 inicia la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá y se dedica a la lectura. Devora a Ernest Hemingway, James Joyce, Virginia Woolf y sobre todo a William Faulkner, su “maestro”. Franz Kafka lo impacta también con su libro La metamorfosis, que será la fuente de inspiración de su primer cuento. Se apasiona también por los clásicos de la tragedia griega como Edipo Rey de Sófocles.

El movimiento poético Piedra y Cielo, que nació en 1939, marca profundamente al joven García Márquez. Confesaría más tarde: “La verdad es que si no hubiera sido por Piedra y Cielo, no estoy muy seguro de haberme convertido en [buen] escritor. Allí no sólo aprendí un sistema de metaforizar, sino lo que es más decisivo, un entusiasmo y una novelería por la poesía que añoro cada día más y que me produce una inmensa nostalgia”.

Inspirándose en los relatos de su abuela, decide lanzarse a la escritura y publica su primer cuento, La tercera resignación, en el diario El Espectador, el 13 de septiembre de 1947.

El 9 de abril de 1948, Gabriel García Márquez se encuentra en la vorágine del Bogotazo, una sangrienta explosión social que sigue al asesinato del carismático líder político socialista Jorge Eliécer Gaitán. Se cierra la Universidad y las llamas destruyen la pensión donde estaba alojado. Decide entonces matricularse en la Universidad de Cartagena.

Después de dos años de estudios de Derecho, abandona la Universidad para dedicarse a su otra gran pasión: el periodismo. “Cuando inicié el tercero [año de Derecho] ya no me interesaba porque estaba totalmente deslumbrado, totalmente tomado por la literatura y el periodismo”. Entre 1948 y 1952, trabaja como reportero en los diarios El Universal y luego El Heraldo en Barranquilla. “Yo llegué al periodismo porque […] el asunto era de contar cosas. […] Hay que considerarlo como un género literario”, subrayaría.

En 1954, regresa a Bogotá donde el diario El Espectador lo contrata como reportero y crítico de cine. En 1955, García Márquez revela la verdad sobre la tragedia de buque de guerra A.R.C. Caldas. Publica una serie de catorce crónicas al respecto, basadas en las conversaciones con Luis Alejandro Velasco, un marino que sobrevivió al drama que costó la vida a siete personas caídas al mar. García Márquez no sólo demuestra todo su talento de escritor y de relator sino que además hace trizas la versión oficial del naufragio según la cual la tragedia se debió a las malas condiciones climáticas. En realidad, el puente del buque estaba sobrecargado de mercancías de contrabando (equipos electrodomésticos traídos de Estados Unidos) y la ruptura de un cable echó a ocho hombres al mar. La revelación del escándalo suscita la ira del régimen militar y García Márquez es enviado a Europa como corresponsal para escapar de las represalias. En 1970, esta historia se publicaría bajo el título Relato de un naufragio.

Antes de viajar a Europa, Gabriel García Márquez publica en 1955 su primera novela, La hojarasca, que la crítica saluda pero resulta un fracaso comercial. Para esta novela, “la más sincera y espontánea”, en la que evoca por primera vez ese pueblo imaginario llamado Macondo, el joven escritor no recibe “ni un céntimo por regalías”.

García Márquez visita varios países de Europa occidental y del mundo socialista y publica varios reportajes en El Espectador.

El escritor colombiano se instala luego en París en 1957. Su estancia en la capital francesa tiene una importancia trascendental: “Lo que fue importante para mí en París es la perspectiva que me dio de América Latina. Allá no dejé de ser Caribe, pero un Caribe que se dio cuenta cuál era su cultura”. En la capital francesa, cuna de la Revolución, empieza su compromiso político: “Prescindí de todos los compromisos que tenía con la literatura y me centré en el compromiso político”. Gracias a su amigo Nicolás Guillén, poeta cubano, se interesa por la Revolución Cubana de Fidel Castro que sacude el yugo de la dictadura militar de Fulgencio Batista.

En París, Gabriel García Márquez vive en condiciones económicas precarias y se ve obligado a “comer las sobras de un cajón de basuras”. En plena guerra de Argelia, frecuenta a los independentistas del Frente de Liberación Nacional. Incluso lo arrestó y golpeó la policía francesa que lo confundió con un “rebelde argelino”.

En diciembre de 1957, García Márquez consigue un puesto en el diario Momento, en Caracas. Un mes después es testigo directo de la sublevación popular contra el dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, quien se refugia en República Dominicana. En mayo de 1958, es nombrado redactor de Venezuela Gráfica.

En 1958, se casa con Mercedes Barcha, a quien conoce desde su época de estudiante y a quien ama con pasión. Lo acompañaría a lo largo de su vida. Explica el secreto de su éxito matrimonial: “hay tres vidas: la vida pública, la vida privada y la vida secreta. En todas han existido las mujeres. Me entiendo mejor con las mujeres que con los hombres. Hay una clave matrimonial importante: las mujeres dicen que los problemas se resuelven con el diálogo. Es al revés: problema que se dialoga termina en pleito con seguridad. Hay que hacer confianza y hay que olvidarlo y seguir pa’lante”.

En 1959, tras el triunfo de la Revolución Cubana, participa en la fundación de la agencia Prensa Latina y se convierte en su corresponsal en Bogotá. En 1961, es nombrado corresponsal en Nueva York y se instala allí con la familia. Pero tras sufrir intimidaciones por parte de las autoridades y amenazas por parte de los exiliados cubanos se ve obligado a abandonar Estados Unidos.

Gabriel García Márquez viaja a México con su familia, “sin nombre y sin un clavo en el bolsillo”. Pasaría una gran parte de su vida en la capital mexicana. En 1962, su novela, La mala hora, consigue el Premio de la Academia Colombiana de Letras.

Gabriel García Márquez también es un apasionado del cine: “llegué a tenerle tanto amor al cine que pensé en hacer cine por lo mismo que hice novela y cuento y por lo mismo que hice periodismo: era otra manera de contar la vida”. Siguió estudios de cine en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, con el cubano Julio García Espinosa y el argentino Fernando Birri, los futuros creadores del Nuevo Cine Latinoamericano. Lo impacta el neorrealismo italiano y colabora con Cesare Zavattini. Escribió guiones para varias de sus obras. Su primer cortometraje, La langosta azul, se realizó en 1954. A partir de 1963, se consagra al séptimo arte y redacta numerosos guiones como El gallo de oro de Roberto Gavaldón en 1964, En este pueblo no hay ladrones de Alberto Isaac en 1965, Tiempo de morir de Arturo Ripstein en 1966, que recibe el primer premio en el Festival Internacional del Film de Cartagena, Pasty, mi amor de Manuel Michel en 1968, Presagio de Luis Alcoriza en 1974, entre otros.

Gabriel García Márquez crearía también la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano en 1986, cuya sede se encuentra en La Habana, y presidiría la institución hasta su muerte. Ese mismo año funda la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de Los Baños en Cuba, que sería una referencia mundial. Gran admirador de Woody Allen, colabora también a menudo con la televisión.

En 1967, tras más de un año dedicado completamente a la escritura, lo que lo hunde en la precariedad económica, García Márquez publica la obra maestra que haría de él uno de los más grandes escritores latinoamericanos. Cien años de soledad se publica en junio de 1967 en Buenos Aires. El éxito es inmediato. El libro, que revela el realismo mágico en todo su esplendor, se traduce a más de 40 idiomas y se venden más de 30 millones de ejemplares. Consigue numerosos premios internacionales y el escritor colombiano logra una fama planetaria. Pablo Neruda declara su admiración por la obra: “Es la mayor revelación en lengua española desde el Quijote de Cervantes”. Por su parte, William Kennedy lo califica de “primer libro desde el Génesis cuya lectura es indispensable a toda la humanidad”.

