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viernes, 31 de enero de 2025

"La izquierda y el woke son absolutamente opuestos. El woke es tribal y la izquierda es universal... Es una diferencia enorme"

Susan Neiman

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Susan Neiman sostiene que el woke mezcla una "emoción tradicional de izquierda", con "supuestos filosóficos muy de derecha"

La filósofa estadounidense Susan Neiman admite su asombro por la resonancia que tuvo en tantos países su último libro, "Izquierda no es woke", publicado en más de una decena de idiomas.

"No sé por qué se interesan por él en Tailandia, Líbano o Croacia", dice entre risas durante una entrevista con BBC Mundo. "Me sorprendió lo internacional que parece ser el problema".

Se refiere así a la confusión que a su juicio existe entre ser de izquierda y ser woke, un término que literalmente viene de la palabra "woke", el pasado de "wake", que significa despertar, y el slang ha convertido en una referencia a estar alerta ante las injusticias sociales.

Neiman, que se define de izquierda y desde el año 2000 dirige el Einstein Forum en Alemania, no sólo considera que son conceptos opuestos; también dice que, al mezclarse, ayudaron al triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre.

Autora de escritos sobre la Ilustración, la filosofía moral, la metafísica y la política, y académica en las universidades de Yale y Tel Aviv, ha dedicado su carrera a poner en términos simples conceptos filosóficos profundos.

BBC Mundo habló con ella en el marco del Hay Festival que se celebra en Cartagena entre el 30 de enero y el 2 de febrero.

¿Por qué decidiste escribir un libro afirmando que la izquierda no es woke?

Porque estuve conversando con amigos en varios países y todos me decían algo así como: "Me temo que ya no soy de izquierda"... Y sacaban a colación alguna declaración o acontecimiento woke con el que no se sentían identificados.

Era algo que se repetía y me pareció importante profundizar en por qué tantos tenemos esa impresión de que a la izquierda le pasa algo.

El objetivo del libro es precisamente analizar eso que la está debilitando, porque la gente está confundida.

Es un problema que empezó en las universidades estadounidenses, pero se extendió muy rápido por el mundo.

¿Cuál es para ti la diferencia principal entre ser de izquierda y ser woke?

La confusión viene porque el woke está muy alimentado por elementos que han sido tradicionales de la izquierda: "En caso de duda ponerse del lado de los oprimidos" es uno de ellos.

Ese es un sentimiento muy izquierdista, pero ahora es común tanto para la izquierda como para el woke.

El problema es que la gente tiende a no darse cuenta de que, junto con esta emoción tradicional de izquierda, en el woke hay algunos supuestos filosóficos muy de derecha.

Por ejemplo, ¿es de izquierda decidir que la diversidad es siempre el primer y más importante mandamiento, porque tanta gente se ha quedado fuera de puestos de poder e influencia por pertenecer a minorías?

Es una cuestión que surge todo el tiempo.

Mi sensación firme es que sí, la diversidad es un bien, pero no el bien supremo. Y es un insulto para las mujeres contratarlas sólo porque son mujeres, de igual forma que es un insulto para la gente de color asumir que simplemente porque son gente de color tienen una especie de autoridad.

Voy a entrar en más detalles sobre esto en mi próximo libro: ser víctima no es por sí mismo una fuente de autoridad. Y tendemos a pensar que lo es.

Quizás sea necesario definir conceptos. ¿A qué te refieres exactamente cuando hablas del woke?

No defino el woke porque no creo que sea un concepto coherente, porque depende de una escisión entre emociones de izquierdas y pensamientos muy de derecha.

Lo que hago en el libro es definir lo que significa la izquierda hoy. Y el woke es la antítesis de los tres primeros conceptos que señalo como comunes a la izquierda liberal.

Tapa del libro en español "Izquierda no es woke", de Susan Neiman. 
Tapa del libro en español "Izquierda no es woke", de Susan Neiman.

Fuente de la imagen,Susan Neiman


Pie de foto,
El libro de Neiman se ha traducido también al español. 

Primero, universalismo en vez de tribalismo.

