La reforma es pura injusticia y tampoco ayudará al crecimiento
El presidente del PP andaluz disparata cuando pide al Gobierno andaluz que “rebaje la presión fiscal a los ciudadanos” poniendo como ejemplo a Rajoy.
Sin haber tocado el conjunto del sistema impositivo, no se puede asegurar que sus reformas en el IRPF o en el impuesto sobre sociedades del viernes pasado vayan a disminuirla. Y tampoco se puede afirmar que Rajoy haya bajado los impuestos porque, como han señalado los técnicos del Ministerio de Hacienda, los contribuyentes que ganan menos de 11.200 euros al año (el 47%) no gozarán de ninguna rebaja fiscal en el IRPF, que solo será sustancial para el 0,3% que percibe más de 150.000 euros anuales. Y la del impuesto sobre sociedades solo beneficiará a las grandes empresas que ya de por sí pagan poco: en 2011 recibían el 60% de los beneficios empresariales y solo aportaron el 24% de la recaudación de ese impuesto, según un reciente informe de Oxfam Intermón.
La reforma de Rajoy es pura injusticia que tampoco ayudará mucho al crecimiento porque incentiva más el ahorro que el consumo.
Las palabras de Moreno Bonilla escandalizan cuando millones de familias españolas se disponen a presentar su declaración de la renta para aportar al Estado 46 veces más que las grandes empresas españolas. Según ese último informe, el esfuerzo fiscal en 2012 de una persona con dos hijos a su cargo e ingresos medios de 16.500 euros fue del 15,6% de su renta y de cerca del 28% si era soltera, sin hijos y con ingresos medios de 41.300 euros anuales. Mientras, las diez mayores empresas del Ibex 35 solo pagaron el 18% de su beneficio, los grupos consolidados de grandes empresas una media del 3,5%, los grandes bancos españoles solo el 5% en 2013 y los grandes patrimonios que operan a través de Sicav un 1%.
El Gobierno busca generar ilusión fiscal en algunos contribuyentes de rentas más bajas ante las próximas elecciones. Pero la estrategia se le volverá en su contra porque, con tan baja carga fiscal para los más ricos, la reforma irá acompañada de una provisión de servicios públicos cada vez menor o de coste más elevado. ¿A quién se cree el PP que va a engañar concediendo ahora 100 euros mensuales a las familias con grandes dependientes por un coste total de unos 435 millones de euros cuando ya ha recortado casi 2.280 millones en dependencia? La gente ya no es tan tonta como creen sus dirigentes.
Lo que hace falta no es recurrir al engañabobos de la bajada de impuestos, como hace el PP para disimular los efectos reales de sus reformas, sino hacer que haya más justicia fiscal y que los más ricos y los grandes propietarios y banqueros también los paguen.
Fuente: Juan Torres. El País.
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