La problemática de la soledad marcaría la obra de Gabriel García Márquez. El autor colombiano se expresó al respecto: “Creo que es un problema que todo el mundo tiene. Toda persona tiene su propia forma y los medios de expresar la misma. La sensación impregna la labor de tantos escritores”. García Márquez hace de la soledad el tema de su discurso en la entrega del Premio Nobel de Literatura bajo el título La soledad de América Latina: “La interpretación de nuestra realidad a través de los patrones, no los nuestros, sólo sirve para hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios”.

Gabriel García Márquez viaja a través del mundo y traba amistad con Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, por el cual nunca escondería su admiración. Esa amistad duraría décadas: “Realmente lo que consolidó esa amistad fueron los libros. Descubrí que es tan buen lector como yo, antes de publicar un libro, le traigo los originales. Señala contradicciones, anacronismos, inconsistencias que se les pasan a los profesionales porque es un lector muy minucioso. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Es un lector voraz. Nadie se explica cómo le alcanza el tiempo ni de qué método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque él insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Su visión de América Latina en el porvenir es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. Éste es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciables, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal”. A lo largo de su vida, Gabriel García Márquez viajaría regularmente a Cuba.

Esta amistad con Fidel Castro y sus ideas progresistas suscitan la hostilidad de Estados Unidos que lo declara persona non grata y le prohíbe la entrada en su territorio a partir de 1961. Habrá que esperar la elección de Bill Clinton, gran admirador del escritor colombiano, para que se levante esa prohibición. García Márquez tejería también una relación amistosa sólida con el presidente de Estados Unidos.

Gabriel García Márquez siempre afirmó sus opiniones políticas progresistas. Las asumió públicamente: “[Mis detractores han] hecho constantes esfuerzos por dividir mi personalidad: de un lado el escritor que ellos no vacilan en calificar de genial y del otro lado el comunista feroz […]. Cometen un error de principio: soy un hombre indivisible, y mi posición política obedece a la misma ideología con que escribo mis libros”. Declararía también: “ Yo sigo creyendo que el socialismo es una posibilidad real, que es la buena solución para América Latina”.

De 1967 a 1975, Gabriel García Márquez reside en Barcelona la mayor parte del tiempo y se inspira de la figura del dictador venezolano Juan Vicente Gómez para redactar El otoño del patriarca. En España, el escritor colombiano se relaciona con numerosos intelectuales progresistas opuestos a la dictadura del general Franco.

En 1974, con varios intelectuales y periodistas, Gabriel García Márquez funda la revista Alternativa en Colombia que durará hasta 1980. El escritor publica artículos políticos sobre la Revolución de los Claveles en Portugal, se interesa por la Revolución Sandinista, denuncia la dictadura de Pinochet y expresa su apoyo a la Revolución Cubana.

En 1981, aprovecha una visita oficial de Fidel Castro a Colombia para regresar a su país. No obstante, el ejército y el presidente Julio César Turbay Ayala lo acusan de financiar a la guerrilla M619. Alertado por unos amigos de su inminente arresto, logra asilo político en México. Agradecido, dirá al respecto: “ No hay mejor servicio de inteligencia que la amistad”.

En 1982, Gabriel García Márquez es el primer colombiano que consigue el Premio Nobel de Literatura “por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente”.

En su discurso de aceptación, Gabriel García Márquez denuncia la trágica realidad política y social latinoamericana: “Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetu que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un Presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo.

En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de Estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120.000, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encinta dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200.000 mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100.000 perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.

 Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de 1.600.000 mil muertes violentas en cuatro años. De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 % de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos millones y medio de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos.

La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega. Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras […].¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes?”

En 1985, García Márquez publica El amor en los tiempos del cólera, inspirado de la historia de sus padres: “La única diferencia es que mis padres se casaron. Y tan pronto como se casaron, ya no eran interesantes como figuras literarias”.

Cuatro años después, en 1989, el escritor colombiano publica El General en su laberinto, una obra magistral sobre la figura más emblemática de América Latina, el Libertador Simón Bolívar.

En 1994, García Márquez crea la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en Cartagena de Indias, con el objetivo de formar a los jóvenes estudiantes y crear un nuevo tipo de periodismo más cercano a las realidades sociales de los pueblos.

En 1994, Gabriel García Márquez desempeña un papel clave en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Cuba, rotas en 1981.

En 1996, el Premio Nobel publica Noticia de un secuestro en que cuenta la trágica realidad colombiana marcada por la violencia y los secuestros. La violencia es también uno de los temas recurrentes en la obra de García Márquez.

Profundamente afectado por el sangriento conflicto civil que golpea a Colombia desde hace más de medio siglo, Gabriel García Márquez desempeñó el papel de mediador varias veces en las conversaciones de paz entre los movimientos de guerrilla y el poder central, particularmente bajo los gobiernos de Belisario Betancourt y Andrés Pastrana. “Llevo conspirando por la paz en Colombia casi desde que nací”, recordaba.

En 1997, mientras Cuba es víctima de una ola de atentados terroristas que orquestó el exilio cubano basado en Florida, Fidel Castro encarga a Gabriel García Márquez entregar un mensaje secreto a Bill Clinton sobre la actuación de esos grupúsculos violentos. Cuba había logrado recoger la información necesaria gracias a unos agentes infiltrados en Miami. El escritor colombiano relata este episodio: “En mis conversaciones con Fidel Castro le mencioné la posibilidad de entrevistarme con el presidente Clinton. De allí surgió la idea de que Fidel le mandara un mensaje confidencial sobre un siniestro plan terrorista que Cuba acababa de descubrir”.

En 1999, un cáncer linfático afecta a Gabriel García Márquez. Temiendo no tener tiempo de terminar sus memorias y dos libros de cuentos, el autor se aísla y se dedica únicamente a la escritura: “Reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde”.

En 2002, García Márquez publica Vivir para contarla, el primer tomo de sus memorias: “Empieza con la vida de mis abuelos maternos y los amores de mi padre y mi madre a principios del siglo, y termina en 1955 cuando publiqué mi primer libro, La hojarasca, hasta viajar a Europa como corresponsal de El Espectador ”.

En 2004, el escritor colombiano publica su última novela Memorias de mis puntas tristes.

En 2006, con numerosos intelectuales latinoamericanos, Gabriel García Márquez firma la “Proclamación de Panamá”, que reclama la independencia de Puerto Rico.

Gabriel García Márquez siempre rechazó el uso de un estilo bien preciso en su escritura. Según él, es el tema del libro lo que determina el estilo: “En cada libro intento tomar un camino diferente. Uno no elige el estilo. Los críticos construyen teorías alrededor de esto y ven cosas que yo no había visto. Respondo solamente a nuestro estilo de vida, la vida del Caribe”.

El escritor también expresó sus reservas sobre la interpretación de sus obras por los estudiosos: “[Los críticos], en general, con una investidura de pontífices, y sin darse cuenta que una novela como Cien años de soledad carece por completo de seriedad y está llena de señas a los amigos más íntimos, señas que sólo ellos pueden descubrir, asumen la responsabilidad de descifrar todas las adivinanzas del libro corriendo el riesgo de decir grandes tonterías”.