La izquierda y los liberales son fundamentalmente universales.

No asumimos, como hace la derecha, que sólo puedes conectar profundamente con miembros de tu tribu y que, por lo tanto, sólo tienes obligaciones genuinas con ellos.

Segundo, luchamos por justicia, no sólo por poder.

A veces puede ser muy difícil mantener ambas cosas separadas, pero la lucha por la justicia es de izquierda.

Y aunque muchos han renunciado a la idea de que la justicia existe, creyendo que es una máscara para el poder, para la izquierda es fundamental no renunciar a su búsqueda y su universalidad.

Tercero, el progreso es posible; no es inevitable. Sí, está en manos de los seres humanos, que son tan capaces de hacer retrocesos como progresos, pero es posible, y hay ejemplos de que ha ocurrido en el pasado.

Eso es algo importante que a menudo se ve negado por el woke. Pero no es verdad.

Cuando dicen que los afroamericanos en EE.UU. siguen viviendo en condiciones de las leyes Jim Crow, o incluso de esclavitud, o que las mujeres siguen viviendo en el patriarcado, yo digo que sí, que seguimos viviendo con racismo y sexismo, pero decir que no hemos progresado en la lucha contra eso es una visión muy peligrosa, porque lleva a la gente a desesperarse por el progreso a futuro.

Te diría que hay un cuarto concepto: dado que el fascismo y el neofascismo están creciendo en el mundo, necesitamos frentes populares formados por izquierdistas y liberales.

Pero hay que distinguir entre ambos, porque para la izquierda los derechos sociales son auténticos derechos, tan importantes como los derechos políticos.

Para la izquierda, el derecho a la vivienda, a la asistencia médica, a la educación, el acceso a la cultura, las leyes laborales justas son tan importantes como por ejemplo la libertad de expresión.

¿Dirías que tu idea de una izquierda universalista se aplica solo a Europa y EE.UU., o también a regiones como América Latina, donde hay gente que se define de izquierda y apoya o evita condenar a gobiernos autoritarios que también se llaman izquierdistas o revolucionarios?

Sé mucho más de la historia de EE.UU. y Europa que de América Latina, pero me sorprendió enormemente que el libro saliera en Chile y en Brasil y que iniciara un gran debate.

Son dos grandes países latinoamericanos con gobiernos socialistas, con mayorías pequeñas, amenazadas por la derecha.

Y lo que me dijo la gente a la que le gustó el libro, es que esto es lo que necesitaban, porque sentían que Lula y Gabriel Boric, para poder armar coaliciones, tenían que incluir cosas que les parecían demasiado woke.

Por ejemplo, en ambos países me chocó que hubiera discusiones sobre baños de género.

Signo de baño para todo género.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,Neiman sostiene que discusiones sobre temas como los baños de género son un "tema inventado" que ha sido usado con éxito por Trump.

El expresidente de Estados Unidos Barack Obama.

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Pensaba que sólo los políticos republicanos de Carolina del Norte se preocupaban por este tipo de cosas.

La mayoría de la gente, si va al baño, cierra la puerta. ¿A quién le importa? Es un tema inventado, pero se ha utilizado mucho. Trump lo usó con mucho éxito.

El libro está saliendo también en Tailandia, Corea del Sur y Líbano. Y me pregunté: ¿Por qué publican este libro? Un amigo me dijo: porque están hartos de la teoría poscolonial y creen que alguien tiene que ponerle fin.

Y más allá de Boric o Lula, cómo encajan las izquierdas radicales que hasta hace poco defendían la lucha armada, o que siguen abrazando el concepto de lucha de clases, que podría ser una forma de ver la sociedad a través del prisma de las identidades o de las tribus…

Es cierto.

No creo que la reducción de clase sea mejor que la reducción de raza. Y si lo pensamos por un segundo ni Marx, ni Engels, ni Lenin, ni Trotsky provenían de la clase obrera.

Hay incoherencia en el propio marxismo mismo sobre esas bases.

