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viernes, 5 de febrero de 2021

_- Los mitos sobre la paga y el valor. El valor social de tu oficio o profesión.

_- Los mitos sobre la paga y el valor
Este informe se propone romper algunos mitos sobre la remuneración y el valor. El principal de ellos, y el objetivo de la investigación, es mostrar que no existe una relación directa entre las altas recompensas financieras y los buenos resultados sociales. Este no es solo un ejercicio intelectual, tiene grandes implicaciones para la forma en que se estructuran nuestra sociedad y nuestra economía. Los incentivos financieros son muy poderosos y tendemos a derramarlos sobre algunas de las profesiones que son más costosas desde el punto de vista social y ambiental. Esto promueve un comportamiento indeseable, mientras que se desalientan las actividades positivas.

Mito 1: 
La City de Londres es esencial para la economía del Reino Unido
El acceso a la financiación para todos es vital para el funcionamiento de la economía del Reino Unido. Sin embargo, la City de Londres se ha preocupado principalmente por una búsqueda agresiva de ganancias. Esto ha acumulado la peor crisis financiera en un siglo en todas las partes de la economía. Incluso los más cercanos a la ciudad son cada vez más escépticos sobre su valor para la economía del Reino Unido. Según las mejores estimaciones, aporta el 3 por ciento anual en valor agregado en comparación con el 12,5 por ciento del valor agregado aportado por la fabricación.

Mito 2: 
Los trabajos mal pagados crean una escalera para que las personas asciendan; las oportunidades para avanzar están abiertas a todos 
El nivel de desigualdad de ingresos en el Reino Unido significa que las personas con altos ingresos pueden proteger su posición y la de sus hijos comprando educación, activos y ventajas. La escalera que podría ofrecer un camino hacia arriba para aquellos con bajos ingresos es efectivamente eliminada. La única forma de mejorar la igualdad de oportunidades y resultados es acortar la escalera en primer lugar.

Mito 3: 
Las diferencias salariales no importan, siempre que erradiquemos la pobreza 
Por supuesto que la pobreza importa. Pero cada vez más, no son solo los niveles absolutos de pobreza, sino las diferencias entre las personas las que contribuyen a problemas sociales como la delincuencia, la mala salud, el bajo nivel educativo y la adicción. Al centrarnos tanto en mejorar la situación de quienes tienen ingresos muy bajos, hemos ignorado las diferencias que sustentan lo que se ha convertido en una sociedad de dos niveles. ¿Un poco rico?

Mito 4: 
Necesitamos pagar salarios altos para atraer y retener talento en el Reino Unido
Nuestros estudios de casos muestran que los salarios altos no reflejan necesariamente el talento. Incluso si lo hicieran, no está claro si los mejores y más brillantes estarían preparados para desarraigar a sus familias y caminar por todo el mundo por salarios más altos. La evidencia sugiere que los países más igualitarios logran retener su parte justa de innovación y capital cultural.

Mito 5: 
Los trabajadores en trabajos altamente remunerados trabajan más duro 
Las personas que se encuentran en la parte inferior de la escala de distribución de ingresos dedican más tiempo a las responsabilidades domésticas y de cuidado que sus contrapartes altamente remuneradas. También es más probable que tengan más de un trabajo y, para muchos, esa es la única vía para salir de la pobreza. Cuando tenemos esto en cuenta, queda claro que aquellos a los que se les paga menos trabajan tanto (o incluso más) que los que están en mejor situación económica.

Mito 6: 
El sector privado es más eficiente que el sector público 
El trabajo barato no es necesariamente un trabajo eficaz. Este mito de que el sector privado es más eficiente ha motivado el aumento de licitaciones competitivas de servicios públicos a contratistas privados y se ha utilizado para justificar menores costos unitarios (y menores salarios). Sin embargo, a veces se consiguen precios más bajos a costa de la calidad del servicio, lo que sugiere que pagar salarios más altos podría ser más eficiente.