Con el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, está considerado el genio del género literario llamado “realismo mágico”, que asocia elementos fantásticos y realidad cotidiana. Pero García Márquez se reivindica primero y ante todo un escritor realista: “No hay en mis novelas una línea que no esté basada en la realidad. La primera condición del realismo mágico, como su nombre lo indica, es que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico. en América Latina la literatura, la ficción, la novela, es más fácil de hacer creer que la realidad”.

Gabriel García Márquez recibió una multitud de premios y distinciones en el mundo entero. Además del Premio Nobel de Literatura, recibió el Premio Rómulo Gallegos, la Legión de Honor francesa, el Águila Azteca de México y fue nombrado Doctor Honoris Causa por varias universidades, entre ellas la prestigiosa Universidad de Princetown.

Gabriel García Márquez es la principal figura del “boom latinoamericano” que incluye a escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa.

Sus libros se han traducido a decenas de idiomas. En total se han vendido más de 50 millones de ejemplares.

Gabriel García Márquez es también un amante de la música, su “vicio favorito”. Ha confesado que “ la música [l]e ha gustado más que la literatura”.

Gabriel García Márquez quedará en la historia probablemente como el escritor más universal del siglo XX. Fue un intelectual preocupado por la suerte de los más humildes, que siempre reivindicó sus raíces populares: “Toda mi formación es a base de la cultura popular. Lo que me ha sustentado, me conmueve y me motiva es la cultura popular”.

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, ¡palabra a la defensa!, Hondarribia, Editorial Hiru, 2016.

http://www.tiendaeditorialhiru.com/informe/336-cuba-palabra-a-la-defensa.html

Página Facebook:
https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

miércoles, 6 de febrero de 2019

Estados Unidos intervino tras la Segunda Guerra Mundial en Corea, Filipinas, Indochina, Italia, Grecia o Guatemala

_- La “injerencia” rusa en la política de Estados Unidos, un doble rasero

Enric Llopis
Rebelión

Es la primera condena por la llamada “trama rusa” de apoyo al candidato Trump en las elecciones de 2016. George Papadopoulos, exasesor en Política Exterior del actual presidente de Estados Unidos, fue condenado el cinco de septiembre a 14 días de prisión. En mayo de 2017 el exdirector del FBI, Robert Mueller, fue designado Fiscal Especial para la investigación del denominado “Rusiagate”; Mueller ha imputado a 12 agentes de la Inteligencia rusa por el presunto “pirateo” de la red informática de la campaña electoral del Partido Demócrata.

El Secretariado del Comité Nacional Demócrata (DNC) presentó el pasado 20 de abril una demanda en un tribunal federal de Nueva York contra Trump, el Gobierno de la Federación Rusa y WikiLeaks por las supuestas “interferencias”. “Rusia lanzó un asalto total a nuestra democracia y encontró un socio voluntario y activo en la campaña de Trump”, afirmó Tom Pérez, líder del Partido Demócrata. Los medios informativos han dado cuenta de estas “conexiones”; por ejemplo, “Los nexos del secretario de Comercio de Estados Unidos, con amigos de Putin y PDVSA” (petrolera estatal venezolana), tituló en noviembre de 2017 la edición española de The New York Times.

Una perspectiva diferente puede hallarse en una entrevista del economista y politólogo C. J. Polychroniou a Noam Chomsky en el libro “Optimismo contra el desaliento. Sobre el capitalismo, el imperio y el cambio social” (Ediciones B, 2017). Según el lingüista y activista estadounidense, “tras la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos se dedicó a restaurar el orden conservador tradicional (…); a veces la tarea requería una considerable brutalidad”. Chomsky menciona el ejemplo de Corea del Sur, donde las fuerzas de seguridad dirigidas por Estados Unidos asesinaron a cerca de 100.000 personas a finales de la década de 1940, antes del inicio de la Guerra de Corea (1950-1953).

Así, el Gobierno Militar de Estados Unidos en Corea (USAMGIK) constituyó la autoridad principal entre septiembre de 1945 y el verano de 1948; su hombre fuerte para la parte sur de la península era el político derechista Syngman Rhee, “quien utilizó a la nueva policía para aplastar por la fuerza a la izquierda; las detenciones arbitrarias, extorsión, tortura y represión de las manifestaciones en la calle se convirtieron en moneda común”, escribió la activista Kim Bullimore (Red Flag, agosto 2018). El Informe de la Comisión de las Naciones Unidas para Corea (1949) señaló que -de acuerdo con la ley de seguridad nacional- 89.710 personas fueron detenidas entre septiembre de 1948 y abril de 1949; además, la represión de las insurrecciones populares en la provincia de Cholla Namdo y la isla de Jeju se saldó con decenas de miles de muertos.

Imagen: blog de El Viejo Topo El investigador William Blum dedica a Filipinas un capítulo del libro “Asesinando la esperanza: intervenciones de la CIA y el ejército de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial” (Oriente, 2005 y Blog del Viejo Topo, 2016). El ejército estadounidense desembarcó en las islas en 1944; mientras las fuerzas norteamericanas combatían la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, “desarmaron numerosas unidades huks (apócope de Hukbalahap: “Ejército del Pueblo contra Japón”, en Tagalo), quitaron las autoridades locales que habían establecido los huks y arrestaron y encarcelaron a muchos de sus altos dirigentes, al igual que a los líderes del Partido Comunista Filipino”; en la acción represiva, Estados Unidos se apoyó en terratenientes, grandes propietarios y oficiales de la policía que habían colaborado con los ocupantes.

Los huks fueron unas guerrillas organizadas en 1942 -a iniciativa básicamente del Partido Comunista- para enfrentarse a la ocupación nipona y cuya reivindicación principal era la reforma agraria. En las elecciones presidenciales de 1946 resultó vencedor Manuel Roxas, del Partido Liberal de Filipinas, quien contaba con el apoyo de Estados Unidos; tras los comicios, subraya William Blum, se produjo la destrucción de aldeas, más de 500 campesinos y sus dirigentes fueron asesinados y cerca de 1.500, desaparecidos, encarcelados o torturados. En enero de 1946, The New York Times informó que Estados Unidos estaba entrenando y equipando a 50.000 soldados filipinos; “un acuerdo de 1947 proporcionaba localizaciones para 23 bases militares (norteamericanas) en el país”, añade el historiador y periodista independiente.

Otro ejemplo es el de Indochina (tres regiones de Vietnam, además de los protectorados de Laos y Camboya) cuya primera guerra de independencia concluyó con la derrota del imperialismo francés -en 1954- ante el ejército del Viet Minh. “Las guerras de Indochina son el caso más extremo, el crimen más atroz posterior a la Segunda Guerra Mundial”, afirma Noam Chomsky. Militante de la IV Internacional y autor del libro “Communisme et nationalisme Vietnamien”, Pierre Rousset subraya que la intervención de Estados Unidos fue –en el contexto de la Guerra Fría- anterior a la derrota francesa en la batalla de Dien Bien Phu.

En el artículo “Sobre la importancia de la guerra estadounidense en Indochina” (Europe Solidaire y Viento Sur, 2015), Rousset destaca que Vietnam se convirtió, tras el triunfo de la Revolución China, en 1949, y el revés al colonialismo francés en 1954, en uno de los ejes de la geopolítica mundial. Estados Unidos promovió una “guerra total” en Indochina durante dos décadas (1955-1975); menciona como ejemplo el uso del Napalm, los defoliantes y las bombas de fragmentación; “los bombarderos gigantes B52 operaban, devastadores, desde gran altura; se arrojaron contra el territorio indochino el doble de toneladas de bombas que las lanzadas por el conjunto de los aliados en todos los frentes de la Segunda Guerra Mundial”, concluye el autor de “Le Parti Communiste Vietnamien”.