Tratar de discutir sobre clases 150 años después, cuando en ninguna parte del mundo la clase está estructurada como lo estaba en los tiempos de Marx y Engels, tiene muy poco sentido para mí.

Sobre la lucha armada, no estoy segura de que haya buenos ejemplos de luchas revolucionarias armadas que hayan salido bien a largo plazo.

Una crítica del libro en Alemania decía: "Ella no es realmente de izquierda, es socialdemócrata, no cree en la revolución armada".

Yo le diría a cualquiera que todavía crea en la revolución armada en un mundo armado hasta los dientes, que tendríamos suerte de no volarnos los unos a los otros en un futuro próximo.

Por cierto, la lucha armada, como los gobiernos autoritarios, niega el concepto de derechos humanos que es central en tu definición de izquierda universalista...

Por supuesto.

¿La confusión que señalas entre izquierda y woke es algo nuevo o es producto de un proceso histórico?

Lo que ahora llamamos woke es lo que en los '90 se llamaba políticamente correcto.

Lo gracioso es que soy suficientemente mayor como para recordar cuando lo políticamente correcto era usado irónicamente por gente que era socialista pero anti estalinista, para burlarse de los que parecían demasiado rígidos.

Luego fue tomado por la derecha.

Y es interesante que algo así suceda con el woke, un término que comenzó a usarse en los años '30 por los cantantes de blues afroamericanos para denunciar el racismo, y no se utilizó mucho más hasta que Trump llegó al poder.

De hecho, no estuvo presente en las elecciones de 2016 en EE.UU.

Creo que en cierto modo se desarrolló como resultado de la generación que creció pensando que la presencia de Obama era normal, que era normal tener en la Casa Blanca a alguien muy inteligente y competente.

Podías no estar de acuerdo con algunas de sus políticas, pero era obvio que tenía integridad. Y fue un choque pasar de ocho años así al primer gobierno de Trump.

Hay una cita de Martin Luther King que a Obama le gusta usar: "El arco del universo es largo, pero se dobla hacia la justicia".

Pero de repente, el arco se inclinó en la dirección equivocada.

Creo que hubo una sensación de desesperanza, de que casi todo lo que se podía hacer era una acción simbólica, que es en lo que consiste buena parte del wokeísmo.

Cuando alguien de 20 años piensa que es muy importante cambiar sus pronombres, aunque no se pueda cambiar nada más, pienso que tiene 20 años.

Pero hace unos meses escuché un podcast de Judith Butler y habló sobre cuánto ha cambiado el mundo porque la gente cambia sus pronombres.

Es patético que alguien tomada en serio como pensadora política no vea que esto es un sustituto del cambio real.

¿Y cuál es el peligro tomar izquierda y woke como sinónimos en el mundo actual?

¡Es que no lo son! ¡Son absolutamente opuestos!

La idea de que no hay nada más que poder, que las pretensiones de justicia no son más que exageraciones, le encanta a los dictadores de derecha y a los dictadores que se llaman a sí mismos de izquierda, pero está también muy presente en las tradiciones woke: no puedes esperar justicia, sólo debes trabajar por el poder para tu tribu.

Esa es una forma completamente diferente de estar en el mundo siendo un auténtico izquierdista.

Esta es la razón principal por la que no puedes ser ambas cosas. Pero también hay una razón práctica.

Creo que aunque Kamala Harris no hizo una campaña woke, Joe Biden sí la hizo. Es curioso: el viejo hombre blanco de la Casa Blanca era extremadamente woke.

Intentó enfatizar mucho la política de identidad. Me enfurecí cuando nombró a Ketanji Brown Jackson para la Corte Suprema.

Estoy segura de que es una buena jueza, pero decir en su campaña cuando intentaba ganar las primarias de Carolina del Sur que nombraría a la primera mujer negra jueza de la Corte Suprema es algo que socava a Ketanji Brown Jackson.

Así que Biden, aunque no parezca woke, estaba dirigiendo el gobierno más woke posible.

¿Y Trump: cuán woke fue en su campaña?

