La Corte Suprema de Justicia de El Salvador, reunida en pleno, decidió el jueves negarse a capturar a otros cinco exmilitares salvadoreños requeridos en España por el asesinato de seis sacerdotes jesuitas ocurrido durante la guerra civil (entre ellos el de Ignacio Ellacuría y otros cuatro religiosos españoles), alegando que la orden de detención registrada en Interpol se refiere únicamente a una solicitud de "localización" y no de detención.
Las órdenes internaciones de arresto fueron cursadas por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que ha procesado a 20 exmilitares, entre generales, coroneles y soldados, que habrían planificado y asesinado a los seis sacerdotes jesuitas y dos asistentes el 16 de noviembre del año 1989.
El máximo tribunal de justicia de El Salvador sostiene, al igual que en agosto, cuando denegó el arresto de otros nueve exmilitares requeridos por el mismo caso, que la orden de Interpol solo contempla la localización de los acusados y no su detención con fines de extradición. "Lo que teníamos era extractos de notificaciones de difusión roja decretadas contra estas personas por Interpol, pero no trae las solicitudes de detención con fines de extradición", dijo el magistrado de la Corte Ulises del Dios Guzmán.
Los cinco reclamados en esta última oportunidad son los coroneles en retiro Guillermo Benavides Moreno, Joaquín Arnoldo Cerna Flores, Héctor Ulises Cuenca Ocampo, Carlos Mauricio Guzmán y Óscar Alberto León, todos acusados de asesinato, terrorismo y crímenes de lesa humanidad. El 25 de agosto pasado, la misma corte en pleno decidió no ordenar la captura de un grupo de nueve militares que estaban encabezados por el exministro y el exviceministro de la Defensa Nacional, generales en retiro, Humberto Larios y Orlando Zepeda, así como el exjefe de la Fuerza Aérea, general Juan Rafael Bustillo, entre otros.
El Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), que pertenece al centro educativo donde fueron masacrados Ellacuría y sus compañeros, asegura a través de su director, Benjamín Cuéllar, que en El Salvador prevalece la impunidad y el Estado salvadoreño no tiene ninguna voluntad de hacer justicia.
Los jesuitas fueron asesinados el 16 de noviembre de 1989 por un comando especial de contrainsurgencia Atlacatl, entrenado en bases estadounidenses para el combate de la guerrilla izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El Gobierno de entonces, encabezado por Alfredo Cristiani, acusó a Ellacuría y sus compañeros de ser miembros del movimiento insurgente.
El País, JUAN JOSÉ DALTON - San Salvador - 08/10/2011
sábado, 8 de octubre de 2011
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