Las “interferencias” se extendieron por todo el planeta. El historiador suizo Daniele Ganser ha investigado las injerencias estadounidenses en Europa. Publicó el libro de 388 páginas “Los ejércitos secretos de la OTAN. La Operación Gladio y el terrorismo en Europa Occidental” (El Viejo Topo, 2010 y Red Voltaire en Internet), que dedica capítulos a la guerra secreta en Italia, Francia, Grecia, España, Portugal, Bélgica, Alemania, Dinamarca y Noruega, entre otros países. Sobre Italia, afirma este autor, “el ejército Gladio, dirigido por los servicios secretos italianos, participó activamente en esa guerra no declarada, con la complicidad de los terroristas de extrema derecha; a falta de invasor soviético, las unidades paramilitares anticomunistas entrenadas por la CIA se dedicaron a realizar operaciones internas para influir en la vida política nacional”.

El magistrado Felice Casson reveló la existencia de la red Gladio durante la investigación, en 1984, de un atentado con bomba perpetrado 12 años antes en la localidad de Peteano, que causó la muerte de tres carabineros y el gobierno atribuyó a las Brigadas Rojas. “El juez Casson logró probar que el explosivo utilizado en Peteano era el C4, la sustancia explosiva más poderosa de aquel entonces y que también formaba parte del arsenal de las fuerzas de la OTAN”, explica Ganser; además el magistrado descubrió que, tras el auto-atentado, se hallaban grupúsculos de extrema derecha –Ordine Nuovo- y los servicios secretos del ejército (SID).

En 1990, una resolución del Parlamento Europeo sobre el asunto Gladio protestaba por el hecho de que determinados “ámbitos militares estadounidenses del SHAPE (Cuartel General de las Fuerzas Aliadas en Europa) y la OTAN” hubieran promovido en el continente esta “estructura clandestina de información y actuación”. Por otra parte, en el contexto de la guerra civil griega y la proclamación de la doctrina Truman (1947), Daniele Ganser destaca que Grecia se convirtió en el primer país invadido por Estados Unidos durante la Guerra Fría; el precedente griego se extendería a Corea, Irán, Cuba, Camboya y Panamá, entre otros países.

En “Cómo funciona el mundo. Conversaciones con David Barsamian” (Katz y Clave Intelectual, 2012), Chomsky menciona un documento de la CIA de 1952 sobre Guatemala, que describe la coyuntura del país como “adversa a los intereses estadounidenses” por la “influencia comunista (…) basada en la militancia por la reforma social y las políticas nacionalistas”; el informe advertía que las políticas “revolucionarias y nacionalistas”, que incluían la “persecución de los intereses económicos extranjeros, sobre todo en el caso de la United Fruit Company” contaban con apoyo popular. La Revolución de Octubre de 1944 en Guatemala terminó con la dictadura del general Jorge Ubico Castañeda, en el poder desde 1931. Al triunfo del movimiento revolucionario, en el que participaron maestros, universitarios, obreros y militares, siguió la convocatoria de elecciones presidenciales libres (diciembre de 1944) y la aprobación de la Constitución de 1945. Entre los logros del primer presidente electo, Juan José Arévalo, figura la creación del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y el Código de Trabajo.

En 1950 ganó las elecciones Jacobo Arbenz, uno de los jóvenes oficiales que lideró la Revolución de Octubre. Arbenz impulsó una Ley de Reforma Agraria que pretendía la “liquidación de la propiedad feudal en el campo” (Prensa Libre, mayo 1952). El informe “Guatemala, Memoria del Silencio” (1999) de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) resalta que en 1954 se habían beneficiado de la reforma agraria más de 138.000 familias campesinas, la mayoría indígenas; a la compañía United Fruit Company, que mantenía sin cultivar el 85% de sus 220.000 hectáreas, se le expropiaron 156.000 hectáreas (el 64% de su superficie). El documento de la CEH añade que, en agosto de 1953, “J. C. King, jefe de la CIA para el hemisferio occidental, informó al presidente Eisenhower sobre el plan PBSUCCESS, que consistía en desplegar una enorme operación de propaganda anticomunista en la que también se llevaría a cabo una invasión armada de Guatemala”. Un golpe de estado orquestado por la CIA forzó la renuncia -en junio de 1954- de Jacobo Arbenz y elevó a la presidencia a Castillo Armas, que derogó la Ley de reforma agraria.

martes, 18 de diciembre de 2018

La Guerrilla Comunicacional realiza la película “Leo a la Vida”, sobre la pedagoga Leonela Relys

12 millones de personas aprenden a leer y escribir con el método cubano “Yo Sí Puedo” Enric Llopis
Rebelión

La Campaña Nacional de Alfabetización de 1961 benefició a más de 700.000 cubanos y permitió declarar la isla, a finales de año, Territorio Libre de Analfabetismo (la tasa se redujo del 23,6% -cifra anterior a la victoria revolucionaria- al 3,9%). Antes que finalizara el plan en diciembre, Fidel Castro anunció en el Teatro Chaplin de La Habana que 234.000 alfabetizadores populares y brigadistas estaban embarcados en la tarea, y que la cifra iba en aumento. La participación de las mujeres fue muy significativa; “todos los analfabetos, absolutamente, proceden de las familias humildes”, declaró el Comandante. Un ejemplo similar ocurrió en 1980, tras el triunfo de la revolución en Nicaragua. La Cruzada de Alfabetización promovida por el Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) movilizó a 95.500 estudiantes, maestros y trabajadores de la salud, que enseñaron los rudimentos de la lectura y la escritura a 406.000 nicaragüenses; de ese modo, el índice de analfabetismo pasó del 50,3% al 12,9%.

Son algunos antecedentes del método de alfabetización “Yo Sí Puedo”, ideado por la pedagoga cubana Leonela Relys (1947-2015) en 2001 a propuesta de Fidel Castro. El método se basa en una cartilla con letras y números, 17 vídeos que incluyen 65 lecciones y un manual para los maestros; la iniciativa comprende tres etapas: preparación (10 clases), aprendizaje de lectura y escritura (42) y fase de consolidación (13). Una de las orientaciones para los educadores es el respeto por las características individuales y socio-culturales de cada alumno; además hay que evitar las órdenes (son preferibles los estímulos), el tono autoritario y ante el cansancio, señalar un cambio de tareas. En 2006 la UNESCO otorgó el Premio de Alfabetización “Rey Sejong” al Instituto Pedagógico Latinomericano y Caribeño (IPLAC) de Cuba; así reconocía la aplicación “con éxito” del programa en 15 países, entre otros Ecuador y Venezuela.

La asociación La Guerrilla Comunicacional ha producido el documental “Leo a la vida”, dirigido por Julio Suárez y con guión de Sebas Parra, sobre la maestra y doctora en Ciencias Pedagógicas Leonela Relys. El audiovisual, filmado en Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela y Santa Eugènia de Ter (Girona), ha sido premiado este año en los festivales World Woman Awards de Yakarta (Indonesia) y Sant Andreu de la Barca (Barcelona). La película se estrenó en diciembre de 2017 en La Habana, en la 39ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. “Leonela fue una modesta maestra de escuela con total vocación”, apuntan los autores de “Leo a la Vida”. Según la UNESCO, al menos 750 millones de personas en el mundo son analfabetas (dos tercios, mujeres); el problema afecta a una parte importante de los 192 desempleados que hay en el planeta, añade el organismo de Naciones Unidas. “Pero el peor analfabetismo es el político, el que está en la raíz de todos los demás”, afirma Sebas Parra tras la presentación del documental en Valencia, en un acto organizado por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí.

