domingo, 23 de octubre de 2011

La CAM suprime el seguro médico y la cesta de Navidad

-La entidad ve prioritario el recorte y espera ahorrar cinco millones
ÍÑIGO DE BARRÓN - Madrid - 23/10/2011
La alicantina Caja Mediterráneo (CAM) no regalará turrón estas Navidades a sus 6.400 empleados porque se ha suprimido la tradicional cesta. Pese a ser un producto de la tierra, ha caído víctima del recorte de costes. Tampoco habrá juguetes de Reyes. Todas las partidas consideradas no estratégicas han pasado por la tijera para hacer más atractiva a la CAM en la subasta actual. A la vez, se aceleran las medidas más importantes: el cierre de 107 oficinas y el ERE que afectará a casi mil trabajadores. Los responsables del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que dirigen la caja, se reunieron con los sindicatos a finales de la semana pasada y les anunciaron que también desaparecía el seguro médico privado así como las retribuciones en especie (renting para utilización de coches) y algunos autobuses gratuitos. Recursos Humanos afirmó que con las medidas complementarias se podrían ahorrar unos cinco millones, según fuentes sindicales.
A la vez, la CAM ha pedido a una parte de los empleados, aquellos que están en las oficinas que atienden a más público, que trabajen dos horas todas las tardes. "Es una época de mucho trabajo en la banca porque llegan las campañas de planes de pensiones y de la declaración de la renta", recuerdan en la entidad. Los trabajadores se quejan de que la sugerencia "es una obligación".
Los sindicatos se opusieron a los recortes. El terreno estaba abonado. La CAM ha aparecido en todos los medios por las vergonzosas prejubilaciones de los responsables del desastre: el ex director general, Roberto López, que se fue con casi cuatro millones, y su sucesora, María Dolores Amorós, que se colocó una pensión vitalicia de 370.000 euros. No es la mejor caja para exigir que la plantilla se apriete el cinturón. Pero la entidad está nacionalizada para evitar la quiebra y ha perdido 1.136 millones hasta junio... Seguir leyendo en El País.

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