Bueno, el último anuncio antitrans que Trump lanzó un par de días antes de las elecciones fue una siniestra obra maestra. Según las encuestas, convenció al 2,7% de sus votantes de Trump, y él solo ganó por 1,5 por ciento. Mira la dimensión.

Así, es comprensible que el wokeísmo moleste y desanime a la gente en tantas partes.

En Alemania tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina y ha jugado un papel importante en el ascenso de la derecha.

¿Cuánto te preocupa que haya un nuevo gobierno de Trump en EE.UU.?

Estoy muy preocupada.

La mayor esperanza que creo que podemos tener, por raro que parezca, es que la gente que eligió para su equipo es tan incompetente y horrible que puede haber mucha lucha interna.

"No hay dudas" de que el woke ayudó al triunfo electoral de Trump, sostiene Neiman. A Trump no le gusta estar a la sombra de nadie y ha saboteado a quien pudiera hacérsela. No puede sabotear de forma tan directa a Musk, porque Musk es más rico que él.

Pero es bastante horrible pensar que nuestra mayor esperanza está en la mezquindad y la competencia entre dos personas desagradables.

No conozco a nadie que pueda predecir con seguridad lo que va a pasar.

Mencionste el riesgo del fascismo. Muchos comparan el mundo actual con lo que ocurrió en el período entre guerras en Europa y, en particular, en Alemania. ¿Cómo observas ese paralelismo?

La verdad es que en Alemania me da menos miedo que en otros sitios.

La historia nunca sucede dos veces de igual manera.

Terminé mi libro diciendo que la única razón por la que los nazis pudieron hacerse con el poder sin tener mayoría parlamentaria fue que la izquierda estaba dividida, algo que ha ocurrido muy a menudo.

Es paradójico, porque uno pensaría que para todos estos grupos nacionalistas, cada uno pensando que su nación es la mejor, debería ser mucho más difícil organizarse. Pero no es así. Trabajan juntos con mucha facilidad.

Entonces, ¿creo que las comparaciones son exactas? No, también porque el papel de la ideología es muy diferente ahora.

Pero creo que vale la pena escuchar las comparaciones como una advertencia.


miércoles, 12 de diciembre de 2018

_- El abecedario de Toni Morrison

_- Revue Ballast El Salto

De la b de Beloved —su novela más conocida— a la z de Zigzag. Una introducción al pensamiento de Toni Morrison a través de sus artículos, entrevistas en prensa y conferencias.

Toni Morrison

Toni Morrison en una lectura de su obra.

Una docena de novelas, numerosos ensayos, dos obras de teatro y algunos libros de literatura juvenil: Toni Morrison, hija de una familia obrera y antigua profesora de literatura en New Jersey, disecciona desde comienzos de los años 70 el “lenguaje de la opresión”. Comenzando por el que sufren los afroamericanos. Decidida, como afirma, a “neutralizar el racismo mezquino, a destruir la obsesión ordinaria, fácil y accesible por el color de la piel”, Morrison no se ha dejado de preguntar por las raíces y la organización social de su país. “Tengo 87 años y voy a sobrevivir a Donald Trump”, afirmó riendo la primavera pasada.

‘Beloved’: “La novela ofrece un vasto páramo controlado, una ocasión para ser y volverse el Otro. El extranjero. Con compasión, lucidez y el riesgo de un examen de consciencia. En esta repetición, para mí como autora, la joven Beloved, la que atormenta, es el Otro último, quien reivindica, para siempre reivindica un beso”.

(El origen de los otros)

Cantidad: “Para mí, la literatura incluye esta cantidad increíble de historias escritas por gente que, a través de la escritura, se sacudían el yugo de la esclavitud y entraban en el mundo de la libertad. No conozco en la historia de la humanidad otro pueblo que haya meditado, escrito y publicado tanto sobre su propia situación”.