Sebas Parra se remite a las palabras del poeta y dramaturgo Bertolt Brecht sobre el analfabeto político, de cuya ignorancia “nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político trapacero, granuja, corrupto y servil de las empresas nacionales y multinacionales”. ¿Qué relevancia tiene la formación política? Parra da cuenta de la conversación entre Fidel Castro y Hugo Chávez, en la que el líder cubano espetó: “No creas Hugo que en Venezuela hay cuatro millones de oligarcas” (es aproximadamente el número de votantes que rechazaron la reforma de la Constitución de Venezuela -promovida por el Gobierno bolivariano- en el referéndum de 2007; o los votos obtenidos por el candidato derechista, Manuel Rosales, en las elecciones presidenciales de 2006). Algunos ejemplos de la intencionalidad política pueden rastrearse en el estado español. En 2011 Izquierda Unida (IU) de Sevilla hacía balance de la aplicación del método “Yo sí Puedo” en la ciudad: mil personas alfabetizadas, muchas de ellas mujeres de más de 70 años. El punto y final a la iniciativa llegó con Juan Ignacio Zoido, del PP, alcalde de Sevilla entre 2011 y 2015 y exministro del Interior.

En 2007 Leonela Relys publicó su tesis doctoral “Yo sí Puedo: Un programa para poner fin al analfabetismo”. En 2013 La Guerrilla Comunicacional editó el libro “De América soy hijo… Crónica de una década de alfabetización audiovisual” y, en marzo de ese año, dedicó la entrevista del mes a la alfabetizadora cubana. Leonela Relys Díaz resumía de este modo en la entrevista el método “Yo Sí Puedo”: “A partir de lo conocido, que es el número que ya estudiamos, se pasa al fonema o letra que el alumno desconoce y con el que se establece una relación; los pasos son, por tanto, número, fonema-letra e imagen; porque la imagen da una confianza extraordinaria en el aprendizaje”. Así, el alumno observa la imagen de una casa y, sin haber aprendido a leer y escribir, expresa el vocablo “casa”. Desde ese momento, “casi todos creen que saben leer”, sostiene la profesora, que con 15 años participó en la Campaña Nacional de Alfabetización y en 2009 recibió el Premio Nacional de Pedagogía de la Asociación de Pedagogos de Cuba.

Un segundo paso tuvo como escenario la República de Haití, donde Leonela Relys participó entre 1999 y 2001 en una campaña de alfabetización por radio en lengua creole; en la isla caribeña comprendió la influencia de los medios audiovisuales para la educación, así como el vínculo entre analfabetismo y extrema pobreza (un estudio de la CEPAL, de 2004, señalaba una esperanza de vida al nacer en Haití de 49,1 años, mientras la tasa de pobreza se situaba en el 76% y el 20% de la población más favorecida percibía el 68% del ingreso nacional). La experiencia de la maestra fue previa a la aplicación del método “Yo sí Puedo” en el país de las Antillas, que se produjo en agosto de 2010 y, en dos años, contribuyó a que 150.200 haitianos mayores de 15 años aprendieran a leer y escribir, informó el periódico Granma. “Los sistemas educativos en el mundo capitalista tienden a ser excluyentes; el analfabetismo existe por las injusticias sociales”, concluía Leonela Relys.

La pedagoga fue autora o coautora de una veintena de libros y militante del Partido Comunista de Cuba. Consideraba que la metodología educativa que ideó tenía un carácter colectivo, ya que cuando ésta se adaptaba a las lenguas quechua, aimara o al suahili de Tanzania, eran estos pueblos los que aportaban su lengua y su cultura. El documental de 70 minutos aporta testimonios de los indígenas Rama Cay de Nicaragua, que aprendieron con el sistema “Yo Sí Puedo” adaptado a su entorno. A finales de agosto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba informó que, con el programa de Leonela Relys, “se logró alfabetizar a 180.000 personas en las zonas más intrincadas de Nicaragua desde 2006 hasta la actualidad”. Orlando Pineda Flores, coordinador de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador (AEPCFA) de Nicaragua y coordinador de la Campaña en este país, resalta que hoy millones de personas no sólo saben poner su nombre en un documento, sino que son capaces de leer el entorno político y socioeconómico.

Los autores de “Leo a la Vida” subrayan que 12 millones de personas de más de 30 países aprendieron a leer y escribir con el apoyo de la metodología cubana. La presidenta de la Fundación Misión Robinson, Lilian Oropeza, informó a Venezolana de Televisión de que la colaboración entre Cuba y Venezuela en la iniciativa “Yo sí Puedo” ha hecho posible que más de 1,2 millones de venezolanos terminaran los estudios de sexto grado; este balance, recogido por la agencia Prensa Latina, se podría extender a países como Bolivia, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Argentina, México o Guinea Bissau. Pero, con independencia de las estadísticas, ¿Quién era Leonela Relys?

“Una maestra extraordinaria; para ella lo fundamental era estar en el aula y compartir con los alumnos; disfrutar además con el olor de la pizarra y la tiza”, resume su hija, Amarilys Oro Relys, en la película de La Guerrilla Comunicacional.

martes, 4 de septiembre de 2018

Filosofía de la Educación en Fidel Castro Ruz (y III) La praxis pedagógica


Rebelión


Las Ciencias de la Educación en Cuba tienen frente a la obra de Fidel un importante campo de estudios y sistematizaciones, de urgencia en su realización si se trata de aportar al diseño y realización de las actuales políticas educacionales del socialismo cubano. La tarea a realizar resulta compleja en el orden filosófico, historiográfico y metodológico. Estamos ante un colosal universo de ideas y realizaciones en constante movimiento. En una evaluación de 1990 sobre lo alcanzado en la educación Fidel afirma: “Si comparamos las ideas que teníamos antes del triunfo de la Revolución con las que tenemos ahora, hay un abismo, porque se fueron desarrollando nuevas y nuevas ideas en este campo, que es lo que hoy constituye la suma de todas nuestras instituciones y programas educacionales


1. La Pedagogía

La Pedagogía, no está sometida únicamente a las variaciones de los procesos político – sociales y a los escenarios principales de la lucha de clases. Fidel siempre estuvo atento a cómo la educación también encuentra en las prácticas pedagógicas formas de permanencia y de cambio –de avance, de estancamientos y también de retrocesos-que no necesariamente obedecen siempre al ritmo de los acontecimientos políticos. Fidel se preocupó por mantener siempre un intercambio propiamente pedagógico, con los maestros, con los pedagogos, con los estudiantes, padres y madres y pueblo en general.

Para Fidel la Pedagogía “es la ciencia de inculcar el máximo de conocimientos; debe enseñar sobre todo, al individuo a pensar2. Precisamente esa fue la orientación pedagógica que explicó a los primeros maestros voluntarios e, agosto de 19603.

Fidel continúa con la fertilidad de la visión martiana, la tradición de lo mejor de la pedagogía marxista. Comparte la consideración de la unidad de educación y la instrucción, de la enseñanza y el aprendizaje, de la combinación estudio-trabajo como articulaciones de y para la perfectibilidad humana. Su discurso y hacer confirma que la educación es un proceso esencialmente liberador, que tiene un carácter complejo y multilateral.

Fidel asume la consideración martiana que entiende el proceso pedagógico4, como proceso de enseñanza aprendizaje -de organización de la actividad cognoscitiva y su realización efectiva en los sujetos del proceso-, y el proceso de educación - de formación objetiva de sentimientos, principios ideológicos, valores morales, políticos y culturales, actitudes y normas de conducta social. Fidel entiende también lo propiamente educacional como calidad y contenido de la Educación, y como fenómeno de socialización.

