LUDOLFO PARAMIO
Mediados los años treinta, y tras haber pasado una temporada en Gran Bretaña, le preguntaron a Michal Kalecki su opinión sobre los ingleses. Kalecki respondió que sólo había conocido dos verdaderos gentlemen en Inglaterra, y que uno de ellos era comunista y el otro italiano. El italiano, incidentalmente, era Piero Sraffa. El comunista era Maurice Herbert Dobb, de cuya muerte, el 17 de agosto, nos han informado unas escuetas líneas en este periódico.
Dobb era un caballero, en efecto, pero esto no le impidió ser un militante del Partido Comunista durante medio siglo, ni adquirir reputación mundial como uno de los principales economistas marxistas. Su dilatada presencia en Cambridge, donde realizó sus estudios,y ejerció la mayor parte de su docencia (era fellow del Trinity College), fue sin duda uno de los elementos fundamentales de su reconocimiento ínternacional como un gran economista. Fue también motivo de que se convirtiera, en palabras de Paul Sweezy, en una demostración viviente de que las contradicciones se dan en la realidad y no sólo en la mente humana. Dobb consiguió ser simultáneamente un economista marxista y un miembro activo de la escuela de Cambridge.
La amplitud de su obra hace difícil trazar un panorama de sus escritos, pero sería posible quizás agruparlos en torno a una serie de temas. Con la excepción de Salarios ( 1927), obra de carácter excepcionalmente monográfico, los escritos de Dobb podrían catalogarse en tres apartados fundamentales: teoría económica, problemas del socialismo e historia del desarrollo capitalista.
La publicación, en 1946, de Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, provocó una polémica (recogida bajo el título La transición del feudalismo al capitalismo), en la que participaron economistas e historiadores (Sweezy, Hilton, Lefebvre, Hill, Takahashi y_el propio Dobb),sobre el problema crucial de los factores determinantes de la transición. Dobb regresaría sobre el tema en unas conferencias de 1962 (publicadas en el, volumen Ensayos sobre capitalismo, desarrollo y planificación). La polémica y los problemas que suscitó siguen sorprendentemente actuales hoy día y constituyen un punto de referencia ineludible para cualquier debate en profundidad sobre la transición entre dos modos de producción distintos.
Militancia
Al escribir sobre problemas del socialismo Dobb tiene una faceta indudablemente militante, que se refleja en textos como Argumentos sobre el socialismo o El nuevo socialismo, que cumplen sobre todo una función propagandística. Es interesante observar cómo, pese a que El nuevo socialismo está fechado en 1970, Dobb se limita a formular una crítica del excesivo centralismo de la planificación soviética tradicional, en un marco próximo al de las propuestas de reforma que se generalizan en los países del Este. Pero no llega a cuestionar la institucionalidad política de estos países, pese a que la primavera de Praga había puesto en primer plano precisamente este problema tan sólo dos años antes. Y pese, sobre todo, a que es difícil imaginar algo más incompatible con su propio temperamento de académico de Cambridge que una dictadura de partido único.
El desarrollo de la economía soviética desde 1917 (1948) constituye en realidad la continuación y ampliación de una obra veinte años anterior. La versión española está realizada sobre la edición puesta al día en 1966. Pero quizá las obras de Dobb sobre problemas del socialismo que posean un mayor interés sustancial sean los artículos sobre cálculo económico en una economía socialista y sobre problemas teóricos de la planificación.
En estos escritos la obra de Dobb recupera su aspecto más teórico. Junto con Economía política y capitalismo (1937) y Economía del bienestar y economía del socialismo (1969), constituyen las principales obras de Dobb como crítico e historiador de la teoría económica, hasta la aparición, en 1973, de su libro Teorías del valory la distribución desde Adam Smith. Es en este libro (probablemente su obra teórica más importante) donde es posible ver a Dobb con más claridad como una contradicción viviente.
Teorías es una discusión de las doctrinas económicas a la luz de la obra de Sraffa Producción de mercancías por medio de mercancías (1960). Esto supone un intento de mostrar la posible armonía de la tradición marxista y de la tradición ricardiana recuperada por Sraffa, intento ciertamente audaz, pero que sólo parece viable gracias a la insólita rapidez con la que Dobb pasa a través de la teoría, del valor trabajo de Marx.
Libro crucial
La publicación de Teorías pasó prácticamente desapercibida en España, aunque esto sólo puede parecer extraño a quien no sepa que, diez años después de la aparición de la edición castellana del libro de Sraffa, son legión los economistas que ignoran su misma existencia. Sin embargo, Teorías es un libro crucial, pues pocas personas como, Dobb (que colaboró con Sraffa en la preparación de la edición de las obras y correspondencia de David Ricardo) estaban en condiciones de comprender la importancia del neorricardianismo como crítica definitiva de la teoría económica neoclásica, a la vez que su in compatibilidad, al menos en apariencia, con la teoría marxiana del valor trabajo. En Inglaterra, la opción entre neorricardianismo y marxismo ha dividido a los economistas que podríamos llamar radicales, cuyas posturas oscilan entre el neorricardianismo ortodoxo de Nell hasta el marxismo no menos ortodoxo de Rowthorn, pasando por el singular eclecticismo de Hodgson. La vi veza y la importancia de la discusión evidencian la gravedad de la pérdida que, para el marxismo y la teoría económica en general, supone la desaparición de Maurice Dobb.
https://elpais.com/diario/1976/09/12/cultura/211327210_850215.html
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