Crear puestos de trabajo no es tarea tan difícil si nos atenemos al análisis sobre las oportunidades de empleo en el medio rural elaborado por un grupo de expertos compuesto por empresarios, catedráticos, una consultora, expertos en desarrollo rural e industria agroalimentaria bajo la coordinación de la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural. Las cifras manejadas no son nada despreciables. Nada menos que 321.000 empleos directos y estables en un periodo de dos años y hasta 559.500 en un plazo de seis.
Para el director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Jesús Casas, las bases más importantes para la creación de esos puestos de trabajo se hallan en una mayor coordinación entre todas las administraciones que afectan a los territorios, una mejor utilización de los recursos existentes, más simplificación de los procedimientos administrativos y nuevos marcos reguladores.
Desde la perspectiva financiera, la propuesta no contempla ayudas públicas directas, y las exigencias solamente se concretan en una reducción de diferentes impuestos como el IVA o el IRPF, que en las cuentas del Estado se compensarían con el aumento de las cotizaciones por el aumento del número de ocupados y por el afloramiento de mucho empleo sumergido.
Lo que se conoce como medio rural supone aproximadamente el 80% del territorio español y solamente el 35% de la población, con miles de pueblos en proceso de abandono por la carencia de infraestructuras y servicios, sobre todo en educación.
El análisis sobre las oportunidades para la creación de empleo en el medio rural se concreta en una decena de actividades.
Una primera actuación sería la rehabilitación de viviendas para impulsar su recuperación, pensando en la vuelta al medio de viejos vecinos, y para evitar el deterioro de ese patrimonio. Entre los apoyos reclamados se contempla una deducción del 10% en el IRPF por la compra de la misma, rebajas en el impuesto de transmisiones del 7% al 3%, ventajas fiscales en el IVA o deducciones del 10% del IRPF en los gastos de alquiler.
Una segunda medida es la rehabilitación energética de las viviendas, con lo que ello supondría para la mejora de la eficiencia de los combustibles. Los incentivos a esta actuación se centran también en un IVA reducido del 8% y una deducción del 10% en el IRPF por los gastos de rehabilitación.
Una tercera actuación es la apuesta por el desarrollo de servicios a las personas, desde los de guardería hasta la atención a los mayores, con ayudas fiscales y rebajas en las cotizaciones sociales, lo que supondría un afloramiento de empleo sumergido. Una cuarta sería el apoyo al desarrollo de una agricultura más competitiva, potenciar el relevo generacional, economías de escala, la comercialización en común, así como impulsar una ganadería extensiva.
Se ve como otra salida el desarrollo de una industria agroalimentaria artesanal que incorpore un valor añadido a los productos agrarios con marchamo de calidad y con apoyos públicos para su entrada en los mercados.
Con 27 millones de hectáreas forestales, se propugna un impulso a los servicios y aprovechamientos para dar más valor, proteger y restaurar esos espacios como productores de madera y por la fijación de 80 millones de toneladas de CO2. Se propone establecer el llamado céntimo forestal, una tasa del ... Leer más en El País.
domingo, 18 de diciembre de 2011
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