En la tradición pedagógica marxista Fidel reconoce el concepto formación como categoría de superior nivel de generalización teórica5, y se pronuncia por lograr el resultado mejor, más multifacético e integral para todos y todas, en la consideración de que lo formativo no es un punto de llegada sino un proceso vital que nos acompaña con cualidad natural de trascendencia. En Fidel el propósito de la formación educacional fue desarrollándose en la medida que avanzó la propia obra revolucionaria. Hoy se sintetiza en lograr profesionales, trabajadores y ciudadanos que sean portadores de una cultura general integral. Para Fidel en tanto martiano y marxista, no hay formación sin praxis revolucionaria, y para tal resulta decisiva la lucha por ampliar los horizontes de la justicia social como base de la dignificación humana, de la dignidad nacional, laboral, personal.

Educación científica
A los maestros voluntarios les explica la importancia de desarrollar una pedagogía científica, y desterrar todo lo dogmático, mecánico y escolástico heredado de la época neocolonial: “Las clases se pueden dar a veces hasta debajo de un árbol y, sinceramente, si a mí, por ejemplo, me pusieran otra vez, me dieran la oportunidad de ir a la escuela, me gustaría más las clases en el campo que las clases en pupitre. A los muchachos les gusta caminar, les gusta pasear, les gusta investigar y ustedes deben despertar, o estimular todas esas inclinaciones”6. Tal enfoque y la exhortación a los maestros y maestras para que innoven acompañará la pedagogía fidelista, cuatro décadas después en el año 2000, en el acto de graduación de las Escuelas Emergentes de Maestros de la Enseñanza Primaria, ratificará: “hay mucho que innovar en la educación”7

La enseñanza además tiene que ser de calidad, entendida, como “...aquella en que los sujetos del proceso crean, recrean, producen y aportan de manera eficaz los conocimientos, valores y procesos que contribuyen a perfeccionar la sociedad en su conjunto en todas las dimensiones posibles”8.

Fidel se pronunció por el despliegue de la inteligencia y las capacidades creativas y científicas de los sujetos de la educación9.En el orden didáctico en tiempos de la Revolución Científico Técnica y de la Revolución infocomunicacional, Fidel expresó una pedagogía de la praxis socio-tecnológica, de la incorporación creativa de la tecnología de punta. En cuanto a los sujetos principales del proceso defendió en una perspectiva socialista la interacción democrática del profesor y los alumnos, y el empoderamiento en igualdad de ambos a nivel institucional. Impulsó, además, a construir y practicar una pedagogía internacional aplicada con éxito en más de 50 países.

La escuela y los maestros
A la escuela como institución central del sistema educacional Fidel le prestó una sistemática atención. Reflexiona junto a los asistentes a las diversas concentraciones y actos relacionados con la inauguración de escuelas, cómo es que él las concibe: Posee todo un ideario al respecto que va desde la concepción de los Círculos Infantiles hasta la Universidad10. Fue generador de nuevos tipos de escuela de carácter vocacional y politécnico, y se preocupó por las condiciones higiénicas y de organización. “La escuela no es, por supuesto el edificio, la escuela es una comunión entre el maestro y los niños de cada lugar”11, sintetizaba.

La prioridad que da al tema escolar como gobernante, su concepto de la responsabilidad estatal y gubernamental con la escuela como institución, está en una perspectiva de corresponsabilidad social y familiar, por ello afirma: "La educación no se inicia en las escuelas; se inicia en el instante en que la criatura nace. Los primeros que deben ser esmeradamente educados son los propios padres..."12.

Para Fidel la calidad en la educación requiere, en primer lugar, de la ejemplaridad y la profesionalidad del maestro y la maestra. Quienes asumen la dirección del proceso pedagógico deben expresar más que en el discurso, en su conducta las cualidades, los modelos de pensamiento y actuación que pretenden formar. Hombres y mujeres patriotas, comprometidos con su tiempo, con la obra revolucionaria, con espíritu de superación, trabajadores disciplinados, estudiosos, autodidactas, propensos a la investigación y la búsqueda constante de perfeccionamiento de su labor, de sus alumnos y de ellos mismos13.

La filosofía fidelista de la educación
La filosofía fidelista de la educación puede ser entendida a partir de comprender la misma como una teoría universal y una praxis consecuente sobre los problemas de la cultura y la educabilidad de los niños y niñas, de los y las jóvenes, del hombre, la mujer, de la sociedad sus diversos sujetos y de esta como totalidad, de la transformación revolucionaria de todos y todas en una perspectiva de lucha anticapitalista, antimperialista y socialista. En el orden político, Fidel defiende una Pedagogía para la Revolución y la emancipación de las conciencias y las circunstancias.

Para Fidel lo educacional existe en nexo íntimo y tránsito recíproco con los conceptos de cultura, ciencia, política y eticidad. Y tiene su concreción objetiva en la calidad de la vida espiritual y material que alcance, en la emancipación de las relaciones humanas, en la desenajenación de las circunstancias y de los sujetos colectivos e individuales. Por ello su filosofía de la educación como sistema teórico y escuela de pensamiento, se expresa en sus reflexiones acerca de las bases y significados de la educación, como vehículo de desenajenación y formación integral de los seres humanos, su modo de vida y filosofía moral

En tanto la ya subrayada centralidad de la ética, la Pedagogía de Fidel ha sido eminentemente una Pedagogía del ejemplo personal, del dialogo de principios desde los valores del humanismo, la justicia social y la dignificación de cada niño o niña, joven, hombre y mujer, de la búsqueda consciente de la perfectibilidad de la sociedad y de los individuos en Revolución. En su pensamiento pedagógico sobresale una infinita confianza en la niñez y la juventud, en el hombre y la mujer cubanos.

La filosofía martiana y marxista de la educación de Fidel Castro puede expresarse en un conjunto principios estrechamente interconectados:

El carácter social de la educación

El carácter liberador, desenajenador de la educación

El carácter axiológico de la educación

El carácter patriótico de la educación

El carácter popular de la educación

El carácter democrático de la educación

El carácter científico de la educación

El carácter socio tecnológico de la educación

El carácter estético de la educación

El carácter de dignificación personal de la educación

La educación como derecho y deber de todos los ciudadanos

La educación como tarea de masas

La unidad de la función instructiva y educativa en el acto docente

La combinación de la enseñanza teórica con la práctica

La combinación del estudio y el trabajo

La integración de la educación física

La integración de la educación artística

La integración de la educación sexual y de género

La integración de la educación formal

La integración de la educación medioambiental

La vinculación de la escuela con la comunidad

La educación laica

La coeducación

Notas:

1 Fidel Castro Ruz Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la clausura de "Pedagogía 90", efectuada en el teatro "Karl Marx", el 9 de febrero de 1990. (A menos que se declare todas los discursos de Fidel que utilizaremos pueden consultarse en: Discursos e intervenciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba, http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/)

2 Ídem. Ant.

3 Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto de graduación de los maestros voluntarios a su regreso de la Sierra Maestra, celebrado en el Teatro Auditórium, La Habana, el 29 de agosto de 1960

4 Asumo lo pedagógico como sinónimo de lo educacional. Sin embargo el alcance epistemológico que le otorgamos al término proceso pedagógico, nos permite considerar además de lo propiamente docente educativo, otros procesos educativos extra docentes o paradocentes. Ver: Orlado Valera: El debate teórico entorno a la Pedagogía, 1999.