(Entrevista con Pierre Bourdieu, octubre 1994)

Color: “Lo que me ha interesado es que en aquella época también llegaban a suelo americano empleados domésticos blancos. Estos domésticos eran en realidad esclavos, al igual que los esclavos negros. Pero es preciso interesarse por las condiciones en las que estos esclavos blancos llegaban: muchos de ellos morían durante el trayecto o bien cuando llegaban, y su servidumbre podía ser transmitida a sus mujeres e hijos. Estos esclavos blancos trabajan codo a codo con los esclavos negros en las plantaciones de tabaco. La sola diferencia entre ellos era la siguiente: los blancos podían escaparse y confundirse entre la multitud, mientras que los negros no podían hacerlo a causa de su color de piel. Esos tiempos son los verdaderos comienzos de este país”.

Entrevista publicada en L’Express, septiembre 2009) Definir: “Astuto, pero Maestro de Escuela le azotó de todos modos para mostrarle que las definiciones pertenecen a los definidores, no a los definidos”.

(Beloved)

Esclavitud: “Sin duda, estaba universalmente claro —para los vendedores como para aquellos que vendían— que la esclavitud era una condición inhumana, aunque rentable. Aquellos que vendían no querían, sin duda, volverse esclavos. Muy a menudo, aquellos que compraban se suicidaban para evitar esta condición. Entonces, ¿cómo funcionaba? Uno de los medios por los que las naciones podían tolerar la degradación que suponía la esclavitud era el recurso a la fuerza bruta. Otro consistía en embellecerla”.

(El origen de los otros)

Estadounidense: “Los mecanismos culturales por los cuales uno se vuelve estadounidense son claramente comprensibles. Un ciudadano de Italia o de Rusia emigrado a los Estados Unidos conserva en gran medida, o al menos en parte, la lengua y las costumbres de su país de origen. Pero si desea ser americano —ser reconocido en cuanto tal y encontrar realmente su lugar— debe volverse algo inimaginable en su país: debe volverse blanco”.

(El origen de los otros)

Fond: “No quedará nada de Fond (la pasarela sobre el río ya ha desaparecido), pero quizás puede ser bueno, ya que no era realmente una ciudad, solamente un barrio donde, cuando el tiempo era sereno, la gente del valle podía escuchar a veces cantar o tocar el banjo, y si sucedía que algún hombre del valle tenía algún asunto que hacer en las colinas allá arriba —cobrar un alquiler o la prima de un seguro— podía ver alguna mujer de piel oscura ejecutar algunos pasos de cakewalk,improvisar un black bottom, mover las caderas al ritmo de una armónica. […] La gente de color que la miraba reía y se frotaba las rodillas y el hombre del valle no tenía ningún problema en oír la risa sin reparar en el dolor humano que se encontraba en algún lugar bajo los párpados, en algún lugar bajo los paños de la cabeza, los sombreros de fieltro ligero, en la palma de las manos, tras las solapas usadas, en algún lugar en la curva de los tendones”.

(Sula)

Gente: “Escribir novelas es hacer aparecer a la gente ordinaria que no aparece en los libros de historia”.

(Entrevista en Téléréma, agosto 2012)

Inhumano: “Por muy fascinante que sea la ignominia de esos episodios de violencia, la cuestión que se revela, creo yo, mucho más reveladora que la severidad del castigo, es la de saber quién es esa gente. Qué encarnizamiento ponen en definir al esclavo como inhumano, salvaje, cuando la definición de lo inhumano describe en realidad considerablemente a aquel que castiga”.

(El origen de los otros)

Jazz: “También ha estado esta mina inagotable de canciones, de letras, de cantos espirituales, que era y que seguirá siendo por siempre la voz del jazz. Esta forma de poesía me habló inmediatamente”.

(Entrevista con Pierre Bourdieu, octubre 1994)

Liberar: “Liberarse era una cosa, reivindicar la propiedad de ese yo liberado era otra”.

(Beloved)

Minoría: “Siendo una minoría, a la vez como casta y como clase, vivíamos en los dobladillos de la vida, luchando contra nuestra debilidad y peleando para agarrarnos, o para escalar sin ayuda, en los grandes pliegues del vestido”.