Mito 7: 
Si cobramos impuestos a los ricos, ellos tomarán su dinero y correrán. 
Intuitivamente entendemos que las decisiones sobre si emigrar son mucho más complejas que cuánto ganan las personas. Dependen de una multitud de factores, no solo de las circunstancias económicas, sino también de la familiaridad cultural, el entorno, la proximidad a amigos y familiares y la calidad de los servicios públicos.

Mito 8: 
Los ricos contribuyen más a la sociedad
Los ricos pagan proporcionalmente menos impuestos que los pobres, y muchas de nuestras corrientes impositivas, como el impuesto municipal y el IVA, son muy regresivas. Los ricos incluso dan menos en términos relativos a la caridad que los pobres.

Mito 9: 
Algunos trabajos son más satisfactorios, por lo que requieren un pago menor
La satisfacción laboral está relacionada con varios factores. La autonomía, el control en el lugar de trabajo, los ingresos y el estatus contribuyen a una sensación de satisfacción y realización en el trabajo. Si un salario alto está destinado en parte a compensar el riesgo, el estrés y las largas horas de trabajo, esperaríamos que los trabajos peligrosos sean bien recompensados. La pesca es el trabajo más peligroso en Gran Bretaña, con techadores y andamios también en los primeros lugares de la lista de peligros, y los recolectores de reciclaje de desechos están en el número 18. Sin embargo, en ninguna de estas industrias los trabajadores de base están bien remunerados.

Mito 10: 
Pagar siempre recompensa la rentabilidad subyacente
Cada vez es más evidente que existe una correlación débil entre la remuneración y el desempeño ejecutivo. En 2008, por ejemplo, las principales empresas del Reino Unido perdieron casi un tercio de su valor, mientras que los jefes de estas empresas disfrutaron de un aumento del 10% en sus salarios básicos. Los estudios empíricos han demostrado que los acuerdos salariales están orientados a servir los intereses financieros de los administradores, no de los accionistas.

Conclusiones
Este informe no trata de apuntar a ninguna persona en los trabajos bien remunerados que analiza. Tampoco se trata simplemente de sugerir que las personas con trabajos mal remunerados deberían recibir una remuneración mayor. El punto que estamos planteando es más complejo: que debe haber una relación entre lo que nos pagan y el valor que genera nuestro trabajo para la sociedad.

Necesitamos superar problemas estructurales profundos para actuar sobre las implicaciones de este informe. Muchos de estos se detallaron recientemente en un informe de nef The Great Transition, que traza el cambio de nuestro actual sistema económico basado en el crecimiento a uno más sostenible y equitativo.2 Hay mucho en juego: sin los controles y contrapesos adecuados, creemos que nuestra economía El sistema podría exprimir aquellos aspectos de la vida que las personas más valoran. Necesitamos con urgencia alinear los incentivos con el valor social y ambiental que genera la fuerza laboral.

Fuente:
Y el trabajo original integro en inglés de donde proviene la información nos lo podemos descargar gratis desde aquí, o desde aquí.

En formato PDF, tiene 44 páginas y está colgado en la página Web http://www.neweconomics.org/


En este mismo blog, ya se publicó aquí en esta pagina de 15 de mayo de 2013.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Javier Bardem: "En cuanto tienes una opinión te nacen enemigos". “Los actores sabemos cómo se nos tilda cuando levantamos la voz”. La Academia de Cine organiza una jornada de cine y solidaridad, con Elena Anaya, Fernando León, Dani Rovira, Paco Arango o Mabel Lozano entre otros creadores

El cine influye y transforma. Desde el social hasta el más comercial, desde los documentales hasta los grandes taquillazos. “Lo que hay que hacer es usarlo”, contaban varios de los participantes en dos mesas redondas que la Academia de Cine ha organizado este lunes en torno al cine y la solidaridad, y en la que ha anunciado la creación del premio Cine, Ayuda y Solidaridad, que esta primera edición ha sido concedido a Pilar Bardem. Sendas reuniones de cineastas y de creadores de fundaciones que apuestan por el audiovisual como “una herramienta transformadora”, según una acertada definición de la actriz y documentalista Mabel Lozano, que ha centrado sus esfuerzos en dar voz a las víctimas de la trata de mujeres.