5 La formación como proceso pedagógico para el marxismo se asume como integral y liberadora (desenajenadora). Así se expresa el concepto de totalidad de Marx.

6 Fidel Castro Ruz: Discurso en el acto de graduación de maestros voluntarios en el teatro Auditórium, La Habana, 29 de agosto de 1960

7 Fidel Castro Ruz: Discurso en el acto de graduación de las Escuelas Emergentes de Maestros de la Enseñanza Primaria. Granma, La Habana, 2002, p. 5

8 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado en el acto de graduación del Destacamento Pedagógico “Manuel Ascunce Domenech”, efectuado en Ciudad Libertad, La Habana, el 7 de julio de 1981

9 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el teatro Chaplin, efectuada el 17 de septiembre de 1966

10 Odalys Barrabia Monier: Fidel Castro y su contribución a la orientación de la pedagogía cubana entre 1959-61.

11 Fidel Castro Ruz: Discurso en el acto de graduación de maestros voluntarios en el teatro Auditórium, La Habana, 29 de agosto de 1960

12 Fidel Castro Ruz: Las ideas son el arma esencial en la lucha de la humanidad por su propia salvación. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2003, p, 26.

13 Fidel Castro Ruz: Ideología, conciencia y trabajo político 1959-1986, Editora política, La Habana, 1987, p.48.

jueves, 26 de octubre de 2017

Cuba el país con más acceso de las niñas a la educación BBC Mundo

Las discusiones en las escuelas de los países más desarrollados son a menudo sobre sus prioridades, como a qué materias se les debería dar más importancia, qué alumnos necesitan un apoyo extra o en qué se necesita invertir más presupuesto.

Pero para las familias que viven en la mayoría de países en vías de desarrollo, las preocupaciones sobre la educación de niñas y niños suelen ser tan básicas como ¿será posible mandar a nuestros hijos a la escuela?

Los datos de Naciones Unidas sugieren que en la última década hubo “casi cero progreso” para solucionar el acceso a educación en algunos de los países más pobres del mundo.

Por otro lado, en un informe publicado por la misma organización a finales de septiembre y que examinó la calidad de la educación, las conclusiones fueron sorprendentes: más de 600 millones de niños que están en las aulas no están aprendiendo casi nada.

Y en las dificultades para acceder a la educación, por supuesto, también influye el género.

En muchos países del mundo, se espera que las niñas trabajen -generalmente, en el hogar o cuidando de sus otros hermanos- en lugar de ir a la escuela. Y muchas se casan siendo adolescentes, acabando con cualquier posibilidad de recibir una formación.

Por ello, no deja de ser paradójico que mientras las niñas de los países occidentales ricos suelen estar por delante que los niños en lo que a logros académicos y calificaciones se refiere, las que viven en los países más pobres tienen más posibilidades de acabar fuera de la escuela.

Por eso, con motivo del Día Internacional de la Niña fijado por la ONU el 11 de octubre, la campaña para el desarrollo One publicó una clasificación con los lugares donde resulta más difícil para las niñas obtener una educación.

Zonas de conflicto
En los diez países que encabezan el ranking -9 de los cuales se encuentran en África-, es mayor el número de niñas que no acuden a la escuela que el de niños.

Se trata de países con condiciones frágiles, donde muchas familias viven bajo el umbral de la pobreza, sin acceso a salud o una nutrición adecuada, y en ocasiones duramente afectadas por desplazamientos motivados por guerras o conflictos.

Según la ONU, las niñas que viven en zonas de conflicto tienen el doble de posibilidades que los niños de perderse su educación.

Esta clasificación está basada principalmente en datos del Instituto de Estadística de la UNESCO sobre criterios como la proporción de niñas sin plaza en la escuela primaria y en la secundaria, la proporción de aquellas que completan ambos niveles, el número medio de niñas que acuden a la escuela, las tasas de analfabetismo entre mujeres, el nivel de formación de los profesores de cada país, el número de alumnos a cargo de cada profesor o el gasto público destinado a educación.

En el caso de algunos países como Siria no existen suficientes datos fiables para ser incluidos en el listado.

¿Y en América Latina?
La situación de los territorios latinoamericanos es, según esta clasificación, notablemente mejor. Haití, en el 30º puesto, es el país de la región peor clasificado, donde menos de la mitad de las niñas terminan la escuela primaria.

En el otro extremo de la lista se encuentra, precisamente, otro país caribeño. Cuba, reconocido mundialmente por su modelo educativo y calificado por la UNESCO como “un ejemplo para el mundo”, es considerado también el que tiene los mejores indicadores del planeta sobre el acceso de las niñas a la escuela.

Según los datos de One, el 99,7% de las niñas cubanas finalizan la educación primaria y el 86,4% la secundaria.

Falta de profesores cualificados
La escasez de profesores suele ser un problema común para mejorar la educación de los países más pobres.

El año pasado, la ONU dijo que se deberán contratar otros 69 millones de docentes antes de 2030 si se quieren cumplir los objetivos mundiales fijados en el ámbito educativo.

“Más de 130 millones de niñas aún están fuera de la escuela, es decir, más de 130 millones de potenciales ingenieras, empresarias, profesoras y políticas cuyo liderazgo se está perdiendo el mundo”, dijo la presidenta de la campaña One, Gayle Smith.

Para Smith, el fracaso en la educación de las niñas es una “crisis global que perpetúa la pobreza”.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-41588118

viernes, 4 de agosto de 2017

Nicolás Hernández Guillén presenta en Valencia los poemas y crónicas de su abuelo durante el conflicto. Nicolás Guillén, un poeta comunista en la guerra de España.

Enric Llopis
Rebelión

Reconocido como el Poeta Nacional de Cuba, la obra de Nicolás Guillén (1902-1989) lo es también política, epistolar y periodística (en los años 30 participó muy destacadamente en revistas como “Resumen” o “Mediodía”). Autor de “Motivos de son”, “Sóngoro Cosongo”, las “Elegías”, “La paloma de vuelo popular” y “El gran zoo”, su poesía introdujo las aspiraciones populares del negro. Tal vez en ese punto resida su carácter universal. Guillén permaneció exiliado en la etapa final de la dictadura de Batista, volvió a Cuba tras la victoria de la Revolución, en 1959, donde formó parte del Partido Comunista y se implicó en la edificación del socialismo. También fue uno de los fundadores y primer presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Un periodo de la biografía de Guillén reviste hoy máxima actualidad. Se trata del momento en que el poeta partió de México a España, con el fin de participar en el Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, cuyo 80 aniversario se celebró el pasado cuatro de julio. Ese día del año 1937 se inauguró el Congreso en Valencia, capital de la II República desde noviembre del año anterior, debido al asedio que sufría Madrid. Se celebraron sesiones del magno congreso de escritores en Valencia, Madrid, Barcelona y París, en las que participaron más de un centenar de intelectuales antifascistas. En España Nicolás Guillén conoció a Antonio Machado, José Bergamín, Rosa Chacel, Luis Cernuda, Emilio Prados o Miguel Hernández; también se relacionó con Alberti, Neruda, César Vallejo y León Felipe; y se encontró con Octavio Paz y Alejo Carpentier.

