El país nórdico logra volver al crecimiento dos años después de que su economía rozara la bancarrota
Islandia ve la luz. Después de un esperanzador segundo semestre de 2010, todo indica que el país retomará este año la senda del crecimiento, después de dos cursos consecutivos de caídas en su PIB del 10% acumulado. Las estimaciones de la OCDE hablan de un avance del 1,5%, mientras que Fondo Monetario Internacional (FMI) es más optimista y duplica esta cifra. En cualquiera de estos dos escenarios, el éxito es evidente, teniendo en cuenta que en octubre de 2008 el sistema financiero se derrumbaba y que la bancarrota era una posibilidad real.
¿Milagro? No. Esta veloz recuperación se apoya principalmente en la rapidez a la hora de gestionar la crisis y en el cumplimiento escrupuloso de un plan de reformas que prácticamente ha reconstruido la estructura financiera y económica del país. Nada más estallar la burbuja financiera, Islandia nacionalizó todo su sistema bancario, y posteriormente ha hecho un pago selectivo de sus compromisos, ha reconstruido la credibilidad en su maltrecha moneda -la corona-, ha controlado el gasto y ha reducido fuertemente las inversiones públicas.
En estos momentos las cajas de ahorros y las instituciones financieras no bancarias están siendo recapitalizadas, y el marco de supervisión será reforzado con modificaciones que se materializarán antes del verano. Paralelamente se han logrado acuerdos de reestructuración de las deudas de los hogares y de las pequeñas empresas. Con esta última medida se busca recuperar la confianza de los consumidores y hacer más fácil el cobro de las deudas pendientes por parte del sistema financiero.
Las estimaciones de la OCDE indican que el consumo privado crecerá este año un 2,2%, tras el derrumbe del 16% registrado en 2010. El otro motor del crecimiento, que comenzó a despuntar el tercer trimestre, serán las exportaciones, que aumentarán un 1,6% tras haberse estancado durante un año. Las inversiones crecerán un 6,4%, después del retroceso del 14% en 2010. En cuanto al control del gasto público -y siempre según las previsiones de la OCDE-, el déficit se situará por debajo del 2,7% del PIB, frente al 6,3% anterior.
Hace 15 días, el FMI bendijo estos avances, al mismo tiempo que mantenía el préstamo de 2.100 millones de dólares concedido en 2008 para rescatar a Islandia. No obstante, advirtió de que aún hay camino por recorrer y puso el acento en los riesgos de la inflación, que cerró el año pasado en el 5,3%, y en el desempleo, que llegó al 7,5% y con perspectivas de seguir creciendo en 2011. En el marco financiero, el FMI ha advertido que se agilice la liberalización de los controles de capital.
En medio de estas negociaciones se encuentra la negativa de Islandia a pagar los 5.000 millones de dólares de la quiebra del Icesave, una entidad financiera cuyos depósitos debieron ser respaldados por Reino Unido y Holanda. Este mes, y después de la visita de una misión del FMI, el Ejecutivo anunció la convocatoria de un segundo referéndum para decidir si finalmente el Estado asume esta deuda con sus vecinos europeos. Hace un año se anuló -también mediante consulta popular- realizar estos pagos aprobados por el Congreso. El Fondo ha condicionado el desembolso total de las ayudas a Islandia a estos pagos.Ver aquí todo el artículo de El País. Más sobre Islandia. Y aquí. Más noticias sobre Islandia.
viernes, 4 de marzo de 2011
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