(Ojos azules)

Mirada: “Oponer el poder negro a la dominación blanca continuaba siendo una forma de ser prisionero de la mirada del otro”.
(Entrevista para Psychologies, 2012)

Negro: “No me bastó más de una hora después de que la sacaran de entre mis piernas para comprender que algo no iba bien. Que no iba bien en absoluto. Me daba tanto miedo de tan negra que era. Negra como la noche, negra como el Sudán. Yo soy de piel clara, con un hermoso cabello, lo que llaman una mulata de tonos rubios, y el padre de Lula Ann también. Nadie en mi familia se acerca a este color”.
(Una bendición)

Odio: “Es el odio el que produce este efecto. Él consume todo, salvo a él mismo, sea cual sea vuestro sufrimiento, vuestro rostro se vuelve exactamente el mismo que el de vuestro enemigo”. (Love)

Ojos: “Desde hace algún tiempo, Pecola se decía que si sus ojos —sus ojos, que retenían las imágenes y sabían lo que podían ver— hubieran sido diferentes, es decir bellos, ella misma habría sido diferente. Tenía bellos dientes y una nariz menos grande y aplanada que las de ciertas chicas reputadas de lindas. Si ella hubiera sido diferente, bella quizás, Cholly habría quizás sido diferente también, y Mrs. Breedlove. Se habría dicho quizás: mira, esta Pecola de ojos tan bonitos. No debemos hacer ninguna grosería delante de ojos tan bellos. Cada noche, sin faltar, rezaba para tener los ojos azules”.
Ojos azules)

Olvidar: “Su pasado había sido parecido a su presente –intolerable–, y como ella no ignoraba que la muerte era cualquier cosa menos el olvido, utilizaba la poca energía que le quedaba para meditar sobre los colores”.

(Beloved)

Política: “Mis libros no responden únicamente a preocupaciones estéticas, así como tampoco exclusivamente a preocupaciones políticas. Pienso que, para poder ser tomado en serio, el arte debe hacer las dos cosas a la vez”.

(Entrevista con Pierre Bourdieu, octubre 1994)

Secuestrar: “Examino de nuevo la palabra ‘esclavo’ para hacerla íntima. Sobre todo, no quería que fuese una palabra anodina. […] Quería que el lector fuera secuestrado, sin memoria literaria, sin estar preparado para ello, exactamente como el esclavo. Los dos se enfrentaban a la urgente necesidad, y no podían contar más que con su buena voluntad y su participación. El lector debía ser despojado de la misma manera, y aprender por acumulación”.
(Entrevista con Toni Morrison, AFRAM newsletter, 1990)

Siglo XX: “Permitidme citar solamente algunos de los linchamientos que tuvieron lugar en el siglo XX: Ed Johnson, 1906 (linchado en el puente de Walnut Street, en Chattanooga, Tennesse, por una multitud que entró a la fuerza en la prisión donde estaba convicto, después de que fuera suspendida la pena de muerte que pesaba sobre él). Laura y D. L. Nelson, 1911 (madre e hija acusadas de asesinato, secuestradas en su celda y ahorcadas en un puente ferroviario a proximidad de Okemah, Oklahoma). Elias Clayton, Elmer Jackson e Isaac McGhie, 1920 (tres empleados de circo acusados de violación sin pruebas, linchados en Duluth, Minnesota, sin que sus asesinos sufrieran ninguna sanción). Raymond Gunn, 1931 (acusado de violación y asesinato, rociado con gasolina y quemado hasta morir por una multitud en Maryville, Missouri). Cordie Cheek, 1933 (linchado y mutilado por una multitud en Maury, Tennesse, tras haber sido puesto en libertad por una falsa acusación de violación). Booker Spicely, 1944 (abatido por un conductor de autobús en Durham, Carolina del Norte, tras haberse negado a sentarse al fondo del autobús). Maceo Snipes, 1946 (sacado de su casa en el condado de Taylor, Georgia, y abatido por haber votado en las primarias demócratas de Georgia; un cartel pegado en el muro de una iglesia negra de la localidad decía “El primer negro en haber votado no volverá a votar nunca más”). Lamar Smith, 1955 (figura del movimiento por los derechos civiles, abatido sobre el césped del tribunal del condado de Lincoln, en Brookshaven, Mississippi). Emmett Till, 1955 (a la edad de 14 años fue golpeado y abatido en Money, Mississippi, después de haber, según se decía, intentado ligar con una mujer blanca, que confesó haber mentido sobre esto en un primer momento)”. (El origen de los otros) Soledad: “Hay una soledad en la que uno se puede acunar. Los brazos cruzados rodeando las rodillas, nos mantenemos, nos agarramos, y este movimiento, a diferencia del de un barco, apacigua y calma al solitario que se acuna. Es una soledad interior, que envuelve como una piel. Luego hay una soledad vagabunda, independiente. Los pasos de esta otra soledad, seca e invasiva, parecen venir de algún lugar lejano”. (Beloved) Tom: “Harriet Beecher Stowe no escribió La cabaña del tío Tom para que Tom, Chloe ni nadie de entre los negros lo leyeran. Los lectores de su época eran blancos, necesitados de este embellecimiento, que querían o podían saborear”. (El origen de los otros)