Todavía en México, en mayo de 1937, Nicolás Guillén escribió “España. Poema en cuatro angustias y una esperanza”, que se publicó dos veces ese año. Este poema y otros del mismo autor, además de crónicas y evocaciones aparecen recogidos en el libro “España. Poemas y crónicas sobre una guerra antifascista”, presentado en el Centre Octubre de Valencia por el nieto del poeta, Nicolás Hernández Guillén. Editado por Sensemayá, en la publicación del texto han colaborado la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y el Ayuntamiento de Buñol (Valencia). Matemático de profesión (se doctoró entre La Habana y Belgrado), militante del Partido Comunista y presidente de la Fundación creada en 1991 para difundir el legado de su abuelo, Hernández Guillén recuerda la trascendencia de la guerra española de 1936 en Cuba. Se puso de manifiesto en vivas polémicas como las que mantuvieron el ultraconservador Pepín Rivero, director de “Diario de la Marina”, y el político Eduardo Chibás, fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) en 1947 con un rotundo lema: “Vergüenza contra dinero”.

A las discusiones en los periódicos se agregó otro hecho de interés, el de los cubanos que se trasladaron a España para combatir como voluntarios durante la guerra civil; según algunas fuentes, llegaron a los 1.400, de los que más de un centenar fallecieron. “Cuba se convirtió en el país que más brigadistas internacionales aportó, proporcionalmente a su población”, subraya Nicolás Hernández Guillén. Otro ejemplo de compromiso palmario es el del periodista Pablo de la Torriente Brau, uno de los grandes reporteros de la historia cubana, fallecido en el frente de Majadahonda (Madrid) en diciembre de 1936, cuando informaba en calidad de corresponsal para las revistas “New Masses” de Nueva York y “El Machete” de México, entre otras. También fue designado Comisario de Guerra y miembro del Estado Mayor del 109 Batallón de la Séptima División. Tenía 35 años cuando murió de un balazo en el pecho; tres semanas antes había conocido a Miguel Hernández, quien le dedico una elegía. Las apasionadas cartas y crónicas de Pablo de la Torriente en España fueron publicadas en abril de 2016 por la editorial Dyskolo.

La crítica otorga a “España. Poema en cuatro angustias y una esperanza” un significado especial. Según Nicolás Hernández Guillén, se trata de una de las grandes elegías de su autor, “muy sentida, honesta y la única que tuvo un carácter urgente”. Porque escribía sus versos a mano y con lápiz, y después los dejaba reposar. Siempre tenía modificaciones que hacer. En la “angustia” primera –“Miradas de metales y de rocas”- repite el poeta a modo de estribillo: “Ni Cortés, ni Pizarro/(aztecas, incas, juntos halando el doble carro)./Mejor sus hombres rudos/saltando el tiempo”. Y en el núcleo de la elegía, lamenta: “¡Miradla, a España, rota!/Y pájaros volando sobre ruinas,/y el fachismo y su bota,/y faroles sin luz en las esquinas,/y los puños en alto,/y los pechos despiertos,/y obuses estallando en el asfalto/sobre caballos ya definitivamente muertos”. Así observa la realidad española en el poema “La voz esperanzada”: “Viéndote estoy las venas/vaciarse, España, y siempre volver a quedar llenas;/tus heridos risueños,/tus muertos sepultados en parcelas de sueños;/tus duros batallones,/hechos de cantineros, muleros y peones”.

Nicolás Guillén, Juan Marinello, Alejo Carpentier, Félix Pita Rodríguez y Leopoldo Fernández Sánchez integraron la delegación cubana en el Segundo Congreso Internacional de Escritores. Invitado el evento por Neruda y Alberti, Guillén intervino en dos ocasiones, en Madrid y la sesión de clausura en París. En uno de los discursos denuncia el rasgo antidemocrático principal del fascismo: dividir a la humanidad por criterios raciales. Dicen que existe una “pretendida raza superior, seguramente blanca y pretendidamente rubia”. Pero Guillén afirma que llega a España como hombre negro; y que ha nacido en un país donde los negros “representan una parte muy importante del pueblo, a cuya formación espiritual han contribuido”. Fueron 300 años de esclavitud que permiten, según el poeta, sufrir por la tragedia de la España republicana. Expresó también la misma idea en primera persona y en verso: “Yo,/hijo de América,/hijo de ti y de África,/esclavo ayer de mayorales blancos dueños de látigos/coléricos;/hoy esclavo de rojos yanquis azucareros y voraces;/yo chapoteando en la oscura sangre en que se mojan/mis Antillas”.

El acto organizado en el Centre Octubre por la asociación José Martí conmemoró también el 115 aniversario del natalicio de Nicolás Guillén. El poeta, afirma su nieto, reservó un gran amor y cuidado por los niños, “para él fueron lo más importante”. Puede constatarse en la literatura infantil del autor cubano, pero también en los discursos del Congreso de 1937. El poeta negro y antiimperialista contó el encuentro que mantuvo con un niño en un pequeño pueblo, camino de Madrid. El menor, que no había cumplido diez años, vestía con unos pequeños pantalones; pero lo llamativo eran los tatuajes que exhibía en los brazos: “mueran los fascistas” y “No pasarán”. El niño, que vivía con su madre, abandonó Madrid por culpa de las bombas fascistas. Su padre había muerto en el frente; también murieron dos hermanos de su edad, ametrallados por los aviones mientras jugaban en casa. “Aquí todos somos pobres”, le dijo el niño, “pero para que ganen los fascistas tendrán que matarnos a todos”.

Nicolás Hernández Guillén destaca la relación que trabó el poeta con los intelectuales españoles. “Alberti fue su gran amigo español, siempre pudo contar con él, incluso en los momentos más difíciles”. En febrero de 1959 escribe una carta a Rafael Alberti y María Teresa León, en la que les informa de los nuevos tiempos: “Aquí estamos en un clima de verdadera revolución y la consigna es protegerla y hacerla avanzar; visto de cerca, Fidel Castro mejora, si ello es posible, la excelente impresión que da visto de lejos”. Guillén entrevistó a Miguel Hernández en Valencia (“Un poeta en espardeñas”). Federico García Lorca murió fusilado el 18 de agosto de 1936, en el camino de Víznar a Alfacar (Granada). A Nicolás Guillén, la muerte de Federico “le conmocionó muchísimo”, destaca su nieto y presidente de la fundación. En la cuarta “angustia” le canta el poeta cubano: “¡Federico! ¿Dónde el gitano se muere? ¿Dónde sus ojos se enfrían? ¿Dónde estará, que no viene!” Además, Manuel Altolaguirre editó el libro “España. Poema en cuatro angustias y una esperanza”. En la revista “Mediodía”, Guillén calificó a José Bergamín de “un gran escritor católico”, “una inteligencia en carne viva”, que frente a los malabaristas de la palabra, profundiza en las “maravillosas dimensiones” de la realidad.

El autor de “Sóngoro Cosongo” visitó también los frentes de la contienda española, donde habló con dirigentes, soldados republicanos y voluntarios cubanos. El resultado de los escritos, entrevistas y apuntes se publicaron en la revista “Mediodía” y en un libro, “Hombres de la España leal”, editado en la capital cubana en 1938. Nicolás Guillén compartió la autoría y las entrevistas previas con Juan Marinello, también especialista en la obra de José Martí. Permaneció en España entre julio de 1937 y febrero de 1938. Unos meses antes de la llegada, negó en un texto publicado por la Universidad Autónoma de México la consideración de “artista puro”. Al contrario, se sentía vinculado a las inquietudes y angustias de la vida: “desde el amor, hasta el pago del alquiler de la casa”. Y a la misma “línea humana” que, Neruda, Machado, Alberti o Miguel Hernández. Por eso rechazaba la conversión del negro en mero exotismo. Y recordaba, en 1945, que millones de negros se debatían en el sur de Estados Unidos “en la más terrible esclavitud; víctimas de linchamientos, hambrientos, desesperados… No todo es tambor, macumba, rumba, vodú…”.