Entre los actores presentes, Dani Rovira, creador junto a la también actriz Clara Lago de la fundación Ochotumbao, apuntó en cambiar las maneras de involucrar a la gente: “Hoy, solidaridad y benéfico son palabras denostadas; la gente las escucha y cambia de conversación. Debemos enamorar al público para que se sumen a nuestra causa, porque nos toca ser referentes. Pocas veces la gente te convence de algo desde el enfado, sino desde la alegría, desde la energía positiva”. Una idea que también subrayó Elena Anaya, implicada en la lucha para cuidar el medioambiente: “Hay tiempo para lograr cambios”.

avier Bardem lleva años involucrado en acciones y producción de documentales para Médicos sin Fronteras y para dar voz al pueblo saharaui. Este lunes apuntó: “Los actores somos ciudadanos. Sabemos cómo se nos tilda a quienes levantamos la voz y se nos invita a estar en una esquina calladitos. Por suerte, cumplimos con nuestra obligación como ciudadanos”. Y sobre la fama, el actor incidió: “La popularidad al menos ayuda para que te cojan el teléfono, después tiene que hablar el documental. Nunca he antepuesto la popularidad a ser ciudadano. Es cierto que puedo tener más repercusión, a cambio sufres una crítica desmesurada. Bueno, pros y contras. En el momento en que tienes una opinión, te nacen enemigos. Hay que vivir con ello”. Y por eso, a veces te caen encima los clichés. Un ejemplo es Fernando León, cineasta consagrado en la ficción y en el documental: “Lucho contra la etiqueta [de cineasta social], pero fracaso. Haces películas para visibilizar, para concienciar, de acuerdo. Sin embargo, es necesario que la obra también surja de ti para que te satisfaga. Todo funciona con un mismo mecanismo, el de la empatía”. Peligroso mecanismo, como contó Lozano: “El daño que hizo Pretty Woman en la imagen de la prostitución. El audiovisual crea mitos dificilísimos de desmontar: la realidad es más sórdida”. Lo sabe bien Paco Arango, cuya segunda película como director, Lo que de verdad importa, destina todos sus beneficios a ONG: “Yo peco de comercial para llegar a todo el mundo”.

El cómico Manuel Burque, que además de sus trabajos habituales participa en Radio Gaga —un programa del canal 0 en Movistar que da voz a los invisibles—, habló de la posibilidad real de influir: “Como creadores, debemos de ser conscientes que por muy acotada que esté la película que vamos a hacer siempre se pueden incluir cambios. No tenemos obligación de ser responsables, pero si lo eres, hay muchas posibilidades de realizar cambios”. Y por eso subrayó: “En el humor ahora triunfa el cinismo. Pues os aviso, el cinismo está pasado de moda, el buenismo es el nuevo punk”. O como apuntaron Rovira y José Carnero, creador publicitario y fundador de la ONG Uno entre Cien Mil, dedicada a la leucemia infantil: “¿Cansa que un mismo actor apoye a siete causas? No es que canse, es que es necesario”. Puede que, volviendo a lo dicho por Bardem, Lozano apuntó a otras disciplinas: “El cine es un medio más empático, que por ejemplo, el fútbol”.

Junto a ellos participaron Paula Farias, expresidenta de Médicos sin fronteras; Javier Corcuera, director de documentales y fundador del festival de cine FISahara (que apuntó sobre la pujanza del cine: “Es un instrumento muy fuerte. Yo he hecho películas por solidaridad, y otras han generado solidaridad”), y Mónica Esteban, fundadora y presidenta de Juegaterapia. Todos los participantes han hablado de sus causas, de cómo la vida les ha llevado a ellas, y de cómo, a pesar de las trabas, hay que contar esas historias con protagonistas invisibles: “Si no, ¿quién lo haría?", resumió Fernando León.

https://elpais.com/elpais/2017/12/04/gente/1512414127_697313.html