Universal: “Esta investigación ficticia [acerca del libro Le regard du roi, de Camara laye] sobre las percepciones limitadas de una cultura nos permite ver la raza desaparecer de la experiencia que un occidental tiene de África cuando no hay el respaldo, protección o consignas de parte de Europa. Ella nos permite redescubrir o imaginar de nuevo el efecto que produce ser marginal, ignorado, superfluo, extranjero, de no escuchar nunca su nombre en boca de otros; de ser privado de historia o de representación, de ser una fuerza de trabajo vendida o explotada en el interés de una familia, de un hábil empresario o de un régimen local. En otras palabras: de volverse un esclavo negro. Es un encuentro perturbador que puede ayudarnos a hacer frente a las presiones y a las fuerzas desestabilizadoras del recorrido de los pueblos a través del mundo. A las presiones que pueden hacer que nos aferremos a nuestra propia cultura, a nuestra propia lengua, rechazando las de los demás. Hacernos clasificar el mal según la última moda, hacernos legislar, expulsar, conformarnos, purgar y dar crédito a las fantasías y a la imaginación. Sobre todo, estas presiones pueden hacernos negar al extranjero que hay en nosotros y resistir a muerte al carácter universal de la humanidad”.
(El origen de los otros).

Vender: “Has visto, dijo Jeri. Lo negro se vende. Es la materia prima más en boga del mundo civilizado. Las blancas, incluso las chicas color café con leche, tienen que desnudarse para obtener este tipo de atención”.
(Una bendición)

Woolf: “De Virginia Woolf, lo que amo es el uso que hace de la lengua, esta economía de la lengua. De Faulkner lo que me gusta es exactamente lo contrario, una suerte de abundancia, la repetición de las cosas”.

(Entrevista, “Toni Morrison, la memoria en herencia (1/5)” en France Culture, 2012)

Zigzag: “Había dejado su corbata. La de zigzags amarillos en diagonal sobre un fondo azul marino. Colgada en la puerta del armario, la punta hacia abajo, esperaba tranquila y pacientemente el retorno de Jude. ¿Es posible que se haya marchado si su corbata sigue aquí? Se acordará de ella y volverá, y entonces ella… uh. Ella podrá… decírselo. Sentarse tranquilamente y decírselo. Pero Jude, tú me conocías. Después de todos estos días, de todos estos años, tú me conocías. Mis maneras de hacer las cosas, mis manos, los pliegues de mi vientre, aquella vez en que quisimos destetar a Mickey y aquella otra en que el propietario dijo… y tú dijiste… y yo lloré, Jude. Tú me conocías, tú me escuchabas hablar por la noche, me oías en el baño y te burlabas de mi vieja faja usada y yo me reía porque yo también te conocía, Jude. ¿Cómo has podido abandonarme si me conocías?”.
(Sula)

Traducido por Pablo Lapuente Tiana.

Fuente:

https://www.elsaltodiario.com/pensamiento/el-abecedario-de-toni-morrison